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FARMACIA PEDIÁTRICA
Estreñimiento infantil
Tratamiento urgente
■ SUSANA SUÁREZ SANZ • Farmacéutica.
El artículo aborda un problema
muy común, el estreñimiento. En
este caso la autora revisa las causas
que pueden desencadenar la falta
de evacuación en los niños y los
tratamientos disponibles para
solucionarla. Desde su papel como
educador, el farmacéutico puede
ofrecer una serie de consejos para
mantener una correcta higiene y
una buena dieta que favorezcan
el aumento de deposiciones.
E
l estreñimiento es un proceso
sintomático debido principalmente a malos hábitos dietéticos
e higiénicos. En los niños es
fundamental establecer un tratamiento lo
antes posible para evitar que el estreñimiento se convierta en un trastorno crónico y que persista en la edad adulta.
Para eso, se cuenta con la ventaja de que
normalmente los niños responden mejor
y más rápido que los adultos a un tratamiento higiénico-dietético.
DEFINICIÓN Y PREVALENCIA
El estreñimiento se define como la
retención de las materias fecales. Esta
retención se manifiesta en una situación en la que la frecuencia evacuatoria intestinal es más baja de lo normal.
También se refiere a una dificultad
para defecar, unida a la sensación permanente de evacuación incompleta,
aunque la frecuencia de las deposiciones sea normal.
El estreñimiento en la infancia es
difícil de definir por la dificultad que
representa establecer la frecuencia
normal de evacuaciones en esta etapa.
Esta frecuencia disminuye de una
media de 4 evacuaciones al día en la
primera semana de vida a 1,7 al día a
los dos años. Los procesos intestinales
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de los bebés dependen en gran parte
de su alimentación. Tendrán más evacuaciones y más líquidas los alimentados únicamente con leche materna. En
cambio, aquellos, que se alimentan
con fórmulas adaptadas presentan
deposiciones más firmes y menos frecuentes. Un bebé de menos de 6 meses
debe evacuar al menos una vez al día
como mínimo. A partir de los dos
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ESTREÑIMIENTO INFANTIL
años, los niños pueden tener entre una
y dos defecaciones por día. En resumen, el ritmo deposicional en la infancia varia con la edad.
Comúnmente, el estreñimiento se
produce por una acumulación de heces
duras y secas en el colon descendente.
La formación de heces con un bajo
contenido en agua que avanzan con lentitud por el intestino grueso son consecuencia de un proceso de reabsorción
de agua a lo largo del colon. La reabsorción de agua está provocada por un
movimiento de iones (sodio y cloruro)
a través de la membrana intestinal.
Cuanto más tiempo permanecen las
heces retenidas, más agua es reabsorbida y más se endurece la materia fecal.
Las heces secas y duras dan lugar a
una evacuación dolorosa y se produce
una distensión permanente de la ampolla rectal. Esta distensión disminuye la
percepción de los presoreceptores
(receptores sensibles a los estímulos
vasomotores) y desaparece el deseo de
defecar. Se desencadena así un círculo
vicioso que prolonga la situación.
El estreñimiento es un problema muy
frecuente en la infancia. Representa
aproximadamente el 5% de las consultas de atención primaria en pediatría y
más del 25% de las derivaciones a
especialistas en gastroenterología
pediátrica.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico del estreñimiento
infantil puede establecerse a partir del
aspecto que presentan las heces del
niño (duras y secas) y de la frecuencia
de las evacuaciones, en función de la
edad:
– Menos de dos deposiciones diarias
en lactantes alimentados con lactancia
materna.
– Menos de tres evacuaciones semanales en lactantes que siguen una alimentación artificial (con leche adaptada)
– Menos de dos o tres deposiciones
a la semana en niños y adolescentes.
ETIOLOGÍA
En el 95% de los casos, la etiología
del estreñimiento es de origen desconocido. En su aparición influyen factores constitucionales, hereditarios y
psicológicos. En determinados casos
este problema se ha relacionado con la
intolerancia a las proteínas de la leche
de vaca.
