T-403-2010 Nulidad rechazada

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Fojas. 48
Cuarenta y ocho
Certifico: Que, con esta fecha, se remite vía interconexión al 2° Juzgado de
Letras del Trabajo de Santiago, la causa Rit T-403-2010, caratulada “DIRECCIÓN
REGIONAL DEL TRABAJO con ENVASES EXPORTABLES LTDA.”, ingreso Corte N°
538-2011 , por encontrarse fallado el recurso. Santiago, 29 de junio de 2011.
SONIA QUILODRÁN LE-BERT
SECRETARIA (I)
//mdg
Santiago, uno de junio de dos mil once.
Vistos y teniendo presente:
1º.- Que en estos autos RIT T- 403-2010, del Segundo Juzgado
de Letras del Trabajo, caratulados “Dirección Regional del Trabajo con
Envases Exportables Ltda.”, la parte demandada deduce recurso de nulidad en
contra de la sentencia de diecinueve de marzo de dos mil once, mediante la
cual se acogió, sin costas, la denuncia interpuesta por la Inspección Comunal
del Trabajo Santiago Sur Oriente, interpuesta en contra de
la empresa
Envases Exportables Ltda., representada por don Nelson Haase Mazzei, sólo
en cuanto se declara que la denunciada ha vulnerado el derecho a la no
discriminación por raza de la señorita Catalina Lepileo Tenorio, en
conformidad con lo dispuesto en el artículo 2º del Código del Trabajo,
condenó a la denunciada al pago de una multa y dispuso el registro y
publicación del fallo.
2º.- Que la recurrente hace valer cinco causales de nulidad, las que deduce una
en subsidio de las otras. Como primera causal de nulidad la de la letra b) del artículo 478 del
Código del Trabajo, por haberse dictado el fallo con infracción manifiesta de las normas sobre
apreciación de la prueba conforme las reglas de la sana crítica; como segunda causal la de la letra
c) del artículo 478 del mismo cuerpo legal, por ser necesaria la alteración de la calificación jurídica
de los hechos sin modificar las conclusiones fácticas de la sentenciadora; como tercera causal
aquella prevista en el artículo 477 al haberse dictado el fallo con infracción de lo dispuesto en el
artículo 485, en relación al artículo 2º, todos del Código del Trabajo; como cuarta causal, la del
artículo 477 del referido código por haberse dictado la sentencia con infracción del artículo 485,
en relación al artículo 493, todos del Código del Trabajo; y por último como quinta causal
fundada también en el ya señalado artículo 477 por haberse dictado la sentencia con infracción
sustancial de derechos o garantías constitucionales y solicita se acoja el recurso dictando sentencia
de reemplazo que rechace la denuncia de tutela de derechos fundamentales en todas sus partes
con expresa condenación en costas.
3º.- Que en lo referente a la primera causal, sostiene la recurrente que en la
sentencia no se apreció la prueba conforme a las reglas de la sana crítica, agrega que “al analizar la
sentencia no se cumple con los principios lógicos de identidad, contradicción y razón suficiente, y
tampoco expone las máximas de la experiencia en que funda su decisión”.
4º.- Que los hechos alegados por la recurrente no constituyen la causal que
invoca, toda vez que no ha indicado de modo expreso los parámetros de orden jurídico, de lógica,
de experiencias que se han vulnerado y que pudieren permitir aquella revisión de los hechos a
este Tribunal.
Al contrario, examinada la sentencia impugnada, se pueden concluir que la
sentenciadora ha dado valor a la prueba testimonial, fundada en las máximas de la experiencia,
pues de sus declaraciones ha podido constatar hechos, como que los comentarios despectivos
eran para la trabajadora.
5º.- En cuanto a la segunda causal de nulidad esgrimida, la de la letra c) del
artículo 478 del Código del Trabajo, consistente en haber efectuado la sentenciadora una errada
calificación jurídica de los hechos, al tener por establecido como actos discriminatorios los
comentarios denigrantes o expresiones despectivas por la ascendencia mapuche de la trabajadora,
imputados al representante legal de la demandada y que no representan una discriminación
conforme a lo señalado en el artículo 2º del Código del Trabajo. Precisando que “no puede
suponerse que expresiones vertidas en privado persigan anular o alterar la igualdad de
oportunidades o de trato en el empleo y la ocupación como requiere el artículo 2º del Código del
Trabajo.
