documento de actualizacion de la situacion del hospital a

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INFORME DE DERECHOS HUMANOS
HOSPITAL DR. ALEJANRO KORN - MELCHOR ROMERO
Noviembre de 2015
En septiembre y octubre de 2014 se presentaron dos denuncias por la gravísima
situación registrada en el Hospital Dr. Alejandro Korn conocido como “Melchor Romero” 1. A lo
largo de un año, el poder judicial tuvo oportunidad de constatar las violaciones de derechos
humanos a las que se ven sometidas las personas allí alojadas2.
Sin embargo, y pese a estas dos acciones judiciales, aún no se materializó ninguna
transformación sustancial y la situación se mantiene inalterada: el número de muertes se
mantiene constante y persisten las prácticas manicomiales vejatorias e indignas que ponen en
riesgo la vida, la integridad física y la atención en salud de las personas alojadas.
La falta de respuesta de las autoridades provinciales y las trabas y vericuetos
procesales que se antepusieron en el trámite judicial han permitido que persista esta alarmante
situación de las personas detenidas en ese psiquiátrico por sus padecimientos mentales. Como
consecuencia, la violencia institucional sigue siendo la característica sobresaliente de la atención
del hospital.
La obtención de datos ha tropezado con un obstáculo habitual en el esclarecimiento de
las condiciones en las que se encuentran las personas en contextos de encierro: las dificultades
1 El
CELS interpuso una acción de amparo colectivo con el objeto sustituir el monovalente por dispositivos de salud
mental comunitarios y adoptar todas las medidas necesarias para garantizar que todas las personas puedan
incluirse en la comunidad, de acuerdo al Art. 27 de la Ley Nacional de Salud Mental N° 26.657 (adherida por la
Provincia de Buenos Aires mediante la sanción de la Ley 14.580). En esa acción judicial denunciamos 53 muertes
sobre una población de 750 personas en menos de 9 meses.
Por su parte, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), interpuso una acción de Habeas Corpus colectivo por los
psiquiátricos de esa provincia, dentro de los que se incluye el Hospital Melchor Romero.
2
Se llevaron a cabo dos reconocimientos judiciales el 28 de octubre de 2014 y 20 de noviembre de 2014 con fuerte
presencia institucional: Luis Arias, Juez a cargo del Juzgado Contencioso N° 1, María Graciela Iglesias, titular de la
Secretaria Ejecutiva del Órgano de Revisión Nacional, peritos de la Dirección de Asesoría Pericial de la Suprema
Corte de la Provincia de Buenos Aires y del Cuerpo Técnico Auxiliar del Fuero de Familia, la Dra. María Gabriela
Casamiquela, Defensora Oficial U.F. N° 9, representantes de CICOP y UPCN y autoridades del Hospital. En estas
inspecciones oculares se constataron “prácticas que pueden constituir trato cruel, inhumano o degradante, como la
sujeción física (ataduras); el aislamiento y el uso abusivo de la medicación con fines de control social: condiciones
inhumanas de encierro; estructuras edilicias deficitarias que no guardan las mínimas condiciones de seguridad e
higiene” (cfme. Sentencia del 27 de noviembre de 2014).
1
en el acceso a información pública3 impiden conocer el número de personas internadas, los años
de internación, las muertes que se han producido y sus causas, el número de personas
externadas y sus destinos, entre otros datos.
En octubre de 2014 el número de pacientes institucionalizados en el hospital Melchor
Romero era de 750 personas, aproximadamente. Hoy, permanecen encerradas alrededor de 620
personas, de las cuales aún existe un porcentaje que no se encuentra documentada.4 Sin
embargo, la disminución de la cantidad de personas internadas no ha respondido a la
implementación de una política acorde al mandato del art. 27 de la Ley Nacional de Salud Mental
26.6575 ya que no se han generado estrategias integrales de externación sustentable desde una
perspectiva de inclusión en la comunidad.
Una alarmante cifra de muertes
Entre enero y septiembre de 2014 se denunciaron 53 muertes. Al mismo tiempo, la
Comisión Provincial por la Memoria (CPM) puso en conocimiento la muerte de 133 personas en
Romero durante 2012, 2013 y 2014 (65 en 2012, 59 en 2013 y 9 durante enero y febrero de
2014).
