Los vestigios del TEAM X en la contemporaneidad

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Universidad ORT Uruguay
Facultad de Arquitectura
Los vestigios del TEAM X en la
contemporaneidad
Entregado como requisito para la obtención del título de Arquitecto
Carolina López Garbarino - 151862
Mariana Salvarrey Moro - 162561
Tutor: Arq. Emilio Nisivoccia
2016
DECLARACIÓN DE AUTORÍA
Nosotras, Carolina López Garbarino -151862- y Mariana Salvarrey Moro -162561-, declaramos que el
trabajo que se presenta en esta obra es de nuestra propia mano.
Podemos asegurar que:
- La obra fue producida en su totalidad mientras realizábamos Memoria de Fin de Carrera;
- Cuando hemos consultado el trabajo publicado por otros, lo hemos atribuido con claridad;
- Cuando hemos citado obras de otros, hemos indicado las fuentes. Con excepción de estas citas, la
obra es enteramente nuestra;
- En la obra, hemos acusado recibo de las ayudas recibidas;
- Cuando la obra se basa en el trabajo realizado conjuntamente con otros, hemos explicado claramente
qué fue contribuido por otros, y qué fue contribuido por nosotros;
- Ninguna parte de este trabajo ha sido publicada previamente a su entrega, excepto donde se han
realizado las aclaraciones correspondientes.
Carolina López Garbarino
14/04/2016
Mariana Salvarrey Moro
14/04/2016
2
AG
AGRADECIMIENTOS
A nuestras familias y amigos por el apoyo incondicional
a lo largo de toda la carrera y durante el desarrollo de
esta memoria, que no solo representa el final de una
etapa, sino también el comienzo de otra.
A los funcionarios de la Biblioteca ORT Pocitos,
quienes siempre con gentileza y paciencia nos han
ayudado con la realización de este trabajo.
Por último, a nuestro tutor, el arquitecto Emilio
Nisivoccia por aportar su gran conocimiento en el área.
3
AB
ABSTRACT
La reivindicación de una dimensión ética, que necesariamente debe estar presente tanto en los
arquitectos como en su arquitectura, la atenta vigilancia a la producción de ciudad, al cuidado del
gradiente de escalas entre lo público y lo privado e incluso, la construcción de espacios capaces de
mediar entre el sujeto y la colectividad y la frecuente demanda de una escala doméstica en el centro
de la producción masificada; son temas presentes en el debate contemporáneo. A pesar de desconocer
el origen certero de dichas reivindicaciones, la amplia documentación que ha surgido acerca de la obra
y el pensamiento del Team X en las últimas décadas, nos lleva a pensar que, así como el Team X fue
capaz de elaborar una respuesta acertada a una crisis de la arquitectura en tiempos de posguerra, su
legado, traído al seno del debate actual, puede ayudarnos a construir la contemporaneidad.
Para poder apreciar cómo han sido recuperados actualmente los valores del Team X, en la siguiente
investigación se llevan a cabo tres genealogías que recorren una serie de proyectos, que presentan
ideas análogas. Las tres líneas planteadas invitan al lector realizar una reflexión; a 60 años del
surgimiento del Team X, en el marco de una nueva crisis y una disciplina arquitectónica con foco en los
aspectos formales más que en el hombre que la habita; los valores del Team X asoman como un modelo
digno del presente.
4
ÍNDICE
ABSTRACT ............................................................................................................................................. 4
ÍNDICE..................................................................................................................................................... 5
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................................... 6
CAPÍTULO 1: DEL CIAM AL TEAM X .................................................................................................... 8
LOS INICIOS DEL CIAM ..................................................................................................................... 9
EL CIAM EN LA POSGUERRA ......................................................................................................... 19
HACIA EL TEAM X ............................................................................................................................ 30
CAPÍTULO 2: TEAM X: CONSTRUYENDO SU PROPIA IDENTIDAD ............................................... 37
LAS REUNIONES DEL TEAM X ....................................................................................................... 39
DOCUMENTOS Y TEXTOS .............................................................................................................. 44
CAPÍTULO 3: REVALORIZACIÓN ....................................................................................................... 60
LA RESPONSABILIDAD ÉTICA EN LA ARQUITECTURA .............................................................. 63
LAS ESTRUCTURAS FORMALES ................................................................................................... 80
EL ESPACIO DOMÉSTICO .............................................................................................................. 93
CONCLUSIÓN .................................................................................................................................... 110
BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................................................... 113
ANEXOS.......................................................................................................................................... 11318
5
IN
INTRODUCCIÓN
“‘¿Qué fue el Team X? A la gente que está interesada
en el Team X, el Team X podría hacerle algunas
preguntas serias: '¿Por qué quiere saber?''¿Qué va a
hacer con su conocimiento?''¿Le ayudará a regenerar
el lenguaje de la Arquitectura Moderna, de este modo
volvería a ser un valor digno de heredar?’”1 (Smithson,
A., 1991, p. 15).
6
Hemos constatado la aparición de nuevo material sobre el trabajo de los integrantes del Team X, a
partir de finales del siglo XX y principios del siglo XXI -sobre todo desde el fallecimiento de Peter
Smithson-, lo que representa el comienzo de una revisión del legado de este grupo, generando
exposiciones y publicaciones que provienen principalmente de la Universidad Tecnológica de Delft en
Holanda. A partir de esta observación creemos que existe cierto valor dentro de las ideas del Team X
que en la actualidad son vistas como una posible solución a los problemas contemporáneos de la
arquitectura. Bajo esta perspectiva, diversos autores como Max Risselada y Dirk Van den Heuvel, han
llevado a cabo una profunda investigación acerca de la Arquitectura Moderna y del Team X, en la cual
comparan aquel contexto de posguerra con el de actual globalización, afirmando que las interrogantes
que en aquel momento invadían al Team X todavía son válidas (2005, p. 12).
Partiendo de esto, nos disponemos a investigar sobre la existencia de una revalorización de las ideas
y los aportes del Team X, reconociendo en la arquitectura contemporánea distintos aspectos del legado
que este grupo ha dejado. Esto nos lleva a realizar un estudio historiográfico de las diferentes
narraciones que se han hecho a lo largo de los años sobre este grupo, identificar el valor de las ideas
que estos aportaron a la arquitectura, para así entender qué valores son recuperados en la actualidad;
para alcanzar dicho objetivo, determinamos tres etapas de estudio.
En primer lugar, nos adentramos en los antecedentes del Team X, desde 1928 con los hechos que
dieron lugar a la formación de los CIAM -Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna- hasta
sus últimos años, los cuales "estuvieron marcados por la lenta agonía del CIAM" (Tentori, 1969, p. 45),
la cual finaliza en Otterlo en el año 1959. Realizar este estudio de la etapa anterior a la formación del
Team X, nos parece de suma importancia para poder comprender la razón y las circunstancias bajo las
que surge este equipo de arquitectos.
A partir de esta disolución del CIAM es que definimos el comienzo de la segunda etapa de estudio, la
cual es coetánea con el trabajo del Team X. En ésta investigaremos el relato de los propios integrantes
del grupo, y otros autores de la época, desarrollando sus principales ideas. De esta manera
pretendemos construir una visión global de la identidad del Team X. Llevar a cabo esta construcción
nos es de gran utilidad para luego reconocer los valores del Team X en la arquitectura contemporánea.
En tercer lugar, si bien creemos que hay múltiples puntos de reivindicación de los valores del Team X
-en función del material contemporáneo con el que contamos-, pudimos reconocer tres líneas
destacadas: la responsabilidad ética, las estructuras formales y el espacio doméstico. A partir de estas
líneas, llevaremos a cabo un estudio de carácter genealógico de cada caso, para poder evidenciar
dichos valores recuperados en las diferentes épocas, llegando finalmente a arquitectos
contemporáneos.
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C1
DEL CIAM AL TEAM X
Algunos historiadores afirman, no sin razón, que el
componente propulsor del Congrès Internationaux de
l’Architecture Moderne finalizó con la promulgación de
la Carta de Atenas. Otros, más radicales van tan lejos
como para afirmar que un conflicto internacional entre
la organización y la vanguardia había existido desde
los primeros CIAM, debilitando así sus posibilidades.
Por último, algunos -incluyéndome a mí-creemos que
la presencia del CIAM luego de la Segunda Guerra
Mundial sirvió al propósito fundamental de dictar a mi
generación, los principios y debates del carácter
esencial dela modernidad, una manera de discutir esto
e, incluso, un importante conjunto de símbolos de
representación. En otras palabras, ellos presentaron a
nuestra crítica la cuestión fundamental sobre la que se
construyó la consistencia histórica del proyecto de la
generación más joven.2 (Gregotti, 1992, p. 4).
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Team X fue un grupo de arquitectos que entraron en la escena arquitectónica europea luego de la
Segunda Guerra Mundial, en el marco de los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna CIAM-. Estos congresos -fundados por Le Corbusier en el año 1928- fueron el medio para el análisis y
discusión de las ideas y problemáticas en la arquitectura y el urbanismo modernos, allí se reunía el
aporte de los arquitectos y grupos de vanguardia de toda Europa.
Para comprender en qué momento y bajo qué circunstancias comienzan a actuar los integrantes del
Team X, creemos necesaria una revisión de lo que venía sucediendo años anteriores en materia de
arquitectura, así como también el contexto social, económico y político que acompañó los hechos. Por
lo tanto, en este capítulo abordamos la tarea de construir el relato que muestra el panorama
arquitectónico de aquella época, los hechos que llevaron a la conformación del CIAM y el desarrollo de
los congresos hasta llegar, finalmente, a las vicisitudes que dieron paso al Team X.
LOS INICIOS DEL CIAM
I.
La pluralidad de la Arquitectura Moderna
En los años previos a la creación del CIAM coexistían varios grupos de arquitectos modernos que
habían ido adquiriendo fuerza desde principios de siglo y que, -lejos de la visión hegemónica de Le
Corbusier que nos aporta la historiografía del Movimiento Moderno- nos presenta una herencia de
corrientes ideológicas heterogéneas, que sintetizaron las intenciones de los diferentes arquitectos y
dirigieron el curso de la Arquitectura Moderna.
Por un lado, se encontraba el grupo de arquitectos «expresionistas», que tenían sus bases en el
movimiento Deutscher Werkbund surgido en Múnich y en la escuela de Ámsterdam de Países bajos,
teniendo a Bruno Taut como su principal exponente. Este grupo se situará en contra de las academias,
el clasicismo y cualquier otra estética heredada, caracterizándose por difundir un anarquismo
revolucionario, anti racionalista, anti burgués y enemigo de toda visión maquinista.
Por otra parte, se encontraban los «modernistas», siendo éstos los precursores del estilo moderno ‘art
decó’, el cual tuvo su origen y trascendencia en el ámbito burgués de París y entre los mecenas de la
vanguardia. Su mayor expresión tendrá lugar en la Exposición Internacional de Artes Decorativas e
Industriales Modernas de París en 1925, la cual -para desencanto de Le Corbusier- lograron
hegemonizar. A pesar de ciertas polémicas entre expresionistas y Le Corbusier, entre ellos habrá nexos
como las revistas francesas de la vanguardia arquitectónica L’architecture Vivantey Cahiers d’Art que
ayudarán a asentar las bases del arte y la arquitectura modernas.
9
En esta misma fecha adquiere fuerza la «nueva objetividad». El término Neue Sachlichkeit surge en
Alemania en 1924 para hacer referencia a una nueva actitud objetiva y realista que reaccionaba ante
la pintura expresionista, sin embargo, luego fue tomado para englobar una idea universal que
trascendía la pintura y buscaba: “una revolución en la actitud mental de la época, una nueva
Sachlichkeit general del pensamiento y el sentimiento” (Frampton, 1993, p. 132). En materia de
arquitectura, Hannes Mayer, Willem van Tijen, Ernest May, Otto Haesler y Karel Teige son algunos de
los referentes de este movimiento racionalista, ellos promulgaron una ruptura con las convenciones
estéticas tradicionales, porque según su criterio, al liberar a la arquitectura de las subjetividades de las
artes plásticas, se llegaría a una arquitectura totalmente objetiva y racional que cumpliría una utilidad
particular y, que pulida de simbolismos se mostraría por lo que realmente es. Es por este motivo que
los arquitectos de la nueva objetividad, tras tener un fuerte interés por la máquina de habitar de Le
Corbusier -en un principio-, terminaron posicionándose de manera radical hacia sus consignas.
Por último, se encontraba Le Corbusier tratando de esclarecer la situación en el frente de la arquitectura
moderna, tratando de “identificarse en ese frente” (Lahuerta, 1997, p. 105), es por este motivo que
convoca a una unión internacional: el CIAM. Éste será una operación destinada a reunir y coordinar
esfuerzos, un intento de apadrinar posibles aliados y hegemonizar la discusión de la Arquitectura
Moderna. “No es con los arquitectos del estilo 1900, del naturalismo Modern Styl, dice Le Corbusier,
con quienes se plantean los conflictos.” (Lahuerta, 1997, p. 126). El conflicto real lo identifica en
aquellos que, como mencionamos anteriormente, admiraron la máquina de habitar en un principio, pero
como explica Le Corbusier se han quedado detenidos en ella, estos son los arquitectos de la “rutina,
costumbres, repetición de lo mismo, aceptación de esquemas sin preguntas, mera práctica, miedo a
las novedades (…)’” (Lahuerta, 1997, p. 126), son los arquitectos de la nueva objetividad, los cuales se
abocarán a eliminar el arte de la tarea de construir como describe Hannes Mayer en su manifiesto
Bauen de 1925:
Todas las cosas de este mundo son el producto de la fórmula función por economía. Ninguna
de estas cosas es una obra de arte. Todo arte es una composición y por dicha razón no posee
una utilidad particular. Toda vida es función y por lo tanto no es artística. (Martí & Monteys,
1985, p. 4).
Alrededor de la década del 20’, la relación entre Le Corbusier y los de la nueva objetividad se torna
muy tensa, rompiéndose finalmente hacia 1928 con la polémica respecto al concurso del Palacio de la
Sociedad de Naciones y el conflicto entre Karel Teige y Le Corbusier acerca del proyecto que ideó este
último para el Mundaneum. No resulta extraño que en paralelo a éstos Le Corbusier tome la iniciativa
de reunir a los arquitectos modernos aliados en el marco del CIAM, siendo el concurso del Palacio de
la Sociedad de Naciones la causante principal del llamado a la unión.
10
II.
El concurso del Palacio de la Sociedad de Naciones
Se trataba de un prestigioso concurso que atrajo la participación de un gran número de arquitectos de
diversas nacionalidades, el jurado también era muy diverso: Hendrik Petrus Berlage de Holanda, Josef
Hoffmann de Austria, Victor Horta de Bélgica, Karl Moser de Suiza, John Burnett de Inglaterra y Charles
Lemaresquier de Francia. Si bien existían ciertas relaciones influyentes -como la de Lemaresquier,
director de la Academia, quién recibía un gran apoyo de Aristide Brand, el presidente francés del
Consejo de la Sociedad de Naciones- la diversidad del jurado permitía pensar que el método de
selección sería justo y transparente.
Se presentaron 377 proyectos de los cuales nueve fueron seleccionados por el jurado -llamado Comité
de los Cinco- y premiados ex-aequo: Broggi de Roma, Erikson de Suecia, Lefébvre de París, Putlitz de
Alemania, Labro de París, Fahrenkampf de Alemania, Nenot de París, Vago de Roma y Le Corbusier
junto a su primo Pierre Jeanneret de Suiza. He aquí el primer desconcierto, se premiaron todos los
proyectos por igual en el primer puesto.
Por otra parte, una vez revelados los detalles de cada proyecto, la Sociedad de Naciones se enfrenta
a que solo el proyecto de Le Corbusier y Pierre Jeanneret -mediante un presupuesto analítico, en el
que se detallaban todas las indicaciones constructivas pertinentes- cumplía con los 13 millones de
francos suizos estipulados en las bases del concurso como premisa excluyente; ante esta situación, en
la que ocho de los nueve proyectos seleccionados se situaban entre los 17 y 50 millones, el comité del
concurso decide aumentar en un cincuenta por ciento el presupuesto, otra extrañeza. Esto causó gran
revuelo en los medios: “Pues bien, aquí tenéis, por 50, 45, 35, o 25 millones, columnatas, frontones,
cúpulas, que no sirven para nada, pero que adulan a las diplomacias, habituadas, desde tiempos de
los reyes, a alojarse entre oro y esculturas.” (Zervos, 1993, p. 64).
El proyecto de Le Corbusier y Pierre -además de su presupuesto ejemplar- tenía detrás un gran estudio
de las necesidades y problemáticas del programa, tales como la acústica del salón principal, el flujo de
autos y personas cuando se realizaba una sesión de la Asamblea General y la preservación de los
bosques del Domaine du Sécheron tal como lo exigían las bases del concurso. Como afirma Giedion
“Lo sobresaliente del proyecto presentado por Le Corbusier y Jeanneret es que encontraron la solución
más compacta y mejor concebida para esas necesidades” (2009, p. 520).
Conforme transcurrían -sin definición- las sesiones del Comité de los Cinco, las revistas y periódicos
de arquitectura de Europa se empezaron a pronunciar a favor del proyecto que creían más razonable.
Llegaron muchas manifestaciones de apoyo hacia el proyecto de Le Corbusier, el cual era “una mansión
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apta para trabajar en ella, práctica y concorde con el estado de espíritu de la época.” (Boesiger &
Girsberger, 1971, p. 94).
Lo que nos obliga a tomar posición en este momento es que hay noticias procedentes de
Ginebra que nos dicen que los dos proyectos que han sido puestos en primer plano son los de
Le Corbusier y de Vago. La decisión entre Le Corbusier y Vago significa precisamente la
decisión entre hoy y anteayer. (Zervos, 1993, p. 71).
Figura 1 – Arriba: Le Corbusier y P. Jeanneret; Abajo (de izquierda a derecha):
G. Vago; C. Broggi, G. Vaccaro y L. Franzi; P. Nénot y J.
Flegenheimer.
Si bien el proyecto de Le Corbusier había resultado ser el favorito del jurado, así como también de la
opinión pública hasta último momento, el Comité de los Cinco falló a favor de que el Palacio de las
Naciones sea construido por H. P. Nénot y J. Flegenheimer, no obstante, su proyecto debería ser
reemplazado por uno nuevo que tendrían que realizar en conjunto con los equipos concursantes
número: 117 (Broggi), 143 (Lefébvre) y 431 (Vago), y junto al secretariado de la Sociedad de Naciones.
De esta manera, Christian Zervos se pregunta:
¿Qué queda del proyecto premiado por el Comité de los Cinco?
Todas las ideas del proyecto de Le Corbusier y Pierre Jeanneret
¿Cómo se puede exigir a un individuo que respete el trabajo ajeno, si una institución oficial,
representativa de las sociedades llamadas civilizadas, no se muestra de ninguna manera
respetuosa con el trabajo de unos hombres que han sembrado las ideas en las cuales se han
inspirado los miembros del Comité de los Cinco? (1993, p. 77).
Existe cierta duda acerca del desarrollo que podría haber tenido el concurso si hubiera tomado un
rumbo ético, ya que no hay garantías de que Le Corbusier fuera el ganador, no obstante, pareciera que
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la trascendencia que tuvo el suceso en los medios de comunicación de todo el mundo ayudaron a éste
a consagrarse como un merecedor del premio, el ganador moral del concurso.
La gravedad de lo acontecido ponía de manifiesto la temperatura de aquel momento, las fuerzas de las
Academias dominaban los círculos oficiales y ejercían tal influencia que, se hacía inminente la
conformación de una unión internacional de arquitectos que les diera la fuerza suficiente para hacer
frente a dicha oposición. Por otra parte, como explica Sigfried Giedion, los arquitectos se encontraban
desesperadamente aislados en sus países y había necesidad de crear un medio de apoyo y una base
ideológica para que estos arquitectos pudieran afrontar los problemas de la profesión, problemas que
el trabajar conjuntamente entre colegas, se iban a poder resolver de mejor manera que trabajando
individualmente. (2009, p. 666).
III.
La Influencia de Hélène de Mandrot
El impulso final para la formación del CIAM fue dado por Mme. Hélène de Mandrot Revilliod, una
aristócrata del patriciado de Ginebra que Le Corbusier había conocido años atrás en la formación de la
fundación L’oeuvre, en 1914. En esta instancia “habiéndola visto en un cenáculo de arte decorativo y
arquitectura, militando con su rubio esplendor por cosas moderadamente válidas, le puse como
sobrenombre ‘la Minerva del lago Léman.’”3 (Le Corbusier, 1949, p. 149).
Mandrot tuvo siempre una gran inclinación por el arte y la arquitectura, lo que la llevó a vincularse con
estas disciplinas desde diferentes roles: admiradora, clienta, mecenas y -como afirma Le Corbusiermilitante por las causas más pobres, siendo de alguna manera, protectora de los artistas. El mayor
elemento de vinculación, se instituye en la fundación La Casa de los Artistas que tiene lugar en el
Castillo de la Sarraz, el cual ella usufructúa. Allí ella brindó un medio para llevar a cabo reuniones de
arte -más específicamente pintura- que luego decidió ampliar a arquitectura, es en ese entonces que
promueve la realización de la primera reunión de lo que luego se llamaría CIAM.
Según Antonie Baudin, la historiografía nos ha dado una visión reducida de Hélène de Mandrot como
anfitriona caritativa de estas actividades artísticas, sin embargo, Mandrot no será solo una anfitriona y
sus intenciones no serán puramente caritativas con la causa. Debido a su posición social y su poder
político ella tendrá un rol fundamental en la formación del CIAM y el curso que toma la Arquitectura
Moderna, tal es así que en el artículo que escribe a modo de obituario luego de su muerte, Le Corbusier
se refiere a ella como la madre de la Arquitectura Moderna.
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Por otra parte, Hélène estará en constante búsqueda de ampliar sus referencias artísticas y
modernizarlas por lo que una de las razones para promover este tipo de actividades, será en pos de
satisfacer sus fantasías diletantes, ampliar la influencia de su autoridad y la exclusividad de su aporte.
Si bien Le Corbusier no pecaba de ignorancia en esta intención, las acciones de Hélène eran favorables
tanto para ella como para los arquitectos modernos porque como decía Le Corbusier “ella ha logrado
interesar aquí a los mejores (…) Ustedes saben que las mujeres solo logran donde los hombres
fracasan.”4 (citado en Baudin, 2006, p. 152).
Desde aquella fundación del L’oeuvre, en 1914, pasaron quince años en los que no tuvieron contacto
ni coincidieron en ningún evento social, hasta que un día, luego de los sucesos del concurso del Palacio
de la Sociedad de Naciones, Hélène aparece en el atelier de Le Corbusier, en la Rue de Sèvres.
Tomando partido por la injusticia del concurso, llega con la intención de proteger y ayudar a los
arquitectos modernos que habían sido violentados en aquella instancia. Por lo tanto, Hélène plantea la
idea de juntar en su castillo de La Sarraz a los arquitectos de vanguardia de veinte países, sin mayor
objetivo que el iniciar el diálogo. Ante la negativa de Le Corbusier, Hélène persiste y vuelve a visitarlo
quince días más tarde. Considerando las pocas posibilidades de que un grupo serio de personas se
reúna sin un programa de temas a tratar, Le Corbusier le responde -esta vez- que aceptaría su
propuesta si ella accedía a: 1. Crear un programa de temas para la reunión bajo el título de «Congreso
de Arquitectura Moderna», 2. Dar alojamiento a los arquitectos durante el mismo y 3. Crear un comité
que dirigiera dicho congreso. Aceptados los términos, Madame Hélène se encarga de redactar el
programa y hacerlo llegar a todos los arquitectos invitados bajo el título de: «Congreso Internacional
Preparatorio de Arquitectura Moderna, en el Castillo de La Sarraz, los días 26, 27 y 28 de junio de
1928».
Después de cien años de debates estéticos, de búsquedas constructivas y de conquistas
técnicas, iba a sonar la hora de un florecimiento regular, consentido, capaz de influir la
arquitectura del mundo entero… manifestaría por doquier la sólida realidad y el valor
verdaderamente humano de sus concepciones. (Le Corbusier, 1961, p. 17)
De esta manera, en junio de 1928 se llevó a cabo el primer Congreso Internacional de Arquitectura
Moderna en la Sarraz (ver figura 2), “El viejo castillo se colmó del ruido y bullicio de la Arquitectura
Moderna saliendo a la luz por cada esquina del mundo” (Le Corbusier, 1949). También se creó el
Comité Internacional para la Realización de los Problemas Arquitectónicos Contemporáneos (CIRPAC),
siendo este el comité director de los CIAM y, por último, como resultado de esta reunión se creó un
estatuto base de la arquitectura contemporánea: La Declaración de La Sarraz (Ver el documento
completo en anexo 2).
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Figura 2 – Izquierda: Castillo de la Sarraz; Derecha: Participantes de la fundación del CIAM.
Esta declaración buscaba dar herramientas para las nuevas problemáticas que había acarreado la
aparición de la máquina a partir de la revolución industrial. Dicha aparición había generado disturbios
graves en el comportamiento humano. A su vez, la demanda de trabajo en la ciudad había favorecido
el vaciamiento de los campos y la sobrepoblación de las ciudades.
Por otra parte, en esa época, -debido al avance de la técnica que dio la posibilidad de construir en
mayor altura- las áreas urbanas pasaron a tener una densidad de población que se hacía insostenible
para la vida humana por la falta de espacio para alojamiento, de espacios verdes y de asoleamiento e
higiene en las viviendas. Por este motivo, la declaración de la Sarraz establecía que la economía y la
arquitectura debían retroalimentarse y tener la relación más racional posible y, a su vez, que la
construcción debía beneficiarse de los recursos que ofrecían la racionalización y estandarización de la
técnica industrial, erradicando el método artesanal.
En materia de urbanismo, establecieron que esta disciplina debía atender tres puntos: Habitar, trabajar
y recrearse. Consideraban que el planeamiento desordenado del suelo -consecuencia de los repartos
y ventas propios de la economía de la tierra- no favorecían las relaciones entre estas funciones y que
había que buscar una proporción justa entre volumen construido y espacio libre. Esta declaración si
bien trataba de manera activa el tema de la construcción, dejaba en segundo plano lo que concierne al
hombre, su desarrollo creativo y vida social.
Como se puede ver en la figura 3, los CIAM continuaron desarrollándose durante un período de 31
años. desde su primera reunión en La Sarraz de 1928 hasta su último congreso realizado en Otterlo en
1959. La trayectoria de congresos está determinada por diferentes etapas, marcadas por la Segunda
Guerra Mundial, por las temáticas desarrolladas y por el predominio ideológico de algunos integrantes.
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Figura 3 – Esquema de los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna.
Los conflictos que venían aconteciendo desde comienzos de la década del 20 entre los diferentes
grupos de arquitectos modernos se trasladaron a los CIAM, los cuales fueron acaparados -en su
primera etapa- por en el compromiso social de la arquitectura, la defensa de los derechos y la igualdad.
Se abordarán los problemas de la vivienda social y se desarrollarán los temas planteados en la
declaración de Sarraz.
El CIAM II va a tener lugar en Frankfurt en 1929 por invitación del arquitecto y urbanista alemán Ernest
May, quien era director de obras y urbanismo de esa ciudad. En aquel entonces May trabajaba en la
Oficina Municipal de la Edificación, desarrollando un estudio sobre la vivienda barata. En sintonía con
el trabajo que llevaban a cabo en Frankfurt, el CIAM II tuvo como tema la búsqueda de la tipología de
vivienda más económica, que reuniera las necesidades esenciales de una familia: Die Wohnung fur
das Existenzminimum -La vivienda para el mínimo de existencia-.
Para la representación de los proyectos del CIAM también se siguieron las bases utilizadas en la oficina
de Ernest May: dibujos a una escala estándar y con la misma técnica de representación, que se
pegaban en las paredes uno al lado del otro, facilitando así la comparación y análisis entre ellos (ver
figura f). Esta metodología generaba debate y reciprocidad entre los participantes y, por otra parte,
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marcaba el carácter anónimo y colectivo que representaba el compromiso social de esta etapa del
CIAM.
Figura 4 – Metodología de presentación de los proyectos en el CIAM II.
El CIAM III se llevó a cabo en Bruselas, en 1930, por invitación del arquitecto belga Victor Bourgeois,
bajo el tópico: Métodos racionales de construcción de conjuntos residenciales. Del congreso de
Frankfurt a éste, el estudio paso de centrarse en la célula básica de vivienda, a analizar las ventajas de
agruparlas en complejos altos, medios y bajos. Este debate llevó a reconsiderar el planteo urbano de
la ciudad existente en la que las condiciones de vida se habían vuelto desfavorables. También se revisó
la vivienda individual en contraposición con los complejos de vivienda en altura. Mientras la primera
opción es una solución dispersa que ocupa una gran área, los bloques en altura liberan ésta área
pudiéndose aprovechar para generar espacios verdes de recreación y adaptándose mejor a las
necesidades individuales y colectivas de los hombres.
De esta manera, lo que esta primera etapa del CIAM dejó como legado fue el trabajo sobre la idea del
«compromiso social» de la arquitectura, la búsqueda de soluciones de vivienda que fueran racionales,
económicas y viables para ser incorporadas dentro del nuevo sistema de producción industrial. En el
CIAM III de Bruselas ya se podía reconocer un cambio de rumbo en la temática de los congresos, un
cambio de escala que iba desde la definición de la tipología de vivienda para adentrarse en temas más
urbanísticos. A su vez, Karl Moser, presidente del CIAM en ese momento, decide pasar su cargo al
joven urbanista Cornelis van Eesteren, lo que refuerza el giro temático dentro de los congresos y,
también, marca el quiebre de Le Corbusier con el frente racionalista, el cual -paralizado por la crisis de
los años treinta y la propia crisis de la vanguardia soviética debido al régimen de Stalin- se mantendrá
al margen de los CIAM en la segunda etapa.
A partir del cuarto congreso y entre 1933 y 1947 se desarrolla esta segunda etapa, la cual supone,
entonces, la vuelta de Le Corbusier y el abandono de los sectores radicales. Este cambio de
participantes, junto con la introducción de van Eesteren como presidente, es acompañado por una
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reorientación de la temática hacia el urbanismo, hacia la comprensión de la ciudad y el territorio como
elementos fundamentales en la construcción de las condiciones de vida de las nuevas masas humanas.
Si bien Le Corbusier no abandona el «compromiso social» de la arquitectura en esta etapa, le confiere
una dinámica más esteticista y abstracta. La gran pieza de este período será la Carta de Atenas,
documento con el cual, finalmente logrará hegemonizar la discusión.
El CIAMI IV se fijó para realizarse en junio de 1930 en Moscú bajo la temática de la gran escala. Como
afirma Giedion, de haberse celebrado en dicho lugar, habría tenido una importante carga simbólica
debido al gran interés ruso en el urbanismo, sin embargo, el congreso fue suspendido poco tiempo
antes de su realización. (2009, p. 668). El material estaba pronto pero el congreso no tenía lugar donde
celebrarse, entonces algunos integrantes del CIAM se reúnen en el despacho de Le Corbusier para
resolver el problema. Marcel Breuer propone hacerlo en un barco, Le Corbusier se contacta con una
empresa de barcos y como resultado, el cuarto congreso se fija para ser realizado entre los meses de
julio y agosto de 1933 en un crucero por el Mar Mediterráneo -el Patris II- con destino Atenas; un destino
simbólico. En primer lugar, por ser allí donde se creó la polis; en segundo lugar, porque Le Corbusier
encontraba en la Acrópolis una gran cantidad de posibilidades culturales e interpretaciones y la
consideraba un elemento fundamental de análisis para concebir la arquitectura moderna; y por último,
luego de una década de luchas ideológicas con el frente racionalista, Le Corbusier direcciona el
congreso hacia un destino metafórico, “¡Academia! Ahí estas nuevamente bajo una máscara de
mentiras. Estudiantes, les suplico, mejor miren al Partenón” (Le Corbusier citado en Lahuerta, 1997, p.
10). De esta manera, en Atenas desembarcaría este grupo de arquitectos modernos luego de dos
semanas de viaje.
Figura 5 – Izquierda: Participantes del CIAM IV desembarcados en Atenas; Derecha: Taller a bordo del Patris II.
“Este fue el congreso más largo, emocionante y fructífero de todos los CIAM.” (Giedion, 2009, p. 669),
el crucero se convirtió en salas de reuniones y debates que, luego de 15 días, dieron el fruto de su
trabajo en un documento que tendría como objetivo revertir la situación caótica de las ciudades,
mediante una serie de exigencias: la necesidad de brindar a la sociedad una ciudad sana, llena de
espacios verdes, una vivienda higiénica que recibiera aire puro y sol -durante 2 horas como mínimo-
18
convenientemente equipada, con los servicios básicos necesarios para el desarrollo de la vida
cotidiana. Por otra parte, la idea de construir instalaciones para la recreación y la creación de una red
de circulación que vinculara los diferentes espacios de la ciudad sin afectar el espacio habitable.
La Carta de Atenas abre todas las puertas al urbanismo moderno. Es una respuesta al actual
caos de las ciudades. Puesta en manos de la autoridad, detallada, comentada, iluminada por
una explicación suficiente, es el instrumento por el cual será enderezado el destino de las
ciudades. (Le Corbusier, 1961, p. 30).
El objetivo del urbanismo, planteó entonces Le Corbusier, será el de satisfacer las cuatro necesidades
urbanas primordiales de: habitar, trabajar, recrear el cuerpo y el espíritu y circular; lo que para Frampton
sugiere una concepción muy limitada de la arquitectura y el urbanismo, una zonificación funcional muy
rígida y un único tipo de vivienda social de bloques altos de gran densidad muy separados entre sí, que
reconoce como la proyección de un gusto estético personal, el cual, comenzó a ser utilizado de manera
imperativa, frenando -en cierta manera- el análisis en otras direcciones, por lo tanto afirma: “Redactaron
el documento más olímpico, retórico y a la larga destructivo que salió de los CIAM: La Carta de Atenas”
(Frampton, 1993, p. 274).
La siguiente reunión se realiza en París -en 1937- en medio del clima de manifestaciones de la
exposición de «Arte y Técnica». La temática del congreso era la vivienda y el recreo. Luego aconteció
la guerra y los CIAM se vieron detenidos por un período de diez años. Durante la guerra los integrantes
del CIAM quedaron aislados en los diferentes países, no obstante, muchos siguieron trabajando, por
ejemplo, los ingleses que se unieron formando el grupo MARS -Modern Architectural Research Group.
EL CIAM EN LA POSGUERRA
Para entender lo que significó la Segunda Guerra Mundial y las consecuencias que ésta traería, es
necesario situarse en la Europa de la posguerra: caos, miseria, pérdidas humanas y una destrucción
de las ciudades, aún mayor a la de la Primera Guerra Mundial. Marcada por hechos de enorme
significado como el holocausto del pueblo judío, el uso por primera vez de armas nucleares y la muerte
masiva de civiles, esta guerra fue el conflicto más nocivo en la historia de la humanidad y modificó la
estructura política y social del mundo. Estados Unidos y la Unión Soviética se levantaron como grandes
potencias rivales y Europa quedó dividida en este y oeste estableciendo el escenario para la Guerra
Fría.
