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Ernesto Fedón Arteaga
Psicólogo - UCAB - Venezuela
Postgrado - UCL - Bélgica
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APUNTES DE PROBLEMAS EMOCIONALES II
Psc. Ernesto Fedón Arteaga
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CAPÍTULO I : CONDUCTA INADECUADA: EL SÍNTOMA
A.- La dinámica freudiana:
Según la visión freudiana, en el síntoma el yo se enfrenta al impulso erótico y al impulso
destructivo, pero al mismo tiempo intenta satisfacerlos de alguna manera. Esta creación del yo que
llamamos síntoma tiene un objetivo doble: por una parte tiende a gratificar a ello y por otra parte a
rechazar el impulso de acuerdo a las exigencias del super-yo por lo que en términos generales el
síntoma es un compromiso y el sufrimiento del enfermo se halla en relación con el hecho de que
experimenta el síntoma a la vez como un cuerpo extraño y como parte de él mismo.
B.- Los beneficios del síntoma:
El síntoma tiene dos tipos de beneficios:
1.- Los beneficios primarios: En primer lugar diremos que en el síntoma se obtiene
una satisfacción aunque sea limitada de los impulsos reprimidos y este es el principal beneficio
primario. Además el síntoma expresa una necesidad de sufrir como expresión de la autopunición,
sentimiento acompañante generalmente en las enfermedades psicosomáticas.
Estos dos beneficios ayudan a la persistencia del síntoma puesto que producen una
especie de escisión en el yo: una parte de él sufre regresión como mecanismo de defensa frente a
la tensión y la otra parte sufre la presión del superyo y su consiguiente sentimiento de culpa que
vigorizan los mecanismos de defensa contra los impulsos reprimidos y ello genera regresión....etc.
2.- Los beneficios secundarios: Podemos nombrar e primero el provecho material
que el enfermo psicosomático puede obtener de la enfermedad: sumisión y complacencia de los
demás, cuidados especiales o la no obligatoriedad del trabajo, etc. Además bajo el punto de vista
psicológico el beneficio secundario es de tipo narcisista ya que el síntoma debilita el yo, lo escinde y
el yo pierde su buena imagen, así que el síntoma como proceso que busca reintegrar el yo colabora
con la restitución de la buena imagen de sí mismo. (Coderch, 103)
C.- La racionalización del síntoma:
La racionalización está compuesta por las razones y argumentos inconscientes falsos que
justifican ante uno mismo un tipo de comportamiento o unos sentimientos determinados.
La naturaleza de los síntomas producidos por la ansiedad hace más fácil para el sujeto
explicárselos sobre la base de una imaginaria enfermedad somática que no como resultado de un
conflicto subconsciente o inconsciente.
La enfermedad escogida y la explicación racional dependen de los órganos o sistemas
donde se asientan los síntomas de ansiedad como del hecho de que tal enfermedad haya jugado
un papel significativo en la historia del paciente, sus familiares, etc., así como las influencias
culturales, iatrógenas, etc., y la persistencia de los mismos muestran la importancia de mantener
reprimido el conflicto interno.
La razón es que en tanto pueden racionalizar que la ansiedad, que emerge de una
inadecuada represión, es producida por alguna lesión orgánica, les es posible evitar el miedo
mucho mayor a enfrentarse con sus conflictos psíquicos internos.
Dado que la racionalización contribuye a la represión de la verdadera fuente de ansiedad, el
paciente con tal tipo de mecanismo defensivo es más difícil de tratar que aquel que no lo presenta.
El paciente va de médico en médico...interpretando su síntoma como evidencia de
enfermedad somática y resiste tenazmente cualquier intento por hacerle ver lo erróneo de sus
temores y desde luego rehusa a hacerse cargo de su ansiedad y solicitar ayuda en relación a ella.
(Coderch, 116)
D.- El síntoma en el niño:
Al hablar del síntoma en el niño debemos pensar (1)que es la “figura” que hay que analizar
en el “fondo” constituido por el marco del desarrollo evolutivo y de maduración del niño. Así muchos
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problemas que clasificamos de neuróticos en el adulto en el niño son más bien problemas
funcionales ya que la vía del conflicto a síntoma es más corta en el niño que en los adultos.
También es bueno notar (2) que la conciencia de enfermedad en los niños no es completa
ni autónoma y que es permeable a las influencias psicológicas exógenas especialmente de los
adultos, sobretodo antes de los 10 años. (Ajuriaguerra, 155).
E.- Patología somatopsíquica:
1.- Generalidades: Estas enfermedades en las que los factores psicológicos
participan en forma muy importante en el desencadenamiento, evolución y pronóstico de la
enfermedad las llamamos somatopsíquicas o psicosomáticas. El comienzo puede ser originado
tanto en lo psíquico como en lo somático. (Gomberoff, 68)
No están todavía bien marcadas las diferencias de estas enfermedades con las neurosis,
pero se puede decir que son enfermedades aparentemente orgánicas que clásicamente
pertenecían al campo de la medicina interna y que recientemente se ha descubierto su psicogenia.
En ellas es perceptible en sus últimas etapas una anatomía patológica propia, mientras que en las
neurosis es predominantemente psíquica.
Para los psicoanalistas en el psicosomático, en lugar de los procesos de represión y
simbolización del yo, aparece la hiperplasia del ego que arrancaría los problemas del subconsciente
y los enrolaría en modos de comportamiento conscientes. (Vallejo-Nájera, 166)
2.- Emociones y órganos: Hay varias opiniones entre los autores sobre la conexión
del órgano con el síntoma:
a) El órgano sería escogido por su simbolismo: una úlcera es un mordisco
que se quiere dar a una persona que se odia pero no se le puede dar. Esta teoría parece no tener
mucha aceptación ya que parece ser muy simplista y el ser humano no funciona dentro de estos
parámetros tan poco complejos.
b) El órgano más débil en el individuo por su contextura, etc., reflejaría o
asumiría la carga emocional.
