LA CIRCULACIÓN DEL EURO Documento de Trabajo Núm. 5 2003 Jordi Bacaria, Institut Universitari d’Estudis Europeus (UAB) e Instituto de Estudios de la Integración Europea (IEIE) Proyecto realizado con la ayuda financiera de la Comisión de las Comunidades Europeas (Proyecto MEX/B7311/IB/97/0823) y el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), con la asistencia técnica y académica del Instituto Universitario de Estudios Europeos de la Universidad Autónoma de Barcelona (IUEE-UAB), el Colegio de Europa y GATCI, S. L. 1 PREFERENCIAS DE LOS BANQUEROS O MANDATO INSTITUCIONAL EN LA CONSECUCIÓN DEL OBJETIVO DE ESTABILIDAD DE PRECIOS EN LA ZONA DEL EURO: Un análisis del mecanismo de toma de decisiones I. INTRODUCCIÓN.................................................................................................................... 3 II. PREFERENCIAS Y OBLIGACIONES DE LOS BANQUEROS CENTRALES EN EL EUROSISTEMA......................................................................................................................... 5 III. LA ESTABILIDAD DE PRECIOS Y EL VECTOR INDEPENDENCIA Y CONSERVADURISMO EN EL SEBC ..................................................................................... 11 Figura 1:............................................................................................................................ 17 RELACIONES ENTRE INDEPENDENCIA Y GRADO DE CONSERVADURISMO EN UN BANCO CENTRAL CON MIEMBROS NO REPRESENTATIVOS Y EL CONSEJO EJECUTIVO EN MAYORÍA BAJO LA REGLA DE MAYORÍA SIMPLE .......................... 17 Figura 2:............................................................................................................................ 17 RELACIONES ENTRE INDEPENDENCIA Y GRADO DE CONSERVADURISMO EN UN BANCO CENTRAL FEDERAL CON MIEMBROS REPRESENTATIVOS Y EL CONSEJO EJECUTIVO EN MINORÍA BAJO LA REGLA DE MAYORÍA SIMPLE............................ 17 IV. UNA COMPARACIÓN DE BANCOS CENTRALES INDEPENDIENTES Y/O FEDERALES EN LA TOMA DE DECISIONES DE POLÍTICA MONETARIA................................................ 19 A. El Sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos .............................................. 20 B. El Bundesbank................................................................................................................. 22 C. El Sistema Europeo de Bancos Centrales y el Banco Central Europeo......................... 23 D. Comparación de bancos centrales y sistema bicameral................................................. 25 V. LA TOMA DE DECISIONES EN EL BCE ANTE LA AMPLIACIÓN .................................... 27 A. Modificación del artículo 10 de los Estatutos del SEBC y del BCE ante la ampliación de la UE..................................................................................................................................... 27 B. Modelo de preferencias vs. conservadurismo ................................................................. 29 VI. CONCLUSIONES............................................................................................................... 33 VII. REFERENCIAS................................................................................................................. 36 Keywords: Bancos Centrales, BCE, política monetaria, ampliación UE, toma de decisiones. JEL categories: D7, E58, F02 2 I. INTRODUCCIÓN El objetivo de este documento es explorar las consecuencias de un sistema de toma de decisiones monetarias en el Banco Central Europeo (BCE), basado en el enfoque de las preferencias de los banqueros centrales sometidos, además, a la restricción de un mandato institucional en el objetivo de estabilidad de precios. El BCE combina el enfoque de preferencias conservadoras de los banqueros centrales, que les permite una cierta discrecionalidad en la toma de decisiones de política monetaria, con la restricción que establece el artículo 105 del Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea, que establece la estabilidad de precios como el objetivo principal a alcanzar. Esta combinación hace que el BCE sea un modelo distinto al de otros bancos centrales dada la composición de su comité con banqueros centrales procedentes de economías con estructuras distintas y que toman decisiones por mayoría simple. El texto analiza el caso en el que las preferencias de los banqueros puedan representar una transmisión de las preferencias de los políticos y de su inconsistencia temporal a pesar del grado de independencia del BCE afectando su credibilidad. Esto es posible si se produce una cierta dispersión del grado de conservadurismo de los banqueros centrales provocado por el tamaño del comité que toma decisiones y las distintas situaciones económicas que se pueden presentar en la euro zona, representables en términos de una curva de Phillips como expresión de las preferencias de los banqueros. La literatura económica sobre los problemas de la inconsistencia temporal de las decisiones en política monetaria (Kydland y Prescot (1977), Barro y Gordon (1983), Rogoff (1985), Lohmann (1992), Person y Tabellini (1993), Walsh (1995), Alesina y Gatti (1995)) se ha inclinado por la solución de delegación de la política monetaria por parte del gobierno hacia una autoridad monetaria independiente de éste. Esta autoridad o banco central independiente sería la encargada de dar credibilidad a la política monetaria, evitando así la anticipación de los agentes a las políticas monetarias inflacionistas esperadas. La evidencia empírica ha permitido contrastar a su vez la validez normativa de la delegación de la política monetaria independiente (Cukierman 3 (1992), Eijffinger, y Schaling, (1993), Berger, de Haan, Eijffinger (2000) entre otros). Sin embargo, la independencia de los bancos centrales depende, según la hipótesis de Moser (1999), de la existencia de dos cámaras parlamentarias efectivas en la toma de decisiones y, a su vez, la existencia de dos cámaras efectivas depende de que el sistema sea federal. Por otra parte Blinder (1999) insiste en que la credibilidad de los bancos centrales depende más de la historia de éstos en la lucha contra la inflación que del grado de independencia del banco central. Finalmente, en este contexto de debate y en torno al Banco Central Europeo surgen ya trabajos relevantes sobre la necesidad de reforma normativa del sistema de toma de decisiones del BCE (Wyplosz, 1999). Por otra parte, hay una cierta tendencia en la literatura sobre el tema a considerar que la independencia del banco central y el grado de conservadurismo coinciden, cuando se refiere al conservadurismo como la preferencia por la estabilidad de precios, y a la independencia del banco central como el mecanismo institucional que evita la “inconsistencia temporal” de los políticos que conduce a políticas inflacionarias. De hecho, formalmente, el objetivo de estabilidad de precios debería considerarse como un vector resultado de dos variables, el grado de independencia y el grado de conservadurismo (Berger, de Haan, Eijffinger (2000)). Respecto al problema de la toma de decisiones en el BCE y al tamaño de su comité, en especial ante la ampliación de la UE y la nueva entrada de Estados miembros en la euro zona y en el BCE, algunos autores lo han analizado en términos del resultado del votante mediano en un comité que toma decisiones por mayoría simple. De Grauwe (2002) analiza los problemas que se pueden derivar de la ampliación cuando el votante mediano se aleja de la posición del Comité Ejecutivo y éste tiene dificultades para obtener los votos necesarios para establecer su estrategia, cuantificando las preferencias de los banqueros sobre el tipo de interés mediante la fórmula de Taylor. Bacaria, Chortareas y Kyriacou (2002) han llegado a la misma conclusión partiendo de un modelo teórico basado en el Barro-Gordon en el que los banqueros centrales difieren en el grado de conservadurismo o en el objetivo de desempleo en la euro zona cuando los países tienen estructuras económicas distintas. 4 Los problemas de la ampliación y el tamaño del comité que toma decisiones por mayoría simple sobre la base de cada miembro un voto pueden resolverse en el futuro con la reforma del sistema de votación que ha introducido el Consejo de Gobierno del BCE con vistas a la ampliación y que se analiza más adelante. En el documento se analizan los posibles resultados de las decisiones en política monetaria en el Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC) regido por un comité que toma decisiones por mayoría simple en el Banco Central Europeo (BCE). Los resultados de las decisiones podrían depender del comportamiento de los banqueros, que puede responder a preferencias más o menos conservadoras de los mismos, o a los comportamientos estratégicos de quienes los nombran para el cargo, aunque los banqueros estén limitados en última instancia por el mandato del Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea (TCCE) relativo al objetivo principal de estabilidad de precios. II. PREFERENCIAS Y OBLIGACIONES DE LOS BANQUEROS CENTRALES EN EL EUROSISTEMA La independencia del Banco Central Europeo (BCE) tiene su referencia en el artículo 105 del Tratado de la Comunidad Europea (TCE)1, que señala como objetivo principal la estabilidad de precios. En este caso, el grado de conservadurismo de los banqueros centrales europeos se supone que viene determinado por las normas constitutivas del Sistema Europeos de Bancos Centrales (SEBC) y del BCE, más que por las preferencias personales de los banqueros centrales. La