19
La Segunda Guerra Mundial constituyó, ante todo, una experiencia civil. El combate militar
formal se limitó a los inicios y los finales del conflicto. Entre medias, esta fue una guerra de
ocupación, de represión, de explotación y de exterminio, en la que los soldados, las tropas de
asalto y los policías disponían de la vida cotidiana y de la existencia misma de decenas de
millones de personas que vivían prisioneras. En algunos países la ocupación duró la mayor
parte de la guerra y por todas partes sembró el terror y la pobreza. (Judt, 2008, p. 36).
A nivel de Europa, la creación del Consejo de Europa en 1949 marca la evolución posterior; favorecida
por esta integración política, comienza una rápida recuperación económica y social. Si bien el tema
principal fue la creación de viviendas y la reconstrucción de las ciudades, mediante esta reconstrucción
y su efecto reactivador del capital, se conllevaría una mejora de la economía y por consecuencia, una
salida de la crisis de posguerra.
En Londres, por ejemplo, en medio de la discusión de cómo reconstruir la ciudad, y en medio del
conflicto entre las eventuales medidas de mitigación de los daños producidos por la guerra y las
medidas de planificación a largo plazo, surge la intención de crear un plan regulador para la ciudad.
El desarrollo de las áreas congestionadas, la descentralización y dispersión de las industrias y
de la población industrial, y la diversificación del desenvolvimiento industrial a través de las
diferentes regiones de la Gran Bretaña. Se proponían nuevas ciudades-jardín y suburbiosjardín, ciudades satélites y núcleos comerciales, y se subrayaba la importancia de los aspectos
sociales y simpáticos de la comunidad y asimismo las necesidades industriales y estratégicas.
(Landau, 1969, p. 15).
Esas eran las recomendaciones del informe de la Comisión Barlow para la planificación urbana de la
posguerra en Gran Bretaña. Bajo esta perspectiva, en 1944, el Country Council de Londres aprueba el
plan de Patrick Abercrombie y John Henry Forshaw, un proyecto para el Gran Londres que consistía
en generar una serie de anillos concéntricos en torno a Londres y una consecuente redistribución de la
población.
Mediante este plan, el tejido urbano de la ciudad quedaba rodeado por el inner urban ring, el cual estaba
planificado en base a una baja densidad edilicia, para ello, se movilizarían 400000 habitantes hacia
otras zonas. Le seguía el suburban ring, el cual se mantendría con una densidad intermedia, para ello
se regularizaría la trama urbana existente, con un crecimiento de población nulo. A continuación, se
ubica el Green belt ring, pulmón verde con equipamiento recreativo y, finalmente, el outer country ring,
el cual alojaría una serie de barrios jardín aislados: new towns, conectados mediante una estructura de
20
peine a un eje principal que los vinculaba con el centro histórico y las áreas industriales. Entre 1945 y
1951 se construyeron 10 nuevas ciudades.
Figura 6 - De izquierda a derecha: Plan Urbanístico de Abercrombie y Forshaw; Panorama de las calles de las New Towns.
El plan para la construcción de las new towns se basaba en un método de acumulación de conocimiento
que permitía recopilar las críticas, sugerencias y datos de la primera generación de new towns -entre
ellas Letchworth en 1903 y Welwyn en 1919-. La crítica a estas ciudades se fundaba en la falta de
flexibilidad y variabilidad del plan urbano y, por otra parte, a nivel espacial las new towns eran ciudades
con viviendas muy dispersas y grandes espacios verdes con falta de límites y contención, en las que
“‘Sus moradores, en lugar de sentirse a sí mismos seguros en el interior de un ambiente dedicado a su
propia conveniencia y recreo, se sienten incomunicados en un desierto delimitado por el césped y las
calzadas de cemento…’” (Richards J. citado en Landau, 1969, p. 22).
A principios de los años ’60, tras las críticas a esa primera generación se creó un nuevo prototipo de
ciudad en el que se aumentó la densidad y se disminuyeron las distancias, para así generar una ciudad
más compacta que pudiera brindar un ambiente más urbano. Por otra parte, el estilo de las new towns
también había evolucionado desde la primera generación a esta parte, se caracterizaban por techos a
dos aguas, muros de ladrillo como terminación exterior, zócalos de madera pintada y en algunos casos
balcones, según Mumford, se trataba de un panorama pintoresco, un planteo inspirado en la
arquitectura sueca. Más tarde, este estilo sería catalogado como “el nuevo empirismo” (Landau, 1969,
p. 23).
En la experiencia de las new towns radicaba una gran contradicción, explica Montaner, el idealismo
orientado hacia el futuro y el tradicionalismo de la casa unifamiliar con jardín (1993, p. 72). Esto fue lo
que dio lugar a las actitudes críticas de los arquitectos más jóvenes que encontraban una gran falta de
identidad en las ciudades y consideraban que las new towns habían sido concebidas de manera muy
rígida. Estos criticaban el formalismo y pintoresquismo del nuevo empirismo.
21
Los arquitectos jóvenes sienten hoy en día una insatisfacción monumental con respecto a los
edificios que ven a su alrededor… estos profesionales sienten que la mayoría de los arquitectos
han perdido contacto con la realidad y están construyendo los sueños del ayer cuando el resto
de nosotros ha despertado al hoy. (Smithson A. , 1966, p. 36).
Ante esta situación se plantea una nueva estética que busca la honestidad de la construcción, la
legitimidad y el amor por los materiales, esta nueva estética según Alison Smithson “Trata de sintetizar
la naturaleza intrínseca de los materiales con las técnicas con las cuales se los elabora y de establecer
de un modo completamente natural una unidad entre la forma construida y los hombres que la usan”
(1969, p. 7).
En el marco de los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna, la situación de las ciudades
destruidas por la guerra se tradujo en una necesidad imperiosa por ejemplos y guías de cómo
reconstruirlas, por lo tanto, se retomaron los principios y soluciones redactados en la Carta de Atenas
de 1933, en la que se había dividido la arquitectura en cuatro categorías. Durante los tres congresos
siguientes a la Segunda Guerra Mundial -Bridgwater 1947, Bérgamo 1949, Hoddesdon 1951- el CIAM
continuó funcionando en torno a la base ideológica de Le Corbusier, Gropius, Giedion y su herramienta
máxima: La Carta de Atenas.
No obstante, la posguerra trae a los CIAM una renovación generacional que desarrollará una revisión
paulatina -de carácter cualitativo- de la tradición moderna, de sus conceptos y objetivos. Si en la primera
etapa del CIAM se había trabajado a escala de la vivienda y en el «compromiso social» de la
arquitectura; en la segunda etapa se había reconocido que los problemas de la vivienda estaban ligados
al territorio y por lo tanto se había ampliado la escala de análisis a la ciudad y el territorio; finalmente,
en la posguerra, esta revisión cualitativa intentará superar lo que Frampton denomina “la esterilidad de
la ciudad funcional” (1993, p. 274). Esta esterilidad de la Carta de Atenas será criticada, principalmente,
por los jóvenes arquitectos que más adelante formarían el Team X que, por estas fechas comienzan a
participar de los congresos activamente planteando la necesidad de recuperar una escala humana,
proponiendo la construcción de un entorno en el que no solo se resuelvan las necesidades de origen
funcional, sino también las del tipo emocional y material del hombre.
El VI congreso se realiza en Bridgwater en 1947 y es organizado por el grupo MARS. La reconstrucción
y creación de viviendas surge como tema prioritario, para ello, se comienza con un replanteo y análisis
de las situaciones en las que se encontraba cada país. En este congreso participan por primera vez
Aldo Van Eyck y Jacob Bakema, los cuales hacen una crítica elaborada hacia los mecanicismos de la
arquitectura, más específicamente hacia el funcionalismo. Por una parte, Van Eyck planteaba buscar
una arquitectura que satisfaga las necesidades del tipo emocional del hombre, mientras que Bakema
promulgaba una arquitectura con la intención de estimular el crecimiento espiritual del mismo.
22
Para ellos “construir” tiene un significado especial en el que la responsabilidad de los
arquitectos hacia lo grupos individuales para los que construyen, y hacia la cohesión y
conveniencia de la estructura colectiva a la que pertenecen, es tomada como una absoluta
responsabilidad. Ningún plan maestro abstracto se interpone entre ellos y lo que tiene que
hacer, solo los “hechos humanos” y la logística de la situación.5 (Smithson A. (ed.), 1964, p.
373).
De esta manera, términos como «humanismo», «emociones» y «crecimiento espiritual» se introducen
en el CIAM desde el discurso de la generación de jóvenes, que hacen su aparición en escena,
empezando a sellar lo inevitable: “una grieta profunda entre las inamovibles convicciones funcionalistas
de preguerra y el nuevo clima representado por los jóvenes arquitectos incorporados al debate de la
arquitectura moderna” (Solà-Morales, 1996, p. 46).
El CIAM VII fue celebrado en Bérgamo, en 1949. Con el objetivo de crear un sistema de instrumentación
mediante el cual presentar la arquitectura y el urbanismo, en este congreso se presenta la Grille CIAM:
un sistema gráfico para exponer los proyectos, que tenía como objetivo dar mayor claridad y orden a
las ponencias. Éste fue creado por el grupo francés ASCORAL -Assemblée de constructeurs pour une
rénovation architecturale-, sub-grupo del CIAM fundado en 1944.
La intención de ordenar el conocimiento y las ponencias bajo una metodología estándar no surge en la
posguerra, sino que se remonta al segundo congreso -Frankfurt 1929- en el que se tomó contacto con
el modo de presentación que usaba Ernest May en el estudio de urbanismo de esta ciudad. También
en el cuarto congreso -Atenas 1933- se puede ver la utilización de un sistema estandarizado para la
presentación de los más de treinta proyectos que se analizaron. No obstante, la complejidad técnica,
geográfica y topográfica de algunos proyectos, hacía que las presentaciones se volvieran confusas y
sin una lectura visual clara, debido a que algunos proyectos entraban en un solo panel mientras que
otros precisaban muchos, es el caso del análisis de la ciudad de Los Ángeles que acaparó gran parte
del espacio físico del congreso de Atenas. Por este motivo ASCORAL -a pedido de Le Corbusierincursiona en la creación de esta nueva modalidad, que estaba formada por tres elementos (ver
figura7):
1. Un panel con la grilla en formato estándar de 21 x 33 cm.
2. El cuadro de exposición en formato estándar de 21 x 33 cm.
3. La presentación teórica: un expediente formado por láminas e informes.
23
Figura 7 – Esquemas base de la Grilla CIAM y sus componentes.
De esta manera, la grilla fue puesta como una herramienta de presentación a la que todas las ponencias
se tenían que adaptar, “Cada grupo designado hará bien en aceptar, en un espíritu de disciplina amable
y necesario, el papel que se asigna a ella, y no solicitar su modificación, salvo en caso de absoluta
necesidad.”6 (Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 253). El congreso se desarrolló presentado los
proyectos en las retículas y analizándolos de a turnos, “La discusión fue de facilidad extrema. Tanto
que la grille se ha convertido hoy, en todo el mundo, en un verdadero útil de trabajo en los grupos CIAM”
(Boesiger & Girsberger, 1971, p. 340).
No obstante, mientras los miembros más viejos y establecidos del CIAM apoyaron esta técnica, porque
veían en ella un método útil para comparar los proyectos, los integrantes más jóvenes pensaron que
se trataba de un método totalmente inadecuado para hacer frente a la realidad arquitectónica de la
posguerra y, sobretodo, para enfrentar la nueva visión del urbanismo que estaban concibiendo a partir
del concepto de ‘hábitat’. La veían como una herramienta estática y rígida que no dejaba campo para
la autonomía y por ende para el desarrollo, “una forma de estructuración del conocimiento o de la
realidad, un conjunto de valores, y una epistemología de la ciudad moderna que garantiza la ejecución
de la ciudad funcional”7 (Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 252), lo que Le Corbusier quería impartir
desde el tercer CIAM -Bruselas 1930-.
Por otra parte, en este congreso se retoma el debate sobre la estética, debate que había sido
abandonado desde el inicio del CIAM. Se plantea la liberación total de la arquitectura a la
experimentación perceptiva y se reflexiona sobre el carácter simbólico del espacio, lo que Según SoláMorales “se traduce no sólo en el abandono de unos determinados estilemas codificados por la tradición
moderna sino la apertura a posiciones especialmente experimentales en los afectos de las formas, los
materiales y los espacios.” (1996, p. 58). La dimensión estética será desarrollada más profundamente
-dentro de los futuros integrantes del Team X- por Bakema, quien considerando que el espacio es el
marco de la existencia humana plantea que la estética no refiere a la belleza que sirve de ornamento
sino más bien a la “ordenación armoniosa del espacio vital del hombre.” (Andreas, 1978, p. 53).
24
CIAM VIII - El corazón de la ciudad
El clima que se había manifestado en congreso siguiente a la Segunda Guerra mundial -Bridgwater
1947- a partir del ‘llamado’ de los jóvenes a prestar atención a las necesidades emocionales del
humano, continuó -en Bérgamo 1949- con la escasa aceptación de la Grilla CIAM por su rigidez y
esquematismo; y se acentuó más aún en el CIAM VIII -celebrado en Hoddesdon en 1951- con la
temática del corazón de la ciudad.
Los arquitectos en el contexto de posguerra se encontraban en un entorno totalmente nuevo y en
constante cambio, en el que “La estructura social a la que el urbanista ha de dar forma no es sólo
diferente sino mucho más compleja de lo que había sido antes.” 8 (Smithson A. , 1956, p. 75). Por una
parte, la aparición de nuevos servicios, nuevas tecnologías y la evolución de los medios de
comunicación, estaban generando que la comunicación física entre las personas cambiara su carácter.
Las familias se volvían más hacia sí mismas y se separaban, cada vez más, del “contacto físico real
con el resto de la comunidad” (Smithson. A. en Hereu, Montaner, & Oliveras, 1994, p. 292). Por otra
parte, el crecimiento urbano estaba presentando dos síntomas preocupantes: la expansión hacia la
periferia de las ciudades, con su consecuente pérdida de significado y función de los centros urbanos;
y el crecimiento regido por la rentabilidad de los operadores inmobiliarios y financieros generando, como
explica Giancarlo de Carlo, un crecimiento insostenible de la ciudad: “el modo de desarrollo que ha
prevalecido, que está basado fundamentalmente en la explotación económica del terreno, seguirá
adelante; pero es suicida.” (Arrascaeta, 1997, p. 60).
Ante esta situación, las zonas centrales de las ciudades se estaban desintegrando, los suburbios
habían tomado un protagonismo mayor que el centro de las ciudades, lo que generaba que muchos
arquitectos, ante esta tendencia, empezaran a trabajar en las áreas sub urbanas, descuidando el
corazón. Resulta una necesidad para los arquitectos, entonces, el ‘volver al centro’, el generar
elementos simbólicos e identitarios que vuelvan a darle significado y a congregar a la sociedad en el
corazón de la ciudad.
La ciudad jardín es el tópico favorito, y los sucesores de los que edificaron los rascacielos se
avergüenzan de la obra de sus predecesores e ignoran los verdaderos problemas de la ciudad.
Mientras tanto, la ciudad se disgrega y pasa a ser tan sólo un lugar para trabajar y sufrir… un
lugar al que es forzoso ir, pero que desea abandonarse lo antes posible (Rogers, Sert, &
Tyrwhitt, 1955, p. 4)
25
Entre el CIAM VIII -Hoddesdon 1951- y el IX -Aix-en-Provence 1953- se realizó una reunión intermedia
-no oficial- que tuvo lugar en Sigtuna, Suecia. Si bien dicha reunión no es considerada parte de los
congresos oficiales CIAM, es un punto crítico en su historia debido a la gran concurrencia de
participantes jóvenes y la casual ausencia de importantes integrantes y líderes como Le Corbusier,
Sigfried Giedion y Walter Gropius.
Esta reunión tuvo un gran tenor de discusión teórica. Se trabajó sobre la noción de hábitat, llegando a
definir -en medio de muchos desacuerdos- que un hábitat hace referencia a un entorno que fomenta el
relacionamiento entre los vecinos, que genera una retroalimentación entre el edificio y el entorno; y que
da lugar a las necesidades culturales de las personas. “Un ambiente que podría dar lugar a la plenitud
total y armoniosa-espiritual, intelectual y física- de sus habitantes” (Risselada & van den Heuvel, 2005,
p. 20). Para Jaap Bakema, para lograr el desarrollo del individuo en su hábitat, no solo había que dar
satisfacción a sus necesidades emocionales sino también “establecer un sistema de signos y
significados que sirvan para la identificación del hombre con su entorno edificado.” (Andreas, 1978, p.
29).
Georges Candilis fue uno de los arquitectos que más hincapié hizo en dicha reunión, para lograr la
formalización de la noción de hábitat y la creación de un documento que funcionara como evolución de
la Carta de Atenas, abogando así por un cambio de pensamiento dentro del CIAM que derivara en un
enfoque más humano. Ambas generaciones estaban de acuerdo en la necesidad de generar un nuevo
documento que fuera el sucesor de La Carta de Atenas y que guiara la línea de acción del urbanismo
hacia un nuevo curso, sin embargo, a partir de esta reunión las discrepancias de pensamiento entre los
jóvenes y los más antiguos integrantes del CIAM, dificultaron la concepción de dicho documento hasta
enero de 1954, cuando finalmente se crea la charte de l’habitat.
CIAM IX - Re – identificación urbana
La discusión sobre el hábitat se retoma en el CIAM IX celebrado en Aix-en-Provence en 1953, donde
la generación de jóvenes -Alison y Peter Smithson, Aldo Van Eyck, Jacob Bakema, George Candilis,
Shadrach Woods, John Voelker, William Howell y Rolf Gutmann, entre otros- participa de manera activa
presentando nuevas teorías en sus proyectos y, a su vez, utilizando la Grilla CIAM como una
herramienta de crítica.
Alison y Peter Smithson junto con Bill y Gill Howel representando al grupo MARS, exhibieron la Urban
Re-Identification Grid en la que los Smithson plantean, por primera vez, su teoría de la estructura
urbana, un sistema articulado constituido a partir de una jerarquía de elementos asociativos que
expresa los diferentes niveles de asociación humana: casa, calle, barrio y ciudad. A diferencia de las
26
cuatro funciones de la Carta de Atenas, que descuidaban los aspectos de las relaciones humanas,
según Solá-Morales esta teoría era “una conceptualización de la forma urbana que abandonando la
división cuadripartita de la ciudad tal como se concebía en la Carta de Atenas pone al individuo en el
centro de la organización del espacio habitable.” (Solà-Morales, 1996, p. 47).
Figura 8 – Grilla de presentación del proyecto del grupo MARS en el CIAM IX para Golden Lane.
De esta manera, el grupo MARS presentó una variable a la típica grilla CIAM. La organizaron en dos
secciones, una primera parte con fotos de la calle y los niños jugando en ella; fotos que habían sido
sacadas por el fotógrafo Nigel Henderson en las calles del barrio Bethnal Green. Dichas fotos tenían la
intención de generar debate sobre la pérdida de carácter que había tenido la calle como espacio de
interacción, criticando esta pérdida como el mayor de los problemas de la ciudad contemporánea. La
segunda parte de la grilla presentaba el proyecto Golden Lane en función del nuevo modelo de
asociaciones humanas. De esta manera, introdujeron el «modelo de asociación» y el concepto de
«identidad» como nuevos puntos de debate en la arquitectura -ver desarrollo de dichos conceptos en
capítulo dos-.
El Golden Lane fue presentado por Alison y Peter Smithson en un concurso de 1952 para la
reconstrucción de un barrio de Londres, en el congreso de Aix-en-Provence es utilizado para
ejemplificar el modelo de asociación e identidad. En él, la vivienda estaba planteada como un refugio,
como el espacio personal de desarrollo del individuo. Las viviendas se asociaban a una calle aérea que
cumplía la función de ser el espacio de interacción y recreación, por lo tanto, conformaba el barrio. En
estas calles aéreas, según los Smithson, se le devolvía al individuo el lugar de esparcimiento que se
había perdido en la calle contemporánea, allí la comunidad podría interactuar y los niños podían tener
la primera conexión con el espacio exterior. De esta manera, el edificio estaba conformado por una
estructura compleja, que tendría la capacidad ser más receptivo a la necesidad de identidad y tendría
un acercamiento más complejo a la realidad del ambiente urbano de posguerra. A su vez, el Golden
Lane se presenta como una célula básica, capaz de ser multiplicada y asociada conformando sistemas
entrelazados en la trama urbana existente.
27
Por otra parte, Georges Candilis y Shadrach Woods -junto a otros representantes del grupo marroquí
del CIAM, llamado GAMMA- presentaron el proyecto L’habitat pour le plus grand nombre, un plan
ideado por ATBAT para realojar una comunidad musulmana que vivía en un asentamiento en la periferia
de Casablanca, Marruecos. ATBAT -Atelier des Batisseurs- fue fundado en 1947 por Le Corbusier como
un centro multidisciplinario de investigaciones, en el que trabajaban arquitectos, ingenieros y otros
técnicos. Candilis y Woods habían trabajado con Le Corbusier en la dirección de la obra de la Unité
d’Habitation de Marsella y una vez terminado el trabajo, en 1951, se dirigieron a áfrica donde junto a
Henri Piot, llevaron adelante la sede de ATBAT-Afrique.
Figura 9 - Grilla de presentación del proyecto del grupo GAMMA en el CIAM IX para L’habitat pour le plus grand nombre.
Para el proyecto de Casablanca, los arquitectos se adentraron en el estudio del hábitat musulmán,
tomando como punto de partida la tipología de casa que abre sus espacios hacia un patio interior
abierto, éste cumple múltiples funciones, entre ellas la de ventilar e iluminar de la vivienda y por otra
parte, ser centro de la actividad familiar.
La forma de los edificios es entonces determinada por los dos aspectos: ante todo, por el
aspecto de la vida que se desarrolla dentro de los edificios, y, luego, por el aspecto de las
actividades de la comunidad que tienen lugar entre inmuebles. (Joedicke, 1968, p. 17).
Al igual que los Smithson con el Golden Lane, analizaron el proyecto con un enfoque diferente al
tradicional de los CIAM. Dejando de lado la grilla habitual dividida en las cuatro categorías, abordaron
el problema de la vivienda desde un enfoque integral y cualitativo que estudiaba el funcionamiento del
edificio y la vida cotidiana en torno a él. Presentaron una grilla dividida en dos partes, la primera parte
con fotos, textos y dibujos retratando al asentamiento como el producto del continuo proceso de autoconstrucción irregular: construcción, alteración y demolición. La segunda parte, mostraba un análisis
de la vivienda tradicional musulmana. De la grilla se podía concluir que para el diseño de L’habitat pour
le plus grand nombre los arquitectos habían prestado especial atención a las condiciones sociológicas
28
y culturales en las que vivían los habitantes en las villas marroquíes tradicionales, para generar de esta
manera, una casa que diera lugar a la necesidad de identidad de la cultura musulmana.
De esta manera, Candilis y Woods en la misma línea teórica que los Smithson, pero trabajando en un
contexto totalmente diferente, plantean en el CIAM IX la compatibilización de un bloque típicamente
moderno con las células habitables de la tradición introvertida del patio, mostrando así, la intención de
construir una arquitectura para un contexto y habitante específico, que sea capaz de lograr que el
usuario se identifique con ella.
Jaap Bakema, en representación del grupo alemán del CIAM -OPBOUW-, presentó el proyecto
Alexanderpolder, un prototipo para una ciudad satélite al este de la ciudad de Rotterdam. El grupo
OPBOUW por medio del Alexanderpolder, plantea el estudio que venía desarrollando en torno al
concepto de unidad vecinal y sus vinculaciones, definiendo así el tamaño, la cantidad de unidades
vecinales que formaban un distrito y la búsqueda de la armonía del conjunto urbano en su totalidad; de
esta manera, mediante el Alexanderpolder subrayaron “la necesidad de ‘interrelación’ como elemento
básico del pensamiento y el diseño arquitectónico urbano.” (Bakema, 1970, p. 8).
Figura 10 - Grilla de presentación del proyecto del grupo OPBOUW en el CIAM IX para Alexanderpolder.
De este modo, establecieron el barrio como unidad básica y consideraron que 8 unidades vecinales
formaban un distrito. La unidad vecinal presentaba una variedad de tipologías -desde la vivienda
unifamiliar mínima hasta el bloque de vivienda colectiva- permitiendo así, la incorporación de familias
de diferentes tipos y tamaños, lo que deja espacio a los diferentes tipos de habitar. El barrio, por otra
parte, contenía todos los servicios necesarios para abastecer a la comunidad, su propia escuela
primaria, locales comerciales y otros servicios. En el Alexanderpolder, además de mostrarse el estudio
sobre la forma como base de la interrelación, se consideraba “la planificación urbanística como un
trabajo de composición de espacios y de edificios que tengan en cuenta el género humano y sus
exigencias.” (Andreas, 1978, p. 9).
29
Tanto el grupo MARS, como el ASCORAL y el OPBOUW presentaron en sus proyectos estructuras de
relacionamiento similares, compuestas de varios niveles de asociaciones humanas que reconocían la
necesidad de identidad del individuo y, de manera análoga, defendían una arquitectura “partiendo de
la trama misma de la vida, un equivalente de la complejidad de nuestra manera de pensar, de nuestra
pasión por el mundo natural y de nuestra fe en la nobleza del hombre.” (Smithson A. , 1966, p. 37). De
la misma manera, John Voelcker expresa:
Apenas nos conocíamos entre nosotros, pero en el transcurso de una quincena descubrimos y
aceptamos que todos teníamos una actitud en común, que todos estábamos tratando de
encontrar medios a través de los cuales esa actitud pudiera volverse un enfoque y en
consecuencia una fuerza positiva dentro del planeamiento urbano. 9 (citado en Strauven, 1992,
p. 54).
El congreso IX tiene la particularidad de ser el punto de inflexión en el conflicto ideológico surgido entre
las distintas generaciones de arquitectos. Los jóvenes buscaban rejuvenecer y actualizar los CIAM con
una fuerza positiva que generara una planeación urbana más acorde a las necesidades humanas del
momento. Los integrantes más antiguos del CIAM, ante esta situación, reconocían la sensibilidad y
compromiso con que los integrantes más jóvenes hacían frente a la posguerra como el motor para
resolver las necesidades de la situación presente de manera más adecuada, por lo tanto, el comité
organizador del CIAM decide encomendar a los más jóvenes la organización el décimo congreso a
llevarse a cabo en Dubrovnik, en 1956, bajo la temática del «hábitat humano».
HACIA EL TEAM X
Figura 11 – Reuniones de preparación del CIAM X.
Entre el CIAM IX y el CIAM X se desarrollaron una serie de reuniones intermedias de carácter
extraoficial que sirvieron para encausar la temática a desarrollar en Dubrovnik (ver figura 11). En enero
de 1954 tiene lugar la primera reunión, fue organizada por Jaap Bakema y Sandy van Ginkel y se
30
desarrolló en Doorn, Países Bajos. Se abordó la necesidad de actualizar la Carta de Atenas,
considerando que había sido un método efectivo para contrarrestar el caos del siglo XIX, pero obsoleto
para la situación de posguerra del siglo XX.
Partiendo del análisis de porqué este documento del CIAM no estaba produciendo ciudades de calidad,
ahondaron en la creación de un documento que moldeara los temas de discusión sobre hábitat que les
parecían pertinentes. En este documento -La Declaración del Habitar- se introduce un nuevo criterio de
planeamiento en el que la comunidad, su carácter y entorno son tenidos en cuenta a la hora de
proyectar. A su vez, plantearon una nueva escala de asociación -fundada en ‘la sección del valle’, un
esquema del biólogo Patrick Geddes- para el estudio urbano de las comunidades, que contemplaba los
diferentes tipos de asentamientos geográficos y sus grados de complejidad: metrópolis, ciudad,
poblado, vivienda aislada. De este modo, se establecen las bases que serán utilizadas para presentar
los proyectos en el CIAM X y, a su vez, se plantea la teoría que sustentará el documento fundacional
del Team X -el Manifiesto Doorn- el cual será publicado por Alison Smithson a partir del encuentro de
Doorn (ver en página 44).
En medio de estas reuniones interinas, también surge el origen del Team X como grupo oficial. El
término aparece por primera vez en algunos documentos presentados en la reunión de setiembre de
1954 en París, documentos en los que Georges Candilis se autodenomina como Equipe X haciendo
referencia al equipo encargado de preparar el CIAM X, es a partir de esta fecha que los integrantes
mayores del CIAM los empiezan a reconocer como Team X.
CIAM X – Trabajando sobre el nuevo concepto de hábitat
Finalmente, en agosto de 1956, se lleva a cabo el CIAM X en Dubrovnik. Extrañamente, este congreso
no contó con la presentación ni participación de los miembros fundacionales del CIAM -Le Corbusier y
Walter Gropius entre ellos-, muchos habían presentado su renuncia antes de dicho evento. Este
comportamiento despertó gran rechazo en los integrantes del Team X, especialmente en Alison
Smithson que veía dificultades para reformular y renovar el CIAM desde adentro, debido a la postura
reticente de la generación mayor. El congreso tuvo un carácter retrospectivo, en un principio, con el
discurso de José Lluís Sert acerca dela trayectoria de los CIAM; y dio lugar a la controversia en su
desarrollo, con la presentación de siete proyectos del Team X que planteaban los nuevos enfoques
para la planeación urbana, “un sutil pero contundente ataque a los criterios canónicos de la arquitectura
del Movimiento Moderno.” (Solà-Morales, 1996, p. 48).
En concordancia con lo definido en las reuniones de preparación del CIAM X, las ponencias abordaron
el tema del habitar desde la concepción de cada comunidad singular en su contexto particular. Alison
31
y Peter Smithson exhibieron un conjunto de viviendas que ejemplificaban los diferentes tipos de
asentamiento de la sección del valle: vivienda aislada, poblado, ciudad y metrópolis (ver figura 12). Por
otra parte, presentaron una serie de diagramas y conceptos teóricos bajo el título de The whole
problema of environment, en el que presentan los conceptos de: identidad, movilidad, asociación,
crecimiento y cluster; siendo éstos los fundamentos del discurso teórico del Team X durante los años
siguientes.
Figura 12 – Grilla de presentación de Alison y Peter Smithson, de izquierda a derecha: casa aislada, poblado, ciudad, metrópolis.
Burrows Lea Farm se presentó como vivienda aislada, una casa de campo en medio de tierras
agrícolas. El proyecto planteaba minimizar el área de suelo que ocupaba la casa para no interferir con
los huertos circundantes, a su vez, se buscaba generar un espacio exterior privado, refugiado del
entorno. Para lograrlo generaron un montículo de tierra rodeando la vivienda, este generaba un espacio
privado a nivel del suelo separado de los huertos, pero por su baja altura, permite que la vivienda tenga
visuales en todas las direcciones. El poblado fue presentado mediante el proyecto Fold House, un
arquetipo de vivienda que podía ser implantado en un conjunto de casas existente. Las mismas podían
ubicarse de manera asociada o aislada y tenían la particularidad de tener un muro de la misma altura
que la casa, que servía como protección contra el viento. Close Houses fue el proyecto para representar
la ciudad. Se trataba de un conjunto de casas de poca altura articuladas por un corredor común techado,
al que cada casa abría su porche de acceso. El elemento corredor podía ser asociado con otros
corredores formando un racimo de casas asociadas con una red circulatoria interna. Para la categoría
de metrópolis presentaron un proyecto de edificio de doce pisos de altura que contenía 180 viviendas
dúplex, el South facing terraced houses. Este proyecto planteaba la posibilidad de rellenar huecos en
la trama urbana de la ciudad, reparando los espacios que dificultan al individuo comprender su entorno
e identificarse con él.
32
Por otra parte, Aldo van Eyck presenta el proyecto para el poblado de Nagele en Noordoostpolder.
Dentro de estos paisajes típicos holandeses de tierra ganada al mar, como son los pólderes, Aldo van
Eyck -representando al grupo De 8- enseña el proyecto basado en una organización mixta no jerárquica
de grupos sociales. Se estructuraba en pequeñas asociaciones de bloques de vivienda en torno a
grandes parques verdes centralizados. Los edificios públicos se ubicaban en la zona central, las
viviendas forman una banda en torno a éstos, teniendo una relación equitativa con la zona central. El
poblado, a su vez, es rodeado por una plantación de árboles que trabajarían como corta vientos, para
minimizar la incidencia del clima ventoso típico de los pólderes.
Asimismo, Van Eyck presentó la grilla Lost identity (ver figura 13) en la que mostraba algunos diseños
para los parques infantiles que había estado diseñando en los vacíos urbanos propios de la Segunda
Guerra Mundial, en la ciudad de Ámsterdam. La estrategia del arquitecto era darle un nuevo uso a estos
espacios obsoletos que pudiera generar identidad en la población, sitios con funciones lúdicas para los
niños de la ciudad. Para ello Van Eyck hacía mejoras inmediatas utilizando mínimos recursos,
rehabilitando y generando así rápidamente estos espacios públicos. Van Eyck llegó a diseñar alrededor
de 700 parques, que le sirvieron como laboratorio para el desarrollo y prueba de ideas. La grilla de
presentación de los parques consistía en fotos y textos que habían sido construidos desde un punto
poético y metafórico haciendo referencia al trabajo que enfrentaban los arquitectos y a su vez,
presentaba soluciones realistas.
Figura 13 – Grilla de presentación de Aldo Van Eyck para pérdida de identidad.
Finalmente, el congreso llegó a su fin, así como también lo hizo la estructura jerárquica de organización
de los CIAM. El CIRPAC -comité organizativo de los congresos- anunció su renuncia a partir del 31 de
diciembre de 1956. A partir de esta fecha las reuniones se desarrollarían mediante presentaciones
individuales sin un presidente, favoreciendo una dinámica más democrática. La organización del
próximo congreso fue designada al comité de jóvenes que había preparado el CIAM X.
33
CIAM XI - Fin del CIAM
El congreso de Otterlo se celebró en el museo Kröller-Muller de Henry van de Velde en setiembre de
1959. Los primeros seis días del congreso, se dedicaron a la presentación de proyectos que brindaron
nuevos enfoques y soluciones en materia de habitar, teniendo en cuenta la relación entre edificio y el
entorno. Para ello, se presentaron proyectos de vivienda realizados en contextos extremos, como el
plan para un pueblo ecológico en el ártico exhibido por Ralph Erskine y otro para el Sahara del
arquitecto Hernan Haan. Los últimos dos días de congreso fueron un trabajo reflexivo acerca de la
actividad de los CIAM. Veinte países estuvieron representados en el concurso que tuvo una asistencia
de más de cuarenta participantes, entre ellos, una importante presencia de los jóvenes. Por otra parte,
este congreso contó con la presencia de algunos arquitectos de la generación intermedia: Ernesto
Nathan Rogers, Ignazio Gardella y Vico Magistretti de Italia.
El clima de la reunión de Otterlo fue de enfrentamiento. A finales de la década del 50’ se había
comenzado a evidenciar una diferencia de posiciones entre italianos e ingleses con respecto al
movimiento moderno, hecho que dejaba entrever la poca trascendencia que había tenido dicho
movimiento en la península italiana y la gran diferencia entre los contextos. Alison y Peter Smithson, y
principalmente Reyner Banham, en contraposición a Ernesto Rogers y el resto de los italianos
encabezarán una de las discusiones ideológicas más vehementes de la época, discusión que se verá
reflejada principalmente en dicho congreso, así como también en las siguientes reuniones del Team X.
A su vez, las revistas Architectural Review y Casabella serán el medio para la discusión entre estos
arquitectos, en éstas se generará una lucha teórica.