En definitiva, el estreñimiento puede
ser causado por problemas orgánicos o,
más frecuentemente, puede ser un estreñimiento funcional. Las causas orgánicas son las siguientes:
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– Trastornos obstructivos (estenosis
anal congénita, microcolon, estrecheces
colónicas congénitas o adquiridas, etc.).
– Trastornos neurológicos (enfermedad de Hirschsprung, hiper e hipoganglionosis, parálisis cerebral, lesiones
medulares, etc.).
– Trastornos endocrinos (diabetes,
hipo e hipertiroidismo,etc.).
– Trastornos metabólicos (deshidratación, hipercalcemia, hipocaliemia,
porfiria, lupus, etc.).
– Trastornos psiquiátricos (anorexia
y depresión).
– Fármacos y sustancias tóxicas
(hipervitaminosis D, codeína, abuso de
laxantes, fenotiazidas, hierro, intoxicación por plomo, etc.).
Las causas de estreñimiento funcional pueden deberse a:
– Falta de fibra en la dieta.
– Ingesta insuficiente de alimentos,
agua y líquidos.
– Exceso de alimentos astringentes:
plátano, arroz, patatas, alimentos ricos
en azúcares (chocolate y golosinas).
– Desorden en las horas para comer
y picar entre las comidas principales.
– Retirada del pañal que provoca
fobia a la hora de ir al baño.
– Déficit de atención en el niño.
– Tensiones escolares al inicio del
curso.
– Acontecimientos familiares traumáticos: muerte de un familiar o cambio de casa o de ciudad.
– Llevar una vida atareada y activa,
que impide al niño hacer caso de sus
impulsos para defecar.
– Síndrome de colon irritable.
Edad
La etiología del estreñimiento varía
sustancialmente en función de la edad.
En niños recién nacidos y lactantes,
el origen del estreñimiento se encuentra principalmente ligado a la alimentación. En ocasiones está causado por
vómitos de repetición, dietas hiperconcentradas o un escaso aporte hídrico
(especialmente en determinadas situaciones como el calor ambiental o la
fiebre). También puede deberse al consumo de fórmulas adaptadas de alto
contenido en grasa y calcio, que contribuyen a la formación de jabones cálcicos en el intestino delgado. En esta etapa, el estreñimiento también es debido
a la aparición de una fisura anal (que
puede ser causa o consecuencia de este
síntoma) y al pequeño grado de estenosis anal que presentan los lactantes.
Otros posibles motivos son: prolapso,
fibrosis quística, hipotiroidismo,
hipercalcemia, enfermedades renales y
neuropatías intestinales.
En la mayoría de los pacientes en
edad preescolar o escolar, la causa es
idiopática, pero como otras posibles
causas se encuentran la enfermedad
celíaca, la diabetes, la enfermedad de
Crohn y la porfiria.
TRATAMIENTO
En el tratamiento del estreñimiento infantil existen diferentes líneas de
actuación: medidas dietéticas, medidas
higiénicas y, en algunas ocasiones, tratamiento farmacológico. En todo caso,
el tratamiento depende de la intensidad del cuadro y de la edad del niño.
La terapia del estreñimiento requiere
la existencia de una educación en los
padres y los niños. El médico de atención primaria y el farmacéutico comunitario juegan un papel muy importante en esta instrucción. Los padres y
cuidadores deben conocer la importancia de la dieta en el estreñimiento, la
obligación de completar correctamente
el plan terapéutico establecido y la
necesidad de tener calma y esperar
una respuesta adecuada al tratamiento.
Respecto a los niños, el enfoque terapéutico nunca debe ser radical. En
niños mayores, el establecimiento de
un hábito intestinal regular requerirá,
en la mayoría de los casos, una estimulación por parte de los padres y
mucha paciencia.
Medidas dietéticas
Las medidas dietéticas se adoptarán en
función de la edad del niño.
