¿CUÁNDO LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA PUEDE LLAMARSE INTERDISCIPLINARIA? ∗ Dr. Ovsei Gelman Muravchik Investigador Titular del Instituto de Ingeniería, UNAM actualmente adscrito al Centro de Instrumentos, UNAM Tel: 5622-8608 al 13, Ext. 103; Fax: 5622-8653; E-mail: [email protected] 1. Introducción Sobra decir que estoy muy agradecido por la invitación de participar en el 1er. Encuentro “La experiencia interdisciplinaria en la Universidad”, que interpreto como una manifestación del interés y del reconocimiento al área de la Investigación Interdisciplinaria de Desastres (IID), así como por la oportunidad proporcionada para compartir algunas experiencias vividas durante el desarrollo de esta nueva área. Efectivamente, he trabajado, durante unos 24 años de mi estancia en México, para diseñar, establecer y desarrollar el área de la Investigación Interdisciplinaria de Desastres. Inicialmente, pensé en presentar la historia de su surgimiento, desarrollo y maduración, así como algunos de los resultados obtenidos, entre los cuales se destacan, por su importancia, la elaboración del fundamento científico del Sistema Nacional de Protección Civil y el consecuente diseño del mismo. Sin embargo, después de una segunda reflexión, que surgió durante los tres días de participación en el Encuentro, opté por dedicar esta plática al análisis del término y, por ende, del concepto interdisciplinario y, en particular, de la investigación interdisciplinaria, cuyo empleo yo tuve que justificar y fundamentar, en su tiempo, cuando se inició la elaboración del área de la Investigación Interdisciplinaria de Desastres1 . Por ello, a continuación, después de destacar la importancia de analizar el concepto de la interdisciplinariedad y, en particular, el de la investigación interdisciplinaria, se presentan los antecedentes del surgimiento de la Investigación Interdisciplinaria de Desastres, se examinan los orígenes de interdisciplinariedad y se define la investigación interdisciplinaria como una forma de organización de las actividades cognoscitivas. ∗ 1 Ponencia invitada, presentada en el 1er. Encuentro “La experiencia interdisciplinaria en la Universidad”, realizado del 27 al 30 de noviembre de 2000, por el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH). Tengo que confesar que, pensándolo bien, me pareció imprudente hablar sobre los aspectos, indudablemente muy interesantes, pero muy específicos, de la problemática de desastres y de su solución; siendo que nos faltaba, todavía, en el proceso del desarrollo del foro, conocer y discutir los aspectos epistemológicos y metodológicos, que caracterizan la investigación interdisciplinaria y que, considero, constituyen el objetivo primordial del Encuentro. Aún más, no tengo duda que las ponencias del Encuentro deben presentar no tanto resultados de investigación, que pueden ser interesantes para unos cuantos que conocen la problemática específica en cuestión, sino deben enfocarse en la exposición de los marcos conceptuales y las bases metodológicas, que puedan servir para todos los asistentes, así como de su relación con el planteamiento y la consecuente solución de problemas. 1 2. ¿Porqué es importante analizar el concepto de interdisciplinariedad y, en particular, el de la investigación interdisciplinaria? Se observa un indiscriminado empleo, en los discursos de políticos, funcionarios y empresarios, sin descartar el entorno académico, de unos términos de moda que suenan bien. Tales son: sistemas (por ejemplo, Sistema Nacional de Seguridad); paradigmas (frecuentemente, dicen romper el paradigma); planes, (especialmente planes estratégicos) o, simplemente, estrategias; planeación prospectiva, planeación participativa, etc. Los usan, muy a menudo, parece ser que sin pensar, casi en forma automática y, seguramente, sin darse cuenta que atrás de cada término existe, o debe estar definido, cierto concepto que le da el sentido, por lo menos en el entorno científico. Me parece que la misma historia está pasando con el término interdisciplinario o, más específico, investigación interdisciplinaria. Una simple búsqueda en Internet me ha permitido encontrar un sin número de Institutos, Centros, Programas Educativos y Proyectos de Investigación, que se auto definen como Interdisciplinarios. Sobra mencionar que esta observación no sólo se ha confirmado, sino se ha ampliado, durante este Encuentro. Prácticamente, ninguna de estas organizaciones proporciona alguna definición