Entre octubre de 2014 y agosto de 2015, un año después de iniciadas las
acciones judiciales, se registraron otras 31 personas fallecidas.
Si se tienen en cuenta los datos sobre mortalidad de la población mayor de 20 años de
la Argentina, se puede afirmar que el riesgo de morir que tiene una persona internada en el
Melchor Romero es entre 4 y 7 veces mayor a la población general, dependiendo del año de la
última década que se tenga en cuenta para el análisis6. Hay que tener en cuenta que se trata de
Recientemente la Dirección Asociada de Psiquiatría realizó un censo pero no hemos podido acceder a los datos.
Si bien a raíz de la acción judicial se inició un operativo para documentar a las personas debido a que más del 60%
no contaba con documentos, sólo se han realizado 180 y no se han tramitado los documentos para las personas
migrantes. Por otra parte, los documentos, salvo excepciones, se encuentran en el Departamento de Estadística.
Las personas internadas sólo tienen acceso a ellos si salen o tienen que hacer un trámite.
5 ARTICULO 27. — Queda prohibida por la presente ley la creación de nuevos manicomios, neuropsiquiátricos o
instituciones de internación monovalentes, públicos o privados. En el caso de los ya existentes se deben adaptar a
los objetivos y principios expuestos, hasta su sustitución definitiva por los dispositivos alternativos.
6 Dirección de Estadísticas e Información en Salud (DEIS) del Ministerio de Salud de la Nación
http://www.deis.msal.gov.ar/.
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un hospital psiquiátrico donde, a diferencia de los hospitales generales, las personas son
internadas a raíz de un padecimiento mental que no necesariamente compromete un cuadro
clínico que ponga en riesgo su vida.
Aún sabiendo sobre la dificultad de establecer comparaciones entre diferentes ámbitos
de privación de la libertad, nos parece importante contrastar el número de muertes ocurridas en
situación de encierro por razones de salud mental y las ocasionadas en el contexto carcelario.
Durante 2014 en el Servicio Penitenciario de la Provincia de Buenos Aires se
produjeron 121 muertes sobre una población de 31.2677. En el Melchor Romero entre enero y
septiembre de 2014 murieron 53 personas sobre una población de 750. Se trata de una tasa de
muerte 15 veces más alta que la de las cárceles de la provincia de Buenos Aires8.
Si bien no hemos pedido información acerca de la cantidad de muertes que han sido
investigadas penalmente9, debe señalarse que las razones de mortalidad en el Melchor Romero
no son abordadas desde la complejidad que puede tener una muerte en el contexto de encierro
psiquiátrico10.
A la inacción judicial, se añade la comisión de prácticas vulneratorias por parte de los
operadores sanitarios, que naturalizan las muertes en contexto de encierro psiquiátrico: no hay
supervisión de los tratamientos psicofarmacológicos, no hay una revisión periódica de los
diagnósticos y abordajes terapéuticos que posibilite la disminución del número de fármacos y sus
dosis y que permitiría disminuir los efectos no deseados. Si bien se realizan controles clínicos
periódicos en la mayoría de las personas internadas en el área de psiquiatría, el divorcio
histórico existente entre el área clínico quirúrgica y el área psiquiátrica, no permite una
coordinación que redunde en una mayor eficiencia en relación a la atención de problemas de
Fuente: CELS en base a Ministerio de Justicia y Seguridad de la Provincia de Buenos Aires.
Sobre una tasa de 1000 personas, en las cárceles provinciales fallecieron 4 personas cada 1000, mientras que en
Romero este número ascendería a 60 personas cada 1000.
9 En la UFI 11 a cargo del fiscal Álvaro Garganta se encuentran en trámite algunas investigaciones penales por
muertes dudosas ocurridas en 2014. En una de ellas se ha dispuesto el procesamiento de Edigio Melia, director del
hospital, en base a la carátula “abandono de persona seguido de muerte por omisión de deberes de funcionario
público”.
