"CONSIDERACIONES SOBRE EL AVOCAMIENTO". Judith Useche

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"CONSIDERACIONES SOBRE EL AVOCAMIENTO".
Judith Useche Investigadora del Instituto de Derecho Comparado de la Facultad de
Derecho y Docente de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad
de Carabobo
RESUMEN.
El artículo 2 del Texto Constitucional consagra los valores que sustentan un Estado
Democrático, de Derecho y de Justicia propugnándolos como valores superiores a su
ordenamiento jurídico como la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la
democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos,
la ética y el pluralismo político.
El valor justicia establecido en la Carta Magna, es al mismo tiempo un derecho humano,
consagrado en diversas disposiciones constitucionales y una garantía para el Estado de
garantizar a los justiciables una recta, eficaz y eficiente administración de justicia para
obtener resultados tangibles, virtuosos, como es la realización de la justicia; la misma debe
ser accesible, expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos o trabas que la obstaculicen.
La hermenéutica jurídica del orden constitucional vigente va a incidir significativamente en la
materialización del Estado de justicia que delineó el Constituyente de 1999.
En reciente interpretación de la Sala Constitucional se ha declarado inconstitucional la
disposición contenida en el artículo 43 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia
con efectos generales y pro-.futuro en lo que respecta a la facultad de avocamiento
establecida en el artículo 42, numeral 29 que solo ha estado atribuida a la Sala Político
Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, en lo sucesivo, será competencia de todas
las salas que integran el máximo Tribunal, con consecuencias bien importantes en la
administración de justicia.
Palabras Claves: Avocamiento- Justicia- Estado de Derecho- Estado de Justicia
CONSIDERATIONS ON THE AVOCAMENT.
ABSTRACT.
The article 2 of the Constitutional Text consecrate the values that sustain a Democratic State,
of Right and of Justice pro-fights like superior values to their juridical classification, as the
life, the freedom, the justice, the equality, the solidarity, the democracy, the social
responsibility and in general, the pre-eminence of the human rights, the ethics and the
political pluralism.
The value justice settled down in the Great Letter, is at the same time a human right,
consecrated in diverse constitutional dispositions and a guarantee for the State of
guaranteeing to the actionable ones a straight line, effective and efficient administration of
justice to obtain tangible results, virtuoso, like it is the realización of the justice; the same one
should be accessible, expedite, without undue delays, without formalisms or obstacles that
block it.
The artificial hermeneutics of the effective constitutional order will impact signifcantly in the
materialization of the State of justice that delineated the Constituent of 1999.
In recent interpretation of the Constitutional Room it has been declared unconstitutional the
disposition contained in the article 43 of the Organic Law of the Supreme Cortrt of Justice
with general effects and profuture in what concerns to the ability of the avocament settled
down in the article 42, numeral 29 that alone it has been attributed to the Room Politician
Office worker of the Supreme Tribunal of Justice, in the successive thing it will be
competition of all the Rooms that integrate the Maximum Tribunal. with very important
consequences in the administration of justice.
Key Words: Avocament - Justice - State of Right - State of Justice
INTRODUCCIÓN.
En la actualidad la temática jurídica presenta los más variados tópicos, a raíz del Texto
Constitucional vigente dictado por la Asamblea Nacional Constituyente y aprobado por el
pueblo venezolano en 1999.
El Constituyente de 1999 delineo en el artículo 2 del Texto Constitucional los valores que
sustentan a un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, propugnándolos como
valores superiores a su ordenamiento jurídico, como la vida, la libertad, la justicia, la
igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la
preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político.
El valor justicia establecido en la Carta Magna, es al mismo tiempo un derecho humano,
consagrado en diversas disposiciones constitucionales y una garantía para el Estado de
garantizar a los justiciables una recta, eficaz y eficiente administración de justicia para
obtener resultados tangibles, virtuoso, como es la realización de la justicia; la misma debe ser
accesible, expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos o trabas que la obstaculicen.
En la interpretación de este orden constitucional juegan un rol muy importante los tribunales,
particularmente el Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional.
En una de esas interpretaciones de la Sala Constitucional se ha declarado inconstitucional la
disposición contenida en el artículo 43 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia
con efectos generales y profuturo en lo que respecta a la facultad de avocamiento establecida
en el artículo 42, numeral 29 que solo ha estado atribuida a la Sala Político Administrativa
del Tribunal Supremo de Justicia, en lo sucesivo, será competencia de todas las Salas que
integran el máximo Tribunal con consecuencias bien importantes en la administración de
justicia.
El tema en estudio es de gran importancia y pertinencia, en el sentido que esta hermenéutica,
persigue materializar el Estado de Justicia, consagrado en el Texto Constitucional.
CONSIDERACIONES GENERALES.