y, menos aún, la justificación del término empleado; así como la descripción de las actividades interdisciplinarias, tampoco presenta algún argumento de la misma naturaleza, salvo, en raras ocasiones y, en el mejor de los casos, se puede encontrar algunas declaraciones de que “están combinando o involucrando dos o más disciplinas académicas o campos de estudio”2 o, simplemente, referencia a la aplicación del enfoque interdisciplinario. Bien, por un lado, parece no haber ningún problema, ya que si alguien quiere denominar sus actividades como interdisciplinarias, las pueda llamar así, en tanto el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología o la propia Universidad Nacional Autónoma de México no establezcan algunos criterios e incentivos por trabajar en los campos interdisciplinarios; sería hasta entonces, cuando se pedirían pruebas de la interdisciplinaridad. Sin embargo, por el otro lado, la introducción o empleo de un término en el campo científico implica cierta obligación de justificarlo. Vale la pena recordar el famoso principio de las tijeras intelectuales de William de Ockham (1300-49) [5], que demanda cortar, en el discurso científico, los conceptos sobrantes. Aún más, la abstención de definir el término interdisciplinario y, por ende, el concepto que le corresponde, seguramente, resultará en la pérdida de una muy interesante oportunidad de analizar y entender las formas de organización de la investigación 2 Algo parecido a la definición del Webster [1]: “combining or involving two or more academic disciplines or fields of study”; mientras que el Merriam-Webster Collegiate Dictionary [2] da una definición más amplia: “involving two or more academic, scientific, or artistic disciplines”, con una referencia a 1926. Por otro lado, es interesante mencionar que el Diccionario de Lengua Española[3] define interdisciplinario(a): “Dícese de los estudios u otras actividades que se realizan con la cooperación de varias disciplinas”; mientras que el Pequeño Larousse lo define como adjetivo “que establece relaciones entre varias disciplinas o varias ciencias” [4]. 2 científica, en particular, su relación con los tipos de problemas que la investigación busca resolver. Asimismo, se perderá la ocasión de entrar al muy interesante campo de la Metodología Científica que estudia las actividades cognoscitivas. Además, se desaprovechará la oportunidad de definir ciertos conceptos que pueden coadyuvar tanto a la evaluación de la investigación aplicada como al mejoramiento de su rendimiento, lo que constituye ahora un tema prioritario para la comunidad académica y, por ende, para el país. Es por ello, que luego de aceptar, gustosamente, la invitación de compartir mis experiencias en el área de la Investigación Interdisciplinaria de Desastres, así como después de asistir, devotamente, todos los días al Evento, opté por dedicar esta ponencia a responder a una simple pregunta: “¿Cuándo la investigación científica puede llamarse interdisciplinaria?”, ya que, en su tiempo, hace unos 24 años, como he mencionado, tenía que realizar estudios para entender el concepto y, a la vez, justificar el empleo del término interdisciplinario. 3. Antecedentes del surgimiento de la Investigación Interdisciplinaria de Desastres Hace poco más de 24 años, el 9 de septiembre de 1976, llegué a México, por invitación del Instituto de Ingeniería, para formar un grupo académico en el área de la Ingeniería de Sistemas3 . Desde el principio, consideré que el mejor método y, temo, que el único para formar investigadores, especialmente en este campo, es la realización de un proyecto de investigación, en torno del cual puede desarrollarse e integrarse el personal del grupo mencionado. El proyecto tenía que cumplir con los siguientes requisitos: • Surgir de la problemática real que enfrenta el país para contribuir a su desarrollo, de acuerdo con los objetivos del Instituto de Ingeniería, en aquellos tiempos. • Abarcar las diversas ramas de la Ingeniería, para asegurar la participación de ingenieros con diversos antecedentes académicos. • Y, por último pero no menos importante, permitir obtener nuevos conocimientos y experiencias en una institución y país completamente diferentes4 . 