solución de la inconsistencia temporal de los políticos, mediante la delegación de la política monetaria a un banco central independiente, es garantizada desde el punto de vista normativo por el TCE. Desde un punto de vista normativo, cualquiera que fuesen las preferencias personales de los banqueros centrales europeos sobre la estabilidad de precios, si éstas fuesen escasamente conservadoras no sería un problema ya que los banqueros estarían sometidos al mandato de estabilidad de precios establecido en el TCE. 5 La posición del BCE es que los gobernadores de los Bancos Centrales Nacionales (BCNs) presentes en el Consejo de Gobierno del BCE que toma decisiones no representan a sus respectivos BCNs y toman las decisiones de política monetaria considerando la zona del euro en su conjunto: “la situación económica de los países concretos no debería tenerse en cuenta a la hora de votar sobre cuestiones de política monetaria que afecten a la zona del euro”2. La independencia viene pues garantizada por el Tratado y los estatutos. Los gobernadores de los BCNs, según esta interpretación, cuando toman decisiones en el Consejo de Gobierno del BCE ni siquiera están sometidos al mandato de su Banco Central al que no representan. En consecuencia, desde esta perspectiva, los banqueros centrales no transmitirán las preferencias de sus gobiernos que los han nombrado o propuesto, o de los Consejos de sus bancos centrales. Esta interpretación deja el supuesto arbitraje entre estabilidad de precios y empleo al que hace referencia la teoría macroeconómica en términos de las obligaciones de los banqueros centrales requeridas por el Tratado en su objetivo principal de estabilidad de precios. Las preferencias de los banqueros estarían así aisladas de cualquier influencia y blindadas por la definición cuantitativa de estabilidad de precios, que el propio Consejo de Gobierno establece3 para un período determinado de acuerdo con el artículo 105 del Tratado. Sin embargo, esta interpretación sobre la representación que ostentan o el carácter personal de las decisiones que toman los banqueros centrales es muy discutible desde el punto de vista normativo. El artículo 108 del TCE (reproducido en el artículo 7 de los Estatutos del BCE, referido a la independencia) establece la independencia de los miembros del gobierno del 1 Art. 105.1: El objetivo principal del SEBC será mantener la estabilidad de precios. Sin perjuicio de este objetivo, el SEBC apoyará las políticas económicas generales de la Comunidad con el fin de contribuir a la realización de los objetivos comunitarios establecidos en el artículo 2. 2 Ver Boletín Mensual del Banco Central Europeo, “La estrategia de la política monetaria del Eurosistema orientada a la estabilidad”, Enero 1999 (pp.45-57). También, Eugenio Domingo Solans (miembro del Comité Ejecutivo del BCE) dice que: “Las decisiones se toman en Frankfurt, en el Consejo de Gobierno del BCE, del cual forman parte los once gobernadores de los BCN, a pesar que no los representan; más los seis miembros del comité ejecutivo. 6 BCE y no dice que los banqueros centrales nacionales no puedan representar a sus BCNs: En el ejercicio de las facultades y en el desempeño de las funciones y obligaciones que les asignan el presente Tratado y los Estatutos del SEBC, ni el BCE, ni los bancos centrales nacionales, ni ninguno de los miembros de sus órganos rectores podrán solicitar o aceptar instrucciones de las instituciones y organismos comunitarios, ni de los Gobiernos de los Estados miembros, ni de ningún otro órgano. Las instituciones y organismos comunitarios, así como los Gobiernos de los Estados miembros, se comprometen a respetar este principio y a no tratar de influir en los miembros de los órganos rectores del BCE y de los bancos centrales nacionales en el ejercicio de sus funciones. Tampoco el artículo 7 de los Estatutos del SEBC y del BCE (Protocolo del Tratado) se refiere a la falta de representatividad de su BCN de los banqueros centrales. Más bien los estatutos establecen que el gobernador representa al banco. Sin embargo, los estatutos de los bancos centrales nacionales difieren en su articulado y contenido, aunque en lo esencial –formas y redacción aparte- se refieren al cumplimiento del objetivo de estabilidad de precios en el marco del SEBC y de las determinaciones del BCE. En el artículo 18 c de la Ley de Autonomía del Banco de España se dice que corresponde al Gobernador del Banco de España, representar al banco: Representar al Banco de España en las instituciones y organismos internacionales en los que esté prevista su participación y, en particular, en el Instituto Monetario Europeo y en el Sistema Europeo de Bancos Centrales. En el caso del Banco de Francia, en el Artículo L 141-1 de sus estatutos, establece que: El Banco de Francia, representado por su Gobernador, Vicegobernadores o cualquier otro miembro del Consejo de Política Monetaria, no procurará ni aceptará instrucciones del Gobierno o de cualquier otro organismo, en la realización de las tareas derivadas de su participación en el Sistema Europeo de Bancos Centrales. Aunque en dicho artículo queda claro quién representa al Banco de Francia, en párrafos anteriores se hace referencia al objetivo principal de estabilidad de precios y el marco de pertenencia del SEBC. 3 El compromiso del Consejo de Gobierno del BCE establecido en 1998, es el de situar la estabilidad de precios por debajo del 2% (índice armonizado de precios al consumo) como media del área de la UEM a medio plazo. 7 En el Bundesbank, se establece más claramente la dependencia de su Consejo del Banco Central respecto del BCE en la ejecución de la política monetaria y no habla de representación de su Presidente. El artículo 6 establece que el Consejo: En la realización de las tareas llevadas a cabo a través del SEBC, actuará de acuerdo con las directrices e instrucciones emitidas por el BCE. Discutirá las implicaciones de la política monetaria, sin perjuicio de la independencia de las instrucciones de su Presidente en su calidad de miembro del Consejo de Gobierno del BCE y de las provisiones sobre el secreto que aplican al BCE. El artículo 6 de los Estatutos del Bundesbank representaría el ideal del comportamiento de los banqueros centrales nacionales en el órgano que toma las decisiones de política monetaria en el BCE, que otros BCNs no establecen de modo tan claro y unívoco en sus estatutos. El Código de Conducta de los miembros del Consejo de Gobierno4, en su artículo 3.2, primera parte, determina que “los miembros actuarán en interés general de la zona del euro”5. Es decir, los banqueros centrales no deben actuar en defensa de los intereses de la zona de su banco central de donde proceden. Este criterio, podría interpretarse como que, si los miembros actúan en interés de la zona del euro, cuando votan deben tener unas preferencias adecuadas a la zona del euro. Sin embargo, esta interpretación sería muy restrictiva, puesto que un banquero central es libre de interpretar el interés de la zona del euro de manera amplia y considerar, por ejemplo, que el nivel de precios o de desempleo de su país forma parte del interés de la zona euro. En la segunda parte el artículo se refiere a las decisiones tomadas de acuerdo con el artículo 10.3 de los estatutos. En este caso, por referirse a los aspectos financieros y patrimoniales de su banco central nacional, “los gobernadores podrán tener también en cuenta el interés como accionista de su banco central correspondiente”. Así se revela el carácter dual de la presencia de los gobernadores de los bancos centrales nacionales en el BCE.6 La 4 Banco Central Europeo, Código de Conducta de los miembros del Consejo de Gobierno (2002/C/ 123/06) Diario Oficial de las Comunidades Europeas (24.5.2002). 5 En su segunda parte el artículo se refiere a las decisiones tomadas de acuerdo el artículo 10.3 de los estatutos. En este caso por referirse a los aspectos financieros y patrimoniales de su banco central nacional, “los gobernadores podrán tener también en cuenta el interés como accionista de su banco central correspondiente”. 6 Ver Orriols Sallés, M.A. (2003) 8 primera parte del artículo destaca el carácter personal de las decisiones que toman en el Consejo de Gobierno; en la segunda, el carácter representativo de los intereses de su banco. El Código de Conducta se trataría de un instrumento apoyado más sobre la voluntad política que sobre normas imperativas, un ejemplo de soft law o derecho suave que se contrapone al derecho imperativo, que aunque carece de fuerza obligatoria tiene efectos prácticos.7 El Código de Conducta sería el único documento legal que establece claramente el carácter personal de las decisiones que toman los miembros del Consejo de Gobierno. A pesar que se trate de soft law, el Código podría limitar el comportamiento extremo de los BCNs en sus decisiones, puesto que la jurisprudencia comunitaria ha reconocido que, siempre que se establezcan normas de conducta, las instituciones no pueden apartarse de ellas sin precisar los motivos, so pena de vulnerar el principio de igualdad de trato.8 Sin embargo, si bien el código de conducta puede ser práctico u operativo cuando se actúa de manera manifiesta contra lo que establece el Código en materia de interés personal y conflictos de intereses,9 o en materia de secreto profesional,10 difícilmente se podría probar que las preferencias de un banquero central nacional, sobre las tasas de interés que afectan determinado nivel de inflación, son preferencias personales en términos de la zona euro o en términos del territorio en que opera su banco central. La discusión anterior sobre los estatutos y el Código de Conducta de los BCNs ha servido para subrayar las distintas interpretaciones de a quién representan o pueden representar los banqueros centrales y que puede ser interesante para determinadas simulaciones de su comportamiento en la toma de decisiones. Sin embargo, se consideren o no representantes de sus BCNs, es evidente que en el proceso de toma de decisiones los banqueros deberán actuar independientemente de cualquier presión, aunque por supuesto de acuerdo con sus preferencias y criterios personales y siempre sometidos a los requerimientos establecidos en el Tratado. 