El proyecto que desató la discusión en Otterlo fue la Torre Velasca de Milán, proyecto del grupo BBPR
al que Peter Smithson acusó de ser formalista e historicista. Bakema en sintonía con los Smithson lo
acusó de comunicar eventos pasados y resistirse a la contemporaneidad usando formas antiguas, sin
poder generar un lenguaje nuevo. El debate manifestó la brecha cultural entre estos dos enfoques con
respecto al papel de la historia en la arquitectura moderna. Es por este motivo que los italianos no
forman parte del Team X, a excepción de Giancarlo de Carlo.
Dejando de lado la polémica, uno de los proyectos más destacables -en cuanto a implantación y
contemplación del contexto ecológico- fue el prototipo de ciudad ártica de Erskine. En éste, utilizó
recursos para proteger a la comunidad de las condiciones climáticas, para ello conformó una edificación
perimetral de gran altura -a modo de muralla- que serviría de pantalla ante el viento inhóspito del norte,
este y oeste; y ayudaría a disminuir las pérdidas térmicas. A su vez, la ciudad se implanta de manera
escalonada -orientada al sur- aprovechando la ladera de la montaña, de manera de captar la mayor
cantidad de radiación solar. La construcción perimetral es la edificación de mayor altura y se cierra al
exterior -teniendo pocas y pequeñas ventanas- mientras que se abre al interior de la ciudad donde se
34
ubican los espacios públicos y edificios comunitarios. Mediante estos recursos, en el interior de la
ciudad se genera un microclima más propicio para el desarrollo de la vida comunitaria.
Figura 14 - Presentación de Ralph Erskine acerca del proyecto para una ciudad ártica, fotomontaje y esquemas.
Finalmente, el congreso de Otterlo marca la disolución definitiva del CIAM, una decisión que fue
impulsada por el grupo de miembros más jóvenes. Desde el primer congreso luego de la Segunda
Guerra Mundial -Bridgwater 1947- los integrantes del Team X habían tenido la intención de unirse al
CIAM, no con el objetivo de darle fin. Durante los primeros congresos de la posguerra su prioridad fue
agitar la discusión y dirigir la atención a los problemas de falta de identidad y al hábitat. Ante esta
actitud, la respuesta de la vieja guardia del CIAM no fue satisfactoria para los jóvenes, “Mientras que
por todos lados el viento soplaba fuerte, la mayoría de los arquitectos del CIAM ni se movían. Como si
estuvieran asustados, estaban ciegos y sordos ante las grandes cosas que estaban sucediendo.” (van
Eyck, 1982, p. 46).
Según Tentori la generación del Team X estaba ansiosa por debatir los aportes de la tradición moderna,
encontrar sus cualidades y contradicciones, para así fomentar -desde el interior- un cambio cualitativo
hacia una arquitectura acorde al momento. Sin embargo, los mayores del CIAM parecían ir en otra
dirección o, mejor dicho, parecían no querer moverse, “Sin las sacudidas de los Smithson y de sus
amigos, probablemente se hubiera seguido hablando -en el CIAM- de crisis y de situaciones delicadas,
pero sin decidirse a hacer nada; todo seguiría vegetando.” (Tentori, 1969, p. 45). De este modo, las
teorías que el CIAM había desarrollado a partir de 1933 se hacían cada vez más incongruentes con la
realidad contemporánea, tal vez, ese sea el motivo por el cual los jóvenes reabrieron el antiguo debate
ideológico entre la vanguardia y la academia.
Los fundadores del CIAM -aquellos que en 1928 se habían unido para defender la arquitectura moderna
de sus enemigos, los cuales miraban al pasado- sin darse cuenta se habían convertido en algo muy
similar para la nueva generación, “Si podemos definir el academicismo como la actitud de responder
con soluciones del ayer a los problemas de hoy, entonces, evidentemente, los objetivos técnicos y
35
estéticos de una verdadera arquitectura (o un arte verdadero) deben estar en permanente cambio.”
(Banham, 1969, p. 7). Por tanto, el CIAM inmóvil y mirando al pasado, no era otra cosa que la academia
de esa época.
Esta nueva generación reaccionó contra la tiranía del funcionalismo. Pero sobre todo abrió con
una nueva madurez una perspectiva innovativa de la arquitectura, y notablemente, del diseño
urbano. Las hipótesis mecanicistas y sobre todo idealistas del «racionalismo» anterior,
evolucionaron a partir de esta Tercera Generación; van unidos a un clasicismo, a un misticismo
y a un sentido de ordenar la arquitectura y la ciudad con la naturaleza toda, descubriendo las
leyes orgánicas de constitución de los sistemas. (Munizaga Vigil, 2000, p. 64).
La agonía que venía padeciendo el CIAM desde el congreso de Bridgwater -1947- ante el impulso de
los jóvenes por incorporar estos nuevos valores y enfoques a la arquitectura, culmina simbólicamente
en Otterlo -1959-, donde Le Corbusier declara que los únicos capaces de percibir “‘la patética urgencia
de la situación presente’” (citado en Frampton, 1993, p. 275), son aquellos que se encuentran en el
corazón del presente período.
Figura 15 – Integrantes del Team X declarando la muerte del CIAM.
36
C2
TEAM X: CONSTRUYENDO SU PROPIA IDENTIDAD
Está haciendo nuevamente frío aquí, y como siempre,
comienzo a pensar en cómo dar calor a la arquitectura,
como hacer que nos abrigue y rodee. Después de todo,
la gente compra ropas y calzado del tamaño
conveniente y sabe reconocer cuando le quedan bien.
Es el momento de encontrar la cosa construida que
también les -y nos- quede bien. (Smithson A. , Manual
del Team X, 1966, p. 4).
37
Una vez disuelto el CIAM, los arquitectos jóvenes tomaron la responsabilidad de continuar con los
encuentros de arquitectura, ahora bajo el nombre de Team X; con un perfil distinto, a modo de
movimiento. Sustituyeron los congresos por reuniones más informales entre colegas, esta vez con el
propósito de no definir las llamadas «verdades universales» como venía haciendo el Movimiento
Moderno. Max Risselada sostiene que: "El principal objetivo de estas reuniones fue la presentación y
discusión de proyectos diseñados por el participante individual."10 (2005, p. 16).
El Team X comenzó así una nueva trayectoria interesada especialmente en la redefinición de
las tesis del Movimiento Moderno, con el fin de dar sentido a una labor profesional centrada
cotidianamente en resolver los problemas de la vivienda social y la reconstrucción de las
ciudades respectivas afectadas por la guerra. (Correa, Fochs, Rovira, Garnica, & Maldonado,
2006, p. 100).
El hecho de que las reuniones del Team X hayan sido poco ortodoxas y no se produjeran doctrinas ni
manifiestos como método -a excepción del Manifiesto de Doorn el cual estudiaremos a continuacióngenera que no hay demasiados registros sobre sus reuniones y trabajo que daten de aquella época, y
que estén disponibles en la actualidad. Si bien contamos con algunos documentos que plantean las
bases teóricas del Team X de manera muy clara, como el Manifiesto de Doorn, el Manual del Team X
y el libro Estructuras Urbanas, dichos documentos son excesivamente breves y esquemáticos como
para reflejar de manera convincente la experiencia del grupo durante aproximadamente dos décadas.
A su vez, los encuentros se nutrieron de la participación de arquitectos de diversas nacionalidades que
fueron integrando el Team X de manera discontinua. Esto generaba una gran variedad de opiniones
como resultado a cada reunión. Esta riqueza y diversidad de opiniones es otro aspecto característico
del grupo y a su vez lo que hace tan difícil delimitar una ideología colectiva.
Bajo esta perspectiva, definir los pensamientos teóricos que determinen los estatutos del Team X, no
se puede concebir tan claramente como con los principios del Movimiento Moderno, debido
principalmente a que no comparten la definición de teorías universales y a la escasa publicación de su
visión -como grupo- sobre cómo afrontar la arquitectura contemporánea. De este modo, podríamos
decir que los pensamientos de este grupo son la sumatoria de las diversas opiniones de cada miembro
-que en su mayoría, se encuentran expresadas en pequeños artículos que cada uno de los integrantes
fue publicando y/o recopilando en revistas de época-; por lo tanto, a partir de las ideas, en las que
mayormente se centraron cada uno de sus integrantes, definimos los «pensamientos teóricos
generales» del Team X; siendo justamente esto lo que los unió y llevó a hacer frente a los organizadores
de los CIAM apostando por una arquitectura más humana.
Creemos que la mejor manera de discernir una línea común, que nos defina los «pensamientos teóricos
generales» del Team X es mediante dos secciones: en primer lugar, un desarrollo acerca de los
38
encuentros del grupo que evidencie cómo eran y de qué modo se diferenciaban de los CIAM. En
segundo lugar, a partir de una serie de fuentes diversas -textos, publicaciones y declaraciones de los
miembros del Team X-, a modo de diccionario explicaremos de forma ordenada las principales ideas
que proponía el equipo, creando así un catálogo con los temas más significativos, que en su totalidad
aportan una visión global de sus propuestas teóricas. A partir de este procedimiento, el presente
capítulo aborda la construcción de la identidad del Team X, desde la voz de sus propios integrantes.
LAS REUNIONES DEL TEAM X
Tanto la fecha de construcción del Team X, como la cantidad de integrantes del mismo, son datos
inciertos debido al proceso de desarrollo que tuvo el grupo, y la variabilidad de integrantes que tenían
sus reuniones. Teniendo en cuenta los hechos estudiados en el capítulo anterior, reconocemos que el
Team X comenzó a trabajar como tal luego del CIAM IX, en 1954 durante la preparación del CIAM X.
Sin embargo, fue a partir de 1960 que comenzaron a llevarse a cabo los encuentros del Team X. Del
mismo modo, reconocemos una gran variabilidad de miembros entre una reunión y la siguiente. En
consecuencia, -como se puede ver en la figura 16- realizamos un registro de las reuniones oficiales del
Team X y los participantes que asistieron a ellas, mediante el cual reconocemos que hay cierto grupo
de individuos que, por su continua presencia y actividad, concluimos que forman el «círculo íntimo» del
Team X, estos son: Jaap Bakema, Georges Candilis, Giancarlo De Carlo, Alison Smithson, Peter
Smithson, Aldo van Eyck y Shadrach Woods.
Enfocándonos en los encuentros, la modalidad de los mismos pasó a ser muy diferente de la de los
Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna, mientras que éstos -como estudiamos en el
capítulo anterior- se trataban de congresos resolutivos, los encuentros del Team X eran simplemente
reuniones de trabajo, en las que se hacía hincapié en la intervención activa de cada uno de los
participantes, fomentando el intercambio de ideas entre pares, evitando convertir sus discusiones en
dogmatismos. El propio Georges Candilis explica que los encuentros se realizaban "sin ninguna
pretensión de ser asociación doctrinaria, simplemente equipos de amigos, que intercambian resultados
de sus búsquedas." (1968, p. 15). Para esto, en los encuentros -a diferencia de los CIAM- no se
proponía un tema en común sobre el cual discutir y debatir, sino que cada participante exponía un
proyecto el cual explicaba al resto de los miembros del Team X e invitados de la reunión.
Así mismo, Montaner (1993, p. 31) explica que, mediante un método experimental y empírico, durante
los encuentros iban analizando caso por caso, sin definir grandes teorías ni proponer grandes prototipos
de aplicabilidad universal. Esta actitud experimental consideraba el contexto como una realidad
cambiante y pasajera por eso se debía usar una actitud pragmática adecuada a cada proyecto
particular, que se enriqueciera de multiplicidad de opiniones sin cortar ningún proceso de debate.
39
Figura 16 – Esquema de reuniones del Team X y participantes que concurrieron a cada una de ellas.
Si observamos nuevamente la figura 16, podemos ver que la concurrencia a los encuentros era muy
variada, así como también lo era el carácter de cada encuentro. Hubo reuniones de carácter más
informal, las cuales se desarrollaron en una casa de temporada, -propiedad de alguno de sus
miembros- como vemos en la figura 17, así mismo, si realizamos un repaso por las sedes donde se
desarrollaron las reuniones, podemos apreciar también que hay encuentros donde la elección del lugar
se debe a que allí se sitúa una obra Team X, la cual los participantes que concurrían a la reunión
aprovechaban a conocer, tales como: la extensión urbana de Bagnols-sur-Cèze, Toulouse-Le Mirail, la
Universidad Libre de Berlín, el barrio Matteotti, entre otras. Otro aspecto influyente en el carácter de los
40
encuentros es que, a diferencia de los CIAM, las reuniones no estaban establecidas por un comité, si
no que eran organizadas por uno o dos integrantes del grupo y las mismas acomodaban las discusiones
a los casos que se presentaban y no a principios abstractos determinados con anterioridad. (Risselada
& van den Heuvel, Team 10 online, s.f.).
Figura 17 – Izquierda: Team X reunido en Toulouse-Le Mirail en 1971; Derecha: Team X reunido en Bonnieux en 1977.
Podríamos dividir dichos encuentros en dos etapas, por un lado, los realizados en la década del 60 y
por el otro los de la década del 70. Luego de una reunión preparatoria llevada a cabo en París, el primer
encuentro se realizó en Bagnols-sur Ceze, al sur de Francia, en julio de 1960; el cual fue organizado
por Candilis, Josic y Woods, -los cuales se encontraban desarrollando una intervención urbana en el
lugar-. Al mismo acudió el «círculo íntimo» del Team X, allegados e invitados ajenos al grupo que
estaban afines a participar. La finalidad de esta reunión era continuar con los asuntos conversados por
los miembros luego del CIAM en Otterlo y, al mismo tiempo, comenzaron a tratarse temáticas que luego
continuaron desarrollándose en las reuniones consecutivas. Durante este período el grupo introdujo,
tanto a la arquitectura como al urbanismo del momento nuevos conceptos, la mayoría desencadenados
a causa de las soluciones que los mismos proponían en sus proyectos para los "incontables concursos
organizados durante la transición de la posguerra al estado de bienestar." 11 (Risselada & van den
Heuvel, 2005, p. 17).
A pesar de que los participantes del Team X nunca quisieron ser catalogados de «miembros», y se
buscaba la intervención de nuevos participantes, las reuniones no resultaron ser tan abiertas como se
suponía que serían, las diferentes posturas del círculo íntimo del grupo, se hicieron cada vez más
fuertes y durante las reuniones existía la constante disputa sobre la dimensión que debía tener el grupo,
la naturaleza de las reuniones y quienes correspondía que concurrieran a ellas. Alison Smithson, por
ejemplo, se oponía vigorosamente a la presencia de James Stirling, de tal manera que "le negó una
parte de la historia del Team X simplemente omitiendo cualquier mención de él en su publicación
retrospectiva Team X Meetings, a pesar de la contribución de Stirling a la reunión de Royaumont."12
(Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 17). Por su parte, Aldo van Eyck sostuvo que la esencia del
Team X había muerto en el momento en que el nombre de John Voelcker no fue incluido en la lista de
41
integrantes del grupo que aparece en el Manual del Team X -editado por Alison Smithson en diciembre
de 1962-
Cuando descubrí que su nombre había sido tachado de la lista que Uds. podrán encontrar en
la p. 2 del Manual que fue editado y publicado en Inglaterra, me sentí triste y preocupado. Para
mí, en cierto modo, el Team X murió cuando ocurrió eso. Se resbaló y cayó en una zanja no
lejos de la del CIAM. (van Eyck, 1982, p. 47).
Finalmente, este "debate desencadenó algunos choques emocionales, llegando a un punto crítico en
la reunión de Urbino en 1966"13 (Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 85), En la entrevista realizada
a Manfred Schiedhelm -Arquitecto Alemán nacido en 1934. Colaborador del estudio de Candilis, Josic
y Woods, a partir de 1962 y participante de algunas reuniones del Team X- el mismo afirma que el clima
de las reuniones del Team X era:
Tenso, muy tenso… era difícil entre algunas personas. Aldo van Eyck era una persona muy
difícil… Alison Smithson tampoco era una persona muy fácil. ¡Siempre luchábamos! Quiero
decir, no a un nivel físico, claro está… ¡realmente luchábamos a un nivel intelectual! Diferencias
en sus opiniones y discusiones… Siempre acababa resultando que había aprendido algo de
los otros puntos de vista, ¡y esto es muy interesante! (Terres & Bosch, 2011).
Dicho encuentro fue el primero organizado por Giancarlo De Carlo, el centro educativo Collegio del
Colle acababa de ser inaugurado y se convirtió en el ambiente ideal para el evento. El tema del mismo
iba a ser la «intervención del automóvil en la arquitectura», el cual había sido propuesto por los
Smithson, Woods y De Carlo o el propuesto por Bakema «la relación entre 'mover' y 'permanecer' en
el proceso de urbanización». Fue la reunión más concurrida del grupo contando con aproximadamente
veinticinco participantes, lo cual, generó controversias entre el «círculo íntimo» del Team X. Si bien los
Smithson habían propuesto nombres de nuevos integrantes, fueron ellos los primeros en manifestar su
inconformidad con la ardua participación, ya que temían recaer en que los encuentros se transformaran,
más en congresos que en simples reuniones de trabajo como sucedió en los CIAM. (Risselada & van
den Heuvel, Team 10 online, s.f.). Luego de un gran intercambio de opiniones -sobre todo entre los
Smithson y van Eyck- durante la organización del encuentro en Urbino, los Smithson decidieron no
acudir a ella, notificaron esta decisión mediante una nota que expresaba “Nosotros no somos un Equipo
sin un punto de partida acordado"14 (Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 143).
Sin duda alguna la reunión de Urbino marcó una crisis en el desarrollo del grupo como tal, tanto es así
que en febrero del año siguiente se realizó otra reunión en Paris, para la cual De Carlo redactó un
documento en el cual el mismo se preguntaba "si debemos seguir con el Team X o si debemos llegar
42
a su fin"15 (Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 156). Esta crisis de identidad que estaba atravesando
el Team X, no fue solo de carácter interno, sino que también se encontraba influenciada por factores
externos que estaban sucediendo en Europa, como las protestas de los movimientos de
democratización en la revolución de mayo de 1968, los cuales entre otras cosas cuestionaban el trabajo
del Team X. Para ese entonces, Giancarlo De Carlo estaba encargado de organizar la Trienal de Milán
dedicada 'Il grande numero' la cual en el día de su inauguración fue tomada por los estudiantes, quienes
arruinaron parte del material expuesto. (Zardini, Team X online).
Luego de la crisis vivida en Urbino, entrados los 70, las reuniones tomaron un carácter más familiar, en
ellas se reunía el «círculo íntimo» con unos pocos invitados. En su mayoría, los encuentros se llevaron
a cabo en ciudades donde visitar obras recién inauguradas de los mismos. Esta etapa sirvió a los
integrantes para realizar una revisión de sus trabajos y reconsiderar los ideales del estado de bienestar,
como resultado de esta revisión Bakema, De Carlo, Erskine y van Eyck -entre otros- comenzaron a
explorar nuevas metodologías de trabajo, como la arquitectura participativa, donde con el fin de lograr
un proyecto más apropiado para el usuario, se busca disminuir las distancias entre el arquitecto y el
beneficiario incorporando las opiniones del mismo en la proyección y ejecución de la obra.
En 1977 se llevó a cabo la última reunión, en la cual como Candilis no había podido asistir al encuentro
de Spoleto en 1976, invitó al resto del Team X a su casa de vacaciones en Bonnieux -Francia-, a dicha
reunión varios de los invitados acudieron con sus parejas o hijos entrados en la adultez -como ya se
acostumbraba- por lo que esta resultó ser una reunión de gran carácter familiar. Todo el «círculo íntimo»
estuvo presente -a excepción de Woods quien falleció en 1973-, ajenos a este círculo que hemos
definido, solamente acudieron Ralph Erskine, Amancio Guedes, Alexis Josic y Manfred Schiedhelm.
(Risselada & van den Heuvel, Team 10 online, s.f.).
Jaap Bakema "quien era visto por los involucrados como la fuerza impulsora y de unión del Team X" 16
(Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 16), fallece el 20 de febrero de 1981. Para este entonces, van
Eyck y los Smithson se encontraban en medio de una discusión a causa de su choque de ideas que no
llegaron a resolver y de este modo, la ausencia física de Bakema -quien fue el único miembro que
acudió a todas las reuniones- desencadenó en que el historial de reuniones del Team X llegara a su
fin. Sin embargo, es de nuestro conocimiento que todos los miembros siguieron con su carrera
profesional por distintos caminos, -siempre unidos por sus ideales comunes- a pesar de esto mantenían
contacto entre ellos tanto de modo personal como profesional, pero ya no bajo el rótulo oficial de
«reuniones del Team X». (Risselada & van den Heuvel, Team 10 online, s.f.).
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DOCUMENTOS Y TEXTOS
Manifiesto Doorn
El primer escrito firmado por el Team X que podemos encontrar es el Manifiesto de Doorn (ver anexo
3), fruto del primer encuentro del Team X como tal, celebrado en la ciudad de Doorn -Holanda- en 1954
como una de las reuniones preparatorias del CIAM X. El encuentro fue organizado por Jaap Bakema y
Sandy van Ginkel y contó con la presencia -además de sus organizadores- de Aldo van Eyck, Hans
Hovens Greve, Peter Smithson y John Voelcker. A pesar de que aparentemente Alison Smithson no
acudió a dicha reunión, es la encargada de editar y publicar el documento pocos años después, por lo
que también se la reconoce como autora del mismo; ésta explica que dicho documento "fue en este
momento una declaración de guerra a los métodos aceptados hasta entonces sobre construcción de
vivienda y planeamiento urbano" (1970, p. 13). Esto se debe a que los integrantes del Team X, "de
forma colectiva, rechazaban las cuatro funciones del CIAM como categorías de diseño y en su lugar
proponían nuevas categorías basadas en la 'asociación humana' y en la relación de los edificios con su
localización ambiental." (Mumford, 2007, p. 115). Estas nuevas categorias son: casa, calle, barrio y
ciudad. Como el mismo Team X sostiene en las Draft Rules:
El método básico adoptado fue pensar en porqué el método analítico de la carta de Atenas no
estaba produciendo buenas ciudades… llegamos a la conclusión de que el análisis de las
cuatro funciones, si bien es una herramienta para clarificar el desorden de las ciudades, fracasa
cuando se enfrenta a la actual construcción y reconstrucción de las ciudades, es decir que no
pudo hacer un uso creativo de las fuerzas de la asociación humana, la cual es la base de toda
forma construida.17 (Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 48).
De este modo, en el manifiesto se presentan las nuevas posturas sobre el urbanismo de los años de
posguerra, haciendo hincapié en que, a la hora de proyectar, el carácter y el entorno de la comunidad
debe ser tenidos en cuenta. Es decir, “para comprender las asociaciones humanas debemos considerar
cada comunidad como un complejo total particular” 18 (Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 48),
sosteniendo que todos los casos son diferentes y no existe una única fórmula.
Para redactar este documento el grupo utilizó una estructura prágmatica de manifiesto, como venían
haciendo anteriormente los arquitectos modernos, sin embargo, se diferencia de los anteriores
manifiestos tradicionales en tres aspectos: La primera es el idioma en el cual se escribió el texto original,
los escritos de los CIAM se hacian en francés ya que los congresos se desarrollaban en francés, sin
embargo, el Manifiesto de Doorn se redactó en inglés. Esto nos muestra parte de la estrategia del Team
44
X, que decidió romper con los esquematismos de los CIAM. La segunda es que se introduce un termino
latino -Habitat- que ya habia sido presentado por Le Corbusier en el CIAM VIII, cuyo significado era
confuso para la época y podia ser entendido como una idea análoga a la habitación, o como un
concepto nuevo que, partiendo de la comunidad, pretendia entender el ambiente en el cual se
desenvolvia el individuo. La tercera es que verdaderamente no es un solo documento, si no dos, ya que
existieron dos versiones: La Declaración del Habitat y el Manifiesto de Doorn. El primero; La
Declaración del Habitat, lo utilizaron -junto a otros documentos que se pueden ver en el anexo 3- como
un documento preparatorio y de guia para orientar los trabajos que serian presentados en el CIAM X,
en el que se volvería a tratar el concepto de Habitat. El segundo texto -el aquí estudiado- es una
adaptación que Alison Smithon realiza y es publicado en la revista Architectural Design de julio de 1956.
Ambos textos son realmente muy parecidos, sin embargo, ademas de algunas diferencias con respecto
a la forma de los documentos, la Declaración del Habitat contaba con cuatro puntos y una explicación,
mientras que el Manifiesto de Doorn publicado en Architectural Design solamente presenta ocho
puntos, y a pesar de ser publicado en 1956 se firma ‘Holanda, 1954’, debajo Alison redacta un texto de
apoyo que data de 1956. Luego de esto, en la revista Uppercase N°3 en 1960 dirigida por Theo Crosby
se publica, por primera vez, la misma versión del manifiesto pero sin ningún texto de apoyo,
porteriormente dicha adaptación fue publicada en diversas revistas y traducida a diferentes idiomas. Si
bien podríamos definir el manifiesto como el documento fundacional del Team X, éste junto a la
Declaración de Habitat y las draft rules, son la base del pensamiento consensual del grupo.
Al leer el manifiesto, podemos reconocer el ideario humanista que nutría el espíritu de los integrantes
del Team X, si bien todos los integrantes del grupo tenían creencias y pensamientos diferentes, la
preocupación por el factor humano era un punto de convergencia entre todos, convirtiéndolo en el pilar
de sus propuestas arquitectónicas. Al mismo tiempo, podemos notar una intención de encontrar nuevas
definiciones, las cuales dan importancia a la complejidad de la ciudad en los años 50 y 60. Como
mencionamos anteriormente, se introduce el concepto de Habitat;
Para los zoólogos, la palabra 'habitat' significa el área natural en la que vive y procrea un animal;
para los botánicos, el área en la que florece una planta en particular. Además, el habitat puede
definirse como el área más adecuada para satisfacer las necesidades innatas y futuras del ser
humano. (Giedion, 2009, p. 671).
El Team X explica en el tercer punto del manifiesto que "el habitat refiere a la vivienda particular en un
tipo de comunidad particular" (Smithson & Smithson, 1970, p. 17). Así mismo, en el cuarto punto se
explica el significado de la construcción de un ambiente humano, desde la casa hasta la ciudad,
introduciendo diferentes ejemplos de comunidades -vivienda aislada, pueblo, ciudades pequeñas y
45
grandes ciudades- justamente esta diversificación entre los ambientes era la clave para evitar continuar
construyendo las mismas casas en todos los lugares.
En el punto cinco, el grupo evidencia que estos ejemplos de comunidades, pueden ser representados
en los distintos niveles del diagrama de organización territorial de Patrick Geddes -biólogo y botánico
escocés, radicado en Edimburgo, conocido también como fundador del urbanimo por sus pensamientos
innovadores en la materia- llamado The Valley Section -Sección del Valle- (ver figura 18), y se muestra
una adaptación que realiza Peter Smithson. El Team X adopta este recurso para mostrar y explicar de
mejor manera los conceptos del documento. Según Volker M. Welter; "los pensamientos de Geddes
fueron influyentes tanto para los CIAM después de la segunda guerra mundial, como para los esfuerzos
del Team X en superar las posiciones dogmáticas de las generaciones anteriores de modernistas
arquitectónicos."19 (2001, p. 89).
Figura 18 – Izquierda: diagrama de la sección del valle de Patrick Geddes; Derecha: Boceto de las escalas de asociación humana, incluido en la
Declaración de Habitar de Peter Smithson.
El historiador suizo Sigfried Giedion nos explica que "Geddes consideraba que la sociología
evolucionaba apartir de la biología, y utilizaba esta idea para mostrar el desarrollo de la ciudad" (2009,
p. 747). Para plasmar esta idea, Patrick Geddes realiza -en la sección del valle- un corte representativo
de una región geográfica que muestra el desarrollo orgánico de las ciudades. En el esquema podemos
ver la variabilidad del paisaje entre la montaña y el valle y, al mismo tiempo, los diferentes
agrupamientos humanos, en distintas etapas de producción y de urbanización, todas relacionadas con
el medio ambiente; de esta manera, Geddes plasma su principal pensamiento: "la ciudad es inseparable
del paisaje en que está emplazada y sólo puede entenderse en relación con su situación geográfica,
sus condiciones climáticas y meteorológicas, sus bases económicas y su herencia histórica" (Giedion,
2009, p. 746); de este modo, se entiende que cada lugar geográfico también va a presentar una
población con un carácter singular, un carácter de acuerdo al grado complejidad de su asentamiento.
Un estudio de una masa de tierra efectuado de este modo nos hace presentes muchas cosas;
como ser el margen de variaciones de su clima, su vegetación correspondiente y la vida animal
46
que la acompaña. (…) No se trata de una mera imagen política de un espacio coloreado en un
mapa liso sino de una región geográfica y una región antropológica, como así también de una
región en economía política. (Geddes, 1960, p. 18).
De esta manera, el esquema nos muestra la diversidad que existe en las comunidades y cómo los
modos de vida están relacionados con la topografía y el ambiente físico en el que se encuentran, lo
que significa que cada región geográfica genera diferentes trabajos y por lo tanto relacionamientos
humanos -por ejemplo, en el bosque el cazador o el leñador, en el lago el pescador, etc-. Esto hace
alución al concepto de Hábitat que se estaba tratando de introducir a la Arquitectura Moderna. La
importancia del esquema de Geddes radica en que, a partir de él, se entiende que cada lugar geográfico
es singular, tiene sus características propias y, por ende, la población que lo habite va a tener un
carácter único, un carácter de acuerdo al grado complejidad de su asentamiento.
Si bien Peter Smithson en el libro Conversaciones con estudiantes (2004, p. 38) explicaba que los
diagramas utilizados tenían muy poca importancia en el desarrollo de sus obras y que el esquema de
Geddes simplemente había llegado a sus manos como una especie de regalo de sus docentes, para el
Team X este diagrama "ilustraba a la perfección la nueva tarea del movimiento moderno: buscar
soluciones que hicieran justicia a las demandas y características concretas de un lugar determinado, lo
opuesto a las soluciones técnicas prescritas en casos muy variados" (Risselada & van den Heuvel,
Alison y Peter Smithson: De la Casa del Fururo a la casa de hoy., 2007, p. 104)“esto nos permitirá
estudiar las funciones particulares de las formas en su campo ecológico apropiado.” 20 (Risselada & van
den Heuvel, 2005, p. 48).
El grupo realiza una reinterpretación de la sección del valle de Geddes y elabora una nueva
organización urbanística, -con el objetivo de cambiar el abordaje que el CIAM venía teniendo desde la
concepción de las cuatro funciones de la Carta de Atenas, que no tenía en cuenta las condiciones
locales particulares- en la cual se presenta la casa rural, vinculada a la producción agrícola, pasando
por la zona pre-industrial hasta la ciudad industrial, que era la mayor conquista de la civilización y se
ubicaba en el eje del valle. Este nuevo esquema muestra, en primer lugar, la representación de una
estructura social de las sociedades humanas; en segundo lugar, un modelo de planificación
arquitectónico que tenía como base esa estructura social y; en tercer lugar, una herramienta conceptual
que llevaría al arquitecto a enfocarse en los contextos específicos dejando de lado los supuestos
universales. (Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 258). De esta manera, se pautan las líneas de un
urbanismo ecológico que se verá reflejado en los proyectos presentados en el CIAM X.
En la Figura 18, podemos ver la versión preliminar del esquema publicado en el Manifiesto de Doorn, este esquema es el que aparece en la Declaración de Habitar y en las Draft Rules-, en el cual debajo
de la sección del valle se adiciona una estructura piramidal, la cual dividen de manera jerárquica en los
47
diferentes 'campos' de 'asociaciones humanas'. El pico de la pirámide representa la ciudad, que
responde al mayor grado de complejidad, el cual va reduciendo hasta llegar a la cuarta sección del valle
la cual representa a la casa aislada. (Welter, 2001, p. 105).
Finalmente, si bien la intención del Team X era alejarse del dogmatismo de los CIAM, al redactar este
manifiesto, el grupo adopta sin darse cuenta la misma actitud partidaria que tenían los arquitectos de
la generación anterior, desarrollando sus ideas de manera pragmática -una de las cosas que ellos
mismos criticaban- por lo que rápidamente renuncian a esta doctrina y los resultados de sus encuentros
comienzan a aparecer publicados en libros y revistas a modo de artículos.
Por lo tanto, podemos decir que dicho manifiesto es el único texto doctrinario que desarrolla este grupo
de arquitectos y el último manifiesto del Movimiento Moderno, (Hereu, Montaner, & Oliveras, 1994, p.
290), mediante el cual lo que el Team X enuncia es "la importancia de que los arquitectos tengan como
cometido fundamental satisfacer tanto las necesidades físicas como las espirituales de las personas
'aspiraciones humanas', de manera que cada propuesta arquitectónica pueda estimular su crecimiento
en cuerpo y en mente". (Fernández Villalobos, 2012, p. 70).
Estructuras Urbanas
Urban Structuring es un libro publicado por los Smithson en Londres, en 1967. En él los autores
desarrollan los cinco conceptos propuestos para la superación de los lineamientos tradicionales de la
Carta de Atenas y sus principios racionalistas, estos son: Asociación, Identidad, Crecimiento, Cluster y
Movilidad. Si bien el texto básico fue publicado unos años antes en la revista Uppercase -editada en
aquel entonces por Theo Crosby- bajo el título Studies of Association, Identity, Patterns of Growth,
Cluster, Mobility, el libro amplía estos conceptos llevándolos a proyectos que habían realizado hasta el
momento. De esta manera "constituye uno de los hitos más importantes de los años cincuenta y sesenta
para definir las coordenadas de la búsqueda de una nueva estructura urbana" (Hereu, Montaner, &
Oliveras, 1994, p. 293).
Los conceptos desarrollados, son presentados en este trabajo bajo el mismo orden que se presentan
en el texto Estructuras Urbanas, haciendo referencia al orden cronológico natural con el que fueron
concebidos; los mismos "se han desarrollado a partir de la teoría general de la arquitectura moderna, y
la han modificado para acomodarse en una situación económica y social enteramente nueva" (Smithson
& Smithson, 1970, p. 3).
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I.
Modelo de asociación
El concepto de asociación fue presentado por primera vez por Alison y Peter Smithson en el CIAM IX
en 1953, llevado a cabo en la ciudad de Aix-en-Provence, dedicado al hábitat humano. Como hemos
explicado anteriormente, en la Carta de Atenas se describía a la ciudad de manera funcional en cuatro
estratos: habitar, trabajar, recrear y circular. El Team X realiza un estudio del comportamiento humano
y plantea un concepto de 'asociaciones humanas' que se opone a la estructura de la Carta de Atenas,
sosteniendo que ésta era muy diagramática y que, en la práctica, trajo como consecuencia el desorden
mecánico de la ciudad. Por lo tanto, la convivencia entre los seres humanos se encontraba limitada.
En el libro Estructuras Urbanas (1970, p. 13), se explica que fue muy importante llegar a comprender
los problemas del relacionamiento y las asociaciones humanas para poder plantear una nueva solución.
