CONTROVERSIAS CONTRACTUALES: MEDIO DE CONTROL DE

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CONTROVERSIAS CONTRACTUALES: MEDIO DE CONTROL DE LA
ACTIVIDAD CONTRACTUAL DEL ESTADO
Giovanni Fernando Amado Oliveros1
Si bien es cierto, la contratación en la administración pública es el medio más
utilizado por las entidades del Estado para cumplir con los fines que le han sido
encomendados desde la Constitución Política de 1991 en su artículo 2, al señalar
que son fines esenciales del Estado: “servir a la comunidad, promover la
prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y
deberes consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las
decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y
cultural de la Nación; defender la independencia nacional, mantener la integridad
territorial y asegurar la convivencia pacífica y vigencia de un orden justo”2.
Así las cosas, desde el punto de vista constitucional, la contratación estatal dentro
del ordenamiento jurídico colombiano justifica su existencia en la búsqueda del
interés público o social como finalidad inherente al Estado, siendo de acuerdo con
Bertha Cecilia Rosero Melo, una función pública reglada, y a su vez, una
actuación administrativa que busca satisfacer las necesidades de las entidades del
Estado y cumplir con sus cometidos, mediante la celebración de contratos y con
ello, una herramienta útil para satisfacer el interés general3.
Ahora bien, siguiendo a HUGO BASTIDAS BÁRCENAS, el control judicial de la
actividad administrativa del Estado, se había venido ejerciendo tradicionalmente
por medio de acciones judiciales, esto es, el sistema en que cada acción tenía su
pretensión, donde la pretensión le daba el nombre a la acción, verbi gratia, acción
de controversias contractuales, tal como se puede observar en la ley 446 de 1998
1
Abogado Universidad Santo Tomás de Aquino. Magister en derecho Administrativo. Colegio
Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Docente de Planta de la Universidad de Boyacá en las
áreas de Derecho Administrativo y Hacienda Pública.
2 Véase en ROSERO MELO, Bertha Cecilia. Contratación Estatal, manual teórico práctico.
Ediciones de la U. Bogotá, 2° edición, 2014. p, 23.
3 Ibídem, p. 23.
cuyo título III, hablaba de acciones ante la jurisdicción de lo contencioso
administrativo, entre ellas, la denominada controversias contractuales (artículo 32).
Con el nuevo Código de lo Contencioso Administrativo (ley 1437 de 2011), se
introduce un cambio en el sentido de que se habla de la acción de lo contencioso
administrativo a partir de MEDIOS DE CONTROL que se invocan ante la
jurisdicción contencioso administrativa empleados para reclamar las diversas
pretensiones.
De manera que el código enlista bajo el nombre de medios de control todas las
acciones que actualmente son de conocimiento de lo contencioso administrativo
(salvo la tutela), entre ellos, LAS CONTROVERSIAS CONTRACTUALES.
Es de precisar que el nuevo código no crea ningún nuevo medio de control de los
ya existentes, ni crea una nueva acción judicial bajo el nombre de medio de
control. Lo que hace es compilar los mecanismos judiciales existentes diseñados
para controlar, en general, las actividades tanto jurídicas como materiales del
Estado, regidas fundamentalmente por el derecho administrativo.
Bajo ese contexto, las controversias contractuales, como un medio de control de la
actividad contractual en sede judicial, se establece a favor de aquellos sujetos que
hayan tenido alguna relación derivada de una actividad contractual
(precontractual, contractual o post-contractual), así como quienes tengan un
interés directo derivado de esa relación con el fin de proteger y hacer efectivos sus
derechos4.
ANTECEDENTES DE LAS CONTROVERSIAS CONTRACTUALES
4 Véase en YONG SERRANO, Samuel. El Contrato Estatal en el contexto de la nueva legislación.
Grupo editorial Ibáñez. Bogotá, 3° edición, 2013. p, 287. Con relación al control de la actividad
contractual en sede judicial señala que las entidades públicas generalmente no actúan como
demandantes ante la jurisdicción de lo contencioso administrativo, por gozar de la figura del
privilegio de la auto-tutela para proteger los intereses de la comunidad, es decir no requieren acudir
al juez por estar facultadas para utilizar sus propios mecanismos con miras a ejecutar sus
decisiones. De allí que los actos administrativos tienen carácter ejecutorio, es decir, una vez se
encuentren en firme son suficientes para que las autoridades puedan ejecutarlos de inmediato, sin
mediación de otra autoridad. Por lo que citando a Rodríguez la administración obliga al gobernado
que no está de acuerdo con sus pretensiones a tomar en el posible proceso la posición de
demandante.
