L.R.CONGRESO PANICO, ETANUAL AL VIII DE LA AINP CONFERENCIA PREMIO DR. BENITO YELIN Dieta cetogénica en la epilepsia refractaria infantil: respuesta electroclínica, complicaciones y efectos secundarios L.R. Panico, M.G. Demartini, V.G. Ríos, M.ªA. Carniello THE KETOGENIC DIET IN INFANTILE REFRACTORY EPILEPSY: ELECTROCLINICAL RESPONSE, COMPLICATIONS AND SECONDARY EFFECTS Summary. Introduction. The ketogenic diet (KD) was developed after observation that prolonged starvation might lead to the seizures stopping. Due to is efficacy and safety, KD plays an important part in the management of children with refractory epilepsy. Objectives. To show the clinical anticonvulsant response of KD, the electroencephalographic changes, the need for strict methodology to enhance the success of the treatment, and evaluation of the side effects and complications observed. Patients and methods. After being started on a protocol of a classical ketogenic diet, 13 patients aged between 1 and 19 years were prospectively evaluated for an average period of 22 months. All had different types of refractory epilepsy according to Schmidt’s scores, as modified by Aicardi. Results. There was over 50% reduction in the number of crises of 84.5% of the children. Complete control was attained in 30.8%. The electroencephalographic recordings showed improvement in 100% of the children. The families involved reported a 58.8% reduction in the side effects observed. During treatment the serum cholesterol rose in 72,7% of the children, 36.4% complained of constipation, 27.3% had a brief period of anorexia and there was symptomatic metabolic acidosis during intercurrent infection and renal lithiasis in one patient. Conclusion. The clinical and electroencephalographic improvement and minimal side-effects seen confirm that KD is beneficial in refractory epilepsy in children. [REV NEUROL 2000; 31: 212-20] [http://www.revneurol.com/3103/j030212.pdf] Key words. Children. Convulsions. Electroencephalography. Ketogenic diet. Ketosis. Refractory epilepsy. INTRODUCCIÓN La dieta cetogénica (DC) se desarrolló tras observar que el ayuno prolongado podía determinar el cese de las convulsiones. Por su efectividad, seguridad y por su utilización en los últimos 80 años, la DC desempeña un papel importante en el manejo de los niños con epilepsia refractaria [1-7]. La DC produce un estado de cetosis crónica que, según las primeras investigaciones de Wilder, imita los efectos del ayuno mientras provee al paciente de suficientes calorías y otros requerimientos para mantener su estado nutricional [8]. Con el advenimiento de fármacos antiepilépticos más efectivos, la dieta perdió popularidad, pero en los últimos años se ha reconocido su utilidad en los niños que no responden de forma adecuada a las medicaciones anticonvulsionantes o en aquellas familias que son renuentes a la utilización de medicamentos [9]. Si bien permanece poco claro el mecanismo preciso por el cual la DC produce una mejoría de las convulsiones [9,10], los efectos anticonvulsionantes se atribuyeron sucesivamente al efecto sedativo de la cetosis [11,12], a las alteraciones electrolíticas, perturbaciones ácido-base [13], aumento de las concentraciones de lípidos séricos [14], deshidratación [15,16], cambios en las membranas lipídicas de las neuronas [10] y al aumento de los niveles de neurotransmisores [10] como el GABA. Estudios recientes, como el de Huttenlocher [12] y Al-Mudallal et al [17] han demostrado que ni el pH cerebral ni los niveles totales de GABA estaban alterados en ratas adultas cetogénicas, Recibido: 31.03.00. Aceptado: 17.04.00. Centro Asistencial El Árbol. Santa Fe, Argentina. Correspondencia: Dr. Luis Ramón Panico. Santiago del Estero 2475. (3000) Santa Fe, Argentina. Fax: 543 4245 58768. E-mail: [email protected] 2000, REVISTA DE NEUROLOGÍA 212 aunque la cetosis podría producir efectos gabamiméticos debido a las similitudes estructurales entre el GABA, el β-hidroxibutirato y el acetoacetato. Las investigaciones de De Vivo et al [18,19] concluyen que el aumento de las reservas de energía que ocurre en el tejido cerebral cetogénico podría ser el factor más importante en el aumento de la estabilidad neuronal y, por ende, en la resistencia a las convulsiones que se observa durante la cetosis crónica. El propósito de nuestro trabajo es mostrar la respuesta anticonvulsiva clínica de la DC clásica relacionada con los distintos tipos de epilepsia, los cambios electroencefalográficos ocurridos durante el tratamiento, la necesidad de una estricta metodología para aumentar el éxito de la dieta y la evaluación de los efectos secundarios y complicaciones observados. PACIENTES Y MÉTODOS Pacientes Se evaluaron prospectivamente 13 pacientes ingresados en DC, con un tiempo de seguimiento de entre 1 y 36 meses (promedio: 22 meses), siete varones y seis mujeres, de 1 a 19 años de edad, con diagnóstico de epilepsia refractaria, todos ellos sin control de crisis pese a recibir más de un fármaco antiepiléptico (FAE). La selección de los pacientes se realizó teniendo en cuenta la edad y la refractariedad de las crisis. La edad mínima se estipuló en 18 meses y la máxima en 19 años. Para la tipificación de la epilepsia se utilizó la clasificación internacional de epilepsias y síndromes epilépticos [20]; así, se encontraron tres niños con síndrome de Lennox-Gastaut (dos criptogénicos y uno sintomático), seis con epilepsia generalizada tipo con crisis mioclónico-astáticas (una criptogénica y cinco sintomáticas), tres con epilepsia parcial sintomática (dos del lóbulo frontal –corteza motora– y uno del lóbulo temporal) y un paciente con epilepsia indeterminada sintomática tipo gran mal del sueño (Tabla I). La refractariedad se estableció siguiendo la puntuación de Schmidt modificada por Aicardi [21], y todos los pacientes presentaron una puntuación de tres o más. REV NEUROL 2000; 31 (3): 212-220 VIII CONGRESO ANUAL DE LA AINP Tabla I. Lista de pacientes, tipo de epilepsia y respuesta anticonvulsiva clínica. Edad Edad inicio ingreso de crisis en DC (meses) (años) Tipo de epilepsia Porcentaje Tiempo reducción en DC n.