LA INTERPRETACIÓN JURÍDICA EN EL TIEMPO Lucila

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LA INTERPRETACIÓN JURÍDICA EN EL TIEMPO
Lucila CABALLERO GUTIERREZ
Mizhael Z. NÁPOLES CAÑEDO
SUMARIO: I. Sobre la función del tiempo y el espacio en el derecho. II.
Conflictos de normas en el tiempo y el espacio. III. Cambio normativo en
el tiempo por derogación. IV. La vacatio legis. V. Conclusión
¿A qué problemas se enfrenta el intérprete del derecho cuando se dan
constantes cambios a la normatividad, en donde se tiene que interpretar sea para
aplicarla o sólo para conocerla, explicarla o describirla? El objetivo de este trabajo
es identificar algunos problemas de interpretación jurídica derivados del cambio en
las normas aplicables a través del tiempo y el espacio.
La hipótesis de la que se parte es la siguiente: A mayor cambio en la
normatividad mayor dificultad en la interpretación. Por cambio en la normatividad
vamos a entender aquéllas modificaciones, derogaciones, abrogaciones o adiciones
que se le hagan al contenido de leyes, decretos, reglamentos u cualquier otro
ordenamiento jurídico que haya de interpretarse. Aunado al problema de por sí
complejo que representa la labor de interpretación jurídica, se aumenta una dificultad
más al momento de identificar la normatividad vigente aplicable.
Los constantes cambios normativos
pueden surgir a partir de
diversas
razones de política legislativa; sin embargo, cuando dichos cambios son continuos,
no se permite que se dé una presencia de criterios más o menos constantes de
interpretación. Se dificulta la formación de lo que se puede llamar una “Tradición de
interpretación jurídica”. Como ejemplo de ello, tenemos las reformas constantes en
la materia fiscal, también el reciente cambio en la materia civil en lo que se refiere a
violencia intrafamiliar, y mucho más reciente en materia constitucional. A decir de
Pérez Carrillo, “Entre las virtudes del legislador, se ha de destacar la capacidad de
captar y comprender los problemas de una sociedad y la de ofrecer las soluciones
satisfactorias de carácter general para resolverlos”.1
I.
1
SOBRE LA FUNCIÓN DEL TIEMPO Y EL ESPACIO EN EL DERECHO
Pérez Carrillo, Agustín. Ley, legislador y política legislativa, dentro de Quehacer
Parlamentario No 5, México 2002p. 3.
Cuando nos remitimos al estudio de un objeto en específico, parece inevitable
no recurrir al tiempo. Éste como patrón de comprensión de muchos conceptos e
ideas dentro de las ciencias, es un factor en ocasiones determinante para poder
describir ciertas situaciones en la realidad.
El tiempo en el derecho cumple una función de suma importancia: la validez
jurídica; es así, que para determinar la validez de las normas jurídicas, de los actos,
de un hecho, de la existencia de cualquier orden jurídico, se requiere el uso del
concepto tiempo.
El conocimiento jurídico está orientado, en lo fundamental, al estudio de
normas. Es por medio de normas como, de modo hipotético, la conducta humana o
ciertos fenómenos fácticos, pueden ser calificados como jurídicos o no jurídicos. Es
una verdad de Perogrullo, afirmar que este marco normativo referencial es limitado
en el tiempo (y también en el espacio). Las situaciones sociales, éticas, políticas y
todas aquéllas que se buscan regular por el derecho
son cambiantes. Estos
cambios sin duda están ligados al concepto tiempo.
Por tiempo entendemos el “período que va de un acontecimiento anterior a
otro posterior”
2
. Dentro de este acontecer, la conducta humana transcurre y el
derecho regula de manera diferente este suceso. Obviamente las normas jurídicas
hacen referencia a
conductas
del hombre que tienen que
realizarse en un
determinado tiempo y espacio. El hombre ha inventado muchas formas medir el
tiempo: el calendario, el reloj, entre otros, son algunos de esos inventos. No
obstante, el modo tradicional de medir el tiempo puede no coincidir con el modo
jurídico. Al respecto tenemos más de un ejemplo donde aparecen
tales
divergencias. Por mencionar algunas en el derecho mexicano, un día laboral no
necesariamente se identifica con las 24 horas de un día normal, o para efectuar
una indemnización por mes de trabajo no se toma 30 días con sus consecuentes
24 horas cada uno.
