¿PUEDE MEJORARSE EL PROCEDIMIENTO DE DECLARACIÓN DE INSTALACIONES ESENCIALES? HERRAMIENTAS APLICABLES EN EL MARCO DE LA REGULACIÓN INTELIGENTE. AUTOR CARLOS ENRIQUE GONZÁLEZ – PRADA ARRIARÁN Salamanca, 2013 ÍNDICE Acrónimos..………………………………………………………………………....…… 4 Introducción…………………………………………………………………..…….…… 5 1. La doctrina de las instalaciones esenciales…………….…………………….…….…... 6 1.1 Noción general de la doctrina de las instalaciones esenciales………………..….... 6 1.2 La doctrina de las instalaciones esenciales en la jurisprudencia de Estados Unidos. 7 1.2.1 Terminal Railroad Association of St. Louis (1912)……………………….……... 8 1.2.2 Associated Press (1945)………………..……………………………...........…. 9 1.2.3 Gamco (1952)……………………………………………….……..……….. 10 1.2.4 Otter Tail (1973)…………………………………………….……...………. 10 1.2.5 MCI Communications (1983)………………………………….……...…..…... 1.2.6 Aspen (1985)…………………………………….………….……………… 11 1.2.7 Trinko 2004………………………………………………….…………….. 14 1.3 La doctrina de las instalaciones esenciales en la jurisprudencia de la Unión Europea………………………….……………………………………………… 15 13 1.3.1 Commercial Solvents (1974)………………………………..........……………. 15 1.3.2 Magill (1985)….…….…….…..……………………...…..………………… 16 1.3.3 European Night Services (1998)…………………….………………..….……. 17 1.3.4 Bronner (1998)…………………………….…………………………….….. 18 1.4 Análisis comparado de la doctrina de las instalaciones esenciales en Estados Unidos y la Unión Europea…………………………………………………….... 20 1.5 La doctrina de las instalaciones esenciales en América Latina: análisis de las experiencias llevadas a cabo en Argentina, Chile y Perú..………………….….… 23 1.5.1 Argentina……………………………………………………….….....…… 24 1.5.2 Chile…………………………………………………………….……..….. 25 1.5.3 Perú…………………………………………………….…………….....… 1.5.4 Análisis comparado de la doctrina de las instalaciones esenciales en Argentina, Chile y Perú……………………………………………………. 28 30 2. El derecho a la libertad de empresa y la doctrina de las instalaciones esenciales….….. 33 2.1 Breves apuntes sobre el derecho a la libertad de empresa…………………….…. 33 2.2 El derecho a la libertad de empresa y el derecho de competencia. Su relación con las instalaciones esenciales……………………………………………….………. 39 3. Herramientas y mecanismos necesarios para una declaración eficiente de instalaciones esenciales ………………………………………………………...…………………... 44 2 3.1 Principio de necesidad………………………………………………………….... 45 3.2 Principio de eficacia ………………………………………………………...….... 65 3.3 Principio de proporcionalidad …………………………………………………... 68 3.4 Principio de transparencia y participación………………………………………... 70 3.5 Principio de seguridad jurídica ………………………………………….……....... 4. Caso práctico: declaración como instalación esencial del acceso a la plataforma de pago de los operadores de telecomunicaciones móviles en Perú..………..……….………… 71 4.1 Antecedentes normativos………………………………………………………... 74 4.2 Procedimiento seguido para la calificación del acceso a la plataforma de pago de los operadores móviles como instalación esencial………………………….…….. 77 4.3 Análisis del procedimiento seguido por OSIPTEL para la declaración de la instalación esencial ………………………………...……………………………. 78 5. Conclusiones…………………………….…………………………………………… 93 6. Bibliografía……………………………………………………….…………………... 95 6.1 Referencias bibliográficas………………………………………………………... 95 6.2 Documentos de trabajo…………………………………………………………. 97 74 3 ACRÓNIMOS AIR Análisis de Impacto Regulatorio BID Banco Interamericano de Desarrollo INDECOPI Instituto Supervisor de la Competencia y Protección de la Propiedad Industrial LDI Larga Distancia Internacional OCDE Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos OLD Operador de Larga Distancia OM Operador Móvil OMC Organización Mundial del Comercio OMR Operador Móvil con Red OSIPTEL Organismo Supervisor de la Inversión Privada en Telecomunicaciones OSITRAN Organismo supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público STC Sentencia del Tribunal Constitucional Español TJUE Tribunal de Justicia de la Unión Europea TUE Tratado de la Unión Europea 4 INTRODUCCIÓN En su obra Una Investigación Sobre la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones, Adam Smith formuló que el egoísmo o el interés de los individuos de satisfacer sus propias necesidades son las que permiten, en definitiva, alcanzar el bienestar social, al ser guiados en su actuación por “una mano invisible” que no entraba en sus intenciones. Esta mano invisible, que se puede identificar con la competencia en el mercado, es la que permitiría asignar eficientemente los recursos existentes. Posteriormente, Vilfredo Pareto desarrolla la línea iniciada por Smith, planteando en su primer teorema que la asignación que hacen los mercados competitivos es la más eficiente posible, y en el segundo, que en ausencia de rendimientos de escala crecientes, la asignación óptima se puede llevar a cabo de manera descentralizada mediante el mercado. Sin embargo, la realidad ha demostrado que los mercados no son perfectamente competitivos sino que presentan diferentes fallos, como puede ser la existencia de poder de mercado por parte de un agente económico, que impiden la asignación eficiente de los recursos, y, consecuentemente, no permiten alcanzar el bienestar social al que hacía referencia Smith. Estos fallos de mercado han servido de justificación para la intervención del Estado, regulando aquellos sectores y espacios de la actividad económica en los que el mercado no despliega plenamente sus mecanismos y efectos (Esteve, 2007: 94), siendo un ejemplo claro de ello la calificación de distintos bienes como instalaciones esenciales para el fomento de la competencia en aquellos mercados que dependen del acceso a los mismos. Pero, como también lo ha demostrado la evidencia empírica, y más precisamente la Teoría de la Elección Pública, la intervención del Estado no se encuentra exenta de fallos. En efecto, en sus decisiones, el Estado pueden verse afectado por vicios tales como la asimetría informativa, la captura por parte de intereses privados o inconsistencias en las decisiones adoptadas, debido principalmente a los ciclos electorales. Por este motivo, resulta imprescindible que la intervención del Estado se encuentre enmarcada dentro de principios que orienten su actuación a maximizar el bienestar social. Mediante el presente trabajo se proponen algunas herramientas y mecanismos que pueden ser utilizados por las autoridades de competencia para que la declaración de un bien como instalación esencial permita incrementar los niveles de competencia en el mercado - esto es, cumplir con su objetivo evitando en lo posible incurrir en los fallos de la regulación antes descritos. 5 1. La doctrina de las instalaciones esenciales 1.1 Noción general de la doctrina de las instalaciones esenciales La primera manifestación de la doctrina de las instalaciones esenciales se dio en el marco del derecho de competencia (antitrust) estadounidense, concretamente como resultado de la aplicación de lo dispuesto en los artículos 1 y 2 de la Ley Sherman (Sherman Act), con el objeto de prohibir la monopolización, intento de monopolización o posibles acuerdos para monopolizar el comercio entre estados o el comercio internacional, principalmente respecto de industrias como las telecomunicaciones, energía, ferrocarriles, puertos, entre otras, que se caracterizan por desarrollarse en torno a infraestructuras12. En el pronunciamiento recaído sobre el caso United States v. Grinnell Corp. la Corte Suprema de Estados Unidos (la “Corte Suprema”) ha precisado que los elementos que deben concurrir para configurar una conducta de monopolización como la descrita en la Ley Sherman, son 2: (i) la posesión de poder monopólico en el mercado relevante, y (ii) la adquisición o mantenimiento intencional de dicho poder3. En concreto y como podrá apreciarse posteriormente, a partir del desarrollo jurisprudencial llevado a cabo principalmente en Estados Unidos y Europa la doctrina de las instalaciones esenciales se caracteriza por describir aquellas circunstancias en que un bien, recurso, instalación o activo4, cuyo uso es necesario para la realización de diferentes actividades económicas en el Los artículos 1 y 2 de la Ley Sherman disponen expresamente lo siguiente: “Section 1, Trusts, etc., in restraint of trade illegal; penalty: Every contract, combination in the form of trust or otherwise, or conspiracy, in restraint of trade or commerce among the several States, or with foreign nations, is declared to be illegal. Every person who shall make any contract or engage in any combination or conspiracy hereby declared to be illegal shall be deemed guilty of a felony, and, on conviction thereof, shall be punished by fine not exceeding $100,000,000 if a corporation, or, if any other person, $1,000,000, or by imprisonment not exceeding 10 years, or by both said punishments, in the discretion of the court. Section 2. Monopolizing trade a felony; penalty: Every person who shall monopolize, or attempt to monopolize, or combine or conspire with any other person or persons, to monopolize any part of the trade or commerce among the several States, or with foreign nations, shall be deemed guilty of a felony, and, on conviction thereof, shall be punished by fine not exceeding $100,000,000 if a corporation, or, if any other person, $1,000,000, or by imprisonment not exceeding 10 years, or by both said punishments, in the discretion of the court”. 2 A partir de lo señalado en la Ley Sherman, la jurisprudencia emitida en relación a la doctrina de las instalaciones esenciales ha esbozado las siguientes 3 explicaciones que permitirían legitimar la limitación del derecho a la libertad de empresa: (i) la “intent doctrine” que tiene por objeto determinar si la voluntad de la empresa que deniega un suministro o acceso es mantener o lograr una situación de monopolio; (ii) el “monopoly levering test” que busca enjuiciar la negativa a contratar considerando si, con esta decisión, el operador obtiene ventaja en un mercado secundario o dependiente; y (iii) la “essential facilities”, que combina aspectos de las 2 anteriores (Roy, 2011: 202). 3 United States v. Grinnell Corp., 384 US 563 (1966). 4 De forma general e indistinta a lo largo del presente trabajo se denominará como “bien o recurso”. 1 6 mismo mercado o mercados conexos, es explotado en condiciones de monopolio por su titular ya sea impidiendo el acceso a dichos mercados o imponiendo condiciones comerciales injustificadas para acceder a él (Lipsky y Sidak, 1999). De acuerdo con Frischmann y Weber Waller (2008: 5), la doctrina de las instalaciones esenciales sostiene que las empresas dominantes pueden incurrir en responsabilidades relacionadas con disposiciones antimonopólicas si no permiten el acceso a sus bienes o recursos, incluso a los competidores, sobre bases no discriminadoras en las que es posible compartir y sus competidores no pueden obtener o crear una instalación propia5. Bajo este contexto y con el objeto de mitigar los efectos perjudiciales que pueden generarse sobre la competencia por la conducta del titular del bien o recurso, la doctrina de las instalaciones esenciales justifica la acción de la autoridad administrativa competente, que, mediante una limitación de su libertad empresarial, le impone diferentes obligaciones de hacer o no hacer a favor de quienes han solicitado el acceso a dicho bien o recurso (Villar, 2004: 15). A fin de conocer cuál ha sido la evolución de la doctrina de las instalaciones esenciales así como el estado de aplicación actual, a continuación se revisarán algunos de los principales pronunciamientos emitidos al respecto por las autoridades judiciales de Estados Unidos y la Unión Europea, así como también se revisará el desarrollo legal y judicial que dicha doctrina ha tenido en algunos países de América Latina. 1.2 La doctrina de las instalaciones esenciales en la jurisprudencia de Estados Unidos Como podrá verse en los numerales siguientes, la doctrina de las instalaciones esenciales ha sido empleada, tácita o expresamente, en numerosas ocasiones por las autoridades judiciales de Estados Unidos como instrumento para fomentar la competencia en los mercados y evitar las prácticas monopólicas, lo que ha permitido delimitar los criterios que deben ser considerados para declarar un bien o recurso como “essential facility”, así como las consecuencias que dicha declaración conlleva6. A fin de centrar el objeto del presente trabajo, citamos a Ritter (2005), citado a su vez por Massadeh (2011), para quien los casos en los que se aplicó la doctrina de las instalaciones esenciales se diferencian de los casos de negativa a tratar por cuanto estos últimos se basan en la condición de que una empresa dominante y sus competidores han tenido una relación comercial previa, y que la empresa titular o dominante termina la relación al detener la cooperación con sus competidores. Por otro lado, los casos las instalaciones esenciales se presentan cuando no existe una relación de negocios anterior entre un monopolista o una empresa dominante con sus rivales. 6 Para mayor detalle vid. Lipsky y Sidak (1999) y Pitofsky (2003). 5 7 1.2.1 Terminal Railroad Association of St. Louis (1912) El presente caso constituye el primer precedente en que la Corte Suprema esbozó lo que serían las líneas generales de la posteriormente conocida doctrina de las instalaciones esenciales7. En 1889 un conglomerado de empresas denominado Terminal Railroad Association of St. Louis celebraron un acuerdo para adquirir instalaciones ferroviarias (terminales, almacenes, túneles y vías que bajaban desde los altos acantilados en la orilla del río Mississippi) dentro y en los alrededores de St. Louis, Missouri, que llegó a comprender todos los accesos a dicha ciudad desde la orilla opuesta del río Mississippi. Como consecuencia de ello, el Gobierno de Estados Unidos decidió demandar a la Asociación por violaciones a la libre competencia de conformidad con lo dispuesto en los artículos 1 y 2 de la Ley Sherman, solicitando la disolución de la Asociación y que se restaure la competencia entre las distintas entidades unificadas. Por su parte, la Asociación argumentó que la consolidación de las instalaciones ferroviarias dentro de este enorme complejo de transportes permitiría una mayor eficiencia en la coordinación de las operaciones; argumento que fue tomado por la Corte Suprema para resolver que no se exigiría su disolución siempre que implementara un remedio más eficiente que el propuesto por el Gobierno de Estados Unidos. Dicho pronunciamiento, en la práctica, implicaba que se admita que cualquier organización ferroviaria pueda acceder a las instalaciones de la Asociación bajo los mismos términos y condiciones que las organizaciones ferroviarias que formaban parte de la misma. Finalmente, luego de considerar los argumentos de ambas partes, la Corte Suprema exigió a la Asociación la regulación de las condiciones de la propiedad dentro del monopolio que ésta había conformado, así como la remisión de la relación entre las tarifas y las condiciones de uso aplicadas tanto a sus miembros como a quienes no formaban parte de la Asociación, las mismas que debían estructurarse en condiciones de uso equitativas y razonables en materia de precio, calidad y servicio. 7 United States v. Terminal Railroad Association of St. Louis, 224 U.S. 383 (1912). 8 El pronunciamiento de la Corte Suprema se sustentó en: (i) la voluntad manifiesta de la Asociación de controlar todas las conexiones y accesos al río Mississipi; (ii) la dificultad económica y técnica de realizar construcciones de acceso alternativas; y (iii) el impacto generado en el comercio interestatal, considerando las condiciones de uso discriminatorias, excesivas e injustificadas que venían siendo exigidas a las empresas que no formaban parte de la Asociación. Como se verá posteriormente, estos argumentos constituyen la base de las siguientes declaraciones de instalaciones esenciales realizadas por la Corte Suprema. 1.2.2 Associated Press (1945) Associated Press era un joint venture de aproximadamente 1,200 de los principales diarios de circulación general en Estados Unidos, similar a las organizaciones de recopilación de noticias alrededor del mundo existentes en la época, que además de recopilar y distribuir noticias, también tenía como objeto su producción y la elaboración de reportajes, llegando a convertirse en la principal agencia de noticias de dicho país8. Los miembros estaban obligados a compartir sus historias originales con Associated Press, obteniendo en contraprestación acceso a las historias de los otros miembros y a las noticias obtenidas directamente por el equipo de Associated Press. Adicionalmente, sus normas internas permitían que cualquier miembro activo pudiera vetar la solicitud de membresía de sus competidores. El Gobierno de Estados Unidos denunció que el estatuto de Associated Press violaba el artículo 1 de la Ley Sherman al considerar que éste constituía un acuerdo ilícito per se y un intento de monopolización del mercado. La Corte Distrital respaldó el argumento del Gobierno en el extremo referido a la vulneración del artículo 1 de la Ley Sherman pero no decidió a su favor sobre la base de ninguna teoría concerniente a la monopolización, atendiendo a la existencia de otros servicios de recopilación de noticias similares como el brindado por United Press International. Señala Villar (2004: 18) que la incorporación de este pronunciamiento dentro de los casos de instalaciones esenciales se vincula con el voto particular del Juez Frankfurter en el que se afirma que la producción y distribución de noticias atiende una función pública a causa de su vinculación 8 United States v. Associated Press, 326 U.S. 1 (1945). 9 con una libertad fundamental (libertad de prensa) que, de otro modo, no podría ser ejercida adecuadamente; lo que obligaría a considerar dichas actividades como “public utility”. 1.2.3 Gamco (1952) En este caso la instalación involucrada era un edificio junto a un camino aledaño y accesos ferroviarios, que fueron construidos para servir como mercado centralizado para la venta al por mayor de productos agrícolas frescos en Providence, Rhode Island. El demandante alegó que había sido excluido injustificadamente del uso del mercado centralizado a pesar de las reiteradas solicitudes presentadas para que le otorguen acceso en las mismas condiciones que el otorgado a los otros usuarios, esto es, de acuerdo a las propias reglas de organización del mercado9. En vía de apelación, la Corte de Circuito revocó el fallo de primera instancia a favor de los demandados, y exigió a los dueños del almacén que permitan al demandante excluido el acceso a las instalaciones en las mismas condiciones exigidas para otros usuarios de la instalación, por cuanto la justificación dada por los demandados para su expulsión - la dudosa solvencia del demandante - carecía de sustento. A diferencia de lo sucedido en el caso United States v. Associated Press, en este caso no existían justificaciones legítimas para la exclusividad en el uso del mercado centralizado conferida a los usuarios de la instalación, por cuanto la función básica del mismo era servir a todos los distribuidores de productos agrícolas de Rhode Island. Asimismo, se consideró que los compradores minoristas de productos frescos habrían enfrentado una mayor oferta marginal y un menor precio marginal en virtud de la existencia de un competidor más en el mercado centralizado, lo que favorecería el desarrollo de la competencia en un mercado secundario. 1.2.4 Otter Tail (1973) El presente caso reviste particular importancia por tratarse de la aplicación de la doctrina de las instalaciones esenciales respecto de una actividad regulada, como es el suministro de energía eléctrica10. 9 Gamco, Inc. contra Providence Fruit & Produce Building, Inc., 194 F.2d 484 (1st Cir. 1952). Otter Tail Power Co. v. United States, 410 U.S. 366 (1973). 10 10 Otter Tail era una empresa de generación, transporte y distribución de energía eléctrica, titular de 4 concesiones de distribución de dicho insumo que al término del periodo de concesión revirtieron a las municipalidades dentro de cuya competencia venían siendo explotadas. Para su gestión, los gobiernos locales solicitaron a Otter Tail el suministro de energía eléctrica a precio de distribución, o, alternativamente, el uso de sus redes para el transporte de energía eléctrica de otros productores mediante la suscripción de un acuerdo de interconexión y acceso. Ante la negativa de Otter Tail de acceder a alguna de las propuestas formuladas por los gobiernos locales, la Corte de Primera Instancia resolvió que ésta debía acceder a alguna de las solicitudes formuladas y ordenó que se abstuviera de realizar acciones judiciales tendentes a dilatar e impedir la gestión gubernamental del servicio de distribución de energía eléctrica. Dicho pronunciamiento fue impugnado por Otter Tail señalando que, tratándose de un sector regulado, correspondía a la agencia reguladora imponer la correspondiente obligación de interconexión y fijar los precios y condiciones aplicables ante una falta de acuerdo entre las partes. La Corte Suprema resolvió que la aplicación de la regulación sectorial sólo sería posible ante un fracaso en las negociaciones comerciales en materia de interconexión, por lo que admitió que los precios y condiciones de interconexión y transporte de energía eléctrica sean definidos considerando las normas sectoriales y la aprobación de la respectiva agencia reguladora. A diferencia de los anteriores fallos, en este caso se presentaron 2 aspectos particularmente relevantes para entender la aplicación de la doctrina de las instalaciones esenciales: (i) la existencia de un monopolio natural, cuyo titular debió soportar la imposición de una obligación de hacer; y (ii) un marco regulatorio expreso, que prevaleció frente a las normas de libre competencia11. 1.2.5 MCI Communications (1983) AT&T empresa monopolista de la red telefónica local en Estados Unidos, negó e impidió el acceso en condiciones comerciales y técnicas adecuadas a las llamadas de larga distancia de su competidor MCI Communications, lo que generó la interposición de una demanda en su contra por la negativa injustificada de algunas de las interconexiones solicitadas; la imposición de tarifas de interconexión excesivas y discriminatorias; y el servicio de interconexión deficiente prestado por En el presente caso puede observarse, adicionalmente, la existencia de un poder monopólico en un mercado primario (generación de energía eléctrica) que impide o dificulta la competencia en un mercado conexo o derivado (trasporte y distribución de energía eléctrica). 11 11 el personal de AT&T12. El caso, enmarcado dentro de lo dispuesto en el artículo 2 de la Ley Sherman, se estructuró en función de 2 temas distintos: (i) si el derecho de competencia se aplica respecto de actividades reguladas, y (ii) si se aplica, y en qué condiciones, la doctrina de las instalaciones esenciales. Respecto al primer tema, la Corte de Apelación resolvió que las industrias reguladas no están per se excluidas del ámbito de la aplicación de la Ley Sherman debiendo separarse las materias que requieren una aprobación por parte de una autoridad regulatoria, caso en el cual priman las normas sectoriales en detrimento de las normas de competencia, de aquellas en las que dicho pronunciamiento no es necesario por tratarse de aspectos netamente comerciales, en cuyo caso las normas sobre competencia son de aplicación inmediata. Al considerarse como una materia comercial en la que resultaba pertinente la aplicación de normas de competencia, el caso fue examinado a la luz de lo dispuesto en la Ley Sherman. La Corte entendió que el uso monopolístico del activo considerado facilidad esencial (acceso a la red telefónica local) permite a su titular extender su poder desde un mercado a otro conexo o derivado (servicio de larga distancia), de modo que el derecho de la competencia impone a dicho titular el deber de permitir su uso a terceros en condiciones no discriminatorias. Para resolver el segundo de los temas planteados, la Corte estimó que un activo debe considerarse instalación esencial, y por tanto debe permitirse el acceso a quien lo solicite, si se cumplen las siguientes condiciones del posteriormente llamado “test de las essential facilities”: - Que exista un control del bien o recurso por parte del monopolista; - Que los competidores no tengan posibilidad de duplicar el bien o recurso a un costo razonable; - Que se haya negado a un competidor el acceso al bien o recurso; y - Que exista factibilidad de ofrecimiento del bien o recurso a los competidores. 12 MCI Communications Corp. v. AT&T Co., 708 F2d 1081 (7th Cir. 1983). 12 La jurisprudencia posterior ha permitido explicar con mayor claridad algunos de los puntos antes detallados13. Así, con respecto al primer elemento se ha considerado que el tribunal encargado del caso deberá definir con precisión el mercado relevante a fin de determinar si la empresa tiene poder monopólico o no. En relación al segundo elemento, la empresa que busca acceso debe demostrar que no existe alternativa y que el insumo es esencial para competir con el monopolista. El tercer elemento no sólo implica la negación directa del acceso, sino que también comprende el acceso otorgado en condiciones abusivas o discriminadoras. Finalmente, para la evaluación del cuarto elemento se deben tomar en cuenta argumentos que justifican la negación del acceso, como la carencia de viabilidad física (por ejemplo, las limitaciones de capacidad) o el deterioro en la calidad del servicio brindado por el titular del bien o recurso. 1.2.6 Aspen (1985) En 1977, Aspen Skiing, propietaria de 3 de las 4 pistas para esquiar existentes en Aspen, Colorado, condicionó la renovación de un acuerdo relativo al uso de un ticket de acceso multizonal con Aspen Highlands, propietaria de la única pista restante, a la aceptación por parte de dicha empresa del pago de un porcentaje fijo de ingresos por venta de tickets en reemplazo del sistema que venía siendo utilizado en función del número de visitantes de cada una de las pistas14. Ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo, Aspen Skiing ofertó tickets para sus propios 3 centros de esquí, en tanto que Aspen Highlands intentó ofrecer un ticket que incluiría el acceso a su único centro de esquí y a los 3 centros de Aspen Skiing - caso en el cual pagaría a esta última empresa el valor correspondiente al uso diario realizado por sus clientes - que nunca llegó a comercializarse debido a la oposición de Aspen Skiing. Esta situación generó la interposición de una demanda en su contra por daños y perjuicios derivados del abuso de su posición monopolística, en línea con lo dispuesto en el artículo 2 de la Ley Sherman. En primera instancia, el Tribunal de Apelaciones del Décimo Circuito consideró que el billete multizonal constituía una facilidad esencial que Aspen Skiing tenía la obligación de comercializar conjuntamente con su competidor, atendiendo a su condición de monopolista. Sin embargo, la Corte Suprema, que no sustentó su pronunciamiento en la aplicación de la doctrina de las instalaciones esenciales, únicamente consideró que la negativa de Aspen Skiing a mantener el ticket Al respecto, vid. Image Technical Services, Inc., et al. v. Eastman Kodak Co., 125 F.3d 1195, 1201-02 (9th Cir. 1997); Metronet Servs. Corp. v. U.S. West Communs., 329 F.3d 986 (9th Cir 2003), entre otras. 14 Aspen Skiing Company v. Aspen Highlands Skiing Corporation, 472 US 585 (1985). 13 13 de acceso multizonal no tenía una justificación comercialmente razonable siendo su único objeto expulsar del mercado a su competidor utilizando su posición monopolística en perjuicio de los consumidores15. 1.2.7 Trinko (2004) En este caso, la Corte Suprema se negó a aplicar la doctrina de las instalaciones esenciales para sustentar su pronunciamiento respecto de la demanda presentada por Law Offices of Curtis V. Trinko, estudio de abogados cliente de la compañía de telefonía AT&T., contra Verizon Communications, operador dominante titular de redes de telecomunicaciones en New York, por ofrecer a sus competidores condiciones más gravosas que las establecidas en la ley para el acceso a su red16. La Corte Suprema, que confirmó la existencia del otorgamiento de condiciones infra legales por parte de Verizon Communications, revocó lo resuelto por la Corte de Apelaciones bajo el argumento de que los términos en que el titular de la concesión a la red telefónica local debe dar acceso a sus competidores se encontraban sujetos a lo dispuesto en la Ley Federal de Telecomunicaciones de 1996 (regulación sectorial), motivo por el cual no era de aplicación la normativa de competencia y, en consecuencia, no podía invocarse o reconocerse la aplicación de la doctrina de las instalaciones esenciales. Adicionalmente, la Corte Suprema se manifestó contraria a imponer al monopolista la obligación de compartir el acceso a su red, como hubiera sucedido de aplicarse la doctrina de las instalaciones esenciales, por cuanto: - Disminuye los incentivos para que el monopolista, sus competidores o ambos inviertan en instalaciones económicamente beneficiosas; - Un pronunciamiento de esta naturaleza convertiría a los tribunales en organismos planificadores, estableciendo precios, cantidades y otros elementos para los cuales no se encuentran capacitados; y Este caso calificaría dentro de la denominada “intent doctrine”, es decir, cuando la empresa en cuestión tiene intención de monopolizar el mercado (intención anticompetitiva), aun cuando el insumo no sea esencial. Al respecto, vid. nota 2. 16 Verizon Communications Inc. v. Law Offices of Curtis V. Trinko, LLP, 540 U.S. 398 (2004). 