E P Poesía y hermenéutica simbólica ARACELI SONÍ SOTO ste trabajo propone una manera de entender y analizar la poesía a través de la hermenéutica simbólica, cuyo objeto de estudio se ha centrado en los fenómenos culturales. El lenguaje, según E. Cassirer, es una forma simbólica y el elemento con el que se construye la poesía. El lenguaje es considerado una “apariencia de sentido” o re-presentación de la realidad y constituye el lugar de tránsito de la comunicación entre el hombre y el mundo, entre la realidad y la comprensión y entre el mito y el logos; de ahí su carácter simbólico y mediador. La poesía está llena de símbolos o connotaciones específicas, además de su significado obvio; por medio del lenguaje simbólico, el poeta expresa aspectos difíciles de enunciar de manera directa. Por este motivo, el símbolo se constituye en una figura operativa para el análisis, en tanto que representa lo que simboliza, por medio de lo cual se puede llegar al contenido profundo de las significaciones. Introducción EL SIGUIENTE TRABAJO tiene como objetivo reflexionar acerca de la manera en que se puede entender, estudiar y analizar la poesía mediante la concepción teórica de lo que actualmente se llama hermenéutica simbólica. Se conoce que la hermenéutica, en general, permite conjugar un conjunto de metodologías, y que no existe un método preciso para acercarse a los diferentes objetos de estudio. Sin embargo, hay numerosos trabajos teóricos en este campo, incluyendo aquellos directamente relacionados con la hermenéutica simbólica e inclinados hacia los estudios culturales, antropológicos, religiosos, ideológicos, etcétera, que han enriquecido la ANUARIO DE INVESTIGACIÓN 2004 • UAM-X • MÉXICO • 2005 • PP. 336-353 POESÍA Y HERMENÉUTICA SIMBÓLICA comprensión de los mitos, ritos, íconos, a partir de esta concepción. El interés de este trabajo es enfocar las bases teóricas de la hermenéutica simbólica a la comprensión del texto poético. Para abordar el tema partiremos de los estudios del filósofo alemán Ernest Cassirer, acerca de la importancia que tiene el lenguaje dentro de una concepción simbólica1 contrapuesta a la mera función nominalista. Es decir, nos referiremos al lenguaje como una “apariencia de sentido”, como un elemento mediador entre la realidad y la interpretación y dentro de una actividad creadora como lo es la poesía, cuyo origen espiritual mantiene unidos el sonido y el sentido. Podríamos decir, también, que se trataría de establecer la diferencia entre lenguaje y realidad, o bien trasladarse a la relación que existe entre la materialidad del lenguaje y su significación para esquematizar el tema en términos saussureanos. El lenguaje como símbolo La necesidad de volcar el estudio de la poesía hacia una dimensión simbólica para llegar a sus raíces significativas tiene su origen en que el símbolo representa lo que muchas veces no se puede explicar de manera simple, además de que el lenguaje poético se constituye, fundamentalmente, de símbolos. Cassirer reserva el término lenguaje para referirse al símbolo verbal y para él, éste es una forma simbólica particular y autónoma que se diferencia tanto del mito (fábula) como del logos (ciencia). El lenguaje y estas dos últimas, también llamadas por el autor formas simbólicas, conforman el mundo del hombre.2 Para Cassirer, el lenguaje no es mera presentación sino re-presentación de la vivencia, que revive lo vivido pero que mantiene a cierta distancia esa experiencia. La representación a la que alude el filósofo no tiene un carácter puramente lógico, pues en cierto 1 Esta teoría fue desarrollada por el filósofo neokantiano Ernest Cassirer en su magna obra Filosofía de las formas simbólicas, escrita en alemán en 1923 y traducida al español, por primera vez, en 1971 por el FCE. De los tres tomos, el primero está dedicado al estudio del lenguaje como forma simbólica. 2 Véase Luis Galagarza, “El lenguaje como forma simbólica en la obra de Cassirer”, en Los lenguajes del símbolo, p. 125. DISCURSO Y PRODUCCIÓN SIMBÓLICA 337 POESÍA Y HERMENÉUTICA SIMBÓLICA modo es una presentación vinculada a la vivencia en forma intuitiva y, a la vez, es una representación lingüísticamente articulada. El lenguaje se distingue del mito, pues éste es considerado como un pre-lenguaje en el que aquél hunde sus raíces. También se distingue del logos, esto es, de la ciencia, pues ésta es vista como un post-lenguaje anunciado por el lenguaje. Es decir, el lenguaje tiene una posición intermedia entre el hombre y el mundo, y entre el mito y el logos; en otras palabras, es el lugar de tránsito de la comunicación entre esos polos; de ahí su carácter simbólico y mediador (Galagarza, 2001:126 y s.). Para