Como recurso, los arquitectos del Team X reformulan las viejas categorías de la Carta de Atenas
basándose en la escala humana y en el relacionamiento entre las personas. De este modo, plantean
una serie de elementos asociadores para que cada comunidad encuentre su lugar en los distintos
niveles de asociación. Para esto, es de suma importancia "considerar a cada comunidad en su entorno
particular" (Smithson A., citado en Hereu, Montaner, & Oliveras, 1994, p. 291), a través de una
articulación razonable y comprensible de escalas. Estas nuevas categorías -o niveles de asociaciónson: casa, calle, barrio y ciudad; donde el agrupamiento de casas genera la calle, la sumatoria de calles
forman el barrio y el conjunto de barrios conciben la ciudad; es decir que son categorías crecientes en
agrupamiento, tal y como lo demuestran en la figura 19.
Figura 19 – Diagrama de la jerarquía de escalas de asociación.
Los Smithson expresan que debemos comprender que los nuevos términos que utiliza el Team X -casa,
calle, barrio y ciudad- están utilizados de manera simbólica, los mismos "no deben ser tomados como
realidad, sino como ideas, y que será tarea nuestra la de hallar nuevos equivalentes de estas formas
de asociación para nuestra nueva y no demostrativa sociedad." (Smithson A. , 1966, p. 33). Los utilizan
49
en representación de este nuevo pensamiento, ya que el concepto detrás de estos términos ha ido
variando a lo largo de la historia.
Dentro de este estudio de asociación, la casa es planteada como el refugio del hombre, su célula
constitutiva, el lugar donde desarrolla su identidad apropiándose del espacio. A diferencia del
pensamiento funcionalista que planteaba la casa como Existenzminimun, el Team X propone una idea
más existencialista, que tiene en cuenta el espacio según el modo de vivir y de ocupar el territorio que
posee el hombre. "El hogar y el umbral son símbolos que, usados juntos, representan a la mayoría de
los hombres, la imagen de la casa." (Smithson & Smithson, 1970, p. 14).
La asociación de 40 o 50 casas generan la calle, el Team X plantea que en ella debe existir el
sentimiento de lazo social y de seguridad que mucho tiene que ver con el orden de la misma. La calle
no solo es parte de un sistema de circulación y acceso, es un espacio abierto, común, de interacción
social, en el que se da una interacción simple entre la casa y la calle. Por lo tanto, ésta debe incentivar
los vínculos de vecindad dando la posibilidad a la comunidad de conocerse entre sí.
Un conjunto de calles conectadas con servicios en sus intersticios, conforman un distrito, éste se
plantea como un barrio autosuficiente que brinda todos los servicios que una comunidad necesita, tales
como: almacenes, lugares de trabajo, centros comunitarios, centros educativos y espacios al aire libre.
Como explica Erskine, el barrio precisa de estos lugares para convertirse en 'vital' si no, no es más que
un organismo incompleto. (Collymore, 1983, p. 20).
Los barrios presentan los servicios necesarios para la comunidad que lo habita, pero cuando se asocian
entre sí surge la necesidad de servicios de mayor escala y complejidad, esta combinación conforma la
ciudad. En la ciudad el hombre tiene una experiencia personal y subjetiva, por medio de ésta genera
una construcción intelectual como comunidad que refleja la identidad. Como explicaban Alison y Peter
Smithson, a pesar de ser difícil definir los niveles de asociación, en la calle se genera el contacto físico
comunitario, en el barrio el conocimiento comunitario, mientras que la ciudad constituye el contacto
intelectual comunitario, conformando así una jerarquía de asociaciones humanas. (Smithson A. , 1966,
p. 19).
Nuestra jerarquía de asociaciones está tejida en un continuum modulado que representa la
verdadera complejidad de las asociaciones humanas. Esta concepción se opone directamente
al arbitrario aislamiento de las así llamadas comunidades, de la 'Unidad de habitación' y del
'barrio'. (Smithson A. , 1966, p. 33).
50
II.
Modelo de Identidad
En un mundo que tiende al anonimato es necesario, hoy más que nunca, que la arquitectura
desempeñe su gran rol de generar y preservar significados, de impedir que todo se unifique
hasta perder la capacidad de ser reconocible, sustituyéndole dignidad al ser humano. La
arquitectura debe preservar las diferencias. Esto es la identidad. Este es el fin moral de la
arquitectura y de la cultura entera. (de Carlo, G. en Arrascaeta, 1997, p. 56).
El Team X se oponía a la planificación urbana que partía de la Carta de Atenas ya que atendía
solamente los problemas de higiene y de organización provenientes del caos de la ciudad victoriana,
ellos consideraban que mediante este documento se creaban ambientes abstractos y anónimos, que
iban en detraimiento de la dignidad del ser humano y su capacidad de identificarse con su entorno.
Por lo tanto, como la ciudad hoy en día no existe de manera tradicional, ya que ha sufrido
transformaciones, el problema de volver a identificar al hombre con su medio ambiente no puede ser
resuelto mediante las antiguas formas de asociación de viviendas, calles, plazas y jardines
tradicionales, ya que la realidad social luego de la segunda guerra mundial ha cambiado, y lo que estas
viejas formas de asociación representaban ha dejado de existir. De esta manera, el grupo plantea el
concepto de identidad como la identificación del hombre con su ambiente, su ciudad, todo aquello que
lo representa como habitante de un lugar específico y a su vez lo diferencia del resto de los habitantes
del mundo justamente por eso, por habitar esa y no otra ciudad. Es necesario que la ciudad tenga en
cuenta las necesidades del comportamiento humano para su funcionamiento. (Smithson A. , 1966, p.
33).
El hombre puede identificarse fácilmente con su propio hogar, pero tanto con la población en
la que éste se encuentra situado. 'Permanecer' es una necesidad básica emocional y sus
asociaciones son del orden más simple. De pertenecer -identidad- proviene del sentido
enriquecedor de vecindad. (Frampton, 1993, p. 275).
El concepto de identidad que el Team X propone, fue la base del edificio Golden Lane de los Smithson.
Los arquitectos proyectan un edificio-ciudad donde la casa se identificaba como un refugio, un hogar,
en el que el individuo gesta su identidad y dicho hogar es una célula de la sociedad. Con la intención
de recuperar la calle como espacio de intercambio social, toman como premisa realizar una ciudad en
altura, para esto proponen calles en el aire que dan lugar al primer punto de contacto entre la casa y el
exterior, donde cada nivel es reconocido como un barrio en el cual la gente mantiene contacto directo,
compartiendo algunas de las actividades que conforman la identidad de la comunidad.
51
III.
Modelos de crecimiento
En el libro Estructuras Urbanas, Alison y Peter Smithson explican que luego de desarrollar los modelos
de asociación e identidad, al materializarlos en edificios, estos generaban sistemas muy complejos
relacionados entre sí, tales como los que existían en el momento. Los mismos explican que la principal
característica de las ciudades debe ser su adaptabilidad al cambio y no simplemente el crecimiento
ordenado que se venía trazando, a su vez, explican que no se podía consensuar una configuración
definitiva para la ciudad, por lo tanto, debían proyectar estructuras urbanas preparadas para crecer y
cambiar con el paso del tiempo. Por este motivo, plantean un nuevo modelo de "sistemas más libres,
capaces de cambiar y, particularmente en las comunidades nuevas, de mutar en escala e intención a
lo largo del tiempo." (Smithson & Smithson, 1970, p. 29), en contraposición a los modelos cerrados,
finitos y autosuficientes de la arquitectura moderna.
Los Smithson consideraban que las new towns que se habían llevado a cabo eran demasiado rígidas,
por lo tanto, proponen un nuevo sistema donde los únicos elementos fijos eran las calles y los servicios.
De este modo comienzan a realizar planificaciones urbanas, las cuales generan mayor libertad,
posibilidad de cambio y evolución, como por ejemplo en el proyecto Hauptstadt de Berlín -1958- y en
el estudio London Roads -1959-. (Smithson & Smithson, 1970, p. 29).
Woods manifiesta que "antes de la existencia del arquitecto planificador de la ciudad, ésta era el
resultado de la interacción de las casas con el medio. Las células han sido ubicadas en conjunto:
apiladas, escalonadas o desperdigadas," (Smithson A. , 1966, p. 39), sin embargo, en ese momento,
los arquitectos eran los encargados de construir la ciudad; como éstos no podían anticiparse a los
cambios que la ciudad sufriría con el pasar del tiempo, debían dejarla apta para que años más tarde
otro arquitecto pudiera continuar con la construcción de la misma -desde donde la habían dejado- sin
inconvenientes. Es por este motivo que Alison expresa:
A lo largo de nuestro trabajo hemos pensado en un plan que pudiera presentar una idea no
rígida, una forma de indicar por medio de dibujos, la dirección que la forma urbana podría tomar.
Estos dibujos pueden sugerir posibilidades que pueden conseguirse o hacerse evidentes sólo
cuando la primera parte haya sido construida. 21 (Smithson & Smithson, 2005, p. 56).
A partir de estos modelos de asociación, de identidad y de crecimiento planteados es que surgen dos
nuevos esquemas de urbanización: el cluster y el mat-building.
52
IV.
Cluster
El Cluster -Racimo- es un modelo específico de asociación que fue presentado, por primera vez, en
1956, en el CIAM X de Dubrovnik. El Team X plantea este concepto en contraposición al carácter
autosuficiente y acabado de las new towns. “Se advirtió que el error principal de las new towns inglesas
era el haber sido concebidas muy rígidamente; en 1956 propugnamos un sistema alternativo en el cual
la infraestructura –caminos y servicios- era la única cosa fija.” (Smithson A. , 1966, p. 21). Para esto,
partiendo de un núcleo -tronco común- al que se le conectan las viviendas, se forma una agrupación
de células que permite el crecimiento y la evolución mediante el agregado de nuevas células y de este
modo:
El proceso de planificación del «tallo» hacia el «racimo» tenderá a restablecer la densidad y la
escala del entorno. El principio de compensación de espacios en la ocupación de un lugar
determinado desaparecerá y el espacio exterior puede volver a ser pequeño o mediano, así
como grande y vacío. (Such Sanmartín, 2011, p. 9).
Figura 20 – Esquemas de generación de un cluster.
Esta búsqueda de alternativas sobre los diferentes tipos de agrupación de viviendas comenzó cuando
Alison y Peter Smithson arribaron a Londres, desde el noreste de Inglaterra, a finales de 1949 y
principios de 1950. En este momento pudieron observar como en Londres tenía lugar la ruptura de lo
viejo y el surgimiento de nuevos patrones de asociación. Como consecuencia directa del cambio social
y la nueva cultura del consumo, el automóvil, la publicidad y los comercios empezaban a generar
nuevas dinámicas. Estas dinámicas llevaron al surgimiento de los nuevos patrones de asociación explicados anteriormente- lo que generó un cambio en el orden de la calle.
53
Las necesidades de la nueva sociedad móvil, y los sistemas de comunicaciones que la sirven,
invalidan las técnicas existentes de planeamiento urbano, con sus jerarquías fijas de edificación
y de espacio anónimo… La construcción de ciudades inevitablemente requerirá que en los
edificios en sí mismos se reflejen cosas tan poco estáticas como el flujo y la velocidad, el
detenerse y el partir, y todas las otras variadas manifestaciones de las ocupaciones humanas.
(Smithson A. , 1966, p. 29).
De esta manera, el Team X parte de la tesis de que va a haber un edificio -una forma específica de
hábitat- para cada situación particular. Según Alison Smithson (2005, p. 24) los conjuntos de viviendas
construidos hasta 1952 tenían una buena resolución de las necesidades sociales que demandaban los
sociólogos oficiales de la época, pero les faltaba una cualidad vital, una cualidad sumamente necesaria
a la hora de lograr agrupaciones de personas de manera activa y creativa: la identidad.
Pensar la vivienda desde la directriz puramente analítica de la Carta de Atenas y sus cuatro funciones:
vivienda, trabajo, recreación y circulación, generaba comunidades en las que las asociaciones
humanas estaban expresadas de manera inadecuada. Por lo tanto, en respuesta a esto, -como vimos
anteriormente- en el Manifiesto Doorn se propone considerar las comunidades en su lugar particular
para poder comprender el patrón de asociación humana. El arquitecto Solà-Morales concluye que:
El cluster es no solo un racimo de uvas o un manojo de flores sino la reunión, la asociación de
aquello que vive conjuntamente, intercambiando sus flujos vitales en una convivencia que da
sentido al individuo como parte inseparable de un grupo humano más amplio. (Solà-Morales,
1996, p. 48).
Finalmente, podemos decir que el cluster es la solución que el Team X encuentra y propone en
respuesta a la búsqueda de conjuntos que respondan a los modelos de asociación, identidad,
crecimiento y movilidad, capaces de adaptarse al contexto -el hábitat- de la ciudad en la que se
implantan.
V.
Movilidad
El Team X, se muestra interesado en la nueva movilidad de las ciudades -modificada a causa del
aumento del uso del automóvil- desde el momento en que comienzan a estudiar la «vida en la calle» y
notan la repercusión que esta movilidad tiene tanto en la arquitectura como en el urbanismo. Alison
Smithson nos explica en el manual del Team X que "la movilidad, la variabilidad y elasticidad son
factores importantes en la arquitectura de hoy." (1966, p. 16). Desde la aparición del automóvil, el
54
esquema urbano ha cambiado, "La calle tradicional, considerada como un entorno activo está siendo
actualmente cambiada por el incremento de la movilidad." (Smithson & Smithson, 1970, p. 21). La acera
como expansión del hogar, como espacio de recreación para la comunidad y especialmente para los
niños ha perdido su valor. De esta manera, las ciudades también han perdido comunicación y por
consecuencia identidad. La sensación de libertad que genera esta movilidad -tanto física como socialen el ciudadano, se la debemos al automóvil, este "sentimiento de un cierto tipo de libertad, es una de
las cosas que mantiene unida a nuestra sociedad" (Smithson & Smithson, 1970, p. 51).
La movilidad es una de las características de este período, el automóvil obliga a un cambio de
paradigmas y a un nuevo planteamiento del sistema vial, dicha movilidad "no concierne solamente a
los caminos, sino al concepto total de comunidad móvil fragmentada." (Smithson A. , 1966, p. 19).
Debemos ser conscientes de que estos caminos conforman la infraestructura de la ciudad y que
aquellos que son de gran tamaño "tienen el mismo poder que cualquier hecho topográfico, tal como
una colina o un río; de manera que crean divisiones geográficas y en consecuencia, sociales" (Smithson
& Smithson, 1970, p. 52).
En la ciudad contemporánea a la época, la movilidad consistía en diferentes tipos de movimientos
generados tanto por los humanos, como por la máquina y también la naturaleza. El movimiento de la
máquina se acentúa con el tiempo eliminando el movimiento del ser humano. Sin embargo, "con ruedas
o sin ruedas, el hombre es esencialmente un peatón" (1966, p. 19) decía Aldo van Eyck, por lo tanto,
al descuidar el movimiento humano en la ciudad, ésta se vuelve incompleta y opresiva. Olvidarse del
peatón es igual a olvidarse del niño, que por medio de la calle conoce la ciudad, una ciudad sin espacio
para el niño se empobrece. Por este motivo el Team X manifestaba que realizar una avenida "a través
de un área construida, es un problema muy serio porque uno está cambiando fundamentalmente la
estructura de la comunidad." (Smithson & Smithson, 1970, p. 52).
Esta nueva red vial demandaba ser clara y de gran escala, de manera de generar un movimiento de
cargas igual en todos sus puntos para optimizar el uso del espacio. La principal propuesta que hace el
equipo es la de "darle al conductor y al peatón igualdad de derechos para la libertad de movimiento y
la libertad de acceso."22 (Smithson & Smithson, 2005, p. 45). Los Smithson manifestaban que cuando
hablamos de infraestructura vial, "para el arquitecto no se trata solamente de un sistema de tráfico,
pues a él le concierne la invención de tipos de edificación apropiados al nuevo esquema urbano que la
motorización requiere." (Smithson A. , 1966, p. 19).
55
Mat-Building
Otro aporte importante del Team X a la Arquitectura Moderna, es el concepto de edificio como matbuilding. El concepto fue introducido por primera vez en la reunión celebrada en la Universidad Libre
de Berlín, en 1973 (ver figura 21). Cabe destacar que dicha universidad se realizó mediante un
concurso, resultando como ganador el proyecto de Candilis, Josic y Woods -este proyecto es un claro
ejemplo de mat-building, el cual el propio Team X utiliza para explicar el concepto-. El encuentro conocido como The matrix meeting- fue organizado por Woods y Schiedhelm, sin embargo, Shadrach
no pudo concurrir -había sido diagnosticado de cáncer y falleció apenas tres meses después de la
reunión- fue Manfred Schiedhelm quien recibió en su oficina a 12 miembros del Team X.
Figura 21 – Desglose del entramado del mat-building: Universidad Libre de Berlín de Candilis, Josic, Scheidhelm y Woods.
Si bien Woods se refería a este tipo de edificaciones como groundscraper haciendo alusión al término
«rascasuelos», por la capacidad que los mismos tenían de expandirse en horizontal, fue Alison
Smithson quien los bautizó como mat-buildings (Such Sanmartín, 2011, p. 26), utilizando el término
«mat» como "un artículo plano, tejido o trenzado; ...cualquier crecimiento denso o torcido... una
matriz"23. (Avermaete T., citado en Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 307).
Ambos términos son igualmente expresivos y resumen algunas estrategias que se oponen a la
modernidad tal como se conocía hasta el momento. La forma no depende de la función; por el
contrario, no hubo formas apriorísticas pero ciertas actividades humanas que eventualmente
las definen24 (Domingo Calabuig, Castellanos Gomez, & Abalos Ramos, 2013, p. 91).
A raíz de esta reunión, en setiembre de 1974 Alison Smithson publica un artículo en la revista británica
Architectural Design llamado How to recognise and read a mat-building -Cómo reconocer y leer un matbuilding- con el fin de conceptualizarlo. En él, Alison afirma que dicho concepto tomó forma en distintos
encuentros del Team X, a principios de los 70, paso a paso, a través de proyectos que se iban
realizando, se fue moldeando y comenzó a transformarse en un término reconocible. Creemos
importante destacar que la intención de Alison con dicho artículo -como bien indica el título- era la de
reconocer y leer el mat-building y no definirlo como tal, es decir que se trataba de un escrito con un tipo
de enfoque más abierto, en donde se realizaba el estudio de determinadas obras arquitectónicas -
56
presentadas cronológicamente- y no de un ensayo teórico en el cual se definiera específicamente el
concepto. En dicha publicación se muestra una recopilación de distintos proyectos de diferentes épocas
del trabajo del Team X, en ellas para los Smithson podíamos reconocer "la evolución del concepto
desde las arquitecturas actuales hasta la Antigüedad. En cierto sentido, representaba uno de los
intentos más destacables de circunscribir las preocupaciones y los intereses comunes del Team 10 de
las últimas décadas." (Such Sanmartín, 2011, p. 24). Alison Smithson explica que:
Se puede decir que el mat-building personifica el anónimo colectivo; donde las funciones vienen
a enriquecer lo construido y el individuo adquiere nuevas libertades de actuación gracias a un
nuevo y cambiante orden, basado en la interconexión, los tupidos patrones de asociación y las
posibilidades de crecimiento, disminución y cambio. (2011, p. 1).
Cuando hablamos de mat-building nos referimos a edificios de baja altura y con alta densidad. La
elección del término «mat» por los Smithson no es casual, ya que la traducción literal del término sería
'edificio estera' haciendo referencia al tejido, lo cual de manera 'subliminal' nos sugiere la idea de
construir tejido -urbano-; también suelen ser llamados edificios «tipo alfombra». Éstos se caracterizan
por su adaptabilidad, la capacidad de crecer y extenderse por toda su área prácticamente sin límites,
creando espacios abiertos y cerrados. Esta idea de «tejido» como estructura espacial podía
reconocerse en los proyectos mostrados en el artículo, que incluye no sólo obras del Team X sino
también de Le Corbusier y Guillermo Jullian de la Fuente. Para los Smithson este tipo de edificación
"personificaba el anónimo colectivo, es decir, el conjunto de arquitecturas que con independencia de
su lugar y su tiempo, abarcaban el fenómeno en toda su complejidad." (Such Sanmartín, 2011, p. 26).
Mediante los mat-buildings se crean agrupaciones de alta densidad interior, que generan vacíos que a
la vez comunican los diferentes volúmenes, que sin dicho entramado no podrían estar comunicados
entre sí, para esto, se adopta un carácter horizontal que se basa en el contacto con la tierra de sus
patios, favoreciendo la creación de espacios sociales, generando de este modo su propio micro clima,
para ser una especie de «micro ciudad» con escalas muy dispares, generándole a estos edificios "la
capacidad de producir un paisaje en sí mismo." (Such Sanmartín, 2011, p. 27).
Los Mat-building son edificios que se basan en la máxima interconexión y asociación de las partes, en
la posibilidad de crecer o decrecer, de cambiar o intercambiar. Los mismos se conciben mediante
intersecciones de planos horizontales y verticales, formando una especie de red o entramado que se
convierte en un sistema adaptable y con posibilidad de crecimiento independientemente de la forma del
territorio y del contexto del entorno. Generalmente para formar la red, se tomaban dos tramas
diferentes, una dedicada a la función y otra dedicada a los patios superponiéndolas. De este modo se
trataba de mostrar la lógica de algunas ciudades, para tratar de crear buenas relaciones entre las
personas.
57
Finalmente, el concepto mat-building es a veces confundido con el concepto de cluster, sin embargo,
la gran diferencia entre ellos es que; a pesar de que ambos proponen una integración y sociabilización
entre los individuos que lo habiten, los cluster no generan una micro ciudad si no que generan un tramo
de ciudad que se integra democráticamente al contexto.
Neo brutalismo
El término «neo brutalismo» fue introducido, por primera vez, haciendo referencia a un movimiento
artístico nativo, por el crítico británico Reyner Banham -quien no era integrante del Team X-, en la
revista Architectural Review de 1955. Sin embargo, él mismo explica que el calificativo neobrutalista
había sido utilizado anteriormente por Hans Asplund en una carta escrita a Eric de Maré -la cual se
publica un año después en la misma revista- donde Asplund explica que utilizó el término para calificar
los dibujos de una casa en Uppsala que estaban construyendo dos colegas suyos. El origen de dicho
movimiento se ubica en la Inglaterra de la segunda posguerra, con Alison y Peter Smithson como sus
principales exponentes.
Por este motivo, es discutible desarrollar este concepto en este capítulo, ya que no es un documento,
ni un texto, ni una idea originaria del Team X, sin embargo, no solo personas externas catalogaron
obras de los Smithson como neo brutalistas si no que ellos mismos "contribuyeron a la teoría del Nuevo
Brutalismo, mediante declaraciones y cartas enviadas a revistas inglesas de arquitectura" (Banham,
1969, p. 45), donde le adjudicaron a algunos de sus trabajos dicha etiqueta.
Este movimiento se caracteriza por buscar la exposición honesta de la estructura y los materiales,
mostrarlos en su forma auténtica y la expresión de las instalaciones técnicas dentro del espacio,
aproximándose a la estética de una fábrica. En el artículo 'El Nuevo Brutalismo' Banham enumera tres
características que debe cumplir una obra neo brutalista: "1) legibilidad formal del proyecto; 2)
exposición clara de la estructura, y 3) valoración de los materiales por sus cualidades inherentes, «tal
como son»" (Hereu, Montaner, & Oliveras, 1994, p. 306).
Royston Landau mantiene que el nombre que se le dio al concepto es equívoco ya que éste "sugiere
de modo exclusivo un movimiento interesado únicamente por la forma, y deja en olvido las inquietudes
sociales de este grupo que llegó a ser influyente en materia de urbanización y organización de las
comunidades." (Landau, 1969, p. 25).
58
Luego de la aparición pública del término 'neo brutalismo' Alison Smithson realiza una publicación en
la revista Architectural Design en la cual hace suyo el término citando una descripción del proyecto de
vivienda en el barrio Soho, elaborado unos años antes.
Si se hubiera construido, habría sido el primer exponente del Nuevo Brutalismo en Inglaterra,
según muestra la introducción a las especificaciones: 'Es nuestra intención dejar en este edificio
la estructura completamente a la vista, sin acabados interiores, allí donde sea posible. El
contratista ha de procurar conseguir un alto nivel en los elementos básicos de la construcción,
como en un pequeño almacén'». (Risselada & van den Heuvel, Alison y Peter Smithson: De la
Casa del Fururo a la casa de hoy., 2007, p. 26)
Según Banham la casa en Soho y la escuela de Hunstanton son los dos grandes puntos de referencia
arquitectónica del neo brutalismo. (Hereu, Montaner, & Oliveras, 1994, p. 306) Del mismo modo,
Montaner (1993, p. 73) expone la escuela de Hunstanton como la expresión más fiel de las ideas del
neo brutalismo: una planta simétrica y ordenada en la que los elementos estructurales, las instalaciones
eléctricas y sanitarias, las lámparas y las planchas del techo se encuentran expuestos formando parte
de la expresividad y calidad del espacio. A su vez, en 1954 la escuela de los Smithson fue catalogada
en la revista Architectural Review como “el edificio moderno más legítimo de la Gran Bretaña” Podría
decirse que llegó a ser, si bien de forma retrospectiva, el primer edificio neo brutalista. (Landau, 1969,
p. 25).
Gran parte de los edificios modernos aparentan estar construidos con técnicas de encalado y
acristalamientos y sin embargo fueron realizados simplemente con hormigón y acero. Ésta
característica es la que no presentan las obras neo brutalistas, las obras neo brutalistas presentan
honestidad en el uso de los materiales, es decir; están construidos con los mismos materiales que
parecen, a simple vista, estar construidos. Por ejemplo, en la obra de los Smithson, "se puede ver
Hunstanton y cómo funciona y no hay nada más que ver, excepto el juego de espacios" (Hereu,
Montaner, & Oliveras, 1994, p. 306)
59
C3
REVALORIZACIÓN
En los años 90', en las olas de un auge
económico, una nueva generación de arquitectos
está inconsciente pero generosamente dibujando
sobre las ideas del Team X. Despojado de sus
aspectos ideológicos a través de la distancia en el
tiempo, este trabajo ha sido absorbido en
automatismos arquitectónicos aceptados. Los
proyectos modernos de hoy, que golpean las
portadas
de
las
revistas
de
modas
arquitectónicas, todos deben algo al Team X.
(Neutelings, 1999, p. 80)
60
Tomando cierta separación temporal con respecto a la etapa de mayor discusión, producción y aportes
del Team X encontramos una serie de exposiciones, libros y publicaciones que reflejan una tendencia
a revisar del legado del Team X en la contemporaneidad. Esta revisión toma fuerza a partir del
fallecimiento del Peter Smithson en 2003 -el único de los referentes del Team X que aún permanecía
vivo- por lo que consideramos que, en primer lugar, esta revalorización tiene como objetivo reconocer
y difundir el legado de estos arquitectos. No obstante, desde la década del 90’ se pueden encontrar
indicios de que había comenzado a generarse algún tipo de revisión, lo que nos lleva a cuestionarnos
el porqué de dicha revisión y cuál sería el interés de los historiadores actuales en esta tarea. Autores
como Max Risselada afirman que:
Las preguntas que ocupaban al Team X son todavía relevantes en la actualidad, incluso si las
respuestas son diferentes ahora. Reconstruir la historia del Team X es la oportunidad de
presentar una crítica y a la vez un marco inspiracional de referencia para los problemas de la
actualidad. (Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 12).
La pieza fundamental en esta búsqueda de respuestas será la labor proveniente de la Universidad de
Delft. Como es de saber, Jaap Bakema y Aldo van Eyck fueron docentes de dicha universidad a finales
de los años 60', luego de la muerte de Bakema en 1981 Peter Smithson junto a Alison se hicieron cargo
de la cátedra durante un año. Es por este motivo, quizá, que en Delft podemos encontrar actualmente
la mayor recopilación de archivos e información acerca del Team X, por lo tanto, será desde este centro
que el arquitecto Max Risselada -alumno de Peter Smithson y actual catedrático de arquitectura de
dicha universidad holandesa- junto a otros colegas estará a cargo de una serie de exposiciones e
investigaciones de gran relevancia acerca del Team X.
Ordenando cronológicamente el material, se registra en 1977 la primera publicación acerca del legado
del Team X, se trata de un libro de Marco Vidotto que recopila la obra de Alison y Peter Smithson
analizando 50 de sus proyectos. Pocos años después, tres grandes seguidores del Team X -Max
Risselada y Dirk van den Heuvel de la Universidad de Delft junto con Beatriz Colomina- dedican en el
año 1999 el número 51 de la revista OASE a Alison y Peter Smithson bajo el título Rearrangements, A
Smithsons Celebrations. Realizando un ejemplar monográfico del trabajo de dichos arquitectos.
Por otro lado, una de las muestras a destacar es la llamada As Found, The Discovery of the Ordinary,
organizada por Thomas Schregenberger junto con Claude Lichtenstein, en el Museum für Gestaltung
de Zúrich, celebrada en el año 2001. Esta muestra se concentra en distintas manifestaciones artísticas
de la posguerra británica, afines a la ideología más realista de los Smithson. En el mismo año es
publicado el catálogo de esta muestra, titulado de igual forma.
61
En el año 2001 y 2005 se publican los libros The Chargued Void: Architecture y The Chargued Void:
Urbanism -respectivamente- donde por iniciativa de Alison y Peter Smithson, se reúnen las obras
completas de los autores y se describe como las “«ideas-energía se alumbran unas a otras» y cómo
«una observación bien medida puede ser un reconocimiento de algo capaz de transportar ideassemilla».” (Risselada & van den Heuvel, 2007, p. 15).
Después de la muerte de la pareja de arquitectos británicos, la revista L'architecture d' aujourd'hui
dedicó un número monográfico a los Smithson, en enero-febrero de 2003, en reconocimiento a la obra
de los autores. Del mismo modo, -como homenaje a dichos arquitectos- la Architectural Association
recauda diferentes artículos realizados por personas cercanas a los Smithson -tales como: amigos,
clientes, empleados y críticos- enseñándonos la dupla desde un punto de vista más íntimo y publica el
libro Architecture is not made with the Brain. The labour of Alison and Peter Smithson, en el año 2005.
Max Risselada y Dirk van den Heuvel organizan una exposición, en el Design Museum de Londres,
realizada desde el 6 de diciembre de 2003 y el 29 de febrero de 2004. Dicha exposición fue nombrada
‘Alison y Peter Smithson. De la Casa del Futuro a la casa de hoy’, basada en la obra doméstica de la
pareja. Años más tarde, en el 2007, es publicado -bajo el mismo título- el catálogo de la exposición, el
cual incluye textos de los organizadores y de Beatriz Colomina, además de escritos reeditados de Alison
y Peter Smithson.
Pocos años después, del 24 de septiembre de 2005 al 8 de enero de 2006, en Netherlands Architecture
Institute (NAI) se llevó a cabo la muestra: Team X: A Utopia of the Present, producto de un trabajo de
investigación muy amplio realizado en la Facultad de Arquitectura de la Delft University of Technology,
centrado en el Team X -encabezada también por Risselada y van den Heuvel- el resultado de la
exposición fue editado y publicado en 2006 transformándose en una publicación sumamente completa
acerca del trabajo de los integrantes más activos del Team X. Posteriormente en el año 2011 y como
resultado del arduo trabajo de investigación proveniente de la TU Delft, Max Risselada y Dirk van den
Heuvel publican el libro Alison & Peter Smithson A Critical anthology una detallada recopilación de
artículos, opiniones y memorias que presentan la vida y obra de la pareja de arquitectos británicos.
Al año siguiente -2012- se publica la tesis doctoral de la arquitecta española Nieves Fernández
Villalobos, titulada ‘Utopías domésticas: La casa del futuro de Alison y Peter Smithson’, donde realiza
una investigación sobre la labor en el área doméstica llevada a cabo por los Smithson a lo largo de su
trayectoria profesional.
Más recientemente, en el año 2014 se realiza la Bienal de Arquitectura de Venecia dedicada a revisar
100 años de modernidad, donde el comité de Holanda decide dedicar el pabellón holandés a Jaap
62
Bakema, realizando una exhibición llamada Open: A Bakema Celebration. En ésta, partir del trabajo y
la investigación del arquitecto, se reflexiona sobre la idea de sociedad abierta. Este proyecto fue
encabezado por Guus Beumer, director del Het Nieuwe Instituut, y Dirk van den Heuvel, profesor
asociado de arquitectura en la TU Delft y la cabeza del nuevo Jaap Bakema Study Centre.
Josep Ferrando publica en Habitatge i Ciutat el trabajo ‘unidad de agregación’; luego realiza una serie
de conferencias internacionales donde muestra una comparativa entre el proyecto de Robin Hoods
Gardens -1966-1972- de los Smithson y el edificio de apartamentos Gifu Kitagata -1994-1998- de
Sanaa, proyectado por Kazuyo Sejima.
Teniendo como referencia esta serie de publicaciones, exposiciones y conferencias, pudimos identificar
tres posibles líneas de reivindicación: 1. La responsabilidad ética de la arquitectura, 2. Las estructuras
formales y 3. El espacio doméstico. Estos tres puntos se encuentran en el debate contemporáneo y
nos direccionan hacia diversos arquitectos que a lo largo de los años han trabajado sobre ciertas
premisas que tiene su base en el Team X. La influencia de este equipo se podría llegar a encontrar en
diversos arquitectos contemporáneos -como el caso de Rem Koolhaas, que resulta un claro ejemplo-,
no obstante, este capítulo se centrará en la búsqueda de arquitectos que escapan de las hipótesis
evidentes. De esta manera, realizamos una especie de genealogía que nos muestra -en cada una de
las líneas mencionadas- como los valores del Team X han sido heredados de una generación a otra,
pudiendo verse aplicados en la contemporaneidad.
LA RESPONSABILIDAD ÉTICA EN LA ARQUITECTURA
Una de las principales líneas de reivindicación que encontramos trata sobre la responsabilidad ética
que le confiere el Team X a la arquitectura en el marco de la posguerra europea. Esto representa, una
vuelta a los valores éticos que, en su momento, Le Corbusier, Morris o Loos, llevaron adelante para
dirigir a la arquitectura a la época maquinista. Por otra parte, en la actualidad, según Pelin Tan “La
reinvención del lenguaje de la arquitectura moderna hacia un contexto de responsabilidad ética puede
ser visto como un paralelismo con el actual problema de la esfera arquitectónica que trabaja sobre un
entorno humano globalizado.” (2013, p. 13). Partiendo de esta afirmación notamos que se habla de un
cierto paralelismo entre los contextos de posguerra y de actual globalización que, por algún motivo,
ambos demandan una arquitectura con responsabilidad ética.
En la posguerra, el Team X se enfrentaba a ciudades que estaban sufriendo un fuerte cambio en su
estructura política y social producto de la guerra y el proceso de industrialización. El crecimiento
poblacional en las periferias de los centros urbanos estaba generando que las ciudades comenzaran a
63
perder identidad en su centro, los espacios públicos que antes eran campo para la interacción social
directa se transformaban en meras vías de circulación y, mientras el automóvil tomaba protagonismo
también lo hacían los medios tecnológicos de comunicación propiciando la pérdida de esta interacción
directa y concibiendo un nuevo modelo de relacionamiento: el virtual.
En la actualidad el panorama no parece muy distante, la “globalización” hace referencia a un estado de
expansión e interrelación que -fundado en las posibilidades que hoy aportan las telecomunicacionestraspasa las fronteras nacionales y genera conexiones virtuales instantáneas entre personas de
diferentes culturas a miles de kilómetros de distancia. Como explica Bauman "se podría empezar a
hablar del «fin de la geografía». Las distancias ya no importan y la idea del límite geofísico es cada vez
más difícil de sustentar" (2008, p. 20).