15 14 - Podría fomentar la colusión entre competidores. Adicionalmente, este caso también es muy importante para la doctrina de las instalaciones esenciales por cuanto, a pesar de reconocer su existencia a nivel de cortes inferiores y no rechazar su aplicación de forma genérica, la Corte Suprema afirma que nunca ha reconocido su existencia y por tanto no es posible deducir su aplicación a partir de fallos anteriormente emitidos. 1.3 La doctrina de las instalaciones esenciales en la jurisprudencia de la Unión Europea Aunque no expresamente, la doctrina de las instalaciones esenciales es considerada en la Unión Europea como un criterio jurisprudencial útil para identificar la realización de actos que constituyen abusos de posición de dominio contrarios a las normas que rigen la libre competencia en el mercado europeo interior, en particular respecto de actos contrarios al artículo 102 del Tratado de la Unión Europea (TUE)17. Como puede apreciarse a partir de una revisión de la jurisprudencia emitida tanto por la Comisión Europea como por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), para su aplicación resulta pertinente definir si la empresa denunciada ostenta posición de dominio en el mercado relevante de que se trate, así como también si - objetivamente – dicha empresa ha abusado de tal posición con el objeto de restringir o impedir la competencia en un mercado conexo. Finalmente, debe considerarse en la evaluación si el comportamiento anticompetitivo imputado afecta el comercio entre los Estados miembros de la Unión Europea. 1.3.1 Commercial Solvents (1974) En este caso, el TJUE confirmó la decisión de la Comisión Europea referida a que Commercial Solvents, único productor a gran escala de materias primas para fabricar un medicamento contra la tuberculosis, había abusado de su posición de dominio al negarse a proveer de materias primas a Artículo 102.- Será incompatible con el mercado común y quedará prohibida, en la medida en que pueda afectar al comercio entre los Estados miembros, la explotación abusiva, por parte de una o más empresas, de una posición dominante en el mercado común o en una parte sustancial del mismo. Tales prácticas abusivas podrán consistir, particularmente, en: a. Imponer directa o indirectamente precios de compra, de venta u otras condiciones de transacción no equitativas; b. Limitar la producción, el mercado o el desarrollo técnico en perjuicio de los consumidores; c. Aplicar a terceros contratantes condiciones desiguales para prestaciones equivalentes, que ocasionen a éstos una desventaja competitiva; d. Subordinar la celebración de contratos a la aceptación, por los otros contratantes, de prestaciones suplementarias que, por su naturaleza o según los usos mercantiles, no guarden relación alguna con el objeto de dichos contratos. 17 15 uno de los 3 fabricantes de tal medicamento, con el objeto de favorecer a su propio negocio de fabricación de medicamentos en el mercado conexo18. El TJUE, que no hizo alusión a la doctrina de las instalaciones esenciales en su pronunciamiento, señaló que si una empresa tiene posición dominante en el mercado primario de un insumo y, con el objeto de favorecer su propio negocio en el mercado secundario, niega la venta del mismo a una tercera empresa, habrá incurrido en un abuso de posición de dominio contrario a la normativa europea. Para sustentar su decisión, el TJUE demostró que Commercial Solvents contaba con la capacidad de proveer los insumos solicitados a la empresa demandante, lo que implicaba un abuso de su posición de dominio en el mercado primario con el objeto de beneficiar su participación en el mercado secundario. Adicionalmente, el TJUE consideró que los actos llevados a cabo por Commercial Solvents podrían generar la expulsión de un importante competidor en el referido mercado secundario. 1.3.2 Magill (1995) El caso consiste en la negativa de los canales de televisión de Irlanda e Irlanda del Norte a entregar a la empresa Magill TV Guide Ltd. información solicitada referida a su programación semanal, a efectos que ésta última elabore la primera revista semanal con la programación de dichos canales de televisión19. El TJUE, que revisó el caso en última instancia luego que la Comisión Europea ordenara a los canales de televisión a entregar su programación semanal en condiciones no discriminatorias, consideró que la existencia de un derecho de propiedad intelectual o industrial no otorga a su titular una posición dominante y que la negativa a dar acceso no constituye per se un abuso de posición dominante. Sin perjuicio de ello, precisó que tal negativa podría ser abusiva si se presentaran las siguientes circunstancias excepcionales: - Que el producto de la empresa dominante sea un insumo indispensable, no habiendo otra alternativa disponible en el mercado; 18 19 Instituto Chemioterapico Italiano S.p.A. y Commercial Solvents Corporation v. Commission, 1974 ECR 223. Radio Telefis Eireann e Independent Television Publications Ltd. v. Commission, 1995 ECR I-743. 16 - Que con la negativa se impidiese la aparición de un nuevo producto que no es ofrecido por la empresa dominante y que tendría una potencial demanda por los consumidores; - Que la negativa no tenga justificación objetiva; y - Que con la negativa, la empresa dominante se reserve un mercado secundario mediante la exclusión de competencia en tal mercado, sin que resulte necesario acreditar que efectivamente se ha producido tal exclusión. Como en el caso anterior, el TJUE no hizo mención a la doctrina de las instalaciones esenciales. Sin embargo, se considera un precedente importante en relación a las circunstancias que deben existir para que una empresa que cuenta con posición dominante se encuentre en la obligación de dar acceso a un bien o recurso propio considerado como “esencial”. 1.3.3 European Night Services (1998) En 1998, 5 empresas ferroviarias (British Rail, Deutsche Bundesbahm, Nederlandse Soporwegen, Societé Nationales des Chemins de fer Français y Société Nationale des Chemins de Fer Belge) suscribieron un acuerdo mediante el cual constituyeron la sociedad European Night Services Ltd. con el fin de brindar el servicio ferroviario nocturno de pasajeros entre Gran Bretaña y Europa Continental a través del túnel construido bajo el Canal de la Mancha20. Paralelamente, dichas empresas suscribieron sendos convenios con la recién formada European Night Services a fin de brindarle los servicios que resulten necesarios para el funcionamiento del proyecto, tales como locomotoras, personal o turnos horarios. Ante la solicitud formulada por European Night Services a la Comisión Europea a efectos que dichos acuerdos fueran excluidos del ámbito de aplicación del artículo 2 del Reglamento No. 1017/68 del Consejo Europeo, la Comisión decidió declarar exentos dichos acuerdos del artículo 75 del TUE durante un periodo temporal de 8 años durante el cual las empresas solicitantes se encontrarían en la obligación de ofrecer los mismos servicios indispensables que se European Night Services Ltd. (ENS), Eurostar (UK) Ltd.,UIC, NV Nederlandse Spoorwagen and SNCF v. Commission, 1998 E.C.R. II-3141. 20 17 comprometieron a prestar a European Night Services a cualquier empresa ferroviaria u operador de transporte que desee explotar el servicio de trenes nocturnos a través del Canal de la Mancha21. De acuerdo con la Comisión Europea, los servicios que las empresas brindarían a European Night Services son necesarios para que una empresa pueda acceder a ese mercado; planteamiento cuestionado por las partes denunciantes quienes consideraron que tales servicios no son indispensables y su no prestación no limitaba la competencia, motivo por el cual decidieron impugnar la decisión adoptada por la Comisión. Al respecto, el TJUE indicó que al presente caso resulta aplicable la normativa específica en materia de ferrocarriles que regula el derecho de acceso a la infraestructura ferroviaria únicamente a favor de las empresas que constituyan agrupaciones internacionales, sobre la normativa general de libre competencia. Asimismo, señaló que “un producto o servicio sólo puede ser considerado esencial o indispensable si no existe ningún sustituto real o potencial” y “sólo puede considerarse que las empresas matrices y/o la empresa en participación creada disponen de infraestructuras, productos o servicios esenciales para el acceso al mercado pertinente, si dichas infraestructuras, productos o servicios no pueden sustituirse por otros, y si, a causa de sus especiales características y en especial del coste prohibitivo de la reproducción de los mismos y/o del tiempo razonablemente necesario para ello, no existen alternativas viables para los competidores de la empresa en participación, que se verían por tal motivo excluidos del mercado”. De este modo, el TJUE reconoció el derecho de acceso a la infraestructura ferroviaria a favor de las agrupaciones internacionales, en línea con lo dispuesto en la normativa sectorial aplicable. Por otro lado, en relación a las locomotoras y al personal especializado, el TJUE señaló que las empresas firmantes carecían de poder de mercado como para que una decisión suya excluya o elimine la competencia, así como tampoco podía afirmarse el carácter de indispensable de dichos recursos en tanto los mismos pueden ser adquiridos en el mercado por cualquier nuevo operador. 1.3.4 Bronner (1998) El periódico Oscar Bronner GmbH & Co. KG, que contaba con el 4% del mercado de periódicos austriacos, fue impedido por la empresa Mediaprint Zeitungs- und Zeitschriftenverlag GmbH & Co. de Mediante el Reglamento No. 1017/68 de 19 de julio de 1968 del Consejo de la Unión Europea, se regula la aplicación de las normas de la competencia a los sectores de los transportes por ferrocarril, por carretera y por vía navegable. 21 18 acceder a una red nacional de distribución de periódicos a domicilio durante el horario de mañana, creada por 2 empresas de periódicos líderes en ventas22. Bronner argumentó que el acceso a la red de distribución de periódicos constituía una instalación esencial, pues no sería capaz de crear un sistema de distribución propio que pudiera competir con éste. Sin aceptar expresamente la existencia de la doctrina de las instalaciones esenciales, el TJUE estableció un examen que tendría que superarse a fin de concluir que una negativa de acceso constituye una violación a la normativa de competencia: - Que el producto de la empresa dominante sea un insumo indispensable, no habiendo otra alternativa disponible en el mercado. En este sentido, se indicó que no será indispensable si existen otras alternativas menos ventajosas o si no existen obstáculos técnicos, legales o económicos que permitan desarrollar un producto alternativo, no siendo suficiente alegar que no es económicamente factible el desarrollo de un producto propio debido a la existencia de economías de escala. En síntesis, sólo es indispensable si, al menos, no es económicamente viable duplicar dicho producto en base a una demanda comparable a la de la empresa dominante; - Que con la negativa se impida la aparición de un nuevo producto que tendría una potencial demanda por los consumidores; - Que la negativa no tenga justificación objetiva; y - Que la negativa sea potencialmente apta para eliminar la competencia en el mercado secundario. La aplicación de dicho examen permitió concluir el rechazo del argumento planteado por Bronner en relación a que la red de distribución constituya un recurso indispensable, y en consecuencia una instalación esencial, por cuanto: (i) la red de distribución no se consideraba un activo indispensable para vender periódicos en la medida que existían canales de venta alternativos, tales como tiendas, kioscos, entre otros; y (ii) el TJUE no consideró que establecer una nueva red de distribución era económicamente inviable. 22 Oscar Bronner GMBH & Co KG v. Mediaprint, [1998] ECR 1-7791, [1999] 4 CMLR 112. 19 Cabe señalar que el pronunciamiento del TJUE en este caso se aparta de los pronunciamientos precedentes al establecer la aplicación de un examen más estricto para declarar u bien o recurso como instalación esencial. En este sentido, para determinar la existencia de una instalación esencial, ya no se considera como argumento el tamaño de la empresa que busca acceso y, por tanto, no resulta pertinente argumentar el hecho que la participación de mercado de la empresa solicitante sea demasiado reducida para poder establecer una nueva instalación23. 1.4 Análisis comparado de la doctrina de las instalaciones esenciales en Estados Unidos y la Unión Europea Como se ha podido apreciar en los apartados anteriores, la evolución de la doctrina de las instalaciones esenciales llevado a cabo en Estados Unidos y la Unión Europea, si bien ha tenido por objeto en ambos casos el desarrollo y protección de la competencia, ha experimentado diferentes matices y orientaciones en su aplicación que evidencian el distinto enfoque de sus respectivos derechos de competencia (antitrust). En el Cuadro 1 se detallan los elementos caracterizadores de cada una dichas tradiciones jurídicas. Cuadro 1. Doctrina de las instalaciones esenciales en Estados Unidos y la Unión Europea Criterio Sustento normativo Comportamientos que se buscan evitar Estados Unidos Artículos 1 y 2 de la Ley Sherman. Unión Europea Artículo 102 del TUE. La monopolización, intento de monopolización, o conspiración con otras personas para monopolizar el comercio interestatal. El abuso de posición dominante en el mercado común o una parte sustancial del mismo en la medida en que pueda afectar al comercio entre los Estados miembros, independientemente de si Lo que se persigue es evitar que la quien ostente la posición dominante empresa en cuestión abuse de su poder tiene o no monopolio24. de mercado para preservar su Consideramos pertinente precisar que la doctrina de las instalaciones esenciales se consideró más profundamente en el artículo de discusión de la Comisión Europea de 2005, relativo a la aplicación del artículo 82 del TUE (actualmente el artículo 102) en casos de abuso de posición de dominio. De acuerdo con dicho documento, los casos relacionados con instalaciones esenciales se clasifican dentro de la categoría de negativa de prestación del servicio o suministro del bien, la cual se considerará abusiva si se cumplen las siguientes 5 condiciones: (1) La conducta se puede caracterizar como una negativa de suministro; (2) La empresa que niega el suministro es dominante; (3) El acceso a la facilidad es indispensable; (4) Es probable que la negación de acceso tenga impacto negativo sobre la competencia; y (5) No existe razón objetiva para negar el acceso. 24 En el pronunciamiento recaído sobre el caso Continental Can (Caso 6/72, Europemballage Corp. and Continental Can v. Commission, [1972] ECR 215, 245, CMLR D11) la Comisión Europea señaló que una empresa tiene una posición dominante en un mercado cuando tiene el poder de actuar en forma independiente, sin tomar en cuenta a sus competidores, proveedores o compradores, atendida su cuota de mercado o el estado de la tecnología existente. Por su parte, el artículo 14 de la Directiva Europea 2002/21/CE señala que habrá posición de dominio si la empresa disfruta de “una posición de fuerza 23 20 monopolio en un mercado primario o expandirlo a otro, de donde se desprende que debe tener presencia significativa en el mercado secundario. En este caso, no es necesario que la empresa en cuestión tenga presencia en el mercado secundario, siendo suficiente que su desarrollo o acceso dependa del uso de la instalación considerada esencial. Bienes o recursos sobre los que recae la declaración de instalaciones esenciales Todo tipo de bienes o recursos, que incluye, entre otros, terminales ferroviarios, servicios de recopilación y distribución de noticias y reportajes, almacenes de alimentos, estadios de football y de basketball, redes de transmisión de energía, entre otros; siendo aún mayor el tipo y número de bienes o recursos sobre los que se ha intentado aplicar. Todo tipo de bienes o recursos, entre los que destacan insumos para la elaboración de medicamentos, derechos de propiedad intelectual, infraestructuras físicas como aeropuertos, ductos de gas, infraestructuras ferroviarias, puertos, entre otros; siendo aún mayor el tipo y número de bienes o recursos sobre los que se ha intentado aplicar. Utilización e interpretación jurisprudencial Por tratarse de supuestos que restringen la libertad de empresa de aquellos sobre quienes recae la declaración, la Corte Suprema ha interpretado de forma restrictiva la doctrina de las instalaciones esenciales, sin aplicarla formalmente en sus pronunciamientos. Tal como sucede en Estados Unidos, el TJUE ha interpretado de forma restrictiva la doctrina de las instalaciones esenciales, sin aplicarla formalmente en sus fallos. Concretamente, en el caso Trinko, la Corte Suprema consideró innecesario reconocer o rechazar la doctrina de las instalaciones esenciales, no siendo necesaria su aplicación cuando existe un organismo regulador que puede establecer las condiciones de acceso a un mercado. A diferencia de lo sucedido respecto a la Corte Suprema, la doctrina de las instalaciones esenciales sí ha sido utilizada por las Cortes inferiores para sustentar algunos de sus pronunciamientos, como en el caso MCI Communications, entre otros. Destaca dentro de los pronunciamientos aquellos recaídos sobre los casos Maguill, en el cual se establecieron unos primeros criterios que debían ser observados para obligación a una empresa a otorgar acceso a un bien o recurso de su propiedad, y Bronner, en el cual el TJUE estableció un examen más riguroso que tendría que superarse para considerar un bien o recurso como esencial. Contrariamente, la doctrina de las instalaciones esenciales ha sido empleada expresamente por la Comisión Europea y la Corte de Primera Instancia sólo en el caso Sealink/B&I Holyhead: Interim Measures, [1992] 5 CMLR 255. económica que permite que su comportamiento sea, en medida apreciable, independiente de los competidores, los clientes y, en última instancia, los consumidores”. Asimismo, nada impide que la posición de dominio en alguno de los mercados de interconexión pueda ser ostentada de forma conjunta por 2 o más empresas, situación que se presentará cuando “aún sin existir vínculos estructurales o de otro tipo entre ellas, operan en un mercado que se caracteriza por la ausencia de competencia efectiva y en el que ninguna empresa posee individualmente un peso significativo de mercado” (anexo II de la Directiva Europea 2002/21/CE). 21 Criterios jurisprudenciales que deben observarse para aplicar la doctrina de las instalaciones esenciales No obstante el hecho que la Corte Suprema no haya reconocido expresamente su aplicación, la Corte Federal del Séptimo Circuito que resolvió el caso MCI Communications estableció que para aplicar la doctrina de las instalaciones esenciales deberían presentarse los siguientes presupuestos: - - Comentarios generales - - Dado el escaso reconocimiento expreso que ha tenido la doctrina de las instalaciones esenciales en la jurisprudencia de la Unión Europea, no se puede afirmar la existencia de un “test de las essential facilities” como el que se conoce en Estados Unidos. Sin embargo, podemos considerar como válidos los siguientes criterios Que el monopolista controle el reconocidos por el TJUE en el caso Bronner para imponer la obligación de acceso a una instalación esencial; Que la instalación no pueda ser acceso a un bien o recurso considerado razonablemente replicable por un como esencial: competidor; - Que el producto de la empresa Que el monopolista niegue el dominante sea un insumo acceso a un competidor; y indispensable, no habiendo otra Que sea factible dar acceso a un alternativa disponible en el competidor. mercado. - Que con la negativa se impida la aparición de un nuevo producto que tendría una potencial demanda por los consumidores; - Que la negativa no tenga justificación objetiva; y - Que la negativa sea potencialmente apta para eliminar la competencia en el mercado secundario. La aplicación de la doctrina de las instalaciones esenciales en Estados Unidos se caracteriza por aplicarse respecto de una situación particular: debe tratarse de una empresa que monopolice efectivamente o intente monopolizar (no necesariamente debe ser de hecho un monopolio) un mercado (principal o secundario). Es decir, basta con acreditar una intención de afectar la competencia mediante la monopolización del mercado, aun cuando ésta no se materialice. Asimismo, a partir de una lectura de la Ley Sherman y del “test de las essential facilities” puede inferirse que no es necesaria la existencia de A diferencia de lo sucedido en Estados Unidos, en la Unión Europea, la aplicación de la doctrina de las instalaciones esenciales no necesita de la existencia de un monopolio. Lo que se persigue es el abuso de la posición de dominio que, incluso lícitamente, la empresa puede haber adquirido. Adicionalmente, requiere la potencial existencia de un nuevo producto en un mercado secundario, o, en su defecto, la eliminación de la competencia en el mismo. Su aplicación requiere la existencia de 2 mercados diferentes; basta con la intención de monopolizar el mercado en el que se tiene la 22 - - 2 mercados diferentes; basta con la intención de monopolizar el mercado en el que se tiene la instalación esencial para que pueda invocarse la aplicación de la doctrina de las instalaciones esenciales. Un claro ejemplo lo constituye el caso Aspen Skiing Company v. Aspen Highlands Skiing Corporation, 472 US 585 (1985), donde la instalación esencial y el mercado relevante coincidieron en la misma pista de sky. A partir del caso Verizon Communications Inc. v. Law Offices of Curtis V. Trinko, LLP, 540 U.S. 398 (2004) la Corte Suprema descartó de forma general la aplicación de la normativa de competencia (y con ello la doctrina de las instalaciones esenciales) en aquellos casos en los que sea aplicable una regulación sectorial específica. No define con claridad qué debe entenderse como “instalación esencial”. - instalación esencial para que pueda invocarse la aplicación de la doctrina de las instalaciones esenciales. Un ejemplo interesante es la sentencia del TJUE de 24 de octubre de 2002, Aéroports de París, Asunto C-82/01, en el que la facilidad esencial era el aeropuerto mismo, cuyo acceso era necesario para la prestación de servicios de asistencia en tierra. Aunque no se aplicó la doctrina de las instalaciones esenciales, a diferencia de lo acontecido en Estados Unidos, en el caso T271/03 Deutsche Telekom AG v Commission of the European Communities [2008] el Tribunal de Primera Instancia aplicó normas de competencia (que permitirían una posterior aplicación de la doctrina de las instalaciones esenciales) en un sector regulado como las telecomunicaciones, respecto de comportamientos no sujetos a regulación como los precios que Deutsche Telekom cobraba por acceso a su red de telefonía fija. No define lo que debe entenderse como “instalación esencial”; no obstante, en el caso Oscar Bronner GMBH & Co KG v. Mediaprint, [1998] ECR 1-7791, [1999] 4 CMLR 112. se establece el tipo de juicio que deberá realizarse para determinar la posibilidad de duplicar la instalación. Elaboración: Propia 1.5 La doctrina de las instalaciones esenciales en América Latina: análisis de las experiencias llevadas a cabo en Argentina, Chile y Perú Como podremos ver en los apartados siguientes, a diferencia de lo sucedido en Estados Unidos y Europa donde el desarrollo y/o aplicación de la doctrina de las instalaciones esenciales ha sido principalmente en vía jurisprudencial, en Argentina, Chile y Perú el concepto de “instalación 23 esencial” ha sido incorporado en diversos textos normativos sectoriales y constituye un argumento habitualmente utilizado por parte de las autoridades regulatorias y de defensa de la competencia para sustentar la imposición de obligaciones de acceso a infraestructura. La creciente utilización de la doctrina de las instalaciones esenciales en los países latinoamericanos estudiados, mucho más reciente que el producido en Estados Unidos y Europa, ha afectado de forma importante el ejercicio tanto de actividades económicas sujetas al derecho de la competencia como aquellas actividades reguladas sectorialmente, hecho que amerita su incorporación en el presente trabajo. Lamentablemente y a pesar de reconocer el notable desarrollo que viene dándose en otros países de la región en relación a las normas y supuestos de acceso a instalaciones consideradas como esenciales, dadas las limitaciones de espacio existentes y atendiendo al objeto del presente trabajo no nos resulta factible incluir la revisión de otras experiencias latinoamericanas por lo que ofrecemos las disculpas correspondientes. 1.5.1 Argentina La regulación de la competencia se encuentra contenida principalmente en la Ley Nacional de Defensa de la Competencia, Ley No. 22.262, que atribuye a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia todas las facultades relativas a la política de competencia sin que éstas sean compartidas con ningún regulador sectorial y sin que haya exclusiones de sectores en particular. Dicha norma, que no regula de forma específica el concepto de instalaciones esenciales, dispone en su artículo 1 que “están prohibidos y serán sancionados de conformidad con las normas de la presente ley, los actos o conductas relacionados con la producción e intercambio de bienes o servicios, que limiten, restrinjan o distorsionen la competencia o que constituyan abuso de una posición dominante en un mercado, de modo que pueda resultar perjuicio para el interés económico general”. Como señalamos, de acuerdo con la citada ley la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia cuenta con facultades para intervenir incluso en sectores regulados. Así, en el marco de sus funciones, dicha entidad ha realizado el análisis de impacto en la competencia relativo al uso de instalaciones esenciales en casos de concentraciones de empresas e integraciones verticales 24 en sectores como electricidad, gas y telecomunicaciones, no obstante contar dichos sectores con una regulación sectorial propia que limitaría la realización de actos anticompetitivos. En particular, la legislación en materia de competencia argentina ha establecido limitaciones a la integración vertical de industrias en que se presenta la existencia de infraestructura considerada como esencial, complementada con la imposición de obligaciones de acceso abierto en condiciones no discriminatorias a los dueños de dichas instalaciones. A modo de ejemplo puede citarse el caso de las redes de transporte y distribución de gas y electricidad, en los cuales el organismo regulador sectorial es el encargado de determinar las tarifas máximas aplicables por dichas empresas25. En relación a otros sectores económicos, recientemente la Secretaría de Comercio Exterior ha resuelto dos casos que ejemplifican el mayor desarrollo experimentado por la doctrina de las instalaciones esenciales en Argentina. En el primero de ellos, se sancionó a las empresas Terminal de Salta, que había obtenido la concesión para la explotación de la terminal de ómnibus de la ciudad de Salta, y La Veloz del Norte, empresa de transporte propietaria de Terminal de Salta, por abuso de posición de dominio respecto a dicha terminal, considerada como instalación esencial. El pronunciamiento de la Secretaría de Comercio Exterior se sustentó en que las citadas empresas intentaron imponer a las empresas de transporte que brindaban servicios en la terminal de ómnibus de la ciudad de Salta un nuevo contrato con cláusulas calificadas como abusivas, tales como la facultad del concesionario de disponer de las boleterías en cualquier momento y el pago de un canon destinado al desenvolvimiento regular de la terminal, en relación a las boleterías de la Mediante dictamen de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia No. 314/99 de 19 de marzo de 1999, recaído en relación a la investigación iniciada contra Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) por realizar prácticas anticompetitivas consistentes en la discriminación de precios en el mercado del gas licuado de petróleo a granel (GLP) entre sus compradores locales y extranjeros, aprovechando la posición dominante que ostenta en el referido mercado. Para sustentar dicha posición dominante, la Comisión argumentó los niveles de concentración de la oferta de GLP así como la propiedad de instalaciones consideradas como esenciales para su generación y venta. Finalmente, a fin de restituir la competencia en el mercado estableció que YPF debía informar a la Comisión las condiciones bajo las cuales cualquier interesado en importar GLP al país puede utilizar sus instalaciones portuarias incluyendo la “tarifa” por tonelada de GLP para utilizar los puertos de YPF para la importación del producto. Por su parte, la Corte Suprema de Justicia, que confirmó lo resuelto por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal Económico, señaló que "los argumentos de la apelante, en cuanto a que los actos o conductas configuradores de abuso de posición dominante sólo son punibles cuando, al mismo tiempo, limitan, distorsionan o restringen la competencia, no pueden ser atendidos. Ello es así, pues el art. 1° de la ley 22.262 distingue dos figuras, la limitación, restricción o distorsión de la competencia, por una parte, y el abuso de posición dominante, por la otra, que sean, en ambos casos, contrarios al bienestar económico general en un mercado". Al respecto, vid. Astesiano (2002) y el pronunciamiento recaído sobre el expediente Y. 1. XXXVII.; 02-07-2002; T. 325 P. 1702. 