7 idem. Pág. 229. Idem, pág. 229. 9 Por ejemplo artículos 2, 3 y 4 10 Art. 5 8 9 Desde esta perspectiva, con el requisito de independencia que establece el TCE que evita las presiones de los gobiernos, y el objetivo de estabilidad de precios que ata las manos de los banqueros centrales cualesquiera que sean sus preferencias, éstos tomarán decisiones sobre política monetaria con un grado de conservadurismo que garantiza la estabilidad de precios. El grado de conservadurismo de los banqueros es la variable clave para explicar la posible dispersión del voto en el comité que toma decisiones de política monetaria. Esta posible dispersión debería variar en función del número de banqueros centrales en el comité procedentes de la euro zona y sólo así se explica la modificación de los Estatutos del BCE en su artículo 10.6 que establece el número máximo de gobernadores que deberán tener derecho a voto, con la nueva incorporación de Estados a la euro zona, debida a la ampliación de la UE a partir del año 2004. Aunque la modificación de los Estatutos se refiere a que “el Consejo de Gobierno siga siendo capaz de adoptar decisiones con eficacia y rapidez en una zona del euro ampliada, independientemente del número de Estados miembros que adopten el euro”,11 la eficacia y rapidez sólo puede interpretarse en función del número de banqueros centrales con grados de conservadurismo distintos sobre el objetivo de estabilidad de precios, ya que de ser el grado de conservadurismo idéntico, la toma de decisiones no sería menos rápida y eficaz por el aumento del número de miembros. De este modo, si se analiza la situación desde el punto de vista de las preferencias de los banqueros identificadas por su grado de conservadurismo, su comportamiento dado el mecanismo de toma de decisiones por mayoría simple puede producir resultados distintos a los esperados o deseados en el objetivo principal de estabilidad de precios e, incluso, respecto al objetivo de estabilidad de precios cuantificado en determinado momento por el Consejo de Gobierno del BCE para la zona del euro como objetivo de medio plazo. Desde el punto de vista económico y la normativa del Tratado, puede analizarse el supuesto arbitraje entre estabilidad de precios y empleo, que 11 Considerando primero de la Recomendación del Banco Central Europeo de DECISIÓN DEL CONSEJO sobre la modificación del artículo 10.2 de los Estatutos del Sistema Europeo de Bancos Centrales y del Banco Central Europeo, Diario Oficial de la Unión Europea (7.2.2003), C29/9. 10 depende de las preferencias agregadas de los banqueros centrales, aunque siempre sometido al objetivo principal de estabilidad de precios. El artículo 105 introduce una vinculación al artículo 2 del Tratado: La Comunidad tendrá por misión promover, mediante el establecimiento de un mercado común y de una unión económica y monetaria y mediante la realización de las políticas o acciones comunes contempladas en los artículos 3 y 4, un desarrollo armonioso, equilibrado y sostenible de las actividades económicas en el conjunto de la Comunidad, un alto nivel de empleo y de protección social, la igualdad entre el hombre y la mujer, un crecimiento sostenible y no inflacionista, un alto grado de competitividad y de convergencia de los resultados económicos, un alto nivel de protección y de mejora de la calidad del medio ambiente, la elevación del nivel y de la calidad de vida, la cohesión económica y social y la solidaridad entre los Estados miembros. Este objetivo secundario siempre se considera subordinado al anterior, con lo cual se estima que el posible trade-off en las preferencias de los banqueros centrales se reduce sensiblemente.12 En este caso, y a pesar del Artículo 2, se supone desde el BCE que no opera lo que dice Blinder (1997) cuando señala que en general la prioridad de los objetivos de los bancos centrales está ambiguamente definida. Por ejemplo, en el caso de la FED, el Congreso orienta a los policy makers a perseguir tanto el “máximo empleo”, como los “precios estables”. Tampoco lo que apunta Gildea (1992) para el caso de la FED, con respecto a que los Presidentes de los distritos que forman parte del Comité del Open Market están influenciados por la salud económica de sus regiones y particularmente: el nivel de desempleo regional relativo al nacional y por las posiciones actuales versus deseados en el trade-off de corto plazo entre inflación y desempleo. III. LA ESTABILIDAD DE PRECIOS Y EL VECTOR INDEPENDENCIA Y CONSERVADURISMO EN EL SEBC En esta sección se desarrolla el del análisis normativo del proceso de toma de decisiones en política monetaria SEBC-BCE, en relación con el objetivo de 12 Por ejemplo, en los Estatutos del Banco de Francia y del Banco de España también aparece este trade-off. En el Banco de España en la Ley 12/1998, (que modifica la 13/1994) de Autonomía del Banco de España, el artículo 7.2, establece que: “Sin perjuicio del objetivo principal de mantener la estabilidad de precios y del cumplimiento de las funciones que ejerce en tanto que miembro del SEBC en los términos del artículo 105.1 del Tratado, el Banco de España apoyará la política económica general del gobierno”. También en los mismos términos se refiere el Artículo L 141-1 del Banco de Francia. 11 estabilidad de precios. Se discute si el requisito de independencia y el objetivo de estabilidad de precios, son suficientes para garantizar una política monetaria que alcance efectivamente el objetivo de estabilidad de precios. En este análisis se considera la hipótesis de que independencia y conservadurismo son dos variables independientes entre sí, y que por lo tanto un mayor nivel de independencia no garantiza por sí solo un mayor grado de conservadurismo. En cualquier caso se considera que el nivel de independencia legal se establece de manera institucional, pero sin embargo el grado de conservadurismo de los banqueros es una manifestación o representación de sus preferencias. El resultado final o grado de conservadurismo del banco central es el resultado del votante mediano que representa a todos los miembros del Consejo de Gobierno cuando toman las decisiones mediante la regla de mayoría simple. El votante mediano es relevante, tanto cuando el Consejo define cuantitativamente el objetivo de inflación media en la UEM a medio plazo, como cuando toma decisiones sobre el tipo de interés que supuestamente debe ser coherente con el objetivo de inflación establecido. El problema que se plantea es el resultado del votante mediano dado el posible comportamiento estratégico de los banqueros centrales en el BCE que puede acercarse o no al comportamiento ideal, en el cual la combinación óptima λb* reflejaría una preferencia elevada por la estabilidad de precios. En la perspectiva de la ampliación, así como de los nombramientos y renovación del Consejo de Gobierno del BCE fijada estatutariamente, puede surgir el problema que dado el nivel de independencia representado por la variable λ, exista la posibilidad de inestabilidad o variación en la variable b, como resultado la votación de los i banqueros centrales miembros del Consejo de Gobierno y representantes de los BCNs. El modelo que se presenta se concentra en los siguientes aspectos: 1) La independencia del banco central (o su índice cuantitativo λ) está determinada de manera constitucional o más estrictamente por el TCCE. Más que una variable, es una restricción que no puede variarse a corto plazo y en especial en los sistemas bicamerales (Moser, 1999). En este Así pues, los estatutos, dan un margen de maniobra en el grado de conservadurismo del banquero central, compatible con las preferencias del gobierno que lo nombra, o incluso 12 sentido puesto que el Tratado es aprobado por la regla de unanimidad, es mucho más difícil cambiar la restricción de independencia que en un sistema bicameral efectivo. 2) El grado de conservadurismo b, es una variable que depende de las preferencias individuales de los banqueros centrales y en cualquier caso se entiende la aversión a la inflación como vinculada al grado conservadurismo de sus respectivos gobiernos (Berger, de Haan, Eijffinger; 2000). En el caso del BCE o de un banco central independiente, esta vinculación se debería dar mientras coinciden en el tiempo de mandato el banquero y el gobierno que lo ha nombrado. De manera tal que podemos decir que, existe una bi que representa el grado de conservadurismo para cada banquero central y otra b E que representa el conjunto del Comité Ejecutivo del BCE, que tienen seis votos en el Consejo de Gobierno y un grado de conservadurismo que deber ser idéntico y ajustado al objetivo principal de estabilidad de precios establecido. El grado del conservadurismo del Comité Ejecutivo debería representar el votante mediano para evitar desviaciones en el objetivo de inflación establecido. 