10 Debe señalarse que a través de la resolución N°15/14 el Órgano de Revisión Nacional de la Ley 26.657 ha
instaurado un protocolo de investigación de muertes en instituciones psiquiátricas que obliga a que se investigue
toda muerte producida en una institución psiquiátrica sea catalogada como “muerte dudosa” y se investiguen las
causales y el contexto en que sucedió la muerte. Pese a ello, las autoridades del Melchor Romero no lo han
implementado.
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salud relacionados posiblemente con el tipo de abordaje terapéutico que la institución sostiene,
basado esencialmente en la farmacoterapia. De este modo, se obtura la posibilidad de investigar
las muertes cuyas causas se vinculan con las condiciones de atención y tratamiento en la salud
que brinda el hospital, independientemente del cuadro último que llevó a la muerte.
Por ejemplo, las muertes por obstrucción de la vía aérea por contenido alimenticio, en
su gran mayoría diagnosticadas a través de autopsias (si se tiene en cuenta que el porcentaje de
autopsias realizadas ha sido históricamente menor al porcentaje de autopsias necesarias o
indicadas) no ha sido debidamente problematizada por las autoridades del hospital. Los
trastornos deglutorios asociados a problemas de salud psiquiátricos y sus tratamientos
farmacológicos, la falta de piezas dentarias en la mayoría de las personas internadas, la
prohibición del uso de cuchillo y tenedor en las salas, la deficiente relación cuidadores/personas
internadas que no permite detectar de manera oportuna las obstrucciones de la vía aérea, la
polimedicación que afecta de manera franca la autonomía de las personas, la ausencia de
maniobras adecuadas de desobstrucción en los casos que terminan en muerte, son pruebas
fehacientes de que no se trata de muertes naturales sino que existe una responsabilidad
institucional que debe ser analizada, por lo menos, en términos de negligencia.
Un caso paradigmático que refleja la relación entre la institucionalización prolongada, la
inadecuada atención en salud y la muerte:
“C.T, una señora de 93 años que permaneció internada en la institución durante 71
años; su vida transcurrió en situación de encierro, con chalecos de fuerza, shock farmacológicos,
electroshock, diversos modos de violencia institucional, negación sistemática de la posibilidad de
emprender otros modos de vida, cosificación, descaracterización progresiva. Es difícil pensar
que la muerte de C.T sólo se relaciona con su vejez, su tumor de mama, su desnutrición y su
infección de vías aéreas inferiores”.11
Tratos inhumanos, crueles y degradantes
A partir de las visitas realizadas, los reconocimientos judiciales, y los testimonios
recabados, podemos confirmar que en el Hospital Melchor Romero persisten prácticas
manicomiales que ponen en riesgo la integridad física y la vida de las personas.
11
Todos los testimonios de este documento fueron tomados por el CELS durante visitas al Hospital Melchor Romero.
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Encierro y aislamiento
Aún existen rejas de separación entre las habitaciones y con el
exterior. Siguen utilizándose lugares específicos para aislar a
personas en todas las salas. También es una práctica naturalizada
que las personas estén encerradas con llave.
“En una sala del servicio de Rehabilitación un grupo de mujeres permanece
constantemente encerrada en el comedor. A partir de la insistencia de diferentes actores sobre la
ilegalidad y lo terrible de esta situación, la respuesta institucional fue cortar la mitad superior de
la puerta. De manera que las mujeres siguen encerradas en ese comedor, sólo que ahora
pueden ver a través de la puerta y desde afuera pueden verlas”.
12 Todas
las imágenes de este documento son registro del CELS y la CPM
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Sobremedicación
Se continúa utilizando medicación inyectable como
castigo y control de conducta ante situaciones de
conflicto o “excitación psicomotriz”. Las elevadas
dosis de psicofármacos y la polimedicación se
utilizan como mecanismo para mantener a las
personas en un estado de aplastamiento. Además,
no se realizan controles sobre los psicofármacos
que se administran ni existen otros tipos de
tratamientos con fines terapéuticos. A su vez, las
dosis descontroladas de medicación son utilizadas
para suplir la falta de personal.
Pacientes que se encuentran
permanentemente sedadas
durmiéndose sobre la mesa del
comedor.