º de crisis (meses) 1 60 19 Generalizada criptogénica tipo síndrome de Lennox-Gastaut 95 36 2 <1 2 Generalizada sintomática tipo con crisis mioclónico-astáticas 100 36 3 4 9 Indeterminada sintomática tipo gran mal del sueño 0 34 4 11 2 Parcial sintomática del lóbulo frontal, secundaria a esclerosis tuberosa 72 10 6 7 7 Generalizada sintomática tipo con crisis mioclónico-astáticas 7 6 11 Generalizada criptogénica tipo con crisis mioclónico-astáticas 100 26 8 6 4 Generalizada sintomática tipo con crisis mioclónico-astáticas 100 1 9 6 14 Generalizada criptogénica tipo síndrome de Lennox-Gastaut 99,8 18 10 84 14 Generalizada sintomática tipo síndrome de Lennox-Gastaut 99,7 17 11 11 1 Generalizada sintomática tipo con crisis mioclónico-astáticas 96,7 17 2 1 13 12 13 100 22,9 34 26 Generalizada sintomática 99,5 tipo con crisis mioclónico-astáticas, secundaria a esclerosis tuberosa 7 Parcial sintomática del lóbulo temporal 3 95,7 Paciente 4. Niña de 2 años y 10 meses, con inicio de las crisis a los 11 meses. Las crisis que padecía eran clónicas focales a derecha o izquierda, secundariamente generalizadas. La tomografía axial computarizada (TAC) de cerebro mostraba hamartomas periventriculares y áreas hipodensas córtico-subcorticales. En el momento del ingreso en DC presentaba crisis clónicas focales en el miembro superior derecho y mioclonías palpebrales, con un promedio de tres convulsiones diarias. El diagnóstico fue de epilepsia parcial sintomática del lóbulo frontal (corteza motora), secundaria a esclerosis tuberosa. Tiempo en DC: 33 meses. 34 5 12 Parcial sintomática del lóbulo frontal 82,33 Paciente 3. Varón de 9 años y 8 meses, que empezó a padecer crisis a los 4 meses de edad, con síndrome de West sintomático. Las crisis que padecía eran tónicas generalizadas y tonicoclónicas generalizadas. En el momento del ingreso en DC sufría un promedio de 0,066 crisis diarias (dos mensuales). El diagnóstico fue de epilepsia indeterminada tipo gran mal del sueño, sintomática a agenesia del cuerpo calloso. Tiempo en DC: 33 meses. Paciente 5. Niña de 10 años y 11 meses con parálisis cerebral tipo tetraparesia espástica, que inició las crisis a los 6 años de edad. Las crisis que padecía eran tonicoclónicas generalizadas con desviación cefálica a la izquierda y tonicoclónicas semigeneralizadas a izquierda o derecha. En el momento del ingreso en DC presentaba un promedio de una crisis por mes. El diagnóstico fue de epilepsia parcial sintomática del lóbulo frontal (corteza motora). Tiempo en DC: 33 meses. Paciente 6. Niña de 7 años y 5 meses con parálisis cerebral tipo distónica, cuyo inicio de las crisis fue en forma de convulsiones neonatales con reaparición a los 7 meses. Las crisis que padecía eran de tipo head drop attacks, clónicas generalizadas y ausencias. En el momento de ingreso en DC presentaba un promedio de 3,5 crisis diarias de 1 minuto de duración. El diagnóstico fue de epilepsia generalizada sintomática tipo con crisis mioclónico-astáticas. Tiempo en DC: 25 meses. Paciente 7. Niña de 11 años y 11 meses, cuyo inicio de crisis fue a los 6 meses de vida, con síndrome de West que evolucionó con crisis atónicas, tónicas y clónicas generalizadas. Recibió tratamiento con dieta cetogénica TCM (triglicéridos de cadena mediana) sin respuesta favorable. En el momento del ingreso en DC presentaba un promedio de siete crisis mioclónicas y atónicas diarias. El diagnóstico fue de epilepsia generalizada criptogénica tipo con crisis mioclónico-astáticas. Tiempo en DC: 25 meses. Paciente 8. Niño de 4 años y 11 meses con parálisis cerebral tipo hipotónica, microcefalia y retraso mental. Inició las crisis a los 6 meses de edad con síndrome de West que evolucionó con crisis mioclónicas focales y generalizadas y crisis tónicas generalizadas breves. En el momento del ingreso en DC presentaba un promedio de tres crisis diarias. La RMN mostraba atrofia cerebral y cerebelosa. El diagnóstico fue de epilepsia generalizada sintomática tipo con crisis mioclónicas-astáticas. Tiempo en DC: un mes. DC: dieta cetogénica. Paciente 1. Mujer de 19 años, cuyo inicio de las crisis aconteció a los 5 años de edad. Las crisis que padecía eran tonicoclónicas generalizadas, head drop attacks, ausencias atípicas, mioclonías focales y generalizadas y crisis parciales complejas. En el momento del ingreso en la DC mostraba un promedio de crisis de dos convulsiones diarias de hasta 30 minutos de duración. El diagnóstico fue de epilepsia generalizada criptogénica tipo síndrome de Lennox-Gastaut. Tiempo en DC: 35 meses. Paciente 2. Varón de 2 años y 1 mes, con inicio de las crisis a los 8 días de vida. Las crisis que padecía eran espasmos en flexión con componente focal (lateralización cefálica a derecha). La resonancia magnética nuclear (RMN) mostraba atrofia córtico-subcortical frontotemporal bilateral y simétrica, e hipoplasia del cuerpo calloso. En el momento del ingreso en DC presentaba crisis tónicas generalizadas y mioclónicas, con un promedio de 35 episodios convulsivos diarios. El diagnóstico fue de epilepsia generalizada sintomática tipo con crisis mioclónico-astáticas. Tiempo en DC: 35 meses. REV NEUROL 2000; 31 (3): 212-220 Paciente 9. Varón de 14 años y 4 meses, con inicio de las crisis a los 6 meses. Las crisis que padecía eran de tipo head drop attacks, crisis faciales focales, tónicas, atónicas y mioclónicas de hasta 400 episodios diarios. Los estudios de imágenes no mostraron anomalías estructurales y el examen neurometabólico no reveló anomalías conocidas. En el momento del ingreso en DC mostraba un promedio de 60 crisis diarias. El diagnóstico fue de epilepsia generalizada criptogénica tipo síndrome de Lennox-Gastaut. Tiempo en DC: 17 meses. Paciente 10. Niña de 14 años y 2 meses, con inicio de las crisis a los 7 años. Las crisis que padecía eran atónicas, tonicoclónicas generalizadas, head drop attacks y ausencias posthiperventilación. Presentaba antecedente de encefalitis por Bordetella pertusis a las 3 semanas de vida. En el momento del ingreso en DC mostraba un promedio de 100 crisis diarias. El diagnóstico fue de epilepsia generalizada sintomática tipo síndrome de Lennox-Gastaut. Tiempo en DC: 16 meses. Paciente 11. Niño de 1 año y 6 meses, con inicio de las crisis a los 11 meses. Las crisis que padecía eran de tipo head drop attacks con hipotonía generalizada y breve retrodesviación ocular. En el momento del ingreso en DC 213 L.R. PANICO, ET AL presentaba un promedio de 76 crisis diarias. La RMN mostraba ventriculomegalia bilateral supratentorial y leucoencefalopatía periventricular (desmielinización). El examen neurometabólico no reveló alteraciones metabólicas conocidas. El diagnóstico fue de epilepsia generalizada sintomática tipo con crisis mioclónico-astáticas. Tiempo en DC: 16 meses. CETOPLANILLA"EL ARBOL" SANTA FE - ARGENTINA NOMBRE Paciente 12. Niño de 1 año y 6 meses, con inicio de las crisis a los 2 meses. Las crisis que padecía eran de tipo head