Los coches de la post-guerra en España, marcados por la falta de

Anuncio
Exposición de los “Microcoches” que hicieron época
MÁS PEQUEÑOS
QUE EL SEISCIENTOS
➤ Los microcoches expuestos en Cosmo Caixa permiten conocer una de las etapas mas ingeniosas de la automoción española.
Surgieron con las penurias de la postguerra española y en
medio de la gran escasez de la Segunda Guerra Mundial.
Producto de esa precariedad, los microcoches fueron la
expresión del ingenio y la necesidad.
Néstor NORMA
Paul Alan PUTNAM
Fotos:
L
a máxima enseñanza de
los microcoches fue combinar el peso del vehículo
con la potencia del motor;
peso necesariamene leve
para motores más propios
de motocicletas que de coches”, afirma
Salvador Claret, comisario de la Exposición que, bajo el nombre “Microcoches.
España, 1940-1970”, se expone hasta
enero de 2005 en el Museo de la Ciencia
CosmoCaixa, en Madrid. Allí pueden
verse trece prototipos de estos minúsculos coches.
Carreteras maltrechas, racionamiento
de combustible y un parque automovilístico destruído y raquítico...
Ese era el panorama desolador de la automoción es-
pañola tras la Guerra Civil. De los
350.000 vehículos matriculados antes de
la contienda, sólo se salvó una tercera
parte. Había, por tanto, que hacer de la
necesidad virtud y lograr un vehículo
sencillo, de bajo consumo y que se adaptara a las condiciones existentes. Y las
fábricas sobrevivientes a la guerra, en un
derroche de ingenio, dada la gran escasez de material y piezas, reciclaron lo
que pudieron para producirlos: restos de
motocicletas y automóviles, aluminio,
madera, chapa e, incluso, cartón. Las
factorías que realizaron esta proeza fueron Auto Nacional y Automóviles Utilitarios –creadoras del “Biscuter” y el
“PTV”, respectivamente, prototipos muy
populares de la época–, Munguía Industrial –produjo el “Goggomóbil”– e Iso
Motor –que, con licencia italiana fabricó
el “Isetta”, cuya forma de cabina de helicóptero y puerta delantera se conoció
mundialmente–.
➤ El “Clúa” empleaba un
motor bicilíndrico de 247
c.c. Sus líneas armoniosas
le constituyeron en el deportivo de los microcoches. Entre sus prestaciones destacaban la
suspensión independiente, el arranque eléctrico, sus cuatro velocidades y la marcha atrás.
TRÁFICO
40
Septiembre-octubre 2004
El microcoche pesaba unos 200 kilos,
que debía mover un motor de dos tiempos, de un solo cilindro. Eran coches de
mecánica simple, con neumáticos de 8
pulgadas y carrocerías livianas y artesanales. Una levedad posible por los elementos con que se hacían: aluminio en
el caso del “Biscuter” o el “Gaitán”; madera, cartón, plástico, e incluso tela, en
el “Kapi” o el “Isseta”. Eran tan livianos
que muchos prototipos vendían puertas y
capotas como extras.
Coches pequeños pensados para el
traslado urbano, con velocidades que no
superaban los 75 km/h. Algunos modelos, como el “Biscuter”, eran aparcados
con el esfuerzo ‘manual’ del conductor,
➤ “No es un coche con una rueda de menos, sino
una moto con una rueda de más” era el eslogan comercial del “David Torpedo”. Su configuración mecánica le permitía girar 180 grados en un espacio de cuatro
metros. Tenía un motor monocilindrico de dos tiempos
que le permitía alcanzar 75 km./h.
➤ Un aviador italiano,
Renzo Rivolta, diseñó el
“Isetta”, famoso por su
forma de cabina de helicóptero y acceso por delante. En España se fabricaron mil unidades en
la década de los 50, pero
las 200.000 unidades
que fabricó BMW en Alemania salvaron la quiebra.
➤ El “Mototricilo” era un vehículo de encargo. La tecnología parte de la
motocicleta. Con un motor monocilíndrico de dos tiempos, de 175 cc,
podía alcanzar los 65 km./h. Llegaron a fabricarse 20 unidades.
➤ El “PTV” era un deportivo más acorde a las necesidades de su tiempo: tenía maletero y permitía hacer viajes largos. Sus puertas eran de serie, no extras como en otros prototipos.
que los levantaban de un extremo al no
contar con marcha atrás. Concebidos para una clase social acomodada, sus precios podían alcanzar las 50.000 pesetas
de la época, lo que representaba los ingresos de seis años con un sueldo medio.
Los microcoches fueron el precedente
de otro coche minúsculo que apareció en
los albores del 57, el mítico “600”. Pero
si los primeros fueron la represetación
motriz de una época de estrecheces y penurias, el popular Seat
“600”, con un motor de
633 cc y una velocidad de
95 km/h, constituye el símbolo de una clase media
con nuevas aspiraciones, y de una
época sociológicamente distinta. ◆
➤ Del “Biscúter”, el
más popular de los microcoches, se vendieron
12.000 unidades. Algunos todavía circulan y
han pasado la ITV. El diseño pertenecía al aviador francés, Gabriel Voisin. Su capota de lona y
las puertas se vendían
como extras. No tenía
marcha atrás, por lo que
se aparcaba ‘a mano’,
levantándolo de un extremo.
➤ El “Delfín Tricamioneta” era un vehículo para soluciones polivalentes, muy utilizado en fábricas de pan. Su diseño corresponde al catalán Julio Fusté. Con un motor de 197
cc, tenía el depósito del carburante en
la parte derecha del salpicadero.
Sólo se fabricaron 20 unidades.
➤ Se le conoció como “Kapi”, pero su
nombre era “Kapiscooper”. Diseñado por un
militar español, Federico Saldaña, se llegaron a
producir unas doscientas unidades. Debido a las dificultades para conseguir aluminio, utilizaba madera e incluso
cartón en su carrocería.
TRÁFICO
41
Septiembre-octubre 2004
Descargar