RIESGOS PROFESIONALES, OBJECIÓN DICTAMEN JUNTA CALIFICACIÓN DE INVALIDEZ Y PAGO PRESTACIONES Concepto 2006064424-001 del 28 de junio de 2007. Síntesis: La decisión de una administradora de riesgos profesionales consistente en controvertir el dictamen de la junta de calificación de invalidez mediante demanda ante la jurisdicción laboral constituye el ejercicio de un derecho reconocido por nuestra normatividad. La ley le otorga a la ARP dos meses contados desde la fecha en la cual se alleguen o acrediten los requisitos exigidos para efectos de que reconozca el pago de la pensión o prestaciones económicas a que haya lugar. Dentro del mismo término se considera que la administradora puede objetar el pago de la prestación con base en motivos serios y fundados instaurando demanda del dictamen ante la justicia laboral ordinaria. «(…) plantea diversas inquietudes en relación con la obligatoriedad del dictamen de la Junta Nacional de Calificación de Invalidez. Sobre el particular, resultan procedentes las siguientes consideraciones 1. En primera instancia, procede señalar que el artículo 11 del Decreto 2463 de 2001 1 , al definir la naturaleza jurídica de las juntas de calificación de invalidez establece que “Las juntas de calificación de invalidez son organismos de creación legal, autónomos, sin ánimo de lucro, de carácter privado, sin personería jurídica, cuyas decisiones son de carácter obligatorio. Sus integrantes son designados por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, de conformidad con lo señalado en el artículo 17 del presente decreto, no tienen el carácter de servidores públicos, no devengan salario, ni prestaciones sociales, sólo tienen derecho a los honorarios establecidos en el presente decreto. Los dictámenes de las juntas de calificación de invalidez no son actos administrativos y sólo pueden ser controvertidos ante la justicia laboral ordinaria con fundamento en el artículo 2° del Código de Procedimiento Laboral”. (Negrilla fuera de texto). A su vez, dicho artículo en concordancia con los artículos 35 y 40 del mismo ordenamiento prevé la posibilidad de acudir ante la justicia laboral con el objeto de que ésta dirima las controversias que se susciten en relación con los dictámenes emitidos por dichas juntas 2 . 1 Por medio del cual se reglamenta la integración, financiación y funcionamiento de las Juntas de Calificación de Invalidez. 2 El artículo 35 señala en su segundo inciso “El dictamen emitido por la Junta Nacional de Calificación de invalidez se notificará de conformidad con lo dispuesto en el presente decreto y contra él solo proceden las acciones ante la jurisdicción laboral ordinaria” (negrillas son nuestras). Así las cosas “Dentro del anterior marco legal, se puede señalar que estando sujeto el derecho a la pensión de sobrevivientes a la calificación del origen de la muerte, cualquier controversia en punto a dicho estado no permitiría la concreción del derecho y, en ese orden, no se podría predicar la exigencia de la obligación a cargo de la Administradora de Riesgos Profesionales. En este orden de ideas, si bien las decisiones de las Juntas de Calificación de Invalidez son obligatorias, la misma disposición que establece esa fuerza vinculante, en concordancia con otras del mismo ordenamiento 3 , consagra a la vez el derecho que tienen los interesados en controvertir dichos actos ante la jurisdicción laboral; dicha circunstancia legal deja entonces en manos del juez la definición del derecho a la pensión de invalidez. La asignación de competencia en este sentido es clara y a la vez se reafirma por la Ley 712 de 2001, en su artículo 2° literal c cuando señala que la jurisdicción laboral ordinaria en sus especialidades laboral y de seguridad social conoce de ‘Las controversias referentes al sistema de seguridad social integral que se susciten entre los afiliados, beneficiarios o usuarios, los empleadores y las entidades administradoras o prestadoras, cualquiera que sea la naturaleza de la relación jurídica y de los actos jurídicos que se controviertan’ (subrayado ajeno al texto)” . “En este contexto, la decisión de una administradora de riesgos profesionales consistente en controvertir el dictamen de la junta de calificación de invalidez mediante demanda ante la jurisdicción laboral, se constituye en el ejercicio de un derecho reconocido por nuestra normatividad” 4 . 