JDO.1A.INST.E INSTRUCCION N.7 CACERES AUTO: 00080/2013 UNIDAD PROCESAL DE APOYO DIRECTO Medidas cautelares previas a la demanda nº 204/13 AUTO En Cáceres, a siete de mayo de dos mil trece. HECHOS PRIMERO.- Por la Procuradora Sra. Hernández Castro, en representación del OBISPADO DE LA DIOCESIS DE CORIACACERES, se presentó solicitud de adopción de medidas cautelares in audita parte y previas a la interposición de la demanda, contra D. JOSE CARLOS CALDERA POZAS, con DNI 06.993.050-S, Dª. INMACULADA DOMINE CARRERO, con DNI 06.997.427-E, y D. CARLOS MIGUEL ARROYO ACOSTA, con DNI 76.033.314-Y, solicitándose la adopción de medida cautelar consistente en que se acuerde ordenar a los propietarios de la finca denominada Alcor de Santa Lucía que se abstengan de proseguir en su actitud de poner trabas al normal y pacífico desarrollo de la romería, así como el requerimiento para que el día 12 de mayo se retire el vallado que circunda la Ermita de manera que no obstaculicen el libre acceso directo a la Ermita y que retire también parte de la valla de la finca para permitir el aparcamiento de los coches y la acampada de los romeros en los alrededores de la Ermita así como la realización de los actos de culto propios de la celebración en tal día, requerimientos que deberán llevarse a efecto bajo apercibimiento de incurrir en el delito de desobediencia. SEGUNDO.- Dicha solicitud fue repartida el 2 de mayo de 2013, y por diligencia de ordenación del mismo día 2 de mayo, el Servicio Común de Ordenación del Procedimiento acordó incoar el procedimiento. Por diligencia de 3 de mayo se admitió a trámite la solicitud y se señaló para la celebración de la comparecencia el día 7 de mayo siguiente. Llegado el día señalado, se celebró la vista con el resultado que obra en las actuaciones. TERCERO.- En la tramitación del presente procedimiento se han observado las prescripciones legales. RAZONAMIENTOS JURIDICOS PRIMERO.- Se solicita por la parte actora la adopción de las medidas cautelares que interesa en el escrito presentado, y por lo que se refiere a los aspectos procesales, se acordó la celebración de la vista prevista en el artículo 733-1 y 734 de la LEC, a fin de dar la oportunidad de personarse y posibilitar la audiencia de los demandados pese a la premura de tiempo. Ninguno de ellos se personó en el procedimiento, por lo que finalmente se desarrolló la vista sin audiencia de los demandados. Consta la citación de uno de ellos, D. José Carlos Caldera Pozas, que compareció sin abogado ni procurador. Respecto de Dª. Inmaculada Domine, el anterior manifestó en el momento de hacer la citación que es su exmujer, y al parecer no conoce su domicilio, circunstancia en todo caso no acreditada, deduciéndose por el contrario de los documentos aportados, que a fecha 22 de octubre de 2012 figuran en el registro de la propiedad como propietarios en régimen de gananciales del 50% de la parcela a que se refiere la solicitud de medidas cautelares, doc. 15 de la demanda, y en el doc. 46 de la demanda, consta el 6 de abril de 2013, hace escasos días, Dª. Inmaculada Domine como receptora de un burofax que fue enviado a D. José Carlos Caldera a la dirección indicada en la demanda C/ Alfonso Díaz de Bustamante, 6, bajo A, de lo que se deduce que puede haber una conducta obstaculizadora para recoger las citaciones. En cuanto al tercer demandado, en la citación se dice que vive en Madrid, pero en todo caso conocía el presente procedimiento al haber comparecido a la vista su padre, que así lo manifestó. En todo caso, no habiendo podido celebrarse la comparecencia con audiencia de los demandados, concurren los requisitos necesarios para poder resolver sobre la medida cautelar interesada sin audiencia de los demandados, conforme al artículo 733-2 de la LEC. Las razones para ello vienen dadas por la urgencia del caso, en cuanto que las medidas cautelares que se solicitan están dirigidas a posibilitar la celebración de una romería y unos actos religiosos previstos para el día 12 de mayo siguiente, por lo que es evidente que concurren razones de urgencia en la decisión acerca de la medida cautelar dados los escasos días que restan para la celebración. Por otra parte, tal como señala el artículo 733-2 de la LEC, la convocatoria de otra audiencia puede comprometer el buen fin de la medida cautelar, en cuanto que no existiría tiempo material para la celebración y decisión antes del día 12 de mayo, y más teniendo en cuenta la poca colaboración de la parte demandada para posibilitar citación, como se ha señalado anteriormente. su SEGUNDO.