EXCEPCION DE COSA JUZGADA EN ACCION POPULAR - Identidad de causa y objeto: ocupación plaza principal por vendedores y restitución: Municipio de Mariquita / OCUPACION DEL ESPACIO PUBLICO - Excepción de cosa juzgada En el anterior contexto, resulta claro en esta instancia que se encuentra configurada la excepción de cosa juzgada, siendo deber del juez declararla cuando se encuentren probados los hechos que la constituyen, de acuerdo a lo señalado en el artículo 307 del C.P.C. Al descender al caso concreto, conforme a lo señalado en las consideraciones 4 y 5 de esta providencia, se advierte con claridad que se configura la excepción de cosa juzgada en relación con las acciones populares antes citadas, pues ciertamente en cada una de ellas existe identidad de causa (los hechos que motivan la interposición de las demandas se concretan en la ocupación de la Plaza Principal de Mariquita por vendedores informales, situación ante la cual la Administración Municipal no ha brindado una solución definitiva), e identidad de objeto (se pretende en cada una de las demandas que se restituya el espacio público ocupado por tales personas y se construya una plaza de mercado a la que éstas puedan trasladarse), siendo irrelevante que cada uno de los procesos haya sido promovido por personas diferentes. Además, en la fecha en que se formuló la demanda que dio origen al presente expediente (19 de diciembre de 2003), se encontraba corriendo el término de dos (2) años de que trata la exhortación o el requerimiento contenido en el numeral primero de la sentencia del 6 de agosto de 2004 proferida por el Tribunal Administrativo del Tolima en la acción popular núm. 2003 00382, antes trascrito, lo cual indica claramente que no se estaba frente a un hecho nuevo que condujera a la vulneración del derechos colectivo al goce del espacio público. COSA JUZAGADA EN ACCION POPULAR - Identidad de causa y objeto; no requiere identidad absoluta de peritos / IDENTIDAD DE CAUSA - Hechos de la demanda / IDENTIDAD DE OBJETO - Pretensiones de la demanda El concepto de cosa juzgada que se predica de las sentencias judiciales hace referencia a las características de imperatividad, cohercibilidad e inmutabilidad de las cuales las sentencias ejecutoriadas están dotadas; es decir, cuando las decisiones de los funcionarios judiciales hacen tránsito a cosa juzgada, significa que luego de ciertos trámites, pasan a ser imperativas, son susceptibles de cumplirse coercitivamente, y no pueden ser variadas. Se presenta cosa juzgada cuando llega al conocimiento de la jurisdicción un nuevo proceso con identidad jurídica de partes, causa e igual objeto al ya resuelto por los funcionarios judiciales. No obstante lo anterior, debe tenerse en cuenta que en el ámbito de las acciones populares en virtud de que su objeto de protección está constituido por derechos cuya titularidad es difusa, lo decidido en la sentencia afecta por igual a toda la comunidad interesada, dentro de la cual puede o no estar el actor popular; en tal sentido, para la configuración de la cosa juzgada en materia de acciones populares no se requiere que se presente identidad absoluta de las partes, pues en éstos procesos el actor y los titulares del interés protegido no necesariamente coinciden. El otro elemento para que opere la cosa juzgada es la identidad de causa, el cual ha sido entendido por la doctrina como “la razón por la cual se demanda; los motivos que se tienen para pedir al Estado determinada sentencia”; dichos motivos están contenidos en los hechos de la demanda, pues son éstos, los que dan origen a su interposición y a la formulación de las pretensiones. Y finalmente, la configuración de la cosa juzgada requiere también que el nuevo proceso verse sobre el mismo objeto, que, según el dicho de la Corte Suprema de Justicia, “consiste en las prestaciones o declaraciones que se reclaman a la justicia”. CONSEJO DE ESTADO SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO SECCION PRIMERA Consejero ponente: RAFAEL E. OSTAU DE LAFONT PIANETA Bogotá, D. C., nueve (9) de agosto de dos mil siete (2007) Radicación número: 73001-23-31-000-2004-00007-01(AP) Actor: MAGDA JEANNETTE RODRIGUEZ Demandado: MUNICIPIO SAN SEBASTIAN DE MARIQUITA - TOLIMA Referencia: APELACION SENTENCIA. ACCION POPULAR Se decide el recurso de apelación interpuesto por el apoderado del municipio de Mariquita (Tolima) contra la sentencia proferida el 26 de septiembre de 2005 por el Tribunal Administrativo del Tolima, mediante la cual se accedió a las pretensiones de la demanda. I.