preguntas_43-56

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43. La sentencia de incapacitación: efectos y gradación de la incapacitación.
La sentencia priva al incapacitado de la capacidad de obrar necesaria para celebrar los actos
a que se refiera. Es constitutiva y carece de eficacia retroactiva, aunque no impide que el
curador o el representante legal del incapacitado impugnen con éxito actos realizados con
anterioridad a la sentencia por el incapacitado. Quedan al margen de la sentencia
determinados actos que no afectan al ámbito contractual y que son de carácter personalísimo.
44. Situación jurídica del “incapaz natural”: concepto, actos realizados por el “incapaz
natural” y su régimen jurídico.
El incapaz natural puede actuar jurídicamente con una voluntad viciada, debiendo
demostrarse su incapacidad para impugnar aquellas actuaciones jurídicas llevadas a cabo por
él. Pero, con carácter general, dicha persona seguirá considerándose jurídicamente capaz
hasta tanto no sea declarada judicialmente su incapacidad. Cuando esto sucede, ya no
hablamos de incapacidad natural sino de incapacitación34. La sentencia de incapacitación
destruye la presunción legal de plena capacidad del mayor de edad, que ve limitada dicha
capacidad a los márgenes que se describan en la resolución judicial.
A ello se refiere el artículo 199 del Código Civil cuando dispone: “Nadie puede ser
declarado incapaz sino por sentencia judicial en virtud de las causas establecidas en la Ley”.
Dicha sentencia es constitutiva del estado civil de incapacitado, y garantiza que la declaración
de incapacidad sea el resultado del desarrollo de un juicio contradictorio, en el que se
permitirá a todos los interesados exponer sus argumentos a favor o en contra de la
incapacitación del individuo en cuestión
45. Internamiento por trastorno psíquico: el art. 763 de la LEC.
El propio art. 763 Lec. exige que la autorización judicial sea previa al internamiento, salvo
por razones de urgencia. En caso de urgencia, la competencia para la ratificación de la medida
adoptada sin autorización previa corresponderá al tribunal del lugar en que radique el centro
donde se haya producido el internamiento. El internamiento no debe prolongarse cuando cese
la causa que lo motivó; no obstante, el tribunal tiene la posibilidad de decidir sobre la
continuidad del internamiento a la vista de los informes periódicos elaborados por los
facultativos.
En cuanto al internamiento de menores y de incapacitados, el régimen del art. 763 Lec. es
aplicable a los internamientos por razón de trastorno psíquico igualmente en ambos casos. Es
necesaria la autorización judicial, pues no es función del tutor decidir sobre el internamiento
de su tutelado. Cabe destacar, por último, que la sentencia de incapacitación puede contener
un pronunciamiento sobre la necesidad de internamiento.
46. La prodigalidad: concepto; efectos.
La declaración de prodigalidad limita la capacidad de obrar de una persona y determina su
sumisión a una institución de guarda, la curatela. La disposición derogatoria contenida en la
Lec. 2000 hace que en la actualidad dentro de la sección de la curatela en los casos de
prodigalidad quede únicamente el art. 297 Cc.
La sentencia se inscribe en el Registro Civil para hacerse pública. El pródigo queda sometido
a curatela; el curado intervendrá en aquellos actos que el pródigo no pueda realizar por sí solo
(dichos actos quedan determinados en la sentencia). Es un sistema de guarda limitado (el
curador complementa; no cabe la posibilidad de que al pródigo se le nombre un tutor que
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asuma su representación legal). Los actos jurídicos que el pródigo lleve a cabo sin la
intervención del curador son perfectamente anulables.
En la esfera personal, el pródigo no tiene limitaciones. Éstas llegan con la esfera
patrimonial. Y todavía hay más problemática con los bienes que, pese a no ser del pródigo, a él
corresponde su gestión. Por otra parte, puesto que tiene capacidad limitada, al pródigo se le
puede excluir de determinados actos o cargos con independencia de su carácter patrimonial o
no.
