TEMA 6 Riesgos naturales

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Autor: Luis Echarri
Asignatura: Población, ecología y ambiente
2007
TEMA 6 Riesgos naturales
Presentación.................................................................................................................. 1
Terremotos y tsunamis ................................................................................................. 2
Intensidad y magnitud de los terremotos.................................................................. 2
Tsunamis................................................................................................................... 3
Escala M.S.K. (Propuesta en 1964 por Medveder, Sponhever y Kamik) ................ 4
Sismicidad en la península Ibérica ........................................................................... 5
Zonas marinas........................................................................................................... 7
Terremoto de Lisboa de 1 de noviembre de 1755 .................................................... 7
Volcanes ....................................................................................................................... 8
Erupción del Pinatubo .............................................................................................. 8
Erupciones volcánicas .............................................................................................. 9
Vigilancia y previsión de las erupciones .................................................................. 9
Efecto de las erupciones en el medio natural ......................................................... 10
Riesgo volcánico en Canarias. Volcanes en las islas Canarias............................... 10
Inundaciones............................................................................................................... 11
Causas de las inundaciones .................................................................................... 12
Biescas .................................................................................................................... 14
Gota fría.................................................................................................................. 14
Movimientos de tierras y aludes................................................................................. 15
Deslizamientos, desprendimientos y aludes ........................................................... 15
Deslizamientos y desprendimientos en España ...................................................... 17
Alud ........................................................................................................................ 17
Viento ......................................................................................................................... 18
Vientos en España .................................................................................................. 18
Temporales mediterráneos.- ................................................................................... 18
Temporales atlánticos ............................................................................................. 19
Torbellinos locales.................................................................................................. 19
Sequía ......................................................................................................................... 20
Granizo ....................................................................................................................... 21
Presentación
La espectacularidad de los avances científicos y tecnológicos de los últimos años puede
dar la impresión de que se ha conseguido un dominio sobre la naturaleza casi total. Se
modifican los genes, se explora el espacio exterior y se explotan los ecosistemas más
remotos del mundo. Pero cuando sucede un terremoto, un volcán entra en erupción o
una gran inundación arrasa una zona, se hace patente la grandeza de las fuerzas de la
naturaleza que, en pocos minutos, pueden liberar energías destructoras de enorme
magnitud.
En los últimos 20 años los desastres naturales han matado a 3 millones de personas en el
mundo, causando daños a alrededor de otros 800 millones. Las pérdidas económicas
causadas por inundaciones, sequías, terremotos, volcanes, incendios forestales, etc. son
enormes.
En España mueren al año alrededor de 100 personas , principalmente a causa de
temporales marítimos, seguidos por movimientos de tierra, aludes, incendios, rayos, etc.
y se pierden al año más de 100 000 millones de pesetas (algo más que el 0,2% del PIB).
Las mayores pérdidas económicas las causan las inundaciones.
El número de desastres naturales no ha aumentado en los últimos años pero al ir
creciendo la población, el número de personas a los que afectan está siendo mayor cada
vez. Por otra parte el traslado de muchos habitantes a las ciudades hace que cuando se
produce cualquier incidente en la proximidad de una gran ciudad las consecuencias sean
dramáticas. Un solo terremoto con epicentro en la ciudad china de Tangshan mató a más
de 250 000 personas en 1977.
En este capítulo se estudian los principales riesgos naturales, con especial detenimiento
en los que afectan a la Península Ibérica.
Daños causados por catástrofes naturales en el siglo
XX
Coste
(millones pesetas)
Víctimas
Terremotos
2 · 106
1,7 · 106
Ciclones
3 · 106
0,6 · 106
Volcanes
45 000
49 000
Inundaciones 1,5 · 106
3,2 · 106
6,6 · 106
5,6 · 106
Total
Terremotos y tsunamis
Los terremotos se producen cuando las tensiones acumuladas por la deformación de las
capas de la Tierra se libera brúscamente. Se rompen las masas de rocas que estaban
sometidas a fuerzas gigantescas, reordenándose los materiales y liberando enormes
energías que hacen temblar la Tierra.. Sus focos de inicio (hipocentro) se localizan a
diferentes profundidades, estando los más profundos hasta a 700 kilómetros. Son
especialmente frecuentes cerca de los bordes de las placas tectónicas. Al año se
producen alrededor de un millón de sismos, aunque la mayor parte de ellos son de tan
pequeña intensidad que pasan desapercibidos.
Actúan de forma instantánea en un área extensa y las ondas sísmicas que provocan,
especialmente las superficiales, causan formación de fallas, desprendimientos de tierra,
aparición y desaparición de manantiales, daños en construcciones y muertes en las
personas. Son muy difíciles de predecir y, en la actualidad, no hay sistemas eficaces
para alertar a la población con tiempo de la inminencia de un sismo.
Intensidad y magnitud de los terremotos
Para poder describir la fuerza de un terremoto y los daños que produce se han
confeccionado escalas que miden la intensidad y la magnitud de los sismos.
La intensidad es una medida subjetiva de los efectos de los sismos sobre los suelos,
personas y estructuras hechas por el hombre. No usa instrumentos sino que se basa en
las observaciones y sensaciones ocasionados por el terremoto. Es útil para describir el
terremoto en zonas en las que no hay sismógrafos próximos y para comparar los
terremotos antiguos. Hay más de 50 escalas distintas para medir la intensidad, pero las
más conocidas son dos:
1. la Mercalli Modificada. Tiene 12 grados y es la más internacionalmente usada.
Es la que se usa en EEUU y en otros muchos países. Para fijar de que grado ha
sido un terremoto, después de que ha sucedido, el Servicio Geológico de EEUU
manda una encuesta a todos los funcionarios de correos de las zonas afectadas y
con las respuestas confecciona el mapa de intensidad del sismo.
2. la MSK es la que se utiliza en la mayoría de los países europeos y es la oficial en
España. Va del grado I al XII.
La magnitud es una medida objetiva de la energía de un sismo hecha con sismógrafos.
La escala más conocida y usada es la de Richter (1935) y mide el "logaritmo de la
máxima amplitud de un sismograma registrado por un instrumento estándar, a una
distancia de 100 kilómetros del epicentro". Posteriormente ha sufrido correcciones, pero
la idea básica sigue siendo la misma. Como la escala es logarítmica el paso de una
unidad a la siguiente supone multiplicar la energía por diez.
Este concepto permite clasificar a los terremotos en:
Terremotos grandes
M >= 7
Terremotos moderados
5 =< M < 7
Terremotos pequeños
3 =< M < 5
Microterremotos
M<3
El mayor terremoto conocido en el mundo se produjo en Chile en 1960 y tuvo una
magnitud de 9,5. Ocasionó 6000 muertos y produjo un tsunami que causó víctimas en
Hawaii y Japón.
Un terremoto de magnitud 12 en la escala de Richter partiría la Tierra en dos.