Para SANTOFOMIO GAMBOA5, en principio este medio de control (antes
llamado acción) es relativamente nuevo dentro de la legislación contenciosa
administrativa y en el derecho de la contratación Estatal Colombiano.
Inicialmente, las controversias surgidas de los contratos de la administración
fueron atribuidas por el legislador a la jurisdicción ordinaria.
Con el decreto 528 de 1964, pasó a ser conocimiento de la justicia contencioso
administrativa y más adelante fue reiterado con el decreto 222 de 1983, al señalar
lo siguiente:
La calificación de contratos administrativos determina que los litigios que de ellos surjan son
del conocimiento de la justicia contenciosa administrativa; los que se susciten con ocasión
de los contratos de derecho privado, serán de conocimiento de la jurisdicción ordinaria.
A su turno, la ley 80 de 1993, en su artículo 75, señaló que:
El juez competente para conocer de las controversias derivadas de los contratos estales y
de los procesos de ejecución o cumplimiento será el de la jurisdicción de lo contencioso
administrativa.
Por su parte, el Decreto 01 de 1984, incorporó éste medio de control bajo el
denominado acciones relativas a los contratos (recordemos de acuerdo a la
doctrina francesa en Colombia inicialmente todas las pretensiones de las
relaciones contractuales se consideraban propias de la acción de plena
jurisdicción, conocida actualmente bajo el nombre de nulidad y restablecimiento
del derecho, que también es un medio de control), agrupando en un solo
mecanismo las diversas hipótesis de litigios propios de los contratos.
En 1989 el decreto 2309, resolvió denominarlo “De las controversias
contractuales”, encaminándolo a integrar todas las situaciones generadoras de
litigios propias del contrato, su ejecución y liquidación.
En 1998, la ley 446 conservo la misma denominación y propósitos del mismo.
Actualmente, el medio de control controversias contractuales se encuentra
regulado en el artículo 141 de la ley 1437 de 2011 (código de procedimiento
administrativo y de lo contencioso administrativo), al señalar que:
Cualquiera de las partes de un contrato del Estado podrá pedir que se declare su existencia
o su nulidad, que se ordene su revisión, que se declare su incumplimiento, que se declare la
nulidad de los actos administrativos contractuales, que se condene al responsable a
indemnizar los perjuicios, y que se hagan otras declaraciones y condenas. Así mismo, el
5
Verlo en SANTOFIMIO GAMBOA, Jaime Orlando. Tratado de Derecho Administrativo
contencioso administrativo. Tomo III. Universidad Externado de Colombia. Bogotá, 1° edición,
2004. pp.227-291.
interesado podrá solicitar la liquidación judicial del contrato cuando esta no se haya logrado
de mutuo acuerdo y la entidad estatal no lo haya liquidado unilateralmente dentro de los dos
(2) meses siguientes al vencimiento del plazo convenido para liquidar de mutuo acuerdo o,
en su defecto, del término establecido por la ley.
Los actos proferidos antes de la celebración del contrato, con ocasión de la actividad
contractual, podrán demandarse en los términos de los artículos 137 y 138 de este Código,
según el caso.
El Ministerio Público o un tercero que acredite un interés directo podrán pedir que se declare
la nulidad absoluta del contrato. El juez administrativo podrá declararla de oficio cuando esté
plenamente demostrada en el proceso, siempre y cuando en él hayan intervenido las partes
contratantes o sus causahabientes.