drop attacks, atónicas, mioclónicas y tónicas generalizadas. En el momento del ingreso en DC presentaba un promedio de 37 crisis diarias. La RMN mostraba numerosos hamartomas córtico-subcorticales y ependimarios. El diagnóstico fue de epilepsia generalizada sintomática tipo con crisis mioclónico-astáticas, secundaria a esclerosis tuberosa. Tiempo en DC: seis meses. Paciente 13. Niño de 13 años y 11 meses, con inicio de las crisis a los 12 meses. Las crisis que padecía eran parciales complejas secundariamente clónicas generalizadas. En el momento del ingreso en DC presentaba un promedio de seis crisis diarias con estados convulsivos nocturnos. La RMN mostró asimetría de ventrículos laterales, retraso de mielinización y un quiste por anormal desarrollo del uncus y la amígdala derecha. El diagnóstico fue de epilepsia parcial sintomática del lóbulo temporal. Tiempo en DC: tres meses. MÉTODOS PESO Antonio 18,10 kg Fecha 28/04/00 RADIO 4,0 1 COMIDAS 3 por día CALORIAS 68,00 /kg 40,00 Cal/unidad 30,770 UD/día Edad: 5 años Peso ideal: 18,100 g Talla: 108 cm UNIDAD DIETARIA MEDICACIONES Difenilhidantoína Clobazan Proteínas 1,01 g/kg/día 1230,80 /día 10,257 UD/comida 0,1127 g/hc/com. 0,1280 g/hc/día 0,2100 g/hc/día g/hc/día g/hc/día CAL VALORESDESEADOSPORCOMIDA 410,27 TEST PROT 6,094 g 4,0001 GRASAS CARBOH 41,027g LIQ/CAL 4,050 g 1231 Líquidos 45 ml/kg/día 814,5 MENU ENSALADA DE POLLO Plan 4 Grs. 1 2 3 4 5 6 7 8 9 45g 15g 19g 10g 10g 11g 13g 0g 0g 0g INGREDIENTES Crema Crema de deleleche che 47% 47% Pollo Pollo asado asadosin sinpiel piel Espinaca Espinaca cruda cruda Zanahoria Zanahoria cruda crudaoococida cocida Aceite Aceite de deCanola Canola Margarina Margarina Jugo Jugodenaranja naranjaexprimido exprimido 0 0 0 CAL PROT (g) GR (g) HDC (g) ## 198,000 0,833 21,150 1,071 ## ## ## 28,500 3,610 4,200 4,635 0,418 0,110 0,677 0,057 0,020 0,000 0,589 0,970 ## ## ## 90,000 81,400 5,980 0,000 0,033 0,091 10,000 8,998 0,026 0,000 0,088 1,352 ## ## 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 PROT% GR% HDC% Utilizamos el protocolo de DC clásica ideado por 10 ## 0,000 0,000 0,000 0,000 el Dr. Samuel Livingston y utilizado actualmente Radio 4,017 1 1,423 0,026 -0,099 0,020 en el Pediatric Epilepsy Center del Johns Hopkins Hospital [1], basado en la fórmula de Woodyatt [22]. Dicho protocolo muestra que el 90% de las grasas y el 46% de las proteínas ejercen un efecto Figura 1. Diseño de planilla de cálculo para dieta cetogénica. cetogénico, mientras que una porción de las grasas ingeridas (10%), una parte significativa de proteífrecuentes y actividades físicas que desarrolla. Cuando se observó que el nas (58%) y todos los hidratos de carbono (100%) ejercerán un efecto antiniño no estaba adecuadamente alimentado, sugerimos a los padres, previo al cetogénico. inicio del tratamiento, administrar una dieta más variada para probar ingredientes nunca recibidos. Potencial cetogénico 90% de grasas + 46% de proteínas La relación cetogénica se estableció inicialmente en 4:1, es decir, = Potencial anticetogénico 10% de grasas + 58% de proteínas + 100% de carbohidratos cuatro partes de grasa por cada porción de hidratos de carbono más proteínas, y, de acuerdo con los ajustes individuales requeridos, la misma pudo variar entre 3 y 4,5:1. Esta fórmula tiene en cuenta que la disponibilidad de glucosa impide la Los requerimientos calóricos se calcularon en aproximadamente un 76% producción de cuerpos cetónicos, y que cierta cantidad de grasas y de prode los requerimientos diarios [25], 73 cal/kg para los niños entre 1 y 3 años teínas eventualmente se transforma en glucosa, ejerciendo así un efecto (intervalo: 61-100 cal/kg), 68 cal/kg para los niños comprendidos entre 4 anticetogénico. y 6 años, 46 cal/kg para los niños entre 7 y 9 años (intervalo: 45-47 cal/kg), Para la implementación del tratamiento se consideró de gran utilidad la 53 cal/kg para los niños entre 10 y 12 años (intervalo: 50-57 cal/kg), creación de un equipo multidisciplinario de trabajo [9,23,24], compuesto 46 cal/kg para los niños entre 13 y 15 años (intervalo: 40-51 cal/kg) y por un neurólogo infantil, un pediatra nutricionista, un pediatra clínico con 37 cal/kg para los niños mayores de 16 años. En todos los casos se tuvo en orientación neurológica, un psicólogo y un grupo de cuatro enfermeros cuenta el nivel de actividad y el metabolismo individual de cada niño. adiestrados en DC. Se administró la cantidad de proteínas necesarias para mantener el creciUna vez seleccionados los niños, obtuvimos una historia alimentaria miento y las necesidades de aminoácidos recomendado por la Organización detallada como puente para el cumplimiento de la prescripción. Con tal fin, para la Agricultura y la Alimentación (FAO, del inglés Food and Agriculture se diseñó una plantilla para conocer los hábitos alimentarios del paciente y Organization) y la Organización Mundial de la Salud (WHO, del inglés elegir así, de manera personalizada, los planes de comida para cada niño. Es World Health Organization) [25]. fundamental para el cumplimiento de la dieta respetar los gustos y costumLos líquidos, libres de azúcar, se restringieron teniendo en cuenta los bres de cada paciente y su familia, por ello realizamos además un interrogarequerimientos mínimos: 44-67 ml/kg (media 56 ml/kg) en los niños de 1 a torio sobre cada alimento en particular, cantidad aproximada que ingiere, si 4 años de edad, 32-52 ml/kg (media 44 ml/kg) en los niños de 5 a 10 años, mastica bien, si traga adecuadamente, forma de preparación, quién cocina en y 25-43 ml/kg (media 33 ml/kg) en los mayores de 11 años [26]. Siempre se casa, quién realiza las compras, quién cuida al niño, si acude a la escuela, consideró un máximo de 1 ml por caloría permitida y se administraron a horarios de las actividades escolares, si come en la escuela, si los padres intervalos regulares a lo largo del día, tratando de mantener un estado de leve trabajan, con quién vive, si tiene hermanos, abuelos, tíos, enfermedades más 214 REV NEUROL 2000; 31 (3): 212-220 VIII CONGRESO ANUAL DE LA AINP Para el cálculo de la dieta se utilizó una planilla de cálculo y una base de datos de alimentos [28], 19 confeccionada ad-hoc y basada en Microsoft Ex18 cel versión 5.0 o superior, lo que permitió una 17 mayor precisión en la elaboración de los planes. 16 En ella se introduce, según corresponda, el peso 15 ideal o el peso real del niño, la relación cetogénica 14 deseada, la cantidad de proteínas por kilogramo 13 requerida, el número de comidas y la cantidad de 12 hidratos de carbono aportada por la medicación. 