Autor: Luis Echarri Asignatura: Población, ecología y ambiente 2007 TEMA 6 Riesgos naturales Presentación.................................................................................................................. 1 Terremotos y tsunamis ................................................................................................. 2 Intensidad y magnitud de los terremotos.................................................................. 2 Tsunamis................................................................................................................... 3 Escala M.S.K. (Propuesta en 1964 por Medveder, Sponhever y Kamik) ................ 4 Sismicidad en la península Ibérica ........................................................................... 5 Zonas marinas........................................................................................................... 7 Terremoto de Lisboa de 1 de noviembre de 1755 .................................................... 7 Volcanes ....................................................................................................................... 8 Erupción del Pinatubo .............................................................................................. 8 Erupciones volcánicas .............................................................................................. 9 Vigilancia y previsión de las erupciones .................................................................. 9 Efecto de las erupciones en el medio natural ......................................................... 10 Riesgo volcánico en Canarias. Volcanes en las islas Canarias............................... 10 Inundaciones............................................................................................................... 11 Causas de las inundaciones .................................................................................... 12 Biescas .................................................................................................................... 14 Gota fría.................................................................................................................. 14 Movimientos de tierras y aludes................................................................................. 15 Deslizamientos, desprendimientos y aludes ........................................................... 15 Deslizamientos y desprendimientos en España ...................................................... 17 Alud ........................................................................................................................ 17 Viento ......................................................................................................................... 18 Vientos en España .................................................................................................. 18 Temporales mediterráneos.- ................................................................................... 18 Temporales atlánticos ............................................................................................. 19 Torbellinos locales.................................................................................................. 19 Sequía ......................................................................................................................... 20 Granizo ....................................................................................................................... 21 Presentación La espectacularidad de los avances científicos y tecnológicos de los últimos años puede dar la impresión de que se ha conseguido un dominio sobre la naturaleza casi total. Se modifican los genes, se explora el espacio exterior y se explotan los ecosistemas más remotos del mundo. Pero cuando sucede un terremoto, un volcán entra en erupción o una gran inundación arrasa una zona, se hace patente la grandeza de las fuerzas de la naturaleza que, en pocos minutos, pueden liberar energías destructoras de enorme magnitud. En los últimos 20 años los desastres naturales han matado a 3 millones de personas en el mundo, causando daños a alrededor de otros 800 millones. Las pérdidas económicas causadas por inundaciones, sequías, terremotos, volcanes, incendios forestales, etc. son enormes. En España mueren al año alrededor de 100 personas , principalmente a causa de temporales marítimos, seguidos por movimientos de tierra, aludes, incendios, rayos, etc. y se pierden al año más de 100 000 millones de pesetas (algo más que el 0,2% del PIB). Las mayores pérdidas económicas las causan las inundaciones. El número de desastres naturales no ha aumentado en los últimos años pero al ir creciendo la población, el número de personas a los que afectan está siendo mayor cada vez. Por otra parte el traslado de muchos habitantes a las ciudades hace que cuando se produce cualquier incidente en la proximidad de una gran ciudad las consecuencias sean dramáticas. Un solo terremoto con epicentro en la ciudad china de Tangshan mató a más de 250 000 personas en 1977. En este capítulo se estudian los principales riesgos naturales, con especial detenimiento en los que afectan a la Península Ibérica. Daños causados por catástrofes naturales en el siglo XX Coste (millones pesetas) Víctimas Terremotos 2 · 106 1,7 · 106 Ciclones 3 · 106 0,6 · 106 Volcanes 45 000 49 000 Inundaciones 1,5 · 106 3,2 · 106 6,6 · 106 5,6 · 106 Total Terremotos y tsunamis Los terremotos se producen cuando las tensiones acumuladas por la deformación de las capas de la Tierra se libera brúscamente. Se rompen las masas de rocas que estaban sometidas a fuerzas gigantescas, reordenándose los materiales y liberando enormes energías que hacen temblar la Tierra.. Sus focos de inicio (hipocentro) se localizan a diferentes profundidades, estando los más profundos hasta a 700 kilómetros. Son especialmente frecuentes cerca de los bordes de las placas tectónicas. Al año se producen alrededor de un millón de sismos, aunque la mayor parte de ellos son de tan pequeña intensidad que pasan desapercibidos. Actúan de forma instantánea en un área extensa y las ondas sísmicas que provocan, especialmente las superficiales, causan formación de fallas, desprendimientos de tierra, aparición y desaparición de manantiales, daños en construcciones y muertes en las personas. Son muy difíciles de predecir y, en la actualidad, no hay sistemas eficaces para alertar a la población con tiempo de la inminencia de un sismo. Intensidad y magnitud de los terremotos Para poder describir la fuerza de un terremoto y los daños que produce se han confeccionado escalas que miden la intensidad y la magnitud de los sismos. La intensidad es una medida subjetiva de los efectos de los sismos sobre los suelos, personas y estructuras hechas por el hombre. No usa instrumentos sino que se basa en las observaciones y sensaciones ocasionados por el terremoto. Es útil para describir el terremoto en zonas en las que no hay sismógrafos próximos y para comparar los terremotos antiguos. Hay más de 50 escalas distintas para medir la intensidad, pero las más conocidas son dos: 1. la Mercalli Modificada. Tiene 12 grados y es la más internacionalmente usada. Es la que se usa en EEUU y en otros muchos países. Para fijar de que grado ha sido un terremoto, después de que ha sucedido, el Servicio Geológico de EEUU manda una encuesta a todos los funcionarios de correos de las zonas afectadas y con las respuestas confecciona el mapa de intensidad del sismo. 