sumario Entre un 38 y un 78 por ciento de los pacientes coronarios, dependiendo de la franja de edad, presentan disfunción eréctil, según datos ofrecidos por la Fundación Española del Corazón. Además del miedo a un nuevo infarto, los estados de ansiedad y depresión también podrían originar problemas de impotencia. Los alimentos que componen la dieta mediterránea evitan la disfunción eréctil temprana La primera causa de disfunción eréctil en enfermos coronarios es psicológica, según expertos SÍ, para el doctor Ignacio Sainz Hidalgo, presidente del Grupo de Trabajo de Prevención Secundaria y Rehabilitación de la Sociedad Española de Cardiología, “sólo un 25 por ciento de los pacientes preguntan sobre estas áreas cuando se calcula que más de un 80 por ciento de ellos presentan una disfunción eréctil”. Tras un infarto de miocardio los porcentajes de disfunción eréctil descrita rondan el 65 por ciento entre los 40-49 años, un 83,3 por ciento entre los 50-59 años, y cerca de un 87 por ciento entre los 60-69 años. Para edades superiores a 70 años, la disfunción eréctil se presenta en el 99 por ciento de los casos. “Una primera causa de esta disfunción eréctil es psicológica, y se fundamenta sobre todo en el miedo a un nuevo infarto cardíaco”, según señala el doctor Sainz. Entre las causas psicológicas, además del miedo a un nuevo infarto, los estados de ansiedad y depresión también podrían originar problemas de impotencia. Sin embargo, las causas que producen disfunción eréctil no son únicamente psicológicas, sino que suelen presentar un carácter A 42 mixto en el que enfermedades como la diabetes, la hipertensión, o la arteriosclerosis pueden tener una gran incidencia. En conjunto, la disfunción eréctil afectaría en nuestro país a más de dos millones de hombres entre 25 y 70 años. Está demostrado que la disfunción eréctil disminuye entre los pacientes que se incluyen en los programas de Rehabilitación Cardíaca. El mayor impedimento es la falta de estas unidades en los centros hospitalarios, de modo que apenas el 4 por ciento del total de personas que han sufrido un infarto siguen un programa de rehabilitación. Sin embargo, “esto es algo que tendremos que ir potenciando, ya que estos grupos de rehabilitación son un buen paso para una readaptación a una vida perfectamente normal, además de reducir gastos ya que pueden prevenir otros episodios y evitar las consultas frecuentes al especialista”, según afirma el doctor Federico Vallés Belsué, presidente de la Sociedad Española de Cardiología. Dieta mediterránea La incidencia de esta patología aumenta con la edad y constituye un síntoma añadido al climaterio masculino o andropausia Los alimentos que componen la dieta mediterránea evitan la disfunción eréctil temprana, según ha confirmado el jefe de Urología del Hospital Casa de la Salud de Valencia, Pedro Navalón, quien asegura que las comidas con exceso de grasa agudizan este problema. Según Pedro Navalón, la prevalencia de esta patología en España es inferior a la detectada en Estados Unidos o Alemania, en lo que juega un papel primordial la dieta mediterránea. “Es importante considerar que más de una cuarta parte de los varones entre 40 y 70 años padecen sumario algún grado de disfunción. En este sentido, la dieta mediterránea evita la impotencia temprana entre los españoles, porque comen menos grasas que en otras zonas”, indica este urólogo. La falta de información hace que muchos varones no lleven a cabo una dieta adecuada a su problema y que, con el tiempo, la acumulación de alimentos nocivos afecten a su organismo. “Un régimen rico en aceite de oliva ayudaría a prevenir la impotencia”, indica Navalón. La incidencia de esta patología aumenta con la edad y constituye un síntoma añadido al climaterio masculino o andropausia. Es frecuente su aparición en varones a partir de la quinta y sexta década de la vida, y se observa en edades más tempranas cuando existen factores de riesgo sobreañadidos, tales como diabetes, enfermedades vasculares, patologías sistémicas. El paciente con impotencia vive la enfermedad como un proceso natural del envejecimiento, y existe una importante falta de información y educación al respecto. Todo ello condiciona que, en la actualidad, se estime que sólo entre el 2 y el 10 por ciento de los varones que sufren la enfermedad solicitan tratamiento. Los urólogos han asistido en los últimos años a un importante incremento en el número de varones que consultan por problemas de erección. No obstante, es frecuente que el paciente oculte la importancia de su enfermedad iniciando la consulta por otro motivo urológico y fingiendo la falta de erección como un problema secundario. Para Pedro Navalón, “hasta hace una década, las alteraciones de la dinámica sexual se consideraban casi exclusivamente secundarias a un trastorno psicológico o psiquiátrico. Actualmente se acepta que alrededor del 80 por ciento de pacientes presentan inicialmente un origen orgánico, al que se suele sumar un componente psicoafectivo”, de acuerdo con sus palabras.