LA SABANA DE BOGOTA Y SU LAGO EN EL PLENIGLACIAL MEDIO P or THOMAS VAN DER HAMMEN * INTRODUCCION Durante buena parte del Pleistocene (ultimos 2.5 millones de afios ), la Saban a de Bogota fue un lago. En su extensa historia presenta carnbios frecuentes cle nivel, especialmente clurante las epocas interglaciales en las cuales el lago se contraia y dejaba una amplia zona pantanosa y boscosa entre su orilla y el pie cle los cerros (VAN DER HA'V[MEN & GONzALEZ 19601963; HOOGHIENISTRA,1(84). Durante el ultimo interglacial y en los interestacliales y estacliales de la parte ternprana clel ultimo glacial existia un lago relativamente grancle; en los borcles y especialmente en la parte baja cle los valles que clesembocan a la Sabana (como el cle Tenjo) se encontraba vegetacion pantanosa, especialmente con Alnus acu niinat a (Aliso) acornpafiado en ocasiones cle Tilleinsnannui si: y Vallea stipularis. En esta vegetacion pantanosa se formaban turbas mientras que en la laguna se formaban arcillas o "gyttjas' (SCHREVE-BRINKilIAN, 1978; VAN DER HAMMEN 1978). Despues cle una fase aparentemente muy fr ia hace aproximadamente 70.000 ail os (Pleniglacial inferior) , se inicia el Pleniglacial medio al recleclor cle 65.000 aiios P.. P. Durante e1 Pleniglacial meclio (entre 65.000 Y 28.000 A. P. aprox.) la laguna presento niveles bastante altos, y en muchas partes las aguas hicieron contacto con los cerros, eliminando asi cle manera apreciable las zonas pantanosas. Hacia el final clel Pleniglacial Medic, las aguas comenzaron a retirarse; este fenorneno se nota inicialmente en la zona clel borcle clel lago; tocla la laguna se seco entre 32.000 y 27.0000 afios A. P. aprox. (VAN DER HAMMEN 1980). En el Pleniglacial Superior (28.000 y 13.000 afios A. P.) hay alternancia clima- * Hugo de Vries Laborarorium, U. de Amsterdam, Holanda. 250 CALDASIA, VOL. XV, Nos. 71.75 30 OCTUBRE DE 1986 tica, entre 24.000 y 21.000 A. P., se presenta un periodo relativarnente humedo durante el cua! se forma la laguna; y a continuacion, entre 21.000 y 14.000 A. P., un periodo con clima 111UY seco, epoca en 1'1 cual 1'1 laguna de Fuquene tambien se seco (SCI-IREVE-BRLNKMAN 1978; VA:\' GEEL & VAN DER HAMMEN, 1973). Este periodo tan seeo corresponde en buena parte a una epoca 111UY hi a, cuando los glaciares en el hernisferio norte llegaron a su maxima extension ye! nivel del mar estuvo en posicion muy baja. En la Cordillera Oriental las altiplanicies se cubrieron de vegetacion de paramo y el limite altitudinal del bosque se bajo local mente hasta 2.000 In de altura. Es probable que a su turno la vegetacion seca serniabierta de la parte sur del Valle de! Magdalena haya avanzado hasta entrar en contacto con el paramo a 2.000 111 de altura aprox. (VAN DER HAMMEN, 1981). En esta epoca alrededor de 20.000 A. P., ya los gldciares se habian retirado bastante si se compara con e! periodo de maxima extension, es decir, durante el Plenig!acial Medio y 1'1 primera parte del Pleniglacial Superior, entre 60.000 y 23.000 A. P. aprox. Durante el (VAN Pleniglaeial et al., 1980-1981). DER HA\1MEN Media el clima, con frecuentes oscilaciones. parece haber sido muy especial. Las temperaturas fueron mas bajas que hoy en dia (Ia vegetacion carnbio con frecuencia entre bosque alto-andino, sub- pararno y pararno propiamente dicho), de 20.000 afios A. P. La precipitacion pero no tan extremas como alrededor debio haber sido ll1uy alta, de tal manera que influyera en la extension de los glaciares y en los altos niveles de agua de las lagunas (VAN DER HA\H1EN, 1980-1981). A continuacion se discutira en detalle los datos disponibles sobre este periodo e interesante en 1'1 Sabana de Bogota, para llegar finalmente rasgos tan significativo a describir los esenciales, LA VEGETACION Y E:\T Segl1J1 los diagramas de polen HA\l MEN & GOKZALEZ, 1960-1963; y de Io zona deLlbate-Fuquene Saban a de Bogota; 1'1 vegetaci6n del (altiplano Medio DER en aprox.) es ll1L1y caracteristiea y peculiar. de 21.0~)O A. P. domina el paramo abierto a 28.000 bosque A. P. aprox., y en la epoca raja de transicion inclicaclas para entre ALTIPLANICIE de la Saban a de Bogota, (VAN DER DUEN.