- LA DEMANDA 1. Las pretensiones El 19 de diciembre de 2003, la ciudadana Magda Jeannette Rodríguez promovió demanda en ejercicio de la acción popular contra el municipio de San Sebastián de Mariquita (Tolima), en defensa del derecho e interés colectivo al goce del espacio público y la utilización y defensa de los bienes de uso público, en orden a que el Tribunal Administrativo del Tolima adoptara las siguientes disposiciones: “1. Con el fin de proteger el derecho o el interés colectivo amenazado o vulnerado y de prevenir que se vuelva a incurrir en las acciones u omisiones referidas en el capítulo de los HECHOS del petitum, se ORDENE a la accionada (sic), la restitución del espacio público invadido que corresponde al Parque o Plaza Principal del Municipio de Mariquita, el (sic) cual deberá efectuarse de manera concertada con quienes allí se encuentran, determinando de manera precisa las personas naturales o jurídicas que se encuentren ocupando el espacio público, los servicios que actualmente ofrecen a los habitantes de la región, realizando un inventario detallado de sus necesidades y la de los habitantes del lugar. 2. ORDENAR a la accionada (sic) la inmediata construcción de una Plaza de Mercado, evaluando la posibilidad de que los usuarios o consumidores de los productos que se ofrecen actualmente por todos los vendedores que ocupan el espacio público del Parque Principal del Municipio de Mariquita, puedan tener la posibilidad de parquear sus vehículos automotores, dicha Plaza de Mercado debe contar con las condiciones sanitarias, de ventilación, hidrantes, con un adecuado sistema de recolección y tratamiento de basuras, que evite la cuasación de malos olores y vertimientos líquidos contaminantes, teniendo en cuanta en todo caso el impacto ambiental, condiciones de seguridad y el Plan de Ordenamiento Territorial, todo lo cual, deberá efectuarse en un plazo perentorio, el cual dispondrá esa Corporación. 3. ORDENAR a la accionada (sic) la adecuación de la Plaza o Parque Principal del Municipio de San Sebastián de Mariquita, para que los habitantes de la región puedan disfrutar del mismo mediante la recreación pasiva o activa. 4. Se fije a favor del accionante (sic), el incentivo que consagra el art. 39 de la Ley 472 del 5 de Agosto de 1998 o en su defecto el previsto en el art. 1005 del C. Civil, con ocasión de la formulación de la presente acción. 5. Se integre un comité para la verificación del cumplimiento de la Sentencia, en el cual participará; El Contralor, Personero Municipal, el Defensor del Pueblo, el Fiscal General de la Nación, o sus respectivos delegados y el accionante (sic). El Comité rendirá informe sobre su gestión con destino a este expediente. 6. Por Secretaría se compulsen copias de la providencia a la Procuraduría General de la Nación, a la Fiscalía General de la Nación y a la Defensoría del Pueblo, para lo de su competencia.” (fl. 25 – mayúsculas sostenidas del texto original). 2. Los hechos Como fundamento fáctico de la acción se expone, en síntesis, que frente a la sede de la Alcaldía Municipal de Mariquita se encuentra la Plaza o Parque Principal, la cual se encuentra invadida de vendedores informales de ropa, alimentos perecederos de consumo humano, artesanías, verduras, hortalizas, zapatos, con la complacencia de la Administración Municipal, quien, hasta la fecha, no ha efectuado las acciones legales o administrativas tendientes a la desocupación del espacio público, ni a la construcción de una plaza de mercado adecuada, tanto física como sanitariamente, para el acomodamiento íntegro de quienes allí se encuentran. II.- LA CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA El Municipio de San Sebastián de Mariquita contestó la demanda a través de apoderado judicial, quien se opuso a la prosperidad de sus pretensiones con apoyo en las siguientes razones de defensa: 1.- Señaló que si bien la Plaza o Parque Principal se encuentra en la actualidad ocupado - más no invadido – por una serie de vendedores, no es cierto que la administración municipal no haya adelantado gestiones o acciones administrativas dirigidas a la recuperación del mismo, lo cual es conocido por la demandante, quien en otra acción que promovió contra el municipio se refirió al centro de acopio como uno de los sitios presuntamente afectados por los hechos objeto de la misma. 2.- Destacó que el mencionado centro de acopio es el lugar donde se pretenden trasladar algunos de los ocupantes de la Plaza Principal, y que a pesar de que la obra ha sido culminada, no se ha realizado dicho traslado debido a que la misma, al parecer, acusa problemas estructurales que deben corregirse previamente. 3.