La compatibilidad del subsidio de incapacidad temporal con la

SEGURIDAD SOCIAL
La compatibilidad del subsidio de incapacidad temporal
con la realización de otros trabajos
DANIEL TOSCANI GIMÉNEZ, profesor titular de la Universidad de Valencia
El art. 128 de la LGSS, al definir el
concepto de incapacidad temporal, se
refiere a la exigencia de que el trabajador reciba asistencia sanitaria y esté
impedido para el trabajo. Asimismo,
el art. 132.1 b) del mismo texto legal,
afirma que el derecho al subsidio por
incapacidad temporal podrá ser denegado, anulado o suspendido cuando
el beneficiario trabaje por cuenta propia o ajena.
De este modo, resulta evidente que la
prestación por incapacidad temporal
es compatible con el desempeño de
actividades que no tienen la consideración de laborales y no comportan el
alta en el sistema de Seguridad Social.
Esta afirmación resulta meridianamente clara en el supuesto de actividades
por las cuales no se percibe retribución
alguna, pues en tales casos no se vulnera la finalidad del subsidio, sustituir
a las rentas del trabajo. No obstante,
también se debe entender así, pese a
que haya un cierto beneficio económico, cuando la actividad desempeñada
por el trabajador, estando de baja, no
reviste entidad suficiente ni las características mínimas como parar poder
considerarse un auténtico trabajo
por cuenta propia o ajena. Así, por
ejemplo, en el supuesto de un alcalde
que, ejercía este cargo sin dedicación
exclusiva y sin remuneración, con
independencia de que percibía cantidades compensatorias en concepto
de gastos, mientras se encontraba de
baja en su trabajo de empleado de
una caja de ahorros (STSJ de Cataluña
de 5 de septiembre de 1994 RJ 3482).
Asimismo, trabajador que, habiendo
causado una baja en su puesto de
conductor de furgonetas repartiendo
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pan a establecimientos minoristas,
acudía habitualmente a otra empresa,
de la cual era socio, para ordenar los
papeles de la misma, que posteriormente llevaba a la asesoría que tenía
contratada. Lo cual nada tiene que ver
con la ocupación que ha dado lugar
a su alta en la Seguridad Social (STSJ
del País Vasco de 27 de junio de 2000
RJ 38007/2001).
En el mismo sentido, también se ha
admitido la compatibilidad del subsidio de incapacidad temporal con la
realización de lo que los Tribunales
denominan como terapias ocupacionales. Esto es, el desempeño de actividades que contribuyen a la mejoría
del trabajador, siempre y cuando no
reúnan los requisitos mínimos de una
prestación de servicios por cuenta
ajena o propia y no hayan sido contraindicadas por el facultativo correspondiente. En este sentido, cabe
destacar el supuesto de un trabajador
por cuenta propia, que estaba de baja
recibiendo sesiones de quimioterapia,
cuando la Inspección de Trabajo, en el
desarrollo de una visita al comercio,
propiedad del trabajador, lo encuentra presente en el mismo con el mono
de trabajo puesto. No obstante, pese
a ello, el Tribunal estima que no hay
incompatibilidad con la percepción
del subsidio por IT, argumentando
que el facultativo del trabajador le
había recomendado que para su recuperación era conveniente la reali-
zación de algún tipo de actividad laboral dentro de las posibilidades que
vinieran marcadas por la evolución de
la enfermedad, siempre y cuando no
alterasen el tratamiento programado,
ni incrementaran el riesgo de sufrir
complicaciones. Por lo tanto, la sentencia concluye que, la presencia del
trabajador en el comercio no respondía al propósito de llevar a cabo una
prestación laboral remunerada, sino
a la conveniencia, desde el punto de
vista psicológico, de efectuar alguna
actividad que le resultase beneficiosa
para combatir la enfermedad que padecía (STSJ de La Rioja de 8 de abril
de 1997 RJ 1800).
Sin embargo, a continuación, cabe
analizar la posibilidad de compatibilizar la prestación por incapacidad
temporal con actividades que ya revisten la entidad suficiente para tener la consideración de verdaderos
trabajos por cuenta ajena o propia.
En efecto, se trata de determinar si el
referido subsidio es incompatible con
el trabajo en sentido genérico, esto es,
cualquier tipo de trabajo, de tal forma
que el trabajador, encontrándose de
baja y percibiendo el subsidio por IT,
debe abstenerse de desempeñar todo
tipo de trabajo por cuenta propia o
ajena o, por el contrario, únicamente en sentido específico, esto es con
trabajos de igual o similares características, pero no con otros completamente diferentes, para los cuales, las
Se ha admitido la compatibilidad del subsidio de incapacidad
temporal con la realización de terapias ocupacionales,
actividades que contribuyen a la mejoría del trabajador
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secuelas de la incapacidad temporal,
no impiden su desempeño.
