44 Marcadores serológicos de enfer enfermedad medad celiaca E. Donat Aliaga, B. Polo Miquel, C. Ribes-Koninckx Servicio de Gastroenterología. Hospital Infantil «La Fe». Valencia Resumen ACTA PEDIATRICA ESPAÑOLA, Vol. 61, N.o 1, 2003 Nutrición infantil 24 La enfermedad celiaca (EC) se define como una intolerancia permanente al gluten, cuyo diagnóstico es la biopsia intestinal. Hoy en día, los marcadores serológicos (anticuerpos antigliadina, anticuerpos antiendomisio, anticuerpos antitransglutaminasa) se están utilizando en el diagnóstico precoz cuando existe una sospecha clínica y en las formas oligosintomáticas. Asimismo, en los grupos de riesgo, los marcadores serológicos también se emplean para el cribado de estos enfermos en estado asintomático. Sin embargo, ningún marcador serológico tiene el 100% de sensibilidad ni el 100% de especificidad para el diagnóstico de EC, por lo que la biopsia intestinal debe realizarse independientemente de estos marcadores. De la misma forma, los marcadores serológicos permiten la monitorización de la dieta en estos pacientes, tanto para la vigilancia del correcto cumplimiento de la alimentación exenta de gluten como para valorar la respuesta tras su reintroducción programada (provocación). En el presente artículo se revisan las características y la eficacia de los principales marcadores y se establecen recomendaciones para su utilización. Palabras clave: Enfermedad celiaca, anticuerpos antigliadina, anticuerpos antiendomisio, anticuerpos antitransglutaminasa Summary Coeliac disease (CD) is defined as a permanent intolerance to gluten, the diagnosis requiring performing at least one small intestinal biopsy. Nowadays, the serological tests (antigliadin antibodies, antiendomysial antibodies, antibodies to tissue transglutaminase), are being used for the early diagnosis of CD when there is a clinical suspicion and in the oligosymptomatic forms too. In the same way, the serological tests are also used in the screening of the at risks groups and the asymptomatic individuals. Nevertheless, no serological test displays a 100% sensitivity nor specificity for CD diagnosis; therefore an intestinal biopsy must be performed independently of the results of the serological tests toasses enteropathy. These tests are also useful in monitoring both compliance to a gluten free diet and response to gluten challenge. In this report, characteristics and efficieny of the main serological tests are being reviewed and indications for there application are being established. Key words: Coeliac disease, antigliadin antibodies, antiendomysial antibodies, antibodies to tissue transglutaminase (Acta Pediatr Esp 2003; 61: 24-32) Introducción La enfermedad celiaca (EC) se define como una intolerancia permanente al gluten, y más concretamente a su fracción proteica, la gliadina, así como a las proteínas análogas del centeno, la avena y la cebada1, 2. La toxicidad de la avena está en revisión en los últimos años3, 4. El consumo de estas proteínas conduce, en individuos con una cierta predisposición genética (HLA DQ2 y HLA DQ8, entre otros marcadores), a una atrofia de las vellosidades y a una hiperplasia de las criptas yeyunales1, 2, 5. La prevalencia de la EC en los países europeos, en general, está entre 1:2.500 y 1:1.000 individuos6; en la comunidad valenciana se estimó, en el contexto de un estudio multicéntrico europeo, una incidencia de entre 1:2.000 y 1:2.500 recién nacidos7. Estudios recientes prospectivos de cribado en población sana, presentan, sin embargo, prevalencias mucho más elevadas, como 1:300 hasta 1:1408, 9. La forma clínica clásica de presentación con pérdida de peso, diarrea y distensión abdominal, en el momento actual sólo representa del 30 al 40% del espectro total de individuos sensibles al gluten, observándose formas de menor expresividad clínica oligo y monosintomáticas o incluso formas silentes, así como situaciones denominadas EC latente y EC potencial11-13. Todo este espectro clínico quedaría englobado en el término acuñado en los últimos años como condición celiaca14-17. Por ello, el número de casos diagnosticados de EC es con frecuencia muy inferior al real. 45 Neoplasia