Terremotos al año, en el mundo, según magnitud (escala de Richter)
Descripción
Magnitud
Número por año
Enorme
8.0+
1
Muy grande
7.0-7.9
18
Grande (destructivo)
6.0-6.9
120
Moderado (daños serios)
5.0-5.9
1,000
Pequeño (daños ligeros)
4.0-4.0
6,000
Sentido por la mayoría
3.0-3.9
49,000
Se puede llegar a percibir
2.0-2.9
300,000
Imperceptible
menos de 2.0
600,000+
Tsunamis
Los terremotos submarinos provocan movimientos del agua del mar (maremotos o
tsunamis). Los tsunamis son olas enormes con longitudes de onda de hasta 100
kilómetros y que viajan a velocidades de 700 a 1000 km/h. En alta mar la altura de la
ola es pequeña, sin superar el metro; pero cuando llegan a la costa, al rodar sobre el
fondo marino alcanzan alturas mucho mayores, de hasta 30 y más metros. El tsunami
está formado por varias olas que llegan separadas entre sí por unos 15 o 20 minutos. La
primera que llega no suele ser la más alta, sino que es muy parecida a las normales.
Después se produce un impresionante descenso del nivel del mar seguido por la primera
ola gigantesca y a continuación por varias más.
La falsa seguridad que suele dar el descenso del nivel del mar ha ocasionado muchas
víctimas entre las personas que, imprudentemente, se acercan por curiosidad u otros
motivos, a la línea de costa.
España puede sufrir tsunamis catastróficos, como quedó comprobado en el terremoto de
Lisboa en 1755. Como consecuencia de este sismo varias grandes olas arrasaron el
golfo de Cádiz causando más de 2000 muertos y muchos heridos y daños materiales. El
7 de julio de 1941 el último de los tsunamis detectados en las costas españolas afectó a
las Canarias.
En 1946 se creó la red de alerta de tsunamis después del maremoto que arrasó la ciudad
de Hilo (Hawaii) y varios puertos más del Pacífico. Hawaii es afectado por un tsunami
catastrófico cada 25 años, aproximadamente, y EEUU, junto con otros países, han
puesto estaciones de vigilancia y detectores que avisan de la aparición de olas
producidas por sismos.
Escala M.S.K. (Propuesta en 1964 por Medveder, Sponhever y
Kamik)
Grado
Consecuencias
I
No percibida por humanos, sólo por sismógrafos
II
Percibida sólo por algunas personas en reposo, en pisos altos
III
Percibida por algunas personas en el interior de los edificios. Similar al
paso de un camión ligero
IV
Percibido por muchos en el interior de los edificios. No atemoriza. Vibran
ventanas, muebles y vajillas. Similar al paso de un camión pesado.
V
Las personas que duermen se despiertan y algunas huyen. Los animales se
ponen nerviosos. Los objetos colgados se balancean ampliamente. Puertas
y ventanas abiertas baten con violencia. En ciertos casos se modifica el
caudal de los manantiales.
VI
Muchas personas salen a la calle atemorizadas. Algunos llegan a perder el
equilibrio. Se rompe cristalería y caen libros de las estanterías. Pueden
sonar algunas campanas de campanarios. Se producen daños moderados
en algunos edificios. Puede haber deslizamientos de tierra.
VII
La mayoría se aterroriza y corre a la calle. Muchos tienen dificultades para
mantenerse en pie. Lo sienten los que conducen automóviles. Muchas
construcciones débiles sufren daños e incluso destrucción. Alguna
carretera sufre deslizamientos. En las lagunas se nota oleaje y se enturbian
por remoción del fango. Cambian los manantiales: algunos se secan y
otros se forman.
VIII
Pánico general, incluso en los que conducen automóviles. Los muebles,
incluso pesados, se mueven y vuelcan. Muchas construcciones sufren
daños o destrucción. Se rompen algunas canalizaciones. Estatuas y
monumentos se mueven y giran. Pequeños deslizamientos de terreno,
grietas de varios centímetros en el suelo. Aparecen y desaparecen nuevos
manantiales. Pozos secos vuelven a tener agua y al revés.
IX
Pánico general. Animales que corren en desbandada. Muchas
construcciones son destruidas. Caen monumentos y columnas y se rompen
parcialmente las conducciones subterráneas. Se abren grietas de hasta 20
centímetros de ancho. Desprendimientos y deslizamientos de tierra y
aludes. Grandes olas en embalses y lagos
X
La mayoría de las construcciones sufren daños y destrucción. Daños
peligrosos en presas y puentes. Las vías se desvían . Grandes ondulaciones
y roturas en carreteras y canalizaciones. Grietas de varios decímetros en el
suelo. Muchos deslizamientos. El agua de canales y ríos es lanzada fuera
del cauce.
XI
Quedan fuera de servicio las carreteras importantes. Las canalizaciones
subterráneas destruidas. Terreno considerablemente deformado.
XII
Se destruyen o quedan dañadas prácticamente todas las estructuras,
incluso las subterráneas. Cambia la topografía del terreno. Grandes caídas
de rocas y hundimientos . Se cierran valles, se forman lagos, aparecen
cascadas y se desvían ríos.
Sismicidad en la península Ibérica
Se conocen decenas de terremotos destructores que han causado grandes daños en
personas y bienes, en la Península, en los últimos siglos. Habitualmente transcurren
largos lapsos de tiempo entre terremoto y terremoto lo que hace que la población no
tenga conciencia viva de este peligro y, cuando se producen, no hay una preparación
adecuada ni en los comportamientos ni en la calidad y el tipo de construcciones.
Peligrosidad sísmica en España expresada en intensidades para un periodo de 500
años
Las zonas con más probabilidad de padecer sismos son el sur y sureste y el Pirineo.
a. Zona Pirenaica.- Corresponde a una de las áreas sísmicas más activas de la
Península. Los sismos se concentran principalmente en dos regiones: una al
oeste y otra al este. En los Pirineos occidentales, el último terremoto destructor
registrado durante el siglo actual ocurrió el 13.8.1967 en la localidad de Arette
(Francia), que alcanzó una intensidad de VIII y una magnitud de 5,5. La zona
sísmica de los Pirineos orientales es la región de Olot, en donde se registraron
importantes sismos en 1427 y 1428, con intensidades mayores de X, que
produjeron la destrucción de amplias zonas, desde Puigcerdá hasta Gerona. En
total, en la cadena Pirenaica, se han producido desde el siglo XV, 17 terremotos
de intensidad mayor que VIII y cuatro superiores a IX.
b. Cordillera Bética.- El Sistema Bético constituye una de las áreas de mayor
sismicidad de la Península Algunos de los terremotos históricos importantes
ocurridos en la Península, se han localizado en esta área, como los de Vera
(1518), Almería (1522), Torrevieja (1829) y Arenas del Rey (1884). Todos ellos
con intensidades superiores a IX.
c. Depresión del Guadalquivir.- Corresponde a un área de sismicidad moderada,
aunque se han producido algunos terremotos fuertes como el de Carmona
(Sevilla) en 1504, uno de los mayores terremotos de todos los ocurridos en la
Península.
d. Zona suroeste de la Península.- La sismicidad de esta área está distribuida en
forma desigual. En la zona de Algarve, cuenca del bajo Tajo y Sado y Orla
occidental, se han registrado varios terremotos de importancia con intensidades
superiores a IX, como de Vilafranca (1531), Tavira (1722), Setúbal (1858) y
Benavente (1909). Las demás zonas son bastante asísmicas, aunque se han
registrado algunos terremotos de escasa importancia.
e. Sistema Central y zona asturleonesa.- Toda la zona es de muy baja
sismicidad, aunque se han registrado algunos sismos de mediana intensidad (VII
(M.S.K).
f. Cadena costero catalana y Depresión del Ebro.- Se ha delimitado una banda
de máxima actividad sísmica de unos 20 km. de anchura, que se alinea con la
dirección de la cordillera Costero-Catalana, desde Gerona hasta Tarragona. En
general, es una zona de baja actividad sísmica.
g. Cuenca del Duero, fosa del Tajo y campo de Montiel.- Son las áreas
sísmicamente menos peligrosas de la península Ibérica, y se han registrado
algunos terremotos de escasa importancia en la zona de contacto con el Macizo
Ibérico. Las máximas intensidades sentidas han sido entre IV y V (M.S.K.),
coincidiendo con las isosistas del terremoto de Lisboa (1755).