PRETENSIONES QUE SE HACEN VALER EN ESTE MEDIO DE CONTROL DE
LA ACTIVIDAD CONTRACTUAL DEL ESTADO
Para SANTOFIMIO GAMBOA6, las controversias contractuales,
doble característica:
revisten una
Por un lado, se trata de un medio de control de naturaleza subjetiva, individual,
temporal y pluripretensional; dando lugar a las siguientes pretensiones:





La declaratoria de existencia del contrato
La revisión del contrato estatal
Declaratoria de incumplimiento
Pretensión de cumplimiento e indemnización de perjuicios
La elaboración de la liquidación del contrato
De otro lado, constituye un medio de control objetivo, en los siguientes eventos:
 La declaratoria de nulidad absoluta del contrato
 La declaratoria de nulidad de los actos administrativos contractuales
Según BASTIDAS BÁRCENAS, están legitimados para instaurar este medio de
control las partes contratantes o sus causahabientes, el Ministerio Público y los
terceros interesados. Las partes pueden promover todo tipo de pretensión.
Es de tener en cuenta que únicamente el Ministerio Público y los terceros que
acrediten un interés directo (verbi gratia, el proponente que considere viciado el
acto de adjudicación; los licitantes que reunieron las condiciones para presentarse
al proceso licitatorio y que fueron excluidos sin justificación legal por la entidad
6
Véase en SANTOFIMIO GAMBOA, Jaime Orlando. Tratado de Derecho Administrativo
contencioso administrativo. Tomo III. Universidad Externado de Colombia. Bogotá, 1° edición,
2004. p.229.
contratante), sólo pueden promover este medio de control cuando la pretensión
sea de nulidad absoluta del contrato.
Veamos entonces cada una de ellas7, conforme al orden dado por el artículo 141
de la ley 1437 de 2011:
1. Que se declare la existencia del contrato estatal:
Se presenta la pretensión cuando no es posible aportar prueba física o virtual de
un contrato que efectivamente se había perfeccionado, verbi gratia, cuando se
destruye o la administración aduce que no existe, y por lo tanto, no cumple con las
obligaciones derivadas de él, o también en aquellos contratos celebrados por una
entidad estatal, no sometida al régimen de la ley 80 de 1993, cuyo conocimiento
en caso de algún conflicto pertenezca a la jurisdicción de lo contencioso
administrativo (Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 26 de mayo de
2010, Rad. 29402, M.P. Gladys Agudelo Ordoñez).
2. Que se declare la NULIDAD del contrato:
Un contrato estatal es nulo cuando nace a la vida jurídica con vicios que afectan
su validez. Según YONG SERRANO, el fundamento de la nulidad contractual
radica en la violación de la legalidad de la norma imperativa que regula la
celebración del contrato. Es decir, cuando nace un acto jurídico bilateral que es
contrario al ordenamiento jurídico. La nulidad absoluta del contrato estatal se
configura cuando carece de valor por haberse celebrado con vicios tan graves que
la ley no permite sanearlo por razones de protección del interés general.
El artículo 141 del C de P.A. y de lo C.A., señala que cualquiera de las partes de
un contrato del Estado puede pedir que se declare su nulidad; así mismo, la puede
solicitar un tercero que acredite un interés directo; y de igual manera la puede
demandar el Ministerio Público y la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del
Estado.
Por último, la ley señala que el Juez podrá declarar la nulidad de oficio cuando
esté plenamente demostrada en el proceso, siempre y cuando en él hayan
intervenido las partes contratantes o sus causahabientes.
El artículo 44 de la ley 80 de 1993, señala las causales que dan lugar a la
declaratoria de nulidad absoluta del contrato estatal, la cual solo puede ser declara
por el juez de lo contencioso administrativo:
7 Ibídem, pp. 287 a 289; 238 a 255.
 La nulidad absoluta que opera cuando el contrato estatal se fundamenta en
un objeto o causa ilícita por la inobservancia de la plenitud de la forma
solemne y la incapacidad absoluta.
 La nulidad absoluta que surge cuando la persona logra celebrar un contrato
estatal estando incursa en una causal de inhabilidad e incompatibilidad, sin
que la entidad contratante se haya percatado de ello. También ocurre en el
evento de inhabilidades o incompatibilidades sobrevinientes.
 La nulidad absoluta que surge por expresa prohibición constitucional o
legal, verbi gratia, cuando se celebra un contrato de concesión portuaria
que supere los 20 años (la ley 1ª de 1991 no lo autoriza); o también la
celebración de un contrato de comodato que supere los 5 años (ídem ley 9ª
de 1989).