3 4 Debido a las restricciones del tiempo y espacio, me permito referirme al libro, dedicado a la Ingeniería de Sistemas, que está por publicarse por el CEIICH [6]. A pesar de que llegué a México a la edad de 44 años, como un investigador formado y maduro, que empezó su carrera académica en 1955, tuve la buena suerte de complementar mi desarrollo académico en el Instituto de Ingeniería. Es importante mencionar que no soy ingeniero -“nadie es perfecto“ dijo, en su tiempo, el Dr. Luis Esteva, cuando conoció que mis antecedentes son de física - matemática-. Por ello, tuve que entender y adaptarme a una diferencia crucial entre el enfoque tradicional de la física y el de la ingeniería, la cual puede ser explicada en la siguiente manera. En términos muy generales, la ciencia busca las leyes y regularidades que rigen sus objetos de estudio. Claro que nadie tiene alguna duda de que, a la larga, estos descubrimientos, de una u otra forma, van a servir a la humanidad para su progreso. Sin embargo, en general, tampoco, nadie se preocupa mucho por las preguntas, tales como ¿quién y cómo las va a aterrizar y aplicar para el bien de la humanidad?, o ¿qué es el progreso? -a pesar de que existe cierto coqueteo filosófico con la última pregunta. La satisfacción de un investigador surge del propio proceso de descubrimiento de la verdad, esto es, de un complejo proceso de investigación científica con el planteamiento de hipótesis, la proposición de nuevas ideas, la elaboración de nuevos esquemas conceptuales, por mencionar algunos de sus componentes. Claro que todo esto no descarta un profundo interés personal y social de los científicos de comprobar sus ideas y 3 Entonces, de acuerdo con la sugerencia del Dr. Emilio Rosenblueth5 , el Proyecto se dedicó al empleo del Enfoque Sistémico a la problemática de desastres [8]. El éxito que la investigación ha tenido, a lo largo de muchos años, se debe, por un lado, a los factores prácticos, tales como: • La existencia de la problemática real debido al crecimiento en magnitud y cobertura de los desastres, como una tendencia permanente y amenazante en todo el mundo. • El interés político de la administración pública, debido a las crecientes necesidades de brindar protección a la población ante desastres. • La política tradicional, del Instituto de Ingeniería, de apoyar a los proyectos que sean fuente de recursos extraordinarios (patrocinio). Por otro lado, a los factores metodológicos, que propiciaron y justificaron el empleo del Enfoque Sistémico6 y, consecuentemente, del Cibernético, que por su naturaleza son enfoques interdisciplinarios. Las importancias de ambos se destaca, debido, por un lado, a la complejidad del fenómeno de desastres y, por el otro, a las limitaciones de mono disciplinas que no toman en cuenta tanto las múltiples interrelaciones, como las facetas socio – políticas de desastres7 . Aún más, las consecuencias de la tradicional división disciplinaria pueden ser trágicas, como ocurrió en Jamaica, donde -según la anécdota que contó, en su tiempo, el Dr. Emilio Rosenblueth8 - solían construir casas con techos ligeros, de acuerdo con el reglamento de construcciones que regía en esa región de alto peligro sísmico. Sin embargo, muy pronto fueron desprendidos por un huracán, debido a que no fue considerado el peligro hidrometereológico que corresponde a otra rama de la ingeniería9 . 5 6 7 8 9 descubrimientos. Sin embargo, es muy diferente del caso de la ingeniería, donde existe un sentido de la responsabilidad social de resolver los problemas prácticos reales, ya que de esta solución dependen el bienestar y, frecuentemente, la vida de mucha gente, sin descartar el éxito y el futuro del propio ingeniero. Para los que desconocen el papel que tenía el Dr. E. Rosenblueth sobre el desarrollo de las Ciencias e Ingeniería, tanto en México como en el Mundo, menciono mi tributo personal [7], publicado en la Memoria del Congreso dedicado a la conmemoración de un año de su muerte. El Enfoque de Sistemas no pertenece a ninguna disciplina y se basa en la Teoría General de Sistemas de Carl Ludwig von Bertalanffy [9], que busca la integración de conocimientos científicos. Las dificultades surgieron de las necesidades de tomar en cuenta las múltiples interrelaciones, entre los fenómenos destructivos y entre los componentes de los sistemas expuestos a ellos, donde se materializan los riesgos como daños, así como entre las consecuencias que ellos provocan tanto a corto como a largo plazo. Por ejemplo, las diversas áreas de ingeniería (química, mecánica, eléctrica, etc.) tradicionalmente atienden, por separado, para cada clase de procesos industriales, sus tipos de falla, sin tomar en cuenta en forma sistemática, las relaciones y encadenamientos que existen