A nivel de teoría jurídica se ha afirmado que el
concepto del tiempo se
vincula tanto con el de existencia como con el de validez. Para algunos teóricos del
2
Zaniqui, José Ma. Diccionario razonado de sinónimos y contrarios. ed. De Vecchi,
S.A1973 p. 763.
derecho, como Hans Kelsen3, la validez de una norma depende de su existencia, en
tanto la misma prescriba conductas en el ámbito del comportamiento humano. De
esta manera, es como el tiempo en el cual una norma existe ya cumple en la tesis de
Kelsen una función determinada.
La existencia de una norma jurídica viene precedida por un lapso de tiempo
dentro del cual la norma de derecho será objeto de aplicación; sin embargo, esta
atribución de la norma tiene sus limitantes en tanto es aplicada en un tiempo y un
espacio determinado4. No podemos hablar de normas universales, porque
necesariamente romperíamos con el concepto de tiempo y espacio, e implícitamente
su estudio estaría fuera de la posibilidad del conocimiento empírico; la norma jurídica
tiene que ubicarse dentro de una noción específica de validez en tanto produzca la
aplicación y el acatamiento del derecho. En consecuencia, tenemos que tanto el
tiempo como el espacio, son conceptos que aparecen relacionados para identificar la
validez de las normas jurídica.
Así tenemos normas que prescriben el cumplimiento de ciertas conductas del
individuo que están sujetas a estas dos funciones necesarias en el derecho, en tanto
la conducta se desarrolle en un espacio y en un tiempo específico. No obstante lo
anterior, también hay normas jurídicas que dicen sobre la existencia de normas,
ubicándolas dentro de un espacio bien delimitado y un tiempo para su aplicación.
Estas normas prescriben sobre el tiempo en tanto definen el ámbito de validez
espacial y temporal de una norma de derecho.
Estas normas que determinan la existencia de una norma jurídica en el
tiempo, cumplen la función de dotar de validez al derecho que se crea y con ello, se
especifica el término de aplicación de la norma en relación a un determinado espacio
o territorio en donde la misma será aplicada por órganos estatales, cómo únicas vías
de administración de justicia.
La etapa de existencia de la norma de derecho, define no sólo el ámbito
temporal de su aplicación, sino que además, expresa la obligación de su
acatamiento en tanto objeto hipotético de verificación en la realidad, con nexo a una
consecuencia en caso de incumplimiento. Igualmente, la temporalidad de existencia
3
Kelsen, Hans, Teoría Pura del Derecho, Porrúa, México, 2007, p. 23.
4
Op. cit., p. 26
de una norma, indica que esa norma es válida, y que su acatamiento sólo puede
valer dentro de ese específico periodo.
Cuando la norma pierde su validez
temporal, no hay facultad para obligar a los individuos a seguirla, puesto que su
tiempo de efectividad ya ha finalizado, o ha sido interrumpido. Así como una norma
define la existencia de una nueva norma, también dicta sobre una norma anterior
quitándole esa atribución de validez que anteriormente era efectiva.
Los actos del ser humano se ven sujetos a normas de derecho válido en este
ámbito espacial y material de la norma jurídica. En esto, cabe decir que no puede
imponerse un comportamiento en tanto éste no se contenga en el derecho que está
vigente en una determinada comunidad. Por mencionar un ejemplo, sería tanto
como querer aplicar en la actualidad, normas o mandatos que se exigían en épocas
pasadas como las feudales o de sociedades más antiguas.
