Magnetostática

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CBTis 75
Especialidad
Mecánica Industrial
Materia
Física III
Trabajo
Magnetostática
5° F/G
15 de Noviembre de 2000
• Magnetostática
• Magnetismo
• Concepto
Serie de fenómenos físicos que incluye la atracción que sobre el hierro y otros metales ejercen el imán y los
electroimanes; estos fenómenos, que se consideran estrechamente relacionados con la electricidad, se
caracterizan por la creación de un campo de fuerza (campo magnético) alrededor del cuerpo magnetizado,
cuya intensidad disminuye en razón de la distancia; todo cuerpo que entra en un campo magnético toma una
imantación que depende de su naturaleza, y que generalmente pierde al retirarse de ese campo; algunos aceros
conservan parte del magnetismo inducido (magnetismo remanente); hay cuerpos paramagnéticos o que son
atraídos por los imanes (hierro, níquel, cobalto, etc.), y cuerpos diamagnéticos, que son repelidos por ellos.
El magnetismo es la propiedad que tienen determinadas sustancias de atraer especialmente algunos minerales
como el hierro, cobalto y níquel.
Magnetismo, uno de los aspectos del electromagnetismo, que es una de las fuerzas fundamentales de la
naturaleza. Las fuerzas magnéticas son producidas por el movimiento de partículas cargadas, como por
ejemplo electrones, lo que indica la estrecha relación entre la electricidad y el magnetismo. El marco que aúna
ambas fuerzas se denomina teoría electromagnética. La manifestación más conocida del magnetismo es la
fuerza de atracción o repulsión que actúa entre los materiales magnéticos como el hierro. Sin embargo, en
toda la materia se pueden observar efectos más sutiles del magnetismo. Recientemente, estos efectos han
proporcionado claves importantes para comprender la estructura atómica de la materia.
Fenómenos Magnéticos Elementales
Probablemente todos hemos tenido algún contacto con el magnetismo, aunque sea superficial; quizás esto
incluya un imán de herradura de juguete que se sabe es capaz de atraer clavitos de acero y limaduras de hierro,
pero no a algo hecho de latón. Tal vez también se sabe que un imán en forma de barra, suspendido
horizontalmente de una cuerda, gira orientándose por sí mismo en dirección norte−sur. Estas observaciones se
hicieron en la antigüedad, suspendiendo trozos alargados de magnetita, un mineral comúnmente llamado
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piedra imán, inventándose así la brújula supuestamente por los chinos hace miles de años. Aquí, como en
nuestro estudio de la electrostática, el problema consiste en responder cuál es la naturaleza de estos
fenómenos.
Debe también hacerse notar que los extremos opuestos de una barra imán actúan como si tuvieran
imantaciones opuestas. Debido al aspecto direccional se emplean los términos norte y sur en lugar de positivo
o negativo para designar los dos extremos nortes de dos imanes diferentes se repelen entre sí, pero que un
extremo norte atrae al extremo sur de otro imán, de modo semejante a como las cargas eléctricas del mismo
signo se repelen y de signo contrario se atraen.
Explicación del Magnetismo
Estos fenómenos surgieron a los primeros físicos que el magnetismo, como la electricidad, era de naturaleza
corpuscular, con pequeñas unidades de magnetismo análogas a las unidades de carga eléctrica: estas unidades
se llamaron polos magnéticos norte y sur, más bien que positivo o negativo en vista de la asociación de los
fenómenos magnéticos con los polos norte y sur geográficos. Una ley de atracción y repulsión entre estos
polos magnéticos fue también descubierta por Coulomb: los polos del mismo nombre se rechazan y los de
nombre contrario se atraen con una fuerza que es directamente proporcional al producto de las intensidades de
los polos e inversamente proporcional al cuadrado de su separación, justamente como en el caso eléctrico
semejante. La unidad de polo magnético se definió también de modo semejante al empleado para definir la
unidad de carga eléctrica. Sin embargo, actualmente no se le da un significado especial a dicha unidad de
polo, no sólo porque esta unidad natural de magnetismo nunca se ha descubierto, sino porque es posible
explicar los fenómenos magnéticos en función de cargas eléctricas en movimiento, haciendo innecesario el
concepto de polo. Por otra parte, el concepto de polo persiste en la terminología magnética y aún se usa a
menudo en discusiones elementales de los fenómenos magnéticos. Desde el descubrimiento, en 1819, por el
físico danés Oersted, que una brújula se desvía cuando se coloca cerca de un alambre que lleve corriente, el
concepto de polo se ha vuelto cada vez más anticuado.
Líneas Magnéticas de Fuerza
Las líneas curvas que van del polo norte al polo sur.
Si la región que rodea una barra de imán se explora con una brujulita, se encuentra que su extremo norte
siempre apunta alejándose del polo norte y acercándose al polo sur en cada punto alrededor del imán. Así se
sugieren líneas imaginarias que indican la dirección en que un polo magnético norte seguiría si estuviera libre
de moverse en esa región. Estas líneas se llaman líneas de fuerza. Estas líneas salen del polo norte y entran al
sur de la barra imán y proporcionan una manera de visualizar la dirección de las líneas magnéticas donde éstas
existan.
Naturaleza del Magnetismo
Cada molécula de hierro es un imán con sus dos polos, norte y sur. Estos imanes moleculares están
desordenadamente distribuidos al azar en todas direcciones y neutralizan sus polos, sin que sus propiedades
magnéticas se muestren al exterior. Pero mediante la corriente eléctrica se pueden orientar todos o parte de
estos imanes moleculares con sus polos sur hacia el contrario, en cuyo caso el hierro adquiere propiedades
magnéticas; y su mayor o menor magnetismo depende del número de imanes moleculares orientados, no
pudiendo crecer ya más cuando todos están orientados.
Ferromagnetismo
Son ferromagnéticas las sustancias cuyo coeficiente de permeabilidad magnética aumenta extraordinariamente
con el campo inductor.
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Las sustancias ferromagnéticas son: el hierro, níquel y cobalto, además de aleaciones: ALNICO (aluminio,
níquel, cobalto y cobre), permalloy (níquel, hierro). Las sustancias ferromagnéticas, se emplean en la
fabricación de electroimanes, dínamos, pantallas magnéticas y la industria electrónica.
Espectro Magnético
Es el conjunto de líneas curvas de fuerzas que atraviesan la superficie, colocadas en el campo magnético.
Magnetismo Inducido
Se produce a distancia sin contacto con el imán. Si tocamos limaduras de hierro con un clavo, no las atrae,
porque no es un imán. Pero manteniendo un imán cerca del clavo que las atrae, la sola presencia de un imán
ha inducido al clavo a transformarse en un imán, el imán se llama inductor y el clavo inducido.
Uno de los más interesantes de los diversos fenómenos magnéticos es la inducción magnética. Cuando una
varilla de hierro desimantado se coloca cerca de una barra imán, se inducen en la primera polos magnéticos, es
decir, la varilla se imanta por inducción con su extremo próximo adquiriendo un polo de nombre opuesto al
del polo inductor y con el extremo lejano adquiriendo un polo del mismo signo; es como si la varilla
desimantada estuviera compuesta de miríadas de imanes moleculares alargados, capaces de orientarse por sí
mismos. En la varilla desimantada, estas moléculas se encuentran desordenadamente orientadas, pero en la
vecindad de un, digamos, fuerte polo magnético norte, todos los extremos sur de los imanes moleculares son
atraídos hacía el polo norte, y todos los extremos norte son rechazados, quedando así la varilla imantada con
polos iguales y opuestos. En esto consiste esencialmente una teoría del magnetismo que, aunque ya anticuada,
aún proporciona una representación elemental, pero no aclara la naturaleza de los imanes moleculares, ni
explica por qué sólo el hierro y otras pocas sustancias presentan esta propiedad peculiar en un grado notable.
Pero para un propósito elemental, la teoría es razonablemente satisfactoria.
Transparencia Magnética
Es la propiedad de los materiales que dejan pasar el magnetismo a través de ellos sin magnetizarse. Es decir
las líneas de fuerza pasan a través de ellos, como en el cartón, el plástico, el algodón y el estaño.
Permeabilidad Magnética
El hierro tiene la propiedad de concentrar las líneas de fuerza, propiedad que llamamos permeabilidad
magnética.
La mayor o menor facilidad que tiene un material para adaptarse o involucrar un campo magnético. Si
colocamos un trozo de hierro en un campo magnético las líneas de fuerza se desvían tendiendo a pasar por el
hierro. Al colocar ese trozo de metal se rompe la homogeneidad del medio y además aquél se imanta por
inducción y provoca la correspondiente variación de flujo. Cuanto mayor sea el número de líneas que sufran
esa desviación, mayor será la permeabilidad de las sustancias. El níquel, acero, cobalto, que colocados en un
campo magnético denotan notoriedad y permeabilidad, al colocar un trozo e esas sustancias en un campo
magnético, el flujo (NÚMERO DE LÍNEAS DE FUERZA QUE PASAN POR UNA SUPERFICIE
NORMAL A LAS LÍNEAS DE FUERZA) sufre una determinada modificación.
