0 17 CONSEjO EDITORIAL Presidente ANGEL ROjO Catedraticode DerechoMercantil UniversidadAutOnoma deMadrid Vicepresidente VICENTEMONT~ Catedraticode DerechoCivil Magistrado del Tribunal Supremo Directores EMILIO B*LTRAN JAVlER ORDUNA Catedraticbde DerechoMercantil Universid4d CEU San Pablo CatedraticodeDerechoCivil Universidad de Valencia Secre ANA BEL~N CAMPUZANO Catedraticpde DerechoMercantil Universidlill CEU San Pablo Mi ISABE~ OE LA IGLF$1A Profesora(JeDerechoCivil Cokgio ~ RegistradoresdeEspana .it;;,o'i,tanos ':Ir"!;' JAYlERPlAZA ProfesorTitular de DerechoCivil Universidad de Valencia IGNACIO TIRADO ProfesorTitular tU DerechoMerca til Universidad Autonoma de Madrid El Anuario de Difrecho Concursal es el organa de exprt:sion de univ jueces, adrninist~adores concursales, abogados y cuantos estudian 0 normativa regu~adora deI concurso de acreedores, corno proce establecido para las situaciones de insolvencia con plur:iIlidad de acre /{(fP)) 17{2009-!;.] (Pgs.9-38) rsitarios, plican la irni~nto dor~s. 1 Christoph G. Paulus LL.M. (Berkeley).Humboldt-Universität (Berlin) * EI Profesor PauIus es Decano de Ia FacuItad de Derec~o d~ Ja Universidad ltIumboIdt de Berlin. Este texto se present6 en eI 11Congreso N~ciol1~ de Derecho Co\1cursaI en GuadaIajara (Mexico). EI trabajo fue recibido eI dia 2 de noviembre de 2008 y aceptado para su publicaci6n eI dia 15 de enero de 2009. [@j; 17/2009-2 (Pgs4 249-260) :249 CHRISTOPHG. P AUI!.US SUMARlO I I. PLANTEAMIENTO ll. LA SrruACION AcruALnesnacionales ll. EL FUTURO El efectounificador dei Reglamento-2. Evolucio- PLANTEAMIENTO EI tema que se supone que vor a abordar es suflcienternente ampIio' corno para llenar toda Ia conferencia. EI titulo «Derechd Eultopeo de Insolvencia» podria aludir a un resurnen de las leyes nacionales b podria apuntar al Reglamento Europeo de Insolvencia (LCEur 2000~155~1);en cuanto al termino «vision», aparentemente este me permite preseIiltarlesmis suenos sobre el futura. Par razones obvias, este ultimo no puetle ser su significado, par 10 que me Iimitare a senalar hacia donde conduceiel Reglamento Europeo de Insolvencia y sus aplicaciones practicas a las leyes de los paiseseuropeos. Par motivos de rigor, limitare este horizonte de tiempo (mas 0 menüs) hasta el ano 2012, ya que en ese ano, el 1 de junio ipara ger preciso, de acuerdo con el articulo 46 deI Reglamento, debera presentarseante el Parlamento Europeo, el Consejo y el Comite Economito y 'Social el primer informe de la Cornision de la Union Europea sobre (eI exito 0 el fracaso) de la aplicacion deI Reglamento. Tambien se supone 'queieste informe tendra un papel decisivo en el posterior desarrollo deI Reglronento Europeo de Insolvencia, pero tambien en general, deI Derechö Internacional de Insolvencia. ll. lA SITUACION ACTUAL EI efecto unificador deI RegIamento Se necesito mucho tiempo para estableceruna legislacicf>h europea en materia de insolvenciaI, En un extrano contraste con el acuerdo alcanzado en el Derecho Procesal Civil, la evolucion deI Reglamento EUropeo de Insolvencia dura aproximadamente 40 anos. Es un hecho signiflcativo, ya que existian, por 10 menüs, algunos modelos anteriores de fusibnes regionales de jurisdicciones en 10que respectaa la legislacion trashacl0nal sobre insolvencia2. I Para la evolucion hisrorica deI Reglamento, cf. FLETCHER en Moss/FLETCHER/ISAACS, TheEC Regulation on Insolvent)' Proceedings,2002, pg. 1; Paulus, Eur~päischeInsolvenzverordnung, 20 ed., Recht und Wirtschaft, 2007, pg. 45. 2 Vid. FLETCHER, Insolvent)' in Private International Law, 21 ed., CUP 2005, pg. 274; WESSElB,International Insolvent)' Law, 2006, pg. 34. 