\S 1979; HOOGHIEMSTRA, 1984) VAl\' GEEL & VAN Pleniglacial LA ALREDEDORES que la zona 1'1 zona se encuentra 28.000 y 21.000 los dos tipos anterior la misma altura 1973 y datos (por encima que la ineditos ), de 2.500 m En los primeros milenios despues de gramineae, en epocas anteriores entre el perioclo tiene HAMMEN, cerca A. P., de vegetacion a 28.000 A. P. al limite altitudinal se presenta citados. persistian Las como del una condiciones c1escle por 10 VAN DER HAMMEN, T.: LA SABANA DE BOGOTA EN EL PLENIGLACIAL 251 menos 45.000 A. P. (fechas sin publicar de la zona Fuquene y fechas del Abra). Se discutiran aqui entonces las condiciones de esta parte principal del Pleniglacial Medio, entre 45.000 y 28.000 A. P. aprox, Los diagrarnas de polen de !a Ciudad Universitaria, de Tarragona, de Funza y de Fuquene aportan datos sobre la vegetacion de caracter regional, es decir los granos de polen de los sedimentos de la laguna provienen de una amplia zona y representan la vegetacion de la planicie, pero especialmente la de los cerros que rodean el altiplano (por encima de 2.600 m). En las curvas, los val ores (Ole) de gramineae fluctuan entre 20 y 450/0, pero generalrnente son menores que 35 %, es decir. aunque la planicie misma pasaria c·lgunas veces al paramo propio, en terrninos generales, se encuentra en la franja alta del bosque andino. Esta conclusion se corrobcra si se tiene en cuenta que el porcentaje de polen de arboles es siernpre mayor de 30% (GRABANDT & NmuwLAND, 1985; GRABANDT,1985). Los elementos arhoreos mas frecuentes en los diagramas de la Sabana, son Qicercus (valores entre 5-250/0) y Polvietns (2-15'/0); en los diagramas de Fuquene Polvlepis Ilega a tener basta SOre. Si tomamos en cuenta que 1a relacion abundancia ('10) de polerr/cobertura ('/'0) de vegetacion para Polvlcpis puede ser cercana a 0.5. estos val ores vendrian a indicar para la zona coberturas de por 10 rnenos 5'/'0 y frecuentemente l1egarian a 300/0 e inclusive 100%. Para Quercus la r clacion : Abundancia (0/0) de polerr/cobertura (o/r:) de vegetacion es cerca a 2.0, e indicarian coberturas entre 3 y 130/0. Los valores de (0/0) de polen de Quercus figuran entre los mas elevados que se han encontrado en la Sabana, Otros elementos arboreos representados son Weinmannia (0-2.5;10, cobertura de 0-50/0), Rcpanec (0-2.5/., cobertura 0-50/0) y Mieonia (0-3%. cobertura 0-370). Podocarpus y H edynsJ11.un estan representados pero con porcenta j es ba j os, los cuales, en vista de su gran producci6n y dispersion no pen liten conclusiones seguras sobre Sli presencia dentro de 1a Sabana. Las Ericaceae son re!ativamente frecuentes en varios nive1es, mientras que Aragoa Comll1lmente se encuentra asociac1a con Gramineae y Pol')J!epis. En terminGS generales QII1?1'ClIS a1canza valores altos cuando las Gramineae '! Polyle/)/'s disminuyen. Polylepis y Gramineae se asocian en parte, pero cuando Pol,)l1cpis muestra los valores mas altos las Gramineae presentan valores relativamente bajos. Las curvas de ~VeinNwnnia y Pol)'lepis en parte corren parale]as. pero no hay una correspondencia total, ya qlIe en ccasiones se encuentra asociacla HI eiu1/1.annia con Q lIereus. Ai-n.us tiene valores entre 10-45%, pero segl11l su gran procluccion y dispersion (polen: vegetacion = 5), estos va10res significarian a 10 sumo una cobertura entre 5-10;1e. En FUCjuene el ('fo) cle Alnus fluctll<.l entre 3-100/0 (cobertura 252 CALDASIA, YOLo XY, Nos. 71-75 0-20/0). De todos modos los porcentajes menores presencia real de las especies en el area, OCTUBRE 30 DE 1986 al 200/0 dejan en duda la Durante las fases con val ores maximos de Q uercus y valores relativamente bajos de Pclvlepis, se encuentra aprox. 