Zonas marinas
Los terremotos con epicentro marino son los movimientos más fuertes que afectan a la
Península. Se pueden diferenciar tres zonas:
1. La primera zona comprende desde la dorsal Atlántica, hasta las proximidades de
las islas Azores. Se producen frecuentes terremotos superficiales de pequeña
magnitud que, generalmente, no afectan a la Península.
2. La zona comprendida entre las islas Azores hasta los 12º0 de latitud. En esta
zona, se generan terremotos de elevadas magnitudes que afectan a la Península,
como el famoso terremoto de 1755.
3. Zona del golfo de Cádiz. La distribución de los epicentros de los terremotos es
irregular, y son de menor magnitud que en la zona anterior. En general, la
sismicidad de la región del Estrecho de Gibraltar es bastante baja.
Terremoto de Lisboa de 1 de noviembre de 1755
Mapa de isoistas del terremoto de Lisboa
Este terremoto se consideró como el más destructivo que ha azotado a la Península hasta
esa fecha. Se produjeron varios temblores a las 9h:50 min, 10h y 12h del día 1 de
noviembre de 1755, día de Todos los Santos. Este violento temblor tuvo su epicentro en
la falla Azores-Gibraltar, a 37ºN y 10º0. Afectó duramente Portugal y el sur de España
(VIII), (ver mapa de isosistas). Su duración fue de 120 segundos y se alcanzó una
intensidad máxima de X. Sus efectos fueron desastrosos y aparte del terremoto en sí,
que destruyó la mayoría de los edificios en Lisboa, se produjo un devastador incendio
que arrasó Lisboa y un tsunami que azotó las costas portuguesas y zona del golfo de
Cádiz.
En Lisboa, se contabilizaron 50.000 víctimas mortales de una población estimada en
235.000 personas.
En España, se produjeron cuantiosos daños. En Sevilla, se destruyó el 6,5 % de las
viviendas y dañó el 89%. La Giralda se vio muy afectada, y se produjeron 9 víctimas.
En Madrid, se alcanzó una intensidad de V y, aparte de algunos daños, cayó una cruz
del Colegio Imperial y otra de la fachada del Buen Suceso, ocasionando la muerte de
dos niños.
Pero lo que verdaderamente causó numerosas víctimas en nuestro territorio, fue el
tremendo tsunami que barrió las costas peninsulares y africanas, según una descripción
del Catálogo Nacional de Riesgos Geológicos I.T.G.E (1988), los efectos del tsunami
fueron en las costas españolas y portuguesas:
En España«En Cádiz, después de pasado el terremoto a las 11 h, el mar rompió los lienzos de las
murallas desplazando piezas de sillería de 8 a 10 toneladas alrededor de 40 a 50
yardas, e invadió la población hasta 3 veces con intervalos de 6 minutos dejando en
seco cerca de media legua de playa y ocasionó numerosas víctimas. También
seprodujeron daños en el muelle y el hundimiento de un barco. El Gobernador de Cádiz
ordenó el cierre de las murallas salvando la vida a mires de personas. En. los pueblos
de la provincia se sintió el terremoto en análoga manera. Conil, Sanlúcar de
Barrameda,, Puerto de Santa María,, Jerez de la Frontera,, etc.., todos ellos sufrieron
desperfectos en los edificios y víctimas. Sólo en la. Isla de León (hoy San Fernando)
aparecieron en sus alrededores 26 muertos. Por ejemplo, Conil quedó
completamentedestruido. En Ayamonte únicamente, hubo más de 1. 000 muertos».
En Portugal:
«En, Lisboa se produjeron más de 4. 000 muertos. En San Vicente se retiró el mar
media legua subiendo el nivel a continuación 60 m. En Sagres también el mar se retiró
media legua produciendo una subida de 30 m a continuación. En Motinhal y Lagos el
mar avanzó hasta media legua arrasando murallas, arrasando cultivos y haciendo
naufragar pequeñas embarcaciones. En. Portimao, alejada 2,5 km del mar la ría que por
ella pasa, se llevó 12 m de muralla y destruyó un convento».
Volcanes
En los últimos 10000 años 1415 volcanes han sido activos en el mundo. Algunos de
ellos entran en erupción muy frecuentemente como los de Hawaii, Etna y Stromboli,
mientras otros permanecen en reposo durante muchos años, pero sería un error pensar
que están extinguidos. La historia enseña que hay muchas erupciones catastróficas de
volcanes que se pensaba que ya no eran activos porque había pasado mucho tiempo
desde su última explosión como, por ejemplo, el de Pinatubo en Filipinas que entró en
actividad en 1991. Millones de personas viven en la proximidad de volcanes peligrosos.
Erupción del Pinatubo
La erupción del Monte Pinatubo en 1991 en Filipinas ha sido la segunda erupción
mayor del siglo. Una gran cantidad de magma fluyó del volcán durante 9 horas del día
15 de junio y se formó una caldera de más de 2,5 km. Las columnas de materiales
lanzados por el volcán alcanzaron los 35 km de altitud, formando una gigantesca nube
en forma de sombrilla que inyectó en la atmósfera grandes cantidades de óxidos de
azufre.
Las partículas de compuestos de azufre introducidas por este volcán en la estratosfera
produjeron la mayor perturbación atmosférica conocida desde la explosión del Krakatoa
en 1883. La nube de aerosoles se extendió rápidamente, en unas tres semanas, por toda
la Tierra y seguía presente después de más de un año.. Esta nube produjo un descenso
en la cantidad de radiación que llegaba a la superficie terrestre, lo que supuso un
enfriamiento de 0,5 a 0,6 ºC en grandes zonas de la Tierra durante los años 1992 y 1993.
Erupciones volcánicas
Una erupción volcánica de intensidad media o alta libera una energía similar a la de un
terremoto de magnitud 6,5 a 8,5 de la escala de Richter. La explosión del volcán es más
peligrosa cuanto más bruscamente se libera la energía, lo que depende de la viscosidad
del magma y de la cantidad de gases que libere. Hay distintos tipos de erupciones:
a) Erupciones explosivas.- Si el magma es viscoso y muy rico en sustancias volátiles,
cuando va ascendiendo a la superficie los gases que estaban disueltos en profundidad
debido a las elevadas presiones, pasan a formar burbujas dentro de la masa de magma y
en un determinado momento explotan, lanzando a la atmósfera, a gran velocidad, masas
de lava incandescente y fragmentos de roca de la chimenea del volcán. La violencia de
las explosiones de un volcán aumenta cuando el magma se pone en contacto con masas
de agua (lagos, neveros, acuíferos, etc.) a las que vaporiza violentamente.
