Las formas originales que utilizaban los humanos primitivos en la

Anuncio
CIENCIA, TECONOLOGÍA E INNOVACIÓN
por Jaime Hernández Gutiérrez
1. El carácter social de la ciencia
1. Las prácticas productivas y las nociones que utilizaban los humanos
primitivos en su necesidad de acercamiento a la realidad para la
transformación del mundo en medio de la lucha por la supervivencia, se
han convertido desde entonces hasta hoy en una compleja trama de
relaciones sociales, modos de apropiación, sistemas de producción y
estructuras infinitamente ramificadas de conocimientos por medio de los
que la misma sociedad se modifica y modela. En medio de esta
transformación de la sociedad, la conciencia de los individuos adquiere
en cada instante rumbos de acción desconocidos hasta entonces, lo
cual contribuye a potenciar nuevas fuerzas y relaciones generadoras de
procesos que se imponen sobre los anteriores, a veces de manera
paulatina y continua, otras en forma súbita a través de revoluciones
sociales o del conocimiento mismo.
2. En el intento de dominar el azar que existe en el mundo y con la
esperanza de garantizar un futuro estable, en medio de un bienestar en
alguna medida predecible y duradero, la humanidad, a partir del trabajo
y en medio del desarrollo de estrategias para enfrentar las
eventualidades, ha alcanzado un alto grado de comprensión de modos
de funcionamiento de la naturaleza y de la sociedad, o al menos ha
elaborado modelos de interpretación que parecen responder con gran
aproximación a la realidad. Así se produce el desarrollo histórico de la
sociedad como resultado del aprendizaje acerca del comportamiento de
las fuerzas naturales, la forma como estas fuerzas afectan la existencia
humana y la manera como pueden ser utilizadas en favor del bienestar
social o en algunos casos del individual.
3.Existen muchos saberes o acercamientos a la realidad, que
constituyen el acervo del conocimiento humano, del cual nadie es ni
puede ser depositario absoluto, dados su tamaño y su complejidad. A
través de un cauce evolutivo se han instalado en el seno de las
sociedades y sobreviven por derecho propio aquellos que han probado
ser más efectivos para transformar el mundo, algunos corresponden a
prácticas que no son expresables directamente en términos del
lenguaje y competen a esferas en las que el avance sistemático es nulo
o muy escaso, otros permanecen por razones culturales o por fuerza de
la costumbre, los más porque son inocuos o porque tienen una
formulación llamativa o misteriosa que los vuelve irrefutables.
4. Entre estas estrategias de aproximación a la realidad, la que
constituye uno de los más preciados productos socioculturales, que
surge de la interacción hombre-naturaleza y de los individuos entre sí,
es la ciencia, acompañada de la tecnología. La ciencia es una búsqueda
y una forma teórica de representación del saber hasta cierto punto
ordenada y sistemática, que pretende otorgar rigor y confiabilidad al
conocimiento que la humanidad adquiere, acumula, registra, sintetiza y
transmite en su existencia material. La tecnología hace uso del
conocimiento científico para introducir métodos y usos inexistentes o
materiales y dispositivos que no se dan en la naturaleza. La ciencia es
una lucha permanente contra la incertidumbre (o al menos una manera
de cuantificarla y comprenderla), contra la plurivalencia ante las
decisiones, un esfuerzo por dominar la agitación
aleatoria y
desordenada que parece atravesar el acontecer diario y el pensamiento:
es la búsqueda organizada de la prevalencia de la vida individual y
colectiva sobre la muerte, es el intento consciente de la preservación y
reproducción de las condiciones que resultan favorables para el disfrute
del sosiego y es la odisea alimentada por el ingenio de millones de
Ulises, que pretende culminar las vicisitudes humanas en una Ítaca tal
vez inalcanzable pero siempre presente como meta.
5. El objetivo primordial de la ciencia, como ciencia pura y no como
ciencia aplicada, es, en últimas, la obtención de la mayor cantidad de
explicaciones a partir del menor número posible de suposiciones, para
capturar -por así decirlo- el mundo en un golpe de vista. Es el
movimiento generado por una necesidad imperiosa de reducir toda la
existencia a principios últimos. No se trata, pues, del simple acumular
los hechos comprobables, sino de cobijarlos a todos bajo el techo más
reducido posible, a fin de establecer su encadenamiento, su
organización, la estructura de sus relaciones y la descripción y
predicción de sus comportamientos. Pero la ciencia es filosofía que
trabaja también con las manos, es decir, a través de la tecnología. Lo
que le ha proporcionado prestigio y respetabilidad a los científicos son el
poder predictivo de la ciencia y su capacidad para generar prodigios
tecnológicos capaces de incidir en la existencia de miles de millones de
seres sobre la Tierra, tanto si se trata de crear artilugios capaces de
liberar las manos del trabajo para brindar gran bienestar, de dominar las
fuerzas naturales, de combatir las enfermedades, o de producir
aterradoras armas capaces de diseminar miseria y destrucción más allá
de lo imaginable.
