CONSULTORIO LABORAL Prevención, salarios de tramitación y UTE MIGUEL ÁNGEL MORCILLO PINEDA, profesor de la Universidad Blanquerna, Universidad Ramón Llull U na empresa despidió hace ya algún tiempo a uno de sus trabajadores y después de obtener una sentencia favorable, perdió el recurso que interpuso ese trabajador ante el Tribunal Superior de Justicia. En este Tribunal se declaró que el despido era improcedente, lo cual da lugar a que los salarios de tramitación fueran muy elevados. La empresa pregunta cuál es la formula para obtener el pago de los salarios del Estado. En primer lugar, una vez que se produce la Sentencia del Tribunal Superior de Justicia, queda todavía una posibilidad de recurso. Se trata del recurso de Casación para la Unificación de Doctrina. Es, en realidad, un recurso teórico pues las condiciones para su admisión a trámite son tan duras que solo en algunas ocasiones es posible superar ese primer escollo. El recurso de casación exige que se aporte una sentencia de otro Tribunal Superior de Justicia o del Tribunal Supremo en la cual, sobre la base de hechos sustancialmente idénticos, se haya decidido de forma distinta. Naturalmente, no es fácil encontrar una sentencia que haya resuelto un caso idéntico y esta exigencia se aplica tan estrictamente que diferencias no del todo significativas se convierten en obstáculos insuperables para obtener no ya una sentencia favorable sino, ni siquiera la admisión del recurso para su estudio. No obstante, ante la duda, este recurso se plantea, a veces, sin demasiada consistencia. Si se llega a la conclusión de que el recurso no puede prosperar, es mejor no interponerlo pues la tramitación del mismo alarga innecesariamente todo el proceso. El artículo 57 del Estatuto de los Trabajadores dispone que cuando la sentencia que declara el despido improcedente se dicte transcurridos más de sesenta días hábiles desde la fecha en que se presentó la demanda, el empresario podrá reclamar al Estado el abono de los salarios de tramitación que excedan de los sesenta días. Igualmente, dispone ese precepto que cuando el Estado se haga cargo de esos salarios, serán también de su cuenta las cuotas de la Seguridad Social correspondientes. En el caso de la consulta, la sentencia que declaró la improcedencia del despido fue la del Tribunal Superior de Justicia por lo que, evidentemente, entre la fecha de presentación de la demanda y la fecha de sentencia, han transcurrido más de sesenta días hábiles. El Estado, por lo tanto, tiene que devolver a la empresa el importe de los salarios y las cuotas de la Seguridad Social que exceden de 60 días hábiles. Pero los salarios devengados El recurso de casación exige que se aporte una sentencia de otro Tribunal Superior de Justicia en la cual, sobre la base de hechos sustancialmente idénticos, se haya decidido de forma distinta Capital Humano 148_s_cl_213.indd 148 148 entre la fecha del despido y la de la presentación de la demanda son siempre a cargo de la empresa. Y el hecho de que el descuento se refiera a “días hábiles” hace que su importe sea considerablemente superior a sesenta días. El procedimiento para recobrar esos salarios es, además, muy gravoso para el empresario el cual, en cualquier caso, viene obligado a abonar al trabajador la totalidad de los salarios de tramitación. Es decir que, en primer lugar, la empresa debe abonarle al trabajador el importe de los salarios de tramitación porque, si no lo hace, podrá el trabajador ejecutar la sentencia lo que lleva consigo la necesidad de pagar las costas de ese trámite. Una vez que se ha efectuado el pago, es cuando la empresa puede solicitar la devolución de lo pagado en exceso. El proceso de la recuperación de los salarios y cuotas de la Seguridad Social se inicia con la presentación de una solicitud de devolución ante el organismo encargado de resolver. Antes de la devolución material ese organismo dicta una resolución en la cual fija el importe a devolver, quedando abierta la posibilidad de recurrir contra la misma si la empresa considera que dicho importe no es el debido. La devolución se produce aproximadamente dos años después y, por supuesto, el Estado no aplica intereses a esos salarios que, en definitiva, ha adelantado la empresa como consecuencia de un error judicial. No obstante, es obvio que la empresa, en este caso, debe hacer la solicitud ya que, aunque tardíamente, la devolución se Nº 213 • Septiembre • 2007 31/07/2007 10:28:23 las especialidades preventivas que se señalan en la ley. Estas especialidades son: • Medicina del trabajo. • Seguridad en el trabajo. • Higiene industrial. • Ergonomía y psicosociología aplicada. Las personas encargadas de la prevención deben estar capacitadas para ello, no solo por su titulación sino también por su especialización en materia de prevención de riesgos laborales. Deben asimismo actuar de forma coordinada. La actividad sanitaria debe contar también con los medios adecuados y desarrollarse con total respeto de la confidencialidad de los datos médicos personales. producirá y este es el único camino para evitar los perjuicios que recaen sobre ella cuando una decisión del Juzgado es revocada por el Tribunal Superior de Justicia. La situación de superación de los sesenta días hábiles no es, por otra parte, rara, aunque desde luego y afortunadamente, si poco frecuente. U na empresa pregunta si es cierto que el servicio de prevención de riesgos laborales es posible asumirlo la propia empresa, sin necesidad de contratarlo con empresa ajenas. Estas actividades se incluyen en el catálogo por la especial peligrosidad que comporta su realización. 3. Que, aunque no desarrollen esas actividades, sean obligadas a ello, por el carácter peligroso o por la alta siniestralidad, por la Autoridad Laboral. En este caso, la empresa puede optar por encargar el servicio de prevención a una entidad especializada. 1. Que la empresa tenga más de 500 trabajadores. Cuando se constituye el servicio de prevención éste debe ajustarse a las exigencias de la legislación. En primer lugar, debe ser un servicio especifico y exclusivamente destinado a su actividad. Por tanto, los trabajadores que lo desarrollan no pueden dedicarse a otros cometidos. 2. Que, en empresas de entre 250 y 500 trabajadores, se desarrolle alguna de las actividades que se mencionan en el Anexo I de la Ley. Asimismo, el servicio de prevención debe contar con los medios materiales y humanos necesarios. Además, el servicio debe cubrir al menos dos de El servicio de prevención propio no sólo es posible sino obligatorio, cuando concurren las siguientes circunstancias: Nº 213 • Septiembre • 2007 148_s_cl_213.indd 149 Si el servicio de prevención propio se lleva a cabo en más de un Centro de trabajo de la misma empresa deberá tenerse en cuenta esta circunstancia para asegurar que los medios sean los apropiados. Cuando la empresa no asuma toda la actividad de prevención deberá concertar una entidad externa la realización de la actividades no asumidas. Finalmente, la empresa está obligada a elaborar anualmente la memoria y programación anual del servicio de prevención. S e pregunta que es una UTE (Unión Temporal de Empresas). La UTE es la forma que recibe la colaboración temporal de empresas para la realización de una obra servicio o suministro durante un tiempo cierto. Las UTE no tiene personalidad jurídica propia aunque, en la práctica funciona como si se tratase de una sola empresa. Tiene su propio número de identificación de la Seguridad Social y Gerente único. Puede celebrar contratos de trabajo y tiene responsabilidad específica en temas de prevención de riesgos laborales. Sin embargo, en cuanto a las infracciones laborales son responsables cada una de las empresas de la Unión. \ 149 Capital Humano 31/07/2007 10:28:24