Untitled - Roberto Amaral

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10. La televisión brasilefia: Una rápida conversión
ai nuevo orden
César Guimaraes/Roberto Amaral
La dictadura militar brasileõa duró más de veinte anos.
Entre 1964 y 1965, un puõado de generales elegidos por sus
pares gobernaron el país junto a un Parlamento mutilado que
carecia de (uerza política, legitimidad y poderes constitucionales. La dictadura militar impuso firmemente un plan de modernización nacional forzada y rápida, a pesar de pequeõas diferencias entre los gênerales succsivos. Los principales logros de los
militares fueron el crecimiento de una fucrza de trabajo industrial urbana y la plena integración de Brasil a la economia internacional.
Los militares brasileõos fueron una nueva prolongación de la larga serie de dictaduras militares, caudillos y regimenes oligárquicos que, en un momento u otro, habían regido la
mayor parte de los países de América Latina. Los científicos
políticos han denominado «régimen autoritario burocrático»
ese tipo un tanto diferente de dictadura.
EJ régimen autoritario burocrático aliaba a los milhares
con la tecnocracia c ivil y con la gran empresa. El objetivo dei
régimen era un capitalismo dirigido por el Estado. El régimen
eliminó las instituciones representativas (intermediarios tradicionales entre el Gobierno y el pucblo) y controló a las masas
mediante una violencia dirigida por el Estado.
Bajo el poder de los militares, Brasil conoció períodos
de extraordinario desarrollo económico y de libertades civiles
restringidas o inexistentes. La concentración de riqueza en la
economia nacional y la concentración de poder en el Gobicmo
central fueron en aumento. La dependencia económica y el
control dei Gobierno central sobre la planificación económica
crecieron. El régimen militar, una vez consolidado, violó los
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derechos humanos y restringió Ias actividades de los sindicatos y
los partidos políticos. Finalmente, durante casi todas las etapas
del régimen, el Gobierno impuso restricciones en todos los niveles de los mass-media.
Los dos últimos presidentes deJ duradcro régimen militar, entre I 974 y 1985, se considcraron autores de unrelajamiento
gradual de las tensiones políticas y de una apertura dei sistema
político. La verdadera transición del autoritarismo a un nucvo
orden liberal, sin embargo, empezó cuando cl Colegio Electoral,
creado por el régimcn para garantizar legalmente la presidencia
del sucesorprevisto, retiró repentinamente su apoyo ai régimen.
Durante la Administración Figueiredo, entre 1979 y
1985, la economia brasileiia empezaba a mostrar algunos indícios de agotamiento. AI final de su mandato, la inflación habia
llegado al200% y las medidas recesivas habían hecho crecer el
desempleo. La deu da exterior brasiJeõa se acercaba ya a los t 00
billones de dólares.
El régimen se desmoronaba gradualmente. Amplias
scctores empresariaJes e industriales habían empezado a disociarse del Gobierno, y politicos anteriormente dóciles se rebclaban. La unanimidad de) bloque militar que había sucedido aJ
régimen empezaba a derrumbarse. Además,la oposición unida
podía sacar provecho de las circunstancias cambiantes.
En las elecciones legislativas de 1982, la oposición obtuvo el contrai de los gobiemos de los Estados de São Paulo, Río de
Janeiro, Minas Gerais y Paraná, además de numeros escafios en la
Cárnara de Diputados. Esas victorias fortalecieron a la oposición y
la alentaron a trasladar su movimiento político a la calle. Las
organizaciones sociales y los sindicatos siguieron sus pasos.
Hasta 1982, las únicas propuestas para refrenar aJ régimen militar eran propuestas minoritarias, procedentes de pobticos de extrema izquierda, intelectuales y juristas, de e legir una
Asamblea Constitucional. Los políticos de la izquierda moderada
y del centro, incluyendo eL principal partido de oposición, el
Movimiento Democrático Brasileiro (PMDB), habían propuesto
acabar con el régimen autoritario mediante la acumulación gradual de poder a través de sucesivas victorias electora les parlamentarias.
Los dirigentes del régimen núlitar anunciaron que no
pcnnilir:ían la celcbración de clecciones presidenciales directas
hasta 1990. Los partidos poüticos de la izquierda moderada y del
centro llevaron a cabo una campaiía en favor de unas eJecciones
presidenciales inmediatas. Los moderados descartaron la posibilidad de una Asamblea Constituyentc Nacional que, ante todo,
exigiria la caída violenta, altamente improbable, dela dictadura.
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Durante la dictadura, el presidente era elegido por un
Colegio E lectoral formado por miembros dei Parlamento y representantes de Las asambleas legislativas estatales. Durante
vein te afíos se habia elegido sicmpre a un general . La campana
en favor de unas eleccioncs presidencialcs directas fue un mov.imiento muy amplio de presión sobre el Parlamento (donde el
régimen militar tenía mayoria) para que se aprobase una enmienda constitucional que permitiese la e lección dei presidente
por votación popular. El papel de catalizador desempenado por
los mass-media brasilenos, que hasta entonces habían sido un
instrumento dócil al servi cio dei régimen militar, fue un elemento nuevo e inesperado en el movimiento en favor de las eleccione!> presidenciales directas.
