Cómo controlar comportamientos desafiantes en bebés y niños pequeños* Rebecca Dunn, LMSW Introducción Hola, yo soy Eva. Los bebés y niños pequeños en ocasiones se comportan en formas que pueden ser confusas e incluso pueden disgustar a los adultos que cuidan de ellos. Durante esta capacitación, hablaremos acerca del comportamiento de los bebés y niños pequeños y sus causas. Analizaremos cómo los padres pueden responder a estas conductas y ayudar a los bebés y niños pequeños a aprender una conducta adecuada. También hablaremos sobre cómo los padres pueden trabajar junto con los proveedores de cuidado infantil para apoyar su desarrollo en esta área. [Objetivos de aprendizaje] Al completar este curso, podrá identificar las formas en que su bebé o niño pequeño utiliza su conducta para comunicarse. También podrá definir conductas retraídas e impulsivas. Desarrollará una mejor comprensión de los comportamientos desafiantes. Aprenderá formas de prevenir y responder al comportamiento desafiante. Finalmente, aprenderá cómo el entorno de su hijo puede afectar su conducta. Cómo los bebés y niños pequeños utilizan la conducta para comunicarse Piense en las conductas que usted ve en su bebé o niño pequeño. ¿Se lo imagina gorjeando? ¿Sonriendo? ¿Llorando? ¿Aplaudiendo? Cuando ve conductas como estas, usted sabe que su hijo está comunicando algo. Como padre, usted sabe que cuando su bebé llora, está expresando una necesidad. Esto puede ser la necesidad de cambio de pañal, de ser reconfortado, de comer, de alejarse de los demás, o cualquier otra necesidad. Los padres aprenden temprano en la infancia de sus hijos que sus diferentes tipos de llanto pueden determinar necesidades específicas. Existen muchas otras formas en la que su hijo utiliza la conducta para comunicarse. Por ejemplo, el frotarse el ojo u oreja puede significar que su bebé está listo para la siesta. Otras conductas de bebés o niños pequeños son más difíciles de entender para padres y otros proveedores de cuidado. ¿Por qué un niño pequeño que parece feliz en un momento, al siguiente llora desconsoladamente? ¿Por qué los bebés continúan llorando incluso luego de que los proveedores de cuidado han probado muchas formas diferentes de calmarlos? Entender estas y otras conductas puede ser difícil. Será más fácil entender la conducta de su hijo si usted entiende que es la forma en la que su hijo intenta comunicarse. Esto es así incluso para conductas muy complicadas o que disgustan. Solo porque una conducta es inapropiada no significa que es siempre una causa de preocupación. Algunas conductas, tales como apropiarse de un juguete de la mano de un compañero, son comunes en niños de corta edad. Podemos enseñarles mejores formas de comunicar lo que quieren o necesitan, las conductas en sí mismas no son para preocuparse. Otras conductas son más serias, y tratar con ellas puede requerir la búsqueda de ayuda. Aprender cuáles son las conductas normales para la edad de su hijo y cuáles no, son pasos importantes para ayudar a su hijo a aprender el comportamiento apropiado. ¿Qué es el comportamiento desafiante? El comportamiento de su hijo siempre tiene un significado. Siempre es la forma en que su hijo comunica algo. Muchos de los comportamientos utilizados por los bebés y niños pequeños que los adultos quieren cambiar, son comportamientos usados para expresar emociones fuertes o casi ninguna emoción. Muchas veces esta conducta es difícil para los adultos, pero no siempre es lo que consideramos “comportamiento desafiante”. Cuando hablamos de comportamiento desafiante, no nos referimos al comportamiento que es normal para la etapa de desarrollo de su hijo. Nos referimos al comportamiento que es mucho más grave, que dura mucho más tiempo o sucede mucho más a menudo que lo que podríamos esperar de un niño en el mismo rango de edad. Estas características hacen que el comportamiento desafiante sea más difícil de responder y prevenir por parte de los padres y proveedores de cuidados que una conducta difícil normal. El comportamiento desafiante sucede cuando las necesidades de su hijo no están satisfechas. Es su forma de tratar de decirle a la gente que cuida de él que tiene una necesidad. En ocasiones, es relativamente fácil descubrir cuál es la necesidad insatisfecha que su hijo está tratando de comunicar. En otros momentos puede ser muy difícil. Para ayudarle a desarrollar una imagen mental del comportamiento desafiante, dibuje un iceberg (o una forma triangular) sobre