RESEÑA DE LOS RECURSOS DE RECLAMACIÓN 235/2006-PL Y 252/2006-PL TRIBUNAL PLENO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN “COMPETENCIA PARA CONOCER LOS HECHOS QUE CONSTITUYAN LA PROBABLE VIOLACIÓN AL VOTO PÚBLICO” RESEÑA DE LOS RECURSOS DE RECLAMACIÓN 235/2006-PL Y 252/2006-PL TRIBUNAL PLENO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN “COMPETENCIA PARA CONOCER LOS HECHOS QUE CONSTITUYAN LA PROBABLE VIOLACIÓN AL VOTO PÚBLICO” Cronista: Licenciado Saúl García Corona. Con gran expectación el domingo 2 de julio de 2006 se celebraron en México elecciones generales, en las cuales fueron elegidos; el presidente de la República, 128 senadores y 500 diputados; aunado a lo anterior en nueve Estados del país también se llevaron a cabo votaciones a cargos de elección popular. Este clima de inquietud entre la población del país se generó por diversas cuestiones de carácter político y social que se presentaron durante las campañas de los diferentes candidatos y partidos participantes; asimismo, incertidumbre y se preocupación, vivió pues un las acentuado nerviosismo, estadísticas sobre las preferencias del electorado, sobre todo en relación a los candidatos a la presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática y Felipe Calderón Hinojosa, del Partido Acción Nacional, variaban día con día y no permitían predecir cuál de ellos podía ganar. La difusión por parte de los medios de comunicación y los pronunciamientos de los propios candidatos contendientes mantenían la atención de la sociedad sobre lo que iba a suceder, por lo que en todo momento se pudo vaticinar que estas elecciones serían las más cerradas en cuanto a los resultados, así como las de mayor politización. De esta manera, después de concluida la jornada de votación, el Instituto Federal Electoral (IFE), siguió los procedimientos respectivos para presentar los resultados preliminares de las elecciones. Dentro de -1- estos sistemas se encuentra el denominado Programa de Resultados Preliminares (PREP), así como el llamado Conteo Rápido. Resulta importante mencionar que la información preliminar de los resultados de las actas de escrutinio y cómputo de las casillas, no son los métodos legales mediante los cuales se permita anunciar con toda certeza a los ganadores de la elección, pues el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE) establece claramente las modalidades para los Cómputos Distritales, así como la Declaración de Validez de la Elección. En ese contexto, el entonces presidente Consejero del IFE, Luis Carlos Ugalde, informó en la noche del mismo domingo 2 de julio, que hasta ese momento no se contaba con una tendencia clara que marcara a un ganador, debido a que la diferencia de votos entre los candidatos en la muestra de casillas que integraban el conteo rápido era menor al margen de error del procedimiento estadístico en cuestión, por lo que se esperaría hasta el miércoles siguiente para iniciar con el conteo oficial y poder dar a conocer los resultados definitivos. Así, el día miércoles 5 de julio de 2006, en un proceso que duró más de treinta horas, se realizó el conteo de actas de los 300 Consejos Distritales, el cual se hizo público durante todo el tiempo que duró y sin que se pudiera establecer una tendencia definida sobre el candidato presidencial que había obtenido el mayor número de votos, sino hasta que se informó el resultado del cómputo final del escrutinio. Al comienzo del conteo, el candidato del Partido de la Revolución Democrática estuvo al frente en la posición, seguido por el candidato del Partido Acción Nacional, sin embrago, conforme avanzó el proceso, ésta diferencia se fue reduciendo sistemáticamente y al concluir el conteo, el jueves 6 de julio por la tarde, el presidente Consejero del IFE declaró ganador al ciudadano Felipe Calderón Hinojosa con el 35.89% de los votos a su favor, seguido por el candidato Andrés Manuel López Obrador -2- con el 35.31%, es decir, con una diferencia de 0.58% lo que significaba 243,934 votos entre un candidato y otro. De esta forma culminó el proceso electoral federal de 2006, y dadas las características antes señaladas, así como los resultados tan cerrados de las elecciones, los Partidos Políticos promovieron los recursos constitucionales que consideraron procedentes ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. De igual forma, diversos ciudadanos, por su propio derecho, promovieron ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los días 17 de julio y 15 de agosto de 2006, sendos escritos mediante los cuales solicitaban la intervención del más Alto Tribunal para que practicara, de conformidad a lo establecido en el tercer párrafo del artículo 97 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la averiguación de hechos que