6º.- Que para estos sentenciadores no puede entenderse configurada esta causal
si en la sentencia ha quedado acreditado que el jefe de la señorita Lepileo, don Nelson Haase, ha
proferido expresiones despectivas o ha hecho comentarios denigrantes referidos a su persona,
tales como “esta mapuche que no sirve” o “esta indígena que no me escucha, que no me toma
atención, tan amargada que es”, en público y en reuniones con el personal. En razón de lo
anterior, el tribunal estima que más que una errada calificación jurídica, de la prueba rendida, la
sentenciadora ha constatado un trato discriminatorio por parte del empleador, trato que nace de
sus palabras, de su lenguaje y la trabajadora se siente aludida y afectada.
7º.- En cuanto a la tercera causal de nulidad alegada por el
recurrente, fundada en el artículo 477 en relación al artículo 485 y 2, todos
del Código del Trabajo, toda vez que argumenta la sentencia ha acogido la
acción de tutela para actos no constitutivos de la discriminación laboral a que
se refiere el artículo 2 del Código del Trabajo. Agrega que las expresiones
vertidas por el empleador, sin desconocer que se trata de
comentarios
prejuiciosos o inadecuados, no persiguen anular o alterar la igualdad de
oportunidades o de trato en el empleo y la ocupación.
8º.- Como se razonó precedentemente, esta Corte ha estimado
que no ha existido una errónea calificación jurídica de los hechos y para
acoger esta causal habría que alterar los hechos que el sentenciador tuvo por
acreditados, es por ello que ella debe ser desestimada.
9º.- La cuarta causal de nulidad subsidiaria deducida por la
recurrente está fundada en el artículo 477 en relación con los artículos 485 y
493 todos del Código del Trabajo, la sentenciadora habría infringido por una
parte, el artículo 485 del Código Laboral, aplicándolo a un caso para el que no
estaba previsto pues según la recurrente “algunos de los actos lesivos que se
imputan a la denunciada no corresponden a actos realizados en el ejercicio de
facultades que la ley reconoce al empleador, ya que están prohibidos por la ley
y deben ser dejados sin efecto o sancionar su ocurrencia”. A su vez, se habría
infringido asimismo, el artículo 493 del mismo cuerpo legal, al dársele
aplicación a hechos que no se habrían suscitado en la relación laboral y por
aplicación de normas laborales. Adicionalmente, sostiene la recurrente que no
debía aplicarse esta norma porque la prueba indiciaria debe aplicarse solo a los
casos de colisión de derechos fundamentales, “esto es, cuando se alegan actos
lesivos que suponen el ejercicio de una facultad del empleador”.
10º.- Al respecto, es menester tener presente que ha quedado
acreditado que las expresiones o comentarios inadecuados y prejuiciosos
fueron vertidas por el empleador en su carácter de jefe, éstas han sido
consecuencia directa de actos ocurridos en la relación laboral, y por esta vía
no es posible alterar los hechos ya establecidos en la sentencia. Asimismo, la
prueba
indiciaria
es
plenamente
aplicable,
el
empleador
ejerce
permanentemente sus facultades y ésta debe ejercerse razonablemente.
11º.- Por último, en cuanto a la quinta causal de nulidad deducida,
fundada ésta en la primera parte del inciso primero del artículo 477 del Código
del Trabajo, se ha sostenido por la recurrente que en la sentencia se han
infringido derechos o garantías constitucionales, tales como la garantía del
debido proceso, al dársele valor a ciertos antecedentes inidóneos y parciales
aportados por la Inspección del Trabajo y que no debieran servir como
prueba en el juicio, solicitando en definitiva se anule la sentencia y se dicte
otra sentencia de reemplazo que rechace la denuncia de tutela de derechos
fundamentales en todas sus partes.
12º.- Que la petición concreta formulada por el recurrente es
suficiente para rechazar esta causal, en la medida que no se ha solicitado la
nulidad del juicio, y por esta vía no es posible modificar los hechos
establecidos en la sentencia.
Por estas consideraciones y de conformidad con lo dispuesto en el
artículo 482
del Código del Trabajo, se rechaza el recurso de nulidad
deducido por la demandada Envases Exportables Ltda., en contra de la
sentencia de diecinueve de marzo de dos mil once, dictada por el Segundo
Juzgado de Letras del Trabajo y se declara en consecuencia que no es nulo el
referido fallo.