3) Independencia y conservadurismo, constituyen un vector (λb) que da como resultado una combinación óptima desde el punto de vista de las decisiones que minimizan una función de pérdidas de los gobiernos13 (que a su vez nombran o proponen a los banqueros centrales) (Berger, de Haan, Eijffinger; 2000) al que se añade la decisión de los miembros del Comité Ejecutivo del BCE. 4) En el caso del BCE, estando dado el nivel de independencia, el grado de conservadurismo dependerá de las decisiones tomadas por mayoría simple en el Consejo de Gobierno del BCE. Su posición en el proceso de decisión hay que valorarla en términos del teorema del votante mediano. Luego si las alternativas pueden ordenarse en el eje horizontal, de manera que las preferencias de los votantes son de un solo tope, entonces para un número compatible con la situación de la economía real del país que representa. 13 Esta puede ser una función del tipo Λ = (1/2)(y-y*)2 + (1/2) b p2 ; en el que b es el grado de conservadurismo, p la tasa de inflación e (y-y*) es la diferencia entre el nivel de output del país y el nivel objetivo de output, que puede ser de los países de la unión con mayor output, o su propio objetivo con la expresión de sus preferencias expansivas 13 impar de votantes el equilibrio es el punto ideal del votante mediano (Black, 1958). En el caso del BCE, con la inclusión del artículo 10.6 en sus estatutos, el número de votos será como mínimo de 21. 5) El problema de las mayorías cíclicas y de la tiranía de la mayoría sobre la minoría, aumenta cuando las decisiones de política económica tienen un carácter multidimensional. Por ello la solución bicameral es mejor para evitar tal problema (Riker, 1980). Este aspecto es muy relevante para las decisiones de política monetaria tomadas por mayoría simple en la UE, cuando esta mayoría se espera que tenga un grado alto de conservadurismo, a pesar que un número importante de países tenga preferencias menos conservadoras. En caso contrario, que exista una mayoría poco conservadora, la solución bicameral también es relevante. 6) Pueden darse comportamientos estratégicos por parte de los gobiernos al nombrar los banqueros centrales, nombrando banqueros poco conservadores con el fin de hacer frente a las limitaciones de política fiscal cuando la política fiscal es sustitutiva de la política monetaria (y esta no depende de los gobiernos), intentando así que el votante mediano se desplace hacia posiciones menos conservadoras (Wyploss, 1999; Alesina y Grilli, 199214). Este caso podría darse como consecuencia de las limitaciones del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, en el manejo de la política fiscal en cada país miembro de la euro zona15. 7) Como consecuencia del punto anterior, si se pueden formar mayorías poco conservadoras o si el votante mediano se desplaza hacia posiciones menos conservadores, el grado de conservadurismo resultante en el BCE, puede ser altamente inestable a pesar del objetivo de estabilidad de precios del TCCE. En este caso, el nivel de independencia institucional del BCE no sería suficiente garantía de credibilidad en el manejo de la política monetaria. 14 Puesto que la política monetaria será decidida por el “miembro mediano del Consejo”, no importa la intensidad de las preferencias de cada gobernador en la decisión de la política. 15 El objetivo fundamental del PEC es garantizar la disciplina presupuestaria de los países que acceden a la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria (UEM), de manera que se mantenga el compromiso de reducción del déficit público recogido en los criterios de convergencia de Maastricht. 14 En el caso del BCE, fijado el nivel de independencia institucional por el TCCE, con una regla de toma de decisiones por mayoría simple y un voto minoritario del Consejo Ejecutivo, con mayoría de banqueros centrales nombrados por gobiernos de países con estructuras económicas (curvas de Phillips) muy distintas y en consecuencia con preferencias sobre la inflación distintas (con externalidades no internalizables de las decisiones de los banqueros centrales y gobiernos poco conservadores), habría que encontrar soluciones normativas para estabilizar el grado de conservadurismo de los banqueros centrales, con un grado que fuese superior al más conservador de los gobiernos y respondiese al objetivo de estabilidad de precios del TCE. Esta solución normativa, aunque está relacionada con la limitación del número de votos del Consejo de Gobierno, puede no ser suficiente para dar estabilidad al resultado del voto de los banqueros, en un grado de conservadurismo que se acerque a la definición del objetivo cuantitativo de estabilidad de precios. Así, en las distintas combinaciones entre los niveles de independencia λ y el grado de conservadurismo b, existen distintos posibles vectores cuyo resultado siempre es una política monetaria con un grado de conservadurismo distinto. Si mantenemos fijo el nivel de independencia y varía el grado de conservadurismo, también obtenemos distintos resultados. Por ejemplo para cualquier nivel de independencia (0.6 en el caso del Bundesbank previo a la UEM según el índice de Cukierman), se le pueden corresponder distintos grados de conservadurismo siempre compatibles con dicho índice de independencia. La independencia siempre importa, excepto en el caso en que b = 0 que significa que las preferencias del banquero central coincidan con las del gobierno (siendo las del gobierno poco conservadoras) Luego como más cercano esté b de cero, menos importante es el grado de independencia del banco central. Lo mismo sucede para la variable del nivel de independencia. Si λ = 0, significa que el banco central no es independiente, entonces no importan las preferencias sobre la estabilidad de precios del banquero central, puesto que al no ser el banquero independiente, el gobierno impondrá sus preferencias. El grado de conservadurismo siempre será el del gobierno. Por lo tanto como más cerca esté λ de cero, no importa que el banquero central sea 15 muy conservador. En consecuencia la independencia del banco central es importante, pero es más una condición necesaria que suficiente. 16 Figura 1: RELACIONES ENTRE INDEPENDENCIA Y GRADO DE CONSERVADURISMO EN UN BANCO CENTRAL CON MIEMBROS NO REPRESENTATIVOS Y EL CONSEJO EJECUTIVO EN MAYORÍA BAJO LA REGLA DE MAYORÍA SIMPLE λ b max λ=1 B λ = 0.6 nivel de independencia del banco central λ=0 b=0 b=1 A bi bE = bMV grado de conservadurismo: coincidencia del votante mediano con posiciones del Consejo Ejecutivo Figura 2: RELACIONES ENTRE INDEPENDENCIA Y GRADO DE CONSERVADURISMO EN UN BANCO CENTRAL FEDERAL CON MIEMBROS REPRESENTATIVOS Y EL CONSEJO EJECUTIVO EN MINORÍA BAJO LA REGLA DE MAYORÍA SIMPLE λ b max λ=1 B’’ λ = 0.6 B’ B nivel de independencia del banco central λ=0 b=0 b=1 A bi bMV bE El nivel de independencia de un banco central, refleja la independencia del banquero central de su gobierno grado de conservadurismo: desplazamiento del votante mediano hacia posiciones menos conservadoras 17 El grado de conservadurismo, refleja la aversión a la inflación del banquero central o del gobierno. Existe un nivel óptimo de independencia i conservadurismo determinado por la combinación λb* que minimiza la función de pérdidas del gobierno. El nivel de independencia por si solo no garantiza la estabilidad de precios, un cierto grado de conservadurismo sí. Cuando b = 0 el banquero central tiene la misma aversión a la inflación que el gobierno. En este caso la independencia del banquero central no importa Cuando λ = 0 el banquero central no es independiente. En este caso el grado de conservadurismo del banquero central no importa Si el nivel de independencia esta fijado institucionalmente 0 < λ < 1 entonces b está determinada por las preferencias del banquero central independiente. Es aplicable a un modelo no federal y con banqueros no representativos. El votante mediano se acerca al grado de conservadurismo del Consejo Ejecutivo Si las decisiones son tomadas por un comité por mayoría simple entonces bMV representa el votante mediano entre los i banqueros centrales que representan a los BCNs y los votos de los miembros del Comité Ejecutivo, cuyas preferencias representamos por bE En este caso a mayor número de banqueros centrales y distintas preferencias, el votante mediano se aleja del grado de conservadurismo bE siempre que bE represente la posición más conservadora. Esto también opera y puede ser fundamental en la determinación del nivel de inflación objetivo Algunos análisis empíricos (Krauser 1997) se han referido a la diferencia en el voto en el Federal Open Market Committee del FED y a la dificultad de la toma de decisiones consensuadas. La ausencia de información sobre la toma de decisiones en el Consejo de Gobierno del BCE, impide por el momento un análisis empírico sobre las diferentes preferencias de los banqueros centrales. Sin embargo ello no es un impedimento para el análisis normativo del BCE. Las razones que apunta Krauser tanto para la “disidencia” en el voto, como para el consenso en el FED son muy interesantes. En resumen la disidencia, mayor en los representantes regionales se explica por la defensa de los intereses de las economías o los grupos de interés de los distritos a los que representan. Mientras el consenso o proximidad hacia el votante mediano (mayor en los miembros del BOG) se explica por sus preferencias para hacer una “carrera”, o 18 política o de alto funcionario, con lo cual es preferible votar