2. la MSK es la que se utiliza en la mayoría de los países europeos y es la oficial en España. Va del grado I al XII. La magnitud es una medida objetiva de la energía de un sismo hecha con sismógrafos. La escala más conocida y usada es la de Richter (1935) y mide el "logaritmo de la máxima amplitud de un sismograma registrado por un instrumento estándar, a una distancia de 100 kilómetros del epicentro". Posteriormente ha sufrido correcciones, pero la idea básica sigue siendo la misma. Como la escala es logarítmica el paso de una unidad a la siguiente supone multiplicar la energía por diez. Este concepto permite clasificar a los terremotos en: Terremotos grandes M >= 7 Terremotos moderados 5 =< M < 7 Terremotos pequeños 3 =< M < 5 Microterremotos M<3 El mayor terremoto conocido en el mundo se produjo en Chile en 1960 y tuvo una magnitud de 9,5. Ocasionó 6000 muertos y produjo un tsunami que causó víctimas en Hawaii y Japón. Un terremoto de magnitud 12 en la escala de Richter partiría la Tierra en dos. Terremotos al año, en el mundo, según magnitud (escala de Richter) Descripción Magnitud Número por año Enorme 8.0+ 1 Muy grande 7.0-7.9 18 Grande (destructivo) 6.0-6.9 120 Moderado (daños serios) 5.0-5.9 1,000 Pequeño (daños ligeros) 4.0-4.0 6,000 Sentido por la mayoría 3.0-3.9 49,000 Se puede llegar a percibir 2.0-2.9 300,000 Imperceptible menos de 2.0 600,000+ Tsunamis Los terremotos submarinos provocan movimientos del agua del mar (maremotos o tsunamis). Los tsunamis son olas enormes con longitudes de onda de hasta 100 kilómetros y que viajan a velocidades de 700 a 1000 km/h. En alta mar la altura de la ola es pequeña, sin superar el metro; pero cuando llegan a la costa, al rodar sobre el fondo marino alcanzan alturas mucho mayores, de hasta 30 y más metros. El tsunami está formado por varias olas que llegan separadas entre sí por unos 15 o 20 minutos. La primera que llega no suele ser la más alta, sino que es muy parecida a las normales. Después se produce un impresionante descenso del nivel del mar seguido por la primera ola gigantesca y a continuación por varias más. La falsa seguridad que suele dar el descenso del nivel del mar ha ocasionado muchas víctimas entre las personas que, imprudentemente, se acercan por curiosidad u otros motivos, a la línea de costa. España puede sufrir tsunamis catastróficos, como quedó comprobado en el terremoto de Lisboa en 1755. Como consecuencia de este sismo varias grandes olas arrasaron el golfo de Cádiz causando más de 2000 muertos y muchos heridos y daños materiales. El 7 de julio de 1941 el último de los tsunamis detectados en las costas españolas afectó a las Canarias. En 1946 se creó la red de alerta de tsunamis después del maremoto que arrasó la ciudad de Hilo (Hawaii) y varios puertos más del Pacífico. Hawaii es afectado por un tsunami catastrófico cada 25 años, aproximadamente, y EEUU, junto con otros países, han puesto estaciones de vigilancia y detectores que avisan de la aparición de olas producidas por sismos. Escala M.S.K. (Propuesta en 1964 por Medveder, Sponhever y Kamik) Grado Consecuencias I No percibida por humanos, sólo por sismógrafos II Percibida sólo por algunas personas en reposo, en pisos altos III Percibida por algunas personas en el interior de los edificios. Similar al paso de un camión ligero IV Percibido por muchos en el interior de los edificios. No atemoriza. Vibran ventanas, muebles y vajillas. Similar al paso de un camión pesado. V Las personas que duermen se despiertan y algunas huyen. Los animales se ponen nerviosos. Los objetos colgados se balancean ampliamente. Puertas y ventanas abiertas baten con violencia. En ciertos casos se modifica el caudal de los manantiales. VI Muchas personas salen a la calle atemorizadas. Algunos llegan a perder el equilibrio. Se rompe cristalería y caen libros de las estanterías. Pueden sonar algunas campanas de campanarios. Se producen daños moderados en algunos edificios. Puede haber deslizamientos de tierra. VII La mayoría se aterroriza y corre a la calle. Muchos tienen dificultades para mantenerse en pie. Lo sienten los que conducen automóviles. Muchas construcciones débiles sufren daños e incluso destrucción. Alguna carretera sufre deslizamientos. En las lagunas se nota oleaje y se enturbian por remoción del fango. Cambian los manantiales: algunos se secan y otros se forman. VIII Pánico general, incluso en los que conducen automóviles. Los muebles, incluso pesados, se mueven y vuelcan. Muchas construcciones sufren daños o destrucción. Se rompen algunas canalizaciones. Estatuas y monumentos se mueven y giran. Pequeños deslizamientos de terreno, grietas de varios centímetros en el suelo. Aparecen y desaparecen nuevos manantiales. Pozos secos vuelven a tener agua y al revés. IX Pánico general. Animales que corren en desbandada. Muchas construcciones son destruidas. Caen monumentos y columnas y se rompen parcialmente las conducciones subterráneas. Se abren grietas de hasta 20 centímetros de ancho. Desprendimientos y deslizamientos de tierra y aludes. Grandes olas en embalses y lagos X La mayoría de las construcciones sufren daños y destrucción. Daños peligrosos en presas y puentes. Las vías se desvían . Grandes ondulaciones y roturas en carreteras y canalizaciones. Grietas de varios decímetros en el suelo. Muchos deslizamientos. El agua de canales y ríos es lanzada fuera del cauce. XI Quedan fuera de servicio las carreteras importantes. Las canalizaciones subterráneas destruidas. Terreno considerablemente deformado. XII Se destruyen o quedan dañadas prácticamente todas las estructuras, incluso las subterráneas. Cambia la topografía del terreno. Grandes caídas de rocas y hundimientos . Se cierran valles, se forman lagos, aparecen cascadas y se desvían ríos. Sismicidad en la península Ibérica Se conocen decenas de terremotos destructores que han causado grandes daños en personas y bienes, en la Península, en los últimos siglos. Habitualmente transcurren largos lapsos de tiempo entre terremoto y terremoto lo que hace que la población no tenga conciencia viva de este peligro y, cuando se producen, no hay una preparación adecuada ni en los comportamientos ni en la calidad y el tipo de construcciones. Peligrosidad sísmica en España expresada en intensidades para un periodo de 500 años Las zonas con más probabilidad de padecer sismos son el sur y sureste y el Pirineo. a. Zona Pirenaica.- Corresponde a una de las áreas sísmicas más activas de la Península. Los sismos se concentran principalmente en dos regiones: una al oeste y otra al este. En los Pirineos occidentales, el último terremoto destructor registrado durante el siglo actual ocurrió el 13.8.1967 en la localidad de Arette (Francia), que alcanzó una intensidad de VIII y una magnitud de 5,5. La zona sísmica de los Pirineos orientales es la región de Olot, en donde se registraron importantes sismos en 1427 y 1428, con intensidades mayores de X, que produjeron la destrucción de amplias zonas, desde Puigcerdá hasta Gerona. En total, en la cadena Pirenaica, se han producido desde el siglo XV, 17 terremotos de intensidad mayor que VIII y cuatro superiores a IX. b. Cordillera Bética.