De este modo, a favor de la primera
interpretación, se podría argumentar
que el art. 132 de la LGSS, habla literalmente de “trabajo por cuenta
propia o ajena”, en sentido genérico
y, por tanto, se prohibiría legalmente realizar cualquier tipo de trabajo
durante la baja laboral. No obstante,
en contra y a favor de la segunda interpretación, cabría mantener que la
incapacidad temporal tiene un carácter específico, referida a la profesión
habitual del trabajador, esto es a la
actividad o profesión que venía realizando en el momento de la baja,
basándose en el hecho de que el art.
1.2 del RD 575/1997, de 18 de abril,
por el cual se regulan determinados
aspectos de la gestión y control de la
prestación de IT, determina que “todo
parte médico de baja irá precedido de
un reconocimiento médico del trabajador que permita la determinación
objetiva de la incapacidad temporal
para el trabajo habitual”.
Esta segunda postura ha sido confirmada expresamente por la jurisprudencia en supuestos de pluriactividad,
esto es, cuando el trabajador realiza,
de forma simultánea, dos actividades distintas que dan lugar al alta en
dos regímenes distintos del sistema
de Seguridad Social, especialmente
cuando se trata de dos actividades
completamente diferentes, una de
las cuales exige esfuerzo físico y otra
que es totalmente sedentaria. Así, por
ejemplo, en el caso de un trabajador
que causa baja en el Régimen Especial de Trabajadores Agrarios por una
hernia discal, dolencia que le impedía
realizar una actividad como la agraria, sometida a graves rigores físicos
y climatológicos, pero que no tenía
por que afectar a la realización de
la otra actividad que llevaba a cabo
como trabajador por cuenta ajena,
con la categoría de auxiliar administrativo, de naturaleza sedentaria y no
sometida a específicos esfuerzos físicos. Minero que se encuentra de baja
por padecer artrosis y sin embargo,
desempeña funciones como director
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de un negocio de hostelería (STSJ de
Asturias de 30 de enero de 2004 RJ
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en un pie, que le impiden estar de pie
todo el día y, no obstante, puede realizar las funciones de dependienta en
una joyería, donde puede pasar gran
parte d ella jornada laboral sentada
(SJS nº. 3 de Girona de 15 de mayo de
2002 RJ 146809). En estos supuestos,
es posible y congruente con el propio
concepto de incapacidad temporal
que contiene el art. 128.1 de la LGSS,
que unas dolencias incapaciten para el
ejercicio del trabajo que se desarrolla
en un régimen y, sin embargo, esas
mismas dolencias permitan la realización de otra actividad profesional. Lo
contrario resultaría opuesto al espíritu y finalidad de la acción protectora
del sistema de la Seguridad Social y
al efecto útil de las cotizaciones, imponiendo el alta en dos regímenes
distintos y, sin embargo, no reconociendo la compatibilidad entre las
situaciones que pudieran derivar del
doble alta, situando al trabajador en
estado de clara desprotección (STS de
19 de febrero de 2002 RJ 4364). A
lo cual habría que añadir, a mi modo
de ver, la incongruencia de admitir la
compatibilidad de la pensión de incapacidad permanente total para la
profesión habitual y la realización de
otros trabajos en otras profesiones,
que permita la capacidad residual del
pensionista y, por el contrario, negar
esta misma compatibilidad en el supuesto de incapacidad temporal.
Ahora bien, ¿qué ocurre con las situaciones de pluriempleo? En efecto, en
estos casos, a diferencia de la pluriactividad, como se sabe, no se cotiza en
dos regímenes, sino que el trabajador
desempeña sus servicios en dos o más
empresas, pero en un único Régimen,
distribuyéndose entre todas las empresas las cotizaciones a la Seguridad
Social, en proporción a la remuneración abonada al trabajador en cada
una de ellas y con la aplicación del
tope máximo de cotización y, por lo
tanto, el argumento de las cotizaciones útiles ya no sería tan efectivo en
estas situaciones.