·
Todos los media nacionales apoyaron, finalmente, la
campana por las elecciones directas. La televisión brasilefia, sin
embargo, a unque dependia en enorme medida dei r égim en militat·, contribuyó a establecer la dimensión nacional de movimiento mediante ·la transmisión de las enormes manifestaciones, de
más de un millón de personas, en Rio de Janeiro y São Paulo. Los
cambies radicales e inesperados en los mass-media, sobre todo
en la televisión, fueron especialmente chocantes en e l Sistema
Globo de Televisión.
TV Globo era la cuarta red de televisión del mundo. Más
de 50 millones de personas veían su programa informativo noctumo, lomal Nacional. TV Globo llegaba a 3.050 de los 4.000
municípios brasilefios y acccdia al 95% de los 17 millones de
hogares del pais provistos de televisión. Adicionalmente a 43
canales de telcvisión, el Sistema Globo poseía uno de los periódicos brasilefios más influyentes, O Globo, asi como una gran
cadena de emisoras radiofônicas. También publicaba libros, revistas y comics.
El Sistema Globo había nacido con la dictadu ra. Entró
en el campo de la televisión en 1965. TV Globo consolidá sus
operaciones durante e l Gobierno de Garrastazu Médici, entre
1970 y 1974, cuando éste determiná que las telecomunicaciones
erao un área de seguridad nacional. TV Globo entró rápidamente en la era de la nueva tecnología, empcL.ando a r ecibir sefiales
de satélite y realizando, por vez primera, emisiones de te levisión
a escala nacional.
Embratel, la compafiia brasilefia de telecomunicaciones, propiedad del Estado, pagá y creá la infraestructura que
posibilitó a TV Globo, una e mpresa privada, llegar a un público
de cerca de 80 millones de personas. TV Globo se convirtiá enla
versián televisiva de] capüalismo dirigido por el Estado.
TV Globo se mantuvo fiel a sus orígenes en cl curso de
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casi toda la dktadura. Proporcionaba una buena información
sobre las actuaciones dei régimen militar, como el desastroso
programa de colonización del Amazonas con la Autopista Transamazónica y la victoria brasileiia en el Campeonato Mundial de
Fútbol de 1970 co México. La transmisión por TV Globo de ésos y
otros acontecimientos y logros que motivaban cl orguJio nacional fue un elemento importante en el control y la manipulación
ideológicos de la sociedad brasileiia.
TV Globo estimulá los sentimientos nacionalistas durante los partidos de la selección brasiJeõa de fútbol y Hevó a
cabo campanas patrióticas, como la de« Brasil, ámalo o dejálo• ,
para desalentar las críticas y alentar cl exilio voluntario de los
disidentes. Las informaciones de TV GJobo exageraban la presencia de pequenos grupos de resistencia armada en cl país,
justificando de este modo el ejercicio continuado deJ terrorismo
y la represión por parte del Estado.
Los miembros del Gobiemo militar se identificaban estrechamente con TV Globo. El general Garrastazu Médici, que
gobemó durante la fase más represiva de la dictadura, explicá en
una ocasión que cada noche se sentía feliz cuando escuchaba las
noticias de TV Globo porque, por televisión, Brasil estaba en paz,
mientras que los periódicos hablaban de huelgas, protestas, violencia y conflictos en diferentes partes dei mundo. El Jornal de
TV Globo era como un verdadero sedante después de un duro
día de trabajo.
En las adm inistraciones que siguieron a la dei presidente Garrastazu Médici hubo menos tensioncs políticas, y la red de
TV Globo, poJíticamente dócil, fue creciendo constantemente.
Su empresa madre se convirtió en un enorme conglomerado de
media y se introdujo en nuevas áreas de la economia nacional y
de los mercados intemacionalcs. En caso de que tal cosa exista,
TV Globo se ajustaba al concepto de Louis AJthusser de un «aparato ideológico dei Estado».
La campana en favor de elecciones directas cambiá las
prácticas políticas habituales en Brasil y contradijo algunas de
las teorias más conocidas relativas ai rol de los mass-media en la
formación de creencias y comportamiento políticos. Por una
vez, la política no fue simplemente un ejcrcicio practicado por
las élites, y la calle no fue simplemente un escenario de masas
desorganizadas. Los mass-media asimilaron y expresaron esta
nueva visión del proceso político y demostraron su capacidad
para influir en la opinión pública. Los media rcvelaron también
su capacidad, no tan conocida, de reaccionar ante los cambios
en la opinión púbJica y de variar su propio comportamiento de
acuerdo con ellos.
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Es difícil medir la capacidad de la opinión pública para
modificar el comportamiento y la programación de los massmedia. En ciertos momentos, sin embargo, y en determinados
acontecimientos, el contenido se ve determinado por el pueblo y
no por los media. El misrno pueblo que durante veinte aiios
había observado y cscuchado pasivamcnte los mass-media expresó públicamente, por una vez, qué era lo que quería oi r y ver,
y TV Globo respondió a sus demandas.
La campana por las elecciones presidenciales dírectas
consistió en una serie de asambleas y de enormes manifestaciones que tuvieron lugar en todas las capitales de los Estados y en
las grandes ciudades de Brasil entre febrero y junio de J984.
