CIENCIA Y PRÁCTICA Implante Unitario Inmediato Posterior con el Sistema Replace Select y Pilar Easy Abutment AUTOR Dr. Iñaki Gamborena Querejeta Licenciado en Odontología DR. IÑAKI GAMBORENA QUEREJETA Tradicionalmente, el objetivo primario en la terapia implantológica ha sido el de asegurar la osteointegración y mejorar la función. Bien es sabido que la oseointegración de un implante no es sinónimo de éxito estético y que si se combina con un mal plan de tratamiento contribuye a un resultado estético comprometido. Cierto es que, hoy en día, a pesar de estos requisitos obvios, hay una mayor exigencia en la armonía de los tejidos periimplantarios y de los dientes adyacentes. La colocación inmediata del implante unitario se ha convertido en un procedimiento implantológico viable para reducir al mínimo la pérdida de hueso y, por consiguiente, del tejido tras la extracción del diente. Este proceso nos ayudará a conseguir resultados estéticos óptimos con un trauma quirúrgico mínimo, donde el éxito consiste en ser lo más conservador posible desde la extracción hasta la colocación del implante. En este artículo, se presenta un caso clínico para demostrar la secuencia empleada en la filosofía del tratamiento de implantes unitarios inmediatos posteriores. 30 • Certificado en Prostodoncia y Master en Ciencias Odontológicas (Universidad de Washington - Seattle - USA). • Certificado en Implantología Oral y Craneofacial (Universidad de Texas - Houston - USA). • Práctica privada de prótesis/implantes en San Sebastián. PRESENTACIÓN DE UN CASO EVALUACIÓN CLÍNICA Y RADIOGRÁFICA Paciente de 28 años, se presenta con la intención de restaurar un primer molar inferior izquierdo tras la fractura y consiguiente pérdida de la restauración de amalgama previa. Después de la reevaluación clínica y radiográfica se cuestiona el pronóstico a largo plazo de la reconstrucción de dicho diente tras la tremenda pérdida de estructura dentaria y la presencia de caries activa subcrestal. A la paciente se le informó en todo momento de las diferentes opciones restauradoras: desde la prótesis removible o un puente fijo convencional de tres unidades de porcelana hasta una restauración sobre un implante unitario. La paciente optó por una restauración implantosoportada para así evitar el desgaste de las piezas adyacentes. La evaluación clínica y radiográfica no demuestran ningún signo ni síntoma de infección activa, por lo que consideramos la colocación del implante el mismo día de la extracción del diente. MAXILLARIS • ABRIL - 2002 Radiografía periapical preoperatoria, confirmando el aspecto clínico de la gran lesión cariótica subgingival y la falta de estructura remanente en #36. Implante inmediato colocado postextracción sin colgajo 6 x 13 mm Replace Select roscado HA a 3 mm de la cresta ósea. Podemos visualizar radiográficamente la colocación del implante en el septo alveolar. CIENCIA Y PRÁCTICA “Tapón de cierre” (pilar de cicatrización individualizado) confeccionado tras la extracción del #36 y justo después de la colocación inmediata del implante para eludir el inevitable colapso del tejido periimplantario. Radiografía periapical de control, mostrando la perfecta conexión del portaimplantes modificado con composite y su relación con el hueso. FASE QUIRÚRGICA Tras la administración de la anestesia, y antes de la incisión sulcular, procederemos a la odontosección de las raíces mesial y distal, donde la precisión del corte debe unirse a la tecnología de aumento, ya sea con lupas o microscopio, para evitar el deterioro de la tabla ósea vestibular y lingual del alvéolo que verificaremos durante el transcurso de la extracción con una sonda periodontal. Una vez extraída una de las raíces se procederá a extraer la otra a través de instrumentos ideados a este efecto, como los periosteótomos. Deberemos apreciar una arquitectura ósea intacta, elemento crítico para nuestro perfil de emergencia. A esta altura del procedimiento, tendremos que evaluar el alvéolo postextracción tridimensionalmente a través de una cucharilla, buscando posibles dehiscencias o fenestraciones causadas por la odontosección de la cortical vestibular y lingual antes y durante la secuencia del fresado. Con respecto a la colocación del implante, intentaremos idealmente colocarlo entre las raíces mesial y distal en el septo a nivel de la furca, pero ésta irá dictada muchas veces por el espacio mesio-distal. Al igual que en los dientes anteriores, trataremos de anclar el implante en la mitad de las tablas vestibular y lingual, aproximadamente de 4 a 5 mm apicalmente de los ápices de los alvéolos mesial y distal. Una vez finalizada la osteotomía secuencial, procederemos a la colocación del implante y a buscar su estabilidad primaria a través del torque. En ningún momento, el diámetro del implante de 6 mm obliterará el alvéolo del molar extraído, pero estará muy cerca de las tablas vestibular y lingual. Una vez confirmada la posición ideal del implante en el septo, y a 3 mm de profundidad del borde libre de la encía, procederemos a la elaboración del pilar de cicatrización