Otras complicaciones Interés Dx precoz Amplio espectro clínico • Formas atípicas • EC latentes/silentes Métodos de detección Marcadores serológicos Selección de pacientes para BI Figura 1. Utilidad de los marcadores serológicos en el diagnóstico de la enfermedad celiaca Tabla 1 Según los criterios de la ESPGHAN, el diagnóstico de EC se basa en los hallazgos histológicos característicos de la mucosa intestinal, lo que requiere la realización de al menos una biopsia intestinal (BI)18, 19. Actualmente, la evidencia de formas de presentación clínica oligosintomáticas obliga a buscar marcadores analíticos que apoyen la indicación de biopsia, investigándose principalmente marcadores séricos y genes de riesgo (figura 1). Entre los primeros destacaron inicialmente los anticuerpos antigliadina (AAG) clase IgA e IgG, y los anticuerpos antiendomisio (AAE) clase IgA, y en los últimos años, los anticuerpos antitransglutaminasa de clase IgA (TGt). La morbilidad tanto neoplásica20, 21 como no neoplásica22-24 (osteoporosis, osteopenia, infertilidad, enfermedades autoinmunes) asociadas con la enfermedad celiaca no tratada, y cuyo riesgo disminuiría sensiblemente en los celiacos que siguen una dieta estricta sin gluten, ha motivado un interés creciente por el cribado precoz de la enfermedad. Por ello, en los últimos años el interés se ha centrado especialmente en la identificación de individuos con riesgo de presentar EC, creando programas de escrutinio entre estos grupos, como son los familiares de primer grado de los pacientes celiacos, individuos con síndrome de Down, pacientes con diabetes mellitus tipo 1, etc.; así como pacientes con anemia ferropénica refractaria al tratamiento, hipertransaminasemia, alteraciones del esmalte dental, etc.12, 25-29. La determinación de los antígenos de histocompatibilidad (HLA), y más específicamente la presencia de los antígenos DQ2 o los DQ8, puede ocasionalmente establecer un criterio mayor de riesgo y obligar a un seguimiento exhaustivo de estos pacientes; sin embargo, estos antígenos también se encuentran en un porcentaje de la población general no celiaca. El 95% de los pacientes celiacos son DQ2, pero sólo el 2% de los individuos DQ2 desarrolla una EC1, 5. La EC puede desarrollarse a cualquier edad de la vida, desconociéndose cuáles son los factores ambientales que actúan como desencadenantes, por lo que en el momento de definir un programa de diagnóstico precoz, lo difícil es establecer cuándo hay que iniciarlo, a qué edad, con qué frecuencia, en qué poblaciones y durante cuánto tiempo. Principales marcadores serológicos Ya en la década de 1960-1970 se demostró, en enfermos celiacos, la existencia de anticuerpos séricos circulantes que disminuían tras instaurar una dieta exenta de gluten: los anticuerpos antigliadina. En la década de los ochenta se estableció la asociación entre EC activa y la presencia de anticuerpos dirigidos frente a distintos antígenos tisulares, son los llamados marcadores tisulares (tabla 1). Anticuerpos antigliadina30-33 Son anticuerpos dirigidos contra las distintas subfracciones de la gliadina. Aunque con Principales marcadores serológicos de enfermedad celiaca Ventajas Inconvenientes – Baja especificidad AAG – – – – AAE – Alta rentabilidad diagnóstica – Objetivable – IFI – No automatización – Coste económico medio/alto – Coste económico medio TGt – – – – ELISA Automatización Semicuantitativa Bajo coste ELISA Automatización Semicuantitativa Alta rentabilidad diagnóstica MARCADORES SEROLOGICOS DE ENFERMEDAD CELIACA Morbilidad EC no Dx 25 Tabla 2 menor frecuencia, también están elevados en otras enfermedades, por tanto, no se les puede atribuir un papel primario en la patogénesis de la EC. Pueden encontrarse elevados, por ejemplo, en enfermedades gastrointestinales como la enfermedad de Crohn30, las intolerancias alimentarias, los síndromes de malabsorción, etc., y en la enfermedad no gastrointestinal, como el eccema atópico, el pénfigo y el penfigoide, el síndrome de Sjögren, la artritis reumatoide, etc. Su presencia indica sensibilización al gluten, pero no necesariamente enteropatía. La concentración de AAG no está homogéneamente distribuida; cambia