NACIONALIZACIÓN DEL CEMENTO

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NACIONALIZACIÓN DEL CEMENTO
HECHO
Con la consigna: ¡Ahora el cemento es del pueblo!, el Gobierno Bolivariano ha
asumido el control del 90% de la industria cementera nacional, con la finalidad
estratégica de continuar el desarrollo de viviendas y obras públicas.
Así, este proceso de nacionalización empieza a frenar el desabastecimiento del
sector de la construcción, provocado por la exportación de gran cantidad de los
insumos requeridos, principalmente el cemento.
Tres son las cementeras involucradas en el Decreto con Rango, Valor y Fuerza
de Ley Orgánica de Ordenación de las Empresas Productoras de Cemento:
Holcim, Lafarge y Cemex. Éstas fueron declaradas de utilidad pública y de
interés social dada su vinculación estratégica con el desarrollo de la Nación, tal
como lo explica el artículo 302 de la Constitución Bolivariana.
Sin problemas Holcim y Lafarge
“El cemento constituye la materia prima de infraestructuras y edificaciones (…).
Desde la perspectiva de los fines estatales, la articulación y ejecución de
políticas habitacionales o de construcción de infraestructuras de carácter
público (…), depende del acceso a materiales de calidad que permitan su
culminación y puesta en marcha para el beneficio de la población”, sentencia el
Tribunal Supremo de Justicia al ratificar la constitucionalidad del Decreto Ley.
Holcim y Lafarge, firmaron ya un Memorando de Entendimiento para iniciar la
transferencia de acciones al Estado venezolano. Así, con la primera empresa
se logró acordar la adquisición de un 85% de las acciones, valoradas en 552
millones de dólares; mientras que con la segunda se negoció un 89%, por 267
millones de dólares. Empero, este proceso de transferencia continuará a través
de las gestiones de los Comités de Transición y las directivas de las
cementeras.
La toma de Cemex
La definición del justiprecio de Cemex ha sido todo un escollo dentro del
proceso de nacionalización, aún cuando se hicieron más de 10 reuniones en
procura de acuerdos, siendo ésta la primera cementera consultada. Por ello,
durante la medianoche del 18 de agosto se efectuó una toma por parte de los
trabajadores a sus propias instalaciones, recuperándose así lo que hasta hace
14 años era propiedad de los venezolanos y se encontraba en manos de
intereses trasnacionales.
El proceso de auditoría estatal a Cemex arrojó un avalúo que no concuerda con
los mil 300 millones de dólares exigidos por sus directivos, siendo “una cifra
muy por encima del valor real”, sentenció el ministro Ramírez.
El Frente Socialista de Trabajadores Petroleros y los Consejos Comunales de
las zonas respaldaron la toma, donde el ministro de Energía y Petróleo y
presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, invitó a los trabajadores y trabajadoras
cementeros a cambiarse sus cascos: “De ahora en adelante usarán los cascos
rojos, como sucedió en la nacionalización petrolera, serán el símbolo de la
soberanía nacional en estas instalaciones”, afirmó.
PDVSA junto a los trabajadores cementeros
Si bien, el Ministerio del Poder Popular para las Industrias Básicas y Minería es
el ente encargado de regir el estricto cumplimiento del Decreto Ley, desde su
entrada en vigencia el 18 de junio, igualmente, figuran dentro de la comisión de
negociación el vicepresidente de la República Ramón Carrizalez y el ministro
de Energía y Petróleo y presidente de PDVSA, Rafael Ramírez. Por ello, los
mismos intereses de los accionistas minoritarios también estarán resguardados
por la estatal petrolera.
Luego de concretarse la nacionalización de la industria cementera nacional, el
mismo ministro Ramírez reportó total normalidad en las actividades operativas.
Al tiempo, la fuerza laboral de Cemex manifestó su satisfacción con esta
nacionalización, dadas las condiciones salariales que atravesaban con la
trasnacional.
Asimismo, apuntó que la constitución de Mesas de Trabajo para dirimir
problemas laborales, la solución del daño ambiental y la actualización
tecnológica, son neurálgicas prioridades dentro del proceso de nacionalización
de la industria cementera, apuntando a lo señalado en el artículo 9 del Decreto
Ley que prevé inamovilidad laboral para los trabajadores del sector.
A las puertas de la reivindicación
El 28 de julio más de 300 ex trabajadores (as) de la industria de Cementos
Cemex alzaron su voz para exigir la reivindicación de sus derechos laborales a
las puertas de la planta de Pertigalete, en Guanta, estado Anzoátegui. Una
deuda que según Humberto Vargas, ex trabajador de la empresa, tiene
especial analogía con la de hace más de 500 años, cuando lo propio fue
arrebatado por extranjeros en un proceso de explotación y dominio de los
recursos. Hoy las empresas cementeras viven la justa recuperación de sus
acciones al servicio del Estado venezolano, y sus trabajadores y ex
trabajadores divisan nuevas oportunidades para garantizar la merecida
compensación de tanto tiempo de lucha .