Lo antes expuesto resulta relevante, toda vez que en ello reside una de las
distinciones más importantes entre el orden jurídico y el orden moral; así tenemos
normas morales que han existido por un tiempo considerablemente más extenso
respecto de las jurídica y que, posiblemente, ahora mismo se estén acatando en una
determinada comunidad. No obstante su mera existencia y eficacia, no conlleva la
obligatoriedad y validez jurídica, toda vez que no han sido incluidas en un orden
jurídico; es decir, para que califiquemos de jurídica a una norma se requieren otros
factores (algunos autores se han referido a los criterios de pertenencia para hacer
esta distinción).
En relación a ello, la exigencia de cumplir una orden moral o religiosa viene a
ser inválida en tanto el derecho, no ha prescrito algo sobre dicha conducta, a
diferencia de las conductas prevenidas en diversos ordenamientos legales. Que una
norma exista, no implica su validez en tanto la misma no sea objeto específico del
marco normativo del derecho.
El tiempo en el sistema jurídico adquiere relevancia, en cuanto a la
circunstancia de que una norma indica la creación de otra norma y con ello su
tiempo específico de validez o existencia; pero igualmente, pueda ser que ésta sea
omisa en cuanto a ese particular, puesto que no mencionar su término de existencia
implica una vigencia indeterminada. Cuando ello sucede, generalmente una norma
posterior termina con su aspecto de validez e impone que la existencia de esa
determinada normatividad ha llegado a su fin, esto, con el objeto de que esas
normas no sean exigidas en lo futuro, cualquier acto de aplicación de dicha norma
no es válido.
Esa misma atribución de validez de la norma jurídica, tiene un aspecto
espacial que tiene que verse determinado generalmente por una delimitación
territorial que comprende una extensión o porción específica de tierra. A ésta
función, se le denomina comúnmente por la ciencia jurídica, como ámbito espacial
de validez de la norma.
Cuando el derecho delimita la existencia y el espacio de aplicación de la
norma, con ello delimita también sus ámbitos de validez. Así tenemos ahora
derechos que son de carácter interno y externo, como lo es el derecho internacional.
La norma que impone la observancia de determinado orden jurídico, delimita el
ámbito o la esfera donde la aplicación del derecho es válido. Lo anterior, busca la
finalidad de que los actos objeto del derecho contenidos en sus normas, se
verifiquen en un determinado tiempo y lugar. Así, tenemos que conductas prohibidas
en otros países son permitidas en nuestro derecho, y cualquier aplicación de una
norma que no pertenezca al régimen jurídico que rige ese territorio, no es válida.
Para ello el derecho, ha determinado específicas conductas, y tiempo precisos para
su observación, en un territorio destinado para ello.
En esto, el contenido lingüístico de las normas de derecho tiene suma
importancia, ya que los códigos, leyes o constituciones tienen que determinar con
precisión selecta estos ámbitos de validez. Cuando ello no sucede, la consecuencia
trae como dificultades, algunos problemas que la ciencia jurídica a denominado
“conflictos de leyes en el espacio”.
II.
CONFLICTOS DE NORMAS EN EL TIEMPO Y EL ESPACIO
Nos dice Eduardo García Máynez5, que los problemas que nacen
precisamente por el ámbito temporal de vigencia suelen ser denominados, conflictos
5
García Máynez, Eduardo, Introducción al Estudio del Derecho, Porrúa, México,
1974, p. 403.
de leyes en el tiempo, y aquellos que tienen como origen el ámbito espacial son
identificados como conflictos de leyes en el espacio.6
Esta clasificación puede servir entonces para distinguir entre los procesos en
los que el ámbito normativo generalmente tiene problemas importantes. Estos
ámbitos temporales y espaciales son tomados en cuenta siempre por el órgano
creador del derecho, a fin de que sus determinaciones tengan un alcance tanto en el
espacio y el tiempo. Un ejemplo de ello son las normas constitucionales, de las que
se considera mayor jerarquía en el ámbito normativo; sus disposiciones por lo
general tienen una temporalidad indefinida y presentan la particularidad de que su
obediencia se proyecta hacia todo lo que es el territorio nacional definiendo la
competencia ante otros Estados internacionales. No obstante ello, sus imposiciones
son directivas para que los Estados, Municipios y Delegaciones, emitan su
normatividad conforme ésta lo dispone, en tanto no contravengan ni ocupen
competencias y facultades que no les puedan ser conferidas.