Lactantes de menos de 6 meses
En la lactancia artificial es importante
evitar el uso de leches adaptadas con
cantidades altas de calcio y grasas saturadas. Están recomendadas las fórmulas
con baja cantidad de grasas saturadas,
que contienen principalmente lípidos en
forma de ácidos grasos poliinsaturados.
Debe evitarse la preparación de biberones concentrados e incluso se deben
aumentar un poco los aportes de agua
en los biberones. En la lactancia natural, pueden administrarse pequeñas
cucharadas de agua entre las tomas. A
partir de los 4 meses, se puede dar al
niño zumo de naranja también en
cucharadas.
Entre los 4 y los 6 meses, el pediatra
incluirá la fruta en la alimentación del
niño. La introducción debe hacerse de
forma gradual, fruta a fruta, para evitar
posibles reacciones alérgicas. De las
frutas, en el estreñimiento debe darse
preferencia a la naranja y a la pera y
evitar el plátano y la manzana.
Niños a partir de los 6 meses
En el niño mayor de 6 meses se podrá
contar mucho más con la dieta para
conseguir erradicar el problema de
estreñimiento. Se aumentará la cantiFARMACIA PROFESIONAL
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ESTREÑIMIENTO INFANTIL
Tabla I. Alimentos beneficiosos para el estreñimiento
Cereales
Cereales integrales, papillas de avena, copos de avena,
salvado de trigo, «muesli», galletas integrales, pan integral
Verduras y hortalizas
Judías verdes, espinacas, lechugas, tomates, nabos, puerros,
coliflor, espárragos, calabacines, acelgas, apio
Legumbres
Garbanzos, lentejas, judías blancas, guisantes, habas
Frutas
Todo tipo de fruta es recomendada (a excepción del
plátano y la manzana). Se aconseja no pelar las piezas de
fruta, siempre y cuando se laven previamente.
Frutos secos y desecados H igos, pasas, dátiles, almendras, nueces, etc.
dad de fibra y de líquidos que se le den.
Se recomiendan las frutas (evitando
manzanas y plátanos) y las verduras
(judías verdes, espinacas, acelgas y
alcachofas). Una vez introducido el
gluten en su dieta, la papilla de cereales
ha de contener avena o cereales integrales. Las papillas de frutas y cereales
pueden endulzarse con una cucharada
de miel. El agua es vital para solucionar el estreñimiento, sobre todo en las
épocas más calurosas y si el niño tiene
tendencia a sudar.
Niño en edad preescolar y escolar
Para esta edad se recomienda una dieta
rica en fibra y la ingestión abundante de
líquidos. La fibra dietética incrementa
la masa fecal acelerando así el tránsito
intestinal y evitando el estreñimiento.
Se distinguen dos tipos de fibra en
cuanto a su solubilidad en agua:
decir que los alimentos más ricos en
fibra y aconsejables en las dietas contra
el estreñimiento son: cereales, verduras,
legumbres y frutas (ver tabla I).
Se aconseja administrar 30 gramos
de fibra dietética o 14,4 gramos de
fibra cruda al día, al menos durante un
mes, antes de comprobar la respuesta
al tratamiento.
El incremento de la fibra debe realizarse de manera gradual para evitar la
aparición de efectos secundarios como
son flatulencia, distensión abdominal,
dolor y cólicos. Por otro lado, la ingestión de grandes cantidades de fibra
(más 30 gramos por día) puede disminuir la absorción de ciertos micronutrientes como el calcio, el cinc y el
hierro, además de producir los efectos
indeseables citados.
– Fibra insoluble: es la que se encuentra sobre todo en cereales integrales. Se
excreta casi por completo en las heces y
debido a su capacidad para retener agua,
aumenta la masa fecal y favorece la
motilidad intestinal.
– Fibra soluble: fibra viscosa que
encontramos en frutas, verduras y
legumbres. Esta fibra, cuando llega al
colon se transforma por acción de las
bacterias intestinales en ácidos grasos
de cadena corta y de carácter volátil,
lo que da un olor especial a las heces.