- El Sistema Bético constituye una de las áreas de mayor sismicidad de la Península Algunos de los terremotos históricos importantes ocurridos en la Península, se han localizado en esta área, como los de Vera (1518), Almería (1522), Torrevieja (1829) y Arenas del Rey (1884). Todos ellos con intensidades superiores a IX. c. Depresión del Guadalquivir.- Corresponde a un área de sismicidad moderada, aunque se han producido algunos terremotos fuertes como el de Carmona (Sevilla) en 1504, uno de los mayores terremotos de todos los ocurridos en la Península. d. Zona suroeste de la Península.- La sismicidad de esta área está distribuida en forma desigual. En la zona de Algarve, cuenca del bajo Tajo y Sado y Orla occidental, se han registrado varios terremotos de importancia con intensidades superiores a IX, como de Vilafranca (1531), Tavira (1722), Setúbal (1858) y Benavente (1909). Las demás zonas son bastante asísmicas, aunque se han registrado algunos terremotos de escasa importancia. e. Sistema Central y zona asturleonesa.- Toda la zona es de muy baja sismicidad, aunque se han registrado algunos sismos de mediana intensidad (VII (M.S.K). f. Cadena costero catalana y Depresión del Ebro.- Se ha delimitado una banda de máxima actividad sísmica de unos 20 km. de anchura, que se alinea con la dirección de la cordillera Costero-Catalana, desde Gerona hasta Tarragona. En general, es una zona de baja actividad sísmica. g. Cuenca del Duero, fosa del Tajo y campo de Montiel.- Son las áreas sísmicamente menos peligrosas de la península Ibérica, y se han registrado algunos terremotos de escasa importancia en la zona de contacto con el Macizo Ibérico. Las máximas intensidades sentidas han sido entre IV y V (M.S.K.), coincidiendo con las isosistas del terremoto de Lisboa (1755). Zonas marinas Los terremotos con epicentro marino son los movimientos más fuertes que afectan a la Península. Se pueden diferenciar tres zonas: 1. La primera zona comprende desde la dorsal Atlántica, hasta las proximidades de las islas Azores. Se producen frecuentes terremotos superficiales de pequeña magnitud que, generalmente, no afectan a la Península. 2. La zona comprendida entre las islas Azores hasta los 12º0 de latitud. En esta zona, se generan terremotos de elevadas magnitudes que afectan a la Península, como el famoso terremoto de 1755. 3. Zona del golfo de Cádiz. La distribución de los epicentros de los terremotos es irregular, y son de menor magnitud que en la zona anterior. En general, la sismicidad de la región del Estrecho de Gibraltar es bastante baja. Terremoto de Lisboa de 1 de noviembre de 1755 Mapa de isoistas del terremoto de Lisboa Este terremoto se consideró como el más destructivo que ha azotado a la Península hasta esa fecha. Se produjeron varios temblores a las 9h:50 min, 10h y 12h del día 1 de noviembre de 1755, día de Todos los Santos. Este violento temblor tuvo su epicentro en la falla Azores-Gibraltar, a 37ºN y 10º0. Afectó duramente Portugal y el sur de España (VIII), (ver mapa de isosistas). Su duración fue de 120 segundos y se alcanzó una intensidad máxima de X. Sus efectos fueron desastrosos y aparte del terremoto en sí, que destruyó la mayoría de los edificios en Lisboa, se produjo un devastador incendio que arrasó Lisboa y un tsunami que azotó las costas portuguesas y zona del golfo de Cádiz. En Lisboa, se contabilizaron 50.000 víctimas mortales de una población estimada en 235.000 personas. En España, se produjeron cuantiosos daños. En Sevilla, se destruyó el 6,5 % de las viviendas y dañó el 89%. La Giralda se vio muy afectada, y se produjeron 9 víctimas. En Madrid, se alcanzó una intensidad de V y, aparte de algunos daños, cayó una cruz del Colegio Imperial y otra de la fachada del Buen Suceso, ocasionando la muerte de dos niños. Pero lo que verdaderamente causó numerosas víctimas en nuestro territorio, fue el tremendo tsunami que barrió las costas peninsulares y africanas, según una descripción del Catálogo Nacional de Riesgos Geológicos I.T.G.E (1988), los efectos del tsunami fueron en las costas españolas y portuguesas: En España«En Cádiz, después de pasado el terremoto a las 11 h, el mar rompió los lienzos de las murallas desplazando piezas de sillería de 8 a 10 toneladas alrededor de 40 a 50 yardas, e invadió la población hasta 3 veces con intervalos de 6 minutos dejando en seco cerca de media legua de playa y ocasionó numerosas víctimas. También seprodujeron daños en el muelle y el hundimiento de un barco. El Gobernador de Cádiz ordenó el cierre de las murallas salvando la vida a mires de personas. En. los pueblos de la provincia se sintió el terremoto en análoga manera. Conil, Sanlúcar de Barrameda,, Puerto de Santa María,, Jerez de la Frontera,, etc.., todos ellos sufrieron desperfectos en los edificios y víctimas. Sólo en la. Isla de León (hoy San Fernando) aparecieron en sus alrededores 26 muertos. Por ejemplo, Conil quedó completamentedestruido. En Ayamonte únicamente, hubo más de 1. 000 muertos». En Portugal: «En, Lisboa se produjeron más de 4. 000 muertos. En San Vicente se retiró el mar media legua subiendo el nivel a continuación 60 m. En Sagres también el mar se retiró media legua produciendo una subida de 30 m a continuación. En Motinhal y Lagos el mar avanzó hasta media legua arrasando murallas, arrasando cultivos y haciendo naufragar pequeñas embarcaciones. En. Portimao, alejada 2,5 km del mar la ría que por ella pasa, se llevó 12 m de muralla y destruyó un convento». Volcanes En los últimos 10000 años 1415 volcanes han sido activos en el mundo. Algunos de ellos entran en erupción muy frecuentemente como los de Hawaii, Etna y Stromboli, mientras otros permanecen en reposo durante muchos años, pero sería un error pensar que están extinguidos. La historia enseña que hay muchas erupciones catastróficas de volcanes que se pensaba que ya no eran activos porque había pasado mucho tiempo desde su última explosión como, por ejemplo, el de Pinatubo en Filipinas que entró en actividad en 1991. Millones de personas viven en la proximidad de volcanes peligrosos. Erupción del Pinatubo La erupción del Monte Pinatubo en 1991 en Filipinas ha sido la segunda erupción mayor del siglo. Una gran cantidad de magma fluyó del volcán durante 9 horas del día 15 de junio y se formó una caldera de más de 2,5 km. Las columnas de materiales lanzados por el volcán alcanzaron los 35 km de altitud, formando una gigantesca nube en forma de sombrilla que inyectó en la atmósfera grandes cantidades de óxidos de azufre. Las partículas de compuestos de azufre introducidas por este volcán en la estratosfera produjeron la mayor perturbación atmosférica conocida desde la explosión del Krakatoa en 1883. La nube de aerosoles se extendió rápidamente, en unas tres semanas, por toda la Tierra y seguía presente después de más de un año.. Esta nube produjo un descenso en la cantidad de radiación que llegaba a la superficie terrestre, lo que supuso un enfriamiento de 0,5 a 0,6 ºC en grandes zonas de la Tierra durante los años 1992 y 1993. Erupciones volcánicas Una erupción volcánica de intensidad media o alta libera una energía similar a la de un terremoto de magnitud 6,5 a 8,5 de la escala de Richter. La explosión del volcán es más peligrosa cuanto más bruscamente se libera la energía, lo que depende de la viscosidad del magma y de la cantidad de gases que libere. Hay distintos tipos de erupciones: a) Erupciones explosivas.