entre los fenómenos destructivos y sus consecuencias. Además, estudian, en forma particular, la vulnerabilidad de los elementos y equipos; así como desarrollan las medidas para disminuirla, sin tomar en cuenta que los componentes son interrelacionados y constituyen sistemas, donde la falla de uno influye sobre la de otro y, lo que es más importante, sobre la confiabilidad del funcionamiento del sistema en su totalidad. Comentario introductorio a la ponencia invitada Implicaciones sociales de desastres del autor, presentada en el Ciclo de Conferencias: “En pie de la lucha contra desastres naturales”, organizado y coordinado por el Dr. E. Rosenblueth, como miembro de El Colegio Nacional, México, DF, en octubre de 1989. Se revela que la estrategia de una profunda especialización -que, habitualmente, constituye la fuerza del enfoque unidisciplinario, permitiendo enfocarse a problemas específicos, factibles de resolverse en el contexto restringido de un área científica o una rama ingenieril-, en el caso de desastres, limita los resultados obtenidos, por omitir las dimensiones socioeconómica y política, decisivas y determinantes para 4 Así, de acuerdo con una profunda convicción, basada en mis mencionados antecedentes de las ciencias físico – matemáticas, de que la racionalidad de las decisiones y acciones deben fundamentarse en la investigación científica, así como en el empleo de la Metodología de la Investigación Sistémica [10,11], el proyecto que se inició entonces, explícitamente planteó, como objetivo principal, estudiar la problemática de desastres y de su control, en forma interdisciplinaria que no depende de la naturaleza particular de las manifestaciones de un fenómeno destructivo que las provoca. Obviamente, no hubo ninguna dificultad para pegar al proyecto la etiqueta interdisciplinaria. Sin embargo, para su propio desarrollo fue sustancial entender las peculiaridades de la interdisciplinariedad y aplicarla para establecer la nueva área de la Investigación Interdisciplinaria de Desastres (IID). 4. Orígenes de la investigación interdisciplinaria Tradicionalmente, las disciplinas han surgido del proceso de acumulación y clasificación de conocimientos, que empezó en el siglo XVIII, y que se caracterizan por su consecuente profunda especialización y diferenciación, que les ha permitido, eficazmente, plantear y buscar la solución de las clases de problemas que corresponden a sus áreas específicas de conocimiento. Sin embargo, el planteamiento de los problemas depende de los “anteojos” con los cuales son vistos, esto es, de los medios cognoscitivos de las disciplinas correspondientes a cada una de las áreas científicas y ramas ingenieriles10 . Así los problemas reales se transforman, o se deforman, según los estándares de la disciplina y sus medios cognoscitivos, con lo que, usualmente, se asegura que estos problemas pueden ser contestados en el contexto de esta disciplina 11 . Naturalmente, surge la pregunta: ¿cómo plantear y, consecuentemente, resolver los problemas reales, a pesar de la alta especialización y diferenciación de las ciencias e ingenierías? Según Russell Ackoff [13,14], entre las dos Guerras Mundiales del siglo pasado, debido al crecimiento de la complejidad de los problemas, surgió una nueva forma de organización del trabajo científico y tecnológico, llamada “investigación multidisciplinaria”. Se caracteriza por la descomposición del problema en subproblemas unidisciplinarios y la consecuente agregación de sus subsoluciones, obtenidas en forma independiente, en una solución integral. No obstante, con el surgimiento del pensamiento sistémico, se hicieron claras las debilidades del enfoque multidisciplinario, debido a que, por un lado, no hay ninguna seguridad de que durante la descomposición no se pierden ciertos aspectos que corresponden al problema en su totalidad; y, por el otro, el proceso de agregación no asegura que se obtiene la solución cabal del problema. 10 11 la definición, estudio y control del complejo fenómeno de desastres. Además, repercute en la producción de resultados parciales y, por ende, en medidas insuficientes y deficientes para la prevención y atención de emergencias, ensombreciendo así la necesidad de buscar soluciones cabales en la materia. Es oportuno mencionar el chiste que suelo contar a mis alumnos del Programa de Doctorado [12]: de que esta situación es semejante a la de una persona que busca su cartera, en la noche, bajo el farol donde hay luz, a pesar de que la haya perdido en otro lugar. Como ya vimos, en el caso de Jamaica, la alta especialización, en el caso de estudio de sistemas complejos, puede llegar al absurdo. 