LA AIF EN ACCIÓN Desempeño macroeconómico: Estabilización, recuperación y crecimiento E n el último decenio, la tasa promedio de crecimiento del PIB de los países prestatarios de la AIF creció más del triple. Gracias a la adopción de memores políticas económicas, más recursos y condiciones externas favorables, la mayoría de los 30 países prestatarios de la AIF hoy crece a un ritmo superior al 5% anual. Los países de bajos ingresos con dificultades macroeconómicas y acceso limitado a los mercados de capitales han recibido apoyo constante de parte de la AIF y del Fondo Monetario Internacional (FMI), incluso cuando otras fuentes de financiamiento para el desarrollo han disminuido. A continuación se enumeran las maneras a través de las cuales la asesoría y la asistencia técnica brindadas han contribuido a reforzar la estabilización, la recuperación y el fuerte crecimiento de estos países: • Proporcionando un marco de responsabilidad mutua para estabilizar la economía y asegurar alivio de la deuda y más ayuda externa. Las estrategias nacionales de lucha contra la pobreza y el mejoramiento de los sistemas de gestión financiera han redundado en la duplicación de la asistencia a aquellos países que pusieron en marcha reformas decididas, entre ellos Tanzanía. Además, el programa de alivio de la deuda para los países pobres muy endeudados (PPME) y la reciente Iniciativa para el Alivio de la Deuda Multilateral reducirán la deuda de 29 países pobres muy endeudados en casi 90%. En este sentido, el programa de reformas de Pakistán, iniciado en 1999, recibió asesoría técnica y financiera de la AIF y de otros donantes y acreedores, gracias a lo cual pudo reducir su deuda pública desde 100% a 55% del PIB. • Facilitando las reformas estructurales y el crecimiento del sector privado. En Rwanda, luego de la reconstrucción tras el genocidio de 1994, la AIF respaldó un amplio programa de reformas que comprendía, entre otros aspectos, la racionalización de las tarifas de energía, la subcontratación de servicios de salud y la privatización de las empresas proveedoras de agua potable. Rwanda es uno de los países prestatarios de la AIF cuyo crecimiento ha superado el 5% anual. Por su parte, el apoyo brindado por la AIF a la privatización de las telecomunicaciones en Tanzanía generó una gran expansión en la cobertura del servicio. • Ayudando a estabilizar la situación macroeconómica en contextos difíciles. En Indonesia, tras la crisis de 1998, y en Sierra Leona, aún antes de la declaración de paz de 2002, la AIF otorgó fondos de desembolso rápido para mantener la estabilidad económica y acelerar el crecimiento. Si bien los países de ingreso bajo han experimentado un crecimiento decidido y la AIF ha desempeñado un papel protagónico en el proceso de recuperación, todavía quedan muchos desafíos por superar. Algunos de ellos son la necesidad de respaldar una “segunda generación” de reformas, necesarias para que el crecimiento sea equitativo en áreas como la gestión del gasto público; mejorar el entorno para las inversiones; y reformar la administración pública y el buen gobierno. nnn DESEMPEÑO MACROECONÓMICO DE LOS PAÍSES DE LA AIF Crecimiento promedio del PIB de los países de la AIF El desempeño macroeconómico de los países prestatarios de la AIF mejoró considerablemente en el último decenio. La tasa de crecimiento promedio del PIB aumentó en más de tres veces, desde un magro 1,2% al año entre 1985 y 1994 a 4,4% al año entre 1995 y 2004. En 2005, el crecimiento fluctuó en cifras cercanas al 5% (ver el recuadro). 1985– 1994 19952004 2005 AIF, total 1,2 4,4 5,0 África al Sur del Sahara 1,5 4,5 5,0 AIF, otros 0,8 4,3 4,9 Región . La lista de los países que pertenecen solamente a la AIF corresponde a la del año 2005 a fin de mantener la concordancia de la comparación. Por lo tanto, este enfoque es conservador ya que podría excluir a países que se han graduado de la AIF o que en 2005 obtienen financiamiento combinado (de la AIF y del BIRF) pero que, debido a crisis, conflictos, u otras situaciones, podrían regresar a su condición original. Fuente: Base de datos de Indicadores del Desarrollo Mundial Este crecimiento, presente en todos los países, incluyó tasas anuales de crecimiento del PIB de más de 5% en 27 países