Desempeño macroeconómico: Estabilización

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LA AIF EN ACCIÓN
Desempeño macroeconómico: Estabilización, recuperación
y crecimiento
E
n el último decenio, la tasa promedio de crecimiento del PIB de los
países prestatarios de la AIF creció más del triple. Gracias a la adopción
de memores políticas económicas, más recursos y condiciones externas
favorables, la mayoría de los 30 países prestatarios de la AIF hoy crece a un
ritmo superior al 5% anual.
Los países de bajos ingresos con dificultades macroeconómicas y acceso
limitado a los mercados de capitales han recibido apoyo constante de parte
de la AIF y del Fondo Monetario Internacional (FMI), incluso cuando otras
fuentes de financiamiento para el desarrollo han disminuido. A continuación
se enumeran las maneras a través de las cuales la asesoría y la asistencia
técnica brindadas han contribuido a reforzar la estabilización, la recuperación
y el fuerte crecimiento de estos países:
• Proporcionando un marco de responsabilidad mutua para estabilizar
la economía y asegurar alivio de la deuda y más ayuda externa. Las
estrategias nacionales de lucha contra la pobreza y el mejoramiento de
los sistemas de gestión financiera han redundado en la duplicación de la
asistencia a aquellos países que pusieron en marcha reformas decididas,
entre ellos Tanzanía. Además, el programa de alivio de la deuda para los
países pobres muy endeudados (PPME) y la reciente Iniciativa para el
Alivio de la Deuda Multilateral reducirán la deuda de 29 países pobres
muy endeudados en casi 90%. En este sentido, el programa de reformas
de Pakistán, iniciado en 1999, recibió asesoría técnica y financiera de la
AIF y de otros donantes y acreedores, gracias a lo cual pudo reducir su
deuda pública desde 100% a 55% del PIB.
• Facilitando las reformas estructurales y el crecimiento del sector privado. En Rwanda, luego de la reconstrucción tras el genocidio de 1994,
la AIF respaldó un amplio programa de reformas que comprendía, entre
otros aspectos, la racionalización de las tarifas de energía, la subcontratación de servicios de salud y la privatización de las empresas proveedoras
de agua potable. Rwanda es uno de los países prestatarios de la AIF cuyo
crecimiento ha superado el 5% anual. Por su parte, el apoyo brindado por
la AIF a la privatización de las telecomunicaciones en Tanzanía generó
una gran expansión en la cobertura del servicio.
• Ayudando a estabilizar la situación macroeconómica en contextos
difíciles. En Indonesia, tras la crisis de 1998, y en Sierra Leona, aún antes
de la declaración de paz de 2002, la AIF otorgó fondos de desembolso
rápido para mantener la estabilidad económica y acelerar el crecimiento.
Si bien los países de ingreso bajo han experimentado un crecimiento decidido y la AIF ha
desempeñado un papel protagónico en el proceso de recuperación, todavía quedan muchos
desafíos por superar. Algunos de ellos son la necesidad de respaldar una “segunda generación”
de reformas, necesarias para que el crecimiento sea equitativo en áreas como la gestión del
gasto público; mejorar el entorno para las inversiones; y reformar la administración pública y
el buen gobierno.
nnn
DESEMPEÑO MACROECONÓMICO
DE LOS PAÍSES DE LA AIF
Crecimiento promedio del PIB de los
países de la AIF
El desempeño macroeconómico de los países
prestatarios de la AIF mejoró considerablemente en el último decenio. La tasa de
crecimiento promedio del PIB aumentó en
más de tres veces, desde un magro 1,2% al
año entre 1985 y 1994 a 4,4% al año entre
1995 y 2004. En 2005, el crecimiento fluctuó
en cifras cercanas al 5% (ver el recuadro).
1985–
1994
19952004
2005
AIF, total
1,2
4,4
5,0
África al Sur
del Sahara
1,5
4,5
5,0
AIF, otros
0,8
4,3
4,9
Región
. La lista de los países que pertenecen solamente a la AIF corresponde a la del año 2005 a fin de mantener la concordancia
de la comparación. Por lo tanto, este enfoque es conservador
ya que podría excluir a países que se han graduado de la AIF o
que en 2005 obtienen financiamiento combinado (de la AIF y
del BIRF) pero que, debido a crisis, conflictos, u otras situaciones, podrían regresar a su condición original.
