"CONSIDERACIONES SOBRE EL AVOCAMIENTO". Judith Useche Investigadora del Instituto de Derecho Comparado de la Facultad de Derecho y Docente de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Carabobo RESUMEN. El artículo 2 del Texto Constitucional consagra los valores que sustentan un Estado Democrático, de Derecho y de Justicia propugnándolos como valores superiores a su ordenamiento jurídico como la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político. El valor justicia establecido en la Carta Magna, es al mismo tiempo un derecho humano, consagrado en diversas disposiciones constitucionales y una garantía para el Estado de garantizar a los justiciables una recta, eficaz y eficiente administración de justicia para obtener resultados tangibles, virtuosos, como es la realización de la justicia; la misma debe ser accesible, expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos o trabas que la obstaculicen. La hermenéutica jurídica del orden constitucional vigente va a incidir significativamente en la materialización del Estado de justicia que delineó el Constituyente de 1999. En reciente interpretación de la Sala Constitucional se ha declarado inconstitucional la disposición contenida en el artículo 43 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia con efectos generales y pro-.futuro en lo que respecta a la facultad de avocamiento establecida en el artículo 42, numeral 29 que solo ha estado atribuida a la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, en lo sucesivo, será competencia de todas las salas que integran el máximo Tribunal, con consecuencias bien importantes en la administración de justicia. Palabras Claves: Avocamiento- Justicia- Estado de Derecho- Estado de Justicia CONSIDERATIONS ON THE AVOCAMENT. ABSTRACT. The article 2 of the Constitutional Text consecrate the values that sustain a Democratic State, of Right and of Justice pro-fights like superior values to their juridical classification, as the life, the freedom, the justice, the equality, the solidarity, the democracy, the social responsibility and in general, the pre-eminence of the human rights, the ethics and the political pluralism. The value justice settled down in the Great Letter, is at the same time a human right, consecrated in diverse constitutional dispositions and a guarantee for the State of guaranteeing to the actionable ones a straight line, effective and efficient administration of justice to obtain tangible results, virtuoso, like it is the realización of the justice; the same one should be accessible, expedite, without undue delays, without formalisms or obstacles that block it. The artificial hermeneutics of the effective constitutional order will impact signifcantly in the materialization of the State of justice that delineated the Constituent of 1999. In recent interpretation of the Constitutional Room it has been declared unconstitutional the disposition contained in the article 43 of the Organic Law of the Supreme Cortrt of Justice with general effects and profuture in what concerns to the ability of the avocament settled down in the article 42, numeral 29 that alone it has been attributed to the Room Politician Office worker of the Supreme Tribunal of Justice, in the successive thing it will be competition of all the Rooms that integrate the Maximum Tribunal. with very important consequences in the administration of justice. Key Words: Avocament - Justice - State of Right - State of Justice INTRODUCCIÓN. En la actualidad la temática jurídica presenta los más variados tópicos, a raíz del Texto Constitucional vigente dictado por la Asamblea Nacional Constituyente y aprobado por el pueblo venezolano en 1999. El Constituyente de 1999 delineo en el artículo 2 del Texto Constitucional los valores que sustentan a un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, propugnándolos como valores superiores a su ordenamiento jurídico, como la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político. El valor justicia establecido en la Carta Magna, es al mismo tiempo un derecho humano, consagrado en diversas disposiciones constitucionales y una garantía para el Estado de garantizar a los justiciables una recta, eficaz y eficiente administración de justicia para obtener resultados tangibles, virtuoso, como es la realización de la justicia; la misma debe ser accesible, expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos o trabas que la obstaculicen. En la interpretación de este orden constitucional juegan un rol muy importante los tribunales, particularmente el Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional. En una de esas interpretaciones de la Sala Constitucional se ha declarado inconstitucional la disposición contenida en el artículo 43 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia con efectos generales y profuturo en lo que respecta a la facultad de avocamiento establecida en el artículo 42, numeral 29 que solo ha estado atribuida a la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, en lo sucesivo, será competencia de todas las Salas que integran el máximo Tribunal con consecuencias bien importantes en la administración de justicia. El tema en estudio es de gran importancia y pertinencia, en el sentido que esta hermenéutica, persigue materializar el Estado de Justicia, consagrado en el Texto Constitucional. CONSIDERACIONES GENERALES. En la actualidad, todos admiten que la justicia sea el más importante y el mejor de los principios ideales que han de orientar la organización social; algunos afirman incluso que la justicia es solamente el principio