individualizado, acorde a la anatomía perialveolar de la extracción. Ante este aspecto anatómico, biomecánico y biológico, diferentes compañías de implantes han evolucionado, desarrollando una banda pulida (correspondiente al espesor biológico del implante) y así tener la cabeza del implante más cerca del tejido gingival marginal que rodea la restauración implantosoportada, creando no sólo una restauración funcional y estética sino también cumpliendo con el criterio biológico de servicio a largo plazo (Replace Select). INSTRUCCIONES POSTQUIRÚRGICAS Instruiremos al paciente a evitar cepillarse en la zona quirúrgica durante las dos primeras semanas, pero incidiendo en que se enjuague con 0,12% de gluconato de clorexidina (Cariax, Peridex). El paciente evitará masticar del lado de la intervención y deberá seguir una dieta blanda durante al menos tres meses. FASE PROVISIONAL/PILAR DE CICATRIZACIÓN INDIVIDUALIZADO En cuanto a la fase provisional, procederemos a la colocación de un pilar de cicatrización individualizado, como si de un tapón se tratara, con el fin de mantener la arquitectura gingival y ósea, además de sellar el al- Composición del “tapón de cierre” fabricado a través de un portaimplantes modificado con composite en su tercio gingival. Situación tras un mes de cicatrización del tejido periimplantario al pilar de cicatrización individualizado. Podemos observar también cómo se produce la cicatrización del hueso en el alvéolo. MAXILLARIS • ABRIL - 2002 31 CIENCIA Y PRÁCTICA Secuencia radiográfica mostrando las diferentes fases de cicatrización en el tiempo desde la colocación del implante Replace Select 6 x 13 mm HA a los dos meses hasta los tres meses. Aspecto clínico de la colocación del implante unitario inmediato postextracción #36 a los cuatro meses de su colocación. Podemos observar la colocación del retenedor así como la confección de los composites en ambos dientes adyacentes. Aspecto clínico tras cuatro meses de cicatrización del tejido periimplantario al pilar de cicatrización inividualizado. Podemos observar la inevitable reabsorción que se produce en estos casos. véolo herméticamente de todo tipo de impactación de detritus, consiguiendo un resultado estético óptimo. A nivel del pilar de cicatrización individualizado provisional, generalmente siempre utilizamos el transportador del propio implante, el cual modificamos con composite con el fin de beneficiarnos de la opacidad de éste y verificar la angulación del perfil de emergencia con respecto al hueso. Posteriormente, procedemos a la colocación de un alambre de ortodoncia de 0,030 (apoyado a los dientes adyacentes con composite) como mantenedor de espacio, para así preservar las dimensiones del molar extraído, así como la invariabilidad de los contactos interoclusales y evitar, de esta forma, las micromigraciones dentales. 32 Solamente a los tres meses procederemos directamente a su posterior impresión final sin pasar por el provisional. A juicio puramente biomecánico, la colocación de una restauración provisional unitaria posterior siempre conlleva un cierto riesgo, debido a la intensidad de la carga oclusal posterior y a su difícil control, aún sin contactos en céntrica ni en lateralidades. RESTAURACIÓN FINAL El gran beneficio de este tipo de tratamiento sin incisión son que el clínico puede ir directamente a la restauración definitiva en la siguiente cita (obviamente si se ha tomado una impresión inmediata del implante el día de MAXILLARIS • ABRIL - 2002 CIENCIA Y PRÁCTICA Manejo clínico de las diferentes fases de la toma de la impresión final. En este caso utilizamos como pilar de impresión el mismo pilar de cicatrización individualizado, ya que, de esta manera, comunicamos al laboratorio exactamente la arquitectura periimplantaria. Con el fin de lograr una mejor impresión, hemos insertado el tornillo de una cofia de impresión estándar (de mayor largura) para una mejor ubicación espacial en la impresión del pilar de cicatrización individualizado dentro de la impresión. Diferentes fases en la comunicación del perfil de emergencia de la clínica al laboratorio. Desde la inyección del material ligero de impresión al pilar de cicatrización hasta la colocación de la réplica del implante y posterior vaciado de escayola en el laboratorio. En la fase protésica se utilizó un pilar mecanizado de muy fácil manejo clínico y sencillo de utilizar: el pilar “Easy Abutment”. Restauración ceramo-metálica definitiva sobre modelo de escayola. Comprobación radiográfica de su conexión y ajuste antes de efectuar el torque a 35 Ncm al implante Replace Select. su colocación con el pilar individualizado) sabiendo que el perfil de emergencia será idéntico, puesto que el tejido periimplantario madura contra el tapón o pilar de cicatrización individualizado. En este caso, tomamos la impresión definitiva del implante con una silicona de adición (Examix-Exaflex/GC) a través de una cubeta abierta, utilizando el mismo pilar de cicatrización individualizado (que captura perfectamente el perfil de emergencia obtenido) al cual le hemos insertado