El color del suelo, en sí, no influye en el crecimiento de las plantas. Sin embargo, es de suma importancia como indicador de características del suelo que pueden ser críticas para el desarrollo de las mismas. Fundamentalmente la mayoría de los minerales del suelo (arenas, arcillas) son blanquecinos o de colores claros pero son “teñidos” por materia orgánica, compuestos de hierro y, ocasionalmente, por compuestos de manganeso y calcio. La materia orgánica oscurece el suelo, llevándolo a negro cuando está presente en cantidades altas. La materia orgánica es de alto beneficio para las plantas. En los suelos arcillosos la materia orgánica mejora la estructura, aumenta la porosidad y la permeabilidad, características fundamentales para la aereación, agua disponible y respiración de las raíces de las plantas. En suelos arenosos también aumenta la retención del agua disponible. La materia orgánica es sumamente importante para la fertilidad del suelo. Es fuente de nutrientes utilizadas por las plantas como son N, S, P y Ca. A su vez, aumenta la capacidad de cambio de cationes del suelo y por ende a la retención de nutrientes catiónicos como Ca, Mg y K. La gran mayoría de las plantas necesitan de un buen drenaje y la consiguiente presencia de oxígeno en el suelo para la respiración de sus raíces; el arroz es el único cultivo que posee mecanismos que permiten el traslado interno del aire de la atmósfera a las raíces y puede crecer en terrenos inundados. El drenaje del suelo determina la naturaleza de los compuestos de Fe del suelo; los que a su vez le dan color específico al mismo y así se convierten en indicadores de su status. Color Óxido de Fe Rojo Fe+++ deshidratado Pardo Fe+++ deshidratado Amarillo Fe+++ hidratado Gris Fe++ Drenaje Bueno Bueno Intermedio Malo 1. 2. 3. 4. En ciertos suelos se forman óxidos de manganeso que le dan un color negro al suelo, que en este caso no está asociado a la materia orgánica. En ciertos suelos se forma glauconita que da una coloración verdosa, aunque ello sea de rara presencia. En la ausencia de los agentes de coloración mencionados el suelo generalmente mantiene colores claros o blancos asociados a ciertas arcillas, arenas o calizas. En ciertos suelos el drenaje no es uniforme y se forman manchas que se denominan “moteaduras”, que están asociadas a diferentes compuestos de hierro en un mismo agregado. La Carta Munsell es la referencia internacional universalmente utilizada para proporcionar información sobre colores del suelo. El color se determina comparando pequeñas cantidades de suelo con placas de colores de la Carta Munsell, las cuales son clasificadas de acuerdo a: a) Hue, longitud de onda dominante b) Value, cantidad de luz, variando entre colores claros a oscuros, c) Chroma, pureza relativa de la longitud de onda de luz. El color se expresa por la combinación de las tres variables: el hue, valor/croma y el nombre del color se designa con palabras. Un ejemplo: El color de un suelo de Hue 5YR, value 5 y chroma 4 se describe como 5YR 5/4 y el color es pardo rojizo. El color del suelo se oscurece con la humedad, por lo cual generalmente se determina el color del suelo cuando está seco. COLORES DE LOS SUELOS DE PANAMÁ 1. En los suelos de Panamá predominan, en todo el país, los colores rojizos, debido a un bajo contenido de materia orgánica y buen drenaje. El color rojizo del suelo se debe al alto contenido de hierro férrico deshidratado, propio de suelos de los trópicos húmedos. Este color se debe al buen drenaje, asociado a una alta permeabilidad y las pendientes existentes. 2. Hay suelos “negros”, altos en materia orgánica, desarrollados de cenizas volcánicas, en las tierras altas de la provincia de Chiriquí; Boquete, Cerro Punta, Bugaba y en regiones bajas de Alanje. Además, en la provincia de Coclé, en el Valle de Antón. 3. Suelos “negros” en áreas con influencia de caliza en el área de Tonosí, Provincia de Los Santos y en el área de la Transístmica, Provincias de Panamá y Colón. 4. Suelos blanquecinos, sin hierro y bajos en materia orgánica, en el área de San Carlos, Provincia de Panamá. 5. Suelos grises en áreas pequeñas de mal drenaje diseminados en todo el país. También en manglares y otras áreas costeras bajo influencia marina permanente y en áreas mal drenadas de bosques de “cativo” en la Provincia de Darién.