La mayoría de los imanes se fabrican por inducción; barras de hierro desimantadas, u otras sustancias
magnéticas, se someten a fuertes campos magnéticos, los que establecen el magnetismo por influencia, por así
decirlo. Una de las propiedades del perlamoy es la facilidad con que se imanta con gran fuerza bajo la
influencia de un campo magnético relativamente débil, lo que se debe a la propiedad llamada en términos
técnicos permeabilidad. Esta propiedad ofrece uno de los medios más útiles para clasificar las sustancias
magnéticas. Si, por ejemplo, una sustancia es intensamente magnética, su permeabilidad es muy alta y se dice
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que es ferromagnética. Si, por su presencia, una sustancia aumenta un campo magnético, pero no tan
intensamente como una ferromagnética, esa sustancia se llama paramagnética. Por otro lado, el bismuto se
caracteriza porque, por su presencia, debilita a un campo magnético; de ahí que se diga que el bismuto es
diamagnético. Las sustancias paramagnéticas se caracterizan por permeabilidades mayores que la unidad,
mientras que las diamagnéticas tienen una permeabilidad menor de uno.
Magnetismo Terrestre
El hecho de que un imán suspendido tienda a orientarse de norte a sur, revela que en la superficie terrestre
existe un campo magnético llamado campo magnético terrestre. Esta propiedad de la tierra se denomina
magnetismo terrestre.
La tierra es un gigantesco imán cuyo polo norte geográfico queda próximo al polo norte magnético. Los polos
geográficos no coinciden con los polos magnéticos.
Las unidades usadas para medir la intensidad del campo magnético (o inducción magnética) son: Tesla y
Gaus.
El magnetismo terrestre proporciona un tópico de estudio muy interesante. La Tierra se comporta como un
gran imán esférico con su eje magnético haciendo un ángulo relativamente pequeño con el eje geográfico. El
extremo norte de una brújula no apunta hacia el norte geográfico, sino al polo magnético que está situado al
norte de la bahía de Hudson en Canadá. Puesto que los polos magnéticos y geográficos de la Tierra no
coinciden, el eje de la brújula hace por lo general un ángulo con la dirección del norte geográfico; este ángulo,
llamado ángulo de declinación, vale en la ciudad de México, por ejemplo, unos 8° 25' al este del norte.
Declinación Magnética
Declinación magnética es el ángulo que forma la dirección de la aguja magnética con la del meridiano del
lugar.
Al no coincidir el polo Norte geográfico con el Sur magnético, la dirección de la aguja no coincide tampoco
con la del meridiano, sino que forma con ello un ángulo que se llama ÁNGULO DE DECLINACIÓN
MAGNÉTICA. Este ángulo es distinto según el lugar de la Tierra en que nos situemos y deben conocerlo bien
los navegantes para su orientación. Las brújulas servirán para los excursionistas, marinos y aviadores, pero
necesitarán un mapa del lugar y como dato imprescindible, la declinación correspondiente. En los barcos y
aviones van montadas en suspenciones especiales para contrarrestar los movimientos de los mismos.
Inclinación Magnética
Es el ángulo que forma el eje de la aguja magnética con la horizontal del lugar.
Si colgamos una aguja sin imantar, se queda horizontal. Si después la imantamos notaremos que se colocará
inclinada, por efecto de magnetismo terrestre.
INCLINACIÓN MAGNÉTICA ES EL ÁNGULO QUE FORMA CON EL PLANO HORIZONTAL LA
AGUJA IMANTADA QUE PUEDE GIRAR SOBRE UN EJE HORIZONTAL, DENTRO DEL PLANO
DEL MERIDIANO MAGNÉTICO.
Se determina mediante la brújula de inclinación que consta esencialmente de un círculo graduado colocado
verticalmente y en el plano meridiano magnético; sobre él puede girar la aguja imantada.
Además, los imaginarios polos magnéticos de la Tierra no están en su superficie, sino a una gran profundidad;
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esto explica el fenómeno de que una brújula suspendida de tal modo que pueda girar tanto en el plano
horizontal como en el vertical, tienda a apuntar hacia abajo en todos los puntos de la Tierra menos en el
llamado ecuador magnético. El ángulo que la brújula hace con la horizontal se llama ángulo de inclinación y
en la ciudad de México vale unos 47° 16', apuntando el norte hacia el suelo. Así, en la ciudad de México la
tendencia a inclinarse sobrepasa a la tendencia horizontal por la relación como de 5 a 1; esto equivale a decir,
técnicamente, que la componente vertical del campo magnético de la Tierra es como 5 veces mayor que la
componente horizontal. Como en el estudio de la electrostática, la intensidad del campo magnético en un
punto se atribuye a la existencia de un polo magnético próximo. Esto sirve para medir la intensidad polar del
imán, lo que para el profano es una medida de la intensidad del imán en cuestión.
Brújula
La brújula es una aguja magnética, situada sobre un disco graduado y capaz de girar libremente alrededor de
un eje vertical que pasa por su centro de gravedad. La brújula es muy usada, sobre todo en navegación, para
orientarse y marcar la ruta que debe seguir el barco o avión.
La brújula se emplea para la orientación de barcos y aviones, en trabajos de nivelación para levantar planos y
medir terrenos.
Las brújulas no son sino, agujas magnéticas, que se disponen sobre un círculo, en el que va dibujada la rosa de
los vientos.
Magnetómetro
Para determinar el campo magnético terrestre es necesario conocer su intensidad y dirección; mide la
intensidad del campo magnético.
Los imanes tienen aplicación en objetos y aparatos como: radios, bocinas, juguetes con cuerda, ventiladores,
computadoras, grabadoras, etc.
Otros ordenamientos magnéticos
En los últimos años, una mejor comprensión de los orígenes atómicos de las propiedades magnéticas ha
llevado al descubrimiento de otros tipos de ordenamiento magnético. Se conocen casos en los que los
momentos magnéticos interactúan de tal forma que les resulta energéticamente favorable alinearse entre sí en
sentido antiparalelo; estos materiales se llaman antiferromagnéticos. Existe una temperatura análoga al punto
de Curie, llamada temperatura de Néel, por encima de la cual desaparece el orden antiferromagnético.
También se han hallado otras configuraciones más complejas de los momentos magnéticos atómicos. Las
sustancias `ferrimagnéticas' tienen al menos dos clases distintas de momento magnético atómico, que se
orientan de forma antiparalela. Como ambos momentos tienen magnitudes diferentes, persiste un momento
magnético neto, al contrario que en un material antiferromagnético, donde todos los momentos magnéticos se
anulan entre sí. Curiosamente, la piedra imán es ferrimagnética, y no ferromagnética; en este mineral existen
dos tipos de ion hierro, con momentos magnéticos diferentes. Se han encontrado disposiciones aún más
complejas en las que los momentos magnéticos están ordenados en espiral. Los estudios de estos
ordenamientos han proporcionado mucha información sobre las interacciones entre los momentos magnéticos
en sólidos.
Aplicaciones
En los últimos 100 años han surgido numerosas aplicaciones del magnetismo y de los materiales magnéticos.
El electroimán, por ejemplo, es la base del motor eléctrico y el transformador. En épocas más recientes, el
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desarrollo de nuevos materiales magnéticos ha influido notablemente en la revolución de los ordenadores o
computadoras. Es posible fabricar memorias de computadora utilizando `dominios burbuja'. Estos dominios
son pequeñas regiones de magnetización, paralelas o antiparalelas a la magnetización global del material.
Según que el sentido sea uno u otro, la burbuja indica un uno o un cero, por lo que actúa como dígito en el
sistema binario empleado por los ordenadores. Los materiales magnéticos también son componentes
importantes de las cintas y discos para almacenar datos.
Los imanes grandes y potentes son cruciales en muchas tecnologías modernas. Los trenes de levitación
magnética utilizan poderosos imanes para elevarse por encima de los raíles y evitar el rozamiento. En la
exploración mediante resonancia magnética nuclear, una importante herramienta de diagnóstico empleada en
medicina, se utilizan campos magnéticos de gran intensidad. Los imanes superconductores se emplean en los
aceleradores de partículas más potentes para mantener las partículas aceleradas en una trayectoria curva y
enfocarlas.
• Origen
Esta observación es muy antigua, anterior a Thales de Mileto (1640−550 años antes de Cristo) y se atribuye a
un pastor llamado Magnes, que notó cómo eran atraídos por la tierra los clavos de hierro de sus sandalias y los
de su cayado; al remover la tierra encontró la llamada piedra imán, que era la causa de la fuerza con que eran
atraídos los clavos. Otros atribuyen el nombre de magnetita a ser descubierta en Magnesia, ciudad de Lidia
situada en Asia Menor.
Y como se ha dicho, Thales de Mileto ya mencionó la fuerza de atracción que ejerce la magnetita sobre el
fierro.