Retrasa también el paso de alimentos
desde el estómago hasta el intestino.
En el 95% de los casos
la etiología
del estreñimiento
es de origen
desconocido
La fibra que más ayuda a solucionar
el problema del estreñimiento es la
fibra insoluble. Se aconseja sustituir los
productos elaborados con carbohidratos
refinados con baja cantidad de fibra por
productos integrales que la contienen
en un alto porcentaje. Un ejemplo: el
pan refinado contiene 2,2 gramos de
fibra, en cambio el integral tiene 8,5
gramos. Por esta razón, aprovechando
que el pan es un alimento de consumo
diario, es conveniente que sea integral.
Una «golosina» con mucha fibra son
las palomitas de maíz, otra fácil manera
de incorporar la fibra en la dieta de los
más pequeños. Resumiendo, se puede
En general, se recomienda la ingestión de un litro a un litro y medio de
agua diario para favorecer la acción de
las fibras. El niño debe ingerir abundantes líquidos, sobre todo en los meses de
mucho calor.
Los niños con estreñimiento no
deben abusar de la leche y de sus derivados, ni deben consumir grandes cantidades de carne. También deben evitar
alimentos astringentes como el arroz,
la zanahoria, el plátano, la manzana, el
chocolate y el membrillo.
72 FARMACIA PROFESIONAL
Medidas higiénicas
Establecer los correctos hábitos higiénicos de defecación será, junto a las
medidas dietéticas, el tratamiento de
elección en el estreñimiento infantil.
En los niños menores de dos años,
deben evitarse las medidas disciplinarias. En esta etapa, el mejor consejo es
que las medidas dietéticas se acompañen de un horario de comidas regular,
de un ambiente agradable adecuado a
esta edad y de una correcta higiene en
todo lo referente a la zona del pañal.
En algunas ocasiones, si existen lesiones locales, será necesaria la aplicación de pomadas antiirritantes y cicatrizantes dos o tres veces al día.
En los niños que ya no utilizan pañal,
se aconseja que diariamente y a la
misma hora el niño esté sentado
durante 5-10 minutos en el wáter después de una de las principales comidas
aprovechando el reflujo gastrocólico.
En los niños más pequeños es preferible utilizar orinales o similares. Si se
sientan en el inodoro, resulta muy
práctico colocar una banqueta bajo sus
pies que les eleve las piernas y les
ayude a hacer fuerza en la defecación
y así se les trasmite a la vez una sensación de juego y no de castigo. Puede
recurrirse a premios y alabanzas si el
niño logra la deposición, en cambio se
debe evitar la reprimenda si no lo
hace. En un niño mayor, el establecimiento de un hábito intestinal regular
puede ser estimulado confeccionado
un calendario o una tabla con adhesivos de colores para registrar los éxitos
y los fracasos en este empeño.
Los padres y cuidadores deben evitar que el niño se aguante las ganas de
ir al baño. Se debe responder inmediatamente a la necesidad de defecar. En
este sentido, los juegos y la televisión
a menudo hacen posponer este deseo
inicial de evacuación.
El niño debe comer correctamente,
masticar bien los alimentos y seguir
unos horarios de comidas regulares. El
ejercicio físico moderado, como andar
o montar en bicicleta, también resulta
beneficioso para el estreñimiento.
Una vez realizada la defecación, se
debe limpiar la zona en cuestión con
agua templada. En caso de existir
lesiones locales, será necesario la utilización de pomadas especialmente formuladas dos o tres veces al día.
Algunos niños con estreñimiento
crónico presentan asociados trastornos
de la personalidad y pueden necesitar,
además, tratamiento psicológico.