Un caso ilustrativo que persiste abuso de la contención física:
“W. es un paciente de la sala Barros Hurtados, del servicio de Rehabilitación, fue
contenido farmacológicamente (psicofármacos inyectables) y atado de pies, manos y tórax en
una cama. Permaneció varias horas con esta doble contención, con sus pantalones y su
campera de cuero puestos, boca arriba, sin los cuidados que la situación requiere, en un estado
de insuficiencia respiratoria que podría haberlo llevado a la muerte. Al ser encontrado por
personal ajeno a la sala fue enviado directamente a terapia intensiva porque se está ahogando
con sus propias secreciones.”
6
Condiciones de detención
Las
inhumanas
condiciones
de
detención en las que se encuentran las personas
encerradas en el Melchor Romero no han sufrido
modificaciones sustantivas e integrales desde el
inicio de las acciones legales. Sí se han realizado
algunas reformas edilicias mínimas, tales como
pintar algunas salas y colocar cortinas en algunos
baños, un cambio superficial que no resuelve la
política de abandono y desidia que reina en el
hospital.
Esas
reformas
han
sido
insignificantes si las contrastamos con el
estado general del hospital: condiciones
insalubres de seguridad e higiene, falta de
intimidad, suciedad, presencia de plagas
(cucarachas, ratas, palomas). En algunos
servicios del hospital prevalecen condiciones
específicas de hacinamiento.
Estas condiciones configuran factores de
riesgo grave para la integridad física y la vida de las personas alojadas13.
Además, se registra la falta de insumos médicos básicos y de tratamiento. Por ejemplo,
las personas que padecen de movilidad reducida no cuentan con los medios para poder
desplazarse: muchas sillas de ruedas están rotas y son insuficientes para la cantidad de
Al respecto la OMS señala que “[e]stos factores que amenazan o protegen la salud son llamados Factores de
Riesgo y Factores Protectores y ejercen una influencia causal sobre la salud. Los factores de riesgo están asociados
con una mayor probabilidad de aparición de la enfermedad, mayor gravedad y mayor duración de los principales
problemas de salud” (OMS, Prevención de los trastornos mentales. Intervenciones efectivas y opciones políticas.
Ginebra, 2004, OMS Ediciones).
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personas que las necesitan (existe 1 silla de ruedas por cada 4 que la requieren).
En lo que respecta al tratamiento en la
salud, continúa centrado en la atención
farmacológica.
No
existe
un
abordaje
interdisciplinario adecuado a las necesidades y
padecimientos de cada persona: la gran mayoría
de las personas internadas no acceden a
tratamiento psicológico de ningún tipo, ni a
actividades grupales, ni laborales, ni artísticas, ni
a rehabilitación física y/o psicosocial, ni apoyo
afectivo, ni trabajo con la familia o los referentes sociales.
A raíz del inicio de las acciones judiciales se ha aumentado el personal del hospital. Sin
embargo, la incorporación de profesionales ha sido en condiciones precarias de contratación y
aún insuficientes para las necesidades del hospital: no existen por sala equipos
interdisciplinarios, la mayoría de las salas sólo cuentan con enfermería y con médico-psiquiatra.
Desde el inicio de las acciones judiciales otro de los cambios más significativos en el
abordaje de la salud de los pacientes fue la decisión institucional de privar a las personas
internadas y externadas de una gran cantidad de talleres y actividades grupales, que se realizan
desde hace años, tanto dentro del hospital como en sus centros de externación (ubicados en el
casco urbano de La Plata) Se desmanteló el equipo interdisciplinario conformado por
trabajadores de la institución y por el Colectivo de Arte comunicación y salud en la Sala G.
También se prohibió la continuidad de un taller para las mujeres de la sala E, en la sala barros
hurtado y en la sala F, y se impidió el inicio de actividades en otras salas (Sal B y Sala Solanet).
Al mismo tiempo, la Dirección del Hospital a fines de 2014 decidió eliminar el sistema de
pasantías no rentadas que posibilitaban la participación comunitaria, a través de la coordinación
de talleres y diversas actividades, con los usuarios de dichos centros ante la falta de personal de
planta destinado a dichos fines.
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Externaciones: desapariciones, transinstitucionalizaciones y abandono
El cumplimiento de la Ley Nacional de Salud Mental, eje principal de la acción judicial
inciada por el CELS, implica que la sustitución del monovalente se traduzca en una política de
externación que impulse la creación de dispositivos de salud mental comunitarios y promueva la
inclusión de los pacientes en la comunidad en igualdad de condiciones con el resto de la
sociedad.