Cassirer el lenguaje no es pura materialidad, sino una energía originaria del espíritu que mantiene unidos el sentido y el sonido de manera articulada y modelada para dar lugar a la significación; en esa interrelación alcanza su realización concreta. Ambos elementos (sonido y sentido) establecen un vínculo dialéctico que da lugar al contenido y a la interpretación. Esta visión se opone a la concepción positivista dual que considera una división entre la función referencial denotativa (indicativa) y la emotivaconnotativa (evocativa), pues el autor considera que esto aniquila al lenguaje como ámbito de mediación entre subjetividad y objetividad. Cassirer da prioridad a una función propiamente lingüísticarepresentativa, esto es, simbólica, en la medida que establece una relación entre lo que presenta y la cosa como realidad significada por esa presentación. En este sentido el aspecto referencial y el emocional aparecen como abstracciones de la representación intermedia del lenguaje, que no es ni mera evocación ni mera designación, sino una simbolización que incluye una parte objetiva como una subjetiva, Lilia Carrillo, Introspección, 1966 más bien diríamos intersubjetiva, dada la interdependencia y el grado de subjetividad que implica la relación. La concepción cassirerina deja abierta la posibilidad de que el lenguaje hable de algo real, aun cuando no se lleve a cabo de un modo referencial directo, y reconoce una referencia indirecta (simbólicarepresentativa) como su función primordial (Galagarza, 2001:129). DISCURSO Y PRODUCCIÓN SIMBÓLICA 338 POESÍA Y HERMENÉUTICA SIMBÓLICA La subjetividad y la objetividad (lo que existe al margen de toda apreciación), permanecen unidas a pesar de que, en determinados casos, predomine una de las dos; en el lenguaje ambos elementos influirán en la capacidad de interpretación simbólica de una realidad. Es decir, Cassirer considera que el lenguaje re-presenta la realidad, la simboliza mitológicamente; lo que implica que tal representación no es ni mítica ni lógica, sino analógica, ya que en el mito la imagen se identifica con lo simbolizado (lo presenta), mientras que en el lenguaje, éste se desprende de lo mítico, esto es, la palabra se separa de la cosa. Asimismo, el carácter intuitivo del símbolo lingüístico también se distingue del símbolo lógico-científico meramente significativo, pues en este caso, desaparecen las vivencias subjetivas del investigador y se expresa la cosa como tal. Cassirer señala: El lenguaje se convierte en el instrumento espiritual fundamental en virtud del cual progresamos pasando del mundo de las meras sensaciones al mundo de la representación [1998:29]. Podemos decir que para Cassirer, el lenguaje es el centro en el que confluyen el pre-lenguaje mítico y el post-lenguaje lógico científico. Por medio de éste se comunican mito y logos pese a su radical diferencia. La forma lingüística como mediación entre lo mítico y lo lógico concuerda con la simbología del dios Hermes que en la mitología griega es el mediador entre el mundo humano y el mundo divino y de cuyo nombre deriva la hermenéutica. La hermenéutica3 simbólica En el romanticismo, sobre todo alemán, se produce una interpretación poético-simbólica del lenguaje como médium (entre el creador y el receptor) de la cultura y el mundo; la hermenéutica romántica, con su concepción 3 El término hermenéutica proviene de las implicaciones que se le atribuyen al dios griego Hermes (mensajero de los dioses); símbolo occidental de la hermenéutica. Hermes mediaba entre los dioses y los hombres, entre las divinidades masculinas del Cielo y las femeninas de la Tierra, entre los amos y los esclavos, entre los vivos y los muertos. Hermes se reveló como el espejo del mundo griego y se convirtió en el dios del comercio internacional y de los comerciantes. DISCURSO Y PRODUCCIÓN SIMBÓLICA 339 POESÍA Y HERMENÉUTICA SIMBÓLICA idealista y panteísta de las profundidades del alma y la naturaleza, se caracteriza por un pensamiento simbólico-metafórico que incluye una tolerancia a la falta de precisión, en contradicción con el pensamiento racional que domina en Occidente. En la visión poético-simbólica el hombre no es propietario del lenguaje, sino que éste se constituye con la participación creativa del hablante. Esta visión se opone a la teoría sígnicocrítica de la Ilustración, precursora de la crítica empirista y racionalista que desemboca en la actual filosofía analítica anglo-americana. En este caso el lenguaje está predispuesto en secuencias lógicas y lineales propias de la racionalidad occidental que reprime el espíritu metafórico. La oposición de estas dos tendencias radica en que en la primera el símbolo se vincula a la