Tratamiento farmacológico
El tratamiento farmacológico del estreñimiento consiste en la administración de laxantes. Los laxantes se pueden dividir en diferentes categorías,
según su mecanismo de acción: formaVOL 16 NÚM 3 MARZO 2002
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ESTREÑIMIENTO INFANTIL
dores de masa, emolientes, lubricantes,
osmóticos y estimulantes (ver tabla II).
Laxantes formadores de masa
Los laxantes formadores de masa contienen fibra y están indicados en el
estreñimiento crónico idiopático. Su
mecanismo de acción es el más parecido al proceso natural de aumento de
volumen fecal. Por esta razón constituyen el tratamiento farmacológico
inicial en el estreñimiento funcional.
Comienzan a actuar transcurridas 1224 horas desde su administración y
pueden tardar dos o tres días en hacer
efecto. Conviene advertir a los padres
de que su efecto no es inmediato. Para
conseguir que funcionen correctamente será preciso un consumo de líquidos
adicional.
Sus principales efectos secundarios
son debidos a la fibra que contienen.
Pueden producir sensación de plenitud
y flatulencia, por esta razón se recomienda empezar su utilización con
dosis bajas y aumentarlas gradualmente
hasta encontrar la idónea para alcanzar
la regularización intestinal. También se
aconseja aumentar la ingestión de líquidos e incluso cambiar de preparado si
no se reducen los efectos indeseados.
Pueden interferir la absorción de calcio, hierro y otras sustancias (salicilatos, digoxina, teofilina, etc.), por lo que
debe respetarse un intervalo de tiempo
(al menos una hora) entre la ingestión
del laxante y otros medicamentos.
Hay que tener en cuenta que este
tipo de laxantes, debido al aumento de
volumen, pueden producir un bloqueo
esofágico, por lo que no deben tomarse antes de acostarse.
Están contraindicados en caso de
diverticulitis, obstrucción intestinal y
en niños alérgicos al gluten y en los
celíacos. Algunos laxantes formadores
de masa contienen glucosa, circunstancia que hay que tener presente si se
trata de pacientes diabéticos.
Entre este tipo de laxantes se encuentran el salvado, la metilcelulosa, la
semilla de Ispaghula (Plantago ovata) y
la goma Karaya (Sterculia urens roxb).
Laxantes emolientes
Los laxantes emolientes actúan básicamente como surfactantes: facilitan la
formación de superficies de separación
entre los componentes acuosos (hidrófilos) y los ácidos grasos (hidrófobos)
de la mezcla de las heces. Su efecto
laxante se produce entre uno y tres
días después de su administración. Pese
a no absorberse, alteran la permeabilidad de la mucosa y pueden aumentar la
toxicidad de otros fármacos administrados conjuntamente. Por ejemplo, pueden facilitar la absorción intestinal de
otros laxantes como la fenoftaleína y la
parafina líquida, lo que puede aumentar
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Tabla II. Clasificación de los laxantes
Agentes formadores de masa
Salvado
Metilcelulosa
Semilla de Ispaghula ( Plantago ovata )
Goma Karaya ( Sterculia urens roxb.)
Lubricantes
Aceites minerales (aceite de parafina,
parafina líquida)
Emolientes
D ocusato sódico
Osmóticos
Sales inorgánicas
Lactulosa
Lactitol
Glicerol
Estimulantes
Antraquinónicos
Sen
Aloe
Frángula
Cáscara sagrada
Ruibarbo
Aceite de ricino
D erivados de difenilmetano
Bisacodilo
Picosulfato sódico
Fenoftaleína
su acción y sus efectos adversos. El
principal fármaco en este grupo de
laxantes es el docusato sódico.
Laxantes lubricantes
El modelo de laxante lubricante es el
aceite mineral (aceite de parafina o
parafina líquida). Este aceite penetra
y suaviza la materia fecal, facilita el
paso de las heces y disminuye la
absorción colónica del agua. Actúa a
las 6-8 horas. Se administra por vía
oral, no se digiere y sólo se absorbe
una pequeña cantidad de la sustancia.