constituían la grave violación del voto público y que consideraron se había presentado en las elecciones federales del 2 de julio de 2006. En esa tesitura, mediante acuerdos del 3 y 17 de agosto de dos mil seis, el presidente del Máximo Órgano Jurisdiccional determinó desechar las peticiones formuladas, ya que estimó que los promoventes carecían de legitimación para solicitar tal investigación, pues dicha facultad se encontraba reservada de manera exclusiva a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y, además, porque de conformidad con la reforma constitucional de 1996, el Tribunal Electoral había quedado integrado al Poder Judicial de la Federación como órgano especializado del mismo, al que le correspondía resolver, con excepción de lo dispuesto en la fracción II, del artículo 105 de la Constitución Federal, de todos aquellos asuntos que se plantearan en relación con los derechos político-electorales del ciudadano. Inconformes con esta determinación, los promoventes interpusieron los correspondientes recursos de reclamación, los cuales, -3- una vez admitidos a trámite, se registraron con los números 235/2006-PL y 252/2006-PL, y fueron turnados para la elaboración de los proyectos de resolución a la señora Ministra Margarita Beatriz Luna Ramos y al señor Ministro Juan N. Silva Meza respectivamente. Los proyectos de resolución fueron presentados ante el Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para su discusión, el día 7 de septiembre de 2006 y, en ambos casos, se propuso determinar que los recursos de reclamación eran infundados; por consiguiente, se confirmaba el auto de presidencia que había desechado las solicitudes de los promoventes para que el más Alto Tribunal del país se avocara a la investigación de hechos que estimaron habían causado la violación al voto público, de conformidad con lo establecido en el párrafo tercero del artículo 97 de la Constitución General. A efecto de iniciar la discusión de los asuntos y una vez que el Secretario General de Acuerdos dio cuenta con el recurso de reclamación 235/2006, el señor Ministro presidente cedió el uso de la palabra a la señora Ministra Luna Ramos, quien en su intervención presentó de manera preliminar un panorama general del asunto; asimismo, hizo referencia a la competencia del Tribunal Pleno para su conocimiento, y a la oportunidad con la que fue presentado el recurso. Posteriormente, expuso la forma en que consideró debía resolverse el asunto, con base en la contestación que se daba al único agravio hecho valer por el recurrente, el cual consistió en argumentar que en ningún momento se había solicitado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que ejerciera la facultad de investigación, sino que se buscó manifestar los hechos ocurridos en las elecciones del dos de julio para que, de manera oficiosa, el más Alto Tribunal se hiciera cargo de realizar la indagación respectiva. En ese sentido, la señora Ministra Luna Ramos manifestó que de las expresiones señaladas por los promoventes al presentar su escrito -4- inicial, claramente se observaba que su intención era la de realizar una petición, ya que del significado de la palabra, conforme al Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, solicitar implicaba instar a un órgano jurisdiccional a realizar una situación de determinada manera, por lo que resultaba innegable que se pretendía la intervención de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en un asunto en el que constitucionalmente no se cuenta con legitimación para promover. Asimismo, propuso mencionar, tal y como lo establece el acuerdo impugnado, que la facultad particularizada en el párrafo tercero del artículo 97 de la Constitución General es una potestad exclusiva de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que se ejerce de manera oficiosa y discrecional y, por ende, en caso de no estimar procedente practicarla, de conformidad con diversos precedentes, no existía la obligación de expresar todas las razones para no hacerlo. 1 En uso de la palabra, el señor Ministro presidente Mariano Azuela Güitrón indicó que consideraba oportuno analizar, de manera previa y antes de referirse a las cuestiones de fondo, los estudios sobre la competencia del Tribunal Pleno para resolver este tipo de asuntos, así como la procedencia del recurso de reclamación, toda vez que en el proyecto, de forma dogmática, solamente establecía que el Tribunal Pleno era competente por aplicación analógica de los artículos 103 de la Ley de Amparo y 10, fracción V, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación. Lo anterior, dijo, derivaba de que no existe una ley que regule la facultad establecida en el tercer párrafo, del artículo 97 de la Constitución Federal, por virtud de la cual se