tradición, mientras que en la segunda el signo está vaciado de esa tradición. El uso simbólico del lenguaje evoca el sentido, la ambivalencia, la analogía y la metáfora en la religión y en la poesía. El lenguaje constituye la potencia mágica creativa de la cultura y de la tradición. El uso del signo, en cambio, tiene un uso comunicativo convencional4 (números, lenguaje científico, escritura) que proporciona normas y valores históricamente conformados (Mayr, 1994:320). En la tradición hermenéutica el lenguaje no es un sistema de signos objetivable, susceptible de formalización matemática, sino que da prioridad a la función interpretativa. Lo importante es, entonces, la intuición poética, junto con sus metáforas e imaginación, es decir, el uso analógico-simbólico del lenguaje y no la concepción analítica del signo. La idea del lenguaje ideal y científico persiste en la Ilustración desde Leibniz, quien lo reduce a números, hasta Lavoisier, quien utiliza un lenguaje científico para la química. La hermenéutica opera con la lógica de que el lenguaje, en primera instancia, es popular, materno y cotidiano y después se formaliza para convertirse en lenguaje artificial de la ciencia, 4 La hermenéutica se opone a la concepción de Ferdinand de Saussure en cuanto a su definición de signo, pues para él todo signo está compuesto por un significante (la parte material, tangible, visible y fonética) y el significado o concepto, esto es, la idea que nos hacemos en la mente con relación a esa materialidad aludida. Entendido así, a cada significante correspondería un significado, mientras que para la hermenéutica la significación es la interpretación que el sujeto lleva a cabo de un conjunto de signos, que en este caso se denomina texto, al referirse a toda producción cultural sujeta a las interpretaciones del intérprete. Para una revisión del concepto de signo en Saussure, véase Curso de lingüística general citado en la bibliografía. DISCURSO Y PRODUCCIÓN SIMBÓLICA 340 POESÍA Y HERMENÉUTICA SIMBÓLICA tal como ha sido configurado por Galileo, Descartes, Newton y Leibniz en la modernidad (Mayr, 1994:328). La hermenéutica como teoría de la comprensión de las ciencias del espíritu se desarrolla desde el siglo XIX. Su significación se renueva con la fenomenología de Edmund Husserl quien relativiza la idea de exactitud en las ciencias. Después Heidegger y H. G. Gadammer ya no conciben a la hermenéutica como la ciencia del espíritu, sino como la comprensión social e histórica del ser. En estos dos autores tiene gran influencia la hermenéutica romántica.5 “El Círculo de Eranos” y la hermenéutica simbólica Un papel importante dentro de lo que actualmente se denomina hermenéutica simbólica lo desempeña la escuela de Eranos. El presente trabajo se ha inspirado de sus concepciones originales y de sus tendencias. El nombre “Eranos” fue propuesto por Rudolf Otto a la coordinadora general del Círculo, Olga Fröbe, y significa en griego “comida en común” (Ortiz-Osés, 1994:9). Los orígenes de Eranos se inspiraron en C. Gustav Jung y los miembros del grupo se reunieron de manera anual de 1933 a 1988 en Ascona, Suiza. Su labor principal ha consistido en estudiar las pautas culturales para comprender el mundo, mediante investigaciones multidisciplinarias de carácter filosófico-científico. Esta manera de enfocar sus estudios difiere de la escuela junguiana de Zurch con quien comparte el mismo origen, sólo que esta última se ha dedicado a investigaciones relacionadas con la conducta psicológica. 5 La hermenéutica, en su concepción general, se define como la comprensión, la interpretación y la traducción, ya sea en el sentido estricto de la palabra hablada o escrita, o bien en un sentido más amplio, referida a toda producción cultural, histórica o tradicional. La filosófica hermenéutica (anterior a las corrientes textuales) tiene sus orígenes en la crítica de los mitos y la interpretación de la poesía de Platón, en la Poética y retórica de Aristóteles, en la interpretación alegórica de los mitos desde Heráclito, así como en la del Antiguo Testamento en confluencia con la filosofía griega. Los orígenes más próximos de la hermenéutica se ubican en la historia de la exégesis y de la hermenéutica bíblico-cristiana, en el método de la filología clásica, en la ciencia del lenguaje y en la interpretación del derecho, del arte y de las ciencias históricas. DISCURSO Y PRODUCCIÓN SIMBÓLICA 341 POESÍA Y HERMENÉUTICA SIMBÓLICA En Eranos las nociones de Jung “inconsciente colectivo” y “arquetipo” se trasladan de lo psicológico a lo cultural en un sentido amplio del término. Mientras los junguianos como Erich Neumann (1905-1960) conciben el inconsciente colectivo y