La nube ardiente acompañada de fragmentos incandescentes y sólidos que se forma en
una erupción explosiva se desplaza a unos 100 km/h con una gran capacidad
destructiva. La que se formó en la explosión del Mont Pelé en La Martinica, el año
1902, alcanzó los 150 km/h y produjo 30 000 muertes. La columna eruptiva puede
alcanzar 40 o 50 km de altura.
b) Erupciones efusivas.- Si el magma es fluido y con pocos gases fluye en forma de
colada de lava líquida causando muchos menos daños. La velocidad de la colada no
suele ser muy alta, aunque en la erupción del Niragongo (Zaire) en 1977 alcanzó una
velocidad media de 30 Km/h causando 72 víctimas en un pueblo situado a 10 km del
volcán. Los daños materiales pueden ser altos porque las coladas llegan a extenderse
hasta decenas e incluso centenares de km desde la boca del volcán destruyendo campos
de cultivo y asentamientos humanos.
Vigilancia y previsión de las erupciones
Para proteger a las personas de los daños que puede originar un volcán, dos son las
tareas principales a hacer:
1. Mantener un sistema de vigilancia del volcán que permita prever cuando una
erupción está próxima a suceder.
2. Elaborar un buen plan de evacuación de la población.
Cuando el volcán pasa de una situación de reposo a otra de erupción tiene que recorrer
una serie de fases que se pueden vigilar. El magma debe ascender a la superficie y en
esa subida, empuja las rocas hacia arriba, levantando el suelo, se forman grietas por las
que salen humos y vapores y aumentan las sacudidas sísmicas y el calor en la superficie.
Los sistemas de vigilancia se fijan en estos síntomas para detectar cuando hay que dar la
alarma. Pero es difícil hacer estas previsiones y no hay todavía capacidad científica de
anticipar con seguridad las erupciones volcánicas. Erupciones como la del Monte St.
Helens, en EEUU, en 1980, han sucedido sin que se hayan podido predecir.
La situación se hace más difícil en los casos en los que hay que evacuar grandes
poblaciones. Se calcula, por ejemplo, que una erupción del Vesubio pondría en peligro
de muerte a 600 000 personas y que para evacuar ordenadamente a toda esa población
se necesitan tres semanas.
Efecto de las erupciones en el medio natural
Una erupción de lava poco viscosa, como la que sería probable en Canarias si se
produjera actividad volcánica, cambia la forma del terreno y puede llegar a modificar
todo el aspecto de la isla. También se van originando elevaciones montañosas.
Otro efecto de las erupciones son los incendios forestales que provocan la desaparición
de bosques enteros. Algunas especies como el pino canario, están especialmente bien
adaptadas al fuego por lo que pueden resistir bastante bien estos efectos.
El terreno ocupado por una colada de lava enfriada comienza como un desierto sin nada
de vida en sus comienzos. Con el tiempo se va formando suelo y se produce todo un
proceso de sucesión de ecosistemas.
Los gases y cenizas emitidos por el volcán producen contaminación natural y lluvias
ácidas e incluso, si la erupción es fuerte, pueden alterar el clima mundial. La erupción
del volcán filipino Pinatubo, por ejemplo, es responsable de un enfriamiento global en
los meses siguientes a su explosión.
Riesgo volcánico en Canarias. Volcanes en las islas Canarias
La mayoría de los volcanes del mundo se encuentran en los bordes de las placas
litosféricas. En las zonas de subducción son especialmente numerosos los grandes
volcanes como los que forman los Andes o las islas del Japón y en las zonas de
expansión de las placas -las dorsales oceánicas-, algunos autores consideran que todas
ellas son como un larguísima fisura volcánica -de más de 60 000 km-.
Pero hay un tercer tipo de volcanes que se encuentran en el interior de las placas
oceánicas, en lugares que se suelen denominar "puntos calientes". Todavía no se
entiende bien la explicación exacta de este fenómeno, pero nos indica que en esas zonas
hay como unas columnas de magma que ascienden, originando esos volcanes. Como la
placa litosférica sigue desplazándose, mientras que la posición del punto caliente no
varía, acaban formándose, en unos millones de años, una cadena de islas volcánicas,
como por ejemplo las islas Hawai.
El vulcanismo de las Canarias, es calificado por algunos como de "punto caliente",
aunque otras personas discuten esta adscripción. Es probable que tenga relación estrecha
con la zona de transición entre el continente Africano y la litosfera oceánica del
Atlántico y que se encuentre también afectada por los movimientos tectónicos que
levantaron la cordillera del Atlas en el Norte de Africa y, por supuesto, por el lento
movimiento (alrededor de 1 cm por año) de la placa Africana. El resultado de toso estos
fenómenos habría sido la aparición del conjunto volcánico de las Canarias.
En Tenerife se encuentra el Teide, que con sus 3,715 m marca el punto más alto de la
geografía española. Como se ve en el mapa geológico esquemático propuesto por
Carracedo en 1994, este volcán se encuentra en la caldera de Las Cañadas que tiene
unos 12 a 20 km de diámetro y reúne diferentes cráteres. De la caldera salen, a modo de
radios, zonas de rift, en las que se formaron los valles de Orotava y Guimar cuando
grandes fragmentos de la isla fueron eliminados por deslizamientos de tierras. Los
volcanes de Tenerife han entrado en erupción varias veces desde que se colonizó la isla
en 1402. La más reciente ha sido en 1909 y duró sólo 10 días, produciendo flujos de
lava que ocasionaron algunos daños.
Más recientemente ha habido erupciones volcánicas en otras islas de las Canarias, como
la del volcán Teneguia, de la isla de La Palma, en 1971.
Riesgo volcánico en las Islas Canarias.
Las islas Canarias son la única región de España con vulcanismo activo donde ha
habido erupciones volcánicas y hay riesgo de que haya más en el futuro. Tenerife, La
Palma, Lanzarote y Hierro han tenido erupciones en los últimos siglos (la última en
1971 el volcán Teneguía en la isla de La Palma) y son volcánicamente activas.
Fuerteventura y Gran Canaria hace más tiempo que no han tenido erupciones y el riesgo
es menor y en La Gomera la actividad volcánica puede considerarse extinta.
Las erupciones de los volcanes canarios suelen ser de tipo efusivo y no muy peligrosas
para las personas ni muy destructivas. Fue excepcional la erupción que ocurrió en
Lanzarote entre los años 1730 y 1736 que cubrió con lava la cuarta parte de la isla,
destruyendo campos de cultivo y provocando que la población tuviera que emigrar a las
otras islas.
En Tenerife hay riesgo de alguna erupción explosiva, porque el volcán Teide podría
tener actividad violenta. La probabilidad de que esto pase es muy baja, pero si sucediera
sería muy destructiva y por eso se vigila con atención la actividad de este volcán.
