CASA LONJA DE MERCADERES MERCADERES

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CASA LONJA DE
MERCADERES
Alba Carrasco Cañada
Patrimonio artístico y museología
Universidad de Valencia
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ÍNDICE
● Introducción ......................................................................... Págs. 3, 4
● Análisis del edificio ............................................................. Págs. 4, 5, 6, 7
● Trayectoria del edificio y su entorno .................................. Págs.7, 8, 9, 10, 11, 12, 13
● La Lonja como sede del Archivo General de Indias ........... Págs. 13, 14, 15
● Conclusión personal .............................................................. Págs. 15, 16
● Bibliografía .......................................................................... Pág. 17
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1. INTRODUCCIÓN
Respecto a muchas dudas, debido al legado existente histórico y a la longeva y
larga trayectoria de muchas obras de arte me costó decidirme a la hora de escoger un
edificio que estuviera a la altura, y tras largas reflexiones me decanté por la Casa Lonja
de Mercaderes, dándole sobre todo especial importancia a su conversión en sede del
Archivo General de Indias. Está situada en una de las más hermosas ciudades andaluzas,
Sevilla.
Voy a intentar hacer un estudio y seguimiento de este edificio. Con los cambios
que ha sufrido a lo largo de la historia y de los siglos. Además de la descripción del
edificio, de sus diversas partes y cambios.
Sevilla se desarrolla como ciudad a partir del descubrimiento de América en
1492, y así, el puerto de la misma ciudad se convierte en el primer eje de comunicación
con el Nuevo Mundo. Debido a esta situación, el Guadalquivir lo utilizan como medio
de navegación y Sevilla se convierte en la capital del comercio con las Américas.
Cualquier barco que venía a la Península tenía que pasar obligatoriamente por Sevilla
para dejar constancia de lo que se traía.
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Pero no era sólo comercio lo que se negociaba con América, también
documentos, y todos estos se encuentran en el Archivo de Indias creado en 1785.
2. ANÁLISIS DEL EDIFICIO
La antigua Lonja o Casa Lonja de Sevilla es creada debido al acuerdo alcanzado
por el arzobispo de la ciudad don Cristóbal de Rojas y Sandoval con el monarca Felipe
II en 1572, para la construcción de un edificio específico donde poder tratar los
negocios de compraventa de los mercaderes de Sevilla de aquella época. Esta
construcción se inicia a partir del 1583.
Durante la breve estancia que Felipe II pasó en los Reales Alcázares de esta
ciudad en 1570, le sirvió para observar los tratos que los mercaderes realizaban en las
gradas de la Catedral de Sevilla, incluso en el interior del templo como lugar de
negocios, lo que ocasionaba las continuas quejas y protestas del arzobispado. Por ello el
rey considerando estas razones, acuerda con Sandoval que se haga una Lonja en un
lugar conveniente debido a lo que allí estaba transcurriendo, en un lugar que fuese
cercano a las gradas de la Catedral. Así, Felipe II cede terrenos de las Herrerías y la
Casa de la Moneda, y aprueba además una nueva contribución, el “derecho de Lonja”,
sobre las mercancías que saliesen y entrasen de Sevilla, con el objetivo de facilitar la
financiación.
Para dicha Lonja, Asensio de Maeda elabora un proyecto, pero finalmente el que
se llevó a la práctica fue el del arquitecto real Juan de Herrera; y aunque éste redactó su
propuesta en 1572, la obra no se comienza hasta diez años más tarde.
A causa de las ocupaciones de Juan de Herrera en otras obras reales, dirige las
de la Lonja de Sevilla a su aparejador Juan de Minjares, quien apenas introduce
modificaciones, sincronizando este trabajo con los que por aquel entonces estaba
desarrollando en la Alhambra de Granada.
Debido a la lentitud de las obras, se van transformando las previsiones de
Herrera para esta Lonja, e intervienen también dos artistas: Miguel de Zumárraga y
sobre todo Alonso de Vandelvira, hijo del gran arquitecto Andrés de Vandelvira, que
desde 1589 ocupa el puesto de aparejador de la Lonja, y luego el de arquitecto de la
misma a partir de 1610, y a quien también se le relaciona con el diseño de las galerías
del piso alto y sus espléndidas bóvedas.
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A Vandelvira le sucede Miguel de Zumárraga que no llega a concluir todas las
obras, y ya en 1646 de ello se encargaría Pedro Sánchez Falconete, arquitecto a quien se
puede considerar como la recapitulación de la arquitectura sevillana del Renacimiento.