251/0 de gramineae y 60-80% de polen de arboles. Con base en los datos reales y en los calculados de la relacion entre porcentaje de Gramineae y total (0/0) de elementos arboreos, (inclusive Polylepis) y con la altura del "limite de bosque" en la Sabana de Bogota, se puede deducir que durante los maxirnos de Q uercus el limite del bosque alto-andino pudo haberse hal1ado aprox. a 2.900 rn, y durante los maximos de Polylepis a 2.700 m y 2.800 m (valores al parecer extremos). EI limite altitudinal del bosque de Queu!ls pudo haberse encontrado a 2.700 m hasta por debajo del nivel de la Sabana. En Fuquene parece que la variacion en la mayor parte de la epoca en discusion, se dio principalmente entre bosque de Polyle pis y pararno de Gramineae. Del pararno de Agua Blanca, en el borde occidental de la Sabana de Bogota, al noroccidente de Subachoque, se dispone de un diagrama de polen de una laguna cercaria a la divisoria de aguas, a 3.250 m de altura (HEL'\!lENS & KUHRY 1986). En la epoca en discusion a esta altura se presenta pararno de Gramineae (40-50% polen de Gramineae y 10-200/0 de arboles), mientras que los valores de Polvlepis (1-30/0) parecen indicar que el sitio se localizaba mas arriba de la propia zona con abundancia de Polylepis. Si se j untan todos estes datos, emerge la siguiente imagen de la vegetacion durante el Pleniglacial Medio en los altiplanos de la Cordillera Oriental. En la zona de los primeros centenares de metros por encima del nivel de los altiplanos y de la laguna de la Saban a, es decir arriba de los 2.600 rn, se encontraba bosque denso de Polylcpis forrnando una zona de posiblemente 100 a 200 rn de amplitud altitudinal. En los valles laterales de la Sabana, mas protegidos, los bosques eventualmente pudieron haber sido aun mas. En la parte baja Polylepis pudo asociarse con Weinmannia y Rapcnea y en la parte mas alta con Araqoa. Con .el aumento en altitud debe haberse extendido progresivamente la vegetaci6n de paramo de Graminea~. En algunos intervalos subia el limite superior del bosque andino de Q M,rrellS hasta alcanzar el nivel de 1a Sabana de Bogota. Si se comparan los porcentajes de polen de Polylrpis con los de hoy en dia en las zonas de bosque alto-andino y paramo, se lIega a conc1uir que en Ja actualidad. en ninguna parte muestran estos bosques la extraordinaria importancia que lograron en el Pleniglacial Medio. En la actualidad los bosques de Pnlylepis constituyen manchas homogeneas dispersas en ciertos paramos. entre 3.600 y 4.300 Ill, 0 tam bien agrupaciones heterogeneas con otros elementos arboreos como /i/l eimnal1nia, Rapanea, GjJ1W'xys, las cuales forman localmente una fran ja de bosque alto-andino, cerca del limite VAN DER HAMMEN, T.: LA SABANA DE BOGOTA EN EL PLENIGLACIAL 253 ~ altitudinal de la vegetacion arborea entre 3.500 y 3.900 III en la Cordillera Oriental. Parece que durante el Pleniglacial Medio existio a 2.600 III una zona arnplia de P oiylepis, en parte con otros arboles, y bastante continua; 10 cual implicaria situaciones 0 concliciones cliferentes en el Pleniglacial Medic, y en el Holocene (inclusive hoy en dia). Es bastante probable que arboles con baja produccion cle polen que crecen cerca y par encima clel "limite del bosque", como Escallonia y H esp eromeles, igualmente abundaron a estas alturas en el mismo periodo Pleniglacial Medio y existen algunos inclicios que parecen comprobarlo. Luego discutirernos estes inclicios como tam bien las posibles causas cle la gran extension del bosque alto-andino cle Polylepis. En ciertos intervalos clel P1eniglacial Media y hacia su final, el nivel cle la laguna de Ja Sabana bajo considerablernente, sus sedimentos quedaron expuestos y se extencli6 la zona con vegetaci6n pantanosa