Con relación a esta causal el Consejo de Estado en sentencia del 24 de
abril de 20138, señaló que para que se configure la causal de nulidad
prevista en el numeral 2º del artículo 44 de la Ley 80 de 1993, esto es, que
el contrato se celebre contra expresa prohibición legal o constitucional, es
necesario que exista una violación al régimen de prohibiciones y que esa
prohibición sea explícita9.
 La nulidad absoluta por abuso o desviación de poder, cuando la entidad
contratante celebra contratos estatales eludiendo los procedimientos de
selección objetiva y demás requisitos previstos por el estatuto contractual.
 Nulidad absoluta por nulidad de los actos administrativos en los que se
fundamentó el contrato, por ejemplo en el acto administrativo de apertura
del proceso de selección (en los eventos en que los procesos requieran
convocatoria pública); el acto administrativo de justificación (cuando se
contrata directamente); el pliego de condiciones; y el de adjudicación. En
estos eventos el contrato estatal nace fundado en actos administrativos que
se encuentran viciados de nulidad, evento en el cual declarados nulos tales
actos, vician de nulidad absoluta al contrato que le dio origen.
8
Colombia, Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Sentencia
del 24 de abril de 2013, Consejero Ponente, Jaime Orlando Santofimio Gamboa, Expediente
25000-23-26-000-1996-02693-01(23042).
9
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 29 de agosto de 2007, Expediente 15324.
Respecto a esta causal de nulidad, según BASTIDAS BÁRCENAS, este
medio de control no procede contra los actos proferidos antes de la
celebración del contrato, los que sólo se podrán demandarse en ejercicio de
los medios de control de nulidad y nulidad y restablecimiento del derecho,
según el caso.
El contrato es nulo cuando han sido declarados nulos los actos
administrativos en que se fundamenta, cuya presunción de legalidad
ha sido desvirtuada por el medio de control de nulidad y de nulidad y
de restablecimiento del derecho.
 Nulidad absoluta por desconocimiento de la norma sobre tratamiento de
ofertas nacionales y extranjeras (artículo 21 ley 80 de 1993). Se configura
esta causal de nulidad absoluta por ejemplo cuando no se garantiza la
participación de los proponentes de bienes y servicios de origen nacional en
condiciones competitivas de calidad, oportunidad y precio; y cuando no se
prefiere la oferta de bienes y servicios de origen nacional, en caso de estar
los oferentes en igualdad de condiciones.
Entra tándose de nulidades de contratos de obra pública, el Consejo de Estado en
sentencia del 13 de junio de 2013, señaló lo siguiente10:
Las nulidades absolutas son sanciones que prevé la ley para aquellos negocios jurídicos que
contravienen, entre otros, el orden público y las normas imperativas (…). Las nulidades
absolutas protegen intereses generales y es por esta razón que no pueden sanearse por
ratificación de las partes y que las facultades del juez se incrementan pues las puede
decretar oficiosamente. (…). En este orden de ideas, si se desacata una prohibición genérica
o una prohibición implícita del estatuto contractual, el contrato será absolutamente nulo por
violar el régimen legal pero la causal no será la enlistada en el numeral 2º del artículo 44 de
la Ley 80 de 1993 (Se celebren contra expresa prohibición constitucional o legal) sino
una diferente según el caso (…). En consecuencia, cuando la ley de contratación estatal
dispone que deba observarse el principio de planeación, la elusión de este mandato
comporta una transgresión al orden legal que conduce a la nulidad absoluta del contrato por
ilicitud del objeto porque de acuerdo con el derecho común esto es lo que se configura en
todo acto que contraviene al derecho público (…).
3. Que se ordene la REVISIÓN del contrato:
Ocurre por ejemplo cuando durante la ejecución del contrato aparecieron
fenómenos imprevisibles y anormales que afectaron el equilibrio económico del
10
Colombia, Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera,
Sentencia del 24 de abril de 2013, Consejero Ponente, Jaime Orlando Santofimio Gamboa,
Expediente 25000-23-26-000-1996-02693-01(23042).
contrato y no se logró el restablecimiento en sede administrativa. Para
SANTOFIMIO GAMBOA, la pretensión de revisión busca mantener la ejecución
del contrato, sometiendo a su consideración algunos de sus aspectos básicos,
frente alteraciones sustancias que alteren su equilibrio o ecuación financiera (verbi
gratia, la imprevisión, la alteración de precios, etc). Se busca por ende, el
restablecimiento de derechos económicos nacidos del contrato y con ello la
indemnización por el rompimiento de la ecuación contractual.