el tornillo de una cofia de impresión estándar (de mayor largura) para una mejor ubica- ción espacial en la impresión del pilar de cicatrización individualizado. Una vez obtenida la impresión de arrastre con el pilar de cicatrización individualizado, se procede a poner la réplica del implante Replace Select de 6 mm de diámetro y posteriormente a vaciarlo con escayola extra dura (Fuji-Rock White/GC). Durante el proceso de fraguado de la escayola, el paciente tiene que esperar en clínica para recuperar su tapón o pilar de cicatrización individualizado. Transcurrido el tiempo de fraguado y posterior inserción en boca del pilar de cicatrización individualizado, procedemos al estudio de la MAXILLARIS • ABRIL - 2002 elección del pilar a utilizar en base a la colocación del implante. En este caso, optamos por la utilización de un pilar mecanizado muy sencillo de usar y confeccionado por el fabricante, el pilar “Easy Abutment”, que representa un tratamiento protésico sin complicación, rutinario y capaz de ser aplicado a cualquier situación clínica. Posteriormente, y tras las pertinentes modificaciones en base al espacio interoclusal y pruebas, apretamos el pilar “Easy Abutment” a 35 Ncm en el implante Replace Select y cementamos definitivamente la restauración ceramo-metálica (3M -Rely X Luting Cement). 33 CIENCIA Y PRÁCTICA Situación del tratamiento empleado, en este caso de implante unitario inmediato posterior Steri-Oss Replace Select 6 x 13 mm HA roscado con pilar mecanizado “Easy Abutment”. Aspecto definitivo en boca de la restauración ceramo-metálica en #36 y las restauraciones de composites clase II (Tetric-Ceram, Ivoclar) en #35 y 37. Ceramista: Íñigo Casares. Radiografías periapicales mostrando el tratamiento efectuado y la integridad de la restauración implantosoportada a su entorno biológico y estético de servicio a largo plazo. Aspecto oclusal de la arcada. CONCLUSIÓN En los casos donde la topografía ósea es correcta, y en ausencia de infecciones purulentas, vemos que la colocación inmediata del implante está perfectamente indicada. La correcta selección de un implante de anatomía semejante a la de la raíz de un diente (Replace o Replace Select) reduce definitivamente al mínimo el trauma, permitiendo el ajuste del diámetro del implante a nivel del alvéolo del diente (con un excelente anclaje). Este concepto de colocación de implantes sin incisión nos permite mantener y preservar el hueso con su periostio, mantenien- do la crucial irrigación sanguínea. La colocación inmediata del implante y de su restauración provisional acelera exponencialmente todo el procedimiento de fabricación, donde pasamos de la extracción del diente (inmediatos posteriores) a la restauración definitiva doce semanas después. Bibliografía 1. al-Ansari BH, Morris RR. Placemet of dental implants without flap surgery: A clinical report. Int J Oral Maxillofac Impl 1998; 13(6):861-865. 2. Andersson B, Odman P, Lindvall AM, Lithner B. Single-tooth restorations supported by osseointegrated implants: Results and experiences from a prospective study after 2 to 3 years. Int J Oral Maxillofac Impl 1995; 10(6):702-711. 3. Avivi Arber L, Zarb GA. Clinical effectiveness of implant-supported single-tooh replacement: The Toronto study. Int J Oral Maxillofac Impl 1996; 11(3):311-321. 4. Becker W, Ochsenbein C, Tibbetts L, Becker BE. Alveolar bone anatomic profiles as measured from dry skulls. Clinical ramifications.J Clin Periodontal 1997; 24 (10):727-731. 5. Cochran DL, Hermann JS, Schenk RK, et al. Biologic width around titanium implants. A histometric analysis of the implant-gingival junction around unloaded and loaded nonsubmerged implants in the canine mandible. J Periodontal 1997;68(2):186-198. 6. Kan JYK, Rungcharassaeng K, Ojano M, Goodacre CJ. Flapless anterior implant surgery: A surgical and prosthodontic rationale. Pract Periodont Aesthet Dent 2000; 12(5):467-474. 7. Landsberg CJ, Bichacho N. Implant placement without flaps: A single-stage surgical protocol-Part I.Pract Periodont Aesthet Dent 1998; 10(8):1033-1039. 8. Lazzara RJ. Inmediate implant placement into extraction sites: Surgical and restoratives advantages. Int J Periodont Rest Dent 1989;9(5):333-343. 9. Rosenquist B, Grenthe B. Inmediate placement of implants into extraction sockets: Implant survival. Int J Oral Maxillofac Impl 1996;11(2):205-209. 10. Schnitman PA, Wohrle PS, Rubenstein JE, et al. 