con la edad y está influida por factores genéticos30, 31. Para su determinación se han utilizado una gran diversidad de métodos, tanto comerciales como no comercializados propios de cada laboratorio, pero los más extendidos en su uso y los más fiables son los métodos de enzimoinmunoanálisis (ELISA). La determinación mediante ELISA presenta la ventaja de que estos métodos son sencillos, baratos y evidenciables30. El hecho de que se obtengan resultados semicuantitativos con una sola determinación es una ventaja adicional dado que permite efectuar un seguimiento dinámico de este marcador a lo largo del tiempo y en función de los cambios dietéticos que se realicen. Los AAG séricos son predominantemente de clase IgA e IgG; los IgM son de escasa utilidad por su baja sensibilidad y especificidad. Los IgG son de mayor sensibilidad, pero muy poco específicos, con un alto porcentaje de valores elevados en individuos no celiacos (falsos positivos). Los de clase IgA son los de mayor especificidad, correlacionándose mejor con la presencia de enteropatía30-33. En general, existe una gran variabilidad en la eficacia de los AAG, dependiendo de los tests empleados, de la población estudiada, así como del valor de corte o de referencia seleccionado. La diversidad de preparaciones antigénicas y la falta de uniformidad en la expresión de los resultados dificulta la Tabla 3 ACTA PEDIATRICA ESPAÑOLA, Vol. 61, N.o 1, 2003 46 Sensibilidad y especificidad AAG y AAE IgA según los distintos centros participantes en el estudio. (Grupo de trabajo de la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica, 1996-1998) Rango Media (%) corregida* (%) Sensibilidad AAG-IgA Especificidad AAG-IgA Sensibilidad AAE-IgA Especificidad AAE-IgA 90 26-100 80 78–100 95 44-100 93 *Se excluyen los valores extremos y los déficit de IgA. comparación entre los diferentes estudios y grupos de investigación. Esta falta de estandarización es común para todos los marcadores serológicos. En 1996 se llevó a cabo un estudio multicéntrico nacional por el Grupo de Trabajo de la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (SEGHNP, 1996-1998); en él participaron 25 hospitales, que aportaron información retrospectiva sobre un total de 1.746 biopsias realizadas en el mismo número de pacientes con fines diagnósticos. La sensibilidad corregida (excluyendo los valores extremos) obtenida en dicho estudio para los AAG-IgA era del 90% y la especificidad del 80% (tabla 2). En nuestra experiencia, desde el año 1984, con un método propio que utiliza como antígeno un preparado propio de alfagliadina, y con valores de referencia establecidos en nuestra población, obtuvimos una sensibilidad entorno al 96% y una especificidad entorno al 86%, en pacientes con enfermedad digestiva (tabla 3). La especificidad para los AAG, tanto en nuestra experiencia como en Eficacia de los AAG según distintos autores Autor Año Savilahti 1983 Ribes (+) Bürgin Wolf Devie (*) Chan Grodzinsky Ribes (**) Ribes (+) N.º de EC N.º de controles 1986 1989 1994 1994 1995 1996 19 (<2a) 13 (>2a) 19 331 75 10 27 84 36 103 255 77 213 70 73 2001 50 53 IgA-AAG S E 100 55 100 89 92 78 89 96 (<3a) 89 (>3a) 96% <16a – – 95 96 95 98 83 88 (<3a) 83 (>3a) 86 <16a (a) años; (*) incluye adultos; (+) método propio (ref. 30); (**) Método comercial: Pharmacia CAP System Gliadina IgA/IgG FEIA; incluye adultos. 26 73-96 S IgG-AAG E 100 – 64 – – – 100 83 71 86 90 84 – – 93 (<3a) 85 (<3a) 88 (>3a) 83 (<3a) – – Tabla 4 47 Especificidad de los AAG-IgA en distintos grupos clínicos clasificados en función de la sintomatología clínica referida y su pertenencia o no a alguno de los grupos de riesgo Motivo de la biopsia intestinal Sintomatología digestiva Varios+ Sintomatología digestiva+ (cribado) Factor de riesgo* N.º de casos N.