Fuente: Base de datos de Indicadores del Desarrollo
Mundial
Este crecimiento, presente en todos los países, incluyó tasas anuales de crecimiento del
PIB de más de 5% en 27 países entre 1995 y
2006, el doble de los 15 que registraban estos
Figura 1: Patrón de crecimiento de los países de la AIF
(número de países según diversos niveles de crecimiento del PIB)
70
12
10
9
11
21
15
10
10
15
12
12
17
12
16
20
24
17
10
21
71
20
10
8
19
97
95
19
93
19
91
19
89
19
87
19
19
85
0
Año
18
35
9
10
6
15
15
3
4
12
13
9
14
12
13
16
1
7
>5%
0~3%
18
14
15
34
3~5%
10
13
33
20
12
15
15
25
13
22
12
26
12
13
15
20
13
32
18
27
13
8
05
10
20
20
27 31
12
12
19
18
03
8
16
15
20
13
01
30
13
22
15
40
13
99
14
16
20
11
50
19
Número de países
60
<0%
niveles entre 1985 y 1994 (ver figura 1). En
años más recientes (2003 – 2005), la cifra ha
aumentado a 33 ó 35 países. Es importante
destacar además que el número de naciones
con tasas negativas de crecimiento del PIB
disminuyó a casi la mitad, desde 17 en el
período entre 1985 y 1994 a aproximadamente
ocho en los últimos 10 años. En 2004 y 2005,
esta cifra disminuyó aún más a cerca de cinco
países.
FACTORES DETERMINANTES
Al menos tres factores contribuyeron al
mejoramiento del desempeño económico:
mejores resultados macroeconómicos, recursos externos adicionales y economía mundial
favorable.
Mejores resultados macroeconómicos. Los
indicadores macroeconómicos más importantes mejoraron en un gran número de países.
La inflación de los países prestatarios de la AIF
disminuyó considerablemente en los últimos
10 años. El número promedio de países que
lograron mantener la inflación por debajo del
10% cada año aumentó de unos 21 entre 1985
y 1994 a cerca de 35 entre 1995 y 20042. Sólo
entre uno y tres países sufrieron de hiperinflación (más de 50% anual) entre 1995 y 2004,
en comparación con los nueve que tuvieron
hiperinflación entre 1985 y 1994. Este desempeño es el más destacado de todos, debido a
que en 1999 comenzó la marcada alza en los
precios del petróleo.
2. Debido a que pocos casos de hiperinflación pueden influir
notablemente en la inflación promedio de los países de la AIF
(como la inflación de varios cientos y hasta de mil por ciento
registrada en Angola entre 1993 y 2001, Armenia (1994-1995)
o Nicaragua (1985-1991)), no procede comparar los promedios
de períodos fijos. Sin embargo, se debe notar que durante el
período entre 2000 y 2005, cuando casi no hubo casos de hiperinflación, la tasa promedio de inflación cayó a cifras de un
solo dígito: todos los países de la AIF, 8,6%; países de la AIF
ubicados en África al sur del Sahara, 9,3%; y otros países de
la AIF, 7,6%.
3. Usualmente, los países de la AIF tienen limitaciones para
solicitar financiamiento en los mercados internacionales de
capitales. Por lo tanto, para muchos países pobres, el otro
indicador de equilibrio macro, el saldo en cuenta corriente,
no es una variable que dependa de las políticas vigentes. Las
importaciones se adaptan a los ingresos obtenidos por las
Otro indicador de estabilización económica,
el equilibrio fiscal, también mejoró3. Como
porcentaje del PIB, el déficit fiscal promedio
de los países prestatarios de la AIF disminuyó
de 7,2% entre 1985 y 1994 a 5% o menos en
años más recientes. Otro factor que va en
aumento es el promedio de países de la AIF
con superávit fiscal o déficit fiscal moderado
(menos de 5% del PIB), de unos 28 países entre
1985 y 1994 a 36 países entre 1995 y 2006 y a
casi 40 entre 2000 y 20064.
Aumento del flujo de asistencia y de alivio
de la deuda. Un segundo factor beneficioso
es el volumen de la asistencia neta de la AIF
en dólares constantes, que se ha recuperado
después de alcanzar su punto más bajo en
2000 hasta alcanzar un máximo similar al de
principios del decenio en 1990 (ver figura 2).