El vulcanismo en las islas Canarias trae también algunos riesgos indirectos, entre ellos
la posibilidad del deslizamiento de grandes masas de terreno. A consecuencia de la
actividad del volcán se van formando acumulaciones de rocas de mucha altura y poca
base que han caído en algunas ocasiones hacia el mar. Estas grandes avalanchas son las
responsables de las profundas depresiones (calderas) que surcan las islas.
Erupciones más recientes registradas en Canarias
Teide
s XV
Montaña de las Arenas 1705
Tinguatón
1824
Taoro
1430 ?
Fasnia
1705
Nuevo
1824
Tacande
1480 ?
Montaña Negra
1706
Tao
1824
Tahuya
1585
El Charco
1712
Chinyero
1909
Martín
1646
Timanfaya
1730
San Juan
1949
San Antonio
1677
Lomo Negro
1793 ?
Teneguía
1971
Siete Fuentes
1704
Chahorra
1798
Inundaciones
Las inundaciones son una de las catástrofes naturales que mayor número de víctimas
producen en el mundo. Se ha calculado que en el siglo XX unas 3,2 millones de
personas han muerto por este motivo, lo que es más de la mitad de los fallecidos por
desastres naturales en el mundo en ese periodo. En España son un grave problema social
y económico, sobre todo en la zona mediterránea y en el Norte.
Causas de las inundaciones
Las grandes lluvias son la causa principal de inundaciones, pero además hay otros
factores importantes. A continuación se analizan todos estos factores:
• Exceso de precipitación.- Los temporales de lluvias son el origen principal de
las avenidas. Cuando el terreno no puede absorber o almacenar todo el agua que
cae esta resbala por la superficie (escorrentía1) y sube el nivel de los ríos. En
España se registran todos los años precipitaciones superiores a 200 mm en un
día, en algunas zonas, y se han registrado lluvias muy superiores hasta llegar a
los 817 mm el 3 de noviembre de 1987 en Oliva.
• Fusión de las nieves.- En primavera se funden las nieves acumuladas en
invierno en las zonas de alta montaña y es cuando los ríos que se alimentan de
estas aguas van más crecidos. Si en esa época coinciden fuertes lluvias, lo cual
no es infrecuente, se producen inundaciones.
• Rotura de presas.- Cuando se rompe una presa toda el agua almacenada en el
embalse es liberada bruscamente y se forman grandes inundaciones muy
peligrosas. Casos como el de la presa de Tous que se rompió en España, han
sucedido en muchos países.
• Actividades humanas.- Los efectos de las inundaciones se ven agravados por
algunas actividades humanas. Así sucede:
o
o
o
o
o
Al asfaltar cada vez mayores superficies se impermeabiliza el suelo, lo
que impide que el agua se absorba por la tierra y facilita el que con gran
rapidez las aguas lleguen a los cauces de los ríos a través de desagües y
cunetas.
La tala de bosques y los cultivos que desnudan al suelo de su cobertura
vegetal facilitan la erosión, con lo que llegan a los ríos grandes
cantidades de materiales en suspensión que agravan los efectos de la
inundación.
Las canalizaciones solucionan los problemas de inundación en algunos
tramos del río pero los agravan en otros a los que el agua llega mucho
más rápidamente.
La ocupación de los cauces por construcciones reduce la sección útil para
evacuar el agua y reduce la capacidad de la llanura de inundación del río.
La consecuencia es que las aguas suben a un nivel más alto y que llega
mayor cantidad de agua a los siguientes tramos del río, porque no ha
podido ser embalsada por la llanura de inundación, provocando mayores
desbordamientos. Por otra parte el riesgo de perder la vida y de daños
personales es muy alto en las personas que viven en esos lugares.
Aunque no frecuentes en España, son causa de inundaciones en otros
países las coladas de barro que se forman en las erupciones de los
volcanes cuando se mezclan los materiales volcánicos con agua o nieve.
Fueron la causa de las más de 23000 víctimas que ocasionó la erupción
del Nevado de Ruiz en Colombia el 13 de noviembre de 1985. También
los huracanes y los ciclones hacen que el agua del mar invada las zonas
costeras en algunos países tropicales originando grandes inundaciones. Y
los deslizamientos de laderas que obstruyen los cauces de los ríos
pueden remansar aguas que cuando rompen el dique que se había
formado causan graves inundaciones.
Inundaciones en España
Las
inundaciones son el desastre natural con más impacto sobre vidas y bienes en la
península Ibérica. Según Protección Civil en España hay 1398 puntos conflictivos en los
que suele haber periódicamente importantes inundaciones
Las grandes áreas en las que se concentran estos lugares de riesgo son:
1. La cuenca Norte, en la que se sitúan 300 puntos conflictivos, principalmente en
el País Vasco. Bilbao, Rentería, San Sebastián y Gijón son los sectores con más
riesgo en esta cuenca. La probabilidad de inundaciones es alta en estos lugares
porque suele haber ocasionalmente precipitaciones muy altas (por ejemplo 500
mm de lluvia el 26 de agosto de 1983 en Larrasquitu) y los valles son estrechos
y profundos, con las poblaciones situadas muy cerca de los cauces.
2. El área mediterránea en la que el riesgo es mayor en las riberas del Júcar (173
puntos conflictivos), Murcia, Orihuela, Cartagena, El Vallés (Barcelona),
Tarragona, Gerona, Málaga y varios puntos de las provincias de Almería,
Granada. En este área el riesgo procede de las típicas lluvias torrenciales
mediterráneas (algunos días ha llovido más de 800 mm, como en Oliva el 3 de
noviembre de 1987 o en Jávea el 2 de octubre de 1957). Agrava la situación la
falta de árboles y el suelo fácilmente erosionable porque facilitan el que las
aguas arrastren muchos materiales lo que aumenta su volumen y su peligrosidad.
Los Pirineos orientales también reúnen muchos lugares peligrosos (172 puntos
conflictivos). Las inundaciones están provocadas por lluvias de tipo mediterráneo,
también, pero en esta zona hay una buena cobertura vegetal que protege de la erosión al
suelo lo que disminuye los daños, aunque, a veces los aumenta como sucedió en Biescas
Biescas
Aprender de Biescas (de El País jueves 7 de agosto de 1997: edición electrónica)
Nadie devolverá la vida a las 87 víctimas de la tragedia del cámping de Biescas,
ocurrida hace un año, pero su recuerdo debería servir al menos para aumentar el nivel de
exigencia en las decisiones administrativas que tienen que ver con la prevención de
catástrofes. En España, los desastres naturales que más estragos originan son las
inundaciones. En los últimos 25 años, el 90% de la siniestralidad en bienes se debe a
esta causa. Como han subrayado los expertos, es difícil prever cuándo se producirá una
riada, pero muy fácil augurar dónde ocurrirá. Incluso si fueran exageradas las cifras que
barajan, no deberían despacharse sin más las advertencias de la coordinadora de grupos
ecologistas CODA, que asegura que en España existen no menos de 25.000
edificaciones de distinto tipo construidas sobre antiguos cauces de ríos o su área
inmediata de influencia.