- Si el magma es viscoso y muy rico en sustancias volátiles, cuando va ascendiendo a la superficie los gases que estaban disueltos en profundidad debido a las elevadas presiones, pasan a formar burbujas dentro de la masa de magma y en un determinado momento explotan, lanzando a la atmósfera, a gran velocidad, masas de lava incandescente y fragmentos de roca de la chimenea del volcán. La violencia de las explosiones de un volcán aumenta cuando el magma se pone en contacto con masas de agua (lagos, neveros, acuíferos, etc.) a las que vaporiza violentamente. La nube ardiente acompañada de fragmentos incandescentes y sólidos que se forma en una erupción explosiva se desplaza a unos 100 km/h con una gran capacidad destructiva. La que se formó en la explosión del Mont Pelé en La Martinica, el año 1902, alcanzó los 150 km/h y produjo 30 000 muertes. La columna eruptiva puede alcanzar 40 o 50 km de altura. b) Erupciones efusivas.- Si el magma es fluido y con pocos gases fluye en forma de colada de lava líquida causando muchos menos daños. La velocidad de la colada no suele ser muy alta, aunque en la erupción del Niragongo (Zaire) en 1977 alcanzó una velocidad media de 30 Km/h causando 72 víctimas en un pueblo situado a 10 km del volcán. Los daños materiales pueden ser altos porque las coladas llegan a extenderse hasta decenas e incluso centenares de km desde la boca del volcán destruyendo campos de cultivo y asentamientos humanos. Vigilancia y previsión de las erupciones Para proteger a las personas de los daños que puede originar un volcán, dos son las tareas principales a hacer: 1. Mantener un sistema de vigilancia del volcán que permita prever cuando una erupción está próxima a suceder. 2. Elaborar un buen plan de evacuación de la población. Cuando el volcán pasa de una situación de reposo a otra de erupción tiene que recorrer una serie de fases que se pueden vigilar. El magma debe ascender a la superficie y en esa subida, empuja las rocas hacia arriba, levantando el suelo, se forman grietas por las que salen humos y vapores y aumentan las sacudidas sísmicas y el calor en la superficie. Los sistemas de vigilancia se fijan en estos síntomas para detectar cuando hay que dar la alarma. Pero es difícil hacer estas previsiones y no hay todavía capacidad científica de anticipar con seguridad las erupciones volcánicas. Erupciones como la del Monte St. Helens, en EEUU, en 1980, han sucedido sin que se hayan podido predecir. La situación se hace más difícil en los casos en los que hay que evacuar grandes poblaciones. Se calcula, por ejemplo, que una erupción del Vesubio pondría en peligro de muerte a 600 000 personas y que para evacuar ordenadamente a toda esa población se necesitan tres semanas. Efecto de las erupciones en el medio natural Una erupción de lava poco viscosa, como la que sería probable en Canarias si se produjera actividad volcánica, cambia la forma del terreno y puede llegar a modificar todo el aspecto de la isla. También se van originando elevaciones montañosas. Otro efecto de las erupciones son los incendios forestales que provocan la desaparición de bosques enteros. Algunas especies como el pino canario, están especialmente bien adaptadas al fuego por lo que pueden resistir bastante bien estos efectos. El terreno ocupado por una colada de lava enfriada comienza como un desierto sin nada de vida en sus comienzos. Con el tiempo se va formando suelo y se produce todo un proceso de sucesión de ecosistemas. Los gases y cenizas emitidos por el volcán producen contaminación natural y lluvias ácidas e incluso, si la erupción es fuerte, pueden alterar el clima mundial. La erupción del volcán filipino Pinatubo, por ejemplo, es responsable de un enfriamiento global en los meses siguientes a su explosión. Riesgo volcánico en Canarias. Volcanes en las islas Canarias La mayoría de los volcanes del mundo se encuentran en los bordes de las placas litosféricas. En las zonas de subducción son especialmente numerosos los grandes volcanes como los que forman los Andes o las islas del Japón y en las zonas de expansión de las placas -las dorsales oceánicas-, algunos autores consideran que todas ellas son como un larguísima fisura volcánica -de más de 60 000 km-. Pero hay un tercer tipo de volcanes que se encuentran en el interior de las placas oceánicas, en lugares que se suelen denominar "puntos calientes". Todavía no se entiende bien la explicación exacta de este fenómeno, pero nos indica que en esas zonas hay como unas columnas de magma que ascienden, originando esos volcanes. Como la placa litosférica sigue desplazándose, mientras que la posición del punto caliente no varía, acaban formándose, en unos millones de años, una cadena de islas volcánicas, como por ejemplo las islas Hawai. El vulcanismo de las Canarias, es calificado por algunos como de "punto caliente", aunque otras personas discuten esta adscripción. Es probable que tenga relación estrecha con la zona de transición entre el continente Africano y la litosfera oceánica del Atlántico y que se encuentre también afectada por los movimientos tectónicos que levantaron la cordillera del Atlas en el Norte de Africa y, por supuesto, por el lento movimiento (alrededor de 1 cm por año) de la placa Africana. El resultado de toso estos fenómenos habría sido la aparición del conjunto volcánico de las Canarias. En Tenerife se encuentra el Teide, que con sus 3,715 m marca el punto más alto de la geografía española. Como se ve en el mapa geológico esquemático propuesto por Carracedo en 1994, este volcán se encuentra en la caldera de Las Cañadas que tiene unos 12 a 20 km de diámetro y reúne diferentes cráteres. De la caldera salen, a modo de radios, zonas de rift, en las que se formaron los valles de Orotava y Guimar cuando grandes fragmentos de la isla fueron eliminados por deslizamientos de tierras. Los volcanes de Tenerife han entrado en erupción varias veces desde que se colonizó la isla en 1402. La más reciente ha sido en 1909 y duró sólo 10 días, produciendo flujos de lava que ocasionaron algunos daños. Más recientemente ha habido erupciones volcánicas en otras islas de las Canarias, como la del volcán Teneguia, de la isla de La Palma, en 1971. Riesgo volcánico en las Islas Canarias. Las islas Canarias son la única región de España con vulcanismo activo donde ha habido erupciones volcánicas y hay riesgo de que haya más en el futuro. Tenerife, La Palma, Lanzarote y Hierro han tenido erupciones en los últimos siglos (la última en 1971 el volcán Teneguía en la isla de La Palma) y son volcánicamente activas. Fuerteventura y Gran Canaria hace más tiempo que no han tenido erupciones y el riesgo es menor y en La Gomera la actividad volcánica puede considerarse extinta. Las erupciones