Por el contrario, la política de externación del Melchor Romero ha seguido los
siguientes patrones: algunas personas desaparecen y son encontradas muertas, un porcentaje
de los pacientes son trasladados a otras instituciones (asilos geriátricos o instituciones privadas),
otros egresaron a dispositivos de externación o sólo han sido ayudados a obtener subsidios
económicos o jubilaciones14 para a vivir fuera del manicomio15. En estos últimos casos, la falta
de seguimiento y de redes de apoyo en el proceso de externación ha generado que muchos
terminen en efectiva situación de calle16.
A su vez, existen situaciones que comienzan a reiterarse de modo preocupante: se
trata de personas que se fugan del hospital y luego han aparecido muertas o hasta la fecha se
desconoce su paradero17.
“I.C, un hombre que se encontraba internado en la sala de recuperación clínica, con francas
dificultades para trasladarse (caminaba lentamente, con dificultad en la marcha). El 27 de junio
del corriente año se ausentó de su sala, se dio aviso al Registro de Personas Desaparecidas y
se realizó una búsqueda en las inmediaciones del hospital. Dos semanas después se lo encontró
muerto en el predio del hospital.”
“B.S, una mujer de 84 años que desapareció la última semana de diciembre del año 2014. No
Hace pocos meses el Hospital realizó un convenio con ANSES para facilitar el acceso a jubilaciones de las
personas internadas.
15 Debe señalarse que las personas que no están documentadas, no pueden acceder a los beneficios sociales y/o
económicos. No pueden recibir pensión por discapacidad, ni de ningún otro tipo. Estos beneficios, son para la gran
mayoría la única posibilidad de acceder a insumos básicos de higiene, vestimenta o alimento, a tratamientos
terapéuticos que la institución no brinda, a la posibilidad de pensar algún tipo de externación, alquilar o vivir fuera del
Hospital.
16 “Hallan cada vez más sin techo con problemas psiquiátricos”, disponible en http://www.eldia.com/informaciongeneral/hallan-cada-vez-mas-sin-techo-con-problemas-psiquiatricos-66448
17 La única respuesta institucional a esta grave situación fue la elaboración de un protocolo destinado a los “PASA”
(Personas ausentes sin autorización), mediante el cual se inicia un procedimiento meramente formal cuando una
persona desaparece: se da aviso al “Registro de Personas Desaparecidas” del Ministerio de Seguridad de la
Provincia de Buenos Aires.
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hay registros en el libro de vigilancia y hasta el día de la fecha no se conoce su paradero. Se
trataba de una mujer que no salía del hospital, no sabía manejarse en transporte público, con su
autonomía claramente limitada”.
Por otra parte, las deficientes estrategias para abordar la externación de los pacientes
ha devenido en una lógica de intervención institucional de abandono: hay personas que
reingresan y otras que actualmente viven en situación de calle.
“M. y G. actualmente “externados”, viven atrás de una sala del hospital”. “J. vive en la
puerta del hospital con un colchón y hace unas semanas lo reinternaron en agudos”.
“G. aun no se externó pero lo ha intentado varias veces, volviendo siempre a la misma
sala.”. J. y K., se habían externado con un alquiler propio por fuera del hospital y por diversas
razones tuvieron que volver, actualmente se encuentran internadas sin ningún tipo de trabajo.”
La Ley Nacional de Salud Mental impone el cierre definitivo de las instituciones
psiquiátricas y su sustitución definitiva por dispositivos inclusivos en la comunidad, asegurando el
acceso a derechos y a una vida digna.
A lo largo de este documento ha quedado demostrado que la situación que atraviesa el
Hospital Melchor Romero, exige un compromiso real por parte del Poder Ejecutivo y el Poder
Judicial de la provincia de Buenos Aires, para detener las graves y sistemáticas violaciones a los
derechos humanos que padecen las personas alojadas.
Centro de Estudios
Comisión Provincial por
Movimiento por la
Legales y Sociales
la Memoria
Desmanicomialización en
(CELS)
(CPM)
Romero (MDR)
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