- Informó que históricamente la plaza de mercado ha sido localizada en el sector de conservación urbanística y centro histórico entre las calles 3ª y 4ª con carreras 3ª y 3ª A, Barrio El Centro; que allí se ha presentado el mercado minorista con una serie de toldos y enramadas, que durante mucho tiempo, casi hasta principios de los años 90, funcionaban transitoriamente, es decir, solo los días de mercado (sábados y domingos); que desafortunadamente con el paso del tiempo, la situación que otrora se registraba como transitoria adquirió vocación de permanencia, permitiéndose que el sector del frente del edificio donde funciona la Alcaldía Municipal fuera ocupado; que en la actualidad, después de aprobado el Plan Básico de Ordenamiento Municipal, se adelantan gestiones para recuperar dicho espacio, pues el sitio donde se encuentra la plaza debe ser desalojado, aunque, es claro que dicho espacio siempre ha sido destinado para la finalidad que hoy satisface; que este equipamento urbano se debe localizar en un lugar donde permita accesibilidad vehicular y peatonal, acoplados a la dinámica del crecimiento urbano, pero que sin embargo tales expectativas deben atender las reales posibilidades financieras del municipio; y que el mercado de cacharrería que está ubicado frente al palacio municipal se desplazará hacia un sitio cercano denominado Pabellón. 4.- Resaltó que pretender la demandante que se construya de manera inmediata una plaza de mercado es un imposible, pues el municipio se encuentra en un proceso de saneamiento fiscal, cuyas finanzas en principio se encuentran comprometidas a satisfacer la deuda adquirida en otros años. 5.- Propuso la excepción de improcedencia de la acción popular, toda vez que la acción idónea en este caso es la acción de cumplimiento; también la excepción de inexistencia del daño contingente, peligro, amenaza, vulneración o agravio sobre los derechos e intereses colectivos, fundada en los argumentos de defensa antes expuestos, y en el hecho de que el municipio, a través de la Secretaría General y de Gobierno, viene adelantando las acciones tendientes a restituir el espacio público, ya sea dando trámite a las querellas interpuestas o incluso actuando de oficio cuando advierte hechos que lo afecten; así mismo; señaló como excepción la de inexistencia de vulneración del ordenamiento jurídico invocado en la demanda; y finalmente, propuso como excepción la buena fe de la Administración Municipal. III.- EL PACTO DE CUMPLIMIENTO Atendiendo a los dictados del articulo 27 de la Ley 472 de 1998, el Despacho sustanciador convocó a las partes a audiencia de pacto de cumplimiento para el 27 de junio de 2005, la cual se declaró fallida debido a que no comparecieron ni la demandante ni el representante del municipio demandado. IV.- LOS ALEGATOS DE CONCLUSIÓN 1.- Las partes: La demandante y el municipio demandado guardaron silencio en esta etapa del proceso. 2.- El Ministerio Público: Presentaron concepto de fondo en este asunto el Procurador Judicial Ambiental y Agrario para el Tolima y la Procuradora Judicial 27 en lo Administrativo Delegada ante el Tribunal, quienes coinciden en manifestar que ciertamente existe ocupación del espacio público, pero que se ha dilatado por el municipio demandado una solución al respecto, pese a que en otras decisiones, no ejecutoriadas, se les conminó para ello; advierten, eso sí, que tales soluciones deben respetar el derecho al trabajo de los vendedores informales que ocupan la Plaza Principal. V.- LA PROVIDENCIA APELADA Surtido el trámite de rigor, se profirió la sentencia apelada, en la cual el a quo amparó el derecho e interés colectivo al goce del espacio público, ordenando en consecuencia al Alcalde Municipal de Mariquita que en el plazo de dos (2) meses, contados a partir de la ejecutoria del fallo, efectúe la restitución del Parque Principal de ese municipio para el uso y goce de toda la comunidad, impida cualquier uso privado del mismo, disponga las medidas administrativas y de policía suficientes para preservar la integridad del parque y su destinación exclusiva al uso común y, simultáneamente con la restitución del espacio público, disponga de un sitio alterno para ubicar a los vendedores ambulantes mientras se construye la plaza de mercado o centro de acopio donde serán reubicados de manera definitiva. Así mismo, ordenó al municipio demandado incluir de manera inmediata, tanto en su Plan de Desarrollo como en el Presupuesto de las próximas vigencias, los recursos necesarios y suficientes para la construcción de una plaza de mercado o centro de acopio, de conformidad con el Plan de Ordenamiento Territorial y demás normas vigentes sobre la materia, que permita reubicar, entre otros, a los vendedores ambulantes que ocupan el espacio público