Todos los sectores de la oposición y algunas facciones dei partido gubemarnental en el Parlamento acabaron por apoyar la
campana, que originalmente había sido convocada por cl principal partido de la oposición. Los media, al principio, ignoraron la
campana y, hasta mayo, proporcionaron una información irregular. En junio, sin embargo, eran unânimes en su cobertura
informativa entusiástica, y muchas veces brillante, del desarrollo de Ja campana.
AJ comienzo de la misma, TV Globo tratá las manifcstaciones en São Paulo como si fuesen movimientos de artistas y
músicos con escasos matíces políticos. Sus transmisiones iniciales se centraron en los artistas y minimizaron la importancia
política de las manifestaciones. El periódico O Globo, de Rio de
Janeiro, incluyó un titular de cinco centímetros en primera
página de su número de 26 de enero, con estas palabras: «Artistas famosos atraen a .la multitud a la Plaza de la Ciudad; véase
página 2».
Hacia eJ final de La campana en Río de Janeiro, las
informaciones sobre ella llenaban las primera páginas de casi
todos los periódicos brasilefios importantes. TV Globo llcgó a
uno de sus máximos niveles de público cuando convirtió a los
gobernadores de Estados, Tancredo Neves, Franco Montoro y
Leonel Brizola, que pertenecian a la oposición, en estrellas de
sus programas informativos sobre las manifestaciones.
Después de haber ignorado la primera gran asamblea en
São Paulo, la mayor ciudad de) pais, TV Globo dedicá casi la
totalidad de sus informativos de las ocho de la tarde a las manifestaciones posteriores en las provindas de Curitiba, Goianía,
Vitoria, Campinas y Santos. TV Globo y Embratel informaron a
todo e l país sobre Ias asambleas.
La red de TV Globo transmWa las asambleas a partir de
mcdiodia, antes de que hubiesen llegado a su nivel máximo. De
este modo, la televisión alentaba a las pcrsonas que seguían en
6.- FOX
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sus casas a salir a la calle y a unirse a las manifestaciones. TV
Globo interrumpió su pauta de programación, hasta entonces
intocable, centrada en los serialcs, que constituían la piedra
angular de su estrategia de audicncia, con objeto de cubrir informativamente las manifcstaciones.
A pesar de! in merso apoyo popular, la enm ienda constitucional para restablecer las elecciones presidenciales directas
perdió la votación en el Parlamento por escaso margen. El Gobierno pudo mantener la disciplina en su partido, y tan sólo unos
cuantos diputados desertaron en favor de la oposición. El Gobierno, sin embargo, con objeto de imponer esta disciplina,
adoptó medidas que no había tenido que utilizar desde hacía
largo tiempo. Los militares, con una legislación draconiana,
declararon el estado de emergencia en Brasília, acordonaron
con tropas el edificio del Parlamento e iropidieron la entrada a la
ciudad a los manifestantes que acudían de todo el país. El Gobiemo limitó )a Libertad de prensa, ccnsuró todas Jas noticias
procedentes de Brasilia y, cuando la cnmieDda fue votada, DO
permitió que la sesión fuese transmitida.
A pesar de la censura gubernamcntal, el pais presenció
una rebelión de periodistas profesionalcs que respaldaban las
reivindicacioncs populares y utilizaban los medios de comunicación como una forma de protesta, a mcnudo con el apoyo de sus
directores. La RadioJornal do Brasil, de ruo de Janeiro, suspendió las errusiones desde BrasiUa e informó constantemente a su
auditoria de la censura gubernamental sobre los acontecimientos que se producían en la capital de Brasil. El público del Jomal
da Noite de TV Globo presenció, sorprendido, cómo el actor Jo
Soares permanecia sentado, en completo silenc io, durante un
minuto entero para protestar contra la censura dei Gobierno.
Aquclla rnisma tarde, el sistema Globo se negó a ceder a los
censores dcl Gobiemo una sala para que trabajasen. El régimen
militar jamás había sofiado en la posibilidad de perder el apoyo
de csa red, que había sido su porta voz oficial y uno de los principales beneficiarias dei milagro brasileiio.
La opinión pública percibió que TV Globo cambiaba de
bando y que ]a dictadura cstaba cn el principio dcl fin. El sistema
Globo habia nacido con el régimeD, habia crecido con el régimen, pero no iba a hundirse con el régimen.
A pesar de Ja derrota de la enmienda constitucional
para las elecciooes directas, los partidos de oposición Do perdieron el empuje que habían conseguido con su campaiia a escala
nacional. Las elecciones directas eran imposibles, pero la oposición siguió luchando en el Colegio E)ectoral, donde durante
largo tiempo había estado en minoría.
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El Colegio ElectoraJ era uno de los instrumentos más
importantes para los manejos políticos de la dictadura. Los militares, cuando toma:ron el poder en 1964, colmaron una vieja
aspiración conservadora. Los conservadores temían que unas
elecciones presidenciales directas pusieran La presidencia en
peligro pennanente de recaer en candidatos de la izquierda. El
Parlamento, en cambio era más f.:ícil de controlar. Desde 1964,
eran los generales quienes elegían a los presidentes militares
que eran )uego ratificados por el Colegio Electoral. El Colegio
estaba formado por todos los micmbros dei Parlamento y por
representantes de las asambleas legislativas cstatales.