De esta manera, los preceptos legales codificados cambian según
lineamientos previamente establecidos en normas anteriores. Así tenemos
procedimientos como la reforma, la derogación y abrogación.
Algunos de los problemas fundamentales de interpretación jurídica, surgen a
partir de identificar y delimitar el ámbito temporal y espacial de la norma jurídica,
conflictos que suelen producirse por estos cambios totales o parciales en las
normas, lo que trae consigo problemas que en un determinado momento ponen al
jurista o al juez, en una verdadera encrucijada en cuanto a las orientaciones legales
que puedan elegir.
Para el filósofo inglés Hart, estas normas o reglas son denominadas como de
segundo tipo7, puesto que previenen no sólo conductas sino que además mencionan
la creación modificación de deberes u obligaciones, es decir, normas de cambio que
modifican el sistema jurídico8.
6
7
Idem.
Hart, H.L.A., El Concepto de Derecho, Traducción de Genaro Carrió, Abeledo-
Perrot, Buenos Aires, Argentina, p. 101.
8
Dice el profesor Hart: “… las reglas del segundo tipo establecen que los seres
humanos pueden, haciendo o diciendo ciertas cosas, introducir nuevas reglas del
En cuanto a los procedimientos adscritos en normas jurídicas para el cambio
o modificación del derecho vigente es decir, el derecho válido en el tiempo y el
espacio, uno de los procesos más utilizados sin duda lo es el de reforma. Ésta
consiste en modificar parcialmente el contenido de una norma, para efectos de
añadir, disminuir, aumentar o precisar los elementos que la componen. Este
procedimiento suele ser, por regla general, únicamente utilizado por el legislador,
quien es el órgano que tiene la facultad de realizar dicha operación en base a
lineamientos expresos en normas establecidas.
La reforma es un medio conveniente para solventar problemas que surgen como
consecuencia del dinamismo social. También se busca hacer
más eficiente
la
actividad de los órganos jurisdiccionales en el ejercicio de sus competencias. El
fundamento
para reformar una
disposición normativa está en la Constitución
Mexicana en su artículo 72 fracción F, donde se prescribe que
para la
interpretación, reforma o derogación de leyes o decretos, se observen los procesos
establecidos para su conformación; en tanto que
para el estado de Sonora, la
constitución estatal lo faculta en su artículo 63.
No obstante que el mecanismo de reforma busca
resolver problemas en la
interpretación jurídica puede, a su vez, generar otro tipo de problemas. Uno de ellos
es la denominada derogación escoba. Se da cuando el legislador en
normas
transitorias de la reforma en cuestión, ordena a que todas las demás leyes o normas
que se opongan a dicha reforma quedan derogadas. Como no se explicita cuáles
son la o las leyes que se oponen, dicha norma funciona como una cláusula
demasiado abierta que prácticamente barre con cualquier tipo de norma o peor aun
ley que se pudiese identificar
como contraria a la reforma.
Sólo
haciendo el
análisis de un caso concreto se podrá determinar y argumentar esta contrariedad.
III.
CAMBIO NORMATIVO EN EL TIEMPO POR DEROGACIÓN
tipo primario, extinguir o modificar reglas anteriores, o determinar de diversas
maneras el efecto de ellas, o controlar su actuación.” Idem.
La derogación, contrario a la reforma, tiene la finalidad de eliminar normas del
sistema jurídico9, así lo conceptúa Josep Aguiló, jurista contemporáneo del derecho
quien basa sus estudios en la tesis de Hans Kelsen. La eliminación de normas
implica que el sistema jurídico se reduce y con esto la existencia y validez de la
norma desaparecen sólo en su ámbito jurídico, puesto que la norma puede seguirse
aplicando espontáneamente, pero su validez y exigencia ya no serían posibles en la
esfera jurídica.