En la actualidad, todos admiten que la justicia sea el más importante y el mejor de los
principios ideales que han de orientar la organización social; algunos afirman incluso que la
justicia es solamente el principio peculiar de aquellas sociedades que por ser complejas y
estar éticamente divididas, necesitan recurrir a un tipo de regulación que como la justicia,
promueve una unidad artificiosa mediante el equilibrio o ajuste de correspondencias entre los
intereses individuales enfrentados. Durante una larguísima etapa de la historia, la justicia que
había sido considerada inicialmente como la virtud universal comprensiva de todas las demás
virtudes, es decir, como el principio y núcleo central de la moralidad; así lo atestigua el
ejemplo del testimonio del sabio Teognis, quien explícitamente proclamo que " en la justicia
se comprendían todas las virtudes. " Del mismo modo Platón concebía a la justicia como la
virtud fundamental de la que derivaban todas las demás virtudes, pues constituía el principio
armónico ordenador de éstas, determinando el campo de acción propio de cada una de las
demás virtudes: de la prudencia o sabiduría para el intelecto, de la fortaleza o valor para la
voluntad y de las templanzas para los apetitos y tendencias.
Platón, aplicó también ese principio de armonía de la vida individual al Estado y al Derecho.
Aristóteles, desarrollo una detallada teoría de la justicia como pauta y criterio del Derecho y
como principio de la correcta ordenación de las relaciones entre los miembros de la
comunidad política, pero seguía refiriéndose también a la justicia como expresión de la virtud
total o perfecta, definiéndola como una medida de proporcionalidad de los actos que
representa el medio equidistante entre el exceso y el defecto.
De manera que ¡ajusticia fue reconocida y aceptada también como el supremo medio
equidistante entre el exceso y el defecto, en aras de la dignidad humana.
No puede existir dignidad humana sin libertad, justicia e igualdad, etc., si los mismos no
incidieran favorablemente en la dignidad del ser humano, no tendría razón la existencia de
tales principios.
Se busca que el valor y derecho humano de la justicia se materialicen, por ello la
interpretación de las normas constitucionales debe realizarse en forma armónica que le den
cohesión a uno de los propósitos del Constituyente de 1999, como es la protección a la
persona humana, en reconocimiento de la dignidad personal del hombre, por ello el
ordenamiento jurídico en que se articula es expresión de las exigencias que se derivan de esa
condición y de allí la importancia de la hermenéutica, la cual debe marcar pauta con el fin
primordial de lograr la justicia.
El Constituyente de 1999 plasmo en el Texto Constitucional vigente una Disposición
Derogatoria única, a fin de derogar las normas vigentes preconstitucionales a la normativa
constitucional, en los casos que colidan con el nuevo orden constitucional. En el caso
concreto, se ha presentado la insoslayable interpretación entre la normativa constitucional y la
norma legal contenida en la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia.
La Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia establece la competencia de cada una de las
Salas que integraban la extinta Corte Suprema de Justicia, normativa que se mantiene vigente
en todo lo que no colida con la Constitución vigente, en la regulación de todas las Salas que
integran el Tribunal Supremo de Justicia.
El artículo 262 constitucional establece la composición del máximo Tribunal en Salas: Sala
Plena, Constitucional, Político-Administrativa, de Casación Civil, Social, Electoral y de
Casación Penal, con competencias especificas.
1.- ACCESO ALA JUSTICIA.
La función jurisdiccional es una de las funciones del Estado, a través de la cual, el Estado
debe garantizar la primacía del ordenamiento jurídico y por ende la seguridad jurídica.
De los derechos regulados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
destaca, por su especial significación e importancia el derecho a la justicia, por cuanto el
mismo es un derecho base que sirve de plataforma para esgrimir otros derechos y para hacer
real y constatable el sistema de garantías establecido en el ordenamiento jurídico. El artículo
26 Constitucional " Toda persona tiene derecho de acceso a los órganos de administración de
justicia para hacer valer sus derechos e intereses, incluso los colectivos o difusos, a la tutela
judicial efectiva de los mismos y a obtener con prontitud la decisión correspondiente.
El Estado garantizará una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea, transparente,
autónoma, independiente, responsable, equitativa y expedita, sin dilaciones indebidas, sin
formalismos ni reposiciones inútiles. " De la disposición constitucional transcrita se derivan
"prima facie" las siguientes connotaciones:
El derecho de acceder a la jurisdicción, para entablar las pretensiones que considere
convenientes en la defensa de derechos e intereses.
La protección judicial, se traduce desde el punto de vista del órgano jurisdiccional en que el
mismo debe estar predeterminado, observando las garantías procésales pertinentes y evitar las
dilaciones innecesarias a fin de obtener con prontitud la decisión correspondiente.
La tutela judicial, se articula en protección del ciudadano a través del debido proceso.
Artículo 49 Constitucional.
Este derecho es de aplicación inmediata porque como ya dijimos supra es un derecho- base
que actúa como plataforma o instrumento para la protección de otros derechos, pues sin su
efectiva e inmediata aplicación carecerían de suficiente operatividad los propios derechos y
esto es consecuencia del < valor normativo> del Texto Constitucional.
Esta aplicación inmediata del derecho a la tutela judicial, tiene otra repercusión y es la de su
vinculación a todo el Poder Público, es origen inmediato de derechos y obligaciones y no
mero principio programático de imperativa observancia, así se desprende del artículo 7
constitucional al establecer " La constitución es la norma suprema y el fundamento jurídico.
Todas las personas y los órganos que ejercen el Poder Público están sujetos a esta
Constitución."
De manera que el derecho al acceso a la justicia, es la instrumentación formal de la defensa
jurídica. El 257 constitucional establece que el proceso constituye un instrumento
fundamental para la realización de la justicia. (subrayado nuestro).