4. Que se declare su incumplimiento:
En caso de que unas de las partes no ha cumplido con las obligaciones
contraídas. Para SANTOFIMIO GAMBOA, el fundamento de esta pretensión
radica en la denominada condición resolutoria tácita prevista en el artículo 1546
del C.C., que señala que “en los contratos bilaterales va envuelta la condición
resolutoria en caso de no cumplimiento por uno de los contratantes de lo pactado”.
En esta hipótesis por regla general la administración no puede actuar como
demandante puesto que cuenta con poderes excepcionales como la caducidad
que le permite declarar administrativamente el incumplimiento del contrato y
proceder a la liquidación del mismo.
5. Que se declare la nulidad de los actos administrativos contractuales:
Recae sobre los actos administrativos que se expiden luego de haberse
perfeccionado el contrato que nacen viciados por cualquiera de las causales de
nulidad previstas por el artículo 137 de la ley 1437 de 2011, como son:
 Cuando hayan sido expedidos con infracción de las normas en que debían
fundarse;
 Cuando son expedidos sin competencia;
 Cuando son expedidos en forma irregular;
 Cuando son expedidos con desconocimiento del derecho de audiencia y
defensa;
 Cuando son expedidos mediante falsa motivación, o con desviación de las
atribuciones propias de quien los profirió.
En este evento podría citarse los siguientes ejemplos:
Los actos que so pretexto de estarse afectando el equilibrio económico del
contrato se expiden estando viciados de nulidad (por falsa motivación, o con
violación a las normas en que debían fundarse, entre otros), como por ejemplo, el
acto administrativo mediante el cual se ejerce el ius variandi o potestas variandi,
que en principio es de contenido particular y se aplica únicamente en aquellos
contratos donde obligatoriamente se deba incluir clausulas excepcionales 11 o se
autorice su pacto12 (artículo 14 de la ley 80 de 1993).
Podría pensarse en un contrato de empréstito en el cual se haya hecho uso de la
potestad de variación, en este caso el acto administrativo sería nulo, puesto que
en esta clase contratos no es posible pactar cláusulas excepcionales.
También cuando la entidad estatal impone multas, sanciones y declaratorias de
incumplimiento en sede administrativa, sin garantía del derecho de audiencia y
defensa, tal como lo señala el artículo 86 de la ley 1474 de 2011.
6. Que se condene al responsable a indemnizar los perjuicios, materiales
e inmateriales o de ambos:
Para SANTOFIMIO GAMBOA, la procedencia de la indemnización de perjuicios
implica no solo demostrar el incumplimiento de la obligación contractual, sino
también el daño antijurídico (artículo 90 C.N) y la relación de causalidad entre el
incumplimiento de la obligación contractual y en daño. El éxito de las
indemnizaciones depende de lo que se solicite ante el juez y lo que se logre
probar por el contratista o la parte interesada, pudiendo entonces demandar el
pago del lucro cesante, daño emergente, las pólizas de seguro y garantías,
reconocimiento de intereses moratorios, entre otras.
7. Que se ordene la liquidación judicial del contrato:
Procede en los siguientes casos:
 Cuando no se liquida el contrato de mutuo acuerdo;
 Cuando la entidad estatal no liquida unilateralmente el contrato dentro de
los dos meses siguientes al vencimiento del plazo convenido para liquidarlo
de mutuo acuerdo, o en su defecto, del término establecido por la ley.
Al respecto, ROSERO MELO13, señala que el artículo 11 de la ley 1150 de 2007,
mantiene la regla general, según la cual el plazo para la liquidación de los
11
Se deben pactar de manera obligatoria en los contratos que tengan por objeto el ejercicio de una
actividad que constituya monopolio estatal; la prestación de servicios públicos; la explotación y
concesión de bienes del Estado; y en los contratos de obra.