250 ,((fj!))11/2009-2 (Pgs. 241)-260) UNA VISION DEL DERECHO EUROPEd>DE LA INSOL VENCIA En este punto hay, que subrayar que los paises iberoamericanos fuert>n los precursores. Ya eI1i 1889 algunos de estos Estados flrmaron un tratado con el nombre de Tra~do de Montevideo de Derecho Com(~rcial InternacionaI. Este tratado fue a~tualizado en 1940, pero en esta Qcasion fue ratificado solo par Argentin~, Paraguay y Uruguay. De manera ~ndependiente y, par 10 tanto, adicionaI' otro tratado, el Codigo Bustamarte de 1928 (basado en la Convencion sobre Derecho IntemacionaI Privadp de La Habana) fue suscrito par 15 Estados. Sin embargo, desafortunada~ente todos estos esfuerzos fracasaron;' parece que los puntos en comtin ~xistian mas sobre el papel que en los hechos. En 1933, los paises ,escandinavos siguieron el ejemplo }! firmaron la Convencion Nordica sobre, Quiebras que parece haber tenjdo y ,sigue teniendo mas exito que sus pred~cesores iberoamericanos. Los p,roc~pimientos concursaleg con activos localizados en mas de un Estado miembro se abordan, hasta , boy, de manera tranquila y obviamente mur efectiva. Fue solo a partir de entonces cuando el empefio de los paises europeos ebpezo a representar el siguiente ejemplö de regionaIizacion de este tipo qu~; par si misma y par 10 menos hasta cietto grado, sirvio de modelo para lai tey de la CNUDMI sobre insolvencia tiansfronteriza de 1997, la OHADA (fe Mrica Central, la promulgacion dei Acte uniforme portant organisation despro/mures collectivesd'apurement en 1997 y el Proyecto de lnsolvencia Transnational deI American Law Institute deI an<!> 2000. VaIe la pena ver mas detenidamente este patron, algo extrafio, de intentos par lograr una cooperacion mas eficiente en materla de insolvencia transfronteriza; es mur posible que nos puedan dar alguna leccion. Dejando de lado par un momertto el modelo de Ley de la CNUDMI, la regionaIizacion es la primera peculiaridad que salta a la vista. Los paises vecinos parecen ger buenos candidatos para este tipo de intentos de cooperacion. Pero obviamente no bastan; si: no, no podriamos explicarnos el exito limitado de los intentos iberoamericanos ni el hecho de que mucha~ otras zonas deI munda, par ejempl<!>,los Balcanes en el sureste euIropeo. los paises deI sureste asiatico 0 los Estados deI norte de Mrica aparentemente tampoco hayan podido lograr introducir este tipo de herramientas legislativas. Par 10 tanto, debe darse algo mas que la mera vecindad -sorprendentemente no un idioma comtin, !iunque indudablemente esto presentaria una ventaja; pero ni los Estados deI TLCAN ni deI OHADA ni los Es~dos miembros deI Re glamento Euro peo de lnsolvencia ban podido lograrloI I (en contraste con los Estados iberoamericanos). En vez de elIo, parece ger indispensable que exista un tipo de mercado comtin y, corno resultado, la mutua confianza y garantia de que las ieyes de insolvencia de los vecihos sean mas 0 menos equivaIentes y que compartan un cierto estandar comtin. Tomando corno modelo la experiencia europea, dicha confianza mutua3 parece ger el criterio singular mas importante para el exito 0 fracaso de 3 Sobre la importancia de esta cuestion, VJd. PAULUSjUDINK,European Law and Trust, Eurofenix, primavera 2004,pg. 8. ~ 17/2009-2 (pgs. 249-260) 251 :HRISTOPHG. P AUIJUS cualquier intento de armonizacion de los casosdeiinsölvencia transfronterizos. EI Reglamentb Europeo de lnsolvencia es particularmente amplio en cuanto a que esta}jlece el reconocimiento automatico äe cualquier procedimiento de insolve6cia recogido en el Anexo A (com~ciresecon los arts. 