º de AAG-IgA positivos Especificidad 65 14 78% 40 16 60% 31 3 90% +Clínica la de otros grupos, disminuye al investigar población de familiares o de individuos con alteraciones inmunológicas (síndrome de Down, enfermedades autoinmunes), sin manifestaciones digestivas. La especificidad, sin embargo, se incrementa al analizar pacientes pertenecientes a algunas de las poblaciones de riesgo, que, además, presentan clínica digestiva (diarrea, distensión abdominal, etc.) o nutricional (tabla 4). Marcadores tisulares Posteriormente al descubrimiento de los AAG, se pusieron en evidencia, en los pacientes celiacos no tratados, otras respuestas humorales cuya detección requiere la utilización de un sustrato tisular. Se han evaluado por métodos de inmunofluorescencia indirecta (IFI). Son los anticuerpos antirreticulina (AAR), los anticuerpos antiyeyuno humano (AAY) y los anticuerpos antiendomisio. Los AAR fueron descritos por primera vez por Seah y cols., quienes los determinaron sobre riñón, estómago e hígado de roedor, mediante IFI. Se ha demostrado que el patrón específico AAR1 identifica los mismos anticuerpos que los AAE, frente a sustratos antigénicos distintos34. Sin embargo, su sensibilidad y especificidad son más bajas que las de otros marcadores y su utilidad práctica es limitada; su principal problema radica en la lectura o la interpretación. Grupos como el de Mäkki, con amplia experiencia, obtienen resultados de sensibilidad y especificidad similar a los AAE34. Los AAY se observan en secciones de yeyuno humano; son idénticos a los AAE, ya que al incubar los sueros con esófago de mono se absorben los AAY y al incubar los sueros con yeyuno humano se elimina la presencia de AAE. No aportan ninguna información adicional en la determinación de los AAR y de los AAE. Los AAE fueron descritos por primera vez por Chorzelski y cols. tras ser inicialmente identificados en pacientes con dermatitis herpetiforme35. Dirigidos contra la sustancia intermiofibrilar del músculo liso (endomisio), no reaccionan contra otros órganos como riñón o hígado. Se determinan por métodos de IFI sobre sección de esófago de mono o de cordón umbilical36-38, usando diluciones seriadas de los sueros, con objeto de tener una valoración semicuantitativa, lo que encarece su determinación (tabla 1). Los anticuerpos son preferentemente de clase IgA. Uno de los parámetros directamente relacionados con la eficacia del método es la dilución de corte, es decir, la dilución a partir de la cual se establece un resultado como positivo; la selección de la dilución 1/2,5 para el corte se asociaría con una menor especificidad40, y la dilución 1/10, con menor sensibilidad. En la tabla 5 se muestran resultados de sensibilidad y especificidad referidos por distintos autores y, en general, ambos parámetros son superiores al 90%. La especificidad suele ser discretamente inferior en adultos en comparación con la población pediátrica. La sensibilidad varía según los grupos de población y edad, y su sensibilidad es menor que la de los AAG en menores de 2 años y adolescentes, y similar o superior a los AAG en los otros grupos de edad32, 40. En el estudio multicéntrico español comentado anteriormente, se alcanza una sensibilidad media del 95%, con una especificidad media del 93% (tabla 2). Además, los AAE se relacionan más estrechamente con la lesión de la mucosa en los pacientes celiacos que los AAG y, por ello, su sensibilidad es menor en pacientes con lesión intestinal de menor gravedad; Rostami y cols., en un estudio realizado en adultos, encuentran que sólo 1 de cada 6 individuos celiacos no tratados, con atrofia parcial vellositaria, presentaban AAE positivos. Existe pues un riesgo real de infradiagnóstico en aquellos pacientes con lesión vellositaria leve-moderada si sólo se utiliza la determinación de AAE como parámetro de cribado previo a la indicación de biopsia intestinal39. Ac antitransglutaminasa40-48 Recientemente, Dietrich y cols. han identificado la transglutaminasa tisular (TGt) como el autoantígeno de la enfermedad celiaca, lo que ha propiciado el desarrollo de distintos métodos ELISA que permiten determinar la MARCADORES SEROLOGICOS DE ENFERMEDAD CELIACA «no» digestiva (talla corta, etc.) o cribado positivo (AAG-IgA+); *sintomatología digestiva + otro factor de riesgo (síndrome de Down, familiar en primer grado de enfermedad celiaca. DMID, anemia). 27 Tabla 6 Tabla 5 48 Eficacia de los AAE según distintos autores Autor Año N.