25 25 terminal en las que atendían y de las cuales fueron posteriormente desalojadas por negarse a suscribir los nuevos contratos, quedando únicamente operando La Veloz del Norte26. En el segundo de los casos comentados, la Secretaría de Comercio Exterior sancionó a la empresa Catedral Alta Patagonia, concesionaria de los medios de elevación al Cerro Catedral, localizado en Bariloche, Provincia de Río Negro, por la realización de actos contrarios a la libre competencia, al imponer cláusulas abusivas para el acceso a la mencionada montaña. En este caso, la Secretaría de Comercio Exterior, que suscribió el informe emitido por la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, consideró que los medios de elevación eran una instalación esencial por cuanto el fotógrafo denunciante necesita acceder a dichas instalaciones para llevar adelante sus actividades27. Por otro lado, en el ámbito de las telecomunicaciones, el artículo 4 del Reglamento Nacional de Interconexión establece expresamente que “se entiende por instalaciones esenciales las funciones y elementos de una red pública de telecomunicaciones que: a) son suministradas exclusivamente o de manera predominante por un solo Prestador o por un número limitado de Prestadores y b) cuya substitución con miras a la prestación de un servicio no sea factible en lo económico o en lo técnicos”. En línea con dicha definición, la norma citada contiene una lista no taxativa de los elementos de red que son considerados como instalaciones esenciales28. Adicionalmente, el Reglamento Nacional de Interconexión regula los aspectos técnicos, legales y económicos generales de la interconexión, estableciendo de forma específica la obligación a cargo de los operadores con poder dominante de ofrecer los servicios mayoristas en las mismas condiciones comerciales para otros operadores no integrados que las que ellos mismos asumen. 1.5.2 Chile Tal como en el caso argentino, el Decreto Ley No. 211, de 22 de diciembre de 1973, Ley de Defensa de la Libre Competencia, no regula de forma expresa el concepto de instalación esencial, aunque sí establece expresamente en su artículo 3 las actuaciones contrarias a la libre Resolución de la Secretaría de Comercio Exterior No. 17 de 7 de febrero de 2011, recaído sobre el dictamen No. 702/2011 de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. 27 Resolución de la Secretaría de Comercio Exterior No. 43 de 7 de junio de 2012, recaído sobre el dictamen No. 738/2012 de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. 28 Destacan, entre otros, el acceso o terminación local, el bucle de abonado, y la interconexión de tránsito. 26 26 competencia, a saber, acuerdos colusorios, explotación abusiva de posición dominante y competencia desleal. Por el contrario, la noción de instalaciones esenciales sí ha sido incorporada de forma expresa en la normativa sectorial, como es el caso de los sectores de energía, gas, puertos y telecomunicaciones, estableciendo regímenes de acceso abierto y no discriminatorio a las instalaciones consideradas esenciales para el desarrollo de mercados secundarios29. Indican Montt y Nehme (2009: 28), que antes de la creación del Tribunal de Defensa de la Competencia en 2003, la doctrina de las instalaciones esenciales fue aplicada, aunque escasamente, con el objeto de incrementar los niveles de competencia en mercados regulados, particularmente en el caso de las telecomunicaciones. A decir de dichos autores, pueden agruparse en 4 categorías los casos en que la doctrina de las instalaciones esenciales ha sido aplicada por el referido Tribunal: a) Casos en que la doctrina de las instalaciones esenciales no ha sido aplicada, pero se han establecido exigencias de acceso abierto como consecuencia de operaciones de concentración empresarial30; b) Casos en que se ha atribuido al regulador la creación de instalaciones esenciales y se ha instado a modificarlas directa o indirectamente31; A modo de ejemplo puede citarse el artículo 77 del Decreto con Fuerza de Ley No. 1 de 1982, Ley General de Servicios Eléctricos señala que “las instalaciones de los sistemas de transmisión troncal y de los sistemas de subtransmisión de cada sistema eléctrico están sometidas a un régimen de acceso abierto, pudiendo ser utilizadas por terceros bajo condiciones técnicas y económicas no discriminatorias entre todos los usuarios, a través del pago de la remuneración del sistema de transmisión que corresponda de acuerdo con las normas de este Título” y que “los propietarios de instalaciones de los sistemas de transmisión troncal y de los sistemas de subtransmisión no podrán negar el acceso al servicio de transporte o transmisión a ningún interesado por motivos de capacidad técnica, sin perjuicio de que, en virtud de las facultades que la ley o el reglamento le otorguen al centro de despacho económico de carga, en adelante CDEC, para la operación coordinada del sistema eléctrico, se limiten las inyecciones o retiros sin discriminar a los usuarios”. Asimismo, el artículo 11 del Reglamento sobre Concesiones Provisionales y Definitivas para la Distribución y Transporte de Gas, aprobado mediante Decreto Supremo No. 263 de 5 de mayo de 1995, indica que “los concesionarios de transporte deberán operar bajo el sistema de “acceso abierto”, y que a tal efecto “se entenderá por “acceso abierto” el ofrecimiento que las empresas concesionarias de transporte de gas realicen de sus servicios de transporte en igualdad de condiciones económicas, comerciales, técnicas y de información, respecto de su capacidad de transporte disponible”. 30 Resolución No. 1 de 25 de octubre de 2004, mediante la cual aprobó la fusión de las empresas de televisión por cable Metrópolis Intercom y VTR Banda Ancha, y se impuso a la empresa fusionada la obligación de realizar una oferta mayorista, de carácter público, no discriminatoria y de acuerdo a precios competitivos del mercado de acceso a internet de banda ancha. 31 Puede citarse la Resolución No. 25 de 27 de marzo de 2008 referida a una consulta sobre participación de aerolíneas comerciales en concesiones aeroportuarias, en la cual se señaló que dadas las características de instalaciones esenciales de los aeropuertos para algunas compañías de transporte aéreo, el control de dicha infraestructura por uno de los competidores del mercado podría ser utilizado para erigir barreras a la entrada y/o expansión de los demás. 29 27 c) Casos en que se ha hecho referencia a las instalaciones esenciales como parte de la argumentación, sin consecuencias directas en la decisión32; y d) Casos en que se ha aplicado la doctrina de las instalaciones esenciales a hipótesis clásicas de negativa de acceso a mercados integrados verticalmente33. A pesar de las diversas aplicaciones que la doctrina de las instalaciones esenciales ha tenido en el derecho de la competencia chileno, diversos autores señalan que dicha calificación se ha utilizado sin que haya habido un desarrollo del concepto de “instalación esencial” ni se haya analizado con mayor detalle la “esencialidad” de los insumos a los cuales se les aplicó dicho calificativo, las condiciones que debe cumplir la negativa de su titular para ser considerada como injustificada o la imposición de medidas regulatorias claras y objetivas34. 1.5.3 Perú La legislación peruana en materia de competencia se encuentra desagregada en diferentes textos normativos, como son el Decreto Legislativo No. 1034, Ley de Represión de Conductas Anticompetitivas, las normas emitidas por los organismos reguladores en el ámbito de su competencia35, así como en algunos acuerdos internacionales. Si bien es cierto que el citado Decreto Legislativo No. 1034 no regula de forma expresa la noción de “instalaciones esenciales”, este concepto tradicionalmente ha formado parte de los argumentos expuestos por el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (INDECOPI) para sustentar su posición respecto de actos considerados contrarios a la competencia en el mercado, ya sea con el objeto de resolver procedimientos Puede revisarse la Resolución No. 8 de 30 de junio de 2005, mediante la cual el Tribunal absolvió una consulta en materia de transmisión eléctrica, señalando que “lo que debe cautelarse en el sector eléctrico es el acceso abierto a los operadores que compiten en este mercado, en condiciones razonables y no ilícitamente discriminatorias, a determinadas redes sobre las que descansa el servicio que prestan y constituyen segmentos monopólicos o instalaciones esenciales que coexisten con segmentos donde la competencia es posible”. 33 Mediante Resolución No. 29 de 12 de septiembre de 2005, la Fiscalía Nacional Económica denunció a la empresa Transbank por la realización de conductas discriminatorias al abusar de su posición dominante a través del cobro de precios discriminatorios y excesivos a los comercios que aceptan tarjetas de crédito bancarias, y mantener una estructura tarifaria discriminatoria hacia los emisores de tarjetas. Señaló el Tribunal de Defensa de la Competencia que “la plataforma en que operan los servicios de tarjetas de crédito bancarias pareciera tener la característica de instalación esencial para adquirentes y emisores. Prueba de ello ha sido el paulatino, aunque sostenido, aumento en la concentración en el sector. Es decir, una industria que se inició con varias plataformas ha terminado con una sola. La propia requerida sostiene que en esta industria existen fuertes economías de escala. Si Transbank fuese una instalación esencial, tal como indicarían los antecedentes anteriores, y siendo a la vez propiedad de las principales instituciones financieras, las que a su vez actúan como emisores de tarjetas bancarias de crédito y/o débito, la creación de un sistema paralelo de tarjetas de crédito sería, bajo toda razonabilidad, impracticable o difícilmente practicable”. 34 Al respecto vid. Montt y Nehme (2009); Araya (2011); Jiménez y Concha (2011); entre otros. 35 Al respecto, vid. Gómez (2007). 32 28 iniciados en el marco de las normas de libre competencia o a fin de imponer obligaciones pro competitivas a los titulares de dichas instalaciones3637. Por su parte, a fin de asegurar el acceso a infraestructura necesaria para la prestación de servicios públicos el Reglamento Marco de Acceso a la Infraestructura de Transporte de Uso Público aprobado por el Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (OSITRAN) mediante Resolución de Consejo Directivo No. 014-2003-CD-OSITRAN, sí regula expresamente la noción de instalaciones esenciales, en tanto que en el sector eléctrico la Ley de Concesiones Eléctricas, Decreto Ley No. 25844, se limita a señalar que determinadas instalaciones, como las redes e interconexiones, son de acceso libre38. Finalmente, en el caso particular de las telecomunicaciones resulta pertinente señalar que los elementos de red considerados como instalaciones esenciales se encuentran regulados de forma no taxativa en los Lineamientos de Política de Apertura del Mercado de las Telecomunicaciones en el Perú, aprobados mediante Decreto Supremo No. 007-2005-MTC, el Texto Único Ordenado de las Normas de Interconexión, aprobado mediante Resolución del Consejo Directivo No. 043-2003-CD/OSIPTEL, de conformidad con lo dispuesto al respecto en la reglamentación de las instalaciones esenciales en materia de interconexión en los Acuerdos de la Mediante Resolución No. 010-2004-CLC de 10 de marzo de 2004, que admitió a trámite la denuncia presentada por Compañía Cervecera Ambev Perú ante la negativa de acceso al sistema de intercambiabilidad de envases administrado por el Comité de Fabricantes de Cerveza de la Sociedad Nacional de Industrias, la Comisión de Libre Competencia del INDECOPI señaló que “la negativa de acceso a una organización indispensable o sustancialmente importante para operar en el mercado podría constituir una barrera a la entrada que lesiona la competencia (potencial) en el mercado. Dicha negativa podría ser considerada como una infracción a las normas de libre competencia, siempre que la misma no tenga justificación de tipo económico o legal”. Posteriormente, mediante Resolución No. 008-2005-INDECOPI/CLC de 17 de febrero de 2005, que resolvió el fondo de la controversia planteada, se manifestó expresamente que el sistema de intercambiabilidad de envases no constituía una instalación esencial. 37 Respecto de la regulación económica y social aplicada por los organismos reguladores, mediante Resolución 00042008/TDC-INDECOPI 3 de enero de 2008 correspondiente a la denuncia efectuada por Envasadora ALFA GAS contra REPSOL YPF Comercial del Perú, el Tribunal de Defensa de la Competencia de INDECOPI señaló lo siguiente: “13. Cuando estamos frente a un monopolio natural, la competencia no es posible, por lo que el Estado interviene para crear artificialmente condiciones de competencia. Esta es la particularidad de la regulación económica. Es un conjunto de instrumentos de política pública que, ex ante, busca simular condiciones de competencia en un mercado donde, en principio, la competencia no es posible. Mediante la regulación económica, el Estado fija precios, ya sea el precio (tarifa) del servicio público domiciliario, el cargo de acceso a una facilidad esencial o cargo de interconexión. Es a través de esta fijación de precios que el Estado logra simular competencia, y luego introducir competencia, en una industria donde no sería posible la competencia si solo rigiera el derecho privado. 14. Un monopolio natural propio de las industrias de prestación de servicios públicos no solo restringe la competencia, sino que también genera externalidades y tiene ventajas de información sobre los usuarios o clientes. De ahí que para controlar y evitar que abuse el monopolista, los organismos reguladores aplican tanto la regulación económica (fijación de precios de servicios domiciliarios y cargos de acceso a la red) como la social (regulan la calidad del servicio, aprueban cláusulas generales de contratación, etc.). En el Perú, los Organismos Reguladores de Servicios Públicos (OSIPTEL, OSINERGMIN, SUNASS y OSITRAN) aplican tanto la regulación económica como la regulación social.” 38 Conforme a lo establecido en el artículo 3 de la Ley No. 27332, Ley Marco de los Organismos Reguladores de la Inversión Privada en Servicios Públicos, éstos tienen asignada, entre otras, la función normativa, que comprende la facultad de dictar, en el ámbito y en materia de su competencia, los reglamentos, normas que regulan los procedimientos a su cargo, otras de carácter general y mandatos u otras normas de carácter particular referidas a intereses, obligaciones o derechos de las entidades o actividades supervisadas o de sus usuarios. El citado artículo ha sido utilizado por dichos organismos como base legal para calificar como instalaciones esenciales bienes o recursos de operadores económicos en los sectores de telecomunicaciones, energía y transporte de uso público. 36 29 Organización Mundial de Comercio (OMC) y las Normas Comunes sobre Interconexión aprobadas el 2 de octubre de 2000 por Resolución No. 432 de la Secretaría General de la Comunidad Andina39. 1.5.4 Análisis comparado de la doctrina de las instalaciones esenciales en Argentina, Chile y Perú Los países estudiados presentan similitudes en cuanto al escaso desarrollo legislativo de la doctrina de las instalaciones esenciales y en el sentido en que viene aplicándose dicha doctrina por parte de sus respectivos organismos reguladores y supervisores de la competencia, según sea el caso, tal como se indica con un mayor detalle en el cuadro 2. Cuadro 2. Doctrina de las instalaciones esenciales en Argentina, Chile y Perú Criterio Sustento normativo Argentina Chile Perú No hay regulación No hay regulación No hay regulación general específica sobre general específica sobre general específica sobre instalaciones esenciales. instalaciones esenciales. instalaciones esenciales. Se contempla la noción de instalaciones esenciales en la regulación sectorial. Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. Se contempla la noción de instalaciones esenciales en la regulación sectorial. Tribunal de Defensa de la Competencia. Se contempla la noción de instalaciones esenciales en la regulación sectorial. INDECOPI, OSIPTEL, OSINERGMIN, SUNASS y OSITRAN. Comportamientos que se buscan evitar Principalmente, los pronunciamientos en los cuales se ha hecho referencia a la existencia de instalaciones esenciales, se han referido al abuso de posición dominante por el titular de los bienes o recursos considerados como esenciales. Principalmente, los pronunciamientos en los cuales se ha hecho referencia a la existencia de instalaciones esenciales, se han referido al abuso de posición dominante por el titular de los bienes o recursos considerados como esenciales. Principalmente, los pronunciamientos en los cuales se ha hecho referencia a la existencia de instalaciones esenciales, se han referido al abuso de posición dominante por el titular de los bienes o recursos considerados como esenciales. Desarrollo normativo del abuso de posición de dominio La Ley Nacional de Defensa de la Competencia contempla y desarrolla las conductas que pueden calificarse Ley de Defensa de la Libre Competencia menciona como conducta prohibida el abuso de posición de La Ley de Represión de Conductas Anticompetitivas contempla y desarrolla las conductas que pueden Autoridad competente En particular, la norma hace énfasis en la obligación de interconexión de redes como el principal elemento para la promoción de competencia en el sector. Al respecto, vid. Moscol (2009). 39 30 Características generales Tradición jurídica seguida como abuso de posición dominio, describiéndolo dominante así como las de forma general. circunstancias que deben observarse para su verificación. calificarse como abuso de posición dominante y las circunstancias que deben observarse para su verificación, precisado los casos en que las prácticas colusorias verticales pueden constituir un abuso de posición de dominio. No existe un procedimiento específico que deba seguirse para declarar la existencia de instalaciones esenciales. Dejando de lado las instalaciones consideradas previamente como esenciales por la normativa sectorial, su evolución ha sido mayormente casuística, apreciándose una falta de desarrollo sobre la noción de “esencialidad”. No existe un procedimiento específico que deba seguirse para declarar la existencia de instalaciones esenciales. Por este motivo, y dejando de lado las instalaciones consideradas previamente como esenciales por la normativa sectorial, su evolución ha sido netamente casuística, apreciándose una falta de desarrollo sobre las conductas que Se verifica que la negativa constituyen abuso de de acceso se ha posición de dominio y la identificado con la noción de “esencialidad”. imposición de condiciones abusivas de Se verifica que la negativa acceso. de acceso se ha identificado con la imposición de condiciones abusivas de acceso. No existe un procedimiento específico que deba seguirse para declarar la existencia de instalaciones esenciales. Dejando de lado las instalaciones consideradas previamente como esenciales por la normativa sectorial, su desarrollo ha sido netamente casuístico, apreciándose una falta de desarrollo sobre la noción de “esencialidad”. Toda vez que la invocación de la doctrina de las instalaciones esenciales busca reprimir el abuso de posición de dominio, sin que se presente necesariamente una situación de monopolio, en todos los casos se puede considerar próxima a la tradición europea. Toda vez que la invocación de la doctrina de las instalaciones esenciales busca reprimir el abuso de posición de dominio, sin que se presente necesariamente una situación de monopolio, en todos los casos se puede considerar próxima a la tradición europea. Toda vez que la invocación de la doctrina de las instalaciones esenciales busca reprimir el abuso de posición de dominio, sin que se presente necesariamente una situación de monopolio, en todos los casos se puede considerar próxima a la tradición europea. Se verifica que la negativa de acceso se ha identificado con la imposición de condiciones abusivas de acceso. 31 Esta aproximación también se presenta en la aplicación de la normativa de competencia en sectores regulados. Esta aproximación también se presenta en la aplicación de la normativa de competencia en sectores regulados. Esta aproximación también se presenta en la aplicación de la normativa de competencia en sectores regulados. Elaboración: Propia 32 2. El derecho a la libertad de empresa y la doctrina de las instalaciones esenciales La jurisprudencia revisada hasta el momento nos permite identificar que, donde se ha aplicado la doctrina de las instalaciones esenciales, se ha producido una injerencia por parte del Administración Pública en las decisiones económicas del titular de los bienes o recursos considerados como esenciales. Considerando dicha premisa, en los apartados siguientes revisaremos los alcances del derecho a la libertad de empresa así como cuándo y bajo qué formalidades se encuentra justificada a derecho su limitación por parte del Estado; en particular, tratándose de supuestos de declaración de instalaciones esenciales. 2.1 Breves apuntes sobre el derecho a la libertad de empresa Atendiendo a los efectos jurídicos que la declaración de un bien o recurso como instalación esencial tiene sobre el derecho a la libertad de empresa de su titular, resulta pertinente detenernos a revisar su relación con el derecho de propiedad, su naturaleza jurídica, contenido y las circunstancias bajo las cuales se encuentra justificada su limitación por parte del Estado. Según García (2008: 47) el derecho a la libertad de empresa representa una riqueza patrimonial que denota la existencia de una estrecha conexión con el derecho de propiedad. No obstante, Betancor (2010: 209) precisa que la diferencia entre ambos radica en que “la libertad de empresa se proyecta sobre el desarrollo de actividades económicas y el derecho de propiedad sobre los activos que sean producto, en su caso, de tal desarrollo”, encontrándose aquí la principal diferencia entre ambos derechos. A decir de lo señalado por este último autor, la diferencia entre uno y otro derecho no es irrelevante, por cuanto las limitaciones al derecho de propiedad pueden dar lugar a indemnizaciones si tienen carácter expropiatorio, en tanto que las obligaciones de servicio público impuestas a las empresas en los sectores regulados, que limitan el derecho a la libertad de 33 empresa no se consideran indemnizables salvo que supongan una carga injustificada para las empresas en cuestión, como veremos más adelante40. La autonomía del derecho a la libertad de empresa respecto del derecho de propiedad puede apreciarse en su tratamiento como derecho fundamental otorgado por muchos países de tradición jurídica occidental mediante su regulación expresa en sus normas de rango constitucional. Así, por ejemplo, el artículo 38 de la Constitución Española señala expresamente que “se reconoce la libertad de empresa en el marco de la economía de mercado. Los poderes públicos garantizan y protegen su ejercicio y la defensa de la productividad, de acuerdo con las exigencias de la economía general y, en su caso, de la planificación”, en tanto que el artículo 59 de la Constitución Política del Perú señala que “el Estado estimula la creación de riqueza y garantiza la libertad de trabajo y la libertad de empresa, comercio e industria” 4142. En relación a su naturaleza jurídica, de acuerdo con García (2008: 39) el derecho a la libertad de empresa constituye un derecho subjetivo de contenido patrimonial que se caracteriza por cuanto: (i) atribuye a su titular un poder jurídico sobre valores económicos; (ii) es susceptible de valoración pecuniaria, sea un valor de cambio, que se funda en la posibilidad de conseguir dinero u otros derechos, o sea un valor en uso, que consiste en la posibilidad de prometer a otro el ejercicio del derecho a cambio de una contraprestación; y (iii) tiene carácter instrumental, en cuanto a que se dirige a satisfacer intereses propios de su titular. En el mismo sentido, señala Ariño (1999: 216) que “tanto la doctrina administrativa (en otros países como Estados Unidos y Alemania muy destacadamente, mayoritariamente en España) así como la jurisprudencia del Tribunal Supremo coinciden en afirmar que la libertad de empresa es un derecho subjetivo con exigencias jurídicas que pueden ser invocadas por el individuo en cada caso”. A juicio de Ossenbühl, citado por Ariño Al respecto, tratándose del caso español pude revisarse el artículo 24 de la Ley General de Telecomunicaciones, de 4 de noviembre de 2003. 41 La naturaleza de derecho fundamental del derecho a la libertad de empresa ha sido ratificada en diversos pronunciamientos constitucionales, como las Sentencias del Tribunal Constitucional español (STC) 225/1993 y 227/1993, en tanto en el caso peruano es particularmente ilustrativa la sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el expediente No. 3330-2004-AA/TC. No obstante lo señalado, en el caso español el Tribunal Constitucional ha manifestado que el reconocimiento de la libertad de empresa como derecho constitucional se da en el marco de la economía de mercado, de modo que son justificadas las restricciones proporcionadas y razonables impuestas a dicho derecho con el objeto de resguardar, precisamente, el mercado. A mayor abundamiento vid. Betancor (2010: 299). 42 Por su parte, el artículo 14 de la Constitución de Argentina dispone que “todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: De trabajar y ejercer toda industria lícita; de navegar y comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa; de usar y disponer de su propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y aprender”; mientras que el artículo 21 de la Constitución de Chile, en un sentido similar, señala que los ciudadanos tienen “el derecho a desarrollar cualquiera actividad económica que no sea contraria a la moral, al orden público o a la seguridad nacional, respetando las normas legales que la regulen”. 40 34 (1999: 220), dicho derecho subjetivo tiene como aspectos esenciales la libertad de creación de empresas y de acceso al mercado, la libertad de organización, de elección de nombre, emplazamiento, forma de organización y de composición de los órganos de dirección; y la libertad de dirección, de producción, de inversión, de política comercial, de precios, de competencia leal y de contratación. Por otro lado, en tanto que derecho subjetivo y fundamental, además del poder jurídico que confiere a su titular, genera la obligación a cargo del legislador de contribuir a su efectividad mediante la adopción de medidas que posibiliten el ejercicio de tal poder jurídico. En línea con dicho argumento, el Tribunal Constitucional español ha señalado que éste no es un derecho ilimitado, encontrándose sujeto a la normativa sobre ordenación del mercado y de la actividad económica general, teniendo como variables imprescindibles – y por tanto irreducibles por parte del legislador - la libertad de contratación, de inversión y de organización que le son inherentes4344. No obstante, con el objeto de garantizar la seguridad jurídica en el ejercicio de los derechos fundamentales, tal como es el caso de los derechos a la libertad de empresa y propiedad, diversos textos constitucionales han reconocido de forma expresa que su afectación se encuentra sujeta a la reserva de ley de modo que resulta imprescindible la observancia de un determinado procedimiento con las garantías que la misma constitución regula45. Vid. la STC 112/2006. Al respecto, vid. las STC Nos. 225/1993, 135/1992, 208/1999, 88/1986. En relación a las limitaciones que tienen los poderes públicos para limitar el derecho a la libertad de empresa, señala Betancor (2010: 271) que lo que se les impone es un mandato de asegurar, no la competencia perfecta, sino tan sólo un cierto grado de competencia en el mercado (la llamada competencia eficaz o suficiente). 