Sea cual fuere la interpretación, en general hay una expresión de las emociones que no se
manifiestan por la vía correspondiente debido a la represión que el sujeto efectúa en ellas. El
sistema nervioso simpático y parasimpático se mantendría en una respuesta crónica repercutiendo
en un órgano efector como el estómago, la piel, etc.
3.- Tipología del psicosomático: Los pacientes psicosomáticos aparecen
generalmente despreocupados de su afección, pero angustiados por las exigencias de su trabajo o
quehacer y con marcada dificultad para expresar sus sentimientos y vivencias (alexitimia),
manteniéndose muy dependientes en las relaciones interpersonales. (Gomberoff, 169).
4.- Etiología: Según las escuelas, el psicoanálisis buscaría el porqué del problema
como síntoma de conversión, los conductistas los interpretarían como una conducta aprendida por
moldeamiento o como reacción y un tercer grupo utilizará esquemas de interpretación mixtos con
presencia inclusive de factores hereditarios, etc. (Ajuriaguerra, 817).
CAPÍTULO II : SÍNDROMES PSICOSOMÁTICOS (PRIMERA PARTE)
1.- Sistema nerviosos central:
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a) Dolor de cabeza: Es un achaque común en niños y adultos. Puede ser
indicio de una enfermedad somática, expresión de fatiga, reacción de preocupación desengaño o
manifestación hipocondríaca.
Casi no hay enfermedad física sin algún dolor de cabeza y en algunas afecciones es uno de
los síntomas más destacados. Junto con los vómitos y la neuritis óptica es una característica
constante de los tumores intracraneanos, presentándose además en la tuberculosis, la meningitis,
la poliomelitis, trastornos renales, cardíacos y gástricos. También se asocia a los defectos de
acomodación visual y en algunas enfermedades febriles así como infecciosas especialmente en
adenoides y sinositis. También lo conseguimos en el resfriado común y en situaciones menos
traumáticas como dormir en cuartos calurosos y/o mal ventilados. Los niños sifilíticos suelen
quejarse de fuertes dolores occipitales nocturnos, así como los niños mal nutridos.
En cuanto a los factores psicológicos desencadenantes, el dolor de cabeza tensional es el
más frecuente y se acompaña normalmente de ansiedad, náuseas, vómitos y contracción
muscular, especialmente en la nuca. Los niños con tendencia hipocondríaca se quejan con más
frecuencia de dolores de estómago, pero a veces también de dolor de cabeza (aprendiendo
generalmente de los adultos) ante situaciones o tareas no gratas para ellos.
El estrés y las necesidades de protesta bloqueadas o una ambivalencia entre autonomía y
dependencia también lo produce.
b ) El síndrome hemicránico: es una forma específica de dolor de cabeza
que se caracteriza por su periodicidad, comienzo agudo con dolor intenso y malestar asociado con
perturbaciones gástricas y recuperación súbita y completa.
Generalmente duele la mitad de la cabeza a veces con perturbaciones en los ojos
(hemicranea oftálmica). Es eminentemente hereditaria y algo más común en niñas que en varones.
c) La jaqueca: cefalalgia acompañada de náuseas y vómitos con
desajustes vasomotores y que aparece de repente. La mayoría de los autores le dan mucha
importancia al factor familiar y psicológico del niño: son niños hipersensibles, ambiciosos, irritables,
de personalidad rígida y agresividad reprimida con egocentrismo.
El tratamiento debe ocuparse no solo del síntoma sino de sus causas. Para las crisis utilizar
la medicación diseñada por el médico, aplicación de calor o frío, inhalación de oxígeno y drogas
como la aspirina y una dieta balanceada mas la debida atención a las alteraciones psicológicas
mediante la psicoterapia mejoran generalmente el cuadro.
2.- Sistema circulatorio
Hay un contraste entre la frecuencia relativa de las afecciones circulatorias psicógenas en
los adultos y su escasez en los niño por lo que podemos afirmar que la práctica médica (factor
iatrógeno) y la familia son los orígenes comunes de las neurosis cardíacas de los niños. Veamos
las principales disfunciones:
a) Rubor y palidez: La participación vasomotora en las reacciones
afectivas suele expresarse exteriormente en forma de rubor o palidez que se extiende hacia el
cuello y el pecho.
Cuando este fenómeno se convierte en obsesión se denomina “eritofobia” . La palidez con
“carne de gallina” es un síntoma de colapso emocional, aunque no solamente de este.
b) Taquicardia: Hay niños que conservan mucho tiempo la costumbre de
responder con taquicardia mas o menos intensa y/o palpitaciones a las excitaciones alcanzando
entre 140 y 160 pulsaciones. A veces la taquicardia es manifestación del hipertiroidismo puberal o
prepuberal y por lo general desaparece entre los 15 y 20 años. El tratamiento consiste en el
establecimiento de una distribución equilibrada del trabajo y el descanso, adaptando al niño al
hogar y la escuela mediante la creación de un ambiente tranquilo.
c) Hipertensión: A los niños neurópatas la presión sanguínea les varía
según la situación general y se puede afirmar que la variación de la tensión es una función de su
nivel afectivo.
d) Desvanecimientos o síncopes: Tienen como factor desencadenante la
fatiga y el agotamiento, especialmente cuando existen factores complementarios como el calor,
hambre, mala ventilación y/o prolongadas formaciones en fiestas escolares, ceremonias religiosas,
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etc. Aproximadamente la mitad de los síncopes tienen causas afectivas como miedo, disgusto, con
un tono general de infelicidad y descontento.
No requieren tratamiento especial sino calma en las personas que rodean a niño, reposos y
la creación de una atmósfera familiar y escolar tranquilas.