un trozo de papel. Recuerde que la mayor parte del iceberg se encuentra debajo del agua. Sólo una muy pequeña parte, llamada punta, sobresale por sobre el agua. Dibuje una línea a través de su iceberg para representar el agua. Mire la punta de su iceberg. Esa punta representa esos comportamientos que su bebé o niño pequeño utiliza cuando está tratado de decirle a usted que posee una necesidad no satisfecha. El resto del iceberg, debajo de la superficie, representa las necesidades no satisfechas que posee su hijo. Estas son las cosas que causan la conducta. Así como la porción más grande del iceberg se encuentra debajo de la superficie, el significado de una conducta extrema es, a menudo, difícil de ver. Su bebé o niño pequeño tiene muchas necesidades. Algunas de esas necesidades son las siguientes: Sentirse seguro, Relaciones constantes, afectuosas y sensibles con adultos, Estructura y coherencia, Buena nutrición, Buena salud, Oportunidades para moverse (como gatear y correr), Descanso adecuado, y Entornos que sean estimulantes y atractivos (tales como aquellos con juguetes y libros apropiados para su edad). Ejemplo de conducta desafiante Hablemos de un ejemplo específico. Imagine a un bebé de 8 meses de edad que llora por largos períodos de tiempo después de que su madre lo deja en el centro de cuidado infantil. Mire su dibujo del iceberg. ¿Qué conducta piensa que es la punta del iceberg? Si respondió llorar, está en lo correcto. Ahora piense sobre la base del iceberg, o la necesidad no satisfecha que está causando la conducta. ¿Cuáles son algunas razones por las que un bebé podría llorar por largos períodos de tiempo? Algunas respuestas posibles incluyen ansiedad causada por la separación, miedo a los nuevos proveedores de cuidado, problema para adaptarse al centro de cuidado infantil. Algunas otras cosas que podrían causar esta conducta del niño incluyen: Podría estar solo. Quizás se lo mantiene mucho en el hogar, y no está acostumbrado a jugar en el suelo o con otros niños. Podría estar sensible y ansioso con respecto al ruido de la sala y los otros niños. O quizás no se siente bien y puede estar enfermándose. Para aprender cómo responder al comportamiento de su hijo, primero debe entender el significado del comportamiento. Todos los comportamientos tienen un objetivo. Los bebés, niños pequeños y niños de corta edad no usan el comportamiento desafiante para manipular intencionalmente a padres y proveedores de cuidado. Lleva tiempo y esfuerzo entender qué está tratando de comunicar su hijo. Una vez identificada la necesidad, el siguiente paso es encontrar nuevas formas de satisfacer la necesidad o de enseñar al niño otras formas de comunicarlas. Conductas impulsivas y retraídas Los bebés y niños pequeños usan dos tipos principales de comportamiento para hacerles saber a los adultos que se están sintiendo angustiados. Estos dos tipos de comportamiento son conductas impulsivas y retraídas. La mayoría de los niños usan conductas impulsivas y retraídas en ocasión. Estos comportamientos se trasforman en un problema cuando el niño los usa muy a menudo, por demasiado tiempo o con demasiada intensidad. Discutamos en primer lugar las conductas impulsivas. Estos comportamientos son por lo general los más fáciles de identificar. Algunos ejemplos de conductas impulsivas son: Alborotos, Llantos inconsolables, Berrinches frecuentes o intensos, Empujones, Golpes, Mordeduras, Arrojar cosas con frecuencia, Derribar o destruir cosas con frecuencia, Interferir o negarse a participar en actividades con frecuencia, y Dañarse a sí mismo o a los demás. Conductas impulsivas y retraídas, continuación Ahora hablemos de las conductas retraídas. Las conductas retraídas son en ocasiones llamadas “conductas de internalización”. Pueden ser más difíciles de ver que las conductas impulsivas. Un niño que utiliza una conducta retraída puede verse como si hubiera dejado de tratar de que sus necesidades se satisfagan. Podría alejarse de la interacción con otros. Por ejemplo, si los llantos de un niño son en su mayoría ignorados por los adultos que cuidan de él, eventualmente el niño dejará de intentar comunicar sus necesidades. Algunos ejemplos de conductas retraídas son: Apartarse cuando se los carga, Gorjear con poca frecuencia, Balbucear o hablar con poca frecuencia, Tener apariencia triste, No mostrar preferencia por los padres o proveedores de cuidado, No hacer contacto visual, Lloriquear, Obediencia excesiva o rechazo a