45 A modo de ejemplo pueden citarse el artículo 53 de la Constitución Española, de acuerdo con el cual “los derechos y libertades reconocidos en el Capítulo II del presente Título vinculan a todos los poderes públicos. Sólo por Ley, que en todo caso deberá respetar su contenido esencial, podrá regularse el ejercicio de tales derechos y libertades que se tutelarán de acuerdo con lo previsto en el artículo 161.1.a”. Por su parte, la Constitución Peruana establece en el artículo 60 que “el Estado reconoce el pluralismo económico. La economía nacional se sustenta en la coexistencia de diversas formas de propiedad y de empresa. Sólo autorizado por ley expresa, el Estado puede realizar subsidiariamente actividad empresarial, directa o indirecta, por razón de alto interés público o de manifiesta conveniencia nacional. La actividad empresarial, pública o no pública, recibe el mismo tratamiento legal”, en el 61 que “el Estado facilita y vigila la libre competencia. Combate toda práctica que la limite y el abuso de posiciones dominantes o monopólicas. Ninguna ley ni concertación puede autorizar ni establecer monopolios”, y en el 70 que “el derecho de propiedad es inviolable. El Estado lo garantiza. Se ejerce en armonía con el bien común y dentro de los límites de ley. A nadie puede privarse de su propiedad sino, exclusivamente, por causa de seguridad nacional o necesidad pública, declarada por ley, y previo pago en efectivo de indemnización justipreciada que incluya compensación por el eventual perjuicio. Hay acción ante el Poder Judicial para contestar el valor de la propiedad que el Estado haya señalado en el procedimiento expropiatorio”. El artículo 58 del texto constitucional colombiano establece que “se garantizan la propiedad privada y los demás derechos adquiridos con arreglo a las leyes civiles, los cuales no pueden ser desconocidos ni vulnerados por leyes posteriores. Cuando de la aplicación de una ley expedida por motivos de utilidad pública o interés social, resultaren en conflicto los derechos de los particulares con la necesidad por ella reconocida, el interés privado deberá ceder al interés público o social. La propiedad es una función social que implica obligaciones. Como tal, le es inherente una función ecológica. El Estado protegerá y promoverá las formas asociativas y solidarias de propiedad. Por motivos de utilidad pública o de interés social definidos por el legislador, podrá haber expropiación mediante sentencia judicial e indemnización previa. Esta se fijará consultando los intereses de la comunidad y del afectado. En los casos que determine el legislador, dicha expropiación podrá adelantarse por vía administrativa, sujeta a posterior acción contenciosa-administrativa, incluso respecto del precio”. La Constitución argentina regula en su artículo 17 que “la propiedad es 43 44 35 Adicionalmente a dicho requisito, el Tribunal Constitucional español ha precisado que tan solo aquellos bienes jurídicos que tienen un rango o naturaleza constitucional pueden justificar la limitación de la esfera jurídica de libertad protegida por un derecho46. En el caso concreto del derecho a la libertad de empresa debe tenerse en consideración que la limitación de la esfera jurídica protegida por el mismo se produce en el momento en el que, como consecuencia de una modificación de las condiciones de partida o de desarrollo de la actividad económica que influyen en las posibilidades de tomar decisiones empresariales, se recorta la libertad del empresario para ejercer cualesquiera de las facultades que comprenden este derecho47. Atendiendo a lo indicado en los párrafos anteriores y de acuerdo con lo señalado a nivel jurisprudencial como doctrinario, se considera que el derecho a la libertad de empresa sólo podría limitarse atendiendo a los siguientes criterios4849: a) Reserva de ley.- Toda restricción que se realice respecto del derecho fundamental a la libertad de empresa, y cuando corresponda al derecho de propiedad, debe realizarse mediante una norma con rango de ley en la cual se determine de forma clara y previsible los elementos esenciales de la limitación que se efectuará (presupuestos para la limitación, finalidad, forma, entre otros), de modo que las normas con rango infra legal que se emitan posteriormente no contengan limitaciones adicionales al derecho fundamental, sino únicamente regulaciones de índole procedimental u organizativo. En todo caso, esta limitación no puede constituir una vulneración del contenido esencial del derecho a la libertad de empresa; contenido que se lesiona cuando la limitación impuesta inviolable, y ningún habitante de la Nación puede ser privado de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley. La expropiación por causa de utilidad pública, debe ser calificada por ley y previamente indemnizada. Sólo el Congreso impone las contribuciones que se expresan en el art. 4°. Ningún servicio personal es exigible, sino en virtud de ley o de sentencia fundada en ley. Todo autor o inventor es propietario exclusivo de su obra, invento o descubrimiento, por el término que le acuerde la ley. La confiscación de bienes queda borrada para siempre del Código Penal Argentino. Ningún cuerpo armado puede hacer requisiciones, ni exigir auxilios de ninguna especie”. Finalmente, el artículo 24 de la constitución chilena dispone que “sólo la ley puede establecer el modo de adquirir la propiedad, de usar, gozar y disponer de ella y las limitaciones y obligaciones que deriven de su función social. Esta comprende cuanto exijan los intereses generales de la Nación, la seguridad nacional, la utilidad y la salubridad públicas y la conservación del patrimonio ambiental. Nadie puede, en caso alguno, ser privado de su propiedad, del bien sobre que recae o de algunos de los atributos o facultades esenciales del dominio, sino en virtud de ley general o especial que autorice la expropiación por causa de utilidad pública o de interés nacional, calificada por el legislador. El expropiado podrá reclamar de la legalidad del acto expropiatorio ante los tribunales ordinarios y tendrá siempre derecho a indemnización por el daño patrimonial efectivamente causado, la que se fijará de común acuerdo o en sentencia dictada conforme a derecho por dichos tribunales”. 46 Vid. la STC 292/2000. 47 García (2008: 92). 48 Señala Betancor (2010: 185) que “la regulación en sentido amplio, es la intervención pública de la economía en un nuevo contexto: el de la libertad de empresa, por lo que deberá adecuarse a las características y condiciones de dicha libertad, así como a las características y condiciones del mercado. Aquí entramos en relación con 3 principios centrales de la regulación: i) la razonabilidad; ii) la proporcionalidad; y iii) la intervención mínima o favor libertatis”. También puede revisarse Viera (2010). 49 Al respecto vid. García (2008); Soriano (1998); Betancor (2010); entre otros. Asimismo, cfr. las STC 83/1984, 140/1986, 62/1991, 84/1993, 54/1994, 127/1994, 197/1996, entre otras. 36 impide la realización de alguna de las variables imprescindibles de dicho derecho, caso en el cual, siguiendo los textos constitucionales revisados, deberá realizarse la indemnización correspondiente a su titular. Refiriéndose al caso español, Betancor (2010: 350) señala que la regulación del ejercicio de la libertad de empresa que la Constitución reserva a la ley comprende toda intervención general y frontal en los aspectos esenciales del derecho: el ámbito (subjetivo y objetivo) y el contenido (en sus tres momentos: inicio, ejercicio – desarrollo - y cese). b) Proporcionalidad.- De acuerdo con este principio, la medida que se escoja para limitar el derecho de libertad de empresa debe ser adecuada, necesaria y razonable, atendiendo al fin que se persigue con tal limitación y a los resultados que previsiblemente se producirán con su implementación (que también deberán ser constitucionales y legales); análisis que deberá formar parte del sustento que se brinde a la norma limitatoria emitida50. Dichos elementos del juicio de proporcionalidad deben entenderse de acuerdo con los siguientes criterios: - Adecuada.- La limitación que se imponga debe ser idónea o útil para conseguir el objetivo buscado por el legislador, además, por supuesto, de lícita. En este sentido, corresponderá al legislador realizar un análisis de pertinencia respecto a los efectos que la limitación del derecho generará sobre la esfera jurídica del administrado, y los resultados que se obtendrán a partir de dicha limitación en relación con el fin perseguido. En este sentido, no es suficiente realizar un juicio formal sobre el contenido de la norma, sino que es necesario realizar un juicio material sobre los efectos que produce su aplicación de acuerdo con la interpretación que se otorgue a su texto. - Necesaria.- Una vez superado el análisis de idoneidad de las medidas que podrían ser adoptadas, el legislador debe optar por aquella que se presente como la única alternativa posible para la consecución del fin pretendido o, en su defecto, la menos gravosa para el particular entre todas las medidas evaluadas. A decir de Betancor (2010: 293), el criterio de proporcionalidad permite dar respuesta a un conflicto entre normas constitucionales o, más propiamente, entre principios constitucionales: por un lado, está el derecho fundamental, por otro lado, está el principio constitucional en el que se apoya la ley para intervenir en el derecho fundamental. 50 37 - Razonable.- Este requisito exige que el legislador realice una adecuada ponderación entre los intereses de los particulares cuyo derecho se verá limitado y los intereses públicos que justifican la medida que será adoptada, o entre las desventajas generadas sobre el particular y las ventajas que se obtendrán para la sociedad. Indica Ariño (1999: 232) que es necesario reconstruir el verdadero alcance de la libertad de empresa: éste es un verdadero derecho subjetivo, que puede ser limitado por ley cuando existe una razón fundada, de peso, basada en el interés general (no en el interés de algunos) que prevalece en ese caso sobre la libertad del empresario, pero no puede ser ignorado ni violado sin una justificación suficiente y nunca por norma administrativa. Así las cosas, consideramos que la declaración de un bien o recurso como instalación esencial implica una afectación al derecho a la libertad de empresa de su titular, en cuanto lleva consigo la imposición de una obligación de hacer que incide directamente sobre el contenido de organización de la actividad empresarial que dicho derecho protege. Esta afectación se producirá incluso cuando se haya fijado un precio por tal afectación, en la medida que constituye per se una limitación de la voluntad del empresario, que se verá obligado a aceptar dicho precio. No obstante lo antes indicado, esta limitación se encontrará justificada y no implicará la vulneración de un derecho constitucional en la medida que su declaración como instalación esencial por parte de la autoridad administrativa facultada para ello respete los criterios de reserva de ley y proporcionalidad antes desarrollados, lo que lleva consigo el análisis de los impactos que dicha declaración generará tanto para el administrado sobre quien recae la declaración como sobre la sociedad en general. De lo contrario, la actuación administrativa será vulneradora de los derechos fundamentales de dicho administrado y, consecuentemente, nula de pleno derecho. En este sentido y siguiendo a Ariño (1999: 581) consideramos necesaria la existencia de una norma de rango legal que defina los supuestos y criterios generales que deben ser considerados por las autoridades administrativas para declarar un bien o recurso como instalación esencial en los diferentes sectores de la economía, y que permita regular por vía infra legal (reglamentaria o de otra naturaleza) el procedimiento que será aplicado en cada sector51. Señala Ariño que la identificación y calificación de lo que son “instalaciones esenciales” debe hacerse por ley, pues afecta al contenido esencial del derecho de propiedad, y, complementamos, de libertad de empresa de su titular. 51 38 La aprobación de la norma antes indicada evitará que la declaración de instalaciones esenciales vulnere los derechos constitucionales de los titulares de los bienes o recursos afectados, reafirmando la prevalencia del principio de seguridad jurídica en beneficio tanto de consumidores como empresarios. A su vez, dicha norma permitirá también disminuir el grado de discrecionalidad con que cuenta la Administración Pública para calificar instalaciones como esenciales, incentivando una mayor eficiencia productiva. 2.2 El derecho a la libertad de empresa y el derecho de competencia. Su relación con las instalaciones esenciales Siguiendo a Paz – Ares y Alfaro (2008: 987), puede afirmarse que las libertades que, como la de empresa, se ejercitan en el mercado requieren que el Estado constituya el mercado, es decir, produzca las instituciones que permiten afirmar que una economía es una “economía de mercado”. En este sentido, no pueden ejercerse las libertades económicas sin reconocimiento de la propiedad privada de los medios de producción; sin que se garantice la libertad contractual ni la fuerza vinculante de los contratos; o, por ejemplo, sin protección frente a la competencia desleal o al abuso de posición dominante. Esto es así por cuanto la libertad de empresa en una economía de mercado es un derecho que se ejercita en competencia con los demás, igualmente titulares del derecho a la libertad de empresa. Sobre el particular, Mezzeti, citado por Rubio (1999: 200), vincula la libre iniciativa privada con la libertad de competencia considerando a ésta dentro de aquella porque en la medida que la iniciativa privada corresponde a todos, cada uno debe respetar las iniciativas de los otros. Por tanto, como señalan Paz – Ares y Alfaro (2008: 999), una norma que proteja a unos competidores determinados en perjuicio de otros es una norma que limita la libertad de empresa de los sujetos excluidos, lo que impone la necesidad de contar con una justificación adecuada para su validez constitucional. Una medida que sacrifica la libertad de empresa con el objeto de proteger algunos empresarios está injustificada constitucionalmente porque la protección de los empresarios de un sector no constituye, no ya un valor de rango comparable a la libertad de empresa; sino un valor que pueda perseguirse por el Estado52. 52 Al respecto, vid. la Sentencia del Tribunal Supremo (STS) 1726/2001. 39 Como vemos, el derecho a la libre empresa no es un derecho absoluto que deba prevalecer siempre y bajo todas las condiciones (como puede ser el caso de su ejercicio irregular), sino que éste puede ser limitado por el Estado en beneficio de la competencia misma y del correcto ejercicio del derecho en cuestión, siguiendo escrupulosamente los principios de reserva de ley y proporcionalidad comentados. Ahora bien, tradicionalmente la forma de limitación del derecho a la libertad de empresa que venía siendo aplicado por las autoridades judiciales y entes administrativos enfocaba su atención en la protección de los usuarios respecto de las empresas monopólicas o con gran poder de dominio en el mercado. Esta forma de regulación del derecho a la libertad de empresa ha cedido paso a un modelo en que predomina una mayor orientación a la competencia entre operadores económicos y al desarrollo del mercado. Si bien la experiencia ha demostrado que no es factible alcanzar la competencia perfecta ni la regulación perfecta, lo que se busca con este nuevo enfoque es tener un adecuado balance de ambas situaciones, sin olvidar que la competencia es el objetivo prioritario y la regulación el instrumento para defenderla (crearla) o sustituirla cuando existan elementos de monopolio natural (Ariño, 1999: 564)53. Al respecto, señala de la Cruz (2002: 243) que “en lugar de configurar un nuevo status legal de monopolio y aplicar a éste un férreo control, de lo que se trata es de promover la competencia allí donde esto sea posible – imponiendo para ello deberes de hacer a los operadores – y limitarse a proteger a los usuarios – seguridad, calidad, precio del servicio – allí donde el operador mantenga las características de monopolio natural”. De acuerdo con el informe sobre reforma regulatoria elaborado por la OCDE (1997: 33) este nuevo enfoque de la regulación se plasma en: (i) separar las actividades competitivas del recurso que otorga a su titular posición de dominio en el mercado; (ii) garantizar el acceso a las redes o recursos en condiciones transparentes y no discriminatorias, situación que se materializa mediante su consideración como instalación esencial para la realización de actividades económicas en un determinado mercado relevante; y (iii) imponer límites de precios y otros mecanismos que garanticen la eficiencia en el proceso de readaptación de la regulación. En relación al nuevo enfoque de la regulación, vid. Ariño, Gaspar (1993: 60); Esteve, José. (2010: 337); y de la Cruz (2004: 240); entre otros. 53 40 En relación a las medidas tendentes a garantizar el acceso a las redes e infraestructuras mediante su declaración como instalación esencial, Muñoz (2012: 224) señala que esto “es, pues, una imposición que deriva de los principios de la libre competencia. Se traduce en un derecho de cualquier operador a usarlas y en el deber de sus titulares de permitir el acceso. Tales posiciones jurídicas se conjugan mediante acuerdos de ambas partes y la negativa a celebrarlos y su legitimidad será, en su caso, analizada por los organismos supervisores de la competencia”. De este modo queda claro que la finalidad de declarar un bien o recurso como instalación esencial, supuesto principal de la doctrina de las instalaciones esenciales, es asegurar la existencia o el desarrollo de la competencia en el mercado en beneficio de los consumidores y empresarios en general; situación que a su vez justifica la actuación de los organismos reguladores o de competencia imponiendo restricciones y/u obligaciones sobre el uso de ciertas instalaciones con el objeto de compatibilizar los intereses de la sociedad con los de su titular. En este punto, resulta pertinente distinguir entre las actividades económicas realizadas en un régimen de libre competencia y aquellas sujetas a una regulación sectorial específica, toda vez que las medidas regulatorias que adopten las autoridades a fin de restablecer o generar competencia diferirán en ambos casos. Siguiendo a Laffont y Tirole (2000), las principales diferencias que se presentarán entre ambos tipos de intervención pública serán: a) En relación con la oportunidad en que se adopta una determinada medida, la regulación funciona por medio de reglas específicas establecidas ex ante que las empresas deben seguir. Estas definen las instalaciones a compartir, las condiciones de acceso y la forma en la que se regulan las tarifas que deben ser retribuidas a sus titulares. Por otro lado, las medidas que se adoptan en un régimen de libre competencia se aplican normalmente ex post, como reacción a la acción presuntamente anticompetitiva de una empresa. Siguiendo la tradición jurídica europea, debe considerarse dentro de sectores regulados en los cuales se ha establecido previamente la obligación de acceso a determinadas infraestructuras por ser consideradas como instalaciones esenciales para la prestación de servicios en mercados conexos, la existencia de actividades sujetas al régimen de libre competencia, que bien pueden tratarse de los mercados conexos antes señalados, en los cuales la autoridad 41 competente pueda decidir aplicar la doctrina de las instalaciones esenciales para generar o fomentar una mayor competencia54. b) Otro aspecto a considerar es el alcance de la intervención, donde la regulación es más intrusiva que las medidas aplicadas respecto de actividades realizadas en un régimen de libre competencia, por cuanto además de fijar las tarifas, las agencias regulatorias deciden generalmente acerca de la oportunidad de la entrada de los nuevos competidores, el nivel de las inversiones y la estructura de mercado. Por su parte, las medidas adoptadas por las autoridades de defensa de la competencia se centran más en evaluar la conducta de las empresas aunque también pueden abordar el tema de la estructura de mercado (por medio del control de fusiones) y el otorgamiento del acceso a terceras empresas. c) Respecto a los objetivos de política buscados, los reguladores normalmente tienen objetivos más amplios, los cuales no se ciñen únicamente a la promoción de la competencia y eficiencia en el mercado sino que contemplan obligaciones de carácter social y redistributivo. Es por esto que en el ámbito de las actividades reguladas normalmente la calificación de instalación esencial recae sobre actividades o servicios económicos de titularidad privada prestados en régimen de libre competencia, que el legislador califica de interés general atendiendo a los distintos objetivos perseguidos mediante la provisión de dichas actividades o servicios55. Esto es lo que fundamenta y justifica la intervención estatal en este ámbito de la vida económica y da sustento a la imposición de obligaciones de hacer a favor de terceros que tienen por objeto asegurar la neutralidad en la gestión de las instalaciones calificadas como esenciales (Villar, 2004: 377). d) Finalmente, el último aspecto a considerar radica en que las agencias reguladoras, en sentido estricto, tienen mayor conocimiento sobre la industria que supervisan que las autoridades regulatorias, de defensa de la competencia y los tribunales. De acuerdo con los autores citados, Al respecto, señala Massadeh (2011) que la aplicación de la normativa de competencia en sectores regulados, situación que distancia las tradiciones jurídicas europea y estadounidense, dependerá de la calidad de la regulación misma para abarcar todos los problemas de competencia que puedan surgir y del poder del regulador para terminar con las conductas anticompetitivas.; por tanto, es una disyuntiva que deberá examinarse en cada caso concreto. Un ejemplo de ello es el Caso T-271/03 Deutsche Telekom AG v Commission of the European Communities [2008], antes comentado. 55 Al respecto la Comisión Europea ha señalado que “los servicios de interés económico general se diferencian de los servicios ordinarios en que los poderes públicos consideran que deben prestarse incluso cuando el mercado puede no tener suficientes incentivos para hacerlo.(…) Si los poderes públicos consideran que ciertos servicios son de interés general y las fuerzas del mercado no pueden prestarlos satisfactoriamente, pueden establecer en forma de obligaciones de servicio de interés general varias prestaciones de servicios concretas con objeto de satisfacer estas necesidades”. Comunicación titulada “Los servicios de interés general en Europa”, DO 2001/C 17/04, 19 de enero de 2001, página 7. 54 42 existen 4 razones para que los reguladores sean más expertos que las instituciones antimonopolio: (i) el enfoque específico del regulador en una industria en particular; (ii) las relaciones duraderas entre reguladores y empresas reguladas; (iii) el mayor número de personal del organismo regulador, y en particular el personal capacitado en cuestiones técnicas; y (iv) la continuidad del procedimiento para obtener información. A pesar de la diferente finalidad que pueden tener las medidas adoptadas en los sectores regulados y aquellos sujetos a un régimen de libre competencia, debemos tener presente que las decisiones que se adopten en ambos casos en materia de competencia seguirán siendo interdependientes entre sí. Esta situación se explica por cuanto la regulación que se aplique con el objeto de fomentar el acceso a bienes o recursos considerados como esenciales en un mercado regulado puede generar conductas anticompetitivas con efectos tangibles en un mercado secundario o conexo sujeto al régimen de libre competencia, por parte de los titulares de dichas instalaciones. En otras palabras, no basta con declarar ciertos bienes o recursos como instalaciones esenciales para generar más o mejores niveles de competencia; es necesario que dicha declaración se acompañe de medidas complementarias que desarrollen y aseguren los beneficios generados en el mercado secundario como consecuencia de dicha declaración. Adicionalmente, debe tenerse presente la forma y oportunidad en que se realiza la declaración de instalaciones esenciales, por cuanto ésta puede afectar la obtención de mejoras de eficiencia asignativa o productiva derivadas de una regulación que desincentive la inversión e innovación. A modo de ejemplo podemos citar el trabajo realizado por Santos y Charro (2012) sobre la regulación de los oligopolios no competitivos en el sector de las telecomunicaciones a partir del análisis del mercado de telefonía móvil, en el cual se concluye que el acceso regulado a los servicios mayoristas de interconexión - considerado como instalación esencial - no ha generado mayores beneficios en el mercado minorista de servicios finales sujeto al régimen de libre competencia debido a la conducta desplegada por los titulares de dichas instalaciones, situación que hace necesaria la permanente supervisión y coordinación entre las autoridades regulatorias y de defensa de la competencia. 43 3. Herramientas y mecanismos necesarios para una declaración eficiente de instalaciones esenciales Luego de revisar cómo se viene aplicando la doctrina de las instalaciones esenciales en Estados Unidos, Europa y algunos países de América Latina, y atendiendo a los principales alcances y efectos sobre la competencia que su utilización puede generar, en el presente capítulo se detallarán algunas herramientas y mecanismos cuyo uso debe ser considerado por las autoridades competentes para el diseño de una norma de carácter general que permita definir cuándo y cómo se puede declarar un bien o recurso como instalación esencial56. Con dicha propuesta se busca que la calificación de un bien o recurso como instalación esencial no sea una decisión que se tome de forma improvisada o carente de análisis, si no que ésta sea producto de un procedimiento de evaluación ex ante respecto a la necesidad de realizar dicha declaración, las alternativas existentes y los alcances de la misma. A partir de ello, el procedimiento que finalmente elabore la autoridad competente se verá enriquecido con la incorporación de una etapa de análisis – principalmente económico - de las medidas que podrán ser implementadas, y un proceso de comunicación continua y transparente entre la Administración Pública y las partes afectadas y/o interesadas; consensuado, pero sin que deje de lado los objetivos regulatorios que se pretenden conseguir mediante dicha declaración. Para su mejor entendimiento, se debe partir de la premisa que la declaración de un bien o recurso como facilidad instalación no es ni debe ser considerada a priori como la única medida que pueda ser adoptada por la autoridad competente para la consecución de los objetivos regulatorios que se haya propuesto. La realidad exige que su adopción deba ser consecuencia de un procedimiento participativo en el que se hayan evaluado, y cuantificado de ser posible, todos los beneficios y costes que tal declaración genera. Para el diseño de los mecanismos y herramientas desarrollados en el presente trabajo, cuyo detalle se encontrará en los párrafos siguientes, nos apoyaremos en los principios que informan la denominada “Regulación Inteligente”57 que viene siendo aplicada en Europa en el marco de De forma general e indistinta a lo largo del presente trabajo se denominará como “autoridad competente” a las autoridades facultadas de declarar un bien o recurso como facilidad esencial. 57 A decir de Mateo (2011: 6), “la Smart Regulation [Regulación Inteligente] se refiere a un marco regulatorio de calidad, basado en el conocimiento preciso de los factores en juego y la repercusión real de la normativa. Es una regulación eficiente, que alcanza su objetivo regulatorio al 56 44 programas de mejora regulatoria y que ha sido recogida por la legislación española en el artículo 4 de la Ley 2/2011, de 4 de marzo, de Economía Sostenible. Esto permitirá que la declaración de instalaciones esenciales que se realice empleando dichos mecanismos y herramientas permita alcanzar los objetivos regulatorios propuestos por las autoridades competentes, maximizando a su vez los beneficios económicos, sociales y medio ambientales que puedan generarse a partir de la adopción de dicha medida. 3.1 Principio de necesidad De acuerdo con este principio, la norma o marco normativo que se emita debe estar justificada por una razón de interés general que requiera la aplicación de una regulación específica. A tal efecto, resulta imprescindible que la autoridad competente realice un análisis de los objetivos que se pretenden alcanzar y cómo éstos sólo podrían ser conseguidos mediante la aplicación de las medidas regulatorias propuestas. Para la satisfacción del principio de necesidad en los términos antes comentados, resulta imprescindible que previamente a la declaración de un bien o recurso como instalación esencial la autoridad competente utilice mecanismos participativos que le permitan realizar una adecuada evaluación de la situación original así como de los problemas que pueden afectar dicha situación, los objetivos regulatorios vinculados a dichos problemas y las alternativas (normativas o no normativas) con que se cuenta para solucionar los problemas observados y lograr los objetivos propuestos. En este sentido, consideramos útil la realización de evaluaciones de impacto apoyados en mecanismos que fomenten la participación y consulta a las partes afectadas y/o interesadas, de acuerdo con lo siguiente: tiempo que ofrece los incentivos adecuados para el desarrollo de la actividad económica. Para ello, se basa particularmente en el conocimiento de las mejores prácticas, y la concienciación sobre el impacto de las normas”. Por su parte, el Informe al Presidente de la Comisión Europea elaborado por el profesor Mario Monti (2010: 97) señaló que “para una regulación inteligente, los métodos de adopción de normas son tan importantes como las técnicas jurídicas. La regulación inteligente supone una normativa basada en un conocimiento exacto de los factores en juego y de una gran concienciación de su posible repercusión en la economía, el contexto social y el medio ambiente”. 45 a) Análisis de Impacto Regulatorio58 El Análisis de Impacto Regulatorio (AIR, o RIA por sus siglas en inglés59), constituye una herramienta fundamental para determinar los efectos que puede generar una medida regulatoria, facilitando su comparación con las diferentes alternativas que estén siendo evaluadas en términos de efectividad (cumplimiento de objetivos) y eficiencia (menor costo posible)60. De acuerdo con la OCDE (1997: 14) y la Guía para la Evaluación de Impacto elaborada en 2009 por la Comisión Europea (la “Guía”), el AIR constituye una herramienta de decisión o metodología que permite examinar de forma sistemática y consistente los potenciales impactos en materia de beneficios, costos y efectos que pueden derivarse de las medidas regulatorias propuestas. Es necesario considerar que esta herramienta constituye únicamente un mecanismo de ayuda para la evaluación de las alternativas propuestas, sin que sus resultados determinen per se la medida que será adoptada por la autoridad competente. En esencia, señala la OCDE (1997: 15), el AIR intenta ampliar y clarificar los factores relevantes para la toma de decisiones. En ese sentido, ha indicado dicho organismo (1997a: 15) que la contribución más importante del AIR en relación con la calidad de las decisiones no consiste en la precisión de los cálculos utilizados, sino en la acción de analizar – cuestionar, explorar y entender los impactos reales de los supuestos planteados. En línea con ello, la OCDE (1997: 16 y 2008: 24) ha identificado los siguientes 4 objetivos regulatorios que dicha herramienta ha permitido alcanzar a los gobiernos que utilizan el AIR como mecanismo habitual para la toma de decisiones: - Mejora la comprensión de los impactos en el mundo real derivados de la acción gubernamental, incluyendo los beneficios y los costes de tal actuación. Ello viene unido al También llamado Análisis de Impacto Normativo o AIN. Regulatory Impact Assessment. 