Puede producirse una salida del aceite por el ano (goteo anal), sin estar
produciéndose la defecación, que se
minimiza en el caso de la administración de emulsiones estabilizadas de
aceite. Este efecto secundario puede
provocar prurito anal. En ocasiones
esta clase de laxantes pueden alterar la
absorción de vitaminas liposolubles
(A, D, E y K). Para evitar que el
laxante interfiera esta absorción se
debe administrar entre las comidas.
Los laxantes lubricantes están contraindicados en pacientes con alteración de la motilidad esofágica, porque
pueden provocar neumonías lipídicas
por aspiración.
Laxantes osmóticos
Entre los laxantes osmóticos se encuentran las sales inorgánicas (hidróxido de
magnesio y tartrato sódico potásico) y
compuestos orgánicos (lactitol, lactulosa y glicerol). Estos productos actúan reteniendo líquidos en el intestino
para estimular el peristaltismo y la formación de heces blandas.
Las sales inorgánicas tienen un efecto que dura aproximadamente tres horas. Las sales de magnesio estimulan
la secreción de colecistoquinina (hormona secretada por la mucosa intestinal), que promueve la secreción de
fluidos y la motilidad intestinal. Estas
sales están contraindicadas en niños
con enfermedad renal crónica. Su
principal efecto secundario son las
náuseas y los vómitos. Para evitar problemas de deshidratación, deben administrarse con una elevada cantidad de
líquidos.
La lactulosa es un disacárido sintético. Actúa más lentamente que las sales
inorgánicas porque tiene que ser hidrolizada por las bacterias colónicas, que
la convierten en ácido láctico que es el
responsable del efecto osmótico local.
No tiene un efecto rápido, porque
necesita 72 horas para actuar. Su sabor
dulce la hace muy apropiada en el caso
de los niños. Al inicio del tratamiento
puede producir efectos secundarios
como flatulencia, calambres y molestias abdominales. Está contraindicada
en pacientes con intolerancia a la lactosa o a la galactosa. Los niños diabéticos debe usarla con precaución. El
lactitol está químicamente relacionado
con la lactulosa y presenta un sabor
más agradable que ésta. Su administración se debe hacer con uno o dos
vasos de agua.
El glicerol es un alcohol trihidratado y altamente higroscópico. Sólo
debe administrarse en forma de supositorios (son los conocidos supositorios de glicerina). Es un laxante tipo
mixto que tiene dos mecanismos de
acción. Por un lado es osmótico y por
otro es estimulante. Provoca la evacuación por un ablandamiento de la
materia fecal y una lubricación del
ano y del recto. Están indicados en
niños y actúan a la hora o dos hora de
su administración. Por este motivo
son útiles en el tratamiento del estreñimiento agudo. Su uso puede producir irritación anal, por lo que se recomienda utilizarlos en períodos de
tiempo limitados.
Laxantes estimulantes
Estos laxantes se clasifican en derivados de difenilmetano (bisacodilo,
picosulfato sódico y fenoftaleína) y
de antraquinona (sen, aloe, frángula,
cáscara sagrada, ruibarbo y aceite de
ricino). También se denominan irriVOL 16 NÚM 3 MARZO 2002
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ESTREÑIMIENTO INFANTIL
tantes o de contacto. Se piensa que
actúan al fomentan el desplazamiento
de agua y de electrolitos hacia el intestino, irritando la mucosa intestinal y
estimulando la motilidad colónica. Se
debe considerar el uso de laxantes estimulantes cuando los laxantes formadores de masa no funcionan. Sólo se recomiendan en tratamientos a corto plazo.
Se administran generalmente por la
noche, para que su efecto se aprecie a
la mañana siguiente. El tiempo que
tarda en hacer efecto este tipo de laxante
varía entre 4 y 12 horas, dependiendo
del lugar en el que actúe. Los supositorios de bisacodilo tienen un efecto
mucho más rápido: menos de una hora.
