NAVIDAD / EPIFANÍA 2003 – 2004 MONICIONES Y SUBSIDIOS LITÚRGICOS DIÓCESIS DE BILBAO I. La Natividad del Señor II. Acto penitencial para Navidad – Epifanía III. Oración universal para Navidad – Epifanía I.- SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR CANTO DE ENTRADA DE NAVIDAD Y PROCESIÓN SOLEMNE SALUDO DEL PRESIDENTE Hermanas y hermanos: Hoy nos ha nacido un salvador: el Mesías, el Señor. Que su gracia, su amor y su paz, estén con todos vosotros. ANUNCIO DE LA NAVIDAD Lector/a: Os anunciamos, hermanas y hermanos, una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo; escuchadla con corazón gozoso. Habían pasado miles y miles de años desde que, al principio, Dios creó el cielo y la tierra e hizo al ser humano a su imagen y semejanza; y miles y miles de años desde que cesó el diluvio y el Altísimo hizo resplandecer el arco iris, signo de alianza y de paz. En el año 752 de la fundación de Roma; en el año 42 del imperio de Octavio Augusto, mientras sobre la tierra reinaba la paz, en la sexta edad del mundo, hace 2003 años, en Belén de Judá, pueblo humilde de Israel, ocupado entonces por los romanos, en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada, de María Virgen, esposa de José, de la casa y familia de David, nació Jesús, Dios eterno, Hijo del eterno Padre y hombre verdadero, llamado Mesías y Cristo, que es el Salvador que la humanidad esperaba. Alegrémonos y hagamos fiesta. Celebremos la buena noticia, la mejor noticia de toda la historia, del mundo y de la humanidad. MONICIÓN DEL PRESIDENTE AL CANTO DEL GLORIA En un pesebre humilde y pobre de Belén, Dios se ha hecho carne de nuestra carne; acariciado por el amor de la Virgen María y San José, Jesús se presenta en la pequeñez de un niño que sonríe. ¡El tiempo ha llegado a su plenitud, la salvación ya ha llegado! ¡Es el Dios del amor! Como los ángeles lo hicieron con los pastores, cantemos nosotros ahora al mundo entero, que Dios nos ha enseñado su gloria al enviarnos a su Hijo amado. Gloria… ORACIÓN COLECTA MONICIÓN a las lecturas de la MISA DE MEDIANOCHE En Belén, en un establo escuálido y oscuro ha nacido un niño. Nadie se hubiera enterado si no hubiese sido por los ángeles que lo anunciaron a unos pastores que estaban en aquella región. La palabra de Dios de esta noche revela el sentido profundo de este nacimiento: «Habitaban tierras de sombras, y una luz les brilló»; «Hoy nos ha nacido un Salvador». «Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor». MONICIÓN a las lecturas de la MISA DE LA AURORA Después de los cantos que hemos oído en el corazón de la noche, siguiendo la invitación y el ejemplo de los ángeles, nos encontramos esta mañana junto a María en meditación silenciosa ante el niño «acostado en un pesebre». ¡Qué insondable bondad y misericordia de Dios para con nosotros! ¡Qué maravilloso regalo de Navidad nos hace Dios! MONICIÓN a las lecturas de la MISA DEL DÍA El Hijo eterno del Padre se ha hecho hombre; la Palabra por la que todo fue creado se ha hecho carne de nuestra carne; el que habita en el cielo ha acampado en nuestra tierra. Es el misterio de la Encarnación lo que nos anuncia la palabra de Dios, y lo que celebramos con alegría y agradecimiento en este día de Navidad. MONICIÓN DEL PRESIDENTE AL CREDO Al anuncio de la Buena Nueva, los pastores y los magos respondieron con fe. Nosotros también, con toda nuestra fe, reconocemos