60 En España se aprobó el Real Decreto No. 1083/2009 que regula la Memoria del Análisis de Impacto Normativo, similar al AIR. En la motivación de dicha norma se señala expresamente que su finalidad será “garantizar que a la hora de elaborar y aprobar un proyecto se cuente con la información necesaria para estimar el impacto que la norma supondrá para sus destinatarios y agentes. Para ello, resulta imprescindible motivar la necesidad y oportunidad de la norma proyectada, valorar las diferentes alternativas existentes para la consecución de los fines que se buscan y analizar detalladamente las consecuencias jurídicas y económicas, especialmente sobre la competencia, que se derivarán para los agentes afectados, así como su incidencia desde el punto de vista presupuestario, de impacto de género, y en el orden constitucional de distribución de competencias”. 58 59 46 hecho de que mediante la comparación de las diferentes alternativas regulatorias es posible lograr una eficiencia en la asignación de recursos; - Permite integrar diferentes objetivos regulatorios que se encuentren vinculados entre sí, tales como una mejora en la calidad de los servicios brindados a los usuarios o la protección del medio ambiente, entre otros objetivos; - Mejora la transparencia y los mecanismos de consulta; y - Mejora la rendición de cuentas de la administración pública, permitiendo conocer los beneficios y costos derivados de las medidas regulatorias adoptadas. Sin embargo, y sin perjuicio de los beneficios derivados de la utilización del AIR en la evaluación de costos e impactos de diferentes alternativas regulatorias, la autoridad competente debe considerar previamente los importantes costos en que deberá incurrir para su puesta en práctica. En ese sentido, a decir de Molina y Guarnido (Molina y Guarnido, 2009: 151) mediante la ejecución del AIR, el ente regulador debe demostrar que los beneficios que se prevén obtener con la regulación que se propicia mediante el empleo del AIR superan los costos esperados (incluyendo los gastos generados por el mismo AIR); es decir, que la regulación que se implemente produce un beneficio neto para la sociedad en su conjunto. Por otro lado, para su elaboración, la Guía (2009: 21) ha definido las principales etapas que deben ser consideradas por la autoridad competente; a saber: (i) Definir el problema que se quiere solucionar. Esto permitirá a su vez identificar las causas del problema y las partes involucradas, así como determinar los objetivos regulatorios a alcanzar y las posibles alternativas que se podrían aplicar para su solución. En relación con el presente trabajo, los problemas identificados por la autoridad competente podrían consistir en diversas manifestaciones de fallos de mercado, como pueden ser, entre otros: - El abuso de posición de dominio por parte de la empresa que posee un bien o recurso en un mercado primario en condición de monopolio; 47 - Falta de competencia o competencia insuficiente en un mercado conexo o secundario respecto del mercado en que se tiene el bien o recurso en condición de monopolio, en el cual la incorporación de nuevos competidores o la participación de los competidores existentes se ve imposibilitada o dificultada por la negativa de acceso del titular de dicha instalación o la imposición de condiciones de acceso gravosas; o, - Fallos de información para los tomadores de decisiones (consumidores o empresarios), como son los casos de información imperfecta o problemas de acceso a información manejada por ciertos agentes económicos con carácter exclusivo, a pesar de resultar necesaria para la prestación de servicios en un mercado secundario61. Esta definición del problema debe ir acompañada de una descripción general del mercado relevante y las características jurídicas y comerciales de dicho mercado precisando si existe o no una empresa que cuente con posición dominante en el mismo, a fin de determinar la pertinencia de la intervención pública. Entre otros aspectos, deberá precisarse la cantidad de competidores existentes en el mercado y el grado de competencia entre sí, la evolución esperada de dicha competencia dentro de un determinado horizonte temporal, la normativa (vigente y en aplicación) que rige las relaciones entre dichos competidores, el estado de la tecnología existente (en caso sea relevante) y las posibilidades de acceder a ella por parte de todos los competidores. A modo de ejemplo podríamos considerar que el problema consiste en la falta de competencia en el mercado minorista de servicios de telecomunicaciones móviles, donde sólo hay 2 competidores como consecuencia de las gravosas condiciones exigidas en el mercado mayorista por parte de la empresa titular de la única red de telecomunicaciones, que además cuenta con posición de dominio en el mercado minorista626364. A modo de ejemplo citamos el caso presentado en Perú, donde, mediante la Resolución de Consejo Directivo No. 0042004-CD/OSIPTEL, OSIPTEL impuso a los operadores fijos y móviles la obligación de proporcionar información de tráfico de larga distancia (tráfico cursado, destinos, números de abonado generadores de tráfico, entre otra información) a empresas prestadoras del servicio portador de larga distancia internacional por considerarse que era información relevante para la prestación de dicho servicio en un escenario de competencia efectiva, toda vez que su acceso por parte de dichos operadores se da como consecuencia de la prestación de un servicio distinto (servicio público fijo o móvil) a aquel materia de regulación (servicio de larga distancia). 62 La Directiva Europea 2002/21/CE define la red pública de comunicaciones electrónicas en el literal d) de su artículo 1 como “aquella que se utiliza, en su totalidad o principalmente, para la prestación de servicios de comunicaciones electrónicas disponibles para el público y que soporta la transferencia de información entre puntos de terminación de la red”. 61 48 (ii) Definir los objetivos regulatorios que se pretenden alcanzar con la solución del problema antes planteado. Estos, además de estar muy relacionados con el problema mismo, deben ser expresados de forma específica, mensurable, alcanzable, realista y sujeta a un plazo; todo lo cual permitirá determinar la pertinencia de las alternativas propuestas. En este sentido, no son útiles objetivos formulados de forma general (como “mejorar la competencia” o “generar mayores beneficios a los consumidores”) ni objetivos que se identifiquen con las herramientas que serán utilizadas (como “declarar la existencia de una instalación esencial”). Los objetivos deben entenderse por sí mismos y ser evaluables luego de implementada la alternativa escogida. Siguiendo con nuestro ejemplo, la autoridad competente podría señalar que el objetivo a alcanzar consistirá en el incremento del nivel de competencia en el mercado minorista de servicios de telecomunicaciones móviles dentro de un periodo no mayor a 12 meses contados desde la fecha de su implementación, hasta lograr la incorporación efectiva de 2 nuevos competidores en el mercado65. Adicionalmente, se buscará que durante dicho periodo se flexibilicen las condiciones de acceso a los elementos de la red del operador con posición de dominio (acceso al bucle El mercado de las telecomunicaciones ha sido históricamente considerado como un monopolio natural. De acuerdo con el Informe No. 168-GPR/2010 que sustenta la Resolución No. 037-2010-CD/OSIPTEL mediante la cual OSIPTEL fijó los cargos de interconexión tope por terminación de llamadas en las redes de los servicios móviles, son 3 los componentes generales de una red de servicios móviles en los cuales debería incurrir un operador entrante que quisiera desplegar su propia red de telecomunicaciones: transmisión, conmutación y estaciones base, cada uno de los cuales posee gastos de capital (CAPEX) y de operación (OPEX). La transmisión está conformada por los enlaces entre estaciones base y las centrales de conmutación, así como entre las centrales de conmutación. Estos enlaces pueden ser propios o alquilados, y el medio utilizado puede ser fibra óptica, microondas o satelital. El CAPEX y OPEX en el bloque de conmutación están conformados por los gastos que involucran las centrales de conmutación, los controladores de estaciones base, obras civiles, fuentes de energía, aire acondicionado, entre otros. Finalmente, el CAPEX y OPEX del bloque de estaciones base involucran a los equipos de radiofrecuencia, las torres, las antenas, las casetas, la instalación, entre otros. Asimismo se tienen los costos comunes de red relacionados con los sistemas de gestión, sistemas de operación y mantenimiento, bases de datos, softwares, staff técnico, etc. Adicionalmente también deben tomarse en cuenta los costos comunes del negocio, relacionados con inversiones en sistemas de tecnologías de la información (IT), staff financiero, ejecutivo y administrativo, edificios (oficinas), vehículos, entre otros. Cabe señalar que dicho análisis, al centrarse únicamente en los componentes de la red, no consideran la inversión en adquisición, operación y mantenimiento de activos ni los pagos por concesión de espectro radioeléctrico (que tiene el carácter de recurso escaso). 64 Es interesante la reflexión realizada por Betancor (2010: 245) sobre la regulación del mercado de las telecomunicaciones en Europa. Señala dicho autor que el objetivo de dicha regulación es “crear las condiciones para que la competencia en el mercado de las comunicaciones electrónicas sea efectiva. La perspectiva desde la que se lleva a cabo la intervención regulatoria es distinta a la tradicional: no se trata de proteger unos bienes (objetivos de interés general) sino de crear un marco para que la competencia permita alcanzar estos bienes; no se trata de garantizarlos sino de establecer las condiciones para que dichos objetivos se hagan realidad. La perspectiva deja de ser defensiva para convertirse en activa. Este es el activismo de mercado de la Unión”. Lo que se busca como objetivo principal, en definitiva, es fomentar la competencia en el mercado interior de las telecomunicaciones. 65 O, lo que sería lo mismo, alcanzar una puntuación de 2,600 según el índice de Herfindahl y Hirschman. 63 49 local, enlaces de interconexión, centrales de conmutación, estaciones radioeléctricas, entre otros elementos de red) a efectos de fomentar la competencia en el largo plazo, sin desincentivar el despliegue y mejoramiento de la red. (iii) Identificar las alternativas regulatorias que podrían ser implementadas, las mismas que deben encontrarse estrechamente relacionadas con los problemas encontrados y los objetivos planteados en la etapa previa. La identificación de las propuestas no debe ser meramente enunciativa, sino que debe ir acompañada de una evaluación siguiendo criterios de proporcionalidad, eficiencia, efectividad, y coherencia con los objetivos y políticas marco, de acuerdo con lo prescrito al respecto en los principios de la “Regulación Inteligente” que veremos posteriormente. Por otro lado, las alternativas que sean propuestas deben ser preferentemente variadas, pudiendo incluir el mantenimiento de la situación original (considerando su evolución), mejorar o reforzar la legislación vigente, implementar alguna medida regulatoria o la adopción de estándares internacionales, en caso existan. Asimismo, debe precisarse si la aplicación de las alternativas propuestas será de forma permanente o sujeta a revisión dentro de un periodo de tiempo, que deberá especificarse. Cada alternativa deberá ir debidamente sustentada, a fin de conocer los motivos por los cuales se adopta una en detrimento de otras alternativas. Esto implica que no existe una alternativa que a priori sea adecuada para solucionar un problema de mercado o lograr un objetivo regulatorio, sino que su elección deberá llevar consigo un adecuado análisis de todas las alternativas propuestas y la exposición de las causas que determinan el rechazo de las propuestas dejadas de lado. En este sentido, en caso la autoridad considere susceptible de ser analizada la separación de actividades y la declaración como instalación esencial de un bien o recurso de la empresa dominante, pero no la duplicación de dicha instalación por parte de empresas privadas o del Estado, deberá expresar los motivos que sustentan la preferencia de las primeras y el descarte de la última. 50 En nuestro ejemplo, las propuestas que podría plantear la autoridad competente para solucionar la falta de competencia en un mercado minorista de servicios de telecomunicaciones móviles derivado del abuso de posición de dominio en el mercado mayorista primario, podrían ser: - El mantenimiento de la situación actual atendiendo a la existencia de una tendencia creíble de incremento de competencia en el mercado secundario66; - La desintegración vertical (contable o jurídica) de la empresa dominante, como se ha realizado en muchos países en el ámbito energético, de modo que una empresa brinde servicios mayoristas y otra minoristas, o sea la misma empresa empleando una contabilidad distinta para cada servicio; - La celebración de acuerdos voluntarios con la empresa dominante a fin de flexibilizar los requisitos para que terceras empresas accedan a su red de telecomunicaciones en condiciones competitivas; - Aprobar nueva normativa con carácter específico que tenga por objeto fomentar la competencia, como puede ser mediante mecanismos tendentes a subvencionar o favorecer el despliegue de otra red de telecomunicaciones; - Imposición de “controles de regulación” a la empresa con posición de dominio, como aquellos contemplados en la Directiva Europea de Servicio Universal67. Así, podría prescribirse que dicha empresa no aplique precios excesivos; no impida la entrada de otras empresas en el mercado ni falseen la competencia mediante el establecimiento de precios abusivos; no favorezca de manera excesiva a usuarios finales específicos y/o no agrupe sus servicios de manera injustificada; o - Declarar como instalación esencial la red de telecomunicaciones de la empresa con posición de dominio o parte de ella. Eventualmente, ésta podría consistir en una opción válida en el supuesto que cualquier medida distinta que pueda ser implementada implique un mayor costo a la sociedad que el generado por la falta de competencia. 67 Directiva Europea 2002/22/CE. 66 51 Atendiendo a que el objeto del presente trabajo consiste en la formulación de mecanismos y herramientas que permitan a las autoridades competentes definir de forma eficiente la oportunidad y forma en que debe declararse un bien o recurso como instalación esencial, sólo nos detendremos en el análisis de esta última alternativa. Al respecto, es necesario señalar que los distintos pronunciamientos tanto de las autoridades jurisdiccionales estadounidenses como europeas, así como el desarrollo judicial y legal realizado en los países estudiados de América Latina nos han demostrado la complejidad que lleva consigo la aplicación de la doctrina de las instalaciones esenciales, así como la reticencia, en algunos casos, de invocar expresamente sus postulados debido a las críticas que la misma genera en algunos sectores de la doctrina68. Sin embargo, ello no ha impedido que la doctrina de las instalaciones esenciales sea utilizada de forma expresa o tácita para sustentar la imposición de obligaciones de contratar, de entregar información o para permitir el acceso de terceros a bienes o recursos de naturaleza tan variada como derechos de propiedad intelectual o infraestructuras de telecomunicaciones, transporte o energía, los cuales en uno y otro caso han sido considerados como instalaciones esenciales. Como hemos visto en la primera parte de este trabajo, en concreto, la doctrina de las instalaciones esenciales ha sido utilizada en aquellas situaciones en las cuales la comercialización de bienes o prestación de servicios en un mercado (que consideraremos secundario) se ve imposibilitada debido a que el titular del insumo indispensable para la realización de dichas actividades niega el acceso al mismo, no siendo factible su duplicación o sustitución. A efectos de elaborar una mejor aproximación a lo que la doctrina y la jurisprudencia - o la legislación en algunos países - han considerado como instalación esencial así como para determinar los alcances de su declaración, e identificar, en caso hubiera, alternativas menos gravosas que permitan solucionar los problemas existentes en el mercado secundario, resulta importante definir de forma preliminar el mercado relevante al cual los terceros tendrían acceso una vez que se declare el bien o recurso como instalación En relación a las críticas a la doctrina de las instalaciones esenciales, resulta muy ilustrativo el Informe del Foro Latinoamericano de Competencia elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) (2010). 68 52 esencial. Esto nos permitirá a su vez acotar los diferentes aspectos de la doctrina de las instalaciones esenciales que deben ser considerados a partir del “test de las essential facilities” y lo resuelto por el TJUE en el caso Oscar Bronner GMBH & Co KG v. Mediaprint, [1998] ECR 1-7791, [1999] 4 CMLR 112, que serán considerados conjuntamente para el presente análisis. Atendiendo a lo señalado, el mercado al cual se tendrá acceso mediante la instalación esencial usualmente consiste en un mercado conexo o secundario potencialmente competitivo donde el titular del bien o recurso puede o no tener participación (como es el caso de las empresas verticalmente integradas), ejercer algún tipo de influencia (por ejemplo, que permita el uso de un bien o recurso esencial a algunos competidores del mercado secundario, en detrimento de otros competidores) o puede incluso estar constituido por el mismo bien o recurso (piénsese en un terminal aéreo, red de telecomunicaciones, entre otras), caso en el cual su titular tendrá el carácter de monopolista6970. Lo importante en este caso, es que la competencia en el mercado calificado como relevante no podrá realizarse en la medida que el titular de la instalación no permita su acceso o utilización por parte de terceros. No obstante, indican Lipsky y Sidak (1999: 1213) que en ciertos casos no será el mercado secundario el determinante para verificar una posición de dominio, aun cuando la conducta reprochada se haya llevado a cabo en él; por el contrario, será el mercado primario, donde la firma ostenta tal posición de dominio, el relevante71. De acuerdo con Villar (2004: 117), desde el punto de vista de la aplicación de las normas de competencia, lo relevante es la gestión, administración o explotación de los bienes que constituyen las instalaciones esenciales para la competencia de un rival (producción, distribución o venta de productos o servicios). El entendimiento de las instalaciones esenciales como actividad económica es el que debe seguirse en la interpretación sobre el alcance y fundamento de su regulación. Un caso aplicable se presentó en Aspen Skiing Company v. Aspen Highlands Skiing Corporation, 472 US 585 (1985), donde la instalación esencial y el mercado relevante coincidieron en la misma pista de sky. También resulta interesante la sentencia del TJUE de 24 de octubre de 2002, Aéroports de París, Asunto C-82/01. 70 Como hemos revisado en el capítulo 1 del presente trabajo, una diferencia importante en la concepción de la doctrina de las instalaciones esenciales entre Estados Unidos y Europa viene dada por el hecho que en el primero se exige que el titular de la instalación esencial tenga también presencia significativa en el mercado secundario, en tanto que en el segundo sólo se exige que el acceso al mercado secundario dependa del uso de la instalación esencial (Villar, 2004: 128). 71 Lipsky y Sidak hacen referencia al caso Lansdale v. Philadelphia Electric Co., 692 F.2d 307 (3d Cir. 1982), en el cual el gobierno local solicitó el suministro de energía eléctrica a Philadelphia Electric Co argumentando la existencia de un monopolio a su favor en el mercado secundario (retail), a lo que la Corte indicó que si la empresa no ostenta el monopolio en el mercado mayorista, es irrelevante si tiene poder de mercado en el mercado minorista al existir otras fuentes de suministro de energía eléctrica al que podría accederse. 69 53 En nuestro caso, el mercado relevante vendría constituido por la interconexión de acceso, tránsito y terminación con la red de telecomunicaciones del operador dominante (identificado en el numeral (i) precedente), por cuanto sin dicha interconexión los posibles nuevos operadores no podrían prestar sus propios servicios minoristas constituyendo, por tanto, un elemento esencial para la competencia en este último mercado. En relación al bien o recurso, habitualmente el término facilities ha sido traducido en la doctrina y la jurisprudencia como “instalaciones”, sin embargo puede apreciarse que dicho término no sólo se aplica a instalaciones como tales, entiéndase infraestructuras, sino también a bienes tangibles o intangibles, servicios, derechos o, en general, cualquier tipo de bien o recurso (o parte de ellos, como el bucle local de una red de telecomunicaciones) independientemente del régimen jurídico al que se someta su titular, que puede ser público o privado, pero del que dependan actividades comerciales que realicen o pretendan realizar otros operadores económicos. Ahora bien, es necesario que la “facility” sea “essential”, esto es, esencial, a partir de una traducción literal del término, que también podría interpretarse como se viene haciendo en vía jurisprudencial, como indispensable o imprescindible para la realización de una actividad económica en condiciones competitivas. El aspecto fundamental de la “facility” es que precisamente, por su carácter esencial, el operador económico excluido de su uso se encuentre imposibilitado de desarrollar su actividad comercial (Villar, 2004: 119). Por su parte, en el Informe del Foro Latinoamericano de Competencia elaborado conjuntamente por la OCDE y el BID (2010: 51), se ha señalado que “infraestructura esencial significa que prestar un servicio es sustancialmente más difícil sin acceso a esta infraestructura, y que el propietario monopolista de esta infraestructura encontraría rentable imponer al menos un aumento de precio reducido pero significativo y no transitorio sobre el nivel competitivo para acceder a esta infraestructura”. Asimismo, el documento titulado “Comunicación sobre la aplicación de las normas de competencia a los acuerdos de acceso en el sector de las telecomunicaciones” define instalaciones esenciales como “aquellas instalaciones o infraestructuras que son básicas para llegar a 54 los consumidores y permitir a los competidores llevar a cabo sus actividades y no pueden ser sustituidas por ningún medio razonable”72. Así, a partir del carácter esencial de la “facility” pueden extraerse las siguientes consideraciones: - La instalación debe constituir un elemento estructural de uno o varios mercados, de modo que de su uso depende la realización de una actividad económica pero no de un empresario considerado de forma aislada, sino de la totalidad de los que conforman el mercado en cuestión. De este modo, se excluyen dentro del ámbito de la “esencialidad” aquellas solicitudes sustentadas sólo en el abaratamiento de costos derivado de la compartición de la instalación. - El bien o recurso debe encontrarse en una situación de exclusividad o monopolio, lo que le confiere una posición de dominio en un mercado primario, ofreciendo una ventaja competitiva a su titular por ser indispensable para operar o controlar el acceso por parte de terceros a un determinado mercado secundario. Esto implica, a su vez, que su titular debe estar en posición de imponer unilateralmente restricciones, condiciones, precios y calidades a su acceso. De acuerdo con Villar (2004: 119) esta exclusividad puede tener un origen variado, como es el caso de los monopolios legales (derechos de propiedad intelectual, bienes de dominio público, entre otros), la existencia de normas que limitan su instalación, duplicación o ampliación (vertederos de residuos, entre otros), el tratarse de un monopolio fáctico o natural (redes de transporte, por ejemplo), o cuando ningún otro empresario hubiera abordado su construcción e instalación de acuerdo con criterios comerciales (equipamientos o infraestructuras de origen público). La existencia de un monopolio en el acceso a la red de telecomunicaciones constituye una premisa en el caso propuesto, pudiendo haberse originado en el otorgamiento de una concesión de las redes de telecomunicaciones generada en el marco de los procedimientos privatizadores tan ampliamente realizados en las décadas de los 80 y 90, situación que podría generar su calificación como monopolio natural. 72 DO 98/C 265/02, 22 de agosto de 1998, página 13. 55 - La duplicación de la instalación debe ser cuando menos difícil, sino imposible, ya sea por motivos fácticos (duplicación de vertederos de residuos en localidades pequeñas), económicos (inversión de carácter poco racional en la medida que no permita obtener una rentabilidad mínima) o legales (existencia de normativa prohibitiva); no habiendo una alternativa razonable que pueda ser implementada en su lugar por parte del operador económico que solicita el acceso a la instalación. En este sentido, resulta fundamental la evaluación del estado actual del bien o recurso y la tecnología disponible en el momento de dicho análisis, la escala de entrada del nuevo operador económico o la existencia de instalaciones alternativas en el mercado. Refiriéndose a la posibilidad de implementar dichas “facilities” en un momento posterior, señala Villar (2004; 121) “que puedan existir en el futuro sólo pone de manifiesto que la obligación de contratar debe ser revisable y, normalmente, provisional. Mientras, esas instalaciones son insustituibles y, por ello, esenciales”. En el caso que nos ocupa, por las características propias del sector, la duplicación de la red de telecomunicaciones no constituye una alternativa económicamente viable para un operador entrante, sin perjuicio de las complicaciones fácticas y sociales que afectan negativamente su despliegue73. A tal efecto debemos considerar que el despliegue de una nueva red de telecomunicaciones dependerá de la posibilidad que tenga el operador entrante de recuperar los costos en que incurra, situación que a su vez depende de muchos factores como la cantidad de espectro radioeléctrico de que dispone; la demanda que puede haber del servicio que prestará; su elasticidad; las estrategias de precios que puedan ser utilizadas para recuperar los costos fijos; el tiempo que podría tomar recuperar la inversión, considerando un margen razonable de ganancia; el comportamiento que tendrán sus competidores luego de su ingreso al mercado; entre otros factores. El resultado del análisis de estos factores, entre otros elementos que Entre ellas puede considerarse la obtención de permisos y autorizaciones para el uso de bienes públicos (aceras, pistas, entre otros), de bienes privados (infraestructuras donde instalar las estaciones radioeléctricas, postes de luz, estaciones radioeléctricas de los competidores), consultas vecinales - cuando corresponda – para la instalación de estaciones radioeléctricas en zonas urbanas, observancia de zonificación, controles y supervisiones de emisión de radiaciones no ionizantes, entre otros. A modo de referencia puede revisarse el documento Recomendaciones para Facilitar e Impulsar el Despliegue de Infraestructuras de Red de Radiocomunicación, elaborado por la Comisión Sectorial para el Despliegue de Infraestructuras de Radiocomunicación del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio de España (2009). 