3.- Sistema respiratorio:
Es uno de los sistemas más influenciados por los estados emocionales que se manifiesta
de múltiples maneras: ahogos, asma, hipos, tos, estornudos infrenables, bostezos, etc. Los
trastornos más comunes son:
a) El asma: Se caracteriza por una modificación del ritmo respiratorio y
expiratorio que se acompaña de espasmos bronquiales y de desórdenes en la secreción mucosa.
Recientemente la sintomatología se atribuye a una defensa del organismo contra sustancias
extrañas irritantes como un tipo de alergia. Sin embargo su etiología es más compleja por los
factores psicológicos que conlleva.
Los desencadenantes normales son estrés psicosocial grave o incidentes psicológicos
cargados de angustia.
La personalidad del niño asmático se caracteriza por ansiedad, falta de confianza en sí,
inseguridad, dependencia y tensión. Con un C.I. generalmente promedio y con alta sensibilidad a
las relaciones interpersonales algunos psicoanalistas la consideran manifestación sadomasoquista
por carencia de mecanismos de defensa fuertes.
Otros autores sostienen que la constelación familiar presenta con frecuencia características
patógenas: madre repulsiva y padre generalmente dominado por la madre y que acepta
pasivamente las actitudes que ella le impone, siendo esta madre sobreprotectora y ansiosa que le
pide al hijo altos niveles de rendimiento. La dinámica es evidente: ambivalencia en el niño entre
deseos de protección por un lado y por el otro deseos de maduración e independencia, lo que
provoca angustia, característica básica del asma.
La ayuda indicada en estos casos tiene dos dimensiones: la atención a la dinámica de
personalidad y relaciones parentales y luego el tratamiento sintomático: broncodilatadores,
expectorantes, sedantes, antialérgicos, etc., por la parte médica.
b) Retención del aliento: Hasta los 5 años los niños suelen detener la
respiración en medio de un llanto violento y no volver a respirar sino al minuto o minuto y medio. El
niño se pone cianótico, presenta signos de apnea y sus ojos giran hacia arriba presentando en
raras ocasiones espasmos y contracciones.
Cuando no se restablece el ritmo respiratorio, el niño pierde el conocimiento y se desploma
retomando luego su respiración normal. Aparece sobretodo con las rabietas y dura hasta los 5 años
más o menos.
Este síntoma es uno de los signos de perturbaciones entre las relaciones de padres e hijos:
padres excesivamente protectores y exageradamente solícitos con normas rígidas creadores de
situaciones tensas que producen los estallidos de furor o llanto.
CAPÍTULO III: SÍNDROMES PSICOSOMATICOS (CONTINUACIÓN)
4.- Sistema digestivo:
Legos y profesionales saben desde hace mucho tiempo que el aparato digestivo está muy
relacionado con las reacciones emocionales y se marcan bien sea sobre la movilidad
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gastrointestinal como sobre las secreciones digestivas (Estudios de Pavlov, Wolf, Cannon, etc.).
Los principales trastorno son:
a) Náuseas y vómitos: Son mucho más frecuentes en los niños que en los
adultos, especialmente en el segundo semestre de vida (en forma de “mericismo” o sea
regurgitación provocada sin esfuerzos manifiestos que facilita el devolver la comida a la boca para
ser de nuevo deglutida).
Cualquier situación de frustración y/o ansiedad puede provocar vómitos ya que desórdenes
digestivos o hepáticos en esta época no son frecuentes.
Es bueno notar ciertos vómitos cíclicos que aparecen con intervalos de semanas o meses
quedando el niño débil e intranquilo después de estos ataques que duran de dos a cinco días, se
presentan repentinamente y son de convalecencia rápida. Hasta ahora no hay explicaciones
completamente satisfactorias, pero siempre hay un componente afectivo. La mayoría abandona
este síntoma al llegar a la pubertad.
b) Mareos: En los viajes se acompañan generalmente de náuseas y
vómitos. Se han dado muchas explicaciones: ventilación, olor, perturbaciones vestibulares, cambios
de posición de las vísceras, alteración en la presión arterial, variación de la circulación cerebral y
estados de hipoglicemia. Las experiencias de Conn conducen a pensar que los mareos están
íntimamente ligados a las experiencias y actitudes de los niños. La terapia de juego, por
consiguiente, es muy buena para ayudar a los niños a resolver este problema hasta hacerlo
desaparecer.
c) Dolores abdominales: Es el dolor del que más se quejan los niños que
tienen trastornos afectivos. Es una reacción provocada por la imposición de comer, expresa aguda
ansiedad y es uno de los aspectos constantes de la hipocondría. Es imprescindible distinguir entre
los dolores de estómago psicógenos y los orgánicos alérgicos o epilépticos.
d) Los cólicos: Pocos infantes se libran de los cólicos, fenómenos tan
frecuentes que colidan con lo normal: son más comunes y más violentos en los niños que toman
pecho que en los que toman biberón, se producen raramente por la mañana y los sufren casi
exclusivamente las criaturas que permanecen en su casa. Se presentan en accesos intermitentes
con dolores intensos en la región abdominal con el estómago dilatado. Empiezan de golpe y con
asombrosa periodicidad, casi a la misma hora, generalmente por la tarde o al anochecer. Se han
atribuido a muchos factores: hambre o escasa alimentación, excesiva alimentación y flatulencia, así
como desequilibrio del sistema nervioso autónomo. No es improbable que influyan el cansancio y la
tensión nerviosa tanto en la madre como en la criatura.
La forma de atenderlos es alzar la criatura, apretarla, abrazarla, acostarla en las rodillas o
sobre una botella de agua caliente, mecerla, pasearla o sacudirla si eso alivia tanto a la madre
como a la criatura.