sus estructuras arquetípicas de un modo psicoantropológico, los llamados posjunguianos como James Hillman lo conciben desde un modo culturalista, es decir, el inconsciente colectivo constituye la memoria y la imaginación y los arquetipos forman parte de las imágenes fundamentales. La transición del junguismo al posjunguismo la realiza H. Corbin, quien crea el término imaginal en lugar de inconsciente colectivo y establece que los arquetipos son las imágenes. Por su parte J. Omán, en la línea de los posjuguianos, alude a un trasfondo simbólico-cultural que prefigura nuestras pautas conscientes. Él concibe al inconsciente como un inconsciente cultural, y a los arquetipos como matrices de nuestros patrones de comprensión que subyacen a nuestras estructuras. En la misma dirección Andrés Ortiz Osés concibe el inconsciente colectivo como Lilia Carrillo, Verano transparente, 1972 un “imaginario simbólico”, a cuyas estructuras o arquetipos les llama símbolos radicales. Para este investigador lo simbólico representa la mediación entre el inconsciente (colectivo) y la conciencia (individual), así como entre la matriz arquetípica (inconsciente) y su concienciación. El simbolismo media entre lo arquetípico (junguiano) y lo imaginal (posjunguiano). La configuración simbólica se sitúa en un campo intermedio (lo anímico). De esto podemos concluir que para Eranos el simbolismo es la médula de sus investigaciones. El símbolo en la poesía Carl G. Jung cita con respecto al símbolo: El hombre emplea la palabra hablada o escrita para expresar el significado de lo que desea transmitir. Su lenguaje está lleno de DISCURSO Y PRODUCCIÓN SIMBÓLICA 342 POESÍA Y HERMENÉUTICA SIMBÓLICA símbolos pero también emplea con frecuencia signos o imágenes que no son estrictamente descriptivos. Para Jung el símbolo es un término, un nombre que posee connotaciones específicas además de su significado corriente y obvio. El símbolo representa algo vago, desconocido u oculto que tiene un aspecto “inconsciente” y que nunca está definido con precisión o completamente explicado (1995:20). Desde esta definición podemos pensar la utilidad del concepto en el estudio de la poesía, pues el poeta expresa todas aquellas ideas y sentimientos difíciles de enunciar de manera directa, debido a la subjetividad de los conceptos que desea expresar. Para Gilbert Durand (2000:9) el símbolo es una forma indirecta de representar las cosas, cuando por alguna razón no se pueden presentar de manera directa. En estos casos, lo que se quiere representar ante la conciencia, se produce mediante una imagen, en el sentido amplio del término. Durand señala que el dominio de los símbolos son las cosas ausentes o imposibles de percibir, como la metafísica, el arte, la religión, la magia, el alma, los espíritus, los dioses. El símbolo es, en consecuencia, una representación que hace aparecer un sentido oculto, es la epifanía6 de un misterio (2000:13 y s.). La significación, por tanto, se logra mediante los símbolos dentro de los cuales lo simbolizante representa lo simbolizado. Esta relación es el modelo nuclear de toda estructura, es una figura operativa en tanto que el símbolo representa lo que simboliza, por medio de lo cual se visualiza la integridad de un fenómeno. La poesía de nuestro siglo Los apartados anteriores señalan que el lenguaje es considerado como un conjunto de símbolos verbales que median entre su interpretación y la realidad (Cassirer). Asimismo, se explica la importancia de la hermenéutica simbólica para llegar al trasfondo de las significaciones. Es necesario volverse ahora, a nuestro objeto de estudio: la poesía y sus particulares características 6 Aparición de lo inefable o indescriptible. DISCURSO Y PRODUCCIÓN SIMBÓLICA 343 POESÍA Y HERMENÉUTICA SIMBÓLICA en la actualidad, que inducen a reflexionar sobre una forma adecuada para comprenderla desde una perspectiva válida y acorde con su carácter artístico. Eduardo Milán (2001:118-124) señala que en el siglo XX (y en el actual) el lenguaje poético se ha caracterizado por establecer la diferencia entre sí mismo y la realidad. Este fenómeno es muy evidente en el movimiento vanguardista7 en el que se rindió culto a esa diferencia. Según Milán esta característica es producto de “la incapacidad del lenguaje poético de trascender la realidad y de trascenderse a sí mismo”, esto es, el lenguaje ha sido incapaz de explicar la realidad, ya que ésta es, en muchas ocasiones, inexplicable; asimismo, la poesía no ha podido establecer los límites de su propio lenguaje con relación a su vínculo con la realidad circundante; lo que significa, en términos generales, que su lenguaje ha sido inaccesible. La poesía de nuestro tiempo ha