12
Se autoriza el pacto de cláusulas excepcionales en los contratos de suministro y de prestación
de servicios.
13 Véase en ROSERO MELO, Bertha Cecilia. Contratación Estatal, manual teórico práctico.
Ediciones de la U. Bogotá, 2° edición, 2014. p, 42.
contratos es pactado por mutuo acuerdo de las partes. En los eventos en que las
partes no lleguen a un acuerdo sobre el contenido del acta de liquidación del
contrato o el contratista no se presente para su firma, previa notificación o
convocatoria que le haga la entidad contratante, ésta podrá liquidar
unilateralmente el contrato dentro de los dos meses siguientes al vencimiento del
plazo pactado para liquidar o en caso de no haberse pactado, al vencimiento de
los cuatro meses determinados en la ley (artículo 141 de la ley 1437 de 2011, en
concordancia con el artículo 11 de la ley 1150 de 2007).
Finalmente, es posible hacer uso del medio de control para otras declaraciones y
condenas.
REQUISITO DE PROCEDIBILIDAD
De acuerdo con YONG SERRANO, los asuntos relativos a controversias
contractuales, cuando sean conciliables, requieren someterse, antes de instaurar
la demanda contencioso administrativa, al trámite conciliatorio14.
La ley 640 de 2001, señala que la conciliación extrajudicial en materia de lo
contencioso administrativo sólo podrán ser adelantadas ante los agentes del
Ministerio Público asignados a esta jurisdicción (procuraduría según el caso).
La solicitud de conciliación deberá acompañarse de la copia de la petición de
conciliación enviada a la entidad o al particular, según el caso, y de las pruebas
que fundamenten las pretensiones.
Así mismo, el interesado debe allegar copia del escrito contentivo de la solicitud de
conciliación con destino a la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado,
para que defina si participa o no en el comité de conciliación de la entidad
convocada al igual que a la audiencia de conciliación correspondiente.
14
La ley 640 de 2001 en su artículo 37. Modificado por el art. 2 del Decreto Nacional 131 de 2001
Requisito de procedibilidad en asuntos de lo contencioso administrativo. Antes de incoar cualquiera
de las acciones previstas en los artículos 86 y 87 del Código Contencioso Administrativo, las
partes, individual o conjuntamente, deberán formular solicitud de conciliación extrajudicial, si el
asunto de que se trate es conciliable. La solicitud se acompañará de la copia de la petición de
conciliación enviada a la entidad o al particular, según el caso, y de las pruebas que fundamenten
las pretensiones… PARAGRAFO 2º. Cuando se exija cumplir el requisito de procedibilidad en
materia de lo contencioso administrativo, si el acuerdo conciliatorio es improbado por el juez o
magistrado, el término de caducidad suspendido por la presentación de la solicitud de conciliación
se reanudará a partir del día siguiente hábil al de la ejecutoria de la providencia correspondiente.
CADUCIDAD DEL MEDIO DE CONTROL
El Consejo de Estado en sentencia del 5 de mayo de 201115, define la caducidad
como un fenómeno jurídico en virtud del cual el administrado pierde la facultad de
accionar ante la jurisdicción, por no haber ejercido su derecho dentro del término que
señala la ley.
Frente a la evolución legislativa de la caducidad el Consejo de Estado, en
sentencia del 13 de julio de 2000, señaló16 que el decreto ley 01 de 1984,
estableció como término para acudir ante el juez el término de caducidad de la
acción contractual por dos años, contados a partir de expedidos los actos u
ocurridos los hechos que den lugar a ella (art. 136). Luego, con la entrada en
vigencia del decreto ley 2304 de 1989, que reformó el decreto ley 01 de 1984 (C.
C. A). Respecto del término de caducidad de tales acciones, el mencionado
decreto lo mantuvo en los dos años dispuestos por el decreto ley 01 de 1984, de
ocurridos los motivos de hecho o de derecho que le sirvan de fundamento.