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Con el tiempo, este concepto se ha modificado en el sentido que implica que la colocación de implantes dentales será guiada desde un principio por la planificación de las prótesis que se colocarán sobre los implantes. De esta forma, el estudio individualizado de cada uno de los casos no se limitará únicamente a la posibilidad real quirúrgica de colocar un implante sobre hueso disponible, sino a la determinación de la localización de los tejidos duros y blandos que circundan cada una de las piezas que habremos de restaurar. También las demandas del paciente, en cuanto a estética y función, se han incrementado. La ausencia de tejidos duros o blandos puede acarrear una disminución del soporte biomecánico del implante, prevenir la posición ideal del implante afectando la estética, la localización del margen gingival o determinar la presencia de la papila interdental. En cualquier caso clínico que se nos presente debemos hacer, por tanto, un estudio preliminar para determinar si existe ausencia de tejidos blandos o duros, cuál es su naturaleza, si va o no a interferir con los resultados de nuestro tratamiento y si es necesario emplear alguna técnica para regenerar los mismos previo a la colocación de los implantes, simultáneamente a la colocación de los mismos o en alguna fase específica del tratamiento. En este artículo, y mediante la presentación de un caso clínico, vamos a estudiar los aspectos qui- MAXILLARIS • ABRIL - 2002 Postgrado en Implantología Oral y Prótesis Implantosoportada. New York University. Profesor de Prótesis. Facultad de Odontología. Universidad Alfonso X el Sabio. Colaborador en el Área de Implantología Oral. Clínica Universitaria Alfonso X el Sabio. Miembro de la Academia Americana de Osteointegración. Práctica Privada en Madrid limitada a Implantología Oral y Cirugía bucal. Madrid rúrgicos de uno de los casos con déficit óseo, en el que la altura y la anchura ósea son favorables para un tratamiento específico; no obstante, varios métodos han sido descritos para la mejora de las deficiencias óseas que pudiéramos encontrar. DEFICIENCIAS DE ANCHURA ÓSEA SUSCEPTIBLES DE EXPANSIÓN CRESTAL Este tipo de defecto se localiza predominantemente en el segmento anterosuperior, aunque lo podemos encontrar también en otras zonas. Se trata de aquellos casos clínicos en los que los pacientes presentan suficiente altura ósea, pudiendo rondar los 12 a 15 mm, suficientes tejidos blandos y una anchura ósea de aproximadamente 3 mm, que permite a las corticales vestibular y lingual o palatina estar separadas por hueso 39 CIENCIA Y PRÁCTICA esponjoso para la introducción de los osteótomos hasta conseguir una anchura idónea de 4 - 5 mm. La anchura inicial se determina mediante: • Punción intrabucal bajo anestesia local en la zona a intervenir en tres alturas: 3, 6 y 9 mm. • Radiografía panorámica y TAC para hallar la separación entre las corticales vestibular y palatina. En la mayoría de estos casos, la cirugía de colocación de los implantes podrá ser realizada simultáneamente al ensanchamiento de la cresta. DEFICIENCIAS DE ANCHURA ÓSEA NO SUSCEPTIBLES DEL EMPLEO DE OSTEÓTOMOS Fig.1. Situación al inicio del tratamiento. Se trata de aquellos casos en los que hay altura suficiente, pero la anchura no permite el empleo de osteótomos, puesto que las corticales vestibular y palatina están fusionadas. Estos casos se resuelven mediante el uso de injertos, que se podrán recoger de la sínfisis o de la rama mandibular y que se fijarán como onlays sobre la cortical vestibular mediante tornillos de titanio. La cirugía de colocación de los implantes dentales se deberá realizar en una segunda fase, seis meses después. DEFICIENCIAS EN ALTURA O EN ALTURA Y ANCHURA Para cuidar la estética y devolver la función a estos pacientes deberemos recurrir o bien a injertos intraorales, recogidos del mentón o de la rama ascendente mandibular, o bien de la cresta iliaca. Normalmente estos injertos se fijan con tornillos de titanio; los defectos que rodean a estos bloques de hueso autólogo se rellenan con injerto también autólogo o xenoinjerto, se cubren con una membrana, que podrá ser reabsorbible o no reabsorbible, y la colocación de los implantes se realiza en una segunda fase, seis meses después. Fig.2. Aspecto del reborde antes de iniciarse la cirugía. CASO CLÍNICO La paciente del caso que se presenta es de sexo femenino, de 24 años de edad, con ausencia de las piezas 11 y 21. Los exámenes que se le realizaron fueron los siguientes: • Evaluación estética: – Línea de sonrisa. – Tipo de oclusión. – Biotipo de encía. • Encerado de diagnóstico: Fabricamos los provisionales, determinamos la localización del perfil de emergencia de las futuras piezas, así como la posición de los futuros implantes. • Férula quirúrgica y radiológica: Del encerado de diagnóstico obtenemos una férula de resina transparente con marcadores radiológicos, que se prueba en boca del paciente para estudiar el 40 Fig. 3. Provisional colocado. De éste se realizará la férula quirúrgica. efecto estético, las dimensiones de la corona y la línea de sonrisa. • Examen radiológico: Ortopantomografía y TAC. • Determinación de la necesidad de tratar los tejidos duros o blandos antes, después o durante la cirugía de los implantes dentales (injertos óseos, distracción ósea, injertos de tejidos blandos, tratamiento ortodóncico previo...). MAXILLARIS • ABRIL - 2002 CIENCIA Y PRÁCTICA Fig. 4.Visualización de la anchura ósea existente, aprox. 