buscado autonomía en sus formas de expresión, la innaccesibilidad de su lenguaje para entenderla, rasgo particular de la poesía desde el vanguardismo, es producto de una reacción a la crisis producida porque en los siglos precedentes, en los que prevaleció el racionalismo, se excluyó la dimensión mítica-simbólica. Según Milán el culto a sí mismo del lenguaje poético del siglo XX es producto del bloqueo de la posibilidad de ese lenguaje para referirse a ese espacio (míticosimbólico), a causa de la intención de hacer objetivos aspectos subjetivos por naturaleza. Quizá por eso Roman Jakobson adjudica a la función poética del lenguaje una atención al aspecto material de los signos vuelta hacia sí misma (autorreferencial), y aunque señala que esa materialidad tiene una doble condición: la que actúa en el lenguaje protegida por una relación con un espacio simbólico y la que no actúa en esta dimensión, esta última es la que ha dominado en el siglo XX, pues ha existido el ya aludido bloqueo referencial a esa realidad simbólica.8 7 En el periodo vanguardista se produce un conjunto de manifestaciones artísticas que plantea la innovación en las artes y la creación, junto al avance tecnológico y las transformaciones sociales. En esta etapa, fundamentalmente en la poesía, prevalecen las desviaciones en las normas lingüísticas que generan una inaccesibilidad al leguaje poético y su incomunicabilidad. 8 Véase Eduardo Milán, “En su ausencia: tres notas sobre poesía”, en Los lenguajes del símbolo, 2001. DISCURSO Y PRODUCCIÓN SIMBÓLICA 344 POESÍA Y HERMENÉUTICA SIMBÓLICA El carácter artístico del objeto de estudio Las consideraciones teóricas precedentes se han encaminado a la manera en que se puede lograr la comprensión profunda de las significaciones de un texto poético a través de la hermenéutica simbólica; sin embargo, debemos considerar que el núcleo de nuestro trabajo es una obra artística, por lo tanto, un estudio de poesía no debe dejar de lado los rasgos específicos de toda obra de arte. En ésta el significado se encuentra estrechamente vinculado a la manera en como está construida y en la conjunción de estos dos elementos, significación y forma, se valora su carácter artístico, el cual ha sido motivo de estudio de varias disciplinas, como la retórica, la lingüística, la semiótica, entre otras. Jan Mukarovsky habló de una semiótica del objeto estético, cuyo modelo buscó determinar a la obra de arte literaria como un sistema de signos con función estética, deslindada de otras funciones tales como la representativa, la expresiva, la apelativa, y consideró que en la función estética el receptor establece una relación con el “objeto estético” (Warning, 1989:15 y s), lo cual significa que dentro de los criterios de valoración artística, esto es, los elementos que el lector posee para determinar que está frente a una obra de arte —que pueden referirse al uso de determinadas palabras, formas en la articulación del lenguaje, orden y estructura en la exposición de temas, entre otras—, influyen las normas o cánones que predominan en el ámbito artístico de una época, así como las experiencias individuales de los lectores, dentro de las cuales se incluye su formación cultural acerca del arte. El estilo entendido como el conjunto de características peculiares que distinguen a una obra de otra es un criterio de valoración artística, en el sentido en que se ubica en el terreno de la forma, esto es, el estilo reúne los rasgos de una obra determinada. Además, mediante el estilo, según Meo Zilio (2002:27), se puede obtener la “radiografía”9 del texto, ya que éste es el terreno en el cual se manifiesta más directamente la esencia de lo que expone el poeta; en otras palabras, mediante los procedimientos empleados en la escritura de la construcción poética podemos llegar al fondo significativo del poema. 9 El término es retomado por el investigador de Leo Spitzer. DISCURSO Y PRODUCCIÓN SIMBÓLICA 345 POESÍA Y HERMENÉUTICA SIMBÓLICA El análisis estilístico en la poesía toma en cuenta las características fonéticas, y éstas son definidas como la parte sonora mediante la cual se expresan los significados al exterior de toda obra; están relacionados con la musicalidad, el ritmo, el tono, la puntuación entre otros elementos, y cumplen una función estética y un apoyo a la significación simbólica. Dentro del estilo también se incluyen los procedimientos abstractos o construcciones complejas al interior del texto. Estos procedimientos se observan en las frases complicadas o ambiguas, en la disparidad de los contenidos temáticos, en la oscuridad semántica, y delinean el carácter artístico del texto; así también refuerzan los matices significativos. El