entre 1995 y 2006, el doble de los 15 que registraban estos Figura 1: Patrón de crecimiento de los países de la AIF (número de países según diversos niveles de crecimiento del PIB) 70 12 10 9 11 21 15 10 10 15 12 12 17 12 16 20 24 17 10 21 71 20 10 8 19 97 95 19 93 19 91 19 89 19 87 19 19 85 0 Año 18 35 9 10 6 15 15 3 4 12 13 9 14 12 13 16 1 7 >5% 0~3% 18 14 15 34 3~5% 10 13 33 20 12 15 15 25 13 22 12 26 12 13 15 20 13 32 18 27 13 8 05 10 20 20 27 31 12 12 19 18 03 8 16 15 20 13 01 30 13 22 15 40 13 99 14 16 20 11 50 19 Número de países 60 <0% niveles entre 1985 y 1994 (ver figura 1). En años más recientes (2003 – 2005), la cifra ha aumentado a 33 ó 35 países. Es importante destacar además que el número de naciones con tasas negativas de crecimiento del PIB disminuyó a casi la mitad, desde 17 en el período entre 1985 y 1994 a aproximadamente ocho en los últimos 10 años. En 2004 y 2005, esta cifra disminuyó aún más a cerca de cinco países. FACTORES DETERMINANTES Al menos tres factores contribuyeron al mejoramiento del desempeño económico: mejores resultados macroeconómicos, recursos externos adicionales y economía mundial favorable. Mejores resultados macroeconómicos. Los indicadores macroeconómicos más importantes mejoraron en un gran número de países. La inflación de los países prestatarios de la AIF disminuyó considerablemente en los últimos 10 años. El número promedio de países que lograron mantener la inflación por debajo del 10% cada año aumentó de unos 21 entre 1985 y 1994 a cerca de 35 entre 1995 y 20042. Sólo entre uno y tres países sufrieron de hiperinflación (más de 50% anual) entre 1995 y 2004, en comparación con los nueve que tuvieron hiperinflación entre 1985 y 1994. Este desempeño es el más destacado de todos, debido a que en 1999 comenzó la marcada alza en los precios del petróleo. 2. Debido a que pocos casos de hiperinflación pueden influir notablemente en la inflación promedio de los países de la AIF (como la inflación de varios cientos y hasta de mil por ciento registrada en Angola entre 1993 y 2001, Armenia (1994-1995) o Nicaragua (1985-1991)), no procede comparar los promedios de períodos fijos. Sin embargo, se debe notar que durante el período entre 2000 y 2005, cuando casi no hubo casos de hiperinflación, la tasa promedio de inflación cayó a cifras de un solo dígito: todos los países de la AIF, 8,6%; países de la AIF ubicados en África al sur del Sahara, 9,3%; y otros países de la AIF, 7,6%. 3. Usualmente, los países de la AIF tienen limitaciones para solicitar financiamiento en los mercados internacionales de capitales. Por lo tanto, para muchos países pobres, el otro indicador de equilibrio macro, el saldo en cuenta corriente, no es una variable que dependa de las políticas vigentes. Las importaciones se adaptan a los ingresos obtenidos por las Otro indicador de estabilización económica, el equilibrio fiscal, también mejoró3. Como porcentaje del PIB, el déficit fiscal promedio de los países prestatarios de la AIF disminuyó de 7,2% entre 1985 y 1994 a 5% o menos en años más recientes. Otro factor que va en aumento es el promedio de países de la AIF con superávit fiscal o déficit fiscal moderado (menos de 5% del PIB), de unos 28 países entre 1985 y 1994 a 36 países entre 1995 y 2006 y a casi 40 entre 2000 y 20064. Aumento del flujo de asistencia y de alivio de la deuda. Un segundo factor beneficioso es el volumen de la asistencia neta de la AIF en dólares constantes, que se ha recuperado después de alcanzar su punto más bajo en 2000 hasta alcanzar un máximo similar al de principios del decenio en 1990 (ver figura 2). La mayor parte de la asistencia que entrega la AIF se destina a países de ingreso bajo de África al sur del Sahara. Como porcentaje del PIB de los países asociados, ésta todavía no mantiene un ritmo constante (debido al crecimiento reciente relativamente sólido de los países) y aumentará aún más en concordancia con los Compromisos de la Conferencia de Gleneagles de 2005. La Asistencia Oficial para el Desarrollo, como porcentaje del PIB promedio de África, refleja también el mismo patrón. Estas cifras no consideran el gran alivio de la deuda que han recibido algunos países prestatarios de la AIF. exportaciones y al flujo de asistencia. Así, en esas circunstancias el saldo forzado en cuenta corriente no es un indicador significativo de gestión macroeconómica o de estabilización y por lo tanto, no se menciona ni se analiza en esta reseña. 