16 y 17 deI Reglamento [LQEur 2000, 1557]), ademAsdfl alcance general de la Ley de insolvencia nacional en los demas Estadps~iembros (compcirese con el art. 4). Asi pues, un procedimiento de insolvenc~aincoado en Letonia 0 en Portugal, en qrecia 0 en lrlanda, es reconocido er los otros 25 Estados miembros, y la leg]islacionsobre insolvencia respecti~, basicamente, es la relevante para dicQOprocedimiento.. La casi dramatica dimension de este paso evolutivo se hace patente al ver, par ejemplo, la decision deI Tribunal Supremo de Esphna en 1999 (esto es, solo tres anos antes de que el Reglamento Europeo e~trara en vigor), que declaro ejecutable en ultima instancia en Espana un prQ(:edimiento de insolvencia aleman -per,o solo despuesde mas de tres aöos de intensas investigaciones4.De conforrpidad con el Reglamento Europeo ya no bay lugar para el escepticismo- salwola minima excepcion deI artfculo 26 y su reserva para violaciones deI ord~n publico nacional. Par otra parte, la i~portancia de la confianza, aun ,sieq<ilocrucial, tampoco debe gerexagerada.,No solo el Reglamento Europeo enlsi contiene numerosagexcepciones en $Uaplicabilidad general de la LexconCllrsus en su articulö 4, sinD que los artidulos 5 al 15 incluyen muchas excepciones en la aplicacion de la legislacion y que, generalmente hablando, escin sujetasa la aplicabilidad de las leyes nacionales. Es asi que, par ejemplo, en cuanto a asuntos relativos a «conttatos y relaciones laborales" (art. 10) 0 a cuestiones de reglas de nulidad (art. 13), una Ley diferente de la Lexconcursuspodria invalidar e interferir en la doctrina pura deI principio ~e universalidad. La justificacion dada p'4ra estasexcepciones es la supu<rsta,necesidadde proteger una confianza preexistente. Aunque este argum~nto podria parecer dudoso en algunos de estos casos,si no en casi todos, ,demuestraque la anreg mencionada confianza en las leyes de insolvencia de los vecinos no es tan solida corno para no permitir -0 hastaexigir- restricciones. Pero tarnbien las prirneras experiencias con el Reglarfiento Europeo duraute los pasadosseis afios hall dernostrado que exi~te tfn elernento de esta confianza rnutua q\le gigue exigiendo aprendizaj~, Q1ejorasy fortalecirniento. Este lapso pllede ger descrito corno un periodo en el que los profesionales y los academicos tuvieron que edificar la confianza que los legisladores politicos hab~an declarado ya existente. Fueron tiernpos de gran irritacion, quejas y, rnuchas veces,hastadesconfianza. Los abogados ingles~sdeI sistemade derecho comun angl.osaj6nfueron los que le dieron a sus ,hom6logos deI resto de Europa una clara lecci6n de 4 Vid. Tribunal Supremo 5.5.1999 comentada por PAULUS, Ehtschllidungenzum WirtschaflsTecht(EWiR), 2000, pg. 889. 252 A~ 1 f /2009-2 (Pgs. 249-1260) UNA VISION DEL DERECHO EUROPE(})DE LA /NSOL VENClA corno interpretar la Ley escrita5.Los profesionales ingleses en materia de insolvencia descubrieron la apertura y flexibilidad d~~concepto de 10 que podria constituir eJ«centro de interes principal,,6; 10 utilizaron para modernizar el Reglamenlto implementando normas sobre insolvencias de grupo que, de acuerdo <ton declaraciones explicitas de los' redactores dei texto deI Reglamento, fheron hechas para ser deliberadamente ignoradas\ Sill embargo, al ignorar los rasgosespecificosde las insolv~nciasde grupo -yen el presente contex,to es irrelevante que el significadol dei termino no este nada clara- el Reglamento Europeo sufrio desde su il]icio una grave carencia; despuesde todo, la realidad economica en casitoqos los Estadosmiembros era y es en grido creciente, que