círculo de las características de estilo que pueden calificar a la obra como artística se completa con el análisis del léxico. La diversidad de formas utilizadas en el uso del lenguaje, la manera en que se presentan para lograr el lenguaje simbólico, así como las formas de adjetivar, el uso de neologismos, arcaísmos, tecnicismos entre otros, contribuyen a definir el carácter artístico del texto. Procedimiento de estudio Bajo la perspectiva teórica planteada, el procedimiento a seguir en un estudio del texto poético implicaría, en primera instancia, la pregunta acerca de la manera en que se representan los principales símbolos en la poesía, así como el cuestionamiento sobre los mecanismos y los signos utilizados para la construcción de un lenguaje simbólico. Asimismo, conviene visualizar, en una primera lectura, las particularidades del objeto de estudio en cuanto a los temas que trata, el tipo de lenguaje empleado, la estructura, etcétera. Esto obligaría a extraer del corpus elegido algunos ejes temáticos alrededor de los cuales se observarían los símbolos principales, lo que permitirá una mejor estructuración analítica que derivaría en una interpretación cercana al plano significativo del hablante y de los textos. Es decir, dentro de una perspectiva formal referida a los aspectos internos del texto proponemos siguientes parámetros: DISCURSO Y PRODUCCIÓN SIMBÓLICA 346 POESÍA Y HERMENÉUTICA SIMBÓLICA Detectar todos aquellos elementos, expresados bajos diferentes modalidades, que representen los símbolos principales. Analizar la estructura fonética de los poemas, esto es, la musicalidad, el acento, la vibración, la puntuación, la sonoridad entre otros elementos.10 Realizar un análisis sobre los procedimientos abstractos. Estudiar el empleo del lenguaje o léxico. Estos procedimientos pueden tener como base la caracterización del referente artístico en cuanto a indicar los rasgos visibles que después contribuirán a un análisis más profundo. Partimos de la idea de que al observar todos estos elementos en el análisis de estilo se llegará a las generalizaciones esperadas, pues estudiar con profundidad algunos aspectos de los poemas permitirá detectar algunos rasgos estilísticos reiterativos que podrán extenderse a toda la obra, como parte del estilo del autor, en el que también se incluirá el sentido esencial del texto poético. Roman Ingarden señala algunas características de los “sonidos verbales” que pueden constituir herramientas analíticas para el estudio fonético en la poesía. El ritmo, que es la combinación y sucesión de sonidos repetidos con una frecuencia determinada. La melodía, determinada por la presencia de una sucesión de vocales con un tono especial al interior del texto (la rima y la asonancia forman parte de esta categoría). Las cualidades emocionales, cuyos rasgos no son estrictamente fonéticos, pero que tienen su base en los sonidos verbales y son las varias cualidades emocionales o de humor como lo triste, lo melancólico, lo alegre entre otras. El tempo, que consiste en una característica fonética relacionada con la “agilidad”, “lentitud” o “pesadez” de la expresión verbal. La polifonía que se produce cuando la “materia fónica” está en completa armonía con los demás estratos de la obra (Ingarden, 1998:55-82). 10 Véase Ingarden (1998), “El estrato de las formaciones lingüísticas del sonido” en La obra de arte literaria, Taurus-Universidad Iberoamericana, citado en la bibliografía. DISCURSO Y PRODUCCIÓN SIMBÓLICA 347 POESÍA Y HERMENÉUTICA SIMBÓLICA Por su parte Tzeven Todorov aporta un conjunto de categorías retóricas, es decir, una clasificación de formas de exposición en el discurso poético que se pueden relacionar con la fonética de un texto. Entre ellas señala las siguientes: De repetición, que aparece con frecuencia como parte del estilo en muchos poemas. De antítesis, cuando las relación entre varios elementos del lenguaje son de oposición. De gradación, en caso de que exista una relación de cantidad entre las palabras. De subjetividad, que implica una valoración en grados diferentes y permite elaborar apreciaciones y compararlas con otras. De tiempo, indicado por las pausas y los espacios indicados por los signos de puntuación. De voz, vinculada al sujeto de enunciación (Todorov, 1975:40-60). En cuanto a los procedimientos abstractos, referidos a todos aquellos aspectos que no aparecen de manera muy clara y que han constituido una de las mayores dificultades para comprender las significaciones de las obras, es pertinente observar en las estructuras, aparentemente desarticuladas, cuál es el núcleo de los poemas, mediante el análisis de los siguientes aspectos: Abstracción de lo concreto, concretización