del Parque Principal, obligación para la cual se señala un plazo máximo de dos (2) años, contados a partir de la ejecutoria de la sentencia. Igualmente reconoció al actor, a título de incentivo, la suma de diez salarios mínimos legales, cuyo pago se ordenó al municipio demandado. Para adoptar tales decisiones el Tribunal tuvo en cuenta las siguientes consideraciones: Señaló que los parques o plazas urbanas gozan de la especial protección del Estado en su doble calidad de bienes de uso público e integrantes del espacio público. Precisó que los hechos planteados en la demanda encuentran respaldo en el registro fotográfico que la parte actora acompañó con la demanda, el que debe tenerse como auténtico en cuanto que el municipio de Mariquita no formuló ningún reparo contra el mismo, a lo cual se suma el hecho de que dicha entidad territorial reconoce que esa situación, que en principio fue ocasional, de un tiempo atrás se ha tornado permanente, no obstante aducir que el espacio público efectivamente se encuentra “ocupado” - no invadido - y que está construyendo un centro de acopio donde pretende trasladar “algunos de los ocupantes”. Advirtió, así mismo, que la entidad demandada no presentó pruebas que acrediten su dicho ni que desvirtúen la situación denunciada por la actora, por lo que se concluye que efectivamente se está vulnerando el derecho colectivo al goce del espacio público y la defensa de los bienes de uso público. Destacó que ciertamente se ha mantenido la ocupación del Parque Central o Parque Principal del Municipio de Mariquita por parte de particulares, por lo cual se deduce que esa municipalidad no ha dado cumplimiento a su deber de garantizar la integridad del espacio público y su uso y goce por parte de todos los habitantes. VI.- EL RECURSO Inconforme con la anterior decisión, el municipio demandado la apeló aduciendo las siguientes razones: Señaló que el Tribunal en sentencia del 19 de abril de 2005 se había pronunciado sobre los mismos hechos y pretensiones de la presente acción popular, providencia que fue apelada y, que por lo tanto, no se encuentra aun ejecutoriada. Indicó que dentro del proceso en que se profirió esa decisión se demostró la existencia de acciones dirigidas a la reubicación de la plaza de mercado, al punto que en el numeral segundo de su parte resolutiva se expresó: “Requiérase al Municipio de Mariquita para que reubique la Plaza de Mercado en el sitio que el Municipio ha destinado para tal fin, y proceda a la recuperación paisajística y recreacional del Parque Central, restituyendo el mismo al uso común, para el cual fue destinado”. (subraya el apelante) Advirtió, en ese orden, que no se entiende cómo sobre una misma causa se pronuncian dos decisiones en sentido diferente y que, sin perjuicio de reconocer que se surte un recurso de apelación contra un fallo, es evidente que con el fallo apelado se pone en entredicho la seguridad jurídica. Destacó, de otro lado, que el Tribunal desconoce los esfuerzos que en la actualidad adelanta la Administración Municipal y que en otra oportunidad había aceptado, Finalmente, anotó que resulta angustiante y reducido el término de dos (2) meses otorgado por esa Corporación para obtener la restitución del Parque Principal, no solo por la idiosincrasia de quienes ocupan el espacio público susceptible de restitución, sino además por la naturaleza de la actividad que desarrollan, la cual se resiste, per se, a permanentes cambios de sitios, por lo que, a su juicio, no resulta conveniente la restitución transitoria, dado que la misma debería surtirse una vez se encuentre habilitado el sitio definitivo para la reubicación. VII.- CONSIDERACIONES 1.- El artículo 2º, inciso segundo, de la Ley 472 de 1998, en desarrollo del artículo 88 de la Constitución Política, dispone que las acciones populares se ejercen para evitar el daño contingente, hacer cesar el peligro, la amenaza, la vulneración o agravio sobre los derechos e intereses colectivos, o restituir las cosas a su estado anterior cuando fuere posible; y al tenor del artículo 9º ibídem, esas acciones proceden contra toda acción u omisión de las autoridades públicas o de los particulares, que hayan violado o amenacen violar los derechos e intereses colectivos. De acuerdo con lo anterior, se tiene que los supuestos sustanciales para que proceda la acción popular son los siguientes, a saber: a) una acción u omisión de la parte demandada, b) un daño contingente, peligro, amenaza, vulneración o agravio de derechos o intereses colectivos, peligro o amenaza que no es en modo alguno el que proviene de todo riesgo normal de la actividad humana y, c) la relación de causalidad entre la acción u omisión y la señalada afectación de tales derechos e intereses; dichos supuestos deben ser demostrados de manera idónea en el proceso respectivo. 