º de EC Controles S E Dilución de corte Rossi 1998 26 90 100% 100% 1/2,5 Calabuig 1990 43 89 95 95 1/2,5 Ferreira 1992 21 160 100 95 1/2,5 Chan 1994 10 213 100% 94,8 1/10 Grodzinski 1995 27 70 78% 98,6% 1/10 Ribes 1999 34 30 97 100 1/5 Ribes 2002 50 53 92 100 1/5 Anti-TGt: eficacia diagnóstica en distintos estudios Autores EC N.º de EC S Esp. Dietrich 98 Mäki 98 ESPGHAN (99) Romano 99 106 A 136 52 P 51 A 20 114 207 34 P 55 A 60 98% 94% 76% 94,7% 93% 78% 100% 96% Feighery 99 26 48 116 C 247 AI 63 34 50 27 30 53 19 Troncone 99 + Ribes 99 Ribes 2001* 81% 97% Observaciones AGA 84/78 AAE 90/99 2 F+<18m (IPLV) AAE >Sy E 81% IgA 92% IgG 23% 94% 93% 82% 98% 98% 90% 100% 89% 0,9-20 a 1-14 a <16 a >16 a ACTA PEDIATRICA ESPAÑOLA, Vol. 61, N.o 1, 2003 A: adultos; a: años; P: pacientes pediátricos; C: controles sanos; AI: pacientes con enfermedades autoinmunes; F+: Falsos positivos; +Método propio (TGt de cobaya); *Pharmacia Celikey. 28 presencia de anticuerpos frente a este antígeno41-43. Diversos estudios posteriores han corroborado que los anticuerpos anti- TGt-IgA y los AAE-IgA son el mismo anticuerpo determinado frente a sustratos distintos41, 43. Las ventajas metodológicas de la determinación de anticuerpos anti-TGt son las propias de los métodos enzimáticos (tabla 1); como ventaja adicional frente a los AAG presentan una mayor especificidad y mantienen una alta sensibilidad42, 44-48, incluso con variaciones, dependiendo de la población estudiada: edad pediátrica frente a edad adulta, pacientes con otras enfermedades autoinmunes, etc., como queda reflejado en la tabla 6. En general, la mayoría de autores coinciden en una sensibilidad entorno al 95% y una especificidad superior al 95% para poblaciones pediátricas (tabla 6), resultados equiparables a los que se obtienen con los AAE. En algunos casos la diferencia de sensibilidad y especificidad está en relación con la utilización como antígeno de transglutaminasa de cobaya frente a transglutaminasa recombinante humana. En el primero, puede obtenerse una sensibilidad ligeramente su- perior (1-4%); con el segundo, se gana en especificidad (2-4%). La eficacia diagnóstica de los anticuerpos de clase IgG, de interés en los pacientes con déficit de IgA, ha sido poco estudiada hasta el momento, aunque resultados preliminares apuntan una baja especificidad46-48. Utilización racional de los marcadores serológicos En el diagnóstico de enfermedad celiaca La principal utilidad de los marcadores serológicos es ayudar en la selección previa de aquellos pacientes con una alta posibilidad de padecer una EC que deberá ser confirmada mediante una biopsia intestinal. Sin embargo, ante la sospecha clínica de EC, el primer paso diagnóstico ineludible es la realización de la biopsia, independientemente del resultado de otras pruebas complementarias, parámetros biológicos o marcadores serológicos. El déficit selectivo de IgA es la principal causa de falsos negativos, tanto para los 49 Para la población con manifestaciones digestivas: • Menores de 2-3 años: IgA, AAG, ya que en esta edad son los marcadores de mayor sensibilidad. Una alternativa sería la utilización de TGt (o eventualmente AAE sobre cordón umbilical por su menor coste), y realizar determinaciones seriadas. • Mayores de 2-3 años: IgA, AAG y TGt con el objetivo de conseguir la máxima sensibilidad y disponer a la vez de un parámetro extremadamente útil en la monitorización dietética, como se comentará más adelante. • Adolescentes: en los que se han descrito falsos negativos tanto de AAG como de AAE; determinación en paralelo de IgA AAG y TGt, con el objetivo de optimizar las posibilidades diagnósticas. Para los pacientes con sintomatología clínica no digestiva: pero que podría corresponder a formas atípicas u oligosintomáticas de EC (hipocrecimiento no filiado, retraso puberal, síndrome de Turner, anemia ferropénica, artritis crónica, defectos en el esmalte dental, hipertransaminasemia, aftas recurrentes, epilepsia más calcificaciones intracraneales, autismo, etc.), son necesarias las mismas consideraciones que para el grupo anterior y, por ello, las mismas recomendaciones. Para los pacientes asintomáticos, pero con alto riesgo de EC: como familiares de primer grado de pacientes celiacos o con enfermedades que se asocian con