tuviera un fundamento específico para que la Suprema Corte pudiera conocer de este tipo de asuntos, la forma 1 Véase tesis P. XLVII/99, FACULTAD DE INVESTIGACIÓN PREVISTA EN EL ARTÍCULO 97, SEGUNDO PÁRRAFO, DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL. LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN, NO ESTÁ OBLIGADA A EXPONER LAS RAZONES QUE LA LLEVARON A DETERMINAR SU NO EJERCICIO, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, tomo IX, Junio de 1999, p. 10, IUS 193781. -5- de tramitarlos, así como los recursos procedentes, ya que la Ley de Amparo y la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación sólo se circunscribían a asuntos de carácter jurisdiccional. Sobre los dos puntos planteados por el Ministro presidente, el señor Ministro Guillermo Ortiz Mayagoitia consideró, en primer término y respecto a la competencia del Tribunal Pleno, que ésta encontraba su fundamento en la fracción XI, del artículo 10, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, pues en ella se establecía que la Suprema Corte de Justicia de la Nación conoce, funcionando en Pleno, de cualquier asunto cuyo conocimiento no correspondiera a las Salas. Por otra parte, respecto a la procedencia del recurso de reclamación, argumentó que con anterioridad el Tribunal Pleno ya había fijado su criterio en este tipo de asuntos, al resolver una contradicción de tesis entre las Salas, relativa al tratamiento que debía darse a una petición que no diera lugar a un proceso jurisdiccional, en el cual se dispuso que el recurso de reclamación debía admitirse en contra del desechamiento de una denuncia de contradicción de tesis; 2 esto, a pesar de que no implicaba el inicio de un asunto de carácter jurisdiccional, pues no se resolvía un pleito entre partes, ni se determinaba una situación jurídica concreta. Lo anterior, se estableció por mayoría de votos, pues se estimó que debía prevalecer el criterio del mayor derecho de defensa para quien acude a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. 2 Véase tesis P./J. 23/2003, RECLAMACIÓN. PROCEDE EN CONTRA DE UN ACUERDO QUE DESECHE UNA DENUNCIA DE CONTRADICCIÓN DE TESIS. De conformidad con el criterio del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sustentado en la tesis de rubro: "RECLAMACIÓN. ESTE RECURSO ES PROCEDENTE CONTRA LOS ACUERDOS DE TRÁMITE DICTADOS POR EL PRESIDENTE DE LA SUPREMA CORTE EN TODOS LOS ASUNTOS JURISDICCIONALES DE LA COMPETENCIA DEL TRIBUNAL PLENO.", Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, tomo XVIII, Julio de 2003, p. 21, IUS 183733; y tesis 1a. XI/99, RECLAMACIÓN. PROCEDE EN CONTRA DE UN ACUERDO QUE EMITA EL PRESIDENTE DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN, QUE DESECHE UNA DENUNCIA DE CONTRADICCIÓN DE TESIS, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, tomo X, Julio de 1999, p. 63, IUS 193746. -6- Al hacer uso de la palabra, la señora Ministra Olga Sánchez Cordero de García Villegas expresó que no consideraba que el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con base en el artículo 14 de la propia Ley Orgánica, tuviera facultades que le permitieran desechar en nombre del Pleno una instancia sobre petición o denuncia de la facultad a que se refiere el tercer párrafo del artículo 97 constitucional, toda vez que se hizo sólo por uno de sus miembros, cuando la decisión sobre el ejercicio o no ejercicio era una facultad oficiosa que le correspondería tomar, en su caso, al Tribunal Pleno. Por su parte, el señor Ministro Juan Díaz Romero manifestó que de acuerdo a lo establecido en la fracción II, del artículo 14 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación le corresponde tramitar los asuntos de la competencia del Tribunal Pleno, así como el turnar los expedientes entre sus integrantes, a efecto de que se formulen los proyectos de resolución correspondientes; en consecuencia, precisó que este precepto marcaba la regla general y que solamente señalaba como caso de excepción, el consultar al Tribunal Pleno cuando el presidente estimara dudoso o trascendente algún trámite, por lo que se designaría a un Ministro ponente para que elaborara un proyecto de resolución a fin de que se determinara el trámite que debía corresponder. De igual modo, consideró que la solución en cuanto a la competencia para conocer del recurso de reclamación era la aplicación analógica de la fracción V, del artículo 10, de la misma Ley Orgánica, donde se entiende que las cuestiones tomadas por la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación pueden ser recurridas a través de un medio también analógicamente válido. En uso de la palabra, el señor Ministro José de Jesús Gudiño Pelayo estimó que en este tipo de asuntos se presentaba una laguna legal que no permitía