La colitis ulcerosa lo mismo que la úlcera péptica se consideraban excepcionales en el niño
pero ha ido incrementando su frecuencia y obedecen más bien a problemas que desembocan en
enfermedades psicosomáticas.
e) Estreñimiento: Después de la alimentación del niño, lo que preocupa
más a la mamá es la defecación, por lo que la educación esfinteriana juega un papel de primera
importancia en el problema. La enseñanza coercitiva en esta área es la causa más común. Es
importante pues inducir en el niño buenos hábitos y la paz y tranquilidad necesarias para el
cumplimiento metódico y tranquilo de esta necesidad.
f) Colon espasmódico: En contraste con el Colon perezoso que retiene al
materia fecal, el Colon espasmódico produce estreñimiento por la rigidez de sus paredes: las heces
son delgadas y cortas y evacuadas con mucho dolor en forma de lápiz o cinta. Una gran tensión
emocional en el paciente y sus padres es el común denominador de estos cuadros clínicos y como
en el caso del estreñimiento se requiere la inducción de un ambiente tranquilo de ambas partes.
g) Encopresis: Es la defecación involuntaria sin trastornos fisiológicos. A
veces sucede en los ataques epilépticos y se consigue con frecuencia en niños con retardo
profundo. Orgánicamente se presenta por anomalías en el esfínter anal o recto, enfermedades
cerebrales o de médula o debilidad temporal por infecciones agudas. Fuera de estos problemas es
psicodinámica y requiere atención especializada debido a su carácter neurótico.
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5.- Sistema muscular:
a) Tics: Son espasmos nerviosos que comprometen un grupo limitado de
músculos. Son repentinos, rápidos, involuntarios y sin finalidad visible. Son más habituales en la
cara y el cuello pero no hay parte del cuerpo donde no se manifiesten. Muchas veces son malas
costumbres fáciles de influir, pero en otras ocasiones algunos autores los consideran neurosis
monosintomáticas.
b) Intranquilidad motora: El niño adquiere con el tiempo un cierto sentido
de la economía cinética y para llegar a ello suele hacer cosas en exceso: jugar, hacer varios viajes
para buscar una cosa, etc. Cuando no logran esta economía decimos que son intranquilos motores.
Es importante tener paciencia para darle tiempo a los procesos de maduración de modo a no
precipitarse rotulando al niño como hiperkinético. Mención al DDA.
c) Corea y atetosis: A veces se confunden tics con corea. La diferencia es
que los movimientos coréicos se inician más lentamente, duran más, son de mayor amplitud
(abarcan más músculos) y se combinan con frecuencia con fiebres reumáticas y/o afecciones
cardíacas.
Por lo que se refiere a las atetosis se dan en niños con antecedentes psicopáticos y se
acompañan con movimientos faciales y ruidos de garganta: los sacudimientos se van generalizando
paulatinamente y los niños profieren espasmódicamente palabras o frases breves que son a veces
obscenas y que se repiten irresistiblemente con ecolalia.
Estos problemas son del sistema nervioso y si bien pueden ser desencadenados por
tensiones emocionales son mas bien del área somática y requieren la intervención del especialista.
6.- Sistema urinario:
a) Enuresis: Tenemos dos tipos de Enuresis: la primaria (que es la más
frecuente) y consiste en un retardo en el control esfinteriano y la secundaria cuando dicho control
aparece y desaparece a intervalos más o menos largos.
La mayoría de los enuréticos son nocturnos (10% varones y 9% niñas) y su etiología se han
nombrado muchas afecciones: neuromusculares, urológicas, irritativas locales, epilepsia, histeria,
etc.
Podríamos centrar el problema en tres aspectos: 1.- perturbación de la mecánica miccional
y 2.- falta de organización en la utilización del control miccional con su carga cultural,
psicodinámica, etc. y 3.- la “tradición” familiar además de algunos casos que no tienen explicación y
desaparecen en la adolescencia sin tratamiento especial.
Bajo el punto de vista dinámico ha sido admitido por muchos autores su conexión con
problemas emocionales como síntoma de venganza, miedo, problemas sexuales, etc.
En cuanto al tratamiento históricamente aparecieron primero los métodos mecánicos y
quirúrgicos, luego las drogas y las dietas y últimamente los psicológicos. Hay que abordar el
problema con un enfoque sistémico y métodos que ayuden a reforzar los reflejos y aligerar el
sueño. (Pipistop).
7.- Órganos de los sentidos:
Los trastornos en la percepción a través de los órganos de los sentidos se presentan en
lesiones cerebrales asociadas a histerismo o esquizofrenia así como en enfermedades orgánicas
como auras epilépticas, pequeño mal, etc.
Hay que distinguirlas de fenómenos del período mágico-simbólico y de las falsas
percepciones. Las más abundantes son en la vista y el oído.
8.- Otras afecciones:
Podríamos nombrar aquí: obesidad, alergias, vitiligo, dermatologías y desórdenes
endocrinos, todos ellos ampliamente involucrados con trastornos emocionales y que necesitan
ayuda para mejorar su comportamiento.
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UNIDAD IV: TRASTORNOS DE LA FUNCIÓN SEXUAL
A.- LA EVOLUCIÓN SEXUAL:
A partir de los estudios de Freud sobre la sexualidad y especialmente sobre las neurosis y
sus orígenes infantiles, una gran cantidad de investigadores se ha dado la tarea de encontrar los
parámetros sanos de la evolución sexual del niño.
Podríamos a fin de comprender mejor la situación estudiar el asunto desde estas ópticas:
formación del objeto sexual y su maduración, desarrollo social y procesos de identificación y el
placer y la moralidad.
Aunque la división anterior es mas bien académica que práctica pienso que ayuda a
visualizar mejor la problemática.