En un Estado de justicia, como lo establece nuestro Texto Constitucional, el acceso a la
justicia no debe estar revestido de barreras que obstaculicen que entraben el fin último que se
persigue, cual es la justicia.
La tutela o protección jurisdiccional no quedará prestada efectivamente con la recepción de la
pretensión por un órgano jurisdiccional y con la emisión de una sentencia, decidiendo acerca
de su conformidad con el ordenamiento jurídico. La tutela sólo será efectiva si el órgano
jurisdiccional reúne ciertas condiciones y, antes de dictar la sentencia sigue un proceso
investido de las garantías que hagan posible la defensa de las partes.
Estas condiciones están presentes en la parte infine del artículo 26 constitucional "... El
Estado garantizará una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea, transparente, autónoma,
independiente, responsable, equitativa y expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos
ni reposiciones inútiles. '
Al estatuirse en el Texto Constitucional a la República Bolivariana de Venezuela como un
Estado de Justicia, se busca que el valor y derecho humano de la justicia se materialicen, por
ello la interpretación de las normas constitucionales debe realizarse en forma armónica que le
den cohesión a uno de los propósitos del Constituyente de 1999, el Estado de Derecho, la
protección a la persona humana y por ende la seguridad jurídica, de allí la importancia de la
hermenéutica jurídica, ajustándola a la lectura constitucional en forma progresiva,
eliminando las trabas de excesiva rigurosidad como han sido las formalidades, tal como lo
preceptúa el 257 constitucional "... No se sacrificará la justicia por la omisión de
formalidades no esenciales. "
En el estudio in comento, se ha presentado la insoslayable interpretación entre la normativa
constitucional y la norma legal contenida en el artículo 42, numeral 29 de la Ley Orgánica de
la Corte Suprema de Justicia, por órgano del Tribunal Supremo de Justicia en Sala
Constitucional, respecto a la regulación del avocamiento como facultad excepcional sólo de
la Sala Político - Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia.
2.- LA AVOCACIÓN.
2.1- Antecedentes.
Históricamente, se definió al acto por intermedio del cual el rey se reservaba exclusivamente
el conocimiento y decisión de un litigio.
La jurisdicción, en el derecho antiguo se consideraba delegada desde el soberano a los
tribunales, de modo que correspondía al príncipe originariamente, pero la ejercían los jueces
por delegación. En los casos frecuentes de la concesión de un recurso de apelación, se
consideraba que no hacían, sino devolver la jurisdicción, de modo que dentro de esta
concepción política del poder judicial, era lógico que el soberano, aún prescindiendo de
los recursos pudiese ejercer su derecho a avocarse alguna causa pendiente de resolución
definitiva o de las que estaban por iniciarse en algún tribunal inferior.
De esta manera el derecho de recabar el conocimiento y decisión de las causas, prescindía al
mismo tiempo de la voluntad de las partes, aunque teóricamente, se lo ejercitara en casos en
que constare la injusticia, la omisión, la injuria o negligencia de los jueces ordinarios.
La institución tiene su origen en el Derecho Canónico y fue introducida por el Concilio de
Letrán de 1213. De allí pasó al derecho francés que la perfecciono. En la época de la
soberanía absoluta se ejerció en Francia y España frecuentemente está facultad con miras
políticas, para sacar de los jueces naturales el juzgamiento de los pleitos; especialmente en
los casos en que el reo era algún noble o persona allegada al soberano. El monarca español
designaba comisiones especiales para que en su nombre ejercitaran la jurisdicción originaria.
Legalmente era el supremo consejo quien tenía la facultad de avocarse a las causas que
pendían ante las audiencias y juzgados inferiores. Al decir, de los autores esta facultad se
consideró siempre odioso porque se ejercía en menosprecio de los jueces inferiores y a la vez
causaba gastos y molestias a los litigantes.
De acuerdo a sus antecedentes, se ejerció también con mucha frecuencia en nuestro ambiente
judicial de la colonia y por algunos tribunales patrios. La institución de los jueces especiales,
fue frecuente y constituyeron no pocas veces casos velados de avocación.
En la época actual y en nuestra legislación, la avocación se ha considerado excepcional y se
ha encontrado autorizada en la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, sin embargo,
en reciente jurisprudencia emanada de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo ha sido
sentado un nuevo criterio.
2.2 - Definición.
Es la facultad atribuida a una jurisdicción superior para sacar un proceso tramitado o a
tramitarse en un tribunal inferior, de su competencia.
2.3 - Objeto del Avocamiento.
De acuerdo a los proyectistas de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, el objeto
del avocamiento es traer al más Alto Tribunal de la República " cualquier asunto que por su
gravedad y por las consecuencias que pudiera producir un fallo desatinado, amerite un
tratamiento de excepción con el fin de prevenir antes de que se produzca una situación de
caos, desquiciamiento, anarquía o cualesquiera otros inconvenientes a los altos intereses de la
Nación y que pudiera perturbar el normal desenvolvimiento de las actividades políticas,
económicas y sociales consagradas en nuestra Carta Magna."
2.4 - Régimen Competencia¡ en la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia.