11 Con estos datos la planilla calcula los requerimien10 9 tos calóricos y la cantidad de grasas, proteínas e 8 hidratos de carbono necesarios para mantener la 7 relación deseada. En la sección de menú se eligen 6 de la base de datos los ingredientes deseados y la CETOSIS 5 cantidad correspondiente para elaborar el plan de 4 ++++ comida. La misma planilla elabora el test de los +++ 3 cálculos para aumentar la seguridad del método 2 ++ (Fig. 1). + 1 La DC se inició con un período de ayuno para 0 0 lograr el estado de cetosis de manera rápida. DIA 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 M: Mañana M T M T M T M T M T M T M T M T M T M T M T M T M T M T M T Dicho estado comenzó en las 12-18 horas preT: Tarde Fecha vias al ingreso, con el objeto de acortar el período de estancia en el hospital, y continuó hasta Figura 2. Planilla de control de cetosis/convulsiones (adaptada de Batchelor et al [23]). lograr un nivel urinario de cuerpos cetónicos de cuatro cruces con las cintas reactivas (Keto-diastix Bayer diagnósticos®), lo cual se deshidratación con una densidad urinaria no mayor de 1,030. Los niños con logró habitualmente a las 61 horas (intervalo: 36 y 96 horas) de iniciado escaso nivel de actividad física pudieron mantener una adecuada densidad el ayuno. El día previo a la hospitalización se recomendó la ingestión de urinaria, incluso con cantidades inferiores a las permitidas. alimentos que no contuvieran hidratos de carbono. Durante el período de Los cálculos de la dieta cetogénica se realizaron teniendo en cuenta el peso ayuno se comprobaron los niveles de glucosa sérica y los signos vitales ideal para la estatura [27]. del niño en busca de síntomas de hipoglucemia o de intolerancia al ingreLa alimentación se dividió en tres comidas diarias (desayuno, almuerzo so rápido en el estado de cetosis. Mientras el niño se encontraba en y cena), y se reservó la posibilidad de aumentar el número de comidas en caso período de ayuno, se le administró un aporte de líquidos equivalente a de que el niño presentara anorexia; asimismo, se recomendó su administra60 ml/kg con un máximo de 1 ml/cal, volumen que se fue modificando ción completa en una plazo no mayor a 20 minutos. de acuerdo con el valor de la densidad urinaria, para un ajuste individual Los alimentos se eligieron, de acuerdo con las preferencias del niño, de más preciso. cuatro grupos básicos: Una vez logrado el estado de cetosis deseado, se comenzó progresivamen1. Proteínas: carne, pescado, pollo, huevo y queso. te con la alimentación, administrando solamente un tercio del valor calórico 2. Hidratos de carbono: vegetales y frutas. total en las primeras tres comidas, dos tercios del valor calórico en las segun3. Grasas: manteca, aceites, mayonesa, margarina. das tres comidas y el total de las calorías en las tres comidas previas al alta 4. Crema de leche: con concentración de grasa del 47% (contiene además hospitalaria. proteínas e hidratos de carbono). Cuando se observó que el niño toleraba adecuadamente la alimentación y los padres finalizaron su entrenamiento, se dio de alta al paciente. Si bien Con estos cuatro grupos en combinación se elaboraron diferentes menús que la hospitalización se planeó para cinco días, en general, se requirió menos incluyeron los siguientes planes: tiempo (promedio: 4,5 días). Plan 1: carne, pescado o pollo + fruta + grasa + crema. Por medio del control de enfermería y los análisis de laboratorio fue Plan 2: huevo + fruta + grasa + crema. posible detectar las complicaciones ocurridas durante la hospitalización. Plan 3: queso + fruta + grasa + crema. Excepto en los casos en los que se observó un control excelente de las Plan 4: carne, pescado o pollo + vegetales + grasa + crema. crisis convulsivas durante el ayuno o síntomas de intoxicación, no se modiPlan 5: huevo + vegetales + grasa + crema. ficaron las dosis de medicación anticonvulsionante en este primer período Plan 6: queso + vegetales + grasa + crema. de tratamiento. La hospitalización fue útil también para observar la dinámica de funcioPara cada ingrediente de la dieta fue necesario conocer las cantidades namiento familiar y efectuar las intervenciones correspondientes para optiexactas de proteínas, hidratos de carbono y grasas por lo que se recurrió a mizar los resultados. tablas de composición de alimentos [28] o contactamos con los fabricantes Mientras se esperaba a que la cetosis llegara a niveles óptimos, se aprocuando se utilizaron alimentos elaborados industrialmente. En todos los vechó el momento para trabajar con las madres con el fin de lograr el casos, se recomendó el empleo de alimentos frescos y se suplió la dieta con entrenamiento suficiente para poder realizar la dieta en el hogar. Se utilizó vitaminas liposolubles e hidrosolubles de acuerdo con los requerimientos para la preparación de los menús una balanza electrónica de gramos marca diarios recomendados por la Food and Nutrition Board (National AcadeOhaus LS 200® o Budget Scaltec®, con un intervalo de 1-200 g. Se ensemy of Sciences-National Research Council, Washington, DC, 1979), en ñó a la familia la forma de pesar los alimentos en gramos, cómo cocinarlos forma de un multivitamínico libre de azúcar (Protavita NF®, Dayaminepara que no se pierdan nutrientes, disponerlos en el plato haciéndolos más ral®); minerales como calcio en forma de carbonato de calcio, según las sabrosos, atractivos y voluminosos, conservarlos en el refrigerador, ahorecomendaciones de la FAO/WHO [25] al inicio del tratamiento y, luego, rrar tiempo en la cocina preparando menús para guardar o para transportar, la cantidad necesaria para mantener la calcemia y la calciuria en niveles salir de viaje y manejarse con el niño si contrae una enfermedad o está normales (intervalo: 150-650 mg/día; media: 450 mg/día), y hierro en forma inapetente. Para aumentar la exactitud del método, no recomendamos el de polimaltosato férrico (Ferranin®) 10 y 20 mg cada cinco días en menoempleo de las listas de intercambio [1], sino la exclusiva utilización del res y mayores de 10 años, respectivamente, al inicio del tratamiento y, cálculo computarizado. posteriormente, la cantidad necesaria para mantener los niveles normales Los controles posteriores a la hospitalización se realizaron en consulta de hematocrito y hemoglobina. externa. Para tal fin, se diseñó una planilla de control integral, en la cual se NÚMERO DE 20 CONVULSIONES REV NEUROL 2000; 31 (3): 212-220 215 L.R. PANICO, ET AL a b % 60 Excelente Muy bueno