En la comisión especial sobre prevención y asistencia en situación de catástrofes creada
en el Senado, el representante del Instituto Nacional de Meteorología dejó clara en junio
pasado la incapacidad de los predictores para anticipar los fenómenos atmosféricos
catastróficos. Con entre seis y nueve horas de antelación se puede predecir el tiempo
genérico que hará sobre un área de entre 8.000 y 25.000 kilómetros cuadrados; con más
de seis horas, entre 100 y 1.000 kilómetros, y al momento (10 minutos), en una comarca
de 20 kilómetros, con la ayuda de radares. El 6 de agosto de 1996, el servicio
meteorológico alertó del riesgo de tormentas en Aragón, pero hasta bien vencido el día
no se supo dónde se habían producido las de mayor intensidad: Albarracín, algunos
puntos del valle del Ebro y la zona de Biescas, donde el único pluviómetro de la zona
registró 160 litros de lluvia en una hora. Los especialistas han estimado que la
intensidad de la lluvia alcanzó los 500 litros por hora durante un espacio de 10 minutos
en el barranco de Arás.
El procedimiento penal abierto a raíz de la catástrofe será probablemente archivado,
según fuentes de la investigación. Los abogados de las víctimas critican que la
instrucción no haya indagado en las causas del desastre. Sin embargo, las causas
técnicas son hoy perfectamente conocidas: ese diluvio provocó una riada de 500 metros
cúbicos por segundo, que arrastró 13.000 toneladas de sedimentos con 40.000 años de
antigüedad, en una caída vertiginosa sobre las casi treinta presas de contención del
barranco, a las que fue destruyendo, una tras otra, en una pendiente del 20% en tan sólo
minuto y medio. Al caer la avalancha en el cono de deyección taponó el cauce artificial
construido en los años cincuenta. Buscó otra salida y la encontró en la explanada
ocupada por el cámping junto a la confluencia del Arás con el río Gállego.
Gota fría
(extraído de la revista Estratos n. 18, 1990, Artículo. "El "mini-monzón" mediterráneo"
de Manuel Toharia.)
Chubascos y tormentas de extraordinaria violencia, aunque de poca duración y que
afectan normalmente a una zona poco extensa son frecuentes en las zonas costeras del
Mediterráneo, sobre todo entre los meses de septiembre y octubre. Algunos producen
grandes desastres, como el que provocó una enorme crecida en el río Júcar que rompió
la presa de Tous, o los que inundaron ciudades como Valencia, Alicante, Almería o
Tarrasa. Los meteorólogos suelen explicar que la causa de estas lluvias torrenciales son
las denominadas "gotas frías".
El caso de mayor cantidad de lluvia caída en poco tiempo es el de Gandía, en la
Comunidad Valenciana, en la que en noviembre de 1987 cayeron más de 1000 mm de
lluvia en 36 horas, de los cuales 400 mm en menos de 6 horas.
Son más frecuentes junto al Mediterráneo, pero también suceden en otros lugares. Las
grandes riadas que causaron importantes daños en Bilbao y en otros lugares del País
Vasco fueron también producidas por una gota fría.
Formación de la "gota fría"
La gota fría se forma cuando coinciden tres acontecimientos: mar caliente, atmósfera
inestable en la superficie y aire frío en altura.
Cuando el mar se encuentra a temperaturas altas, como el Mediterráneo al final del
verano que puede llegar a estar a cerca de treinta grados en zonas cercanas a la costa,
desprende mucho vapor de agua, como el agua caliente de un baño o una ducha. Si en
esta situación llega una borrasca o un frente frío y hay una bolsa de aire frío en altura, se
produce una situación de inestabilidad del aire superficial que aumenta conforme
ascendemos. El vapor de agua, que el mar libera en gran cantidad, asciende arrastrado
por la inestabilidad y se va condensando al encontrarse con la zona fría, formándose una
nube.
Esta nube puede ir agrandándose a gran velocidad porque el vapor ascendente encuentra
mucha facilidad para subir al encontrarse con zonas más frías, y con este frío va
condensándose cada vez más agua. En muy pocas horas se pueden formar grandes
nubes tormentosas, del tipo de los cumulonimbos, que aunque no tengan una gran
extensión en horizontal, pueden llegar a tener más de diez kilómetros de altura. Estos
cumulonimbos descargan una fuerte lluvia, normalmente acompañada de un gran
aparato eléctrico y de granizo.
Daños
Los daños que causa una tormenta no dependen sólo de la intensidad de la lluvia. En
una ladera con mucha pendiente, desprovista de vegetación, el agua corre muy
rápidamente, arrastrando con fuerza el suelo, provocando una gran erosión. Si además
esta ladera termina en un valle encajonado puede formarse una gran riada que arrastra
con fuerza todo lo que encuentra. En la zona mediterránea española es frecuente que los
cauces de los ríos permanezcan secos muchos meses al año y que sean ocupados por
cultivos o edificaciones, lo que hace que en las grandes crecidas, los daños sean
mayores, por una parte porque se destruye lo que estaba ahí construido y, por otra,
porque se impide la libre salida del agua y se hace mayor la crecida.
Cuando las laderas son suaves y se encuentran cubiertas de vegetación el agua que cae
es frenada por las plantas, absorbida con más facilidad por el suelo y termina bajando
por la ladera menos agua y a menor velocidad. Se entiende que así la erosión es menor y
que es importante mantener los bosques y la cubierta vegetal del terreno para prevenir
los daños que los fenómenos climatológicos violentos producen.
Movimientos de tierras y aludes
Los deslizamientos de laderas, desprendimientos de rocas y aludes de nieve son algunos
de los procesos geológicos más comunes en la superficie de la Tierra. Forman parte del
ciclo natural del terreno ya que la erosión y la gravedad actúan constantemente para
transportar materiales de las zonas más altas hacia abajo.
Deslizamientos, desprendimientos y aludes
Se producen deslizamientos cuando capas enteras de terreno se mueven sobre el
material firme que tienen por debajo. En su movimiento siguen uno o varios planos de
corte del
terreno.
Los desprendimientos son fragmentos de roca que se separan de un talud y caen
saltando por el aire en buena parte de su recorrido.
Los aludes son caídas de grandes masas de nieve.
Factores que influyen en la estabilidad de las laderas
El que una ladera permanezca estable o sufra un deslizamiento depende de la unión de
varios factores, entre los que están
• Características del terreno.- Los lugares montañosos con pendientes fuertes son
los que con más facilidad sufren deslizamientos, aunque en ocasiones pendientes
de muy pocos grados son suficientes para originarlos si la roca está muy suelta o
hay mucha agua en el subsuelo.
• Condiciones climáticas.- En las regiones lluviosas suele haber espesores grandes
de materiales alterados por la meteorización y el nivel freático2 suele estar alto
lo que, en conjunto, facilita mucho los deslizamientos. Las lluvias intensas son
el principal factor desencadenante de deslizamientos en España.
• Macizos rocosos con fallas y fracturas.- Tienen especial importancia en los
desprendimientos. En España la mayoría de las caídas de rocas y otros
materiales tiene lugar en lugares en los que el terreno tiene abundantes fracturas
y se ha ido produciendo erosión en la base de sus laderas. En estos lugares
cuando llueve intensamente con facilidad se pueden producir desprendimientos.
• Erosión.- Los ríos, el mar u otros procesos van erosionando la base de las
laderas y provocan gran cantidad de deslizamientos. En las costas españolas
estos fenómenos son muy comunes y provocan el retroceso de los acantilados,
sobre todo en las costas del Atlántico, en Canarias y en Baleares.
