1- En el corazón de la familia … María

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MES DE MAYO
5 días, 5 minutos
5 minutos en el corazón de María
Este momento de oración se propone como un acto que se puede celebrar, durante una
semana, de manera conjunta y voluntaria en el momento del recreo u otro que se crea
oportuno. En todo caso no es un material para todos los profesores y las clases.
De todo el material que se aporta se puede seleccionar aquello que creamos más
conveniente o que se adapte a los diferentes cursos.
1- En el corazón de la familia … María
Saludo:
Queridos amigos:
Hoy, queremos poner ante nuestra Madre a cada una de nuestras
familias y pedir por todas las familias del mundo.
Un gran corazón preside esta oración. Con él queremos significar a la
familia y más en concreto a la de cada uno.
La familia es: el Corazón de la sociedad… pequeña iglesia… cuna de
la vida y el amor… En ella aprendemos a amar y rezar, a reír y vivir, a
ser personas felices.
Pidamos a Jesús, por medio de María, que todas las familias sean corazones unidos hacia Dios.
Canto:
LECTURA BÍBLICA:
Escuchemos ahora, con atención, la Palabra de Dios que nos presenta a la familia de Nazaret con sus
alegrías y dificultades. Que esta Palabra de Dios nos sirva de orientación para nuestra vida.
Lectura del Evangelio según San Lucas (2, 41-52)
Ofrendas:
1. Madre, esta LUZ quiere indicarnos todos los intentos por iluminar nuestro mundo desde los
valores aprendidos en casa. Esta luz ilumina al mundo con la honradez frente a la corrupción.
Esta luz ilumina al mundo con la generosidad frente al egoísmo. Esta luz ilumina al mundo con la
verdad frente a la mentira. Esta luz ilumina al mundo con la paz frente al odio y la guerra.
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2. Inmaculada, estas FLORES nos invitan a recordar el buen aroma que dejan en la vida todos los
gestos y detalles aprendidos unas veces, donados otras, a nuestros hogares. De aquí se escapa
la fragancia de un “te quiero”, la dulzura de un beso, la frescura de una sonrisa, el mensaje de
una lágrima y el altruismo de una mano abierta y tendida siempre al más débil.
Oración final:
Señor Jesús, Tú viviste en una familia feliz. Haz de todas nuestras familias, hogares cálidos y dichosos.
Venga la tranquilidad a todos sus miembros. La serenidad a nuestros nervios, la alegría a nuestros
rostros, la salud a nuestros cuerpos.
Que los hijos sean y se sientan amados. Que se alejen de ellos para siempre la ingratitud y el egoísmo.
Inunda, Señor, el corazón de los padres de paciencia, comprensión y una generosidad sin límites.
Coloca en todos los miembros de la familia un corazón grande para amar y perdonar, para comprender y
disculpar, para sostener y ayudar.
Danos el pan de cada día y con él todo lo que necesitamos para ser felices. Aleja de nosotros el afán de
exhibir, brillar y aparentar. Líbranos de las ambiciones que inquietan y roban la tranquilidad.
Y a nosotros y a todas las familias, danos alegría, confianza, unidad y paz. Te lo pedimos a Ti, que fuiste
un hijo feliz en el hogar de Nazaret junto a María y José.
Canto:
2- María corazón joven
Saludo: Amigos: hay una palabra que nos llega siempre honda, es la palabra
Madre. En los momentos de duda, de incertidumbre y de dolor, la
pronunciamos convencidos de su importancia y valía. Aunque el ruido y la
inquietud nos presionen, su mensaje de paz llena nuestras vidas. Pero hay una
madre que debe estar siempre a nuestro lado. Es María, la Madre de todos. En
esta edad tan decisiva de nuestra vida nos hace falta la Virgen María. Junto a
Ella vamos a decirle que sea importante para cada uno de nosotros, jóvenes,
niños.
Canto:
Lectura del libro de Judit. (15, 10-12)
Y habiendo salido a recibirla, todos a una la bendijeron, diciendo:
-
Tú eres la gloria de Jerusalén, tú la alegría de Israel, tú la honra de nuestra nación. Porque te
has portado con varonil esfuerzo y has tenido un corazón constante; porque has amado la
virginidad y no has conocido otro varón que a tu marido. Por eso también la mano del Señor te
ha confortado y por lo mismo serás bendita para siempre.
Y respondió todo el pueblo: ¡Así sea, así sea! Palabra de Dios.