Y es alrededor del año 1785, cuando este noble edificio sería destinado a fines
más importantes que para los que fue creado, pasando a ser sede del Archivo de Indias,
y es así conocido con los dos nombres Casa Lonja y Archivo de Indias. Así, el Archivo
General de Indias, fundado a fines del siglo XVIII, quedó instalado en la Casa Lonja de
Mercaderes de Sevilla, que en el momento de la fundación del archivo, el edificio ya
contaba con casi dos siglos.
El edificio de la Lonja se levanta exento y sobre unas gradas para superar el
desnivel del terreno, erigido junto a la antigua judería, entre la Catedral y las murallas
del Alcázar.
Su planta es prácticamente un cuadrado, albergando en su interior un soberbio
patio monumental1 donde se superponen semicolumnas dóricas y jónicas, como en el
Claustro de Los Evangelistas del Monasterio del Escorial, trazado también por Herrera,
y con el que se puede decir que la Lonja sevillana guarda ciertas similitudes.
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Fotografía en la página 13.
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Tras las cristaleras del patio de desarrollan unas amplias galerías. Las de la
planta superior se cubren con cubiertas abovedadas decoradas con casetones y relieves
de tipo geométrico, muy propias del estilo renacentista y sobrias, de alto valor
decorativo, separadas por tramos a través de arcos fajones de medio punto. Sobre sus
laterales se disponen altas estanterías talladas en madera noble donde se guarda gran
cantidad de documentos de incalculable valor.
Se trata de un edificio renacentista concebido dentro de los cánones más
estrictos de los tratadistas clásicos, aunque sin imitarlos fielmente pues Herrera también
plasma su personalidad en los conceptos arquitectónicos. En su fachada predomina la
masa sobre los huecos, y su vista causa una agradable sensación del contraste producido
entre la piedra y el ladrillo. Esta calidad que predomina en el edificio, es notoria
también en los mármoles con que se recubren sus superficies, mármoles en varios tipos
de colores, tallados con formas decorativas en las paredes y superficies de la escalera, y
cortados y combinados con precisión en los pavimentos de las distintas salas y zonas en
las que se compartimentan las galerías.
Es importante mencionar que en la Casa Lonja se han llevado a cabo algunas
exposiciones que han conseguido hacer un recorrido por la historia del edificio a través
de las obras de mantenimiento, restauración o reforma realizadas desde los precedentes
de su construcción en 1572, hasta la última intervención arquitectónica. Una de las
exposiciones más destacadas fue la que tuvo lugar en el 2005 con motivo de la
reapertura al público de la Casa Lonja de Sevilla, tras la finalización de un largo
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proyecto de ampliación y reforma, se realizó esta exposición que nos relató la historia
del edificio desde 1572 hasta la actualidad.
Piezas, que muestran, por un lado, la evolución interna de este edificio, a través
de cartas de dichas instituciones, de informes, proyectos, planos de los arquitectos,
retratos de los monarcas que impulsaron la obra… y también las necesidades de las
distintas instituciones que ha albergado, entre ellas, como ya se ha mencionado, el
Archivo General de Indias. También grabados y pinturas con vistas de la ciudad y de la
Lonja, nos ponen de manifiesto el impacto que esta tuvo en el paisaje urbano de Sevilla
y el protagonismo que adquirió en los momentos en que esta ciudad sirvió de hilo
conductor entre el Viejo y el Nuevo Mundo.
3. TRAYECTORIA DEL EDIFICIO Y SU ENTORNO
La Casa Lonja es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad de Sevilla.
Fue construida en época de Felipe II, durante el siglo XVI, y resulta un claro ejemplo de
edificio que ha tenido que adaptarse a las necesidades de las instituciones que ha
albergado.
Se encuentra levantada en el corazón del centro histórico de la ciudad, y su
pasado como el de otros muchos monumentos u obras de arte, muestra las infinitas
intervenciones que ha sufrido a lo largo de cuatro siglos de existencia, ya no sólo en el
aspecto visible y edificatorio, también en los distintos usos que se le ha dado: de Casa
Lonja de Mercaderes pasó a una casa normal de vecinos, a Academia de Pintura de
Bartolomé Esteban Murillo, Almacén del Cabildo Catedralicio, sede del Archivo
General de Indias compartida con el Consulado Nuevo de Sevilla, la Junta de Obras del
Río Guadalquivir y por último la Cámara de Comercio
Desde 1572 hasta 1583, Juan de Herrera arquitecto real por parte de la Corona,
y Asencio de Maeda arquitecto de la ciudad, realizaron dos proyectos para levantar este
edificio. Las trazas de ambas soluciones eran muy diferentes tanto en su aspecto
externo, orientación, como en el tipo de cubiertas.
