167 Halcon de Eleonora

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Nombre común
Halcón de Eleonora
Nombre científico
Falco eleonorae
Nombre catalán
Falcó de la reina
Nombre gallego
Falcón da raíña
Nombre euskera
Eleonor belatza
Nombre inglés
Eleonora's falcon
Presencia
Habitual; estival
Especies similares Alcotán europeo, cernícalo patirrojo
por aspecto físico
Especies similares Cernícalo patirrojo
1
por canto
Introducción
Eleonora d’Arborea guerreó contra el rey de Aragón por la independencia de
su isla, Cerdeña, y, mientras gobernó —a finales del siglo XIV y comienzos
del XV—, promulgó diversas ordenanzas de protección de las rapaces frente
a las actividades de cetreros, traficantes y mercaderes. En honor a tan
insigne pionera de la conservación de las aves, el naturalista Gené bautizó a
este halcón marino, esbelto, ágil y viajero —descubierto en 1836 en uno de
los soleados y rocosos islotes mediterráneos que un día ella gobernó— con
el nombre de la última regidora de la Cerdeña independiente.
Descripción
Clasificación Orden Falconiformes; familia Falconidae
Longitud 35-44 cm
Envergadura 84-103 cm
Identificación Este halcón de mediano tamaño y aspecto estilizado se
caracteriza por presentar varias fases de plumaje que nada tienen que ver
con el sexo, pues machos y hembras se diferencian, además de por su
tamaño —las hembras son mayores—, por tener la cera del pico, así como
el anillo ocular, de diferente color (amarillo en el macho y grisáceo en la
hembra).
Los ejemplares adultos de plumaje más claro se parecen, en cierta medida,
a un alcotán que tuviera las partes inferiores de color canela. Las zonas
superiores y el píleo son de color pardo oscuro; las calzas y el vientre,
rojizos y barrados; y las mejillas, pálidas y surcadas por una marcada
bigotera (dibujo 1). En el aire da la impresión de ser bastante oscuro por
debajo, con las plumas de vuelo algo más pálidas. El adulto de plumaje
intermedio es similar al anterior, pero las mejillas y el vientre resultan más
oscuros, y carece de las tonalidades herrumbre de la fase clara. El adulto
oscuro (dibujo 2), por su parte, luce un plumaje completamente negruzco
(aunque hay variantes de garganta y mejillas pálidas), algo más intenso en
el dorso y ligeramente achocolatado —con un finísimo barrado apenas
visible— en las regiones ventrales. En vuelo se ve un ave muy oscura, pero
con las rémiges y rectrices más claras (dibujo 3).
El joven pálido es similar al adulto de la misma fase, pero más pardo en
general y sin calzas rojizas, aunque con orlas claras en las plumas
coberteras, lo que le da un cierto aspecto escamoso. El joven oscuro es
completamente negruzco, con las rémiges y rectrices más pálidas y
barradas.
Canto Emite un reclamo corto, nasal y áspero, además de algunas notas
agudas como alarma cerca del nido.
Dónde vive
En el mundo La especie presenta durante el periodo reproductor un área
de distribución muy restringida, que se ciñe a las zonas costeras de la
cuenca del Mediterráneo, con algunas poblaciones en la fachada atlántica de
Marruecos y en las islas Canarias. Sus mejores poblaciones aparecen
siempre en islas, como Sicilia, Creta, archipiélago de las Cícladas, islas
Espóradas, Chipre o Baleares, mientras que en las costas continentales
resulta mucho más escaso. El área de invernada se localiza en Madagascar,
islas Mauricio y Reunión y en algunos lugares de la costa oriental de África.
No se reconocen subespecies.
2
En España Cría en acantilados marinos de las islas Baleares (norte de
Mallorca, Dragonera, Cabrera, norte de Ibiza e islotes), islas Columbretes e
islas Canarias (islotes del norte de Lanzarote). Durante la migración
prenupcial, así como durante los meses anteriores a la reproducción, puede
aparecer en diversos enclaves de la costa e, incluso, del interior peninsular.
Las poblaciones canarias son las más occidentales y sureñas de la especie.
Desplazamientos y migraciones Se trata de una rapaz estival en nuestro
territorio, donde se la puede ver desde abril hasta noviembre. Debido a su
peculiar ciclo migratorio, con áreas de invernada en África suroriental, el
halcón de Eleonora realiza un largo periplo, particularmente llamativo en el
caso de las aves canarias.