3 mm. Obsérvese cómo no se realiza el despegamiento total del colgajo en la tabla vestibular. Fig. 5. Inicio de la osteotomía con fresa esférica adaptada al grosor de la cresta. Fig. 6. Inicio de la separación de ambas corticales con el primer osteótomo. Fig. 7. Secuencia de la osteotomía. Fig. 8. El primer osteótomo deberá penetrar hasta alcanzar 10 mm de profundidad entre ambas corticales. Fig. 9. Una vez finalizada la secuencia con los osteótomos observamos que la anchura ha aumentado hasta 5-6 mm. Fig. 11. Membrana fijada mediante tres pins en la posición deseada. Fig. 10. El espacio creado entre ambas corticales se rellena con hidroxiapatita y se recubre con una membrana de politetrafluoretileno. DESCRIPCIÓN DE LA TÉCNICA QUIRÚRGICA Es frecuente, como hemos visto, encontrar casos en los que en el maxilar superior, y tras la pérdida de los incisivos, se produce reabsorción ósea a costa de la cortical vestibular. Este proceso produce un defecto de anchura de aproximadamente 3 ó 4 mm, que imposibilitaría la colocación de implantes pero manteniendo la altura inicial. En estos casos, se engloban dos posibilidades de tratamiento, que dependen de si las corticales vestibular y palatina están fusionadas o no. De no estarlo, y de encontrarnos con hueso esponjoso entre ambas corticales, podremos realizar la técnica de expansión crestal con osteótomos, también denominada split crest. En el caso de que las corticales vestibular y palatina estén fusionadas, habría que realizar un injerto onlay. El ensanchamiento de la cresta con osteótomos tiene por objetivo aumentar la anchura para permitir la colocación de implantes durante la cirugía de expansión, o de forma diferida seis meses después. Al mismo tiempo, la cortical labial puede ser modificada para proporcionar, con la nueva anchura, el beneficio adicional de mejorar la estética. Tanto en los casos en los que la técnica se haga de forma inmediata con la colocación de los MAXILLARIS • ABRIL - 2002 41 CIENCIA Y PRÁCTICA implantes en la misma cirugía, como en los que la colocación se haga de forma diferida, los tejidos blandos podrán ser manipulados para obtener un perfil de emergencia más correcto. Conviene recordar que, puesto que mediante esta técnica se aumentará la anchura pero no la altura, ésta deberá ser suficiente. Las ventajas de realizar la colocación de los implantes de forma diferida son las siguientes: 1. Se permite realizar nuevas modificaciones de los tejidos blandos en la segunda fase quirúrgica al descubrir los implantes. 2. En caso de emplear injerto y membrana para regeneración ósea, aseguramos una mayor protección del mismo. 3. Los implantes no se someterán a cargas durante el periodo de osteointegración, ya que, en cualquier caso, el hueso presente no es de gran calidad. PROTOCOLO QUIRÚRGICO La línea de incisión se realiza en la mitad palatina de la cresta, es de espesor total y sin descargas laterales. Se realiza sólo el despegamiento mucoperióstico necesario para la exposición del reborde óseo. Es impor- 42 tante no despegar por completo el aspecto labial, pues podría comprometer el riego a la tabla vestibular. Algunos autores, incluso, realizan incisiones de espesor parcial con la finalidad de mantener el periostio adherido a la cortical vestibular y así aumentar el riego a la misma, evitando posibles reabsorciones por falta de irrigación. La técnica se inicia realizando en el centro de la cresta alveolar un canal con fresa esférica de turbina o pieza de mano con irrigación interna o externa. Esta fresa penetra entre las corticales hasta alcanzar el hueso esponjoso. Es importante alcanzar el hueso trabecular para evitar, en lo posible, el riesgo de fractura de la tabla vestibular al iniciar la técnica con los osteótomos. A continuación, se inicia la preparación con osteótomos rectos de diferentes grosores. El primero se debe introducir unos 10 mm paralelamente a las corticales vestibular y palatina. Después, se continúa con incrementos graduales hasta alcanzar una anchura mínima de 5 - 6 mm. En el espacio creado entre ambas corticales se colocó un xenoinjerto de hidroxiapatita bovina, que se recubrió por una membrana no reabsorbible de politetrafluoretileno, para garantizar la no invasión de los Fig. 12. Cierre primario y pasivo tras la fijación de la membrana. Fig. 13. Aspecto de la cresta ósea seis meses después de la regeneración ósea. Fig. 14. Membrana y pins retirados. Fig. 15. Implantes de 3i (Implant Innovations) colocados en las posiciones 21 y 11. MAXILLARIS • ABRIL - 2002 CIENCIA Y PRÁCTICA Fig. 16. Cierre tras la colocación de los implantes. tejidos blandos durante el periodo cicatricial, que se estableció en 6 meses. Para evitar la movilidad de la membrana y el consecuente encapsulamiento fibroso de la misma, se fijó mediante tres pins de titanio, dos colocados en vestíbulo y uno en lingual. La línea de incisión se cerró con seda de 4/0 después de liberar el periostio para permitir el cierre pasivo del colgajo y evitar alguna posible dehiscencia. Una dehiscencia durante el periodo de formación ósea conllevaría una posible infección, tener que retirar la membrana y una detención del proceso de neoformación ósea. La paciente se medicó con Augmentine 875 mg 1/8 horas durante una semana e Ibuprofeno 600 mg 1/8 horas durante 3-4 días. Se