en el Niño de Belén al Hijo de Dios, que nos trae la salvación. ORACIÓN UNIVERSAL Presidente: El nacimiento de Jesús, que hoy celebramos, muestra que Dios es un Dios cercano, un Dios que ama y salva y que quiere comunicarnos su vida. Así pues, con confianza, le presentamos nuestras necesidades. Que los más pobres, los marginados, los enfermos, los inmigrantes, los parados, quienes sienten la soledad y sufren por cualquier causa, no dejen de celebrar el misterio de Navidad y encuentren la solidaridad que necesitan. Roguemos al Señor. Que nuestro pueblo y todos los pueblos del mundo progresen en la paz, en la justicia y en la solidaridad. Roguemos al Señor. Que la celebración de la Navidad haga vivir a nuestras familias más unidas y crecer en valores humanos y cristianos. Roguemos al Señor. Que nuestra comunidad [parroquial] y la Iglesia entera que hoy celebra en todos los rincones del mundo el nacimiento de Cristo, podamos vivir gozosamente el misterio de la Encarnación. Roguemos al Señor. Presidente: Escucha nuestra oración, Padre. Te la presentamos con toda confianza por Jesucristo, tu Hijo, que hoy nace en nuestra humanidad. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. ORACIÓN POR LA PAZ (después del Padre nuestro y su embolismo) Señor Jesús: la noche de Navidad, los ángeles anunciaron tu nacimiento a los pastores proclamando la paz en la tierra. Haz descender hoy sobre nosotros y sobre el mundo entero tu paz. Que descienda, muy especialmente, sobre quienes viven bajo el peso de tensiones, conflictos, amenazas y violencias. Tú, Príncipe de la paz, que vives y reinas por los siglos de los siglos. POSIBLE TEXTO (con tono oracional) PARA DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Entonces fue Navidad Cuando aceptaste la voluntad de Dios, sin comprenderla, porque no veías el sentido de aquello en tu vida… entonces fue Navidad. Cuando no entendías las cosas que ocurrían, pero tú confiabas en Dios y creías que todo contribuye al bien de quienes aman… entonces fue Navidad. Cuando tuviste que alojarte en la pobreza de una cueva, por la incomprensión de tus amigos o la falta de cariño de tus seres más queridos… entonces fue Navidad. Cuando limpiaste tu corazón, abatido por la desgracia y humildemente te reconociste pobre ante Dios… entonces fue Navidad. Cuando nació en tus manos por la caridad para ayudar al hermano necesitado y triste, y le llevaste hacia Él… entonces fue Navidad. Cuando tú eras el mensajero y el buen sembrador de la paz de Jesús a los hombres y mujeres de buena voluntad… entonces fue Navidad. (Misiones Franciscanas) II.- ACTO PENITENCIAL para NAVIDAD / EPIFANÍA I La luz ha brillado en las tinieblas, pero las tinieblas no la han recibido: reconozcámoslo con humildad. Tú, que siendo rico, te hiciste pobre por nosotros: Señor, ten piedad. Tú, que siendo de condición divina, te despojaste de tu rango: Cristo, ten piedad. Tú, que siendo Hijo, aprendiste a obedecer y así te convertiste en causa de salvación para todos: Señor, ten piedad II Tanto ha amado Dios al mundo que ha enviado a su Hijo como expiación de nuestros pecados; acerquémonos, pues, confiados al Señor y pidamos su perdón. Palabra eterna del Padre, por medio de la cual se hizo todo: Señor, ten piedad. Hijo de Dios, que has acampado entre nosotros: Cristo, ten piedad. Luz verdadera que viniste al mundo: Señor, ten piedad. III Acudamos