CALIFICADORAS DE RIESGO, CALIFICACIONES DE RIESGO

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CALIFICADORAS DE RIESGO, CALIFICACIONES DE RIESGO, DIVULGACIÓN –
COMITÉ TÉCNICO
Concepto 2007028565-001 del 15 de junio de 2007
Síntesis: Todas las calificaciones que se emitan a entidades o procesos inmersos en la
actividad financiera, aseguradora, bursátil y cualquier otra relativa al manejo,
aprovechamiento e inversión de recursos captados del público en general, deberán ser objeto
de divulgación por parte de la sociedad calificadora en los términos y plazos establecidos, sin
perjuicio de la aplicación de las excepciones previstas en la normatividad correspondiente.
Consideraciones sobre aspectos puntuales propios de un proceso de estudio y aprobación de
calificación y sobre la Resolución 2167 de 2006, por medio de la cual la Superintendencia
Financiera estableció los criterios para la conformación del Comité Técnico de las
sociedades calificadoras.
«(…) consulta algunos aspectos relacionados con las últimas disposiciones que regulan la
actividad de la calificación de riesgos. Sobre el particular, esta entidad dará respuesta a sus
inquietudes en el mismo orden en que fueron expuestas:
Primer interrogante:
Se señala en su escrito:
“(…) El Decreto 1076 de 2007 por medio del cual se subrogó el Título Tercero de la Parte
Segunda de la Resolución 400 de 1995 expedida por la entonces Sala General de la
Superintendencia de Valores, la cual contempló las nuevas condiciones para el desarrollo de
la actividad de las sociedades calificadoras, contempla en su artículo 2.3.2.3 la Divulgación
de las calificaciones otorgadas, obligando a la sociedad calificadora a ‘…informar cualquier
calificación otorgada, así como sus revisiones periódicas o extraordinarias, en un término
que en ningún caso podrá exceder las veinticuatro (24) horas siguientes a la sesión del
Comité Técnico en donde se haya aprobado dicha calificación, a la Superintendencia
Financiera de Colombia, a los sistemas de negociación en donde se vaya a negociar el valor
cuando a esto haya lugar, y publicarla en su página web, de manera simultanea…’.
De acuerdo con el artículo en mención es pertinente aclarar el espíritu y por ende la correcta
interpretación del mismo, dejando claro si es necesario que todas las calificaciones que sean
emitidas por una sociedad calificadora, siempre y cuando no se encuentren dentro de las
situaciones de excepción de publicidad del artículo 2.3.2.4 de la misma resolución, deben ser
informadas a la Superintendencia Financiera de Colombia y al mismo tiempo publicadas por
la sociedad calificadora de valores en su página web, sin importar la finalidad que dichas
calificaciones tengan, es decir independiente de ser utilizadas o no en la actividad financiera,
aseguradora, bursátil y cualquier otra relativa al manejo y aprovechamiento e inversión de
recursos captados del público (…)”.
Consideraciones de la Superintendencia:
Sobre el particular, esta entidad reitera que el artículo 2.3.2.3 de la Resolución 400 de 1995,
establece que las sociedades calificadoras deberán informar ‘cualquier’ calificación otorgada,
así como sus revisiones periódicas o extraordinarias, dentro de las 24 horas siguientes a la
sesión del Comité Técnico en donde se haya aprobado la calificación, tanto a la
Superintendencia Financiera, como a los sistemas de negociación donde se vaya a negociar el
valor calificado, si es del caso, sin perjuicio de la publicación que debe hacer de las mismas en
su página web, ésta condición se puede denominar como la regla general sobre divulgación de
las calificaciones otorgadas.
La anterior, tiene sustento en el reconocimiento que ha adquirido la labor de las sociedades
calificadoras de riesgo en los mercados de valores, los cuales deben ser justos, eficientes,
transparentes y con conocimiento suficiente de los riesgos que les son inherentes, por ello la
Ley 964 de 2005, recordó que la calificación de riesgos es una actividad del mercado de
valores relacionada con manejo, aprovechamiento e inversión de recursos del público, y que
tiene la relevancia necesaria para ser objeto de intervención y supervisión por parte del
Gobierno Nacional y la Superintendencia Financiera de Colombia.
