Documento descargado de http://www.elsevier.es el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. EDITORIAL Carrera profesional y fomación continuada Joaquín Estévez-Lucasa y Ricardo Ruiz de Adanab a Presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud y de la Federación Española de Gestión Sanitaria. Centro Universitario de Salud Pública. b Jefe de Estudios. Agencia Laín Entralgo. Madrid. España. Correspondencia: Dr. Joaquín Estevez-Lucas. Centro Universitario de Salud Pública. Agencia Laín Entralgo. Gran Vía 27. 28013 Madrid. España. Correo electrónico: [email protected] El nuevo marco legal que emana de la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias considera la formación continuada como un derecho y un deber, y debe permitir que el sistema sanitario reconozca y alente la implicación y el compromiso de los profesionales. En este marco, la carrera profesional se configura como una medida de motivación profesional, que conjuga el derecho a la promoción individual y objetiva de este personal con la mejor gestión de las instituciones sanitarias, mediante el desarrollo de baremos y fórmulas evaluativas que contemplen, entre otros, el reconocimiento de la cualificación, la experiencia en las tareas asistenciales, la investigación, la participación en la docencia y el cumplimiento de objetivos. La carrera profesional del personal sanitario es una condición consustancial al desarrollo futuro de nuestra sanidad y resulta una herramienta esencial de gestión. No en vano, la carrera profesional es el reconocimiento individual, y de carácter económico-administrativo, para los profesionales sanitarios por permanecer y continuar su actividad y, al mismo tiempo, por los méritos contraídos en el perfeccionamiento y actualización profesional y en los resultados asistenciales obtenidos. Supone un sistema de evaluación y desarrollo profesional decisivo para la incentivación del profesional sanitario, de reconocimiento de la capacitación y de la competencia profesional, y para lograr una mejora cuantitativa y cualitativa de la atención sanitaria. Uno de los pilares de todos los modelos de carrera profesional, previa acreditación de la titulación correspondiente, es la formación continuada. La evaluación y la acreditación de esta formación se utiliza para progresar en la carrera profesional. El uso de la formación como herramienta de incentivación en la carrera profesional tiene como efecto una más alta competencia profesional y, en consecuencia, una mayor calidad asistencial. Sin embargo, para que dicho pilar sea sólido, debería tenerse en cuenta los aspectos siguientes: las actividades de formación con- 5 tinuada deben realizarse en el marco de una planificación adecuada, para permitir cubrir las necesidades formativas en las áreas más prioritarias. Así mismo, la planificación de programas o actividades de formación continuada debe realizarse con criterios de calidad, dentro de procesos que permitan evaluar resultados y mejorar su desarrollo. A corto plazo, la necesidad se centra en detectar los déficits formativos y paliarlos, mientras que a largo plazo, se debería comprobar los resultados en la práctica de las actividades realizadas, que debe estar ligada al uso adecuado de los recursos disponibles y la resolución de problemas, concediendo gran importancia a la formación en recursos novedosos o infrautilizados por los profesionales. La formación continuada debe estar integrada como parte de la actividad cotidiana de las instituciones sanitarias, por lo que debe ser contemplada en los aspectos organizativos generales de la actividad de los centros, así como dotada de los recursos técnicos y económicos suficientes que garanticen la oportunidad de acceso a todos los profesionales. Al mismo tiempo, se debe mejorar la agilidad del actual sistema de acreditación, pasando de la acreditación de acciones formativas aisladas a la acreditación de programas formativos, para evitar cuellos de botella por parte de la administración sanitaria y delegar la capacidad acreditadora en organismos, instituciones y sociedades con demostrada capacidad en este campo. De tal forma que las actividades de formación que reciban la acreditación de la comisión correspondiente deberán participar de los criterios de pertinencia y calidad. La puesta en marcha de la carrera profesional en el sector público supondrá un esfuerzo presupuestario importante en formación continuada, pero este esfuerzo, a medio y largo plazo se traducirá en una inversión rentable para la sanidad del país, pues este modelo de carrera profesional basado en la formación continuada del profesional sanitario supone, por una parte, mayor calidad asistencial y, como consecuencia a corto plazo, una mayor eficiencia. Rev Calidad Asistencial 2004;19(7):431 431