peculiar de aquellas sociedades que por ser complejas y estar éticamente divididas, necesitan recurrir a un tipo de regulación que como la justicia, promueve una unidad artificiosa mediante el equilibrio o ajuste de correspondencias entre los intereses individuales enfrentados. Durante una larguísima etapa de la historia, la justicia que había sido considerada inicialmente como la virtud universal comprensiva de todas las demás virtudes, es decir, como el principio y núcleo central de la moralidad; así lo atestigua el ejemplo del testimonio del sabio Teognis, quien explícitamente proclamo que " en la justicia se comprendían todas las virtudes. " Del mismo modo Platón concebía a la justicia como la virtud fundamental de la que derivaban todas las demás virtudes, pues constituía el principio armónico ordenador de éstas, determinando el campo de acción propio de cada una de las demás virtudes: de la prudencia o sabiduría para el intelecto, de la fortaleza o valor para la voluntad y de las templanzas para los apetitos y tendencias. Platón, aplicó también ese principio de armonía de la vida individual al Estado y al Derecho. Aristóteles, desarrollo una detallada teoría de la justicia como pauta y criterio del Derecho y como principio de la correcta ordenación de las relaciones entre los miembros de la comunidad política, pero seguía refiriéndose también a la justicia como expresión de la virtud total o perfecta, definiéndola como una medida de proporcionalidad de los actos que representa el medio equidistante entre el exceso y el defecto. De manera que ¡ajusticia fue reconocida y aceptada también como el supremo medio equidistante entre el exceso y el defecto, en aras de la dignidad humana. No puede existir dignidad humana sin libertad, justicia e igualdad, etc., si los mismos no incidieran favorablemente en la dignidad del ser humano, no tendría razón la existencia de tales principios. Se busca que el valor y derecho humano de la justicia se materialicen, por ello la interpretación de las normas constitucionales debe realizarse en forma armónica que le den cohesión a uno de los propósitos del Constituyente de 1999, como es la protección a la persona humana, en reconocimiento de la dignidad personal del hombre, por ello el ordenamiento jurídico en que se articula es expresión de las exigencias que se derivan de esa condición y de allí la importancia de la hermenéutica, la cual debe marcar pauta con el fin primordial de lograr la justicia. El Constituyente de 1999 plasmo en el Texto Constitucional vigente una Disposición Derogatoria única, a fin de derogar las normas vigentes preconstitucionales a la normativa constitucional, en los casos que colidan con el nuevo orden constitucional. En el caso concreto, se ha presentado la insoslayable interpretación entre la normativa constitucional y la norma legal contenida en la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia. La Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia establece la competencia de cada una de las Salas que integraban la extinta Corte Suprema de Justicia, normativa que se mantiene vigente en todo lo que no colida con la Constitución vigente, en la regulación de todas las Salas que integran el Tribunal Supremo de Justicia. El artículo 262 constitucional establece la composición del máximo Tribunal en Salas: Sala Plena, Constitucional, Político-Administrativa, de Casación Civil, Social, Electoral y de Casación Penal, con competencias especificas. 1.- ACCESO ALA JUSTICIA. La función jurisdiccional es una de las funciones del Estado, a través de la cual, el Estado debe garantizar la primacía del ordenamiento jurídico y por ende la seguridad jurídica. De los derechos regulados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela destaca, por su especial significación e importancia el derecho a la justicia, por cuanto el mismo es un derecho base que sirve de plataforma para esgrimir otros derechos y para hacer real y constatable el sistema de garantías establecido en el ordenamiento jurídico. El artículo 26 Constitucional " Toda persona tiene derecho de acceso a los órganos de administración de justicia para hacer valer sus derechos e intereses, incluso los colectivos o difusos, a la tutela judicial efectiva de los mismos y a obtener con prontitud la decisión correspondiente. El Estado garantizará una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea, transparente, autónoma, independiente, responsable, equitativa y expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos ni reposiciones inútiles. " De la disposición constitucional transcrita se derivan "prima facie" las siguientes connotaciones: El derecho de acceder a la jurisdicción, para entablar las pretensiones que considere convenientes en la defensa de derechos e intereses. La protección judicial, se traduce desde el punto de vista del órgano jurisdiccional en que el mismo debe estar predeterminado, observando las garantías procésales pertinentes y evitar las dilaciones innecesarias a fin de obtener con prontitud la decisión correspondiente. La tutela judicial, se articula en protección del ciudadano a través del debido proceso. Artículo 49 Constitucional. Este derecho es de aplicación inmediata porque como ya dijimos supra es un derecho- base que actúa como plataforma o instrumento para la protección de otros derechos, pues sin su efectiva e inmediata aplicación carecerían de suficiente operatividad los propios derechos y esto es consecuencia del < valor normativo> del Texto Constitucional. Esta aplicación inmediata del derecho a la tutela judicial, tiene otra