Del artículo 262 constitucional se desprende la integración del Tribunal Supremo de Justicia
en Salas, a saber: Sala Plena, Sala Constitucional, Sala Político- Administrativa, Sala
Electoral, Sala de Casación Civil, Sala de Casación Penal y Sala de Casación Social, las
cuales tienen atribuida su competencia de acuerdo a la naturaleza del conflicto planteado, es
decir, cada Sala ejerce su función de juzgar de acuerdo a una determinada materia. También
tienen asignadas competencias excepcionales algunas salas en fundamento de circunstancias
bien específicas.
Esta norma constitucional tiene incidencia en el orden jurídico normativo, id est, prevalece
sobre las normas de inferior jerarquía, es decir, sobre la normativa que la desarrolla, de allí
que a las normas de rango legal o sublegal no les está dado innovar desde el punto de vista
teleológico, ya que fija los fines de las normas que lo instrumentan y axiológico, en cuanto
guarda relación con una serie de valores que son relevantes como la garantía procesal de ser
juzgado por un juez predeterminado por el ordenamiento jurídico que en el nuevo orden
constitucional tiene la naturaleza de derecho y garantía de acuerdo al artículo 49
constitucional sobre el debido proceso; así como dar cumplimiento a lo previsto en el artículo
26 y 257 constitucional sobre el acceso a la justicia, sin formalismos innecesarios para no
sacrificar ¡ajusticia.
Entrando al análisis del principio de competencia atribuida en el Texto Constitucional al
Tribunal Supremo de Justicia, debemos afirmar que sería incongruente aceptar excepciones
que no las ha previsto la norma constitucional y que por el contrario se mantienen en la
normativa que desarrolla el aspecto atributivo de competencia lo cual colide con la suprema
norma y deviene por ende la inconstitucionalidad de la legislación que la contenga, de
conformidad con la Disposición Derogatoria Unica constitucional la cual preceptúa " Queda
derogada la Constitución de la República de Venezuela decretada el veintitrés de enero de mil
novecientos sesenta y uno. El resto del ordenamiento jurídico mantendrá su vigencia en todo
lo que no contradiga a esta Constitución. "
La Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia se mantiene vigente como normativa que
regula al actual Tribunal Supremo de Justicia.
El Titulo 11, Capitulo 1 de esta Ley contempla de la competencia y atribuciones de la Corte,
en cada una de sus Salas, el artículo 42 prevé " Es de la competencia de la Corte como más
alto Tribunal de la República: 29 Solicitar algún expediente que curse ante otro Tribunal, y
avocarse al conocimiento del asunto, cuando lo juzgue pertinente ".
Es de advertir que la potestad de avocamiento a nivel del máximo Tribunal de la República,
id est, aquella conforme a la cual éste atrae para sí el conocimiento y decisión de un juicio
que cursa ante otro tribunal de inferior jerarquía fue atribuida por la Ley Orgánica de la Corte
Suprema de Justicia en el artículo 49, numeral 29, en concordancia con el artículo 43 de esta
Ley. El artículo 43 de la LOCSJ, establece " La Corte conocerá en Pleno de los asuntos a que
se refiere el artículo anterior en sus ordinales 1º al 8°. En Sala de Casación Civil, hasta tanto
el Congreso decida la creación de nuevas Salas, de los enumerados en los ordinales 33,20 y
21, sí éstos últimos correspondieren a la jurisdicción civil, mercantil, del trabajo o de alguna
otra especial; de igual manera conocerá de los asuntos a que se refiere el ordinal 34. En Sala
de Casación Penal, de los señalados en los ordinales 30 al 32 y en los ordinales 20,21 y 34,
cuando estos últimos correspondan a la jurisdicción penal. En Sala Político-Administrativa,
de los mencionados en los restantes ordinales del mismo artículo y de cualquier otro que sea
de la competencia de la Corte, si no está atribuido a alguna de las otras Salas. " De las
disposiciones transcritas y en una lectura conjunta de ambos artículos se desprende el
monopolio de la potestad de Avocamiento de la Sala Político Administrativa, es decir, única
y exclusiva de esta Sala.
2.5 - Doctrina Jurisprudencial Del Avocamiento.
A propósito de la colisión entre la norma legal y la constitucional en el marco de la
competencia de cada una de las Salas que integran el actual Tribunal Supremo de Justicia,
específicamente en la facultad excepcional de Avocamiento de la Sala Político
Administrativa de solicitar una causa que cursare ante otro tribunal para avocarse al
conocimiento del asunto, cuando lo juzgare pertinente cabe destacar, el criterio reiterado de la
Sala Político Administrativa de la extinta Corte Suprema de Justicia, según la cual
engendraba una grave restricción de garantías procésales constitucionales tales como, el
derecho a la defensa, al juez natural, contenidas en el derecho garantía del debido proceso
previsto ahora en el artículo 49 constitucional.