- Entrando en el fondo del asunto, el art. 726 de la LEC dice en relación a las características de las medidas cautelares que: "El tribunal podrá acordar como medida cautelar, respecto de los bienes y derechos del demandado, cualquier actuación, directa o indirecta, que reúna las siguientes características: 1ª) Ser exclusivamente conducente a hacer posible la efectividad de la tutela judicial que pudiere otorgarse en una eventual sentencia estimatoria, de modo que no pueda verse impedida o dificultada por situaciones producidas durante la pendencia del proceso correspondiente. 2ª) No ser susceptible de sustitución por otra medida igualmente eficaz, a los efectos del apartado precedente, pero menos gravosa o perjudicial para el demandado. 2 Con el carácter temporal, provisional, condicionado y susceptible de modificación y alzamiento previsto en esta Ley para las medidas cautelares, el tribunal podrá acordar como tales las que consistan en órdenes y prohibiciones de contenido similar a lo que se pretenda en el proceso, sin prejuzgar la sentencia que en definitiva se dicte". El art. 727 regula las medidas cautelares específicas que pueden adoptarse, entre las cuales se encuentran: 7º.La orden judicial de cesar provisionalmente en una actividad; la de abstenerse temporalmente de llevar a cabo una conducta; o la prohibición temporal de interrumpir o de cesar en la realización de una prestación que viniera llevándose a cabo. 11º.- Aquellas otras medidas que, para la protección de ciertos derechos, prevean expresamente las leyes, o que se estimen necesarias para asegurar la efectividad de la tutela judicial que pudiere otorgarse en la sentencia estimatoria que recayere en el juicio. La jurisprudencia por su parte, exige una serie de requisitos, consistentes en el “fumus boni iuris”, o apariencia de buen derecho por parte del solicitante; el “periculum in mora”, o riesgo de que no se pueda ejecutar, en su momento, la resolución judicial que se dicte en el procedimiento principal; y la prestación de caución por el solicitante de la medida. El primero de los requisitos implica que quien solicita la medida debe acreditar al menos de forma inicial o indiciaria, la realidad del derecho, habiendo indicado el Tribunal Supremo en sentencias de 28-02-72 o 20-01-77 que el principio de prueba consiste en la aportación de algún elemento que, sin servir de manera plena a la convicción del Juez sobre los hechos normalmente constitutivos del derecho que se reclama, induzca a la creencia racional sobre su certeza, sin que ello, no obstante, prejuzque la cuestión de fondo del litigio, siendo suficientes estos elementos para constituir a tales efectos un principio de prueba eficaz, sin perjuicio de la posterior prueba en el pleito. El segundo requisito, consiste en el riesgo de que la futura ejecución devenga inútil o imposible. En tercer lugar, es necesario prestar caución suficiente por parte de quien solicita la medida. TERCERO.