padres o proveedores de cuidado, y Utilizar menos habilidades de comunicación de las que se usaron previamente. Cuando un bebé o niño pequeño utiliza mucho las conductas impulsivas y retraídas, los adultos que cuidan de ellos deben tratar de entender el significado detrás del comportamiento. Entonces, deben responder a sus necesidades, y ayudarlo a aprender mejores estrategias para satisfacer sus necesidades en el futuro. Puede ser tentador reaccionar al comportamiento más que pensar acerca de su significado. Las emociones de su hijo pueden fácilmente provocar emociones fuertes en usted. Se necesita una reacción rápida si su hijo está por dañarse a sí mismo y a otros. Sin embargo, a menudo decidimos cómo reaccionar considerando nuestros propios sentimientos más que los sentimientos del niño. A pesar de que usted podría sentirse frustrado y enojado cuando su hijo usa un comportamiento desafiante, su hijo puede sentirse atemorizado o solo. Podemos concentrarnos en los sentimientos del niño al tratar de entender el significado detrás del comportamiento desafiante. Cuando lo hacemos, tenemos más probabilidades de poder responder con empatía a sus necesidades y tomar mejores decisiones sobre cómo resolver el problema. Cómo responder al comportamiento desafiante Cuando ve que su hijo está triste y está utilizando comportamiento desafiante, ¿qué hace usted? Algunos padres castigan el comportamiento. Algunos lo ignoran. Existen muchas tácticas diferentes disponibles para padres que están tratando con el comportamiento desafiante de sus hijos. Hablemos de algunas formas apropiadas para responder cuando su hijo está angustiado. Cuando ve que su hijo está angustiado y se comporta impulsivamente o está retraído, trate de usar estas respuestas: Reconozca su angustia y nombre sus sentimientos. Diga cosas tales como, “Te ves tan triste” o “Te ves realmente enojado”. Ofrézcale bienestar. Por ejemplo, diga: “Todo estará bien. Yo te ayudaré a sentirte mejor”. Use un tono de voz relajado y suave. Use palabras que describan lo que usted piensa que él está experimentando. “Te ves tan frustrado en estos momentos. Realmente quieres ese juguete”. Comprenda bien las necesidades individuales del niño. Comprender significa entender los sentimientos y necesidades únicas de su hijo. Comprender a su hijo es ser “uno” o estar en sincronía con él. Al comprender a su hijo, puede, con más frecuencia, predecir lo que lo enojará y podrá responder rápidamente en formas que prevengan o disminuyan el comportamiento desafiante. Ayude a su hijo a encontrar una forma segura y apropiada de satisfacer sus necesidades. Por ejemplo, cuando su bebé tira su taza vacía y grita, ayúdelo a encontrar otra forma de obtener lo que quiere. Diga “Quieres más leche. Puedes señalar tu taza. No necesitas tirarla”. Asegúrese de que sus expectativas para su hijo sean realistas. Considere su edad y etapa de desarrollo. No puede esperar que un niño de 12 meses se siente a ver una película por dos horas sin problemas. Si necesita información sobre las etapas de desarrollo, pregunte a su pediatra o al proveedor de cuidado de su hijo. ¿Por qué es importante responder de manera adecuada? Es importante responder de manera adecuada si las conductas impulsivas o retraídas se convierten en un problema para su hijo. Estas conductas pueden interferir con el desarrollo de su hijo si no se corrigen. Si no se tratan, los comportamientos desafiantes pueden ocasionar dificultades en los bebés y niños pequeños a la hora de establecer relaciones estrechas con adultos y compañeros. Estas relaciones son muy importantes para el desarrollo saludable de los niños. Ayudan a los niños a crear su propio concepto de sí mismo. Piense en un bebé que es extremadamente irritable. Su conducta puede conducir a que reciba menos atención positiva o cariño de los adultos. Esto podría ocasionar retrasos en su desarrollo social. Por ejemplo, puede sonreír con menos frecuencia o no responder a su nombre. Otro ejemplo es un niño pequeño que frecuentemente muerde a sus compañeros cuando está estresado. Otros niños podrían comenzar a evitarlo. Si lo hacen, no tendrá tantas oportunidades de aprender a jugar con sus compañeros o a desarrollar habilidades adecuadas para su edad. Un tercer ejemplo es un bebé tranquilo y con dificultades en la participación. A las personas les puede resultar difícil sentirse conectados emocionalmente con él. Esto podría resultar en que tanto sus padres como los proveedores