INTRODUCCIÓN. Un mundo desigual: desarrollo, subdesarrollo y

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INTRODUCCIÓN. Un mundo desigual: desarrollo, subdesarrollo y países emergentes 1.-­‐ Norte-­‐Sur: un mundo desigual. Su estudio desde la Geografía. 1.1.-­‐ Desarrollo, subdesarrollo y países emergentes: un mundo caracterizado por las grandes desigualdades. (pág. 21-­‐22) En el mundo actual se pueden distinguir dos grandes conjuntos espaciales, cuyas sociedades muestran fuertes desigualdades ante el bienestar y ante el desarrollo socioeconómico: el Norte, donde se sitúan los países más desarrollados, y el Sur, integrado por los países más pobres y de menor desarrollo. La raíz de éstos contrastes se relaciona, sobre todo, con acontecimientos históricos, con el nivel cultural y el nivel de desarrollo técnico de la sociedad, con el grado de eficacia en la gestión económica, con la naturaleza de las relaciones espaciales internas, con el grado de control de las relaciones comerciales, etc. La diferencia entre el Norte y el Sur radica en su capacidad intrínseca para fomentar el crecimiento y el desarrollo en todos los ámbitos de la economía y de la sociedad. Como vemos, bajo estas diferencias subyace una gran complejidad que es necesaria conocer y que tiene no sólo una vertiente cuantitativa (datos, índices…) sino también cualitativa (estructuras espaciales, económicas y sociales…). 1.2.-­‐ Grandes espacios geográficos. El interés de la Geografía Regional del mundo en un mundo globalizado. (pág. 22-­‐24) La Geografía Regional del Mundo estudia de forma global la diversidad de elementos y relaciones que caracterizan y dan personalidad a un espacio geográfico previamente delimitado. Ciertamente, se está avanzando hacia un sistema-­‐mundo, pero la globalización comercial, financiera y cultural no elimina la existencia de espacios regionales diferenciados. En este marco es donde la Geografía Regional del Mundo, la Geografía de los Grandes Espacios Mundiales cobra una gran relevancia. Con sus particulares condicionantes naturales, sus historias diferentes, sus distintas potencialidades económicas, sus peculiaridades políticas y conflictos internos, a esta categoría pertenecen los grandes espacios que vamos a estudiar. Tras la aparición de la conciencia del subdesarrollo y de las teorías de la dependencia, la visión del planeta y la interpretación de las diferencias entre los grandes espacios regionales necesariamente tienen que adoptar, éstos conceptos, un enfoque económico-­‐político, teniendo en cuenta, en la delimitación de regiones, el nivel de desarrollo, el tipo de estructuras económicas y sociales, la herencia histórico-­‐cultural y el desigual valor de los condicionantes ecológicos. 2.-­‐ Desarrollo-­‐subdesarrollo: conceptos y realidades. 2.1.-­‐ Más allá de los simples indicadores económicos. (pág. 25-­‐26) Con frecuencia se asocia el concepto de desarrollo con el de crecimiento económico, pero no hay que olvidar que un proceso económico que implique desarrollo debe ir acompañado paralelamente de otros Geografía regional del mundo: Desarrollo, subdesarrollo y países emergentes. 1 aspectos sociales, por ejemplo, que el aumento de la producción se produzca en varias ramas económicas, y no sólo en una; que haya un cambio en la estructura y en el peso relativo de los diferentes sectores económicos y, lo más importante, que se registre una mejora del nivel de vida, de todos o de la mayoría de los habitantes. Por otro lado, el concepto de subdesarrollo no se refiere sólo al país o región que ocupa una posición retrasada en la evolución natural hacia el desarrollo, medido con índices cuantitativos, con el PIB por habitante, también debe entenderse como un fenómeno histórico y estructural particular , es decir, el cambio de rumbo que la colonización por parte de las potencias europeas introdujo en su natural evolución histórica y la consiguiente desarticulación de los sectores económicos de las regiones colonizadas. 2.2.