confiados a Cristo y alcanzaremos la misericordia y el perdón. Tú, que naciste de María Virgen: Señor, ten piedad. Tú, que fuiste adorado por los pastores: Cristo, ten piedad. Tú, que fuiste reconocido por los Magos: Señor, ten piedad. IV Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos y la verdad no está con nosotros. Pero si reconocemos nuestros pecados, Dios es fiel y justo para perdonarnos. Pidamos perdón. Tú, Señor, que eres santo, quisiste nacer en medio de nuestros pecados para perdonarnos: Señor, ten piedad. Tú, Señor, que eres fuerte, quisiste nacer débil como un niño para darnos fuerzas: Cristo, ten piedad. Tú, Señor, que eres inmortal, te encarnaste para poder morir y darnos la inmortalidad: Señor, ten piedad. III.- ORACIÓN UNIVERSAL para NAVIDAD / EPIFANÍA 26 DE DICIEMBRE: SAN ESTEBAN Oremos por las necesidades de la Iglesia y del mundo, confiando en que san Esteban, que en su martirio vio el cielo abierto, lleve nuestras súplicas hasta la presencia de Dios. 1. Por la Iglesia. Que, guiada por la luz de la mirada de Cristo y con la fuerza de la caridad, avive la llama de la fe en toda la tierra. ROGUEMOS AL SEÑOR. 2. Por quienes han sido puestos al frente del pueblo de Dios como servidores. Que el Espíritu Santo ponga en toda ocasión en sus labios las palabras adecuadas para anunciar a Cristo Redentor. ROGUEMOS AL SEÑOR. 3. Por nuestro pueblo y los pueblos de toda la tierra. Que en todos haya paz, y en todos se pueda predicar con libertad el mensaje del Evangelio. ROGUEMOS AL SEÑOR. 4. Por nosotros. Que nuestra vida responda de verdad a nuestro nombre de cristianos, y que nuestras obras alaben a aquél que nos hace dignos de llevarlo. ROGUEMOS AL SEÑOR. Oh Dios, escucha la oración de tu Iglesia que en el mártir san Esteban te hizo ofrenda de las primicias de la fe. Y, por su intercesión, concede a tu pueblo tu constante protección. POR JESUCRISTO, NUESTRO SEÑOR. 27 DE DICIEMBRE: SAN JUAN EVANGELISTA Oremos a Dios Padre, que en su Hijo Jesucristo nos concede gracia tras gracia. 1. Por la Iglesia. Que, por la unidad y la comunión entre todos sus hijos e hijas, dé testimonio de la vida que Cristo ha traído al mundo. ROGUEMOS AL SEÑOR. 2. Por quienes gobiernan los pueblos. Que se esfuercen por alcanzar, en la paz y la justicia, el progreso y el bienestar de todos, especialmente de los pobres y excluidos. ROGUEMOS AL SEÑOR. 3. Por las personas que no tienen lo necesario para vivir; por quienes no ven respetados sus derechos. Que Cristo, que ha abierto nuestros ojos a la luz de la fe, abra nuestro corazón a las necesidades de los hermanos. ROGUEMOS AL SEÑOR. 4. Por nosotros. Que vivamos la alegría de saber correr hacia Cristo, que en la humildad de Belén o en el silencio de un sepulcro vacío, se nos da a conocer como Salvador. ROGUEMOS AL SEÑOR. Dios y Padre nuestro, escucha las súplicas de los que veneramos la memoria de aquel apóstol que reclinó su cabeza en el pecho de Jesús; y concédenos, por su intercesión, vivir siempre seguros en el seno de tu Iglesia. POR JESUCRISTO, NUESTRO SEÑOR. 28 DE DICIEMBRE: DOMINGO. FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA Oremos a Dios y supliquémosle que derrame los dones de su amor sobre la Iglesia y sobre la gran familia humana. 1. Por la Iglesia, la familia de los hijos e hijas de Dios. Que el Señor la bendiga y acoja con amor sus súplicas. ROGUEMOS AL SEÑOR. 