En decisión emanada de la Sala Político - Administrativa en fecha 13 de agosto de 1985, caso
viuda de Barboza Montiel, se estableció " de la lectura de la solicitud y de los recaudos
anexos, se evidencia que el proceso a cuyo conocimiento se le pide a la Corte que se avoque,
se refiere a una solicitud de inhabilitación, que es de la exclusiva y especial competencia de
los Tribunales de Primera Instancia en lo Civil, a tenor de lo establecido en el artículo 568 del
Código de Procedimiento Civil y, en ningún caso, materia de la competencia de los órganos
de la jurisdicción contencioso administrativa. "
En sentencia, de la Sala Político Administrativa del 10 de agosto de 1989, caso: Wolmer
Pinilla y otro, la Sala tras considerar que la materia subyacente distaba de aquéllas para la
cual tenía competencia natural, es decir, contencioso- administrativa, se pronunció que
avocarse al mismo "... implicaría no sólo privación del debido proceso, sino aún - en esta
forma del juez natural que corresponda, aún cuenta habida del carácter extraordinario de la
figura de la avocación; ambas garantías también de rango constitucional (artículos 68 y 69) y
protectoras asimismo de los derechos humanos. "
En este mismo sentido, el fallo dictado por la SPA el 30 de julio de 1992, según el cual el
avocamiento "... aunque no altera radicalmente la competencia ratione materiae de los
tribunales, constituye sin duda una variación de la competencia por grado y, en este sentido,
lo más resaltante resulta ser, la inaplicabilidad del principio ` bi- instancia' con la cual se
vulnera el derecho a la revisión de las decisiones judiciales "
Aún cuando estas decisiones no manifestaron expresamente la desaplicación de la norma
contenida en el artículo 42, numeral 29 de la LOCSJ, es decir, un control difuso, a nuestro
modo de ver si se constituyo tal desaplicación, en atención a la superioridad de los derechos
fundamentales. Igualmente, en la sentencia del 10 de julio de 19961a SPA afirmo "... que el
ejercicio del avocamiento requería prudencia y cautela ya que la misma es derogatoria de un
principio básico del derecho como lo es, la regla de la competencia inspirada en la noción del
juez natural y el debido proceso. "
A pesar de que esta facultad excepcional de avocamiento, ha sido exclusiva de la Sala
Político administrativa, puede afirmarse que la misma fue asumida por la SPA con mucha
cautela, derivándose toda una doctrina de excepcionalidad para su conocimiento.
Este criterio de exclusividad previsto en la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia no
podía escapar al análisis dentro del contexto del nuevo orden constitucional vigente en
Venezuela.
A raíz de la solicitud de los apoderados judiciales del Sindicato Profesional de Trabajadores
al Servicio de la Industria Cementera, Empresas Filiales, Conexas, Inherentes, Afines,
Similares y Subsidiarias del Estado Trujillo ( SINTRACEMENTO) de que la Sala
Constitucional se avocara al conocimiento de un proceso de amparo constitucional, contra la
Corporación de Cemento Andino, porque la misma procedió de modo unilateral y arbitrario a
variar la base de cálculo de los beneficios de utilidades y bonificación de fin de año de los
trabajadores, se extendió la facultad de avocamiento a las demás salas.
En fecha 24 de abril de 2002 la Sala Constitucional en ponencia del Magistrado José Delgado
Ocando, se pronunció que la Sala Político Administrativa no estaba facultada
constitucionalmente para examinar solicitudes de avocamiento ni adentrarse al conocimiento
de conflictos ajenos a su competencia natural.
En cuanto a la declaratoria de competencia de la misma para examinar el caso en cuestión, la
Sala paso primero por declarar la constitucionalidad o no de la norma contenida en el artículo
43, numeral 29 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia.
Analizando la constitucionalidad de la norma del caso de marras, a través de un control
incidental de constitucionalidad que se realiza a través de un procedimiento de
constitucionalidad pero dentro del proceso que ha dado lugar al incidente, posición asumida
por la Sala en el caso Yrene Martínez Rodríguez del 11. 12.01, en la que se afirmó que si tal
determinación es un incidente que en cuanto tal, es prejudicial a la decisión de fondo, la
misma debe declarar la correspondencia de la norma en cuestión con la Constitución, con
efectos pro futuro yerga omnes, en virtud de la jurisdicción constitucional que le atribuyen
los artículos 334, infine, 335 y 336.1 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela.
De manera, que siendo congruente con este criterio la Sala Constitucional se declaro
competente para declarar la nulidad por inconstitucionalidad de la norma contenida en el
artículo 42.29 de la LOCSJ con efectos generales pro futuro y extendiendo la competencia de
avocamiento a las otras Salas.
Así el Máximo Tribunal dejó sentado "...que la facultad de avocamiento conferida a la Sala
Político Administrativa por el artículo 43 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia
no está prevista en la Constitución, ni se deduce de ella, ni la justifica su texto, y que, por el
contrario, conspira contra el principio de competencia que informa la labor que desempeñan
las Salas del máximo tribunal de la República (art 232), esta Sala concluye en que dicho
precepto resulta inconstitucional." (Consultado en sentencia original del 24.04.02)
Esta decisión sin duda alguna tiene una gran significación en el mundo jurídico: i) De
acuerdo al nuevo orden constitucional resulta odioso la excepcionalidad de la facultad de
avocamiento a una Sala y más aún como lo dejo sentado la Sala Político Administrativa de la
extinta Corte Suprema de Justicia sólo podía conocer de lo que es su competencia natural, es
decir, que fuera subsumido dentro de la competencia contencioso administrativa lo cual a
nuestro modo de ver fue una interpretación restrictiva, porque estando consciente el
sentenciador de las garantías que se vulneraban, debió tomar en consideración la exclusión de
las demás Salas para avocarse, de manera que su interpretación debía estar orientada a darle
respuesta a los justiciables, haciendo valer el principio del iura novit curia.