Las obras se prolongan hasta 1646 aunque el edificio se encontraba parcialmente
ocupado desde 1598, pues se empezaban a ocupar algunas dependencias de la planta
baja en la fachada que daba a la Catedral. En 1717 se produce el traslado de la Casa de
la Contratación y del Consulado a Cádiz como resultado a un movimiento que comenzó
en 1660 con el desplazamiento de la cabecera de flotas a Cádiz. De este modo, se inicia
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un declive en Sevilla y a su vez como es obvio en el propio edificio, que se utilizará
escasamente con la finalidad para la que se había construido, quedando solamente una
Diputación de Comercio como Tribunal de Justicia para los asuntos que traten del
comercio con América, y el resto será ocupado por once familias que provocarán
grandes daños y deterioros en la Casa Lonja.
Durante el reinado de Carlos III se atacó la labor de España en América y como
respuesta, se encargó a Juan Bautista Muñoz, Cosmógrafo Mayor de Indias, la creación
de un nuevo archivo para reunir los documentos de la historia de las Indias. Después de
muchas inspecciones, el sitio para albergar estos documentos será la Casa Lonja que a
partir de 1785 convertirá su planta alta en el Archivo General de Indias.
La planta baja permaneció ocupada por el Consulado Marítimo y Terrestre de
Sevilla desde 1784, y en 1913 abandonó el edificio la Junta de Obras del río
Guadalquivir y en 1974 lo hizo la Cámara de Comercio.
Con la incorporación de la Cilla del Cabildo Catedralicio se amplían las
dependencias del Archivo General de Indias. La Cilla fue levantada por el Cabildo
Catedralicio para almacenar las rentas pagadas en especie, y en 1974 es remodelada y
va a albergar al Museo de Arte Contemporáneo de Sevilla, que actualmente se encuentra
trasladado a la Isla de la Cartuja. La Cilla está situada en el costado sur del Archivo de
Indias, manteniendo varias relaciones y repitiendo el modelo de la fachada de la Casa
Lonja.
Rehabilitar un edificio es algo muy delicado, pues se debe establecer un
equilibrio entre lo nuevo, lo antiguo y el valor histórico del propio edificio. Este difícil
equilibrio aumenta cuando el edificio es de gran interés histórico y tipológico para la
población en sí. En general, en este caso, se ha llevado a cabo una modernización y
adaptación de los edificios al uso del Archivo, reorganizando el espacio interior para
acoger a las nuevas necesidades que el Archivo requiere ya en el siglo XXI: renovación
de las instalaciones, restauración de elementos, consolidación estructural y adaptación a
la normativa vigente.
La rehabilitación de la Casa Lonja se basa en la conservación, restauración y
recuperación íntegra del edificio original, es decir, de las fachadas, cubiertas, muros,
bóvedas... pues se encuentran en buen estado y una vez habilitados pueden cumplir las
funciones ya previstas.
Dotan también al “nuevo” edificio de los elementos indispensables para un buen
uso y para el cumplimiento de la normativa vigente, como aseos, talleres, nuevos
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depósitos de documentación, instalaciones, almacenes, vestuarios para el personal...
Como es obvio, el depósito de documentación se situará en una zona de la planta baja a
la que sólo se tendrá acceso el personal que trabaja directamente con los documentos.
También se reorganizan los accesos al edificio con un acceso para visitas
institucionales por la puerta principal, otro para visitantes e investigadores por la puerta
situada a la izquierda de la principal, y por la de la derecha, la de acceso al personal.
Planta baja
Planta primera
La intervención en la Cilla, comunicada mediante un túnel con la Casa Lonja, ha
sido muy cuidadosa también ya que es un edificio de gran interés.
Se recuperó el acceso principal a través de la puerta central de la fachada, ha
rescatado las escaleras de la antigua Cilla, las antiguas salas de almacenamiento se han
convertido en vestíbulo y sala de consulta, el patio ahora es espacio de descanso de
investigadores y la parte trasera destinada a un posible uso en el futuro como depósito
de documentación.