6. Pero indudablemente se encuentra también el aspecto estético y
recreativo que el pensamiento científico ha logrado imprimirle a su
búsqueda, en la que se conjugan herramientas matemáticas y
experimentales de insospechada belleza que logran cautivar las mentes
y los cuerpos en la misma forma que lo hacen las artes plásticas, la
música y los deportes. Así las cosas, hay que entender que también la
búsqueda de la verdad objetiva y desinteresada es una necesidad
sicológica y cultural del hombre, que sobrepasa los límites de lo
pragmático aunque tenga su origen en ello.
7. La ciencia se ha instalado, entonces, en el seno de la humanidad con
credenciales de movimiento social y cultural. Pero al mismo tiempo sus
contenidos y resultados están desprovistos -hasta donde es posible- de
rasgos de subjetividad, y es proverbial su independencia y neutralidad
con respecto a quién la produzca o la utilice. Se suele hacer separación
entre los resultados de los descubrimientos científicos, por una parte, y
los procesos y acontecimientos que llevan hacia su producción, por la
otra. Estos últimos son entregados al estudio de la metodología y la
epistemología o al de la historia. Se piensa que por un lado van las
intenciones sociales o políticas del científico que busca, genera o aplica
un conocimiento científico y por otro muy distinto las leyes, los
protocolos y los resultados de la pesquisa, que de una manera testaruda
no proceden de acuerdo con las intenciones humanas y presentan un
sello de autonomía inquebrantable, que es su distintivo particular.
8. Pero hay aquí un resquicio importante que no puede descuidarse: el
alcance de los descubrimientos científicos tiene un carácter histórico y
social, y si bien la realidad parece encontrarse allí para que la
descubramos, en la práctica corresponde al movimiento científico
individual y colectivo decidir en últimas cuáles son los aspectos de esta
realidad que se harán relevantes, visibles o útiles. Sólo “las formas
socioculturales de representación del saber sirven de medio de
articulación con la cultura existente, lo vuelven accesible y aceptable
para la cultura” (Flórez, 2005, p. 36). En otras palabras, la codificación
de los conocimientos, sus significaciones culturales y las prácticas que
conducen a su uso, participan necesariamente del movimiento histórico
en el que se hacen significativos. El proceso científico de búsqueda no
es un recorrido pasivo por la verdad del mundo, sino la exploración
activa que modifica y crea la forma y el valor de dicha verdad. La
búsqueda es orientada en la absoluta mayoría de los casos para
encontrar un objetivo previamente seleccionado o uno inesperado pero
mejor todavía, y los tesoros que se encuentran al paso pueden ser
basura para quien no los tiene en la mira.
9. No existe un practicante de la ciencia desprovisto de ideología y de
concepción de mundo y que no dirija su pensamiento y su mirada sólo
hacia determinados intereses con la consecuente invisibilidad del resto.
“…si bien el contenido de la ciencia como sistema no tiene por qué
reflejar las condiciones variables en que fue producido, sin embargo
la actividad creadora de los conocimientos científicos sí depende en
gran parte de la cultura de la sociedad concreta en que se
desenvuelve tal actividad, como se observa en el origen de los
descubrimientos, en las demandas socioeconómicas del
conocimiento científico, en las condiciones y posibilidades bajo las
cuales se desarrolla la actividad del investigador, en la motivación,
factores psicosociales y concepción del mundo que lo insertan en
una época histórica concreta.” (Flórez, ibid., p. 37)
De manera que la búsqueda del conocimiento es la saga que persigue la
verdad, solamente la verdad, pero no toda la verdad, porque en la
infinitud de la riqueza del mundo natural y en la variedad inagotable de
los intereses humanos no hay cabida para tal expresión. El pensamiento
científico, concebido como un subespacio del espacio general del
conocimiento, participa de esta infinita dimensionalidad. El ámbito
ilimitado de las posibles relaciones, combinaciones y sustituciones entre
los entes naturales, la variación en el tiempo de tales relaciones y el
surgimiento de nuevas e inexistentes formas de combinación y
sustitución cancela toda esperanza de agotar el repertorio del
conocimiento y disuelve entonces la separación absoluta en
compartimientos estancos del contenido y los resultados de la ciencia
por un lado y el movimiento social, cultural y político por el otro.