Historia de su estudio
El fenómeno del magnetismo se conoce desde tiempos antiguos. La piedra imán o magnetita, un óxido de
hierro que tiene la propiedad de atraer los objetos de hierro, ya era conocida por los griegos, los romanos y los
chinos. Cuando se pasa una piedra imán por un pedazo de hierro, éste adquiere a su vez la capacidad de atraer
otros pedazos de hierro. Los imanes así producidos están `polarizados', es decir, cada uno de ellos tiene dos
partes o extremos llamados polos norte y sur. Los polos iguales se repelen, y los polos opuestos se atraen.
La brújula se empezó a utilizar en Occidente como instrumento de navegación alrededor del 1300 d.C. En el
siglo XIII, el erudito francés Petrus Peregrinus realizó importantes investigaciones sobre los imanes. Sus
descubrimientos no se superaron en casi 300 años, hasta que el físico y médico británico William Gilbert
publicó su libro, De magnete en 1600. Gilbert aplicó métodos científicos al estudio de la electricidad y el
magnetismo. Observó que la Tierra también se comporta como un imán gigante, y a través de una serie de
experimentos investigó y refutó varios conceptos incorrectos sobre el magnetismo aceptados en la época.
Posteriormente, en 1750, el geólogo británico John Michell inventó una balanza que utilizó para estudiar las
fuerzas magnéticas. Michell demostró que la atracción o repulsión entre dos polos magnéticos disminuye a
medida que aumenta el cuadrado de la distancia entre ellos. El físico francés Charles de Coulomb, que había
medido las fuerzas entre cargas eléctricas, verificó posteriormente la observación de Michell con una gran
precisión.
• Imán
Imán (física), sustancia que, por condición natural o adquirida, tiene la propiedad de atraer al hierro.
Los imanes son cuerpos capaces de atraer el hierro, o como suele decirse limaduras de hierro o acero.
La magnetita o piedra imán es un imán natural compuesto, fundamentalmente, de óxido de hierro (Fe3O4). Se
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puede imanar un trozo de hierro sometiéndolo a un campo magnético creado por un imán o por una corriente
eléctrica. El hierro dulce (hierro con muy bajo contenido en carbono) se convierte en un imán artificial que
pierde su magnetismo cuando deja de estar en contacto con el primer imán (o, como en el caso de un
electroimán, cuando deja de pasar la corriente eléctrica por el arrollamiento conductor). El acero imanado es
un imán artificial permanente porque sí conserva su magnetismo.
Si un imán se coloca entre limaduras de hierro, éstas se agrupan alrededor de sus extremos o polos, llamados
polo norte y polo sur. Si se fragmenta un imán, cada fragmento presenta de nuevo un polo norte y un polo sur.
Un imán es un objeto que ejerce una atracción medible, por el hierro, el acero y algunas otras sustancias. La
magnetita, un mineral de hierro, es un imán natural. Los imanes artificiales se hacen de hierro, de acero y de
mezclas de níquel, hierro y otros metales.
Si se esparcen limaduras de hierro sobre un imán, la mayoría se adhieren en sus extremos o polos. Cuando un
imán recto, como la aguja de una brújula, está en libertad de moverse, gira por sí solo y se detiene con un
extremo señalando hacia el norte. Cerca de este extremo está su polo norte. Cerca del otro extremo se
encuentra su polo sur. Los polos contrarios (norte y sur) de los imanes se atraen y los polos iguales se repelen.
El espacio a través del cual es efectivo un imán, en su campo magnético. Si las limaduras de hierro se
esparcen sobre un papel que esté colocado sobre una barra imantada, las limaduras se alinearan por sí solas en
trayectorias que señalan las líneas de fuerza del campo magnético. Estas líneas van a través del espacio entre
el polo norte y el polo sur y continúan a través del imán.
Se desconoce la naturaleza exacta del magnetismo. Sabemos que si se rompe un imán, cada pedazo actúa
como un imán. Aún cuando los grupos pequeños de moléculas, domains, de una sustancia magnética actúan,
como imanes, cada cual con su polo norte y sur. Las moléculas (domains) de un objeto no imantado están
colocadas al azar. Si el objeto se golpea con un imán, las moléculas imantadas giran de modo que todos sus
polos nortes apuntan en la misma dirección. Entonces el objeto actúa como un imán.
Un cuerpo con electricidad estática no posee propiedades magnéticas especiales, pero la electricidad dinámica
crea a su alrededor un campo magnético. Las líneas de fuerza forman círculos concéntricos alrededor de un
alambre recto. Si el alambre se enrolla en forma de bobina se conoce como selenoide. El selenoide es un
elemento básico del electroimán. Algunos electroimanes son muy grandes, como los que levantan varios
centenares de kilos de chatarra. Otros, como los de los timbres y los teléfonos, son muy pequeños.
Partes de un Imán
Polo norte, polo sur y zona neutra. Los polos norte o positivos que están orientados hacia el Polo norte
geográfico. Polo sur negativo, los que quedan orientados hacia el sur geográfico. La parte media es la zona
neutra, donde la atracción es nula o muy débil.
Polos Magnéticos
Se llaman polos magnéticos a las regiones donde parece concentrarse el magnetismo de los cuerpos
magnéticos.
Ley de Atracción de los Polos Magnéticos
Los polos de nombre contrario se atraen, y los polos del mismo nombre se repelen.
• Tipos de Imanes
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Clases de Imanes
Los imanes pueden ser imanes naturales y artificiales.
Imanes Naturales
Los minerales naturales son piedras minerales de óxido ferrosos férrico (Fe3O4), presentan la propiedad de
atraer fragmentos de hierro, cobalto y níquel.
El imán natural es un mineral, llamado magnetita (óxido ferrosos férrico Fe3O4), el cual ya desde la
antigüedad era conocido por su maravillosa propiedad de atraer el hierro.
Imanes Artificiales
Imanes artificiales son cuerpos de acero o hierro dulce o de aleaciones de hierro, generalmente en forma de
barra, o de herradura o de rombo alargado, que se transforman artificialmente en imanes por medio de una
corriente eléctrica o por frotamiento con imanes naturales.
Imanes Temporales
Son los imanes de hierro dulce en los cuales el magnetismo es muy inestable, y de corta duración.
Imanes Permanentes
Son los imanes de acero en los que el magnetismo además de ser muy grande, es muy estable y de larga
duración.
Sustancias Magnéticas
Son los cuerpos que son atraídos por el imán, (cobalto, fierro, níquel).
Materiales Magnéticos
Es costumbre asociar los fenómenos magnéticos con el hierro, lo que se debe no sólo a que los primeros
descubrimientos de las propiedades magnéticas se encontraron en minerales de hierro, sino también a que el
hierro es la sustancia, naturalmente magnética más conspicua que se presenta en la naturaleza. Sin embargo,
es un error suponer que el hierro es la única sustancia magnética; el níquel y el cobalto presentan propiedades
magnéticas, y recientemente se han fabricado aleaciones con propiedades magnéticas mejores que las del
hierro; una de estas aleaciones es el perlamoy, desarrollado en los laboratorios de investigación de la
American Telephone Company para uso de equipo telefónico. Otra de estas aleaciones es el alnico.
Tipos de Materiales Magnéticos
Las propiedades magnéticas de los materiales se clasifican siguiendo distintos criterios.
Una de las clasificaciones de los materiales magnéticos que los divide en diamagnéticos, paramagnéticos y
ferromagnéticos se basa en la reacción del material ante un campo magnético. Cuando se coloca un material
diamagnético en un campo magnético, se induce en él un momento magnético de sentido opuesto al campo.
En la actualidad se sabe que esta propiedad se debe a las corrientes eléctricas inducidas en los átomos y
moléculas individuales. Estas corrientes producen momentos magnéticos opuestos al campo aplicado. Muchos
materiales son diamagnéticos; los que presentan un diamagnetismo más intenso son el bismuto metálico y las
moléculas orgánicas que, como el benceno, tienen una estructura cíclica que permite que las corrientes
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eléctricas se establezcan con facilidad.
El comportamiento paramagnético se produce cuando el campo magnético aplicado alinea todos los
momentos magnéticos ya existentes en los átomos o moléculas individuales que componen el material. Esto
produce un momento magnético global que se suma al campo magnético. Los materiales paramagnéticos
suelen contener elementos de transición o lantánidos con electrones desapareados. El paramagnetismo en
sustancias no metálicas suele caracterizarse por una dependencia de la temperatura: la intensidad del momento
magnético inducido varía inversamente con la temperatura. Esto se debe a que al ir aumentando la
temperatura, cada vez resulta más difícil alinear los momentos magnéticos de los átomos individuales en la
dirección del campo magnético.