2.- Con el ejercicio de la presente acción se pretende la protección del derecho e interés colectivo al goce del espacio público y la utilización y defensa de los bienes de uso público, el cual se estima vulnerado en razón a que la Plaza o Parque Principal del municipio de Mariquita se encuentra invadida de vendedores informales, con la complacencia de la Administración Municipal, quien, hasta la fecha, no ha efectuado las acciones legales o administrativas tendientes a la recuperación del espacio público, ni a la construcción de una plaza de mercado adecuada para ubicar allí a tales personas. En ese contexto, en síntesis, solicita que se ordene al municipio demandado la restitución del espacio público invadido, y la construcción de una plaza de mercado para ubicar a los vendedores informales. 3.- El a quo en la sentencia impugnada amparó el derecho colectivo referido, disponiendo en consecuencia que el Alcalde Municipal de Mariquita en el término de dos (2) meses, contados a partir de la ejecutoria de la sentencia, efectúe la restitución del Parque Principal de ese municipio para el uso y goce de toda la comunidad, impida cualquier uso privado del mismo, y disponga las medidas administrativas y de policía suficientes para preservar la integridad del parque y su destinación exclusiva al uso común y, simultáneamente con la restitución del espacio público, disponga un sitio alterno para ubicar a los vendedores ambulantes mientras se construye la plaza de mercado o centro de acopio donde serán reubicados de manera definitiva. Así mismo, ordenó al municipio demandado incluir de manera inmediata, tanto en su Plan de Desarrollo como en su Presupuesto de las próximas vigencias, los recursos necesarios y suficientes para la construcción de una plaza de mercado o centro de acopio, de conformidad con el Plan de Ordenamiento Territorial y demás normas vigentes sobre la materia, que permita reubicar, entre otros, a los vendedores ambulantes que ocupan el espacio público del Parque Principal, obligación para la cual se señala un plazo máximo de dos años, contados a partir de la ejecutoria de la sentencia. 4.- Pues bien, a efectos de resolver la impugnación contra el citado fallo, es pertinente señalar que en el expediente obra copia de la sentencia proferida por el Tribunal Administrativo del Tolima el 19 de abril de 2005 dentro de la acción popular núm. 01254/031, en la cual ciertamente se plantearon los mismos hechos y pretensiones que fundamentaron la demanda que dio origen al presente asunto. (fls. 93 a 102) En esa providencia se negaron las pretensiones de la demanda, al estimarse, con arreglo a las pruebas allegadas al proceso, que aunque existe la ocupación del espacio público alegada, el municipio de Mariquita con anterioridad a la acción popular venía adelantando gestiones para reubicar a los vendedores informales en una plaza de mercado, concretamente gestiones administrativas y presupuestales para construir un centro de acopio campesino. Sin embargo, el Tribunal consideró pertinente requerir al municipio de Mariquita para que reubique la plaza de mercado en el sitio que ha destinado para tal fin y proceda a la recuperación paisajística y recreacional del parque central, restituyendo el mismo al uso común para el cual fue destinado. Según consta en el sofware de gestión judicial de esta Corporación contra el referido fallo fue interpuesto recurso de apelación por parte del demandante, pero el mismo fue declarado desierto mediante auto del 10 de febrero de 2006, por no haber sido sustentado por aquel no obstante que se le concedió un termino para tal efecto; se hizo devolución del expediente al Tribunal de origen el 8 de marzo de 2006. 5.- En esta misma providencia del 19 de abril de 2005 el Tribunal denegó la excepción de pleito pendiente que formulara el municipio demandado, al considerar que pese a que el objeto y la cusa eran los mismos en dicho expediente y en el número 2003 00382 (actor: Néstor Gregory Díaz Rodríguez), no había identidad en cuanto a la parte demandante en cada una de tales acciones. Así mismo, esa Corporación descartó la excepción de cosa juzgada, porque aunque en dicha actuación se profirió sentencia el 6 de agosto de 2004, la misma 1 Según aparece en el texto del fallo, la demanda fue presentada el 2 de julio de 2003. (fl. 95 de este cuaderno) no se encontraba legalmente ejecutoriada, por encontrarse apelada ante el Consejo de Estado. Respecto a este último aspecto se tiene ciertamente, al revisar el sofware de gestión judicial, que el citado fallo fue apelado ante esta Corporación, la cual lo confirmó mediante sentencia del 13 de diciembre de 2005 (C.P. Dr. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo). La decisión confirmada en esta sentencia fue la siguiente: “PRIMERO: REQUIÉRASE al municipio de Mariquita para que cumpla con lo señalado en la audiencia de pacto de cumplimiento y reubique la plaza de mercado en el sitio que el municipio ha destinado para tal fin, en el término de dos (2) años contados a partir del 17 de julio de 2003, fecha en la cual se realizó la referida audiencia. Así mismo y consecuencialmente proceda a la recuperación paisajística y recreacional del parque central restituyendo el mismo al uso común para el cual fue destinado. SEGUNDO: NIEGANSE las pretensiones de la demanda instaurada por NESTOR GREGORY DIAZ RODRIGUEZ contra el municipio de Mariquita. (…)”. (negrillas no originales) Por ser pertinente se citan también algunos apartes de la motivación de la decisión que esta Sección profirió en segunda instancia: “En el expediente se encuentra demostrado que el mercado público, para la época de la presentación de la demanda, funciona en el parque principal del Municipio de Mariquita. Así lo acreditan el oficio No. 927 del 30 de octubre de 2003, suscrito por el Secretario de Desarrollo Estratégico, Ingeniero Leonardo Diez Barrero; el acta de visita practicada por la personera municipal a la Secretaría de Desarrollo Estratégico; el oficio núm. 079 firmado por la Personera Municipal de San Sebastián de Mariquita; la certificación extendida por el Secretario de Desarrollo Estratégico, Arq. Freddy Estrada Rodríguez, visibles a folios 3, 1, 4, y 5 del cuaderno de pruebas del demandante. En cada uno de los referidos documentos se acreditan algunas circunstancias propias del lugar, así: La visita de la Personera revela que los puestos de la plaza ubicada en el parque están construidos en madera y techos de zinc, otros con material metálico, o bajo carpas plásticas, y ubicados a una distancia de 6 o 7 metros de las viviendas y el Palacio Municipal; que el sitio es un parque desde hace más de veinte años y en él se ha permitido pacíficamente la práctica del mercado impidiendo que la comunidad lo use y disfrute. El Secretario de Desarrollo Estratégico, informa por su parte, que el mercado ubicado en el parque principal, deteriora el paisaje urbano, uso no compatible con el propio de una zona calificada como centro histórico, y que no cumple con las condiciones sanitarias y ambientales requeridas para el funcionamiento de una plaza de mercado. Por último, en el certificado expedido por el nuevo Secretario de Desarrollo Estratégico se destaca que no cuenta con las medidas sanitarias de ley, lo cual genera un impacto ambiental negativo para el entorno y sus habitantes. Sin perjuicio de lo anterior, en el informativo también se encuentran demostradas las actividades anunciadas por el Municipio de Mariquita en la contestación de la demanda, encaminadas a la solución del problema con la construcción de un centro de acopio para la reubicación de la plaza de mercado, con lo cual se recuperará el espacio público del parque principal. Al efecto, a folio 1 del cuaderno de pruebas del demandado, reposa certificación extendida el 18 de noviembre de 2003 por el gerente del Fondo DRI en liquidación en el sentido de haberse suscrito el 2 de enero de 2002 un Convenio de Cofinanciación con el municipio de San Sebastián de Mariquita, identificado con el No. 1706-73-05641-0-202, por valor de $1.489.446.437, en el que ya se efectuó un segundo desembolso por la suma de $411.814.429,oo con orden de pago No. 11286. A folios 21 y siguientes del cuaderno principal figura fotocopia de dicho convenio en cuya cláusula primera se lee que tiene por objeto “La cofinanciación entre el FONDO DRI, la ENTIDAD EJECUTORA y demás confinanciadores para adelantar la ejecución del proyecto CONSTRUCCION PRIMERA ETAPA CENTRO DE ACOPIO CAMPESINO MUNICIPIO DE SAN SEBASTIAN DE MARIQUITA – TOLIMA”. A folio 2, ibídem, se encuentra oficio No. 947 del 11 de noviembre de 2003 suscrito por el Secretario de Desarrollo Estratégico Municipal de Mariquita quien pone a disposición del a quo la documentación relacionada con el Centro de Acopio Campesino que la conforman los siguientes documentos: Proyecto de Sistema administrativo y de Asociación. –Memorial de cálculo y diseño estructural. –Levantamiento topográfico. – Estudio de suelos y cimentaciones. –Diseño arquitectónico. – Diseño estructural. –Diseño eléctrico. –Especificaciones técnicas de construcción. –Cantidades de obra, presupuesto de