erre i -—Y su marido, ¿se conserva bien? —Sít señor, admirablemente: hoy hace diez y nueve años que lo enterramos. miiiiiiiiiiiiniiL PUBLICACIÓN SEMANAL DE OBRAS TEATRALES LÉALA V. TODOS L O S SÁBADOS Dará a conocer a sus lectores todas las obras que se estrenen con éxito, inmediatamente después de su estreno. Colaboración d los mas insignes comediógrafos españoles. Ilustraciones de los más distinguidos artistas. Cubiertas en colores. Magnífica presentación. Pídala en todos los puestos de periódicos. 50 CÉNTIMOS Administración: RIVADENEYRA (S. A.) -Paseo de San Vicente, 20.—Madrid. Precios de suscripción: Madrid, provincias y posesiones españolas: semestre, lií pesetas; año, 30.—América, Filipinas y Portugal: semestre, 16 pesetas; año, 32.—Extranjero: semestre, 25 pesetas; año, 40. Publica todas las semanas, como mínimo, 16 grandes páginas 5 profusamente ilustradas en huecograbado. E Editado en TODOS LOS AFICIONADOS AL «CINE» DEBEN LEER RIVADENEYRA T A ¥ > A V T A T T A Paseo de San Vicente, 20 J - f A r A H A / * . * - » ! - * / * . MADRID QUE CONSTITUYE LA VERDADERA- CUIA DE LA CINEMATOGRAFÍA MUNDIAL = = jjj = Precios de suscripción: Madrid, provincias y posesiones españolas: semestre, 5,50 pesetas; año, 10.—Amé- jS rica, Filipinas y Portugal: semestre, 7 pesetas, a l o , 12.—Extranjero: semestre, 11 pesetas; año, 20. 5 | iniuiniiiiiiuiiiiiiuiiuiuiiiuirniiiiiHiiiniiiiiiiiniiiiiiiiiiiiiiiiiiiniiuiiiiiiiiiiiniíiiuniiiiiiMiHiiiiiiMiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii estampa es la revista nacional que interesa a toda España. estampa es la revista para el hombre; es la revista para la mujer; es la revista para el niño. i estampa ofrece siempre: la imagen del momento, el comentario oportuno, la información interesante, los escritores preferidos. estampa 48 páginas. 30 céntimos. Precios de suscripci •ipción: Madrid, provincias y posesiones españolas: semestre, 8 pesetas; año 15.—América, Filipinas y Portugal: 'ortuRal: semestre, 9 pesetas; año, 17.—Extranjero: semestre. 20 pesetas; año, 36. E S ñllllllMiniIlllllIlllllllllMIIIIIIIIIIMIIIIIIIIIIIUIllllllllllllllllllllllllHlllillllllllllUtUrilllMIIIIIIIMIIIIIIIIIIIIIIlilllllllllllllllllllllllllllr Año II Madrid, 7 de abril de 1928 LA LECTURA HISTORIETA DEL DE CRIMEN K-HlTO Núm. 45 GUTIÉRREZ Después del viaje a Valencia LA PEÑA GUTIÉRREZ DIRECCIÓN GENERAL HE CUENTAS ATRASADAS Nagoclado dt Incobrable». Excelentísimo señor: Tengo el honor de acusar recibo a T. E. de los dos nombres de moscas que se ha dignado lanzar al dominio del público: la «ophira cadaverina» y la «caliphora vomitoria». ínterin se decide si es conveniente o no el piropo, el jefe que suscribe, excelentísimo señor, ha lanzado, con éxito, éste a una morena simpaticota ella: ¡Qué lástima que esos ojos se los vaya a comer la «caliphora vomitoria»! Pero esta visible amplitud de cultura que debo a V. E. me sumerge en una honda preocupación. Hasta ahora creía que sólo unos gusanitos se cebarían en mi pobres restos. La cosa, en sí, no tenia gran importancia; pero ya resulta que hay dos clases de moscas que figurarán entre los comensales. ¿Quién ha circulado las invitaciones? ¿Quién leerá a los postres los nombres de los adheridos? ¿Habrá brindis, excelentísimo señor? Se trata, por lo visto, de un banquete en toda regla, al que, de buen grado, excusaríamos nuestra asistencia. Ha sido siempre para el firmante «casus belli» la intromisión de las moscas en sus habitaciones particulares y ha procedido contra ellas violentamente, armado de una gomita cuando confundían un cristal del balcón con el límpido azul del cielo. Entre las moscas se han debido tomar acuerdos graves contra el Jefe que suscribe, cuya aplicación deben reservar para ei día que pase a mejor vida. ¿Qué hacer, excelentísimo señor, para librarnos, al morir, del voraz apetito de la «ophira cadaverina» y de la <caliphora vomitoria»? ¿Será preferible regalar nuestro cuerpo a los pobres? ¿0, en otro caso, pedir a nuestros deudos que nos entierren envueltos en papel cazamoscas? V. E., con su superior criterio, resolverá. Dios guarde a V. E. muchos años. Madrid, 7 de abril de 1928. Ei Jefe del Negociado de Incobrables, Excmo. Sr. Doctor D. Tomás Maestre. Recibimos la siguiente carta: "Valencia, 22 de marzo de 1928 — Señor director de GUTIÉBBEZ. Madrid. Muy señor nuestro: Nosotros, los abajo firmantes, somos los que tuvimos el honor de haber estrechado su mano, como asimismo la de sus compañeros de viaje y redacción, en el local de ha Semana Gráfica, de ésta, en el momento en que este semanario hacía entrega de las copas designadas a Tas mejores fallas, y en cuyo balcón estaba sentado el y a popular en Valencia, el gran GUTIÉRREZ, bailando a los acordes de la música. Nosotros estábamos en la calle, y llevados por el entusiasmo valenciano que dentro de sí llevamos, subimos a dicha redacción para poder expresarles personalmente el gozo y la alegría que sentíamos al ver el esfuerzo de ánimos por ustedes realizado al venir en autocar a esta Valencia que, aunque pequeña, es muy grande de corazón, pues sabe acoger con cariño a aquel que con cariño le corresponde. Una vez arriba nos sentimos satisfechos de haber subido a saludarles, por lo atentamente que usted se portó con nosotros, a quienes no conocía, presentándonos a todos sus compañeros de viaje y ver nosotros lo contento de sus semblantes que al estrechar nuestras manos resplandecían de satisfacción. Pocos momentos después, al encontrarse ya en la calle, uno hizo la observación de que habíamos cometido la falta de respeto más grande que puede hacerse, y al preguntarle cuál era, nos contestó: "¡No hemos saludado a GT'TTÉRREZ, que estaba en el balcón!" Como admiradores que somos de GUTIÉRREZ, y para conmemorar su hazaña de la venida a Valencia, nos hemos propuesto hacer una peña que se titule "Peña GUTIÉRREZ", y nombrar como presidente honorario a usted, señor K-Hito. También hemos pensado hacernos aínas insignias, en las que se vea la simpática figura de GUTIÉRREZ, y cada miembro de la peña llevará una letra del citado nombre, y como somos amigos muy unidos, pues casi sienv pre vamos juntos, causará la intriga •y admiración de los demás compañeros. Esperamos habrán quedado altamente satisfechos del recibimiento QUTIERHE2 que se les lia dispensado, y deseando haya sido grata su estancia en ésta, hacemos votos para que el año que' viene vuelvan a esta tierra, que sin patraña de ninguna clase (pues ustedes ya lo habrán visto) da el corazón, como asimismo todo lo que posee a aquellos a quienes aprecia Y para punto final (tápese' bien los oidos, pues somos ocho) gritamos: ¡Viva Madrid! ¡Viva Valencia! ¡Viva el arroz! Presidente, Blay; Carmelo Pardo; Antonio Blay; Francisco Goda; Manuel Massó; José Orcste; F. Granc?ia; Vicente Tarín. DE LA INMORTALIDAD También llega al Negociado de Incobrables otra carta de la ''Peña los 13", de Valencia, que no insertamos por estar ya compuesto el número, nombrando Presidente honorario de la