Antes de iniciar la reproducción, un buen número de estos halcones se
instala en las costas levantinas e incluso en el interior peninsular, donde
llega hasta provincias tan alejadas de la costa como Ávila.
Población La población europea se estima en 3.800-4.500 parejas
reproductoras, de las cuales unas 685-750 se calcula que crían en España.
No obstante, son cifras que deben tomarse con cierta cautela, ya que el
censo de esta especie plantea especiales complicaciones y puede variar,
también, como consecuencia de la meteorología.
En las islas Baleares, la población era de unos 1.240 individuos en 2001
(equivalente a un mínimo de 450-500 parejas reproductoras). Ese mismo
año, en Columbretes se estimaron 35 parejas, mientras que el censo
realizado en Canarias un año antes aportó la cifra de 200 parejas. En los
núcleos del Mediterráneo oriental se ha observado estabilidad en las
poblaciones e incluso un cierto incremento de efectivos, mientras que en el
Mediterráneo occidental y en las colonias atlánticas se ha constatado un
claro aumento, especialmente notorio en Baleares.
Cómo vive
Hábitat Se reproduce, exclusivamente, en acantilados marinos de islas e
islotes escarpados y, menos frecuentemente, en roquedos costeros
continentales. Con anterioridad a la reproducción, la población de nuestro
territorio frecuenta humedales y cultivos relativamente cercanos a las zonas
de cría, e incluso pinares del interior peninsular.
Alimentación La dieta de estos falcónidos está sujeta a ciertas variaciones
estacionales impuestas por la disponibilidad de presas. Antes de la
reproducción captura grandes cantidades de insectos, como libélulas,
escarabajos y saltamontes, para luego pasar a una dieta mixta de
invertebrados y pequeñas aves que, durante el periodo reproductor, se
tornará decididamente ornitófaga. En las áreas de invernada, la especie
volverá a explotar de nuevo el ingente recurso que suponen los grandes
invertebrados, cuyo consumo alternará con la caza de pequeñas y medianas
aves.
El halcón de Eleonora manifiesta una cierta tendencia hacia la caza
cooperativa, por lo que en sus lugares de cría es frecuente observar grupos
nutridos de estas aves que, formando ordenadas escuadras sobre el mar,
esperan la llegada de bandadas de pequeñas aves migradoras (dibujo 4).
Reproducción Uno de los aspectos más llamativos de la biología de estas
rapaces radica, sin duda, en su particular ciclo reproductor, que se inicia
mediado el verano y es, por consiguiente, el más tardío de nuestra fauna.
A pesar de que las aves adultas frecuentan el área de cría desde abril o
3
mayo en las colonias mediterráneas —algo más tarde en Canarias—, no
iniciarán la reproducción hasta finales de julio o primeros de agosto, demora
que obedece, como veremos, a una depurada estrategia. Tras las paradas
nupciales y las cópulas, los halcones de Eleonora —que son coloniales—,
seleccionan un escarpe, cuevecilla o repisa del acantilado, donde, sin
realizar nido alguno, depositan dos o tres huevos de color blanco rosado con
numerosas motas pardas, que serán incubados por la hembra. El macho,
entre tanto, aprovecha el incipiente flujo de aves migratorias para surtir a
su pareja.
Tras 28 días de incubación —normalmente a finales de agosto o primeros de
septiembre—, nacen los pollos (dibujo 5), que ven la luz en el momento
culminante de la migración de millones de pequeñas y medianas aves por
las costas e islas mediterráneas y norteafricanas. El retraso estratégico en
la reproducción proporciona ahora a estos ágiles halcones una inagotable
fuente de presas con las que alimentar a sus pollos, los cuales, tras 35-40
días en el nido, completan su desarrollo.
Amenazas y
conservación
En la actualidad, este halcón no parece tener graves problemas en nuestro
territorio, si exceptuamos ocasionales pérdidas de puestas debidas a las
ratas. No obstante, se han citado algunos factores de amenaza, como la
coincidencia del periodo reproductor con la apertura de la temporada de
caza,
molestias
derivadas
del
turismo
(especialmente
desde
embarcaciones), expolios para obtener aves de cetrería, depredación por
parte de la gaviota patiamarilla y contaminación por pesticidas
organoclorados. La destrucción del hábitat y las molestias como
consecuencia de maniobras militares, que antaño pudieron afectar a la
especie, no tienen en la actualidad demasiada incidencia.
La especie se incluye en el Libro Rojo de las aves de España dentro de la
categoría “Casi amenazado” y aparece catalogada como “De interés
especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.
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