de lo abstracto. Las oposiciones en el tiempo, en el espacio, en el modo de enunciación o mezcladas. La utilización de los adverbios. La oscuridad semántica o la falta de claridad en la significación. La disparidad en los contenidos temáticos (histórico, sociológico, filosófico, vivencial) entre otros elementos a estudiar, cuya pertinencia se observe en el transcurso del análisis. Se debe distinguir de qué manera los procedimientos abstractos refuerzan el significado simbólico de los poemas. DISCURSO Y PRODUCCIÓN SIMBÓLICA 348 POESÍA Y HERMENÉUTICA SIMBÓLICA Esquema Análisis fonético Análisis de los procedimientos abstractos p Tema Símbolos q Análisis del léxico En el apartado que corresponde al léxico debe considerarse la diversidad de formas utilizadas por medio del lenguaje como la adjetivación, el empleo de americanismos, los arcaísmos, los neologismos, los giros coloquiales, las locuciones,11 las propiedades del lenguaje, la sobriedad, los tecnicismos, la propensión a los diminutivos, los cambios de función entre sustantivo y adjetivo, las anomalías sintácticas. Es decir, se estudiará la forma en que está construido el lenguaje y cómo contribuye a la construcción simbólica. La exterioridad literaria Todo estudio bajo los parámetros de la hermenéutica debe considerar los factores exteriores al texto, ya que éstos influyen en la subjetividad del poeta y, por tanto, enriquecen el análisis formal. Estos factores pueden incluir, a) el vínculo con las reminiscencias del entorno cultural de quien 11 Lázaro Carreter (1962), define las locuciones como la combinación de dos o más términos que funcionan como oraciones de utilización común en un determinado ámbito lingüístico. Como ejemplo utiliza la expresión: una mujer de rompe y rasga, poner de vuelta y media, cuyo significado es insultar. DISCURSO Y PRODUCCIÓN SIMBÓLICA 349 POESÍA Y HERMENÉUTICA SIMBÓLICA escribe, por ejemplo, las influencias étnicas de un poeta, b) la alusión a referencias biográficas, esto es, su entorno familiar que pudiera manifestarse en algunos contenidos afectivos como la tristeza o la melancolía. También se incluyen en este apartado todos aquellos elementos que reflejen los recuerdos de infancia y vivencias cotidianas, etcétera. Estos aspectos, que en primera instancia, pudieran aparecer como “recuerdos”, pueden constituirse, dentro de un poema, en asuntos de “espíritu”. Esto significa que se convierten en temas esenciales que el poeta busca responderse y que los expresa a través de la escritura. Un tercer aspecto que tiene que ver con la exterioridad literaria, lo constituyen c) los factores sociopolíticos, culturales, religiosos y en particular el contexto poético en el cual se escribió la obra, así como su ambiente geográfico. Las influencias culturales, de acuerdo con Meo Zilio (2002:13-15), se clasifican en tres órdenes: religioso, sociopolítico y literario. El primer orden está ligado a la educación escolástica, el segundo a los aspectos que influyeron en la conciencia social y política y la tercera se refiere a las lecturas juveniles y a los contactos directos e indirectos con la literatura que tuvo relación el poeta. Los factores antes señalados serán de utilidad para ubicarse en el plano de la producción literaria y, sin duda, serán elementos que ayudarán a comprender el significado de la obra y su dimensión artística. Dicho de otro modo, el conjunto de símbolos lingüísticos empleados en la poesía estará asociado a imágenes que tienen que ver con las vivencias del poeta, su entorno cultural, sociopolítico y religioso y formarán parte de las influencias que determinarán su producción poética; lo que nos llevará a una mejor comprensión de la obra, tanto en el aspecto significativo como artístico. También, es pertinente preguntarse si los factores exteriores al texto fueron determinantes para lograr la estética de un poema u obra o valorar si esas características forman parte de las innovaciones del autor. Cabe mencionar que los factores que condujeron a que la obra poética se escribiera de determinada manera se extienden también a los lectores y a los investigadores al momento de valorarla. Los parámetros para el estudio de una obra se rigen también por una serie de condiciones, entre ellas están los diferentes enfoques a tomar en cuenta, los conocimientos teóricos, la sensibilidad en la interpretación y el entorno cultural que determina los DISCURSO Y PRODUCCIÓN SIMBÓLICA 350 POESÍA Y HERMENÉUTICA SIMBÓLICA cánones estéticos desde el ángulo de quien observa el fenómeno, así como todo lo que incluye la experiencia individual tanto de los lectores como de los estudiosos de las obras. Este fenómeno es lo que Hans Robert Jauss