las empresasfonnan parte de grupos, mas aun cuando estascompafiias actilan mas alla d~ su~fronteras. Par consiguiente, desde hac~ mucho tiempo se ha vista que de 100 CasOS de insolvencias transfronterizas, 99 san casosrelacionados con grupos. Los profesionales il\gleses interpretaron el termino «centro de interes principal» corno relacionado con el grupo, esto es, ignorando parcialmente la separacion legal de:una compafiia considerando ese centro «eI sitio donde opera la sede social». Sorprendentemente (y para disgu.stode los ciudadanos de otros Estados miembros) en muchos c~os esta interpretacion centro muchos casos en Inglaterra, aun cuando la empresa matriz no estuviera registrada ani. Esta interpretacion imaginativa, aunada ~onun vigoroso interes personal derivo en un choque con la inicial observ~ncia continental de la intencion dellegislador y encerro en si el peligro d~ provocar una crisis de confianza. Sill embargo -y esto merece sec subrayado en el presente contexto- despuesde un periodo de protestasy de culpar a lasjurisdiccioDescontinentales cÖmo AIe.mania,ltalia, Hungria y Fr~ncia, pronto siguiefon el ejemplo ingl~s utilizando esta recien descubi<::rta ,herramienta de «insolvencia de grupo». Lo malo de los hecltos subsiguienteses que el Tribunal de justicia Europeo no comprendio ple*amente las implicaciones de las d~ficiencias deI derecho de insolvencia p~ grupos y establecio obstaculos, ~n su famosa sentencia sobre Eurofood8,.en los avanceshacia un Reglamenoomodernizado. Sill I 5 Cf. PAULUS, «Group Insolvencies -Some Thoughts About New Approaches» , 42 Texas International LawJouma~ 2007, pgs. 819, 821. 6 Para este concepto Vid. ToRREMANs, «Coming to Terms with the COMI Concept in the European Insolvency Regulation», en: P. OMAR,International InsolvencyLaw -Themes and Perspectives, Ashgate,' 2008, pg. 173. 7 Cf. VIROOs-SCHMIDT, Reporl on the Convention on InsolvencyProceedings,par. 76; Moss/ FLETCHER/Isaacs, TheEC ßegulation on InsolvencyProceedings, OUP 2002, pgs. 263, 282. Vid., ademas, VIROOS/GARClMARTiN, The European InsolvencyRegulation: Law and Practice, KLI 2004, pg. 46. 8 Disponible on-line ~n: http:/ /curia.europa.eu/jurisp/cgi-binfform.pl?lang=es. Para una interpretaci6n critic~ vid. Moss, «Asking the Right Questions? Highs and Lows of the European Court of justi,e (EC) judgment in Eurofood», InsolvencyIntelligence 19, 2006, pgs. 97, 101. ~ 17/2009-2(Pgs.249-260) 253 CHRISTOPH G.!p AUWS embargo, 10 buen() de esta historia es que el Tribunal no cerro completamente el camino, ,y si la funcion de sede social es asignada a la sociedad dominante de algtJna manera que sea reconocible por terceras partes (seas quienes'sean), el concepto ingles sigue siendo vilido:de conformidad con la legislacion europea. Actualmente el ingente caso dtjl Eurotunnely su concentracion en Francia se basa en estainterpretacion9. I, La breve historia d~l Reglamento Europeo nos dic~ hasta ahora que una de las principales razQnespara la introduccion de e~talegislacion fue, segUn su considerando n(lmero 4, eliminar la eleccion interesada de una determiDada jurisdiccion para la celebracion de procedimieQtos judiciales. En retrospectiva, esta declaracion fue una verdadera revela~ipn: Logro 10opuesto a la intencion original, llamando la atencion de todo~ a la posibilidad y, a veces, al atractivo de esa eleccion interesada de jurisdiccion. Junto con esta historia, existe (por razonesque explicare mas adelante) una cercama entre el Derecho Mercantil y la Ley de lnsolvencia. No hay mejor ejemplo de esta tendencia que los casos en que dos sociedades alemanas transfirieron