El principal efecto adverso agudo de
los laxantes estimulantes es la producción
de calambres abdominales. Los laxantes
antraquinónicos se excretan vía renal y
modifican el color de la orina (desde el
color amarillento-marrón hasta el rojizo).
La fenoftaleína frecuentemente produce rash epidérmico y tiñe la orina
de color rosa y las heces de rojo. Produce albuminuria y hemoglobinuria.
Debido a estos efectos adversos su uso
es muy poco frecuente.
El aceite de ricino se ha dejado de
utilizar en la mayoría de los países de
la Unión Europea, debido a su efecto
drástico y a su sabor desagradable. Las
únicas indicaciones autorizadas son en
el vaciado intestinal previo a una radiografía o una intervención quirúrgica y
en intoxicaciones alimentarias.
Enemas
Los enemas pueden ser de dos tipos:
enemas acuosos que actúan por efecto
osmótico y los oleosos que lo hacen
por efecto lubricante y humectante. La
respuesta del organismo es muy rápida
y aparece a los 2-15 minutos de ser
administrados. Se presentan en forma
de microenemas, para casos de estreñimiento agudo y en volúmenes mayores para el vaciado intestinal.
Los enemas pueden ocasionar alteraciones en el equilibrio electrolítico y
pérdida de fluidos. Si se administran
de forma incorrecta pueden dañar el
conducto anal y la mucosa rectal.
Las formas de administración rectal,
como los supositorios de glicerina
(laxante mixto), de bisacodilo (laxante
estimulante), los enemas y las sales
inorgánicas (laxante osmótico) son los
laxantes más adecuados para el tratamiento del estreñimiento agudo.
Tratamiento médico
El tratamiento médico del estreñimiento debe ser individualizado. Comprende tres fases: evacuación completa
o desimpactación, evacuación sostenida para restaurar el tono colorrectal
normal y suspensión progresiva de las
medidas terapéuticas.
74 FARMACIA PROFESIONAL
Evacuación completa
La desimpactación representa la primera fase del tratamiento médico del estreñimiento. El plan terapéutico no tendrá
éxito sin una previa evacuación completa. Se recomienda efectuar la menor
manipulación rectal posible, aunque en
ocasiones hay que recurrir a una desimpactación manual. Para conseguir el
vaciamiento rectal se utilizarán enemas
hipertónicos de fosfatos (la cantidad de
enema administrado variará en función
de la edad del niño) o supositorios de
bisacodilo (dos veces al día hasta obtener una defecación sin heces duras).
Una impactación importante de materia fecal dura necesitará la administración de enemas durante 2-5 días. Se
deben utilizar los enemas con precaución porque un uso continuado puede
conducir a trastornos hidroeléctricos,
como hipocalcemia e hiperfosforemia.
Los enemas de agua corriente, hierbas
y espuma de jabón, están contraindicados. Pueden producir diferentes complicaciones: convulsiones, intoxicación
hídrica, dilución de electrolitos séricos,
perforación y necrosis intestinal.
Mantener la evacuación
Una vez conseguida la total evacuación rectal se debe mantener un hábito
de defecación normal. La mejor estrategia es la combinación de un tratamiento higiénico-dietético adecuado,
asociado si es preciso a un tratamiento
farmacológico. En el tratamiento del
estreñimiento en niños, se recomiendan los laxantes formadores de masa y
los laxantes osmóticos como lactulosa
o lactitiol y supositorios de glicerina.
Suspensión progresiva de la medicación
Tras lograr el establecimiento de la
defecación regular se debe reducir
progresivamente el uso de laxantes y
al mismo tiempo aumentar la ingesta
de fibras solubles e insolubles. Generalmente, un estreñimiento crónico
necesita meses de tratamiento y tienden a producirse recaídas. Será muy
importante reconocer estas recurrencias a tiempo y así instaurar las medidas higiénico-dietéticas adecuadas. De
esta forma puede disminuir la necesidad de prescribir medicamentos. ■
BIBLIOGRAFÍA
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