Quercus robur L. El género Quercus pertenece a la familia botánica de las Fagáceas y engloba más de seiscientas especies leñosas que producen bellotas: robles, encinas, alcornoques, quejigos, etc. Su nombre botánico era el latino clásico usado para estos árboles. El roble se distribuye en bosques húmedos por casi toda Europa y Asia occidental, exceptuando la zona sur de la Península Ibérica. Se trata de un árbol caduco robusto y majestuoso, que puede llegar a 40 m de altura, con una copa amplia y algo irregular. El tronco es de un tono grisáceo, liso cuando es joven, volviéndose marrón y más grueso con los años. Las hojas son obovadas, de borde lobulado, verde oscuras por el haz y más claras por el envés. Las flores masculinas se disponen agrupadas en amentos, y las femeninas van solitarias o en grupos de 2 o 3 con un pedúnculo largo del que colgarán las bellotas. Este tipo de fruto se llama aquenio, y porta una cúpula en la base. Es un árbol longevo que puede alcanzar en ocasiones hasta unos quinientos años. Además de ser un árbol útil por la producción de bellota para el ganado, es apreciado en ebanistería por su madera dura; es también muy ornamental, de copa amplia y bonito ramaje. Hay ejemplares de esta especie en el Jardín Botánico-Histórico La Concepción. English oak, truffle oak, pedunculate oak