EC, como síndrome de Down, diabetes mellitus tipo 1, el riesgo teórico es de por vida. En estos casos, un resultado negativo no descarta de forma definitiva la EC, por lo que el cribado por medio de marcadores serológicos debe realizarse de forma periódica, aunque es difícil establecer cuál es la frecuencia o la periodicidad idónea. Se han descrito falsos negativos tanto para AAG como para AAE y TGt, por tanto, y con el objetivo de una mayor eficacia diagnóstica, es recomendable la utilización de AAG y TGt en paralelo (de forma simultánea). Otra forma más racional de enfocar el problema, pero con una alto coste económico y que no está disponible de forma generalizada, sería realizar el cribado sólo en aquellos individuos portadores de marcadores genéticos compatibles con EC (HLA de clase II, DQ8 o DQ2- DQA1*0501, DQB1*0201). En la monitorización dietética del paciente celiaco La respuesta de los distintos marcadores serológicos tras la exclusión del gluten de la dieta es variable. Así los AAG IgA se normalizan en suero aproximadamente a los 3-6 meses de dieta sin gluten, siendo más precoces que el descenso de los anticuerpos de clase IgG, aunque se cumpla estrictamente la dieta exenta de gluten que tardan en normalizarse de 6-12 meses30. Los AAE descienden más lentamente que los AAG IgA, probablemente en relación con la recuperación de la lesión de la mucosa intestinal32, 36. Recientemente, se ha demostrado cómo de forma ocasional los AAG IgA desaparecen o disminuyen hasta valores por debajo del título de referencia, incluso tras sólo un mes de tratamiento dietético49. Sin embargo, la dinámica de los TGt IgA es similar a la de los AAE; los valores se mantienen positivos incluso hasta 18 meses después de iniciado el tratamiento dietético49, aunque en la mayoría de los casos se aprecia una tendencia a la negativización a partir de los 6 meses de dieta exenta de gluten47, 49-50. En la figura 2 se muestra la evolución de estos anticuerpos en dos pacientes tras la retirada del gluten. Si no hay un cumplimiento riguroso de la dieta, los TGt se mantienen elevados probablemente como marcadores de una respuesta inflamatoria intestinal mantenida. Sin embargo, tras su negativización la realización de pequeñas transgresiones, voluntarias o involuntarias, o de carácter ocasional, no se manifiesta por un incremento significativo de ellos49. Los AAE tampoco permiten detectar las pequeñas transgresiones dietéticas51, incluso reiteradas. El seguimiento mediante la determinación de AAG IgA permite, no obstante, confirmar tanto un incumplimiento habitual de la dieta como pequeñas transgresiones voluntarias o incluso alertar sobre la realización de transgresión involuntaria (trazas de gluten). De nueve pacientes controlados en nuestra unidad que realizaron transgresiones dietéticas, sólo uno, con ingestión reiterada de gluten, presentaba TGt IgA positivos; en los MARCADORES SEROLOGICOS DE ENFERMEDAD CELIACA AAG como para los AAE y los TGt, aunque no es el único. En el estudio multicéntrico de la SEGHNP ya referido, se observó un déficit de IgA en el 2% de los pacientes celiacos y en el 4,3% de los pacientes pediátricos con otras entidades digestivas no EC. Se han publicado en la bibliografía resultados similares48, por ello, es imprescindible la determinación sistemática de los valores séricos de inmunoglobulinas, especialmente de la IgA total. En estos casos, se determinarán los anticuerpos de clase IgG cuyo inconveniente principal es su escasa especificidad. En la población pediátrica, sin embargo, es más frecuente encontrar valores de IgA por debajo del valor de referencia para la edad (retraso madurativo) que el déficit de IgA; no obstante, en esta situación, los pacientes con enfermedad celiaca activa presentan elevaciones de marcadores serológicos de clase IgA (observación personal). A pesar de la variabilidad en su eficacia de los distintos marcadores, dependiendo de los factores ya comentados, en términos generales pueden establecerse las siguientes recomendaciones: 29 50 100 100 1,8 TGt1 75 1,8 TGt2 75 AAG1 AAG2 1,2 50 1,2 50 0,6 25 0,6 25 AAG 0 0 1 2 4 10 16 21 24 TGt 0 AAG 0 0 1 2 4 10 16 21 24 TGt 0 ACTA