73 56 deben ser considerados conjuntamente, es lo que determina en muchas ocasiones que no se desplieguen nuevas redes de telecomunicaciones. En relación al estado de la tecnología existente en el momento de análisis, debe tenerse en cuenta que la red que se implemente, en caso sea viable su duplicación, no necesariamente debe guardar una relación de igualdad con la red existente, sino que será suficiente que puedan brindar los mismos servicios bajo similares condiciones económicas y de calidad. Será la autoridad competente la que valore si las diferencias económicas y de calidad presentes entre una y otra otorgan alguna ventaja competitiva al operador dominante o si éstas pueden calificarse como barreras de acceso al mercado. - Determinar si el titular del bien o recurso tiene la capacidad suficiente para permitir el acceso a terceros sin perjudicar la prestación de su propio servicio, o si ello es factible tecnológica y económicamente. En caso no sea así, será inviable la declaración de instalación esencial alguna. En el caso que venimos revisando deberá analizarse el estado de ocupación de las partes de la red de telecomunicaciones de la empresa dominante que desean declararse como instalación esencial o cuyo uso es necesario considerando el elemento de red que será declarado como tal, y si su servicio en los mercados minorista y mayorista podría verse afectado por la prestación del servicio de interconexión a nuevos operadores. La compatibilidad tecnológica se deriva del hecho que la declaración de una instalación esencial debe tener como propósito beneficiar a los consumidores o usuarios, como podría ser incrementando los niveles de competencia en el mercado, y no beneficiar a un operador (entrante) a costas de otro operador (incumbente) que en manera alguna podría verse obligado a asumir gastos considerables para modificar la tecnología empleada en sus sistemas y equipos74. Con el objeto de ilustrar la importancia de la compatibilidad tecnológica y el minucioso análisis que debe hacer la autoridad competente, consideramos pertinente referirnos al Real Decreto No. 458/2011 mediante el cual el Reino de España impuso a los Operadores Móviles con Red tradicionales (OMR) que dispongan de bloques de frecuencias (espectro radioeléctrico) con un ancho de banda total igual o superior a 10 MHz en la banda de 900 MHz y que estén prestando servicios de comunicaciones móviles en dicha banda mediante sistemas UMTS u otros sistemas terrestres, la obligación de ofrecer un servicio mayorista a los operadores que no puedan prestar dichos servicios por carecer de frecuencias suficientes 74 57 En el caso que por motivos tecnológicos o económicos el aprovechamiento de la instalación esencial (uso, interconexión, u otra modalidad) implique la realización de un esfuerzo desmedido para las partes en relación a los beneficios que se obtendrán a partir de ello, la autoridad competente deberá evaluar otras alternativas regulatorias que resulten más eficientes. Sin embargo, si el aprovechamiento de la instalación esencial constituye la mejor alternativa posible y requiere la realización de inversiones adicionales por parte de su titular (operador incumbente), la autoridad competente deberá evaluar el mecanismo idóneo para la compartición de dicho gasto con los operadores que resulten beneficiarios del otorgamiento de tal acceso. - Finalmente, es imposible hablar de una declaración de instalaciones esenciales si no se ha producido una negativa injustificada de permitir el acceso o uso del bien o recurso considerado como indispensable; negativa que materializaría la conducta anticompetitiva de su titular. Esta negativa debe ser interpretada en sentido amplio como la dilación en las negociaciones, la aplicación de una condición suspensiva injustificada para la entrada en vigencia del acuerdo alcanzado entre los operadores o la fijación de requisitos excesivos para contratar, todo lo cual evidencia – cuando menos – la intención del titular del bien o recurso de abusar de su posición de dominio de modo tal que su declaración como instalación esencial sea el último recurso existente para solucionar los problemas identificados. En todo caso, dicha negativa deberá ser evaluada de forma conjunta con el sustento brindado por el titular de la instalación, el cual debe fundamentarse en razones técnicas, comerciales o jurídicas, que objetivamente impidan a su titular acceder a lo requerido por el solicitante. Como lo ha señalado la jurisprudencia, en el caso de o por carecer totalmente de frecuencias en la banda de 900 MHz. Al respecto, y ante la controversia planteada por los OMR sobre la tecnología utilizada en el nivel minorista, la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) consideró que las ventajas competitivas que se confieren a los operadores que disponen de espectro suficiente en la banda de 900 MHz (los OMR) deben ser compensadas con la imposición de la obligación de ofrecer acceso a terceros, interpretando que, cuando el Real Decreto establece la obligación de prestar un servicio mayorista, tiene el ánimo de fomentar la competencia en el mercado minorista y no, por tanto, el de vincular el servicio mayorista que será prestado al uso de unas tecnologías determinadas para la prestación del servicio minorista, como venía siendo interpretado por los OMR. En este sentido, la incompatibilidad tecnológica en el nivel minorista no constituye un obstáculo para que los OMR cumplan con la obligación de prestar el servicio mayorista exigido. Al respecto vid. “Proyecto de medida relativo a la definición y análisis de los mercados de acceso y originación mayorista en redes móviles, la designación de operadores con poder significativo de mercado y la propuesta de obligaciones específicas”, elaborado por la CMT (2011). 58 actividades reguladas, la justificación de la denegatoria a brindar el acceso solicitado debe ser objetiva (no atribuible a una conducta intencional del titular del bien o recurso) y encontrarse fundada en las causales establecidas en la norma sectorial, no siendo de aplicación en este caso las normas de libre competencia. En nuestro ejemplo, dicha negativa podría referirse tanto respecto a una solicitud de acceso formulada por una tercera empresa como respecto a una propuesta de la autoridad competente para lograr un acuerdo de uso de la red de telecomunicaciones; y será considerada relevante para estos efectos sólo en cuanto no se encuentre debidamente justificada. No hay duda que mediante la declaración de un bien o recurso como instalación esencial lo que se busca es introducir competencia donde no la hay (bien porque se trata de un monopolio legal, porque la conducta del titular del bien o recurso distorsiona las condiciones de competencia en un mercado secundario o conexo, o porque no hay un mercado para la actividad económica que se pretende realizar), mediante la imposición de una obligación de hacer (contratar, permitir el acceso o compartir un bien o recurso) al titular de una instalación considerada indispensable para el desarrollo de la actividad económica de que se trate. Por ello, para efectos de la declaración de un bien o recurso como instalación esencial, la autoridad competente debe evaluar y verificar que la competencia que se cree genere efectos positivos sobre el mercado, esto es, debe venir acompañada de una reducción de precios, aparición de nuevos productos o una mejora en su calidad en favor de los consumidores. En este sentido, no podrá ser considerada una medida eficiente si su único efecto es la generación de un duopolio con el mismo nivel y calidad de servicios que se venían prestando o si las pérdidas de eficiencia asignativa o productiva generadas como consecuencia de la disolución de integraciones verticales u horizontales son menores que el beneficio obtenido con la entrada de nuevos competidores, por cuanto su finalidad no radica en una mejora en la posición de dichos competidores sino en la generación de un beneficio tangible para el consumidor. 59 (iv) Definir, y cuantificar de ser posible, los impactos o efectos directos e indirectos de carácter económico, social y medio ambiental de las alternativas propuestas, así como los sujetos afectados por dichos impactos. Esta evaluación debe incluir los costos, cargas administrativas o beneficios que pueden generarse sobre consumidores, competidores y la Administración Pública, a efectos de lo cual puede ser necesaria la provisión de información por parte del sector privado o el uso de contrafactuales, tal como se detallará con mayor detalle en el numeral 3.2. Los impactos económicos a los que hemos hecho referencia pueden ser tales como el incremento o reducción de la oferta de bienes o servicios, precios o calidades de los mismos; la aparición de monopolios u oligopolios en el mercado; la estimulación o desincentivación de la innovación y desarrollo tecnológico; generación de barreras de acceso al mercado; el incremento o reducción de costos a las empresas del sector; la generación de mayores cargas u obligaciones frente a la Administración Pública; o la afectación de las perspectivas y condiciones de inversión por parte de empresas extranjeras. Por su parte, los efectos sociales pueden referirse a posibles cambios en el mercado laboral; el acceso a productos o servicios de sectores alejados (rurales por ejemplo); la posible afectación de derechos o salud pública, entre otros efectos. Finalmente, los efectos medio ambientales inciden sobre los impactos en los elementos que lo componen como el aire, suelo, agua, entre otros. Siguiendo con nuestro ejemplo, la propuesta de declarar como instalación esencial la red de telecomunicaciones de la empresa con posición dominante (o parte de ella) debe ir acompañada de un minucioso análisis de los diferentes efectos que pueda generar, tales como: - En lo que respecta a los efectos sobre la competencia en el mercado secundario, debe analizarse si efectivamente la medida regulatoria bajo análisis permitirá el acceso de nuevos operadores en el corto, mediano y largo plazo. Asimismo, el análisis debe considerar si dicho acceso generará un beneficio visible para los consumidores en términos de cantidad y calidad de productos y servicios ofrecidos en el mercado minorista, así como en cuanto al nivel de precios finales. 60 Del mismo modo, debe indicarse el efecto que la declaración de la red como instalación esencial tendrá sobre el despliegue de nuevas redes de telecomunicaciones o la ampliación de la red existente. Considerando el gran impacto que la aplicación de avances tecnológicos tiene sobre los precios en el mercado minorista, resulta sumamente importante que se evalúen correctamente los efectos que tendría en la innovación e incorporación de nuevas tecnologías. Adicionalmente, se debe incluir una evaluación de los costos que tal declaración generará sobre el titular de la instalación y la forma en que dicho titular podría recuperar la inversión que deba realizar. Como es sabido, los agentes que participan en el mercado tienden a cambiar su comportamiento como consecuencia de la aplicación de medidas regulatorias, motivo por el cual debe acompañarse de una revisión de las previsiones o incentivos que acompañarán la declaración de la red como instalación esencial para evitar que tales costos sean trasladados por su titular a los consumidores en el mercado minorista mediante un alza en los precios o una disminución en la calidad de los servicios prestados, o a los consumidores en el mercado mayorista en aquellos servicios no sujetos a regulación tarifaria. - Este análisis debe ser complementado con una revisión de los efectos sociales y medio ambientales que puede generar la declaración de la red de telecomunicaciones como instalación esencial. Entre estos efectos destacamos el posible incremento o disminución de los servicios brindados en las áreas rurales o más alejadas de los centros urbanos, o si con ello se evita la masiva instalación de estaciones de telecomunicaciones (situación que puede tratarse mediante incentivos para la coubicación de estaciones). En el desarrollo de la etapa bajo comentario resulta fundamental contar con la activa participación de las partes afectadas y/o interesadas, ya sea mediante la realización de audiencias o la publicación para comentarios de las diferentes propuestas regulatorias, acompañadas de la evaluación de las mismas realizada por la autoridad competente. Los numerales siguientes desarrollan de forma más específica la forma y mecanismos de consulta que podrían ser implementados para tal efecto. 61 (v) Comparar las propuestas antes evaluadas para diferenciar claramente cuál de ellas es la que mejor permite dar solución al problema planteado, considerando el grado de eficiencia, eficacia y coherencia en el cumplimiento de los objetivos propuestos. Esta comparación debe comprender los costos y beneficios cuantitativos (numérica o monetariamente expresados, cuando sea posible) y cualitativos que cada una de las medidas genere para la sociedad en su conjunto. Para tal efecto la comparación de las propuestas puede realizarse sobre la base de un análisis costo - beneficio, de acuerdo con el cual sólo deberán considerarse aquellas propuestas cuyos costos totales sean inferiores que los beneficios totales derivados de la misma75. Cuando los costos no puedan ser cuantificados, podría complementarse la evaluación con una comparación en términos cualitativos. En el ejemplo que hemos propuesto, mediante la comparación de las propuestas y su respectiva evaluación costo - beneficio podría identificarse que mantener la situación original no dará solución a la falta de competencia en el mercado minorista de servicios de telecomunicaciones móviles y por el contrario implicará un mayor costo social al impedir el acceso al mercado de nuevos competidores durante un prolongado periodo de tiempo; en tanto que si bien la desintegración vertical y la declaración de una instalación esencial si logran dar solución al problema planteado e incrementan la competencia en dicho mercado, el primero lo consigue con un mayor costo económico y social que el segundo7677. Cuando el análisis costo – beneficio no sea posible, una segunda alternativa consistiría en realizar la comparación entre propuestas empleando un análisis costo – efectividad, de acuerdo con el cual sólo se considerará aquella propuesta viable, de acuerdo con los análisis previamente realizados, que implique un costo total más bajo. En este caso, si De acuerdo con la OCDE (2008a: 10) el análisis costo - beneficio es la mejor práctica para la realización del AIR. En este punto, por ejemplo, podría concluirse la pérdida de beneficio económico que generaría el mantenimiento de la situación actual durante un periodo de 24 o 36 meses, acompañado del efecto en los precios que se produciría con el ingreso de 1 o 2 competidores adicionales en el mercado minorista. 77 El análisis costo - beneficio incorporaría, por ejemplo, los costos totales, tanto para la empresa afectada con la medida como para la autoridad competente, derivados de implementar la desintegración vertical de la empresa dominante, de definir las partes de la red de telecomunicaciones que serían declaradas como instalación esencial y la tarifa aplicable en dicho caso, el retraso en introducción de nueva competencia que una y otra medida lleva consigo, así como los costos de información que generan ambas medidas regulatorias, entre otros costos. En materia de beneficios podrían compararse los incentivos a la innovación en el mediano y largo plazo que generan ambas medidas, la reducción de precios de los productos y servicios esperada en el corto y mediano plazo, el incremento esperado de competencia en el mercado, la mayor transparencia en la provisión de información a la autoridad competente y consumidores que pueda generarse, entre otros efectos. 75 76 62 bien es cierto implica menos complejidad al no requerir de la cuantificación de los beneficios ni su expresión en términos monetarios, constituye una medida más limitada precisamente por no valorar estos aspectos. Los resultados del procedimiento de AIR llevado a cabo deben ser remitidos al funcionario de la autoridad competente encargado de tomar la decisión sobre la medida que será aplicada y publicados oportunamente para que las partes afectadas y/o interesadas tengan conocimiento del mismo, incluyendo la identificación de los problemas y objetivos, y la evaluación de las propuestas. (vi) Definir los mecanismos de seguimiento y evaluación de la medida adoptada, así como los indicadores de progreso de los objetivos perseguidos y la escala de sanciones aplicables. Estas herramientas permitirán determinar si la opción elegida y aplicada cumple con su finalidad tal como ha sido diseñada o si resulta necesaria la incorporación de medidas correctivas. De acuerdo con esta última etapa, en nuestro caso, la autoridad competente deberá establecer un mecanismo que permita identificar progresivamente si a raíz de la declaración de la red de telecomunicaciones (o parte de ella) como instalación esencial se ha producido un incremento en los niveles de competencia efectiva en el mercado secundario. Reiteramos lo señalado en puntos anteriores, respecto a que dicha evaluación deberá considerar los efectos generados en materia de cantidades de productos y servicios ofrecidos, precios y calidad78. En caso no se hayan logrado los objetivos planteados, deberá evaluarse el mercado para identificar los motivos que impidieron el cumplimiento de dichos objetivos y si estos responden a una falla en el diseño e implementación de la opción elegida, como puede ser que no se haya identificado correctamente los alcances de la red que serían declarados como instalación esencial, o si se debe a un cambio imprevisto en el comportamiento de los agentes económicos, como por ejemplo que la empresa con poder de dominio En este punto debe considerarse que el objetivo de la regulación no puede ser pasar de un monopolio a un oligopolio (en todo caso sería admisible si fuera un oligopolio a lo Bertrand), sino que el incremento en los niveles de competencia debe significa, siempre un beneficio para los consumidores. 78 63 absorba las empresas competidoras más pequeñas o traslade a los precios minoristas o mayoristas los costos derivados de la declaración de la instalación esencial79. Finalmente, coincidimos con Feinstein (2006: 20) cuando indica que la evaluación permite aprender de la experiencia extrayendo lecciones sobre lo que ha funcionado bien y lo que ha fallado, y las razones de éxitos y fracasos, propios y ajenos. Si las políticas públicas se implementaran siempre de acuerdo a las intenciones, y si no hubiera efectos no buscados, la evaluación no sería útil, excepto para confirmar el logro de los objetivos. b) Consulta a las partes afectadas y/o interesadas Durante el proceso de AIR se deben realizar procesos estructurados de consulta a empresarios, usuarios, asociaciones y/o académicos, que permitan dotar de una mayor calidad y credibilidad las propuestas regulatorias, a la vez de facilitar la obtención de información relevante por parte de la autoridad competente. De acuerdo con la Guía (2009: 19), esto ayudará a garantizar que las políticas que sea apliquen sean eficaces y eficientes, y a aumentar la legitimidad de la acción de la autoridad competente desde el punto de vista de las partes interesadas y los ciudadanos. Este proceso de consulta debe ser dinámico y recaer sobre las distintas fases del proceso de AIR, de modo que tanto la identificación de los problemas y determinación de los objetivos que se pretendan alcanzar como las medidas que se adopten sean oportunamente debatidas. Adicionalmente, este proceso de consulta debe ser lo suficientemente amplio como para permitir la efectiva participación de las partes afectadas y/o interesadas, evitando que se convierta en el cumplimiento de una mera formalidad procedimental. Para tal propósito resulta útil la celebración de audiencias públicas en las cuales la autoridad competente exponga de forma comprensible los resultados del AIR y la consiguiente propuesta de regulación, previamente difundida a través de los mecanismos diseñados para tal efecto (diario oficial, página web, entre otros), con el objeto que el público en general pueda cuestionar y/o consultar adecuadamente los alcances de sus planteamientos. 79 Un ejemplo claro se encuentra en el trabajo de Santos y Charro sobre el mercado de telefonía móvil (2012). 64 En último término, tanto los documentos de consulta como las respuestas a las consultas formuladas deben ser publicadas para su revisión, acompañados del documento consultado (planteamiento de problemas, objetivos, propuestas de solución/regulación, entre otros) con las modificaciones que resulten pertinentes, dando oportunidad para la presentación de nuevos comentarios sobre el mismo. c) Uso de la tecnología de la información Con el objeto de viabilizar el proceso de consulta entre las partes afectadas y/o interesadas con la Administración Pública es sumamente importante que se utilicen los instrumentos tecnológicos que resulten necesarios y se encuentren al alcance, como mecanismos de comunicación electrónica, video conferencias para el caso de audiencias públicas simultáneas y descentralizadas, y, cuando sea posible, redes sociales. Sin embargo, debe realizarse considerando las limitaciones propias de cada localidad, de modo que el uso de la tecnología sea una herramienta de ayuda y no de limitación a la participación ciudadana. En este sentido, resulta pertinente la realización de capacitaciones en el uso de tales herramientas y, cuando sea necesario, el uso de elementos que complementen y aseguren dicha participación durante el tiempo que toma la implementación de los nuevos mecanismos de consulta (por ejemplo combinar el uso de tecnología y los mecanismos de comunicación convencionales, como el correo postal). Esto dotará de un mayor dinamismo e inclusión al proceso de consulta, a la vez que disminuirá los costos que implican el uso de los mecanismos de comunicación convencionales o la realización de múltiples actos de naturaleza similar, que podrán concentrarse en uno solo (tal es el caso de las audiencias descentralizadas, que podrán realizarse utilizando videoconferencias a fin de realizar dicho acto en un solo momento). 3.2 Principio de eficacia De acuerdo con la Ley de Economía Sostenible, el principio de eficacia demanda que toda iniciativa normativa deba partir de una identificación clara de los fines perseguidos, estableciendo unos objetivos específicos y evitando cargas innecesarias para su consecución. Así, podrán considerarse eficaces los actos y/o decisiones de la Administración Pública cuando a partir del 65 uso de los recursos que tiene a su disposición, obtenga el mejor resultado posible con el menor costo económico y social. Este principio, que hace referencia a la capacidad de la autoridad competente para lograr de la mejor forma posible el efecto esperado (económico, social, ambiental, entre otros) mediante las decisiones adoptadas, “orienta el ejercicio de la función administrativa, tanto en lo que concierne a la organización de la Administración como en lo atinente a la actuación de ésta y sus relaciones con los ciudadanos”80. Esta orientación, de carácter organizativo, se materializa en la ejecución de un adecuado AIR, en el cual se determinen correctamente los problemas que se pretenden solucionar y los objetivos asociados a dichos problemas. Estas primeras etapas del AIR serán fundamentales para que la Administración Pública pueda identificar y evaluar correctamente los beneficios y costes totales asociados con cada una de las propuestas planteadas, así como el grado de conveniencia de adoptar cada una de ellas y los resultados objetivos de su aplicación. Esto es así por cuanto la eficacia de la medida que desea ser adoptada no sólo podrá ser determinada a partir de un procedimiento ex post de seguimiento y evaluación que comprenda los efectos totales derivados de su aplicación de acuerdo con los mecanismos de evaluación que para tal efecto hayan sido revisados y aprobados durante la última etapa del AIR, sino también a partir de aquellos mecanismos de evaluación utilizados para determinar la pertinencia de cada alternativa regulatoria. En relación a ello, constituye una exigencia de este principio el uso de mecanismos cuantitativos que nos permitan conocer resultados aproximados respecto de cada una de las alternativas regulatorias evaluadas durante la etapa de análisis de las medidas propuestas. Uno de estos mecanismos, probablemente el más extendido, puede consistir en el uso de contrafactuales para identificar los impactos generados en casos donde se habría y no se habría aplicado la medida regulatoria evaluada, como por ejemplo situaciones en las que se declararon instalaciones esenciales por problemas similares de falta de competencia y aquellas en que se dejó al mercado solucionar por sí mismo dichos problemas. 80 Prats (2008: 10). 66 Aunque menos rigurosa, otra forma de utilizar el contrafactual para evaluar el impacto que las medidas regulatorias podrían generar, son las series temporales. Esta herramienta intenta estimar los efectos que tendrán las medidas analizadas sin emplear mecanismos de comparación como el revisado previamente, sino comparando los efectos previstos de la medida regulatoria evaluada contra una proyección del comportamiento del mercado, considerando que el mismo no se habría visto influenciado por ningún factor exógeno. Por último, y con esto no agotamos todos los mecanismos existentes para ponderar la pertinencia de las medidas materia de evaluación, podría ser recurrir a la revisión y comparación de experiencias internacionales similares. En efecto, dada la similitud de los mercados y los fallos que afectan al mismo en los países de una misma región – tómese como ejemplo Europa o América Latina - es muy posible que las alternativas que se encuentran en proceso de evaluación hayan sido analizadas o puestas en práctica en otros mercados, lo que las convierte en una valiosa fuente de información. Esto podría darnos una idea más clara de los efectos concretos que la medida evaluada puede llevar consigo, en función a los distintos efectos generados en dichos mercados. Para Feinstein (2006: 22) la eficacia vendría a ser el grado en que se alcanzan los objetivos de una medida determinada. Si los objetivos contemplan un horizonte temporal que no se limita al corto plazo, como es el caso de la declaración de instalaciones esenciales, el juicio acerca de la eficacia incluye la sostenibilidad en el tiempo de los resultados de la medida aplicada, que es en definitiva lo que debería importar a la autoridad competente. Finalmente, en línea con lo señalado en el numeral 3.1, debemos considerar que el AIR es sólo una herramienta que permite ayudar en la toma de decisiones por lo cual no se le puede aplicar la calificación de “eficaz” o “ineficaz”, sino a la media regulatoria que finalmente sea adoptada y de acuerdo con los términos en que se implemente, los cuales pueden variar respecto de aquellos propuestos como resultado de la aplicación de dicho instrumento. En este sentido, el AIR, con el conjunto de instrumentos que lo complementan, constituye un elemento de gran utilidad para que la autoridad competente verifique que la medida que se va a aplicar constituya la mejor alternativa posible para lograr la solución de los problemas detectados y el cumplimiento de los objetivos regulatorios identificados. 67 3.3 Principio de proporcionalidad En virtud del principio de proporcionalidad las medidas regulatorias implementadas por la Administración Pública deben ser necesarias, adecuadas respecto a los fines perseguidos e implicar la menor restricción posible de la libertad individual (razonable)81. En este sentido, una vez adoptada la decisión de declarar un bien o recurso como instalación esencial considerando el AIR realizado por la autoridad competente en línea con lo exigido por el principio de necesidad (donde se determinará la necesidad de la medida, su adecuación al fin perseguido y los costos de cada una de las alternativas evaluadas), debe procederse a su implementación de forma tal que durante dicho proceso se genere la menor afectación posible a los destinatarios de la misma. A tal efecto se recomienda seguir las pautas y lineamientos desarrollados en el AIR. Del mismo modo, de acuerdo con este principio, la declaración de instalaciones esenciales debe recaer únicamente respecto de aquella instalación o parte de la instalación que resulte indispensable para el cumplimiento de los objetivos propuestos y la solución al problema que subyace a dichos objetivos, situación que deberá ser debidamente analizada en el AIR correspondiente. De lo contrario, la medida será desproporcionada e ineficiente, afectando la estructura competitiva del mercado mediante el otorgamiento indebido a terceros de ventajas competitivas, a costa del titular de la instalación. Otro aspecto que deberá ajustarse al principio de proporcionalidad entre la medida adoptada y los objetivos que se planean alcanzar, es lo concerniente al precio que deberán pagar los terceros por el acceso a la instalación esencial. En caso las partes no puedan llegar a un acuerdo respecto a la contraprestación o éste sea fijado en términos discriminatorios por su titular, la autoridad competente debe contar con un procedimiento de fijación de precios que considere adecuadamente la situación del mercado, los efectos de dicha tarifa sobre la competencia, los costos que la aplicación de dicha medida pueda generar para el titular de la instalación, el riesgo ex ante asumido por dicho titular y los costos de infraestructura y operación de la instalación incurridos o por incurrir, así como los desincentivos a la inversión y mejoras que un precio bajo pueda generar82. 81 82 En relación a cada uno de los aspectos que componen el juicio de proporcionalidad, vid. supra pág. 33. Respecto a las alternativas que maneja la doctrina para la fijación de precios, vid. OCDE (2010: 69). 