Nº 004. MAYO 2006 VOTO DE CENSURA: TAREA PARA LA CONSTITUYENTE Por Delina Otazú Salazar Es una noticia recurrente en el país: “Alcalde removido por el Voto Constructivo de Censura”. Este fenómeno sucede todos los años y afecta la gobernabilidad, la estabilidad en el ámbito de la democracia local en Bolivia y la posibilidad de contar con proyectos de largo plazo en la gestión municipal. En la próxima Asamblea Constituyente se debe definir qué hacer con esta disposición. Cientos de alcaldes y alcaldesas han sido removidos de su cargo y sustituidos inmediatamente gracias este recurso constitucional: El Voto Constructivo de Censura, una medida de excepción para cambiar a la máxima autoridad del municipio, que debería aplicarse sólo en casos extremos, contra el alcalde municipal que ha perdido la confianza del concejo municipal. La única manera de no entrar en este juego es ser elegido directamente por mayoría absoluta, es decir obtener más del 50 % de los votos. La ley boliviana establece que si ningún candidato obtiene la mayoría absoluta, el alcalde es elegido de entre los dos concejales que obtengan la mayor votación y son éstas precisamente las autoridades que pueden ser alejadas fácilmente del cargo. La experiencia, tras doce años de Participación Popular en Bolivia, muestra que perder la confianza en el alcalde es demasiado sencillo. Cientos de autoridades han dejado el cargo por presión política, por acuerdos partidarios o por cuestiones totalmente ajenas a la administración del municipio y que se relacionan sencillamente a la ambición por el “poder”. Los principales partidos políticos que se presentan a la elección de constituyentes plantean la necesidad de cambiar esta medida por otra que no deje impune a las autoridades que no cumplen sus funciones, pero que tampoco los deje atados a un mecanismo perverso. Esta será una tarea para la Asamblea Constituyente que debe analizar y cambiar, si así lo consideran los futuros asambleístas, una ley que, adaptada de las legislaciones europeas, debilita la institucionalidad del gobierno local. ¿De dónde sale? La medida no es ni creativa ni nueva. El voto de censura existe desde la instauración del gobierno de Inglaterra, inspirado en que el funcionario público que actúe mal pueda ser cambiado cuando el pueblo u otras instancias de representación así lo vean conveniente. A ese concepto, se le agregó la palabra “constructivo”, para que el pueblo o, en el caso de las municipalidades, el Concejo Municipal, pueda remover al Alcalde que no está cumpliendo. Este procedimiento es originario de Alemania y en la historia reciente de la del Parlamento Federal y de la República Federal Alemana se ha aplicado tres veces; no se debe desconocer que Helmut Kohl resultó elegido canciller en virtud de una moción de voto constructivo de censura. Sus efectos en Bolivia Sólo en el primer año después de su aprobación, en más de 213 municipios, de los 314 que tenía el país, fueron removidos los alcaldes al menos una vez. Ajustes en la Ley de Municipalidades permitieron bajar la cifra desde 1999, sin embargo, este año hemos sobrepasado la veintena en cuatro meses. Sin duda debe existir un mecanismo de control ciudadano a sus autoridades y la posibilidad de un cambio saludable, lo que debe replantearse en Bolivia es la forma de hacer esto sin que un concejo, en muchos casos de cinco personas, tenga el control absoluto sobre el alcalde.