47. El domicilio: concepto y clases.
El domicilio es la sede jurídica de la persona a los efectos que en cada caso establezca la ley.
El domicilio no es un concepto unívoco, sino que con él se designa en cada caso la sede jurídica
de la persona, es decir, el lugar en el que se debe tener en cuenta su presencia a los efectos
que establezca cada norma.
Atendiendo a los distintos sentidos con que la ley alude a “domicilio”, la doctrina distingue:
 Domicilio voluntario: lugar donde la persona tiene su residencia habitual. Pero se discute si
basta con el hecho de residir, o si además es necesaria la intención de la persona de hacerlo
permanente. En la actualidad, es mayoritaria la idea de que la habitualidad debe ser normal y
permanente.
 Domicilio legal: por ejemplo, los diplomáticos, que por razón de sus cargos gozan del derecho
de extraterritorialidad. Además, el art. 40 Cc se remite al domicilio que “en su caso […]
determine la Ley de enjuiciamiento civil”.
 Domicilio electivo: es posible que las partes de un negocio fijen un domicilio a los efectos que
resulten del mismo. Se habla, entonces, de un domicilio electivo.
48. La defensa del desaparecido: art. 181 del C.c.
La defensa del desparecido está regulada en el art. 181 Cc, conforme al cual: “en todo caso,
desaparecida una persona de su domicilio o del lugar de su última residencia, sin haberse
tenido en ella más noticias, podrá el Juez, a instancia de parte interesada o del Ministerio
Fiscal, nombrar un defensor que ampare y represente al desaparecido en juicio o en los
negocios que no admitan demora sin perjuicio grave. Se exceptúan los casos en que aquél
estuviese legítimamente representado o voluntariamente conforme al art. 183”.
Para la defensa del desaparecido es preciso:
 Que no se pueda comunicar con una persona: si la finalidad que se persigue es atender los
intereses de una persona desaparecida, el dato realmente decisivo es la imposibilidad de
entrar en contacto con ella para que pueda dar instrucciones oportunas, aun cuando se sepa
dónde está.
 Que sea necesaria su representación: en juicio o en los negocios que no admitan demora sin
perjuicio grave. Se el desaparecido estuviera legítimamente representado, no haría falta un
defensor.
49. La declaración de ausencia: cuándo procede, representantes del ausente; derechos y
deberes de éstos.
El art. 183 Cc establece los presupuestos para que el Juez pueda declarar legalmente la
ausencia de una persona desaparecida de su domicilio o de su última residencia y nombrar un
representante. Es necesario que haya transcurrido un plazo de tiempo desde las últimas
noticias de la persona desaparecida, o, a falta de noticias, desde su desaparición. Para fijar un
plazo, más o menos largo, la ley tiene en cuenta si el desaparecido ha dejado o no apoderado
con facultades de administración de todos sus bienes:
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 El plazo es de un año si el ausente no hubiese dejado encomendada por apoderamiento la
administración de sus bienes.
 El plazo es de tres años si el ausente hubiese dejado encomendada por apoderamiento la
administración de sus bienes. El plazo es mayor porque cabe pensar que quien ha nombrado
apoderado tiene intención de ausentarse, y porque ese apoderado ya se hace cargo de los
asuntos del desaparecido, por lo que no resulta urgente nombrar un representante. Será
cuando se extinga el poder del apoderado y transcurra un año cuando proceda la declaración
de ausencia.
50. Efectos personales y patrimoniales de la declaración de ausencia. Cese de la situación de
ausencia.
En el auto de declaración de ausencia, el Juez nombra el representante del ausente al que
le corresponde “la representación del declarado ausente, la pesquisa de su persona, la
protección y administración de sus bienes y el cumplimiento de sus obligaciones” (art. 184 Cc).
El primer párrafo del art. 184 Cc establece un orden de prelación al que debe atenerse el
Juez, salvo que concurra un motivo grave para la designación de un representante:
 El cónyuge presente mayor de edad no separado legalmente o de hecho.