esperó seis meses para completar la regeneración. Pasado este tiempo, y previo a la cirugía de colocación de los implantes, se solicitó un TAC de la zona maxilar anterior. Se realizó la incisión y el despegamiento mucoperióstico de espesor total, se retiraron los pins y la membrana no reabsorbible. Verificamos que la anchura se había aumentado en 3 mm y se procedió a la colocación de dos implantes de 3i Osseotite (Implant Innovations, Inc) con superficie rugosa grabada al ácido de 3,75 mm de diámetro y 11,5 mm de largo. El hueso que se formó resultó ser de tipo II/III. Los implantes obtuvieron estabilidad primaria y se dejaron sumergidos por otros cuatro meses. La restauración, que realizó el prostodoncista cinco meses después, fue cementada. CONCLUSIÓN Se ha presentado un caso clínico mostrando el tipo de tratamiento que se puede realizar en unas determinadas condiciones de anchura y altura ósea, en las que las corticales vestibular y palatina estén separadas por hueso esponjoso. Debemos cuidarnos durante el estudio de determinar la línea de sonrisa y la longitud que la corona definitiva tendrá para no comprometer la estética. 44 Scipioni et al. realizaron un estudio en 1994 en el que hicieron un seguimiento durante 5 años de pacientes a los que habían realizado esta técnica con colocación simultánea de implantes Tübingen e IMZ (Interpore International, Irvine, CA). Obtuvo un 88,5% de éxito con los primeros y un 99% con los segundos. Simion et al. presentaron en 1992 cinco casos realizados en cinco pacientes a los que les practicó esta técnica combinada con regeneración ósea guiada. Sethi A. y Kaus T. publicaron, en el año 2000, un estudio clínico a medio plazo sobre la técnica con osteótomos y la colocación de implantes. Colocaron un total de 449 implantes y les hicieron un seguimiento medio de 27 meses. El porcentaje de éxito fue de 97%. Son, pues, varios los autores que han publicado sobre este respecto, algunos de ellos con estudios a medio y largo plazo, con buenos resultados tanto estéticos como funcionales; por esta razón, la técnica de split-crest se sitúa y se recomienda como una opción más para el tratamiento de pacientes parcial o totalmente desdentados con las características óseas que se han citado. Bibliografía 1. Arx T, Cochran D, Hermann J, Schenk R, Buser D. Lateral ridge augmentation using different bone fillers and barrier membrane application. Clinical Oral Implants Research 12, 2001; 260-269. 2. Duncan JM, Westwood RM. Ridge Widening for the thin Maxilla: A clinical report. Int J Oral Maxillofac Implants 1997;12:224-227. 3. Lindhe J, Karring T, Lang NP. Clinical Periodontology and implant Dentistry. Munksgaard, Copenhagen 1997. 4. Scipioni A, Bruschi GB, Calesini G. The edentulous ridge expansion technique : A 5 year study. Int J Periodontics Restorative Dent. 5. Sethi A, Kaus T. Maxillary Ridge Expansion with simultaneous implant placement : 5- Year Results of an Ongoing Clinical Study. Int J Oral Maxillofac Implants 2000; 15:491-499. 6. Simion M, Dahlin C, Blair K, Schenk R. Effect of different microstructure of ePTFE membranes on bone regneration and soft tissue response: a histologic study in canine mandible. Clinical Oral Implants Research 10, 1999; 73-84. 7. Wilfried GH, Chritoph G, Diederichs, Isabell Deckwer. Alveolar Reconstruction with Splitting Osteotomy and Microfixation of implants. Int J Oral Maxillfac Implants 1997; 12:310-318. 8. Wilson DJ. Ridge mapping for determination of alveolar ridge width. Int J Oral Maxillofac Implants 1989; 4: 41-43. MAXILLARIS • ABRIL - 2002 CIENCIA Y PRÁCTICA Selladores de Fosas y Fisuras. Estudio Clínico AUTORA CARLOTA SUÁREZ GARCÍA Carlota Suárez García Técnica Superior de Higiene Bucodental. Gijón (Asturias). AGRADECIMIENTOS: Al Dr. Vicente García González, por dirigirme en este trabajo y hacerme recordar y estudiar de nuevo muchos conceptos de epidemiología y estadística ya olvidados. A la Dra. Mª de los Ángeles Miranda Peláez, por estar ahí todos los días revisando mi trabajo y prestándome su apoyo. INTRODUCCIÓN Hipótesis: ¿Es realmente eficaz el sellador de fosas y fisuras como tratamiento preventivo de la caries dental? OBJETIVOS 1. Observar la relación existente entre el sellado de fosas y fisuras como tratamiento preventivo de la caries en primeros molares definitivos y la aparición de caries oclusales en dichas piezas dentarias. 2. Observar la posible diferencia en cuanto a la incidencia de caries en función del sexo. 3. Valorar la efectividad de la educación sanitaria como medida preventiva de la caries dental. 