68 Sobre el particular, resulta muy ilustrativa la Sentencia del TJUE de 24 de abril de 2008 que resuelve la cuestión prejuidicial planteada por un tribunal alemán respecto a la impugnación de las tarifas a pagar por la empresa Arcor por el acceso desagregado al bucle local de Deutsche Telekom, señalando en el apartado 109 que “de todas las consideraciones anteriores resulta que en el Reglamento No. 2887/200083 y en las Directivas 97/3384 y 98/1085 del AMN no figura ninguna indicación en favor de un método de cálculo basado exclusivamente en los costes corrientes86 o los costes históricos87 y que la consideración exclusiva de una u otra base puede cuestionar el objetivo que persigue ese Reglamento, a saber, aumentar la competencia, mediante el establecimiento de condiciones armonizadas de acceso desagregado al bucle local, para que el suministro de una extensa gama de servicios de comunicación electrónica se lleve a cabo en condiciones competitivas”88. Posteriormente, la sentencia citada señala en su apartado 119 que “las autoridades nacionales de reglamentación deben tomar en consideración, para determinar la base de cálculo de los costes del operador notificado, los costes reales, es decir, los costes históricos del operador notificado y los costes prospectivos, basándose estos últimos, en su caso, en una estimación de los costes de sustitución de la red o de determinados elementos de ésta”89. Por otro lado, Ariño (1999: 566) indica que las regulaciones económicas sectoriales deben revisarse periódicamente para determinar si los objetivos que las determinaron siguen vigentes y si su coste es proporcional al supuesto beneficio que con ellas se obtiene. En ese sentido, la declaración un bien o recurso como instalación esencial podrá o no estar sujeta a un procedimiento formal de revisión temporal, en función del estado actual de la ciencia y la posibilidad de que en el mediano plazo las empresas competidoras dupliquen la instalación considerada esencial, situación que no impide que la autoridad competente revise periódicamente de oficio los presupuestos que dieron lugar a dicha declaración. En relación a ello, una alternativa interesante planteada por Ariño (1999: 581) podría consistir en imponer a las nuevas empresas entrantes que harán uso de la instalación esencial para acceder al Reglamento sobre el acceso desagregado al bucle local. Directiva Europea relativa a la interconexión en las telecomunicaciones en lo que respecta a garantizar el servicio universal y la interoperabilidad mediante la aplicación de los principios de la oferta de red abierta. 85 Directiva Europea sobre la aplicación de la oferta de red abierta a la telefonía vocal y sobre el servicio universal de telecomunicaciones en un entorno competitivo 86 Costes en que se debería incurrir actualmente para llevar a cabo la instalación. 87 Costes en que se incurrió para la instalación de la red. 88 Arcor AG & Co. KG v. Bundesrepublik Deutschland; asunto C-55/06 de 24 de abril de 2008. 89 Para mayor detalle, vid. Betancor (2010: 251). 83 84 69 mercado, obligaciones de inversión en infraestructuras al cabo de un tiempo razonable (4 a 5 años, por ejemplo). 3.4 Principio de transparencia y participación De acuerdo con el principio de transparencia, los objetivos de la regulación y su justificación deben ser claramente definidos por la autoridad competente. Por su parte, el principio de participación hace referencia al derecho que tienen los administrados y demás afectados por la norma a participar de los actos de la Administración Pública que puedan afectar sus esferas de interés, lo que a su vez lleva consigo el deber a cargo de dichas autoridades de permitir tal participación. Como puede apreciarse en el numeral 3.1, el desarrollo del AIR contempla el cumplimiento de los principios de transparencia y participación a lo largo de todo el procedimiento, y de forma más específica en las etapas de definición de objetivos y análisis de propuestas de solución a los problemas identificados. Asimismo, en dicho numeral se describen algunos mecanismos que pueden ser utilizados por la autoridad competente para llevar a cabo el proceso de consulta pública de forma eficiente. Adicionalmente a ello, el principio de participación lleva consigo una mejora en el portal de normas jurídicas de la autoridad competente, a efectos que las partes afectadas y/o interesadas tengan facilidad de acceso a la normativa aplicable, de modo tal que puedan participar adecuadamente del proceso de regulación y contribuyan a la configuración de la decisión que será finalmente adoptada. Finalmente, constituye un elemento importante para asegurar la participación de la ciudadanía la publicación y difusión de los resultados de la evaluación de las medidas adoptadas. Esto, por un lado, contribuirá a generar un mayor vínculo entre la autoridad competente y los ciudadanos quienes se verán más dispuestos a participar en futuros procedimientos de toma de decisiones, mientras que por otro lado facilitará el cumplimiento de las medidas adoptadas al ser producto de un “consenso” con la sociedad y no de una imposición regulatoria. 70 3.5 Principio de seguridad jurídica Señala la Ley de Economía Sostenible que “a fin de garantizar el principio de seguridad jurídica, las facultades de iniciativa normativa se ejercerán de manera coherente con el resto del ordenamiento para generar un marco normativo estable y predecible, creando un entorno de certidumbre que facilite la actuación de los ciudadanos y empresas y la adopción de sus decisiones económicas”. En línea con lo anterior, consideramos que contribuirá a generar seguridad jurídica que la declaración de una instalación esencial sea realizada siguiendo un marco normativo previamente aprobado para tal efecto, en el cual se establezca de forma clara el procedimiento que la autoridad competente deberá seguir para realizar dicha declaración, identificando las fechas y plazos en que se llevará a cabo cada etapa y los actos que éstas comprenderán, de modo que las posibles partes afectadas y/o interesados tengan conocimiento previo de todas las implicancias sustanciales y procedimentales que puede tener adquirir, implementar o replicar un bien o recurso que podría ser considerado como esencial. En relación a ello, para dar cumplimiento al principio de seguridad jurídica sería importante contar con una ley marco de carácter general que comprenda, entre otros aspectos, los mecanismos y herramientas detallados en el presente trabajo, de modo que los bienes o recursos que puedan ser declarados como instalación esencial, los lineamientos, el procedimiento, las reglas para la fijación de precios por acceso y demás aspectos principales que deben ser observados para realizar dicha declaración sean ampliamente conocidos por los inversionistas y tengan un carácter vinculante para la autoridad competente, reduciendo los niveles de discrecionalidad en su actuación. Esta medida podrá ser complementada con la implementación de políticas de evaluación del conjunto de medidas adoptadas por la autoridad competente para el favorecimiento de la competencia (incluyendo la declaración de instalaciones esenciales), y la posterior publicación de los resultados de dichas evaluaciones. Esto a su vez permitirá a los inversionistas – y a la sociedad en general - conocer con mayor detalle la eficacia y eficiencia de dichas medidas, conocer las posibles modificaciones regulatorias que serán implementadas así como los lineamientos que guiarán su actuación, en observancia del principio de predictibilidad de los actos de la Administración Pública. 71 Sin embargo, la aprobación del procedimiento antes indicado y la publicación de los resultados de las evaluaciones no son suficientes para cumplir con el principio de seguridad jurídica: es necesario generar el clima adecuado para que los ciudadanos y las empresas confíen en que la Administración Pública respetará las expectativas económicas y la confianza legítima generadas por el marco normativo vigente, evitando cambios normativos anticipados que alteren de forma inesperada las condiciones bajo las cuales tomaron sus decisiones económicas. En todo caso dichos cambios normativos, en muchas oportunidades necesarios para adaptar a la situación actual las medidas aprobadas en un momento anterior, deberían ser predecibles en cuanto a su oportunidad y alcances. Tratándose de la declaración de instalaciones esenciales, ello podría conseguirse estableciendo en la ley marco antes comentada la obligación a cargo de la autoridad competente de evaluar, dentro de un periodo razonable de tiempo, la necesidad de mantener la declaración de la instalación esencial o, en su defecto, de introducir cambios respecto a los alcances de dicha declaración. Demás está reiterar que el marco normativo que se apruebe debe ser implementado, aplicado e interpretado de forma coherente con el ordenamiento jurídico, de modo que el inversionista que adquiera o implemente un bien o recurso susceptible de ser calificado como instalación esencial conozca con suficiente anticipación el marco jurídico que regirá las actividades de su empresa, evitando de este modo eventuales controversias posteriores. El cuadro 3 sintetiza las herramientas y mecanismos a los que hemos hecho referencia en el presente capítulo, indicando la oportunidad en que se recomienda su utilización por parte de la autoridad competente. 72 Cuadro 3. Mecanismos y herramientas para la declaración de instalaciones esenciales Principios de la “Regulación Inteligente” Oportunidad de ejecución Antes de adoptar la medida regulatoria Durante la implementación de la medida regulatoria Después de implementación de la medida regulatoria Transparencia y participación Seguridad jurídica y coherencia AIR Definir procedimiento de contraprestación AIR Procesos de consulta Uso de tecnologías de información Mejora en el portal de normas Aprobación de marco normativo Implementación acorde al AIR Implementación acorde al AIR *** Implementación acorde al AIR Evaluación de la medida adoptada Uso de herramientas cuantitativas para evaluar impactos Evaluación de la medida adoptada Revisión periódica del mercado Difusión de resultados de evaluación Estabilidad jurídica Difusión de resultados de evaluación Necesidad Eficacia AIR Procesos de consulta Uso de tecnologías de información AIR Procesos de consulta Uso de tecnologías de información Uso de herramientas cuantitativas para evaluar impactos Implementación acorde al AIR Evaluación de la medida adoptada Aplicar correcciones de ser el caso Proporcionalid ad Elaboración: Propia 73 4. Caso práctico: declaración como instalación esencial del acceso a la plataforma de pago de los operadores de telecomunicaciones móviles en Perú Con el objeto de identificar mejoras en el procedimiento que viene siendo utilizado por algunos países para la declaración de un bien o recurso como instalación esencial, a continuación revisaremos el procedimiento seguido para la declaración como instalación esencial del acceso a la plataforma de pago de los operadores de telecomunicaciones móviles en Perú considerando las herramientas y mecanismos desarrollados en el capítulo precedente. 4.1 Antecedentes normativos El artículo 73 del Texto Único Ordenado de la Ley de Telecomunicaciones, aprobado por Decreto Supremo No. 013-93-TCC de 28 de abril de 1993, establece que el usuario, en la medida que sea técnicamente factible, tiene el derecho de elegir al operador del servicio de telecomunicaciones que a su criterio le convenga. Asimismo, el artículo 3 de la Ley No. 27332 de 20 de julio de 2000, Ley Marco de los Organismos Reguladores de la Inversión Privada en Servicios Públicos, establece que OSIPTEL tiene asignada, entre otras, la función normativa, que comprende la facultad de dictar, en el ámbito y en materia de su competencia, los reglamentos, normas que regulan los procedimientos a su cargo, otras de carácter general y mandatos u otras normas de carácter particular referidas a intereses, obligaciones o derechos de las entidades o actividades supervisadas o de sus usuarios. Por su parte, el artículo 21 de las Normas Comunes sobre Interconexión aprobadas por la Comunidad Andina, señalan que la interconexión se deberá desarrollar bajo el concepto de desagregación de componentes o instalaciones esenciales de la red y funciones. Asimismo, en dicho artículo se listan componentes de red que son considerados instalaciones esenciales a efectos de interconexión y se dispone que la autoridad de telecomunicaciones competente está facultada para establecer una lista mayor de instalaciones consideradas esenciales. Posteriormente, mediante Decreto Supremo No. 003-2007-MTC de 2 de febrero de 2007 se incorporó el Título I denominado Lineamientos para Desarrollar y Consolidar la Competencia y la Expansión de los Servicios de Telecomunicaciones en el Perú (los “Lineamientos”), al Decreto 74 Supremo No. 020-98-MTC, que aprobó los Lineamientos de Política de Apertura del Mercado de las Telecomunicaciones en el Perú, cuyo numeral 5 del artículo 9 dispuso lo siguiente: “Además de las instalaciones esenciales a efectos de interconexión, se considerarán instalaciones esenciales a aquellas establecidas en los acuerdos internacionales de los que el Perú sea parte, en la normativa comunitaria y en la normativa interna. En caso se demuestre que un recurso constituye instalación esencial en el mercado de los servicios públicos de telecomunicaciones, OSIPTEL deberá regular dicha instalación con el propósito de simular competencia en el mercado. Se entenderá como instalación esencial aquella definida en el Documento de Referencia adoptado en el marco de la OMC”90. Adicionalmente, el numeral 1 del artículo 10 de los Lineamientos estableció que los usuarios de los servicios públicos móviles podrán utilizar el sistema de llamada por llamada y/o preselección para seleccionar al portador de larga distancia, prescribiendo la obligación a cargo de OSIPTEL de emitir las condiciones necesarias para su implementación. Mediante el primero de los sistemas de marcación antes indicados, los usuarios de los servicios públicos móviles pueden escoger al operador del servicio portador de larga distancia (OLD) de su preferencia en cada una de las llamadas internacionales que desee realizar, para lo cual deberán marcar el código 19XX que corresponda al OLD elegido antes de marcar el número internacional del abonado con el que se establecerá la comunicación. En virtud del sistema de preselección, el usuario selecciona, por adelantado y tantas veces como desee, a un determinado OLD para el establecimiento de sus llamadas telefónicas de larga distancia. En línea con dicho dispositivo legal, mediante Resolución de Presidencia No. 091-2009PD/OSIPTEL de 21 de diciembre de 2009, OSIPTEL publicó en el diario oficial El Peruano el Proyecto de Resolución sobre el Reglamento del Sistema de Llamada por Llamada en el servicio portador de larga distancia, aplicable a los usuarios de los Servicios Públicos Móviles, fijando un De acuerdo con lo señalado en el Documento de Referencia sobre Reglamentación de la OMC, por instalaciones esenciales se entiende toda instalación de una red o servicio público de transporte de telecomunicaciones que: a) sea suministrada exclusivamente o de manera predominante por un solo proveedor o por un número limitado de proveedores; y b) cuya sustitución con miras al suministro de un servicio no sea factible en lo económico o en lo técnico. 90 75 plazo de 20 días calendario para que los interesados remitan a dicho organismo sus comentarios y sugerencias sobre dicho proyecto91. Luego de transcurrido el plazo antes indicado, mediante Resolución de Consejo Directivo No. 002-2010-CD/OSIPTEL de 29 de enero de 2010, OSIPTEL aprobó el Reglamento del Sistema de Llamada por Llamada en el servicio portador de larga distancia, aplicable a los usuarios de los Servicios Públicos Móviles (el “Sistema de Llamada por Llamada”), el mismo que establece en su artículo 17 lo siguiente92: “Artículo 17º.- Acceso a la plataforma prepago El acceso a la plataforma prepago constituye una instalación esencial de responsabilidad de los concesionarios móviles, respecto de las comunicaciones de larga distancia originadas en sus redes que hagan uso de su plataforma prepago. Los concesionarios de larga distancia podrán solicitar a los concesionarios móviles el acceso a su plataforma prepago para el tráfico generado a través del sistema de llamada por llamada respecto de las comunicaciones que hagan uso de dicha plataforma para realizar los descuentos al saldo asignado al abonado, independientemente de la modalidad de pago del servicio que éste ha contratado. El OM está obligado a brindar el acceso a la plataforma prepago al concesionario de larga distancia que se lo solicite. Los concesionarios de larga distancia podrán negociar con los concesionarios móviles el mecanismo a través del cual identificarán el tráfico en el cual se utilizó la plataforma prepago. En caso de no llegar a un acuerdo, cualquiera de las partes podrá solicitar la emisión de un mandato de interconexión”. Debido a la implementación del Área Virtual Móvil mediante Resolución Ministerial No. 477-2009-MTC/03 de 04 de julio de 2009, el Sistema de Llamada por Llamada sólo es aplicable para las llamadas salientes de larga distancia internacional. 92 Inicialmente, se consideró el 1 de junio de 2010 como fecha límite para la implementación del Sistema de Llamada por Llamada, incluyendo las adecuaciones de las redes de los operadores de servicios móviles y de larga distancia, sistemas de facturación y recaudación, entre otras que resulten necesarias. Posteriormente, atendiendo a las solicitudes de ampliación de plazo formuladas por los operadores de servicios móviles, dicha fecha se pospuso hasta el 4 de septiembre de 2010. Sin embargo, de acuerdo con lo establecido en el artículo 2 del Reglamento del Sistema de Llamada por Llamada, la fecha de inicio se dio el 17 de octubre de 2010, “fecha a partir de la cual un operador de larga distancia, distinto a los concesionarios móviles y no vinculado a ellos, prestó el servicio de larga distancia a través del Sistema de Llamada por Llamada, a los usuarios de los servicios públicos móviles de todos los concesionarios móviles que operan en el mercado”. 91 76 Finalmente, mediante Resolución de Consejo Directivo No. 076-2009-CD/OSIPTEL de 20 de diciembre de 2009, OSIPTEL dio inicio al Procedimiento de Fijación del Cargo de Interconexión Tope por Acceso a la Plataforma de Pago. Dicho procedimiento concluyó mediante Resolución de Consejo Directivo No. 154-2011-CD/OSIPTEL de 9 de diciembre de 2011, que estableció cargos tope de acceso a plataforma de pago diferenciados por cada operador, estructurados en un componente fijo, por minuto de comunicación cursada, y por un componente variable, en función a los ingresos por las comunicaciones cursadas. 4.2 Procedimiento seguido para la calificación del acceso a la plataforma de pago de los operadores móviles como instalación esencial Si bien es cierto no se debe confundir el procedimiento seguido para implementar el Sistema de Llamada por Llamada con la calificación como instalación esencial del acceso a la plataforma de pago de los operadores móviles (OM), es innegable que ambos tienen actos y procedimientos en común. En ese sentido, el enfoque se centrará en el procedimiento seguido para la declaración de la instalación esencial, haciéndose referencia al procedimiento de aprobación del Sistema de Llamada por Llamada cuando resulte necesario. De acuerdo con lo señalado en la Exposición de Motivos del Reglamento del Sistema de Llamada por Llamada y el Informe No. 490-GPR/2009, que le sirve de sustento, los cambios introducidos por dicha norma tuvieron por objeto incentivar la competencia en el mercado de larga distancia internacional (LDI) brindado a través de terminales móviles, considerando que en dicho momento los OM eran los únicos operadores que podían ofrecer el servicio de LDI a sus usuarios. Es decir, se buscó introducir competencia en un mercado caracterizado por el monopolio de los OM respecto de sus propios usuarios. Ahora bien, según se indicó en los documentos antes mencionados, OSIPTEL estimó pertinente la implementación del Sistema de Llamada por Llamada en detrimento del sistema de preselección a partir de la evaluación de la experiencia internacional (se analizaron los casos de Chile, México, Argentina, Colombia y El Salvador), en la cual se ha establecido mayoritariamente como obligatorio el acceso al servicio de LDI mediante el Sistema de Llamada por Llamada. El segundo y último argumento a favor de la implementación de dicha modalidad de acceso consistió en los costos administrativos que la aplicación del sistema de preselección demandaría 77 para los OLD, tal como se apreció en el mercado de larga distancia brindado a través del servicio de telefonía fija, los cuales podrían desincentivar su ingreso y participación en el mercado de larga distancia brindado a través de los servicios públicos móviles. Sin embargo, debe considerarse que en los documentos revisados no se aprecia información de los costos antes indicados. Atendiendo a los argumentos antes detallados, el Reglamento del Sistema de Llamada por Llamada dispuso que la implementación de dicha modalidad de marcación incluya todos los abonados de los servicios públicos móviles sin excepción, incluyendo a los abonados con planes tarifarios postpago, control y prepago. Como vimos en el numeral 4.1 precedente, para el caso de las llamadas realizadas por los abonados prepago y control (que también hacen uso de la plataforma de pago), OSIPTEL dispuso en el artículo 17 del Reglamento del Sistema de Llamada por Llamada que la plataforma de pago constituye una “facilidad [instalación] esencial de responsabilidad de los concesionarios móviles”. 4.3 Análisis del procedimiento seguido por OSIPTEL para la declaración de la instalación esencial En el procedimiento bajo análisis, OSIPTEL calificó la plataforma de pago de los OM como instalación esencial mediante una Resolución de Consejo Directivo, que no cuenta con rango legal93. Dicha calificación se fundamentó en la amplia facultad atribuida a dicho organismo público por las Normas Comunes sobre Interconexión y en los Lineamientos para declarar instalaciones esenciales cuando lo considere conveniente para simular competencia en el mercado. Sin embargo, en línea con lo señalado en el capítulo segundo del presente trabajo en relación a los requisitos formales que deben observarse para la declaración de instalaciones esenciales, consideramos que la amplia delegación de facultades realizada a favor de OSIPTEL constituye una potencial vulneración a los derechos de propiedad y libertad de empresa de los titulares de los bienes y recursos que sean declarados como instalaciones esenciales al amparo de tal delegación. Al no ser un procedimiento reglado en sus alcances y formalidades, se deja al libre arbitrio de OSIPTEL decidir en cada caso cómo puede desagregarse la red y qué elementos pueden ser De acuerdo con el numeral 4 del artículo 200 de la Constitución Política del Perú, la Acción de Inconstitucionalidad procede sólo “contra las normas que tienen rango de ley: leyes, decretos legislativos, decretos de urgencia, tratados, reglamentos del Congreso, normas regionales de carácter general y ordenanzas municipales que contravengan la Constitución en la forma o en el fondo”. 93 78 considerados como instalaciones esenciales; atribuciones que afectan los principios de seguridad jurídica y predictibilidad de los actos de la Administración Pública - no se puede saber con anticipación cuándo y cómo podrá ser desagregada la red y qué partes serán consideradas esenciales -, impactando en las decisiones de inversión de los agentes económicos. En efecto, como puede apreciarse, las normas mediante las cuales se delegan dichas facultades a OSIPTEL no establecen los presupuestos generales o el procedimiento que dicho organismo debe seguir para la declaración de instalaciones esenciales, así como tampoco le exige el cumplimiento de formalidad alguna para realizar dicha declaración; únicamente que “se demuestre que un recurso constituye instalación esencial en el mercado de los servicios públicos de telecomunicaciones”, sin establecer los mecanismos que deben ser observados para tal efecto, y que “se entenderá como instalación esencial aquella definida en el Documento de Referencia adoptado en el marco de la OMC”. En relación al primero de los requisitos, no obstante constituir una parte esencial del Sistema de Llamada por Llamada por cuanto mediante la calificación de la plataforma de pago como instalación esencial se busca que los usuarios prepago y control puedan emplear dicha modalidad de acceso, tanto la Exposición de Motivos como el Informe No. 490-GPR/2009 omiten hacer referencia alguna respecto a la necesidad de calificar las plataformas de pago como facilidad esencial, o respecto de algún tipo de análisis que sustente tal calificación. Por el contrario, a diferencia de lo sucedido respecto a la instalación esencial de facturación y recaudación, cuando el Informe No. 490-GPR/2009 hace referencia a los costos adicionales que el Sistema de Llamada por Llamada puede generar, no se incluye la provisión del servicio de acceso a la plataforma de pago, señalando únicamente la obligación del usuario de tener la información correcta respecto al código de identificación de cada OLD para que pueda marcar adecuadamente; y que tenga la información completa acerca de las tarifas que brinda cada uno de dichos operadores94. Al no motivarse la necesidad de declarar la plataforma de pago como instalación esencial, OSIPTEL no sólo incumple la obligación de demostrar la “esencialidad” de dicha calificación, sino que contraviene expresamente lo dispuesto en el artículo 6 de la Ley No. 27444, Ley del Procedimiento Administrativo General, que establece la obligación a cargo de las entidades públicas de motivar sus decisiones “de forma expresa, mediante una relación concreta y directa de los hechos 94 Página 12 del Informe No. 490-GPR/2009. 79 probados relevantes del caso específico, y la exposición de las razones jurídicas y normativas que con referencia directa a los anteriores justifican el acto adoptado”. En este estado de las cosas, consideramos que el procedimiento de declaración de instalaciones esenciales podría haberse enriquecido sustancialmente con la elaboración de un AIR (o una herramienta similar), por los motivos que se exponen a continuación: 1. La identificación previa de los problemas existentes en el mercado y los objetivos asociados a dichos problemas requerido por el AIR hubiera permitido describir adecuadamente la situación del mercado de LDI, incluyendo los actores, estado de la tecnología existente (lo que incluye una descripción de las plataformas de pago), normativa relevante y el grado de competencia. Asimismo, contar con la participación de las empresas operadoras desde el inicio del procedimiento podría haber generado incentivos para la formulación de mejoras voluntarias en la competencia que, a la vez de dar solución a los problemas identificados en línea con los objetivos propuestos, eviten la imposición de obligaciones regulatorias, o, en su defecto, doten de mayor legitimidad y aceptación a las medidas que finalmente se hubieren adoptado. Esto a su vez habría facilitado la identificación de los elementos que debieron ser observados por OSIPTEL para calificar la plataforma de pago como instalación esencial, a saber, el mercado relevante (acceso al servicio de LDI para los usuarios de los OM que hacen uso de la plataforma de pago), la posibilidad de su duplicación o sustitución (o si ya se encuentra duplicada en la práctica), y la imposibilidad de llegar a un acuerdo voluntario respecto a su uso. 2. El no contar con un AIR ha impedido conocer las alternativas evaluadas por OSIPTEL para permitir el acceso de los usuarios prepago y control al Sistema de Llamada por Llamada, los motivos por los cuales se consideró que calificar las plataformas de pago como instalación esencial constituye la medida adecuada para tal fin o si OSIPTEL conoció todos los impactos que tal calificación genera en el mercado. En este sentido, hubiera sido útil contar con un análisis de las medidas implementadas para tal efecto en la experiencia internacional (como hizo OSIPTEL para decidir la 80 implementación del Sistema de Llamada por Llamada)95, así como una adecuada evaluación de todos los impactos sobre el mercado y la competencia que podrían ser generados como consecuencia de su implementación mediante el empleo de contrafactuales como los desarrollados en el numeral 3.2. Así, a partir de lo resuelto por OSIPTEL pareciera que obligar a los OM a otorgar a los OLD acceso a su plataforma de pago fuera la única opción posible para que los usuarios prepago y control puedan hacer uso del Sistema de Llamada por Llamada. Sin embargo, aun cuando posteriormente hubieran sido descartadas, podrían haberse evaluado otras alternativas como las siguientes: a) Generar compromisos con los OM para que estos negocien con los OLD el acceso a sus plataformas de pago, regulando únicamente aspectos procedimentales o técnicos que beneficien a la competencia, y, eventualmente, el cargo tope que debe ser retribuido por dicho acceso. Esta alternativa, que conlleva una advertencia implícita de regulación más exhaustiva en caso que los objetivos identificados por el regulador no sean satisfechos a partir de los comportamientos voluntarios de los OM, permite que los operadores de ambos servicios acuerden libremente los términos bajo los cuales se realizaría la interconexión alineando naturalmente los intereses del regulador (principal) con los intereses de los regulados (agente). Asimismo, bajo dicho escenario OSIPTEL podría haberse reservado la regulación de los principales aspectos procedimentales o la fijación del cargo de acceso a la plataforma de pago, con el objeto de garantizar un mínimo nivel de competencia en el mercado. Puede citarse el caso de México, Argentina y Colombia, algunos de los países evaluados por OSIPTEL para revisar el sistema implementado para el acceso al servicio de larga distancia internacional desde terminales móviles, en cuyas normas no declararon las plataformas de pago de los OM como instalaciones esenciales. Para el caso mexicano pueden revisarse las Reglas de Servicio de Larga Distancia de 21 de junio de 1996 y la Resolución de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (P/180398/0061); en el caso argentino la Resolución No. 613 del 20 de diciembre de 2001 del ex Ministerio de Infraestructura y Vivienda mediante la cual se aprobó el Reglamento de Selección por Marcación del Prestador de Servicios de Larga Distancia y la modificación del Anexo 1 de dicho Reglamento publicado el 6 de febrero de 2003; en tanto que para el caso colombiano, puede revisarse el Decreto No. 25 de 11 de enero de 2002 emitido por el Ministerio de Comunicaciones y la Resolución No. 1720 de 13 de julio de 2007 emitida por la Comisión de Regulación de Telecomunicaciones. 