10. De hecho, los corolarios y deducciones del trabajo científico resultan
ser consecuencia de los avatares de la vida de la sociedad en su
conjunto. En otras palabras, la ciencia que poseemos hoy no es la única
posible, sino apenas la que por herencia nos ha sido entregada de entre
infinitos universos paralelos que pudieron haberse desenvuelto con
percepciones, concepciones y resultados diferentes. Simplemente la
potencialidad de esos otros universos no tuvo ocasión de manifestarse
en nuestra realidad histórica y es por ello que no están aquí.
2. La ciencia y el desarrollo socio-económico o el papel social de la
ciencia
11. El papel que ha jugado la ciencia en el desarrollo socio-económico
de la sociedad no se ha enfatizado demasiado, si se tiene en cuenta que
es un factor, aunque no el único, que ha permitido el surgimiento de las
más prósperas naciones y la restauración de no pocas de ellas a partir
del desastre. La interacción entre los elementos de la tradición cultural e
histórica de los pueblos acompañada de una buena dosis de
pensamiento científico ha hecho que en muchas instancias se lograra el
despegue desde la postración hacia el desarrollo, lo cual pone de
presente que la formación científica y tecnológica de una porción
significativa de los pobladores de un país es una condición necesaria,
aunque no suficiente, para la autonomía, la prosperidad y el bienestar de
la sociedad.
12. Una nación sólo es capaz de emprender la vía de la solución de los
problemas básicos de sus gentes en la medida en que sus dirigentes
posean una concepción científica de la dirección de los asuntos de
estado, una visión de conjunto de las necesidades y posibilidades del
país en términos materiales, y capacidad de trabajo y producción
acordes con dichas necesidades y posibilidades. Esta exigencia
presupone una masa crítica de personas calificadas en ciencia y
tecnología a todos los niveles y la incorporación del espíritu de
investigación para enfrentar con recursos intelectuales propios los
problemas prácticos que la vida presenta de manera única en cada
momento y lugar, porque hasta la solución de los conflictos sociales
puede surgir de la participación de las fuerzas colectivas a través de un
pensamiento organizado y obtenido en el consenso cuando se utiliza la
representación racional de los escenarios en forma científica y
calculada, donde primen el conocimiento y la argumentación.
13. Enfrentar los retos de las fuerzas naturales desbocadas, de la
enfermedad y el hambre que amenazan a millones de personas
requiere ante todo poner a todos y cada uno en actitud y capacidad de
ser actores de sus propias soluciones; supone proporcionarles recursos,
conocimientos y habilidades que les den autonomía e iniciativa para
regir sus destinos y ser una fuerza social que avanza y no una carga de
ciudadanos mendicantes con rumbo a la desesperanza. Supone la
existencia de políticas de estado que brinden los espacios y los recursos
y permitan poner en juego la inteligencia almacenada en las fuerzas
sociales. El documento “Colombia construye y siembra futuro” de
Colciencias, señala que se parte de la “ convicción de que la generación
y uso del conocimiento son dos de las fuerzas dinamizadoras de la
sociedad” (p.3). Además,
La transformación productiva y la solución de problemas sociales requieren el
dominio de competencias científicas y tecnológicas y de la comprensión
profunda del contexto en que se despliegan, para que actúen desde una
perspectiva ética, política, social y económicamente pertinentes.(ibid.)
14. El atraso y la miseria no se pueden combatir con ejércitos, sino con
las herramientas del saber para el progreso material y espiritual. La
represión debe dar paso a la promoción. Un país sin ciencia es un país
sin futuro.
15. La ciencia es una actividad humana que permite conocer las formas
de comportamiento de la naturaleza, independientemente de la
influencia que el hombre puede ejercer, mientras que la tecnología
permite crear fenómenos, materiales y dispositivos que no existirían en
la naturaleza sin la intervención humana. Pero en este contexto no se
puede confundir la tecnología con la ciencia, porque la primera puede
ser adquirida por compra, lo cual conlleva profundización de la
dependencia, mientras la segunda sólo puede ser aprendida o creada
en casa y su posesión trae como resultado la posibilidad de aspirar al
desarrollo autónomo. Esta diferencia es la clave de cualquier plan
estratégico que tenga como objeto la sustentabilidad.