de los volcanes canarios suelen ser de tipo efusivo y no muy peligrosas para las personas ni muy destructivas. Fue excepcional la erupción que ocurrió en Lanzarote entre los años 1730 y 1736 que cubrió con lava la cuarta parte de la isla, destruyendo campos de cultivo y provocando que la población tuviera que emigrar a las otras islas. En Tenerife hay riesgo de alguna erupción explosiva, porque el volcán Teide podría tener actividad violenta. La probabilidad de que esto pase es muy baja, pero si sucediera sería muy destructiva y por eso se vigila con atención la actividad de este volcán. El vulcanismo en las islas Canarias trae también algunos riesgos indirectos, entre ellos la posibilidad del deslizamiento de grandes masas de terreno. A consecuencia de la actividad del volcán se van formando acumulaciones de rocas de mucha altura y poca base que han caído en algunas ocasiones hacia el mar. Estas grandes avalanchas son las responsables de las profundas depresiones (calderas) que surcan las islas. Erupciones más recientes registradas en Canarias Teide s XV Montaña de las Arenas 1705 Tinguatón 1824 Taoro 1430 ? Fasnia 1705 Nuevo 1824 Tacande 1480 ? Montaña Negra 1706 Tao 1824 Tahuya 1585 El Charco 1712 Chinyero 1909 Martín 1646 Timanfaya 1730 San Juan 1949 San Antonio 1677 Lomo Negro 1793 ? Teneguía 1971 Siete Fuentes 1704 Chahorra 1798 Inundaciones Las inundaciones son una de las catástrofes naturales que mayor número de víctimas producen en el mundo. Se ha calculado que en el siglo XX unas 3,2 millones de personas han muerto por este motivo, lo que es más de la mitad de los fallecidos por desastres naturales en el mundo en ese periodo. En España son un grave problema social y económico, sobre todo en la zona mediterránea y en el Norte. Causas de las inundaciones Las grandes lluvias son la causa principal de inundaciones, pero además hay otros factores importantes. A continuación se analizan todos estos factores: • Exceso de precipitación.- Los temporales de lluvias son el origen principal de las avenidas. Cuando el terreno no puede absorber o almacenar todo el agua que cae esta resbala por la superficie (escorrentía1) y sube el nivel de los ríos. En España se registran todos los años precipitaciones superiores a 200 mm en un día, en algunas zonas, y se han registrado lluvias muy superiores hasta llegar a los 817 mm el 3 de noviembre de 1987 en Oliva. • Fusión de las nieves.- En primavera se funden las nieves acumuladas en invierno en las zonas de alta montaña y es cuando los ríos que se alimentan de estas aguas van más crecidos. Si en esa época coinciden fuertes lluvias, lo cual no es infrecuente, se producen inundaciones. • Rotura de presas.- Cuando se rompe una presa toda el agua almacenada en el embalse es liberada bruscamente y se forman grandes inundaciones muy peligrosas. Casos como el de la presa de Tous que se rompió en España, han sucedido en muchos países. • Actividades humanas.- Los efectos de las inundaciones se ven agravados por algunas actividades humanas. Así sucede: o o o o o Al asfaltar cada vez mayores superficies se impermeabiliza el suelo, lo que impide que el agua se absorba por la tierra y facilita el que con gran rapidez las aguas lleguen a los cauces de los ríos a través de desagües y cunetas. La tala de bosques y los cultivos que desnudan al suelo de su cobertura vegetal facilitan la erosión, con lo que llegan a los ríos grandes cantidades de materiales en suspensión que agravan los efectos de la inundación. Las canalizaciones solucionan los problemas de inundación en algunos tramos del río pero los agravan en otros a los que el agua llega mucho más rápidamente. La ocupación de los cauces por construcciones reduce la sección útil para evacuar el agua y reduce la capacidad de la llanura de inundación del río. La consecuencia es que las aguas suben a un nivel más alto y que llega mayor cantidad de agua a los siguientes tramos del río, porque no ha podido ser embalsada por la llanura de inundación, provocando mayores desbordamientos. Por otra parte el riesgo de perder la vida y de daños personales es muy alto en las personas que viven en esos lugares. Aunque no frecuentes en España, son causa de inundaciones en otros países las coladas de barro que se forman en las erupciones de los volcanes cuando se mezclan los materiales volcánicos con agua o nieve. Fueron la causa de las más de 23000 víctimas que ocasionó la erupción del Nevado de Ruiz en Colombia el 13 de noviembre de 1985. También los huracanes y los ciclones hacen que el agua del mar invada las zonas costeras en algunos países tropicales originando grandes inundaciones. Y los deslizamientos de laderas que obstruyen los cauces de los ríos pueden remansar aguas que cuando rompen el dique que se había formado causan graves inundaciones. Inundaciones en España Las inundaciones son el desastre natural con más impacto sobre vidas y bienes en la península Ibérica. Según Protección Civil en España hay 1398 puntos conflictivos en los que suele haber periódicamente importantes inundaciones Las grandes áreas en las que se concentran estos lugares de riesgo son: 1. La cuenca Norte, en la que se sitúan 300 puntos conflictivos, principalmente en el País Vasco. Bilbao, Rentería, San Sebastián y Gijón son los sectores con más riesgo en esta cuenca. La probabilidad de inundaciones es alta en estos lugares porque suele haber ocasionalmente precipitaciones muy altas (por ejemplo 500 mm de lluvia el 26 de agosto de 1983 en Larrasquitu) y los valles son estrechos y profundos, con las poblaciones situadas muy cerca de los cauces. 2. El área mediterránea en la que el riesgo es mayor en las riberas del Júcar (173 puntos conflictivos), Murcia, Orihuela, Cartagena, El Vallés (Barcelona), Tarragona, Gerona, Málaga y varios puntos de las provincias de Almería, Granada. En este área el riesgo procede de las típicas lluvias torrenciales mediterráneas (algunos días ha llovido más de 800 mm, como en Oliva el 3 de noviembre de 1987 o en Jávea el 2 de octubre de 1957). Agrava la situación la falta de árboles y el suelo fácilmente erosionable porque facilitan el que las aguas arrastren muchos materiales lo que aumenta su volumen y su peligrosidad. Los Pirineos orientales también reúnen muchos lugares peligrosos (172 puntos conflictivos). Las inundaciones están provocadas por lluvias de tipo mediterráneo, también, pero en esta zona hay una buena cobertura vegetal que protege de la erosión al suelo lo que disminuye los daños, aunque, a veces los aumenta como sucedió en Biescas Biescas Aprender de Biescas (de El País jueves 7 de agosto de 1997: edición electrónica) Nadie devolverá la vida a las 87 víctimas de la tragedia del cámping de Biescas, ocurrida hace un año, pero su recuerdo debería servir al menos para aumentar el nivel de exigencia en las decisiones administrativas que tienen que ver con la prevención de catástrofes. En España, los desastres naturales que más estragos originan son las inundaciones. En los últimos 25 años, el 90% de la siniestralidad en bienes se debe a esta causa. Como han subrayado los expertos, es difícil prever cuándo se producirá una riada, pero muy fácil augurar dónde ocurrirá. Incluso si fueran