 El hijo mayor de edad; si hubiese varios, serán preferidos los que convivían con el ausente y
el mayor al menor.
 El ascendiente más próximo de menos edad de una u otra línea.
 Los hermanos mayores de edad que hayan convivido familiarmente con el ausente, con
preferencia del mayor sobre el menor.
Conforme al art. 185 Cc, todos los representantes tienen la obligación de: a) inventariar los
bienes muebles y describir los inmuebles de su representado; b) conservar y defender el
patrimonio de ausente y obtener de sus bienes los rendimientos normales de que fuesen
susceptibles; c) ajustarse a las normas que en orden a la posesión y administración de los
bienes de ausente se establecen en la ley procesal civil.
51. La declaración de fallecimiento: plazos y efectos.
Conforme a los arts. 193 y 194 Cc, se procede a la declaración de fallecimiento cuando:
 Transcurridos 10 años desde las últimas noticias habidas del ausente, o a falta de éstas,
desde su desaparición. Ese plazo se reduce a 5 años si al expirar dicho plazo hubiere
cumplido el ausente 75 años.
 “Cumplido un año, contado de fecha a fecha, de un riesgo inminente de muerte por causa de
violencia contra la vida, en que una persona se hubiese encontrado sin haberse tenido, con
posterioridad a la violencia, noticias suyas. En caso siniestro, el plazo será de 3 meses”. (art.
193.3 Cc).
 Transcurridos dos años, contados desde la fecha del tratado de paz, y en caso de no haberse
concertado, desde la declaración oficial de fin de guerra para los que, perteneciendo a un
contingente armado o unidos a él en calidad de funcionarios auxiliares, voluntarios, o en
funciones informativas, hayan tomado parte en operaciones de campaña y desaparecido de
ellas (art. 194.1 Cc).
 “De los que se encuentren a bordo de una nave naufragada, o desaparecidos por inmersión
en el mar, si hubiesen transcurridos 3 meses desde la comprobación del naufragio o de la
desaparición sin haberse tenido noticias de aquéllos.- se presume ocurrido el naufragio, si el
buque no llega a su destino, o si, careciendo de punto fijo de arribo, no retornarse, luego que
en cualquiera de los casos hayan transcurrido 6 meses contados desde las últimas noticias
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recibidas, o a falta de éstas, desde la fecha de salida de la nave del puerto inicial del viaje”.
(art. 194.2 Cc).
 “De los que se encuentren a bordo de una aeronave siniestrada, si hubieren transcurridos
tres meses desde la comprobación del siniestro, sin haberse tenido noticias de aquéllos, o en
caso de haberse encontrado restos humanos, no hubieren podido ser identificados.-Se
presume el siniestro si en viaje sobre mares, zonas desérticas o inhabitadas, transcurriesen 6
meses, desde las ultimas noticias de las personas o del aeronave, y en su defecto, desde la
fecha del inicio del viaje. Si éste se hiciere por etapas, el plazo indicado se iniciaría desde el
punto de despegue del que se recibieron las últimas noticias”. (art. 194.3 Cc).
Efectos:
La declaración del fallecimiento supone la constatación oficial de la presunción de la
muerte de la persona. En este sentido, el art. 195 Cc establece que “se presume que el ausente
ha vivido hasta el momento en que deba reputársele fallecido, salvo investigaciones en
contrario”.
El art.195.II Cc exige que la declaración de fallecimiento exprese “la fecha a partir de la cual
se entienda sucedida la muerte”. La fijación de la fecha del fallecimiento del desaparecido es
decisiva, para por ejemplo determinar sus herederos.