Las sustancias ferromagnéticas son las que, como el hierro, mantienen un momento magnético incluso cuando
el campo magnético externo se hace nulo. Este efecto se debe a una fuerte interacción entre los momentos
magnéticos de los átomos o electrones individuales de la sustancia magnética, que los hace alinearse de forma
paralela entre sí. En circunstancias normales, los materiales ferromagnéticos están divididos en regiones
llamadas `dominios'; en cada dominio, los momentos magnéticos atómicos están alineados en paralelo. Los
momentos de dominios diferentes no apuntan necesariamente en la misma dirección. Aunque un trozo de
hierro normal puede no tener un momento magnético total, puede inducirse su magnetización colocándolo en
un campo magnético, que alinea los momentos de todos los dominios. La energía empleada en la reorientación
de los dominios desde el estado magnetizado hasta el estado desmagnetizado se manifiesta en un desfase de la
respuesta al campo magnético aplicado, conocido como `histéresis'.
Un material ferromagnético acaba perdiendo sus propiedades magnéticas cuando se calienta. Esta pérdida es
completa por encima de una temperatura conocida como punto de Curie, llamada así en honor del físico
francés Pierre Curie, que descubrió el fenómeno en 1895. (El punto de Curie del hierro metálico es de unos
770 °C).
Imantación por Frotamiento
Frotando, repetidas veces, de un extremo a otro, una barra de acero, siempre en el mismo sentido y con el
mismo polo de un imán, dicha barra se va transformando en un imán cada vez más poderoso, hasta que llega
un momento en que su magnetismo no crece ya más, aunque se continúe frotando.
Imantación por la Corriente Eléctrica
Haciendo pasar una corriente eléctrica por un conductor arrollado sobre una barra de acero, ésta se transforma
en un imán, el cual conserva su magnetismo aun después de cesar la corriente (imán permanente).
Si la barra es de hierro dulce se imanta también; pero pierde su magnetismo al cesar la corriente eléctrica
(imán temporal). La magnetización se pierde por calentamiento o golpeando el imán.
• Campo Magnético
Es el espacio donde ejerce su influjo cualquier imán. Esto se demuestra colocando una hoja de papel sobre un
imán espolvoreando, limaduras de hierro, por encima y golpeando suavemente la hoja de papel, se mueven
dichas limaduras y se alinean.
El campo magnético
Una barra imantada o un cable que transporta corriente pueden influir en otros materiales magnéticos sin
tocarlos físicamente porque los objetos magnéticos producen un `campo magnético'. Los campos magnéticos
suelen representarse mediante `líneas de campo magnético' o `líneas de fuerza'. En cualquier punto, la
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dirección del campo magnético es igual a la dirección de las líneas de fuerza, y la intensidad del campo es
inversamente proporcional al espacio entre las líneas. En el caso de una barra imantada, las líneas de fuerza
salen de un extremo y se curvan para llegar al otro extremo; estas líneas pueden considerarse como bucles
cerrados, con una parte del bucle dentro del imán y otra fuera. En los extremos del imán, donde las líneas de
fuerza están más próximas, el campo magnético es más intenso; en los lados del imán, donde las líneas de
fuerza están más separadas, el campo magnético es más débil. Según su forma y su fuerza magnética, los
distintos tipos de imán producen diferentes esquemas de líneas de fuerza. La estructura de las líneas de fuerza
creadas por un imán o por cualquier objeto que genere un campo magnético puede visualizarse utilizando una
brújula o limaduras de hierro. Los imanes tienden a orientarse siguiendo las líneas de campo magnético. Por
tanto, una brújula, que es un pequeño imán que puede rotar libremente, se orientará en la dirección de las
líneas. Marcando la dirección que señala la brújula al colocarla en diferentes puntos alrededor de la fuente del
campo magnético, puede deducirse el esquema de líneas de fuerza. Igualmente, si se agitan limaduras de
hierro sobre una hoja de papel o un plástico por encima de un objeto que crea un campo magnético, las
limaduras se orientan siguiendo las líneas de fuerza y permiten así visualizar su estructura.
Los campos magnéticos influyen sobre los materiales magnéticos y sobre las partículas cargadas en
movimiento. En términos generales, cuando una partícula cargada se desplaza a través de un campo
magnético, experimenta una fuerza que forma ángulos rectos con la velocidad de la partícula y con la
dirección del campo. Como la fuerza siempre es perpendicular a la velocidad, las partículas se mueven en
trayectorias curvas. Los campos magnéticos se emplean para controlar las trayectorias de partículas cargadas
en dispositivos como los aceleradores de partículas o los espectrógrafos de masas.
• Electromagnetismo
• Concepto
El electromagnetismo, la llamada interacción nuclear fuerte (que mantiene unidos los protones y neutrones en
los núcleos atómicos).
Electromagnetismo
Estudio de la acción recíproca de las corrientes o campos eléctricos y los campos magnéticos. Cuando una
corriente eléctrica circula por un conductor, crea un campo magnético alrededor de éste, en ángulo recto con
el curso de aquélla; si se enrolla el hilo conductor en un núcleo de hierro dulce, al pasar la corriente por el
hilo, el núcleo se magnetiza (electroimán) y este principio tiene aplicación en la mayoría de los motores y
aparatos eléctricos.
El movimiento de la aguja de una brújula en las proximidades de un conductor por el que circula una corriente
indica la presencia de un campo magnético alrededor del conductor. Cuando dos conductores paralelos son
recorridos cada uno por una corriente, los conductores se atraen si ambas corrientes fluyen en el mismo
sentido y se repelen cuando fluyen en sentidos opuestos. El campo magnético creado por la corriente que
fluye en una espira de alambre es tal que si se suspende la espira cerca de la Tierra se comporta como un imán
o una brújula, y oscila hasta que la espira forma un ángulo recto con la línea que une los dos polos magnéticos
terrestres.
Puede considerarse que el campo magnético en torno a un conductor rectilíneo por el que fluye una corriente
se extiende desde el conductor igual que las ondas creadas cuando se tira una piedra al agua. Las líneas de
fuerza del campo magnético tienen sentido antihorario cuando se observa el conductor en el mismo sentido en
que se desplazan los electrones. El campo en torno al conductor es estacionario mientras la corriente fluya por
él de forma uniforme.
Cuando un conductor se mueve de forma que atraviesa las líneas de fuerza de un campo magnético, este
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campo actúa sobre los electrones libres del conductor desplazándolos y creando una diferencia de potencial y
un flujo de corriente en el mismo. Se produce el mismo efecto si el campo magnético es estacionario y el
cable se mueve que si el campo se mueve y el cable permanece estacionario. Cuando una corriente empieza a
circular por un conductor, se genera un campo magnético que parte del conductor. Este campo atraviesa el
propio conductor e induce en él una corriente en sentido opuesto a la corriente que lo causó (según la llamada
regla de Lenz). En un cable recto este efecto es muy pequeño, pero si el cable se arrolla para formar una
bobina, el efecto se amplía ya que los campos generados por cada espira de la bobina cortan las espiras
vecinas e inducen también una corriente en ellas. El resultado es que cuando se conecta una bobina así a una
fuente de diferencia de potencial, impide el flujo de corriente cuando empieza a aplicarse la diferencia de
potencial. De forma similar, cuando se elimina la diferencia de potencial, el campo magnético se desvanece, y
las líneas de fuerza vuelven a cortar las espiras de la bobina. La corriente inducida en estas circunstancias
tiene el mismo sentido que la corriente original, y la bobina tiende a mantener el flujo de corriente. Debido a
estas propiedades, una bobina se resiste a los cambios en el flujo de corriente, por lo que se dice que posee
inercia eléctrica o autoinducción. Esta inercia tiene poca importancia en circuitos de corriente continua, ya
que no se observa cuando la corriente fluye de forma continuada, pero es muy importante en los circuitos de
corriente alterna.
Teoría Electromagnética
A finales del siglo XVIII y principios del XIX se investigaron simultáneamente las teorías de la electricidad y
el magnetismo. En 1819, el físico danés Hans Christian Oersted llevó a cabo un importante descubrimiento al
observar que una aguja magnética podía ser desviada por una corriente eléctrica. Este descubrimiento, que
mostraba una conexión entre la electricidad y el magnetismo, fue desarrollado por el científico francés André
Marie Ampère, que estudió las fuerzas entre cables por los que circulan corrientes eléctricas, y por el físico
francés Dominique François Arago, que magnetizó un pedazo de hierro colocándolo cerca de un cable
recorrido por una corriente. En 1831, el científico británico Michael Faraday descubrió que el movimiento de
un imán en las proximidades de un cable induce en éste una corriente eléctrica; este efecto era inverso al
hallado por Oersted. Así, Oersted demostró que una corriente eléctrica crea un campo magnético, mientras
que Faraday demostró que puede emplearse un campo magnético para crear una corriente eléctrica. La
unificación plena de las teorías de la electricidad y el magnetismo se debió al físico británico James Clerk
Maxwell, que predijo la existencia de ondas electromagnéticas e identificó la luz como un fenómeno
electromagnético.
Los estudios posteriores sobre el magnetismo se centraron cada vez más en la comprensión del origen atómico
y molecular de las propiedades magnéticas de la materia. En 1905, el físico francés Paul Langevin desarrolló
una teoría sobre la variación con la temperatura de las propiedades magnéticas de las sustancias
paramagnéticas (ver más adelante), basada en la estructura atómica de la materia. Esta teoría es uno de los
primeros ejemplos de la descripción de propiedades macroscópicas a partir de las propiedades de los
electrones y los átomos. Posteriormente, la teoría de Langevin fue ampliada por el físico francés Pierre Ernst
Weiss, que postuló la existencia de un campo magnético interno, molecular, en los materiales como el hierro.
