Oficio 220-031513 del 20 de junio de 2007 Asunto: Derecho de los asociados (mayoritarios y minoritarios) Me refiero a su comunicación radicada en esta entidad con el número 2007-01-099045, por medio de la cual consulta: “ De conformidad con lo establecido en el artículo 12 y siguientes de la ley 222 de 1995, los accionistas minoritarios cuentan con el Derecho de Retiro, como una herramienta para la protección de sus derechos en los eventos a que hace referencia la normatividad transformación, fusión, escisión siempre que estas impongan una mayor responsabilidad a los socios o una desmejora en los derechos patrimoniales de estos. Fuera de los casos a que hacen referencia las normas antes transcritas, existe dentro del régimen legal vigente alguna norma que propenda por la protección de los derechos de los accionistas minoritarios en eventos diferentes a los señalados?” . Sobre el particular, me permito manifestarle que dentro de la normatividad legal vigente que rige a las sociedades comerciales, los derechos de los asociados, independientemente de que posean dentro de la composición del capital social de la compañía, un mayor o menor porcentaje, valga decir que sean mayoritarios o minoritarios, se encuentran debidamente protegidos en aras a salvaguardar sus intereses. Y es que al realizarse un aporte a una sociedad, nace el denominado “ status socii” , que conlleva al conjunto de deberes y derechos que se adquiere por el solo hecho de ostentar la calidad de asociado. En efecto, sobre el tópico que nos ocupa, esta entidad se ha pronunciado en diversas ocasiones, entre los cuales, en el oficio 220-35295 del 28 de mayo de 2003, expreso lo siguiente: En el amplio contexto que abarca el edificio societario, se alude imprescindiblemente a los asociados, quienes con el monto de los aportes, que realicen para la conformación del capital social, entran a participar en mayor o menor grado en la dirección de la compañía y en las decisiones que se adopten por el máximo órgano de la misma. Así bajo una óptica jurídica diáfana, es claro que los asociados, sean personas naturales o jurídicas, que han realizado un mayor aporte y por ende son titulares de un mayor porcentaje de cuotas, partes de interés o de acciones, como es en este caso el de la sociedad que nos ocupa, tienen injerencia dentro de la administración de la compañía y por tanto, en las reuniones del órgano rector, gozan de un mayor poder decisorio y viceversa, a menor porcentaje de participación en el capital, el poder decisorio se reduce teniendo en cuenta su participación social. Lo anterior no implica bajo ninguna circunstancia, que el monto de la participación que se tenga dentro del capital de la compañía, conlleve a que los derechos generales que la normatividad legal le concede a los asociados, se vean afectados, o bien porque se tengan mayores prerrogativas o porque sean limitados o cercenados en su ejercicio, en el caso concreto de los derechos consagrados en el artículo 379 del Código de Comercio, el derecho de acceder a ellos y su libre ejercicio surge por el solo hecho de tener la calidad de asociado. Debemos entonces hacer hincapié, en que independientemente de la participación porcentual que se tenga dentro de la conformación del capital social, los derechos generales que le confiere la ley a los asociados, son de aplicación idéntica para todos. Cosa diferente es que dependiendo del número de partes de interés, cuotas u acciones, los asociados, personas naturales o jurídicas, con una participación minoritaria dentro de la conformación del capital de la compañía, necesariamente deben someterse a la ley de las mayorías, que indudablemente tiene notoria relevancia en lo concerniente con la adopción de decisiones y reparto de utilidades, en lo que tiene que ver con la vida activa de la sociedad; y en el monto de lo que se reciba como remanente, encontrándose la sociedad disuelta y en estado de liquidación, si los activos alcanzan para el pago del pasivo externo. Es así como los derechos en general de los asociados, mayoritarios o minoritarios, se encuentran debidamente protegidos por la ley, y su libre ejercicio no debe ser obstaculizado por la administración de la sociedad… … … … ” . Finalmente valga anotar que conforme a lo consagrado en el artículo 87 de la Ley 222 de 1995, “ en cualquier sociedad no sometida a la vigilancia de la Superintendencia Bancaria o de Valores (Hoy Superintendencia Financiera de Colombia), uno o mas asociados representantes de no menos del diez por ciento del capital social o alguno de sus administradores, podrán solicitar a la Superintendencia de Sociedades, la adopción de cualquiera de las siguientes medidas administrativas: 5.- La practica de investigaciones administrativas cuando se presenten irregularidades o violaciones legales o estatutarias. Para tal efecto, las personas interesadas deberán hacer una relación de los hechos lesivos de la ley o de los estatutos y de los elementos de juicio que tiendan a comprobarlos. La