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Todos al nacer estamos signados o catalogados dentro de un sexo determinado y nuestro
aparato neurológico y fisiológico trae la programación adecuada para que funcionemos con ese
sexo. Ahora bien en la especie humana hay muchos aspectos que debemos aprender del medio
que nos rodea y ello lo hacemos por etapas y generalmente por imitación. Veamos las etapas de
maduración sexual:
1.- Etapa de 0-2 años: Esta etapa sensoriomotriz representa el primer intento del
individuo por ponerse en comunicación con el mundo que lo rodea y tratar de entender cómo es ese
mundo y su relación con él. Freud nos habla de la etapa oral y anal en las que el niño debe ser
atendido afectivamente de modo a sentirse pleno de cariño y seguro. Erickson por su parte nos dice
que debe superar la dualidad entre confianza vs. desconfianza de modo que el niño se sienta
seguro en el medio social que lo envuelve. En este primer período, desde luego no hay mucha
precisión en cuanto a los placeres y sufrimientos y la sexualidad se expresa a nivel genital (los
niños con frecuencia en estas edades se masturban) y a nivel de contacto de piel con sus
progenitores. Es importante hacer notar que para el desarrollo de una sexualidad sana el niño debe
ser querido y aceptado por sus padres y encontrar en ellos felicidad por su presencia. Es el período
de socialización elemental.
2.- Etapa de 3-6 años: Encontramos aquí el período de representaciones preoperatorias con el pensamiento mágico-simbólico en el que el niño empieza a procesar una gran
cantidad de información básica en todos los órdenes. Por otra parte empieza a aprender límites y a
decidir contratos de comportamiento en un proceso de socialización doméstica. Por otra parte debe
asimilar la dualidad autonomía vs vergüenza para afianzar su identidad personal y comienza la
formación de su juicio moral, según Kohlberg a nivel preconvencional decidiendo que lo bueno es lo
que no le trae problemas y lo malo aquello por lo que lo castigan. Dentro de este marco conductual
la forma de conducción de los padres es fundamental: El niño varón debe identificarse modelando
su patrón masculino y la niña el femenino. Si hay distorsión en la visión de estos modelos, bien sea
porque no son atractivos para la imitación o porque están ausentes (física u operacionalmente) el
proceso se hace deficiente y conste que aunque el niño moldea al progenitor de su propio sexo
también es absolutamente necesaria la presencia del progenitor del otro sexo para hacer los
contrastes y la adecuación de relación consiguientes. La vida sexual del niño preescolar es
abundante en cuanto a curiosidades, tocamientos, excitaciones, etc., es un placer no diferenciado.
Guardando las diferencias individuales tienen tanta actividad como en los otros períodos. En esta
etapa es importante la presencia estimulante de los tutores del niño en cuanto a satisfacer sus
curiosidades, orientar sus actividades sexuales y servirles de modelo de relación de pareja. Hay
que cuidarse mucho de etiquetar las conductas sexuales de los niños de pecaminosas, feas,
asquerosas, etc., etc. so peligro de crear una conducta sexual posterior inadecuada.
3.- Etapa de 7-12 años: Con el comienzo del período de socialización comunal, el
advenimiento de las operaciones concretas y la necesidad de vencer la dualidad entre
industriosidad vs inferioridad, tenemos al escolar en todo su esplendor. Este niño alegra que goza
intensamente del momento presente, si ha superado las etapas anteriores con felicidad, tiene una
gran posibilidad de atravesar esta también perfectamente. Su moralidad, que antes giraba sobre el
premio y/o castigo ahora se torna hacia el grupo, considerando bueno lo que el grupo señala como
tal y malo lo que el grupo condena. El niño escolar mantiene la actividad sexual como en los
períodos anteriores acentuándose hacia el final del período la presencia del placer a solas
(masturbación) como preparación a una vida sexual mas activa y genitalmente más centrada. Con
estos parámetros la orientación sexual del escolar debe conformarse con la instrucción adecuada
(responder siempre lo que el escolar pregunta: ni más, ni menos) así como la gratificación
emocional y de seguridad que necesita dándole progresivamente la independencia que requiere
para ser industrioso y no crearle sentimientos de inferioridad esto tanto a los niños como a las
niñas.
4.- Etapa de 13-16 años: La etapa se inaugura con el advenimiento del
pensamiento formal y la tarea a realizar es el evitar la confusión asegurándose una buena
identidad. La socialización global arranca en este período y se empieza a experimentar el placer
con otro. Estamos en la adolescencia y con ella llega la madurez de los órganos genitales y sus
productos (eyaculación y aparición de las menstruaciones), pero no solamente es una maduración
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fisiológica sino también a nivel de pulsiones sexuales que ya necesitan de la participación del “otro”
para ser completas, pasando del egocentrismo al alocentrismo. Si los períodos anteriores se han
cumplido sin problemas, este tampoco los presentará. Quizás la propaganda o bien la forma de
presentar ciertos problemas de los adolescentes nos han hecho olvidar la gran cantidad de niños
que pasan este período sin mayores problemas, por esta razón no hay que cargar mucho esta
etapa presentándola como peligrosa, etc. Las amistades de un alto tono afectivo (unisexo o
intersexuales) aparecen en este período como una forma común de relacionarse lo que a veces
acarrea altas cuentas de teléfono, etc., etc. Este período es propicio para el cambio de registro de
los progenitores para dejar de ser “padres” y convertirse en “amigos” y a partir de esta relación
orientar eficientemente a sus adolescentes en los diversos aspectos que intervienen en el sexo y
las relaciones que entre personas se pueden dar a este nivel sexual.
5.- Etapa de 17-21 años: Bajo el punto de vista de la psicología del desarrollo la
maduración de un individuo en sus períodos básicos termina con la adolescencia, pero bajo el
punto de vista sexológico, todavía este período requiere vivirse y es el del placer con el otro sexo, o
sea el establecimiento de un contacto sexual en el que se descubre la complementaridad de los
sexos, Este descubrimiento del otro sexo es en ocasiones violento y pasional pero ayuda en la
evolución sexual del individuo a estabilizarse.
6.- Etapa de 22-27 años: Es el del placer con una persona del otro sexo, dicho de
otra manera es el descubrimiento de la “pareja”, una complementaridad que sobrepasa lo sexual
para inundar lo existencial y vital. Quién no llega a esta etapa podríamos decir con López Ibor es un
Don Juan o sea un adolescente inmaduro al que sus dudas o escasa virilidad no le permite amar a
la mujer y se agota en las mujeres (López-Ibor, 308). Este período desemboca en la madurez plena
del individuo con las características de un adulto normal en cuanto a sus capacidades de
socialización, responsabilidad, dedicación al trabajo, autoestima, etc.