misma a GUTIÉRREZ. Muy agradecidos a todos, nuestro ilustre jefe les envía su burocrático saludo. AL ALTO ASIENTO De izquierda a derecha; en pie: Camón, Roldan, Shuw, Martínez, Anglada, Augusto, Díaz, Moñones y Roberto, presidente honorario y entrenador. De rodillas, por malos, Hernández, M. de Ron y Vaquero. He aquí los elementos que integran el "Gutiérrez, F. C•". deseosos de habérselas con los Clubs madrileños que se atrevan a ello. Basta con dar un telefonema a nuestra Redacción..., y se han caido con todo el equipo. EL "GUTIÉRREZ, F. C." Sobre los corazones de estos Muchachos pletóricos de juventud y bríos, la efigie de nuestro ilustre jefe luce multicolor. Es el "Gutiérrez, P. C.", equipo futbolístico acabadito de sacar del horno. El de la derecha, con traje de pana y cigarrillo de cincuenta, es "Roberto". "Roberto", además de descollar notablemente en el arte pictórico, no tiene precio en la "pata Charlot". Y lo han nombrado entrenador, resolución que, como se ve, le preocupa hondamente. El equipo tiene su correspondiente himno, con la música de la canción Valencia, que no publicamos porque nos dedica algunos elogios y no nos gusta darnos importancia después de las comidas. El campo del "Gutiérrez, F. C." es sencillamente el campo del honor. El portero es. de librea, los delanteros hacen filigranas con el balón y el capitán araña. A ver; /.dónde está 2íamora2<¡¿Va a dedicarse 'definitivamente al" Juego de pelota a pala? ¿No será el momento oportuno? -Meditemos.- GUTIErtREZ BALDUQU E "RECORD" DE DURACIÓN MÉDICOS Y GEÓLOGOS ¡VAYA UN LIO! SE ACABA EL PIROPO EL QUE A HIERRO MATA... LA MOSCA LO SABE MÚSICA NUXJ-RA os capitanes Jiménez .e Iglesias han permanecido en el aire durante veintiocho horas seguidas, batiendo el record nacional de duración. Esto sí que no. El record de duración lo han batido los artículos de primera necesidad, que están en las nubes desde hace más de diez años. * ** os geólogos dicen que los cadáveres no se pudrieron allí. Los médicos, que sí se pudrieron y que se trata de párvulos. Otro médico, que uno de los cadáveres no es de un párvulo, sino de una persona de diez y seis años. Aquí de La verbena de la Paloma: L L "... hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad." * ** N pastor se convierte en poeta. Un torero estrena una obra. Los escritores exponen obras pictóricas en ei "Heraldo". "Los médicos, artistas." Esperamos de un momento a otro que Benavente haga una operación quirúrgica, ,que Casimiro Ortas tome la alternativa y que Uzcudun debute como tiple de Price. * *# UIEREN suprimir el piropo, castigándolo con multas. Si así lo hacen, se darán casos como el de alguno que se dirige a un guardia y le dice: —Ouardia, tenga la multa, que le voy a decir un piropo a aquella señora que viene por allí. * ** OR cierto que con esta inimovación se dará el caso de que los "castigadores" serán castigados. El que a hierro mata... U Q P :;: * * OLVÍEXDO a lo de las niñas desaparecidas, resulta que los médicos se han valido de la mosca "ophire cadaverina" para determinar la data de la muerte. Aquí se puede hacer la parodia de la parodia de la "Sonatina" de Rubén. ¿Qué tienen los huesos? La mosca lo sabe, ¡qué cosa tan triste! ¡quó cosa tan grave! V * ^ * N Australia han prohibido la entrada de músicos de la raza negra. SI oyeran la música de algunos blancos de por aquí, es posi!*le que la de los negros les pareciese buena. E El cliente, indignado.—Me podía quejar de todo, ¡pero esta manga!... El sastre, disculpándose—¿Supongo que usará usted reloj de pulsera? EN ALDEGRATIS Monumento a un filántropo El jueves pasado trató de descubrirse la estatua ecuestre que se ha erigido en Valdegratis de la Cuestapoco al gran filántropo D. Abdón Duro, Duro y Duro, que ha regalado unas escuelas al aire libre a su ilustro pueblo, con lo que le sobra de lo que ha traído de América. Pero como la obra no estaba terminada, pues para mayor propiedad el traje de la estatua es de veras, y el sastre no lo había terminado—como siempre—, se suspendió para el viernes el festejo, rechazando, por no serle molestos, el ofrecimiento de don Abdón, que queiía ponerse él, aunque fuera. De hermoso se puede calificar, sin miedo a la censura, el acto celebrado el viernes, A la voz de "Alirón, tira del cor don", una nieta de D. Abdón se puso bruta y dijo que ella no tiraba. ¡Pobre nenita! A la segunda voz de "Alirón, tira del cordón", el alcalde tiró demasiado fuerte y se rompió el bramante. A la tercera voz de "Alirón, tira del cordón", el propio D. Abdón, que ya estaba nervioso, tiró, y a poco se echa encima los mármoles, que vacilaron. Hermosa estatua, hecha con dos bloques de mármol, ambos "carraras". Y aunque el escultor es torpe y pedestre, no se vaya a confundir la estatua con unas "carraras" pedestres. GUTIÉRREZ Procedióse inmediatamente a quitar las etiquetas de la levita, con unas tijeras; faena de la que se encargó la esposa del propio Duro, muy de su casa. La levita le está muy bien. Realmente está hablando. Los pantalones tal vez un poco caídos. Las botas son modelo "Campoamor". Es decir, como las que el poeta tiene en el Retiro (Que no está mal vestido tampoco ) El viento se le llevó el sombrero encargándose el Sr. Duro de ponerle unos papeles entre la badana para el día siguiente. La banda ejecutó una selección de Don Juan Tenorio, como cosa muy oportuna por lo de las estatuas. Y luego el alcalde habló en nombre de! Pueblo, dando las g r a c i a s p o r , a es_ cuela al aire libre, que es un solar que tiene en venta D. Abdón Duro. Dijo que las estatuas de tan hábil y adiestrado filántropo serían siempre ecuestres, porque es el hombre que hace cada obra de caridad, sin importarle que cueste lo qu'ecueste. Fue muy aplaudido. El Sr. Duro dijo que el motivo ele haberse pagado él la estatua, no era otro que el de evitar el ser costoso a nadie, y que estaba tan agradecido al pueblo, que le iba a regalar para la calle Real unas placas que digan "Calle de Don Abdón Duro y señora. Propietarios". Procedióse luego a quitar la levita nueva a la estatua y poner una usada de D. Abdón. Con lo que terminó el simpatiquillo acto. VISION DE LA FIESTA Pascua de Resurrección; suena el vibrante clarín; se abre el temido portón, ¡a mí, plin! La plaza el público llena porque la afición no falta; un saltamonte en la arena tras una máscara, salta. , Una chula con mantilla y dos flores en el moño, deglutiendo una pastilla legítima de Logroño. Fiesta de sol y alegría, fiesta castiza y valiente, que dijo una tía mía que se murió de repente. El becerro a un torerillo le rasga la taleguilla y aparece un calzoncillo que es de bayeta amarilla. La cogida, aparatosa. Un vecino en la meseta se compra una gaseosa y la vierte en tu chaqueta. Fiesta notable y bravia donde la tragedia flota, que dijo otra tía mía que está mal de la pelota. El torero, con arrojo, hace a la fiera papilla y entonces le guiña un ojo la chula de la mantilla. En este momento notas que hierve tu sangre hispana, mientras, el de atrás, las botáis' se limipia en tu americana. Espectáculo prolijo de luces y algarabías (esto no sé quién lo dijo, porque no tengo más tías). El (por entablar conversación)- ¿Y a usted no le duele el estómago? Ella.