Después de la victoria de los partidos de oposic ión en
las elecciones legislativas de 1982, el Gobiemo modificá hábilmente la composición dei Colegio ElectoraJ para ga:rantizar su
propia sucesión. Cambió la representación proporcional de las
asambleas legislativas cstatales en e l Colegio Electoral y concedió a cada Estado cinco representantes, independientemente de
la envergadura de su población. La oposición controlaba las
asambleas legislativas de los Estados más poblados, pero los
numerosos Estados pequenos dei nordeste eran leales a i Gobierno. Los militares, en consecuencia, sigujeron tcniendo la mayoría y confiaban en que los nuevos miembros dei Colegio Electoral cumplieran sus deberes con La misma docilidad que en el
pasado: su tarea consistia en ratificar decisiones que ya habian
sido tomadas.
El presidente habia sido e legido siempre por cl alto
mando militar antes de que su nombre llegase ai Colegio ELectoral. Figueiredo, sin embargo, introdujo una innovación en su
sucesión. Decidió elegir a un civil, miembro del grupo gobernante, e l Partido Democrático Social, que seria ratificado en la
Convención de! partido. El Colegio Electoral, obediente siempre
al alto mando militar, transferiría luego su lcaltad de los militares a1 PDS. De este modo, La tradición continuaria, pcro con
dirigentes civiJes. Ante la sorpresa de Figueiredo, las cosas no
func ionaron tal como él las habia planificado. Se vio enfrentado
a la insubordinación del partido y de algunos sectores del Gobiemo, y conoció la derrota en e l Colegio Electoral.
La campaiia por las elecciones directas había resquebrajado la disciplina tradicional del PDS. Miembros prominentes del partido, como el vicepresidente de Figueiredo, Aure)jano
Chaves, un civil, empezaban a prestar una seria atención a las
propuestas de los partidos de oposición. Figueiredo empujó a
Aureliano Chaves hacia la oposición. Chaves a rrastró consigo a
dirigentes políticos influycntes de Lala liberal dei PDS, incluyendo al ex presidente Geisel y la red de televisión de Globo. El
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partido gubemamcntal no eligió presidente a1 candidato de Figueiredo e instaló en su puesto a Paulo Maluf, que había sido
gobemador dei Estado de São Paulo.
Los partidos de oposición formaron la Alianza Democrática para apoyar a sus candidatos a la prcsidencia y a la
viccpresidencia, Tancredo Neves y el senador José Sarney.
Seis meses antes de las e lecciones presidenciales, Neves
iba rezagado de Maluf, en el CoJcgio Electoral, po1· un margen de
148 votos. Durante los seis meses siguientes, los mass-media
desempeíiaron un papel crucial en la transformación de esta
desventaja inicial en una victoria de Neves por un margen de 300
votos.
En la época en que tuvicron lugar las elecciones presidcncialcs, el PDS estaba muy debilitado interiormente. Los militares no cstaban cn condiciones de prohibir la transmisión dirceta de la derrota de su partido en el Colegio Electoral. Los
mass-media, y especialmente TV Globo, desempenaron un papel
decisivo en la caída de los m ilitares.
TV Globo había sido cogida a contrapié por los cambias
en la opinión pública en la campana por las elecciones presidenciales dírectas. Sin embargo, tomó la iniciativa en la campana de
Neves en e l Colegio Electoral. TV Globo contribuyó a formar la
opinión pública y a influir en el proceso político como portavoz
dei inmenso movimiento de coalición formado en La Alianza Democrática.
Durante los pocos meses de la campana presidencial ,
TV Globo, en su nuevo papel de portavoz de la oposición, consiguió que la imagen pública dei candidato presidencial del Gobiemo, Paulo Maluf, se convirtiese en la dei «enemigo absoluto »
de la nación.
TV Globo prescntaba a Malu[ como un producto del
milagro brasileiío, como un mi ll onario que se había hccho a sí
mismo y que aspiraba a alcanzar la presidencia corrompiendo a
los electores del Colegio Electoral. Malu[, .síntesis de toda la
ilegalidad dcl régimen militar, prometía un futuro incierto. Los
media retrataban a Maluf como un peligro que debía ser detenido. La televisión hizo que la seguridad de Maluf en sí mismo se
viese como arrogancia y desprecío por las opiniones de los demás. De acuerdo con la moral proverbial de la clase media,
Maluf era contemplado como un oportunista.
El candidato de la oposición, Tancredo Neves, se mostraba en las pantallas de TV Globo como un amable anciano que
iba a salvar el país. La televisión subrayaba las cualidades políticas y las virtudes personales de Neves, fundiéndolas con los
atributos, reales o imaginarias, de I caráctcr nacional brasilefio.
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La lelevisión retrataba a Neves como un viejo politico
sabio y honesto que había desempenado numerosos cargos públicos; como un negociador insuperable y como descendiente
de una família tradicional, pero generosa, del interior dei país, y
como un abogado que se habia formado por méritos propios.