su centro de interes principal de Alemania al Reino Unido antes de presentar una demanda de incoaci6n de procedimiento de insolvencialO.La hicieron porque la declaraci6n voluntaria de la sociedad se considera mas atractiva y ventajosaque su figura equiparable alemana. Este tipo de elecci6n interesada de jurisdicci6n no es la contemplada en el Reglamenta; mas bien utiliza el derecho fundamental de la Uni6n Europea de libertad de establecimiento, pero, desde luego, con un especial enfasis en la legislaci6n sobre insolvencia en el nuevo entomo. N~evamente, despues de la irritaci6n inici';:lly de culpar a la otra parte, hace pbco Alemania sigui6 el ejemplo de lngl~terra y «meti6" a una holding de Luxemburgo en el procedimiento pangermanico al transferir la funci6n de la sede social a Colonia antes de la presentaci6n de la informaci6n financiera en Luxemburgo (pero despues de la presentaci6n de la mayoria d(~las asociadasalemanas). Este casoll ,esnotable en cuanto a que, par asi decirlo, se coloca exactamente en la 1inea divisoria entre la admisible libe~rtadde establecimiento y la prohibida elecci6n interesada de jurisdicci6n. Con todas estashistqrias introductorias, queda sentada la base para explicar el efecto unificador ;de la legislaci6n europea. EI Reglamento Europeo ha suscitado una competencia en Europa entre las diferentes leyes nacionales de insolvencia. Los legisladores nacionales estan bajo presi6n para mejorar, modernizar 0 simplemente enmendar susleyes si noqui~ren que sus «clien9 Para este caso Vid. DAMMANN,«Mobility of Companies and IJocalization of Assets Arguments in Favor of a Dynamic and Teleological Interpretation of EC Regulation No. 1346/2000 on InsolvenCy Proceedings», en: AFFAKI(ed), Faillite Internationale et Conjlit de jurisdictions, 2007, pg. 1M. 10 Vid. una breve desctipci6n en WILLCOCK, «German Restructurings Head to London», lNSOL Warld (4th Q. 2006),pg. 14. 11 Vid. 29 Zeitschriftfür Wirtschaftsrecht(ZlP) 2008, pg. 423. 25, A(~ Jrr.r\ 17/2009-2 (Pgs. 249-260) 256 CHRISTOPHG. P AUi.{JS insolvencial2. Provocada par la crisis deI Lejano Oriente a mediados de los noventa, los politicos le solicitaron al Fondo Monetario Intemacional (FMI) alguna propuesta para modemizar la legislacion sobre insolven~ia y efectuar una aplicacion practica mas amplia en los diferentes f.stados miembros. Es bien sabido que los resultados deI esfuerzo deI Fondo Monetario Internacional fue su publica~ion Orderly& EffectiveInsolvenoyLegislationen 1999 que resume de maneraadmirable, concisa y practica los principios que constituyen algo parecido al minima comun denominaddr de la legislacion sobre insolvencia moderna en los paises desarrollados. Sustentada en la fuerte limitacion que se concede a las instituciones que surgieron de los acuerdos de ßretton Woods, .Japublicacion deI FMI sirvio de herramienta unificadora en un buen numero de paises. Es bien sabido que las novedadesno terminaron aqui: Jaresponsabilidad de la legislaci6n sobre insolvencia sederiv6 deI FMI a su instituci6n hermana, el Banco Mundial, que ampli6 el campo de inspecci6n a travesde susPrincirias y Directrices sobre SistemasEficacesde Protecci6n de los Derechos dei Acreedor y para C~os de Insolvencia, y desde entonces utiliza esta guia corno punto de referencia para sus Informes sobre el Cumplimiento de Normas y C6digos. Huelga decir que esto, aunado a la limitaci6n, trae congiga un amplio grado de armonizaci6n mundial de las leyes sobre insolven- cia. Y par ultimo, la ONU corno la tercera de las grandes instimciones multilaterales no se qued6 atras en esta evoluci6n. Alentada