La disolución de las barreras físicas de los países da como resultado un proceso de interacción y
unificación de las diferentes culturas, sociedades y mercados. A su vez, la cultura del consumo, creada
para movilizar la economía y así sustentar el sistema capitalista, trae como consecuencia
transformaciones en la sociedad, los valores, las costumbres, la economía y por consiguiente en la
arquitectura y la trama urbana. "El «daño colateral» más importante perpetrado por esa promoción de
intereses económicos y por esa lucha es la transformación total y absoluta de la vida humana en un
bien de cambio." (Bauman, 2007, p. 162).
La cultura de consumo instaurada en la contemporaneidad, va asociada a las posibilidades económicas
de la población, por lo tanto, una de las consecuencias es la polarización entre grupos de nivel socioeconómico alto y bajo generando segregación y exclusión social. Esta exclusión se materializa en
fenómenos de violencia e inseguridad que tiene su correlato en el espacio público de la ciudad, el cual
pierde cada vez más significado. Dos elementos fomentarán la pérdida de significado del espacio
público tradicional, por un lado, los shoppings como grandes espacios de consumo.
Los centros comerciales dieron la espalda al espacio público como algunos arquitectos del
Movimiento Moderno habían recomendado. Mientras los pasajes comerciales del siglo XIX o
los bazares reforzaban el modelo de las calles existentes, los centros comerciales rompían
definitivamente con el paisaje urbano, ya de por sí fragmentado, en que se ubicaban. (Vega,
2013, p. 216).
Estos espacios son privados, pero de carácter y uso público controlados ya que el uso del mismo es
sumamente reglamentado -derecho de admisión, horarios de uso específicos, control de vigilancia, etc.por lo que ofrecen una opción más segura y a su vez, contienen todas las actividades y diversiones
posibles, agrupadas y bajo ciertos estándares de confort.
64
Por otro lado, los otros elementos que fomentan esta pérdida son los medios de comunicación. Estos
proyectan imágenes del espacio público en el espacio privado de los hogares, a través de la pantalla
de televisión. Cuando
miramos televisión,
"estamos en movimiento,
aunque físicamente
permanezcamos en reposo" (Bauman, 2008, p. 103), lo que significa, como afirma Augé, un pasaje del
“ágora a la pantalla” (2001, p. 7). Lo que antes sucedía en el ágora con la participación física de los
ciudadanos, hoy se realiza a través de la pantalla, mientras uno recorre los canales satelitales, en la
comodidad de su hogar, pudiendo en milésimas de segundo pasar de una realidad a otra. Esto sugiere
un cambio en el sistema que ordena la sociedad ya que se sustituye el espacio público tradicional por
un “espacio público prefabricado” (Augé, 2001, p. 7), que nos muestra una versión preparada y
controlada. Estas transformaciones que se divisaban en el contexto de posguerra como una posible
tendencia, hoy se consolidan como el escenario actual.
En el mundo occidental la mayoría de la gente vive hoy una vida de abundancia sin
precedentes. La sociedad del espectáculo y la cultura del consumidor, que en la década de los
50 eran solo perspectivas remotas, se han convertido en una nuestra realidad cotidiana. Los
análisis culturales a menudo consideran esto una utopía negativa hecha realidad: un
«espléndido mundo nuevo» donde lo virtual y lo real se han desdibujado hasta un punto que
casi no es posible distinguirlos. Lo cotidiano y su prosaísmo funcionan como un momento crítico
bajo estos nuevos términos, abandono con las ilusiones y deseos provocados por la industria
mediática (Risselada & van den Heuvel, 2007, p. 13).
Este deterioro del espacio público tradicional se comenzaba a hacer evidente en la posguerra, o mejor
dicho desde la revolución industrial con la aparición de la máquina: "La televisión, la expansión de los
suburbios y el uso creciente del automóvil, fenómenos necesariamente relacionados, modelaron la vida
de las gentes en los países occidentales." (Vega, 2013, p. 105). Del mismo modo, Alison y Peter
Smithson en su período, afirmaban que enfrentaban la terrible complejidad que había significado la
aparición del automóvil en el sistema de comunicación física de la ciudad, porque si una ciudad está
compuesta por diferentes tipos de movimiento: humano, mecánico y natural, la aparición del automóvil
significaba la supresión del primer tipo de movimiento y el incremento del segundo, lo que lleva a una
ciudad pobre en la que no se tiene en cuenta al peatón y por lo tanto tampoco al niño, al que se le quita
la posibilidad de descubrir la ciudad. (Smithson A. , 1966, p. 18).
Identificamos entonces, que en ambos contextos se aprecia una carencia del tipo humana y emocional:
"Cada vez más ocupados en ganar más para comprar cosas que sienten que necesitan para ser felices,
hombres y mujeres cuentan con menos tiempo para la empatía mutua." (Bauman, 2007, p. 164). Por
este motivo, en el contexto de posguerra se plantea la necesidad de dejar de lado los funcionalismos y
buscar una arquitectura que satisfaga las necesidades del tipo emocional del hombre, que estimule el
crecimiento espiritual, que contemple a las personas y al contexto socio-cultural de las mismas para así
hacer edificios que les den a sus habitantes un medio para desarrollarse, “La verdadera arquitectura
65
de nuestros días sólo puede ser desarrollada por quienes desean construir nuevos esquemas sociales;
la diferenciación de la forma arquitectónica debe basarse en una real diferenciación de los modos de
vida; una calle debe expresar la vida total.” (Smithson A. , 1966, p. 11).
En la actualidad, las transformaciones se han dado sin precedentes, el «síndrome consumista» del que
habla Bauman se transmuta en velocidad, excesos y desperdicio (2007, p. 120), lo que representa un
sistema centrado en el desarrollo económico por encima del desarrollo humano. En el ámbito de la
arquitectura, según Montaner:
Nos encontramos en un período de confusión y de ideas ya periclitadas, donde el urbanismo
economista, globalizador y simplificados de los operadores financieros e inmobiliarios va por
delante. Podemos interpretar este fenómeno en el contexto de la rentabilidad de una lógica
tardo moderna basada en la fragmentación, que genera productos urbanos aislados,
segregados e inconexos. (2009, p. 24).
En esta época en la que las condiciones mundiales han modificado lo más vital del pensamiento en
arquitectura, "Nuestra preocupación por la gente ha vuelto invisible la arquitectura para la gente"
(Koolhaas, 2000, p. 24). Por lo tanto, encontrar la permanencia de las obras de aquellos antecesores
que buscaban construir para la comunidad, según una ética y un compromiso social, en la actualidad
resulta ser “la búsqueda clave en una época en la que las condiciones del pensamiento urbano se están
transformando profundamente.” (Montaner J. M., 2009, p. 24).
Retomando los valores éticos
Los integrantes del Team 10 hablaban de un «nuevo comienzo» y del «imperativo moral» que debía
seguir a la arquitectura. Dentro del marco de procesos de modernización propios de la época, el Team
X redireccionó el camino que venía transitando la Arquitectura Moderna hacia un contexto de
responsabilidad ética, sin otro objetivo que servir socialmente a la población a través de la arquitectura,
creando un nuevo lenguaje. En ese entonces Aldo Van Eyck planteaba que: “Los arquitectos continúan
absorbidos por cosas que, aunque ajenas a nuestro tiempo, son con frecuencia claramente ajenas a la
tarea constructiva que debería ocuparlos, que es simplemente la de satisfacer las necesidades urbanas
de la sociedad.” (Smithson A. , 1966, p. 10). Dicha afirmación podemos hacerla contemporánea y
aplicarla actualmente:
Hoy el aprecio y la revitalización del patrimonio de la época de la reconstrucción y el estado de
bienestar se han convertido en cuestiones agudas, mientras que la sociedad de consumo ha
66
entrado en una nueva fase posterior a la disminución del estado de bienestar durante la década
de 1970 y la caída del comunismo. Entre otras cosas, esto ha dado lugar a la extensa
fragmentación de nuestro espacio colectivo público, así como la reestructuración continua y
renovación de nuestras ciudades en respuesta a las nuevas realidades económicas. (Risselada
& van den Heuvel, 2005, p. 12).
De este modo el Team X comenzó a cambiar el modo de pensar la arquitectura, centrándose en el
entorno, el contexto en que la obra se implantaba y en las necesidades que debían satisfacer en el
usuario. Creando entonces, diferentes mecanismos de soluciones que, a su criterio, resolvían los
problemas del momento: los clusters y los mat-buildings. Soluciones que se caracterizaban por su
adaptabilidad al contexto en el que se construían y su capacidad de crecimiento. Montaner sostiene:
En la arquitectura, el urbanismo y el paisajismo, el desafío del realismo comporta la búsqueda
de formas para proyectar sobre preexistencias, entendiendo los sistemas existentes como el
punto de partida. De ahí que los arquitectos del Team X inventaron las formas de los clusters
y de los mat-buildings como estrategias formales, pragmáticas y experimentales para adaptarse
mejor a una realidad de evolución, para infiltrarse entre los intersticios de lo existente, para
dejar que el tiempo intervenga como proyectista. (Montaner J. M., 2009, p. 91).
El cambio que introdujo el Team X en el contexto de posguerra resulta ser un salto cualitativo para el
pensamiento arquitectónico y para el Movimiento Moderno. Según Giancarlo de Carlo, se encontraban
frente a una arquitectura que se regía por recetas estilísticas, por formalismos y que se había olvidado
de que la arquitectura existe porque existe el mundo que la contiene. Continúa afirmando entonces
que, el objetivo de la arquitectura debería ser expresarlo y darle significado; “tenemos que escribir de
nuevo la historia de la arquitectura considerando sus relaciones con la sociedad, porque la arquitectura
no existe sin la sociedad. Y excluida de estas relaciones no representa nada, es como si fuera muda”
(Arrascaeta, 1997, p. 61).
Esta relación de la arquitectura con la sociedad es lo que los integrantes del Team X intentan recuperar
volviendo a las bases de una arquitectura con responsabilidad ética, que no pierde de vista al humano
que la va a habitar, ni el medio ambiente en el que se va a implantar. Estas premisas estarán presentes
en todos los integrantes del grupo, en menor o mayor medida y bajo metodologías, ideas y arquitecturas
muy diversas.
67
Arquitectura participativa
Con el propósito de indagar más profundamente en estas premisas éticas que caracterizaron a los
arquitectos del Team X y encontrar un camino que conduzca a una posible revalorización en el
presente, nos centraremos en una metodología particular que han llevado a cabo algunos integrantes
del Team X, en la búsqueda de una arquitectura más democrática. Se trata de la arquitectura
participativa, siendo ésta una corriente del pensamiento que busca incorporar las opiniones de los
futuros usuarios en la proyección y construcción de la arquitectura, de manera de eliminar las distancias
entre arquitecto y usuarios y así lograr un proyecto más adecuado y cercano a la comunidad.
Giancarlo De Carlo y Ralph Erskine serán algunos de los representantes de esta metodología que se
funda luego de la posguerra, como una crítica a la construcción industrializada de viviendas estándar
para un cliente genérico. Esta crítica radicaba en lo que explica Giancarlo De Carlo en su artículo Il
pubblico dell’architettura, publicado en 1970: Los arquitectos dependen inevitablemente de las
personas cercanas al poder ya que son las que tienen la autoridad, dinero y terrenos para llevar a cabo
la tarea de construir. Por lo tanto, en la labor de hacer viviendas para las personas que más lo necesitan
-que generalmente son las que carecen de poder- se llega a una contradicción: se hace en función de
los poderosos en lugar de ponerse del lado de los usuarios. (González, 2014, p. 06). Es por este motivo
que Giancarlo De Carlo plantea la participación de los usuarios, porque “es necesario que la
arquitectura deje de ser autoritaria y represiva y pase a ser participativa; que deje de ser proyectada
«para» los usuarios y empiece a ser proyectada «con» ellos.” (González, 2014, p. 06). Por lo tanto,
mediante un proceso de discusión entre las partes, De Carlo busca generar una dialéctica entre
arquitecto y usuario que enriquezca el proyecto hasta llegar a un proyecto final fiel a las necesidades
del que lo va a habitar.
Centrándonos en la figura de Giancarlo De Carlo, éste será un integrante asiduo de las reuniones del
Team X. Participando por primera vez en el CIAM de Otterlo de 195 -por invitación de su colega italiano
Ernesto Nathan Rogers-; rápidamente pasará a presidir el grupo de arquitectos italianos que concurría
a los congresos, el cual estaba compuesto por De Carlo, Rogers, Magistretti y Gardella; finalmente, tras
la disolución del CIAM, será el único participante italiano que seguiría con el Team X.
Si bien la línea teórica de Giancarlo De Carlo, estará alineada con la de los otros integrantes del Team
X, es importante destacar que su trabajo “recorre, sin embargo, caminos autónomos, vinculados quizás
en forma más precisa a la situación cultural y ambiental italiana,” (CEPA, 1997, p. 41). Uno de los
proyectos más representativos de su obra, en materia de arquitectura participativa, es el proyecto para
el barrio obrero de San Giuliano en Terni, Italia, más conocido como Villaggio Matteotti.
68
Del Villaggio Matteotti a la Quinta Monroy
La ciudad de Terni, desde 1860 se había convertido en un polo industrial, generando de esta manera,
una importante migración de personas a la zona, para el trabajo en la industria local. Alrededor de 1934,
para dar alojamiento a estos trabajadores, se proyectó un complejo de viviendas -el Villaggio Ítalo
Balbo- que dio lugar a doscientas ochenta y ocho viviendas de tipología dúplex, con una superficie que
variaba entre los 55 y 75m2, de la cual un cuarto estaba destinada a ser espacio verde privado. Las
viviendas fueron construidas en diferentes etapas, finalizando la última luego de la Segunda Guerra
Mundial, por lo tanto, pasados los años la condición urbana fue cambiando: en la década del 50’ eran
“Guetos obreros aislados en la campiña con un pésima calidad constructiva y privados de instalaciones
colectivas” (De Carlo, 1977, p. 17), sin embargo, hacia la década del 70’ se encontraban en medio de
la zona consolidada de la ciudad de Terni debido al gran crecimiento que ésta había tenido. Lo que
generó grandes presiones de la especulación inmobiliaria.
Giancarlo De Carlo consideró que la mejor opción para llevar a cabo la ampliación del complejo era
mediante una reconstrucción total, ya que era difícil mantener las viviendas existentes en las
condiciones de habitabilidad que se encontraban. Es así como se lleva a cabo la proyección del nuevo
complejo de vivienda, el cual contemplaría las características que los usuarios valoraban del antiguo
barrio Matteotti, como por ejemplo la privacidad entre viviendas y la tipología dúplex.
Un grupo conformado por el propio Giancarlo De Carlo, los arquitectos Seta y Fossati, y el sociólogo
Doménico de Masi comenzó a trabajar dentro de la comunidad de Terni para -mediante entrevistas
grupales y encuestas- recopilar información sobre las necesidades de los futuros usuarios y así
encontrar la tipología más adecuada para éstos. En primera instancia, el equipo de proyecto planteó
que buscarían crear un complejo habitacional flexible, con gran variedad de tipologías que se adaptaran
a las diferentes composiciones familiares, a su vez, estas viviendas estarían rodeadas por espacios
verdes e instalaciones públicas que aporten calidad espacial al lugar, generando un área de interés
dentro de la ciudad.
Mediante las entrevistas y encuestas, el equipo de trabajo descubrió que los usuarios -debido a la poca
información con la que contaban- pedían una casa muy similar a la que tenían, cosa que desalentó a
los integrantes del equipo ya que el debate no se podía dar de manera correcta. Por lo tanto, decidieron
formar a la comunidad presentándoles una serie de proyectos de gran calidad arquitectónica para que
ellos pudieran conocer nuevas formas de habitar y así elegir mejor.
Luego de cuatro meses de análisis y debate con la comunidad, el equipo comenzó a formular el
proyecto. Las viviendas se dispondrían en hileras de viviendas enfrentadas, dejando un espacio
69
intermedio de carácter peatonal, con vegetación y equipamiento que fomentaría el relacionamiento
vecinal. Por otra parte, sobre las espaldas de las hileras de vivienda se ubicaría la circulación vehicular
y estacionamientos. Las viviendas se abrían a unas calles elevadas que comunicaban de manera
independiente a cada hogar, y en las intersecciones de las calles elevadas se ubicarían las
instalaciones comunitarias como centro cívico, jardín de infantes, entre otros.
Figura 22 – Retratos de la vida en el Villaggio Matteotti.
Después de definir las posibilidades de tipologías a usar para las viviendas, se realizó una nueva
instancia de debate con los usuarios en la que se mostró mediante maquetas y gráficos como sería la
espacialidad del complejo y de cada vivienda en particular. Luego de algunos descontentos con la
disposición tipológica de algunas viviendas, se modificaron y finalmente se definieron tres distribuciones
diferentes para cada tipo de vivienda. Ya empezado el año 1971, se comenzó con la construcción de
la primera fase del proyecto, que consistirá en doscientas cincuenta viviendas. Como afirma Javier
González (2014, p. 23).
En 1975 finalizó la construcción de la primera etapa, los habitantes comenzaron a instalares en el
complejo mostrando algunos signos de apropiación que muestran la flexibilidad del proyecto de
Giancarlo de Carlo, "La flexibilidad y natural maleabilidad con las que el proyecto responde a la
complejidad de la realidad permite dar lugar al «desorden» del uso sin romper la armonía del conjunto."
(González, 2014, p. 24).
En la misma línea de las ideas de Giancarlo De Carlo, se encuentra Ralph Erskine, quien también
trabajó durante su carrera para generar una arquitectura compatible con el entorno en el que se
implanta y gestada desde la participación ciudadana. Si bien Erskine comenzó a contribuir al Team X
a partir del CIAM de Otterlo, en 1959, se mantuvo siempre al margen del grupo.
70
Erskine, a pesar de haber permanecido al margen del Team X, por considerar sus reuniones más
abocadas a la teoría que a la práctica, cabe destacar que es uno de los arquitectos que sostuvo con
mayor firmeza su postura a favor de la corriente socialista radical del Movimiento Moderno, que tuvo
presencia en los primeros CIAM y que fue retomada por los integrantes del Team X. Erskine era
simpatizante de izquierda y “fueron precisamente sus convicciones de izquierdas las que lo llevaron en
1939 a emprender un viaje en bicicleta a Suecia en busca de un escenario adecuado donde desarrollar
su concepción integral de la arquitectura” (Verdaguer, 2005, p. 93). Una concepción de la arquitectura
que:
En un momento en que la escena arquitectónica internacional parece carente de compromiso
social, en que muchos arquitectos se extravían en los senderos del diletantismo,
desencantados con los defectos de la arquitectura del siglo XX (aunque suelen olvidar sus
fuerzas motrices), Erskine muestra uno de los caminos de avanzada hacia una arquitectura
relevante. (Collymore, 1983, p. 46).
En mayo de 1939 Erskine emprende su viaje a Suecia con la esperanza de que -en el amparo del
socialismo sueco- sus ideas encuentren un medio para desenvolverse. Allí desarrolló un sinfín de
proyectos, principalmente de vivienda social en el marco del programa socialdemócrata de ese país.
Aplicando sus conceptos de adaptación al medio ambiente y la participación de la sociedad en sus
proyectos, Erskine se mantuvo en el compromiso ético de generar una arquitectura más democrática,
en la que las personas tuvieran voz, porque según él, “los expertos comprometidos en la planificación
tienen que comprender que los habitantes también son expertos en su propia situación, necesidades y
aspiraciones.” (Collymore, 1983, p. 24).
En 1953 Ralph Erskine junto al escultor Moller-Neilsens se presentaron al concurso para realizar el
monumento al ‘preso político desconocido’. Su propuesta, lejos de ser un monumento tradicional,
proponía un espacio vacío para actividades recreativas, este espacio estaba definido por una depresión
topográfica que formaba un cuenco, con una plataforma en su centro que permitía disertaciones
públicas y debates (ver figura 23). El proyecto se alejaba de los simbolismos de un monumento
tradicional construyendo una propuesta que celebraba la reunión y la festividad. Si bien no ganó el
concurso -ya que fue otorgado a un proyecto más convencional, el de Reg Butler, que consistía en una
estructura de acero que sostenía la figura del preso en su cúspide-, el proyecto ejemplifica de manera
clara y concisa las tres estrategias que sustentan el pensamiento teórico de Erskine: “el derecho de
participación del ciudadano en el desarrollo del proyecto (un foro de discusión); la sensibilidad ambiental
(un cuenco como refugio); y la arquitectura entendida como paisaje urbano (una construcción concebida
como parque).” (Ares & Carracedo, 2014, p. 61).
71
Figura 23 – Propuesta de Ralph Erskine y Moller-Neilsens para el monumento al preso político.
Para Erskine -como parte de la responsabilidad ética- el arquitecto debe prestar un servicio a la
comunidad trabajando para reducir las distancias entre el proyecto y sus usuarios. Para ello, ha usado
el recurso de la consulta pública haciendo partícipe a la comunidad del diseño del entorno en el que
vivirán. Más allá de los cambios que esta metodología pueda generar en el proyecto, según Erskine, el
debate es un derecho de los usuarios y genera una “atmósfera de compromiso que es positiva y al
mismo tiempo dará a los futuros ocupantes una valiosa comprensión de las elecciones y las limitaciones
incluidas en el proyecto.” (Collymore, 1983, p. 21).
Uno de los ejemplos más representativos del pensamiento teórico y de la arquitectura participativa de
Erskine, es el complejo de viviendas que edificó en Byker, Newcastle, entre 1970 y 1977. Byker es una
ciudad inglesa que se formó alrededor de 1880 para dar alojamiento a los trabajadores de las industrias
locales. Tras el gran desarrollo industrial que había tenido en los últimos años, esta ciudad se
enfrentaba a un gran nivel de superpoblación y, a su vez, a un importante deterioro de las viviendas
existentes, por lo que las condiciones de habitabilidad eran muy malas. Debido a esta situación, en
1969, el municipio de Byker encomienda a Erskine la proyección de un nuevo complejo habitacional,
con el objetivo de realojar a 16.000 habitantes y así superar los problemas de superpoblación.
Por lo tanto, en este proyecto Erskine se enfrentó a dos grandes problemáticas, por un lado, la tarea
de reimplantar a una comunidad ya existente, sin romper los vínculos familiares y los modelos culturales
y sociales ya adquiridos en el lugar; por otra parte, la tarea de aislar el complejo de la autopista que se
iba a construir en el contorno del terreno y significaría una nueva dinámica además de una importante
fuente de contaminación sonora.
72
Para llevar a cabo el proyecto, el punto de partida de la metodología participativa de Erskine, fue ubicar
una sede de su estudio de arquitectura en el barrio, para de esta manera vivir junto con la comunidad
y entenderla. A su vez, la incorporación de este espacio de trabajo en Byker permitía a los habitantes
ver el proceso de producción de los planos y desarrollo del proyecto muy de cerca. En este estudio se
celebraban las reuniones entre arquitecto y habitantes, reuniones en las que Erskine promovía la
discusión desde un punto igualitario en el que todos los participantes tenían el mismo derecho de
exponer sus ideas, de esta manera, logrando un conocimiento profundo de las necesidades y
preferencias de los habitantes, el arquitecto afirmaba tener todas las herramientas para hacer una
arquitectura responsable con la comunidad. Erskine va a trabajar sobre estas premisas considerando
que, la arquitectura tiene el deber de generar hábitats específicos, siendo fundamental que los edificios
se adapten a la cultura y costumbres populares, así como también al contexto ambiental en el que se
implantan. (Ares & Carracedo, 2014, p. 62).
El proceso de debate manifestó la preferencia de los usuarios por las tipologías de pocos niveles, no
obstante, la municipalidad había hecho hincapié en la creación de un volumen que protegiera el
complejo de los ruidos de la autopista. Por lo tanto, el proyecto final se estructuró en un bloque
perimetral de ocho niveles de altura que encierra en su centro viviendas bajas, jardines y espacios
públicos equipados para uso recreativo.
El recurso de edificio como elemento bloqueador tiene varios antecedentes en la obra de Erskine, es
una táctica que surge de su análisis para las ciudades árticas, en las que mediante un edificio perimetral
de gran altura protegía a la ciudad de los vientos polares. En Byker, además de generar un microclima
en el interior, el volumen alto cumple la función de barrera acústica ante los ruidos de la autopista. El
edificio a modo de muralla se ve macizo hacia el exterior, generando un cambio hacia un espacio
completamente diferente en el interior: “estos muros apantallados situados alrededor del área
remodelada posibilitaban la creación de un oasis de calma en el que alternaban las casas, los jardines,
los patios traseros y las vías peatonales” (Mackay, 1980, p. 170).
Los modelos de arquitectura que planteaban tanto Ralph Erskine como Giancarlo De Carlo representan
una reflexión radical sobre el papel del arquitecto, una búsqueda para eliminar las desigualdades
sociales y concebir la arquitectura como un fenómeno íntimamente ligado a la sociedad, la cultura y el
entorno, considerando fundamental la participación de los usuarios en la construcción de su propio
hábitat.
73
Figura 24 – Arriba (de izquierda a derecha): Vista aérea del complejo Byker de Ralph Erskine; fachada exterior del complejo. Abajo: vistas del
interior del complejo Byker con sus espacios públicos.
En 1969 Ralph Erskine fue invitado a participar en un concurso de viviendas en Perú, en el marco del
proyecto experimental de vivienda (PREVI), en la ciudad de Lima. En ese entonces, Perú se encontraba
en medio de una dictadura que continuó hasta 1980. Erskine y sus colaboradores no estaban conformes
con el régimen dictatorial y consideraban que no era posible trabajar en vivienda social en el marco de
ese clima político, por lo tanto, rechazaron la invitación. No obstante, otros integrantes y arquitectos
cercanos al Team X, que seguían la misma línea de responsabilidad ética, accedieron a participar, es
el caso de Van Eyck, el grupo formado por Candilis, Josic y Woods, así como también James Stirling.
En 1966 el presidente de Perú -el arquitecto Fernando Belaúnde- planteó la idea de llevar a cabo un
proyecto experimental con el objetivo de desarrollar nuevos conceptos de vivienda a través de la
participación de arquitectos nacionales e internacionales, y de esta manera resolver -en cierta medidala falta de vivienda digna en su país. Por este motivo, se inscribe en el Programa de Desarrollo de las
Naciones Unidas (UNDP) para llevar a cabo el Proyecto Experimental de Vivienda (PREVI). El objetivo
del PREVI sería llevar a cabo tres proyectos pilotos en simultáneo, por una parte, la creación de 1500
viviendas de bajo costo, por otra parte, la rehabilitación de viviendas existentes y finalmente la creación
de una normativa para prever el crecimiento espontáneo de manera racional.
Si bien el desarrollo del plan se vio retrasado y limitado por las circunstancias políticas del momento, la
primera fase del mismo, pudo ser llevada a cabo. Esta fase, que consistía en la construcción de 1500
74
viviendas, se realizó a través del concurso internacional en el que participaron algunos integrantes del
Team X -Candilis, Josic, Woods y van Eyck-, así como también otros referentes de la vanguardia
arquitectónica -James Stirling, los metabolistas japoneses, Charles Correa, Christopher Alexander,
entre los más reconocidos- formando trece equipos nacionales y trece internacionales; “fueron una
especie de juegos olímpicos de la vivienda.” (McGuirk, 2015, p. 79).
Este concurso representaba un reto nuevo para los arquitectos participantes -principalmente para los
extranjeros- ya que las condiciones de vida y el desarrollo urbano latinoamericano, distaban mucho de
la situación a la que estaban acostumbrados en sus países de origen. El crecimiento de los
asentamientos irregulares y el deterioro de las viviendas existentes era tal, que el gobierno no contaba
con los recursos económicos para hacer frente a ese problema, sin dejar de lado otros gastos estatales
de índole social que eran igual de necesarios. En el marco de esta escasez económica y con la
financiación de la ONU, el concurso del PREVI trabajó para la concepción de un tipo de vivienda
adaptado al contexto latinoamericano que, sorprendentemente, tomaba algunos conceptos de las
barriadas de la ciudad de Lima.
Las barriadas son asentamientos irregulares -como las favelas de Brasil y las villas miseria de
Argentina-, urbanizaciones no consolidadas que carecen de planificación arquitectónica e
infraestructura urbana, asentamientos donde las condiciones de habitabilidad son muy malas, los
niveles de hacinamiento altos y la calidad de la vivienda precaria. No obstante, en las barriadas la
vivienda es parte de un proceso dinámico, la casa se va adaptando al cambio y desarrollo de las
necesidades del núcleo familiar. Por lo tanto, el PREVI parte de las premisas de una vivienda como
plataforma de transformación, como parte de un proceso que va incrementando, acorde a las
posibilidades y necesidades del usuario. Las bases del concurso proponían entonces, la búsqueda de
modulación, racionalización, crecimiento progresivo y flexibilidad. Pedían casas que en su fase inicial
alojaran de cuatro a seis personas pudiendo ampliarse hasta llegar a diez, de esta manera, partiendo
de un barrio formal, se permitía la ampliación informal de cada vivienda. Ante esta oportunidad, Candilis
reflexiona de la siguiente manera:
Fuimos invitados a participar en un concurso en Perú, donde todavía piden diseñar casas para
gente muy pobre. Aceptamos participar, pero la manera en que vamos a diseñar -así lo esperoesas casas, no tiene nada que ver con lo que hemos venido haciendo hasta el presente. Esta
es una nueva búsqueda, una nueva posición que vamos a tratar de definir. (citado en Cúneo,
1971, p. 89).
Durante el año 1969, los concursantes viajaron a Lima para analizar las barriadas y su proceso
evolutivo. Entrado el año 1970, el jurado -que debía elegir el mejor proyecto para ser construido a gran
escala- falló a favor de tres ganadores: el de los japoneses Kurokawa, Maki y Kikukate, el proyecto
75
suizo de Atelier 5 y el del alemán Herbert Ohl. No obstante, ante la calidad de todos los proyectos
presentados, las autoridades del concurso decidieron replantear la construcción de las viviendas
creando un proyecto piloto en el que se construirían solamente quinientas viviendas, una manzana para
cada equipo de concursantes, a excepción del proyecto de Ohl que por la complejidad de su sistema
constructivo fue descartado. De este modo, se podría probar de manera práctica el funcionamiento de
los proyectos y así definir cuál se construiría más adelante, a gran escala.
En un reporte del jurado publicado en la revista Architectural Design, el estadounidense Carl Koch, el
peruano Alfredo Pérez y el dinamarqués Halldor Gunnlögsson manifiestan una gran desilusión con el
resultado del concurso, específicamente con uno de los proyectos ganadores: “Herbert Ohl ejemplifica
una filosofía de diseño que deploramos como base para la determinación de un entorno flexible para la
vida de las familias” (Architectural Design, 1970, p. 189). Esto se debía a lo que explicaban cómo
inhumano, una vivienda sacrificada por un concepto estructural limitado y limitante. En el extremo
opuesto se encontraba el proyecto de Christopher Alexander, que según afirman era un enfoque fresco:
Un compromiso con la dignidad y el valor del individuo, el reconocimiento y la comprensión de
los complejos vínculos entre este individuo y su familia, sus pertenencias, sus vecinos, y toda
la comunidad están implícitos en cada parte de su propuesta. (Architectural Design, 1970, p.
189).
Si bien algunos proyectos tuvieron una repercusión muy negativa -quizá por la falta de contemplación
del individuo local y la realidad económica del país- ese no fue el resultado global del concurso, “El
PREVI se convirtió en una anomalía: un laboratorio de viviendas que contenía tantas ideas de diseño,
tan diversas y adaptables, que probablemente nunca pueda volverse a repetir.” (McGuirk, 2015, p. 81).
En él se reunieron los aportes de arquitectos mundialmente reconocidos, que de manera responsable
estudiaron soluciones particulares para ese contexto específico, tal como lo planteaba el Team X desde
su postura ética y comprometida con la sociedad.
Como mencionamos anteriormente, algunos de los integrantes y allegados al Team X participaron del
PREVI, el proyecto de van Eyck se componía de parcelas hexagonales, que se iban agregando a modo
de panal de abejas conformando un cluster. Como van Eyck había observado que la mujer era el centro
del hogar, ubicó la cocina en el centro de la planta baja. Las viviendas tenían un patio triangular al frente
y otro al fondo y presentaban posibilidades de crecimiento hacia arriba en el centro de la parcela (ver
figura 25). El proyecto de Stirling mediante un sistema constructivo de hormigón prefabricado había
logrado reducir el costo de la vivienda. La tipología partía de una planta cuadrada y modulada en nueve
cuadrados más pequeños. El módulo central era el patio que proveía aire y luz a los espacios interiores.
La casa tenía una gran diversidad de crecimiento en planta y hacia los niveles superiores. El proyecto
de Candilis Josic y Woods se presentaba como un mat-building, desarrollándose en función de un
76
sistema de paredes estructurales paralelas que alojaban entre medio la vivienda y sus patios, los
espacios abiertos podían irse cubriendo para ampliar la vivienda, así como también permitía crecer en
altura.
Figura 25 – Propuestas para las viviendas del PREVI (de izquierda a derecha): van Eyck; Stirling; Candilis, Josic y Woods.
McGuirk explica que, en la actualidad las casas del PREVI han perdido esas pistas que las
referenciaban a algún arquitecto en particular. Tras cuatro décadas de expansión, algunas casas han
hasta triplicado su tamaño y al caminar entre ellas es difícil saber si se trata de “una van Eyck o una
Alexander” (2015, p. 82). Continúa afirmando que las casas, lejos de ser el objetivo final fueron la base
para la transformación familiar, al igual que las viviendas en las barriadas, las casas fueron parte de un
proceso de transformación y no un objeto estático, “Ahí radicaba la brillantez del PREVI” (2015, p. 82).
Además de los logros en cuanto a la capacidad de transformación de las tipologías, el éxito del concurso
también radicó en lo que Peter Land -el arquitecto organizador del evento- explica como ‘urbanismo
democrático’, los dueños de las casas no se iban de la vivienda cuando mejoraban sus condiciones
económicas, sino que le agregaban valor a la misma y por ende al vecindario, teniendo la capacidad
de ‘construir equidad con el tiempo’, convirtiendo una barriada en un barrio de clase media. (McGuirk,
2015, p. 85).
El PREVI resultó ser una instancia de experimentación con características muy particulares. En la trama
urbana de Lima, es un espacio de ciudad que sobrevivió a la construcción estandarizada de viviendas
en serie y hoy representa un punto de increíble heterogeneidad y riqueza espacial. El proyecto
experimental de vivienda de Lima muestra como la arquitectura es capaz de trabajar de manera
responsable con la sociedad y atender las grandes desigualdades sociales que existen en el mundo y,
más aún en Latinoamérica. A su vez, demuestra el éxito que puede llegar a tener la arquitectura cuando
es planeada para la escala humana, cuando se aleja de la concepción estática y se vuelve permeable
al crecimiento orgánico de la sociedad.
77
El espíritu del PREVI, que marcó un cambio, pasando del enfoque modernista dogmático de la
cuestión de la vivienda para los pobres a otro que celebraba la naturaleza evolutiva y orgánica
de los asentamientos informales, ha sido apoyado ahora por una nueva generación de
arquitectos con motivaciones sociales. (…) hay uno en concreto, un chileno, que ha resucitado
los principios del PREVI. (McGuirk, 2015, p. 86).