repercusión y es la de su vinculación a todo el Poder Público, es origen inmediato de derechos y obligaciones y no mero principio programático de imperativa observancia, así se desprende del artículo 7 constitucional al establecer " La constitución es la norma suprema y el fundamento jurídico. Todas las personas y los órganos que ejercen el Poder Público están sujetos a esta Constitución." De manera que el derecho al acceso a la justicia, es la instrumentación formal de la defensa jurídica. El 257 constitucional establece que el proceso constituye un instrumento fundamental para la realización de la justicia. (subrayado nuestro). En un Estado de justicia, como lo establece nuestro Texto Constitucional, el acceso a la justicia no debe estar revestido de barreras que obstaculicen que entraben el fin último que se persigue, cual es la justicia. La tutela o protección jurisdiccional no quedará prestada efectivamente con la recepción de la pretensión por un órgano jurisdiccional y con la emisión de una sentencia, decidiendo acerca de su conformidad con el ordenamiento jurídico. La tutela sólo será efectiva si el órgano jurisdiccional reúne ciertas condiciones y, antes de dictar la sentencia sigue un proceso investido de las garantías que hagan posible la defensa de las partes. Estas condiciones están presentes en la parte infine del artículo 26 constitucional "... El Estado garantizará una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea, transparente, autónoma, independiente, responsable, equitativa y expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos ni reposiciones inútiles. ' Al estatuirse en el Texto Constitucional a la República Bolivariana de Venezuela como un Estado de Justicia, se busca que el valor y derecho humano de la justicia se materialicen, por ello la interpretación de las normas constitucionales debe realizarse en forma armónica que le den cohesión a uno de los propósitos del Constituyente de 1999, el Estado de Derecho, la protección a la persona humana y por ende la seguridad jurídica, de allí la importancia de la hermenéutica jurídica, ajustándola a la lectura constitucional en forma progresiva, eliminando las trabas de excesiva rigurosidad como han sido las formalidades, tal como lo preceptúa el 257 constitucional "... No se sacrificará la justicia por la omisión de formalidades no esenciales. " En el estudio in comento, se ha presentado la insoslayable interpretación entre la normativa constitucional y la norma legal contenida en el artículo 42, numeral 29 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, por órgano del Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional, respecto a la regulación del avocamiento como facultad excepcional sólo de la Sala Político - Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia. 2.- LA AVOCACIÓN. 2.1- Antecedentes. Históricamente, se definió al acto por intermedio del cual el rey se reservaba exclusivamente el conocimiento y decisión de un litigio. La jurisdicción, en el derecho antiguo se consideraba delegada desde el soberano a los tribunales, de modo que correspondía al príncipe originariamente, pero la ejercían los jueces por delegación. En los casos frecuentes de la concesión de un recurso de apelación, se consideraba que no hacían, sino devolver la jurisdicción, de modo que dentro de esta concepción política del poder judicial, era lógico que el soberano, aún prescindiendo de los recursos pudiese ejercer su derecho a avocarse alguna causa pendiente de resolución definitiva o de las que estaban por iniciarse en algún tribunal inferior. De esta manera el derecho de recabar el conocimiento y decisión de las causas, prescindía al mismo tiempo de la voluntad de las partes, aunque teóricamente, se lo ejercitara en casos en que constare la injusticia, la omisión, la injuria o negligencia de los jueces ordinarios. La institución tiene su origen en el Derecho Canónico y fue introducida por el Concilio de Letrán de 1213. De allí pasó al derecho francés que la perfecciono. En la época de la soberanía absoluta se ejerció en Francia y España frecuentemente está facultad con miras políticas, para sacar de los jueces naturales el juzgamiento de los pleitos; especialmente en los casos en que el reo era algún noble o persona allegada al soberano. El monarca español designaba comisiones especiales para que en su nombre ejercitaran la jurisdicción originaria. Legalmente era el supremo consejo quien tenía la facultad de avocarse a las causas que pendían ante las audiencias y juzgados inferiores. Al decir, de los autores esta facultad se consideró siempre odioso porque se ejercía en menosprecio de los jueces inferiores y a la vez causaba gastos y molestias a los litigantes. De acuerdo a sus antecedentes, se ejerció también con mucha frecuencia en nuestro ambiente judicial de la colonia y por algunos tribunales patrios. La institución de los jueces especiales, fue frecuente y constituyeron no pocas veces casos velados de avocación. En la época actual y en nuestra legislación, la avocación se ha considerado excepcional y se ha encontrado autorizada en la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, sin embargo, en reciente jurisprudencia emanada de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo ha sido sentado un nuevo criterio. 2.2 - Definición. Es la facultad atribuida a una jurisdicción superior para sacar un proceso tramitado o a tramitarse en un tribunal inferior, de su competencia. 