B.- PROBLEMAS PSICOSEXUALES:
En cuanto a los problemas que se presentan en los niños a nivel sexual debemos estar
claros que solamente podemos clasificar una conducta desviada cuando incluye una cualidad
repetitiva y una actitud compulsiva tendiente a aliviar tensión ya que la mayoría de las pautas
sexuales desviadas son neuróticas y provienen de situaciones mal asimiladas o encausadas en
alguno de los períodos del desarrollo o a traumatismos sexuales no superados por falta de atención
adecuada.
Las desviaciones sexuales en los adultos son perversiones que expresan la persistencia
en la vida adulta de elementos de la sexualidad infantil por falta de desarrollo e inadecuación y el
rasgo principal y estas perversiones representan dinámicamente una defensa contra los impulsos
edípicos y la ansiedad de castración.
También es bueno señalar la influencia de las situaciones sociales en las que se
desenvuelve el individuo y sobretodo la situación del holón familiar muchas veces determinantes en
las primeras experiencias sexuales infantiles y que condicionarán fuertemente la vida sexual adulta
del individuo si este no busca la ayuda conveniente.
Vamos a considerar algunas desviaciones sexuales tomando en cuenta las
consideraciones que hicimos anteriormente y ubicándonos en la etapa evolutiva del niño de modo a
no catalogar actividades sexuales evolutivas de los niño dentro de entidades patológicas propias de
los adultos. Si en otros aspectos se impone la prudencia, en este debe ser mucho mayor.
1.- Desviaciones sexuales del objeto:
a.- El incesto: relación sexual entre padres e hijos o entre hermanos: La
mayoría de estos casos tiene como predisponente la situación social de pobreza y muchas veces
del alcoholismo del padre aunque a veces tienen un fuerte componente psicótico.
b.- Fetichismo: Satisfacción sexual mediante la observación, manipulación
y masturbación con un objeto inerte (ropa, zapatos, etc.) o una zona corporal ajena a lo genital
erótico (pies, cabello, uñas). Una forma de fetichismo es el trasvestismo. Según Wulff el fetiche
representa en el niño un sustituto del cuerpo de la madre y en particular del seno de la madre. De
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acuerdo a J. de Ajuriaguerra, el interés por los vestidos del otro sexo es en sí un rasgo habitual de
la infancia en el curso de la cual las diferencias de sexos son transgredidas en el juego imaginativo
del niño, especialmente de la niña. Solamente cuando el trasvertismo está acompañado de signos
indiscutibles de excitación sexual entonces se puede considerar como un equivalente real o un
signo precursor de la perversión adulta.
c.- Bestialismo: A.C. Kinsey revela que el porcentaje de relaciones con los
animales aparece en el 8% de su encuesta y en el IX congreso mundial de sexología, una ponencia
del Dr. Rúber Simón Vélez reseña como conducta habitual entre niños de 8 y 12 años relacionarse
con burras como iniciación sexual aprobada por su grupo social y ello parece ser una realidad
también en nuestro país sobretodo en comunidades campesinas. La ponencia del Dr. Rúber antes
citado indica que este tipo de actividades no influyó en el desarrollo sexual de los casos estudiados.
Por otra parte los estudios hechos en Francia sobre el asunto revelan esta actividad en los
mismos períodos que reseñó Vélez pero su seguimiento indica que a medida que va aumentando
la edad, va decreciendo dicha actividad hasta desaparecer al final de la adolescencia. Sin embargo
es bueno notar también que los casos persistentes se dieron en niños con Esquizofrenia infantil o
esquizofrenia temprana.
2.- Desviaciones del fin o actividad:
a.- Exhibicionismo: Es la satisfacción sexual que se logra exponiendo los
genitales a la vista de una o varias mujeres, con cierto carácter compulsivo.
El exhibicionismo forma parte de los juegos sexuales infantiles y es frecuente en los niños
normales y se da también como parte de aseguramiento de sus conocimientos y como curiosidad
compartida.
La mayoría de los autores que estudian la sexualidad infantil encuentran exhibicionistas con
las características adultas solo a partir de los 15 o 16 años, ya que el exhibicionismo infantil da
paso poco a poco al pudor y a una reserva normal para mostrarse desnudos.
b.- Voyerismo: Es la satisfacción sexual lograda sólo al contemplar a otras
personas practicando conductas sexuales o la desnudez de otros sin querer establecer
comunicación alguna con su objeto de observación.
La curiosidad sexual forma parte de la organización sexual del niño y a ello frecuentemente
se acompañan manipulaciones. Como en el caso anterior solamente se dan casos de voyerismo
patológico después de la adolescencia.
c) Transexualismo: De acuerdo a H. Benjamin las características
psicopatológicas del transexual son: 1.- Un sentimiento de pertenecer al sexo opuesto, de haber
nacido con un sexo equivocado, de ser un error cometido por la naturaleza. 2.- Un sentimiento de
ser extranjero en el propio cuerpo siendo las manifestaciones de diferenciación sexual
consideradas como repugnantes. 3.- Un vivo deseo de pertenecer al sexo opuesto incluyendo
operaciones o cualquier intervención necesaria para ello. y 4.- Un gran deseo de ser aceptado por
la comunidad como perteneciente al otro sexo.
De acuerdo a las investigaciones de Newman los niños transexuales comienzan a mostrar
su extrema feminidad desde los 3 o 4 años : desean tener cuerpo de niña, les gusta vestirse con
ropa de niña y manifiestan un interés desmedido por los vestidos, peinados, etc. de su mamá cosa
que se puede convertir en una especie de simbiosis. Cuando llega la adolescencia sufren crisis
verdaderamente graves por la urgencia física en el desarrollo masculino lo que choca
violentamente con su autoimagen femenina. Parece haber una serie de factores que desencadenan
el problema: madre bisexual, padre física o psicológicamente ausente que permite el desarrollo de
una simbiosis excesiva con la madre y para algunos autores una equivocación de la naturaleza.