• Expansividad de las arcillas.- Las arcillas tienen la propiedad de que al
empaparse de agua aumentan su volumen. Esto supone que los terrenos
arcillosos en climas en los que alternan periodos secos con otros húmedos se
deforman y empujan taludes, rocas, carreteras, etc. provocando deslizamientos y
desprendimientos.
• Acciones antrópicas.- Los movimientos de tierras y excavaciones que se hacen
para construir carreteras, ferrocarriles, edificaciones, presas, minas al aire libre,
etc. rompen los perfiles de equilibrio de las laderas y facilitan desprendimientos
y deslizamientos. Además normalmente se quitan los materiales que están en la
base de la pendiente que es la zona más vulnerable y la que soporta mayores
tensiones lo que obliga a fijar las laderas con costosos sistemas de sujeción y a
estar continuamente rehaciendo las vías de comunicación en muchos lugares.
•
Se conoce la acción de otros factores como terremotos, rocas calizas (estructuras
kársticas), etc., que , en ocasiones, provocan movimientos del terreno, pero cuya
importancia es comparativamente menor que los citados anteriormente.
Deslizamientos y desprendimientos en España
La mayoría de las veces los movimientos de laderas no son muy espectaculares ni
catastróficos, pero si son frecuentes y afectan a vías de comunicación y al transporte.
Las pérdidas económicas anuales por estos fenómenos son de más de 30 000 millones
de pesetas y todos los años entre 10 y 20 personas son víctimas de estos movimientos.
En 1874 un gran desprendimiento mató a 100 personas en Azagra (Navarra), una
población situada bajo una gran pared rocosa que ha sufrido varios desprendimientos
importantes. Ejemplos de ciudades y pueblos construidos junto a farallones y paredes
rocosas que sufren por estos procesos son frecuentes en la geografía española.
Hay riesgo de deslizamientos y desprendimientos en prácticamente todo el territorio
español. En algunos casos, como en el valle del Guadalquivir, son frecuentes los
deslizamientos pequeños pero que dañan las carreteras y las vías de comunicación. En
las zonas montañosas, como los Pirineos, y las cordilleras Cantábrica, Bética e Ibérica,
es donde se producen los movimientos mayores en los que se movilizan millones de
metros cúbicos de materiales.
Alud
En las zonas montañosas en las que la nieve se acumula en las laderas es importante
tener en cuenta el riesgo de los aludes. Su fuerza destructiva puede ser muy grande. En
algunos de ellos se han llegado a medir fuerzas de impacto cincuenta veces mayores de
la necesaria para derribar una casa y velocidades de caída de la nieve de hasta 350 km/h.
El número de víctimas ha crecido mucho en los últimos años desde que se han
popularizado los deportes de montaña. Así, por ejemplo, entre 1945 y 1974 hubo 719
muertes por aludes en toda Europa, mientras que de 1975 a 1985, solo en los Alpes han
muerto por este motivo 1200 personas. En España están muriendo al año por este
motivo, unas cuatro personas, con un máximo de 11 muertos en 1979.
Riesgo de aludes
La mayoría de los aludes se producen durante el invierno y especialmente durante las
nevadas y en las 24 horas siguientes. Cuando han caído 30 o más cm de nieve en laderas
empinadas ya hay riesgo de avalancha. Con unos 70 cm de nieve el riesgo existe incluso
en las zonas en las que normalmente no suelen haber aludes.
Las avalanchas de invierno suelen ser de nieve seca y en polvo, pero también se
producen aludes cuando el tiempo es soleado y caluroso, por ejemplo en primavera, y
comienza a fundirse la nieve. El agua fundida favorece el deslizamiento de masa de
nieve densa que pueden muy peligrosas para las personas y las construcciones.
Otros factores como la intensidad de la nevada, el viento, los cambios de temperatura
mientras nieva, las características del terreno y de la vegetación, etc. influyen en este
fenómeno.
Protección contra los aludes
La mejor defensa es la prudencia y la prevención. Conocer cual es el riesgo de alud
antes de salir al monte en invierno o primavera es imprescindible para tomar las
decisiones oportunas. Los servicios meteorológicos de las zonas de montaña
suministran esta información.
Además en las zonas con riesgo se suelen hacer defensas de distintos tipos para proteger
construcciones y vías de comunicación. Asimismo se suele prohibir el paso por las
zonas de más peligro y, es eficaz, provocar aludes controlados con explosivos en
momentos oportunos. Para la protección de los automovilistas se han instalado
detectores de ondas que captan el comienzo del alud en las zonas altas y transmite la
señal a semáforos que cortan la circulación en los tramos de carretera amenazados.
Viento
Vientos en España
Velocidades medias del viento en España
España está situada en una zona poco ventosa, en la que las velocidades medias
raramente son superiores a los 50 km/h, pero en la que en algunas ocasiones se observan
rachas superiores a los 180 km/h. Ciclones extratropicales, temporales, tormentas
violentas e incluso tornados y trombas marinas afectan de vez en cuando a la Península,
causando destrozos a su paso.
Temporales mediterráneos.•
•
•
Llevant.- El temporal de Llevant es una especie de galerna mediterránea de las
costas catalana y balear. Suele producirse de diciembre a mayo, de forma
inesperada y rápida. Se pasa de viento del suroeste con cielo despejado y
agradables temperaturas a un nordeste frío con violentas rachas de hasta 198
km/h (1960). Se levanta un fuerte oleaje, muy peligroso para los barcos
pequeños y ha causado muchos daños en los puertos de estas zonas. Así, por
ejemplo, en febrero de 1948 un temporal de este tipo destruyó 50 m de escollera
del puerto de Barcelona, haciendo desaparecer 4000 bloques de hormigón de 60
toneladas cada uno.
Tramuntanada.- La tramontana es un viento frío del nordeste o norte que sopla
sobre las costas de Baleares y Cataluña. Puede durar varios días con vientos muy
seguidos con rachas de más de 100 km/h.
Levante.- Es un viento persistente que sopla del Este. Son muy frecuentes en el
mar de Alborán3 y en el Estrecho. Pueden llegar a alcanzar los 120 km/h,
provocando situaciones muy incómodas para la navegación.
Temporales atlánticos
•
•
•
Borrascas.- Las borrascas llegan del Atlántico y afectan especialmente a Galicia
y a la cornisa Cantábrica. En algunos casos proceden de la fase final de ciclones
tropicales que comienzan en la zona ecuatorial, junto a las costas de Africa,
suben hacia el Caribe y las costas atlánticas de Norteamérica y de allí giran hacia
la Península. Normalmente para cuando llegan al centro del Atlántico en su viaje
hacia España, ya han perdido fuerza y dejan de llamarse ciclones, pero el resto
que queda es todavís una fuerte borrasca.. Así, por ejemplo, con los ciclones
Hortensia y Klaus (1984) soplaron rachas de 150 km/h.