y bosquecitos bajos 0 matorrales en donde se formaron turbas 0 arcillas turbosas. Se dispone de varios diagramas cle polen cle este tipo de sedimentos los cuales muestran un dorninio en 1a sedimentacion 0 Iluvia de polen cle la flora local sabre la flora regional, que es la determinante de los espectros palinologicos en los sedimentos de la laguna. En estos sedimentos abundan los granos cle Sy11'lplocos, Myrica y Rapcnea (al lado clel omnipresente Alnus), como tarnbien de Hyperiw11I y Compositae. A veces se presentan valores extremos de 2 hasta 5 '10 de Weinmannia. Estos elementos representan los componentes principales de una vegetacion lefiosa "azonal" que se encontraba sobre la planicie cle la Sabana y que rodeaba el lago reduciclo. Una de las secuencias sedimentarias (VAN DER HAMMEN et 01., 1980) se encontro al este cle Zipaquira y representa la ultima fase clel Pleniglacial Meclio, entre 33.000-27.000 afios A. P., cuanclo el lago sufrio una baja bastante clefinida. Otras son cle Tenjo y el Abra, y representan diferentes eclades clentro clel Pleniglacial Medio. De la laguna de Fuquene y cle otras localiclacles cle la Sabana de Bogota (como la parte baja clel Valle cle Tenjo), se conocen tipos cle vegetacion "azonal" herbacea, en las zonas pantanosas alrededor cle la laguna en donde abundan elementos C0l110 RU11iex, Polygonu1;/;/" Cyperaceae, Relbuniwni, Hydro otyle y Compo sitae. En la vegetacion acuatica se encontraban M yriophy'UU111,.. P olomogeton e [soetes. Estos tipos cle vegetacian eran probablemente muy s!milares a los que conocemos hoy en clia en las zonas pantanosas y litorales cle las lagunas de paramo, aunque la abundancia por ejemplo cle Pol'ygonurn y Rumex recuercle mas a la vegetacian pantanosa de las lagunas de los altiplanos. Los anteriores cOllsiderandos serian indicios de 254 CALDASIA, VOL. XV, Nos. 71-75 OCTUBRE 30 DE 1986 que el clima del Pleniglacial medio en los altiplanos probablemente fue durante ciertos intervalos un clima mas de bosque alto-andino que de paramo propiamente dicho. LOS SEDIMENTOS DE LAS FLUVIOGLACIALES lVIORRENAS En las areas cercanas a los nucleos glaciares, como en la zona de Zipaquira, y en las partes bajas de los valles que desernbocan en la Sabana y forman parte de db, como los valles de Tenjo, Usme, Subachoque y Guasca, se encuentran frecuentemente gravas que forman parte de cuerpos sedimentarios provenientes de las partes mas altas de estos valles, las cuales en las partes bajas se intercalan con los sedimentos lacustres de la laguna de la Sabana. En la parte alta de estos valles se localizan las morrenas de la ultima glaciaciori, y no cabe duda que las gravas y gravillas mencionadas son de origen fluvioglacial. Las gravillas del area de Zipaquira se pudieron fechar (edad entre porque ten ian turba y carbon vegetal en media de dos niveles de gravilla, y porIa presencia de un suelo "agrietado" muy caracteristico, encima del nivel superior de gravillas, la edad del cual se logro establecer por corr elacion en aprox. 23.000 afios A. P., par consiguiente el nive1 superior y ultimo de gravilla fluvioglacial tiene una edad entre 27.000 y 23.000 afios A.P. (VAN DER HAMMEN et al., 1980). En el Valle de Tenjo :11 norte del pueblo de Tabio en una planicie a 2.595 m, hay una secuencia de gravas que son explotadas en varios sitios. En la parte alta debajo de las gravas superiores se encuentran arcillas oscuras con carbon vegetal las cuales al ser fechadas arrojaron una edad de 31.500 ± 610 afios A.P. Col 77, GrN 5837) 33. 000 y 27. 