Historia de España PAU Junio 2015 Opción B Corrección esquemática En cuanto al Contexto del documento 1 (Constitución 1812): Guerra de Independencia (1808-1814): Franceses (José I Bonaparte) frente a las Juntas, que son las que asumen la soberanía frente al enemigo francés. Señalad el paso de las Juntas locales, provinciales a la Suprema Gubernativa Central en septiembre de 1808 y cómo ésta acaba delegando en un Consejo de Regencia en enero de 1810 por el avance de las tropas francesas. Recalcad que es este Consejo de Regencia el que convoca las Cortes de Cádiz, las cuales se reúnen como una Asamblea Constituyente y revolucionaria en septiembre de 1810. Señalad los diversos grupos que existían en el seno de las Cortes: absolutistas, jovellanistas (futuros moderados) y liberales, los cuales harán prevalecer su ideario lo que se reflejará en la Constitución de Cádiz, promulgada el 19 de marzo de 1812 y por ello conocida como la Pepa. Tras señalar este breve contexto, es necesario señalar su importancia: fin del Antiguo Régimen, triunfo de la revolución liberal en España. No obstante, hay subrayar que el régimen liberal en España no se consolidó hasta la Regencia de María Cristina, sobre todo tras una Constitución de 1837 que inauguró el sistema constitucional en el país. Es más, recuérdese mencionar al Carlismo y sus tres guerras como el reflejo del rechazo que hubo en algunos sectores por el Liberalismo. Se deja claro que el Liberalismo tardó en consolidarse. El primero desde su promulgación el 19 de marzo de 1812 hasta su derogación por Fernando VII al regresar a España (1814); el segundo durante el Trienio Liberal (1820-1823); el tercero, su última etapa de vida, desde el motín de los sargentos de La Granja (12 de agosto de 1836) hasta la promulgación de la Constitución de 1837. La SOBERANÍA. Es nacional (recordad que en el comentario se os pide que diferenciéis entre nacional, compartida y popular). Comentad que con el absolutismo la soberanía era real de origen divino. Por lo tanto, tal y como indica el artículo tercero de la Constitución de 1812 el pueblo es el poseedor del poder y lo delega en sus representantes reunidos en las Cortes y elegidos mediante sufragio. SUFRAGIO: Universal masculino indirecto. Derecho de voto: todos los hombres mayores de 25 años, que elegían a unos compromisarios que a su vez elegían a los diputados. DIVISIÓN DE PODERES: Poder legislativo: Cortes Unicamerales (lo comparte con el Rey pero tiene preeminencia sobre éste, en un claro intento por limitar el poder del monarca para evitar las tentaciones absolutistas de antaño)/ Poder judicial: tribunales / Poder ejecutivo: Rey (Jefe del Estado y del Gobierno), pero con importantes limitaciones: Sus órdenes deben ir validadas por la firma del Ministro correspondiente. No puede disolver las Cortes. Veto suspensivo transitorio durante dos años, tras ello la decisión de las Cortes se convierte en ley. Nombra a los ministros, pero estos deben ser refrendados por las Cortes (“doble confianza”) DERECHOS Y LIBERTADES: Reconocimiento de derechos individuales: a la educación, libertad de imprenta, inviolabilidad del domicilio, a la libertad y a la propiedad. Igualdad de los ciudadanos ante la ley. Esto supuso el fin de los privilegios estamentales. Reconocimiento de la propiedad privada. RELIGIÓN: No hay libertad religiosa al reconocerse al CATOLICISMO como la única religión oficial de la nación española. La necesidad de contar con la colaboración del clero en la lucha contra los franceses explica este rasgo intolerante que choca con el espíritu avanzado de la constitución. ESTADO UNITARIO Y CENTRALIZADO. A la vuelta de Fernando VII derogó la Constitución, la cual tuvo que esperar hasta el llamado Trienio Liberal para volver a estar en vigencia. No obstante, en 1823 los Cien Mil Hijos de San Luis