Carlos Alchourrón y Eugenio Bulygin denominan a esta circunstancia como
cambio en el sistema, ya sea cuando se derogan o se promulgan nuevas normas de
derecho10. Para dichos autores, cualquier cambio en el sistema es importante,
puesto que los enunciados válidos cambian o dejan de ser utilizados por los órganos
jurisdiccionales. En esto, cabe señalar aspectos importantes; cuando se aplica el
procedimiento derogatorio, pueden darse varias situaciones: a) que la derogación
sea producida con motivo de la promulgación de una nueva ley o codificación, pueda
ser que ésta misma ley nueva contenga una norma que derogue dicho reglamento
anterior, entonces la derogación estaría básicamente en función del tiempo. b)
También puede ser que posterior a la derogación no venga otra ley, sea porque ya
no es necesaria, sea porque el tiempo la ha hecho ineficaz e inaplicable o porque
simplemente se ha omitido crear la nueva o se ha postergado hacia el futuro.
Lo que si es necesario observar, es que si el procedimiento derogatorio trae
consigo problemas importantes como el de la pérdida de un derecho una facultad
que dependía o estaba relacionada con otra. Cuando ello sucede, la norma que fue
derogada relacionaba un derecho o una obligación para con otra norma, o pueda
suceder a la inversa, cuando una norma de distinto orden o materia se ligaba a la
norma rechazada, creando con ello la pérdida de un derecho o una facultad. Así, la
norma que deroga cumple un papel importante en tanto extingue la existencia de
derechos en el plano jurídico.
9
Aguiló Josep, Sobre la Derogación, Ensayo de Dinámica Jurídica, Fontamara,
México, 1999, p. 14.
10
Alchourrón, Carlos y Bulygin Eugenio, Introducción a la Metodología de las
Ciencias Jurídicas y Sociales, ASTREA, Buenos Aires, 1993, p. 141.
A manera de ejemplo, resulta interesante
mencionar un problema de
interpretación en el tiempo que se deriva de un artículo transitorio de nuestra Carta
Magna. Cuando el Congreso Constituyente aprobó la constitución en fecha 31 de
enero de 1917, siendo que hasta el día 5 de Febrero de 1917, se decreta su
publicación por el poder ejecutivo, en ese entonces el ex-mandatario Venustiano
Carranza. Esta nueva constitución contenía en sus artículos transitorios una
disposición que extinguía derechos que a la cita dice:
“Artículo Decimotercero. Quedan extinguidas de pleno derecho las deudas que
por razón de trabajo hayan contraído los trabajadores, hasta la fecha de esta
Constitución, con los patronos, sus familiares o intermediarios.”
En cuanto a la denominada derogación escoba, es preciso mencionar lo
siguiente. El hecho de que la derogación a causa de una reforma implique la
desaparición expresa de normas distintas, involucra con ello que la identifiación de
dichas normas sea un problema de sistematización y aplicación del derecho;
ciertamente esta norma derogatoria, produce más problemas que beneficios al
sistema
jurídico.
Según
Aguiló,
estas
disposiciones
suelen
denominarse
técnicamente como “disposiciones derogatorias genéricas”, en tanto no precisan ni
detallan las normas que pretenden derogar.11
Para el jurista Ignacio Burgoa, el concepto “derogación”, hace referencia a la
anulación parcial de la ley, en diferencia con la abrogación que anula o desaparece
totalmente el conjunto normativo12. La abrogación en cambio, consiste en un
procedimiento de supresión total en la vigencia de la ley o reglamento, la cual según
el autor, siempre debe ser señalada en los ordenamientos que determinan la
anulación de la ley anterior13. Para Eduardo Pallares14, la derogación hace alusión a
la anulación o destrucción de alguna disposición o resolución judicial, con lo cual
11
12
Aguiló, Op.cit., pp. 48-49.
Burgoa Orihuela, Ignacio, Diccionario de Derecho Constitucional, Garantías y
Amparo, Porrúa, México, 1984, p. 117.
13
Ibidem, p. 11.