2. Por toda la familia humana. Que Dios le conceda el don de la paz que Jesús ha venido a traer al mundo. ROGUEMOS AL SEÑOR. 3. Por las familias que se encuentran lejos de su tierra, por las que no tienen casa y por las que pasan necesidad. Que reciban la ayuda fraterna y solidaria que necesitan. ROGUEMOS AL SEÑOR. 4. Por nosotros, por nuestras familias y por todas las familias del mundo. Que, siguiendo el ejemplo de la familia de Nazaret, progresemos en el amor que todo lo une y perfecciona. ROGUEMOS AL SEÑOR. Oh Dios, que como buen Padre cuidas de todos nosotros; escucha nuestras súplicas y haz que, por tu gracia, toda la humanidad, ya que tenemos el mismo origen, formemos una sola familia en la paz y vivamos unidos por el amor fraterno. POR JESUCRISTO, NUESTRO SEÑOR. 29 DE DICIEMBRE Invoquemos la ayuda del Señor, que en su Hijo Jesucristo nos ha iluminado con la luz de su mirada. 1. Para que la Iglesia, en medio de las dificultades de su peregrinar en este mundo, experimente la constante protección de Dios. ROGUEMOS AL SEÑOR. 2. Para que quienes gobiernan los pueblos realicen la tarea que tienen encomendada, de manera que el mundo avance por los caminos de la voluntad de Dios. ROGUEMOS AL SEÑOR. 3. Para que todos las personas que, en cualquier lugar del mundo, sufren por las guerras, el hambre o las injusticias, sean liberadas de su dolor. ROGUEMOS AL SEÑOR. 4. Para que todos nosotros caminemos siempre a la luz de la fe que profesamos. ROGUEMOS AL SEÑOR. Escucha, Señor, la oración de tu Iglesia, haznos experimentar el don de tu misericordia, para que, a pesar de nuestra fragilidad humana, nos mantengamos firmes y confiados en la misericordia divina. POR JESUCRISTO, NUESTRO SEÑOR. 30 DE DICIEMBRE Con alegría, porque el cielo y la tierra se alegran del nacimiento del Salvador, oremos a Dios por la Iglesia y por toda la humanidad. 1. Por la Iglesia. Que en toda ocasión bendiga a Dios por el Salvador que le ha sido dado, y lo presente a todo el mundo como luz verdadera. ROGUEMOS AL SEÑOR. 2. Por los pueblos de toda la tierra. Que encuentren, en Cristo, la paz que es el anhelo de toda la familia humana. ROGUEMOS AL SEÑOR. 3. Por los ancianos. Que puedan vivir rodeados del afecto de los suyos y con la alegría de tener los ojos puestos en el Señor. ROGUEMOS AL SEÑOR. 4. Por todos nosotros. Que, siguiendo el ejemplo de la caridad de Cristo, sepamos amar de corazón a nuestros hermanos inmigrantes, para no andar nunca en la oscuridad. ROGUEMOS AL SEÑOR. Oh Dios, tú quisiste que Cristo, nacido en Belén, se manifestase como luz del mundo. Concédenos caminar siempre a la luz de tu Hijo y dar testimonio de él ante el mundo. POR JESUCRISTO, NUESTRO SEÑOR. 31 DE DICIEMBRE Oremos por el bien de la Iglesia y del mundo que el Hijo de Dios ha venido a iluminar con la claridad de su luz. 1. Por la Iglesia. Que anuncie fielmente, día tras día, que la salvación se encuentra sólo en Jesucristo. ROGUEMOS AL SEÑOR. 2. Por la paz y la concordia en nuestro pueblo y en todos los pueblos. Que, en el nuevo año que estamos a punto de empezar, los hombres y mujeres del mundo entero se sientan movidos a trabajar por el bien común más que por sus propios intereses. ROGUEMOS AL SEÑOR. 3. Por quienes viven angustiados por las tribulaciones del mundo presente. Que encuentren, en la luz de Cristo, el norte que les guíe en su camino y les dé la fortaleza que necesitan. ROGUEMOS AL SEÑOR. 