Bueno Regular Ausencia 50 7,7% 7,7% Excelente Muy bueno Bueno Regular Ausencia 7,7% 30,8% 40 30 20 10 46% 0 5 días (n=13) 1 m (n=13) 3 m (n=12) 6 m (n=11) 12 m (n=10) 18 m (n=8) 24 m (n=7) 36 m (n=2) Figura 3. Respuesta anticonvulsiva clínica: a) evolutiva; b) total. registran el tiempo en dieta, la relación cetogénica, el peso real y el ideal, el examen físico, y se evalúan la preparación de recetas, la utilización de la balanza, los líquidos ingeridos, el número y tipo de convulsiones, el mantenimiento de la cetosis, los problemas con la dieta, los FAE y los exámenes de laboratorio, siguiendo el siguiente esquema: 1. Control médico integral: una vez a la semana durante el primer mes, una vez al mes los tres meses siguientes y luego cada tres meses; 2. Exámenes de laboratorio cada tres meses: hemograma, glucemia, calcemia, uricemia, colesterolemia, uremia, creatininemia, GPT, calciuria, orina, creatininuria, fosfatasa alcalina, estado ácido-base y ecografía renal, y 3. Control de crecimiento y desarrollo por medio de determinaciones de peso, talla para la edad y radiografía de muñeca y mano para determinar la edad ósea. Además de los controles reglados, se mantuvo una línea telefónica exclusiva las 24 horas para solucionar cualquier inconveniente que surgiera con la implementación del tratamiento. Para ver de forma rápida la evolución de las cetonas y convulsiones se utilizó el mapa de cetosis/convulsiones modificado de Batchelor et al [23] (Fig. 2). La respuesta anticonvulsiva clínica en términos de frecuencia de convulsiones se midió con los criterios utilizados por Huttenlocher [12], modificados de la siguiente forma: – Excelente control: control completo de las convulsiones. – Muy buen control: más del 90% de disminución en el número de convulsiones. – Buen control: entre el 50 y 90% de disminución en el número de convulsiones. – Regular control: menos del 50% de disminución en la frecuencia de convulsiones en comparación con el nivel previo a la dieta. – Ausencia de efecto: sin cambios en el número de convulsiones. Se registraron las convulsiones diariamente durante, por lo menos, una semana antes del inicio de la dieta, para obtener un promedio diario de crisis, sin modificar los FAE que recibía el niño; posteriormente, se registró el número y la duración de las crisis durante el tratamiento. Los resultados se evaluaron al mes y a los 3, 6, 12, 18, 24 y 36 meses de tratamiento con dieta cetogénica. Se realizó un electroencefalograma (EEG) una semana antes del inicio de la dieta y, luego, a los 3, 6, 12, 24 y 36 meses de tratamiento. Se utilizó un equipo digital de 17 canales con electrodos de superficie marca ATI Nautilus®; en todos los casos el registro fue bajo sueño durante 30 minutos. Los cambios electroencefalográficos observados en el registro de sueño se evaluaron de la siguiente forma [29]: – Normalización: buena organización del trazado de fondo, sin signos focales ni paroxismos generalizados. – Gran mejoría: ausencia de paroxismos generalizados con persistencia de signos focales. 216 – Leve mejoría: mejor organización del trazado de fondo con respecto al registro previo y persistencia de paroxismos generalizados y signos focales. – Sin cambios: persistencia del mismo patrón electroencefalográfico pretratamiento. Se realizó un cuestionario a los padres para obtener información acerca de los efectos secundarios e indeseables de los FAE, con anterioridad al tratamiento dietético; posteriormente, tras cierto tiempo de tratamiento, se interrogó con el mismo cuestionario sobre los efectos secundarios observados con la dieta cetogénica. El funcionamiento familiar se evaluó, antes del ingreso en la DC, por medio de una entrevista psicológica, para observar el comportamiento dinámico de cada uno de sus miembros y el equilibrio de todo el conjunto, con el fin de establecer parámetros genéticos, constitucionales, psicológicos e interactivos. El funcionamiento cognitivo no pudo evaluarse por medio de técnicas estandarizadas debido a las dificultades presentadas por los pacientes; en su lugar, se realizó una observación a través de la hora de juego, filmaciones, entrevistas con el grupo familiar y con las instituciones a las que asistían los niños. RESULTADOS La respuesta anticonvulsiva clínica, en términos de reducción del número de crisis convulsivas, de acuerdo con los criterios de Huttenlocher modificados y en función del tiempo de tratamiento, fue: – A los cinco días de iniciada la DC, es decir, el día del alta hospitalaria (n= 13), se logró el control completo de las convulsiones (excelente control) en seis niños (46,2%); no se logró en ningún paciente muy buen control (más del 90% de reducción de convulsiones); en tres niños (23%) se consiguió un buen control (disminución entre 50 y 90% del número de crisis); en dos niños (15,4%) se obtuvo un control regular (menos del 50% de disminución), y en dos niños (15,4%) hubo ausencia de respuesta (sin cambios). – Al mes de iniciado el tratamiento (n= 13), se logró excelente control en tres niños (23%); muy buen control en cuatro casos (31%); buen control en dos pacientes (15%); control regular en cuatro enfermos (31%), y en ningún caso se observó ausencia de efecto. – A los tres meses de tratamiento (n= 12), se logró excelente control en cuatro niños (33,3%); muy buen control en tres casos (25%); buen control en tres pacientes (25%); control regular en uno (8,3%), y ausencia de efecto en otro (8,3%). – A los seis meses de tratamiento (n= 11), se logró excelente control en tres niños (27,3%); muy buen control en cuatro casos (36,3%); buen control en dos pacientes (18,2%); control regular en uno (9,1%), y ausencia de efecto en otro (9,1%). REV NEUROL 2000; 31 (3): 212-220 VIII CONGRESO ANUAL DE LA AINP a b % 70 Normalización Gran mejoría Leve mejoría Sin cambios 60 0% 50 Normalización 8,3% Gran mejoría Leve mejoría Sin cambios 41,7% 40 30 20 10 50% 0 3 m (n=7) 6 m (n=12) 12 m (n=11) 24 m (n=7) 36 m (n=2) Figura 4. Respuesta electroencefalográfica: a) evolutiva; b) total. Tabla II. Relación entre tipo de epilepsia y respuesta anticonvulsiva. Tipo de epilepsia N.