Regulación Administrativa y Políticas Públicas.

MINUTA
TÍTULO DE PONENCIA: Regulación Administrativa y Políticas Públicas.
AUTOR: Mario Campos Poblete, Abogado, Magíster © en Derecho, Ayudante
Senior de Derecho Administrativo, Universidad Diego Portales, Abogado en
Unidad de Concesiones Eléctricas de la Superintendencia de Electricidad y
Combustibles. Correo electrónico: [email protected]
MINUTA: La relación entre Derecho y Economía es de vital importancia al
momento de fijar políticas públicas, debido a que toda decisión de los poderes
estatales para trazar programas destinados a satisfacer el bien común debe
ponderar la finalidad perseguida con el impacto en los diversos sectores de la
población y los intereses de los particulares (medio ambiente, propiedad privada,
comunidades indígenas, entre otros aspectos).
Lo anterior nos permite arribar al concepto de “constitución económica” u
“orden público económico”, donde se pone en marcha la actuación material de la
Administración Pública, la cual está sujeta a una serie de principios, entre los
cuales destacan el de intervención mínima, de razonabilidad, de proporcionalidad
y el de imparcialidad.
Una de las aristas de la actuación material o sustancial de la Administración
Pública es la de regulación y ordenación, llamada también de “policía”, a través de
la cual el Estado protege la libertad económica y opta por intervenir frente a las
fallas de mercado, en concreto frente a los monopolios (naturales) y las
externalidades. El supuesto ideal es que las soluciones a los problemas en el
mercado se encuentren en el mismo mercado.
La regulación administrativa y económica en materia de servicios de utilidad
pública, se torna indispensable para efectos que los consumidores no vean
mermados sus intereses frente al monopolista (por ejemplo electricidad) para lo
cual se crean agencias técnicas (dependientes o independientes) dotadas de
funciones planificadoras, normativas, tarifarias y sancionatorias ( por ejemplo
superintendencias) que se encargarán de supervigilar que en la prestación de
estos no se vulnere la finalidad social que está detrás de los mismos.
Por último, la transparencia en los procedimientos y la participación
ciudadana son dos mecanismos que coadyuvan a la labor reguladora de la
Administración Pública.