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Oración de los fieles:
Pidamos al Señor que escuche la oración de los jóvenes que, a ejemplo de María, quieren llenarse de
Dios:
1. Por la Iglesia: para que se conserve siempre joven y dinámica en la extensión del Reino de
Cristo. Roguemos al Señor.
2. Por los gobernantes de las naciones: para que respeten las inquietudes sanas de los jóvenes y
los apoyen en sus buenos deseos de hacer un mundo mejor. Roguemos al Señor.
3. Por la juventud: para que Dios le conceda fuerzas y responsabilidad en la misión que tiene que
cumplir. Roguemos al Señor.
4. Por los jóvenes que viven una vida sin ilusión: para que comprendan y busquen la verdadera
fuerza de la alegría. Roguemos al Señor.
5. Por todos los que estamos aquí reunidos: para que nuestra alegría sea un estímulo en todos los
que nos rodean. Roguemos al Señor.
Oración final:
Que no perdamos, Señor, nunca la alegría; que no apaguemos la fe en nuestro camino hacia Ti; que
nos entreguemos generosos al bien de nuestros hermanos los hombres, para que con tu ayuda
hagamos un mundo mejor donde reine el amor, la justicia y la verdadera alegría de hijos de Dios.
Canto:
3- María corazón de peregrina
Saludo:
En nuestra oración tomaremos los símbolos del peregrino. Ser
peregrino hoy en la fe supone prepararse como lo hizo María, dejar
a un lado muchas cosas que estorban y molestan, armarse de valor
para emprender esta aventura y ser generosos siempre con todos
aquellos que nos encontramos por el camino.
Canto:
Símbolos:
Nuestro primer símbolo quiere centrarse en lo que primero pensamos: la MOCHILA. La mochila es muy
típica de los montañeros, de los que emprenden un camino y quieren que sus posesiones estén junto a
él. Cuántas veces nos sentimos mochila, temiendo no encontrar una mano amiga en el camino cuando
la hemos cargado de cosas poco necesarias. Los gestos que han enturbiado nuestras relaciones con
Dios, nuestro trato con los amigos, padres, profesores… estas mochilas pesan para el camino, impiden
ir ligeros y descansados, por eso, hemos de ir vaciando nuestra mochila e ir dejando aquello que nos
pesa y nos dificulta avanzar en el camino de la vida, en el camino de la fe.
El BASTÓN es fundamental para el peregrino. Nosotros peregrinos de la fe en este mundo, unidos a la
madre buena, queremos avanzar en nuestro propósito animados por la Palabra de Dios. Su Palabra es
alentadora en los momentos más difíciles, reconfortante en los menos. Cualquier peregrino que desee
emprender el camino de la fe, nunca puede olvidar que Dios nos acompaña en esta hazaña. Para
nosotros, los peregrinos de la fe, como María peregrina, proclamamos la Palabra de nuestro Dios y la
asumimos como proyecto de vida.
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PALABRA DE DIOS:
María es uno de los primeros ejemplos de peregrina que no se deja seducir por las tentaciones que
pueden surgir a lo largo del camino.
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas. (1, 39-45)
Unos días después, María se puso en camino y fue a toda prisa a la sierra, a un pueblo de Judea; entró
en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto oyó Isabel el saludo de María, la criatura dio un salto
en su vientre. Llena de espíritu Santo, dijo Isabel a voz en grito:
-¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre
de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Y ¡dichosa
tú, que has creído! Porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.
Palabra de Dios.
Peticiones:
Dirijámonos a Dios, por intercesión de María, para que en nuestro caminar de la fe sintamos su
compañía materna y la fortaleza siempre grande del Padre:
1. Santa María peregrina de la fe, ayúdanos a superar los momentos de crisis en este mundo en el
que la fe puede llegar a perder el verdadero sentido. Santa María del camino… ruega por
nosotros.
2. Santa María de la Búsqueda, ayúdanos a descubrir lo que tu Hijo quiere de cada uno de
nosotros y así lleguemos a ser felices cumpliendo tu voluntad. Santa María… ruega por
nosotros.
3. Santa María, del “Sí”, ayuda a nuestros profesores para que sigan mostrándose generosos en su
trabajo de la educación y sin desánimo caminen con nosotros como compañeros de camino.
Santa María… ruega por nosotros.
4. Santa María Madre, ayuda a todos los que no saben valorar la vida, los que producen las
guerras, los abortos, las muertes, para que descubran el don que hemos recibido todos de Dios.
Santa María… ruega por nosotros.