5 Esto dio origen a la “investigación interdisciplinaria”, donde el problema ya no se descompone en partes unidisciplinarias, sino se trata como una totalidad, por representantes de las diferentes disciplinas que trabajan en forma coordinada. Parece que todo queda claro y resuelto. Sin embargo, a la hora de la verdad, cuando se tiene que quitar el saco, subir las mangas y hacer el trabajo, surgen muchas preguntas sustanciales, a las cuales Ackoff no da las respuestas. Entre ellas se destacan las siguientes: • ¿Cómo definir problemas?, ¡Ya que éstos se encuentran planteados sólo en libros de texto!, • ¿Cómo tratar el problema como una totalidad?, • ¿Cómo asegurar la colaboración de los representantes de diversas disciplinas, a pesar de sus distintos antecedentes académicos y diferencias en las terminologías que emplean o, cuando los términos coinciden, las diferencias en conceptos? Durante el desarrollo del proyecto mencionado y en su debido momento, se dieron respuestas tanto a éstas, como a otras preguntas que han ido surgiendo. 5. Hacia a la definición de la investigación interdisciplinaria, como una forma de organización de las actividades cognoscitivas Es importante subrayar, que la parte sustancial para el desarrollo del Proyecto fue constituida por los estudios metodológicos, que tenían el objetivo de elaborar el Marco Conceptual [15,16], por el cual se entiende, en términos generales, un sistema de conceptos básicos y universales, que forman el fundamento de los procesos cognoscitivos necesarios para plantear los problemas específicos de un área, según la problemática que ésta presenta, y resolverlos, a través del análisis de su objeto de estudio, coordinando e integrando los esfuerzos de diversas disciplinas en la búsqueda de las soluciones cabales, por medio de métodos y procedimientos propios, elaborados a través de su Base Metodológica12 . Figura 1 Paradigma de la actividad humana 12 Además, es importante destacar que a diferencia de la opinión tradicional, que contempla la metodología sólo como una actividad secundaria y subordinada del área científica, a la cual proporciona los métodos y técnicas necesarios para la solución de los problemas de ésta, la Metodología Científica, Asimismo, es imprescindible mencionar el esfuerzo dado a la capacitación del personal e integración del Grupo de IID, con lo que se aseguró cierta masa crítica, indispensable para realizar los propios estudios, así como para difundir e implantar sus resultados. 6 según Schedrovitzky [17], destacado filósofo ruso, se considera como un área científica propia con su particular campo de estudio, integrado por las actividades cognoscitivas humanas, con sus particulares métodos de indagación y con sus respectivos productos, constituidos por las regularidades y leyes específicas que rigen estas actividades cognoscitivas. Las ideas de Schedrovitzky sobre el papel de la Metodología se ilustran muy bien con los siguientes tres esquemas [11]. En el primero Figura 2 Papel del experto (Fig. 1), se presenta la actividad humana habitual, para la cual el actuante está capacitado. Consiste en la transformación del objeto S al resultado R, de acuerdo con la interpretación O’ del actuante del objetivo O, planteado ante él por el ámbito socio-económico. Esta transformación se obtiene a través de la realización de ciertos procedimientos que consisten en la ejecución de una serie de actividades con apoyo de las correspondientes herramientas H. Ahora, en una situación distinta, cuando los procedimientos ya no sirven debido a los cambios del objetivo O’, que resultan en los cambios del objeto S y/o de los resultados esperados R, tradicionalmente un experto que tiene conocimientos y experiencias sobre diversos procedimientos, le enseña o proporciona el método adecuado (Fig. 2). Sin embargo, puede ocurrir que al experto le faltan conocimientos para las nuevas situaciones. En la Figura 3, se presenta el caso del Metodólogo que estudia diversas actividades cognoscitivas humanas, con el fin de describirlas y clasificarlas, así como entender y explicar las regularidades que las rigen, de acuerdo con las tradiciones de la investigación básica; por otro lado, si le interesa la investigación aplicada, puede definir los criterios para la aplicación de uno u otro método, o, en su caso, diseñar y