cerca de los intereses de la presidencia. Los aspectos normativos de la toma de decisiones y su influencia en grado de conservadurismo en el BCE en relación el objetivo de estabilidad de precios, están relacionados con los mecanismos de nombramiento de los banqueros centrales (federalismo monetario) y con el tamaño del Consejo de Gobierno (comité que toma decisiones) ante la ampliación de la UE y del propio sistema de bancos centrales. La controversia de fondo sobre la representación o delegación en el Consejo Ejecutivo (Directorio) del Banco Central Europeo (BCE), es una muestra del problema de representación existe y que por lo tanto, los banqueros centrales tienen determinadas preferencias sobre las que toman decisiones. IV. UNA COMPARACIÓN DE BANCOS CENTRALES INDEPENDIENTES Y/O FEDERALES EN LA TOMA DE DECISIONES DE POLÍTICA MONETARIA El modelo de banco central independiente del gobierno, sea mediante el nombramiento de un banquero con preferencias conservadoras o con un banquero con incentivos, se ha demostrado como la mejor opción para evitar la inconsistencia temporal de los políticos y evitar así las políticas monetarias que conduzcan a un nivel elevado de inflación. La solución normativa del banco central independiente surge del problema de inconsistencia temporal del que se derivan dos enfoques: - El enfoque del nombramiento de un banquero central conservador en un banco central independiente, que persiga el objetivo de estabilidad de precios. - El enfoque del agente-principal en que el banquero central (el agente) tiene un contrato con el gobierno (el principal), que si no cumple puede ser penalizado, incluso llevar a su destitución. Los modelos de banco central independiente más paradigmáticos son el de la Reserva Federal de los Estados Unidos y el Banco Central Europeo (este último muy inspirado en el Bundesbank), el enfoque del agente-principal, tiene su ejemplo en el Banco de Nueva Zelanda. 19 La comparación entre estos bancos independientes habitualmente se refiere más a la instrumentación de la política monetaria, (dándose por supuesto que los bancos son independientes del gobierno) que a la comparación entre los órganos que toman las decisiones, así como el procedimiento de nombramiento de las personas que integran dichos órganos de decisión. Sin embargo, el grado de independencia está muy determinado por la manera en que los órganos de decisión son elegidos y el procedimiento de toma de decisiones. Se entiende, en todos los casos, que la independencia tiene una legitimidad constitucional o estatutaria, que es una condición necesaria para evitar el problema de inconsistencia temporal Mientras la condición necesaria nos indica la “independencia legal”, la condición suficiente nos debería indicar la independencia real del gobierno en la toma de decisiones del banco central. Esta independencia real, que no es fácil de medir mediante un indicador, aunque no es imposible de estimar su efecto, viene dada por los mecanismos compensadores (checks and balances) que se articulan en los órganos de decisión, a partir de la representación que ostentan los miembros que forman parte de dichos órganos. Es decir, bien si han sido elegidos por el gobierno, por la Cámara Alta, por el Congreso, por el Presidente de la Nación, o bien si representan a determinadas jurisdicciones o distritos político-económicos. A. El Sistema de la Reserva Federal de Estados Unidos En el caso de Estados Unidos, la Reserva Federal consiste en un sistema federal compuesto por el Consejo de Gobernadores, el Comité Federal del Mercado Abierto (Federal Open Market Committee) y doce bancos regionales de la Reserva Federal: Atlanta, Boston, Chicago, Cleveland, Dallas, Kansas City, Minneapolis, New York, Philadelphia, Richmond, San Francisco, St.Luis. Los bancos de los distritos son legalmente corporaciones privadas, con Consejos de Administración, Presidentes, Directores e incluso accionistas. El Consejo de Gobernadores del FED (BOG) esta compuesto por siete miembros, incluido el Presidente (Chairman), y todos son nombrados por el Presidente de Estados Unidos y confirmados por el Senado. 20 El órgano más importante en la toma de decisiones en política monetaria es el Comité Federal del Mercado Abierto, que lleva a cabo las operaciones de mercado abierto. Está compuesto por el Consejo de Gobernadores, el Presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York y los presidentes de otros cuatro Bancos de la Reserva Federal, que forman parte del Comité de manera rotativa. En consecuencia, los miembros del Consejo de Gobernadores (que es una agencia del gobierno federal) constituyen una mayoría en el Comité Federal del Mercado Abierto. La representación regional en el FED, es pues minoritaria, y por su mecanismo de nombramiento, está sesgada hacia los intereses de la Presidencia de Estados Unidos, con lo que (después de dos mandatos del mismo Presidente o antes), el resultado del votante mediano de las decisiones del Comité del Mercado Abierto, puede acercarse a las preferencias del Presidente de la Nación, si tenemos en cuenta el análisis de Krauser (1997) sobre el comportamiento de los representantes de los distritos y los miembros del BOG y la posición mayoritaria de estos. Hay que observar que el Sistema de la Reserva Federal es un sistema muy equilibrado entre los intereses regionales o de los distritos y los intereses del Congreso y del Presidente de EE.UU. La independencia real16 del Sistema de la Reserva Federal proviene de un sistema regionalizado17 que actúa como un poder compensador del mayoritario y presidencial consejo de gobernadores, la independencia real de este poder compensador permite un mecanismo de voz de los bancos de la Reserva Federal que trabajan desde sus respectivos distritos de manera competitiva si cabe en el conocimiento de la adecuación de la política monetaria, con el propio Consejo de Gobernadores. Este proceso se puede seguir a partir de los votos “disidentes” en el FOMC que son en su mayor parte de los representantes de los distritos. 16 Sin embargo la FED se considera un banco central independiente, en el sentido que sus decisiones no tienen que ser ratificadas por el Presidente o por cualquier otro organismo en el ejecutivo. Todo el Sistema está sujeto a la supervisión del Congreso de EE.UU. ya que la Constitución da al Congreso el poder de acuñar moneda y establecer su valor, un poder que en la ley de 1913 el Congreso delegó a la Reserva Federal. Puesto que la Reserva Federal debe operar en el marco de los objetivos de política económica y financiera establecidos por el gobierno, la descripción del Systema como “independiente en el gobierno” es más precisa. (ver Overview of the Federal Reserve System, pág. 3) 17 Fue la Federal Reserve Act de 1913 la que se creó el sistema regionalizado. 21 B. El Bundesbank En sentido estricto, actualmente el Bundesbank es un banco central más del Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC), copartícipe de las decisiones de la política monetaria de la UEM, tomadas por mayoría simple en el Consejo de Gobierno del BCE. Sin embargo, el Bundesbank sigue siendo un banco central con gran reputación e influencia, además de su importancia en la instrumentación de la política monetaria en Alemania, que tiene su reflejo en el mayor porcentaje de participación en el capital del BCE (24,41%). En el Bundesbank, la representación regional es de nueve bancos centrales de los länder. Los bancos centrales de los länder (landeszentralbanken) tienen su sede en, Stuttgart, Munich, Berlín, Hannover, Hamburgo, Frankfurt am Main, Düsseldorf, Mainz y Leipzig. El número de representantes en el Bundesbank desde la unificación alemana, es inferior al número de länder. En 1992 al pasar de 11 länder a 16 el número de landeszentralbanken se redujo a 9, con el fin de mantener la operatividad del sistema en la toma de decisiones ya que el Consejo hubiese llegado a 24 miembros. Hay que observar que actualmente el Consejo de Gobierno del BCE tiene 17 miembros, pero que podría alcanzar los 21 con la incorporación de los 15 países de la UE a la UEM. Los nueve presidentes de los bancos centrales de los länder, forman parte del Consejo, junto con el Presidente y vicepresidente y los restantes (hasta un máximo de seis) miembros del Directorio. El Consejo es el órgano que por mayoría simple toma las decisiones en política monetaria. Los presidentes de los bancos centrales de los länder, son designados a propuesta del Bundesrat (la Cámara Alta de representación territorial), que a su vez tiene en cuenta una propuesta de las autoridades de los länder y después de la consulta con el Consejo Banco Central. El Presidente y el Vicepresidente, del Bundesbank y el resto de los miembros del Directorio son nombrados a propuesta del Gobierno Federal, previa consulta del Consejo del Bundesbank. Todos los miembros del Consejo Bundesbank son nombrados por el Presidente de la República Federal por un período de 8 años renovables. Si bien la ley en casos excepcionales, preveía la posibilidad de efectuar nombramientos por períodos más cortos, aunque nunca inferiores a dos años, con la modificación 22 de la Ley en 1997, para cumplir los requisitos del TUE (Estatutos del SEBC y del BCE), el período mínimo en casos excepcionales se ha ampliado a cinco años. Se entiende que el mayor número de años de mandato se asocia a una mayor independencia del banquero central del gobierno, por esta razón el TUE establece un período mínimo de mandato en los bancos centrales nacionales. El