000 afios A.P.) En afro sitio un poco mas al norte (aprox. a 2610 m de altura) en un resto de terraza con gravas, se obtuvo carbon vegetal en una capita de arcil1a rosacla inmediatamente encirna de las gravas, que dio una fecha de 1050 CH de 39.000 ± 950 afios A.P. (Col. 78, GrN 6002). En la parte baja del Valle de Subachoque, se distinguen una serie de terrazas entre el plano de la Sabana y la planicie actual del rio, que se encuentra unos 8 rn mas abajo. Por debajo de estos niveles los sedimentos son gravas que estan siendo explotadas en varias partes. En estas gravas se encuentran troncos y fragmentos de madera de arboles; un fragmento encontrado a 6.85 m par debajo del nivel de la terraza inferior, dio una fecha de C 14 de 45.000 +3.500 - 240 afios A. P. (Col. 452, Gr N 12441). Fragmentos encontrados a VAN DER HAMMEN) L: LA SABANA DE BOGOTA EN EL PLENIGLACIAL 255 profundidades ele 7.60 111 .y 8.30 m son mas antiguos que 50.000 aDOS A P. (Col. 454, GrN 12443, 50.000; Col. 455, GrN 12444, 40.000) (Bekker, 1985). En la base del suelo que cubre e1 tercer nivel de terraza se encontro + carbon vegetal que clio una fecha cle C 14 de 33.000 1.000 aiios A P. (Col. 451, GrN 12440). En e1 sedimento arcilloso que cubr ia el cuarto .y ultimo nivel de terraza (aparentemente erosiva), se encontraron restos de + madera .y carbon vegetal, los cuales arrojaron edacles de 9.960 - 45 aDOS AP. (Col. 450, GrN 12439) y 11.290 aDOS AP. (Col. 453, GrN 12442) respectivamente (BEKKER, 1985L Aunque los datos no excluyen 1a posibiliclacl cle que parte de las gravas sedimentadas sean relativarnente mas jovenes, se puede decir can seguridad que la mayor parte de ellas deben tener una edad mayor de 34.000 an os A. P., e inclusive en parte mayor de 50.000 an os A P. Las facies de estos sedimentos aparenternente fluvioglaciales se vuelven mas finas hacia la propia Sabana, primero cascajo fino y luego arena. Fenorneno similar se observa tarnbien en el Valle de Tenjo. El conjunto de datos 0 fechaspresentados permiten concluir que' en la Sabana de Bogota cerca a los centros de glaciacion, especial mente en los valles laterales que bajan de los paramos, Sf' encuentran frecuentemente gravas de tipo fluvioglacial las cuales en su mayoria tienen eclades superiores a 32.000-33. 000 an os A. P., e inclusive en deterrninados casos edades de 45.000 y mayo res de 50. 000 afios A. P. El ultimo conjunto cle gravas tienen una eclad entre 24.000 y 27.000 aDOS A. P . En cuanto a morrenas en 10 alto del extrerno norte del Valle de Subachoque, alrededor de 3.200 m y 2.800-2.900 rn se han podiclo reconocer niveles de morrenas; los complejos de suelos que se encuentran encima cle estas 1110rrenas dan indicio sobre su edacl. Sobre material morrenico a 2.840 m yace una secuencia de por 10 menos dos suelos negros separados por 10 que probablernente es ceniza volcanica alterada y por material de solifluxion. E1 +1100 suelo inferior contenia carbon vegetal con una edad de 35.800 - 900 afios AP. (Col. 68, GrN 5681) (VAN DER HAMMEN et al., 1980). Hay que anotar que este suelo inferior es complejo en otras partes, presentandose a veces tambien material crioclastico en la parte baja 0 entre material morrenico y suelo. Es tambicn importante resefiar que en ninguna parte se encontro un suelo cle tipo interglacial sabre estos restos morrenicos. Estos datos indican que las morrenas de 2.800-2.900 m son de una eclad mayor de 36.000 aDOS A.P. aprox., y son de la ultima glaciacion. 256 CALDASIA, VOL. XV, Nos. 71-75 OCTUBRE 30 DE 1986 Sobre las morrenas de 3.200 m se encontro una secuencia de suelos que se inicia con un tipo de suelo agrietado el cual se fecho en otras partes y arrojo una edad de 23.000 afios A.P. La base de un suelo agrietado de este tipo aunque ligeramente mas complejo, se fecho en la Sabana de Bogota y alrededores en 28.000 afios A. P. aprox. (CORREAL & VAN DER HAMMEN, 1977; VAN DFR HAMMEN ct al., 1980). Esto quiere decir que las morrenas de 3.200 m aprox. tienen una edad mayor de 23.000-28.000 afios A. P. Todas estas morrenas bajas son por 10 consiguiente y con bastante probalidad, de edad pleniglacial rnedio (hasta parte mas antigua del pleniglacial superior), y se pueden asociar con toda probabilidad con las gravas fluvioglaciales de la parte baja del Valle de Subachoque. Los fechamientos de las gravas de tipo fluvioglacial en la Sabana en general, reportan edades entre aprox. 