Queda explicado cumplidamente el destacado papel que juega este animal y el sobresaliente interés de los pastos de que voy a ocuparme ahora, b a s e de la riqueza ganadera. L a familia botánica de las gramíneas aporta una ingente cantidad de especies forrajeras, con amplia dispersión por todo el territorio estudiado y densidad suficiente para asegurar el alimento de buen número de rebaños. El género Áristida representado por el "ens i d " o " e n s i l " (A. plumosa), hierba como de un par de palmos de alta, muy abundante en el Tiris, Zemur, Ezmul, Adrar Suttuf, etc., etc., pasto inmejorable, principalmente en la época de verano. Es planta muy b u s c a d a después de las lluvias por su gran vitalidad y rápido crecimiento. Se multiplica mucho. Sus cariópsides, coronadas por un plumerito blanco, se ven p o r todas partes, arrastradas por el viento incesante que sopla en el desierto. El " a s e r d ú n " (A. acutiflora), tan apreciada como la anterior, es menos frecuente y b u s c a de preferencia las zonas de K u d i a s y Gleibats (sierras y m o n t e s ) , creciendo en las grietas de la« rocas negras. Con este nombre conocen los nómadas la planta en estado fresco, verde. Después de la lluvia se agosta rápidamente, y entonces le dan el nombre de " s f a r " . Otro buen pasto es el "ataf" (A. ciliata), así cómo el "haiat él h a m a r " o "lehyet" (A. sieberiana), que también llaman "barbita de b u r r o " por el aspecto que presenta el manojo de hojas secas.