Ese arquitecto chileno al que hace referencia McGuirk es Alejandro Aravena, el director del estudio
Elemental. Aravena estudió arquitectura en la Universidad Católica de Chile y luego continuó sus
estudios en Harvard. En el 2000 funda Elemental con el objetivo de trabajar en la vivienda social de
chile, en la cual había mucha demanda -2.5 millones de personas sin hogar- y poca gente trabajando
para satisfacerla.
Si bien chile -dentro de los países latinoamericanos- se caracterizaba por tener una buena política
habitacional, la urgencia de resolver la falta de vivienda se manifestaba en problemáticas referentes a
la calidad de la vivienda social que se construía: proyectos mal concebidos que mostraban rápidamente
patologías y deterioros graves, viviendas muy pequeñas que fomentaban el hacinamiento, tipologías
muy estáticas sin posibilidades de crecimiento y a nivel urbano -debido al alto valor del sueloubicaciones muy alejadas de los servicios y áreas céntricas, lo que se traduce en pocas oportunidades
para que el usuario pueda salir de la extrema pobreza. (Sarquis, 2006, p. 147).
El subsidio que en ese entonces daba el gobierno, sumado a los valores de los terrenos y el precio de
la construcción dejaba un campo de acción muy limitado. Como explica Aravena, la vivienda social en
los contextos de escasez económica requiere de soluciones creativas, por lo tanto, el estudio Elemental
comenzó a buscar nuevos puntos de vista para esta problemática y de esta manera surgió una idea
radical: si en chile, el subsidio alcanza para construir una vivienda de 40m 2, “En vez de considerar esa
superficie como una casa pequeña, se propuso considerarla como la mitad de una casa buena.” (Adriá,
2013, p. 115), teniendo en cuenta que el usuario -en la medida que sus posibilidades económicas lo
permitan- podría construir la otra mitad de su vivienda, generando valor agregado.
En el marco del programa gubernamental Chile-Barrio, Elemental comienza a trabajar en su primer
proyecto de esta índole. Se trataba de un terreno -la Quinta Monroy- en el centro de la ciudad de
Iquique, en el que casi cien familias ocupaban de manera ilegal, hacía más de treinta años. El objetivo
era darles alojo en casas consolidadas con los servicios necesarios para tener buenas condiciones de
habitar. “‘Probamos todas y cada una de las tipologías disponibles en el mercado. (…) Por eso las
viviendas sociales siempre se encuentran a dos horas del centro, en la periferia. Es el drama de
Latinoamérica’” (Aravena A., citado en McGuirk, 2015, p. 88).
78
El proyecto para la Quinta Monroy consistió en construir la mitad de cada vivienda, la parte que el
usuario por sí solo no podría construir, es decir: la estructura de hormigón, el baño, cocina, el techo y
un área de estar. El resultado final era un edificio con huecos en el que el propietario del primer piso
crecía en horizontal mientras que el del segundo piso crecía hacia arriba. (Sarquis, 2006, p. 152). Una
vez ingresadas las familias, las casas comenzaron a transformarse, entre los volúmenes de hormigón
del proyecto original aparecieron distintas materialidades, diversas formas y tamaños de aberturas y
gran cantidad de colores, “Era como un PREVI 2, solo que esta vez a precio de saldo” (McGuirk, 2015,
p. 89).
Figura 26 – Proyecto de Elemental para la Quinta Monroy antes y después de ser habitado.
En 1955 Georges Candilis publicó un artículo en la revista Architectural Design acerca de los problemas
del hábitat y la búsqueda de soluciones en las que trabajaban en ATBAT. Allí afirmaba que para el
individuo de una comunidad es imposible construir su propia vivienda, por lo tanto, es el deber del
arquitecto posibilitarle esa construcción. Por otra parte, decía que hasta ese momento la casa era
concebida como un proyecto integral que preveía hasta el mínimo detalle, lo que significaba, fijarle al
humano un espacio definido al que va a tener que adaptarse y en el que se va a sentir comprimido. Por
lo tanto, para prever un ámbito de desarrollo libre "Debemos preparar el hábitat sólo hasta el punto en
que el hombre pueda hacerse cargo de él.” (Smithson A. , 1966, p. 32).
Si bien en el proyecto de Elemental para la Quinta Monroy, el punto de partida fue diferente al del
PREVI, debido a la falta de fondos económicos para suplir la necesidad de vivienda; la estrategia fue
construir media casa de buena calidad obteniendo así, más cantidad de familias con un hogar digno.
Esta estrategia que surge de una condicionante económica, nuevamente le brinda al individuo un
prototipo de vivienda con capacidades de expansión de acuerdo a las necesidades particulares del
humano.
A mediados del siglo XX, el Team X hizo un gran énfasis en el vínculo entre la arquitectura y la sociedad,
ellos sacudieron los Congresos internacionales de Arquitectura Moderna abogando por una disciplina
79
más comprometida con sus habitantes, justo cuando la arquitectura se estaba desviando de sus
objetivos reales. Es por este motivo que encontramos particularmente interesante que dentro de las
diferentes generaciones de arquitectos existan algunos trabajando sobre las bases éticas que en su
momento retomaron los integrantes del Team X, si bien no de manera explícita, pero si interesados en
contribuir de alguna manera a las ciudades. Por lo tanto, consideramos que el proyecto de la Quinta
Monroy muestra el interés de algunos arquitectos contemporáneos en mejorar las condiciones de vida
de la sociedad, aportando nuevas soluciones al problema de la falta de vivienda y generando así, un
aporte significativo desde la arquitectura como herramienta democratizadora. Creemos que esta actitud
trae de manera intrínseca la responsabilidad ética del Team X.
LAS ESTRUCTURAS FORMALES
Como explicamos anteriormente, el Team X tenía como objetivo proyectar una arquitectura más
humana y más involucrada con la realidad existente, que sea capaz de adaptarse con el pasar del
tiempo. Con este propósito, el Team X inicia la búsqueda de nuevos sistemas formales a partir del
estudio y entendimiento de los sistemas que se venían realizando, desarrollando un nuevo modelo que
-contemplando la trama urbana existente- revalida al anterior. Por esta vía llegan a la ideación de dos
sistemas: el «cluster» y el «mat-building», los cuales según Montaner fueron creados "como estrategias
formales, pragmáticas y experimentales para adaptarse mejor a una realidad en evolución, para
infiltrarse entre los intersticios de lo existente, para dejar que el tiempo intervenga como proyectista."
(2009, p. 91). Encontramos una tercera línea de reivindicación que evidencia una reinterpretación de
algunos aspectos de estas estructuras formales creadas por el Team X.
Algunos integrantes del Team X -como Alison y Peter Smithson, por ejemplo- despiertan su interés por
crear nuevos sistemas a partir del vínculo con el fotógrafo Nigel Henderson, el cual manifestaba gran
fascinación por la riqueza de la vida comunitaria de sus vecinos de Bethnal Green. Como explicamos
anteriormente, Henderson desarrollaba un trabajo fotográfico mientras su esposa hacía una
investigación sociológica en dicho barrio; el trabajo de Nigel retrataba escenas cotidianas de la vida
comunitaria -adultos realizando las compras, niños jugando-. En estas fotos, se puede observar cómo
las calles "eran capaces de adaptarse a las necesidades y deseos cambiantes de la vida de la ciudad,
acomodando actividades no planificadas y facilitando espacio para la vida de la gente." (Smithson P. ,
2004, p. 90).
80
Figura 27 – Retratos de la vida en las calles de Bethnal Green, fotografías de Nigel Henderson.
Como explica Theo Crosby, en estas imágenes se encontraban los elementos que se habían perdido
en las nuevas ciudades: las relaciones cercanas de las personas entre sí y con relación a su hábitat.
De la misma manera, Alison y Peter Smithson (1970) manifestaban que esa vida en las calles se había
perdido a partir de la aparición del automóvil y el cambio en los estándares de vida producto de la
globalización y la cultura de consumo; teniendo como consecuencia la pérdida de la ‘estructura de la
comunidad’. Esta estructura es la que proponen recuperar a partir del carácter comunicativo y
demostrativo de la arquitectura.
La calle, que fue destruida por los asaltos combinados del automóvil y de la Carta de Atenas,
podrá ser revalorada si se la considera como un lugar, al mismo tiempo que como un medio de
llegar de un lugar a otro. (Woods S. en Smithson A. , 1966, p. 42).
Fue entonces cuando se abocaron a buscar un nuevo concepto equivalente al que se había perdido,
una nueva concepción de la calle, barrio y ciudad que reprodujera aquella organización desinhibida que
encontraban en las calles de Bethnal Green. El Team X comienza a plantear el edificio como ‘trozo de
ciudad’, como un sistema entramado en el que conviven espacios comunes, espacios intermedios y
espacios privados. La complejidad de la ciudad es condensada en el edificio a partir de las cuatro
jerarquías de asociaciones humanas -casa, calle, barrio y ciudad-, generando así, una estructura de
comunidad en el edificio mismo. En dicha estructura, como explica Alison Smithson, “la cohesión social
solamente puede lograrse si deja lugar a la libertad de movimientos, y esto nos conduce a nuestra
segunda ley: la altura (densidad) debería incrementarse en la medida en que la población total se
incremente, y viceversa. (1966, p. 33).
Mediante esta premisa, comienzan a elaborar proyectos en los cuales -contemplando mayores
densidades- atienden la libertad de movimiento a la que hace referencia Alison Smithson; de esta
manera, proyectos como el Golden Lane incorporan -al sistema moderno de bloque- la idea de la
generación de calles en altura y espacios de encuentro dentro del mismo edificio.
81
Basta con pensar que elevarse no implica superponer forjados que aprisionen los espacios
habitables, sino que, en su ascenso, el edificio puede conservar su flexibilidad y versatilidad, y
no abandonar el equilibrado balance entre espacios interiores y exteriores que su versión
horizontal disfruta a ras de suelo. (Castellano Gómez, Domingo Calabuig, & Torrez Cueco,
2011, p. 58).
En el típico bloque moderno -la Unidad de Habitación de Marsella por ejemplo- la transición de espacio
público a privado se hace de manera directa, sin graduación, en cambio, en el edificio-ciudad la
graduación de espacios se hace paulatina, se generan espacios intermedios en el edificio de manera
que el habitante salga de su vivienda a un espacio en el que los vínculos sociales toman lugar; de esta
manera, estos espacios adquieren el carácter de ‘entidad social’ generando en el usuario un sentido de
pertenencia y proporcionando un modo de vida más satisfactorio.
Si el punto de partida del edificio-ciudad era brindarle al individuo un medio en el cual recuperar la vida
en las calles, generar identidad, sentido de comunidad y amparo; en segundo lugar, este tipo de edificio
buscaba contemplar la diversidad que alberga la ciudad en su totalidad. En este sentido, Aldo Van Eyck
(Smithson A. , 1966, p. 46) hace referencia a la necesidad de suministrar espacios reales para personas
reales, contemplando las diferencias que existen entre los individuos de una comunidad y generando
así un edificio en el que lo múltiple está en equilibrio. Del mismo modo, Alison y Peter Smithson parten
de la idea de edificio-ciudad como un modelo específico de asociación, único para cada pueblo, en
determinado lugar y en determinado tiempo. De esta manera, contrario al concepto de arquitectura que
tendía a la racionalización, abstracción y estandarización, los integrantes del Team X plantearon la
búsqueda de soluciones particulares para cada caso.
Quienquiera intente resolver el problema del espacio abstractamente, construirá el bosquejo de
un vacío y lo llamará espacio. Quienquiera intente hallar al hombre abstractamente, hablará
con su eco y llamará a esto un diálogo. El hombre todavía respira hacia afuera y hacia adentro,
¿Cuándo comenzará la arquitectura a hacer lo mismo? (Van Eyck A. en Smithson A. , 1966, p.
45).
En tercer lugar, como explican Alison y Peter Smithson (1966, p. 30), el medio ambiente se estaba
volviendo cada vez más transitorio, si en el pasado un edificio tardaba cincuenta años en quedar
obsoleto, en aquel entonces lo hacía en cinco. Por otra parte, los modelos modernos se estaban
construyendo de manera muy rígida y cerrada, desatendiendo las necesidades humanas del momento.
En contraposición, el Team X propone modelos de crecimiento que planteaban la necesidad de
flexibilidad y capacidad de cambio; sin embargo, no se trataba de hacer flexible al edificio sino al
conjunto urbano, estableciendo un medio ambiente en el cual puedan surgir construcciones apropiadas
a cada función, que fortalezcan la interacción entre ellas y su medio.
82
La cuestión importante no es ‘¿cómo?’, sino ‘¿por qué?’ o ‘¿para qué?’. El urbanismo, como la
arquitectura, debe ayudar a la sociedad a conseguir sus fines, a tornar la vida de una comunidad
tan rica como sea posible, a aspirar a una utopía presente. (Candilis G., Josic A. y Woods S.
en Smithson A. , 1966, p. 47).
Golden Lane – Alison y Peter Smithson
Como ya mencionamos, en el proyecto Golden Lane de Alison y Peter Smithson, conviven las ideas
detalladas anteriormente. Se trata de un edificio tipo bloque, el cual fue elaborado para un concurso de
vivienda de alta densidad -para la reconstrucción de un barrio de Londres bombardeado durante la
guerra- en 1952.
Dicho proyecto fue presentado en el CIAM IX realizado en la ciudad de Aix-en-Provence -Francia- en
1953. Para ese entonces, los Smithson "acababan de convertirse en los 'miembros más jóvenes' del
MARS, el grupo británico del CIAM."25 (Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 30). En este congreso se
discutió sobre la «Carta de Habitar» y fue en éste donde se realizó la propuesta de sustituir los cuatro
estratos de la Carta de Atenas -habitar, trabajar, recrear y circular- por los nuevos cuatro niveles de
asociación -casa, calle, barrio y ciudad- ya explicados anteriormente. Dicha propuesta fue realizada a
través de la presentación del Golden Lane, mediante este proyecto, los conceptos de "Asociación e
Identidad fueron introducidos en el pensamiento arquitectónico." (Smithson & Smithson, 1970, p. 13).
Cuando los Smithson crearon el proyecto para el concurso, se propusieron dos metas específicas. Una
de ellas era la que exigía el concurso: solucionar las necesidades de alojamiento para una densidad
elevada de población, en una zona bombardeada de Londres, realizando el "mayor número posible de
viviendas, atendiendo a tipos dimensionalmente diferenciados, con cabida para dos, tres y cuatro
personas." (Vidotto, 1997, p. 34), lo que los llevó a diseñar un edificio elevado en altura. El hecho de
tener que realizar un conjunto habitacional de alta densidad con las exigencias que imponía el contexto
de posguerra que estaban atravesando no significaba una mala ejecución del mismo ni una mala
calidad de vida, si no que era "posible ofrecer en las ciudades un modo de vida infinitamente más rico
y más satisfactorio." (Smithson A. citado en Vidotto, 1997, p. 34).
La segunda meta fue solucionar el problema de la falta de identidad que los habitantes sentían con los
proyectos de estas características, construidos hasta el momento. Esta era una de las tantas críticas
que el Team X realizó a la generación anterior. De este modo, Alison Smithson sostenía que estos
edificios estaban realizados con:
83
Altos standards de construcción y satisfacían las necesidades de la ciudad tal como habían
sido delineadas por los sociólogos oficiales, pero perdían mucho de la calidad vital, una calidad
que era sin duda necesaria para poder conseguir agrupamientos de viviendas «activos» y
«creativos». Esta cualidad perdida -esencial para el sentimiento de bienestar del hombre- era
la Identidad. (1970, p. 14).
Para alcanzar estos objetivos, Alison y Peter Smithson diseñan el proyecto para implantarse en dicha
zona de Londres, mezclándose con la trama existente -la cual presentaba edificios de gran altura y
zonas destruidas por la guerra-. Dentro de este contexto el edificio Golden Lane se plantea como un
cluster -esquema específico de asociación- el cual se extiende a través de los intersticios de la trama
urbana existente. De este modo, los arquitectos proponen que la "comunidad se estructure a partir de
una jerarquía de elementos asociadores, y trate de expresar esos distintos niveles de asociación"
(Smithson A. , 1966, p. 33). Tal como muestra la figura 28, el proyecto presenta categorías crecientes
de agrupación, para cada unidad familiar hay una casa, la sumatoria de casas forman la calle, la
superposición de calles conciben el edificio-ciudad. De la misma manera, la sumatoria de edificiosciudad conforman un barrio y la sumatoria de barrios generan la ciudad, una ciudad con trama
ramificada que a simple vista hace alusión a un racimo.
Figura 28 – Secuencia de las cuatro categorías de asociación plasmados en el Golden Lane: casa, calle, barrio y ciudad.
Al estar concebido como un cluster, el edificio se organiza agrupando las zonas intermedias de
circulación y de acceso a cada hogar con la zona de relación social que generan las calles elevadas
dando acceso a estos hogares y a su vez, generando las conexiones necesarias con los lugares de
trabajo y con los servicios a nivel del suelo (Smithson A. , 1966, p. 33).
Para alcanzar los dos objetivos detallados anteriormente, los arquitectos toman la calle no solo como
un medio de acceso a la vivienda sino también "como modelo de relación urbana, por ser un lugar
expresivo de relaciones humanas y por el sentimiento de pertenencia que genera en quienes viven en
ella". (Rodríguez Fernández, 2014, p. 58). Al mismo tiempo mantenían que existía un inconveniente en
84
recuperar esa identidad que el hombre había perdido con su hábitat cotidiano ya que no podían
resolverlo "usando antiguas formas de agrupamientos de viviendas, calles, plazas, espacios verdes,
etc., puesto que la realidad social que ellas representaban ya no existe." (Smithson A. , 1966, p. 33).
Para resolver este problema, recurrieron a la "creación de efectivos espacios-grupo, que llenen la
función vital de identificación y amparo, haciendo posible la socialmente vital 'vida de las calles'."
(Smithson A. , 1966, p. 35). En el Golden Lane, los arquitectos lograron unificar dichas metas creando
las llamadas «calles en el aire» (ver figura 29), en base a esta propuesta, Alison explica que:
Nuestro propósito es crear una auténtica calle en el aire, tener bastante gente que dependa de
cada 'calle' como acceso, y además que algunas calles sean lugares principales de tránsito es decir, que conduzcan a determinados lugares-, con lo que cada una adquirirá características
propias que la identifiquen. Cada parte de cada calle en el aire debe servir de acceso a un
número de personas suficiente grande como para que llegue a ser una entidad social, y estar,
al mismo tiempo, al alcance de muchas más. (citado en Rodríguez Fernández, 2014, p. 58).
Figura 29 – Perspectiva desde la calle en el aire en el Golden Lane.
Entonces, mediante las «calles en el aire» recuperan la libertad de movimiento de la ciudad y consiguen
brindar a los usuarios la "oportunidad de acercamiento, de compañía; grupo de viviendas claramente
definidas para un apoyo social mutuo; adecuados 'umbrales' para proteger e identificar las viviendas
dentro del grupo" (Smithson A. y., 2001, p. 129), lo que hace alusión a pensar en el todo tanto como en
las partes, a la hora de diseñar el edificio; para que de este modo, cada una de las partes revele por sí
misma cómo el usuario debe apropiarse del lugar.
Como muestra la figura 30, los arquitectos plantean tres niveles de calles elevadas, los cuales
nombraron como «plataformas». “En cada «plataforma» debía vivir un número suficiente de personas
-90 familias- para que acabara siendo una «entidad» social y las «calles al aire libre» se transformaran
85
así en lugares con identidad propia." (Vidotto, 1997, p. 34), siendo ésta la base del principio de identidad
que planteaba el Team X.
Figura 30 - Evolución del diagrama explicativo de las calles en el aire. Peter Smithson.
Las puertas de ingreso a las viviendas abren hacia las calles en el aire, son las encargadas de generar
el nexo entre la vivienda y la calle, este es "el primer punto de contacto, donde los niños aprenden por
primera vez del mundo exterior. Aquí se desarrollan también aquellas actividades de los adultos que
son esenciales para la vida diaria." (Estructuras Urbanas, 1970, p. 22). En estas «plataformas» es
donde se desarrollarán los relacionamientos entre los vecinos -la vida social- las mismas se diseñaron
de un ancho suficiente como para que no se interrumpa el paso si es que se juntan 4 o 5 personas a
socializar. Como observamos en la figura anterior estas plataformas son de un solo nivel, sin embargo,
en sus cruces éstas triplican su altura generando, como expresa Alison un lugar que "invita a quedarse
y dejar transcurrir el tiempo" (citado en Vidotto, 1997, p. 34).
Para recorrer el edificio, podemos encontrar las circulaciones verticales del mismo, en los extremos y
en las intersecciones de las calles elevadas; mediante estas calles se realiza el ingreso individual a
cada vivienda. En cuanto a la planta de cada unidad familiar, las mismas se desarrollan a modo de
dúplex. El acceso a cada vivienda se realiza desde la plataforma, hay unidades que se desarrollan en
el nivel superior y otras en el nivel inferior a dicha plataforma, por lo tanto, estas calles en el aire se
encuentran cada tres niveles como muestran las plantas de la figura 30.
En la planta tipo se ubica el área privada de la vivienda (ver figura 31), mediante esta estrategia los
arquitectos la vida íntima de cada unidad del ruido que genera el nivel de 'calle'. La mayoría de las
viviendas cuentan con un patio adosado al área de cocina el cual tiene vistas hacia la calle en el aire,
estos patios fueron colocados con la intención de que los habitantes realicen actividades cotidianas
fuera de su casa, pero dentro del edificio y que de este modo "las familias lleguen a identificarse con
su casa en su plataforma." (Vidotto, 1997, p. 34).
86
Figura 31 – Planimetría del Golden Lane.
Alison y Peter Smithson recurren a una arquitectura de carácter lineal -fortalecida por la direccionalidad
de las calles aéreas-, no obstante, esta linealidad es interrumpida en las plantas de calles mediante los
patios jardines que generan transparencias en el bloque, disolviendo la barrera que genera el muro y
conformando espacios de encuentro e interacción. "La medida y razón del conjunto se sitúa con claridad
en la vivienda individual y la gente es el ornamento predestinado." (Smithson A., citado en Vidotto,
1997, p. 34).
Figura 32 – Plantas de las diferentes tipologías del Golden Lane.
Walden 7 – Ricardo Bofill
Como explican Gómez, Calabuig y Cueco, en la misma línea de búsqueda del Team X se encontraban
las propuestas de Ricardo Bofill, en las que también se aprecia la concepción de una estructura abierta,
flexible, que da lugar al crecimiento y las diferentes formas de vida y de relacionamiento. La idea de
apropiación -el contemplar la acción del usuario en el proyecto, según el Team X- explican los autores
que se manifiesta en Bofill como una “total elasticidad del sistema «para permitir la variación continua
de las necesidades de la población»” (Castellano Gómez, Domingo Calabuig, & Torrez Cueco, 2011,
p. 59).
87
Ricardo Bofill estudió arquitectura en la Universidad de Barcelona; de familia catalana por parte de
padre e italiana por parte de madre, cuenta que creció en un entorno de orientación muy liberal y
progresista el cual lo llevó a considerar estudiar política, psicología, cine o arquitectura; decidiéndose
finalmente por la arquitectura. De convicción anti franquista, Bofill tuvo ciertas dificultades para estudiar
en España, tras ser expulsado de la Universidad de Barcelona, estudió en Suiza y Francia. Al volver a
España -en plena época franquista-, comenzó a trabajar con su padre el cual era arquitecto constructor.
En ese entonces, Bofill se empieza a interesar por el desarrollo de modelos de vivienda social que
propiciaban nuevas maneras de organización familiar, por ejemplo, el prototipo de ‘ciudad en el espacio’
para Madrid, razón que propició su segunda expulsión de España.
En 1960 funda el ‘Taller de Arquitectura’, un grupo multidisciplinario que incorpora sociología, filosofía
e ingeniería, entre otras disciplinas; durante los años siguientes, trabajarán sobre las bases de la
arquitectura tradicional catalana y, a su vez, sobre la proyección de nuevos modelos como alternativa
al urbanismo racionalista. En aquel entonces, explica Ricardo Bofill, que sentía un gran descontento
por cómo se estaban construyendo las ciudades; si bien Cataluña se encontraba bien, no se podía
pensar en grandes proyectos, “la ciudad es el lugar donde se puede concretar la utopía, pero es también
-como se puede ver- el lugar de la corrupción.” (Bofill, 2013).
Figura 33 – Proyecto Walden 7 (de izquierda a derecha): Esquema de torres que conforman el volumen; Vistas del exterior.
Bajo esta perspectiva, el Taller de Arquitectura incorporó como objetivo la recuperación de los valores
de la ciudad tradicional: sus calles, espacios públicos y relacionamiento entre individuos; siendo éste
el mismo objetivo que ocupaba a los integrantes del Team X en el contexto de posguerra europea. Un
ejemplo de esta recuperación, es el proyecto Walden 7 llevado a cabo por Taller de arquitectura entre
1970 y 1975 en Sant Just Desvern, Barcelona. Según James, este complejo de viviendas “trata de dar
salida al problema de falta de actividades colectivas y de espacios públicos al servicio de las personas
que aqueja a las ciudades actuales” (1988, p. 44).
88
Figura 34 – Patios internos del Walden 7.
Estructurándose en una serie de torres que se curvan -mediante el desplazamiento de los módulos de
vivienda- el edificio genera cinco patios interiores donde se desarrollan calles en el aire, pasarelas y
rincones para uso de la comunidad que vive en el edificio. Estos patios interiores generan un ambiente
de vecindad y propician el relacionamiento entre sus habitantes, recuperando así, los valores de la
ciudad tradicional. Por esta vía, el proyecto fomenta que cada individuo genere un sentido de
pertenencia con su calle y su patio.
Por otra parte, el complejo tiene una doble escala, la monumental en su exterior y la humana en su
interior. “Walden 7 asocia la noción de monumentalidad arquitectónica a la colectividad que lo habita,
de paso yuxtapone un sello reconocible al entorno suburbano que lo engloba.” (James, 1988, p. 44),
de esta manera, el edificio establece su propia identidad, se hace presente en el entorno.
Según Bofill (2013), la idea principal del proyecto era crear el complejo en base a un modelo comunitario
-originario del filósofo marxista Henri Lefebvre-, de esta manera, se plantea un módulo base -de 5,3 x
5,3 x 2,5- el cual se adquiría por medio de acciones, cada individuo compraba los módulos que
precisaba de acuerdo a las necesidades familiares. Esto propiciaba un modo de vida diferente al
tradicional, los módulos eran espacios multifuncionales, podían servir para diversos usos y cada familia
los acomodaba de acuerdo a su uso particular; contemplando así la diversidad humana en su amplio
espectro.
En cuanto a la conformación de la ciudad, Bofill afirma que el proyecto esta diseñado como un trozo de
ciudad en el que los habitantes cuentan con los servicios principales y lugares de esparcimiento. A su
vez, al estar concebido como un fragmento, queda a la espera de otro para obtener, por sumatoria, la
ciudad (Bofill, 2013); retomando el modelo de conformación de la ciudad establecido por el Team X.
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El mirador – MVRDV
En la misma línea de trabajo -más contemporánea- podemos reconocer diferentes arquitectos que
muestran una afinidad con las estrategias del Team X y, a su vez, un objetivo común puesto en el
análisis de la ciudad contemporánea a ellos. Montaner encuentra una clara utilización de los conceptos
del Team X “en los sistemas tridimensionales de Rem Koolhaas y MVRDV, en la voluntad de agrupar
la diversidad, fragmentación y dispersión en megaobjetos” (2009, p. 23).
La firma de arquitectos MVRDV hace alusión a los apellidos de sus tres socios: Winy Maas, Jacob van
Rijs y Nathalie de Vries, arquitectos egresados de la Universidad Técnica de Delft, que fundan su
estudio en 1993. El estudio tiene una metodología de trabajo que incluye la investigación, la
colaboración de otros estudios y/o profesionales y la participación de los clientes, de este modo se
centra en brindar soluciones a los problemas de arquitectura y urbanismo contemporáneos que se
alejan de lo tradicional. Veintitrés años después de su fundación cuentan con un amplio historial de
proyectos que van desde pequeños edificios de vivienda hasta planes urbanísticos, así como también
publicaciones y exposiciones.
Según los propios arquitectos, enfocados en la integración, el impacto social y ambiental que tienen
sus intervenciones, buscan impulsar la innovación en el área de arquitectura, urbanismo y diseño del
paisaje. Expresan que cada diseño conlleva una profunda 'investigación espacial', dicha investigación
se centra en el paisaje urbano, el espacio público y la influencia de la arquitectura en la vida cotidiana
de sus habitantes y usuarios; lo que los lleva a realizar un arduo estudio del contexto, el lugar de
emplazamiento, los problemas socio-culturales, económicos y ambientales; y mediante este proceso
encontrar soluciones de diseño optimizadas y emocionantes que responden a las necesidades
contemporáneas de la sociedad. (MVRDV, s.f.).
La claridad es la piedra angular del trabajo de MVRDV. Los ejemplos de soluciones de diseño
permiten que el público entienda la contribución y el mensaje de un proyecto, por lo que el
diseño se convierte en un producto democrático y social; la arquitectura y el diseño urbano
pueden influir directamente en la calidad de vida diaria de las personas. (MVRDV, párr. 6).
Esta búsqueda de una arquitectura democrática y social, también se ve reflejada en la incorporación
de espacios colectivos a sus proyectos, de manera de promover la interacción entre los vecinos. Esta
cualidad se puede reconocer en diferentes obras de MVRDV, presentándose en espacios con carácter
diferente; mientras que, en el edificio Mirador, se hace presente en la plaza elevada; en el edificio
Celosía se materializa en 30 patios semi-públicos colocados a diferentes alturas.
90
Figura 35 – Proyectos de MVRDV (de izquierda a derecha): Patio interior del edificio Celosía; patio en altura del celosía; edificio el Mirador.
Tras reconocer esta característica en los proyectos, decidimos abordar el Mirador, el cual en el año
2001 fue desarrollo junto con la colaboración de la arquitecta española Blanca Lleó. Situado en el barrio
Sanchinarro, fue realizado para la EMVS de Madrid. Asociarse con arquitectos o estudios oriundos del
lugar donde deben implantar el proyecto, es una estrategia común en MVRDV. Los arquitectos
sostienen que la colaboración es una de las bases de su estudio, que enriquece tanto su desarrollo
profesional como sus proyectos.
A comienzos del siglo XX el barrio periférico madrileño de Sanchinarro comenzó emerger, y
consecuentemente a sufrir grandes intervenciones de edificación popular convirtiéndose en un barrio
residencial. El tejido urbano de la zona se concibe a través de manzanas cerradas de seis a ocho
niveles de altura, a excepción de la rotonda principal del barrio, donde se sitúa este edificio. El equipo
sostiene que la arquitectura de estas nuevas zonas residenciales -producto del gran crecimiento de la
capital española- se manifiesta en bloques de carácter introvertido, edificios compactos alrededor de
patios privados que se 'aíslan' del entorno, lo cual parece oponerse a la arquitectura española
tradicionalmente extrovertida. (MVRDV, párr. 4).
El equipo explica que el proceso de diseño del proyecto fue a través de la discusión y evaluación
continua mediante diagramas, visualizaciones, modelos tanto físicos como virtuales y otros medios para
desarrollar un edificio que responda a los modos de habitar de los madrileños y les brinde una alta
calidad de vida a residentes y usuarios, y al mismo tiempo crear un valor agregado para sus ciudades.
De esta manera los arquitectos idean un proyecto de una típica manzana cerrada agrupando nueve
bloques de vivienda, la cual colocan de pie en el terreno despegándola del suelo y transformando el
corazón de manzana en una plaza en altura y las calles en su circulación vertical. (MVRDV, s.f.).
Los arquitectos realizan este gesto con la intención de romper con la homogeneidad urbana de la zona
y de este modo, no solo consiguen un mirador hacia las hermosas vistas de la sierra de Guadarrama,
sino que también liberan parte de la manzana brindando un sector del terreno privado, al beneficio del
91
disfrute de la comunidad. Así mismo, con esta actitud, contribuyen con la generación de espacio público
necesario que la ciudad contemporánea demanda.
Figura 36 – Proyecto El Mirador de MVRDV (de izquierda a derecha): Esquemas de levantamiento de la manzana; vista del volumen con cinta de
circulaciones; circulaciones; plaza elevada.
Este mirador se encuentra elevado aproximadamente 40m siendo un espacio intermedio -de carácter
semi público- entre la privacidad de la vivienda y el espacio público de la ciudad; reúne a los habitantes
del edificio, brindándole la oportunidad de relacionarse entre sí, contemplando la diversidad,
otorgándole identidad propia al conjunto habitacional y por ende al barrio. (Fernando & Levene, 2002,
p. 167).
Con el fin de propiciar las relaciones humanas y "contra la seriación y repetición racionalista de la
unidad familiar tipo, se plantea la variación razonable como respuesta a los nuevos modos
contemporáneos de habitar." (MVRDV & Lleó, 2004, p. 50). Es decir, se proponen en el mismo bloque
la integración de distintos grupos sociales y diversos modos de habitar mediante 9 agrupaciones de
viviendas diferentes que organizadas en 21 niveles acopian 156 viviendas que responden a 35
tipologías diferentes, como respuesta a la heterogénea demanda contemporánea.
Estos nueve 'barrios' que pueden reconocerse tanto por fuera -por su materialidad y colores diferentescomo por dentro -por las distintas tipologías que aglomera- se conectan mediante una 'cinta roja' de
circulación que recorre todo el edificio. Esta circulación fue concebida a modo de callejones verticales
haciendo alusión a las pequeñas calles que conectarían los bloques si estos se hubieran ubicado
típicamente en la manzana.
En los diferentes ensayos de vivienda que hemos visto en esta parte del trabajo, se aprecia la
concepción del edificio como un trozo de ciudad, agrupando la complejidad urbana. Mientras el Golden
Lane reproduce la jerarquía de asociaciones de la ciudad en los diferentes niveles del edificio -llevando
92
la vida de la calle tradicional a las pasarelas aéreas-; el Mirador hace un proceso de agrupación de
diferentes ‘barrios’, como si se tratara de los edificios típicos de una manzana cerrada que se erige,
generando un bloque vertical. Los barrios son fácilmente reconocibles ya que presentan características
diferentes en cuanto a su tamaño, materialidad, colores, tipologías, etc.
Al mismo tiempo, reconocemos en estos proyectos la importancia de fomentar las relaciones humanas
de proximidad; para lo cual, se hace un pasaje gradual del espacio público al privado incorporando
espacios intermedios -de carácter semi-público- que propician los vínculos sociales y atienden la
necesidad humana de identificarse con su entorno. En el Golden Lane, por ejemplo, se hace visible en
las calles en el aire; en Walden 7 mediante los patios interiores; mientras que en el edificio El Mirador
a través de la plaza elevada. Con estas tres estrategias, evidenciamos la intención de recuperar los
valores mencionados.
Por último, como explicaban los integrantes del Team X, se trataba de hacer un modelo específico para
cada caso particular, defendiendo así, la diversidad frente a la homogeneidad. Los tres proyectos
atienden la diversidad que presenta la sociedad de cada contexto, presentando una variedad de
tipologías y ofreciendo una multiplicidad de maneras de convivir y agruparse. En conclusión, no
podemos definir un usuario ni una vivienda tipo, consideramos que esta particularidad ha sido tenida
en cuenta a la hora de proyectar estos complejos de vivienda, adjudicando así un valor agregado a la
ciudad.