El ministro señor Cerda está por substituir el motivo 4° por el
siguiente:
“4°.- Que la causal en análisis obliga al impugnante a precisar,
primeramente, los vicios de que adolece el fallo de cara al cabal acatamiento
de las directrices del artículo 456 del Código del Trabajo y, segundamente, la
manera como ellos se manifiestan con evidencia en el mismo, condiciones,
ambas, que se echa de menos en el libelo.
Por otra parte, el recurrente incluye en esta queja la arista relativa
a la ausencia de desarrollos respecto de pruebas producidas por su parte,
aspecto que escapa a este motivo de invalidación y concierne al de la letra e)
del consabido artículo 478, que no fue esgrimido;”.
El mismo ministro está por tener, además, presente:
1) Que el fallo que la denunciada ataca dejó establecido que la Srta. Catalina
Lepileo Tenorio se desempeñó como secretaria de la gerencia general y
comercial de la empresa entre el 4 de junio y el 31 de diciembre de 2.010
(considerando 3°) y que fue objeto de comentarios denigratorios por parte del
gerente y representante de ésa, señor Nelson Haase Mazzei, por causa de su
ascendencia mapuche, tales como “esta mapuche”, “esta indígena”, “tan
amargada que es”, “capaz que me mande todos los mapuches a la empresa a
defenderla”, “mapuche que no sirve” y “parece que le faltara un hombre”
(razonamiento 28°).
2) Que al no haber prosperado la causal de la letra b) del artículo 478, tales
hechos resultan para estos jueces inamovibles.
3) Que a partir de esa realidad, van cayendo, en cascada, las tres causales de
saneamiento que se invoca como segunda, tercera y cuarta, íntimamente
ligadas entre sí.
No hace falta enfatizar el marco de referencia que en el orden de los
principios fijó la sentencia en sus argumentaciones vigésimo quinta a
vigésimo séptima. El derecho a la igualdad que defienden out trance la
comunidad de las naciones, la Constitución Política de la República y la ley
chilenas, ciertamente comprende las relaciones laborales, dentro de las que el
derecho ha explicitado su desprecio a las conductas discriminatorias.
4) Que la resolución en examen, al detenerse en el artículo 2 del Código del
Trabajo, no pasa por alto que la discriminación es allí definida -en lo que
acotadamente viene a los fundamentos del recurso- como la distinción
menospreciativa que altera el igual trato en el empleo.
5) Que no justifica la denunciada su imputación de errónea calificación,
dejando abiertas preguntas fundamentales al respecto, como:
- ¿por qué las expresiones vertidas por Nelson Haase Mazzei no serían su
forma de explicar la diferencia entre la Srta. Lepileo y otras secretarias?
(véase la descripción del último párrafo de la página 11 del libelo).
- ¿cómo ello no habría de provenir del origen étnico de Lepileo?
- ¿acaso no se ha dado semejante trato como parte de las condiciones del
trabajo?
A falta de esos y otros tópicos propios de la situación contendida,
arbitrarios se revelan los achaques segundo, tercero y cuarto, pues no se
demuestra el defecto en la calificación ni la transgresión de los artículos 2 y
493 del código, como quiera que, respecto del primero, queda inexplicado en
la acusación el aserto de tratarse de un comportamiento ajeno al concepto
universal y constitucional de discriminación, y, tocante al segundo, deja en el
aire la premisa de que el trato proveniente del gerente y representante Haase
escapa a lo que la ley tolera como ejercicio de las facultades del empleador.
6) Que de cara al último capítulo de invalidación, relativo a un vicio procesal
invalidante, obligado estaba el quejoso a apoyarlo en la primera de las dos
modalidades del artículo 477, omisión relevante en un arbitrio de estricto
derecho como el presente. Amén de que ése no puede centrarse, como aquí
ocurre, en deficiencias que la recurrente atribuye al régimen fiscalizador del
organismo al que el ordenamiento entrega esa labor, que, por último, de haber
ofrendado en la causa probanzas inidóneas que hubiesen influido en lo
decisorio, habrían debido ser incluidas en el primer grupo de objeciones.
Regístrese y comuníquese.
Redacción de la Fiscal Judicial doña M. Loreto Gutiérrez y de la
prevención, su autor.
Nº 538-2011.-
Pronunciada por la Sexta Sala de esta Iltma. Corte de Apelaciones de Santiago, conformada por el
ministro señor Carlos Cerda Fernández, por la fiscal judicial señora María Loreto Gutiérrez Alvear y
el abogado integrante señor Enrique Pérez Levetzow.
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