-­‐ Los indicadores socioeconómicos y la realidad del subdesarrollo. (pág. 26-­‐28) Una aproximación a la caracterización del mundo desarrollado y subdesarrollado o en vías de desarrollo se puede obtener analizando los indicadores socioeconómicos y comparando sus diferentes valores. CONSULTAR MAPAS. Destacan las fuertes desigualdades ante la riqueza y el diferente comportamiento en el crecimiento demográfico. En el mundo en vías de desarrollo el 80% de la población apenas dispone del 20% de la riqueza y aproximadamente la tercera parte vive con menos de 1 euro al día. Hay que resaltar que en numerosos países la sociedad se encuentra en plena transformación demográfica, con la natalidad controlada y el crecimiento natural por debajo del 0,5% anual. En el Tercer Mundo, las estructuras económicas están marcadas están marcadas por un claro dualismo en los sistemas productivos: el tradicional, dedicado al autoconsumo y a los mercados locales, y el moderno, enfocado hacia la exportación y cuyo dinamismo apenas trasciende a la mayoría de la población, ya que son grandes multinacionales las que realizan las labores de producción, transformación y comercialización. El desarrollo social y económico de las sociedades del Norte ha llevado consigo el crecimiento espectacular de las actividades terciarias (comercio, educación, sanidad, transportes, turismo, cultura, etc.), cuanto más desarrollado se considera un país, más eficacia y calidad de servicios ofrece y más atención dedica a las actividades del llamado terciario superior, como la universidad, la investigación, etc. Por el contrario, en los países del Tercer Mundo, con una economía mayoritariamente agraria, predominan las relaciones tradicionales y los servicios modernos están poco desarrollados. 2.3.-­‐ Organización del territorio: redes de transporte y red urbana. (pág. 28-­‐30) La alta densidad viaria de un país desarrollado, donde el ferrocarril está ampliamente desarrollado y la carretera asfaltada llega a todos los puntos habitados, con una extensa red de vías rápidas, contrasta fuertemente con los países subdesarrollados, donde las carreteras asfaltadas son escasas. En cuando a la red urbana, existe un crecimiento de la población urbana bastante notable desde principios del siglo XX; en 1920 sólo el 14% aproximadamente de la población mundial vivía en áreas urbanas, cifra que en 1950 alcanzó más del 25%, en 1990 casi el 45% y en 2009 ha llegado al 50%, pero este crecimiento en las regiones desarrolladas hoy día ha perdido relevancia (menos del 1% anual) frente a las regiones menos desarrolladas, con más del 2% anual. En África el crecimiento urbano es de 3% anual y en Asia de 2,8% (Bombay, Calcuta, México, Sao Paulo, Nueva Delhi, Yakarta, Karachi, etc.). En el mundo subdesarrollado el crecimiento incontrolado de las ciudades, da lugar a la aparición de unidades urbanas subintegradas en las que reside cada vez un mayor número de personas en la miseria, por debajo de los límites de la propia subsistencia. 2 Geografía regional del mundo: Desarrollo, subdesarrollo y países emergentes. La macrocefalia, fomentada por la inexistencia de una auténtica red urbana se ha creado debido a la acumulación de población en las grandes ciudades, que suelen coincidir con las grandes capitales. 2.4.-­‐ Norte-­‐Sur: relaciones de dominio y dependencia. (pág. 30-­‐31) Las causas de dependencia de los países subdesarrollados hacia los desarrollados se dan por la explotación de los recursos minerales y energéticos por y para el exterior, una monoestructura industrial y la falta de mano de obra cualificada. Éstas relaciones de dependencia, sobre todo, tecnológica y financiera, se traducen en el fuerte endeudamiento que éstos países tienen con el exterior. Existe un control del mercado por parte de los países desarrollados, no sólo en el establecimiento de los precios, sino también en los mecanismos que rigen el comercio mundial, además, existe en muchos de éstos países un grave riesgo, al depender su economía y desarrollo solamente de uno o dos productos de exportación, que se encuentran sometidos tanto a las posibles crisis climáticas como a los vaivenes de los precios del mercado. 3.