Son más de 15 años de reclamos y protestas, aseveró Ludim Porras, abogada
defensora de los despedidos, y es que entre 1994 y 1995 la privatización de la
industria cementera, para entonces llamada Vencemos, ahora Cemex, provocó
el despido de más de 900 trabajadores y trabajadoras. Lo que para Cemex
significó un reajuste en el diseño y reestructuración de funciones en la
empresa, para muchos de sus empleados fue una medida totalmente injusta
que conllevó considerables pasivos laborales, los que, según el diputado a la
Asamblea Nacional y vicepresidente del parlamento del estado Anzoátegui,
Edgar Carrasco, ascienden a los 12 millones de bolívares.
El júbilo de los trabajadores y ex trabajadores ante la nacionalización de
Cemex respondió a esa necesidad de reconocimiento a los que brindaron gran
cantidad de años al servicio de la cementera, como Félix Rojas, quien laboró
durante 15 años y fue despedido recientemente por oponerse a la gestión de
un sindicato “patronal”. A ellos se suman quienes laboran actualmente en la
planta, muchos contratados hace más de 15 años sin ser reconocidos en
nómina, y los que exigen, entre otras cosas, que se incluya la claúsula de
jubilación en la nueva contratación colectiva.
Las relaciones justas para todos dan un paso adelante desde el pasado 19 de
agosto cuando se inician mesas de discusión con los trabajadores para atender
a sus necesidades y denuncias, y así garantizar condiciones laborales óptimas
para el buen desarrollo de la empresa cementera, que ahora pasa a formar
parte del Estado venezolano, al completo servicio del pueblo.
Pinceladas históricas de las cementeras
El presidente Hugo Chávez ha dicho que “nosotros sólo vamos a nacionalizar
lo que fue privatizado, las grandes cementeras que se llevaron casi regaladas,
las plantas que fueron propiedad del Estado”. De esta manera, la revisión de
algunos de los rasgos históricos de las cementeras nacionalizadas confirman la
virtud soberana de los actos de recuperación, puesto que todas en algún
momento fueron propiedad criolla.
Así, Holcim en Venezuela proviene de Cementos Caribe (fundada en 1970). En
el año 1993 fue adquirida por esta empresa trasnacional, caracterizándose por
atender “mercados internacionales con una significativa actividad exportadora”,
según lo apuntado por la revista Dinero, en su edición de octubre-noviembre
del año 1999.
Del mismo modo, la porción venezolana de Lafarge se denominó
originariamente Compañía Anónima Fábrica Nacional de Cementos, cuando
fue fundada en 1907 y producía no más de 50 sacos diarios de material. Pero,
conforme crecía el mercado, las demandas aumentaban, por lo que el
empresario Carlos Delfino invierte en la compañía convirtiéndose en el
poseedor del 75% del total accionario. Para 1944, pasa a llamarse Compañía
Anónima Cementos Táchira, y 50 años más tarde es comprada por el consorcio
multinacional Lafarge, junto con otra porción de la Fábrica Nacional de
Cementos S.A.C.A.
En tanto, Cemex se corresponde con la antigua Vencemos, la cual operaba en
Venezuela desde 1943, perteneciendo a un grupo de empresarios venezolanos
liderado por Eugenio Mendoza. Pero ya, para 1994 se efectúa la transacción
que convierte formalmente a Vencemos en filial de Cemex, declarándose así
como “líder en el mercado nacional y principal empresa exportadora de
cemento y clínker de Venezuela”, según lo reseñado en su propio sitio Web.
Inclusive, en el 2000, la Corporación Venezolana de Cementos S.A.C.A.
cambia su denominación social a Cemex Venezuela S.A.C.A.
Según Omaira Morales, antigua trabajadora de la industria
cementera -entrevistada por Yvke Mundial el lunes 7 de abril en el
programa La Ventana-, las directivas de las trasnacionales
planificaban reducciones de nóminas de mil 200 a 195 personas
en un plazo de 10 años. Sus recuerdos se remontan al año 1989.
Cemento Andino: éxito probado
La factoría trujillana Cemento Andino llega a manos del Estado en el año 1996,
pero ya para el siguiente se convirtió en objeto de privatización, cuando la
empresa colombiana Argos adquiere su mayoría accionaria por un monto
mucho menor al justo.
Desde ese momento, la dinámica laboral empieza a sufrir transformaciones
obligadas, cuando se desincorpora un gran número de sus trabajadores para
traer nuevos, quienes llegarán con la figura de contratados o procedentes de
empresas contratistas. Así, de 480 permanentes en total, la nómina se redujo a
189 fijos más 192 contratados, según Alexander Santos, sindicalista de la
empresa.
Los ‘ensacadores’ – personal que dispone el material procesado en los sacos
para ser comercializado-, resultaron ser los más afectados, puesto que su
función dejó de figurar como una actividad laboral, y por ende dejaron de
percibir remuneración económica, y empezaron a vivir de pagos discrecionales.
Las ganancias de la empresa iban directamente a cuentas personales de sus
dueños, evadiendo impuestos; se rehusaban a asumir contrataciones fijas; así
como también, se permitían explotar las minas de caliza del territorio
venezolano sin mayores contemplaciones.