3. El método científico
15. La revolución científica iniciada a partir del Renacimiento y que dio
lugar a la modernidad, atribuída principalmente al esfuerzo de René
Descartes y de Galileo Galilei, consistió más que todo en la reforma de
tres aspectos complementarios entre sí que vinieron a tomar posesión
del ámbito de la investigación acerca de la realidad física y constituyen
el núcleo del método de las ciencias llamadas fácticas : i) reemplazó el
análisis intuitivo e informal de la naturaleza por una formulación
sistemática de contenido matemático; ii) sustituyó el estudio de los
fenómenos con los sentidos desnudos por el uso de instrumentos
capaces de afinar la observación y hacerla medible, reproducible,
registrable y confiable; iii) lo más importante, la antigua especulación
basada en criterios mentales o razonamientos circulares para decidir
sobre la certidumbre de un enunciado acerca de la naturaleza, dio paso
al uso de la naturaleza misma como último e inapelable juez.
16. Si bien en la actualidad no todas las disciplinas que reciben el
calificativo de ciencias siguen al pie de la letra este esquema, es fácil
ver que una adecuada extensión de los mismos elementos configura la
estructura de todo método que pretenda ser llamado científico:
i) La persistencia de los resultados cuando se garantizan las
mismas condiciones, las correlaciones entre dichos resultados, la
selección de los aspectos y los parámetros relevantes para conducir
el curso de una investigación, ponen al descubierto el conjunto de
consideraciones estadísticas, de clasificación y de ponderación que
se requieren para validar cualquier certidumbre científica y que
configuran el aspecto matemático de la metodología.
ii) El diseño de un experimento o una observación sistemática de
cualquier fenómeno corresponde a la sustitución de los sentidos inciertos y propensos a error no controlable- por “instrumentos” de
recolección de los datos y su análisis que garanticen la nitidez,
confiabilidad y el carácter registrable de los mismos. Aquí un
“instrumento” se refiere a un conjunto de procedimientos y
manipulaciones que permiten acceder al objeto de estudio para
examinarlo o interrogarlo en la forma que convenga al propósito de la
investigación. De paso, cada instrumento por lo general se diseña de
modo que sea factible estimar su margen de error.
iii) Por último, en todos los aspectos de la investigación científica sólo
se toma por válido el veredicto dictado por la contundencia de los
resultados obtenidos en forma tal que reflejen la interacción entre el
“instrumento” y el fenómeno, sin que intervenga la voluntad particular
del investigador que pueda generar su inclinación en algún sentido.
17. Es necesario notar que en el último párrafo no pedimos que los
resultados reflejen el fenómeno, sino la interacción entre el “instrumento”
y el fenómeno. La distinción es importante, puesto que la imposibilidad
de separación total entre el sujeto y el objeto se encuentra actualmente
en el centro de la teoría del conocimiento, primero como consecuencia
de la física cuántica y posteriormente por los análisis que se desprenden
fundamentalmente de las ciencias sociales. Sin entrar en detalles que
por sí mismos requerirían un tratado, nos basta expresarlo aquí diciendo
que la manera de hacer la observación interviene de algún modo en el
resultado de la misma. Sobre algunos aspectos este asunto hicimos una
discusión parcial en los párrafos 8, 9 y 10 al hablar del carácter social
de la ciencia.
18. En el contexto de la ciencia se evita dar cabida a cualquier asomo de
superstición, ilusión o impresión subjetiva y se tramita sólo aquello que
recibe el consenso y pasa la prueba de lo “demostrable” por
comparación entre la teoría y la práctica dentro de las condiciones de
validez que se reclaman, sin importar cuántas veces se reproduzcan. Allí
se otorga la cualidad de verdadero al conocimiento que establece una
adecuada correspondencia con la experiencia, a aquél que permite
predecir comportamientos no observados con anterioridad y que
contribuye a obtener una adecuada (es decir, útil) comprensión de la
realidad. Calificar como científico un procedimiento o un resultado tiene
como prerrequisito cumplir un conjunto de condiciones y atravesar los
filtros que impone la comunidad científica de cada época. Pero allí no
juegan (o al menos no deberían jugar) ningún papel las condiciones
personales o las simpatías o aversiones del autor. Estrictamente
hablando, son los descubrimientos los que hablan por sí mismos en la
medida que contribuyen al avance del conjunto o se convierten en mejor
explicación que las ya existentes para preguntas que preocupan a los
científicos en alguna cuestión particular o general.
19. No existen recetas, caminos mágicos o algoritmos que indiquen la
forma en que se debe proceder para realizar una investigación científica.
Sólo existen las restricciones anotadas que, junto con las reglas de la
lógica, las analogías y la intuición de los científicos permiten explorar el
terreno siempre desconocido –por definición- del descubrimiento.