Según la televisión, Neves, un hombre liberal, sensible a lajusticia social, marcado por su lucha contra la clictadura de Vargas
(1937-1945), sería la persona idónea para dirigir ai país en su
nueva etapa democrática. Neves concentraba en su figura la
imagen conservadora tradicional de las élites y el fuerte atractivo popular de un hombre cordial y conciliador, enemjgo de los
conllictos.
En gran medida, TV Globo dio forma a las imágenes de
Maluf y de Neves en su programa informativo de las once de la
noche, Jornal da Globo. Ese programa presentaba unnuevo tipo
de periodismo televisivo. Hasta entonces, todos los informativos
ofrecían las noticias de un modo neutro, con pocos ademanes o
signos que reflejasen emociones y sin indicar posiciones en torno a las cuestiones expuestas.
El nuevo Jornal da Globo era un ejercicio de interpretación periodística. El presentador ya no era un expositor neutro
de noticias, y desanollaba una cierta com.plicidad cone] público
a través de gestos, expresiones e inflexiones vocales. Los periodistas de Los servicios informativos compartian con sus espectadores un código mediante el cual daban a conocer su aprobaeión
o desaprobación de aquello que estaban leyendo.
El Jornal avivaba su presentación con la presencia de
coroentadores que hablaban de la política nacional y de la inter·
nacional, de la economia y los deportes. Diariamente, Jornal
presentaba una imagen negativa del candidato presidencial, Maluf, fortalecia la imagen positiva de Neves y aproximaba la posibilidad de su victoria electoral.
Paulo Maluf era diestro en las tácticas de las elecciones
e intentó escudar a sus delegados contra Tancredo
Neves. Este, sin embargo, se apartó de las tácticas políticas tradicionales de las elecciones indirectas y actuó como si estuviese
compitiendo por el voto popular, dirigiendo llamamientos directos a la población brasiJefta. A pesar de las amenazas dei Gobierno de Figueiredo, TV Globo transmitió las manifestaciones masivas a favor de Neves en todo el pais en su Jornal Nacional de las
ocho de la tarde, aunque, en este caso, conservá su anterior
estilo de información neutra.
Cuando la movilización popular empezó a anticipar la
derrota del candidato presidencial de los militares, el régimen,
siguiendo una tradición de intervención autoritaria en los asun-
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tos poüticos, acudió en ayuda de Maluf. Los militares acusaron a
la oposición de IJevar a cabo una campana de difamación y
calumnias contra el Gobiemo.
Roberto Marinho, redactor jefe de O Globo y propietario dei sistema de comunicación Globo, salió cn defensa de las
manifestaciones populares. Marinho, un viejo periodista de
ochenta afios que escribía en la primera página de O Globo, hizo
llamamientos para que los políticos respetasen honesta y serenamente la voluntad dei pueblo; en otras palabras, para que cligiesen a Tancredo Neves.
A pesar de la actitud opositora de la red, la facci6n de los
militares partidaria dei general Geisel proporcioná a TV Globo
un apoyo suficiente de .las fuerzas armadas para garantizar su
futuro bajo la Administraci6n de Neves. Este apoyo permitió a
TV Globo actuar con gran independencia. A través de su cobertura informativa de las manifestacioncs masivas, la telcvisián
transformá las elecciones indirectas en unas dircctas y garantizó
así la victoria de Neves. Por ejemplo, la dirigente dei movímiento
de mujeres favorable a Maluf abandoná su campaiia, alegando
una presián popular irresistible ejercida por sus remotas seguidoras en el Amazonas; muchas otras mujeres de su partido siguieron sus pasos.
El l5 de enero de 1985, toda<; las emisoras brasilefias de
radio y televisián emitieron en directo la elección de Neves en el
CoJegio Elcctoral mediante una votacián nominal. Fue aquél un
día de celebraciones. TV Globo, a través de sus 48 filiales, transmiti6 a la nacián el mcnsaje de concentrarse eo las plazas públicas. Las multitudes vitorearon cl fin dcl régimcn militar y celebraron un enorme carnaval. En e l desbordamiento de la
emocián popular, e l himno nacional reemplazá Ja samba, y la
bandera brasileiia reemplazó las banderas de las escuelas de
samba.
La victoria de Neves fue una catarsis nacional. Era
como si Brasil hubiese ganado la copa mundial de fútbol después
de apalizar a un rival odiado. La gente se abrazaba, reía y lloraba
de alegria en las calles, y bebió y bai16 durante todo e] día y buena
parte de la noehe.
A partir de aquel dia, TV Globo tuvo cuidado de consolidar la victoria proporcionando información diaria sobre Neves,
que no entraria en funciones hasta e] 15 de marzo. La televísíón
acompaõá al presidente electo en su viaje ai extranjero. TV
Globo transmitió con gran abundancia de detal1es y comentarias
las entrevistas de Neves con eJ Papa, con el presidente Pertini de
Italia, con el rey de Espana, con cJ presidente Mitterand de
Francia y con eJ presidente Reagan en Washington.
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La televisión proporcionaba infot·mación cliaria sobre
las dificultades de Neves para formar un gabinete a partir de los
numerosos grupos que habían apoyado su candidatura y emitió
por vez primera una entrevista en directo coo un presidente
brasileflo desde el golpe de 1964.