2. De otra parte, en relación con su inquietud relacionada al término que tiene la Administradora de Riesgos Profesionales para reconocer y pagar la pensión de sobrevivientes, el parágrafo 2 del artículo 1° de la Ley 776 de 2002 establece que “Las acciones de recobro que adelanten las administradoras son independientes a su obligación de reconocimiento del pago de las prestaciones económicas dentro de los dos (2) meses siguientes contados desde la El prenombrado artículo 40 establece “Controversias sobre los dictámenes de las juntas de calificación de invalidez. Las controversias que se susciten en relación con los dictámenes emitidos por las juntas de calificación de invalidez, serán dirimidas por la justicia laboral ordinaria de conformidad con lo previsto en el Código de Procedimiento Laboral, mediante demanda promovida contra el dictamen de la junta correspondiente. Para efectos del proceso judicial, el secretario representará a la junta como entidad privada del régimen de Seguridad Social Integral. Los procedimientos, recursos y trámites de las juntas de calificación de invalidez se realizarán conforme al presente decreto y sus actuaciones no constituyen actos –Administrativos” (Negrillas no son del texto). 3 4 Nos referimos a los artículos 11, 35 y 40 del Decreto 2463 de 2001 ya citados. Memorando 2003054313-12 del 12 de octubre de 2004 emitido por la Coordinación de Consultas Tres de la anterior Superintendencia Bancaria. fecha en la cual se alleguen o acrediten los requisitos exigidos para su reconocimiento. Vencido este término, la administradora de riesgos profesionales deberá reconocer y pagar, en adición a la prestación económica, un interés moratorio igual al que rige para el impuesto de renta y complementarios en proporción a la duración de la mora. Lo anterior, sin perjuicio de las sanciones a que haya lugar”. (Negrilla fuera de texto). En este orden, de acuerdo con la disposición transcrita, se observa que la ley le otorga a la ARP un término de dos meses siguientes contados desde la fecha en la cual se alleguen o acrediten los requisitos exigidos para su reconocimiento, para efectos de que reconozca el pago de las prestaciones económicas a que haya lugar. Dentro del mismo término, esta Dirección considera que la administradora puede objetar el pago de la prestación, con base en motivos serios y fundados instaurando demanda del dictamen ante la justicia laboral ordinaria, tal como se anotó anteriormente. No obstante lo anterior, el Sistema General de Riesgos Profesionales prevé un régimen sancionatorio aplicable para los trabajadores, empleadores y administradoras de riesgos profesionales. Es así como para las Administradoras de Riesgos Profesionales el inciso primero literal c) del artículo 91 del Decreto 1295 de 1994 sanciona con multas sucesivas hasta de mil (1000) salarios mínimos legales mensuales vigentes aquellas conductas tendientes a dilatar injustificadamente el pago de las prestaciones asistenciales y económicas o que impidan o dilaten la libre escogencia de entidad administradora, o rechacen a un afiliado, o no acaten las instrucciones u órdenes de la Dirección Técnica de Riesgos Profesionales del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, por parte de la Superintendencia Bancaria (ahora Superintendencia Financiera), en el primer caso, o por la Dirección Técnica de Riesgos Profesionales, en los demás. Lo anterior, sin perjuicio de la imposición de las demás sanciones que puede imponer la Superintendencia Financiera en desarrollo de sus facultades legales, artículos 208 a 211 del Estatuto Orgánico del Sistema Financiero, previa solicitud de las explicaciones pertinentes cuando se cerciore que han incurrido en violación de la ley, de sus estatutos o reglamentos o cualquiera otra norma legal a que se encuentren sujetas. (…).»