4. Una ciencia nacional
20. Habida cuenta del carácter universal de la ciencia, cabe preguntarse
si puede existir una ciencia nacional. En efecto, los resultados de la
ciencia no pueden depender de la localidad donde se los obtiene,
porque de lo que se trata es de la formulación de leyes y no de
acontecimientos particulares. Pero el ejercicio de la ciencia es una
práctica social e histórica que no puede ser transplantada artificialmente
para su uso como se hace con una máquina. Las condiciones
económicas y sociales bajo las cuales se puede dar la investigación, la
interacción entre los científicos y la realidad que examinan, las
necesidades concretas que dan lugar al descubrimiento y el movimiento
social al cual dan lugar tienen por necesidad características únicas en
cada lugar del mundo. Cada sociedad debe pasar por su propio proceso
de aprendizaje y de maduración y debe extraer de su propia experiencia,
de sus condiciones particulares de desarrollo y de sus intereses
específicos las lecciones necesarias para formular el rumbo de sus
pesquisas y las herramientas de trabajo necesarias para resolver su
futuro.
21. El punto de partida para el desarrollo científico del país no se
encuentra en la moda internacional, en los últimos avances del
descubrimiento teórico o en la búsqueda de soluciones a problemas
formulados en los grandes centros científicos o económicos. Son
muchas más y más urgentes las necesidades no resueltas para la
inmensa mayoría de la población, y es necesario mirar más hacia
adentro que hacia afuera para poder realizar en primer lugar un
diagnóstico y proceder a resolver el cúmulo de dificultades que impiden
el desarrollo autónomo y armónico de nuestra sociedad. Para ello
existen el acceso al conocimiento de primera mano de la realidad
circundante, las habilidades inherentes a una población trabajadora que
debe permanentemente desplegar su ingenio y su esfuerzo en la brega
por la subsistencia, una capacidad instalada que aunque todavía es
precaria resulta ser un buen punto de partida, y los abundantes recursos
naturales que generalmente no se destinan a la solución de los
problemas nacionales porque se encuentran en pocas manos y se
orientan en lo fundamental a la exportación sin valor agregado. Este
panorama permite resumir que es necesario descubrir y formular nuestra
propia realidad partiendo de las necesidades que acosan a la inmensa
mayoría, sobre la base de robustecer y mejorar el uso de nuestros
recursos y capacidades.
22. En el proceso del desarrollo científico es necesario prestar atención
tanto a las aplicaciones en el campo de la tecnología y la innovación,
como al estímulo del descubrimiento y la sistematización en el campo de
la ciencia básica. Se entiende esta última como la investigación
conducente a mover las fronteras y los fundamentos del conocimiento
tanto teórico como experimental para formular leyes de carácter general.
La relación entre estos tres tipos de investigación, a saber, la aplicada,
la teórica y la experimental, es un proceso de retroalimentación mutua
que viabiliza el movimiento científico, y sólo un adecuado equilibrio entre
ellas permite su desarrollo armónico. Preferenciar alguna de estas
formas indebidamente o suprimir alguna puede conducir al
estancamiento de las otras.
23. Lo anterior implica, por otro lado, que entre los desarrollos científicos
y tecnológicos del país y el resto de la ciencia mundial se requiere un
balance que permita tanto obtener provecho de esta última como
aportarle las contribuciones que la enriquezcan. Son muchos los
aspectos particulares y locales en los que nuestro país demuestra
poseer características únicas que pueden contribuir al avance del
conocimiento en el nivel internacional. Pero esta relación se debe
establecer en el marco del respeto a la autonomía nacional, en términos
de mutuo beneficio y con la debida autodeterminación científica y
tecnológica.
24. La capacitación del potencial humano necesario para mantener en
funcionamiento un sistema de ciencia y tecnología puede y debe
realizarse a través de la promoción de estudios en el exterior, con el fin
de lograr el máximo aprovechamiento de la experiencia internacional.
Esto implica además una triple garantía: 1) recuperar de dicha
experiencia aquellos aspectos que se relacionan con los requerimientos
de nuestro propio desarrollo; 2) asegurar el retorno de los especialistas
a su lugar de origen y al estudio de nuestros problemas internos; 3)
proteger los recursos naturales y sociales y los conocimientos
generados en el país y la región.
5. La financiación
25. Compete al estado la garantía de que un sistema de ciencia,
tecnología e innovación se corresponda con las necesidades de la
población y del país en su conjunto y de que lo haga en una forma
sostenida y continuada. Los países de más alto desarrollo, entendido en
términos del bienestar humano, han logrado sus índices de avance
gracias a este compromiso asumido como uno de los pilares de la
sociedad. Por ello tradicionalmente han dedicado una parte significativa
de sus presupuestos a garantizar el sostenimiento de la academia y la
subvención a la exploración científica y a la innovación en general. El
avance del conocimiento es condición ineludible para la prosperidad,
pero el atraso científico y tecnológico no puede ser superado si los
presupuestos nominales para ello son minúsculos, con el agravante de
que sólo un pequeño porcentaje se ejecuta en la realidad. Una
necesidad urgente para el sostenimiento de una ciencia nacional
autónoma y al servicio de las soluciones que requiere el país es la
asignación de montos concertados en forma suficiente y adecuada y
dentro de políticas que atiendan continuamente las necesidades del
sistema.