Este concepto, combinado con la teoría de Langevin, sirvió para explicar las propiedades de los materiales
fuertemente magnéticos como la piedra imán.
Después de que Weiss presentara su teoría, las propiedades magnéticas se estudiaron de forma cada vez más
detallada. La teoría del físico danés Niels Bohr sobre la estructura atómica, por ejemplo, hizo que se
comprendiera la tabla periódica y mostró por qué el magnetismo aparece en los elementos de transición, como
el hierro, en los lantánidos o en compuestos que incluyen estos elementos. Los físicos estadounidenses
Samuel Abraham Goudsmit y George Eugene Uhlenbeck demostraron en 1925 que los electrones tienen espín
y se comportan como pequeños imanes con un `momento magnético' definido. El momento magnético de un
objeto es una magnitud vectorial que expresa la intensidad y orientación del campo magnético del objeto. El
físico alemán Werner Heisenberg dio una explicación detallada del campo molecular de Weiss en 1927,
basada en la recientemente desarrollada mecánica cuántica. Más tarde, otros científicos predijeron muchas
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estructuras atómicas del momento magnético más complejas, con diferentes propiedades magnéticas.
Efectos Magnéticos de la Corriente Eléctrica
Electromagnetismo. En 1820 Cristian Oersted descubrió, que una brújula colocada paralelamente a un
alambre se desviaba y tendía a tomar la posición perpendicular al alambre tan pronto como circulaba en él una
corriente eléctrica. Con esto se demostró que la corriente eléctrica produce a su alrededor un campo
magnético.
En los motores eléctricos, que a su vez mueve n los tranvías, trenes eléctricos, maquinaría de fábricas y de la
industria del país.
Campo de una Corriente Rectilínea
Para estudiar el campo creado por una corriente rectilínea se atraviesa perpendicularmente a una cartulina por
un alambre conductor y se le espolvorea con limaduras de hiero. Al pasar una corriente intensa por el alambre,
las limaduras se alinean según las líneas de fuerza del campo magnético creado por la corriente, que en este
caso son circulares y concéntricas.
El sentido de las líneas de fuerza pueden determinarlo en la forma que se aprecia en la figura, y cambia con el
sentido de la corriente como se comprueba experimentalmente.
Solenoide o Bobina
Solenoide o bobina es un conjunto de corrientes circulares paralelas e iguales, el cual se obtienen arrollando
en espiral un conductor recorrido por la misma corriente.
Solenoides
Los conductores de la corriente eléctrica dispuestos en espiral se llaman solenoides. Las líneas de fuerza del
campo magnético originado al circular por ellos una corriente son paralelas al eje en la parte interior y se
cierran exteriormente, en cuanto a su sentido. El espectro magnético obtenido es análogo al de un imán, las
líneas de fuerza entran por su cara Sur y salen por su cara Norte.
Un solenoide también se llama Bobina, se comporta como un imán. Así un solenoide móvil tomará la
orientación norte−sur bajo la acción del campo magnético terrestre. Los solenoides son en definitiva, una serie
de espiras iguales y paralelas se refuerzan la acción electromagnética, creando un campo muy intenso.
Se construye un solenoide enrollando un alambre en forma de hélice y haciendo pasar por él una corriente.
Si los extremos del alambre de un solenoide se cuelgan en apoyos adecuados para que pueda girar libremente,
y si por conducto de dichos apoyos se hace pasar una corriente al solenoide, se observará que el eje del
solenoide así suspendido se comporta exactamente como un imán, o sea que se orienta en la dirección norte
sur. Al extremo del eje del solenoide que se dirige al norte de la Tierra se le llama polo norte del solenoide y
al extremo que dirige al sur se le llama polo sur.
Si se dispone de dos solenoides, uno suspendido y el otro que se pueda llevar con la mano a distintos sitios, se
observará también la misma ley de las atracciones y repulsiones de los imanes.
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Campo de una Corriente Circular
Las líneas de fuerza del campo creado por una corriente que recorre un alambre circular, se pueden poner
también en evidencia mediante una cartulina y limaduras de hierro. Tienen la forma que observas.
Las Corrientes Inducidas
Fue el físico Inglés, Miguel Faraday el que descubrió que introduciendo o extrayendo un imán de una bobina
se producía una corriente eléctrica.
Experimento de Faraday
• Si el imán se mantiene inmóvil, no hay corriente.
• Si el imán se acerca aparece corriente, la que cesa cuando detenemos el imán.
• Si el imán se aleja, la corriente cambia de sentido. Cuanto más rápidamente se mueve el imán, más intensa
es la corriente. Todo campo magnético variable crea una corriente eléctrica.
Inducción Electromagnética
Es el fenómeno de la producción de una F. E. M. Y de una corriente, mediante el corte de líneas magnéticas
con un conductor.
Corriente Inducida
Es la que se engendran por dicho corte, o sea por la transformación de una energía mecánica en energía
eléctrica.
Inductor
Es el campo magnético ya sea de un imán permanente o de un electroimán.
Inducido
Es el circuito en donde resultan la F. E. M. Y la corriente.
Experimento en la Inducción Magnética
• Cuando el inductor está abierto no hay inducción.
• La desviación de la aguja del galvanómetro se producen en un sentido al cerrar; y en sentido contrario al
abrir el circuito.
• Una vez cerrado el circuito, la corriente en le inductor es constante y no se produce corriente inducida. El
galvanómetro marca cero. Sean dos solenoides S y S' inductor e inducido. Cuando se cierra el interruptor se
origina en S' una corriente inducida cuya intensidad aumenta sensiblemente si en el interior de S se ha
colocado un núcleo de hierro. Lo que sí ha variado es el flujo de inducción que origina una corriente
inducida.
Transformadores
Los transformadores son aparatos de gran rendimiento porque no tienen piezas móviles. Constan de un núcleo
formado por láminas de hierro dulce en forma de cuadro en una rama del cuadro se bobina un arrollamiento
de pocas espiras de hilo grueso llamado primario y en otro lado del cuadro se dispone otro arrollamiento de
muchas vueltas de hilo fino, llamado secundario. El hilo es de cobre y debe ir aislado.
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Si en el primario, que tiene n espiras, hacemos pasar una corriente alterna cuya tensión es de V volts, en el
secundario que tiene n' espiras se obtiene una corriente alterna del mismo periodo, pero cuya tensión V' volts
es mucho mayor y está dado por la siguiente relación de transformación.
En el transformador es un aparato reversible, pues puede tomar como primario el arrollamiento de muchas
espiras y como secundario el de pocas. En este caso, en vez de aumentar, lo que haríamos sería rebajar la
tensión de la corriente alterna. Por eso se habla de TRANSFORMADORES DE ALTA cuando se quiere
elevar la tensión y de TRANSFORMADORES DE BAJA cuando se quiere disminuirla.
Para transportar la corriente eléctrica, se dispone un transformador de alta a la salida del generador, para
elevar la tensión del transporte. A la entrada de la ciudad hay un transformador de baja que reduce la tensión
de 115000 volts, transportándola así hasta los transformadores de sector dentro de la población, que la rebajan
desde 15000 volts hasta 125 volts.
Aplicaciones de los Transformadores
En el transporte de energía eléctrica, para bajar la tensión de 100000 volts hasta 1000 volts, en el alumbrado
eléctrico, en comunicaciones, en las plantas eléctricas, en las redes de distribución de la electricidad, en el
buen funcionamiento de los aparatos eléctricos como la radio, la televisión, timbres, las líneas modernas de
transmisión de alto potencial funcional con potenciales desde muy bajo hasta medio millón de volts.
• Experimento de Oersted
Como las cargas eléctricas y los polos de los imanes obedecen a las leyes de interacción semejantes, los
físicos supusieron que habría una relación entre la electricidad y el magnetismo; acercaron brújulas a cuerpos
fuertemente cargados y péndulos eléctricos a poderosos imanes y, desconcertados encontraron que no había
interacción.
Los efectos magnéticos de la corriente eléctrica fueron descubiertos por Oersted, quien ejecutó el experimento
que consiste en tomar un alambre conductor colocado horizontalmente en la dirección norte−sur y poner
debajo de él una brújula. Si se hace pasar una corriente se observa que la brújula se desvía en el sentido
indicado en la figura, esto es, el polo norte se mueve hacia el oeste. Si se invierte después el sentido de la
corriente, se verá que la brújula sufre una desviación, solo que ahora en sentido contrario.
La existencia de un campo magnético en torno a un flujo de corriente eléctrica fue demostrada por el
científico danés Hans Christian Oersted.
La primera conexión entre el magnetismo y la electricidad se encontró en los experimentos del físico y
químico danés Hans Christian Oersted, que en 1819 descubrió que un cable conductor por el que fluía una
corriente eléctrica desviaba una aguja magnética situada en sus proximidades.