par el exito de su Ley Modelo sobre Derecho Internacional en Materia de Insolvencia, la Comisi6n de las NacioQes Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (CNUDMI), decidio presentar La Guia Legislativasollreel Rigimende la lnsolvencia.Libre de cualquier condicionamiento derivado df~presiones econ6micas y financieras, esta publicaci6n delle influencia Ulundial gracias a su autoridad democratica; despuesde todo, no es el resultado deI trabajo de una sola unidad, sin'o de un largo proceso de discusiones entre numerosos miembros de las Naciones Unidas. Con base en este fundamento, se inst6 a la CNUDMI que intensificara sus esfuerzos relativos a Ja legislaci6n sobre insolvencia, y se ocupa acmalmente de encontrar directrices para regular la insolvencia de grupos de empresas. Aun dejando aparte los esfuerzosrespectivosde algunas instituciones regionales corno el Bance Europeo para la Reconstruccion y el Desarrollo y el Banco Asicitico de Desarrollo, viendo los logros de las tres instituciones multilaterales antes mencionadas, es evidente que, historicamente hablando, existe una tendencia singular hacia la unificacion. Proball>lementela car~cteristica mas importante de esta modemizacion es la apertura de la opcion de liquidacion, inmemorialmente unidireccional, y de Ley tradicional sobre quiebras agregando la altemativa de la reorganizacion d~l deudor. La cues12 Vid. PAULUS, «Global lnsolvency Law and the Role of Multinational Institutions», 32 Brooklyn,Joumal 01 International Law, 2007, pg. 755. A~ '1/2009-2 (Pgs. 249-260) 17/2009-2 lJN VISION DEL DERECHO EUROPEl!> DE LA INSOL VEN, tion, mur interesante, de cucil podria sec la razon de' la casi global aceptacion de esta nueva opcion tiene su respuesta en m4chos niveles. La mas ostensible (y algo superficial) es la presion politica y economica de estas entidades multilaterales anteriormente descritas;otra seIia que coincide con el modelo funcional de la Ley de los Estados Unidos, que es identificable en muchas areas. Otra respuestamas arraigada (pero igual de probable), Sill embargo, es que esta evolucion podria estar inherentemente relacionada cön la creciente importancia y el predominio de la economia mundial basada en los servicios. Sus activos principales ya no SOllmuebles, inmuebles ni cuentas a cobrar, 0 corno los antiguos juristas romanos las habrian lIamado mobiles, immobileset nomina. Esta reminiscencia historica no se menciona aqui Sill razon, ya que los romanos desarrollaron plenamente las herramientas necesarias para operaciones cön este tipo de activos.Este hecho es notable por cuanto una cuenta a cobrar -en drastico contraste con mue~les e inmuebles -es algo que no existe en el mundo real -es algo virtual, A diferencia de un libro (mueble) 0 la playa de Puerto Vallarta (inmueble~, nadie ha visto una cuenta a cobrar, ya que esto es algo que simplemente surge de la imaginacion de los abogadös. Sill embargo, los romanos ya trataron este fenomeno de manera que la capacidad de negociar con estos activos se considera tan evidente corno la de un automovil 0 la de un bien falz; Sin embargo, con 10que los romanos no negociaban -10 que por 10 menüs no clasificaron comb conceptos legales -gon activos cqmo el rondo de comercio, los conociniientos metodologicos (knowhow),et carisma 0 una lista de clientes. Estos gon bienes que hall adquirido valor solo y particularmente en el contexto de la mencionada economia terciaria. Para ellos (~aun?) no hemos desarrollado un mercado (0 una capacidad de negociacion) equiparable con la de los mobiles,immobileset nomina. Su peculiaridad es su fuerte dependencia