NUMERO: 44 FECHA: Noviembre-Diciembre 1991 AUTOR: Eduardo Clavé

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NUMERO: 44
FECHA: Noviembre-Diciembre 1991
TITULO DE LA REVISTA: Elecciones Federales de 1991
AUTOR: Eduardo Clavé
TITULO: San Luis: ¿El Inicio Moral del Frente Cívico Nacional?
TEXTO:
La situación política generada en San Luis Potosí a partir de la formación de la Coalición
Democrática Potosina (CDP) es a la vez ejemplar, aleccionadora y alarmante.
Ejemplar porque en medio de la sensación de fracaso que han dejado los encuentros de
las dirigencias del PAN y del PRD para encontrar caminos (al menos más rápidos) para la
democracia, un líder independiente logra, muñequeando hábilmente, el apoyo de tres
partidos cuyas dirigencias parecen irreconciliables, aunque sus militantes en muchos
casos las superen.
Es aleccionadora porque demuestra justamente los límites de las coaliciones, lo delicado
y frágil de su manejo, las distancias entre los aparatos partidistas estatales y nacionales a
la nora de la percepción -y por ende de la acción--política cotidiana in situ.
Me explico. La velocidad de los acontecimientos en donde se está dando la lucha, ya sea
San Luis, Guanajuato o Guaymas revela aún sin quererlo las contradicciones entre los
dirigentes nacionales y los locales. El cabildeo de Fernández de Ceballos en los círculos
del poder federal no siempre es lo eficiente ni lo transparente que desean quienes se
enfrentan localmente a los problemas. Están a la vista, sobre todo en el caso de
Guanajuato, los escasos y cuestionados frutos que el PAN ha obtenido y obtendrá de esos
cabildeos.
Sus resultados son los siguientes: el candidato Fox no pasó de eso, de candidato...
siempre y cuando la legislatura local no decida excluirlo a la hora de la verdad; las
próximas elecciones para gobernador las organizará, de nuevo, un priísta, es decir,
Salvador Rocha, el nuevo Secretario General de Gobierno, funcionario impuesto a
Medina por el centro; en síntesis, una vez más, metieron al PAN al sistema.
Volviendo a San Luis Potosí, hay que recordar que la lucha que libra ahí el gobierno no
es contra Nava, cuya ideología muy probablemente no esté tan alejada de ciertos sectores
de pensamiento priístas. La lucha es contra la idea de coalición o de las candidaturas
comunes que aunque no es lo mismo, sí es igual. Nava y su coalición, por frágil que sea,
le pegan directamente en el talón de Aquiles a Salinas.
Por eso es alarmante para la democracia el que algunos miembros hoy influyentes de la
dirigencia nacional del PAN hayan manifestado que será la última alianza que hagan con
otros partidos para ir juntos a elecciones, lo cual nubla el panorama de un gran frente
electoral para las próximas elecciones federales, como la única posibilidad que parece
quedar de llegar a la democracia en México por medio pacíficos.
Es también alarmante el historial de Fausto, cuya imagen antes, durante y después de la
campaña, no se caracteriza precisamente por sus perfiles democráticos, ni por afanes
progresistas.
Es alarmante también porque ha recordado que al llamado sistema político mexicano,
nada más hay que rascarle por encimita para que aparezca su rica veta autoritaria.
El gobierno, por su parte, ha empezado a responder a los problemas políticos con
símbolos y acciones policíacas. Mal remedio para los ciudadanos potosinos que
seguramente tienen todavía muy presentes las imágenes que transmitió hace pocos años
la televisora local en uno de los últimos intentos de noticiero independiente. Las
imágenes de un exjefe de grupo de la policía judicial del estado, macaneando y pateando
orgulloso frente a las cámaras de televisión, en vivo y en directo, a ciudadanos y ancianas
indefensas.
Mal remedio, también, que el Gobierno Federal haya enviado al Procurador General de la
República en las ocasiones en que la marea parecía subir más allá de lo previsto.
El problema de los medios de comunicación impresos y audiovisuales de carácter local,
supeditados los audiovisuales al gobierno por su carácter de concesionarios y los escritos
por la dependencia de la publicidad estatal, no parece tener solución. En San Luis Potosí
no se anduvieron con medias tintas. Prensa, radio y televisión actuaron parcialmente. En
las áreas urbanas esa parcialidad jugó en contra del candidato oficial pero no cabe duda
de que en las zonas rurales los medios y los caciques de pueblo chico ejercieron una
influencia negativa y quizá determinante contra Nava.
Resulta cada día más evidente que sin un mínimo de equilibrio en la estructura de
propiedad y de funcionamiento de los medios de comunicación y en los recursos de que
dispone cada partido para sus actividades proselitistas no hay elecciones que valgan.
El tipo de fraude, el tipo de los defraudados y el tipo de movilización, han logrado que el
pleito de los navistas no pase ya por los caminos electorales legales llenos todavía de
salteadores, sino por los cauces políticos legítimos de la resistencia civil.
Los navistas han logrado también que su pleito no se quede en la patria chica. A estas
alturas el único que ya no tiene nada que opinar es Fausto Zapata. Los actores de la obra
potosina, además de Nava, están en otro nivel y en otro sitio. Contará más para la suerte
de San Luis la opinión en las alturas (estrictamente jerárquicas) salinistas y panistas que
la de Fausto, lo cual reconoció él mismo primero cuando no pudo contestar correctamente
a la pregunta de un reportero sobre si Zapata renunciaría en caso de pedírselo el
Presidente y después cuando insinuó que el asunto de San Luis ya estaba en otras manos,
refiriéndose evidentemente a Salinas, insólitas declaraciones del supuesto gobernador de
un estado libre y soberano, al menos en teoría.
Así pues San Luis es hoy, una vez más, un laboratorio ciudadano que conjunta vicios y
torpezas del sistema pero también esperanzas e imaginación política de los actores de la
oposición.
Aunque, como en el caso de Guanajuato, nada es predecible, San Luis puede ser un
modelo, pequeño y todavía imperfecto, de un futuro Frente Cívico Nacional para el 94,
en él que trabajan los sectores más avanzados y honestos de todos los partidos y de la
sociedad civil.
Hasta hoy, un día después de que, en palabras del caricaturista Naranjo, Fausto Zapata
haya sido "legitimado por el legítimo" sólo sabemos que San Luis será para el gobierno
actual lo que Chihuahua fue para el de Miguel de la Madrid: el principio del declive de la
credibilidad internacional que, por lo visto, es lo que les interesa más.
Mientras tanto, en un cine ubicado en la misma plaza donde Nava fue designado por el
pueblo Gobernador moral, sigue proyectándose, cotidiana e impunemente, la película
norteamericana "Un halcón anda suelto".
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