En cuanto al término de caducidad, regulado en el artículo 164 de la nueva ley, se
mantiene la regla general de dos años contados a partir del día siguiente a la
ocurrencia de los motivos de hecho o de derecho que sirvan de fundamento a la
pretensión. En los demás casos, el cómputo de los términos de caducidad sigue
las mismas reglas que actualmente se encuentran vigentes.
Así mismo, dispuso que cuando se pretenda la nulidad absoluta o relativa del
contrato, el término para demandar será de dos (2) años que se empezarán a
contar desde el día siguiente al de su perfeccionamiento. En todo caso, podrá
demandarse la nulidad absoluta del contrato mientras este se encuentre vigente.
Finalmente, estableció que el término de dos años se cuenta según el tipo de
contrato así:
 En los de ejecución instantánea se cuenta desde el día siguiente a cuando
se cumplió o debió cumplirse el objeto del contrato.
 En los que no requieran de liquidación, desde el día siguiente al de la
terminación del contrato por cualquier causa.
 En los que requieran de liquidación y esta sea efectuada de común acuerdo
por las partes, desde el día siguiente al de la firma del acta.
15
Colombia, Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativa, Sección Tercera,
Sentencia del 05 de mayo de 2011, Consejero Ponente, Enrique Gil Botero, Expediente Radicación
número: 17001-23-31-000-1996-03070-01(17863).
16
Colombia, Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativa, Sección Tercera,
Sentencia del 13 de julio de 2000, Consejera Ponente, María Elena Giraldo Gómez, Expediente
12513.
 En los que requieran de liquidación y esta sea efectuada unilateralmente
por la administración, desde el día siguiente al de la ejecutoria del acto
administrativo que la apruebe.
 En los que requieran de liquidación y esta no se logre por mutuo acuerdo o
no se practique por la administración unilateralmente, una vez cumplido el
término de dos (2) meses contados a partir del vencimiento del plazo
convenido para hacerlo bilateralmente o, en su defecto, del término de los
cuatro (4) meses siguientes a la terminación del contrato o la expedición del
acto que lo ordene o del acuerdo que la disponga.
A su turno, la ley 640 de 2001, señala que cuando se exija cumplir el requisito de
procedibilidad en materia de lo contencioso administrativo, si el acuerdo
conciliatorio es improbado por el juez o magistrado, el término de caducidad
suspendido por la presentación de la solicitud de conciliación se reanudará a partir
del día siguiente hábil al de la ejecutoria de la providencia correspondiente.
CONCLUSIONES
De las líneas precedentes podemos colegir lo siguiente:
1. Bajo la ley 1437 de 2011, ya no se habla de pretensión que da lugar a una
acción sino de medios de control de la actividad estatal.
2. El medio de control controversias contractuales se justifica en la medida en
que cumple una finalidad doble: Por un lado (ante pretensiones de nulidad
tanto del contrato como de los actos administrativos expedidos con ocasión
del mismo) busca el restablecimiento de la legalidad quebrantada. Por lo
que se acude a la jurisdicción para desvirtuar el principio de legalidad que
reviste al contrato estatal como acto administrativo bilateral (conforme a la
tesis española). Por otro lado, vemos que su finalidad es de carácter
indemnizatoria cuando estamos ante pretensiones de revisión, de
incumplimiento, de indemnización de perjuicios, entre otros.
3. Las controversias contractuales aseguran el cumplimiento de los fines del
Estado legitimando la participación del ministerio público y del tercero que
demuestre un interés legítimo en demandar el contrato estatal que se
considera nulo, con ello, se desprende el papel del juez en la medida de ser
garante de los fines del Estado, puesto que al ser la contratación una
función pública reglada, está proscrito disponer de libertad absoluta, por
ejemplo, en materia de selección de contratistas, por lo que la intervención
del juez se torna clave para asegurar los cometidos constitucionales.
4. Es claro que el medio de control visto no procede frente actos
administrativos precontractuales, puesto que en tal sentido estamos ante
actos administrativos unilaterales (tal como sucede con el caso del acto de
apertura del proceso de selección, el que modifica el pliego de condiciones
y en que adjudica el contrato, entre otros, los cuales constituyen una
manifestación unilateral de la administración), se desvirtúa su presunción
de legalidad a través de un medio de control especifico, esto es, la nulidad
simple y la nulidad y restablecimiento del derecho.
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