establecer con claridad si era procedente recurso alguno, sin embargo, dicha situación no podía interpretarse en el sentido -7- de que no era posible hacerlo, pues se iría en contra de todo el sistema jurídico establecido por la Constitución Federal, la Ley de Amparo y la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, por lo que debía interpretarse de manera coherente y determinar que en este caso sí procedía la interposición del recurso de reclamación. Ante las manifestaciones expresadas por los señores Ministros que hicieron uso de la palabra, la señora Ministra ponente señaló que se encontraba de acuerdo con los planteamientos enfocados a establecer de manera más clara y precisa la competencia del Tribunal Pleno para conocer de estos asuntos, por lo que no tenía inconveniente en citar los preceptos mencionados en el engrose correspondiente, a efecto de dar mayor fundamentación a la resolución. En cuanto al tema sobre si el presidente tenía o no facultades para desechar este tipo de asuntos, comentó que no fue motivo de estudio en su proyecto, en virtud de que todos los asuntos que se presentan ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se reciben en la presidencia, con la finalidad de que se instruya y determine su procedencia. Por ende, el hecho de que en la ley se especifique una competencia como órgano colegiado para la resolución de estos asuntos, no significaba que previamente no pudieran ser desechados cuando existiera una causa notoria y evidente de improcedencia, o no se satisfagan los requisitos formales establecidos. Derivado de lo anterior, consideró que también se podía inferir que el recurso de reclamación era procedente, pues se estaba acudiendo al medio de impugnación respectivo que resultaba análogo a la competencia del más Alto Tribunal del país, precisamente para objetar las decisiones de su presidente cuando desecha una petición. En su intervención, el señor Ministro Sergio Salvador Aguirre Anguiano estimó que a pesar de no contar con la naturaleza exacta de la atribución del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación -8- para tramitar este tipo de asuntos que no siguen una reglamentación específica, la ley ofrece el camino para interpretarla, pues en principio, no se puede considerar que por ser una atribución del Tribunal Pleno, el presidente al gestionar estos asuntos deba siempre admitirlos, toda vez que el tramitar también implica desechar cuando se encuentra algún tipo de improcedencia y, en su caso, existe el sistema para dar solución a esa determinación, como es el recurso que se analizaba. De igual forma a la expresada por el Ministro Aguirre Anguiano, el señor Ministro Juan N. Silva Meza especificó que en el proyecto de resolución elaborado bajo su ponencia, sí hubo un pronunciamiento sobre la atribución del presidente de la Suprema Corte para dar trámite a los asuntos que se presentan, donde se señaló que esta facultad no significaba que indefectiblemente se debía de resolver de manera positiva a lo instado, ya que dependía de la apreciación del presidente; sin embargo, también se asienta, en cumplimiento con el artículo 14 constitucional y para efectos de que no quede como una decisión unilateral, que debe admitirse de forma análoga el mecanismo de defensa correspondiente. 3 En uso de la palabra, el señor Ministro José Ramón Cossío Díaz estimó que el presente recurso de reclamación debía ser declarado fundado, toda vez que si bien el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, conforme a la fracción II del artículo 14 de la Ley Orgánica, tiene la facultad para determinar el trámite de todos los asuntos de la competencia del Pleno, también debía entenderse que esta facultad implicaba importantes restricciones. En ese orden, consideró que al tratarse de asuntos de evidente trascendencia, como lo son las averiguaciones sobre violaciones graves 3 Véase tesis P. LX/2006, FACULTAD DE INVESTIGACIÓN, PREVISTA EN EL TERCER PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 97 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL. EL PRESIDENTE DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN ESTÁ FACULTADO PARA DESECHAR LA SOLICITUD DE QUE AQUÉLLA SE EJERZA, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, tomo XXV, Enero de 2007, p. 104, IUS 173567. -9- a las garantías individuales o al voto público, el desecharlos por considerar que los solicitantes no se encontraran legitimados para formular su petición, implicaba darles un tratamiento mediante el cual se impedía a los demás Ministros conocer el contenido de dichas solicitudes y, en su caso, poder hacerlas suyas después de un ejercicio de análisis y reflexión. Ante los argumentos anteriores, el señor Ministro Aguirre Anguiano manifestó su desacuerdo debido