·
Entre tanto, TV Globo mantenía las distancias con el
régimen militar, así como la cobertura informativa neutra y
objetiva que había iniciado con su seguimienio de la campana
por las elecciones directas. La televisión, claramente, había elegido su bando: ya no tenia necesidad de fingir. La enfennedad,
agonia y rnuerte de Tancredo Neves reforzaron aún más aquel
nuevo estilo.
La toma de posesión del presidente electo Neves estaba
prevista para las diez de la mafiana. Todos los hoteles de Brasilia
estaban llcnos. La tarde anterior, los mcdios de comunicación
urgieron a los habitantes de Brasília a abrir sus casas a las masas
de personas que acudían de todo Brasil. El talante de la cíudad y
dei resto dei pais, que concordaba coo la celebración en la
televisión, era de euforia. Repentinamente, la televis.ión anunció
que Tancrcdo Neves había sido hospitalizado con apendicitis.
La frustración y cJ miedo siguieron a aquel anuncio. La
Administración de Figueiredo acabaría inexorablemente a las
diez de la maiíana, el dia siguiente, cuando el presidente electo,
en c) mejor de los casos, estaria recobrándose de la anestesia
general y sometido a cuidados intensivos. Aunque Neves estuviese consciente, no podia tomar posesión de su cargo. Según la
Constitución brasilena, el presidente debía tomar posesión del
cargo personalmentc en una sesión conjunta de las dos câmaras
dei Parlamento.
El miedo a un callejón sin salida institucional sustituyó
la frustración inicial por cJ hecho de que Neves no tomara posesión de la presidencia. La historia era vieja, y todo e l mundo
conocía su desenlace. En c1·isis sucesivas, desde la redemocratización de 1945, el poder había vuelto a los militares y se producía
lu ego un golpe militar que era ratificado por el Parlamento. Los
jueces conservadores estaban siempre dispuestos a encontrar
nuevas fórmulas legales y un Parlamento dócil estaba siempre
dispuesto a aceptarlas. Aquél había sido el caso en 1954, después
dei suicídio de Getulio Vargas; en 1955, con la obstrucción de
Cafe Filho y Carlos Luz y la posesión de Nereu Ramos; co 1961,
con la dimisión de Janio Quadros; en 1964, con el golpe militar
que derrocó a Joao Goulart, y en 1969, tras la muerte del presidente, el general Costa e Silva.
Había dos factores que hacian diferente aquella nueva
crisis: la decisión estaría en manos de la rama legislativa dei
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poder, y los mass-media la convertirían en un proceso público.
Esta vez, la crisis no se resolveria secretamente en los barracones o co el alto mando militar. Las redes de televisión transmitieron cn dirccto durante toda La noche. El público de la televisíón
era una garantia.
Los mass-media fueron un eslabón entre los dirigentes
políticos y la opinión pública. Descmpeõaron un papel importante en las diferentes decisiones, y favorecieron siempre el
poder civil y el nuevo régimen. Una vez más, TV Globo ganaba la
partida.
Una vez terminada la íntervención qwrúrgica, la cuestión era quién tomaría posesión de la presidencia el día sigwente. Había dos alternativas: Ulysses Guimaraes, el presidente recientemente elegido de la Cámara de Diputados, que ocupaba el
primer lugar en el orden de sucesión constitucional, y el vicepre·
sidente electo, José Sarney.
Ulysses Guimaraes, presidente del PMDB, era el dirigente más popular de los partidos de oposición y uno de los
principales artífices de la candidatura de Neves y de su victoria
en el Colegio Electoral. José Sarney era el presidente del partido
del Gobierno militar, el PDS, y había dirigido la campana contra
las elecciones presidenciales directas. Sarney se habia unido a la
oposición después de un conllicto con Paulo Maluf. Luego, Neves lo había elegido como su vicepresidente. Guimaraes había
hecho su carrera poütica como representante del poderoso Esta·
do de São Paulo. Sarney procedia de la província de Maranhao,
una de las zonas más pobres del nordeste.
Ulysses Guimaraes era la elección lógica de acuerdo
con los términos de la constitución; además, era el candidato
predilecto de la cadena de televisión Bandeirantes, de São Paulo,
que convocó a sus estudios a especialistas en Derecho para
defender la candidatura de Guimaraes. TV Bandeirantes estaba
cercana a la dirección del PMDB en la ciudad de São Paulo. El
jefe del Estado Mayor de Figueiredo apoyaba también la elección
de Guimaraes, debido a la antipatia personal de Figueiredo por
Sarney.
Globo, sin embargo, optó por la candidatura de Sarney y
utilizó a sus propios especialistas cn Derccho para convencer a
su público a escala nacional. Alfonso Arinos, un célebre abogado
constitucionalista, famoso por sus interpretacioncs heterodoxas
de la Constitución en momentos de crisis, argumentó, ante un
público de millones de personas, en favor de Sarney y dei poder
civil y contra la herencia militar. En pocas horas, la telcvisión
brasileiia había convertido a todo el pais en especialista en Derecho ConstitucionaJ y había construido un consenso. En este
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1
proceso de creación de un consenso, la televisión brasilena actuó como protagonista y no simplemente como un pasivo ve·
hiculo transmisor de los acontecimientos.