—No. El.—¡Qué lástima! ¡Yo que sabía un remedio infalible! Los días de pago en nuestra Redacción (Paseo de San Vicente, 20) son los lunes, de 6 a 8. GUTIÉRREZ ARGUMENTOS DE PELÍCULAS 'CARNE DE BÚFALO" EL TERROR DEL RANCHO Cinedrama del Oeste, en cuatro partes. PRIMERA PARTE zas de ganado vacuno, propiedad rural muy famosa en toda América (1). En el vasto territorio de Amona, David Pickman vivía con su hija donde el viajero encuentra cantida- Patsy, tan linda muchacha como buedes prodigiosas de polvo, existe un na mecanógrafa, y ambos eran felirancho verdaderamente nutritivo. ces montando a caballo, numerando Es el rancho denominado Las mil reses y cazando langostas* a lazo. y pico de cabezas de ganado vacuno. Al anochecer, padre e hija solían Se halla orientado a Poniente y tie- sentarse a la puerta del rancho y conne una gran puerta para entrar y templaban el horizonte crepuscular; salir. por las mañanas contemplaban el Este rancho pertenece a David amanecer, y a continución se lavaban Pickman, hombre corpulento que en minuciosamente las manos. su juventud hizo todo lo posible por Eran felices. ser barítono, sin conseguir llegar en Fin de la primera parte. su carrera más que a los alrededores de Jersey City, donde cayó rendido SEGUNDA PARTE de cansancio. Como David Pickman, firme en su idea, recorría los camiUn día, a orillas del Red-R.iver se nos entonando, mejor dicho, desento- detuvieron ochenta caballos por falnando romanzas milanesas, y como ta de gasolina. Los ochenta se hallaademás carecía de cédula personal, al ban en el interioi de un Buiek y de ser detenido por la Policía fue califi- ól saltó pronto al suelo, torciéndose cado de "indocumentado vociferante", un pie al saltar, el sheriff Richard (2). y con esa clasificación entró en la Padre o hija vieron al sheriff con cárcel, donde permaneció treinta años, gran alegría y dispararon sus revólindudablemente molesto. vers. Richard les explicó rápidamente Fue al salir de la cárcel—porque estando en la cárcel le había resulta- que el repugnante y mal afeitado do imposible—cuando Pickman se bandido Edgar Wallace, conocido por trasladó al pequeño poblado de NewLlámase asi a una de las cinco pargrey, en el Arizona; y como en rea- les(1)delAmerita. Mundo; se extiende de N. a S., entre los lidad no se llevaba bien con los ha- océanos Atlántico y Pacífico y está habitada por personas. bitantes del poblado, puso rancho algunas (2) Sherill, juez de paz. con carácter policíaco. aparte. La gente maleante les conoce de lejos porque todos llevan bigote blanco, y gracias] a eso, los sheri/ls Así nació Las mil y pico de cabe- casi nunca'detienen a nadie. —¡Qué barbaridad! ;¡Qué de-sastres hay en Madrid!! "Carne de Búfalo", merodeaba cual hiena por los alrededores del rancho. David Pickman y su hija, al conocer la noticia, dispararon, sus revólvers. Pero unas nuevas palabras del sheriff los levantaron en vilo. De aquellas palabras se deducía que "Carne de Búfalo" había jurado delante de una imagen de San Luis del Senegal que iba a preparar un golpe de mano contra Pickman y que le robaría las mil y pico de cabezas de ganado vacuno que daban nombre al rancho. La idea de que "Carne de Búfalo" iba a decapitarle mil y pico de vacas, desconcertó a David. Entonces disparó su revólver. Fin de la segunda parte. TERCERA PARTE La dulce Patsy Pickman estaba enamorada hasta el sostén (color malva). ¿Quién era él? ¿Quién era el objeto de su pasión, eminentemente sajona? Retrocedamos un mes para explicarlo. Una tarde de primavera volvía Patsy del poblado, adonde iba diariamente a tomar la emulsión Scott, y su caballo se desbocó como un abrigo mal cortado. Patsy pidió auxilio y disparó su revólver. Y de pronto, oportunamente, cuando ya el grácil cuerpo de Patsy iba a caer en las aguas del Red-River, un joven salió de entre las ramas de un grupo de árboles genealógicos y se lanzó en su socorro; cogióla de sus largos cabellos, dio un vigoroso tirón y le evitó una muerte cierta. Patsy disparó su revólver y se desmayó. A la media hora y treinta minutos volvía en si y se sintió dulcemente abrazada por el joven, que tenía en sus manos los largos cabellos arrancados involuntariamente a Patsy. — ¡Oh!—gimió la muchacha—. ¡Gracias, gracias! ¡Me ha salvado usted la vida y además me ha dejado el pelo a lo garcon... ¡Graoias! —¿Me ama usted?—indagó él. —Con toda el alma. Después de lo cual, se besaron con ternura y dispararon sus revólvers. Fin de la tercera parte. GUTIÉRREZ CUAKTA PAUTE Desde entonces, Patsy no había vuelto a ver a su salvador. El anunciado ataque de los bandidos, capitaneados por "Carne de Búfalo", hizo lo contrario que las mujeres hermosas. Queremos decir que no se hizo esperar. Cierta noche, cuando acababa de pasar el expreso, un nutrido grupo de malhechores rodeó la estancia, haciendo que sus caballos se pusieran en dos patas para que todo el mundo comprendiera que eran los caballos de unos bandidos del Arizona. David Pickman se decidió a vender cara su vida y pidió por ella 2.000 dólares. Los malhechores le ofrecieron 1.300. Discutieron. No lograron ponerse de acuerdo y, al fin, unos y otros dispararon sus revólvers. La lucha duró dos días. El slieriff no pudo acudir a poner paz, porque le estaban haciendo un traje. ( El rumor de los disparos que se cruzaban entre ambos bandos se oía Esta semana ha publicado La Novela Mundial un original del gran escritor ALBERTO INSUA titulado Germana y su fox Precio: 30 céntimos. perfectamente en Nueva York. Pero en Nueva Yok está siempre todo el mundo tan ocupado, que nadie reparó en aquello. David Pickman notaba aterrado que se le acababan las fuerzas y los cartuchos; sin embargo, contiuaba disparando, ayudado por su hija, que le cargaba la carabina y le cepillaba el sombrero. De improviso un hombre mandó hacer alto el fuego y st colocó a la puerta del rancho, grtando: — ¡David Pickman y su hija están bajo mi protección! Aquel hombre era el hijo de "Carne de Búfalo". Y el hijo de "Carne de Búfalo" no era otro que el joven a quien amaba Patsy. Diez minutos más tarde se casaban. Al año tenían un hijo y disparaban sus revólveres alegremente. Desde entonces en el rancho reina la felicidad. "Carne de Búfalo" trabaja ahora para su nieto, y todo el ganado que roba en sus correrías lo mete en el rancho de Pickman. Hace poco cambiaron el nombre de la posesión, bautizándola así: "Las dieciocho mil cabezas de ganado vacuno". Con este motivo hubo grandes fiestas en la estancia. Y todos sus habitantes dispararon los revólveres. FIN DEL CINEDRAMA Enrique .TARDIEL. PONCELA I —Papá, ¿te acuerdas que me ofreciste cinco duros si salía bien de los exámenes? —Sí, lo recuerdo. —Pues, papá; te he evitado ese gasto- 10 GUTIÉRREZ VÍSITA DE ESCUELAS lASVITOIOS EL CORRAL DE GALLITO VI.