EL ESPACIO DOMÉSTICO
Otro de los puntos de reivindicación que surge a partir del material contemporáneo vinculado al Team
X, trata sobre la escala doméstica. Un ámbito en el que algunos miembros del grupo comienzan a
trabajar -con mayor empeño- en la madurez de su carrera profesional, es el caso de Alison y Peter
Smithson quienes alcanzarán un importante grado de desarrollo de los conceptos referentes a la
domesticidad a partir de los años 80’.
A fines del año 2003 y principios del 2004 se llevó a cabo una exposición -a cargo de Risselada, van
den Heuvel y Colomina- con foco exclusivo en la obra doméstica de Alison y Peter Smithson. La
iniciativa partió de Beatriz Colomina, quien tenía la intención de ampliar una exposición que había
llevado a cabo en 1999: Rearrangements, a Smithson's Celebration. En el 2007 se publicó el libro:
‘Alison y Peter Smithson: De la Casa del Futuro a la Casa de Hoy’, el cual contiene el material de la
exposición. Estructurado en tres partes: una serie de artículos contemporáneos, una selección de obras
93
domésticas de Alison y Peter Smithson, y algunos artículos escritos por la pareja inglesa, el libro nos
introduce al ámbito doméstico de estos arquitectos.
Para Alison y Peter Smithson crear una casa no era como proyectar una máquina sin defectos
y en buen orden de funcionamiento: ellos querían construir un lugar, un territorio. Este concepto
se hace más específico en la idea de que una estructura debería dar la bienvenida a su
apropiación por habitantes, sus pautas de uso, su arte de habitar. (Risselada & van den Heuvel,
2007, p. 14).
A su vez, según Marta Morelli la historia escrita de la arquitectura moderna ha tenido la tendencia a
ubicar a Alison y Peter Smithson en la crítica a los postulados del CIAM, como precursores del
brutalismo y como referentes del movimiento ‘pop’ inglés, pero ha dejado de lado la existencia de una
reflexión consistente, “-un discurso continuo- en el pensamiento de los Smithson, que corresponde a
su profundo interés por el hábitat humano y a su necesidad de comprender los procesos mediante los
cuales el ser humano experimenta el mundo.” (2009, p. 275). Este discurso, como afirma Morelli se
centra en lo que los Smithson llaman «el arte de habitar».
Alison y Peter Smithson vivieron, durante un gran tiempo, en la ciudad inglesa de Chelsea. Más tarde
tras la posibilidad de conseguir un terreno en Soho, esbozaron un proyecto para dicho lugar, que
finalmente no fue llevado a cabo; sin embargo, muchas de las ideas de la Casa Soho fueron utilizadas
para su casa en South Kensington, una remodelación en la “Trataron la mayor parte de la arquitectura
de la vieja casa victoriana como «as found» (tal como la encontraron).” (Risselada & van den Heuvel,
2007, p. 195). En 1971, Alison y Peter Smithson junto a sus hijos Simon y Samantha se mudaron
nuevamente, esta vez a Cato Lodge, a una vivienda existente que plantearon como ‘envoltura’ la cual
vistieron, decoraron y habitaron.
Por medio de estas experiencias domésticas y las reflexiones propias del habitar en esos hogares, los
Smithson dieron forma a sus ideas acerca del habitar; ideas que publicaron más avanzados en su
carrera profesional. De estas teorías de lo doméstico se extraen algunos conceptos que consideramos
fundamentales para comenzar a abordar el tema.
Definiciones de lo doméstico
En primer lugar, nos centraremos en el «Sentido de territorio», según Alison y Peter Smithson “‘Los
lugares nos arrastran hacia ellos por razones más allá de los sentimientos derivados de los cinco
sentidos… algún reconocimiento profundo actúa a través de una inextinguible sensibilidad animal’”
94
(Smithson, P. citado en Morelli, M. , 2009, p. 278), lo que refiere a la capacidad del humano para
delimitar espacios y establecer un área según nuestro alcance perceptivo. Este es el paso inicial en el
proceso de habitar, en primera instancia, se identifica el territorio, y mediante la apropiación se da el
habitar.
Habitamos nuestras ciudades en el espacio físico de las viviendas que, al ser habitado, se
transforma en nuestro lugar de residencia, nuestro lugar en el mundo, en él se establece el
universo de lo doméstico. El espacio doméstico es el espacio físico de las viviendas y sus
modos de habitarlas. (Sánches, 2008, p. 13).
El «espacio doméstico», plantea Darío Álvarez que es el lugar donde el hombre cumple sus funciones
como ser humano: “‘vive, se alimenta, crece, ama, se reproduce, envejece, enferma y, finalmente,
muere.’” (citado en Villalobos, 2012, p. 9), por tanto, es una extensión de su persona, el lugar donde se
proyecta el modo de ser del humano, su comportamiento, su orden emocional y su concepción de la
familia. Éste pasa a ser un elemento identitario del ser, un medio físico -un recinto- que construimos
para dar lugar al habitar, “Al habitar llegamos, así parece, solamente por medio del construir. Éste, el
construir, tiene a aquel, el habitar, como meta. Sin embargo, no todas las construcciones son moradas.”
(Heidegger, 1994, p. 127). Como expresa el autor, una construcción de vivienda ofrece alojamiento, sin
embargo, no existe la garantía de que en ese recinto ocurra el habitar, el «habitar» se genera cuando
nos identificamos con el espacio, cuando nos apropiamos de él.
Entonces, surge la «apropiación» una acción que se gesta en la interacción entre el humano y el
espacio. Según los Smithson, esta apropiación se da en dos niveles. En primer lugar, los ocupantes -a
través de los sentidos- leen el espacio y lo reconocen, lo entienden, lo llenan de significados “de manera
que se convierta en parte suya” (Smithson P. , 1974, p. 377).
Esta idea se puede entender como un proceso fenomenológico donde el espacio se llena de
significaciones y produce esa ‘apropiación emocional’ indispensable en la identificación del
individuo con el espacio, constituyendo un primer nivel de apropiación del espacio. (Morelli,
2009, p. 277).
En un segundo nivel de apropiación, la persona actúa sobre el espacio a través de signos de ocupación,
lo que los Smithson definen como «vestir y decorar», “‘Quiero decir que cuando viajas y vas a
habitaciones de hotel, etc., lo primero que haces es mover la cama, reorganizar la habitación y esa
reorganización se convierte en una obra de arte, es hacer tuyo el espacio.’” (Smithson, P. citado en
Morelli, M. , 2009, p. 277). A través de el agregado de nuestros objetos personales, el acomodado de
muebles y la decoración personalizada, el hombre confecciona su hábitat.
95
Alison y Peter Smithson manifiestan un profundo interés por conocer el comportamiento del humano
para la creación de su hábitat, interés que compartían todos los integrantes del Team X. Peter Smithson
explica que algunos arquitectos trabajaban mucho sobre cómo debía hacerse la vivienda, pero hasta
ese momento no se habían puesto a definir qué es el hábitat, por lo tanto, planteaban soluciones para
algo que no sabían lo que era. Según Candilis “‘Es por esta razón que pienso que si uno examina los
problemas únicamente desde el ángulo de la contribución del arquitecto como especialista -sea
tecnólogo, constructor o esteta- y nada más, se llega a algo absolutamente falso.’” (citado en Cúneo,
1971, p. 87).
Experimentado sobre la definición de hábitat y la búsqueda de soluciones a las necesidades humanas,
en 1956, en el marco de la exposición londinense This is tomorrow, los Smithson junto a Henderson y
Paolozzi realizan Patio y Pavilion, una instalación que presentaba un hábitat simbólico que respondía
a las necesidades e impulsos báscios del humano, tales como: una vista al cielo, un pedazo de tierra,
intimidad, presencia de la naturaleza y de los animales cuando se los necesita; e impulsos básicos:
expandise y controlar, moverse. El espacio de la exposición estaba delimitado por un cerca espejada,
en su interior un espacio abierto a modo de patio y en el centro un pabellón. Éste estaba amueblado
con una colección de objetos representativos de las diversas necesidades e impulsos en el hombre.
Por ejemplo, una rueda de bicicleta dialoga con otras tantas imágenes de ruedas modernas y arcaicas
como forma de simbolizar una condición estructural, o un deseo permanente que nos une con la
máquina y el movimiento.
Figura 37 – Imágenes de la exposición Patio y Pavilion.
“El sencillo cobertizo de madera con tejado de poliéster ondulado, rodeado por una igualmente simple
cerca de paneles reflectanes, fue algo más que un mero intento de dotar de expresión a las necesidades
humanas básicas y universales.” (Risselada & van den Heuvel, 2007, p. 23), en este pabellón se
explicitan varios de los supuestos del pensamiento doméstico de los Smithson. Por una lado, a través
del espacio central protegido por un cobertizo manifiestan la idea de vivienda como refugio, como
espacio íntimo y personal, limitado, en donde el hombre proyecta su orden emocional, “Hacer de la
vivienda individual un refugio. Dentro de este refugio, el individuo debería poder ser capaz de establecer
96
su identidad, encontrando significado en los pequeños actos de su vida diaria” (Smithson A. , 1966, p.
39).
Por otra parte, a través del cerramiento espejado que rodea el pabellón las personas adquieren un
papel fundamental en el funcionamiento de la exposición manifestando así, el ‘arte’ en la actitud de
habitar; habitar que también estaba dado por la apropiación por parte de Paolozzi y Henderson, quienes
ubicaron una collección de objetos en el pabellón. De esta manera, mediante el arte de coleccionar, los
objetos adquieren su propio carácter e identidad y, a la vez, son parte de un sistema mayor; esta
indivdualidad de los elementos que son parte de una colección es una idea que, según Dirk van den
Heuvel, Alison y Peter Smithson desarrollaron en la arquitectura abordando la estética «as found».
Figura 38 – Retratos de lo cotidiano en Bethnal Green.
El concepto de «as found» deriva de la experiencia que Alison y Peter Smithson tuvieron con el fotógrafo
Nigel Henderson en las calles de los barrios obreros de East London. Uno de ellos -Bethnal Green- era
el barrio en el que Henderson vivía con su esposa, ella realizaba un trabajo sociológico sobre una
familia que residía allí, mientras él fotografiaba la actividad en las calles y la vida en aquel barrio.
Mediante los paseos por estas calles y la obra fotográfica de Henderson, los Smithson adquirieron un
nuevo modo de observar su alrededor, un reconocimiento perceptivo de la realidad que -en la década
del 50’ afrontando la tarea de repensar la arquitectura- los guió a interesarse por las cosas tal como
son, por la legitimidad de los materiales y de la arquitectura en su carácter global, lo que para Dirk van
den Heuvel significaba una pérdida de sintonía con algunos dogmas de la ortodoxia moderna que
promovían la búsqueda de la pureza formal y un pensamiento de pretensión científica, que en líneas
generales significaba el aislamiento no contaminado de cualquier realidad cotidiana.
Estas cualidades de lo cotidiano y banal representadas en «As found» también se traslada a la
búsqueda de una estética marcada por la expresión de los materiales casi en bruto, influida por el
informalismo Jean Dubuffet y el ‘action painting’ Jackson Pollock, que luego será calificada por Banham
con el nombre de neobrutalista. El primer ejemplo conocido de esta postura fue la escuela de
97
Hunstanton que realizaron en 1954, sin embargo, van den Heuvel afirma que el primer proyecto con
estas características fue la Casa Soho, nunca construida. Los Smithson explican que en la casa Soho,
la intención fue utilizar un nivel de construcción básica, elemental, como si se tratar de un almacén o
galpón, dejanado la totalidad de la estructura expuesta y abandonando la expresión al montaje de los
materiales simples. Los muros de ladrillo y el hormigón a la vista y sin acabados fueron leidos por
Banham como una cuestión de estilo, cuando todo indica que para Alison y Peter Smithson se trataba
de lograr que el ‘arte de habitar’ vistiera la arquitectura sin mediaciones formales. (van den Heuvel &
Risselada, 2007, p. 28).
Ahora bien, al hablar del habitar como un arte, los Smithson parecen estar proponiendo el pasaje del
“arte como objeto al arte como actitud” (Morelli, 2009, p. 284). Es decir que la arquitectura deja de ser
considerada como un arte en sí misma, o como un objeto singular y precioso, completamente diferente
al resto de los objetos del mundo, para ser propuesto como el medio donde se desarrolla el verdadero
arte, que no es otra cosa que la vida de sus ocupantes.
Mediante este enfoque Alison y Peter Smithson plantean su visión de la arquitectura como el resultado
directo del modo de habitar, lo que a su vez introduce un nuevo aspecto: la familia no es una unidad
estática. Según Taylor, la población se compone -estadísticamente- de diferentes estratos tales como
‘parejas con hijos’, ‘ancianos’, ‘solteros’, ‘familias’, sin embargo los individuos fluyen entre estos estratos
de manera dinámica por lo tanto, si queremos que las relaciones humanas sean sanas la vivienda debe
asumir el máximo de flexibilidad (en Villalobos, 2012, p. 239). En respuesta a estas reflexiones, los
Smithson plantean dos conceptos que les permiten abordar la arquitectura: Por un lado los «layers» y,
por el otro, los «vacíos». La arquitectura se piensa como una sucesión de layers entre los que se
conforman vacíos, vacíos que se encuentran a la espera de ser ocupados por el habitar:
La arquitectura necesita tener características formales que permitan la manifestación de las
emociones y cualidades de los habitantes, que los invite a asumir repsonsabilidad de los
espacios alrededor de ellos. Una manera de lograr una arquitectura receptiva era a través del
método de layering porque a través de los layers hay espacio para ilusión y la actividad.
(Smithson A., citado en Morelli, 2009, p. 280).
La esencia del espacio radica en ese vacío, porque como explica Peter Smithson, “La vida tiene lugar
en el vacío” (2004, p. 89), éste está lleno de potencialidad y se encuentra a la espera de las emociones
y de las actividades humanas, para así alterar su cualidad de espacio. El vacío se carga de energía
cuando es ocupado por el arte de habitar y es en ese momento que la arquitectura llega a su máxima
magnitud. “‘Los edificios no son formas y volúmenes cuidadosamente compuestos sino un ensamblaje
que necesita de sus actividades imaginativas y del arte de la ocupación de estas actividades para
completarse.’” (Smithson A., citado en Morelli, 2009, p. 282). Es por este motivo que las viviendas de
98
los Smithson estan concebidas como un recinto abierto a las diferentes interpretaciones: están
diseñadas para adaptarse al cambio.
Vivienda e industrialización
Según Alison Smithson, uno de los elementos motores del Movimiento Moderno fue la industrialización
de la construcción, por lo tanto, en la década del 20’ ante la falta de tecnologías de construcción
genuinamente industrializadas, los arquitectos buscaron un lenguaje formal que reflejara el espíritu de
la máquina, un lenguaje que no era la expresión legítima de la tecnología sino una estética que
intentaba representar la nueva era maquinista (2001, p. 114). Según Giancarlo De Carlo, el problema
de los arquitectos de principio de siglo estaba radicado justamente ahí, en el intento de “sustituir al
estilo de la Academia por otro: el estilo moderno.” (Sprechmann, 1972, p. 18). Estos arquitectos se
interesaban por el aspecto formal de la tecnología, en lugar de explorar a fondo los cambios incluidos
en el modo de vida y en las formas de producir arquitectura que derivan de esa misma industrialización.
La casa, para tomar el verdadero papel que puede jugar en la sociedad de mañana, debe ser
un producto de consumo, es decir entrar en el ciclo de la industrialización: concepción,
realización, distribución y eliminación. (…) La casa tiene que convertirse en un producto de
consumo. (…) Ahora es necesario encontrar la arquitectura que pueda, que permita
constantemente cambiar y tener siempre las posibilidades de aumentar su potencial de vivir.
(Candilis G., en Cúneo, 1971, p. 91).
En el caso de los Smithson, la industrialización y la cultura del consumo fueron motivo de interés para
desarrollar parte de las teorías domésticas, La Casa del Futuro, por ejemplo, es uno de los proyectos
que manifiesta su encanto por la era consumista y la exploración de las nuevas posibilidades y
oportunidades que brinda. Esta casa fue concebida como un prototipo prefabricado capaz de ser
reproducido en serie, al igual que un automóvil o un electrodoméstico, con la posibilidad de ser utilizada
y desechada. La arquitectura escenificada, glamorosa y fantasiosa de esta casa ha sido considerada,
según alega Dirk van den Heuvel, como una anomalía dentro de la obra de Alison y Peter Smithson.
Sin embargo, la Casa del Futuro representa una propuesta radical que pone de manifiesto unas nuevas
concepciones de hábitat que, no se agotan en lo más mínimo, en la simple referencia de la sociedad
de consumo. De hecho, los Smithson nunca fueron -exactamente- unos promotores del consumo de
masas sino, por el contrario, partieron de la producción masificada como una condición histórica
impuesta a la arquitectura para construir, a partir de allí, una vivienda carente de toda retórica que bien
vista, conserva intactos los mismos temas estructurales y antropológicos presentes en el Patio y
Pavilion. (2007, p. 35).
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El paraíso del hombre moderno no está en los grandes espacios abiertos, está en su casa, en
su jardín, en su automóvil, en la tranquilidad que le produce este pequeño bienestar frente a un
mundo que le es cada vez más conocido y más ajeno al mismo tiempo (Villalobos, 2012, p. 11).
Figura 39 – Imágenes del interior de la Casa del Futuro.
De los Smithson a Lacaton y Vassal
En el décimo congreso CIAM -Dubrovnik 1956- Alison y Peter Smithson presentaron una serie de
viviendas asociadas al esquema de la sección del valle de Patrick Geddes. En el cuadro, los Smithson
insertaron tipos de viviendas que van desde las altas densidades urbanas a la sociedad de las laderas,
y aprovechan la oportunidad para insertar algunos proyectos desarrollados en su trabajo profesional.
Entre ellos la Casa Bates, que servía para ejemplificar el caso de una vivienda aislada. Se trataba de
un encargo del agricultor Robert Bates que, para los Smithson, significó el segundo trabajo importante
luego de la escuela de Hunstanton. Según afirma Alison Smithson: “‘De todas las casas independientes
que proyectamos en los años cincuenta y sesenta ésta es la que más nos hubiera gustado poder
construir’” (citado en van den Heuvel & Risselada, 2007, p. 157).
El proyecto consistía en una casa de campo destinada para ser utilizada durante todo el año por la
familia Bates. El predio donde se debía implantar estaba destinado a la plantación agrícola y la intención
del dueño era poder separar el ámbito doméstico del laboral por medio de un patio vinculado
directamente con la vivienda. De esta manera, los Smithson trabajaron con las siguientes estrategias:
ubicaron la casa sobre el borde del terreno asociada a la carretera, elevaron la construcción dejando el
nivel inferior libre para alojar el patio exterior de carácter doméstico y finalmente, generaron una barrera
natural -un muro de contención de tierra con forma ovalada- alrededor de la vivienda asilando la planta
baja de los cultivos. Por medio de estas estrategias, la Casa Bates se vincula a nivel del suelo con el
entorno contenido por la barrera natural, generando, según David Casino, un vínculo físico y emocional
que elimina la separación radical entre objeto y paisaje que se producía en las obras de la arquitectura
moderna, “Lo que antes eran ‘máquinas de habitar’ flotando sobre el plano del suelo, ahora se
100
convierten en ‘territorios habitados’, en lugares que se extienden.” (2013, p. 27). De esta manera, la
vivienda plantea una recuperación del vínculo original con el suelo a través del espacio doméstico
exterior y, por otra parte, el volumen elevado otorga un vínculo visual con el entorno, ampliando las
visuales de los individuos más allá en la profundidad del paisaje.
El hábitat le ofrece la respuesta a sus necesidades: un fragmento de territorio protegido por la
materia donde revelar toda su imaginación, un pedazo de tierra moldeado para sus manos, un
pedazo de cielo y todo aquello que cruza desde el fondo del espejo hasta la infinitud de su
mirada, más allá de las montañas. (Cabello Arribas, 2010, p. 183).
Figura 40 – De izquierda a derecha: maqueta, planta y croquis de la Casa Bates.
Dirk van den Heuvel afirma que si en la escuela de Hunstanton los Smithson reflexionaron sobre
algunas ideas de Mies Van der Rohe -aunque despojadas de todos sus excesos formales y del
‘manierismo’ de la etapa americana-, en la Casa Bates, el matrimonio británico concentró su mirada
sobre la Villa Savoye de Le Corbusier. La Casa Bates evoca indudablemente la volumetría de la
vivienda de Le Corbusier aunque, la ‘sensación’ de liviandad formal de la Villa Savoye apoyada en los
delgados pilotis de hormigón armado, en la Bates deja de ser un efecto simplemente visual para
convertirse en una realidad estuctural. La Casa Bates es un verdadero volúmen que flota en el aire
gracias a una solución de ménsulas que parten del núcleo central realizado en hormigón armado. En
este caso, la estructura del volumen superior fue pensada y construida como un esqueleto de acero
revestido de contrachapado, es decir, una estructura liviana que se incrusta en el núcleo duro de la
vivienda, donde se alojan escaleras y servicios. (2007, p. 157).
La Casa Bates jamás fue construida, sin embargo, el proyecto presenta algunos recursos que
convienen a la maduración de este nexo entre tecnologías en bruto y formas de habitar. La Bates
ensaya una innovadora solución estructural, incorpora materiales prefabricados, pero además
construye un sistema de relaciones con el suelo y el paisaje que permiten volver a vincular a los
101
hombres con la naturaleza. El empleo de tecnologías modernas no es un fin en sí mismo, sino un medio
o un soporte para el verdadero objeto de reflexión que, como ya mencionamos, es la vida.
Tecnología moderna sin exaltaciones retóricas y relaciones de habitar. Este mismo espectro de
problemas se lo puede encontrar en la obra de Jean Prouvé, un ingeniero francés que realizó el enorme
puzzle de elementos prefabricados de acero cortén, para las fachadas de la Universidad Libre de Berlín,
de Candilis, Josic y Woods. Prouvé llevó a cabo una amplia experimentación sobre los métodos de
producción industrializada en diversos ámbitos, desde mobiliario hasta elementos prefabricados para
la edificación y sistemas de construcción modular. Como explica Mathias Remmele, llegó a
experimentar casi con cualquier elemento o construcción que pudiera adaptarse a los métodos de
producción industrial, de esta manera, se centró en la búsqueda de soluciones a los problemas del
mundo moderno, bajo la premisa de combinar funcionalidad, honestidad, economía y fabricación en
serie, dejando en segundo plano los aspectos formales del diseño. (de Muga, Dachs, García Hintze, &
Remmele, 2007, p. 9).
Comenzando como herrero artístico junto a su padre en la École de Nancy -su ciudad natal-, en 1931
funda su taller personal -Les Ateliers Jean Prouvé- en el que comienza a desarrollar piezas de
mobiliario, elementos prefabricados y casas desmontables. Finalmente, tras un gran incremento en la
producción, hacia 1947 el atelier decide expandirse por lo que se muda a Maxéville, allí Prouvé instituye
una importante fábrica, con más de trescientos empleados y excelente maquinaria; sería el auge de su
carrera. Hacia 1952 un empresario del aluminio decide asociarse al atelier con la intención de invertir
dinero en la fábrica, al poco tiempo comienzan a surgir problemas y discrepancias entre Prouvé y el
ahora accionista mayoritario de la empresa. Finalmente, tras la gravedad de los hechos, Prouvé decide
desvincularse totalmente de su fábrica, alega entonces: “‘al perder Maxéville lo perdí todo, de aquel
desastre solo me quedaron las manos y un cerebro en estado de shock. Sin reservas financieras y con
una familia numerosa que mantener. Para colmo, fue en este período que tuve que construir mi casa.’”
(Gilles, 2004).
Prouvé contaba con un terreno -de herencia familiar- en las afueras de Nancy; se trataba de una parcela
de aproximadamente seis mil metros cuadrados con un suelo poco apto para construir y en una gran
pendiente a la que era dificultoso acceder con maquinaria y vehículos de gran porte. Por otra parte,
como explica de Lapuerta, el renunciar a los talleres de Maxéville lo llevó también a tener que renunciar
a los sistemas constructivos industriales que allí desarrollaban. De esta manera, Prouvé improvisó un
sistema algo más artesanal en el que combinó una serie de módulos prefabricados -conseguidos a
precio de saldo- y otros elementos estructurales que fueron encargadas especialmente para la vivienda;
la casa Feremhal se hizo completamente en estructura liviana con cimentación superficial, todas las
piezas que la componían podían ser manipuladas de a 2 o 3 personas haciendo viable entonces, la
construcción en la cota más alta del terreno. (2008, p. 82).
102
Los prefabricados se consiguieron por medio de unos trabajadores de su antiguo taller con los que aún
tenía relación, estos elementos habían quedado como restos de otras viviendas, por lo tanto, con la
ayuda de sus amigos logró adquirirlos por una simbólica suma de dinero, eran seis paneles de aluminio
perforados con ojos de buey y trece paneles con zócalo de madera, abertura de guillotina y postigo
metálico incorporado; todos de un metro de ancho, siendo ésta la medida del módulo de las casas que
diseñaba Jean Prouvé.
Figura 41 – De izquierda a derecha: Vista en fachada de los paneles con ojos de Buey; diseño del panel de un metro; vista en fachada de los
paneles con ventana de guillotina y postigo.
Con la premisa de combinar economía de trabajo y de materiales, como explica Remmele “recursos
mínimos de material y la fórmula constructiva más simple” (2007, p. 9), Prouvé llega a la forma mediante
la reflexión técnica. Los paneles de ojo de buey, por ejemplo, tienen ventanas circulares porque el
círculo permite un corte y ajuste más preciso que el ángulo recto. Lo mismo sucede con las puertas de
madera, por ejemplo, que tienen las esquinas redondeadas y el umbral levantado unos centímetros del
suelo, lo que visualmente presenta una estética de barco, sin embargo, responde a una estrategia para
facilitar el corte con la maquinaria y poder obtener la pieza a partir de un solo panel de madera. Prouvé
expresa, “todo lo que he hecho proviene siempre de un pensamiento instantáneamente constructivo,
nunca he tenido en mente una visión o una forma, no tengo estilo y nunca he dibujado formas, he hecho
construcciones que tenían una forma.” (Gilles, 2004).
Figura 42 – Esquemas de Jean Prouvé (de izquierda a derecha): Ventana circular en panel, corte de puertas redondeado; modulación de la casa
Ferembal.
103
El espacio de estar-comedor sugiere un punto de expansión dentro del carácter lineal de la vivienda,
está pensado como un gran espacio que permita alojar a la familia y recibir a los amigos: ‘la plaza del
pueblo’. Este carácter que se aprecia en la volumetría también se refleja en el cambio de modulación se agranda- y el cambio de materialidad y apertura del espacio al exterior -fachada completa de vidrio.
De esta manera, el estar adquiere una escala industrial con los paneles de vidrio de un metro sesenta
de módulo -diseñados por Prouvé para edificios- y el portón batiente también de escala industrial que
permite abrir el estar, integrándose completamente al jardín.
Figura 43 – De izquierda a derecha: El estar comedor de la casa Ferembal; vista de fachada, expansión del sector de estar y cambio de carácter.
Se puede apreciar que la obra de Jean Prouvé presenta un sentido de moralidad intrínseco en el
proceso de fabricación; dejando de lado los aspectos puramente estéticos, Prouvé ha buscado
constantemente que el diseño y la arquitectura sean cada vez “menos estéticas y más éticas” (Garcias,
2001, p. 71). Muchas veces sus diseños eran toscos y simples, explica Remmele, mostraban las marcas
del proceso de fabricación, esto contrarrestaba la estética mecánica de las formas limpias y livianas,
pero sobretodo, reflejaba la esencia de cada material, su capacidad de expresión, el resultado de
combinar funcionalidad, economía y honestidad en pos de favorecer lo verdaderamente esencial: el
aspecto humano. (2007, p. 15). Este legado de Prouvé ha influenciado a las siguientes generaciones,
tanto Richard Rogers como Jean Nouvel, entre otros, serán discípulos de sus enseñanzas. En 1983,
tras la demolición en el terreno de las afueras de Nancy, la mayoría de los elementos de la casa
Ferembal fueron rescatados y guardados; entre octubre y diciembre de 2010, en el marco de la Feria
Internacional de Arte Contemporáneo de París (FIAC), Jean Nouvel lleva a cabo la exposición de esta
vivienda restaurada. La ideología de Prouvé -sintetizada en la Casa Ferembal- se hace presente
también, en la obra de Nouvel. Un proyecto en particular nos convoca a la reflexión, el complejo de
vivienda social Nemausus 1 construido en 1986, en Nîmes, Francia.
Como explica Nouvel, la tipología de vivienda había reducido su metraje luego de la Segunda Guerra
Mundial, se había relegado la calidad a la cantidad; en Francia, en los años ochenta, la vivienda social
reproducía el modelo ‘burgués miniaturizado’ en el que el espacio interior se encontraba apretado y
104
encerrado, “Era ese espacio interior el que yo quería reelaborar para escapar a ese plan fatal, para
hacerlo coherente con la forma en que la gente vivía realmente.” (Gilles, 1995).
Partiendo de esta idea, el objetivo principal en Nemausus fue proveer tipologías de mayor tamaño que
otorgaran más espacio para el desarrollo del ocupante y, a su vez, propusieran una nueva forma de
vida. Ahora bien, ante el pensamiento lógico de que al agrandar la tipología inevitablemente se
aumentaría el precio, Nouvel plantea que se pueden construir superficies entre 30 y 40% más grandes
por el mismo precio, y explica “Para obtener más espacio por el mismo precio hay que construir lo más
recto y lo más simple posible.” (Gilles, 1995). Además de la simplicidad, otras estrategias fueron
utilizadas para disminuir los costos: la implementación de elementos industriales fabricados en serie
como puertas de garaje, cerramientos y escaleras industriales.
Figura 44 – De izquierda a derecha: Vista del complejo Nemausus y su sistema circulatorio; calles aéreas.
El complejo se planteó en dos volúmenes lineales de cinco niveles más un subsuelo semienterrado
para los vehículos, las tipologías eran de dos o tres niveles. Ambos edificios responden a un módulo
estricto de cinco metros, lo que se traduce en planta baja como el espacio para dos autos y en planta
alta como una vivienda. La caja de ascensores es la única interrupción de la modulación, ésta genera
una raja angosta que atraviesa el edificio completamente. Por otra parte, en cada nivel de acceso a las
viviendas existe una pasarela de gran dimensión que oficia de circulación pública y a la vez, permite la
realización de diversas actividades recreativas; finalmente, unas escaleras metálicas se adosan a las
calles en el aire. Toda la circulación pública está planteada en el exterior del edificio, para así
aprovechar la crujía para las viviendas en su totalidad.
Al no tener la circulación en el medio, los apartamentos atraviesan el volumen generando doble
orientación, hacia el norte se accede a las calles corredor y hacia el sur, la vivienda se abre a una
terraza privada aprovechando el asoleamiento. En las fachadas que dan a estas terrazas privadas, se
colocó una abertura especial, se trata de unos portones de cuatro hojas batientes que abarcan los dos
o tres niveles de altura de la vivienda. Siendo diseñados en serie para los cuarteles de bomberos, en
105
este proyecto estos portones dan la posibilidad de abrir totalmente la vivienda al exterior y, a su vez, le
otorgan un aspecto muy particular a los espacios, “‘hay algo familiar y fuera de sitio en ellas, que se
produce tomando prestado de otro campo un elemento conocido, en este caso el del mundo de la
cotidianeidad y la industria.’” (Nouvel, J. citado en Díaz Moreno & García Grinda, 2002, p. 22). Los otros
cerramientos del complejo están constituidos por paredes livianas -bastidores de madera, aislación y
revestimiento exterior de aluminio laminado; siendo éste otro recurso extraído de la construcción a
escala industrial.
Las calles aéreas, el parasol superior y las escaleras metálicas, junto a los otros elementos y
materialidades industriales, le dan al conjunto una continuidad estilística, que resulta de la necesidad
de elegir estrategias que correspondan a la realidad constructiva y económica del momento. Evitando
desviaciones formales, lo que importa es encontrar esa respuesta pertinente para cada contexto
específico, Nouvel sostiene:
Tener un estilo es apropiarse de un sistema formal y reproducirlo en cualquier situación. En
este sentido, yo no tengo estilo. Para mí, la forma de un edificio no es más que la expresión de
un argumento, único en cada ocasión. (Gilles, 1995).
Por último, otro aspecto a señalar es la decisión de Nouvel de dejar los espacios interiores con las
texturas y materialidades tal como son, con las marcas de construcción y la sensación de inacabado.
Mediante esta decisión el arquitecto define un grado de determinación del espacio que no es absoluto,
que deja posibilidades para la apropiación, es decir, que el espacio queda a la espera de que el usuario
lo habite y se apropie de él, según Nouvel, “de acuerdo a su cotidianidad y a sus medios” (Gilles, 1995).
Figura 45 – Retratos de las diferentes apropiaciones que el usuario hizo de las viviendas en el edificio Nemausus.
De la misma manera que Nouvel en Nemausus, en la actualidad, la pareja de arquitectos Anne Lacaton
y Jean Philippe Vassal comenzaron a desarrollar prototipos de vivienda en los que también atribuyeron
106
el valor esencial de la casa a la dimensión de la misma; lo que para Arnoldo Rivkin es un vínculo directo
entre la obra de Lacaton y Vassal, y las obras de Jean Nouvel de los años ochenta. (2015, p. 34).
Lacaton y Vassal -ella de origen francés y el marroquí- estudiaron arquitectura en la Universidad de
Burdeos en la que se graduaron a finales de 1980. Tras recibirse, se dirigen a Níger -en el oeste de
áfrica- donde Vassal trabajó unos años como urbanista. Esta experiencia, según explica Vassal los ha
ayudado a reflexionar sobre los recursos con los que cuentan en Europa desde una perspectiva más
libre y clara. En el contexto africano, si tenían que construir una casa económica, continúa explicando
el arquitecto, no podían buscar soluciones en libros o revistas, sino que tenían que buscar materiales
asequibles en el supermercado, “Esto te devuelve de alguna forma a lo esencial. Fue interesante ver
cómo la gente podía definir espacio sin casi materialidad, empleando para ello simplemente unas pocas
cosas, estableciendo una relación cambiante y abierta con el lugar” (Lacaton, A. & Vassal J. P., en Díaz
Moreno & García Grinda, 2015, p. 10).
Tras la experiencia de Níger regresan a Francia y comienzan a trabajar en diversos proyectos a partir
de 1985, la noción de habitar estará muy presente en su trabajo, según Anne Lacaton, dirigiéndolos a
pensar la arquitectura desde el interior buscando ofrecer al usuario las mejores condiciones posibles.
Proveer las mejores condiciones significa mayor espacio para diversos usos, más flexibilidad, más
generosidad y mejor calidad de vida; para poder lograrlo, estos arquitectos se implicaron en la tarea de
cambiar los estándares domésticos: “Nos empeñamos en hacerlo radicalmente y mejor, multiplicando
la superficie para obtener un espacio dos veces mayor.” (Lacaton, A. en Díaz Moreno & García Grinda,
2015, p. 6).