-­‐ Subdesarrollo y países emergentes. (pág. 31-­‐36) En los últimos diez o quince años se han producido cambios importantes en el ámbito de la economía mundial, debido a la globalización. Ha surgido así un nuevo concepto, el de país o economía emergente, que se viene utilizando para referirse a éstos países, cuyo potencial económico destaca en este mundo globalizado de forma notable por su rápida industrialización y su reciente importancia en el comercio internacional de materias primas, fuentes de energía o productos industriales, produciéndose así una serie de cambios en la economía mundial que han producido que la división entre Norte y Sur ya no sea tan nítida. Este hecho se debe al surgimiento de los países emergentes: China, Brasil, India, Sudáfrica, etc. El término emergente fue acuñado en los ochenta para referirse a los dragones asiáticos (Corea del Sur, Hong Kong, Taiwán y Singapur), pero a finales de los noventa se extendió por los mismos motivos a los países ya referidos. La participación de varios países en grandes procesos de integración regional, como ASEAN o MERCOSUR y su ingreso en organismos internacionales OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económico), OMC (Organización Mundial de Comercio), reforzaron su presencia en el concierto económico internacional, hasta el punto de que en 2003 se constituyó un grupo (G5), formado por China, India, Brasil, México y Sudáfrica, para facilitar la relación y cooperación estable con el G8 (grandes economías del mundo desarrollado: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia), a cuyas reuniones asistirán como invitados permanentes. Más reciente es la constitución del G20 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido –G7-­‐, más Rusia –G8-­‐, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, China, Corea del Sur, India, Indonesia, México, Sudáfrica, Turquía y el vigésimo miembro es la Unión Europea), cuyo protagonismo ha aumentado con motivo de las crisis del sistema financiero mundial en 2008. Geografía regional del mundo: Desarrollo, subdesarrollo y países emergentes. 3 La globalización, con la facilidad que ha dado al movimiento de capitales la difusión de las nuevas tecnologías y el desarrollo y abaratamiento de los transportes han tenido como consecuencia la migración de las empresas desde países desarrollados hacia países del Tercer Mundo (deslocalización), donde la relativa estabilidad política, las exenciones fiscales, la mano de obra barata y las facilidades dadas por los gobiernos, permitían mayores beneficios a las empresas transnacionales (automóvil, electrónica, textil y confección, juguetes, calzado y piel, etc.), aprovechando, además, los avances en las tecnologías de la información y comunicación (TIC), las nuevas técnicas de dirección y organización de empresas, las ventajas fiscales, la escasa regulación medioambiental, la disponibilidad de suelo barato con normativas urbanísticas muy permisivas, la escasa regulación laboral y una seguridad social escasa o inexistente. La irrupción de las potencias emergentes en la economía mundial está generando cambios sustanciales en el entorno económico mundial, pues se están modificando los patrones de intercambios comerciales y financieros y de consumo energético. Las características indicadas transforman a estos países en mercados deseados para las inversiones extranjeras, sobre todo teniendo en cuenta que su mercado interno está creciendo a medida que comienza a consolidarse lo que el Banco Mundial ha calificado como nueva clase media, y que para 2025 podría reunir a 1.000 millones de personas. Sin embargo, estos países no son todavía equiparables a las economías de los países desarrollados, pues por ejemplo a nivel político-­‐social sus instituciones no son totalmente estables y el rápido crecimiento está generando tensiones internas. En lo económico, se les puede calificar como economía de transición, que no ha alcanzado todavía en su totalidad la economía de mercado. Así pues, podrían ser considerados como la etapa más avanzada del subdesarrollo, pero que aun está lejana de abandonar el estado de emergente. China es la segunda potencia económica del mundo, con tasas de crecimiento superiores al 10% en los últimos años, pero en la que las empresas estatales todavía generan un tercio de la producción y dan trabajo a la mitad de la población urbana y acaparan también la mitad de la inversión total del país. Sus grandes ciudades son similares a cualquiera de las europeas, pero el área rural sigue siendo terriblemente pobre. 4 Geografía regional del mundo: Desarrollo, subdesarrollo y países emergentes. Tenemos por tanto en mente países que son grandes promesas y que representan un gran potencial. Están creciendo y transformándose a buen ritmo, pero aún no han alcanzado en todos los ámbitos al mundo desarrollado; lo que no quiere decir que no puedan hacerlo a medio o largo plazo. Fin Introducción Geografía regional del mundo: Desarrollo, subdesarrollo y países emergentes. 5 
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