PEDIATRICA ESPAÑOLA, Vol. 61, N.o 1, 2003 Figura 2. Dinámica de los AAG-IgA y TGt-IgA en dos pacientes celiacos tras exclusión del gluten en la dieta (meses) 30 9 casos, sin embargo, los AAG IgA estaban elevados, situándose de nuevo por debajo del valor de referencia tras corregir el error dietético. Durante el periodo de provocación, el aumento de los AAG IgA se puede detectar muy rápidamente, sin que ello implique una lesión de la mucosa32, 50. Los AAE tardan más en elevarse; en un 50-60% de 3-6 meses, su presencia precede a la recaída histológica32, 47. Aunque el comportamiento de los anticuerpos TGt IgA es similar al de los AAE, en nuestra experiencia se observa en algunos casos un incremento muy precoz incluso tras 4 semanas de provocación47, 49; de una serie de 14 niños controlados en nuestra unidad, retrospectivamente se ha comprobado que 13 presentaban TGt IgA y AAG elevados a las 8-12 semanas de la reintroducción del gluten en la dieta; en el caso del paciente restante, ambos marcadores se elevaron por encima del valor de referencia al quinto mes; en todos los casos se comprobó una recaída histológica que confirmó el diagnóstico de EC. En la figura 3 se muestra la evolución de los AAG y TGt durante la fase de provocación en un paciente celiaco; la evolución dinámica reflejada en la figura es ilustrativa del comportamiento de estos marcadores serológicos en la mayoría de los pacientes en esta fase de la enfermedad. Conclusiones Ningún marcador serológico tiene el 100% de sensibilidad para el diagnóstico de EC, por lo que, ante la sospecha clínica debe realizarse siempre una biopsia intestinal, incluso con marcadores serológicos negativos. Tampoco se ha demostrado el 100% de especificidad para los AAE ni para los TGt; por ello, su positividad no es criterio diag- 100 1,8 TGt 75 AAG 1,2 50 0,6 25 AAG 0 6 sem. 8 sem. 3 mes. 6 mes. TGt 0 Figura 3. Dinámica de los AAG y TGt tras la reintroducción del gluten en la dieta (provocación) en un paciente celiaco nóstico suficiente de EC, debiéndose confirmar mediante el estudio histológico de la mucosa intestinal (biopsia). Para el seguimiento de los pacientes celiacos tras exclusión del gluten, los AAG son los mejores marcadores serológicos ya que presentan una mejor correlación con el cumplimiento dietético, y sus características metodológicas ya comentadas permiten detectar variaciones incluso mínimas en la dieta. Una opción alternativa serían los TGt. En los casos en que se realice una prueba de provocación, tanto los AAG como los TGt pueden ser utilizados como un marcador precoz de respuesta al gluten. En cualquier caso, debe tenerse en cuenta la experiencia y las condiciones propias de cada laboratorio a la hora de evaluar o decidir sobre un marcador serológico. El aumento creciente de formas atípicas o silentes de EC y el beneficio que aporta su diagnóstico aconsejarían establecer un plan de cribado para una población en principio asintomática. Sin embargo, la complejidad y el coste económico que un programa de estas características implicaría son enormes: en qué edad se debería realizar el cribado, cuándo se debería repetir, qué método se podría utilizar. Por ello, en el momento actual y en espera de disponer de un método económico, sencillo y validado52 de manera adecuada, serológico o genético, es claramente más ventajoso y rentable tanto desde el punto de vista clínico como económico, el extremar la atención sobre las formas oligo o monosintomáticas de la EC, y aplicar programas de diagnóstico precoz en las poblaciones de riesgo. Bibliografía 1. Marsh MN. Gluten, major histocompatibility complex, and the small intestine. A molecular and Immunobiologic approach to the spectrum of gluten sensitivity (Celiac sprue). Gastroenterology 1992; 102: 330-354. 2. Goggins MMB, Dermot D. Celiac disease and other nutrient related injuries to the gastrointestinal tract. AJG 1994; Vol. 89: S2-S9. 3. Vader LW, De Ru A, Van der Wal Y, Kooy YM y cols. Specificity of tissue transglutaminase explains cereal toxicity in celiac disease. J Exp Med 2002; 195: 643-649. 4. Janatuinen EK, Kemppainen TA, Julkunen RJ y cols. 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