obra. –especificaciones particulares de construcción. –Estudio de mercado para la construcción de un centro de acopio campesino. –Firmas de apoyo para la construcción del centro de acopia. –Acta de visita de seguimiento del proyecto, a la fecha. –Primer informe de interventoría. Se tiene, entonces, que si bien es cierto que el derecho colectivo al goce del espacio público se haya comprometido por venir funcionando desde hace tiempo el mercado público en el espacio destinado al parque principal, no es menos veraz que la Administración Municipal de Mariquita (Tolima), desde mucho antes de la presentación de la acción popular (17 de febrero de 2003), ya había iniciado las gestiones para solucionar el problema con la construcción de la primera etapa de un centro de acopio campesino al punto que el 2 de enero de 2002 había suscrito un contrato de cofinanciación para el efecto, del cual ya se efectuó un segundo desembolso, y se realizaron una serie de estudios a propósito de la consecución de tal fin. Así las cosas, el ente territorial demandado no ha sido ajeno a la problemática de que dan cuenta los hechos, identificada desde mucho antes a la presentación de la demanda popular, al punto de haber encaminado una solución a la misma representada en la construcción de la primera etapa de un centro de acopio campesino para lo cual suscribió un convenio de cofinanciación y se realizaron una serie de estudios dentro del plan diseñado para tal propósito que se viene ejecutando. Dichas gestiones fueron expuestas igualmente por la Alcaldesa(E) del Municipio de Mariquita (Tolima) en la audiencia especial de pacto de cumplimiento donde además puntualizó “…que una vez terminada la construcción de estas instalaciones y reubicados los vendedores que en este momento ocupan el sector denominado plaza de mercado se estará dando cumplimiento o solución a una problemática generada por la ocupación del espacio público.”. Añadió igualmente la funcionaria que a pesar de no poder informar exactamente en dicha diligencia el término de duración de la obra, dato que podría suministrar con prueba documental antes de la decisión de fondo, creía que la finalización del proyecto de construcción sería más o menos en unos dos años. Estas razones llevan a la Sala a confirmar la negativa de la acción popular bajo estudio prevista en el numeral segundo de la parte resolutiva del fallo apelado, así como también el requerimiento dispuesto en su numeral primero, ibídem, para que reubique la plaza de mercado en el sitio que el municipio ha destinado para tal fin y consecuencialmente proceda a la recuperación paisajística y recreacional del parque central restituyendo el mismo al uso común para el cual fue destinado. Este requerimiento se entiende cobijado por la finalidad preventiva inherente a la naturaleza de las acciones populares.” (negrillas de la Sala para resaltar) 6.- En el anterior contexto, resulta claro en esta instancia que se encuentra configurada la excepción de cosa juzgada, siendo deber del juez declararla cuando se encuentren probados los hechos que la constituyen, de acuerdo a lo señalado en el artículo 307 del C.P.C. El concepto de cosa juzgada que se predica de las sentencias judiciales hace referencia a las características de imperatividad, cohercibilidad e inmutabilidad de las cuales las sentencias ejecutoriadas están dotadas; es decir, cuando las decisiones de los funcionarios judiciales hacen tránsito a cosa juzgada, significa que luego de ciertos trámites, pasan a ser imperativas, son susceptibles de cumplirse coercitivamente, y no pueden ser variadas. Se presenta cosa juzgada cuando llega al conocimiento de la jurisdicción un nuevo proceso con identidad jurídica de partes, causa e igual objeto al ya resuelto por los funcionarios judiciales. No obstante lo anterior, debe tenerse en cuenta que en el ámbito de las acciones populares en virtud de que su objeto de protección está constituido por derechos cuya titularidad es difusa, lo decidido en la sentencia afecta por igual a toda la comunidad interesada, dentro de la cual puede o no estar el actor popular; en tal sentido, para la configuración de la cosa juzgada en materia de acciones populares no se requiere que se presente identidad absoluta de las partes, pues en éstos procesos el actor y los titulares del interés protegido no necesariamente coinciden2. El otro elemento para que opere la cosa juzgada es la identidad de causa, el cual ha sido entendido por la doctrina3 como “la razón por la cual se demanda; los motivos que se tienen para pedir al Estado determinada sentencia”; dichos motivos están contenidos en los hechos de la demanda, pues son éstos, los que dan origen a su interposición y a la formulación de las pretensiones. Y finalmente, la configuración de la cosa juzgada requiere también que el nuevo proceso verse sobre el mismo objeto, que, según el dicho de la Corte Suprema de Justicia, “consiste en las prestaciones o declaraciones que se reclaman a la justicia”4. 