restauraron nuevamente el absolutismo en España hasta 1833, muerte de Fernando VII. Aquí se puede señalar el problema sucesorio y cómo la mujer de Fernando VII, María Cristina, se tuvo que apoyar en los liberales, concretamente en su facción moderada. Aquí es donde se puede señalar que ya durante el Trienio Liberal se constató una división en las filas del liberalismo: los doceañistas (moderados), partidarios de reformar la Constitución de 1812 para otorgarle mayores prerrogativas al rey, y los exaltados (futuros progresistas) que consideraban intocable dicha Carta Magna. Remarcad que dichas diferencias se hicieron más palpables todavía en el inicio de la Regencia de María Cristina, con unos moderados que habían adoptado los principios del Liberalismo Doctrinario y unos progresistas que alentaban procesos revolucionarios. Señalad el Estatuto Real de 1834 (Carta Otorgada), en el que se ve el deseo de los moderados por acabar con la Constitución de 1812: Es conservadora, no cede al radicalismo (Esto ya adelanta una característica del reinado de Isabel II, que preferirá siempre a los moderados). El titular de la Corona tiene poderes muy amplios: puede convocar Cortes, cerrarlas y disolverlas; le correspondía en exclusiva la iniciativa legislativa y la sanción de las leyes. La soberanía reside en el Rey y las Cortes son bicamerales, con un Senado formado por los grandes de España, y un Congreso elegido por sufragio ultracensitario (16,000 personas; un 0.16% de la población). A su vez, los derechos de los ciudadanos ni se recogían y la separación de poderes ni se mencionaba. Documento 2: Constitución 1837. Hay que señalar la necesidad de acuerdo para lograr la unidad que se precisaba para hacer frente a la Guerra Carlista. Dicho acuerdo se ve en la propia Constitución. VIGENCIA: 8 AÑOS (1837-45). SOBERANÍA: principio progresista de la soberanía nacional. SUFRAGIO: Cortes bicamerales (Senado designado por la Reina. Congreso elegido por ley electoral censitaria: 267,000 electores que subirían a 635,000 con Espartero). Tenían derecho de voto: Los mayores contribuyentes (cuota impositiva mínima directa) y los Varones de determinado nivel intelectual: miembros de las Reales Academias, profesores de la enseñanza pública, doctores, licenciados, curas párrocos (“capacidades”) DIVISIÓN DE PODERES: Poder ejecutivo: Reina / Poder judicial: Tribunales /Poder Legislativo: Rey y Cortes (clara influencia MODERADA esto). Respecto a la de 1812, la CORONA salía reforzada en detrimento de la autonomía de las Cortes. Ambas comparten la iniciativa legislativa pero la Reina puede sancionar y promulgar leyes, convocar, suspender y disolver las Cortes. DERECHOS Y LIBERTADES: Se reconocen derechos de los individuos (igualdad ley, libertad de imprenta). RELIGIÓN: Estado no confesional aunque se compromete al mantenimiento del culto (subvencionar al clero afectado por las expropiaciones de la desamortización). No se prohibían otras religiones. ESTADO UNITARIO Y CENTRALIZADO. Conclusiones: Abandona los principios democráticos de la de Cádiz 1812 y adopta los principios del Liberalismo Doctrinario vigentes de aquella en Europa. Se debe hablar de las consecuencias que tuvo esta Constitución: división del progresismo. Se produce una escisión: aparecen los demócratas, quienes junto a los republicanos, serán los responsables del Liberalismo Democrático, principios que aparecerán en la Constitución de 1869. Hablar de cómo se acaba perdiendo ese punto de unión: María Cristina vs Espartero. Década Moderada: mayoría de edad de Isabel II. Medidas adoptadas por los Moderados e importancia de las mismas: apuntalan el Estado Liberal, con la creación de unas instituciones que perdurarán hasta la crisis de la Restauración. Cabe señalar la importancia que adquirirá a partir de ahora el ejército en la vida del país: pronunciamientos militares en 1854-56-68. Tratan de imponer por la fuerza ambas facciones del Liberalismo su ideario. CONSTITUCIÓN DE 1845 (Documento 3). VIGENCIA: 1845-69 (excepto Bienio Progresista 1854-56). Estado centralizado y unitario SOBERANÍA: Compartida (Rey + Cortes). Clara preeminencia de la Corona en el proceso político. SUFRAGIO: Participación política limitada: sufragio censitario (100,000 votantes frente a los 635,000 anteriores). Se aumentan las rentas para poder votar. DIVISIÓN DE PODERES: Supremacía política de la Corona: poder ejecutivo; comparte la soberanía y el poder legislativo con las Cortes; nombra libremente al gobierno; designa a los senadores; puede disolver, convocar y suspender sin casi limitación. Poder judicial: Tribunales. DERECHOS Y LIBERTADES: Libertades individuales restringidas. Censura previa de la prensa. Por lo tanto, Recorte de los derechos individuales, especialmente la libertad de expresión. RELIGIÓN: Confesionalidad católica del Estado. Fijaros en el Documento 3 (“Dona Isabel II, pola gracia de Deus…”). Recordad el Concordato de 1851. Consecuencias: ala izquierda del Partido Moderado, los Puritanos, denuncian fin del consenso de 1837. Posteriormente se escindirán. Una vez acabado el comentario de la Constitución moderada de 1845 se puede llevar a cabo nuevamente un recorrido cronológico que incida en lo más destacable de la época hasta la Constitución de 1869, documento 4: Bravo Murillo Dictadura; acuerdo moderados-progresistas para echarlo; Manifiesto de Manzanares e inicio del BIENIO PROGRESISTA (1854-56). Aquí se puede hablar de la Constitución no-nata de 1856 y junto con algunos de sus puntos más importantes: es similar a la de 1837. La única diferencia es que en la Religión si bien existe libertad religiosa, en público tan solo se podrá profesar la católica que es la de la mayoría de los españoles. En julio 1856 Golpe de Estado de O´Donnell que depone a Espartero. Desde entonces ambos personajes junto a Narváez se alternarán en el poder. Hablad de la Crisis de la Monarquía Isabelina. Lo más importante y que no se puede olvidar es el Pacto de Ostende entre progresistas y demócratas en agosto de 1866 con el claro objetivo de derrocar a Isabel II. En este pacto se acuerda que la forma de gobierno que habría en España tras provocar la caída de Isabel II se decidiría una vez que se convocaran Cortes Constituyentes (los demócratas abogaban ya mayoritariamente por aquel entonces por la república). Julio 1868: formación Juntas revolucionarias con el objetivo de derribar al régimen. En el acuerdo ya aparecen los puritanos y hasta los unionistas (estos, tras la muerte de O´Donnell). Septiembre 1868 LA GLORIOSA: almirante Topete (unionista) se pronuncia en Cádiz al grito de VIVA ESPAÑA CON HONRA; Prim (progresista) dirige a los conspiradores exteriores. El 30 de septiembre de 1868 Isabel II parte al exilio; el 8 de octubre de 1868 se forma un Gobierno Provisional presidido por el General Serrano. Doble poder: Gobierno Provisional unionista-progresistas frente a las Juntas Revolucionarias de filiación demócrata. El 21 de octubre se llega a un acuerdo por el que las Juntas se disuelven a cambio de que el Gobierno acepte sus peticiones. Elecciones constituyentes el 15 de enero de 1869: realizadas mediante sufragio universal masculino, vencieron los candidatos progresistas-unionistas partidarios de la monarquía. Los apoyaban los cimbrios, pequeña facción del partido demócrata que se escinde. El 6 de junio de 1869 las Cortes aprobaban una Constitución democrática (Documento 4). VIGENCIA: 4 años (1869-73) Decir el porqué: abdicación de Amadeo, fin de la Monarquía y proyecto de Constitución Republicana Federal de 1873 (la explicaréis al acabar ésta). SOBERANÍA: Establecía en el preámbulo la soberanía nacional de base popular. SUFRAGIO: Se