La opinión de las sociedades calificadoras de riesgos, constituye un requisito indispensable
para lograr una rápida y adecuada expansión del mercado de valores, motivo por el cual ésta es
considerada como información relevante para el referido mercado. La dinámica del mercado
de valores se genera en gran parte a través de la información, así mientras mejor información
posea el mercado, más desarrollado podrán considerar el mismo.
Si bien una calificación no puede ser considerada como una recomendación de compra, venta
o conservación de valores objeto de análisis, su opinión es de gran influencia e interés para los
inversionistas, prestamistas, emisores y partícipes del mercado de valores para la toma de sus
decisiones.
En razón a lo anterior, el Decreto 1076 de 2007, por conducto del artículo 2.3.2.3 de la
Resolución 400 de 1995, busca que cualquier calificación contratada, involucrada dentro de
la actividad financiera, aseguradora, bursátil y cualquier otra relativa al manejo,
aprovechamiento e inversión de recursos captados del público sea objeto de publicación, por
esto, la interpretación del vocablo “utilizadas” prevista en el citado artículo no puede
entenderse bajo su significado literal y simple, sino que debe mirarse más allá, como el
propósito de la norma como es que las opiniones sobre calificaciones de valores y/o de riesgos
sean informadas al mercado de valores, porque tal como ya se indicó, constituyen un
instrumento primordial para éste; su transparencia, disciplina e integridad esta basada en el
cumplimiento oportuno de la información, entre ella, insistimos los dictámenes que emita las
sociedades calificadoras.
Por tal razón, si una calificación de valores y/o riesgo se da a entidades que desarrollan las
actividades antes reseñadas, donde existe la captación de recursos del público, la misma, por
ese simple hecho, debe ser objeto de divulgación por parte de las sociedades calificadoras.
Situación contraria ocurría con las calificaciones que se pueden emitir a ciertas entidades,
como los hospitales, que requieren de una calificación para sus procesos licitatorios, dado que
no cumple con el fin propio de la norma, porque la misma no se da dentro de la actividad
financiera, aseguradora, bursátil y cualquier otra relativa al manejo, aprovechamiento e
inversión de recursos captados del público.
Ahora bien, la regla general tiene sus excepciones 1 , tratándose de calificaciones de (i)
emisiones de deuda y (ii) sobre la capacidad de cumplir oportunamente con flujos futuros
estimados en proyectos de inversión 2 , el artículo 2.3.2.4 de la mencionada Resolución 400 de
1995, establece que, a solicitud del emisor, dichas calificaciones podrán mantenerse bajo
reserva 3 , lo que implica que no serán objeto de publicación como lo exige el artículo 2.3.2.3
ibídem, es decir, no será divulgada a los sistemas de negociación donde se vayan a negociar
los valores y en la página web de la sociedad calificadora. Dicha reserva operará solamente
hasta que se inicie el proceso de inscripción en el Registro Nacional de Valores y Emisores,
caso en el cual su divulgación podrá darse con el proceso de premercadeo o como
consecuencia de la referida inscripción.
No obstante lo anterior, el deber de información para con la Superintendencia Financiera 4
previsto en el citado varias veces artículo 2.3.2.3, aún estando en reserva la calificación, debe
acatarse, por ello, no se comparte la interpretación de la consultante cuando señala que “(…)
que todas las calificaciones que sean emitidas por una sociedad calificadora, siempre y
cuando no se encuentren dentro de las situaciones de excepción de publicidad del artículo
2.3.2.4 de la misma resolución, deben ser informadas a la Superintendencia Financiera de
Colombia (…)”.
En resumen, todas las calificaciones que se emitan a entidades o procesos inmersos en la
actividad financiera, aseguradora, bursátil y cualquier otra relativa al manejo,
aprovechamiento e inversión de recursos captados del público en general, deberán ser objeto
de divulgación por parte de la sociedad calificadora en los términos y plazos establecidos por
el artículo 2.3.2.3 de la Resolución 400 de 1995, sin perjuicio de la aplicación de las
excepciones previstas en el artículo 2.3.2.4 ibídem.