Oración final:
No nos has dejado solos, Señor, no. Eres un Dios compañero. Eres un Dios cercano. Y eres un Dios
que te escapas de las manos. Dios insobornable, Dios escurridizo, Dios inatrapable. Todo comenzó
antes de un Sí. Todo comenzó en el corazón de Dios. Todo comenzó en un derroche de amor.
Todo se hizo posible por un Sí. Todo será posible por un Sí. Todo es una cadena de “SÍES”.
Acampó entre nosotros y ya somos, desde entonces, los compañeros de un Dios-hombre, los
compañeros de Dios, los visitados por Dios.
Acampó entre nosotros. Y sigue acampando en el corazón de los sencillos, en el corazón de los
hombres y de las mujeres que, como María, saben tener el corazón abierto.
Acampó entre nosotros en la sencillez de una Virgen que supo decir Sí, y nos enseña a vivir diciendo Sí
a Dios.
Canto:
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4- María corazón de Madre y Mujer
Saludo:
María, hemos venido todos con el corazón abierto y disponible
para aceptar cuanto nos pidas. Abre nuestros ojos a la Luz y
que Dios entre como a pleno sol. Despójanos de la soberbia y
el orgullo, de la pereza y la envidia. Danos un corazón nuevo
como el tuyo. Llénanos de Dios, de Dios sólo. Descúbrenos el
camino para llegar a Él, sólo a Él. Allánanos la senda.
Que nuestro andar sea ligero, como el tuyo. Que vayamos
detrás de tus pasos para no perdernos.
En esta oración queremos tener presente a todas las madres y mujeres del mundo: de todos los
continentes, de todas las razas, de todas las culturas, de todas las religiones.
Que nuestra oración sea un canto de alabanza a Dios por María por el gran regalo de la mujer, de
nuestra madre, de nuestra amiga.
Tengamos presentes a todas las mujeres que sufren las desigualdades y las injusticias, los malos tratos
y la indiferencia.
Santa María Inmaculada, ayúdanos a todos en esta oración y ruega por nosotros a tu Hijo, Camino,
Verdad y Vida del mundo y de la Iglesia.
Canto:
LECTURA BÍBLICA
La Palabra de Dios nos acompaña como voz interpelante en nuestro camino. Ella ha de ir guiando
nuestra andadura en el descubrimiento de lo que Dios quiere de cada uno de nosotros. Acojamos con
humildad su palabra y escuchemos con atención su mensaje de salvación.
Lectura del Evangelio según San Lucas (1, 39-56).
Unos días después María se puso en camino y fue a toda prisa a la sierra, a un pueblo de Judea; entró
en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto oyó el saludo de María, la criatura dio un salto en su
vientre. Llena de Espíritu Santo, dijo Isabel a voz en grito:
-¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre
de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Y ¡dichosa
tú, que has creído! Porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.
Entonces dijo María:
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvación, porque se ha fijado
en su humilde esclava.
Pues mira, desde ahora me felicitarán todas las generaciones porque el Poderoso ha hecho tanto por
mí; él es santo y su misericordia llega a sus fieles generación tras generación.
Su brazo interviene con fuerza, desbarata del trono a los poderosos y exalta a los humildes, a los
hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide de vacío.
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Auxilia a Israel, su siervo, acordándose, como lo había prometido a nuestros padres, de la misericordia
a favor de Abrahán y su descendencia, por siempre.
María se quedó con ella tres meses y después volvió a su casa.
Palabra de Dios.
Reflexión:
(Mientras se hace la reflexión se puede proyectar un power-point de mujeres de distintas razas, siempre
acompañadas con una música de fondo relacionada con sus culturas si es posible).
1. La mujer de hoy y de siempre: y como modelo de todas las mujeres, en su condición de mujer y
de madre, María. De un lugar donde el papel social de la mujer era nulo muchas veces. A pesar
de todo, el Evangelio nos la muestra como una mujer íntegra, constante, consciente de su
misión. De Belén a Jerusalén, pasando por Nazaret y Caná, acompañó a su Hijo como su
primera discípula; su presencia en la primera comunidad cristiana lo confirma.
La experiencia de ser mujer es única. La grandeza de ir descubriendo el lugar más apropiado de la
mujer en la sociedad es tarea de todos. Es María también quien nos enseña a descubrir la importancia
de la feminidad. No podemos desvincular la condición de mujer de la de ser madre. Por eso, este acto
de oración es también un acto de generosidad, de agradecimiento a todas aquellas mujeres que
teniendo como modelo a María, luchan por la igualdad y el respeto de los derechos humanos. Es un
homenaje a todas esas mujeres que viven muy cerca de nosotros, principalmente nuestras madres.