El Transexualismo femenino es mas raro y según J.H. Vogt tiene las mismas
características del masculino con experiencias lesbianas después de la adolescencia aunque
nieguen serlo.
Estos casos precisan ayuda especializada con terapeuta de su mismo sexo preferiblemente
que desarrolle una relación de confianza y afecto como base a un trabajo de búsqueda de identidad
y aceptación de su sexo.
d) Prostitución: Debe enfocarse más bien como un problema social o
socioeconómico mas bien que como problema psicológico ya que los niños que practican
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generalmente lo hacen por inducción o lo que es peor por presiones de los adultos incluyendo sus
progenitores. También cabría aquí el problema de la promiscuidad muy presente en los barrios
marginales y que tiene también causas mas bien socioeconómicas que no sexológicas.
Todos los casos de problemas sexuales deben ser tratados por un especialista
psicoterapeuta ya que requieren un preciso diagnóstico y un manejo confiable y profundo de la
dinámica interna del sujeto.
Por último quiero llamar la atención que los hábitos sexuales en cuanto a las primeras
relaciones, significados, valores, etc., están íntimamente ligados a los factores culturales así como
a los grupos de referencia y de pertenencia de los individuos, por lo que algunas costumbres o
hábitos sexuales admitidos en unas culturas no lo serán en otras y lo que consideramos normal en
unos ámbitos
no lo será en otros, por lo que deberemos hacer siempre referencia a los parámetros “normativos”
como evaluadores.
CAPÍTULO V: LA DEPRESION Y EL SUICIDIO:
A.- LA DEPRESION:
La depresión en niños no tiene el mismo significado que en los adultos ya que en ellos se
presenta de una manera distinta según sea edad evolutiva. Por otra parte es bueno distinguir entre
los momentos depresivos, las crisis depresivas y los estados depresivos. Los primeros los tenemos
todos en algunos momentos del día o la semana, los segundos son producto de acontecimientos
que dejan como secuela un período corto de depresión y los terceros son las depresiones clínicas.
Melani Klein sitúa como “posición depresiva” la dinámica interna que vive el niño cuando
sus impulsos agresivos tienden a la destrucción de su madre y luego se siente culpable por su
pérdida.
Por otra parte Spitz llama depresión anaclítica la causada por padres poco dadores de
afectividad y que se manifiesta por un “decaimiento general”.
Sin embargo algunos autores consideran abusivo hablar de depresiones antes de la
adolescencia y dicen que los niños están inmunizados contra ella. La praxis clínica no corrobora
esta afirmación.
1.- Criterios: Debemos tener la presencia de síntomas claros como perturbaciones
del sistema digestivo, del sueño, cefaleas, retardo motor, etc., con las características externas del
niño triste conscientemente, con repliegue sobre sí, poca capacidad para disfrutar del placer y para
“vivir” el momento presente, así como dificultad para establecer contacto con ellos.
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2.- Características: Según la edad mencionaremos: reciennacidos y hasta el
preescolar sus signos son casi exclusivamente psicosomáticos. El preescolar presenta síntomas
predominantemente de inhibición afectiva, signos psicosomáticos y crisis de llanto especialmente
nocturnas. El escolar la sintomatología se vuelve más cognoscitiva como rumiación de ideas,
sentimientos de inferioridad, pensamiento suicidas y como síntoma psicosomático predominante la
cefalea. En la adolescencia los síntomas se asemejan grandemente a los de los adultos.
En cuanto a los sexos las niñas depresivas son mas bien tranquilas e inhibidas con
tendencia a las fluctuaciones de humor y a la rumiación en tanto que los varones sobretodo tienen
dificultades para establecer contacto.
3.- Etiología: Algunos autores le dan mucha importancia a la parte endógena
(genética) o a la patología familiar (familiares depresivos, dificultad para manejar la agresividad y
padres lejanos) mientras que otros se fijan mas en el ambiente y la historia del niño.
4.- Dinámica: La depresión es una respuesta afectiva a ciertas circunstancias con
un sustrato de pérdida o privación lo que genera frustración y ésta agresividad la que no puede
descargarse por las presiones que inhiben al sujeto.
5.- Tratamiento: A nivel psiquiátrico con los mismos medicamentos (antidepresivos)
de los adultos y en caso de ansiedad o insomnio con ansiolíticos acompañados desde luego por un
proceso de psicoterapia para atacar la raíz del problema.
B.- EL SUICIDIO:
Es interesante dedicar unas líneas al suicidio, que aunque no es una secuela directa de la
depresión, sin embargo está relacionada con ella y en nuestro país, junto con los homicidios,
constituye la segunda causa de muerte de los jóvenes, entre 15 y 24 años precedida por los
accidentes que son la primera causa de muertes. Es más frecuente en adolescentes que en
menores de 10 años y más frecuente en varones que en niñas.
1.- Etiología: Parece existir alguna correlación entre el suicidio con los factores
hereditarios y las taras piscopatológicas generales sobretodo a nivel del “disparador” del suicidio y
desde luego el ambiente psicosocial y un componente depresivo siempre presente.
E. Ringel distingue tres tipos: 1.- el impulsivo por incapacidad de soportar frustraciones, 2.el neurótico a consecuencia de una larga historia de desajustes y 3.- el de origen psicopático.
3.- Dinámica: Stocker ha señalado la importancia que hay que darle al componente
agresivo del niño para explicar el suicidio: a la autoagresión se asocia la idea de castigar a los
padres o familiares cercanos.
Por otra parte también se consiguen casos en los que predomina la identificación con
familiares desaparecidos.