Cabe destacar que bajo el imperio de la Constitución de 1961 tampoco era aceptable tal
excepción, pues en ambos Textos Constitucionales esta exclusividad lleva intrínseca la
vulneración del debido proceso, comprendido en este, de acuerdo al artículo 49 constitucional
vigente la defensa y los medios adecuados para la misma. ii) Esta facultad de avocamiento
debe entenderse que la misma se debe ejercer ante casos de manifiesta injusticia, denegación
de justicia, por razones de interés público y/o social, o necesidad de restablecer el orden en
algún proceso judicial. Por ello se hacía necesario eliminar su excepcionalidad y extender tal
facultad a las otras Salas del Tribunal Supremo de Justicia de acuerdo a la materia. iii) Esta
decisión debe insertarse en la visión de prestar un eficiente y eficaz servicio de
administración de justicia, evitándose trabas que obstaculicen el acceso a la justicia y por
ende a una tutela judicial efectiva, concebida esta en las fases del debido proceso la
protección cautelar y la ejecución de lo fallado.
En este orden de ideas, el criterio sentado por la decisión supra esgrimida ha servido de base
en un caso de gran trascendencia nacional e internacional como es el caso de Puente Llaguno.
A raíz de la decisión de la Jueza del Juzgado Cuadragésimo de Primera Instancia en función
de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, que decreto el
sobreseimiento de la causa a los ciudadanos imputados Richard José Peñalver, Rafael Arturo
Guédez Mesutti, Henry Danilo Atencio Atencio y Rafael Ignacio Cabrices Landaeta.
En virtud de esta decisión interpusieron una solicitud de avocamiento ante la Sala de
Casación Penal los abogados Carlos Alfonso Prince Arellan, Victor Hugo Mejías, Alexis José
Natera Pérez y Flemino Veitia, en su carácter de miembros de la Fundación (en proceso de
constitución) " NO OLVIDEMOS EL 11 DE ABRIL" y por los ciudadanos abogados
Gerardo Blide, Julio Andrés Borges, Liliana Hernández, Carlos Ocariz, y Ramón José
Medina, en su carácter de diputados de la Asamblea Nacional y por la ciudadana Malvina
Pesgate, en su carácter de víctima por haber sido herida en los sucesos del 11 de abril de
2002.
Argumentan, la solicitud en los siguientes términos:
1.- " La decisión de la Juez del Tribunal Cuadragésimo de Control (sic) no se corresponde a
(sic) los objetivos primordiales de la justicia y a nuestro criterio no se encuentra ajustada a
derecho (sic), por ello ha (sic) causado un gran estupor en la comunidad y estamos seguros
que (sic) nos encontramos ante un caso de manifiesta injusticia".
2.- Que es un hecho comunicacional (sic) relevado de pruebas y que los acontecimientos
ocurridos en las inmediaciones del palacio de Miraflores el 11 de abril de 2002 causaron
inmensa conmoción en el país e incluso en el exterior.
3.- Y que la decisión dictada por la Juez Cuadragésima de Control del Circuito Penal del
Área Metropolitana de Caracas, causo conmoción en la sociedad venezolana y por eso
necesita una revisión "inmediata " por parte de la Sala.
Para la declaratoria de competencia de la Sala Penal en el avocamiento de esta causa, era
impretermitible que el sentenciador tomara el criterio de la decisión de la Sala Constitucional
del 24.04.02, bajo ponencia del Magistrado José Delgado Ocando ( sentencia N° 806,
expediente 00-349) que declaro al artículo 42.29 de la LOCSJ inconstitucional y que extendió
la facultad de avocamiento a las otras Salas. Apoyándose en esta decisión se declaro
competente para el examen de la solicitud planteada.
Bajo ponencia del Magistrado Alejandro Angulo Fontiveros, de fecha 23 de julio de 2002,
señala la Sala de Casación Penal que "el avocamiento es una institución jurídica de carácter
discrecional y excepcional que le otorga al Tribunal Supremo de Justicia, en todas sus Salas,
el derecho de solicitar un expediente a cualquier tribunal que esté conociéndolo y una vez que
lo reciba, el derecho de resolver si se avoca al conocimiento del asunto y, si fuere el caso, el
de poder decidir con cual propósito se avoca y cuales órdenes imparte. Así mismo, si bien es
cierto que por vía jurisprudencial se han establecido determinadas condiciones para la
procedencia del avocamiento, éste sólo deberá efectuarse por excepción y cuando los
eventuales recursos o soluciones puedan resultar ineficaces para hacer justicia, proteger el
orden jurídico y los derechos colectivos e individuales ".
En este sentido, engrana la decisión de la Sala Político Administrativa de fecha 07 de marzo
de 2002, bajo ponencia del Magistrado Hadel Mostafa, en la cual se ha señalado:
1. " Que las garantías o medios existentes resulten inoperantes para la adecuada protección de
los derechos e intereses jurídicos de las partes intervinientes en determinados procesos;
2. " Que el asunto curse ante otro tribunal de la República, con independencia de su jerarquía,
competencia y especialidad, sin importar la etapa o fase procesal en que se encuentra la
causa'.