14
Pallares, Eduardo, Diccionario de Derecho Procesal Civil, Porrúa, México, 1952, p.
252.
hace extensivo el uso del concepto no solamente a normas generales, sino también
a decisiones individualizadas por las autoridades judiciales y administrativas.
Tenemos entonces, que la abrogación es una actividad que declara la falta de
validez de un conjunto de normas (códigos, leyes, reglamentos), en tanto la
derogación se refiere únicamente a disposiciones específicas contenidas en un
marco normativo definido. Algunos investigadores15 denominan a la abrogación
como un acto por medio del cual se suprime un cuerpo legislativo en su totalidad y
además que exista una autoridad competente para la realización del tal acto. Los
autores Trigueros y Arteaga, sostienen que para que el acto de abrogación sea
posible, se requiere seguir el procedimiento que permite la emisión de normas, es
decir, que el congreso proponga una iniciativa en la que se detalle expresamente el
objeto materia de la derogación, que se discuta además y sea votada en la cámara
de origen, igualmente que la iniciativa pase por la cámara revisora y que el acto sea
promulgado por el presidente de la república16.
LA VACATIO LEGIS
Ahora bien, es necesario mencionar otra de las consecuencias que se
producen debido a los tiempos normativos y que es denominada como “vacatio
legis”. Este proceso temporal se constituye en tanto la norma no entra en vigor
aunque ya se haya publicado o promulgado. Este periodo de tiempo, generalmente
es establecido por el legislador con fines transitorios o atendiendo a circunstancias
especiales de aplicación17. Determinar este periodo es trascendental para el
derecho, pues indica un etapa donde ciertas conductas y eventos ya identificados
por el derecho no pueden crear efectos jurídicos, sino hasta el momento preciso que
el legislador previamente estableció para dar vigencia al conjunto normativo
respectivo. Esta situación indica que en tanto el derecho no tenga la vigencia aun
siendo válido, sus efectos jurídicos no pueden transmitirse a las realidades que
15
Trigueros Gaisman, Laura, y Arteaga Nava, Elisur, Diccionario Jurídico, Derecho
Constitucional, Harla, México, 1995, p. 1.
16
Idem, p. 24.
17
García Garrido, Manuel Jesús, Diccionario de Jurisprudencia Romana, Dykinson,
Madrid, 1982, p. 361.
sucedan en ese preciso momento en donde la vacatio legis cumple su función de
temporalidad.
Algunos juristas entre ellos Olaso y Casal, definen a este espacio temporal
como “vigencia diferida”18, que consiste efectivamente en el lapso de tiempo dentro
del cual la norma ha sido publicada pero su entrada vigor es diferida. Señalando
además, que esto sucedía comúnmente a causa de las distancias entre poblaciones,
puesto que la demora en conocer los nuevos productos legislativos era más
prolongada en los lugares remotos y de poco acceso.
Es
por
este
motivo
que
actualmente
al
promulgar
determinados
ordenamientos jurídicos, se destine un periodo de tiempo para que dicha
normatividad entre en vigencia, y así el ciudadano que es receptor del mandato
pueda tener el debido conocimiento de los productos normativos y esté en la aptitud
de defenderse si ésta lesiona alguno de sus derechos fundamentales. Además y
como consecuencia de ese espacio de tiempo, las autoridades no pueden someter a
decisión ningún suceso o acto que esté bajo los supuestos de la nueva ley en tanto
ésta no ha cobrado la vigencia requerida. Lo anterior es importante, pues aunque la
norma es válida su vigencia determina el momento preciso donde inicia la aplicación,
es decir, a partir del momento en que jurídicamente la ley es vigente y puede
utilizarse en un tiempo y un espacio determinados. Así podremos tener normas
válidas pero que no sean vigentes debido a este lapso de tiempo, hasta entonces
estas unidades normativas no pueden otorgar ni restringir derechos. Como ejemplo,
podemos mencionar la reciente reforma constitucional relativa a los juicios orales.