26. Lo anterior implica que existan planificación y regulación para
atender la demanda de recursos que hace el sistema de ciencia y
tecnología para su desempeño. No se trata de establecer un mercado
de libre concurrencia en el que la competencia entre proyectos
determine la asignación de tales recursos, porque el sistema debe tener
un direccionamiento modulado por programas de investigación de largo
aliento marcados por las necesidades productivas planificadas en plazos
que superen el corto y el mediano y las actividades de ciencia y
tecnología se deben desarrollar sobre la base de una infraestructura
sólida en la que la inversión oficial se acentúe para fortalecer el sistema
como un todo.
6. La enseñanza de la ciencia
27. La separación entre objeto y sujeto, y la verdad como
correspondencia exacta entre ellos dos constituyeron en el pasado la
signatura de una educación que no reconocía en el alumno más que una
participante pasivo ante el proceso de aprendizaje. La educación
tradicional en ciencia ha tenido como soporte la presentación magistral
de los conocimientos científicos, que se entregaban como verdad
revelada, donde lo que importaban eran los resultados verificables,
aislables, sin contacto del estudiante con las fuentes o con los
acontecimientos que permitieran la apropiación de los mismos. El
método de investigación se había reducido a la aplicación de reglas
donde la actividad creadora no ejercía ninguna influencia y antes bien se
convertía en motivo de represión.
28. Se enfatiza aquí la necesidad de que el conocimiento se convierta
en tal en la medida que el alumno tenga la oportunidad de descubrirlo y
analizarlo de una manera guiada, en un contexto enriquecido, mientras
construye su propia concepción del mundo fundamentada en la
experiencia más directa posible, que le permita establecer la articulación
entre la teoría y la práctica, con más comprensión de los fundamentos y
las estructuras subyacentes que en la acumulación de información
inconexa. Todo esto dentro del reconocimiento de las condiciones
geográficas y el contexto histórico, y con la atención puesta en los
condicionantes éticos y sociales que le pertenecen a su entorno
concreto, con ejercicio de libertad individual y autonomía intelectual
inscritas en el respeto a los derechos de los demás y al medio ambiente
para garantizar una apropiación y preservación de los recursos
disponibles destinados a la satisfacción de las necesidades sociales, a
través de una acción cultural orientada al sostenimiento del ciclo vital del
planeta.
29. Los medios para brindar una educación científica y tecnológica de
significación social y con posibilidades de otorgar una visión adecuada
del mundo, son, en primer lugar, la interacción personal del alumno con
sus maestros y compañeros en un ambiente estimulante y lúdico que
ofrezca información atractiva, de gran riqueza textual y contextual, con
experiencias recreativas que despierten el interés, la imaginación, la
curiosidad y la creatividad de los estudiantes.
30. En segundo lugar las experiencias deben tener significación por
pertenecer a un contexto físico, químico o biológico real, a un entorno
social y ambiental específico, por estimular la participación activa y el
desarrollo de la iniciativa personal y por ayudar a satisfacer necesidades
concretas o por permitir la difusión aún más amplia de los conocimientos
entre sectores sociales alejados de las posibilidades de la educación
formal. Los estudiantes pueden tomar parte activa en brigadas de
asistencia social para aprender, difundir o compartir conocimientos
sobre higiene, salud, nutrición o atención de emergencias, con el objeto
de cumplir también un papel como fuerza social capaz de generar
impacto en el medio que los rodea. De esta manera, los proyectos del
aula no quedan simplemente en el papel como falsas incursiones en la
realidad, y ésta puede llegar a su conocimiento por vía de la realización
de campamentos de exploración donde tengan la oportunidad de
conocer al aire libre aspectos más allá de lo paisajístico o recreativo en
medio de experiencias sobre el terreno, que les entreguen información
geográfica, análisis socio-económicos de comunidades de carne y
hueso, experiencias manuales a través de la práctica de artesanías
autóctonas.
31. La realización de ferias de la ciencia puede cobrar a través de estas
experiencias una nueva dimensión que sobrepase los proyectos triviales
que generalmente se ven, en los que los alumnos a menudo muestran
poca identificación con los procesos que presentan al público. La
originalidad de estos proyectos lograría estar ligada a la existencia de su
verdadera necesidad en el medio social o material. En resumen, se trata
de convertir la vida cotidiana en una oportunidad para la
experimentación científica y el mundo en un laboratorio o un
observatorio.