- Aplicando tales preceptos y jurisprudencia al presente caso, concurre el primero de los requisitos para la adopción de la medida cautelar, es decir, la apariencia de buen derecho, teniendo en cuenta que se solicita por la parte actora que los demandados no pongan trabas al normal y pacífico desarrollo de la romería que viene desarrollándose el 12 de mayo en la Ermita de Santa Lucía y sus alrededores. Partiendo de ello, existe prueba suficiente de que la romería, junto con unos actos religiosos, tales como una misa y una procesión, además de una acampada en la Ermita de Santa Lucía y sus alrededores, vienen desarrollándose desde tiempos muy antiguos, y de esta manera, se aporta documentación del año 1657 donde ya se habla de haber celebrado una misa en dicha Ermita y hecho la fiesta de dicha Santa; así como documentación de 1870 donde asimismo se habla de la fiesta anual para fomentar el culto a referida imagen (doc. nº 3). De fechas más recientes, ya en el siglo XX, se acompaña abundante documentación con la demanda donde asimismo se deduce la celebración anual de la romería, con los correspondientes actos religiosos, así como jornada de campo en los alrededores. La apariencia de buen derecho en cuanto a la celebración de la romería y el lugar de celebración de la misma en la Ermita de Santa Lucía y alrededores, resulta por tanto acreditada, todo ello sin entrar en cuestiones relativas a la titularidad de los terrenos donde se desarrollan los actos relacionados con tal romería por no ser momento procesal para ello, titularidad respecto de la cual se han aportado documentos registrales y catastrales. Ha de considerarse asimismo acreditado que los demandados han realizado determinadas actuaciones que obstaculizan el normal desarrollo de la celebración, las cuales vienen dadas por: la colocación de una valla con candado que cierra el camino a la Ermita; un vallado alrededor de la Ermita que obstaculiza el paso, así como la acampada y la realización de otros actos en sus alrededores tales como la procesión con la imagen de la Santa; un vallado del camino público que obstaculiza el aparcamiento de coches en el lateral; aparte de los excrementos en sitios muy cercanos a la Ermita, que lógicamente causan molestias y obstaculizan la celebración de los actos. Todo ello resulta de las fotografías aportadas con la demanda donde se ven los vallados, excrementos, etc, así como por las diversas reclamaciones hechas al Ayuntamiento, de las que se deduce que se han reducido los metros de anchura del camino que conduce a la Ermita, y se ha cerrado el camino que conduce a la misma. En este momento no procede pronunciarse acerca del carácter público o no del camino que conduce a la Ermita, ni sobre la anchura que ha de tener tal camino, ni sobre la delimitación entre las parcelas del actor y los demandados, dado que no es momento procesal para ello porque corresponde al fondo del asunto. Pero lo que ha quedado acreditado es que existe una situación de hecho, mantenida durante siglos, que viene dada por la celebración de una romería, para la cual es necesario acceder a la Ermita por un camino que ha sido cortado por los demandados, y que mediante el vallado igualmente realizado por éstos de forma unilateral, se obstaculiza el acceso a la Ermita, así como la acampada que en los alrededores de la misma se venía realizando durante la jornada, por lo que acreditada la apariencia de buen derecho, y la obstaculización de tal apariencia por los demandados, procede acceder a las medidas cautelares, sin entrar, como ya se ha señalado, en otra cuestiones ajenas a la adopción de tales medidas. Concurren los demás requisitos para su adopción, concretamente el peligro en el retraso, dado que de no acordarse en este momento las medidas solicitadas, no podrá realizarse el 12 de mayo siguiente la romería y demás actos a que se refiere la solicitud. Tales medidas están asimismo dirigidas a garantizar la tutela judicial que se solicita, concretamente el derecho a la libertad religiosa y de culto reconocido en el artículo 16 de la Constitución. Por otra parte, no existe la posibilidad de ser sustituidas por otras menos gravosas para los demandados, en cuanto que habiendo éstos obstaculizado el acceso, las únicas medidas posibles son aquellas que posibiliten dicho acceso y consiguientemente, la celebración de los actos previstos para ese día, celebración que por otra parte, habrá de realizarse con la máxima conducta cívica, tanto por parte de quienes participen en los diversos