Oersted demostró que una corriente eléctrica crea un campo magnético. Acerco un alambre con corriente
eléctrica paralelamente a una brújula y quedó perplejo al ver moverse la brújula hasta colocarse perpendicular
el alambre: había descubierto la relación entre la electricidad y el magnetismo.
Oersted demostró que un hilo conductor recorrido por una corriente eléctrica desviaba una aguja magnética,
por lo que el hilo actuaba como un imán.
• Regla de la Mano Derecha
Se coloca la mano derecha sobre el conductor con la palma hacía él, y de modo que la corriente entre
por su muñeca y salga por la punta de los dedos. El polo norte de la aguja de desviará en el sentido que
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marca el pulgar extendido, perpendicularmente a los otros dedos.
Considérese que se coloca la mano derecha a lo largo del alambre por el cual está pasando la corriente, de tal
manera que ésta salga por la punta de los dedos y que la palma de la mano está dirigida hacia la brújula. Si en
estas condiciones se extiende el pulgar, la dirección de dicho dedo indica hacia dónde se mueve el polo norte
de la brújula.
Tanto para esta regla, como para otras que se enuncian más adelante, se considera como sentido de la
corriente, el que sale por el polo positivo de un generador y regresa por su polo negativo. Ahora bien, existe la
tendencia moderna, fundada en la teoría electrónica, de considerar como sentido de la corriente el sentido en
que realmente fluyen los electrones. En tal caso la regla anterior debiera aplicarse con la mano izquierda, y no
con la derecha. Sin embargo, como todavía no existe una convención internacional (o por lo menos nacional)
para modificar lo que es clásico llamar sentido de la corriente, nosotros seguiremos ajustándonos a la
costumbre tradicional.
La regla de la mano derecha es aplicable tanto para cuando la brújula se pone por debajo del alambre, como
cuando se pone por encima de él y haciendo pasar la corriente en el alambre, tanto en un sentido como en
sentido contrario.
También se puede comprobar la regla de la mano derecha colocando verticalmente el alambre por el que pasa
la corriente y poniendo la brújula en distintas posiciones alrededor del alambre, se verá que toma la brújula
diversas orientaciones, pero en todas ellas el sentido en que se mueve el polo norte queda de acuerdo con la
regla de la mano derecha.
• Electroimanes
Se llama electroimán a una barra de hierro dulce rodeada de un solenoide que se transforma temporalmente en
un imán al circular una corriente eléctrica.
Electroimán es una bobina o solenoide que lleva en su interior una barra o haz de hilos de hierro dulce,
llamado núcleo. Este núcleo de hierro dulce, al pasar la corriente eléctrica por las espiras que los rodean, se
convierte asimismo en otro imán, cuyas líneas de fuerza se suman a las de la corriente aumentando de este
modo considerablemente la intensidad del campo magnético de la bobina.
El núcleo de los electroimanes va, generalmente doblado en forma de herradura y lleva en cada extremo una
bobina del mismo hilo pero arrollado en sentido contrario, para tener los dos polos norte y sur.
Electroimán, dispositivo que consiste en un solenoide (una bobina cilíndrica de alambre recubierta de una
capa aislante y arrollado en forma de espiral), en cuyo interior se coloca un núcleo de hierro. Si una corriente
eléctrica recorre la bobina, se crea un fuerte campo magnético en su interior, paralelo a su eje. Al colocar el
núcleo de hierro en este campo los dominios microscópicos que forman las partículas de hierro, que pueden
considerarse pequeños imanes permanentes, se alinean en la dirección del campo, aumentando de forma
notable la fuerza del campo magnético generado por el solenoide. La imantación del núcleo alcanza la
saturación cuando todos los dominios están alineados, por lo que el aumento de la corriente tiene poco efecto
sobre el campo magnético. Si se interrumpe la corriente, los dominios se redistribuyen y sólo se mantiene un
débil magnetismo residual.
Los electroimanes se utilizan mucho en tecnología; son los componentes fundamentales de cortacircuitos y
relés y se aplican a frenos y embragues electromagnéticos. En los ciclotrones se utilizan enormes
electroimanes con núcleos de varios metros de diámetro; también se utilizan potentes electroimanes para
levantar hierro y chatarra.
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Si se enrolla un solenoide alrededor de una barra de hierro dulce (no de acero) se observará que esa barra
adquiere las características de un imán mientras está pasando la corriente por el solenoide. Pero tan pronto
como deja pasar la corriente, pierde sus propiedades magnéticas la barra.
Al dispositivo así constituido se le llama electroimán.
Aplicaciones de los Electroimanes
Los electroimanes se aplican en timbres zumbadores, receptores acústicos, receptores telefónicos,
altavoces de radio, motores, generadores, instrumentos eléctricos de medición como voltímetros,
amperímetros, en registros de cintas magnéticas, que juegan tan importante papel en la industria y en
la ciencia.
Timbre Eléctrico
El timbre eléctrico consta de un electroimán, el cual, al pasar por él la corriente eléctrica de una pila, atrae una
lámina elástica de hierro dulce uno de cuyos extremos está fijo y el otro termina en un martillo. Con éste, la
lámina al ser atraída, golpea la campanilla metálica, e interrumpe la corriente de la pila. Al interrumpirse la
corriente, el imán no puede atraer la lámina, y ésta vuelve, por tanto, en virtud de la elasticidad a cerrar el
circuito; y vuelve a su vez, el electroimán a atraerla, y ella al golpear de nuevo la campanilla; y así
sucesivamente mientras se oprima el botón.
• Electromotor
A una máquina que convierte la energía eléctrica en mecánica se le denomina motor.
Dos principios físicos relacionados entre sí sirven de base al funcionamiento de los generadores y de los
motores. El primero es el principio de la inducción descubierto por el científico e inventor británico Michael
Faraday en 1831. Si un conductor se mueve a través de un campo magnético, o si está situado en las
proximidades de un circuito de conducción fijo cuya intensidad puede variar, se establece o se induce una
corriente en el conductor. El principio opuesto a éste fue observado en 1820 por el físico francés André Marie
Ampère. Si una corriente pasaba a través de un conductor dentro de un campo magnético, éste ejercía una
fuerza mecánica sobre el conductor.
La máquina dinamoeléctrica más sencilla es la dinamo de disco desarrollada por Faraday, que consiste en un
disco de cobre que se monta de tal forma que la parte del disco que se encuentra entre el centro y el borde
quede situada entre los polos de un imán de herradura. Cuando el disco gira, se induce una corriente entre el
centro del disco y su borde debido a la acción del campo del imán. El disco puede fabricarse para funcionar
como un motor mediante la aplicación de un voltaje entre el borde y el centro del disco, lo que hace que el
disco gire gracias a la fuerza producida por la reacción magnética.
El campo magnético de un imán permanente es lo suficientemente fuerte como para hacer funcionar una sola
dinamo pequeña o motor. Por ello, los electroimanes se emplean en máquinas grandes. Tanto los motores
como los generadores tienen dos unidades básicas: el campo magnético, que es el electroimán con sus
bobinas, y la armadura, que es la estructura que sostiene los conductores que cortan el campo magnético y
transporta la corriente inducida en un generador, o la corriente de excitación en el caso del motor. La
armadura es por lo general un núcleo de hierro dulce laminado, alrededor del cual se enrollan en bobinas los
cables conductores.
Motores de corriente continua
En general, los motores de corriente continua son similares en su construcción a los generadores. De hecho
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podrían describirse como generadores que funcionan al revés. Cuando la corriente pasa a través de la
armadura de un motor de corriente continua, se genera un par de fuerzas por la reacción magnética, y la
armadura gira (véase Momento de una fuerza). La acción del conmutador y de las conexiones de las bobinas
del campo de los motores son exactamente las mismas que usan los generadores. La revolución de la
armadura induce un voltaje en las bobinas de ésta. Este voltaje es opuesto en la dirección al voltaje exterior
que se aplica a la armadura, y de ahí que se conozca como voltaje inducido o fuerza contraelectromotriz.
Cuando el motor gira más rápido, el voltaje inducido aumenta hasta que es casi igual al aplicado. La corriente
entonces es pequeña, y la velocidad del motor permanecerá constante siempre que el motor no esté bajo carga
y tenga que realizar otro trabajo mecánico que no sea el requerido para mover la armadura. Bajo carga, la
armadura gira más lentamente, reduciendo el voltaje inducido y permitiendo que fluya una corriente mayor en
la armadura. El motor puede así recibir más potencia eléctrica de la fuente, suministrándola y haciendo más
trabajo mecánico.
Debido a que la velocidad de rotación controla el flujo de la corriente en la armadura, deben usarse aparatos
especiales para arrancar los motores de corriente continua. Cuando la armadura está parada, ésta no tiene
realmente resistencia, y si se aplica el voltaje de funcionamiento normal, se producirá una gran corriente, que
podría dañar el conmutador y las bobinas de la armadura. El medio normal de prevenir estos daños es el uso
de una resistencia de encendido conectada en serie a la armadura, para disminuir la corriente antes de que el
motor consiga desarrollar el voltaje inducido adecuado. Cuando el motor acelera, la resistencia se reduce
gradualmente, tanto de forma manual como automática.