Durante aquella noche de negociaciones políticas, las
cámaras de televisión transmitieron en directo desde e Lhospital.
Un repentino cambio de diagnóstico convirtió la apendicitis
inicial en una enfermedad más grave. Las dudas y los temores
por la salud de Tancrcdo Neves produjeron una identificación
casi unánime con el dirigente político y contribuyeron a la formación de un consenso nacional favorable a su Gobiemo, un
consenso que hasta entonces se habia considerado prácticamen·
Le imposible.
EL 15 de marzo, en una ceremonia emotiva marcada por
la ausencia del sucesor legitimo, Sarney juró su cargo como
presidente de Brasil y luego se dirigia ai Palacio Planalto para
entrar en funciones. El presidente Sarney nombró el mismo
gabinete que había sido seleccionado por Neves, incluyendo a
un ministro de Comunicación que era amigo íntimo de Marinho,
el propietario de Globo.
Durante los siguientes treinta y ocho dias, hasta e l funeral de Tancredo Neves, la Administración de Sarney se Jimitó a
cubrir las necesidades mínimas de la burocracia nacional. El
Gobierno de Sarney, junto con el resto del país, estaba enteramente pendiente de la agonia y la muerte de Neves.
Durante aquellos treinta y ocho días, la telçvisión brasilefia modificó radicalmente su programación habitual y transmi·
tió durante veinticuatro horas diarias, primero desde Brasilia y
después en São Paulo, partes médicos frecuentes y a menudo
contradictorios.
Los partes médicos oficiales intentaban calmar los te·
mores dei pais. El público recibía algunas dosis de optimismo
dei portavoz de la presidencia, Antonio Brito, que habia sido
periodista en TV Globo y que hablaba desde el hospital . Sus
informaciones, sin embargo, hacían dudar cada vez más de la
recuperación de Neves.
La televisión se vio atrapada entre dos fuegos. Por una
parte, daba ánimos a su púb1íco en base a los partes médicos
oficiales; por la otra, empezaba a establecer una base para un
pesimismo justificado y para legitimar un nuevo régimen sin la
presidencia de Neves, bajo elliderazgo de un presidente todavia
provisional.
La televisión transmitia imágenes de Las multitudes que
se agolpaban delante del hospital rezando por la salud del presidente y cantando canciones de sus provindas nativas y el himno
nacional; había allí patriotismo y religión, esperanza y miedo.
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Finalmente, Embratel anunciá por radio la muerte de Neves a un
país angustiado y paralizado. Una sensación de impotencia nubló la anterior euforia de la victoria sobre los militares. Los
brasileiíos empezaron a dudar dei diehà popular· según e l cual
Di os es brasilefio. Pronto, sin embargo, esa impotencia se transfigurá en espírito cívico: faltaba Neves, pero allí estaba la Nueva
República. Una vez más, los mass-rnedia desempeiíaron un papel
decisivo en este giro en las emociones.
Tancredo Neves muriá c1 21 de abril, el día en que se
conmemoraba el ahorcamiento de Tiradentes, el mártir de la
independencia brasileiía. El cortejo fúnebre recorriá las callcs
de São Paulo hasta el aeropuerto, y el cadáver de Neves fue
enviado a Brasilia y mostrado du1·ante un dia en el Palacio presidencial que no había llegado a ocupar. AI dJa siguiente, e) cadáver fue enviado a Belo Horizonte, la capital de! Estado dcl que
Neves habia sido gobemador en otros tiempos, y allí estuvo de
cuerpo presente en el Palacio dei gobernador. El féretro viajá
luego a São Joao del Rey, donde había nacido Neves, y allí,
finalmente, fue enterrado.
La televisión transmitiá, paso a paso, los acontecimientos de aquellos tres días cargados de emoción, aõadiendo documen tales sobre la vida de Neves y un fondo musical apropiado.
Las ciudades brasileiias, movidas esta vez por el dolor,
se llenaron de multitudes que recordaban las de la campana por
las elecciones directas. Volvieron a las calles los símbolos nacionales: la bandera brasileõa, el himno nacional y los colores verde
y ama:rillo del pais, utilizados por vez primera por el pueblo
durante las elecciones, después de muchos anos de haberse
identificado exclusivamente con los militares. La multitud transformá eL cortejo en una manifestacián de patriotismo y de apoyo
a un nuevo orden que se consolidaba sobre la base de una gran
tragcdia personal.
Dos millones de personas salieron a la calle en São
Paulo, cn una mczcla de manifestación política y de acto religioso. Las multitudes lloraban , aplaudian a la viuda de Neves y
cantaban el himno nacional. La tclevisión transmiliá en directo
esas escenas. Por momentos, los locutores eran arrastrados por
sus emociones y cran incapaccs de leer los textos preparados.
Los acontecimientos cn São Paulo marcaron la pauta de lo que
ocurriria cn Brasília y en Belo Horizonte. El funeral hipnotizá al
país entcro, cautivando a un público de televisián que había
estado pegado a las pantaJlas durante numerosos dias.