exageradas las cifras que barajan, no deberían despacharse sin más las advertencias de la coordinadora de grupos ecologistas CODA, que asegura que en España existen no menos de 25.000 edificaciones de distinto tipo construidas sobre antiguos cauces de ríos o su área inmediata de influencia. En la comisión especial sobre prevención y asistencia en situación de catástrofes creada en el Senado, el representante del Instituto Nacional de Meteorología dejó clara en junio pasado la incapacidad de los predictores para anticipar los fenómenos atmosféricos catastróficos. Con entre seis y nueve horas de antelación se puede predecir el tiempo genérico que hará sobre un área de entre 8.000 y 25.000 kilómetros cuadrados; con más de seis horas, entre 100 y 1.000 kilómetros, y al momento (10 minutos), en una comarca de 20 kilómetros, con la ayuda de radares. El 6 de agosto de 1996, el servicio meteorológico alertó del riesgo de tormentas en Aragón, pero hasta bien vencido el día no se supo dónde se habían producido las de mayor intensidad: Albarracín, algunos puntos del valle del Ebro y la zona de Biescas, donde el único pluviómetro de la zona registró 160 litros de lluvia en una hora. Los especialistas han estimado que la intensidad de la lluvia alcanzó los 500 litros por hora durante un espacio de 10 minutos en el barranco de Arás. El procedimiento penal abierto a raíz de la catástrofe será probablemente archivado, según fuentes de la investigación. Los abogados de las víctimas critican que la instrucción no haya indagado en las causas del desastre. Sin embargo, las causas técnicas son hoy perfectamente conocidas: ese diluvio provocó una riada de 500 metros cúbicos por segundo, que arrastró 13.000 toneladas de sedimentos con 40.000 años de antigüedad, en una caída vertiginosa sobre las casi treinta presas de contención del barranco, a las que fue destruyendo, una tras otra, en una pendiente del 20% en tan sólo minuto y medio. Al caer la avalancha en el cono de deyección taponó el cauce artificial construido en los años cincuenta. Buscó otra salida y la encontró en la explanada ocupada por el cámping junto a la confluencia del Arás con el río Gállego. Gota fría (extraído de la revista Estratos n. 18, 1990, Artículo. "El "mini-monzón" mediterráneo" de Manuel Toharia.) Chubascos y tormentas de extraordinaria violencia, aunque de poca duración y que afectan normalmente a una zona poco extensa son frecuentes en las zonas costeras del Mediterráneo, sobre todo entre los meses de septiembre y octubre. Algunos producen grandes desastres, como el que provocó una enorme crecida en el río Júcar que rompió la presa de Tous, o los que inundaron ciudades como Valencia, Alicante, Almería o Tarrasa. Los meteorólogos suelen explicar que la causa de estas lluvias torrenciales son las denominadas "gotas frías". El caso de mayor cantidad de lluvia caída en poco tiempo es el de Gandía, en la Comunidad Valenciana, en la que en noviembre de 1987 cayeron más de 1000 mm de lluvia en 36 horas, de los cuales 400 mm en menos de 6 horas. Son más frecuentes junto al Mediterráneo, pero también suceden en otros lugares. Las grandes riadas que causaron importantes daños en Bilbao y en otros lugares del País Vasco fueron también producidas por una gota fría. Formación de la "gota fría" La gota fría se forma cuando coinciden tres acontecimientos: mar caliente, atmósfera inestable en la superficie y aire frío en altura. Cuando el mar se encuentra a temperaturas altas, como el Mediterráneo al final del verano que puede llegar a estar a cerca de treinta grados en zonas cercanas a la costa, desprende mucho vapor de agua, como el agua caliente de un baño o una ducha. Si en esta situación llega una borrasca o un frente frío y hay una bolsa de aire frío en altura, se produce una situación de inestabilidad del aire superficial que aumenta conforme ascendemos. El vapor de agua, que el mar libera en gran cantidad, asciende arrastrado por la inestabilidad y se va condensando al encontrarse con la zona fría, formándose una nube. Esta nube puede ir agrandándose a gran velocidad porque el vapor ascendente encuentra mucha facilidad para subir al encontrarse con zonas más frías, y con este frío va condensándose cada vez más agua. En muy pocas horas se pueden formar grandes nubes tormentosas, del tipo de los cumulonimbos, que aunque no tengan una gran extensión en horizontal, pueden llegar a tener más de diez kilómetros de altura. Estos cumulonimbos descargan una fuerte lluvia, normalmente acompañada de un gran aparato eléctrico y de granizo. Daños Los daños que causa una tormenta no dependen sólo de la intensidad de la lluvia. En una ladera con mucha pendiente, desprovista de vegetación, el agua corre muy rápidamente, arrastrando con fuerza el suelo, provocando una gran erosión. Si además esta ladera termina en un valle encajonado puede formarse una gran riada que arrastra con fuerza todo lo que encuentra. En la zona mediterránea española es frecuente que los cauces de los ríos permanezcan secos muchos meses al año y que sean ocupados por cultivos o edificaciones, lo que hace que en las grandes crecidas, los daños sean mayores, por una parte porque se destruye lo que estaba ahí construido y, por otra, porque se impide la libre salida del agua y se hace mayor la crecida. Cuando las laderas son suaves y se encuentran cubiertas de vegetación el agua que cae es frenada por las plantas, absorbida con más facilidad por el suelo y termina bajando por la ladera menos agua y a menor velocidad. Se entiende que así la erosión es menor y que es importante mantener los bosques y la cubierta vegetal del terreno para prevenir los daños que los fenómenos climatológicos violentos producen. Movimientos de tierras y aludes Los deslizamientos de laderas, desprendimientos de rocas y aludes de nieve son algunos de los procesos geológicos más comunes en la superficie de la Tierra. Forman parte del ciclo natural del terreno ya que la erosión y la gravedad actúan constantemente para transportar materiales de las zonas más altas hacia abajo. Deslizamientos, desprendimientos y aludes Se producen deslizamientos cuando capas enteras de terreno se mueven sobre el material firme que tienen por debajo. En su movimiento siguen uno o varios planos de corte del terreno. Los desprendimientos son fragmentos de roca que se separan de un talud y caen saltando por el aire en buena parte de su recorrido. Los aludes son caídas de grandes masas de nieve. Factores que influyen en la estabilidad de las laderas El que una ladera permanezca estable o sufra un deslizamiento depende de la unión de varios factores, entre los que están • Características del terreno.- Los lugares montañosos con pendientes fuertes son los que con más facilidad sufren deslizamientos, aunque en ocasiones pendientes de muy pocos grados son suficientes para originarlos si la roca está muy suelta o hay mucha agua en el subsuelo. • Condiciones climáticas.- En las regiones lluviosas suele haber espesores grandes de materiales alterados por la meteorización y el nivel freático2 suele estar alto lo que, en conjunto, facilita mucho los deslizamientos. Las lluvias intensas son el principal factor desencadenante de deslizamientos en España. • Macizos rocosos con fallas y fracturas.