La velocidad a la que funciona un motor depende de la intensidad del campo magnético que actúa sobre la
armadura, así como de la corriente de ésta. Cuanto más fuerte es el campo, más bajo es el grado de rotación
necesario para generar un voltaje inducido lo bastante grande como para contrarrestar el voltaje aplicado. Por
esta razón, la velocidad de los motores de corriente continua puede controlarse mediante la variación de la
corriente del campo.
Motores de corriente alterna
Se diseñan dos tipos básicos de motores para funcionar con corriente alterna polifásica: los motores síncronos
y los motores de inducción. El motor síncrono es en esencia un alternador trifásico que funciona a la inversa.
Los imanes del campo se montan sobre un rotor y se excitan mediante corriente continua, y las bobinas de la
armadura están divididas en tres partes y alimentadas con corriente alterna trifásica. La variación de las tres
ondas de corriente en la armadura provoca una reacción magnética variable con los polos de los imanes del
campo, y hace que el campo gire a una velocidad constante, que se determina por la frecuencia de la corriente
en la línea de potencia de corriente alterna.
La velocidad constante de un motor síncrono es ventajosa en ciertos aparatos. Sin embargo, no pueden
utilizarse este tipo de motores en aplicaciones en las que la carga mecánica sobre el motor llega a ser muy
grande, ya que si el motor reduce su velocidad cuando está bajo carga puede quedar fuera de fase con la
frecuencia de la corriente y llegar a pararse. Los motores síncronos pueden funcionar con una fuente de
potencia monofásica mediante la inclusión de los elementos de circuito adecuados para conseguir un campo
magnético rotatorio.
El más simple de todos los tipos de motores eléctricos es el motor de inducción de caja de ardilla que se usa
con alimentación trifásica. La armadura de este tipo de motor consiste en tres bobinas fijas y es similar a la del
motor síncrono. El elemento rotatorio consiste en un núcleo, en el que se incluyen una serie de conductores de
gran capacidad colocados en círculo alrededor del árbol y paralelos a él. Cuando no tienen núcleo, los
conductores del rotor se parecen en su forma a las jaulas cilíndricas que se usaban para las ardillas. El flujo de
la corriente trifásica dentro de las bobinas de la armadura fija genera un campo magnético rotatorio, y éste
induce una corriente en los conductores de la jaula. La reacción magnética entre el campo rotatorio y los
conductores del rotor que transportan la corriente hace que éste gire. Si el rotor da vueltas exactamente a la
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misma velocidad que el campo magnético, no habrá en él corrientes inducidas, y, por tanto, el rotor no debería
girar a una velocidad síncrona. En funcionamiento, la velocidad de rotación del rotor y la del campo difieren
entre sí de un 2 a un 5%. Esta diferencia de velocidad se conoce como caída.
Los motores con rotores del tipo jaula de ardilla se pueden usar con corriente alterna monofásica utilizando
varios dispositivos de inductancia y capacitancia, que alteren las características del voltaje monofásico y lo
hagan parecido al bifásico. Este tipo de motores se denominan motores multifásicos o motores de condensador
(o de capacidad), según los dispositivos que usen. Los motores de jaula de ardilla monofásicos no tienen un
par de arranque grande, y se utilizan motores de repulsión−inducción para las aplicaciones en las que se
requiere el par. Este tipo de motores pueden ser multifásicos o de condensador, pero disponen de un
interruptor manual o automático que permite que fluya la corriente entre las escobillas del conmutador cuando
se arranca el motor, y los circuitos cortos de todos los segmentos del conmutador, después de que el motor
alcance una velocidad crítica. Los motores de repulsión−inducción se denominan así debido a que su par de
arranque depende de la repulsión entre el rotor y el estátor, y su par, mientras está en funcionamiento, depende
de la inducción. Los motores de baterías en serie con conmutadores, que funcionan tanto con corriente
continua como con corriente alterna, se denominan motores universales. Éstos se fabrican en tamaños
pequeños y se utilizan en aparatos domésticos.
Otros tipos de máquinas
En aplicaciones especiales se emplean algunos tipos de máquinas dinamoeléctricas combinadas. Por lo
general, es deseable cambiar de corriente continua a alterna o a la inversa, o cambiar de voltaje de
alimentación de corriente continua, o la frecuencia o fase con alimentación de corriente alterna. Una forma de
realizar dichos cambios, es usar un motor que funcione con el tipo disponible de alimentación eléctrica para
que haga funcionar un generador que proporcione a su vez la corriente y el voltaje deseados. Los generadores
de motor, que están compuestos de un motor que se acopla mecánicamente a un generador adecuado, pueden
realizar la mayoría de las conversiones antes indicadas. Un transformador rotatorio es una máquina que sirve
para convertir corriente alterna en continua, usando bobinas separadas en una armadura rotatoria común. El
voltaje de alimentación de corriente alterna se aplica a la armadura a través de los anillos colectores, y el
voltaje de la corriente continua se extrae de la máquina con un conmutador independiente. Un dinamotor, que
se usa por lo general para convertir corriente continua de bajo voltaje en corriente de alto voltaje, es una
máquina parecida que tiene bobinas de armadura independientes.
Las máquinas de corriente continua conocidas como amplidinas o rototroles, que tienen varias bobinas de
campo, se usan como amplificadores de potencia. Un pequeño cambio en la potencia suministrada a una
bobina de campo produce un gran cambio en la potencia de salida de la máquina. Estos amplificadores
electrodinámicos se utilizan a menudo en servomecanismos y otros sistemas de control. Véase
Automatización; Electricidad.
• Efecto Motor
Fundamento de los Motores
Los motores eléctricos están fundados en la fuerza que sufre un conductor recorrido por una corriente eléctrica
cuando está en el seno de un campo magnético.
Si dentro de un campo magnético situamos en vez de un conductor rectilíneo, un conductor rectangular los
lados AB y CD están sometidos a fuerzas, que aplicando la regla de la mano izquierda, se ve que están
dirigidas en sentidos contrarios formando un par de fuerzas bajo cuya acción, el circuito gira hasta situarse en
la posición C que es cuando las dos fuerzas estarían en la misma dirección y en sentidos contrarios
anulándose, con lo cual, el circuito rectangular quedaría en equilibrio.
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Pero si en ese momento, cambia el sentido de la corriente eléctrica, entonces el cuadro daría otra media vuelta
y así sucesivamente si se dispone de un artificio para que la corriente eléctrica cambie de sentido cada media
vuelta, este artificio se llama conmutador y está formado en este caso, por dos semianillos llamados DELGAS
en cuya superficie rozan las ESCOBILLAS hechas de carbón conductor a través de las cuales pasa la
corriente.
En la práctica, el motor no tiene un solo conductor rectangular, sino muchos arrollados en forma de bobina
plana. Varias de estas bobinas se disponen arrolladas sobre un tambor o cilindro de hierro dulce. Este conjunto
forma una de las piezas esenciales del motor llamado inducido que es el que gira. Un dibujo de un inducido
formado por las bobinas unidas a las delgas y constituyen al colector. Inducido y colector giran en el seno del
campo magnético producido por un electroimán llamado inductor cuyas piezas están en forma cilíndrica para
que el espacio entre el inducido y el inductor sea el menor posible. Los polos del inductor entre los cuales está
el inducido. Estos motores se llaman de escobillas porque la corriente entra en el colector a través de estos
contactos de carbón conductor que hemos llamado escobillas y donde se produce un cierto chisporroteo. No
tiene aplicación más que para pequeñas potencias; aparatos electrodomésticos o motores de arranque de
coches. Los motores industriales están diseñados de una manera distinta.
El Motor
En el motor, la armadura es simplemente una barra electromagnética montada, sobre un eje. Una
terminal de esta armadura está conectada a cada segmento del conmutador, el cual también montado
sobre el eje pero aislado de éste. La corriente entra en la armadura por la escobilla (+), pasa al derredor
de la armadura la bobina , y entonces regresa a la batería a través de la armadura, en este final derecho
empieza un polo norte, y en este final izquierdo un polo sur. La repulsión entre cada armadura como
polo y el polo de campo, causa a la armadura hacer media vuelta. Si la corriente continúa fluyendo en
la misma dirección, la armadura podría casar de rotar en este punto. Sin embargo en el preciso
momento que la armadura ha completado esta media vuelta, los segmentos de este conmutador
cambian las escobillas, de este modo cambiando la dirección de la corriente en la armadura y por
consecuencia, estos polos otra vez la terminal derecha de la armadura empieza un polo norte y el
izquierdo un polo sur, y otra vez la repulsión entre cada armadura como polo y causa a la armadura a
dar media vuelta. Este proceso continúa así manteniendo la armadura rotando y fija en una sola
dirección.