4.- Tratamiento: Las estadísticas nos dicen que de cada 10 suicidios fallidos 1
volverá a intentarlo, o sea que tenemos oportunidad de ayudar a estos niños. Farmacológicamente
se utilizan sedantes, neurolépticos y antidepresivos y en cuanto a la psicoterapia es indispensable
ayudar al paciente a ser libre y vivir intensamente su vida con todo lo que ello implica de cambio de
valores, perspectivas existenciales, vitales, etc. (J. de Ajuriaguerra, 735 y 487).
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CAPÍTULO VI: DIAGNOSTICO
PROBLEMAS EMOCIONALES
Y
TRATAMIENTO
DE
LOS
A.- DIAGNOSTICO:
La presencia de signos o síntomas en la conducta de un niño nos dicen de su estado de
salud mental por lo tanto el profesional de la psicopedagogía debe estar atento en el acontecer
diario de los niños a aquellas manifestaciones conductuales que ameriten una atención especial.
Los capítulos que hemos visto anteriormente junto con los estudiados en la materia Problemas
emocionales I,
Es importante observar especialmente el área de relación del niño: relación con sus
compañeros y relación con los adultos como primer paso en este proceso de diagnóstico. Luego
observar sus manifestaciones anímicas: posturas, rictus faciales, etc., y su forma de expresión
corporal tomando en cuenta también su producción (dibujos, colores que emplea en ellos, temas,
redacciones, historias, etc.).
Con todo este conjunto de observaciones podemos tener un cuadro integrado de la
conducta del niño al cual añadimos los datos que podamos obtener de entrevistas realizadas con
sus representantes y otros colegas que trabajen con el niño.
De acuerdo con la sintomatología presentada entonces deberemos decidir el tipo de ayuda
que se le puede brindar: a qué nivel y con qué profesional o grupo de especialistas según el caso.
Si necesitáramos un diagnóstico más profundo y/o cualificado por lo específico entonces es
necesario recurrir a los profesionales del área que sean capaces de hacerlo.
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B.- TRATAMIENTO:
Existen innumerables sistemas (En USA la APA reconoce alrededor de un millar) de
tratamiento para problemas emocionales. Expondré rápidamente las tres orientaciones básicas que
inspiran la mayoría de estos tratamientos:
1.- Orientación dinámica: Para la orientación dinámica el interés se centra en la
represión instintiva como origen y causa de los desajustes.
a) Concepto de patología y salud: La patología tiene su origen en los
conflictos instintivos: deseos libidinosos primarios que permanecen fuera de la conciencia y la salud
se dará con la resolución de estos conflictos mediante el triunfo del Yo sobre el ELLO.
b) Método de cambio: Consiste básicamente en un insight profundo por
conocimiento intelectual y emocional de sí mismo focalizando el proceso en el pasado subjetivo
visto desde el presente.
c) Tipo de tratamiento: De larga duración e intensivo en el que el terapeuta
tiene como tarea la comprensión del material inconsciente y sus significados históricos para el
sujeto empleando como sistema de cambio la interpretación de la asociación de ideas, los sueños,
los actos fallidos las transferencias y los síntomas.
2.- Orientación conductista: El interés se centra aquí en la conducta como tal bajo
el punto de vista de comportamiento aprendido.
a) Concepto de patología y salud: La patología tiene su origen en hábitos
aprendidos: conductas anómalas que han sido reforzadas por el ambiente y la salud se dará con la
desaparición de los síntomas y la reducción de la ansiedad.
b) Método de cambio: El aprendizaje directo, no histórico con el presente
objetivo como meta de transformación.
c) Tipo de tratamiento: De corta duración e intensivo en el que el terapeuta
tiene como misión la reprogramación del individuo mediante reforzamiento y/o inhibición de
determinadas conductas utilizando como sistema de cambio el condicionamiento por medio de
programas de refuerzo, desensibilización, etc.
3.- Orientación humanista: En esta tendencia el interés se centra en la alienación
como forma ineficaz e ineficiente de vivir la vida.
a) Concepto de patología y salud: La patología se considera aquí como un
malestar existencial producido por la pérdida de las posibilidades humanas y falta de congruencia
con la propia experiencia y la salud como la actuación de todo el potencial humano que posee el
individuo por autoconocimiento y autenticidad.
b) Método de cambio: La experimentación inmediata mediante la
percepción del aquí y el ahora en el momento mismo sin ataduras históricas: es el momento
fenomenológico.
c) Tipo de tratamiento: De corta duración e intensivo con interacción para
permitir la expresividad del paciente a través de la actitud permisiva y gratificante del terapeuta de
modo que el paciente reconduzca su actuación.
C.- LA TERAPIA GRUPAL Y/O FAMILIAR:
En muchas oportunidades los desajustes emocionales de los niños están íntimamente
ligados a los procesos sociales que se dan en sus senos familiares o en los grupos escolares por lo
que es importante también considerar la necesidad de ayuda para los grupos familiares: Terapia
familiar conjunta dada por personal especializado en este tipo de actividad y las terapias grupales
que pueden ayudar a los diversos grupos escolares a mejorar sus interacciones y su nivel de clima
grupal.
Por otra parte los programas de salud pública organizados por entidades públicas y/o
privadas cumplen un papel importante en materia preventiva de la salud mental de los niños y no
pueden dejarse a un lado sino más bien propiciarlos y apoyarlos.
BIBLIOGRAFIA:
16
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Henry W. Tres teorías sobre el desarrollo del niño, Amorrorta, Buenos Aires, 1971
Haler Robert (2000), Psinopsis de psiquiatría clínica, Ed. Masson
Kanner L, Psiquiatría infantil, Siglo veinte, Buenos Aires, 1974
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Kolb, L,C, Psiquiatría clínica, Interamericana, México, 1985
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Santori G, Compendio de sexología, Razón y Fe, Madrid, 1969
Telma Reca y colaboradores (1977), Problemas psicopatológicos en pediatría,
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