4. Justificar las actuaciones del/la higienista dental en un programa de salud bucodental. MATERIAL Y MÉTODOS Material y metodología clínica El diseño del estudio fue descriptivo longitudinal. Para la realización de este estudio se han tomado datos sobre una cohorte de 129 escolares, nacidos en 1988, de entre los participantes en el Programa de Salud Buco- 46 dental (PPSB) del INSALUD y que constituyen a su vez el total de niños nacidos en ese año que han acudido, para el desarrollo de dicho programa, al servicio de odontoestomatología del Centro de Salud de Laviada, en el Área Sanitaria V de Asturias. El seguimiento de los escolares se ha llevado a cabo durante 6 años (desde los 6 años, edad de erupción del primer molar definitivo, hasta los 12 años, edad de erupción del segundo molar definitivo). Durante este periodo, los niños acudieron al servicio de odontoestomatología en cuatro ocasiones (a los 6, 8, 10 y 12 años de edad). Los datos a los que se hace referencia en este estudio se han recogido en el periodo comprendido entre el curso escolar 1994/95 y el 2000/01. Para la mejor comprensión del procedimiento clínico se describen a continuación las actividades realizadas en cada una de las visitas de los escolares al servicio de odontoestomatología: • 1ª visita (curso escolar 1994/95; 6 años de edad): – Toma de datos personales (nombre dirección, teléfono...) – Revisión bucodental (nº de caries, higiene, tipo de oclusión...). La exploración de la caries dental fue visual con buena iluminación. Siempre se llevó a MAXILLARIS • ABRIL - 2002 CIENCIA Y PRÁCTICA cabo por el mismo equipo odontológico (odontoestomatólogo de área e higienista de área del C.S. Laviada). – Educación sanitaria y motivación del escolar y de sus tutores (que deberán reforzar en casa los hábitos inculcados). Las explicaciones de educación sanitaria se hicieron de modo oral a los niños y tutores en la misma sesión, dedicando aproximadamente 20 minutos y entregándoles además un recordatorio escrito de todo lo explicado en la consulta. - Aplicación de sellados de fosas y fisuras en primeros molares definitivos erupcionados sanos en caso de cumplirse los criterios publicados por la Consejería para el PPSB (surcos profundos o niño minusválido; cualquier niño con caries oclusal en uno de los primeros molares permanentes o más de tres caries en dentición decidua). En cuanto a la técnica de colocación, todos los escolares fueron tratados según el protocolo preestablecido. El aislamiento se hizo con rollos de algodón y sistema de aspiración, por tratarse de sellados en diferentes cuadrantes. Se grabó la superficie oclusal con ácido ortofosfórico al 37% en jeringa y la aplicación del sellador (fotopolimerizable y opaco) se hizo con pincel. De los 129 escolares que formaron la muestra cumplieron criterios de sellado 95, de los cuales 46 fueron varones y 49 mujeres. • 2ª visita (curso escolar 1998/99; 8 años de edad): – Actualización de datos (en caso de cambios de teléfono, domicilio...). – Revisión bucodental (se comprobó el estado de los selladores en aquellos casos en que se habían aplicado, nº de caries, tipo de oclusión...) y toma de datos. – Educación sanitaria (se potenciaron los nuevos hábitos adquiridos, se modificaron los erróneos y se introdujo la utilización de la seda dental). – Se les dio una nueva cita para tratamiento con selladores de fosas y fisuras de primeros molares definitivos sanos a aquellos niños con criterio de sellado que no hubiesen tenido erupcionados los primeros molares en la primera revisión y a aquellos que hubiesen perdido el sellado. • 3ª visita (curso 1998/99; 10 años de edad): – Actualización de datos. – Revisión bucodental. – Educación sanitaria y promoción de la salud bucodental. – Se les dio una nueva cita para tratamiento con selladores de fosas y fisuras de 1os molares definitivos sanos a aquellos niños con criterio de sellado que presentaran una pérdida del mismo. • 4ª visita (curso 2000/01; 12 años de edad): – Actualización de datos. – Revisión bucodental. – Educación sanitaria y promoción de la salud bucodental. – Se les dio una nueva cita para tratamiento con selladores de fosas y fisuras de 1os molares definitivos sanos a aquellos niños con criterio de sellado que presentaran una pérdida del mismo. – A partir de esta visita, se empezaron a sellar los segundos molares definitivos. Metodología estadística Se efectuó un análisis estadístico de las variables a estudio (aplicación o no de sellador, presencia de caries, sexo), se calculó la incidencia acumulada de caries para todo el periodo, así como su riesgo relativo con los intervalos de confianza en la población estudiada. Para el análisis estadístico de los datos se utilizó el paquete estadístico SPSS para Windows y la prueba utilizada fue el chi-cuadrado. Los datos fueron introducidos en una base de datos de Excel, para posteriormente ser analizados por el SPSS. Las variables utilizadas fueron: • sexo. • sellado (tratados o no tratados). • caries (presencia o ausencia). RESULTADOS Los resultados obtenidos en este estudio son los que se enumeran a continuación: 1. De los 95 escolares tratados con sellador de fosas y fisuras, 22 presentaron caries (fig. 1). 2. De los 34 escolares no tratados con sellador de fosas y fisuras, 17 presentaron caries (fig. 2). 3. Se observa una relación estadísticamente significativa con una P = 0,003 entre la realización o no de sellados de fosas y fisuras y la presencia o no de caries dental (fig. 3). 4. De los 46 varones tratados con sellador de fosas y fisuras, 7 presentaron caries (fig. 4). 