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En general a este edificio se trasladan todas las dependencias que se utilizan
como salas de consulta de documentación digitalizada, salas de conferencias,
administración, biblioteca auxiliar, informática...
3.1. División en fases y etapas
El principal propósito de este estudio es dar a conocer la trayectoria que ha
tenido el edificio y en este caso además, los proyectos arquitectónicos realizados a lo
largo de más de cuatro siglos para adaptarlo a las necesidades de las diferentes
instituciones que se fueron instalando en el mismo. Destacan el Consulado de
Cargadores a Indias que lo construyó y financió, y el Archivo General de Indias que
ocupó parte de su planta alta en 1784 como ocupante privilegiado convirtiéndose en
1974 en inquilino único y privativo, en una expansión continuada y progresiva que llegó
a alcanzar al edificio vecino de la Cilla ya mencionado anteriormente, cedido finalmente
al Archivo en 1999.
Respecto a estos cambios producidos en el tiempo, me he tomado la libertad de
dividirlo en fases, de acuerdo con el transcurso de los siglos:
• Siglos XVI-XVII La Lonja, sede del Consulado de Cargadores a Indias: En 1543
se funda el Consulado de Cargadores a Indias, dentro de una Sevilla privilegiada por el
monopolio que ejerce sobre el comercio indiano y además por el establecimiento de la
Casa de la Contratación.
Por iniciativa del Rey Felipe II se proyecta desde 1572 la Casa Lonja como sede.
En esta fase tiene lugar la adjudicación de los planos a Juan de Herrera, la financiación
de la obra y terrenos, las etapas de construcción producidas entre 1582 y 1646, con
Juan de Minjares, Alonso de Vandelvira y Miguel de Zumárraga entre otros.
Vista de Sevilla en el 1638
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• Siglo XVIII La Lonja, sede de la Diputación del Consulado. 1717- 1784: En 1717
se produce el desplazamiento de la actividad comercial de Sevilla a Cádiz, el Consulado
de Cargadores a Indias y la Casa de la Contratación también se trasladan a esta última
ciudad. Pero la Diputación del Consulado residirá en la Lonja hasta su extinción en
1784, realizando en ella obras de mantenimiento en el interior.
En cuanto al entorno, es en esta etapa cuando se realiza la configuración final del
espacio situado entre la Catedral y la Lonja (1758-1760), además el aislamiento
definitivo de ésta que se produce al derribar casas adosadas (1759-1760), y la
construcción en 1757 de un templete dedicado al Triunfo de la Virgen del Patrocinio, lo
que será la futura Plaza del Triunfo.
Actual Plaza del Triunfo
• Siglo XVIII La Lonja, sede del Consulado Nuevo de Sevilla y del Archivo
General de Indias. 1784 – 1799: Es a partir de 1784 cuando comienza la ocupación
compartida de la Lonja por dos instituciones: el Consulado Marítimo y Terrestre o
Consulado Nuevo de Sevilla, fundado en ese mismo año, y el Archivo General de Indias
(1781 y 1785) que ocuparán respectivamente la planta baja y la planta alta del edificio.
Durante esta etapa se dedicaron a las obras de reforma de las salas exteriores del
piso alto de la Lonja y de la escalera y a la construcción de una gran estantería, debido
a la instalación del Archivo General de Indias que se fundó para reunir, conservar y
estudiar la documentación sobre la historia de las provincias españolas del Nuevo
Mundo.
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También hubo obras de restauración en la planta baja programadas desde 1791
por el Consulado y la cesión temporal (1788-1799) de dos estancias de esta planta al
Archivo, que por esa época ya sufría falta de espacio.
Galería planta alta
• Siglo XIX La Lonja, sede del Archivo General de Indias, del Consulado Nuevo y
de otras instituciones: En el siglo XIX se intenta habilitar nuevas zonas del piso alto
que no estaban ocupadas, debido a las necesidades de espacio que los continuados
envíos de documentación iban provocando. Así, se cierran los arcos de sus galerías
interiores norte, este y sur, antes abiertos al patio, con muros de yeso y ladrillo (1800).
Otro proyecto similar para la galería interior oeste, presentado en 1888, no se lleva a
cabo.
Mientras tanto el Consulado, que consigue acabar en 1833 las obras iniciadas en
1791 en dicha planta baja, permanecerá hasta 1864 en esta zona del edificio que desde
1874 albergará a la Junta de Obras del Puerto y Río Guadalquivir y desde 1886 también
a la Cámara de Comercio. En 1834 desaparecería definitivamente el Consejo Real y
Supremo de Indias, nacido en 1524, hasta entonces considerado como máximo
organismo peninsular para el gobierno y la administración del Nuevo Mundo.