establecía el sufragio universal como la conquista política más destacada de la revolución de 1868, tal y como señalaba el artículo 16. En concreto, es sufragio universal masculino directo. Se instauró un sistema bicameral. El Senado se elegía por sufragio universal indirecto, pero solo podían ser senadores los mayores contribuyentes y las altas capacidades, lo que le daba un resabio censitario. El Congreso estaba integrado por un diputado por cada 40.000 habitantes, elegido por sufragio universal. DIVISIÓN DE PODERES: Poder ejecutivo en manos del Consejo de Ministros (es decir, el Rey ejerce su poder por medio de sus ministros). Poder legislativo en unas Cortes bicamerales. Ambas cámaras, Congreso y Senado, son elegidas por el cuerpo electoral (fijaros que las Cortes ganaron en autonomía al tener la potestad de hacer las leyes). Poder judicial reservado a los Tribunales y también jurados populares. El rey tenía atribuciones semejantes a las de constituciones anteriores, pero el art. 32 aclaraba que esa monarquía estaba sujeta a la soberanía nacional, de la que emanaban todos los poderes del Estado, incluso los del monarca. Era una monarquía de nuevo cuño (democrática), adaptada a los tiempos. DERECHOS Y LIBERTADES: Regulaba todos los derechos individuales que reconocía, incluso «cualquier otro no consignado expresamente» (art. 29). Esos derechos eran los de libertad de cultos, de reunión y asociación (aparecían reconocidos como tales por primera vez), de residencia, de enseñanza, de expresión y de inviolabilidad del domicilio. Esta extensa declaración de derechos individuales fue el rasgo más característico de la Constitución de 1869. De hecho, el Título I, que en las Constituciones de 1837-45 se denominaba “De los españoles”, en la de 1869 pasó a llamarse “De los españoles y sus derechos”. RELIGIÓN: Libertad de cultos. Aunque se obligaba a mantener la religión católica. CONSECUENCIAS: La Constitución de 1869 y el nuevo sistema político, consolidaron los principios liberal-democráticos. La importancia del sentido democrático se refleja en el papel destacado que tienen en la misma las garantías jurídicas que se muestran otorgándoles los primeros artículos de la constitución. A su vez, la Constitución promovió la autonomía municipal, al disponer que los alcaldes dejaran de ser nombrados por el gobierno y fueran elegidos por los concejales. Más consecuencias: Se frustraron algunas de las aspiraciones de otros grupos políticos, en especial muchas de las reivindicaciones de carácter popular. El modelo de sociedad quedó intacto, campesinos, jornaleros o trabajadores de fábricas, no vieron mejorar su situación. La penetración y propagación de las ideas internacionalistas a partir de 1868 y la expansión del anarquismo y el socialismo abrieron una nueva etapa en la organización del proletariado y del campesinado. De hecho, el Gobierno suspendió las garantías constitucionales en diversas ocasiones ante el temor a una revolución social. Así, se vivió una gran inestabilidad económica, social y política en este período, lo que provocó que los sectores más conservadores quisieran “suavizar” los contenidos democráticos del momento (“la revolución falseada”). Por otra parte, se inicia la Regencia de Serrano (con el General Prim presidiendo el Consejo de Ministros) y la búsqueda de un Rey (mencionad al menos a los candidatos que hubo al trono). Finalmente, el elegido es Amadeo de Saboya, quien gobernará entre 1871-1873. Su gobierno fracasó entre otras causas por: Falta de entendimiento entre el Partido Constitucional (conservador) y el Partido Radical (más a la izquierda que el anterior). La oposición republicana. La hostilidad de la vieja aristocracia isabelina y de los sectores católicos. La Tercera Guerra Carlista. La Guerra de Cuba. Amadeo de Saboya abdica el 11 de febrero de 1873. El