Dicha reforma una vacatio legis de 8 años para la entrada en vigor. Lo curioso de
esta vacatio legis es que puede ser hasta de 8 años pero por el hasta ello implica
que puede ser menos tiempo. La vacatio legis es una técnica legislativa que permite
que se reconsideren las cuestiones fácticas necesarias para poder llevar a una
mayor eficacia en el tiempo y espacio a los cambios normativos.
¿Y qué podemos
afirmar acerca de las
tradiciones de interpretación
jurídica? La palabra tradición se usa para referirse a ciertos patrones de
comportamientos que se transmiten de generación en generación. En este caso, la
18
Olaso, María Luis, Jesús María Casal, Curso de Introducción al Derecho,
Introducción a la Teoría General del Derecho, Texto, 2004, Venezuela, p. 143.
usamos para referirnos a la forma de comportarse de los intérpretes del derecho,
específicamente en el ámbito judicial; es decir, sus patrones de comportamiento en
torno al contenido de sus decisiones de interpretación, toman en cuenta a
precedentes decisiones en cuanto a su contenido valorativo.
Estas tradiciones de interpretación judicial no sólo se presentan
en los
llamados sistemas jurídicos del common law, sino también en los que, como el
nuestro, pertenecen al sistema continental Europeo. Para Nino, “Un tribunal se
encuentra fuertemente
obligado por sus propias
decisiones anteriores”19
ese
sentirse obligado es el reflejo de tales tradiciones de interpretación, cambiarlas
requiere dar razones que influyan en la actitud de los juzgadores.
Las tradiciones en la interpretación jurídica son importantes toda vez que
pueden dar cierta seguridad jurídica. Y la seguridad jurídica es un elemento muy
importante para un estado que se precie de respetar los derechos humanos. Estas
tradiciones se pueden observar tanto en la llamada dogmática jurídica así como en
la actuación de los tribunales.
Por otra parte, estas tradiciones de interpretación se ven influenciadas por lo
que Ferrajoli denomina “cultura jurídica”20 como “la suma de muchos conocimientos
y actitudes…”. Entre otros menciona los modelos de justicia y los modos de pensar
el derecho. Consideramos que toda esa cultura jurídica influye en las tradiciones
de interpretación y aplicación, en el tiempo y espacio del derecho.
¿Pueden las constantes reformas legislativas y constitucionales ocasionar la no
formación de tradiciones de interpretación?
Consideramos que si; aunque en
muchas ocasiones consideremos necesarias ciertas reformas legislativas, ello no
conlleva caer en el mito de la ley: creer en que cambiando la ley se cambia el
mundo. En tal sentido, la técnica de la vacatio legis puede ser una herramienta útil
para revisar las tradiciones de interpretación y dar tiempo para la reflexión
evaluación de cambios y propuesta.
IV.
19
CONCLUSIÓN
Nino, Carlos S. Introducción al Análisis del Derecho, ed. Ariel, España, 1987, p,
294
20
Ferrajoli, Luigi, Epistemología jurídica y Garantismo. Ed Fontamara, 169.
y
A lo largo de este trabajo se pudo apreciar la importancia que tiene
en la
determinación de la validez de lo normativo jurídico el concepto de tiempo. Está
presente queramos o no, seamos o no consciente de ello.
La vacatio legis es una técnica legislativa importante para poder llevar a una
mayor eficacia en el tiempo los cambios normativos.
Los cambios de tradiciones de interpretación jurídica que prevalecen en los
juzgadores, sobre todo los de más alto nivel, requiere el manejo de razones
necesarias y suficientes que logren influir en las actitudes de tales juzgadores.
La vacatio legis puede ser una herramienta útil para revisar las tradiciones de
interpretación y dar tiempo para la reflexión
y evaluación de cambios y propuesta
que tengan que ver con una determinada cultura jurídica.
BIBLIOGRAFÍA
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México, 1999.
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Ciencias Jurídicas y Sociales, ASTREA, Buenos Aires, 1993.
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Amparo, Porrúa, México, 1984. 1
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TRIGUEROS GAISMAN, Laura, y Arteaga Nava, Elisur, Diccionario Jurídico,
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