Hacia 2005 llevaron a cabo ‘La ciudad manifiesto’, un proyecto de vivienda social en Mulhouse que
planteaba un cambio radical en los estándares domésticos. Como explica, Jean Philippe Vassal, la
vivienda social en Francia se encuentra llena de limitantes en cuanto a normativas, condicionantes de
superficie y presupuesto; no obstante, idearon una estrategia para poder responder a las normativas
estatales y los estándares de calidad propios. Utilizaron el área máxima permitida por la normativa,
incorporando una estructura de hormigón armado recubierta por una envolvente bioclimática de plástico
-como la que se utiliza en los invernaderos-, de esta manera, se generan tipologías de grandes
dimensiones y espacios adicionales para cada vivienda: los jardines de invierno. Además del programa
de vivienda, cada casa es provista con un espacio exterior -generado a partir de la envolvente plásticasin una función establecida; al no tener una función, este espacio da lugar a la expansión de la vida
familiar de manera libre.
107
Figura 46 – De izquierda a derecha: Vista del volumen de hormigón recubierto con la envolvente plástica; fachada de una vivienda con jardín de
invierno en el nivel superior.
Según Lacaton, esta combinación de programa arquitectónico y espacio libre genera apropiaciones
muy interesantes por parte del usuario; es una manera de dejar la arquitectura en segundo plano y dar
lugar a lo que verdaderamente importa, que es lo que produce en términos de habitar. Por este motivo,
Anne Lacaton explica que, a la hora de proyectar uno debe saber dónde terminar el proyecto, dónde
parar para procurar darle libertad al usuario, “El espacio no debería imponer un estilo de vida en
particular, y no se tiene porque proyectar todo; solo has de proporcionar un espacio potencial para
poder ser apropiado y usado.” (Lacaton, A. en Díaz Moreno & García Grinda, 2015, p. 10).
Figura 47 – Retratos de la libertad de apropiación de los jardines de invierno de cada vivienda.
En la época actual, explica Ilka y Andreas Ruby, para la mayoría de los arquitectos la forma se ha
convertido en el criterio, en el punto de partida. En medio de una arquitectura contemporánea que
prioriza el lenguaje formal, ante todo, la arquitectura de Lacaton y Vassal se presenta como un gran
anacronismo, afirman. Para esta pareja de arquitectos, la forma de la arquitectura es el resultado de
proyectar desde el interior hacia el exterior priorizando los espacios de habitar, “La forma es, también,
algo que aparece por sí misma y no una escultura que uno deba moldear.” (2001, p. 4).
Además de la ruptura con la funcionalidad y su consecuente liberación de las actividades del hombre
en el interior de la vivienda, Lacaton y Vassal también plantean, la utilización de los materiales según
108
su lógica de uso, de esta manera, se elimina la ‘función narrativa’ que tradicionalmente han tenido los
materiales -la nobleza de una madera o el valor de un revestimiento pétreo- y se atienden las
posibilidades que el material presenta. En esta estrategia, los arquitectos presentan un interés por los
materiales baratos, como los policarbonatos, aluminio y paneles de madera; esto se traduce en un
ahorro. No obstante, este ahorro en algunos aspectos de la obra es re direccionado, esa parte del
presupuesto se usa en otro aspecto del proyecto que consideran más importante, en el caso de
Mulhouse, plantean crear espacios más grandes y jardines de invierno para cada apartamento. Esta
estrategia -la misma que Nouvel en Nemausus- resulta ser una “magnífica transformación de ‘plusvalía
de valor’ en ‘plusvalía de espacio’” (Ruby & Ruby, 2001, p. 6).
Por último, el uso de la tecnología y la industrialización para la creación de las viviendas es otro aspecto
que nos interesa resaltar por su carácter epígono con respecto a los Smithson. Estos arquitectos utilizan
los elementos y sistemas tecnológicos en la medida que sirvan a sus objetivos arquitectónicos; un claro
ejemplo está en la utilización del invernadero adaptado al programa de viviendas, el cual para Lacaton
y Vassal sintetiza sus objetivos arquitectónicos -inteligencia en su construcción, eficiencia climática y
economía en su fabricación-.
109
CL
CONCLUSIÓN
Al inicio de nuestra investigación nos propusimos encontrar aquellos arquitectos que, desde la
contemporaneidad, han mirado hacia el Team X retomando sus valores para concebir los espacios
habitables de hoy. Con este motivo, estudiamos la evolución de estos valores y la medida en que son
incorporados en el discurso y la práctica de cada arquitecto; a través de las tres líneas de reivindicación
encontradas. A medida que nos introdujimos en la investigación, comprobamos que la posible
revalorización del legado de este grupo es inminente y, a su vez, que las líneas de reivindicación
abordadas representen, posiblemente, una pequeña fracción del total. Asimismo, las temáticas
abordadas adquieren una escala incalculablemente amplia y digna de ser investigada, por este motivo,
entendemos que nuestro trabajo representa un primer acercamiento.
Luego de la Segunda Guerra Mundial, el Team X se enfrentó a ciudades que estaban sufriendo un
fuerte cambio en su estructura política y social producto de la guerra y el proceso de industrialización,
lo que conllevaba un cambio en el funcionamiento humano y su modo de vida; en este contexto, la
mayor apelación del Team X fue hacia los arquitectos que no pudieron adaptarse a la nueva realidad
de los habitantes y sus ciudades, esos arquitectos que según Alison Smithson (1966) se quedaron
dibujando los sueños del ayer, en vez de despertar al hoy, dando como resultado una arquitectura que
había perdido el punto de mira, que dejaba de lado lo más esencial de su concepción: dar lugar al
habitar. Nos resulta lógico que esta idea se presente como atemporal, tan viable y necesaria en aquel
contexto de posguerra como en el actual contexto de globalización.
A su vez, en cada una de las direcciones por las que abordamos la reivindicación de los valores del
Team X, también hemos encontrado este carácter atemporal en ciertas maneras de concebir la
arquitectura, y contemplar al individuo y su entorno. Si bien esta revalorización no sucede de manera
explícita, estos valores se han transmitido de una generación a la otra, siendo retomados en contextos
y épocas muy disímiles bajo una misma esencia; la esencia de la responsabilidad ética en la
arquitectura, el ‘edificio ciudad’ para volver a recuperar los espacios capaces de vincular al individuo
con su comunidad o el espacio doméstico para dar lugar al ‘arte de habitar’.
El carácter ético de la arquitectura resulta ser una de las direcciones en la que las ideas del Team X
trascendieron hasta la contemporaneidad. En el marco de una arquitectura que se había estancado en
soluciones estandarizadas y fórmulas repetidas, El Team X hace un llamado a las bases éticas sobre
las que se originó la Arquitectura Moderna, considerando que la arquitectura es: por la gente y para la
110
gente; una disciplina íntimamente ligada a las necesidades humanas de identidad, comunidad y
desarrollo individual de las personas. La arquitectura representa para el Team X un deber moral como
arquitectos, que tenían herramientas y capacidades para mejorar las condiciones de los espacios de
habitar de su época.
Tal como Erskine o Giancarlo de Carlo contemplaban los factores ecológicos del contexto, el carácter
de la comunidad; y propiciaban su participación en el proyecto, para así generar un sentido de
compromiso que envuelva el acto arquitectónico. Esta responsabilidad y seriedad también se traduce
en el éxito que tuvieron las viviendas del PREVI, en las que la mayoría de los arquitectos pudieron
captar el funcionamiento de las comunidades que vivían en las barriadas y, de esta manera, proveerles
una vivienda como base en la que se desarrollaron con libertad y acorde a sus maneras particulares
de habitar. Esto se presenta del mismo modo, en Elemental, donde absorbiendo los resultados positivos
de la experiencia del PREVI conforma otro ejemplo latinoamericano de vivienda social que atiendan las
necesidades de un contexto específico; y a la vez, remarca un sentido de responsabilidad de contribuir
a generar igualdades sociales.
Otra dirección en la que los arquitectos han reavivado los valores del Team X, tiene su origen en la
adaptación de los sistemas de producción industrializada a la escala doméstica. Como observamos,
Alison y Peter Smithson habían comenzado a investigar los prototipos de vivienda masificada y
asociada a la cultura de consumo, no obstante, bajo una perspectiva particular que se alejaba del
prototipo futurista en sentido estético, es decir, la tecnología de los nuevos sistemas es incorporada
como un medio para cumplir un objetivo y no como una estética en sí misma. Esto sucedía con los
elementos prefabricados de Jean Prouvé, los cuales eran producto de un proceso de producción
responsable y honesto que buscaba la eficiencia; así como también en los complejos habitacionales de
Jean Nouvel, Lacaton y Vassal, en los cuales el ahorro en ciertos aspectos del proyecto se traduce en
tipologías más amplias que la media, transformando ese ahorro en ‘plusvalía de espacio’. De esta
manera, se aprecia una corriente con fundamentos en los sistemas de industrialización altamente
tecnológicos que, dejando de lado la elocuencia formal, buscan que la arquitectura cumpla su verdadera
función.
Las estructuras urbanas propuestas por el Team X también fueron retomadas en la contemporaneidad.
Partiendo de la premisa de recuperar la identidad que la ciudad ha dejado de ofrecer, hemos encontrado
a lo largo de los proyectos estudiados la incorporación de un gradiente de escalas entre los espacios
públicos y privados, mediante espacios de carácter semi-público. Estos espacios intermedios ofician
de vínculo entre el usuario y la comunidad fomentando la interacción social directa entre los habitantes.
Lo que Alison y Peter Smithson concibieron en el Golden Lane con las calles en el aire, se transmuta
en la arquitectura de Bofill mediante los patios internos del Walden 7 y, finalmente se identifica en el
111
proyecto el Mirador de MVRDV a través de la plaza elevada. Con el gesto de poner de pie el bloque,
MVRDV transforma el corazón de manzana en un hueco elevado que se convierte en una
particularidad, generando sentido de pertenencia en sus habitantes y un valor agregado al entorno
construido, fomentando así, a la producción de una ciudad que atiende de mejor manera las
necesidades humanas.
Finalmente, hemos concluido que el Team X ha dejado un legado colmado de premisas constructivas,
optimistas y con fuerte compromiso social, por lo tanto, todo arquitecto que actualmente se encuentre
interesado en trabajar -bajo estas premisas- para contribuir a la construcción de ciudades más
humanas, a los espacios democráticos de habitar y con la intención de generar espacios en los que el
individuo pueda vincularse con el otro; implícitamente trae consigo al Team X.
112
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http://hdl.handle.net/2099/1835
117
AX
ANEXOS
118
ANEXO 1
Traducciones de propia autoría.
1."What was Team 10? As to people who are interested in Team 10, Team 10 might ask a few serious
questions: ‘Why do you wish to know?’ ‘What will you do with your knowledge?’ ‘Will it help you
regenerate the language of Modern Architecture so that it would again be worth inheriting?" (Smithson,
A., Team 10 Meetings, 1991, p. 15).
2."Some historians assert, not without reason, that the propulsive drive of the Congrès Internationaux
de l’Architecture Moderne ended with the promulgation of the Athens Charter. Other, more radical ones
go as far as to say that an international conflict between organization and avant-garde had existed since
the very first CIAMs, thus undermining their chances. Finally, some (including me) believe that the
presence of CIAM after World War II served the fundamental purpose of handing down to my generation
principles and debates on the essential character of modernity, a manner of discussing this and, even,
an important set of symbols of representation. In other words, they presented to our criticism the basic
material on which the historical consistency of the younger generation’s project was built."(Gregotti,
1992, p. 4).
3."On seeing her for the first time at a gathering of persons interested in decorative art and architecture,
where, in her blonde splendor, she was championing poorly supported causes, I named her ‘the Minerva
of Lake Léman.’"(Le Corbusier, 1949, p. 15).
4."Elle a réussi ici à intéresser les meilleurs […] Vous savez que les femmes seules réussissent là où
les hommes échouent." (citado en Baudin, 2006, p. 152).
5. "For them ‘to build’ has a special meaning in that the architect’s responsibility towards the individual
of groups he builds for, and towards the cohesion and convenience of the collective structure to which
they belong, is taken as being an absolute responsibility. No abstract master plan stands between him
and what he has to do, only the ‘human facts’ and the logistics of the situation." (Smithson A. (ed.),
1964, p. 373).
6."Each group designated will do well to accept, in a spirit of friendly and necessary discipline, the role
that is assigned to it, and not request its modification, except in case of absolute necessary." (Risselada
& van den Heuvel, 2005, p. 253).
7. "The CIAM Grid provided a way of structuring knowledge or reality, a set of values, and an
epistemology of the modern city that would ensure the implementation of the functional city that he had
been promoting since CIAM III (1930)."(Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 252).
119
8. "The social structure to which the town-planner has to give form is not only different but much more
complex than ever before."(Smithson A. , 1956, p. 75).
9. "We scarcely knew each other but in the course of a fortnight we discovered and accepted that we all
had an attitude in common, that we were all trying to find means through which this attitude could
become an approach and in consequence a positive force in town planning." (citado en Strauven, 1992,
p. 54).
10.
"The main objective of these meetings was the presentation and discussion of projects designed by
the individual participant." (Risselada & van den Heuvel, Team X: In Search of a Utopia of the Present,
2005, p. 16).
11. "countless competitions organized during the transition from post-war reconstruction to welfare
state." (Risselada & van den Heuvel, Team X: In Search of a Utopia of the Present, 2005, p. 17).
12.
"Alison Smithson denied him a part in the Team 10 history simply by omitting any mention of him in
her retrospective publication Team 10 Meetings, despite Stirling’s contribution to the Royaumont
meeting."(Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 17).
13.
"debates was to trigger some emotional clashes, reaching a crisis point at the meeting in Urbino in
1966." (Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 85).
14. "'We are not a Team without an agreed starting point.'" (Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 143).
15. "if we should go on with Team X or if we should come to an end" (Risselada & van den Heuvel,
Team X: In Search of a Utopia of the Present, 2005, p. 156).
16. "who was seen by those involved as the driving and binding force of Team 10"(Risselada & van den
Heuvel, Team X: In Search of a Utopia of the Present, 2005, p. 16).
17. "The basic method adopted was to think out why the analyticalmethods of the Charte d’Athene were
not producing good towns and why the commission system used at the Congresses had failed. We
came to the conclusion that analysis by means of the four functions, although it had been a useful tool
in clarifying the mechanical disorders of towns, was proving a failure when faced with the actual
construction or reconstruction of towns. That is, it failed to make a creative use of the forces of Human
Association which is the very basis of all built form."(Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 48).
18. "To comprehend these human associations we must consider every community as a particular total
complex."(Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 48).
120
19. "Geddes’s thoughts were influential on both CIAM after the second World War and on the efforts of
Team X to overcome the dogmatic positions of the earlier generations of architectural
modernists."(Welter, 2001, p. 89).
20. "this will enable us to study particular functions of forms in their appropriate ecological field.”
(Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 48).
21. "Throughout our work we have thought about a plan that could present a non-rigid idea, a way of
indicating by means of drawings, a direction that an urban form could take These drawings could
suggest possibilities that might accrue or become obvious only when the first portion had been built."
(Smithson & Smithson, The Charged Void: Urbanism, 2005, p. 56).
22. "to give the motorist and the pedestrian equal rights to freedom of movement and freedom of
access." (Smithson & Smithson, The Charged Void: Urbanism, 2005, p. 45).
23. "A flat article, woven or plaited; any dense or twisted growth...a matrix" (Avermaete T., citado en
Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 307).
24. "Both terms were equally expressive and summarised some strategies opposed to modernity as it
had been known so far. Form did not follow function; on the contrary, there were no aprioristic forms but
certain human activities that would eventually define them." (Domingo Calabuig, Castellanos Gomez, &
Abalos Ramos, 2013, p. 91).
25. "They had just become younger members of "MARS, the British CIAM group." (Risselada & van den
Heuvel, Team X: In Search of a Utopia of the Present, 2005, p. 30).
121
ANEXO 2
Declaración de La Sarraz – 28 de junio de 1928.
Los arquitectos que abajo firman, representantesde los grupos nacionales de arquitectura modernos,
afirman su unidad de opinión sobre los conceptos fundamentales de la arquitectura y sobre sus
obligaciones profesionales.Insisten particularmente sobre el hecho de que “construir” es una actividad
elemental del hombre, íntimamente ligada a la evolución de la vida. El destino de la arquitectura es
expresar el espíritu de una época.
Afirman hoy la necesidad de un nuevo concepto de la arquitectura, que satisfaga las exigencias
materiales, sentimentales y espirituales de la vida presente.Conscientes de las profundas
perturbaciones causadas por el maquinismo, reconocen que la transformación de la estructura social y
del orden económico entraña fatalmente una correspondiente transformación del fenómeno
arquitectónico.
Se han reunido con la intención de buscar la armonización de los elementos presentes en el mundo
moderno y de volver a colocar alaarquitectura sobre su plano verdadero, que es de orden económico y
sociológico y por completo al servicio de la persona humana.Es así como la arquitectura escapará a la
empresa esterilizante de las Academias.
Fuertes por esta convicción, declaran asociarse para realizar sus aspiraciones.
Economía general
El equipamiento de un país reclama la íntima relación de la arquitectura con la economía general. La
noción de “rendimiento”, introducida como axioma de la vida moderna, no implica en manera alguna el
provecho comercial máximo, sino una producción suficiente para satisfacer plenamente las
necesidades humanas. El verdadero rendimiento será el fruto una racionalización y de una
normalización flexiblemente aplicadas a los planos de arquitectura así como a los métodos industriales
de ejecución.
Es urgente que la arquitectura, en vez de apelar casi exclusivamente a un artesanado anémico, se sirva
igualmente de los inmensos recursos que le ofrece la técnica industrial, aun cuando tal decisión debiera
conducirla a realizaciones asaz diferentes de las que han hecho la gloria de pocas pasadas.
122
Urbanismo
El urbanismo es la disposición de los lugares y los locales diversos que deben resguardar el desarrollo
de la vida material, sentimental y espiritual en todas sus manifestaciones, individuales o
colectivas.Abarca tanto las aglomeraciones urbanas como los agrupamientos rurales.
El urbanismo no podía ya ser sometido exclusivamente las reglas de un esteticismo gratuito.Por su
esencia, ese orden funcional.
Las tres funciones fundamentales cuyo cumplimiento de vigilar el urbanismo son:
1. Habitar
2. Trabajar
3. Recrearse
Sus objetivos son:
a) La ocupación del suelo
b) La organización de la circulación
c) La legislación
Las tres funciones fundamentales arriba indicadas no están favorecidas por el estado actual de las
aglomeraciones.Las relaciones entre los diversos lugares que les están destinados deben ser
recalculadas en forma que determine una justa proporción de volúmenes construidos y espacios
libres.El problema de la circulación y el de la densidad deben ser reconsiderados.El parcelamiento
desordenado el suelo, fruto de los repartos, las ventas y la especulación, debe ser reemplazado por
una economía de la tierra de reagrupamiento.
Este reagrupamiento, base de todo urbanismo capaz de responder a las necesidades presentes,
asegurará a los propietarios y a la comunidad la repartición equitativa de las plusvalías resultantes de
los trabajos de interés público.
La arquitectura y la opinión
Es imprescindible que los arquitectos ejerzan una influencia sobre la opinión pública y le hagan conocer
los medios y recursos de la arquitectura nueva. La enseñanza académica ha pervertido el gusto del
público y por lo común los problemas auténticos de la habitación ni siquiera se plantean. La opinión
está mal informada, y los usuarios so saben formular sus deseos en materia de vivienda sino muy mal,
123
por lo general. Así es como la vivienda ha quedado desde hace tiempo fuera de las preocupaciones
mayores del arquitecto.
Un puñado de verdades fundamentales, enseñadas en la escuela primaria, podría constituir el
fundamento de una educación doméstica. Esta enseñanza tendría como efecto el de formar
generaciones que poseyeran un sano concepto de la vivienda. Estas generaciones, clientela futura del
arquitecto, estarían en condiciones de imponerle la solución del problema, demasiado tiempo
descuidado, de la habitación.
La arquitectura y el estado
Los arquitectos, con la firme voluntad de trabajar en el verdadero interés de la sociedad moderna,
estiman que las Academias, conservadoras del pasado, al descuidar el problema de la vivienda en
beneficio de una arquitectura puramente suntuaria, traban el progreso social.
Por su dominio sobre la enseñanza, vacían la vocación del arquitecto desde su origen, y, por la casi
exclusividad que tienen de los encargues del estado, se oponen a la penetración del nuevo espíritu,
único que podría verificar y renovar el arte de construir.
Los CIAM - Artículo 2 de los estatutos
Composición de los CIAM
Extractos de los estatutos
Artículo 2. – Los fines de la Asociación son:
1.
Formular el problema arquitectónico contemporáneo;
2.
Representar la idea arquitectónica moderna;
3.
Hacer penetrar esta idea en los círculos técnicos, económicos y sociales;
4.
Cuidar la realización del problema en arquitectura
Composición
La Asamblea general de los CIAM o Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna, está formada
por miembros activos y miembros especialistas correspondientes.
124
EL comité director CIRPAC o Comité Internacional para la Realización de los Problemas de Arquitectura
Contemporánea, está formado por los delegados nacionales elegidos por la asamblea.
Cualidades de los miembros del CIAM
1. Miembros activos: arquitectos o urbanistas de todos los países, llamados por la Asamblea
general propuesta del CIRPAC.
2. Miembros especialistas correspondientes: elegidos entre los especialistas de actividades que
se relacionan con la arquitectura y el urbanismo.
3. Miembros colaboradores: reclutados entre jóvenes arquitectos o estudiantes que deseen
contribuir con su actividad a los trabajos de los congresos, y que hayan dado pruebas de la
capacidad necesaria.
4. Amigos de los congresos: todas las personas simpatizantes con la obra de los congresos y que
aporten un apoyo moral o material.
125
ANEXO 3
Declaración de Hábitat (Vázquez Ramos, 2013, p. 165).
1. La Carta de Atenas proopone una técnica que actuaría contra el caos del siglo XIX y restauraría los
principios de orden en nuestras ciudades.
2. Por medio de esa técnica, la enorma variedad de actividades de la ciudad fue clasificada en cuatro
funciones distintas, que se creían esenciales.
3. Cada función fue percibida como una totalidad en si misma. [Así, los] urbanistas podían somprender
mejor el potencial del siglo XX.
4. Nuestra declaración intenta proveer un método que liberará ese potencial todavía mas. Como
resultado directo del IX congreso de Aix, llegamos a la conclusión de que, si queremos establecer una
Carta de Habitar, es preciso redefinir los objetivos del urbanismo y, al mismo tiempo, crear una nueva
herramienta para viabilizar ese objetivo.
El urbanismo considerado y desenvuelto en los terminos de la Carta de Atenas tiende a producir
"ciudades" que no representan adecuadamente las asociaciones humanas vitales.
Para comprender esas asociaciones humanas, debemos considerar toda comunidad como un conjunto
específico.
Para comprender esta idea, proponemos la planificación urbana concebida como el estudio de
comunidades con diferentes grados de complejidad.
Ellas pueden ser organizadas según una Escala de Asociación, y sugerimos que cada comisión opere
en un campo, y no en un punto de esa escala. Por ejemplo:
edificios aislados (Nota: Esos campos son suficientemente finitos para propósitos generales, pero
puede haber nuevas formas de asociación o nuevos padrones de comunidad que sustituyan la jerarquía
tradicional.)
Aldeas
Villas
Ciudades
Esto nos permitirá estudiar funciones específicas en su respectivo ámbito ecológico. Así, un sector de
habitación o un área satélite de una ciudad será colocada en la parte superior de la escala (en el punto
4, ciudad) pudiendo así ser comparado con el desarrollo de otras ciudades o con crecimientos
numéricamente similares en diferentes campos de la Escala de Asociasión. Este método de trabajo
llevará a un estudio de la asociación humana como un primer principio y las cuatro funciones como
aspectos de cada problema en su totalidad.
126
Manifiesto de Doorn. Publicado por Alison Smithson en Architectural Design 1956
(Hereu, Montaner, & Oliveras, 1994, p. 291).
1. Sólo tiene sentido considerar la casa como parte de una comunidad, resultado de la interacción entre
unos y otros.
2. No deberíamos perder el tiempo en catalogar los elementos de la casa mientras no haya cristalizado
la otra relación.
3. El «hábitat» se ocupa de la casa particular en un tipo de comunidad particular.
4. Las comunidades son las mismas en todas partes.
1) Casa agrícola aislada
2) Pueblo.
3) Ciudades pequeñas de varios tipos (industriales/administrativas/especiales).
4) Grandes ciudades (multifuncionales).
5. Estos tipos pueden observarse en la relación con su entorno (habitat) en la sección del valle de
Geddes.
6. Toda comunidad ha de ser internamente cómoda -ha de tener facilidad de circulación-;
consecuentemente, cualquiera que sea el tipo de transporte del que se trate, su densidad ha de crecer
al ritmo de la población: por ejemplo: 1) tendrá la menor densidad, 4) la mayor.
7. Hemos de estudiar, por tanto, qué viviendas y agrupaciones son necesarias para generar
comunidades cómodas en los diversos puntos de la sección del valle.
8. La adecuación de toda solución se ha de dar en el ámbito de la creación arquitectónica más bien
que en el de la antropología social.
Holanda, 1954
Había llegado a ser una obviedad que la construcción de ciudades caía fuera del ámbito del
pensamiento puramente analítico -que el problema de las relaciones humanas no podía ser apresado
en la red de las «cuatro funciones». El Manifiesto de Doorn, en un intento por remediar esta situación,
propone lo siguiente: «Para entender las pautas de las asociaciones humanas debemos considerar a
cada comunidad en su entorno particular».
127
¿Cuáles son exactamente los principios a partir de los cuales ha de formarse una ciudad? Los principios
de formación de una comunidad pueden deducirse de la ecología de la situación, de un estudio de los
aspectos humanos, naturales y construidos y de su acción mutua.
Si la validez de la forma de una comunidad se basa en las pautas de vida, el primer principio deberá
ser consecuentemente un análisis objetivo y permanente de la estructura humana y de sus cambios.
Tal análisis no habría de incluir sólo «lo que acontece», «los hábitos del organismo, modos de vida y
relaciones con lo que le rodea como, por ejemplo, vivir en ciertos lugares, ir a la escuela, acudir en
medios de locomoción al puesto de trabajo e ir de tiendas, sino también "lo que motiva", las razones
para ir a determinadas escuelas, elegir tal tipo de trabajo y acudir a unas tiendas concretas». En otras
palabras, intenta descubrir unas pautas de realidad que incluyen aspiraciones humanas.
La estructura social a la que el urbanista ha de dar forma no es sólo diferente sino mucho más compleja
de lo que había sido antes.
Los diversos servicios públicos dan a la familia cada vez más independencia del contacto físico real
con el resto de la comunidad y la hacen cada vez más vuelta hacia sí misma.
Dichos factores habrían de hacer, al parecer, incomprensible la aceptación mantenida de formas de
vivienda y sistemas de acceso que difieren muy poco de los que satisficieron el sueño de los
reformadores sociales anteriores a la primera guerra mundial.
Esto es, especialmente así, si consideramos la creciente utilización del automóvil. Hemos de dar por
sentado que nos acercamos a las normas de movilidad americanas. Una acera que parte de una plaza
urbana expuesta y mal delimitada es un nexo pobre entre un coche bien caliente y una casa con
calefacción. En el diseño de los edificios y plantas urbanas en áreas tropicales se considera un método
aceptado basar los principios generales del planeamiento en la consideración de los medios para paliar
los malos efectos del clima y sacar partido a sus efectos benéficos. El clima de Inglaterra es lluvioso y
frío durante unos ocho meses al año. Ello parecería requerir casas que proporcionen y, además, tengan
la apariencia de proporcionar una protección general. Muros dobles, techos dobles, dobles ventanas,
accesos cubiertos, patios cubiertos y secos y entradas a ser posible cubiertas.
El clima inglés no se caracteriza por su intensidad sino por su inestabilidad. La casa, por tanto, debería
ser capaz de captar todo lo que pueda conseguir del buen tiempo, recogiendo en cada habitación el
128
calor del sol a través de ventanas orientadas al sur, y proporcionando accesos fáciles a patios
abrigados, jardines aterrazados o terrazas que puedan acomodarse sin pérdida de tiempo para
apropiarse de los encantos de nuestro clima y luego cerrarse en un instante para desentenderse de él.
Tal actitud respecto a la protección y al cambio debería guiar la forma de todo el plan de distribución.
Toda situación nueva existe en el contexto de otras antiguas y debería dar un nuevo valor a las formas
de las viejas comunidades, modificándolas.
La idea de una comunidad equilibrada y autónoma es tan insostenible teóricamente como costosa
desde un punto de vista práctico. El rechazo de una concepción así exige un cambio completo de
actitud. El planificador no es ya el reformador social sino un técnico en el terreno de la forma que no
podrá seguir contando con centros comunitarios, lavanderías comunitarias, salones comunitarios, etc.,
para disimular el hecho de que un asentamiento resulta en su globalidad incomprensible.
Indudablemente, en la planificación de una nueva situación se deberían calcular desde un principio las
dimensiones de la comunidad nueva en términos de población, como hacemos aquí, con el fin de hacer
posible la elección de un emplazamiento apropiado y la planificación de los enlaces -carreteras,
saneamiento, electricidad, etc.- con los sistemas existentes.
Sin embargo, los anteproyectos de planificación municipal no pueden crear la forma de una comunidad
nueva. Esa forma se genera, en parte, como respuesta a la ya existente y, en parte, como respuesta al
Zeitgeist -no susceptible de planificación-. Cualquier adición a una comunidad, cualquier cambio de
circunstancias, generará una repuesta nueva.
Una faceta de esta respuesta es la escala -el modo como se organiza en su configuración la parte
nueva para hacer que tenga sentido en el conjunto. Del mismo modo que el conjunto cambia con el
añadido de partes nuevas, así también la escala de las partes habrá de cambiar con el fin de que tanto
ellas como el todo continúen siendo una respuesta dinámica mutua.
La escala tiene algo que ver con el tamaño, pero más con el efecto del tamaño.
AD., julio, 1956, A.P.S.
129
Versión del Manifiesto de Doorn publicada a partir de 1960
(Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 42)
130
Draft Rules
(Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 48)
131
132
133
134
1"What was Team 10? As to people who are interested in Team 10, Team 10 might ask a few serious
questions: ‘Why do you wish to know?’ ‘What will you do with your knowledge?’ ‘Will it help you
regenerate the language of Modern Architecture so that it would again be worth inheriting?" (Smithson,
A., Team 10 Meetings, 1991, p. 15)
2"Some historians assert, not without reason, that the propulsive drive of the Congrès Internationaux de
l’Architecture Moderne ended with the promulgation of the Athens Charter. Other, more radical ones go
as far as to say that an international conflict between organization and avant-garde had existed since
the very first CIAMs, thus undermining their chances. Finally, some (including me) believe that the
presence of CIAM after World War II served the fundamental purpose of handing down to my generation
principles and debates on the essential character of modernity, a manner of discussing this and, even,
an important set of symbols of representation. In other words, they presented to our criticism the basic
material on which the historical consistency of the younger generation’s project was built." (Gregotti,
1992, p. 4).
3"On seeing her for the first time at a gathering of persons interested in decorative art and architecture,
where, in her blonde splendor, she was championing poorly supported causes, I named her ‘the Minerva
of Lake Léman.’" (Le Corbusier, 1949, p. 15).
4"Elle a réussi ici à intéresser les meilleurs […] Vous savez que les femmes seules réussissent là où
les hommes échouent." (citado en Baudin, 2006, p. 152).
5 "For them ‘to build’ has a special meaning in that the architect’s responsibility towards the individual
of groups he builds for, and towards the cohesion and convenience of the collective structure to which
they belong, is taken as being an absolute responsibility. No abstract master plan stands between him
and what he has to do, only the ‘human facts’ and the logistics of the situation." (Smithson A. (ed.),
1964, p. 373).
6"Each group designated will do well to accept, in a spirit of friendly and necessary discipline, the role
that is assigned to it, and not request its modification, except in case of absolute necessary." (Risselada
& van den Heuvel, 2005, p. 253).
7 "The CIAM Grid provided a way of structuring knowledge or reality, a set of values, and an
epistemology of the modern city that would ensure the implementation of the functional city that he had
been promoting since CIAM III (1930)." (Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 252).
8"The social structure to which the town-planner has to give form is not only different but much more
complex than ever before." (Smithson A. , 1956, p. 75).
9 "We scarcely knew each other but in the course of a fortnight we discovered and accepted that we all
had an attitude in common, that we were all trying to find means through which this attitude could
become an approach and in consequence a positive force in town planning." (citado en Strauven, 1992,
p. 54).
10"The main objective of these meetings was the presentation and discussion of projects designed by
the individual participant." (Risselada & van den Heuvel, Team X: In Search of a Utopia of the Present,
2005, p. 16)
11 "countless competitions organized during the transition from post-war reconstruction to welfare
state." (Risselada & van den Heuvel, Team X: In Search of a Utopia of the Present, 2005, p. 17)
135
12"Alison Smithson denied him a part in the Team 10 history simply by omitting any mention of him in
her retrospective publication Team 10 Meetings, despite Stirling’s contribution to the Royaumont
meeting." (Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 17).
13"debates was to trigger some emotional clashes, reaching a crisis point at the meeting in Urbino in
1966." (Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 85)
14 "'We are not a Team without an agreed starting point.'" (Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 143)
15 "if we should go on with Team X or if we should come to an end" (Risselada & van den Heuvel, Team
X: In Search of a Utopia of the Present, 2005, p. 156)
16 "who was seen by those involved as the driving and binding force of Team 10" (Risselada & van den
Heuvel, Team X: In Search of a Utopia of the Present, 2005, p. 16)
17"The basic method adopted was to think out why the analyticalmethods of the Charte d’Athene were
not producing good towns and why the commission system used at the Congresses had failed. We
came to the conclusion that analysis by means of the four functions, although it had been a useful tool
in clarifying the mechanical disorders of towns, was proving a failure when faced with the actual
construction or reconstruction of towns. That is, it failed to make a creative use of the forces of Human
Association which is the very basis of all built form." (Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 48).
18"To comprehend these human associations we must consider every community as a particular total
complex." (Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 48).
19 "Geddes’s thoughts were influential on both CIAM after the second World War and on the efforts of
Team X to overcome the dogmatic positions of the earlier generations of architectural modernists."
(Welter, 2001, p. 89)
20"this will enable us to study particular functions of forms in their appropriate ecological field.”
(Risselada & van den Heuvel, 2005, p. 48)
21"Throughout our work we have thought about a plan that could present a non-rigid idea, a way of
indicating by means of drawings, a direction that an urban form could take These drawings could
suggest possibilities that might accrue or become obvious only when the first portion had been built."
(Smithson & Smithson, The Charged Void: Urbanism, 2005, p. 56).
22 "to give the motorist and the pedestrian equal rights to freedom of movement and freedom of access."
(Smithson & Smithson, The Charged Void: Urbanism, 2005, p. 45)
23 "A flat article, woven or plaited; any dense or twisted growth...a matrix" (Risselada & van den Heuvel,
Team X: In Search of a Utopia of the Present, 2005, p. 307)
24 "Both terms were equally expressive and summarised some strategies opposed to modernity as it
had been known so far. Form did not follow function; on the contrary, there were no aprioristic forms but
certain human activities that would eventually define them." (Domingo Calabuig, Castellanos Gomez, &
Abalos Ramos, 2013, p. 91)
25 "They had just become younger members of "MARS, the British CIAM group." (Risselada & van den
Heuvel, Team X: In Search of a Utopia of the Present, 2005, p. 30)
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