de la interrelacion con una persona fisica- hastaahora no gon tan impersonales corno las cuentas a cobrar. Es por esllimisma razon por la que una liquidacion no sera de mucha ayuda en un ent~rno en el que estos activos modernos gon los tipos de bienes prevalecientds. Si esto es cierto, obviamente solo hay un camino para reactivar el valo~ de dich os activos, ayudar a la persona a retomar el camino deI exito' ecqnomico y, en otras palabras, reorganizaFlos 0 rescatarlos. Una vez que este cambio sea ampliamente reconocido ~ interiorizado, solo falta un pequeöo paso hacia un mayor avancey un cambio casi dramatico dentro deI campo de la insolvencia13,esto es, una Ley de insolvencia corno l!n mecanismo aposterioria una Ley de insolvencia corno r(~cursopreventivo. Esta es exactamente la tendencia que puede observarse en la reciente y moderna legislacion sobre insolvencia europea. Siguiendo los pasos de la declaracion voluntaria de liquidacion para empresasexi~tente en Inglaterra Cf. FINCH,«The Recasting of Insolvency Law», 68 Modem Law Review2005, pg A~ (Pgs.'249-260) 25' CHRISTOPHG. P AULUS (CVA), las nuevasenmiendas francesas,griegas e italianas hall adoptado un tipo similar de procedimiento. Se dice que la nueva Lcy holandesa tambien la belle y los legisladores alemanes tambien parecen estar considerando seguir este mismo camino. La caracterfstica comun de todos estos incidentes es que la liquidacion se proscribici en la medida de 10'posible y en su lugar se haci posible el rescate deI deudor. ; i Desde esta perspectiva, la Ley de insolvencia adquiere rnuchos puntos en cornun con areasaparenternente dispares, tales corno' ciertas herrarnientas deI rnercado de capitales 0 el buen gobierno corporatlivo: todas responden al proposita de evitar el concepto tradicional de conQurso. Esta dentro de la rnisrna li~ea de pensamiento segiIn la que la insolvcrlcia esta perdiendo rnuchas de susanteriores [alIos predor:ninantesy que laSnocivas rarnificacioDes de los procedirnientos, poco apoco, estan siendö sustituidas par un entendirniento par el cual el procedirniento de insolvencia es considerado y entendido corno una oportunidad de reorganizacion. ll. EL FUTUR0 Esta ultima observaci6n "eva directamente amis deliberaciones finales sobre el posible y casi probable futura de la Ley sobre in:solvencia europea, par 10 menüs para los siguientes cuatro anos aproxima(jlamente.De mi descripci6n anterior sobre los ultimos sucesos,se despren(jlefacilmente que la competencia entre los legisladoreseuropeos continuara. Pero es igualmente probable que los margenes donde se esta desarrollando esta competencia sean cada vez menores. Las caracteristicas con exito c~mprobado -esto es, las que atraen a los que eligen interesadamente lasjuri$dicciones14- formarau un creciente conjunto de minimos que ningUn cornpetidor padri permitirse no alcanzar. Par 10 tanto, las leyes sobre insolvencia seran mas convergentes que la annonizaci6n ya existente. Es mas probable que esta convergencia tenga alglin imracto sobre las propuestasde quienes vayana redactar el informe sobre lasiexperiencias practicas con el Reglamento Europeo en 2012. Antes que na~a, este informe tomara en cuenta las sentencias dictadas hasta entonces ipor el Tribunal de justicia Europeo. Par 10 tanto, habra una recomendaciö~ para elaboraruna norma par la cuallos cambios relativos al Tribunal competente que se efectuen despues de presentar una petici6n seanirrelevantes en cuanto a dicha competencia; en el caso Staubitz-Schneider,el Tribunal de justicia se adhiri6 a la norma tradicional de «perpetuatio fO1i»oDe igual manera, habra