408 Parte T e r c e r a s e c a , bien a v a n z a d a ; durante los tres días de mi visita no hubo cipitación a t m o s f é r i c a y corrió un viento fuerte continuamente todo esto, el suelo terroso quedó húmedo. CAPITULO K ^ U n a P e s a r Prede OCTAVO L o s valles interandinos al sur de los 11 grados.—El valle de Tanna a.—El sistema de los valles del Apurímac, Pachachaca y Pampas C a m i n a n d o río a b a j o , en estos valles, n o t a m o s cambios de la vegetación que dependen en parte de que el clima se h a c e más húmedo, en parte de que la profundidad de los valles aumenta. D e s c e n d i e n d o desde la Cordillera Occidental, g e n e r a l m e n t e e n c o n t r a m o s , d e b a j o de la P u n a en que dichos ríos nac e n , una sección de valle c u y a v e g e t a c i ó n se a s e m e j a mucho a la que ocupa los niveles altos de las vertientes o c c i d e n t a l e s . L a estepa de gramíneas pluviifolia y con a r b u s t o s dispersos, es la formación predominante. Fajas angostas de monte a c o m p a ñ a n a los a r r o y o s . D e s d e la Cordillera Occidental, los telares penetran en algunos valles. A l profundizarse más los valles, su fondo y sus flancos son ocupados por formaciones xerofíticas, en que las Cactáceas columnares constituyen elementos esenciales, y donde las hierbas así como las plantas leñosas tienen h o j a s vivas sólo durante una corta estación de B»' v i a s . A l principio estas formaciones de C a c t á c e a s , son parecidas a las que existen en la p a r t e inferior de las vertientes andinas occidentales. Más abajo su c a r á c t e r c a m b i a h a c i é n d o s e s e m e j a n t e al de las sabanas, por la mayor^ ticipación de las g r a m í n e a s y sobre todo por la aparición de pequeños^ E n las partes superiores de las faldas se n o t a que la periodicidad de a^ ^ tación disminuye más y más c u a n d o uno se a c e r c a al margen on A n d e s ; y que en el mismo sentido aumenta el número de los arbusto persos en la estepa de gramíneas, los que finalmente se unen c y ajmontes siempre verdes; éstos son independientes de los cursos ^ ^ ¿t t e m a n con m a n c h a s de dicha estepa. A q u í m u c h o s arbustos son^ j^j taña'aquella flora a n d i n a oriental que c o n o c e r e m o s en la ' Ceja de a ^ A s í en los valles profundos resulta un fuerte contraste entre las p& ^. rior e inferior de las f a l d a s : la v e g e t a c i ó n es higrófila arriba y ^p ¡ma u a e e n t c 5 on fl x c VJ Ur H a c i a a b a j o de la d e s e m b o c a d u r a del P a m p a s , el valle de n o tiene los c a r a c t e r e s fitogeográficos del P e r ú interandino sino tal. P o r e s o dicha p a r t e n o se considera en este capítulo. ^ ^ &