Motores Comerciales
En el motor simple justamente descrito, el campo está provisto de in electromagneto cuyas vueltas está
conectadas en paralelo con la bobina, dicho motor es llamado motor dinamo. Este tiene la ventaja y está
capacitado a correr y a una velocidad constante. Puede ser usado en una amplia variedad de actividades como
máquinas de coser, abanicos eléctricos, barredoras, etc.
Motores
Se denomina motor electromagnético aquella máquina que transforma la energía eléctrica en trabajo
mecánico.
• Efecto Generador
A una máquina que convierte la energía mecánica en eléctrica se le denomina generador, alternador o dínamo.
Dos principios físicos relacionados entre sí sirven de base al funcionamiento de los generadores y de los
motores. El primero es el principio de la inducción descubierto por el científico e inventor británico Michael
Faraday en 1831. Si un conductor se mueve a través de un campo magnético, o si está situado en las
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proximidades de un circuito de conducción fijo cuya intensidad puede variar, se establece o se induce una
corriente en el conductor. El principio opuesto a éste fue observado en 1820 por el físico francés André Marie
Ampère. Si una corriente pasaba a través de un conductor dentro de un campo magnético, éste ejercía una
fuerza mecánica sobre el conductor.
Generador Eléctrico
Un generador eléctrico tiene como una espira, cuyos extremos están soldados a dos anillos, ambos
mutuamente aislados, gira alrededor de su eje, entre los polos de un imán en herradura. Al girar, los anillos
hacen contacto por frotamiento con dos escobillas fijas, conectadas a un voltímetro. Cuando la espira gira,
corta las líneas de fuerza del campo magnético creado por el imán; es decir, varia el número de líneas de
líneas de fuerza que la atraviesan y, como consecuencia, se origina en ella una corriente inducida. Se observa
que el sentido de esta corriente inducida en la espira cambia, a cada paso de ésta por la posición perpendicular
al campo. LA CORRIENTE ELÉCTRICA ORIGINADA EN LA ESPIRA ES UNA CORRIENTE
ELÉCTRICA.
Generadores Electromagnéticos
La corriente eléctrica originada al girar una espira es muy débil, pero, si en lugar de una espira movemos una
bobina o un conjunto de bobinas, la corriente eléctrica originada puede tener elevada la tensión y una
intensidad despreciable. Precisamente éste es el fundamento de los generadores de corriente eléctrica,
llamados generadores electromagnéticos.
Una turbina impulsada por agua cayendo desde cierta altura (CENTRALES HIDROELÉCTRICAS), por
vapor de agua (CENTRALES TÉRMICAS) comunica un rápido movimiento de rotación a un conjunto de
bobinas llamado inducido. El conjunto de imanes que crea el campo en los generadores industriales son
electroimanes se llama inductor.
Los anillos que recogen la corriente y las escobillas que la mandan al circuito forman el colector.
En los modernos generadores a fin de no tener que utilizar escobillas, punto débil de estos aparatos, el
inducido suele ser fijo y el inductor móvil.
Los generadores electromagnéticos que, fundándose en lo que acabamos de explicar , producen corriente
continua se llaman magnetos (SI EL INDUCTOR ES UN IMÁN PERMANENTE) o dinamos (SI EL
INDUCTOR ES UN ELECTROIMÁN).
Generadores de corriente continua
Si una armadura gira entre dos polos de campo fijos, la corriente en la armadura se mueve en una dirección
durante la mitad de cada revolución, y en la otra dirección durante la otra mitad. Para producir un flujo
constante de corriente en una dirección, o continua, en un aparato determinado, es necesario disponer de un
medio para invertir el flujo de corriente fuera del generador una vez durante cada revolución. En las máquinas
antiguas esta inversión se llevaba a cabo mediante un conmutador, un anillo de metal partido montado sobre el
eje de una armadura. Las dos mitades del anillo se aislaban entre sí y servían como bornes de la bobina. Las
escobillas fijas de metal o de carbón se mantenían en contra del conmutador, que al girar conectaba
eléctricamente la bobina a los cables externos. Cuando la armadura giraba, cada escobilla estaba en contacto
de forma alternativa con las mitades del conmutador, cambiando la posición en el momento en el que la
corriente invertía su dirección dentro de la bobina de la armadura. Así se producía un flujo de corriente de una
dirección en el circuito exterior al que el generador estaba conectado. Los generadores de corriente continua
funcionan normalmente a voltajes bastante bajos para evitar las chispas que se producen entre las escobillas y
el conmutador a voltajes altos. El potencial más alto desarrollado para este tipo de generadores suele ser de
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1.500 V. En algunas máquinas más modernas esta inversión se realiza usando aparatos de potencia
electrónica, como por ejemplo rectificadores de diodo.
Los generadores modernos de corriente continua utilizan armaduras de tambor, que suelen estar formadas por
un gran número de bobinas agrupadas en hendiduras longitudinales dentro del núcleo de la armadura y
conectadas a los segmentos adecuados de un conmutador múltiple. Si una armadura tiene un solo circuito de
cable, la corriente que se produce aumentará y disminuirá dependiendo de la parte del campo magnético a
través del cual se esté moviendo el circuito. Un conmutador de varios segmentos usado con una armadura de
tambor conecta siempre el circuito externo a uno de cable que se mueve a través de un área de alta intensidad
del campo, y como resultado la corriente que suministran las bobinas de la armadura es prácticamente
constante. Los campos de los generadores modernos se equipan con cuatro o más polos electromagnéticos que
aumentan el tamaño y la resistencia del campo magnético. En algunos casos, se añaden interpolos más
pequeños para compensar las distorsiones que causa el efecto magnético de la armadura en el flujo eléctrico
del campo.
Los generadores de corriente continua se clasifican según el método que usan para proporcionar corriente de
campo que excite los imanes del mismo. Un generador de excitado en serie tiene su campo en serie respecto a
la armadura. Un generador de excitado en derivación, tiene su campo conectado en paralelo a la armadura. Un
generador de excitado combinado tiene parte de sus campos conectados en serie y parte en paralelo. Los dos
últimos tipos de generadores tienen la ventaja de suministrar un voltaje relativamente constante, bajo cargas
eléctricas variables. El de excitado en serie se usa sobre todo para suministrar una corriente constante a voltaje
variable. Un magneto es un generador pequeño de corriente continua con un campo magnético permanente.
Generadores de corriente alterna (alternadores)
Como se decía antes, un generador simple sin conmutador producirá una corriente eléctrica que cambia de
dirección a medida que gira la armadura. Este tipo de corriente alterna es ventajosa para la transmisión de
potencia eléctrica, por lo que la mayoría de los generadores eléctricos son de este tipo. En su forma más
simple, un generador de corriente alterna se diferencia de uno de corriente continua en sólo dos aspectos: los
extremos de la bobina de su armadura están sacados a los anillos colectores sólidos sin segmentos del árbol
del generador en lugar de los conmutadores, y las bobinas de campo se excitan mediante una fuente externa de
corriente continua más que con el generador en sí. Los generadores de corriente alterna de baja velocidad se
fabrican con hasta 100 polos, para mejorar su eficiencia y para lograr con más fácilidad la frecuencia deseada.
Los alternadores accionados por turbinas de alta velocidad, sin embargo, son a menudo máquinas de dos
polos. La frecuencia de la corriente que suministra un generador de corriente alterna es igual a la mitad del
producto del número de polos y el número de revoluciones por segundo de la armadura.
A veces, es preferible generar un voltaje tan alto como sea posible. Las armaduras rotatorias no son prácticas
en este tipo de aplicaciones, debido a que pueden producirse chispas entre las escobillas y los anillos
colectores, y a que pueden producirse fallos mecánicos que podrían causar cortocircuitos. Por tanto, los
alternadores se construyen con una armadura fija en la que gira un rotor compuesto de un número de imanes
de campo. El principio de funcionamiento es el mismo que el del generador de corriente alterna descrito con
anterioridad, excepto en que el campo magnético (en lugar de los conductores de la armadura) está en
movimiento.
La corriente que se genera mediante los alternadores descritos más arriba, aumenta hasta un pico, cae hasta
cero, desciende hasta un pico negativo y sube otra vez a cero varias veces por segundo, dependiendo de la
frecuencia para la que esté diseñada la máquina. Este tipo de corriente se conoce como corriente alterna
monofásica. Sin embargo, si la armadura la componen dos bobinas, montadas a 90º una de otra, y con
conexiones externas separadas, se producirán dos ondas de corriente, una de las cuales estará en su máximo
cuando la otra sea cero. Este tipo de corriente se denomina corriente alterna bifásica. Si se agrupan tres
bobinas de armadura en ángulos de 120º, se producirá corriente en forma de onda triple, conocida como
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corriente alterna trifásica. Se puede obtener un número mayor de fases incrementando el número de bobinas
en la armadura, pero en la práctica de la ingeniería eléctrica moderna se usa sobre todo la corriente alterna
trifásica, con el alternador trifásico, que es la máquina dinamoeléctrica que se emplea normalmente para
generar potencia eléctrica.
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