4. Por todos nosotros. Que la contemplación de la gloria de Cristo, que ha puesto entre nosotros su morada, nos haga vivir con el corazón levantado hacia el Señor nuestro Dios. ROGUEMOS AL SEÑOR. Escucha, Señor, la oración de tu pueblo. Protégelo y llénalo de la abundancia de tu gracia durante todo el año que nos disponemos a empezar; para que el consuelo de contemplar tu presencia visible entre nosotros, nos lleve a amarte con todo nuestro corazón. POR JESUCRISTO, NUESTRO SEÑOR. 1 DE ENERO: SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS 2 DE ENERO: SAN BASILIO MAGNO Y SAN GREGORIO NACIANCENO Oremos a Dios, en este principio de año, para que su nombre sea alabado en toda la tierra por la salvación que ha derramado con el nacimiento de Jesús. 1. Por la Iglesia. Que dé a conocer a todos los pueblos la promesa de vida eterna que ha recibido de Jesucristo. ROGUEMOS AL SEÑOR. 2. Por quienes viven consagrados a Dios en la vida monástica. Que, siguiendo el ejemplo de san Basilio y san Gregorio, dediquen su corazón a la virtud y a vivir según la esperanza futura. ROGUEMOS AL SEÑOR. 3. Por quienes no tienen trabajo y por los que sufren a causa de la pobreza y la exclusión social. Que encuentren la ayuda que necesitan, tanto de las personas que tienen a su alrededor como de las instituciones. ROGUEMOS AL SEÑOR. 4. Por quienes estamos aquí reunidos celebrando la Eucaristía. Que la fuerza de este sacramento nos mantenga siempre unidos a Cristo y fieles al Espíritu que de él hemos recibido. ROGUEMOS AL SEÑOR. Mira, Señor, al pueblo que te suplica confiado en tu amor de Padre. Concédele los dones que de ti espera y haz que, bajo tu guía, te complazca en todo. POR JESUCRISTO, NUESTRO SEÑOR. 3 DE ENERO: ANIVERSARIO DE LA DEDICACIÓN DE LA CATEDRAL Oración Universal: Misal propio de la Diócesis, p. 27. 4 DE ENERO: II DOMINGO DE NAVIDAD 5 DE ENERO Con la confianza que nos da nuestra condición de hijos e hijas de Dios, pidamos por el bien de la Iglesia y por la salvación de todos. 1. Para que la Iglesia siembre sin cesar en el mundo la buena semilla del Evangelio. ROGUEMOS AL SEÑOR. 2. Para que el bienestar de los pueblos se fundamente cada vez más en la paz y la concordia entre todos los hombres y mujeres del mundo entero. ROGUEMOS AL SEÑOR. 3. Para que quienes sufren en la soledad o se sienten desamparados, experimenten la protección divina. ROGUEMOS AL SEÑOR. 4. Para que todos nosotros, conservando la semilla de la fe plantada en nuestro corazón, vivamos siempre atentos a las enseñanzas de Cristo y practiquemos las buenas obras propias de los hijos e hijas de Dios. ROGUEMOS AL SEÑOR. Dios y Padre nuestro, escucha misericordioso nuestras súplicas, y así como por el Salvador del mundo nos has concedido el don de la filiación divina, concédenos también por él la gracia de la inmortalidad. POR JESUCRISTO, NUESTRO SEÑOR. 6 DE ENERO: EPIFANÍA DEL SEÑOR 7 DE ENERO Elevemos nuestras súplicas a Dios, que quiere que todos se salven y compartan la misma herencia de Jesucristo. 1. Por la Iglesia de Dios. Que guíe a todas los pueblos hacia la luz de Cristo, y los reúna en su paz. ROGUEMOS AL SEÑOR. 2. Por los que aún no han recibido la luz de la fe. Que también ellos lleguen a reconocer a Jesucristo y lo adoren como Dios verdadero. ROGUEMOS AL SEÑOR. 