2.3 - Objeto del Avocamiento. De acuerdo a los proyectistas de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, el objeto del avocamiento es traer al más Alto Tribunal de la República " cualquier asunto que por su gravedad y por las consecuencias que pudiera producir un fallo desatinado, amerite un tratamiento de excepción con el fin de prevenir antes de que se produzca una situación de caos, desquiciamiento, anarquía o cualesquiera otros inconvenientes a los altos intereses de la Nación y que pudiera perturbar el normal desenvolvimiento de las actividades políticas, económicas y sociales consagradas en nuestra Carta Magna." 2.4 - Régimen Competencia¡ en la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia. Del artículo 262 constitucional se desprende la integración del Tribunal Supremo de Justicia en Salas, a saber: Sala Plena, Sala Constitucional, Sala Político- Administrativa, Sala Electoral, Sala de Casación Civil, Sala de Casación Penal y Sala de Casación Social, las cuales tienen atribuida su competencia de acuerdo a la naturaleza del conflicto planteado, es decir, cada Sala ejerce su función de juzgar de acuerdo a una determinada materia. También tienen asignadas competencias excepcionales algunas salas en fundamento de circunstancias bien específicas. Esta norma constitucional tiene incidencia en el orden jurídico normativo, id est, prevalece sobre las normas de inferior jerarquía, es decir, sobre la normativa que la desarrolla, de allí que a las normas de rango legal o sublegal no les está dado innovar desde el punto de vista teleológico, ya que fija los fines de las normas que lo instrumentan y axiológico, en cuanto guarda relación con una serie de valores que son relevantes como la garantía procesal de ser juzgado por un juez predeterminado por el ordenamiento jurídico que en el nuevo orden constitucional tiene la naturaleza de derecho y garantía de acuerdo al artículo 49 constitucional sobre el debido proceso; así como dar cumplimiento a lo previsto en el artículo 26 y 257 constitucional sobre el acceso a la justicia, sin formalismos innecesarios para no sacrificar ¡ajusticia. Entrando al análisis del principio de competencia atribuida en el Texto Constitucional al Tribunal Supremo de Justicia, debemos afirmar que sería incongruente aceptar excepciones que no las ha previsto la norma constitucional y que por el contrario se mantienen en la normativa que desarrolla el aspecto atributivo de competencia lo cual colide con la suprema norma y deviene por ende la inconstitucionalidad de la legislación que la contenga, de conformidad con la Disposición Derogatoria Unica constitucional la cual preceptúa " Queda derogada la Constitución de la República de Venezuela decretada el veintitrés de enero de mil novecientos sesenta y uno. El resto del ordenamiento jurídico mantendrá su vigencia en todo lo que no contradiga a esta Constitución. " La Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia se mantiene vigente como normativa que regula al actual Tribunal Supremo de Justicia. El Titulo 11, Capitulo 1 de esta Ley contempla de la competencia y atribuciones de la Corte, en cada una de sus Salas, el artículo 42 prevé " Es de la competencia de la Corte como más alto Tribunal de la República: 29 Solicitar algún expediente que curse ante otro Tribunal, y avocarse al conocimiento del asunto, cuando lo juzgue pertinente ". Es de advertir que la potestad de avocamiento a nivel del máximo Tribunal de la República, id est, aquella conforme a la cual éste atrae para sí el conocimiento y decisión de un juicio que cursa ante otro tribunal de inferior jerarquía fue atribuida por la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia en el artículo 49, numeral 29, en concordancia con el artículo 43 de esta Ley. El artículo 43 de la LOCSJ, establece " La Corte conocerá en Pleno de los asuntos a que se refiere el artículo anterior en sus ordinales 1º al 8°. En Sala de Casación Civil, hasta tanto el Congreso decida la creación de nuevas Salas, de los enumerados en los ordinales 33,20 y 21, sí éstos últimos correspondieren a la jurisdicción civil, mercantil, del trabajo o de alguna otra especial; de igual manera conocerá de los asuntos a que se refiere el ordinal 34. En Sala de Casación Penal, de los señalados en los ordinales 30 al 32 y en los ordinales 20,21 y 34, cuando estos últimos correspondan a la jurisdicción penal. En Sala Político-Administrativa, de los mencionados en los restantes ordinales del mismo artículo y de cualquier otro que sea de la competencia de la Corte, si no está atribuido a alguna de las otras Salas. " De las disposiciones transcritas y en una lectura conjunta de ambos artículos se desprende el monopolio de la potestad de Avocamiento de la Sala Político Administrativa, es decir, única y exclusiva de esta Sala. 2.5 - Doctrina Jurisprudencial Del Avocamiento. A propósito de la colisión entre la norma legal y la constitucional en el marco de la competencia de cada una de las Salas que integran el actual Tribunal Supremo de Justicia, específicamente en la facultad excepcional de Avocamiento de la Sala Político Administrativa de solicitar una causa que cursare ante otro tribunal para avocarse al conocimiento del asunto, cuando lo juzgare pertinente cabe destacar, el criterio reiterado de la Sala Político Administrativa de la extinta Corte Suprema de Justicia, según la cual engendraba una grave restricción de garantías procésales constitucionales tales como, el derecho a la defensa, al juez natural, contenidas en el derecho garantía del debido proceso previsto ahora en el artículo 49 constitucional. En decisión emanada de la Sala Político - Administrativa en fecha 13 de agosto de 1985, caso viuda de Barboza Montiel, se