sistema del Bundesbank no permite que el Gobierno Federal, nombre más de ocho miembros, mientras que los länder nombran nueve miembros. En el caso del Bundesbank, la independencia real, tiene su base no solo en sus estatutos, sino en el mecanismo federal de toma de decisiones que se instrumenta a partir de la representación ligeramente ponderada a favor de los nueve miembros designados por el Bundesrat, frente los ocho miembros del Directorio designados por el Gobierno Federal. Este equilibrio es uno de los matices más sugerentes en el mecanismo de independencia real en la toma de decisiones del Bundesbank. Es importante además destacar, que los bancos centrales de los länder no tienen personalidad jurídica independiente del Bundesbank, pero en su arquitectura combinan la desconcentración administrativa con la descentralización política y operan como “ancla” federal para la política federal, es decir como “centros de escucha” de la economía real y centro de suministro de datos e información económica para una mejor toma de decisiones en los órganos decisorios del Bundesbank. C. El Sistema Europeo de Bancos Centrales y el Banco Central Europeo El SEBC está compuesto por el BCE y los bancos centrales nacionales (BCNs) de los estados miembros que participan en la UEM. El BCE se compone del Consejo de Gobierno (que determina la política monetaria) y un Comité Ejecutivo (que implementa dicha política). El Comité Ejecutivo, se compone por el Presidente y Vicepresidente del BCE y otros cuatro miembros. El Consejo de Gobierno esta formado por los miembros del Comité Ejecutivo y los gobernadores de los BCNs. Los miembros del Comité Ejecutivo son nombrados por ocho años no renovables, por acuerdo común de los Gobiernos de los Estado miembros al nivel de jefes de Estado o de Gobierno, sobre la base de una recomendación 23 del Consejo (de Ministros de Finanzas) y previa consulta al Parlamento Europeo y al Consejo de Gobierno del BCE ( Artículo 112 del Tratado Constitutivo de la CE (Tratado de Ámsterdam). Los miembros de los BCNs son designados por sus respectivos gobiernos nacionales por un período mínimo de cinco años. Las decisiones en el Consejo y el Comité Ejecutivo se toman por mayoría simple y en caso de empate el voto decisivo corresponde al presidente. Esto significa que el Comité Ejecutivo no compone una mayoría en el Consejo de Gobierno. La representación “regional” en el BCE, es mayor que la del FED, y actualmente con los 12 Estados miembros de la UEM, es comparable a la representación de los distritos del Bundesbank. En la toma de decisiones por mayoría simple en el Consejo de Gobierno del BCE, se hubiese podido producir una situación compleja en la toma de decisiones en la medida que aumentasen el número de miembros del Consejo vía adopción de la moneda única. Con la ampliación de la Unión Europea y la posterior incorporación a la moneda única, la situación futura hubiese podido alcanzar en el Consejo de Gobierno una composición de treinta y tres miembros con derecho a voto, lo que hubiese disminuido la eficacia en la toma de decisiones18. Es por esta razón que el artículo 5 del Tratado de Niza no modifica la composición del Consejo de Gobierno del BCE, pero introduce la posibilidad de modificar las normas relativas a la toma de decisiones por mayoría simple referidas en el artículo 10 de los Estatutos del BCE. Artículo 5 del Tratado de Niza El Protocolo sobre los Estatutos del Sistema Europeo de Bancos Centrales y del Banco Central Europeo queda modificado de conformidad con lo dispuesto en el presente artículo. En el artículo 10 se añade el apartado siguiente: “10.6. El Consejo, reunido en su formación de Jefes de Estado o de Gobierno, por unanimidad, bien sobre la base de una recomendación del BCE y previa consulta al Parlamento Europeo y a la Comisión, bien sobre la base de una recomendación de la Comisión y previa consulta al Parlamento Europeo y al BCE, podrá modificar lo dispuesto en el artículo 10.2. El Consejo recomendará la adopción de tales modificaciones por los Estados miembros. Dichas modificaciones entrarán en vigor tras su ratificación por todos los Estados miembros de conformidad con sus respectivas normas constitucionales. Toda recomendación que haga el BCE en virtud del presente apartado requerirá una decisión unánime del Consejo de Gobierno.” 18 Ver, Bacaria, Chortareras y Kyriacou (2002) 24 Sin embargo esta modificación requiere una decisión unánime del Consejo Europeo, ratificada después por los Estados miembros. La Conferencia Intergubernamental declaró que esperaba que el Consejo de Gobierno presentara lo antes posible una recomendación de modificación de las normas de votación. D. Comparación de bancos centrales y sistema bicameral Hay que observar, que a pesar de la similitud “federal” entre el BCE y el Bundesbank, el sistema de representación territorial, no es igual. Ya que los miembros del Consejo, en el Bundesbank son propuestos por el Bundesrat mientras que en BCE los presidentes de los bancos centrales nacionales han sido nombrados por sus gobiernos. Gobiernos de los Estados que por otra parte a través del Ecofin designan a los miembros del Comité Ejecutivo. En el BCE pues, los miembros del Consejo de Gobierno con representación territorial son nombrados por los gobiernos directamente (ya que son los gobernadores de los BCNs) y los miembros del ejecutivo son designados por los gobiernos consensuadamente, a través de los acuerdos a nivel del Consejo de la UE. En la comparación de los procesos de decisión de los bancos centrales, hay que tener en cuenta el sistema de representación bicameral. Un sistema bicameral fuerte, es aquel en que existen dos cámaras con igual poder y distinta composición. Solo Australia, Canadá, Alemania, Suiza y EE.UU., poseen sistemas bicamerales fuertes. La mayor parte de países de la OCDE poseen sistemas bicamerales débiles, caracterizados por el dominio de una Cámara, igual composición de las cámaras o bien una sola cámara legislativa. El sistema de representación bicameral fuerte que preside el principio de representación del Bundesbank y que de hecho es el mecanismo que otorga independencia real al banco central a través del equilibrio y mecanismo compensador que se establece en el Consejo, no es fácilmente trasladable al Consejo de Gobierno del BCE. Aparentemente, el BCE tiene una representación federal, once estados en su Consejo de Gobierno que toma decisiones en política monetaria, sin embargo el bicameralismo efectivo (si existe en la UE) no se corresponde con el mecanismo de nombramiento de los 25 miembros del Consejo de Gobierno. Por otra parte, los bancos centrales de los länder, como bancos desconcentrados del Bundesbank, no se corresponden con los bancos centrales nacionales, que tienen personalidad jurídica independiente del BCE. Estos nos conduce a un tema central para el futuro del Euro. Saber si los BCNs cumplirán exactamente la función de “ancla” federal y escuchas de la situación económica regional en el ámbito de la UEM, como la cumplen en Alemania los bancos centrales de los länder. Obviamente, la articulación de la representación ciudadana en BCE a través del Bundesbank, mediante la última ramificación de los bancos centrales de los länder, no tiene su paralelismo en otros Estados de la UE sin bicameralismo efectivo y en los que sus bancos centrales además no tienen una estructura federal (el caso de España, Francia e Italia). La independencia de los bancos centrales depende según la conclusión de Moser (1999) de la existencia de dos cámaras parlamentarias efectivas en la toma de decisiones. A su vez, la existencia de dos cámaras efectivas depende de que el sistema sea federal. Una cámara con derecho a veto, impide que se pueda revocar el criterio de independencia legal, y ello proporciona credibilidad al sistema. Los niveles menores de inflación se dan más por que existe un sistema bicameral, que por la independencia legal de los bancos centrales. Sin embargo, además el sistema federal bicameral efectivo, como poder compensador y de voz “bottom up” proporciona una representación legítima y única de los presidentes de los bancos centrales con territorios grandes, y el grado de conservadurismo es el resultado del votante mediano en el Consejo de su BC. Este proceso de toma de decisiones basado en la representación territorial legitimada por la Cámara Alta permite que en dicha cámara se articulen mecanismos fiscales de compensación regional a nivel Nacional, lo que permite moderar los efectos territoriales de un grado de conservadurismo elevado. Esta idea va más allá de la conclusión de Moser y trata de reflejar que la estabilidad de precios depende de un mecanismo estable de representación en la toma de decisiones en el banco central, en especial cuando los votos territoriales en el banco central pueden representar distintos grados de 26 conservadurismo, en función de las distintas estructuras económicas de los territorios. V. LA TOMA DE DECISIONES EN EL BCE ANTE LA AMPLIACIÓN A. Modificación del artículo 10 de los Estatutos del SEBC y del BCE ante la ampliación de la UE En la perspectiva de la ampliación de la UE y el previsible aumento de los Estados miembros de la UEM y del número de gobernadores en el Consejo de Gobierno del BCE, el Tratado de Niza en su artículo 5, modifica el artículo 10 de los Estatutos del SEBC y del BCE, añadiendo el artículo 10.6 que permite la modificación de lo dispuesto en el artículo 10.2 relativo al sistema de votación del Consejo de Gobierno del BCE. Para desarrollar el artículo 10.6, el BCE presentó una recomendación19 al Consejo, el cual reunido en su formación de Jefes de Estado y de Gobierno adoptó la Decisión de modificación del apartado 2 del artículo 10 de los estatutos del BCE20. La Decisión del Consejo de acuerdo el artículo 5 del Tratado de Niza, requiere el dictamen previo de la Comisión Europea21 y del Parlamento Europeo22. La esencia de la modificación está en que, con el fin de evitar una disminución de la eficacia en la toma de decisiones en el BCE, ante la ampliación de la UE, cuando el número de miembros de la euro zona aumente sustancialmente23, para ello el número de gobernadores con derecho a voto habrá de ser inferior al número total de gobernadores en el Consejo de Gobierno. El número de gobernadores de los BCN con derecho a voto no 19 Recomendación del Banco Central Europeo de Decisión del Consejo sobre la modificación del artículo 10.2 de los Estatutos del Sistema Europeo de Bancos Centrales y del Banco Central Europeo, Diario Oficial de la Unión Europea (7.2.2003), C29/9. 