- Tienen especial importancia en los desprendimientos. En España la mayoría de las caídas de rocas y otros materiales tiene lugar en lugares en los que el terreno tiene abundantes fracturas y se ha ido produciendo erosión en la base de sus laderas. En estos lugares cuando llueve intensamente con facilidad se pueden producir desprendimientos. • Erosión.- Los ríos, el mar u otros procesos van erosionando la base de las laderas y provocan gran cantidad de deslizamientos. En las costas españolas estos fenómenos son muy comunes y provocan el retroceso de los acantilados, sobre todo en las costas del Atlántico, en Canarias y en Baleares. • Expansividad de las arcillas.- Las arcillas tienen la propiedad de que al empaparse de agua aumentan su volumen. Esto supone que los terrenos arcillosos en climas en los que alternan periodos secos con otros húmedos se deforman y empujan taludes, rocas, carreteras, etc. provocando deslizamientos y desprendimientos. • Acciones antrópicas.- Los movimientos de tierras y excavaciones que se hacen para construir carreteras, ferrocarriles, edificaciones, presas, minas al aire libre, etc. rompen los perfiles de equilibrio de las laderas y facilitan desprendimientos y deslizamientos. Además normalmente se quitan los materiales que están en la base de la pendiente que es la zona más vulnerable y la que soporta mayores tensiones lo que obliga a fijar las laderas con costosos sistemas de sujeción y a estar continuamente rehaciendo las vías de comunicación en muchos lugares. • Se conoce la acción de otros factores como terremotos, rocas calizas (estructuras kársticas), etc., que , en ocasiones, provocan movimientos del terreno, pero cuya importancia es comparativamente menor que los citados anteriormente. Deslizamientos y desprendimientos en España La mayoría de las veces los movimientos de laderas no son muy espectaculares ni catastróficos, pero si son frecuentes y afectan a vías de comunicación y al transporte. Las pérdidas económicas anuales por estos fenómenos son de más de 30 000 millones de pesetas y todos los años entre 10 y 20 personas son víctimas de estos movimientos. En 1874 un gran desprendimiento mató a 100 personas en Azagra (Navarra), una población situada bajo una gran pared rocosa que ha sufrido varios desprendimientos importantes. Ejemplos de ciudades y pueblos construidos junto a farallones y paredes rocosas que sufren por estos procesos son frecuentes en la geografía española. Hay riesgo de deslizamientos y desprendimientos en prácticamente todo el territorio español. En algunos casos, como en el valle del Guadalquivir, son frecuentes los deslizamientos pequeños pero que dañan las carreteras y las vías de comunicación. En las zonas montañosas, como los Pirineos, y las cordilleras Cantábrica, Bética e Ibérica, es donde se producen los movimientos mayores en los que se movilizan millones de metros cúbicos de materiales. Alud En las zonas montañosas en las que la nieve se acumula en las laderas es importante tener en cuenta el riesgo de los aludes. Su fuerza destructiva puede ser muy grande. En algunos de ellos se han llegado a medir fuerzas de impacto cincuenta veces mayores de la necesaria para derribar una casa y velocidades de caída de la nieve de hasta 350 km/h. El número de víctimas ha crecido mucho en los últimos años desde que se han popularizado los deportes de montaña. Así, por ejemplo, entre 1945 y 1974 hubo 719 muertes por aludes en toda Europa, mientras que de 1975 a 1985, solo en los Alpes han muerto por este motivo 1200 personas. En España están muriendo al año por este motivo, unas cuatro personas, con un máximo de 11 muertos en 1979. Riesgo de aludes La mayoría de los aludes se producen durante el invierno y especialmente durante las nevadas y en las 24 horas siguientes. Cuando han caído 30 o más cm de nieve en laderas empinadas ya hay riesgo de avalancha. Con unos 70 cm de nieve el riesgo existe incluso en las zonas en las que normalmente no suelen haber aludes. Las avalanchas de invierno suelen ser de nieve seca y en polvo, pero también se producen aludes cuando el tiempo es soleado y caluroso, por ejemplo en primavera, y comienza a fundirse la nieve. El agua fundida favorece el deslizamiento de masa de nieve densa que pueden muy peligrosas para las personas y las construcciones. Otros factores como la intensidad de la nevada, el viento, los cambios de temperatura mientras nieva, las características del terreno y de la vegetación, etc. influyen en este fenómeno. Protección contra los aludes La mejor defensa es la prudencia y la prevención. Conocer cual es el riesgo de alud antes de salir al monte en invierno o primavera es imprescindible para tomar las decisiones oportunas. Los servicios meteorológicos de las zonas de montaña suministran esta información. Además en las zonas con riesgo se suelen hacer defensas de distintos tipos para proteger construcciones y vías de comunicación. Asimismo se suele prohibir el paso por las zonas de más peligro y, es eficaz, provocar aludes controlados con explosivos en momentos oportunos. Para la protección de los automovilistas se han instalado detectores de ondas que captan el comienzo del alud en las zonas altas y transmite la señal a semáforos que cortan la circulación en los tramos de carretera amenazados. Viento Vientos en España Velocidades medias del viento en España España está situada en una zona poco ventosa, en la que las velocidades medias raramente son superiores a los 50 km/h, pero en la que en algunas ocasiones se observan rachas superiores a los 180 km/h. Ciclones extratropicales, temporales, tormentas violentas e incluso tornados y trombas marinas afectan de vez en cuando a la Península, causando destrozos a su paso. Temporales mediterráneos.• • • Llevant.- El temporal de Llevant es una especie de galerna mediterránea de las costas catalana y balear. Suele producirse de diciembre a mayo, de forma inesperada y rápida. Se pasa de viento del suroeste con cielo despejado y agradables temperaturas a un nordeste frío con violentas rachas de hasta 198 km/h (1960). Se levanta un fuerte oleaje, muy peligroso para los barcos pequeños y ha causado muchos daños en los puertos de estas zonas. Así, por ejemplo, en febrero de 1948 un temporal de este tipo destruyó 50 m de escollera del puerto de Barcelona, haciendo desaparecer 4000 bloques de hormigón de 60 toneladas cada uno. Tramuntanada.- La tramontana es un viento frío del nordeste o norte que sopla sobre las costas de Baleares y Cataluña. Puede durar varios días con vientos muy seguidos con rachas de más de 100 km/h. Levante.- Es un viento persistente que sopla del Este. Son muy frecuentes en el mar de Alborán3 y en el Estrecho. Pueden llegar a alcanzar los 120 km/h, provocando situaciones muy incómodas para la navegación. Temporales atlánticos • • • Borrascas.- Las borrascas llegan del Atlántico y afectan especialmente a Galicia y a la cornisa Cantábrica. En algunos casos proceden de la fase final de ciclones tropicales que comienzan en la zona ecuatorial, junto a las costas de Africa, suben hacia el Caribe y las costas atlánticas de Norteamérica y de allí giran hacia la Península. Normalmente para cuando llegan al centro del Atlántico en su viaje hacia España, ya han perdido fuerza y dejan de llamarse ciclones, pero el resto que queda es todavís una fuerte borrasca.. Así, por ejemplo, con los ciclones Hortensia y Klaus (1984) soplaron rachas de 150 km/h. Galernas.