de cuidado la dejen demasiado sola. Lo que conlleva a que tenga menos oportunidades para establecer lazos con los adultos importantes en su vida. Cuando un comportamiento desafiante no se resuelve, dicho comportamiento puede: Hacerse habitual, más frecuente, y más difícil de cambiar, Hacer que un niño reciba menos cuidados positivos de sus padres o proveedor de cuidado, Afectar las relaciones con sus compañeros; y Afectar otras áreas de desarrollo. Modificar un comportamiento desafiante posteriormente en la vida de un niño es más costoso, más intrusivo, y menos efectivo. Esto significa que nuestro énfasis debe centrarse en aliviar la angustia que los niños puedan experimentar cuando son muy pequeños. Cuando el comportamiento desafiante persiste Usted ha intentado determinar el significado del comportamiento desafiante de su hijo. Ha respondido a dicho comportamiento de un modo coherente y apropiado. Ha ayudado a su hijo a que aprenda formas más saludables de expresar sus sentimientos o necesidades. ¿Qué sucede cuando usted ha puesto en práctica todo lo que hemos hablado y el comportamiento desafiante de su hijo no desaparece? La respuesta es profundizar. Existen varias razones por las cuales los niños adoptan comportamientos desafiantes. Algunas de ellas incluyen: un problema de salud no diagnosticado (tal vez su niño no escuche bien a causa de reiteradas infecciones de oído); una etapa de desarrollo repentino (como por ejemplo un niño que está comenzando a caminar); o un problema de desarrollo. Hable con el pediatra de su niño acerca de las clases de comportamientos que tanto usted como su proveedor de cuidado están notando, de esta forma puede descartar afecciones médicas como la causa de dicho comportamiento. Existen también circunstancias familiares que pueden tener un gran impacto en los niños muy pequeños. Ninguna familia es perfecta. Cada hogar tiene su parte de emociones negativas como el enojo o la tristeza, y grandes cambios como un divorcio o una muerte. El bienestar de su niño depende de la calidad de las relaciones con las personas que lo cuidan. Su bebé o niño pequeño no ha vivido mucho aún, pero si demuestra comportamiento desafiante, alguna situación reciente (como la separación de uno de sus padres o el alejamiento de su familia extensa) puede ser la explicación de dicho comportamiento. Examinar el entorno del hogar puede ayudarle a comprender lo que su niño ha experimentado. Tenga en cuenta que las circunstancias de cada familia varían considerablemente. Sabemos que experiencias como divorcios o violencia doméstica afectarán negativamente a los niños pequeños. ¿Sabía que aún los cambios positivos pueden ser difíciles para su bebé o niño pequeño? Estos cambios pueden ser por ejemplo, mudarse a una casa más linda, o una larga visita de una abuela querida. Demasiada emoción o demasiados cambios dentro de un período de tiempo pueden dificultar la comprensión de su pequeño niño con respecto a las cosas que lo rodean. A veces, el comportamiento desafiante es causado por una combinación de factores. Un problema familiar se puede combinar con el temperamento y personalidad naturales del niño. Estos casos generalmente exigen que se aborden todas las causas de la angustia para modificar por completo el comportamiento. Por ejemplo, un niño pequeño tímido cuya lengua materna es el español puede tener problemas para adaptarse en un entorno de cuidado infantil en donde la lengua oral principal sea el inglés. Piense en los desafíos que su niño debe enfrentar. Vea si puede pensar de qué forma múltiples factores pueden estar contribuyendo al comportamiento de su niño. Depresión materna Una circunstancia familiar que puede influenciar de manera drástica el bienestar de los niños es la depresión materna. Este constituye un tema sensible para muchas familias, pero es importante que los padres comprendan el impacto que puede tener en los niños. La depresión materna afecta a los niños porque puede provocar que las madres estén menos sensibles y cálidas hacia sus hijos. Las investigaciones demuestran que el cuidado cálido y sensible es el mejor para los bebés y niños pequeños. Las madres depresivas a menudo se sienten emocionalmente distantes de sus niños. Les proporcionan cuidados básicos como alimento y cobijo, pero no el cuidado cálido y sensible que satisface adecuadamente las necesidades de los bebés o niños pequeños. Por ejemplo, una madre que experimenta depresión tal vez responda al llanto de su