Los acontecimientos en Brasilia, una ciudad de funcionarias civiles cuyo disefio urbano no era propicio para las manifcstaciones masivas, rcvelaron el poder de las multitudes en
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detrimento de la ceremonia oficial. Un grupo de motociclistas
envueltos cn ropas verdes y arnarillas se mezclaron en el cortejo
con los automóviles militares. Las multitudes cerraron varias de
las anchas avenidas que conducían a los ministcrios y retrasaron
la procesión. La tclevisión transmitia los acontecimientos y alentaba a las multitudes a participar en el paso si.guiente dei funeral.
Aquella noche, los informativos de televisión transmitieron las
ceremonias oficiales ai mismo tiempo que las manifestaciones
populares.
A consecuencia de los retrasos que se produjeron en
São Paulo y en Brasília, la procesión llegó tarde a Belo Horizonte. Los funcionarias decidieron aceleraria, limitando el acceso
de las multitudes a la procesióo. Millones de personas, frustradas
por esas medidas, se abalanzaron al Palacio dei gobernador,
donde Neves estaba de cuerpo presente. Hubo docenas de heridos y varios muertos, aplastados por la avalancha de la masa
mientras rendían el último tributo a su presidente. Finalmente,
la intervención de la viuda de Neves restauró el ordeo.
Tancredo Neves fue enterrado en São Joao dei Rey, una
pequeõa ciudad dei interior del país. La televisión transmitió
integramente la oración fúnebre dei presidente Sarney. Acababan los tristes días de angustia y la televisión devolvió a1 país su
pauta de programación habitual.
La televisión, sin tener plena conciencla de su papel,
babía transferido a la Nueva República el afecto dei pueblo por
el dirigente muerto. Entre febrero de 1984, cuando se inició la
campana por la elección directa, y abril de 1985, cuando rnlllió
Tancredo Neves, los mass-media, y especialmente TV Globo,
habían desempenado un papel extraordinario co el proceso político. TV Globo, c t·eada por el régimen autoritario y completamente identificada con los militares, ejerció un papel protagonista en la campana por las elecciones directas y, después, en la
campana electoral de Neves.
Los mass-media, y especialmente TV Globo, habían
dado legitimidad ai nuevo régimen. Al misrno liernpo, TV Globo
había garantizado su propia legitimidad ante los ojos de Ia opinión pública. Una nueva TV Globo había nacido con la Nueva
República. Quedaba olvidado su papel durante la dictadura.
Ahora, tan só)o se r ecordaba a Tancredo Neves. En un irónico
homenaje a Althusser, la rnisma TV Globo que habia servido tan
fielmente a los militares se convertia en la red casi oficial de la
Nueva República. Los nuevos dirigentes de Brasi l tenían mucho
que agredecer a los rnedios de comunicación, pero habrían de
vérselas a partir de entonces con una fuerza poütica independiente, nueva y poderosa.
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La lucha por la democracia. Este es el hilo conductor del que se sirve la compiladora Elizabeth Fax
y los demás comunicólogos latinoamericanos para
desarrollar los informes relativos a cada pais y que
configuran el contenido de este volumen. Una lucha
tenaz, que viene de lejos y que, por lo que aqui se
demuestra palmariamente, no cejará jamás. Una lucha en la que contienden fuerzas dispares y desiguales, como son los gobiernos y los empresarios; los intereses foráneos y los intereses nacionales; la
propaganda politizada y los sujetos sobre los que actúa; la cultura a la que se aspira y la cultura que se
ofrece; las libertadas públicas y las libertadas restringidas; los derechos humanos y los derechos conculcados.
Este conjunto de informes, bajo la dirección y redactado final de Elizabeth Fax, ilustra documental y
claramente hasta qué punto los media han danzado y
bailan ai son de los gobiernos, de los capitales, de las
presiones forasteras, de las prácticas censoras, de
las restricciones en las libertadas públicas ... Medias
que tienen como finalidades básicas comunicar, informar, instruir y entretener, y no domesticar, reprimir,
conducir y alienar. De ahi que ula lucha por la democracia .. en América Latina seguirá pasando por el rol
que ejerzan los medias de comunicación ai servicio _,..
de la libertad y del bien común.
•C'"\:
Ellzabeth Fox, especialista en medias de comunicación en América Latina, ha trabajado más de
veinte anos en la región y ha publicado varias libras y
numerosos artículos sobre el particular. Es coordinadora de lnvestigación del Instituto para América Latina (IPAL) en Lima (Perú). Entre 1975 y 1984 fue la representante para las Ciencias Sociales dei Centro Internacional de lnvestigaciones para el Desarrollo
(CIID) con sede en Bogotá (Colombia) y Buenos Aires
(Argentina).
Prólogo: Luis Ramiro Beltrán
ARGENTINA: E. Fox I H. Murara I O. Landi
BOLIVIA: Raúl Rivadeneira Prada
BRASIL: C. Guimaraes I R. Amaral I I. Sarti
CHILE: Carlos Catalán I Maria de la Luz Hurtado
COLOMBIA: Elizabeth Fox I Patricia Anzola
MEXICO: Rubén Sergio Caletti Kaplan
PERU: Juan Gargurevich I Elizabeth Fax
EL SALVADOR: Ricardo Sol Arriaza
URUGUAV: Roque Faraone I Elizabeth Fox
GG MassMedia
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