La mayor parte de la asistencia que entrega
la AIF se destina a países de ingreso bajo de
África al sur del Sahara. Como porcentaje del
PIB de los países asociados, ésta todavía no
mantiene un ritmo constante (debido al crecimiento reciente relativamente sólido de los
países) y aumentará aún más en concordancia
con los Compromisos de la Conferencia de
Gleneagles de 2005. La Asistencia Oficial
para el Desarrollo, como porcentaje del PIB
promedio de África, refleja también el mismo
patrón. Estas cifras no consideran el gran
alivio de la deuda que han recibido algunos
países prestatarios de la AIF.
exportaciones y al flujo de asistencia. Así, en esas circunstancias el saldo forzado en cuenta corriente no es un indicador
significativo de gestión macroeconómica o de estabilización y
por lo tanto, no se menciona ni se analiza en esta reseña.
4. Se pudo lograr este mejoramiento general de los indicadores macroeconómicos gracias al mejoramiento del marco de
políticas de los países. Una medida de esta evolución es la
Evaluación de políticas e instituciones de un país (CPIA, por
sus siglas en inglés) que realiza el Banco Mundial, mediante
la cual se evalúa la calidad de las políticas relacionadas con
la gestión económica, las reformas estructurales, la inclusión
social y la equidad, y las instituciones y la administración del
sector público. El sistema de clasificación de la CPIA ha cambiado a través del tiempo (la última gran modificación ocurrió en 2004), por lo que es difícil hacer comparaciones entre
distintos períodos. No obstante, la tendencia positiva de los
resultados de la CPIA es inequívoca: en una escala de 1 a 6, el
puntaje promedio de los países de la AIF en la CPIA aumentó
de 3,1 en 2001 a 3,3 en 2005.
Alivio de la deuda para países pobres
Aparte del programa para el alivio de la deuda de los países pobres muy endeudados (PPME), el Banco Mundial
y el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobaron recientemente el financiamiento y ejecución de la Iniciativa
para el Alivio de la Deuda Multilateral (IADM). Lanzada el 1 julio de 2006, esta iniciativa ofrece a los PPME que
han alcanzado el punto de culminación un 100% de alivio de sus deudas con el FMI, el FAD y la AIF.
Se espera que el impacto de estas iniciativas reduzca en casi 90% la deuda de los 29 PPME que ya están
recibiendo alivio de la deuda. Gracias a la Iniciativa para los PPME, entre 1999 y 2005 se redujo a la mitad el
servicio de la deuda que estos países han pagado y se espera que disminuya aún más cuando entre en vigencia
la IADM. En parte debido al espacio presupuestario que crea la reducción de los pagos del servicio de la deuda,
el gasto en combatir la pobreza de los PPME aumentó en casi 3% del PIB entre 1999 y 2005.
Se calcula que el costo total de la iniciativa para los 40 PPME asciende a US$63.600 millones en valor presente
neto de fines de 2005. Además, el costo de la IADM que sirve a los 40 PPME llega a un total de US$24.600
millones en valor presente neto de fines de 2005 (equivalente a US$48.400 millones nominales), de los cuales
la AIF cubrirá casi el 70% y el FMI, 16%. De éstos, la AIF y el IMF ya han entregado US$13.300 millones y
US$3.000 millones, respectivamente, a los 20 países que han superado el punto de culminación.
Figura 2: Flujo neto de la AIF (en miles de millones de dólares y como porcentaje del PIB de
los países prestatarios)
Flujo financiero neto de la AIF como % del PIB
0,7
6
0,6
5
0,5
4
0,4
3
0,3
2
0,2
1
0,1
0
0,0
1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
Año
Fuentes: Global Development Finance Online e Indicadores del Desarrollo Mundial Online
Porcentaje
Miles de millones de US$
Flujo financiero neto de la AIF
7
Condiciones externas. El entorno internacional favorable también ha contribuido a
mejorar el crecimiento, si bien su impacto ha
sido diverso. En particular, las exportaciones
de países africanos como Ghana y Zambia se
han beneficiado del alto precio de metales y
minerales como el oro y el cobre. Al mismo
tiempo, muchos países de la AIF mantienen
su vulnerabilidad ante situaciones de crisis,
como la caída súbita del precio de los productos básicos, sequías o desastres naturales
que pueden influir negativamente en el
crecimiento y la reducción de la pobreza.
Por ejemplo, los países exportadores de
café, pierden aproximadamente 2% del PIB
cada cinco años debido a las fluctuaciones
negativas del precio de este producto5. Un
estudio reciente de los países de ingreso bajo
de África al sur del Sahara descubrió que
con el aumento del crecimiento a fines de la
década de 1990 y a comienzos del 2000, la
contribución de los precios de los productos
básicos a la volatilidad de la producción
aumentó, mientras que otros factores, como
el deterioro de las políticas, disminuyeron6.