20 Decisión del Consejo, reunido en su formación de Jefes de Estado o de Gobierno, de 21 de marzo de 2003, sobre la modificación del apartado 2 del artículo 10 de los Estatutos del Sistema Europeo de Bancos Centrales y del Banco Central Europeo (2003/223/CE). Diario Oficial de la Unión Europea (1.4.2003) L 83/66. 21 Dictamen de la Comisión. Recomendación del Banco Central Europeo (ECB/2003/1) de 3 de febrero de 2003, con vistas a una Decisión del Consejo relativa a una modificación del artículo 10.2 de los Estatutos del Sistema Europeo de Bancos Centrales y del Banco Central Europeo (de conformidad con el artículo 10.6 de los Estatutos). 22 Informe sobre la propuesta de Decisión del Consejo sobre la modificación del artículo 10.2 de los Estatutos del Sistema Europeo de Bancos Centrales y del Banco Central Europeo. Documento de Sesión. Final A5-0063/2003. 23 Es preciso que el Consejo de Gobierno siga siendo capaz de adoptar decisiones con eficacia y rapidez en una zona del euro ampliada, independientemente del número de Estados miembros que adopten el euro. Decisión del Consejo 21 de marzo de 2003. 27 excederá de 15, siendo 21 el número total de votos en el Consejo de Gobierno24. El número total de 21 votos en el Consejo de Gobierno, en la reforma propuesta, significa introducir un sistema de rotación en el ejercicio del voto. Los gobernadores se distribuirán en grupos en los que tendrán el derecho a voto con distintas frecuencias, de manera que se garantice que las decisiones del Consejo de Gobierno sean representativas de la economía de la zona euro en su conjunto. Con esta reforma, aparece el discutido o discutible factor de “representación” de los gobernadores de los BCN que hemos tratado en el apartado tercero. En la recomendación del BCE al Consejo, se insiste en que el resultado de decisiones sean representativas de la economía de la euro zona. Sin embargo, también se afirma en la exposición de motivos, que para lograr la representatividad, el sistema de rotación debe distinguir entre los gobernadores por la frecuencia con la que tengan el derecho de voto, de manera que los gobernadores de los Estados miembros con economías de mayor tamaño tengan derecho a voto con más frecuencia que los gobernadores de los Estados miembros con economías de menor tamaño. En la exposición de motivos, se quiere aclarar el factor de representatividad, sin que se reconozca tal representatividad: Aunque la introducción del concepto de representatividad supone una desviación de las normas de votación vigentes en el Consejo de Gobierno, responde exclusivamente a la necesidad de moderar los efectos de la ampliación en la adopción de decisiones por el Consejo de Gobierno. ¿Que efectos deben moderarse de la ampliación en la adopción de decisiones? Aunque no se diga, los únicos efectos a moderar como consecuencia de la ampliación y el aumento del número de gobernadores con preferencias y grados de conservadurismo distintos, son los efectos del posible alejamiento del votante mediano, de la posición del Consejo Ejecutivo relativa a la política monetaria que sea acorde el objetivo de estabilidad de precios. 24 Decisión del Consejo 21 de marzo de 2003: Artículo 1: El apartado 2 de su artículo 10 se sustituye por el siguiente: “Cada miembro del Consejo de Gobierno dispondrá de un voto. Desde el momento en que el número de miembros del Consejo de Gobierno exceda de 21, cada miembro del Comité Ejecutivo dispondrá de un voto, y el número de gobernadores con derecho a voto será de 15”. 28 Los gobernadores se distribuirán en grupos en función de la clasificación de los Estados miembros correspondientes a sus BCN, clasificación que se basa en un índice de dos componentes: la participación del Estado miembro respectivo i) en el producto interior bruto total a precio de mercado de los Estados miembros no acogidos a una excepción, ii) en el balance agregado total de las instituciones financieras monetarias de los Estados miembros no acogidos a una excepción. Al PIB a precio de mercado se le asigna un peso de 5/6, y al balance agregado total de las instituciones financieras monetarias se asigna un peso de 1/625. Puesto que el primer grupo tendrá cinco gobernadores del BCN cuyos Estados miembros tengan las mayores participaciones de la zona euro, debe entenderse que este grupo que tendrá cuatro votos, debería representar el ancla nominal del sistema, o por lo menos a un grupo de gobernadores que tienen un grado de conservadurismo muy cercano al del Consejo Ejecutivo. En la primera fase (con más de 15 gobernadores y hasta 22), en el segundo grupo estarán los demás gobernadores, que compartirán 11 votos. Es decir, cuando haya 22 gobernadores, el segundo grupo tendrá 17 gobernadores con 11 votos26. En la segunda fase (cuando el número de gobernadores llegue a 22) los gobernadores se distribuirán en tres grupos. El primer grupo tendrá cinco gobernadores con cuatro votos. El segundo grupo tendrá un número de gobernadores igual a la mitad del número total, con ocho votos (p.e. cuando haya 25 gobernadores en total el segundo grupo tendrá 13 gobernadores). El tercer grupo tendrá los restantes gobernadores con tres votos (según el ejemplo anterior, el tercer grupo tendrá 7 gobernadores). B. Modelo de preferencias vs. conservadurismo El problema que se ha analizado en el artículo se refiere al de las votaciones en el BCE, en el supuesto que las preferencias de los banqueros del Consejo de Gobierno, tengan algo que ver con la situación de los Estados miembros o regiones con distinta estructura económica respecto la de la UEM en su 25 Decisión del Consejo, 21 de marzo de 2003, Artículo 1. 29 conjunto. La proximidad hacia el grado máximo de conservadurismo (b =1) dependerá que el votante mediano se sitúe en este punto. Asimismo la proximidad hacia el mínimo conservadurismo (b =0) dependerá también del votante mediano. Luego el votante mediano depende de que las preferencias de la mayoría de votantes se sitúen hacia uno u otro punto y esto dependerá de las curvas de Phillips de los países que representen los gobernadores y estas curvas de Phillips influyan en sus preferencias. También puede depender de los comportamientos estratégicos de los gobiernos cuando nombren a los gobernadores nacionales y también de las oportunidades de los banqueros centrales en ocupar en el futuro un lugar destacado en el ejecutivo (en este caso y siguiendo a Krauser, los gobernadores situarán su voto próximo a las preferencias del Presidente, es decir las conservadoras de acuerdo el objetivo cuantitativo de inflación a medio plazo definido por el Consejo de Gobierno y de acuerdo el mandato del Tratado). Puesto que las preferencias y el voto de los banqueros nacionales depende de tantas variables, el problema del Consejo de Gobierno del BCE es el de estabilizar bMV, hacia un punto próximo a la unidad representativo del objetivo cuantitativo definido. Sin embargo en el Consejo de Gobierno en el cual se defina el objetivo de inflación a medio plazo, bMV debería representar la posición del Comité Ejecutivo bE y ser coherente con el objetivo principal de estabilidad de precios del artículo 105 del Tratado. Analizando las consecuencias del distinto grado de conservadurismo en la política monetaria con relación a una función de pérdidas de los políticos o del banquero central podemos interpretar dos casos27: Los costes en términos de una función de pérdidas del país i de disponer una política monetaria única ejecutada por el BCE dependen de las diferencias con relación a la tolerable tasa de desempleo (deseada/objetivo político) entre los decisores nacionales y el BCE, y las diferencias en relación los grados de aversión a la inflación (b). El mismo procedimiento se puede aplicar para examinar el coste de un país i de la política monetaria única debidos a las diferencias de los choques externos 26 Con la precaución que para evitar que los gobernadores de un grupo tengan una frecuencia de derecho a voto del 100% el Consejo de Gobierno, puede decidir también que se aplace la introducción del sistema de rotación hasta que el número de gobernadores exceda de 18. 27 Ver: Bacaria, J.; Chortareas, G.E.; Andreas P. Kyriacou (2002) apéndice pag. 174. 