32. En el ejercicio del aprendizaje no basta con presentar al estudiante
desarrollos elaborados por medio de una teoría pedagógica
determinada, sin apelar a su propia intuición y a las vivencias que
corresponden a su práctica personal. Sólo sobre la base de éstas es
posible aprovechar en forma individual y real los diferentes aspectos
metodológicos y formales que brindan la lógica, las matemáticas y los
recursos informáticos. Es de vital importancia en este contexto que el
estudiante tenga acceso a la práctica experimental, sin necesidad de
que ella se refiera exclusivamente al laboratorio formalizado en el aula.
33. Aquí cobran especial relevancia los aspectos productivos que
puedan resaltarse en las diferentes etapas del aprendizaje, para
establecer una conexión directa entre el desempeño del alumno y su
bienestar individual y social. Se remarca especialmente el papel
formador que juega la puesta en acción de aplicaciones productivas que
tengan siempre un sentido práctico para el alumno. El estudio y el
trabajo tienen valor como desempeños en sociedad que brindan frutos a
un colectivo más que a un individuo. La práctica social y la multiplicación
de los puntos de vista y de los aportes enriquece y cualifica los
resultados, a la vez que crea lazos de solidaridad, cooperación, división
social del trabajo, aprovechamiento de las ventajas comparativas y
suplemento de las deficiencias particulares. Otra función de la educación
integrada con ciencia y tecnología consiste en la posibilidad que entrega
al estudiante para dimensionar la envergadura de las fuerzas naturales y
la importancia de la previsión ante el desastre, especialmente a través
de trabajo comunitario y el desarrollo de fuerzas sociales. Aquí entra de
lleno la comprensión de que se trata de potenciar del pensamiento
organizado como producto de la historia y la cultura.
34. La dotación de los planteles educativos en términos de ciencia y
tecnología debe estar adecuada a las prácticas docentes requeridas
para desarrollar una enseñanza basada en la práctica, sobre la base de
una selección motivada de materiales, sin gastar en dotaciones
suntuarias o copiadas mecánicamente de catálogos. Las dotaciones
locativas mínimas, aparte de las aulas y lugares de esparcimiento
diseñadas en concordancia con las normas exigibles, deben contemplar
aulas y auditorios especializados para presentaciones y exhibiciones
especiales, laboratorios de ciencia, salas de cómputo, talleres de
producción, cocinas para instrucción y bibliotecas.
35. En cuanto a la educación superior, por gracia de la aparición
constante de nuevas disciplinas, el conocimiento se comienza a diluir en
los detalles. La investigación ha venido dando paso a la consulta en red
y la cobertura se ha venido convirtiendo en la proliferación de operarios.
La propuesta va en cambio hacia el énfasis en el dominio matemático, la
comprensión de los fundamentos científicos del conocimiento y la
investigación de los fenómenos, con mayor cobertura en ciencias
naturales para lograr su masificación. En este proceso de apropiación,
se debe generar una visión epistemológica que potencie la lógica como
arma de razonamiento que se desenvuelve a través de la búsqueda de
la certeza basada en las pruebas que brindan confirmación o negación
de las suposiciones. Aquí juega un papel importante la matemática que
permite producir formas de pensamiento que rebasan la apariencia
inmediata y que proporcionan atajos hacia la solución de problemas.
Igualmente, un valioso objetivo es la comprensión del uso de los medios
informáticos a través de sus múltiples manifestaciones, que van desde la
lúdica hasta la amplificación del pensamiento, pasando por las
aplicaciones laborales, de almacenamiento de información y de
comunicación global.
7. Apropiación social del conocimiento
36. La ciencia y el conocimiento en general sólo pueden anidar en una
sociedad en la medida en que permean su estructura y dentro de cada
nivel se incorporan a las prácticas diarias de la vida de los pobladores.
Este proceso permite formular nuevas preguntas y problemas que
puedan ser motivo de investigación y que continúan alimentando tanto la
producción como el del desarrollo del conocimiento. Un ejemplo histórico
se encuentra en la redondez de la Tierra que era conocida desde la
época de Eratóstenes, quien calculó el radio del planeta. Pero este
conocimiento que no afectaba para nada la vida de la gente pasó
inadvertido y la Tierra continuó siendo plana hasta que Colón lo puso en
seria duda y Magallanes y El Cano lo confirmaron. De allí en adelante,
las prácticas náuticas y comerciales se modificaron sustancialmente y el
mundo entero cambió en todo sentido.