Si bien el aumento reciente de los precios
del petróleo ha perjudicado las economías
de muchos países de ingreso bajo, la relación
de precios entre productos petrolíferos y no
petrolíferos no ha aumentado tan marcadamente como lo hizo antes de la crisis del
petróleo de los años setenta. Además, en
la actualidad unos 10 países exportadores
de petróleo de África al sur del Sahara se
benefician del alto precio del producto, entre
ellos Nigeria, Angola, Guinea Ecuatorial,
Gabón, Congo, Sudán, Chad, Camerún, Cote
d’Ivoire, y otros seguirán la misma tendencia en el futuro. No obstante, la situación
es bastante diferente para otros países que
solicitan ayuda de la AIF, especialmente para
los de Asia meridional que importan petróleo, cuyas relaciones de intercambio se han
venido deteriorando cada vez más durante la
5. Ver, por ejemplo, el borrador del examen de mediados de
período, Banco Mundial (2006). “IDA Countries and Exogenous
Shocks”.
6. Raddatz (2006). “Exploring the Impact of Oil Price and
External Shocks in African Countries”.
primera mitad de este decenio7. Finalmente,
el aumento del envío de remesas también ha
contribuido al mejoramiento de la balanza de
pagos y de la estabilidad macroeconómica de
muchos países.
LA FUNCIÓN DE LA AIF
La AIF (en conjunto con el FMI) constituye
la principal fuente de asesoría en materia
de políticas y de asistencia financiera para
la estabilización macroeconómica y el crecimiento de muchos países de ingreso bajo
que tienen escasas oportunidades de obtener
financiamiento en los mercados comerciales.
Entre 1990 y 2006, 102 países prestatarios de
la AIF recibieron entre uno y hasta 10 préstamos en apoyo de reformas de políticas destinados a estabilizar la economía y reactivar el
crecimiento económico. En efecto, el aporte
de la AIF ha sido significativo y ha tenido
rasgos característicos por varias razones.
Atraer asistencia y alivio de la deuda. En
la mayoría de los casos, el FMI y la AIF son
la única fuente de asesoría técnica y asistencia financiera de la que disponen los países
de ingreso bajo que enfrentan dificultades
macroeconómicas de corto plazo y escenarios
persistentes de fragilidad económica.
Por ejemplo, en 1999 la razón deuda/PIB de
Pakistán era de casi 100%, el pago de intereses
había consumido la mitad del ingreso fiscal
del país y el crecimiento se había estancado.
Después del ensayo nuclear realizado en
mayo de 1998 se acabó el flujo de capitales
extranjeros, situación que desencadenó una
crisis de divisas. La AIF y el FMI trabajaron en
conjunto con el gobierno y los acreedores para
reestructurar la deuda, movilizar préstamos
en condiciones concesionarias y reestructurar
el gasto público a fin de crear espacio fiscal
para destinar recursos a educación, salud y
otros sectores asociados a la pobreza. Este
nuevo marco de políticas permitió a la AIF
prestar a Pakistán US$500 millones cada año
durante los últimos seis años. Otros donantes
7. Devarajan y Ghani (2006), “Oil Price Shocks, Fiscal Adjustment and Poverty Reduction in South Asia”.
siguieron su ejemplo y la inversión extranjera directa se cuadruplicó hasta alcanzar
US$3.400 millones.
Ofrecer un marco de responsabilidad mutua.
Desde 2002, las estrategias de lucha contra
la pobreza, elaboradas por iniciativa de los
propios países, proporcionan un marco en
torno al cual la AIF y otros donantes pueden
ampliar la asistencia y el alivio de la deuda
que otorgan. Estas estrategias, introducidas
por el Fondo Monetario Internacional y el
Banco Mundial en 1999, ayudan a los países
a articular sus prioridades de desarrollo con
el objetivo de acelerar la lucha contra la
pobreza, y especifican las políticas, programas y recursos necesarios para cumplir dicho
objetivo. En años recientes, los países, que
usualmente reciben apoyo de la AIF para la
gestión de las finanzas públicas, han fortalecido las instituciones que elaboran el presupuesto a fin de que éste refleje las prioridades
de la estrategia y para que, posteriormente,
supervisen el avance y los resultados obtenidos. Este proceso ha contribuido a diseñar
un marco de responsabilidad que mejora la
eficacia del gasto público y también aumenta
el nivel de apoyo presupuestario y amplía la
asistencia.