3. Por los enfermos y por los que sufren. Que el Señor les acompañe, alivie su dolor, y les haga experimentar el gozo de su bondad. ROGUEMOS AL SEÑOR. 4. Por nosotros, y por todos los que creen en Cristo. Que, iluminados por la fe, corramos hacia la meta de la perfección cristiana. ROGUEMOS AL SEÑOR. Oh Dios, tú, por medio de tu Hijo, has iluminado a toda la tierra con tu luz eterna. Escucha nuestras súplicas y concede a tu pueblo reconocer la gloria de su Redentor y llegar, por su gracia, a la luz que nunca se apaga. POR JESUCRISTO, NUESTRO SEÑOR. 8 DE ENERO Oremos para que Dios, que tanto nos ama, llene con la abundancia de sus dones a la Iglesia y a toda la familia humana. 1. Por la Iglesia. Que ofrezca amorosamente a toda la humanidad los tesoros de gracia que el Señor le ha confiado. ROGUEMOS AL SEÑOR. 2. Por todos los pueblos de la tierra. Que Cristo, luz del mundo, haga florecer en nuestro pueblo y en toda la tierra la paz y el bienestar. ROGUEMOS AL SEÑOR. 3. Por los inmigrantes y todos los excluidos sociales. Que sus necesidades sean atendidas por nuestra caridad fraterna. ROGUEMOS AL SEÑOR. 4. Por nosotros. Que todo el mundo nos reconozca como discípulos de Cristo por nuestro amor mutuo. ROGUEMOS AL SEÑOR. Dios y Señor nuestro, que nos has iluminado con la claridad de tu Hijo; escucha nuestras súplicas y haz que, alimentados con los dones de su gracia, tengamos vida en su nombre. POR JESUCRISTO, NUESTRO SEÑOR. 9 DE ENERO Unidos por la fe en Cristo y movidos por el amor, oremos a Dios por nosotros y por toda la humanidad. 1. Para que la Iglesia, con maternal sabiduría, ayude a todos los cristianos a comprender profundamente las palabras y los hechos de Jesús. ROGUEMOS AL SEÑOR. 2. Para que el Evangelio de Cristo sea proclamado a todos los pueblos y traiga la paz a toda la humanidad. ROGUEMOS AL SEÑOR. 3. Para que Dios, en su misericordia, tenga piedad de los pobres y de los débiles. ROGUEMOS AL SEÑOR. 4. Para que el Espíritu Santo que hemos recibido fortalezca en nosotros la comunión con Dios y con los hermanos. ROGUEMOS AL SEÑOR. Dios y Padre nuestro, escucha las súplicas de quienes creemos que tu Hijo es el Salvador del mundo, y concédenos dar siempre testimonio de él por la integridad de nuestra fe y nuestra caridad sincera. POR JESUCRISTO, NUESTRO SEÑOR. 10 DE ENERO Oremos a Dios, que en su Hijo nos ha manifestado el amor verdadero, y confiemos a su bondad de Padre las necesidades de todo el mundo. 1. Por la Iglesia. Que, como Jesús, y llena del Espíritu del Señor, lleve la Buena Noticia a los pobres y anuncie la gracia de Dios para todos. ROGUEMOS AL SEÑOR. 2. Por quienes trabajan y sufren por la paz, por la reconciliación y por los derechos humanos. Que su esfuerzo no sea en vano, sino que puedan lograr los frutos que desean. ROGUEMOS AL SEÑOR. 3. Por los inmigrantes que son marginados por nuestra sociedad. Que, por nuestra caridad, se vean atendidos y socorridos en sus necesidades. ROGUEMOS AL SEÑOR. 4. Por quienes estamos aquí reunidos celebrando la Eucaristía. Que la fuerza de este sacramento nos mantenga siempre unidos a Cristo y fieles al Espíritu que de él hemos recibido. ROGUEMOS AL SEÑOR. Mira, Señor, al pueblo que te suplica confiado en tu amor de Padre. Concédele los dones que de ti espera y haz que, bajo tu guía, te complazca en todo. POR JESUCRISTO, NUESTRO SEÑOR. 11 DE ENERO: DOMINGO. FIESTA DEL BAUTISMO DEL SEÑOR
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