4. Se pudo lograr este mejoramiento general de los indicadores macroeconómicos gracias al mejoramiento del marco de políticas de los países. Una medida de esta evolución es la Evaluación de políticas e instituciones de un país (CPIA, por sus siglas en inglés) que realiza el Banco Mundial, mediante la cual se evalúa la calidad de las políticas relacionadas con la gestión económica, las reformas estructurales, la inclusión social y la equidad, y las instituciones y la administración del sector público. El sistema de clasificación de la CPIA ha cambiado a través del tiempo (la última gran modificación ocurrió en 2004), por lo que es difícil hacer comparaciones entre distintos períodos. No obstante, la tendencia positiva de los resultados de la CPIA es inequívoca: en una escala de 1 a 6, el puntaje promedio de los países de la AIF en la CPIA aumentó de 3,1 en 2001 a 3,3 en 2005. Alivio de la deuda para países pobres Aparte del programa para el alivio de la deuda de los países pobres muy endeudados (PPME), el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobaron recientemente el financiamiento y ejecución de la Iniciativa para el Alivio de la Deuda Multilateral (IADM). Lanzada el 1 julio de 2006, esta iniciativa ofrece a los PPME que han alcanzado el punto de culminación un 100% de alivio de sus deudas con el FMI, el FAD y la AIF. Se espera que el impacto de estas iniciativas reduzca en casi 90% la deuda de los 29 PPME que ya están recibiendo alivio de la deuda. Gracias a la Iniciativa para los PPME, entre 1999 y 2005 se redujo a la mitad el servicio de la deuda que estos países han pagado y se espera que disminuya aún más cuando entre en vigencia la IADM. En parte debido al espacio presupuestario que crea la reducción de los pagos del servicio de la deuda, el gasto en combatir la pobreza de los PPME aumentó en casi 3% del PIB entre 1999 y 2005. Se calcula que el costo total de la iniciativa para los 40 PPME asciende a US$63.600 millones en valor presente neto de fines de 2005. Además, el costo de la IADM que sirve a los 40 PPME llega a un total de US$24.600 millones en valor presente neto de fines de 2005 (equivalente a US$48.400 millones nominales), de los cuales la AIF cubrirá casi el 70% y el FMI, 16%. De éstos, la AIF y el IMF ya han entregado US$13.300 millones y US$3.000 millones, respectivamente, a los 20 países que han superado el punto de culminación. Figura 2: Flujo neto de la AIF (en miles de millones de dólares y como porcentaje del PIB de los países prestatarios) Flujo financiero neto de la AIF como % del PIB 0,7 6 0,6 5 0,5 4 0,4 3 0,3 2 0,2 1 0,1 0 0,0 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Año Fuentes: Global Development Finance Online e Indicadores del Desarrollo Mundial Online Porcentaje Miles de millones de US$ Flujo financiero neto de la AIF 7 Condiciones externas. El entorno internacional favorable también ha contribuido a mejorar el crecimiento, si bien su impacto ha sido diverso. En particular, las exportaciones de países africanos como Ghana y Zambia se han beneficiado del alto precio de metales y minerales como el oro y el cobre. Al mismo tiempo, muchos países de la AIF mantienen su vulnerabilidad ante situaciones de crisis, como la caída súbita del precio de los productos básicos, sequías o desastres naturales que pueden influir negativamente en el crecimiento y la reducción de la pobreza. Por ejemplo, los países exportadores de café, pierden aproximadamente 2% del PIB cada cinco años debido a las fluctuaciones negativas del precio de este producto5. Un estudio reciente de los países de ingreso bajo de África al sur del Sahara descubrió que con el aumento del crecimiento a fines de la década de 1990 y a comienzos del 2000, la contribución de los precios de los productos básicos a la volatilidad de la producción aumentó, mientras que otros factores, como el deterioro de las políticas, disminuyeron6. Si bien el aumento reciente de los precios del petróleo ha perjudicado las economías de muchos países de ingreso bajo, la relación de precios entre