mismo día se proclama la Primera República (febrero 1873-enero 1874) gracias al pacto entre el Partido Radical y los republicanos, dentro de los cuales habría que diferenciar entre dos facciones: Republicanos Unitarios: defendían la unidad de España. Tan solo habría un cambio en la jefatura del Estado. Republicanos Federales: querían transformar radicalmente el Estado español a partir de la federación de Estados, cada cual con sus propios poderes legislativo, ejecutivo y judicial. En su seno, también ha de distinguirse entre los transigentes y los intransigentes, quienes desconfiaban del apoyo que prestaban los monárquicos a la nueva República y deseaban la construcción de un Estado federal desde abajo a partir de una insurrección. Es en este momento cuando Pi i Margall, tras sustituir a Figueras como presidente de la República, decide “institucionalizarla” con el PROYECTO DE CONSTITUCIÓN FEDERAL DE 1873. VIGENCIA: Este proyecto constitucional no llegó a aprobarse por el estallido de los movimientos cantonalistas, la conflictividad social, la extensión de la guerra carlista y el problema cubano, que desestabilizaron el régimen y que dieron paso a un nuevo gobierno, el de Nicolás Salmerón, de tendencia conservadora. SOBERANÍA: el artículo 42 establecía la soberanía popular. SUFRAGIO: Asimismo, en este artículo 42 se establece el sufragio universal como sistema para la elección de los representantes de los ciudadanos en las instituciones republicanas. Por su parte, el Presidente de la República era elegido por sistema indirecto y nombraba al gobierno. SEPARACIÓN DE PODERES: el proyecto constitucional de 1873 establece la división de poderes: legislativo, ejecutivo y judicial –los tres poderes clásicos–, y un cuarto poder, el Poder de relación entre los anteriores y que es ejercido exclusivamente por el Presidente de la República. Este cuarto poder es novedoso en el constitucionalismo español y está determinado por el carácter federal del sistema político que intentó establecer este proyecto constitucional. Cortes bicamerales, aunque el Senado carecía de iniciativa legislativa. Era una cámara de representación territorial que velaba por la constitucionalidad de las leyes. DERECHOS Y LIBERTADES: Declaración de derechos similar a la de 1869. Aparece recogido en el preámbulo al articulado de la Constitución. RELIGIÓN: Separación Iglesia-Estado. No se subvencionará ningún culto. Principal novedad: la organización del Estado, compuesta por 17 Estados (entre ellos Cuba y Puerto Rico), los cuales podían elaborar su propia Constitución y tendrían potestad ejecutiva, legislativa y judicial. Por su parte, el Estado Federal se reservaba importantes competencias generales, como las relaciones exteriores, los tratados internacionales, el ejército, etc. Tras Pi i Margall, el siguiente presidente de la República será Nicolás Salmerón, quien ataja las revueltas pero se niega a firmar penas de muerte. Dimite, sucediéndolo Emilio Castelar, quien gobierna con las garantías constitucionales suspendidas. Comentar lo que sucede desde entonces de una manera breve: Castelar no obtiene voto de confianza del Congreso; el General Pavía para evitar una nueva mayoría republicana federal disuelve las Cortes; el General Serrano establece una Dictadura republicana (3 enero 1874-29 diciembre 1874); los partidarios del regreso de los Borbones se agrupan en torno a Cánovas del Castillo; en diciembre de 1874 el príncipe Alfonso (hijo de Isabel II) publica un Manifiesto desde la Academia Militar de Sandhusrt (Gran Bretaña) de corte doctrinario; el 29 de diciembre de 1874 Martínez Campos se pronuncia en Sagunto y proclama a Alfonso XII como rey de España. FIN DEL SEXENIO DEMOCRÁTICO. Dos días después del Pronunciamiento de Martínez Campos, Antonio Cánovas del Castillo presidía un ministerio-regencia en nombre