- Son temporales repentinos que afectan a la costa Cantábrica y al Golfo de Vizcaya. Producen vientos racheados de hasta 180 km/h. Cuando se produce este temporal se pasa bruscamente de suaves vientos del sur a huracanados vientos del NO, con un descenso brusco de unos 10ºC de temperatura y paso de un cielo despejado a chubascos tormentosos. La mar pasa a marejada o mar gruesa en muy poco tiempo. Se producen entre mayo y octubre y provocan naufragios ( en 1912, por ejemplo, murieron más de 100 pescadores de Bermeo) y graves inundaciones en las ciudades portuarias. Vendaval.- Se llama así a los violentos vientos racheados que se producen en ocasiones en la zona del golfo de Cádiz y del bajo Guadalquivir. Se producen cuando se acercan borrascas fuertes por las costas portuguesas. Torbellinos locales • • Tornados.- Aunque son muy poco comunes en España, alguna vez se ha producido alguno, por ejemplo el 27 de diciembre de 1978 en el aeropuerto de Sevilla. En este fenómeno meteorológico, el aire gira (torna) alrededor de un eje con gran fuerza, en un estrecho y alto remolino. Son muy destructivos y hubo uno en EEUU, en 1925, que provocó la muerte de 489 personas y destrucción de bienes a lo largo de 352 kilómetros. Se suelen formar en grupos y se han descrito formaciones de hasta 37 tornados en un día. Trombas marinas.- Se llama así a la prolongación en forma de tubo de nubes de hasta 200 m de diámetro y unos 1000 m de altura, que se sitúa entre la base de un cumulonimbo y la superficie del mar. Suelen durar una media hora, pero sus efectos son devastadores. Eran muy temidas por los antiguos veleros que solían disparar balas de cañón, sin mucha eficacia, con el intento de dispersarlas. Son típicas de aguas cálidas y en el Mediterráneo se producen en ocasiones. Los pescadores de Baleares las llaman "fiblo" o "aguijón". Escala Douglas para el oleaje Grado Nombre Altura olas (m) 0 Calma 0 1 Rizada 0 a 0,1 2 Marejadilla 0,1 a 0,5 3 Marejada 0,5 a 1,25 4 Fuerte marejada 1,25 a 2,5 5 Gruesa 2,5 a 4 6 Muy gruesa 4a6 7 Arbolada 6a9 8 Montañosa 9 a 14 9 Enorme más de 14 Grados de la escala Beaufort (para las condiciones difíciles de navegación) Nombre Altura Velocidad Nombre Grado del Mar olas (Km/h) de la mar viento (m) 8 Duro 62 - 74 Olas alargadas; torbellinos de salpicaduras 5,5 - 7,5 Muy gruesa 9 Muy duro 75 - 88 Olas grandes; crestas rompen en rollos 7,5 - 10 Arbolada 10 Temporal 89 - 102 Olas muy grandes; crestas 10 - 12,5 Arbolada en penacho; poca visibilidad 11 Borrasca 103 -117 Olas altísimas; todo el mar espumoso 12,5 - 14 Montañosa 12 Huracán > 118 Aire lleno de espuma; visibilidad reducidísima > 14 De enorme peligro Sequía Se dice que hay sequía en una zona cuando permanece sin llover más tiempo del habitual y comienzan a notarse efectos negativos. Como se ve la definición es muy subjetiva y, de hecho, es difícil decir cuando ha empezado o terminado una sequía y algunas veces incluso si ha existido. Tiene que ser una situación de carencia de agua inesperada, porque si lo habitual en esa zona es que llueva poco diríamos que es árida, pero no que hay sequía. También es muy subjetiva la apreciación del tiempo que tiene que durar para que digamos que se están produciendo daños. En los países desarrollados no es un desastre que suponga pérdida de vidas humanas o grandes catástrofes, porque hay sistemas de reservar y de abastecer de agua que cubren las necesidades mínimas, pero en los países en vías de desarrollo sigue originando grandes hambrunas y la muerte de muchas personas. Lo que sí suele originar en todos los países es importantes pérdidas económicas en la agricultura, la producción de energía hidroeléctrica, el turismo, etc. e importantes impactos en los ecosistemas. Las zonas de España con alto riesgo de padecer sequías son muy extensas. Exceptuando la parte Norte y noroeste en la que domina el clima oceánico húmedo, el resto padece sequías con cierta frecuencia. Entre los años 1940 a 1960 la ausencia de lluvias repercutía de forma muy importante en la vida de las personas. La agricultura, la producción de energía, la industria y el abastecimiento de las ciudades sufría mucho con las sequías. Con la masiva construcción de pantanos de los años cincuenta y sesenta se logró mejorar mucho la situación y en la actualidad las cuencas hidrográficas tienen capacidad para soportar largos periodos de sequía sin que las repercusiones sean muy graves. En los últimos años se ha visto cada vez más claro que es imprescindible adecuar las formas de vida y la explotación del territorio a la disponibilidad de agua. Es necesario construir pantanos y hacer trasvases de agua de unas cuencas a otras, pero sin olvidar que no puede haber soluciones correctas a este problema si no se racionaliza el uso del agua. Como la mayor parte del agua usada en España se dedica al riego es muy importante implantar sistemas que ahorren agua como el riego gota a gota o similares. También está creciendo la conciencia de que los jardines y espacios verdes lógicos y adecuados en una zona con déficit de agua no son las grandes extensiones de césped que necesitan mucho riego, sino los plantados con especies propias del lugar, bien adaptadas a la aridez. Estas y otras medidas de ahorro y consumo inteligente del agua son imprescindibles para la ordenación de este importante recurso. Granizo Llamamos granizo a la caída de bolitas de hielo de 5 a 50 mm -a veces mayores- que en ocasiones caen formando conglomerados irregulares (pedrisco). No suelen causar víctimas ni grandes destrozos en las construcciones, pero si muy importantes daños en la agricultura. Se suelen producir en primavera y verano en nubes de tormenta del tipo de los cumulonimbos. En nubes de este tipo, muy cargadas de agua y con fuertísimas corrientes de aire ascendentes y descendentes en su interior, pequeños granos de hielo comienzan a trasladarse de arriba a abajo en la nube, muchas veces, añadiendo capas de hielo y haciéndose cada vez más grandes. Cuando su peso ya no puede ser soportado por las corrientes de aire caen en forma de granizo. Media anual de días de granizo en España En España hay varias zonas en las que este fenómeno es frecuente. La más afectada es la franja cantábrica en la que todos los años se suelen producir de 5 a 10 días de granizo. También el Pirineo catalán y algunas zonas de Castilla tienen alto riesgo de sufrir granizo varios días al año. La época en la que es más frecuente es de mayo a octubre. 1 Escorrentía Se usa este término para llamar al agua que resbala por encima del terreno hasta llegar a los cauces de arroyos y ríos. 2 Nivel freático Superficie que separa la zona del subsuelo inundada con agua subterránea de la zona en la que las grietas están rellenas de agua y aire. 3 Mar de Alborán Parte del Mar Mediterráneo que se extiende desde el Estrecho, por debajo de las provincias de Andalucía oriental (Málaga, Granada, Almería)