productos petrolíferos y no petrolíferos no ha aumentado tan marcadamente como lo hizo antes de la crisis del petróleo de los años setenta. Además, en la actualidad unos 10 países exportadores de petróleo de África al sur del Sahara se benefician del alto precio del producto, entre ellos Nigeria, Angola, Guinea Ecuatorial, Gabón, Congo, Sudán, Chad, Camerún, Cote d’Ivoire, y otros seguirán la misma tendencia en el futuro. No obstante, la situación es bastante diferente para otros países que solicitan ayuda de la AIF, especialmente para los de Asia meridional que importan petróleo, cuyas relaciones de intercambio se han venido deteriorando cada vez más durante la 5. Ver, por ejemplo, el borrador del examen de mediados de período, Banco Mundial (2006). “IDA Countries and Exogenous Shocks”. 6. Raddatz (2006). “Exploring the Impact of Oil Price and External Shocks in African Countries”. primera mitad de este decenio7. Finalmente, el aumento del envío de remesas también ha contribuido al mejoramiento de la balanza de pagos y de la estabilidad macroeconómica de muchos países. LA FUNCIÓN DE LA AIF La AIF (en conjunto con el FMI) constituye la principal fuente de asesoría en materia de políticas y de asistencia financiera para la estabilización macroeconómica y el crecimiento de muchos países de ingreso bajo que tienen escasas oportunidades de obtener financiamiento en los mercados comerciales. Entre 1990 y 2006, 102 países prestatarios de la AIF recibieron entre uno y hasta 10 préstamos en apoyo de reformas de políticas destinados a estabilizar la economía y reactivar el crecimiento económico. En efecto, el aporte de la AIF ha sido significativo y ha tenido rasgos característicos por varias razones. Atraer asistencia y alivio de la deuda. En la mayoría de los casos, el FMI y la AIF son la única fuente de asesoría técnica y asistencia financiera de la que disponen los países de ingreso bajo que enfrentan dificultades macroeconómicas de corto plazo y escenarios persistentes de fragilidad económica. Por ejemplo, en 1999 la razón deuda/PIB de Pakistán era de casi 100%, el pago de intereses había consumido la mitad del ingreso fiscal del país y el crecimiento se había estancado. Después del ensayo nuclear realizado en mayo de 1998 se acabó el flujo de capitales extranjeros, situación que desencadenó una crisis de divisas. La AIF y el FMI trabajaron en conjunto con el gobierno y los acreedores para reestructurar la deuda, movilizar préstamos en condiciones concesionarias y reestructurar el gasto público a fin de crear espacio fiscal para destinar recursos a educación, salud y otros sectores asociados a la pobreza. Este nuevo marco de políticas permitió a la AIF prestar a Pakistán US$500 millones cada año durante los últimos seis años. Otros donantes 7. Devarajan y Ghani (2006), “Oil Price Shocks, Fiscal Adjustment and Poverty Reduction in South Asia”. siguieron su ejemplo y la inversión extranjera directa se cuadruplicó hasta alcanzar US$3.400 millones. Ofrecer un marco de responsabilidad mutua. Desde 2002, las estrategias de lucha contra la pobreza, elaboradas por iniciativa de los propios países, proporcionan un marco en torno al cual la AIF y otros donantes pueden ampliar la asistencia y el alivio de la deuda que otorgan. Estas estrategias, introducidas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial en 1999, ayudan a los países a articular sus prioridades de desarrollo con el objetivo de acelerar la lucha contra la pobreza, y especifican las políticas, programas y recursos necesarios para cumplir dicho objetivo. En años recientes, los países, que usualmente reciben apoyo de la AIF para la gestión de las finanzas públicas, han fortalecido las instituciones que elaboran el presupuesto a fin de que éste refleje las prioridades de la estrategia y para que, posteriormente, supervisen el avance y los resultados obtenidos. Este proceso ha contribuido a diseñar un marco de responsabilidad que mejora la eficacia del gasto público y también aumenta el nivel de apoyo presupuestario y amplía la asistencia. • La AIF ha hecho un aporte importante al proceso de formulación presupuestaria en Tanzanía lo cual ha ayudado a crear confianza y responsabilidad entre los diversos actores públicos y privados y ha mejorado considerablemente la calidad y transparencia de la gestión fiscal y el nivel de asistencia. Luego de que la AIF comenzara a apoyar el presupuesto general, a mediados de los años noventa, la asistencia extranjera al país se duplicó en 2002. Aproximadamente 36% de la asistencia que recibe Tanzanía es por concepto de apoyo general para el presupuesto, situación que ha facilitado el desplazamiento del gasto público hacia sectores como agua, salud, educación y transporte8. 