niño, pero no a comportamientos positivos como los son una sonrisa o gorjeos. También es importante hablar de la depresión materna porque es sorprendentemente común. La investigación Early Head Start y Evaluation Project de 2002 demostró que un 48% de las madres participantes informaron que sufrían de depresión. Algunos estudios demostraron que un 90% de las madres primerizas experimentan algunos sentimientos de depresión o “melancolía”. Algunos síntomas de la depresión materna son: Sentirse triste, melancólica o estar en un pozo de depresión, Pérdida de interés por cosas que se solían disfrutar, Sentirse decaída o inquieta, Problemas para dormir o dormir demasiado, Pérdida de energía, sentirse cansada todo el tiempo, y Aumento o disminución del apetito o peso. A pesar de que cualquier madre puede experimentar depresión, algunas tienen mayor riesgo. Algunos factores de riesgo incluyen: Nivel socioeconómico bajo o tensión financiera, Violencia familiar, Abuso de sustancias, Depresión durante o después de los embarazos, Embarazo no planificado, Complicaciones durante el embarazo o el parto, que incluyen nacimientos prematuros, y Experimentar múltiples eventos estresantes en su vida. Si usted o alguna madre que usted conozca está experimentando síntomas de depresión, busque un tratamiento médico. Hable con su profesional de atención médica autorizado acerca de las opciones disponibles. Para obtener información acerca de los proveedores de salud mental de la comunidad, pónganse en contacto con el departamento de salud de su estado. Los residentes de Texas pueden llamar al Departamento Estatal de Servicios de Salud al 1-800-422-2956. Cómo trabajar con proveedores de cuidado El comportamiento desafiante de un niño puede suceder solamente en el hogar, sólo en el centro de cuidado infantil, o en ambos entornos. Para comprender y responder a estos comportamientos, los padres necesitan trabajar en estrecha conjunción con los demás proveedores de cuidado infantil. En un entorno de cuidado infantil, los niños están expuestos a nuevas cosas que los rodean. Esto puede incluir nuevos adultos, nuevos compañeros, nuevos juguetes y a menudo, nuevas rutinas y expectativas. Para muchos niños, el estrés por adaptarse a estas nuevas circunstancias ocasiona que los comportamientos desafiantes se magnifiquen en el entorno de cuidado infantil. Puede ser vergonzoso para los padres que sus hijos exhiban comportamientos desafiantes. Si el proveedor de cuidado de su hijo se aproxima para conversar sobre su comportamiento, recuerde que ambos velan por el bienestar de su hijo. Una conversación sobre el comportamiento desafiante no representa un ataque hacia sus habilidades para criar a sus hijos. Tampoco se sienta acusado de estar viviendo en un entorno familiar poco saludable. Trabajar junto al proveedor de cuidado de su hijo le brinda la mejor oportunidad de comprender y responder adecuadamente al comportamiento de su hijo. Usted posee un vasto conocimiento sobre su hijo. El proveedor de cuidado de su hijo posee un vasto conocimiento sobre el desarrollo del niño. Juntos pueden conformar un gran equipo para responder a cualquier desafío que su hijo pueda enfrentar. Comuníquese con el proveedor de cuidado de su hijo regularmente. Mantenerse informados mutuamente sobre lo que pasa con su hijo, les dará un panorama más completo de la experiencia de su hijo. Hable con el proveedor de cuidado sobre las cosas que le gustan a su hijo y las que no, sus fortalezas, cambios en la rutina, y cualquier otra cosa específica del niño. Si su hijo experimenta angustia en el hogar o en el centro de cuidado infantil, comunicar estas inquietudes le permitirá trabajar en equipo. Los niños necesitan coherencia. Cuando las rutinas y expectativas del hogar son muy diferentes a las del centro de cuidado infantil, su hijo puede experimentar confusión. Por ejemplo, si su niño pequeño lleva su juguete favorito alrededor de la casa, pero en el centro de cuidado infantil no se permiten juguetes del hogar, el niño puede angustiarse. Esta confusión y angustia pueden desembocar en un comportamiento desafiante. Cómo trabajar con proveedores de cuidado, continuación La mayoría de los programas de cuidado infantil le solicitan continuamente al personal que observe a los niños que están a su cargo. Si su hijo comienza a exhibir un comportamiento desafiante, dichas observaciones pueden ser una herramienta valiosa para adquirir conocimiento sobre el significado del