Galernas.- Son temporales repentinos que afectan a la costa Cantábrica y al
Golfo de Vizcaya. Producen vientos racheados de hasta 180 km/h. Cuando se
produce este temporal se pasa bruscamente de suaves vientos del sur a
huracanados vientos del NO, con un descenso brusco de unos 10ºC de
temperatura y paso de un cielo despejado a chubascos tormentosos. La mar pasa
a marejada o mar gruesa en muy poco tiempo. Se producen entre mayo y octubre
y provocan naufragios ( en 1912, por ejemplo, murieron más de 100 pescadores
de Bermeo) y graves inundaciones en las ciudades portuarias.
Vendaval.- Se llama así a los violentos vientos racheados que se producen en
ocasiones en la zona del golfo de Cádiz y del bajo Guadalquivir. Se producen
cuando se acercan borrascas fuertes por las costas portuguesas.
Torbellinos locales
•
•
Tornados.- Aunque son muy poco comunes en España, alguna vez se ha
producido alguno, por ejemplo el 27 de diciembre de 1978 en el aeropuerto de
Sevilla. En este fenómeno meteorológico, el aire gira (torna) alrededor de un eje
con gran fuerza, en un estrecho y alto remolino. Son muy destructivos y hubo
uno en EEUU, en 1925, que provocó la muerte de 489 personas y destrucción de
bienes a lo largo de 352 kilómetros. Se suelen formar en grupos y se han
descrito formaciones de hasta 37 tornados en un día.
Trombas marinas.- Se llama así a la prolongación en forma de tubo de nubes de
hasta 200 m de diámetro y unos 1000 m de altura, que se sitúa entre la base de
un cumulonimbo y la superficie del mar. Suelen durar una media hora, pero sus
efectos son devastadores. Eran muy temidas por los antiguos veleros que solían
disparar balas de cañón, sin mucha eficacia, con el intento de dispersarlas. Son
típicas de aguas cálidas y en el Mediterráneo se producen en ocasiones. Los
pescadores de Baleares las llaman "fiblo" o "aguijón".
Escala Douglas para el oleaje
Grado
Nombre
Altura olas (m)
0
Calma
0
1
Rizada
0 a 0,1
2
Marejadilla
0,1 a 0,5
3
Marejada
0,5 a 1,25
4
Fuerte marejada
1,25 a 2,5
5
Gruesa
2,5 a 4
6
Muy gruesa
4a6
7
Arbolada
6a9
8
Montañosa
9 a 14
9
Enorme
más de 14
Grados de la escala Beaufort (para las condiciones difíciles de navegación)
Nombre
Altura
Velocidad
Nombre
Grado del
Mar
olas
(Km/h)
de la mar
viento
(m)
8
Duro
62 - 74
Olas alargadas; torbellinos
de salpicaduras
5,5 - 7,5
Muy
gruesa
9
Muy
duro
75 - 88
Olas grandes; crestas
rompen en rollos
7,5 - 10
Arbolada
10
Temporal 89 - 102
Olas muy grandes; crestas
10 - 12,5 Arbolada
en penacho; poca visibilidad
11
Borrasca 103 -117
Olas altísimas; todo el mar
espumoso
12,5 - 14 Montañosa
12
Huracán > 118
Aire lleno de espuma;
visibilidad reducidísima
> 14
De enorme
peligro
Sequía
Se dice que hay sequía en una zona cuando permanece sin llover más tiempo del
habitual y comienzan a notarse efectos negativos. Como se ve la definición es muy
subjetiva y, de hecho, es difícil decir cuando ha empezado o terminado una sequía y
algunas veces incluso si ha existido. Tiene que ser una situación de carencia de agua
inesperada, porque si lo habitual en esa zona es que llueva poco diríamos que es árida,
pero no que hay sequía. También es muy subjetiva la apreciación del tiempo que tiene
que durar para que digamos que se están produciendo daños.
En los países desarrollados no es un desastre que suponga pérdida de vidas humanas o
grandes catástrofes, porque hay sistemas de reservar y de abastecer de agua que cubren
las necesidades mínimas, pero en los países en vías de desarrollo sigue originando
grandes hambrunas y la muerte de muchas personas. Lo que sí suele originar en todos
los países es importantes pérdidas económicas en la agricultura, la producción de
energía hidroeléctrica, el turismo, etc. e importantes impactos en los ecosistemas.
Las zonas de España con alto riesgo de padecer sequías son muy extensas. Exceptuando
la parte Norte y noroeste en la que domina el clima oceánico húmedo, el resto padece
sequías con cierta frecuencia. Entre los años 1940 a 1960 la ausencia de lluvias
repercutía de forma muy importante en la vida de las personas. La agricultura, la
producción de energía, la industria y el abastecimiento de las ciudades sufría mucho con
las sequías. Con la masiva construcción de pantanos de los años cincuenta y sesenta se
logró mejorar mucho la situación y en la actualidad las cuencas hidrográficas tienen
capacidad para soportar largos periodos de sequía sin que las repercusiones sean muy
graves.
En los últimos años se ha visto cada vez más claro que es imprescindible adecuar las
formas de vida y la explotación del territorio a la disponibilidad de agua. Es necesario
construir pantanos y hacer trasvases de agua de unas cuencas a otras, pero sin olvidar
que no puede haber soluciones correctas a este problema si no se racionaliza el uso del
agua. Como la mayor parte del agua usada en España se dedica al riego es muy
importante implantar sistemas que ahorren agua como el riego gota a gota o similares.
También está creciendo la conciencia de que los jardines y espacios verdes lógicos y
adecuados en una zona con déficit de agua no son las grandes extensiones de césped que
necesitan mucho riego, sino los plantados con especies propias del lugar, bien adaptadas
a la aridez. Estas y otras medidas de ahorro y consumo inteligente del agua son
imprescindibles para la ordenación de este importante recurso.
Granizo
Llamamos granizo a la caída de bolitas de hielo de 5 a 50 mm -a veces mayores- que en
ocasiones caen formando conglomerados irregulares (pedrisco). No suelen causar
víctimas ni grandes destrozos en las construcciones, pero si muy importantes daños en
la agricultura.
Se suelen producir en primavera y verano en nubes de tormenta del tipo de los
cumulonimbos. En nubes de este tipo, muy cargadas de agua y con fuertísimas
corrientes de aire ascendentes y descendentes en su interior, pequeños granos de hielo
comienzan a trasladarse de arriba a abajo en la nube, muchas veces, añadiendo capas de
hielo y haciéndose cada vez más grandes. Cuando su peso ya no puede ser soportado
por las corrientes de aire caen en forma de granizo.
Media anual de días de granizo en España
En España hay varias zonas en las que este fenómeno es frecuente. La más afectada es
la franja cantábrica en la que todos los años se suelen producir de 5 a 10 días de granizo.
También el Pirineo catalán y algunas zonas de Castilla tienen alto riesgo de sufrir
granizo varios días al año. La época en la que es más frecuente es de mayo a octubre.
1
Escorrentía Se usa este término para llamar al agua que resbala por encima del terreno hasta llegar a
los cauces de arroyos y ríos.
2
Nivel freático Superficie que separa la zona del subsuelo inundada con agua subterránea de la zona en
la que las grietas están rellenas de agua y aire.
3
Mar de Alborán Parte del Mar Mediterráneo que se extiende desde el Estrecho, por debajo de las
provincias de Andalucía oriental (Málaga, Granada, Almería)
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