—LAS ESCUELAS SAMOT médico, y me dice don Roiaualdo: "Oiga, señor Samot; me duele mucho la cabeza..." Luis Bello—que con Artemio PreEntonces el niño que hacía de cacioso, Eugenio Hermoso y Picio, hacen beza empezaba a gritar: los únicos hombres más feos que — ¡Ay, ay, ay!... Pedro Mata—se dedica a visitar es—Muy bien. Esto va muy bien. cuelas, que le inspiraron importanAhora iba don Romualdo en la platates crónicas para El Sol. forma del tranvía, y le pisan un Nosotros también hemos visitado callo... el corral de Gallito VI, que no es un A estas palabras siguió un silencio. corral de aves, sino una escuela tau—¿Pero no se queja nadie? rina, donde se aprenden hasta los 1 un niño contesta: toques de clarín, como en los cuarte—Es que se conoce que don Roles los toques de corneta. mualdo iba leyendo, y no ha visto Después hemos visitado las escuelas en cuál de los dos pies le han pisado. Samot, cuyo maestro se llama Tomás, —Perfectamente. Ahora vuelve el y Que ha debido creer que Siurot no médico, y don Romualdo le dice: "Me es apellido, porque suena a apellido alegro que venga usted, porque estoy puesto al revés (Siurot: Toruís. Saf'astidiadísimo." "¿Qué le pasa?" "Que mot: Tomás). me duele todo el cuerpo..." Sabido es que Bello se ha quejado Entonces en el colegio se organiza de que el profesor Siurot hace que una algarabía de alegres quejas, que cada niño represente una cosa; por para qué les voy a contar a ustedes. ejemplo: para estudiar Organografía, Veo que se saben la lección. un alumno es el hígado, otro el buche, Ahora, la Química. Usted es hidrógeotro la tripa, otro la primera costino, y su hermano Juan, también; y lla, otro la segunda, otro la tercera..., el señor Gutapercha, es el oxígeno. como aquello de: "Yo soy el rata pri¿Qué hacen entre los tres? mero." "Y yo el segundo." "Y yo el —Agua. tercero..." Lo mismo hace con el priEntonces se acerca otro alumno, y mer mandamiento, el segundo, el habla por lo bajo al señor Samot. El tercero... cual le contesta: Con lo cual el niño sabe que su —No. Usted ya no puede, porque amiguito Ernestito es el estómago, el agua es H2O, y ya están las tres pero tuerce un poco la idea clara que partes. del estómago se le debía dar expli—Es que yo la cjiíiero hacar en cándole la verdad exacta, si la saben plural. explicar bien. — ¡Acabáramos! Vaya y no tarde. El caso es que el procedimiento Entremos ahora en la Geomeüía. Usdel pintoresco Sr. Siurot—el de las ted es una circunferencia. El señor crónicas pintorescas—lia sido seguido Cascaras es la tangente. ¿Cómo hace por Samot, maestro de Villabrida del la tangente? Concejal, y nosotros, aprovechándonos El niño tangente pasa de prisa y de que nuestro apellido, como el del da un puñetazo en la espalda a la Sr. Bello, tampoco asusta a los niños, circunferencia. hemos visitado su escuela. -—¡Admirable! El cardenal será el El Sr. Samot lo hace mejor que punto de contacto. Ahora saben usteSiurot, y nosotros hemos visto lo sides que la secante es la recta que, guiente con nuestros propios nidos: no sólo toca, sino que corta a la cir— ;A ver, señor Gómez! Falte usted cunferencia. El señor Edredón es la al séptimo mandamiento—dice el pro- secante. ¡Venga pronto! ¡¡Pronto, fesor. pronto!! ;; ¡Ahúp!!!... Y el señor Gómez se va al séptimo El tal Edredón coge una navaja colegial de la fila y le larga una tre- que hay especial en el colegio y se menda bofetada. lleva un pedazo de las culeras que —-¡Muy bien; sí, señor! había puesto a la circunferencia su Después dijo: madre; pero con la tela se lleva un —Vamos a formar entre todos us- buen filete y todo. tedes un señor llamado don RomualHay aplausos, entusiasmo y premio. do. Usted es la cabeza, usted la mano El señor Samot saluda como cosa derecha, usted la izquierda, usted la suya. tripa—así les dio empleo a los treinta niños—. Y continuó: —Yo soy el Luis GUAPÍSIMO. Por la mañana. 'i NOTA FINCA Y 1 ! ! 2.° Nicolás María Rivcro. z 000 3.° Después de Nochebuena. ENERO 4." Después de los toreros espadas. ARTÍCULO NOTA SOLUCIONES 1.° 2° 3.° 4.° 5.° ¡¡Mi cWíesayunoü Cedaceros. ' Enero está e 1 cuesta. LÍIS tres niñas desaparescidas. El sobresaliente. VUSPOGIKUP "La Farsa** publica esta semana LA MALA UVA POR Muñoz Seca y \ Pérez Fernández II GUTIÉRREZ MIHDBA. UN BUEN CORAZÓN, POR MIHURA GUTII 12 Retratos al agua fuerte TODO UN CARÁCTER Abunda más de lo que se supone en la especie humana el ejemplar, que merecerla una inédita clasificación linneana, del hombre que tiene el orgullo de mala condición con el mismo gesto satisfecho con que un asceta se pavonea de sus virtudes. Que con tal de presumir de algo no vulgar, hay ciudadano que se inventa un árbol genealógico calcado de un texto de criminología patológica. Así don Teodoro Ruipéroz, viejo y socarrón, materialista a fuer de farmacéutico, soltero impeniteinte ¡por gracia de egoísmo, presumía de ser ta peor lengua que se había agitado en toda la Andalucía guapa. Así como unos presumen de esbeltos y otros de ricos o de graciosos, y algunos, exarcebando la originalidad, se confiesan de pagar puntualmente al sastre, don Teodoro se jactaba de ser el maldiciente de peor intención de todo el Sur de España. En Valladares, su pueblo de orig6n y sede de su farmacopea, la fama de don Teodoro estaba bien cimentada. Para él no había casada fiel ni mocita honesta, ni varón sin mácula, ni autoridad proba, ni rico sin mancha de latrocinio, ni anciano sin historial sucio. Sus amigos y tertulianos, no obstante la hospitalidad que la rebotica Jes brindaba, renegaban de aquella disposición a la injuria de don Teoloro: •—¡Es mucho moler, compadre— v.ecla el veterinario a su alter-ego el médico—, que pa este chavó no haya na sagrao bajo el sol! Soba más pellejos al cabo del día que un talabartero en un año... .—Eso es—decía el doctor—porque todavía no ha encontrado la horma de sus borceguíes... —¿Y quién va a hallr.rla? El tío tiene más conchas que un galápago y no se altera por na, y como ni tié mujé, ni apaños, ni na que lo parezca, no hay por dónde meterle mano... —Pues yo, si los demás de la tertulia me ayudaran, era capaz de darle un escarmiento. Algo que, por referirse a él, le doliera mucho... —¿Y de quién vamos a decir na en el pueblo que él no lo haya dicho jraT... —Hombre; verá usted: ¿quién es la mocita más inocente, la que no puede dar sospecha a ese mala lengua? —Home. ¡Como no sea una recién nacía!... —No tanto. Pero pongamos, por ejemplo, la sobrina de don Teodoro... —Pero, señor, si es una chiquilla. ¡Si hace una semana que ha tomao la primera comunión! ¿Quién le va a inventa ná a ese ángel, que, a to tirar, no llegará a los trece años?... —Pues por eso precisamente; mientras más monstruosa e increíble sea la cosa, más le indignará. Y así, tratándose de su propia sobrina, le servirá de lección... Confabulados los tertulianos para escarmentar a don Teodoro, al día siguiente se presentó el médico en la rebotica tremante de indignación: -—Señores—barbotaba fingiendo suprema alarma—. ¡Vengo escandalizado! ¡Qué monstruosidad! ¡Qué infamia acabo de ofr! —¿Qué es ello?