30 entre el país i y los de la UEM o las diferencias en la manera en que la política monetaria afecta la tasa de desempleo en el país i en comparación con la de la UEM. El primer caso, con países estructuralmente parecidos a la media de la UEM, es cuando los grados de conservadurismo (b) de los banqueros centrales son distintos y las preferencias de los decisores nacionales sobre la tasa de desempleo son las mismas que las del BCE ( θ E = θ i = θ ). La única diferencia es que los decisores nacionales prefieren una mayor flexibilidad en la política monetaria. En otras palabras, estos consideran al BCE como demasiado conservador. Esta diferencia entre el BCE y los decisores nacionales en relación su grado de conservadurismo es (b E - b i). No hay ninguna razón para pensar que los grados de conservadurismo de los banqueros centrales sean necesariamente idénticos. En cualquier caso es el Consejo de Gobierno del BCE el que establece la definición cuantitativa de estabilidad y esta representa el votante mediano en el momento en que se toma la decisión. En consecuencia la variación del punto del votante mediano dependerá en gran medida de que la mayoría de votos se estabilice en un grado de conservadurismo próximo a la unidad y para ello hace falta que la mayoría de votos del Consejo de Gobierno se aproximen a las preferencias del Comité Ejecutivo. Ello será posible, siempre que los gobiernos en el Consejo Europeo, estén unánimemente dispuestos a nombrar a miembros del Comité Ejecutivo del BCE con un grado de conservadurismo superior al suyo (b E > b i). Cuanto mayor es el grado de conservadurismo percibido mayores son los costes de la política monetaria única percibidos por el país i. En el segundo caso, se considera la posibilidad de que aunque el BCE y los banqueros nacionales tengan las mismas preferencias en relación el tradeoff de la estabilidad de precios, estén en desacuerdo sobre el objetivo de la tasa de desempleo. Por consiguiente, ahora b E = b i = b, aunque θ E < θ i . Esta situación puede surgir tanto porque la UEM no es estructuralmente homogénea en especial las regiones de los Estados de la UEM y la tasa natural de desempleo objetivo del BCE es mayor que la tasa natural de desempleo en el país i o de una región del país i. Puesto que la tasa natural de desempleo 31 puede ser intolerable (políticamente inaceptable) por los banqueros centrales de este país o por los representantes de las regiones en el propio BC del país (con representación regional en el Consejo del BC del país). Esta diferencia en las preferencias está dada por, y asumimos que el BCE está libre de cualquier sesgo expansionista, es decir, θ E = 1 . En consecuencia, como los incrementos de θ i reflejan las preferencias de los banqueros nacionales por una menor tasa natural de desempleo (suponiendo θ E = 1 ) los costes percibidos por los banqueros centrales del país i por la pérdida de autonomía de la política monetaria también aumentan. Lo que importa en este caso, no es tanto las preferencias finales de los banqueros centrales, sino el proceso por el cual se llega a tal preferencia y la estabilidad de esta preferencia. En el caso de países territorialmente grandes en PIB y en población, lo importante del proceso federal bicameral, no es como concluye Moser, la estabilidad del nivel de independencia, que seria una condición necesaria, sino la estabilidad en el grado de conservadurismo como condición suficiente (sea cual sea el grado de conservadurismo). El sistema federal bicameral efectivo, como poder compensador y de voz “bottom up” proporciona una representación legítima y única de los presidentes de los bancos centrales con territorios grandes, con independencia de su grado de conservadurismo (resultado del votante mediano en el Consejo de su BC). Este proceso de toma de decisiones basado en la voz (cuando el número de regiones con voto disidente es menor que el de regiones con estructura económica parecida a la UEM, que permite establecer una votante mediano próximo a la unidad), permite que se articulen mecanismos fiscales de compensación regional a nivel nacional, con el fin de evitar que las distintas θ se traduzcan en muy distintas b. Así pues, este segundo caso descrito puede tener lugar: 1) En países pequeños con una estructura económica muy distinta de la UEM (probablemente el caso de Portugal, Grecia, Eslovenia, Letonia, Estonia y Lituania) 32 2) En países territorialmente grandes y también de población, con una estructura económica muy distinta de la UEM (probablemente el caso de Polonia, Hungría). 3) En países territorialmente grandes y también de población, con regiones con estructura económica muy distinta de la UEM aunque la media del país se acerque a la UEM (caso de Alemania, España, Italia, Irlanda Francia, y el Reino Unido). 4) En países territorialmente grandes con regiones muy poco pobladas y regiones con estructura económica muy distinta de la UEM aunque la media del país se acerque a la UEM (caso de Finlandia y Suecia). Quedarían fuera de esta consideración los países pequeños con una estructura económica muy parecida a la de la UEM (probablemente el caso de Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Dinamarca, y con cierta distancia Chipre y Malta). VI. CONCLUSIONES Como conclusión normativa a las posibilidades de estabilizar bMV, hacia un punto próximo a la unidad con el actual Consejo de Gobierno y ante la ampliación destacamos los puntos siguientes: 1) Situado el tamaño del Consejo de Gobierno en un máximo de 21 miembros se alcanza un tamaño óptimo para un comité que toma decisiones por mayoría simple. (El FOMC es de 12 miembros y el consejo del Bundesbank de 17). 2) Puesto que los miembros del Comité Ejecutivo no representan una mayoría respecto los BCNs ( como sucede en la FED), los miembros de Comité Ejecutivo deberían tener un grado de conservadurismo mayor que el de los gobiernos que los han nombrado en el Consejo Europeo, con preferencias claramente conservadoras y voluntad de cumplir con el mandato de estabilidad de precios del TCE. Además deberían las propuestas del Comité Ejecutivo, deberían contar como mínimo con los votos de apoyo de otros cinco gobernadores que representarían el ancla nominal del sistema. Parece que en el nuevo sistema de voto del BCE, ello se podría conseguir 33 en la primera etapa de la ampliación, mediante los cuatro votos que comparte el primer grupo de cinco gobernadores 3) Para que se cumpla la condición de estabilidad del punto 2 y con la representación rotatoria prevista en el sistema de voto del Consejo de Gobierno mediante tres grupos, los territorios de cada grupo deben tener una estructura económica parecida entre ellos, aunque no importa si tienen distintas b para alcanzar la estabilidad. 4) Dada la imposibilidad política que uno de los banqueros centrales nacionales sea permanente con el fin que se comporte como ancla (más conservador) (sistema FED, Banco de la Reserva Federal de Nueva York), parece que la norma introducida en el establecimiento de tres grupos en el sistema de voto del BCE, busca en la relevancia del sistema financiero de determinados Estados, este tipo de ancla nominal. Así la distribución de los gobernadores en grupos tiene en cuenta que un componente del índice es 1/6 en el balance agregado total de las instituciones monetarias de los Estados miembros. 5) El actual sistema y el reformado no asegura la existencia de un poder compensador, mediante voz más que mediante voto, a través de una representación regional equitativa de la población del país o de los intereses territoriales en su BC (sistema Bundesbank) que se transmite a partir de los consejos de los BCN hacia el Consejo de Gobierno del BCE, ya que ello depende de las legislaciones nacionales. Si las θ son distintas en las regiones o en los países, no deberían importar las preferencias de los banqueros centrales en el BCE, ya que sus preferencias serían el resultado del votante mediano en los Consejos de los BCNs, que trasladarían al BCE (sistema de los bancos de la Reserva Federal en Estados Unidos). Como en el punto 3 no importan las b. 6) Este último proceso requiere que tratándose de bancos públicos, los consejos de los BCNs de los países territorialmente grandes y con diversidad estructural, deberían tener una representación territorial en el BCN emanada de la Cámara Alta (parecido al proceso de representación territorial federal del Bundesbank). Dado que la sustituibilidad de la política 34 monetaria y fiscal opera a nivel de cada Estado miembro y dado que implícitamente existe un acuerdo fiscal federal nacional, el mecanismo de compensación fiscal interna reduce las posibilidades de que el votante mediano se sitúe en posiciones poco conservadoras. Por otra parte si la composición del Consejo del BCN es análoga a la del BCE prescrita en el punto 2, el votante mediano se puede estabilizar hacia posiciones con un grado de conservadurismo mayor. 7) Como medida complementaria, con el fin de alcanzar la estabilidad en el punto bMV se deberían establecer transitoriamente, fondos de compensación desde la UE hacia países con grandes diferencias regionales en sus estructuras económicas, con el fin de evitar comportamientos estratégicos de los gobiernos en el nombramiento de gobernadores de los BCNs poco conservadores. 35 VII. REFERENCIAS Alesina, A. and Grilli, V. (1992) The European Central Bank: Reshaping monetary politics. In M. Canzoneri, V. Grilli and P. Masson (eds.) Establishing a central bank. Issues in Europe and lessons from the US. Cambridge University Press. Alesina, A. and Summers, L. (1993) Central bank independence and macroeconomic performance: Some comparative evidence. Journal of Money, Credit and Banking 25(2):151-62. 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