3. "Que las presuntas irregularidades denunciadas en la solicitud de avocamiento, hayan sido
oportunamente reclamadas sin éxito en la instancia donde curse la causa';
4. "Que exista un desorden procesal de tal magnitud que trascienda el mero interés privado de
las partes involucradas y exija la intervención de este órgano jurisdiccional ' y,
5. "Que exista una situación de manifiesta injusticia o de evidente error jurídico ".
Esta sentencia es un gran aporte que se ha hecho en la construcción jurisprudencia¡ de la
figura del avocamiento, ya que crea varias condiciones para justificar el avocamiento,
particularmente nos referiremos a la competencia, id est, que el asunto curse ante otro
tribunal de la República, independientemente de su jerarquía, competencia y especialidad, sin
importar la etapa o fase procesal en que se encuentra la causa. Esto resulta muy importante,
ya que entendemos que el sentenciador está obviando el principio de la competencia y/ o de
la especialidad basado en el principio del iura novit curia, es decir, el juez conoce el derecho.
La laboriosidad del juzgador se debe entronizar en su aspecto personal- ético- profesional,
olvidando la indolencia para velar por la eficiencia, eficacia y la atención al justiciable. Por
ello se exige a nivel constitucional la idoneidad del juez, recordemos que el juez es el director
del proceso, como lo preceptúa el Código de Procedimiento Civil.
El requisito de la idoneidad tiene base constitucional, así el 26 constitucional parte infine
establece "... El Estado garantizará una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea,
transparente, independiente, responsable, equitativa y expedita, sin dilaciones indebidas, sin
formalismos o reposiciones inútiles. "
El artículo 255 constitucional establece que el ingreso a la carrera judicial y el ascenso de los
jueces o juezas se hará por concurso de oposición públicos que aseguren la idoneidad y
excelencia de los participantes.
En este sentido, la sentencia del 24 de marzo de 2000, caso Rosario Nouel de Monsalve, con
ponencia de Carlos Escarra "...Esta nueva concepción de Estado de Justicia trae consigo no
tan sólo una transformación orgánica del sistema judicial (artículos 253 y 254 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela), sino también un cambio en la razón
íntima que cada ciudadano, y especialmente el juez, debe tener con el fin de lograr que la
justicia más que un bálsamo frente a las heridas de la sociedad, en los términos de
Calamandrei , sea ese cuerpo vivo que late y palpita según lo expresa Gómez Rebolledo.
(Meditaciones sobre la Justicia. Fondo de Cultura Económica p. 17) citada por Rafael OrtizOrtiz en su obra Tutela Constitucional Preventiva año 2000.
En este sentido el juez, a quien se le reclama y exige justicia, debe ser igualmente producto de
un hecho democrático que establezca un vínculo de afinidad entre la sociedad que exige y el
poder que interpreta los valores y los principios constitucionales para alcanzar los fines del
Estado... "
Por otra parte, en este criterio ha jugado un papel determinante el artículo 257 constitucional,
el cual establece un engranaje del valor y derecho justicia con el proceso, estableciendo "El
proceso constituye un instrumento fundamental para la realización de la justicia ... No se
sacrificará la justicia por la omisión de formalidades ".
Igualmente, en jurisprudencia reiterada (11 de mayo de 2000 y 20 de febrero de 2001) de la
SPA el avocamiento tiene dos fases:
1) Se inicia con la solicitud de avocamiento y ya habiéndose verificado el cumplimiento de
los requisitos de procedencia, se ordena la remisión del expediente que curse ante otro
tribunal e " ipsofacto " implica esto la orden de paralizar cualquier actuación, tanto del juez
como de las partes"(subrayado de la sentencia)
En este sentido, la Sala Penal se pronuncia (Desde luego y ajuicio de la Sala Penal, tal
paralización debe comprender también la eventual ejecutoria de otro juez que pudiera estar
conociendo deforma momentánea, como por ejemplo en caso de alguna apelación ya
intentada).
2)Se inicia con el hecho de avocarse propiamente al conocimiento de la causa.
Seguidamente, la Sala Penal hace una serie de consideraciones sobre los hechos que dan
origen a la solicitud de avocamiento en el caso de autos: " Esa consideración demuestra que
tales hechos fueron no sólo evidentes sino de suma gravedad y ameritan ser investigados para
clarificar si constituyen delitos. Porque lo que resulta inaceptable, por ilegal e injusto, es que
actos de tal índole no sean investigados a cabalidad. Y eso es exactamente lo que ha ocurrido
en el presente caso". (subrayado de la sentencia)
Por otra parte la decisión de la Jueza Norma Elisa Sandoval Moreno, se basó en los defectos
de fondo y forma que le atribuyo a la acusación fiscal, por presentar varios escritos
complementarios de la acusación, debido a la complejidad de la recopilación de las pruebas,
sin embargo ésta no debe tildarse de defectuosa, porque en general si cumplió con los
requisitos exigidos en el artículo 326 del Código Orgánico Procesal Penal "y que dada tanto
la evidencia cuanto la gravedad de los hechos imputados, no debió la juez sobreseer y
sacrificar la justicia por informalidades no esenciales, pues ello constituye la violación del
artículo 257 de la Constitución de al República Bolivariana de Venezuela ".