—interrogó el boticario, celoso de que hubiera una maldad en el pueblo desconocida por él. —No me atrevo a decirlo. ¡Es una canallada! ¡Nunca creí que el veneno de la calumnia pudiera llegar a eso! i—¡Pero reviente usted, hombre dt El cocinero-—Señorita, toque usted con menos yioleneia, q ?RE2 Dios!—le gritó el boticario mártir por la impaciencia... El médico consultó con la mirada a los contertulios, y balbució: —Verá usted, don Teodoro. ¡Creo que es un deber de amigo el que usted lo sepa! ¡Para que vea adonde puede llegar una mala lengua! Hizo una pausa y soltó la bomba: •—¡Pues me han dicho que su so- 13 brinita de usted, la hija de su hermano, esa criatura, ese ángel... ¡está en vísperas de ser madre! Y cuando todos esperaban un estallido de furias en el boticario, éste, con un aire de sorprendida ingenuidad, preguntó: —Pero..., ¿otra vez? Don Teodoro era todo un carácter. Juan FERRAGUT. En el palacio de Amiconselz. LOS SALMONETES DEL VIERNES El viernes pasado se celebraba una comida en casa de los duques de Amiconselz, a la que asistieron la Princesa doña Marina, acompañada por su dama la señorita Margara Botijo de Onís, los marqueses de Seisdoble, el general Muelaparda y otios marqueses y condes de menos importancia. A la hora de los pescados, qus eran...—¿cómo se llaman esos pescados sonrosados? ¡Ah sí!—salmonetes, los criados se confundieron, y en vez de empezar por doña Marina—quu era la más indicada para el pescado— empezaron por el ministro de Farmacia, que estaba a su derecha (como si el pescado fuera hígado de bacalao). Se dieron cuenta cuando todos se habían comido lo suyo, y la confusión fue horrible. ¿Cómo, ahora, dar a cada cual el salmonete que le correspondía, y desagraviar a la Princesa? Entonces todas las duquesas sacaron de sus bustos algún alfiler, y algunos maraueses se miraron por las solapas. Y con un carrete que fueron pasando de uno a otro, se hicieron cada uno un anzuelo atado a un hilo. Cada comensal se lo tragó con una miguita de pan, y fue un rato de mucha risa, como en las verbenas. ¡A ver quién sacaba antes su salmonete! Al cuarto de hora escaso, todos habían ofrecido a la persona de su derecha su pescado. Y la comida pudo continuar como si nada. ¿Qué tendrán en el alma estos Amiconselz, alegres como castañuelas en mano de bailarina que no sea sentimental, que en cada fiesta que dan ha de haber algo simpático y divertido, aunque sea imprevisto? PUESTA DE LARGO Ayer se celebró la puesta de largo de la bellísima señorita Purita Lambérter de la Hoz, que cumplía diez y nueve años. Desgraciadamente, cuando salló a la calle los chicos comenzaron a apedrearla, y uno que pasaba le dijo: —Oiga, joven. ¿Se viste usted asi por prescripción facultativa? Y nada, no tuvieron más remedio i la tortilla ha dado la vuelta antes de tiempo. que ponerla otra vez de corto. GUTIÉRREZ ¡4 Pero llegó un dia en que cambió radicalmente de procedimiento. Ataul. Ataúlfo Regúlez había manifesta- fo, por un capricho del azar, había do desde pequeñito una gran afición entrado en posesión de un—según por las cuestiones financieras. A los él—amuleto infalible. A partir de ocho años leía, sin aburrirse, la sec- aquella íeoha hizo jugadas de bolsa ción de cambio y bolsa de los dia- arriesgadísimas, en las cuales, inderios, y a los once, con gran contento fectiblemente, perdía hasta el chalede sus papas, endilgaba a las visitas co. Compraba francos a 25.555, y a una peroración sobre temas tan ame- los dos dí^s dicha moneda se plannos como La estabilización del peso taba graciosamente en 00,001; adparaguayo o Forma de <¡ue li peseta quiría pesos de cualquier nacionalisuba sin cansarse. Las visitas, desde dad, y éstos, seguidamente, emprenluego, se aburrían mucho; pero creían- dían una peligrosa marcha descense obligadas a confesar que aquel ni- dente, que parecía no ir a acabar ño precoz había nacido para triunfar nunca. Pero Ataúlfo confiaba siempre, y se reía en su interior de los en el mundo de las finanzas. que le compadecían. Ataúlfo, pues, se hizo al cabo del La existencia de aquel amuleto lletiempo agente de cambio y bolsa, profesión en la que, con un poquito gó a oídos del elemento financiero de la ciudad, y todos temieron que de suerte, cada peseta vale dos. En los primeros pasos de su carre- Ataúlfo Regiílez les llegase a causar ra el nuevo bolsista se manifestó co- la ruina. Mientras tanto "el hombre mo supersticioso acérrimo. Los mar- de la suerte", como se le empezaba tes, por descontado, no hacía ningu- a llamar en todas partes, seguía na operación. Y en cuanto a los días comprando libras a 29,00 y vendiénrestantes, jugaba, sí; pero con una dolas precipitadamente a 0,15 el par, timidez extraordinaria, pretextando lo cual, por todos conceptos, es lo que no podía hacerlo en grande, por- más terrible que puede pasar a un que carecía del amuleto o mascota agente de cambio y bolsa. Pero él son que debe poseer todo hombre de ne- reía misteriosamente y continuaba confiado en su amuleto, cuya natugocios. EL AMULETO Pero ¿es de tan excelentes resultados? ¡Caballero!... ¡Si supiera usted las veces que he echado yo las muelas con este especifico!-.. raleza, por otra parte, se negaba a descubrir. El amuleto misterioso llegó a crearse una respetable cantidad d« partidarios, los cuales, con fe ciega, hacían idénticas jugadas que Ataúlfo y, por consiguiente, se arruinaban poco a poco como él. Los periódicos empezaron a hablar de aquel amuleto como de algo diaDÓlico; comentaban con calor las jugadas heroicas del hombre de la suerte, diciendo que tal individuo llegaría a hacer suyo todo el dinero de la ciudad, porque el amuleto que poseía era, a no dudar, una cosa muy seria. Varios financieros americanos, conocedores de lo que ocurría, ofrecieron por el amuleto sumas fabulosas; pero Ataúlfo Regúlez, con gesto enigmático, rechazó toda proposición de compra y siguió jugando con ardor y perdiendo con mas ardor todavía... Al fin sucedió lo inevitable: Ataúlfo Regúlez arruinóse totalmente y no tuvo otro recurso que pedir dinero a los amigos; éstos le entregaron cantidades importantes, a cuenta de los futuros resultados del amuleto. en el que todos creían firmemente... Siguió, pues, haciendo jugadas de bolsa peligrosísimas e interviniendo en negocios fantásticos. Perdía cantidades enormes, y la gente seguíale llamando "el hombre de la suerte". Pero hubo un momento en que su deuda llegó a los quince millones y algunos céntimos sueltos... Entonces los acreedores arrugaron el entrecejo y acordaron unánimemente presentar una denuncia contra él en el Juzgado del distrito. El fin que tuvo Ataúlfo fue realmente trágnco: unos terribles jueces de barba y gafas le condenaron a morir en la horca vil, como castigo a sus desfalcos y para que no lo volviera a hacer más. El día de la ejecución subió al patíbulo con paso tranquilo, mientras apretaba en su mano derecha el misterioso amuleto, en el cual confiaba todavía... El verdugo tiró de la cuerda, y Ataúlfo sacó la lengua, como burlándose de él. Al expirar cayó de su mano el famoso amuleto... Este era un papelito amarillo, cortado por una esnuina, en el oue se leía lo siguiente: Compañía General de Tranvías. Precio del recorrido, 0,10. Serie ZTITT. Numero 52525. ¡Señores, qué capicúa! Imls MONTERO. GUTIÉRREZ 15 Goúballzro! Una, Gmosnci.