Esas mujeres que viven calladamente su vida diaria sin más complicaciones. Esas mujeres que han
sabido y entienden de entrega y generosidad, de amor y sacrificio. Que nuestro agradecimiento llegue
hasta ellas y nuestra oración sea oída por María para que a ejemplo de ella, todas sepan asumir su
papel en la historia de la humanidad y de la salvación.
Oración final:
Todos juntos nos dirigimos a María con la siguiente oración.
Santa María, modelo de mujer y madre, Santa María, madre nuestra, acompaña nuestro esfuerzo por
construir un mundo más justo y solidario.
Bajo tu amparo nos acogemos, Madre. Pon fortaleza en nuestras vidas débiles. Ven con nosotros al
caminar, Santa María del camino.
Tú, la mujer servicial, atenta siempre a los demás, líbranos de nuestros egoísmos; líbranos de hacer un
mundo donde unos esclavicen a otros.
Dichosa tú, porque has creído. Dichosa tú, porque no perdiste la esperanza. Dichosa tú, porque
escuchaste la Palabra y la “hiciste carne” con tu amor. Santa María, Madre de Dios, acompáñanos a lo
largo del camino.
Canción: “Madre de los pobres”.
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5- María de corazón sincero
Saludo: Las dos virtudes fundamentales que Jesús pedía a los que
pretendían seguirle y ser discípulos suyos eran la caridad y la
sinceridad. Él, en su vida y en su doctrina, se manifestó como
amante de la sinceridad. Todo lo perdonó y disculpó menos la
hipocresía y la falsedad de los fariseos. Y es que la sinceridad en la
vida es la transparencia de la persona buena. María nos da hoy un
ejemplo de sinceridad y sencillez. Aprendamos su lección.
Canto:
LECTURA BÍBLICA
Una manera de ser insinceros es el aparentar lo que no se es, o el querer enseñar al ignorante sin
comprometernos con su ignorancia. Es fácil enseñar y no cumplir lo que se enseña. Una vez más Jesús
se enfrenta con los maestros que dicen y no hacen.
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo. (23, 1-12)
Entonces Jesús habló a las muchedumbres y a sus discípulos, diciendo: - En la cátedra de Moisés se
han sentado los escribas y fariseos. Haced, pues, y guardad lo que os digan, pero no los imitéis en las
obras, porque ellos dicen y no hacen. Atan pesadas cargas y las ponen sobre las espaldas de los
hombres, pero ellos ni con un dedo hacen por moverlas. Todas sus obras las hacen para ser vistos de
los hombres. Ensanchan sus filacterias y alargan sus flecos; gustan de los primeros puestos en los
banquetes y de las primeras sillas en las sinagogas, y de los saludos en las plazas y de ser llamados
por los hombres rabbí. Pero vosotros no os hagáis llamar rabbí, porque uno sólo es vuestro maestro y
todos vosotros sois hermanos. Ni llaméis padre a nadie sobre la tierra, porque sólo es vuestro Padre, el
que está en los cielos. No os hagáis llamar doctores, porque uno solo es vuestro Doctor, el Mesías. El
más grande de vosotros, sea vuestro servidor. El que se ensalce será humillado, y el que se humilla
será ensalzado.
Palabra de Dios.
Reflexión:
La humildad es una virtud auténticamente cristiana, casi desconocida para los moralistas que
precedieron a Jesús. La sinceridad y la humildad arrancan de Jesús, el Hijo de Dios, que “se anonadó a
sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres y se abatió a sí mismo hecho
obediente hasta la cruz”.
De ahí por qué María, la mujer inteligente y noble, tenía que ser forzosamente humilde. Sin complejos ni
taras. Ella, como nadie, conocía la verdad y la amaba. Adoraba la pequeñez de su nada y reconocía la
grandeza de Dios. Fue también sencilla, natural. María nos enseña la gran lección de la sencillez y de la
humildad para conquistar el corazón de Dios.
Oración de los fieles:
Pidamos al Señor, que se hizo humilde y sencillo por nosotros, que nos conceda estas virtudes:
1. Por la Iglesia, para que nos enseñe a vivir en humildad y sencillez de corazón. Roguemos al
Señor.
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2. Por los que dedican su vida al estudio, para que la soberbia no ciegue sus inteligencias y sus
corazones. Roguemos al Señor.
3. Por los cristianos, para que sepamos vivir nuestra fe con sencillez y con responsabilidad.
Roguemos al Señor.
4. Por todos nosotros, para que nuestra vida cristiana sea siempre testimonio de la fe que
profesamos. Roguemos al Señor.
Canto:
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