Durante el mes de agosto del año pasado, la empresa fue declarada de utilidad
pública e interés social por la Asamblea Nacional, la cual recomendó al
Ejecutivo dictar y aplicar “urgentemente” el decreto de expropiación.
Iniciándose así, el proceso de nacionalización de las industrias fabricantes de
insumos para la construcción.
Cemento Andino, como empresa de propiedad socialista, asume como su
mayor éxito el proceso de “humanización e integración de los empleados con la
empresa”, junto con la recuperación de toda la infraestructura técnica de la
fábrica, asegura su actual presidente, Rafael Pacheco.
Hacia la Corporación Nacional de Cemento
El gran resultado de todo este proceso de nacionalización de la industria
cementera, reunirá a todas las factorías, y se prevé que sea denominado
Corporación Nacional del Cemento.
La dinámica de funcionamiento se metaforiza en un efecto de onda rebotadora,
pues todos los alrededores de cada fábrica atenderán progresivamente las
necesidades de sus entornos más inmediatos.
CRONOLOGÍA
1907
Fundación de C. A. Fábrica Nacional de Cementos
1943
Inicio de operaciones de la factoría Vencemos
1944
La C.A. Fábrica Nacional de Cementos cambia su nombre a Cementos
Táchira
1970
Fundación de Cementos Caribe
1993
Holcim compra Cementos Caribe
1994
•
Lafarge compra la venezolana C.A. Cementos Táchira, más otra porción
de la C.A. Fábrica Nacional de Cementos
•
Vencemos se convierte en filial de Cemex
1996
Cemento Andino llega a manos del Estado
1997
La empresa colombiana Argos adquiere mayoría accionaria de Cemento
Andino
2006
Primeros intentos del Ejecutivo Nacional para garantizar la fabricación
de materiales. A través de la Corporación Venezolana de Guayana
(CVG) se crea la Empresa de producción de insumos de la construcción
y la cementera Cerro Azul, en el marco del convenio con Irán.
2007
•
Tras aprobación de la Asamblea Nacional, se inicia el Plan de Desarrollo
Económico y Social 2007 – 2013, que garantiza el control de áreas de
valor estratégico para el desarrollo y fortalecimiento de la manufactura y
los servicios, con fundamento en las cadenas productivas.
•
La Asamblea Nacional declara de utilidad pública e interés social a
Cemento Andino, y se emite el respectivo decreto de expropiación.
A través del Ministerio del Poder Popular para la Vivienda y el Hábitat,
se realiza la compra de canteras para la extracción y transformación de
piedra y se asumió el control de Cemento Andino, luego de ser
declarada su utilidad pública.
•
2008
03 de abril
Pronunciación en cadena nacional del presidente de la República
Bolivariana de Venezuela Hugo Chávez Frías en aras de la necesidad
estrategica de nacionalizar la industria del cemento.
04 de abril
Representantes sindicales de empleados en la construcción anuncian la
creación de la Unión Socialista de Trabajadores de la Construcción
(USTC), donde quedarían enlazadas la Federación Nacional de la
Construcción y la Federación Unitaria de Trabajadores Bolivarianos de la
Construcción.
02 de junio
La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia da por recibida
una comunicación suscrita el 27 de mayo por el presidente de la
Republica Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías y
declara la constitucionalidad del carácter orgánico del Decreto con
Rango, Valor y Fuerza de la Ley Orgánica de Ordenación de las
Empresas Productoras de Cemento.
18 de junio
• Publicación en Gaceta Oficial No. 5886 del Decreto con Rango, Valor y
Fuerza de Ley Orgánica de las Empresas Productoras de Cemento. En
este se declaran de utilidad pública y de interés social las compañias
cementeras Cemex, Holcim y Lafarge, por cumplir actividades
estratégicas para el desarrollo de la Nación.
• Cuenta regresiva de 7 días para la conformación de una Comisión de
Transición que garantice la continuidad en la operatividad de las
empresas y la transferencia de sus actividades al Estado.
17 de junio
Las empresas Holcim y Lafarge firman un Memorado de Entendimiento
para la transferencia de sus acciones al Estado venezolano.
18 de agosto
• Se cumple el plazo de 60 días establecido en el Decreto con Rango,
Valor y Fuerza de Ley Orgánica de las Empresas Productoras de
Cemento para acordar los términos y condiciones de la nacionalización
del sector cementero.
• Vigilia en apoyo a la nacionalización de la compañía Cemex.
19 de agosto
• Tras la negativa de la empresa Cemex a un acuerdo de negociación de
sus acciones, se concreta la nacionalización por la vía de expropiación,
dando cumplimiento al Decreto Ley publicado el pasado 18 de junio.
• Firma del decreto de expropiación para la nacionalización de la empresa
de cementos Mexicanos (Cemex).
• Toma de las instalaciones de las plantas de Cemex en representación
del Estado venezolano
• A partir de la fecha se cuentan 60 días para determinar el monto que
pagará el Estado por la expropiación de Cementos Mexicanos (Cemex).
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