23.000-50.000 afios A. P. y parecen indicar en general avances maxirnos de los glaciares entre 28.000 y 23.000 afios A. P., y muy especialmente entre 33.000 y 50.000 anos A. P. En la Sierra Nevada del Cocuy, donde se conoce bastante bien la historia del ultimo glacial (V:\.'\ DER HANLVIENet al., 1980; 1981), hay dos fases cle gran extension glaciar, con edacles par encirna cle 23.000 afios A. P., Y quizas aun mayor cle 36.000 A. P. respectivamente. Las extensiones se presentaron hasta entre 3.400-3.000 m y 2.800-2.400 m respectivarnente. EI estaclio entre 21.000 y 14.000 an os A.P. aprox. cuyas morrenas se hal1an a alturas entre 3.300 y 4.000111, representa ya una fase clurante el retiro de los glaciares. EL CLIMA Y EL NIVEL DE DE LA SABANA LA LAGUNA EI nivel de la laguna cle la Sabana ha fluctuado repetidamente durante su xistencia, even to que ha incicliclo en el establecimiento cle vegetacion pantano sa y en la forrnacion de turbas en las zonas marginales de la planicie alrecleclor del lago. Toclo parece inclicar que estas fluctuaciones se clebian principalmente a carnbios climaticos ; cam bios en la precipitacion efectiva, determinaclos por la precipitacion propia y la evaporacion. Ya que este ultimo factor depencle cle la temperatura, entonces deben haber influiclo en e1 nivel cle la laguna tanto la precipitacion como la temperatura. Los niveles relati vamente bajos cle Ja laguna durante ciertos interglaciales, se deben probablemente a las ternperaturas mas altas. Las ternperaturas relativamente bajas (baja evaporacion ) clurante epocas glaciares, cleberian favorecer niveles relal.ivamente altos cle la laguna, como efectivamente se presentaron clurante el Pleniglacial Medio y en parte clurante el principio clel Pleni~lacial tardio. VAN DER HAMMEN, L: LA SABANA DE BOGOTA EN EL PLENIGLACIAL 257 No obstante, se conocen r.iveles nmy bajos ele ciertas lagunas, en eleterminaelos intervalos del Pleniglacial, como es l11uy evielente en la laguna ele Fuquene (VAN GEEL & VAN DER HAMMEN, 1973) y en ]a propia Saban a ele Bogota (SCHIU:VE-BRlc'lKl\'lA N, 1978). En estos casos no hay duda que la causa fue una baja considerable de la precipitacion anual. La epoca mas seea del Pleniglaeial aparenternente es el intervalo entre 21.000 afios A. P. y 14,000 afios A. P. aprox. En la epoca 30.000 A. P.-21.000 afios A. P. (especialmente entre 25.000-21.000 A. P.) se presentaron niveles relativamente altos ele la laguna de Fuquene y encharcamientos en ciertas partes de la Sabana ele Bogota. Antes de 30.000 afios A. P. aprox. parece que hubo un intervale relativamente seco en 1a Sabana, el cual pudo durar varios miles ele afios ; es en este perioelo en donde se presenta la desaparicion cle 1a laguna cle 1a Sabana, probablemente causada por la cornbinacion elel efecto erosivo ele la saliela del agua de la cuenca de la zona ele Alicachin-Tequendama y por la precipitacion efectiva relativamente baja. En el intervale entre 35.000 an s A. P. y >50.000 afios A. P es decir en el perioelo que precedia a la epoca relativamente seca, es precisamente cuando se presentaron los niveJes de agua mas altos clel Pleniglacial en la laguna cle ia Sabana, los cuales inclusive alcanzaron los 2.600 111 de elevacion. Un comportarniento asi significaria entonces, la eliminacion ele las zonas pantanosas y eI contacto de la laguna con los cerros ci rcundantes. EI cIima en esta epoca fue relati vamente frio (pero menos frio que en el perioclo alreeleclor ele 20.000 anos A. P.) y ]a precipitacion efeetiva fue bastante alta. EL CO NT ACTO DE LOS GLACIARES Y EL BOSQUE Como vimos anteriormente. elurante el Pleniglacial Meelio e1 