- II'/Que éenger hamúrcü //Dios Ce. am/iarc/f ££ menducp, que fue corredor de " GUTIÉRREZ 16 LAS PROFESIONES Y SUS DRAMAS El pobrecito Juan Manuel Curiosa y entretenida tragedia de los soldados españoles, que al principio conmueve y emociona, pero que al final produce náuseas de espanto. PRIMER EPISODIO EL CAMINO DE LA FUENTE Era una hermosísima tarde de septiembre, en un pueblecillo segoviano. Los pajaritos entonaban esos deliciosos trinos a que tan aficionado era Robinsón Crusoe. En el cielo había una nubecita y doce moscas. Uia gallina, distante, cacareaba satisfecha porque había puesto un huevo. Un hombre, lejos, cantaba también, porque había puesto un "bar" americano. No se veía ningún elefante por los alrededores. ¡Oh, era una tarde encantadora como la lámpara de Aladino!... Al final del caminillo, que partía desde el pueblo, estaba la fuente que había puesto allí el alcalde, en combinación con la casa "Kodak", para que las mozas fueran por agua y para que las señoritas de diez y ocho años hiciesen unas fotografías horrorosas. Les voy a describir a ustedes 13 fuente: "La fuente se componía de un gran, pilón, a uno de cuyos lados había una pilastra, de donde salía un caño que constantemente dejaba caer agua. Al caer ésta, hacía: glu, glu, glu, glu. Los viernes también, solamente que mas bajo." Rosa, la garrida moza, cogía agua con un cántaro, mientras cantaba una bonita jota. L«s voy a describir a ustedes a Rosa: "Rosa era sanísima y un poco gorda. Tenia veintidós afioa y un hermoso corazón. Cuando nació era mucho más baja que ahora." Or.rndo más tranquila estaba cumpliendo su hidráulico y pintoresco menester, apareció Juan Manuel. Ahora les describiré a ustedes a Juan Manuel: "Iba afeitado, pero sin embargo era huérfano. Su carácter era altamente reservado. Cuando estaba constipado decía: "Estoy constipado." No obstante, cuando no lo estaba no lo decía nunca." Como los dos se conocían desde chicos, se saludaron. El no hacerlo hubiese sido imbécil como bañarse en un cenicero. Y sostuvieron este diálogo: EL.—Buenas tardes, Rosa. ELLA.—Hola, Juan Manuel. EL.—¿Cogiendo agua, Rosa? ELLA.—Cogiendo agua, Juan Manuel. Y como Rosa hubiese llenado los dos cántaros, fueron despacio, por la vereda, camino del pueblo. Era una tarde hermosísima de septiembre. Los pajarillos entonaban sus deliciosos trinos. La gallina, distante, cacareaba satisfecha porque había puesto otro huevo... ¡Oh, era una tarde encantadora!... Entonces, Juan Manuel dijo a Rosa: —Pronto me tendré que ir a la guerra, Rosa. —Ya lo sé, Juan Manuel. Siguieron andando. Era una tarde hermosísima de septiembre. Los pajarillos entonaban sus deliciosos trinos. Ahora había dos nubes, pero en cambio se habían ido tres moscas. La gallina no había suelto a poner otro huevo... Juan Manuel cogió una florecilla, la mordió, y después de ponérsela en una oreja inició este diálogo: EL.—Rosa... ELLA.—Juan Manuel... EL.—Rosa... ELLA.—Juan Manuel... EL.—Rosa... ELLA.—Juan Manuel... EL.—Rosa... Dijeron esto durante diez minutos y, al cabo, comprendieron que se amaban, y para demostrárselo se agarraron un dedo y se lo retorcieron terriblemente. Luego se empezaron a dar codazos en el estómago, con tal fuerza, que les producían vahidos. Rosa dijo: —Puesto que nos amamos de esta manera tan definitiva, es preciso avisar a las mozas del pueblo para que canten una hermosa canción. Y mandaron un recado urgente al pueblo, con un labrador que por allí pasaba. A los cinco minutos llegaron treinta y cinco mozas, con setenta cántaros, que preguntaron: —¿Qué pasa? ¿Por qué habéis avisado? -—Es que Juan Manuel se me ha declarado y somos novios. —¿La declaración ha sido al anochecer?—preguntó la Moza 1." consultando un libro. —Sí. A las siete menos cinco. —¿Desde cuándo te quería?—volvió a preguntar. —Desde que jugábamos juntos en la escuela. Hace diez y siete años. —¿;Se queda en el lugar o se va a la guerra? —Se va al Moro. —¿Deja enferma a su madre? —Es huérfano. Al comprender que el boticario se moría del tifus, sin remedio, las mozas se agarraron por la cintura y corearon una hermosa canciónEntonces la Moza 1.*, después de consultar en otro libro, volvióse a sus compañeras y dijo: —Niñas, "el 2". Las mozas se cogieron por la cintura y cantaron lo siguiente: El mozo a la moza dijo que la ama[ba GUTIÉRREZ 17 y muy enternecido habló con pasión: "Me voy a la guerra, pero no te apu[res, que al volver dichosos seremos los dos." Luego se fueron todos reunidos hacia el pueblo, hablando de Godofredo de Buillón. SEGUNDO EPISODIO LA AUSENCIA DEL SOLDADO Fue un idilio tranquilo cual bohío cubano. Había días en que iban a la fuente siete veces, retorciéndose los dedos y dándose codazos en el estómago. Esto, allí y en Holanda, era el campeonato de la felicidad amorosa. Sin embargo, un día riñeron y, como es natural, no tuvieron más remedio que volver a avisar a las nozas para que se pusieran a su alrededor y cantaran una melancólica canción. Cantaron "la 5", esta vez sin can taros, pero cogidas de la mano y haciendo evolucionas. Decía así: El mozo y la moza están disgustados porque la mocica le hace padecer. La moza y el mozo ya no están ale[gres, pues una gran nube hay en su querer. Cuando hicieron las paces, también tuvieron que ir las mozas a cantar la canción "9", El día en q u e j u a n Manuel tuvo necesidad de partir hacia la guerra, que había organizado el Ayuntamien- Como al día siguiente se marchaba al servicio, Juan Manuel cantó una canción emocionante. to para que los mozos dejasen tristes a las mozas y cantaran hermosas canciones, fue el mismo Juan Manuel el que cantó una bonita jota. No obstante, tuvieron que Ir también las mozas a corear la canción. Al marcharse Juan Manuel, las mozas disfrutaron de una corta temporada de descanso. Estaban muy satisfechas y empezaron a engordar. Pero en esto, un señorito del pueblo empezó a rondar a Rosa. Con este motivo, el trabajo de las mozas fue tremendo. Tenían que cantar sentimentales canciones cada vez que ella se negaba a sus requerimientos y cada vez que él insistía. No hubo más remedio que hacer unos cántaros de cartón para que no pesasen tanto como los de barro, y establecer un servicio de ómnibus a la fuente, pues entre el señorito, las cartas de Juan Manuel y los atardeceres, había días que tenían que hacer cerca de quince viajes. Hasta que por fin, el tonto del pueblo (que amaba en secreto a Rosa) tiró al señorito a un pintoresco barranco, y se recibieron noticias de que Juan Manuel regresaba de la guerra coincidiendo con las fiestas del pueblo. Fue un