• Siglos XX – XXI La Lonja, sede del Archivo General de Indias.
Por último, en el siglo XX el Archivo se queda como único inquilino de la
Lonja, tras la salida de la Junta de Obras del Puerto y la Cámara de Comercio, en 1913
y 1974 respectivamente. En 1999 se le cede la Cilla del Cabildo que antes fue Museo de
Arte Contemporáneo.
Las obras de mantenimiento, restauración y reforma fueron muchas y
abundantes en este periodo, de las que ya he dado algunas explicaciones. Finalmente
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entre los años 2000 y 2005 con el arquitecto Antonio Campos, se realiza una gran
remodelación en ambos edificios de la Lonja y la Cilla, en la que se van a redistribuir
los espacios de investigación, trabajo y depósito y se amplían a su vez los dedicados a
difusión.
(Patio restaurado)
4. LA LONJA COMO SEDE DEL ARCHIVO GENERAL DE INDIAS
Dos razones fundamentales se encuentran en la fundación del Archivo: los
problemas de espacio y organización que incomodaban al Archivo General de
Simancas, archivo central de la Corona desde el
siglo VI, y el deseo de escribir una historia de la
colonización española.
Así, esta joya de la Ilustración nacía en
1785 por deseo del rey Carlos III, con
emplazamiento en la Casa Lonja y con el objetivo
de poder reunir en un solo lugar los documentos
referidos a Indias que hasta entonces estuvieron
dispersos en Simancas, y también en Cádiz y
Sevilla. El impulsor del proyecto fue don José de
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Gálvez, secretario del Despacho de Indias, al que se le debe la idea de escoger la Casa
Lonja de Mercaderes de Sevilla para alojar los documentos. Y el ejecutor del mismo fue
el académico, filósofo e historiador don Juan Bautista Muñoz, cosmógrafo mayor de
Indias, que podemos ver en la ilustración. Juan Bautista Muñoz, natural de Museros
(Valencia) es relacionado con dos hitos decisivos del siglo XVIII español: La fundación
del Archivo General de Indias (1785) y la redacción de la Historia del Nuevo Mundo
(1793).
En octubre de 1785 empiezan a llegar al Archivo los primeros documentos, hasta
convertirse en el principal depósito documental para poder llevar a cabo el estudio de la
administración española en el Nuevo Mundo y en las Filipinas. En el momento de
constituir el archivo, se toma el año 1760 como fecha de partida que diferencia lo
administrativo de lo histórico, de forma que los
papeles anteriores a esa fecha habían de ser
remitidos al nuevo Archivo.
En la actualidad, se considera el mayor
archivo existente sobre la actividad de España en
América y Filipinas. También recoge información
sobre la historia política, social, económica, de la
Iglesia, de la historia de las mentalidades, y la
historia del arte o la geografía que había en
aquellos territorios. Guarda piezas de incalculable
valor histórico como textos escritos por Cristóbal
Colón, Fernando de Magallanes, Vasco Núñez de Balboa, Hernán Cortés o Francisco
Pizarro.
Desde 1785 en adelante van incorporándose los fondos de las principales
instituciones indianas: el Consejo de Indias, la Casa de la Contratación, los Consulados,
las secretarías de Estado y de Despacho. Convirtiéndose el archivo en el principal
depósito documental para el estudio de la Administración española en el Nuevo Mundo.
Hoy el Archivo General de Indias conserva más de cuarenta y tres mil
documentos, conservados en kilómetros lineales de estanterías, con unos ochenta
millones de páginas originales que nos permiten profundizar en más de tres siglos de
historia de todo un continente, desde Tierra de Fuego hasta el sur de Estados Unidos,
además del Extremo Oriente español, las Filipinas. Los más variados temas ocupan el
interés de los miles de investigadores que pasan por el Archivo: desde el
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descubrimiento, exploración y conquista del Nuevo Mundo hasta la independencia;
desde las instituciones políticas indianas hasta la historia de los pueblos precolombinos;
desde el intercambio comercial a los problemas de tráfico marítimo; desde la expansión
misionera hasta los aspectos inquisitoriales. Tantos y tantos temas en los que el Archivo
General de Indias va contribuyendo a lo largo del tiempo para obtener la más completa
y documentada visión histórica de la Administración española del Nuevo Mundo.