estableció " de la lectura de la solicitud y de los recaudos anexos, se evidencia que el proceso a cuyo conocimiento se le pide a la Corte que se avoque, se refiere a una solicitud de inhabilitación, que es de la exclusiva y especial competencia de los Tribunales de Primera Instancia en lo Civil, a tenor de lo establecido en el artículo 568 del Código de Procedimiento Civil y, en ningún caso, materia de la competencia de los órganos de la jurisdicción contencioso administrativa. " En sentencia, de la Sala Político Administrativa del 10 de agosto de 1989, caso: Wolmer Pinilla y otro, la Sala tras considerar que la materia subyacente distaba de aquéllas para la cual tenía competencia natural, es decir, contencioso- administrativa, se pronunció que avocarse al mismo "... implicaría no sólo privación del debido proceso, sino aún - en esta forma del juez natural que corresponda, aún cuenta habida del carácter extraordinario de la figura de la avocación; ambas garantías también de rango constitucional (artículos 68 y 69) y protectoras asimismo de los derechos humanos. " En este mismo sentido, el fallo dictado por la SPA el 30 de julio de 1992, según el cual el avocamiento "... aunque no altera radicalmente la competencia ratione materiae de los tribunales, constituye sin duda una variación de la competencia por grado y, en este sentido, lo más resaltante resulta ser, la inaplicabilidad del principio ` bi- instancia' con la cual se vulnera el derecho a la revisión de las decisiones judiciales " Aún cuando estas decisiones no manifestaron expresamente la desaplicación de la norma contenida en el artículo 42, numeral 29 de la LOCSJ, es decir, un control difuso, a nuestro modo de ver si se constituyo tal desaplicación, en atención a la superioridad de los derechos fundamentales. Igualmente, en la sentencia del 10 de julio de 19961a SPA afirmo "... que el ejercicio del avocamiento requería prudencia y cautela ya que la misma es derogatoria de un principio básico del derecho como lo es, la regla de la competencia inspirada en la noción del juez natural y el debido proceso. " A pesar de que esta facultad excepcional de avocamiento, ha sido exclusiva de la Sala Político administrativa, puede afirmarse que la misma fue asumida por la SPA con mucha cautela, derivándose toda una doctrina de excepcionalidad para su conocimiento. Este criterio de exclusividad previsto en la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia no podía escapar al análisis dentro del contexto del nuevo orden constitucional vigente en Venezuela. A raíz de la solicitud de los apoderados judiciales del Sindicato Profesional de Trabajadores al Servicio de la Industria Cementera, Empresas Filiales, Conexas, Inherentes, Afines, Similares y Subsidiarias del Estado Trujillo ( SINTRACEMENTO) de que la Sala Constitucional se avocara al conocimiento de un proceso de amparo constitucional, contra la Corporación de Cemento Andino, porque la misma procedió de modo unilateral y arbitrario a variar la base de cálculo de los beneficios de utilidades y bonificación de fin de año de los trabajadores, se extendió la facultad de avocamiento a las demás salas. En fecha 24 de abril de 2002 la Sala Constitucional en ponencia del Magistrado José Delgado Ocando, se pronunció que la Sala Político Administrativa no estaba facultada constitucionalmente para examinar solicitudes de avocamiento ni adentrarse al conocimiento de conflictos ajenos a su competencia natural. En cuanto a la declaratoria de competencia de la misma para examinar el caso en cuestión, la Sala paso primero por declarar la constitucionalidad o no de la norma contenida en el artículo 43, numeral 29 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia. Analizando la constitucionalidad de la norma del caso de marras, a través de un control incidental de constitucionalidad que se realiza a través de un procedimiento de constitucionalidad pero dentro del proceso que ha dado lugar al incidente, posición asumida por la Sala en el caso Yrene Martínez Rodríguez del 11. 12.01, en la que se afirmó que si tal determinación es un incidente que en cuanto tal, es prejudicial a la decisión de fondo, la misma debe declarar la correspondencia de la norma en cuestión con la Constitución, con efectos pro futuro yerga omnes, en virtud de la jurisdicción constitucional que le atribuyen los artículos 334, infine, 335 y 336.1 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. De manera, que siendo congruente con este criterio la Sala Constitucional se declaro competente para declarar la nulidad por inconstitucionalidad de la norma contenida en el artículo 42.29 de la LOCSJ con efectos generales pro futuro y extendiendo la competencia de avocamiento a las otras Salas. Así el Máximo Tribunal dejó sentado "...que la facultad de avocamiento conferida a la Sala Político Administrativa por el artículo 43 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia no está prevista en la Constitución, ni se deduce de ella, ni la justifica su texto, y que, por el contrario, conspira contra el principio de competencia que informa la labor que desempeñan las Salas del máximo tribunal de la República (art 232), esta Sala concluye en que dicho precepto resulta inconstitucional." (Consultado en sentencia original del 24.04.02) Esta decisión sin duda alguna tiene una gran significación en el mundo jurídico: i) De acuerdo al nuevo orden constitucional resulta odioso la excepcionalidad de la facultad de avocamiento a una Sala y más aún como lo dejo sentado la Sala Político Administrativa de la extinta Corte Suprema de Justicia