limite elel bsoque alreeledor ele 1a Sabana ele Bogotcl se hallaba frecuentemente a una altura ele 2.700-~.900 111. POI' otro laelo los glaciares llegaban a alturas ele 2.700-3.000 m. Si aelemas se tienc en cuenta que en los valles que conelucen elel paramo cr la Sabana, el limite elel bosque local puelo haber sido aun mas alto, cabria la posibilidael de un contacto local de bosque y glaciares, especialmente en los mencionados valles. Actualmente esta situacion no se pres.enta casi en ninguna parte de Colombia, solo hay una referencia para un sitio en el Nevado del Hl1ila, bajo condiciones !11UV hllmedas a una altura de 4.000 m (ER WIN KRAUS, informacion oral). Este tipo de contacto pudo ser COl1ll111 en el Pleniglacial Media, en la hUl11eda vertiente oriental de la Ccrdillera Oriental (VAN DER HAMct al., 1980/1981, V AN DERHAMMECi, 1981). Igualmente debe haber sida 111UY TvlEN CAlDASIA - 17 258 CALDASIA, VOL. XV, Nos. 71-75 OCTUBRE 30 DE 1986 tambien muy frecuente en ciertas partes cle la Saban a cle Bogota, ya que localmente se encuentran en las mismas gravas fluvioglaciales clel Pleniglacial Medio, abuntantes trozos cle madera y troncos cle arboles, como por ejernplo en las explotaciones cle gravilla cle 1a parte sur clel Valle cle Subachoque y en la parte media del Valle de Tenjo al norte de Tabio. Toclavia no se ha efectuado el estuclio complete cle estas maderas, para saber cle cuales especies se trata, pero parece que una cle las especies presentes pertenece al genero Escallonia, y cabe la posibilidad cle encontrar Polylepis. DISCUSION Y CONCLUSIONES (Fig. 1 y 2) Aunque el Pleniglacial Medio y la fase inicial clel Pleniglacial tardio presentaron ciertas f1uctuaciones climaticas y cle vegetacion, hay una serie de caracteristicas relativarnente constantes a al menos clominantes en tiempo, que nos dan una imagen muy peculiar y cliferente cle la situacion actual. En la Saban a de Bogota y otros altip!anos de 1a Corclillera Oriental a alturas de aproximaclamente 2.600-2.800 m se presentaron al misrno tiernpo las caracteristicas siguientes : altos niveles en las lagunas, c1ima moderadamente frio, vegetacion cle bosque alto anclino con abunclante Polylepis (entre 2.600 y 2.900 m), sedimentos fluvioglaciales hasta el nivel cle la Saban a y morrenas glaciares hasta niveles cle 2.700 y 3.000 m. Estos hechos Ilevan a la conclusion que las lagunas glaciares y bosques alto-andinos cleben haber estaclo en contacto al menos localmente, especialmente en los valles que bajan del pararno a la propia Sabana de Bogota. La presencia cle troncos y trozos cle madera en los seclimentos fluviog!acia!es, parecen confirmar esta apreciacion. i sw· ..... FIGURA Ifto andno ............ ...,. ... '1 ,.". •. 1. Corte esquernatico Norte-Sur en la Saban a de Bogota media. en el Pleniglacial Los niveles altos cle la laguna cle 1a Sabana, el excesivo crecirmento cle los glaciares y en parte la situacion reJativamente alta clel limite clel bosque (comparada can las temperaturas reinantes 0 sea mocleraclamente bajas ) encuentran una explicacion en la cornbinacion de ternperaturas mas bajas VAN DER HAMMEN, L: LA SABANA DE BOGOTA EN EL PLENIGLACIAL 259 3.500 3.400 3.300 3.200 3.100 3.000 2.900 2.800 2.700 Lavuna 2.5 Paramo humedo S\l~a c"o<\\1'· . fluviovlacial Paramo hum'do 2. Corte (A-B) y mapa esquernaticos de la siruacion en la Sabana de Bogota en la zona del valle de Subachoque durante el Pleniglacial medic: glaciar, sedimentacion f1uvio-glacial, laguna, bosque alto-andino {Poiylepis}, paramo humedo. FIGURA 260 CALDASIA, VOL. XV, Nos. 71-75 OCTUBRE 30 DE 1986 que hoy en dia, pero con una precipitacion efectiva bastante mas alta que en la actualidad. La cantidad de agua que paso por el SaIto de Tequendama durante las fases tan extremadarnente lluviosas del Pleniglacial medio debe haber sido un multiple de la de hoy en dia (en circunstancias naturales), en esta epoca se debe haber erosionado (ba jado) tanto el cauce de la salida de las aguas de la Sabana (en Alicachin), que cuando el clirna se volvio menos lluvioso hacia el final del Pleniglacial Medio y el Pleniglacial tardio, se llego a desocupar la laguna. EI SaIto fue sin duda muchisimo mas grande y ancho durante el Pleuiglacial Medic, y debe haber proporcionado un espectaculo extraordinar io. Queda el interrogante, por que Polvlepis fue rnucho mas abundante en la zona de bosque al to-andino y paramo de la Cordillera Oriental que en la actualidad. Aunque la influencia antropogenica es un factor que segura mente redujo los bosques de Polyleois, se conoce segun los diagramas de polen que nunca despues del Pleniglacial Medic tuvo una extension comparable. Actualmente es COmlII1encontrar a Polylcpis sobre terrenos pedregosos; tambien se encuentra bastante Polylepis en el bosque alto-andino en el lado occidental relativarnente humedo de la Cordillera Oriental (a una altura de 3.700 m cerca de la laguna La Jiquera, (Boyaca ) y en el Bosque alto-andino del pararno de Santa Rosa, en la vertiente occidental y muy humeda en la Cordillera Central. Por consiguiente si se combina la gran extension de terreno pedregoso, causada por la baja posicion de los glaciares y la abundancia de sedimentacion de gravas f1uvioglaciales, con la gran humedad del clima, tal vez se tendrian las causas explicativas de la extensa distribucion de Polylepis. La abundancia relativa de Q uercus en ciertos intervalos dentro del area de la Sabana de Bogota, se puede quizas explicar tam bien por una mayor humedad del clima ; el area de distribucion actual esta situada principalmente en el lado occidental de la Cordillera Oriental, que es mas humedo que las lade as situadas en el interior de Ia cordillera, donde dominan en general bosqu~s de TIVeinmannia tmnentosa. Ademas se conoce que en la zona de Chiquinquira se presenta Quercus en el altiplano, en donde hay una precipitacion mayor que en los altiplanos situados mas al sur. No obstante existen bosques de Quercus igualmente en ciertas zonas bastante secas, de tal manera que queda alguna duda sobre si este factor de humedad es el unico respons3ble clel comportamiento en referencia. Otro hecho importante de considerar es cierta condicion de especie pionera que parece 1110strar Quercus, como se observa en los diagramas de polen de Fuquene, en los cuales es obvio que Quercus arranca como arbol dOlllinante en los inicios del Holoceno, para luego ser reelllplazado par un bosque de cOlllposicion f10ristica mixta. Quizas la combinacion de una situacion algo pionera (suelos poco VAN DER HAMMEN, T.: LA SABANADE BOGOTAEN EL PLENIGLACIAL 261 desarrollados ) con clirna bastante mas humedo cia la clave para la ex plicacion de la abundancia en el Pleniglacial Medio. Si se considera la vegetacion y las condiciones climaticas tan peculia res del Plenigbcial NT edio, se puede concluir que los cam bios de vegetacion en los Andes causados por oscilaciones clirnaticas, no fueron simplemente movimientos verticales de zonas 0 cinturones altitudinales sino que hubo un frecuente reorc1enamiento de especies y tipos de vegetacion, 10 cual pudo conducir a un ordenamiento y zonacion diferente a los de hoy en dia en esta area, Aunque este hecho ya fue reconocido anteriormente (VAN DER HAMMEN, 1960 y 1963), la situacion durante el Pleniglacial Medio en la Sabana de Bogota, que acabarnos de discutir, nos da un ejemplo muy claro e irnpresionante. REFERENCIAS BEKKER, R. P. 1985. Quaternary geology and geomorphology of the Southern part of the Subachoque valley, Cundinamarca, Colombia. Internal report, CIAF: 103 pp. Bogota. CORREAL, G. &. T. VAN DER HAMMEN, 1977. Investigaciones arqueologicas en los abrigos rocosos del Tequendama. 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