En razón, de lo esgrimido la Sala de Casación Penal, se pronunció en los siguientes términos:
1) Se AVOCA al conocimiento de la presente causa; 2) ANULA la sentencia dictada por el
Tribunal Cuadragésimo de Primera Instancia en Función de Control del Circuito Judicial
Penal del Área Metropolitana de Caracas el 11 de julio de 2002, mediante la cual dictó el
SOBRESEIMIENTO de la causa que se le sigue a los ciudadanos imputados RICHARD
JOSE PEÑALVER, RAFAEL ARTURO GUEDEZ MESUTI, HENRY DANIL0 ATENCIO
ATENCIO y RAFAEL IGNACIO CABRICES LANDAETA.( subrayado de la sentencia)
Podemos afirmar que la institución del avocamiento ha tenido una construcción
jurisprudencial enmarcada, en una interpretación amplia - progresiva como lo establece el
nuevo orden constitucional, que incidefavorablemente en la virtuosidad de ese Estado de
Justicia que dejó plasmado el Constituyente de 1999, es decir, hacer constatable el artículo 2
constitucional.
En un caso como el que precede, revestido por la gravedad de los hechos y las consecuencias
que pudiera ocasionar un fallo desatinado, en cuanto a los altos intereses de la Nación y a la
protección de los derechos humanos no sólo en su naturaleza de derechos sino también de
valor preeminente al ordenamiento jurídico como lo preceptúa el artículo 2 constitucional
concatenado con el 26 constitucional, donde no sólo se proclaman derechos sino también se
garantizan, constituyen el Estado de Justicia estatuido en el Texto Constitucional.
CONCLUSIONES
El valor justicia establecido en la Carta Magna es al mismo tiempo un derecho
humano, consagrado en diversas disposiciones constitucionales y una garantía para el
Estado de garantizar a los justiciables una recta , eficaz y eficiente administración de
justicia para obtener resultados tangibles, virtuoso, como es la realización de la
justicia; la misma debe ser accesible, expedita, sin dilaciones indebidas, sin
formalismos o trabas que la obstaculicen.
Históricamente, se definió la avocación como al acto por intermedio del cual el rey se
reservaba exclusivamente el conocimiento y decisión de un litigio.
La jurisdicción, en el derecho antiguo se consideraba delegada desde el soberano a los
tribunales, de modo que correspondía al príncipe originariamente, pero la ejercían los
jueces por delegación.
Del artículo 262 constitucional se desprende la integración del Tribunal Supremo de
Justicia en Salas, a saber, Sala Plena, Sala Constitucional, Sala PolíticoAdministrativa, Sala Electoral, de Casación Civil, Sala de Casación Penal y de
Casación Social, las cuales tienen atribuida su competencia de acuerdo a la naturaleza
del conflicto planteado, es decir, cada Sala ejerce su función de juzgar de acuerdo a
una determinada materia.
La Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia se mantiene vigente como
normativa que regula al actual Tribunal Supremo de Justicia.
El Titulo II, Capitulo 1 de esta Ley contempla la competencia y atribuciones de la Corte, en
cada una de sus Salas. Los artículos 42.29 y 43 establece la facultad de avocamiento por parte
de la Sala Político Administrativa.
A pesar de que esta facultad excepcional de avocamiento, ha sido exclusiva de la Sala
Político administrativa, puede afirmarse que la misma fue asumida por la SPA con
mucha cautela, derivándose toda una doctrina jurisprudencial de excepcionalidad para
su conocimiento.
Este criterio de exclusividad previsto en la Ley Orgánica de la Corte Suprema de
Justicia no podía escapar al análisis dentro del contexto del nuevo orden
constitucional vigente en Venezuela.
El objeto del avocamiento es traer al más Alto Tribunal de la República cualquier
asunto que por su gravedad y por las consecuencias que pudiera producir un fallo
desatinado, amerite un tratamiento de excepción con el fin de prevenir antes de que se
produzca una situación de caos, desquiciamiento, anarquía o cualesquiera otros
inconvenientes a los altos intereses de la Nación y que pudiera perturbar el normal
desenvolvimiento de las actividades políticas, económicas y sociales consagradas en
nuestra Carta Magna.
En fecha 24 de abril de 2002 la Sala Constitucional en ponencia del Magistrado José
Delgado Ocando, se pronunció que la facultad de avocamiento conferida a la Sala
Político Administrativa por el artículo 43 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de
Justicia no está prevista en la Constitución y que, por el contrario, conspira contra el
principio de competencia que informa la labor que desempeñan las Salas del máximo
tribunal de la República (art 232), la Sala concluye que dicho precepto resulta
inconstitucional.
El criterio sentado por esta decisión ha servido de base en un caso de gran
trascendencia nacional e internacional como es el caso de Puente Llaguno, a raíz de
los sucesos del 11 de abril de 2002.
Podemos afirmar que la institución del avocamiento ha tenido una construcción
jurisprudencial enmarcada, en una interpretación amplia - progresiva como lo
establece el nuevo orden constitucional, que incide favorablemente en la virtuosidad
de ese Estado de Justicia que dejó plasmado el Constituyente de 1999, es decir, hacer
constatable el artículo 2 constitucional.
BIBLIOGRAFÍA
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Página Web www.tsj,gov.ve
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