• La AIF ha hecho un aporte importante al
proceso de formulación presupuestaria
en Tanzanía lo cual ha ayudado a crear
confianza y responsabilidad entre los
diversos actores públicos y privados y ha
mejorado considerablemente la calidad y
transparencia de la gestión fiscal y el nivel
de asistencia. Luego de que la AIF comenzara a apoyar el presupuesto general, a
mediados de los años noventa, la asistencia extranjera al país se duplicó en 2002.
Aproximadamente 36% de la asistencia que
recibe Tanzanía es por concepto de apoyo
general para el presupuesto, situación que
ha facilitado el desplazamiento del gasto
público hacia sectores como agua, salud,
educación y transporte8.
8. Lawson et al. (2006), “Does General Budget Support Work?
Evidence from Tanzania”.
• En Rwanda, la AIF ha promovido medidas
específicas para poner en marcha reglamentos e instituciones de vital importancia
para la definición del presupuesto. En este
marco, se otorgó un crédito de reforma
institucional de US$85 millones para apoyar
al gobierno en la ejecución de la primera
estrategia y la adopción de un marco de
gastos de mediano plazo para la planificación y la ejecución presupuestaria. Luego,
este respaldo se intensificó aún más con una
serie de créditos y donaciones en apoyo a
la lucha contra la pobreza destinados a promover la definición del presupuesto basada
en resultados, la descentralización fiscal y
la modernización de la gestión financiera y
de las adquisiciones.
Facilitar reformas estructurales y crecimiento del sector privado. Además de ayudar
a los países en dificultades macroeconómicas
a estabilizar sus economías, la AIF, gracias a
su compromiso de largo plazo, su trabajo analítico y amplio ámbito de acción, ha ayudado
a muchos países de ingreso bajo a emprender
reformas estructurales clave para mantener
el crecimiento.
En Tanzanía, el apoyo de la AIF a la privatización del sector de telecomunicaciones resultó
en una importante expansión de la cobertura
de los servicios. A su vez, se ha asociado la
privatización del turismo y la minería con la
duplicación de la inversión extranjera directa.
En Viet Nam, el diálogo sobre políticas junto
con un completo programa de financiamiento
(cinco créditos de apoyo a la lucha contra
la pobreza) generó reformas profundas a la
integración comercial, a empresas financieras y no financieras, infraestructura, gasto
social y gestión de los recursos naturales. En
Mozambique, la AIF jugó un papel clave en
la atracción de flujos de capital privado al
crear un entorno empresarial atractivo para
los inversionistas y otorgar garantías de la
Organización Multilateral de Garantía para
las Inversiones (OMGI) a inversiones en el
sector privado.
Promover estabilidad macroeconómica en
entornos difíciles. La AIF y el FMI otorgan
apoyo financiero y técnico a países que
enfrentan inestabilidad macroeconómica
debido a conflictos, crisis económicas o
desastres naturales.
• En Sierra Leona, aún antes de que se firmara la declaración formal de paz en 1999,
la AIF ofreció fondos de rápido desembolso
y servicios no financieros para ayudar al
gobierno a mantener la estabilidad económica y acelerar el crecimiento. Entre
1999 y 2005, la AIF otorgó US$135 millones
para financiar cuatro operaciones de rehabilitación y recuperación económica que
proporcionaron gran parte de las anheladas divisas. Además, dio inicio a reformas
estructurales en los sectores de minería
y telecomunicaciones que incentivaron la
inversión del sector privado.
• En los últimos años, Etiopía ha sufrido
muchas crisis, especialmente a causa de
Rwanda: Apoyo de la AIF a reformas de políticas con la serie de créditos y donaciones para
lucha contra la pobreza 2004 – 2006
Luego del período de reconstrucción tras el genocidio de 1994, la AIF ha apoyado a Rwanda para asegurar
la recuperación general de su economía por medio de un programa completo de políticas que comprende
reformas a aspectos, tales como: gestión de las finanzas públicas, transparencia y rendición de cuentas,
seguimiento y ampliación en la prestación de servicios sociales y desarrollo del sector privado. El gobierno
comenzó con la formulación de un documento de lucha contra la pobreza en 2002 y, desde 2004, la AIF ha
destinado su asistencia a apoyar el presupuesto en forma de créditos o donaciones para la lucha contra la
pobreza: un crédito de US$15 millones y una donación de US$50 millones en 2004, una donación de US$55
millones en 2005, y una donación por US$50 millones aprobada en 2006.