proporcionar los nuevos métodos para las Figura 3 Papel del Metodólogo situaciones específicas. De acuerdo con estudios sobre la estructura funcional de una teoría científica [18,19], presentada en la Figura 4, para desarrollar un área de investigación científica fue indispensable construir su propio Objeto de Estudio, de acuerdo con su Campo de Problemas específicos y basándose en el Marco Conceptual que constituye un componente principal de la Base de la Teoría. Asimismo, tuvieron que elaborarse los métodos 7 pertinentes para analizar la estructura y comportamiento, explicar y pronosticar el funcionamiento y, finalmente, controlar el sistema focal correspondiente al objeto de estudio. Ahora, bajo este enfoque, se puede observar que durante el desarrollo de la Cibernética, de la Investigación de Operaciones, de la Ciencia de Gestión13 y de la Ingeniería de Sistemas, sus características interdisciplinarias Figura 4 Estructura funcional de la teoría científica se debieron a la determinación de sus propios Campos de Problemas, al establecimiento de sus particulares objetos de estudio y a la elaboración de sus propios medios específicos de investigación, completamente diferentes de los empleados por las disciplinas tradicionales. Ahora surge la necesidad de contestar a las siguientes preguntas sobre ¿cómo se construye el objeto de estudio? y ¿cómo se definen los problemas? El empleo del Enfoque de Sistemas permitió realizar un estudio de la estructura del proceso de producción de conocimientos [20]. En términos generales, se definen las tres fases básicas, cada una con sus propios objetos de estudio: • Figura 5 La fase de observación • 13 La fase de observación de las manifestaciones de una cosa, identificada en la realidad, a través de los elementos de percepción y de raciocinio (Fig. 5), los últimos relacionados con formas organizativas de Bogdanov [21], con el concepto de orden natural de Toulmin [22] y una de las interpretaciones del término paradigma de Kuhn [23]. Estas manifestaciones se describen en el nivel de los imágenes. La siguiente es la fase de construcción que busca establecer un ente, llamado constructo, que es responsable por el comportamiento empírico, registrado en la imagen de una cosa, o clase de cosas (Fig. 6). Se trata de reconstruir conceptualmente la cosa u objeto de estudio inicial. Obviamente, el constructo depende no sólo de la imagen, sino de la Forma Epistemológica (paradigma) empleada (Fig.7). Conocida en inglés, como Management Science. 8 • La tercera, de modelación, busca sustituir la cosa, por un modelo, que reemplaza la cosa, sus imágenes y constructos en los consecuentes procesos de investigación (Fig.8). Figura 6 La fase de la construcción Figura 7 Ejemplo de la dependencia de constructos de las Formas Epistemológicas Con la definición de los dos tipos de enlace entre las fases: • Tipo alfa, cuando el producto de una fase (i) Figura 8 Ejemplos de la modelación constituye el objeto de estudio de la otra fase (j) (Fig. 9), y • Figura 9 Enlace epistémico tipo α Tipo beta, cuando el producto de una fase (I) constituye los medios de la otra (j) (Fig.10); así como tomando en cuenta las retroalimentaciones pertinentes, se llega a determinar el proceso integral de las actividades cognoscitivas humanas dedicadas a la producción de conocimientos, cuya estructura general se presenta en la Figura 11, donde se destaca el papel predominante de Formas Epistemológicas para la construcción de objetos de estudio y la elaboración de medios. 9 Ahora, cuando se ha expuesto el proceso de la construcción de diversos objetos de estudio, llega el momento de describir el proceso del planteamiento de problemas. En realidad, en el caso de sistemas complejos, nadie sabe cuál es el problema, sino se cuenta con la problemática, esto es, con las manifestaciones del problema. En otras publicaciones [24, 25], se mostró que el planteamiento de un sistema de problemas se obtiene a través de la integración de dos estudios (Fig. 12): por un lado, de un estudio empírico que describe las manifestaciones del problema real y las interpreta por medio del paradigma correspondiente, Figura 10 Enlace epistémico tipo â con lo que se elabora un constructo –el sistema de problemas idealizados-, como representante de los problemas reales (Fig. 13) y, por el otro, a través de un estudio teórico que busca conceptualizar los sistemas involucrados y analizar sus conflictos14 (Fig. 14). Por último, en la Figura 15, se presenta el paradigma que fundamentó la Figura 11 Ejemplo de la estructura general del proceso integral 14 Se destacan tres clases de conflictos: I entre el Sistema de Gestión y el Conducido; II entre los Sistemas Conducidos y entre sus subsistemas; y III entre los Sistemas de Gestión y entre sus subsistemas (Fig. 14). 