actos, como de quien organiza tales actos, y de los propietarios de los terrenos donde se desarrollen éstos. Tales medidas asimismo están dentro del catálogo de medidas cautelares previstas legalmente, pudiendo encuadrarse tanto en el nº 7 como en el 11 del artículo 727 de la LEC anteriormente transcrito. Procede que la parte demandante preste caución, tal como se señaló anteriormente a la hora de enumerar los requisitos de las medidas cautelares, que atendidas las circunstancias del caso y los posibles perjuicios que pudieran ocasionarse, se fija en la cantidad de 500 €, en la forma que se determinará en la parte dispositiva. Por tanto, procede acordar la medida cautelar en los términos interesados por la parte actora, si bien con el matiz de que el vallado tendrá que estar ya retirado cuando comience la romería el día 12 de mayo. Por consiguiente, se ordena a los propietarios de la finca denominada Alcor de Santa Lucía que se abstengan de proseguir en su actitud de poner trabas al normal y pacífico desarrollo de la romería, así como el requerimiento para que antes de que comience la romería el día 12 de mayo retiren el vallado que circunda la Ermita de manera que no obstaculicen el libre acceso directo a la Ermita y que retiren también parte de la valla de la finca para permitir el aparcamiento de los coches y la acampada de los romeros en los alrededores de la Ermita así como la realización de los actos de culto propios de la celebración en tal día, bajo apercibimiento de incurrir en el delito de desobediencia. Conforme al artículo 730-2 de la LEC, estas medidas quedarán sin efecto si la demanda no se presentare ante el mismo Tribunal que conoció de la solicitud de aquéllas en los veinte días siguientes a su adopción, con los efectos previstos en dicho precepto. CUARTO.- En cuanto a las costas, dada la peculiaridad y naturaleza del asunto, no se hace imposición de costas. PARTE DISPOSITIVA En atención a lo expuesto, siguientes medidas cautelares: dispongo acordar las Ordenar a los propietarios de la finca denominada Alcor de Santa Lucía, D. JOSE CARLOS CALDERA POZAS, Dª. INMACULADA DOMINE CARRERO y D. CARLOS MIGUEL ARROYO ACOSTA, que se abstengan de proseguir en su actitud de poner trabas al normal y pacífico desarrollo de la romería. Requerirlos para que antes de que comience la romería el día 12 de mayo retiren el vallado que circunda la Ermita, de manera que no obstaculicen el libre acceso directo a la Ermita, y que retiren también parte de la valla de la finca para permitir el aparcamiento de los coches y la acampada de los romeros en los alrededores de la Ermita así como la realización de los actos de culto propios de la celebración en tal día. Todo ello bajo apercibimiento de poder incurrir en delito de desobediencia. Dichas medidas serán efectivas desde la notificación de esta resolución, y su mantenimiento quedará condicionado a que la parte demandante preste caución en la cantidad de 500 € mediante dinero efectivo en la cuenta de consignaciones, o aval solidario de duración indefinida y pagadero a primer requerimiento emitido por entidad de crédito o sociedad de garantía recíproca, a prestar desde el momento de notificación de esta resolución y en un plazo máximo de dos días. Conforme al artículo 730-2 de la LEC, estas medidas quedarán sin efecto si la demanda no se presentare ante el mismo Tribunal que conoció de la solicitud de aquéllas en los veinte días siguientes a su adopción, con los efectos previstos en dicho precepto. No se hace imposición de costas. Notifíquese esta resolución sin dilación a las partes personadas y a los demandados. Contra esta resolución no cabe recurso, estándose a lo dispuesto en el Capítulo III del Título VI de la LEC (oposición). Así lo manda y firma la Ilma. Sra. Dª. María Purificación González-Varas Ibáñez, Magistrada-Juez titular del Juzgado de Primera Instancia nº 7 de Cáceres. Doy fe. DILIGENCIA.- Seguidamente se cumple lo acordado. Doy fe.
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