a que el desechamiento de los asuntos que se sometieran a la competencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, como ya se había mencionado, formaba parte de las atribuciones del presidente y, al existir un recurso para impugnar tal determinación, no se dejaba al arbitrio de una sola persona la decisión de darle trámite o no. De igual modo, el señor Ministro Gudiño Pelayo consideró que el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación no era el conducto para poner a consideración del Tribunal Pleno las peticiones de los particulares que no se encontraban legitimados para ello, porque esto no formaba parte de sus facultades; en consecuencia, indicó que no coincidía con la postura del señor Ministro Cossío Díaz en cuanto a que el presidente fungiera como intermediario entre los justiciables y el Tribunal Pleno y, en dado caso, lo que estimaba procedente era que las personas interesadas se dirigieran a cada uno de los Ministros para que en ejercicio de sus facultades tomaran la determinación de si ejercían o no la facultad de investigación. Por su parte, el señor Ministro Genaro David Góngora Pimentel señaló que se encontraba de acuerdo con lo manifestado por los señores Ministros Cossío Díaz y Sánchez Cordero, ya que del examen a la fracción II del artículo 14 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, el presidente del Máximo Órgano Jurisdiccional debía someter a la consideración del Tribunal Pleno los asuntos de - 10 - mayor trascendencia, bajo el razonamiento de que la decisión supone un pronunciamiento de manera colegiada y no de forma unipersonal. Una vez que los señores Ministros expresaron su postura respecto a estos temas, en primer lugar se aprobó, por unanimidad de votos, que el Tribunal Pleno era competente para conocer de los recursos de reclamación 235/2006-PL y 252/2006-PL; asimismo, se resolvió que eran correctamente procedentes en contra de un auto de presidencia que desechaba la solicitud para que se ejerciera la investigación establecida en el tercer párrafo del artículo 97 de la Constitución Federal. 4 Cabe hacer mención que sobre la posición manifestada por la señora Ministra Sánchez Cordero y por el señor Ministro Cossío Díaz, se determinó por mayoría de votos, dentro del primer recurso de reclamación aludido, que no era un tema que debía estudiarse y contestarse, pues no formaba parte de los agravios formulados por los recurrentes. Sin embargo, por unanimidad de votos se resolvió que dentro del segundo recurso de reclamación sí era necesario pronunciarse, ya que era una cuestión que se había hecho valer por la parte promovente. Finalmente, en lo relativo al estudio de fondo y derivado de las diversas posturas y votaciones antes narradas, se resolvió que resultaban infundados los recursos de reclamación interpuestos, por unanimidad de votos respecto al recurso 235/2006-PL y por mayoría de votos en la reclamación 252/2006-PL, ya que en esta última y, como ya se había determinado, sí hubo agravio sobre las facultades del presidente del Alto Tribunal para desecharlo, por ende, la señora Ministra 4 Véase tesis P. LIX/2006, RECLAMACIÓN. PROCEDE SU INTERPOSICIÓN ANTE EL PLENO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN EN CONTRA DEL AUTO DESECHATORIO DE LA SOLICITUD PARA QUE EJERZA LA FACULTAD DE INVESTIGACIÓN PREVISTA EN EL TERCER PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 97 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, tomo XXV, Enero de 2007, p. 104, IUS 173497. - 11 - Sánchez Cordero y el señor Ministro Cossío Díaz votaron en contra, y se reservaron el derecho de formular voto particular, en el que incluyeron los motivos sobre los que basaban su postura. Por su parte, el señor Ministro presidente Mariano Azuela Güitrón formuló voto concurrente, en el que hizo un análisis más profundo respecto a los razonamientos que, en su momento, estimó justificaban el desechamiento de la solicitud formulada por los promoventes para que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ejerciera la facultad de investigación prevista en el artículo 97, tercer párrafo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. En ese orden de ideas, desarrolló un estudio en el que explica porqué consideró que la facultad de investigación conferida al más Alto Tribunal del país quedó derogada tácitamente con motivo de la reforma constitucional de 1996, al señalar que si bien se conserva en el texto constitucional, lo cierto es que, por una parte, dejaron de existir las razones que inspiraron al Constituyente a instituir dicha facultad y, por otra, su ejercicio podría resultar incompatible frente a las funciones que constitucional y legalmente le están encomendadas al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. - 12 -