º de pacientes 100% libre de crisis >90% de mejoría Síndrome de Lennox-Gastaut 3 Con crisis mioclónico-astáticas 6 n= 3 (50%) n= 2 (33,3%) Parcial sintomática 3 n= 1 (33,3%) n= 1 (33,3%) Indeterminada tipo gran mal del sueño 1 <50% de mejoría Ausencia de efecto n= 3 (100%) – A los 12 meses (n= 10), se logró excelente control en cuatro niños (40%); muy buen control en dos casos (20%); buen control en otros dos (20%); control regular en un paciente (10%), y ausencia de efecto en otro (10%). – A los 18 meses (n= 8), se logró excelente control en tres niños (37,5%); muy buen control en dos casos (25%); buen control en uno (12,5%) y ausencia de efecto en dos pacientes (25%). – A los 24 meses (n= 7), se logró excelente control en dos niños (28,6%); muy buen control en un caso (14,3%); buen control en dos pacientes (28,6%); control regular en uno (14,3%) y ausencia de efecto en otro (14,3%). – A los 36 meses (n= 2), se logró excelente control en un niños (50%) y muy buen control en otro (50%) (Fig. 3a). Si consideramos el total de pacientes (n= 13), independientemente del tiempo en dieta cetogénica, los resultados observados fueron: excelente control en cuatro niños (30,8%); muy buen control en seis niños (46%); buen control en un paciente (7,7%); control regular en un caso (7,7%), y ausencia de respuesta en un niño (7,7%). Es decir, 11 pacientes (84,5%) tuvieron una reducción mayor del 50% en el número de crisis (Fig. 3b). La relación entre respuesta anticonvulsiva y tipo de epilepsia reveló que en las epilepsias generalizadas (n= 9) se logró una reducción mayor del 50% en el número de crisis en el 88,9% de los casos. Todas las epilepsias generalizadas criptogénicas (n= 3) mostraron una reducción superior al 50% en el número de crisis, mientras que la misma mejoría se observó en el 83,3% (cinco de seis casos) de las epilepsias generalizadas sintomáticas. El 83,3% (cinco de seis casos) de los pacientes con epilepsias con crisis mioclónico-astáticas lograron una reducción superior al 90% en el número de crisis, tres de los cuales se encuentran libre de crisis. En todos los niños portadores del síndrome de Lennox-Gastaut (n= 3), se registró más del 90% de reducción en el número de crisis, aunque ninguno de ellos se encuentra totalmente libre de crisis. REV NEUROL 2000; 31 (3): 212-220 50 a 90% de mejoría Total >50% de mejoría n= 3 (100%) n= 1 (16,7%) n= 5 (83,3%) n= 1 (33,3%) n= 3 (100%) n= 1 (100%) En las epilepsias parciales sintomáticas (n= 3), se logró más del 50% de reducción en el número de crisis en todos los casos, y en el 66,7% de los niños se logró una reducción superior al 90%. El niño con epilepsia indeterminada tipo gran mal del sueño presentó ausencia de respuesta. Los dos pacientes portadores de esclerosis tuberosa, ambos resistentes al tratamiento con vigabatrina, mostraron más del 80% de reducción en el número de convulsiones (Tabla II). Los registros electroencefalográficos de sueño mostraron cambios en todos los pacientes, desde disminución de los signos paroxísticos hasta normalización del trazado: – A los tres meses de tratamiento se realizaron EEG a siete pacientes, y se registró gran mejoría en un niño (14,3%), leve mejoría en cuatro casos (57,1%) y en dos pacientes (28,6%) el EEG no presentaba cambios. – A los seis meses (n= 12), los registros mostraron normalización en tres niños (25%), gran mejoría en cinco casos (41,7%) y leve mejoría en cuatro pacientes (33,33%); ningún paciente mostró trazado sin cambios. – A los 12 meses (n= 11), se obtuvo normalización del trazado en un caso (9,1%), gran mejoría en seis niños (54,5%) y leve mejoría en cuatro pacientes (36,4%). – A los 24 meses (n= 7), se obtuvo normalización del trazado en un paciente (14,3%), gran mejoría en cuatro niños (57,1%) y leve mejoría en dos casos (28,6%) – A los 36 meses (n= 2), se obtuvo gran mejoría en un niño (50%) y leve mejoría en el otro (50%) (Fig. 4a). Independientemente del tiempo en DC, los cambios electroencefalográficos observados (n= 12) fueron: normalización en un niño (8,3%), gran mejoría en seis casos (50%) y leve mejoría en cinco pacientes (41,7%); ningún niño presentó EEG sin cambios (Fig. 4b). Todos nuestros pacientes, excepto uno, en el momento de su ingreso en 217 L.R. PANICO, ET AL Dism. peso 300 Mareos Nistagmos 250 Náuseas Valor previo P75 Valor promedio Enuresis 200 Cefalea mg/dl Encías sangrantes Dependencia 150 Alt. sanguíneas Temblor 100 Mov. anormales Aum. peso 50 Ataxia Estreñimiento 0 Ansiedad Pacientes Somnolencia Agresividad Figura 6. Valores promedio de colesterol sérico durante el tratamiento. Irritabilidad Hirsutismo Confusión Fatiga Insomnio Nerviosismo Babeo FAE DC -80-70 -60 -50 -40 -30 -20 -10 0 10 20 30 40 50 60 70 80 Figura 5. Comparación de efectos indeseables y secundarios de los fármacos antiepilépticos y la dieta cetogénica observados por los padres. la DC recibían más de un FAE y, en ocasiones, en combinaciones de hasta cuatro fármacos. La disminución de las dosis de FAE se llevó a cabo en todos los pacientes y se logró la suspensión completa de los mismos en siete niños (54%); dicha eliminación se realizó de forma lenta y progresiva, arbitrariamente, de acuerdo con la evolución clínica del paciente, con un promedio de tiempo de 7,7 meses y un mínimo de cinco meses. La excepción a esta forma de suspensión la determinó el tipo de FAE; así, con fenobarbital, carbamacepina y benzodiacepinas, el descenso se inició durante el ayuno debido a la excesiva somnolencia observada en asociación con la DC. Ello conllevó un aumento transitorio de las crisis en dos niños, hecho que no se interpretó como debido a fallo del tratamiento. Los efectos secundarios e indeseables más frecuentemente observados por los padres con la administración de FAE fueron babeo, nerviosismo, insomnio, fatiga, confusión mental, hirsutismo, irritabilidad, reacciones agresivas, somnolencia, ansiedad, estreñimiento, ataxia, aumento de peso, movimientos anormales, temblor, alteración de los análisis de sangre, dependencia, encías sangrantes y cefalea. Mientras que con el tratamiento de dieta cetogénica los efectos secundarios más observados por los padres fueron estreñimiento, ataxia, disminución de peso, reacciones agresivas, nerviosismo, somnolencia e irritabilidad. Para los FAE, los efectos indeseables se promediaron en 8,5 ítems positivos del cuestionario por paciente, mientras que para la DC el promedio por paciente bajó a 3,5 ítems positivos (Fig. 5). Las complicaciones observadas durante la hospitalización se dividieron en las producidas por el ayuno y las que aparecieron cuando se comenzó la alimentación del niño. Durante el ayuno se observaron: – Demora en el ingreso en el estado de cetosis mayor de 72 horas en cinco pacientes (38,5%). En dos de ellos se detectó administración extra de hidratos de carbono y en el resto no pudo encontrarse una causa determinante; no obstante, en todos los casos se trató de niños eutróficos. – Intolerancia