Resultados. Rwanda es uno de los países prestatarios de la AIF con tasas de crecimiento superiores a 5% al
año. La recuperación inicial resultó en un crecimiento anual de 10% del PIB entre 1995 y 2005 y el crecimiento
entre 2000 y 2005 fue de 5,3% anual. Del mismo modo, la inflación en esos dos períodos se mantuvo entre
6% y 6,5% al año. La experiencia de la serie de créditos y donaciones indica que los resultados han sido más
destacados en el área de la prestación de servicios, especialmente en salud, educación, agua y energía:
• La matrícula neta en educación primaria llegó a 92% en 2004 y 2005, superando el objetivo del DELP fijado
para el año 2008; la tasa de finalización de la enseñanza primaria aumentó de 51% en 2004 a 55% en 2005
(pero no alcanzó a superar la meta).
• En salud, el sistema de contratos con los centros de salud comunitarios, cuyos proyectos experimentales se
realizaron en Cyangugu y Butare en 2004 y luego se ampliaron a todos los centros de salud del país, transfirió
aproximadamente US$0,50 per cápita en 2006 (y aumentará a US$1 per cápita en 2007) a los centros de
salud. Varios servicios de salud mejoraron su desempeño: el uso de mosquiteros tratados con insecticida
aumentó de 4% en 2005 a 30% en 2006, el uso de partos asistidos aumentó a 39% de la población, de 29%
en 2004 y la cobertura de las mutuales (sistema de seguros comunitarios) aumentó de 27% en 2004 a 41%
en 2005.
• El acceso a agua potable aumentó de 41% a 55% en zonas rurales entre 2001 y 2005 y de 66% a 69%
en zonas urbanas. En 2005, la cantidad adicional de 598.000 habitantes rurales obtuvieron acceso a agua
potable, en comparación con las 167.000 que lo hicieron en 2004. Además, la funcionalidad del sistema de
suministro de agua rural aumentó a 75% y el 8% de los 830 sistemas de distribución de agua por cañería son
administrados por entidades privadas.
• En materia de energía, la revisión de las tarifas de energía logró equilibrar la protección de los consumidores
industriales y los requerimientos de recuperación de costos. Además, se redujeron notablemente el número
de cortes de energía gracias a la adquisición de generadores diesel (con fondos de donaciones de lucha
contra la pobreza), a fin de complementar la capacidad de generación y el proyecto de generación de gas
metano en el Lago Kivi ha avanza rápidamente.
guerras y sequías, y la AIF ha liderado
las iniciativas para mitigar el impacto
en el desarrollo. Luego del cambio de
gobierno en mayo de 1991, la AIF coordinó
un programa de múltiples donantes que
ascendió a US$650 millones y que ayudó a
reactivar la economía, reconstruir obras de
infraestructura dañadas durante la guerra,
proporcionar medicamentos esenciales e
iniciar la transición hacia una economía de
mercado. Recientemente, la AIF respaldó
un innovador programa de apoyo al desarrollo local en esta difícil situación.
DESAFÍOS FUTUROS
Si bien el respaldo otorgado por la AIF ha
permitido estabilizar las economías de países
de ingreso bajo y ha ayudado a que éstas
comiencen a crecer nuevamente, todavía
queda una enorme lista de tareas en materia
de reformas estructurales para acelerar y
sostener el crecimiento. El desafío para el
futuro consiste en aprovechar los buenos
resultados conseguidos por la AIF en materia
de estabilidad y crecimiento para propiciar
una “segunda generación” de reformas a la
gestión del gasto público, mejorar el entorno
para las inversiones, la administración pública
y el gobierno y para lograr la meta final de
vivir en un mundo sin pobreza.
Por otra parte, muchos de los países prestatarios de la AIF enfrentan importantes desafíos
institucionales y de gobierno que dificultan
la expansión del financiamiento y resultados
más rápidos. El caso de Rwanda, descrito
en este documento, muestra que todavía
se puede avanzar mucho más para lograr
estabilidad macroeconómica, crecimiento,
reformas estructurales importantes y resultados sociales. No obstante, también pone
de manifiesto la magnitud del desafío. La AIF
puede ayudar a los países de ingreso bajo a
superar ese desafío, de la misma manera en
que les ha ayudado a lograr la estabilidad
macroeconómica y el crecimiento.
Abril de 2007
http://www.bancomundial.org/aif
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