alguna referencia al problema de insolvencias de grupos empresariales, mur probablemente en cuanto a que el «centro de intereses principal» depende de elementos objetivos reconocibles par terceras partes. Esto es 10 que el 14 En la actualidad muchos consumidores alemanes se sientenatraidos par las Leyes de liberacion de deudasfrancesa, inglesa y suiza, porque el periodo de espera es menor que los seis anosque establece el Derecho aleman. ~ 258 A~) 17/2009-2 (Pgs. 249-260) UNA VISION DEL DERECHO EUROPE(!)lJE LA INSOL VENCIA Tribunal de Justicill requirio en su famosa sentencia «Jtu,rofood»y que desafortunadamente dejo gin decision si esasterceras partes gon los acreedores, cualquier otra persona 0 solo el juez dictaminador15,pero abriendo la posibilidad de instituir la competencia deI Tribunal con respecto a los grupos empresariales. Y finalmente, habra cierta clarificacion respecto a la competencia deI Tribunal en asuntos solo indirectamente relativos a la insolv{!ncia,tales corno, par ejemplo, pleitos basados en instancias de anulacion. l1Ioy estaes una cuestion pendiente en Luxemburgo derivada de la falta de armonizacion entre el Reglamento Europeo sobre lnsolvencia y el de ]urisdiccion, Reconocimiento y Aplicacion de Sentencias;es probable que la decision finalmente infiera dicha jurisdiccion de la competencia para incoar un procedimiento de insolvencia y, pqr ello, pretender que dicha jurisdiccion este implicitameute incluida en las normas existentes sobre 1a compe~tenciapara incoar un procedimiento principal 0 secundario, pero que qo dicen Dada sQbre pleitos relacionados. I Ademas, el informe antes mencionado probablemente]reducira el numero de excepciones en la aplicacion de la lexconcursus. Actu~mente, los articulos 5 al 15 deI Reglamento Europeo de lnsolvencia minan el principio de universaIidad al estabIecerIa apIicacion de Ia Ley de dtra jurisdiccion sobre Ia deI procedimiento principal. De acuerdo con eI articuIq 15, par ejemplo, el efecto de incoar un procedimiento de insolvencia sobrb pIeitos pendientes se rige par la Ley deI lugar de celebracion de los misrnos y no par donde se ha incoado el procedimiento principal. EI actual y c~i dramatico incrementa en el corpus juridico de Procedimientos CiviIes Europeos, probilblemeute reducira la justificacion de tal excepcion, de ma»era que el articulo 15 probablemente sea suprimido. Esto mismo suc~d~Iran otr~ articulos basadosen la presunta confianza de las partes que es,ca$ vez menüs convinrente en un entomo legal tau convergente corno Ja ,{jJnion Europea. Sill embargo, eI posible eIemento de freno en esta evoluci~n podria ser la ya mencionada diferencia de velocidad en Europa; hay qu~ recordar que aun hay muchos Estadosmiembros que rareren deI mismo gtado de experiencia en un mercado de eoonomla funcional y su correspondiente Ley sobre insol- vencia. Y par ultimo, si los redactores deI informe deI 2012 tie~en stificiente valor, aumentara el numero de disposicionesdirectamente apl~cablespara que asi constituyan algo eq~iparable a una Ley de insolverc~4 europea. Sill embargo, para esto -probablemente- se requiera el esfu~rzq comun de mu<;hos expertos a fin de pre~entar un trabajo sobre principios comunes de las leyes de insolvencia de todos los Estados miembros. Se hall elaborado trabß.jos preliminares para este fin con las publicaciones realizadas en 2003 pornu15 Cf. PAULUS,«Der E~GH und das modeme Insolvenzrecht», Neue Zeitschriftfür Gesellschaftsrecht,2006, pg. 609; PAULUS, 42 Texas[nU. LI, pg. 824. fIl$)) ~ 17/2009-2 (pgs.249-260)! 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