38. Para resolver los problemas de la sociedad, ésta debe estar en
capacidad de formularlos de alguna manera, así que debe existir un
método de formulación de los mismos. Sólo el contacto real entre la
población y quienes poseen y puedan transmitir el conocimiento permite
que, en una acción conjunta, se logre poner en marcha la solución. En la
medida en que los afectados y los expertos participan de esta
interacción, sus capacidades se expanden, su comprensión del mundo
que los rodea se profundiza y la apropiación del conocimiento se facilita
para todos. El proceso del conocimiento se realimenta continuamente y
la ciencia puede entrar a formar parte de la vida de toda la sociedad.
39. A través de una educación que permita adquirir conocimiento
científico se mejora la comprensión del mundo natural, de los procesos
productivos, de la sociedad y del propio individuo, con lo cual se facilita
la participación de cada uno en procesos sociales tendientes a mejorar
las condiciones de vida colectivas y personales. La enseñanza formal
de la ciencia en todos los niveles requiere estar acompañada de una
divulgación y difusión masiva a través de todos los medios como
páginas científicas, revistas, programas de radio y televisión, cursos,
conferencias y talleres científicos que apunten hacia las necesidades
concretas de la población y que susciten el interés por el conocimiento y
la investigación.
40.La práctica de las actividades científicas entre los jóvenes tiene como
importante subproducto la posibilidad de estimular y desarrollar actitudes
y aptitudes que resultan útiles en medio del desempeño escolar, laboral
y social : el interés por el conocimiento, los hábitos de observación, los
hábitos de estudio, la capacidad experimental, el manejo eficaz de la
tecnología, el uso del lenguaje científico y tecnológico, la capacidad
productiva, las habilidades comunicativas, la capacidad investigativa,
la solidaridad, la aceptación de las ideas ajenas, la capacidad de
argumentación, la crítica de las ideas incorrectas, la autocrítica y
seguramente otras que se pueden agregar a esta lista. Al aplicar los
criterios expuestos a la integración de la ciencia y la tecnología en la
educación se podría esperar que los estudiantes alcancen a ser
individuos equilibrados, satisfechos, autónomos, participativos, con
identidad, responsables, críticos, saludables, prósperos, productivos,
cultos, respetuosos, pacíficos y solidarios. Para el comunidad en general
también hay transformaciones esperadas, pues se esperaría una
sociedad incluyente, educada, próspera, equitativa, sana, productiva,
autosuficiente, pacífica y unificada con su medio ambiente. Las
consecuencias deberán reflejarse también en la obtención de un medio
ambiente rico en diversidad, rico en cantidad, apto para la vida, amable
para la recreación, en equilibrio con la producción, autosostenible y con
garantía de futuro.En el nivel nacional, los efectos esperados tiene que
ver con un país próspero, pacífico, capaz de brindar a todos los
ciudadanos salud los servicios y la protección mínimos (educación,
trabajo, alimento, vivienda, recreación), autodeterminado y en relación
de igualdad con los demás países.
41. Una educación que posea adecuado componente científico y
tecnológico debe proporcionar igualmente orientación a los estudiantes
en torno a la protección de la vida en todas sus formas a través del
manejo equilibrado de las reglas de la naturaleza y el seguimiento de las
normas sociales que garanticen la convivencia en el medio ambiente y
en todas las instancias de la vida en comunidad. Sólo así se puede
lograr que los individuos desarrollen sanamente la autoestima y el
respeto por la vida, por los recursos materiales que su medio le brinda,
por la herencia cultural y las obras del esfuerzo común, así como por las
ideas de sus congéneres y el trabajo propio y ajeno. Una función de le
educación integrada a la ciencia y la tecnología es brindar a los
estudiantes la conciencia de que la riqueza se desprende del trabajo, el
cual proporciona además las experiencias que originan el conocimiento.
42. Una preocupación del estado en el tema de ciencia y tecnología
debe ser la de crear o promover la creación de centros de producción,
aprovechamiento y exhibición de conocimientos científicos, así como
museos, talleres y observatorios de toda índole que puedan ser visitados
por escolares de los diferentes niveles y por la población en general.
Ejemplos de este tipo de establecimientos son jardines botánicos
inteligentes, granjas productivas, estaciones meteorológicas, estaciones
sismológicas, talleres de producción de materiales didácticos, museos
de ciencia y técnica, observatorios y planetarios.
3.9 Resultados que pueden esperarse
BIBLIOGRAFÍA
COLCIENCIAS. Colombia construye y siembra futuro.
Flórez, Rafael. Pedagogía del conocimiento. McGraw Hill. Bogotá,
2005.
Kuhn, T. S. La estructura de las revoluciones científicas. Fondo de
Cultura Económica. Bogotá, 1992.
Descargar