1 Artículo 2.3.2.4 de la Resolución 400 de 1995.
2 Ídem “…siempre que sea la primera vez que se califique la emisión y siempre que los valores correspondientes a la emisión
calificada no vayan a ser objeto de oferta pública en mercado primario durante el término de vigencia de la calificación…”.
3 La sociedad calificadora deberá hacer pública la calificación cuando el emisor decida realizar oferta pública de los valores
(inciso final del artículo 2.3.2.4 de la Resolución 400 de 1995).
4 Artículo 2.3.2.4. “(…) En todo caso, la sociedad calificadora deberá remitir a la Superintendencia Financiera de Colombia
dentro de dicho término (…)”
Segundo interrogante:
Se señala en su escrito:
“(…) Por los cambios de normatividad en la actividad de calificación se considera oportuno
solicitar aclaración respecto de la Resolución 2167 de 2006, por medio de la cual la
Superintendencia Financiera estableció los criterios para la conformación del Comité
Técnico de las sociedades calificadoras, en su artículo segundo parágrafo segundo, el cual
menciona que: “Una vez iniciado el proceso de estudio y aprobación de cada calificación por
parte del Comité Técnico no se podrá cambiar ni el Comité Técnico ni ninguno de sus
miembros, salvo que se haga necesario incluir nuevos miembros” (subrayado fuera del texto).
De acuerdo con el artículo mencionado es necesario que se precise el tiempo comprendido
entre el inicio y la finalización de los procesos de estudio y aprobación de cada calificación,
ya que puede suceder que determinados miembros del comité técnico se reúnan para el
estudio y aprobación de una calificación y considerando al finalizar la presentación por parte
del equipo de trabajo que es necesario que sea suministrada mayor información a la sociedad
calificadora y por lo tanto su decisión en ese momento es abstenerse en asignar o modificar
una calificación finalizando de este (sic) forma dicha sesión, consignada en su respectiva acta
la decisión, la inquietud se encuentra cuando se halle completa la información y se pueda
presentar al comité técnico nuevamente para su respectiva revisión o asignación, ¿éste nuevo
Comité Técnico deberá estar integrado por los mismos miembros del comité que solicitaron
mayor información? O ¿se puede entender que el primer comité tomo una decisión,
concluyendo el mismo y por lo tanto podrá conformarse un comité técnico con nuevos
miembros? Si la interpretación de la norma por parte de la Superintendencia Financiera esta
encaminada a que el primer comité que solicitó (sic) información sean quienes retomen el
proyecto cuando se encuentra la información solicitada, que (sic) pasará y como (sic) lo debe
manejar la sociedad calificadora, en el evento que alguno o algunos de esos miembros
iniciales se retiren de la sociedad calificadora, dicha calificación en que (sic) quedaría…”.
Consideraciones de la Superintendencia:
El parágrafo segundo de la Resolución 2167 de 2006, establece que “(…) Una vez iniciado el
proceso de estudio y aprobación de cada calificación por parte del comité técnico no se podrá
cambiar ni el comité técnico ni ninguno de sus miembros, salvo que se haga necesario incluir
miembros adicionales (…)”.
Basados en lo anterior, frente a cada inquietud (…), proceden los siguientes comentarios:
a. Pregunta (…): ¿Cuál es el tiempo comprendido entre el inicio y la finalización de los
procesos de estudio y aprobación de cada calificación?