día de júbilo indescriptible que hizo llorar de emoción a todas. Era una hermosísima tarde de julio. TERCER EPISODIO manera de soportar este trabajo. Este año han entablado relaciones amorosas catorce parejas. Hemos tenido que cantar canciones cuando se declararon, cuando riñeron, cuando hicieron las paces y cuando se dieron el primer En vista de que hacía una tarde hermosísima, y que el correo había llegado con retraso, Rosa entonó una canción conmovedora. beso. De estas parejas, seis de loa mozos se han tenido que ir a la guerra. Este trabajo es el más pesado, pues ya sabe usted que además de leer las cartas del ausente, hay que cantar cuando el señorito repugnante ronda a la moza y cuando el tonLA HUELGA FATAL to del pueblo lo tira al barranco. A Se celebraba alegremente la fiesta más, los atardeceres, las fiestas y los del pueblo. Juan Manuel había vuelto paseos a la fuente cuatro veces diacon una cruz y con unas preciosas rias por lo menos. Estamos dispuesbabuchas tangerinas. tas a no trabajar más. Queremos que Lo único que faltaba para dejar se supriman los atardeceres y que se acordada la fecha de la boda es que meta el agua en las casas. Las égloellos cantasen una canción tremenda- gas, para los trovadores venecianos. mente larga, y que luego viniesen las Piensen ustedes que Juan Manuel mozas con los cántaros y cantasen la ha vuelto de la guerra como un hécanción núm. 10. roe, que ya han cantado el dúo y que La canción núm. 10 era imprescin- sólo falta la "canción 10" para que dible, pues decía así: sean felices y dichosos. El mozo y la moza serán ya felices, —Pues no lo hacemos. Nosotras no pues nada en el mundo su dicha le cantamos la "canción 10" ni aunque [empaña, nos regale usted un galletero. y el bravo soldado le dice amoroso: —Entonces es imposible—dijo el "¡Viva mi Rosica y que viva España!" alcalde a los novios—. Sin la "canComo ven ustedes, esta canción no ción 10" no pueden ustedes fijar la había manera de suprimirla. Hacer- flecha de la boda ni ser felices. Es lo, hubiese sido provocar un conflic- una lástima, pero esto no tiene soluto mundial. ción. Juan Manuel y Rosa cantaron el Y entonces Juan Manuel, apesadúo que les correspondía. Pero las dumbrado, se volvió otra vez a la mozas no llegaban, aunque ya las ha- guerra cruel y sanguinaria. bían pasado tres recados. Allí murió... Entonces fue el alcalde en persona Un niño que iba en una bicicleta a buscarlas, acompañado de Rosa, lo atropello, aplastándolo horrorosaJuan Manuel y algunos curiosos. mente. Habló con la Moza 1.* Rosa, al fin mujer, se hizo dacti—¿Qué os pasa?—dijo—. ¿Es que lógrafa. no pensáis cumplir con vuestra obliFue un episodio bastante triste. gación? —'Pasa—chilló la Moza 1.*—que nos Mipruel SANTOS. hemos declarado en huelga. No hay (Ilustraciones de Mihura.) QUTIERREZ iS LAS POR EL CONDE MODAS ENR1CO DI BORSALINO LAS PIELES QUE MÁSASE LLEVAN Y X O M O DEBEN LLEVARSE Atento siempre a servir a su publico y comprendiendo que las ledoras ansian tiempo ha (¡ah, qué J)ien expresado!) una sección dedicada a ellas exclusivamente, GUTIÉBEEZ inaugura hoy esta nueva sección de "Modas", de cuya redacción se ha encargado el elegante hombre de mundo y exquisito modisto italiano Conde Enrico di Borsalino, el cual huyó hace poco de Torino para evitar que le metiesen preso por ofensas dirigidas al vermouth de aquella noble ciudad. Esperamos que el público sabrá agradecer nuestro esfuerzo, y a su be. nevolencia nos encomendamos. LA REDACCIÓN. * * s Las pieles seguirán imperando en la primavera próxima. ¡SI, sí, se lo juro a ustedes, ea! ' ' Se llevarán pieles de todas partes: rusas, canadienses, sudamericanas; también se llevarán pieles de los Alpes y se llevarán pieles de los guardarropas de varios teatros. El reinado de la piel no ha concluído todavía y como a los libros de Cansinos Assens, no se le ve el fin. Desde los primeros albores del mundo las mujeres adoran las pieles y por tenerlas llegan a todo: incluso a quitarse la piel unas a otras. En la cercana "salson" las pieles se llevarán especialmente en forma de guarniciones adornando los cuelíos y las bocamangas de los vestidos _ , , ,„„ de calle. Esta moda vuelve a implantarse rápidamente en todas partes y, sin ir más lejos, yendo de paseo, yo Vi y La criada.—La aue llama a la puerta es la madre de su señora! ¿La abro? El señor—¡¡En canal!! vi ayer cuatro guarniciones en Vicálcontado también con esa dificultad y varo. admite que el bisonte reumático se La piel preferida será, desde luego, sustituya con otras pieles de imitala de bisonte reumático. Es cara y ción: la de maleta de viajante es la rarísima, porque el bisonte es un anique más se usa. mal que no se pone reumático así También en los trajes de baño se como así; pero tales diflicultades no ha introducido la aplicación de las hacen sino avalorar más esa clase de pieles, dándose la preferencia a la pieles. Además, la piel de bisonte tiepiel de foca, a la de perro de aguas y ne la enorme ventaja de ser muy re- a la de bañero de Trouville. Estos sistente, y cuando queda inservible trajes de baño, así guarnecidos, depor habérsele caído el pelo, aun pueben estrenarse en un sitio donde haya de utilizarse para fabricar tamborciplaya, porque cuando los amigos gritos a los niños. Es suave al tacto, tan con alegría: "¡Hay que mojarlo!, puede rizarse con tenacillas y, en ca¡hay que mojarlo!", con echarse al so de apuro, sirve para fabricar bimar de cabeza se les deja satisfechos gotes. en un instante. Otra piel que tiene hoy todas las En los bolsos de mano seguirá llepreferencias de la moda es la de murvándose la piel de cocodrilo, y en los ciélago, pero ofrece la circunstancia niños se llevará mucho la piel del diadesfavorable de que se gasta volando. blo, siempre que sean revoltosos. E 1 abrigo entero empeletado entra p a r a acabar este ligero avance de ahora en la decadencia. Lo ha depre] 0 que será la temporada próxima en ciado la ©norme abundancia de ellos, p u nto a pieles, creemos imprescindiabundancia que nace de la reciente ble dar una fórmula, fácil de hacer, falsificación, ya que en Alemania han p a r a conservar bien las pieles y para comenzado a fabricarse abrigos de limpiar y dejar como nuevas las anpieles hechos c o n cepillos de dientes tiguas: inservibles, prensados y teñidos a va- v l n o d e R i o j a M gr_ p o r d e c u a t r 0 hélices - E s t o s ab"£°s Amoníaco (para quitar el A n e a d o s no resisten un examen _ efecto del vino) 25 minucioso, pues se los descubre en S a , c o m ú n _ 15 «ue e m a n a d e e l l o s u n f u e r t e o l o r a Sal andaluza 5 — Perborol; pero de lejos, entornando _ A g u a q u e n 0 h M de b e b e r _ . 