al ingreso rápido en cetosis. Esta complicación se presentó en cinco casos (38,5%), especialmente en los niños pequeños o con bajo peso 218 para su talla y edad; los pacientes se mostraban somnolientos, con dolor abdominal, hiperneicos, apáticos, con náuseas y vómitos. – Hipoglucemia. Se observaron valores menores de 40 mg/dl en ocho niños (61,5%). Sólo un paciente mostró hipoglucemia sintomática con un valor de 28 mg/dl. – Rechazo de la ingesta de líquidos. Dos de los niños (15%) se mostraron reticentes a la ingesta de líquidos durante el ayuno. En ambos casos se trataba de niños con graves trastornos motrices (parálisis cerebral) que previamente ya presentaban dificultades en la ingesta de líquidos. Las complicaciones en el momento de iniciar la alimentación fueron: – Inapetencia: presente en dos de nuestros pacientes (15%). – Náuseas: presentes en cuatro niños (30,5%), pero cedieron tras la administración de 15 ml de jugo de naranja. Las complicaciones durante el desarrollo de la dieta (n= 11) fueron: aumento del colesterol sérico por encima del percentil 75 para edad y sexo [30] en ocho niños (72,7% de los casos) (Fig. 6); estreñimiento en cuatro pacientes (36,4%); breve período de anorexia en tres casos (27,3%) y acidosis metabólica sintomática durante intercurrencias infecciosas y litiasis renal en un niño (9,1%). No se observaron alteraciones de las demás determinaciones séricas y urinarias evaluadas. El cumplimiento y mantenimiento del tratamiento se logró en el 84,5% de los casos, pues dos pacientes lo abandonaron, al mes y a los cuatro meses de iniciado, a pesar de haber logrado un control completo de las crisis en un caso y muy buen control en el otro. De la entrevista psicológica familiar previa al ingreso se pudieron observar distintas conductas de reacción familiares como depresión (30,8%), culpabilidad por la enfermedad del hijo (23%), agresión (23%), disgusto (7,7%), conductas maníaco depresivas (7,7%) y familia gravemente disfuncional (7,7%). Los casos de abandono del tratamiento se observaron en un caso de depresión materna y en el caso de familia gravemente disfuncional. Con el transcurso del tratamiento y la suspensión progresiva de los FAE pudieron apreciarse cambios conductuales en todos los pacientes; así, se mostraban más conectados con el medio, presentaban mejores niveles de atención, disminución de las estereotipias y episodios de hiperventilación en los niños con autismo secundario, mejoría en los niveles cognitivos y de lenguaje y mejorías en el rendimiento escolar. DISCUSIÓN Los resultados de nuestro trabajo confirman que la DC es beneficiosa en el tratamiento de las epilepsias refractarias infantiles. El 30,8% de los niños presentó un control completo de las crisis y el REV NEUROL 2000; 31 (3): 212-220 VIII CONGRESO ANUAL DE LA AINP 84,5% más del 50% de reducción en el número de crisis; hallazgos similares han sido comunicados, entre otros, por Livingston (1954, 1977) [7,31], Ros Pérez et al [32], Schwartz et al [33], Kinsman et al [6], Wheless [9], y en el reciente estudio multicéntrico dirigido por Vining y Freeman [34]. La edad promedio de los niños con excelente control fue de 7,5 años y la de los pacientes con muy buen control de 10,7 años; ambas edades son similares a las comunicadas por Huttenlocher et al [3]. El 88,9% de las epilepsias generalizadas mostraron una reducción superior al 50% en el número de crisis; la respuesta fue levemente mejor en los casos criptogénicos, donde se encontró una mejoría en el 100% de los casos frente a un 83,3% de las sintomáticas. Las epilepsias generalizadas con crisis tipo mioclónico-astáticas mejoraron en su gran mayoría (83,3%) y se logró el control completo de las crisis en la mitad de los casos. Todos los niños con síndrome de Lennox-Gastaut mostraron una reducción del número de crisis mayor del 90%, pero ninguno de ellos se encuentra libre de las mismas. En los niños con epilepsia parcial sintomática se logró en todos los casos una reducción mayor del 50% en el número de crisis y un control completo de las convulsiones en el 33,3%. El niño con epilepsia indeterminada tipo gran mal del sueño mostró ausencia de respuesta anticonvulsiva. Si bien existen controversias sobre la indicación en epilepsias sintomáticas (Livingston, 1972) o idiopáticas (Keith, 1963) [2], en nuestra experiencia se observaron resultados beneficiosos en ambos grupos. Consideramos, de todos modos, que nuestro número de pacientes es insuficiente para obtener conclusiones definitivas. A diferencia de lo observado por Schwartz et al [33], las alteraciones electroencefalográficas se vieron mejoradas en todos los niños, por lo tanto, consideramos que el seguimiento de los trazados resulta un método útil como un predictor más de la respuesta al tratamiento [3,29,35]. El tratamiento con dieta cetogénica permitió reducir las dosis de los FAE en todos los niños y suspenderlos completamente en el 54% de los casos. No encontramos interacción entre la DC y el valproato como comunicaron De Vivo et al [36] y Thurston et al [37]. Las familias de los niños refirieron una reducción del 58,8% en la presencia de efectos indeseables por ellos observados, cuando se comparó la DC con el tratamiento con FAE. Las complicaciones presentadas durante el período de ayuno, en contra de la expectativa de algunos padres, fueron bien toleradas por los pacientes y en ningún momento adquirieron gravedad. Si bien el 61,5% de los niños presentó hipoglucemia durante este período, sólo en un caso fue de tipo sintomático y se necesitó la administración de 15 ml de jugo de naranja para sacarlo de dicho estado. El rechazo a la ingesta de líquidos durante el ayuno, presente en un bajo porcentaje de los niños, posiblemente se explique porque la cetosis desarrolla un efecto inhibitorio del mecanismo de la sed a nivel hipotalámico [38]; la solución se encontró con la administración de volúmenes de líquidos reglados y por medio de la persuasión. La inapetencia y las náuseas presentes en algunos niños en el momento de iniciar la alimentación fueron fácilmente revertidas, asimismo, se redujo mínimamente el estado de cetosis con la administración de una pequeña cantidad de jugo de naranja. Aunque no se han descrito efectos adversos de la hiperlipemia sobre el sistema vascular en adultos tratados con DC durante la infancia [10,31,39], los niveles de colesterol sérico de nuestros pacientes se vieron elevados en el 72,7% de los casos; en este sentido, no se halló correlación con la edad, sexo, ni la relación cetogénica