comportamiento. Las observaciones deben: Ser realizadas por más de una persona y puede incluir cualquier persona que interactúe con el niño, Ser realizadas en varios momentos del día durante varios días, y Ser registradas de manera similar para que la información de diferentes fuentes se pueda comparar y analizar fácilmente. Si el programa de cuidado infantil de su hijo no recopila observaciones todavía, usted puede solicitar que el proveedor de cuidado de su hijo comience a registrar las observaciones que realiza. La información obtenida de estas observaciones puede ser utilizada en una conversación con los proveedores de cuidado para decidir cómo manejar el comportamiento. En esta reunión se deben compartir reflexiones e ideas con el proveedor de cuidado de su hijo. Puede resultar útil compartir información acerca de las estrategias que usted utiliza en su hogar. Su hijo tal vez responda mejor si el proveedor de cuidado implementa las mismas estrategias en el centro de cuidado infantil. A menudo, los padres y los proveedores de cuidado trabajarán juntos para crear un plan de apoyo al comportamiento. Este plan normalmente está compuesto por estrategias simples que ayudan a mejorar el comportamiento de su hijo. Su participación es una parte muy importante para el éxito del plan de apoyo al comportamiento. Luego de que todos han probado el plan por un tiempo, usted probablemente querrá verificar con el proveedor de cuidado de su hijo y conversar acerca del comportamiento de su hijo para saber si ha mejorado en la manera que usted espera. Recuerde conversar sobre todos aquellos cambios en el comportamiento que usted ha visto en el hogar. El cambio en el comportamiento puede llevar algún tiempo, pero es posible con la cooperación de padres y proveedores de cuidado. Cómo buscar ayuda profesional Algunos niños necesitarán más ayuda de la que los padres y proveedores de cuidado puedan proporcionar. Pedir ayuda por el comportamiento desafiante de su hijo no significa que usted ha fracasado como padre. Aquellos padres que buscan ayuda para sus hijos son padres que se preocupan por el bienestar de ellos. Para obtener los mejores resultados, busque ayuda oportunamente de un profesional de salud mental. Una vez que usted ha buscado ayuda, ponga en práctica dentro de su familia las recomendaciones de su profesional todos los días. Si se trabaja con su profesional de salud mental, los proveedores de cuidado de su hijo y su familia, se puede reducir la angustia de su hijo y disminuir o prevenir el comportamiento desafiante. Resumen El comportamiento desafiante en los bebés y niños pequeños puede ser frustrante para los padres y peligroso para los propios niños. Este curso ha abordado modos de comprender y responder al comportamiento desafiante para que los niños puedan aprender maneras más apropiadas de expresar sus necesidades. Estos son algunos mensajes importantes que nos gustaría que recordara: El comportamiento desafiante es similar al comportamiento normal, con la excepción de que el niño lo utiliza con demasiada frecuencia, por demasiado tiempo o con mucha intensidad, por lo que se convierte en un problema. Existen dos tipos principales de comportamiento desafiante: conductas impulsivas y retraídas. Los bebés y niños pequeños utilizan el comportamiento para comunicar necesidades insatisfechas a los adultos que están a su cargo. Para corregir el comportamiento desafiante, los padres y proveedores de cuidado deben primero comprender lo que el niño está intentado comunicar. Una vez que el significado del comportamiento se ha comprendido, los padres y proveedores de cuidado deben trabajar conjuntamente para satisfacer las necesidades subyacentes del niño, lo que debe conducir a una mejora en su comportamiento. Los niños pueden necesitar que se les enseñen formas más apropiadas para expresar sus sentimientos. Gracias por su atención y su compromiso para crear la mejor experiencia posible de cuidado infantil para su hijo. *Este curso fue desarrollado y producido por el Servicio AgriLife Extension de Texas del Sistema Universitario A&M de Texas en colaboración con la División de Certificación de Cuidado Infantil (Child Care Licensing Division) del Departamento de Servicios para la Familia y de Protección Familiar de Texas (Texas Department of Family and Protective Services), con fondos proporcionados en virtud de la Ley de Recuperación y Reinversión Estadounidense (American Recovery and Reinvestment Act) de 2009.