10 ^ s °J° S * mirando para otro lado, v i t r ¡ o l o 5 __ a n e pe &°f ° r a s <>ue t o d a v l a c o W n abrigos de pieles, deben prevenirse. ^ ^ ^ ^ ^ ^ ]levaran guarnicionados los aombre. ^ ^ delica(Ja c o m b i n a c i ó n es l a copa de fieltro y el ala de piel o viceversa, y colocándole una franjita de mosaicos el efecto es ideal. En los trajes, los adornos que la piel consiente son infinitos. Desde luego, lo más lindo es echarse al hombro el bisonte entero; pero esta moda no se ha extendido mucho, porque las cinco o seis francesas que la han adoptado han perecido por agotamiento muscular. Otra de ellas sufrió la dolorosa sorpresa de ver cómo el bisonte salía corriendo por el bouIcvard de los Italianos; pero realmente le sucedió esto porque cometió la imprudencia de colocarse el animal sobre los hombros cuando estaL a s le b a viv0 todavIa - . Vulgarmente la piel de bisonte es POCO asequible, sobre todo para mujeres de la clase inedia. La moda ha Arena de la calle de Cea Beimudez Mójege e n el liqujdo u n 10 - c e p m o y frótense las pieles hasta que se caig a todo el pelo. Entonces cójase el pelo, pegúese sobre una tela fuerte y póngase a secar, V^^^|V II^^VR " • X& fiY<5 ' ' A •""' """ TTO PELO —¿Cómo se llama este pescado? _Rapé. —Bueno. ¡Pues que le corten el pelo al rapé! 19 QUTIERREZ FÜAC CADTCLfí El.—¡Hombre, a propósito! ¿Cuánto tiempo hace que no escribe tu madre? a tiro, ele fusil —Mi mamá tiene mucho gusto en obsequiar a usted con esta botella de vino generoso—¡Muchas gracias! ¿No s a b e s cuánto me dará si le devuelvo el envase? —Yo quisiera saber cuándo me va usted a pagar. —Es verdad. Le debo a usted una respuesta clara. Póngala también en la cuenta. Pile-Méte, París. hondón. Opinión, Londres. ROMANTICISMO —¡ Oh, tú sí que me amas, Roberto! Tú eres el primer hombre que me da un anillo que no me pone negro el dedo.. Le Rirc. P;;ris. —i Qué hace usted? ¡Al agua en seguida! —Espere un poco. Aun no he hecho la digestión. Le Rire, Paris. Ella.—¿Cómo se atreve usted a decir eso?... ¡Todas las mujeres se paivenV! El.—Tiene usted razón... ¡Esto explica que haya tan pocos bigamos! Clabfelloiu. La señora.—Fíjese usted... Puedo escribir mi nombre en el polvo que tiene esta mesa... La criada (llena de admiración).—¡Ah, señora!... ¡Qué bella cosa es la Instrucción!... Byitander. —¿Por qué no vuelves a casa? -—Porque me ha echado mi mujer. —¿Y por qué te ha echado? —Porque no estaba nunca en casa. Goblín, Toronto. —¿Cómo, me niegas veinte francos, a mi... que soy como tú mismo? -•-Precisamente por eso. Me conozco y se1 que no me los devolverlas. Pile Méle, Paris. GUTIÉRREZ 21 } A LOS ESPONTÁNEOS —¡Con qué ahinco trabaja hoy tu marido! ¡Sí; le he dicho que me he comprado un traje y unos zapatos nuevos, y que Clara necesita casarse..., y eso le hace dar con más fuerza a la rueda! Nos es imposible contestar las innumerables cartas que recibimos de nuestros amables colaboradores. No haremos excepción ni con las que vienen con sello para el franqueo. Cuando vean publicado algún trabajo suyo, pueden pasar por nuestra Redacción, a cobrar su importe, cualquier lunes, de seis a ocho. Lustige Kolner Zeilung. EL AJUAR DE CASA El vendedor del coche usado.—¿Qué otra objeción viene usted a hacer ahora V El atormentado comprador.—Nada, que en este maldito coche que me ha vendido usted, todo suena... menos la bocina. (Pasing Show, Londres.) En la exposición. Ferretería y quincalla. Artículos de lim—Va usted a comparecer ante el juez pieza. Baterías de cocina. Inmenso surde instrucción. tido. Precios baratísimos. San Bernardo, 88. —¿De instrucción? ¿Para qué? No sé Teléfono 30.301. leer ni escribir. (Le Iiire, Paris.) —No hacía ni cinco minutos que estaba hablando con tu amigo .Inlinson. cuandn me llamó idiota. —¡Qué extraño! trunca supuse que tardara tanto en tomar esa resolución! (Vikingen, Oslo.) —¡Oh! ¡Si pudiera encontrar la persona que ha pintado este cuadro! —Permítame usted, señora, que me presente yo mismo. Ella (a su marido).—[Qué contenta es—IQué satisfacción! ¿Podría usted detoy porque hayas comprado un aparato cirme el nombre de la modista de mi de radio! Anda; pide que toquen un modelo? charlestón para que bailemos. (Pasing Show, Londres.1 ÍSimplicissimus, Munich.) —¿Qué tal en Marsella? —No me hables; hay un metro de nieve. —¿De espesor o de longitud? i'P¿le Mi'lc. Paris.' —¿Y usted, doctor, cree que las mujeres vivimos más tiempo que los hombres? --Si, señora. Sobre todo las viudas. (Pele-Mele, París.) NUEVOS CONCURSOS Núm. 1. Una vez más nuestro Ilustre jefe, con ese desprendimiento que le caracteriza, lanza por la borda unas peBetejas para que Ingresen en los bolsillos de nuestros gloriosos lectores. Núm. 2. DE Núm. 3. Para ello GUTIÉRREZ ha organizado un par de Concursos que van a dejar en mantillas a los anteriores. PRIMER CONCURSO Se trata de que nuestros lectores. NO ES SECRETO —Quieres dormir con un sueño tranquilo y encantador? —Cena chocolate "La Fortuna"; nada hay mejor. RADIO BRIONES La mejor surtida y más barata; aparatos desde 2,50; auriculares, 3,95. Desengaño, 14. - Teléfono 17410. "GUTIÉRREZ" Núm. 4. con el ojo clínico de que han dado muestra en otras ocasiones, averigüen quiénes son las personas cuya efigie reproducimos en las fotografías adjuntas. Vamos a advertirles, para qutf .22 GUTIÉRREZ no se llamen a engaño, que nuestros retratados han pasado antes por la barbería, donde unos dejaron sus ornamentos capilares y otros se pusieron unos cuantos moños. Pero como se trata de personalidades que en diversas actividades han alcanzado la máxima popularidad, no ha de ser» •difícil reconocerlos y enviarnos sus nombres, valiéndose del cupón que Insertamos. Al que averigüe quiénes son los cuatro fotografiados le sacudiremos, •como quien lava, DOSCIENTAS PESETAS y si son varios los que aciertan, sortearemos entre ellos la aludida y respetable cantidad. SEGUNDO CONCURSO Entre los abundantes papelotes que obran en esta Redacción, existe uno, que reproducimos, imposible de descifrar, al menos para nosotros. Si alguno de ustedes, entre los que hay muchos médicos y boticarios, consigue enviarnos en forma legible y clara el contenido del dichoso papel, GUTIÉRREZ, reconocido al bien que le hace, le abonará otras CUPÓN CONCURSO FOTOGRÁFICO DE "GUTIÉRREZ" LOS RETRATADOS SON: 2 .. 3 .. DOSCIENTAS PESETAS y, si varios nos lo envían, las sortearemos entre tan meritorios peritos caligráficos. Claro que el papel ha de venir acompañado con su cupón coSENAS rrespondiente. El plazo de ambos concursos termina el 15 de mayo próximo, e inmediatamente distribuiremos los pre- Aceites puros de oliva S A L G A D O (S. A.) mios ofrecidos. Madrid = Sevilla =:=Teléfono 55-131 ='•" Pida usted en la farmacia, si es que le quiere purgar, "Pruny", laxante y purgante, como no existe otro igual. 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Son, por su intensidad dramática, su interés no» velesco y su penetración psicológica, dos obras maestras del famoso autor, de EL NEGRO QUE TENIA EL ALMA BLANCA y LA MUJER EL TORERO Y EL TORO «: LA MUJER QUE NECESITA AMAR y LA MUJER QUE AGOTO EL AMOR := Acaban de ser lujosamente reeditadas (40.000 ejemplares) por RIVADENEYRA EJEMPLAR CINCO PESETAS -Y este cuadro, ¿qué representa? -No me acuerdo, ¡hace más de tres años que lo pinté!