sólo podía conocer de lo que es su competencia natural, es decir, que fuera subsumido dentro de la competencia contencioso administrativa lo cual a nuestro modo de ver fue una interpretación restrictiva, porque estando consciente el sentenciador de las garantías que se vulneraban, debió tomar en consideración la exclusión de las demás Salas para avocarse, de manera que su interpretación debía estar orientada a darle respuesta a los justiciables, haciendo valer el principio del iura novit curia. Cabe destacar que bajo el imperio de la Constitución de 1961 tampoco era aceptable tal excepción, pues en ambos Textos Constitucionales esta exclusividad lleva intrínseca la vulneración del debido proceso, comprendido en este, de acuerdo al artículo 49 constitucional vigente la defensa y los medios adecuados para la misma. ii) Esta facultad de avocamiento debe entenderse que la misma se debe ejercer ante casos de manifiesta injusticia, denegación de justicia, por razones de interés público y/o social, o necesidad de restablecer el orden en algún proceso judicial. Por ello se hacía necesario eliminar su excepcionalidad y extender tal facultad a las otras Salas del Tribunal Supremo de Justicia de acuerdo a la materia. iii) Esta decisión debe insertarse en la visión de prestar un eficiente y eficaz servicio de administración de justicia, evitándose trabas que obstaculicen el acceso a la justicia y por ende a una tutela judicial efectiva, concebida esta en las fases del debido proceso la protección cautelar y la ejecución de lo fallado. En este orden de ideas, el criterio sentado por la decisión supra esgrimida ha servido de base en un caso de gran trascendencia nacional e internacional como es el caso de Puente Llaguno. A raíz de la decisión de la Jueza del Juzgado Cuadragésimo de Primera Instancia en función de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, que decreto el sobreseimiento de la causa a los ciudadanos imputados Richard José Peñalver, Rafael Arturo Guédez Mesutti, Henry Danilo Atencio Atencio y Rafael Ignacio Cabrices Landaeta. En virtud de esta decisión interpusieron una solicitud de avocamiento ante la Sala de Casación Penal los abogados Carlos Alfonso Prince Arellan, Victor Hugo Mejías, Alexis José Natera Pérez y Flemino Veitia, en su carácter de miembros de la Fundación (en proceso de constitución) " NO OLVIDEMOS EL 11 DE ABRIL" y por los ciudadanos abogados Gerardo Blide, Julio Andrés Borges, Liliana Hernández, Carlos Ocariz, y Ramón José Medina, en su carácter de diputados de la Asamblea Nacional y por la ciudadana Malvina Pesgate, en su carácter de víctima por haber sido herida en los sucesos del 11 de abril de 2002. Argumentan, la solicitud en los siguientes términos: 1.- " La decisión de la Juez del Tribunal Cuadragésimo de Control (sic) no se corresponde a (sic) los objetivos primordiales de la justicia y a nuestro criterio no se encuentra ajustada a derecho (sic), por ello ha (sic) causado un gran estupor en la comunidad y estamos seguros que (sic) nos encontramos ante un caso de manifiesta injusticia". 2.- Que es un hecho comunicacional (sic) relevado de pruebas y que los acontecimientos ocurridos en las inmediaciones del palacio de Miraflores el 11 de abril de 2002 causaron inmensa conmoción en el país e incluso en el exterior. 3.- Y que la decisión dictada por la Juez Cuadragésima de Control del Circuito Penal del Área Metropolitana de Caracas, causo conmoción en la sociedad venezolana y por eso necesita una revisión "inmediata " por parte de la Sala. Para la declaratoria de competencia de la Sala Penal en el avocamiento de esta causa, era impretermitible que el sentenciador tomara el criterio de la decisión de la Sala Constitucional del 24.04.02, bajo ponencia del Magistrado José Delgado Ocando ( sentencia N° 806, expediente 00-349) que declaro al artículo 42.29 de la LOCSJ inconstitucional y que extendió la facultad de avocamiento a las otras Salas. Apoyándose en esta decisión se declaro competente para el examen de la solicitud planteada. Bajo ponencia del Magistrado Alejandro Angulo Fontiveros, de fecha 23 de julio de 2002, señala la Sala de Casación Penal que "el avocamiento es una institución jurídica de carácter discrecional y excepcional que le otorga al Tribunal Supremo de Justicia, en todas sus Salas, el derecho de solicitar un expediente a cualquier tribunal que esté conociéndolo y una vez que lo reciba, el derecho de resolver si se avoca al conocimiento del asunto y, si fuere el caso, el de poder decidir con cual propósito se avoca y cuales órdenes imparte. Así mismo, si bien es cierto que por vía jurisprudencial se han establecido determinadas condiciones para la procedencia del avocamiento, éste sólo deberá efectuarse por excepción y cuando los eventuales recursos o soluciones puedan resultar ineficaces para hacer justicia, proteger el orden jurídico y los derechos colectivos e individuales ". En este sentido, engrana la decisión de la Sala Político Administrativa de fecha 07 de marzo de 2002, bajo ponencia del Magistrado Hadel Mostafa, en la cual se ha señalado: 1. " Que las garantías o medios existentes resulten inoperantes para la adecuada protección de los derechos e intereses jurídicos de las partes intervinientes en determinados procesos; 2. " Que el asunto curse ante otro tribunal de la República, con independencia de su jerarquía, competencia y especialidad, sin importar la etapa o fase procesal en que se encuentra la causa'. 