95 81 b) Que las tarjetas de pago utilizadas por los OM sean compartidas con los OLD con quienes se encuentren interconectados, de modo que las llamadas generadas empleando dicha tarjeta a través del servicio de LDI de uno de estos operadores le sea enrutada directamente hacia su red, sin necesidad de pasar por la plataforma de pago de los OM. Esta alternativa se fundamenta en que los OM no son los únicos operadores que cuentan con plataformas de pago, siendo económica y técnicamente viable su duplicación. Adicionalmente, es conocido que su uso no es necesario para el enrutamiento de llamadas desde la red del operador de origen al operador de destino9697. Mediante dicho mecanismo se evitarían los costos derivados de la adecuación de las plataformas de pago de los OM, la programación periódica de las tarifas de los OLD, el pago por uso de la plataforma de pago, y las liquidaciones por el saldo prepago recaudado por el OM. Dichos costos serían reemplazados por los costos derivados de la comercialización y registro de tarjetas de pago en las plataformas de los respectivos operadores. Esta medida incentivaría la innovación al fomentar la adquisición de plataformas de pago por los OLD. De ser necesario, eventualmente esta medida podría haberse complementado con la alternativa planteada en el literal a) precedente respecto de aquellos concesionarios que no cuentan con plataforma de pago, durante un periodo de tiempo que les permita adquirir o desarrollar una plataforma propia. c) Que los OLD comercialicen sus propias tarjetas de pago para la provisión de su servicio de LDI a los usuarios de los OM con quienes se encuentren interconectados, tal como se viene realizando en el servicio telefónico fijo. De acuerdo con el Informe No. 439-GPR/2009 de 10 de noviembre de 2009, a la fecha de publicación del Reglamento del Sistema de Llamada por Llamada, cuentan con plataforma de pago: Nextel del Perú, Americatel Perú, Telmex Perú, Perusat, LD Telecom, Convergia, Impsat, Infoductos y TeleComunicaciones, IDT Perú, Telefónica Móviles y Telefónica del Perú. 97 Para tal efecto resulta importante revisar el Acuerdo de Interconexión celebrado entre Telefónica del Perú y Americatel Perú, aprobado mediante Resolución de Gerencia General No. 466-2003-GG/OSIPTEL, o el Contrato de Interconexión celebrado entre Telefónica del Perú y Americatel Perú, aprobado mediante Resolución de Gerencia General No. 190-2008GG/OSIPTEL. 96 82 Bajo esta alternativa, los usuarios de los OM deberían marcar un número que los conecte con la red del OLD para luego introducir los números de la tarjeta de pago adquirida y, finalmente, el número telefónico de destino. Tal como se indicó en el literal precedente, esta alternativa se sustenta en el hecho que no es necesario que los usuarios que hacen uso de la plataforma de pago accedan a la plataforma de pago del OM, siendo de similares características en cuanto a sus características y funcionamiento. Las medidas antes descritas podrían haberse acompañado de obligaciones de revisión periódicas relativas al estado de la competencia en el mercado y el cumplimiento de los objetivos regulatorios, con el objeto de evaluar la realización de mejoras regulatorias o la implementación de medidas adicionales. 3. Una vez definidas las alternativas que podrían implementarse para que los usuarios que hacen uso de la plataforma de pago accedan al Sistema de Llamada por Llamada, OSIPTEL debió sustentar los motivos que le llevaron a decidirse por una alternativa (declarar la plataforma de pago como instalación esencial) en detrimento de alguna otra, como las propuestas anteriormente. Dicha evaluación debió ser acompañada de una adecuada revisión y cuantificación de los beneficios y costos asociados a cada una de ellas, ya sea mediante el método de análisis costo - beneficio o de costo – eficiencia; revisión cuyo contenido y conclusiones debió formar parte de la motivación de dicha medida. La realización de este análisis cuantitativo y su comparación entre las distintas alternativas es sumamente importante para este procedimiento. Como OSIPTEL no publicó los resultados de dicho análisis, desconocemos si se hizo una identificación, cuantificación y ponderación de todos los aspectos involucrados en las medidas evaluadas, restándole legitimidad a la medida finalmente adoptada. No debemos perder de vista que el problema que subyace a los objetivos de competencia propuestos (suponemos) tiene un carácter económico, y es en términos económicos que debieron plantearse las alternativas y sus respectivas evaluaciones. Por ello, consideramos que la realización de las actividades descritas previamente hubieran, en su conjunto, permitido la realización de un adecuado juicio de proporcionalidad respecto a 83 los fines perseguidos por el regulador, los costes de cada una de las medidas evaluadas y los beneficios totales esperados de cada de una de ellas. 4. La elaboración de un AIR contempla la definición e incorporación de mecanismos de evaluación de la medida que finalmente se adopte, algo más que necesario en procedimientos como el que se comenta en el presente caso y cuya inclusión en el Reglamento del Sistema de Llamada por Llamada no ha sido considerado. Como se ha mencionado a lo largo del presente trabajo, medidas como la declaración de instalaciones esenciales tienen como efecto negativo el inhibir la inversión en innovaciones o bienes que en un futuro podrían ser declarados como instalaciones esenciales. Bajo esa premisa, un procedimiento que declare una instalación esencial y, según el caso de que se trate, no prevea (i) incentivos para que las empresas del sector desarrollen o adquieran sus propias instalaciones, cuando ello sea factible, o (ii) un plazo para la revisión del mercado y el mejoramiento o cambio de las medidas adoptadas, podría generar un daño al mercado igual o mayor que el que se pensaba evitar a partir de dicha declaración. En ese sentido, consideramos que la inclusión de mecanismos de evaluación de la medida adoptada y revisión periódica del mercado relevante constituye otro valioso aporte que la elaboración de un AIR hubiera reportado al procedimiento comentado, y que, al no ser incorporado en el momento de la emisión del Reglamento del Sistema de Llamada por Llamada, hace difícil e imprevisible su realización en un momento posterior. En relación al segundo de los requisitos contemplados en los Lineamientos para que OSIPTEL pueda declarar una instalación esencial, relacionado con los requisitos de “esencialidad” que debe tener la instalación (la instalación debe ser suministrada exclusivamente o de manera predominante por un solo proveedor o por un número limitado de proveedores, y su sustitución con miras al suministro de un servicio, no debe ser factible en lo económico o en lo técnico), consideramos que en este caso su cumplimiento se encuentra íntimamente relacionado con la opción regulatoria que ha sido implementada. Así, por ejemplo, en la alternativa finalmente adoptada por OSIPTEL según la cual el usuario del OM hace uso del saldo prepago adquirido a dicho concesionario para luego utilizar el servicio de otro OLD, se considera que la instalación esencial es la plataforma de pago de los OM, por 84 cuanto (i) la tarjeta de pago utilizada únicamente se encuentra registrada en la plataforma de pago del OM, quien (ii) ya recaudó el importe correspondiente a dicha tarjeta desde el momento de su activación (cuestión distinta es el otorgamiento del saldo al abonado), cuando (iii) es el OLD quien fija la tarifa de dicha comunicación y por tanto el acreedor de la misma, por lo cual (iv) el OM no tiene otra opción que permitir el uso de su plataforma de pago al OLD98. Bajo el esquema planteado por el regulador, el acceso a la plataforma de pago necesariamente debe ser brindado por el OM cuyos servicios móviles sean utilizados, por cuanto parte de la premisa que el usuario debe emplear el saldo adquirido al OM para utilizar el servicio prestado por un OLD distinto. Esto determina que la tarjeta de pago sólo pueda ser utilizada en la plataforma de dicho OM, y consecuentemente que el importe correspondiente a la misma sólo pueda ser registrado a sus sistemas, no habiendo alternativa técnica que permita superar tal situación. Ante ello, dicho OM no tiene otra opción que permitir a los terceros operadores el uso de su plataforma a cambio de una retribución económica99. Sin embargo, esto no tiene por qué ser así. Si cambiamos el supuesto adoptado por OSIPTEL y consideramos las alternativas b) o c) planteadas en los párrafos precedentes, en las cuales la dinámica de uso de las tarjetas de pago por parte del usuario es distinta, la situación cambia. Ahora ya no es necesario el uso de una instalación “única” o “esencial”, como vendría a ser la plataforma de pago del OM una vez que el usuario ha activado una tarjeta de pago que sólo puede ser empleada en dicha plataforma. En estos supuestos, los concesionarios tienen obligación de compartir información de sus tarjetas de pago (cuyos requerimientos técnicos pueden uniformizarse entre los operadores) y/o sus códigos de operador, encontrándose cada operador obligado a hacer uso de su propia plataforma de pago en la medida que para el enrutamiento de las llamadas no es necesario que estas ingresen Los argumentos que reflejan la posición adoptada por OSIPTEL se encuentran desarrollados en el Informe No. 628GPRC/2011 de 4 de noviembre de 2011 que sustenta la Resolución de Consejo Directivo No. 154-2011-CD/OSIPTEL de 9 de diciembre de 2011, mediante la cual se aprobaron los cargos de interconexión tope por acceso a la plataforma de pago. 99 En este escenario concreto, es perfectamente atendible el argumento planteado por OSIPTEL en el Informe No. 439GPR/2009 que sustentó la Resolución de Consejo Directivo No. 076-2009-CD/OSIPTEL de 30 de diciembre de 2009 mediante el cual se da inicio al Procedimiento de Fijación del Cargo de Interconexión Tope por Acceso a la Plataforma de Pago, en cuanto señala que “[u]n aspecto preponderante a tomar en cuenta es que, la provisión de la plataforma de pago a terceros operadores constituye provisión exclusiva en cada escenario de llamada que requiere de dicha prestación; es decir, es suministrada exclusivamente por el operador que provee dicho acceso. Así, las plataformas de pago de los distintos operadores no compiten entre sí para la provisión de dicha prestación a terceros operadores, en un mismo escenario de llamada, ni aun cuando se trate del mismo tipo de red (es decir sea Red Fija, Red Móvil o Red de Larga Distancia). Por tal motivo, el operador que establece la tarifa y por ende demanda el acceso a la plataforma del operador que cobra al usuario, no tiene otra alternativa de provisión de plataforma que la de este operador. La provisión de plataforma de pago no puede ser replicable por parte del operador que demanda el acceso a la plataforma de otra red, ya que como se mencionó, en un determinado escenario de llamada, el acceso a una plataforma determinada es el único acceso”. 98 85 a la plataforma del OM, cuyo uso por los operadores que carecen de dicha instalación puede ser consecuencia de acuerdos libremente negociados en lugar de ser calificada como “esencial”. Como vemos, el acceso a la plataforma de pago no es una instalación que sea suministrada con carácter monopólico ni es de imposible duplicación o sustitución; pero el acceso a la plataforma de pago de los OM bajo el escenario planteado por OSIPTEL, sí lo es. No obstante, dada la naturaleza y alcances del presente trabajo, no es factible la elaboración de un mayor desarrollo y técnico que demuestre la superioridad de una alternativa frente a la otra (que no la sabemos), sino que lo que se pretende es demostrar la existencia de alternativas diferentes a la propuesta por OSIPTEL cuyo análisis y comparación habría otorgado mayor credibilidad y fortaleza a la decisión adoptada por el regulador. Por ello, no es posible sostener de forma irrefutable, como se deduciría a partir de su incorporación en el Reglamento del Sistema de Llamada por Llamada, que en el presente caso se ha respetado el segundo de los requisitos establecidos en los Lineamientos para la declaración de instalaciones esenciales en Perú. Por otro lado, es necesario precisar que la participación de los operadores involucrados en el procedimiento analizado, así como de cualquier otro sujeto interesado, fue circunscrita únicamente al periodo de 20 días calendarios otorgados por OSIPTEL para la presentación de comentarios (entre lo últimos días del mes de diciembre y los primeros del mes de enero del año siguiente); periodo muy corto y poco adecuado, dadas las circunstancias, para realizar una correcta revisión de la experiencia internacional relevante, así como para determinar y evaluar los posibles impactos que dicha norma podría generar, entre otras acciones necesarias para participar debidamente del procedimiento iniciado. Tampoco se previó la realización de audiencias públicas para la aprobación del Reglamento del Sistema de Llamada por Llamada, que se aprobó sólo con los comentarios que fueron remitidos por los operadores notificados. Sin duda alguna incorporar el procedimiento de declaración de instalaciones esenciales dentro del procedimiento mediante el cual se regula el Sistema de Llamada por Llamada afectó la transparencia en la realización del primero en beneficio del segundo. En efecto, a partir de una revisión de los documentos emitidos sobre el particular, se puede ver que la calificación de la instalación esencial fue tratada por el regulador como un aspecto adicional en el marco del procedimiento general, situación que podría explicar que se haya omitido su sustento y motivación, siendo los OM quienes resaltaron su presencia en dicho procedimiento dada la relevancia de sus efectos. 86 Por otro lado, como se mencionó en líneas anteriores, tal vez como consecuencia de la falta de utilización del AIR, más allá de la publicación de los reportes de información estadística que los operadores de telecomunicaciones se encuentran obligados a realizar desde 2003, hasta la fecha OSIPTEL no ha emitido un informe que evidencie la realización de actividad de seguimiento o evaluación alguna en el que se analice la eficacia de las medidas adoptadas respecto a la competencia en el mercado del servicio de LDI prestado a través de terminales móviles y se planteen medidas o acciones que puedan ser llevadas a cabo en relación a las instalaciones calificadas como esenciales, lo que hace suponer que éstas permanecerán así hasta que haya otro cambio imprevisto e intempestivo en la regulación100. Sin embargo, a partir de los reportes de información estadística antes mencionados y a pesar las limitaciones existentes en cuanto a su estructura, se puede apreciar una ligera tendencia de incremento en el tráfico de LDI saliente (Gráficos 1 y 2) que no permite afirmar de forma concluyente una mayor intensidad en el consumo de dicho servicio ni que tal incremento se deba a la implementación del Sistema de Llamada por Llamada. Dicha afirmación, que debe ser tenida en cuenta para el análisis de la información presentada a continuación, se sustenta en que el incremento del tráfico de LDI también puede ser explicado a partir del aumento del número de líneas móviles en servicio, que entre enero de 2009 y mayo de 2012 aumentó en 34.37%, esto es, de 25,111,827 a 33,741,843 líneas en servicio. En el caso de usuarios que hacen uso de la plataforma de pago (usuarios prepago y control) el número de líneas móviles en servicio aumentó en 47.24%, de 19,631,116 a 28,905,108 líneas en servicio; situación que se reafirmará al revisar el detalle del tráfico saliente por telefonía móvil101. Por otro lado, tratándose del número de líneas en servicio del servicio telefónico fijo, el aumento fue muy reducido, incrementando entre enero de 2009 y mayo de 2012 sólo en 5.547%, esto es, de 2,875,951 a 3,035,250 líneas en servicio, apreciándose un efecto de sustitución entre ambos tipos de servicio102. Mediante Resolución de Consejo Directivo No. 121-2003-CD/OSIPTEL, OSIPTEL estableció el detalle de los principales requerimientos de información estadística sobre los servicios públicos de telecomunicaciones, así como las reglas generales para la entrega de dicha información, constituyendo la “Norma de Requerimientos de Información Periódica sobre los Servicios Públicos de Telecomunicaciones”. Estos reportes contemplan información de tráfico de LDI originado mediante el Sistema de Llamada por Llamada (incluye el tráfico originado en terminales fijos y móviles) y por telefonía móvil (éste último sólo aplica a los OM, no a los OLD aun cuando el tráfico se origine en terminales móviles). 101 (Fuente: OSIPTEL). 102 Ibid. 100 87 Gráfico 1. Tráfico saliente por telefonía móvil* y sistema de llamada por llamada** (millones de minutos) 14,000,000 12,000,000 Interrupción en el reporte de información de Telefónica Móviles 10,000,000 8,000,000 6,000,000 Tráfico LDI 4,000,000 2,000,000 may-12 ene-12 mar-12 nov-11 sep-11 jul-11 may-11 mar-11 ene-11 nov-10 sep-10 jul-10 may-10 ene-10 nov-09 sep-09 jul-09 may-09 mar-09 ene-09 0 mar-10 Fecha de inicio del Sistema de Llamada por Llamada *El tráfico de LDI saliente desde terminales móviles, aun cuando se utilice el sistema de marcación propio del Sistema de Llamada por Llamada (19XX), es reportado como tráfico saliente desde terminales móviles por los OM. **Dada la forma en que se encuentra estructurada la información presentada a OSIPETL, se considera el tráfico de LDI saliente desde teléfonos fijos y móviles por usuarios postpago, prepago y control mediante el Sistema de Llamada por Llamada103. Fuente: Elaboración propia sobre datos de OSIPTEL. No obstante las limitaciones existentes por la estructura de los deportes, podemos atribuir un mayor tráfico de LDI saliente desde terminales móviles atendiendo a la densidad de líneas en servicio existentes a nivel nacional. La densidad de líneas fijas en servicio a nivel nacional durante los años 2009, 2010, 2011 y 2012 (junio), por cada 100 habitantes, fue de 10.5, 10.3, 10.2 y 10.5 líneas, respectivamente. Durante los mismos periodos, la densidad de líneas móviles en servicio, por cada 100 habitantes, fue de 87.5, 101.7, 112.1 y 117.4 líneas, respectivamente (Fuente: OSIPTEL). 103 88 Gráfico 2. Tráfico saliente por telefonía móvil y sistema de llamada por llamada, sin Telefónica Móviles (millones de minutos) 14,000,000 12,000,000 10,000,000 8,000,000 6,000,000 Tráfico LDI 4,000,000 2,000,000 may-12 mar-12 ene-12 nov-11 sep-11 jul-11 may-11 mar-11 ene-11 nov-10 sep-10 jul-10 mar-10 may-10 nov-09 sep-09 jul-09 may-09 mar-09 ene-09 0 ene-10 Fecha de inicio del Sistema de Llamada por Llamada Fuente: Elaboración propia sobre datos de OSIPTEL. Desagregando la información contenida en los Gráficos 1 y 2 en relación al tráfico originado en las redes de los OM puede apreciarse que el tráfico de LDI saliente ha continuado con la tendencia creciente experimentada desde antes de la implementación del Sistema de Llamada por Llamada (Gráficos 3 y 4), por lo que no se puede atribuir a la aprobación de dicha normativa un impacto real sobre el incremento del tráfico de LDI saliente desde las redes de los OM. Gráfico 3. Tráfico saliente por telefonía móvil (millones de minutos) 12,000,000 Interrupción en el reporte de información de Telefónica Móviles 10,000,000 8,000,000 6,000,000 Tráfico LDI 4,000,000 2,000,000 may-12 mar-12 ene-12 nov-11 sep-11 jul-11 may-11 mar-11 ene-11 nov-10 sep-10 jul-10 mar-10 may-10 nov-09 sep-09 jul-09 may-09 mar-09 ene-09 0 ene-10 Fecha de inicio del Sistema de Llamada por Llamada Fuente: Elaboración propia sobre datos de OSIPTEL. 89 Gráfico 4. Tráfico saliente por telefonía móvil, sin Telefónica Móviles (millones de minutos) 8,000,000 6,000,000 4,000,000 Tráfico LDI 2,000,000 may-12 ene-12 mar-12 nov-11 sep-11 jul-11 may-11 mar-11 ene-11 nov-10 sep-10 jul-10 may-10 mar-10 nov-09 sep-09 jul-09 may-09 mar-09 ene-09 0 ene-10 Fecha de inicio del Sistema de Llamada por Llamada Fuente: Elaboración propia sobre datos de OSIPTEL. En relación al tráfico de LDI saliente generado en las redes de Americatel, IDT Perú y Convergia, únicos OLD interconectados para brindar servicios a través del Sistema de Llamada por Llamada desde terminales móviles (distintos a los OM), se puede verificar una ligera tendencia de disminución del tráfico cursado que no se relaciona con la aparición de una mayor oferta comercial para el acceso al servicio de LDI y el incremento del número de usuarios móviles y fijos. Sin embargo, como en el caso anterior, no se puede asegurar que dicha tendencia se mantendrá en el tiempo o que sea consecuencia de la implementación del Sistema de Llamada por Llamada (Gráfico 5). 90 Gráfico 5. Tráfico saliente desde Americatel Perú, Convergia e IDT, mediante el Sistema Llamada por Llamada (millones de minutos) 2,500,000 2,000,000 1,500,000 Tráfico LDI 1,000,000 500,000 may-12 mar-12 ene-12 nov-11 sep-11 jul-11 may-11 mar-11 ene-11 sep-10 nov-10 jul-10 may-10 mar-10 ene-10 sep-09 jul-09 may-09 mar-09 ene-09 0 nov-09 Fecha de inicio del Sistema de Llamada por Llamada Fuente: Elaboración propia sobre datos de OSIPTEL. Atendiendo a los argumentos expuestos y sin perjuicio de las deficiencias encontradas en el procedimiento seguido para declarar el acceso a la plataforma de pago de los OM como instalación esencial, consideramos que no es posible afirmar sin lugar a dudas que dicha calificación haya permitido lograr el objetivo de incrementar los niveles de competencia en el mercado del servicio de LDI brindado a través de terminales móviles que se conectan a la plataforma de pago; objetivo que se deriva de lo señalado por OSIPTEL en la Exposición de Motivos del Reglamento del Sistema de Llamada por Llamada: “(…) Siendo así, se estima pertinente desarrollar en una primera etapa el marco normativo que facilite la implementación del sistema de llamada por llamada en las redes de los servicios públicos móviles. El objetivo de la reglamentación es incentivar la participación de los concesionarios en el mercado de larga distancia de los servicios públicos móviles”104. En ese sentido, la información estadística revisada nos demuestra una diminución del tráfico saliente de LDI cursado a través de los OLD, quienes, precisamente, fueron los operadores que debieron verse favorecidos con la implementación del Sistema de Llamada por Llamada, y el sostenimiento de la tendencia creciente del tráfico cursado a través de los OM, hecho que 104 Página 3. 91 demuestra las preferencias de los consumidores por utilizar el servicio de LDI brindado por su operador del servicio móvil y la capacidad de éstos para adaptar su oferta comercial105106. Finalmente, cabe precisar que las limitaciones existentes respecto a la estructura de la información estadíscita manejada por OSIPTEL (que no se diferencia el tráfico saliente cursado mediante el Sistema de Llamada por Llamada desde un terminal fijo o móvil, y en este último caso la modalidad de pago contratada) no impide llegar a la conclusión antes comentada, por cuanto a partir de la fecha de inicio del Sistema de Llamada por Llamada debió indefectiblemente experimentarse un incremento en el tráfico de LDI originado en las redes de los OLD, derivados de una mayor competencia en el número de oferentes, precios y calidad del servicio. El deficiente procedimiento llevado a cabo para la declaración de instalaciones esenciales, no nos permite conocer cuál es el grado de competencia esperado o buscado por el regulador mediante dicha declaración. 106 Debe considerarse que el tráfico saliente de LDI cursado a través de terminales móviles, usualmente emplea el servicio de LDI brindado por el mismo operador móvil debido a que su oferta comercial se encuentra mayoritariamente compuesta por minutos “todo destino” o tarifas más reducidas diferenciadas según el plan tarifario contratado (Fuente: OSIPTEL). 105 92 5. Conclusiones. A lo largo del presente trabajo se ha descrito el origen y evolución de la doctrina de las instalaciones esenciales, precisando algunas de las controversias jurídicas y económicas que sus postulados permitieron resolver ya sea mediante la aplicación directa (expresa) o indirecta de dicha doctrina e identificando las características principales de cada tradición jurídica, lo que no nos deja duda respecto a su utilidad y versatilidad para dar respuesta a problemas de muy diversa índole. En concreto y como se ha visto en la jurisprudencia citada, la doctrina de las instalaciones esenciales tiene por objeto generar o fomentar un mayor nivel de competencia en mercados caracterizados por depender, para su acceso o desarrollo, de la utilización de un bien o recurso cuya titularidad es ejercida con carácter monopólico. Este es, pues, el campo de batalla de las instalaciones esenciales. Sin embargo, para que dicha doctrina pueda desplegar plenamente sus efectos positivos en el mercado y la sociedad en general respetando los derechos de los titulares de los bienes o servicios afectados, es necesario que su aplicación respete ciertos supuestos básicos que, en definitiva, describen lo que debe ser considerado como instalación esencial y la forma en que las autoridades competentes deben proceder para su calificación como tal. Así, por ejemplo, no puede dejar de resaltarse una exigencia básica que se debe observar en todo procedimiento de declaración de instalaciones esenciales: ésta debe realizarse por ley o, cuando menos, siguiendo el procedimiento legalmente establecido para tal efecto, una vez ponderados los componentes del juicio de proporcionalidad, a saber, adecuación, necesidad y razonabilidad. De otro modo, se correrá el riesgo de vulnerar los derechos fundamentales de aquellos sobre quienes recaiga la medida, la que devendrá en inconstitucional. Sin perjuicio del cumplimiento prioritario de dicha exigencia, en el presente trabajo se han revisado algunas herramientas y mecanismos necesarios para que la declaración de instalaciones esenciales se realice de forma eficiente, contribuyendo a maximizar el bienestar social y minimizando los impactos negativos presentes y futuros generados por la regulación. Para verificar su utilidad, se ha contrastado el procedimiento seguido para la declaración como instalación esencial del acceso a la plataforma de pago de los operadores móviles en Perú y los 93 resultados conseguidos con el procedimiento llevado a cabo en relación a los resultados que podrían haberse obtenido empleando las herramientas y mecanismos sugeridos. En este sentido, se promueve el empleo del AIR como una herramienta sumamente útil para ayudar a la autoridad competente a evaluar la necesidad de calificar un bien o recurso como instalación esencial, considerando la completa metodología de trabajo que se deben seguir para su aplicación: se parte de la descripción de los problemas presentes en el mercado y la identificación de los objetivos perseguidos para luego hacer un análisis preferentemente cuantitativo de las alternativas regulatorias que podrían ser implementadas, dentro de las cuales la declaración de instalaciones esenciales es sólo una entre tantas otras opciones. Adicionalmente, el AIR exige el diseño de los sistemas de evaluación que se utilizarán para verificar la pertinencia de una medida, antes y después de su implementación. En este punto, destacamos la utilización de mecanismos que empleen contrafactuales para determinar los posibles impactos de cada alternativa revisada, contabilizando sus efectos y comparándolos con aquellos generados por otras medidas regulatorias. Por otro lado, para dotar de mayor legitimidad a la declaración de instalaciones esenciales, se postula como un requisito fundamental que el procedimiento que se siga cuente con mecanismos que faciliten la participación de las partes afectadas y/o interesadas, cuya inclusión debe ser fomentada por la autoridad competente mediante la publicación para revisión y comentarios de los documentos de trabajo que se elaboren, proyectos normativos y resultados de las evaluaciones que se realicen respecto de las medidas regulatorias implementadas. Para lograr este propósito es imprescindible que las autoridades utilicen los instrumentos tecnológicos que sean necesarios y útiles para dotar de mayor inclusión al procedimiento materia de comentario. Finalmente, sólo cabe recordar que el empleo de las herramientas y mecanismos propuestos, por sí solos, aun cuando resulten necesarios, no incrementarán el nivel de competencia en el mercado. Para ello, la autoridad competente debe escoger la alternativa regulatoria que objetivamente se demuestre como más eficaz y eficiente para el logro de los objetivos que se hayan planteado, y complementar su ejecución con la adopción de medidas tendentes a consolidar y mantener las mejoras obtenidas a partir de su implementación. 94 6. Bibliografía 6.1 Referencias bibliográficas Araya, Alvaro (2011). "La doctrina de las instalaciones esenciales en los fallos del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia", Serie Notas y Artículos de Interés, 1. Ariño, Gaspar, de la Cuétara, Juan Miguel, y López de Castro, Lucía (1999). Principios de Derecho Público Económico: (Modelo de Estado, Gestión Pública, Regulación Económica). Biblioteca Comares de Ciencia Jurídica. Granada: Comares. Ariño, Gaspar (1993). 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