8. Lawson et al. (2006), “Does General Budget Support Work? Evidence from Tanzania”. • En Rwanda, la AIF ha promovido medidas específicas para poner en marcha reglamentos e instituciones de vital importancia para la definición del presupuesto. En este marco, se otorgó un crédito de reforma institucional de US$85 millones para apoyar al gobierno en la ejecución de la primera estrategia y la adopción de un marco de gastos de mediano plazo para la planificación y la ejecución presupuestaria. Luego, este respaldo se intensificó aún más con una serie de créditos y donaciones en apoyo a la lucha contra la pobreza destinados a promover la definición del presupuesto basada en resultados, la descentralización fiscal y la modernización de la gestión financiera y de las adquisiciones. Facilitar reformas estructurales y crecimiento del sector privado. Además de ayudar a los países en dificultades macroeconómicas a estabilizar sus economías, la AIF, gracias a su compromiso de largo plazo, su trabajo analítico y amplio ámbito de acción, ha ayudado a muchos países de ingreso bajo a emprender reformas estructurales clave para mantener el crecimiento. En Tanzanía, el apoyo de la AIF a la privatización del sector de telecomunicaciones resultó en una importante expansión de la cobertura de los servicios. A su vez, se ha asociado la privatización del turismo y la minería con la duplicación de la inversión extranjera directa. En Viet Nam, el diálogo sobre políticas junto con un completo programa de financiamiento (cinco créditos de apoyo a la lucha contra la pobreza) generó reformas profundas a la integración comercial, a empresas financieras y no financieras, infraestructura, gasto social y gestión de los recursos naturales. En Mozambique, la AIF jugó un papel clave en la atracción de flujos de capital privado al crear un entorno empresarial atractivo para los inversionistas y otorgar garantías de la Organización Multilateral de Garantía para las Inversiones (OMGI) a inversiones en el sector privado. Promover estabilidad macroeconómica en entornos difíciles. La AIF y el FMI otorgan apoyo financiero y técnico a países que enfrentan inestabilidad macroeconómica debido a conflictos, crisis económicas o desastres naturales. • En Sierra Leona, aún antes de que se firmara la declaración formal de paz en 1999, la AIF ofreció fondos de rápido desembolso y servicios no financieros para ayudar al gobierno a mantener la estabilidad económica y acelerar el crecimiento. Entre 1999 y 2005, la AIF otorgó US$135 millones para financiar cuatro operaciones de rehabilitación y recuperación económica que proporcionaron gran parte de las anheladas divisas. Además, dio inicio a reformas estructurales en los sectores de minería y telecomunicaciones que incentivaron la inversión del sector privado. • En los últimos años, Etiopía ha sufrido muchas crisis, especialmente a causa de Rwanda: Apoyo de la AIF a reformas de políticas con la serie de créditos y donaciones para lucha contra la pobreza 2004 – 2006 Luego del período de reconstrucción tras el genocidio de 1994, la AIF ha apoyado a Rwanda para asegurar la recuperación general de su economía por medio de un programa completo de políticas que comprende reformas a aspectos, tales como: gestión de las finanzas públicas, transparencia y rendición de cuentas, seguimiento y ampliación en la prestación de servicios sociales y desarrollo del sector privado. El gobierno comenzó con la formulación de un documento de lucha contra la pobreza en 2002 y, desde 2004, la AIF ha destinado su asistencia a apoyar el presupuesto en forma de créditos o donaciones para la lucha contra la pobreza: un crédito de US$15 millones y una donación de US$50 millones en 2004, una donación de US$55 millones en 2005, y