3. "Que las presuntas irregularidades denunciadas en la solicitud de avocamiento, hayan sido oportunamente reclamadas sin éxito en la instancia donde curse la causa'; 4. "Que exista un desorden procesal de tal magnitud que trascienda el mero interés privado de las partes involucradas y exija la intervención de este órgano jurisdiccional ' y, 5. "Que exista una situación de manifiesta injusticia o de evidente error jurídico ". Esta sentencia es un gran aporte que se ha hecho en la construcción jurisprudencia¡ de la figura del avocamiento, ya que crea varias condiciones para justificar el avocamiento, particularmente nos referiremos a la competencia, id est, que el asunto curse ante otro tribunal de la República, independientemente de su jerarquía, competencia y especialidad, sin importar la etapa o fase procesal en que se encuentra la causa. Esto resulta muy importante, ya que entendemos que el sentenciador está obviando el principio de la competencia y/ o de la especialidad basado en el principio del iura novit curia, es decir, el juez conoce el derecho. La laboriosidad del juzgador se debe entronizar en su aspecto personal- ético- profesional, olvidando la indolencia para velar por la eficiencia, eficacia y la atención al justiciable. Por ello se exige a nivel constitucional la idoneidad del juez, recordemos que el juez es el director del proceso, como lo preceptúa el Código de Procedimiento Civil. El requisito de la idoneidad tiene base constitucional, así el 26 constitucional parte infine establece "... El Estado garantizará una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea, transparente, independiente, responsable, equitativa y expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos o reposiciones inútiles. " El artículo 255 constitucional establece que el ingreso a la carrera judicial y el ascenso de los jueces o juezas se hará por concurso de oposición públicos que aseguren la idoneidad y excelencia de los participantes. En este sentido, la sentencia del 24 de marzo de 2000, caso Rosario Nouel de Monsalve, con ponencia de Carlos Escarra "...Esta nueva concepción de Estado de Justicia trae consigo no tan sólo una transformación orgánica del sistema judicial (artículos 253 y 254 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela), sino también un cambio en la razón íntima que cada ciudadano, y especialmente el juez, debe tener con el fin de lograr que la justicia más que un bálsamo frente a las heridas de la sociedad, en los términos de Calamandrei , sea ese cuerpo vivo que late y palpita según lo expresa Gómez Rebolledo. (Meditaciones sobre la Justicia. Fondo de Cultura Económica p. 17) citada por Rafael OrtizOrtiz en su obra Tutela Constitucional Preventiva año 2000. En este sentido el juez, a quien se le reclama y exige justicia, debe ser igualmente producto de un hecho democrático que establezca un vínculo de afinidad entre la sociedad que exige y el poder que interpreta los valores y los principios constitucionales para alcanzar los fines del Estado... " Por otra parte, en este criterio ha jugado un papel determinante el artículo 257 constitucional, el cual establece un engranaje del valor y derecho justicia con el proceso, estableciendo "El proceso constituye un instrumento fundamental para la realización de la justicia ... No se sacrificará la justicia por la omisión de formalidades ". Igualmente, en jurisprudencia reiterada (11 de mayo de 2000 y 20 de febrero de 2001) de la SPA el avocamiento tiene dos fases: 1) Se inicia con la solicitud de avocamiento y ya habiéndose verificado el cumplimiento de los requisitos de procedencia, se ordena la remisión del expediente que curse ante otro tribunal e " ipsofacto " implica esto la orden de paralizar cualquier actuación, tanto del juez como de las partes"(subrayado de la sentencia) En este sentido, la Sala Penal se pronuncia (Desde luego y ajuicio de la Sala Penal, tal paralización debe comprender también la eventual ejecutoria de otro juez que pudiera estar conociendo deforma momentánea, como por ejemplo en caso de alguna apelación ya intentada). 2)Se inicia con el hecho de avocarse propiamente al conocimiento de la causa. Seguidamente, la Sala Penal hace una serie de consideraciones sobre los hechos que dan origen a la solicitud de avocamiento en el caso de autos: " Esa consideración demuestra que tales hechos fueron no sólo evidentes sino de suma gravedad y ameritan ser investigados para clarificar si constituyen delitos. Porque lo que resulta inaceptable, por ilegal e injusto, es que actos de tal índole no sean investigados a cabalidad. Y eso es exactamente lo que ha ocurrido en el presente caso". (subrayado de la sentencia) Por otra parte la decisión de la Jueza Norma Elisa Sandoval Moreno, se basó en los defectos de fondo y forma que le atribuyo a la acusación fiscal, por presentar varios escritos complementarios de la acusación, debido a la complejidad de la recopilación de las pruebas, sin embargo ésta no debe tildarse de defectuosa, porque en general si cumplió con los requisitos exigidos en el artículo 326 del Código Orgánico Procesal Penal "y que dada tanto la evidencia cuanto la gravedad de los hechos imputados, no debió la juez sobreseer y sacrificar la justicia por informalidades no esenciales, pues ello constituye la violación del artículo 257 de la Constitución de al República Bolivariana de Venezuela ". En razón, de lo esgrimido la Sala de Casación Penal, se pronunció en los siguientes términos: 1) Se AVOCA al conocimiento de la presente causa; 2) ANULA la sentencia dictada por el Tribunal Cuadragésimo de Primera Instancia en Función de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas el 11 de julio de 2002, mediante la cual dictó el SOBRESEIMIENTO de la causa que se le sigue a los ciudadanos imputados RICHARD JOSE PEÑALVER, RAFAEL ARTURO GUEDEZ MESUTI, HENRY DANIL0 ATENCIO ATENCIO y RAFAEL IGNACIO CABRICES LANDAETA.