10 SISTEMA DE PROBLEMAS IDEALIZADOS PLANO DE CONSTRUCTOS Figura 12 Integración de estudios empíricos y teóricos PROBLEMÁTICA MAN I FE S TAC I ON ES PARADIGMA conceptualización del fenómeno de desastre y de su control, en forma independiente de las visiones particulares de las disciplinas tradicionales, así como orientó el desarrollo del área de la IID. La descripción y explicación detallada tanto del paradigma y su empleo, como de la historia del Figura 13 Interpretación de la problemática surgimiento y maduración de la IID, se PLANO DE SISTEMAS DE GESTION encuentran en diversas publicaciones15 , entre las cuales se destacan el libro Desastres y III Protección Civil: Fundamentos de SISTEMA DE GESTIÓN Investigación Interdisciplinaria [26] y el PROBLEMAS REALES I OBJETO CONDUCIDO II PLANO DE OBJETOS CONDUC IDOS Figura 14 Conceptualización de tres clases de problemas Figura 15 El paradigma fundamental de desastres y de su control reciente artículo Desastres y su control: una experiencia en desarrollo de la Investigación Interdisciplinaria [27]. Es importante subrayar que la larga serie de estudios realizados han servido no sólo para conceptualizar el fenómeno de desastre y desarrollar los mecanismos de su control, sino para el diseño y, en su caso, rediseño de los sistemas de gestión, así como han constituido el fundamento metodológico muy fructífero para la realización de otras investigaciones interdisciplinarias. 15 Su completa lista bibliográfica se da en [26]. 11 6. Conclusiones La respuesta a la simple pregunta, planteada al principio de la plática, de ¿cuándo la investigación científica puede llamarse interdisciplinaria?; es la siguiente: Es interdisciplinaria, cuando se ha identificado cierta problemática de importancia, para cuyo entendimiento y formalización en una clase de problemas que no pertenecen a ninguna de las disciplinas tradicionales, se crea un paradigma, sobre el cual, por un lado, se elabora el Marco Conceptual y se construye el objeto de estudio, y, por el otro, para cuya solución, se realiza investigación coordinada, por representantes de diversas disciplinas que comparten el mismo Marco Conceptual, la Base Metodológica y, por ende, la terminología unificada. El desenvolvimiento de la Investigación Interdisciplinaria, como ocurrió en el mencionado caso del estudio del fenómeno de desastres y del diseño de los medios de su control, implica la necesidad de emplear el Enfoque Sistémico, concebido y desarrollado como una importante y fecunda Forma Epistemológica que juega un papel determinante en los procesos de la producción de conocimientos, cuyo estudio, a su vez, se fundamenta en la Metodología Científica. La estructura piramidal de los estudios mencionados, que permitieron desarrollar la IID, se presenta en la Figura 16. Finalmente, quiero expresar mis votos para que se realicen los siguientes encuentros. Entiendo que las etapas iniciales, como ha ocurrido en el transcurso de la larga historia del desarrollo de las ciencias, se caracterizan por los intentos en describir las experiencias y obtener, en Figura 16 Estructura piramidal de soporte a la IID forma inductiva, las conclusiones generales. Sin embargo, no olvidemos que el carácter científico se logró con la elaboración de conceptos precisos y útiles, así como con el desarrollo de métodos y técnicas deductivas. Agradecimiento Se expresa el agradecimiento al Ing. Edgar Martín Barrientos Cruz, Técnico Académico Asociado “C” del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y Sistemas (IIMAS), UNAM, por el apoyo prestado en la edición de este artículo. Asimismo, se considera importante mencionar y agradecer la participación del grupo de los alumnos del Doctorado (Planeación) del Programa de Posgrado en Ingeniería M. en I. Octavio Castillo Acosta, M. en I. Raúl García Rubio e Ing. Víctor Medina Rodríguez- en la discusión y edición de la versión definitiva. 12 Referencias Bibliográficas 1. Webster’s Encyclopedic Unabridged Dictionary of the English Language, Portland House, New York, 1989. 2. Merriam-Webster’s Collegiate Dictionary, http://www.webster.com/cgi-bin/dictionary/ 3. 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