Definir el tiempo no es lo pertinente aquí, lo que se debe precisar es qué comprende el
“proceso de estudio y aprobación de cada calificación”, el cual, en opinión de esta
entidad, va desde la sesión del Comité Técnico en donde por primera vez se pone a
discusión y/o aprobación una determinada calificación, sea ésta inicial, periódica o
extraordinaria, hasta la aprobación de la misma, con el cual se terminaría dicho proceso.
b. Pregunta (…)…: Puede suceder que determinados miembros del comité técnico se reúnan
para el estudio y aprobación de una calificación, y considerando al finalizar la
presentación por parte del equipo de trabajo que es necesario que sea suministrada
mayor información a la sociedad calificadora, y por ende, su decisión en ese momento es
la de abstenerse en asignar o modificar una calificación finalizando de esta forma dicha
sesión. Se pregunta: ¿El comité que deberá revisar la información adicional requerida
debe ser el mismo que la solicitó?
Conforme a la norma antes transcrita, la respuesta es si. Será el mismo comité,
conformado por los mismos miembros, que decidieron requerir complementación de
información, el que deben continuar con el proceso de estudio y aprobación de la
calificación, cuyo deber va hasta la culminación del proceso, con la asignación de la
respectiva calificación.
Ahora bien, situación diferente es que reanudada la sesión del comité ya conformado, se
haga necesario incluir miembros adicionales, lo cual conforme al parágrafo 2º del artículo
segundo de la Resolución 2167 de 2006, es posible efectuarse.
Así las cosas, la interpretación de (…)… de que “(…) se puede entender que el primer
comité tomo (sic) una decisión, concluyendo el mismo y por lo tanto podrá conformarse
un comité técnico con nuevos miembros (…)”, no es de recibo, debemos ser claros en que
el propósito fundamental de los comités técnicos, conforme al numeral 2º del artículo
1.1.3.4 de la Resolución 400 de 1995, es estudiar y aprobar las calificaciones, la decisión
de requerir información adicional no constituye la toma de una decisión en los términos
del parágrafo 2º del artículo segundo de la Resolución 2167 de 2006, porque no se aprobó
una calificación, conllevando a la culminación del proceso a que hemos hecho referencia
en la presente comunicación.
c. Pregunta (…)…: Si la interpretación de la norma por parte de la Superintendencia
Financiera esta encaminada a que el primer comité que solicitó información sean quienes
retomen el proyecto cuando se encuentre la información solicitada, ¿qué pasará y cómo
lo debe manejar la sociedad calificadora, en el evento que alguno o algunos de esos
miembros iniciales se retiren de la sociedad calificadora, dicha calificación en qué estado
quedaría?
De conformidad con el artículo 60 de los estatutos sociales de (…), los comités técnicos
estarán integrados por un número mínimo de cinco (5) miembros principales con sus
respectivos suplentes personales designados por la Junta Directiva para un período de un
(1) año. En la práctica la sociedad calificadora conforma seis comités técnicos integrados
por siete (7) miembros cada uno de ellos.
Entonces, si uno o varios de los miembros de un comité técnico se retira de la sociedad
calificadora, y el proceso de estudio y aprobación de una calificación no culminó, porque
por ejemplo se requirió información adicional, se puede proceder así:
1. Ante la ausencia de uno o varios miembros resulta necesario que sean reemplazados
por sus respectivos suplentes personales.
2. En caso de ausencia del miembro principal y suplente personal (falta absoluta por
retiro de la sociedad), implica que la Junta Directiva deberá designar unos nuevos
miembros para conformar dicho comité, el cual deberá cumplir las calidades exigidas
por la Resolución 2167 de 2006, ello sin perjuicio de lo previsto en los estatutos
sociales de la sociedad calificadora y su respectivo reglamento de funcionamiento.
En este evento, esta entidad considera que resulta necesario y obligatorio, aún más
cuando no se cuenta con los miembros mínimos del comité, adicionarlo con el nuevo
miembro o miembros debidamente nombrados por la Junta Directiva.
Finalmente, le informamos que sobre los aspectos consultados, la Superintendencia Financiera
de Colombia se encuentra preparando una Circular en la cual impartirá todas las instrucciones
necesarias respecto al cumplimiento de las últimas disposiciones emitidas por el Gobierno
Nacional, relativas al ejercicio de la actividad de calificación de riesgos. Una vez se expida la
misma, y de ser necesario, se le dará alcance a la presente comunicación en lo que resulte
pertinente.
(…).»
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