( subrayado de la sentencia) Podemos afirmar que la institución del avocamiento ha tenido una construcción jurisprudencial enmarcada, en una interpretación amplia - progresiva como lo establece el nuevo orden constitucional, que incidefavorablemente en la virtuosidad de ese Estado de Justicia que dejó plasmado el Constituyente de 1999, es decir, hacer constatable el artículo 2 constitucional. En un caso como el que precede, revestido por la gravedad de los hechos y las consecuencias que pudiera ocasionar un fallo desatinado, en cuanto a los altos intereses de la Nación y a la protección de los derechos humanos no sólo en su naturaleza de derechos sino también de valor preeminente al ordenamiento jurídico como lo preceptúa el artículo 2 constitucional concatenado con el 26 constitucional, donde no sólo se proclaman derechos sino también se garantizan, constituyen el Estado de Justicia estatuido en el Texto Constitucional. CONCLUSIONES El valor justicia establecido en la Carta Magna es al mismo tiempo un derecho humano, consagrado en diversas disposiciones constitucionales y una garantía para el Estado de garantizar a los justiciables una recta , eficaz y eficiente administración de justicia para obtener resultados tangibles, virtuoso, como es la realización de la justicia; la misma debe ser accesible, expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos o trabas que la obstaculicen. Históricamente, se definió la avocación como al acto por intermedio del cual el rey se reservaba exclusivamente el conocimiento y decisión de un litigio. La jurisdicción, en el derecho antiguo se consideraba delegada desde el soberano a los tribunales, de modo que correspondía al príncipe originariamente, pero la ejercían los jueces por delegación. Del artículo 262 constitucional se desprende la integración del Tribunal Supremo de Justicia en Salas, a saber, Sala Plena, Sala Constitucional, Sala PolíticoAdministrativa, Sala Electoral, de Casación Civil, Sala de Casación Penal y de Casación Social, las cuales tienen atribuida su competencia de acuerdo a la naturaleza del conflicto planteado, es decir, cada Sala ejerce su función de juzgar de acuerdo a una determinada materia. La Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia se mantiene vigente como normativa que regula al actual Tribunal Supremo de Justicia. El Titulo II, Capitulo 1 de esta Ley contempla la competencia y atribuciones de la Corte, en cada una de sus Salas. Los artículos 42.29 y 43 establece la facultad de avocamiento por parte de la Sala Político Administrativa. A pesar de que esta facultad excepcional de avocamiento, ha sido exclusiva de la Sala Político administrativa, puede afirmarse que la misma fue asumida por la SPA con mucha cautela, derivándose toda una doctrina jurisprudencial de excepcionalidad para su conocimiento. Este criterio de exclusividad previsto en la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia no podía escapar al análisis dentro del contexto del nuevo orden constitucional vigente en Venezuela. El objeto del avocamiento es traer al más Alto Tribunal de la República cualquier asunto que por su gravedad y por las consecuencias que pudiera producir un fallo desatinado, amerite un tratamiento de excepción con el fin de prevenir antes de que se produzca una situación de caos, desquiciamiento, anarquía o cualesquiera otros inconvenientes a los altos intereses de la Nación y que pudiera perturbar el normal desenvolvimiento de las actividades políticas, económicas y sociales consagradas en nuestra Carta Magna. En fecha 24 de abril de 2002 la Sala Constitucional en ponencia del Magistrado José Delgado Ocando, se pronunció que la facultad de avocamiento conferida a la Sala Político Administrativa por el artículo 43 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia no está prevista en la Constitución y que, por el contrario, conspira contra el principio de competencia que informa la labor que desempeñan las Salas del máximo tribunal de la República (art 232), la Sala concluye que dicho precepto resulta inconstitucional. El criterio sentado por esta decisión ha servido de base en un caso de gran trascendencia nacional e internacional como es el caso de Puente Llaguno, a raíz de los sucesos del 11 de abril de 2002. Podemos afirmar que la institución del avocamiento ha tenido una construcción jurisprudencial enmarcada, en una interpretación amplia - progresiva como lo establece el nuevo orden constitucional, que incide favorablemente en la virtuosidad de ese Estado de Justicia que dejó plasmado el Constituyente de 1999, es decir, hacer constatable el artículo 2 constitucional. BIBLIOGRAFÍA ALVAREZ SACRISTAN. Isidoro. La Justicia y su Eficacia. Editorial COLEX. Madrid. 1999 BREWER CARIAS. Allan. La Constitución de 1999. Caracas. 2000 CAPPELLETTI. Mauro y BRYAN GARTH. El Acceso a la Justicia. Editorial Fondo de Cultura Económica. México. 1997 CAROCCA PÉREZ. Alex. Garantía Constitucional de la Defensa Procesal. Editorial.JBBarcelona- España. 1997 Código de Procedimiento Civil. Eduven. Caracas- Venezuela. 1987 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Gaceta Oficial N°36.860. Caracas-Venezuela. 1999 Enciclopedia Jurídica Omeba. Tomo I . Editorial Bibliográfica. Argentina. Buenos AiresAño 19 Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia Comentada. Editorial Jurídica venezolana. Caracas. 1991 Página Web www.tsj,gov.ve