una donación por US$50 millones aprobada en 2006. Resultados. Rwanda es uno de los países prestatarios de la AIF con tasas de crecimiento superiores a 5% al año. La recuperación inicial resultó en un crecimiento anual de 10% del PIB entre 1995 y 2005 y el crecimiento entre 2000 y 2005 fue de 5,3% anual. Del mismo modo, la inflación en esos dos períodos se mantuvo entre 6% y 6,5% al año. La experiencia de la serie de créditos y donaciones indica que los resultados han sido más destacados en el área de la prestación de servicios, especialmente en salud, educación, agua y energía: • La matrícula neta en educación primaria llegó a 92% en 2004 y 2005, superando el objetivo del DELP fijado para el año 2008; la tasa de finalización de la enseñanza primaria aumentó de 51% en 2004 a 55% en 2005 (pero no alcanzó a superar la meta). • En salud, el sistema de contratos con los centros de salud comunitarios, cuyos proyectos experimentales se realizaron en Cyangugu y Butare en 2004 y luego se ampliaron a todos los centros de salud del país, transfirió aproximadamente US$0,50 per cápita en 2006 (y aumentará a US$1 per cápita en 2007) a los centros de salud. Varios servicios de salud mejoraron su desempeño: el uso de mosquiteros tratados con insecticida aumentó de 4% en 2005 a 30% en 2006, el uso de partos asistidos aumentó a 39% de la población, de 29% en 2004 y la cobertura de las mutuales (sistema de seguros comunitarios) aumentó de 27% en 2004 a 41% en 2005. • El acceso a agua potable aumentó de 41% a 55% en zonas rurales entre 2001 y 2005 y de 66% a 69% en zonas urbanas. En 2005, la cantidad adicional de 598.000 habitantes rurales obtuvieron acceso a agua potable, en comparación con las 167.000 que lo hicieron en 2004. Además, la funcionalidad del sistema de suministro de agua rural aumentó a 75% y el 8% de los 830 sistemas de distribución de agua por cañería son administrados por entidades privadas. • En materia de energía, la revisión de las tarifas de energía logró equilibrar la protección de los consumidores industriales y los requerimientos de recuperación de costos. Además, se redujeron notablemente el número de cortes de energía gracias a la adquisición de generadores diesel (con fondos de donaciones de lucha contra la pobreza), a fin de complementar la capacidad de generación y el proyecto de generación de gas metano en el Lago Kivi ha avanza rápidamente. guerras y sequías, y la AIF ha liderado las iniciativas para mitigar el impacto en el desarrollo. Luego del cambio de gobierno en mayo de 1991, la AIF coordinó un programa de múltiples donantes que ascendió a US$650 millones y que ayudó a reactivar la economía, reconstruir obras de infraestructura dañadas durante la guerra, proporcionar medicamentos esenciales e iniciar la transición hacia una economía de mercado. Recientemente, la AIF respaldó un innovador programa de apoyo al desarrollo local en esta difícil situación. DESAFÍOS FUTUROS Si bien el respaldo otorgado por la AIF ha permitido estabilizar las economías de países de ingreso bajo y ha ayudado a que éstas comiencen a crecer nuevamente, todavía queda una enorme lista de tareas en materia de reformas estructurales para acelerar y sostener el crecimiento. El desafío para el futuro consiste en aprovechar los buenos resultados conseguidos por la AIF en materia de estabilidad y crecimiento para propiciar una “segunda generación” de reformas a la gestión del gasto público, mejorar el entorno para las inversiones, la administración pública y el gobierno y para lograr la meta final de vivir en un mundo sin pobreza. Por otra parte, muchos de los países prestatarios de la AIF enfrentan importantes desafíos institucionales y de gobierno que dificultan la expansión del financiamiento y resultados más rápidos. El caso de Rwanda, descrito en este documento, muestra que todavía se puede avanzar mucho más para lograr estabilidad macroeconómica, crecimiento, reformas estructurales importantes y resultados sociales. No obstante, también pone de manifiesto la magnitud del desafío. La AIF puede ayudar a los países de ingreso bajo a superar ese desafío, de la misma manera en que les ha ayudado a lograr la estabilidad macroeconómica y el crecimiento. Abril de 2007 http://www.bancomundial.org/aif