5. De los 15 varones no tratados con sellador de fosas y fisuras, 6 padecieron caries (fig. 5). 6. De las 49 mujeres tratadas con sellador de fosas y fisuras, 15 presentaron caries (fig. 6). 7. De las 19 mujeres no tratadas con sellador de fosas y fisuras, 11 presentaron caries (fig. 7). 8. El RR (Riesgo Relativo crudo) para todos los estratos fue de 0,46. DISCUSIÓN Los datos obtenidos tras la realización del estudio descrito nos indican una indudable efectividad de los selladores de fosas y fisuras como medida preventiva de las caries oclusales en la población infantil, puesto MAXILLARIS • ABRIL - 2002 47 CIENCIA Y PRÁCTICA RELACIÓN SELLADO-CARIES RELACIÓN NO SELLADO-CARIES NO SELLADOS (%) SELLADOS (%) figura 1 figura 2 RELACIÓN SELLADO-CARIES EN VARONES RELACIÓN NO SELLADO-CARIES EN VARONES SELLADOS (%) NO SELLADOS (%) figura 4 figura 5 RELACIÓN SELLADO-CARIES EN MUJERES RELACIÓN NO SELLADO-CARIES EN MUJERES NO SELLADOS (%) SELLADOS (%) 48 figura 6 figura 7 que los escolares tratados con selladores sufrieron un menor número de caries que aquellos a los que no se les había practicado dicho tratamiento. También se debe tener en cuenta que los escolares que formaban la muestra fueron instruidos para la adquisición de correctos hábitos higiénico-dietéticos, independientemente de haber sido tratados con selladores, pudiendo tener este factor una influencia positiva en el éxito del tratamiento, puesto que dado el origen multifactorial de la caries, toda medida preventiva, en este caso el sellador de fosas y fisuras, no debería ser administrada de forma aislada. MAXILLARIS • ABRIL - 2002 CIENCIA Y PRÁCTICA VALOR GL. SIG. ASINT. SIG. EXACTA (BILATERAL) Chi-cuadrado de Pearson 8,553 1 0,003 Corrección de continuidad 7,328 1 0,007 Razón de verosimilitud 8,15 1 0,004 0,005 Estad. exacto de Fisher Asociación lineal por lineal Nº de casos válido 8,487 1 SIG. EXACTA (UNILATERAL) 0,004 0,004 129 figura 3 Los resultados relativos al sexo nos indican un mayor porcentaje de caries en mujeres que en varones. Esto podría ser debido a que la erupción del primer molar definitivo en el sexo femenino tiene lugar con varios meses de antelación respecto al sexo masculino, con lo que dicha pieza dentaria permanecería más tiempo expuesta a los factores de riesgo. Puesto que el RR (Riesgo Relativo) no se modificó en función del sexo, esta variable no constituye un factor de confusión. Fueron llevados a cabo estudios con resultados contradictorios respecto a la utilización de selladores de fosas y fisuras por sus posibles efectos secundarios, debido a alteraciones hormonales en niños (únicamente varones) en relación a su contenido en bis-fenoles. Como consecuencia de la difusión de estos estudios, no se llevó a cabo la colocación de selladores como tratamiento preventivo de la caries dental en todos los casos en que estarían indicados. Se puede observar asimismo, la posible utilización de selladores de fosas y fisuras como tratamiento conservador de caries incipientes de esmalte, basándose en el hecho de que impediría la multiplicación bacteriana al interferir en el aporte de nutrientes. Esta práctica puede 50 ser controvertida y nos ocuparía otro estudio independiente, pero sus fundamentos residen en el hecho de que la caries incipiente sellada no progresa y esto representa el procedimiento más conservador para prevenir la caries a la vez que conserva la estructura dental más natural. CONCLUSIONES Mediante este estudio, se ha encontrado una relación estadísticamente significativa entre la presencia de caries oclusales en primeros molares definitivos y la ausencia de sellado preventivo de los mismos. Asimismo, se aprecia una relación estadísticamente significativa en la aparición de caries en relación al sexo, siendo mayor la incidencia de caries en el sexo femenino. Queda justificado, por lo reflejado del primer apartado, la función del/la higienista dental en un programa comunitario de salud bucodental como agente preventivo y educador sanitario para prevenir la aparición de caries en la población infantil. Desde la primera aplicación de selladores de fosas y fisuras en 1967, su utilización va en aumento hasta nuestros días. Ello es debido a la mejora de las técnicas y materiales de sellado y a la alta cualifica- MAXILLARIS • ABRIL - 2002 ción de los profesionales de la odontología en el campo de la prevención bucodental. Bibliografía 1. National Institutes of Health. Consensus development conference on dental sealants and prevention of tooth decay, JADA 108 (2): 233, 1984. 2. Higashida B. Odontología Preventiva. Edit. Mc Graw-Hill Interamericana (Heal thcare Group), cap 8, Julio 2000. 3. López Rábade XC, Suárez Quintanilla D. Selladores de fosas y fisuras. Su utilización en odontología preventiva. Archivos de Odontología Preventiva y Comunitaria, 1997-13 (supl). 4. Rodríguez-Vigil L, Otero Furuelos R. Programa de Promoción de la Salud Bucodental en Asturias (INSALUD). Edit. Consejería de Servicios Sociales 1992 y 1997. 5. Silverstone, L. Caries dental: etiología, patología y prevención. Edit. El Manual Moderno, 1987.