elegida, pero sí con el nivel de colesterol sérico previo a la dieta, ya que los valores más altos se observaron en los niños previamente hipercolesterolémicos (el 60% de nuestros pacientes presentaban niveles de colesterol por encima de percentil 75 antes del ingreso en el tratamiento). Los valores de colesterolemia pudieron disminuirse en el 80% de los niños y normalizarse en el 40% mediante la restricción del aporte de grasas ricas en colesterol en el transcurso del tratamiento. El estreñimiento, atribuido a la restricción de líquidos, a la disminución del volumen de alimentos y a la mayor absorción intestinal, estuvo presente en un tercio de los niños en tratamiento, pero no fue mayor al observado con anterioridad al ingreso en la DC, ya que un 54,5% de los niños padecía cuadros de estreñimiento crónico; por tal motivo, no podemos considerar en nuestra observación que éste haya sido provocado por el tratamiento. Un niño de nuestra serie presentó litiasis renal, asociado a episodios de acidosis metabólica sintomática durante las intercurrencias infecciosas banales. La adición de bicarbonato de potasio en su dieta determinó la desaparición del cálculo renal, sin que fuera necesario suspender el tratamiento dietético. No se observó durante el tratamiento mayor incidencia de enfermedades habituales de la infancia. La DC es individual, cuidadosamente calculada y rígidamente controlada. Si bien se hizo referencia a las dificultades prácticas para aceptar y mantener la DC [31], según nuestra experiencia no hubo inconvenientes para obtener la cooperación de los padres en el cumplimiento de la misma. Ello posiblemente se deba al apoyo constante de todo el equipo de trabajo [9] y una línea de comunicación abierta continuamente para proveer toda la información necesaria a las familias. Sólo dos pacientes de nuestra serie abandonaron el tratamiento, en ambos casos por factores ajenos a la respuesta anticonvulsiva observada. Aunque los cambios conductuales, el mejor nivel de atención y la mejoría en los niveles cognitivos descritos en varias publicaciones [1,6,9,24,32] no han sido bien estudiados [40], fueron los principales motivos, junto con la interrupción de los FAE, por los cuales la familia del niño que no mostró mejorías en el número de crisis eligió permanecer en tratamiento. Creemos, dados todos los beneficios observados, que los centros de epilepsia infantil deberían considerar la posibilidad de utilizar este tratamiento en los niños con epilepsias refractarias. BIBLIOGRAFÍA 1. Freeman JM. The epilepsy diet treatment. An introduction to the ketogenic diet. New York: Demos; 1994. 2. Nordli DR, De Vivo DC. The ketogenic diet revised: back to the future. Epilepsia 1997; 38: 743-9. 3. Huttenlocher PR, Wilbourn AJ, Signore TM. Medium-chain triglycerides as a therapy for intractable childhood epilepsy. Neurology 1971; 21: 1097-103. 4. Trauner DA. 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La dieta cetogénica (DC) se desarrolló tras observar que el ayuno prolongado podía determinar el cese de las convulsiones. Por su eficacia y seguridad, la DC desempeña un importante papel en el manejo de los niños con epilepsia refractaria. Objetivos. Mostrar la respuesta anticonvulsiva clínica de la DC, los cambios electroencefalográficos, la necesidad de una estricta metodología para aumentar el éxito del tratamiento y la evaluación de los efectos secundarios y complicaciones observadas. Pacientes y métodos. Tras ser introducidos en un protocolo de dieta cetogénica clásica, se evaluaron prospectivamente 13 pacientes, de entre 1 y 19 años, durante un período promedio de 22 meses, todos ellos portadores de distintos tipos de epilepsia refractaria según la puntuación de Schmidt modificada por Aicardi. Resultados. El 84,5% de los niños mostraron una reducción del número de crisis superior al 50%, y se logró el control completo en el 30,8%. Los trazados electroencefalográficos mostraron mejorías en el 100% de los niños. Las familias refirieron una reducción del 58,8% en la presencia de efectos adversos observados. Durante el tratamiento se apreció un aumento del colesterol sérico en el 72,7% de los niños, estreñimiento en el 36,4%, breve período de anorexia en el 27,3%, y acidosis metabólica sintomática durante intercurrencias infecciosas y litiasis renal en un paciente. Conclusión. Las mejorías clínicas y electroencefalográficas, junto con los mínimos efectos secundarios observados, confirman que la DC fue beneficiosa como tratamiento de las epilepsias refractarias infantiles. [REV NEUROL 2000; 31: 212-20] [http:// www.revneurol.com/3103/j030212.pdf] Palabras clave. Cetosis. Convulsiones. Dieta cetogénica. Electroencefalografía. Epilepsia refractaria. Niños. DIETA CETOGÉNICA NA EPILEPSIA INFANTIL REFRACTÁRIA: RESPOSTA ELECTROCLÍNICA, COMPLICAÇÕES E EFEITOS SECUNDÁRIOS Resumo. Introdução. A dieta cetogénica (DC) foi desenvolvida após ter sido observado que o jejum prolongado podia determinar a cessação das convulsões. Pela sua eficácia e segurança, a DC desempenha um papel importante no controlo das crianças com epilepsia refractária. Objectivos. Mostrar a resposta clínica anticonvulsiva da DC, as alterações EEG, a necessidade de uma metodologia estrita para aumentar o êxito do tratamento e a avaliação dos efeitos secundários e complicações observados. Doentes e métodos. Após inclusão num protocolo de dieta cetogénica clássica, foram avaliados prospectivamente 13 doentes com idades entre 1 e 19 anos, durante um período médio de 22 meses, todos portadores de tipos distintos de epilepsia refractária segundo a pontuação de Schmidt modificada por Aicardi. Resultados. 84,5% das crianças apresentaram uma redução do número de crises superior a 50%, e alcançou-se o controlo completo em 30,8%. Os traçados EEG mostraram melhoria em 100% das crianças. As famílias referiram uma redução de 58,8% de efeitos adversos observados. Durante o tratamento verificou se um aumento do colesterol sérico em 72,2% das crianças, obstipação em 36,4%, curto período de anorexia em 27,3% e acidose metabólica sintomática durante processos infecciosos e litíase renal num doente. Conclusão. A melhoria clínicas e EEG, junto com os efeitos secundários mínimos observados, confirmam que a DC foi benéfica como tratamento das epilepsias infantis refractárias. [REV NEUROL 2000; 31: 212-20] [http://www.revneurol.com/ 3103/j030212.pdf] Palavras chave. Cetose. Convulsões. Crianças. Dieta cetógenica. Electroencefalograma. Epilepsia refractária. 220 REV NEUROL 2000; 31 (3): 212-220