Juan Bautista Muñoz nos dejó como legado este Archivo ya que su idea era que
la realidad histórica americana estuviese al alcance de todos. El edificio se convirtió en
modelo a imitar por el resto de países europeos, por la modernidad que siguió en sus
modelos de clasificación y catalogación.
En 1987 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco junto a la
Catedral, y los Reales Alcázares de Sevilla. Todo un conjunto histórico que es
obligatorio visitar si se viaja a Sevilla.
5. CONCLUSIÓN
CONCLUSIÓN PERSONAL
Me gustaría añadir una conclusión personal abordando un poco lo que ha sido el
trabajo en sí y lo que he aprendido con esto.
Durante la carrera la mayoría de los trabajos que he efectuado, trataban más un
contenido descriptivo sobre los elementos del monumento, el exterior, el interior, las
reformas o intervenciones que ha tenido, los distintos períodos de la Historia del Arte en
los que se ha desarrollado, pero todo en unos términos más “artísticos” y también
históricos.
En este caso también he hecho un estudio a través de la historia, por lo tanto,
histórico, pero no profundizando en las características descriptivas y artísticas del
monumento, sino en los diferentes usos y cambios que ha sufrido a lo largo de los
siglos.
Hay veces que cuando los historiadores del arte estudiamos o investigamos
acerca de una obra, quizá le demos menos importancia a esta evolución y a estos
cambios que las arquitecturas, esculturas y pinturas experimentan en el tiempo,
centrándonos más en el análisis iconográfico. Pero al haber realizado este estudio me he
dado cuenta de lo importante qué es, y que muchas veces a través de ello podemos
averiguar el por qué de algunos aspectos iconográficos e iconológicos de la obra de
arte.
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Justamente el edificio que he elegido para analizar, ha sufrido muchos cambios y
etapas a lo largo de los siglos. Se quería crear un nuevo Archivo que recogiera los
papeles de “Indias” y la solución no era ampliar el castillo de Simancas, sino ubicarlo en
Sevilla, concretamente en la Casa Lonja de Mercaderes, rescatando así espacio en
Simancas para nuevos envíos y para organizar mejor los papeles que allí ya existían. Así
el edificio que hoy en día ocupa el Archivo fue construido en el último tercio del siglo
XVI como Casa Lonja de Mercaderes, que fue sede del Consulado y consolidada como
lugar para tratos comerciales. De todas maneras, esto sólo han sido algunos de los usos
que se le ha dado, pues como hemos podido ver a lo largo de este estudio, ha pasado por
diversas fases y etapas.
Quiero decir con esto, que este monumento es un claro ejemplo de los edificios
que son destinados para un fin y este fin va transformándose con los años. Puede
transformarse también en cuanto a rehabilitaciones y restauraciones, o en cuánto al uso
de las partes del edificio, en un principio pudieron ser todas destinadas para un fin,
después sólo se utilizaron algunas de ellas, o no se utilizó ninguna...
Para finalizar añadir que es imprescindible para el estudio de una obra conocer
sus distintos usos y cambios a lo largo de los siglos, pues la idea de Patrimonio es
contemporánea, es decir, que está evolucionando constantemente, se van incorporando
nuevos elementos como lo tecnológico, lo etnológico, lo científico… que siglos atrás no
existían. Se va desarrollando en el tiempo, no es una idea fija o inamovible, aunque la
idea de Patrimonio en el sentido contemporáneo surge en este momento.
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6. BIBLIOGRAFÍA
DE LA PEÑA, J. M. (1958). Archivo General de Indias de Sevilla. Guía del visitante,
Valencia.
BAS, N. (2000). Juan Bautista Muñoz (1745-1799) y la fundación del Archivo General
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Indias, D0-F 2493, Valencia: Universidad de Valencia.
ESCRIG, F. (2003), Las grandes estructuras del Renacimiento y el Barroco, Sevilla:
Publ. de la Universidad de Sevilla.
DEL POZO, A. (2003), Sevilla, elementos de análisis urbano, Sevilla: Publ. de la
Universidad de Sevilla
http://www.mcu.es/archivos/docs/MC/AGI/AGI_Triptico.pdf
http://www.mcu.es/GIEC/export/sites/GIEC/es/PrincipalesProyectosyObras/ObrasConc
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http://www.eldiariofenix.com/content/mirando-al-pasado-trav%C3%A9s-del-futuro
http://www.google.es/imghp?hl=es&tab=wi
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