No obstante, a pesar de ello, la doctrina judicial también ha mantenido la
compatibilidad de la prestación por IT
con el trabajo en otras empresas en
los supuestos de pluriempleo. A tales
efectos, argumenta que el art. 132
de la LGSS está pensando en aquellos supuestos en que el trabajador
desarrolla una actividad, suspende la
misma por una situación de incapacidad temporal y, estando de baja médica, inicia otra distinta dentro d ellos
parámetros de cobertura y legalidad
que tanto el Estatuto de los Trabajadores consagra, como la LGSS previene, a los efectos de cotización. Pero,
es radicalmente distinto y no tienen
parangón ni, por lo tanto, cabida en
el art. 132 de la LGSS, cuando el trabajador ya desde el primer momento
se encuentra desempeñando trabajos
en varias empresas, en régimen de
pluriempleo y causa una baja médica respecto uno de los trabajos que
realiza, pero no en los otros. En estos
casos, no deriva la incompatibilidad
de la prestación con el trabajo, antes
al contrario, existe una presunción
a favor de la compatibilidad con los
trabajos prestados en virtud de otros
contratos celebrados con anterioridad
a la situación de IT, que corresponde
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último supuesto, el trabajador afectado estuviera pluriempleado, resultaría
contrario a la recta interpretación de la
protección que nuestro ordenamiento
dispensa, que se le considerase en situación de incapacidad temporal para
ambos trabajos, cuando en realidad
sólo lo estaría para uno.
desvirtuar a la Entidad Gestora o a la
Mutua (STSJ del País Vasco de 28 de
octubre de 2003 RJ 3783).
Es más, incluso se llega a negar que
en estos casos exista un supuesto de
incompatibilidad, puesto que el art.
132 de la LGSS, lo que faculta es la
denegación, anulación o suspensión,
de la prestación cuando se realice un
trabajo, pero no determina la incompatibilidad de ésta, ni cuando existe
dicha incompatibilidad. En efecto,
en este sentido, el art. 25.1 del Real
Decreto Legislativo 5/2000, por el
cual se regula las infracciones y sanciones en el Orden Social, sanciona
la realización de trabajos por cuenta
propia o ajena durante la percepción de prestaciones, cuando exista
incompatibilidad legal o reglamentaria establecida, incompatibilidad que
no existe en el caso que ahora analizamos. Todo lo contrario, estando
legitimados los supuestos de pluriem-
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pleo, salvo cuando constituyan un
caso de competencia o concurrencia
desleal, la baja médica en una de las
empresas, no conlleva “ipso facto” la
incapacidad para todos los trabajos
realizados en régimen de pluriempleo, sino que hay que presumir que
el trabajador se encuentra capacitado para los demás trabajos para los
cuales no se le ha extendido ninguna
baja médica (STSJ del País Vasco de
10 de junio de 2003 RJ 2354).
Una misma alteración de salud puede
generar o no una situación de incapacidad temporal, lo que dependerá del
concreto trabajo que se desempeñe.
Así, quien sufra la rotura de un tendón del dedo meñique de su mano
no rectora y precise mantenerlo inmovilizado durante un tiempo, estará
impedido para desempeñar trabajos
que requieran mover el dedo, pero no
para otros en los que no concurra esa
circunstancia. Por lo que, si en este
En definitiva, se debe entender que el
art. 132 de la LGSS, no impone la denegación, anulación o suspensión del
subsidio siempre que el beneficiario
realice un trabajo por cuenta propia o
ajena, sino por el contrario, habrá de
analizarse si, en realidad, el estado de
salud del trabajador resulta compatible con la prestación de esos servicios.
De tal modo que, sólo cuando la actividad realizada durante la baja, ponga
de manifiesto la capacidad laboral para desempeñar asimismo las funciones
del puesto de trabajo, para el cual se
encuentra de baja, resultará una situación incompatible. Así, albañil que
está de baja, por ejemplo, por sufrir
lumbago, y se le encuentra trabajando
de mozo de almacén en otra empresa,
cargando y descargando camiones,
pero no operario de la industria del
tratamiento del acero, que se halla
de baja por haber sufrido un infarto
agudo de miocardio, pero que sigue
trabajando en su otro empleo como
acomodador de un campo de fútbol
(STSJ de Asturias de 31 de octubre de
2002 RJ 3550).
Finalmente, cabe resaltar que en algunos casos, como enfermedades psicológicas y, muy especialmente, reacciones ansioso-depresivas producidas por
las condiciones laborales de un puesto
de trabajo en concreto, puede resultar
compatible el abono del subsidio con
el desempeño de idénticas funciones
en otra empresa. Así, por ejemplo,
médico que causa la baja en un centro
sanitario consecuencia de la situación
de mobbing, esto es acoso psicológico, provocada por un encargado de
la misma y, sin embargo, sigue prestando servicios en un segundo centro
sanitario, donde no se da la situación
problemática vivida en el primer centro
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