52. Cese o revocación de la situación creada por la declaración de fallecimiento.
La situación creada por la declaración de fallecimiento se puede extinguir de dos formas:
 Si el ausente se presenta o se prueba su existencia: probada su identidad, el Juez dicta auto
que deja sin efecto la declaración de fallecimiento. El Auto ha de inscribirse en el Registro
Civil, y según el art. 197 Cc: “el ausente recobrará sus bienes en el estado en que se
encuentren (sin abono por mejora o deterioro) y tendrá derecho al precio de los que se
hubieren vendido, o a los bienes que con este precio se hayan adquirido”. El ausente no
puede recobrar los mismos bienes que hayan pasado a poder de un tercero, sólo puede
reclamar el precio o los bienes adquiridos con él. Tampoco podrá reclamar de sus sucesores
rentas, frutos ni productos, obtenido en el tiempo en el que éste estuvo ausente.
 Con la prueba de la muerte del desaparecido: aunque todavía no hayan transcurrido 5 años
desde la declaración de fallecimiento, cesan las limitaciones a facultades dispositivas de los
herederos, previstas en el art. 196 Cc, y se podrán entregar los legados. El hecho de que la
prueba de la fecha del fallecimiento sea distinta a la fecha fijada en la declaración de
fallecimiento puede provocar que sean las otras personas con derecho a sucederle.
53. Las asociaciones: concepto; constitución; adquisición de la personalidad jurídica.
54. Estatutos: contenido mínimo; órganos de la asociación; extinción.
55. Las fundaciones: concepto. Elementos esenciales: finalidad de interés general y la
dotación.
Según el Art.2: Son fundaciones las organizaciones constituidas sin fin de lucro que, por
voluntad de sus creadores, tienen afectado de modo duradero su patrimonio a la realización de
fines de interés general. Las fundaciones se rigen por la voluntad del fundador, por sus Estatutos
y, en todo caso, por la Ley.”
Elementos esenciales
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
La voluntad del fundador de construir una fundación que ha de ser acompañada
necesariamente por una atribución patrimonial a favor del nuevo ente que se construye
juntamente con la realización de unos fines de interés general
 La organización como mecanismo que hace efectiva la voluntad del fundador y como
medio necesario y fundamental para la vida de la fundación ya construida, y, dado que
el negocio fundacional se configura en la Ley como un negocio formal
 La declaración de dicha voluntad mediante los requisitos formales previstos legalmente:
escritura pública (si se constituye por acto inter vivos), protectorado y estatutos.
La dotación es el conjunto de bienes y derechos que sirven como fondo patrimonial para que la
fundación pueda desarrollar su actividad
. La finalidad ha de ser de interés general, por un parte, porque los beneficiarios de las
actividades de la fundación deben ser una colectividad, y por otra, puesto que la iniciativa a
cuyo servicio se pone la fundación no ha de tener un interés por parte del fundador pero si debe
ser valiosa para la comunidad.
56. Constitución de la fundación: negocio jurídico fundacional, capacidad, forma y
adquisición de la personalidad jurídica.
- NEGOCIO JURÍDICO FUNDACIONAL: La fundación nace como consecuencia de la
celebración de un negocio jurídico gratuito que puede ser inter vivos o mortis causa.
- CAPACIDAD PARA FUNDAR: Según el art.8 de la Ley de Fundaciones podrán constituir
fundaciones las personas físicas y jurídicas, ya sean públicas o privadas.
En el caso de las personas físicas, puesto que el negocio fundacional consiste en una
transmisión de los bienes y derechos que componen la dotación, es necesario que tengan
capacidad jurídica para disponer de forma gratuita, ya sea inter vivos o mortis causa de esa
dotación.
- FORMA: La fundación por acto inter vivos ha de hacerse mediante escritura pública donde ha
de constar:
1. Nombre, apellidos, edad y estado civil de los fundadores en el caso de las personas
físicas y la denominación o razón social si son personas jurídicas, y en ambos casos la
nacionalidad y el domicilio.
2. La voluntad de constituir una fundación.
3. La dotación, su valoración y la forma y realidad de su aportación.
4. Los Estatutos de la fundación, según el contenido del art 11 de la Ley.
5. La identificación de las personas que integran el órgano de gobierno, así como su
aceptación si se efectúa en el momento fundacional.
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