denomina horizonte de expectativas del lector,12 referido al conjunto de factores que influyen en la interpretación y en la percepción de una obra en un momento histórico determinado. Por lo tanto, durante la experiencia de la lectura siempre habrá factores desconocidos, “porque no podemos conocer la naturaleza última de la materia” (Jung, 1995:23), pues además, señala Jung, hay aspectos que no se perciben de manera consciente y permanecen bajo el umbral de la conciencia. De esto se deriva la consideración de que todo texto produce múltiples interpretaciones y que ninguna lectura llega a verdades concluyentes, sino que la multiplicidad significativa redunda en una comprensión más amplia y completa de la obra. Conclusión La hermenéutica simbólica contribuye a penetrar en el trasfondo de las significaciones, sin perder de vista que los poemas siempre serán susceptibles de nuevas interpretaciones desde diferentes ángulos y que cada lectura, lejos de ubicarse dentro de una jerarquía de acuerdo a su grado de importancia, puede tener un valor equivalente; es indudable que muchos de los trabajos contribuirán a una mejor comprensión y a un mayor enriquecimiento de la obra. Los estudios cuyos parámetros se rigen por el conjunto de teorías hermenéuticas no pretenden el logro de conclusiones definitivas basadas en la exactitud; en cambio, consideran la relatividad que incluye la interpretación, ya que la relación significante-significado en el símbolo se divide en la parte simbolizante por un lado, que estará a nuestro alcance en el lenguaje de los poemas y lo simbolizado que nos conducirá a la interpretación de múltiples significados. La finalidad no es lograr “verdades objetivas” como resultado de un estudio “científico” del texto, pues se 12 Para una revisión del concepto horizonte de expectativa véase “Experiencia estética y hermenéutica literaria” en, En busca del texto, pp.75-87, citado en la bibliografía. DISCURSO Y PRODUCCIÓN SIMBÓLICA 351 POESÍA Y HERMENÉUTICA SIMBÓLICA considera que la cantidad de factores involucrados en la apreciación de una obra artística son múltiples, de distinta índole y realizados bajo la perspectiva de sujetos diferentes; por lo tanto, lo que se pretende es un acercamiento a las obras a través de las representaciones simbólicas. Consideramos que la escritura poética, como la de toda obra literaria, aún en el caso de textos herméticos es intencional13 y responde a actitudes estilísticas, cuyo lenguaje simbólico representa temas de gran complejidad que el poeta transforma en efectos estéticos (emocionales), sin preocuparse por reducir su lenguaje a términos lógicos para hacerlos comunicables. El poeta traslada la complejidad de sus sensaciones y pensamientos al lector para que éste los pueda experimentar de la misma manera. El lector está obligado, dentro de lo posible, a colocarse en el plano del hablante (poeta) y a desvincularse de los parámetros tradicionales de interpretación para captar los significados de la obra. Las técnicas expresivas no siempre se pueden determinar bajo las normas ya establecidas y van desde la multiplicidad significativa de las palabras, las construcciones complejas, las asociaciones incompatibles, la sintaxis caótica hasta las arbitrariedades ortográficas. 13 Roman Ingarden (1998:150 y s.) asegura que toda obra literaria es un objeto intencional y señala que el estrato del sentido se halla estrechamente ligado a esa intencionalidad. Por intencionalidad se entienden los actos creados por la conciencia, efectuados por un ego y plasmados en las palabras, frases, oraciones o sonidos verbales por medio de los cuales se proyecta el sentido. DISCURSO Y PRODUCCIÓN SIMBÓLICA 352 POESÍA Y HERMENÉUTICA SIMBÓLICA Bibliografía Cassirer, Ernest (1998), Filosofía de las formas simbólicas, FCE, México. Durand, Gilbert (2000), La imaginación simbólica, Amorrortu, Buenos Aires. Galagalza, Luis (2001), “El lenguaje como forma simbólica en la obra de E. Cassirer”, en Los lenguajes del símbolo. Investigaciones de hermenéutica simbólica (Hermeneusis 7), Anthropos/ CRIM/UNAM, Barcelona/México, Ingarden, Roman (1998), “El estrato de las formaciones lingüísticas de sonido”, en La obra de arte literaria, Gerald Nyenhuis (trad.), Taurus/Universidad Iberoamericana, México. Jauss, Hans Robert (1993), “Experiencia estética y hermenéutica literaria”, en En busca del texto, teoría de la recepción literaria, Dietrich Rall (comp.), UNAM, México. Jung G., Carl (1995), El hombre y sus símbolos, Paidós, Barcelona. Mayr K. Franz (1994), “Hermenéutica del lenguaje y aplicación simbólica”, en Arquetipos y símbolos colectivos, Anthropos, Barcelona. 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