de Alfonso XII, el cual desembarcó en España el 9 de enero de 1875. El objetivo que se perseguía era claro: acabar con el ciclo de pronunciamientos e insurrecciones que habían asolado al país en los últimos años, aportándole mayor estabilidad. Para ello, Cánovas articuló un sistema en el que pudieran integrarse todos aquellos políticos que defendiesen la monarquía constitucional. Dichos políticos, se agruparon en dos partidos (Conservador y Liberal) que se turnaron pacíficamente en el poder a lo largo del período. Todas las demás opciones políticas (republicanos, demócratas, nacionalistas…) quedaron al margen del sistema, lo cual supuso un caldo de cultivo negativo para el mismo, tal como se podrá comprobar en los últimos años de este período histórico. En julio de 1876, unas Cortes elegidas por sufragio universal (conforme a la legislación aún vigente del Sexenio) aprobaron una nueva CONSTITUCIÓN, en la que aparecen recogidas las líneas maestras del sistema. Inspirada en los principios del liberalismo doctrinario, sin embargo en la materia de derechos y libertades se pudieron introducir reformas de carácter más liberalizador. VIGENCIA: 1876-1923. SOBERANÍA: Compartida (rey + cortes), siguiendo el patrón de la de 1845. El Rey goza de grandes prerrogativas. SUFRAGIO: Censitario en un primer momento, aunque posteriormente se aprobó la Ley de sufragio universal (1890). SEPARACIÓN DE PODERES: La Corona ocupó una posición central en el sistema constitucional de 1876. Compartía la iniciativa legislativa con las Cortes, aunque en la práctica los gobiernos asumían esa función. Correspondía al rey en exclusiva sancionar y promulgar las leyes. Por otra parte, era prerrogativa regia disolver, convocar, abrir, cerrar y suspender las Cortes, si bien estas tres últimas funciones las ejercían los gobiernos conforme a los intereses que marcara su agenda política. Por otro lado, el monarca era el titular del poder ejecutivo, pero necesitaba un refrendo gubernamental para sus mandatos y esto limitaba su autonomía y transfería al gobierno la iniciativa en la toma de decisiones políticas. No obstante, disponía de plena libertad para nombrar y destituir a los gobiernos. Además, ejercía el mando supremo del ejército y de la armada. En cuanto a las Cortes, seguían siendo bicamerales: Congreso y Senado, aunque este último se configuró como un híbrido de las constituciones de 1845-69: la mitad de sus miembros eran electos por los mayores contribuyentes y la otra mitad eran vitalicios y designados por el monarca. DERECHOS Y LIBERTADES: Aparecían ampliamente recogidos pero en muchos casos redactados de una forma general que precisaba de su desarrollo en leyes posteriores, lo que podía ser objeto de un trato restrictivo o liberalizador. Así sucedió con el sufragio, el derecho de asociación, prensa, educación, etc. A su vez, se permitía a los gobiernos suspender las garantías constitucionales sin sanción parlamentaria. RELIGIÓN: El Catolicismo se declaró la religión del Estado pero se reconoció la libertad religiosa (nadie podía ser perseguido por sus opiniones religiosas ni por el ejercicio en privado de un culto distinto al católico). Consecuencias Constitución de 1876: si bien en un primer momento consiguió el objetivo que perseguía, dotar de estabilidad al país, gracias al turnismo pacífico de los partidos integrados en el sistema y al amaño electoral (caciquismo, pucherazo), los sucesos que se dieron en el período (Desastre del 98, asesinato de Cánovas del Castillo, auge del republicanismo y de los nacionalismos periféricos, etc.) acabaron por desintegrar el régimen de la Restauración. De hecho, aquello que habían intentado controlar (la excesiva intervención del ejército en la vida política del país) fue precisamente lo que motivó su caída: Golpe de Estado de Primo de Rivera, el 13-091923.