2 Por esa razón es que el legislador justamente en el artículo 35 de la Ley 472 de 1998 señaló que la sentencia dictada dentro de una acción popular “tendrá efectos de cosa juzgada respecto de las partes y del público en general.” 3 LOPEZ BLANCO Hernán Fabio, Procedimiento Civil, Parte General, Tomo I, Dupré Editores, Bogotá 2002. Pág. 643. 4 Corte Suprema de Justicia, Sentencia del 9 de mayo de 1952. Al descender al caso concreto, conforme a lo señalado en las consideraciones 4 y 5 de esta providencia, se advierte con claridad que se configura la excepción de cosa juzgada en relación con las acciones populares antes citadas, pues ciertamente en cada una de ellas existe identidad de causa (los hechos que motivan la interposición de las demandas se concretan en la ocupación de la Plaza Principal de Mariquita por vendedores informales, situación ante la cual la Administración Municipal no ha brindado una solución definitiva), e identidad de objeto (se pretende en cada una de las demandas que se restituya el espacio público ocupado por tales personas y se construya una plaza de mercado a la que éstas puedan trasladarse), siendo irrelevante que cada uno de los procesos haya sido promovido por personas diferentes. 7.- Ahora bien, es del caso precisar que en este asunto no se han planteado situaciones de hecho diferentes que descartaran la existencia de la excepción de cosa juzgada5 y condujeran a la procedencia de esta acción popular. En efecto, el examen de la actuación permite establecer que el fundamento fáctico de cada una de las demandas promovidas es el mismo (la ocupación del parque o plaza principal del municipio demandado por comerciantes informales y la presunta omisión del municipio de Mariquita frente a esa situación), siendo tan solo diferente la fecha en que los actores formularon las demandas y aquélla en que el Tribunal adoptó la decisión de fondo respectiva frente a ellas. Además, en la fecha en que se formuló la demanda que dio origen al presente expediente (19 de diciembre de 2003), se encontraba corriendo el término de dos (2) años de que trata la exhortación o el requerimiento contenido en el numeral primero de la sentencia del 6 de agosto de 2004 proferida por el Tribunal Administrativo del Tolima en la acción popular núm. 2003 00382, antes trascrito, lo cual indica claramente que no se estaba frente a un hecho nuevo que condujera a la vulneración del derechos colectivo al goce del espacio público. 8.- En consecuencia, la Sala revocará el fallo apelado y, en su lugar, declarará probada la excepción de cosa juzgada. 5 Conforme se ha indicado por la jurisprudencia cuando aparecen nuevas circunstancias de hecho o elementos de prueba de los cuales se advierte la existencia de una amenaza o vulneración de un derecho colectivo, la sentencia que se haya dictado en una acción popular tan solo hace transito a cosa juzgada relativo, siendo procedente el ejercicio de dicha acción frente a esa nueva realidad fáctica. (Sentencia C-215 de 1999). Con todo, por estimarlo pertinente, exhortará al municipio de Mariquita con el fin de que agilice las actuaciones administrativas que viene adelantando para la reubicación de los vendedores informales al lugar que destinó para tal fin, es decir, al centro de acopio campesino, de tal forma que se obtenga la restitución del la Plaza Principal de esa localidad para el uso de la comunidad en general. En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Primera, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, F A L L A: PRIMERO: REVÓCASE la sentencia apelada y, en su lugar, DECLARASE PROBADA LA EXCEPCIÓN DE COSA JUZGADA, de conformidad con las razones expuestas en la parte motiva de esta providencia. SEGUNDO: EXHÓRTASE al municipio de Mariquita con el fin de que agilice las actuaciones administrativas que viene adelantando para la reubicación de los vendedores informales al lugar que destinó para tal fin, es decir, al centro de acopio campesino, de tal forma que se obtenga la restitución del la Plaza Principal de esa localidad para el uso de la comunidad en general. Notifíquese y cúmplase La anterior providencia fue discutida y aprobada por la Sala en reunión celebrada el 9 de agosto de 2007. MARTHA SOFÍA SANZ TOBÓN Presidenta RAFAEL E. OSTAU DE LAFONT PIANETA CAMILO ARCINIEGAS ANDRADE MARCO ANTONIO VELILLA M.